CUENTOS
LATINOAMERICANOS
ECUATORIANOS
SIN DESTINO
Fiunda siendo una muchacha lejana del mundo,
de la cotidianidad, de todo a lo que se parezca a cumplir un horario o hacer
algo por el hecho simple de ganar dinero. Ella que siempre se inclinó por la
literatura a confrontar al mundo por medio de las letras.
Una mañana de niebla decide abandonar a su
compañero ya que siente que la relación llego al límite, aprovechando su
ausencia muy metida en su mundo. Introduce lo que considera necesario para un
viaje largo y sin destino. Con su vieja mochila lista y con el poco dinero de
unos artículos que logro vender al diario de su ciudad de Pasto, Sale de donde
viviera año y medio, toma un pequeño bus que la lleva a Ipiales, al bajarse
antes que el vehículo abandone la carretera Panamericana para meterse en la
pequeña ciudad, camina cargando en sus hombros la vieja mochila y bordeando la
ruta al lado de donde pasan carros de todo tipo y camiones, abandonada en el
paisaje que sin darse cuenta llega al puente de Rumichaca, aunque ve a varios
policías no se detiene y como si nada sigue tan campante por el puente que al
llegar al otro lado ya en el vecino país del Ecuador, no se dirige a la
edificación de extranjería sino sigue derecho para tomar la vía donde se para a
presenciar las diferentes lomas, al ver detenido a un camión con el dominio de
la circunstancia le pregunta: hacia dónde va- Él conductor (con un asentó
boyaco) voy a Guayaquil a dejar esta carga- Ella me puede llevar- Está bien
móntese. Ella se trepa para darse cuenta de la exuberancia de la barriga del
chofer que acelera el enorme vehículo, después de doblegar pronunciadas curvas-
El conductor: tiene familia en Guayaquil, o piensa hacer algo?- No conozco a
nadie y mucho menos es lo que voy hacer- Guayaquil es muy peligroso, ustedes
los jóvenes porque son tan locos. Al menos tiene pasaporte- Si yo estoy loca el
mundo lo es más que yo, papeles solo tengo para escribir. Al rato Él gordo es
mejor que se esconda donde suelo dormir ya que vamos a pasar un control de la
policía, no se olvide de cerrar bien la cortina y no se mueva que si la ven me
meto en tremendo lío. Casi en el mismo momento dos sujetos vestidos de policía
lo obligan a detener el camión, él abre la ventanilla les muestra los permisos
y el talonario de importaciones, lo hacen bajar y él sin problemas abre la
puerta de atrás y les muestra los bultos de arroz- El más grandote de los
oficiales: puede seguir. Él se encarama en la cabina y sin pestañar acelera- Ya
pasamos lo difícil ya puedes salir. Ella se coloca al lado de la ventana y ve
ante sus ojos desfilar las feas construcciones de la pequeña ciudad de Tulcán, al
salir de la población observa detenidamente las diferentes ondulaciones de los
cerros que las cambia por las imágenes de un profundo sueño, solo se despierta
por el olor a gasolina ya que ve en la gasolinera al gordo chofer hablando con
el encargado de poner el combustible, que se despiden con un apretón de manos.
Al instante se vuelve a subir el barrigón y hace que el camión arranque- Ella
palabreando: A dónde estamos? - Llegando a Otavalo- Por favor déjeme donde le
quede fácil- Ya no va a Guayaquil- No he cambiado de idea. Se quedan en
silencio y solamente en un breve momento el camión se detiene de bajo de un
puente peatonal. Ella se despide con una de sus manos y se baja para ver al
camión arrancar, al ver que no pasa ningún automotor prefiere pasar el puente
por debajo, anda al lado de fachadas de casas presuntuosas por el andén algo
quebradizo, remonta en ese estado de cosas hasta ver el parque principal donde
ve a varios indígenas vestidos de blanco y a las mujeres con sus largas faldas
llevando sobre sus cuellos varias vueltas de collar. Camina entre el gentío
esquivando a quienes se va encontrando de frente, llega a la plaza de Ponchos
viendo los diferentes tejidos y los variados artículos artesanales para
detenerse en un puesto de instrumentos musicales, al pasar la vista por las
guitarras, las quenas, los charangos. Detiene su vista en una mesita de donde
toma una ocarina que al llevársela a los labios la hace sonar- Ella (viendo al
indígena) que cuesta?- Se la doy en tres dólares- Tengo seis mil pesos los
acepta- Claro si es plata. Ella se los da y sale silbando el pequeño
instrumento para llegar a un puesto de comida, se sienta ocupando una pequeña
mesa muy campante pide unas humitas, acompañadas de huevos fritos y salchichas
las cuales come lentamente viendo a la gente en su accionar, terminado de comer
se levanta dispuesta a buscar un hostal que sin problema halla al lado de una
tienda de artesanías, sube por una escalera que la conduce a una enorme puerta,
al timbrar aparece una señora que con voz de caleña le va diciendo: desea una
habitación- Si, pero que sea lo más silenciosa ya que le tengo cierta cosa al
ruido- Entonces subamos. Sube siguiendo a la señora por unas escalerillas que las
lleva a un patio interno donde cuelgan varias materas con diferentes flores y
de donde se aprecian varias puertas, la señora abre una que solo tiene una
ventana, prende la luz y ella deja su equipaje en el suelo y se acuesta a
probar la cama para levantar la mitad de sus extremidades- No me importa que
cueste la tomo, pero le pago después que descanse- Está bien. La señora sale al
cerrar la puerta la invade la oscuridad que no tiene inconveniente para
quedarse sumida en el mundo de los sueños, solo se despierta al sentir un poco
de hambre. Se levanta teniendo que palpar en la pared logrando encontrar el
interruptor de la luz, que al tocarlo se enciende la luz para que sin problema
saque de la mochila su chaqueta de gamuza y salga llevándola puesta, de inmediato
se da cuenta que es de noche. En la inmediatez le da el dinero correspondiente
por la pieza a la señora y sale con la frescura requerida para afrontar lo que
venga por las mismas escaleras por donde vino. Ya en la calle camina al azar y
al encontrar una pizzería no duda en entrar, se sienta viendo a un grupo de
gringos que la miran también a ella, muy cómoda aparece el mesero con una carta
que pone en la mesa, ella la ve- Deme una Napolitana. Él tipo se retira y su
mirada se encuentra con la de un rubio que come unas pastas acompañado de otros
extranjeros, al momento otro mesero le trae la pizza pero en el momento que
esta elevada disfrutando del manjar es sorprendida por el rubio que con ningún
perjuicio se sienta a su lado- Me gustas- Ella (pensando este no será que es un
oportunista o de verdad que lo siente así) me confunde, no sé qué decirle …- No
se preocupe quédese tranquila, que quiero permanecer a su lado- Pero es mejor
que se vaya por donde vino, no quiero compromisos que con uno que tuve fue
suficiente- Él muchacho (cambiando de pose) me quiero divertir por que no nos
acompaña a la peña folklórica- Está bien- Acompáñeme a la mesa donde están mis
amigos- Por que no. Se paran y va donde está el grupo de extranjeros, al
quererse sentar él muchacho le trae una silla en la cual se sienta al lado de
él- Ella: como es tu nombre Francesco- Yo soy: Fiunda- Cada cual de los
presentes le contesta con su nombre- Una pelirroja: de dónde eres?- Nací en
Pasto pero mi madre es Argentina y ella a la vez es de origen Italiano como el
cincuenta por ciento de los argentinos- El Chico ya comprendemos, nosotros
somos de Porto Alegre del sur de Brasil- Que interesante, de vacaciones … - Se
puede decir que si- Yo en cambio no se cuál va hacer mi destino- Porque? – Debido
a que mi vida a partir del momento que decidí cambiarla no sabe que le espera,
pero eso no me preocupa para nada- Que bueno- Un muchacho rasta: vamos a la
peña- La pelirroja: entonces movámonos. Todos se paran, Fiunda paga su cuenta.
Salen por la calle para encontrar la carrera Colón y escuchar la algarabía de
la música, entran al establecimiento para sentarse al frente de los músicos que
interpretan un San Pedrito, piden una Guayusa que un señor vestido con pantalón
de rayas otavaleño y un chaleco les trae una jarra con el contenido y los
respectivos vasos, empiezan a tomar y ya prendidos todos bailan sin parar,
Francesco intenta besar a Fiunda pero ella se aleja ya que prefiere moverse al
lado de un otavaleño que le regala un vaso de licor que la aturde tanto, que
termina llevándosela a un lugar que cuando ella se despierta no comprende cómo
está desnuda donde está, sola y con un dolor de cabeza del diablo, con ese
malestar se levanta y al intentar abrir la puerta no la logra abrir que tiene
que salir subiéndose a un taburete por la ventana, en la calle como no sabe
donde esta interroga a un niño que la orienta y muy fatigada llega al hotel sin
que la vea nadie toma la llave de la habitación y no duda en acostarse sobre la
cama para quedarse emergida en los sueños, tan solo a la otra mañana se
despierta, como se da cuenta que su dinero no está con ella, decide salir sin
pagar la última noches. Ya en la calle va en la dirección del mismo puente
peatonal donde al rato le para una camioneta- Ella (mirando al conductor que
luce un extraño bigote) a donde se dirige- voy a Quito- Me puede llevar- Claro
súbase. Ella se instala al lado del tipo para que la camioneta tome velocidad,
va viendo el paisaje verdoso y así encuentra el lago San Pablo- Él señor: usted
se ve que no es de por aquí- Soy de Colombia de Pasto- Que hace tan sola?-
Viajando- A donde piensa ir? A donde me lleve el destino- Ah ya comprendo vive
de la aventura- Ella (en son de burla) como lo crea usted, pero usted en que se
ocupa- Soy comerciante compro y vendo lo que vea que puedo ganar algo de
dinero. La camioneta comienza una cuesta para descender en un pueblo donde el
señor detiene el vehículo al frete de una bodega, la chica al ver que el señor
se baja dejando las llaves, de una decide arrancar la camioneta que a pesar de
los gritos del bigotudo, no se detiene si no al contrario acelera y en cuestión
de segundos lo deja atrás. Ella maneja pensando por fin me vengo de estos
ecuatorianos que me violaron y me robaron el único dinero que disponía. Al
llegar a Quito el vehículo deja de andar por falta de combustible, deja el
carro en la orilla de la vía y los pocos minutos hace detener un bus donde se
monta- Ella: va cerca de la universidad Central- Él ayudante: si vamos en esa
dirección, me va a pagar …- Como quiere que le pague si en Otavalo me robaron
todo el dinero. Nosotros no podemos hacer nada pero bien pueda siéntese. Ella
se sienta ocupando un puesto libre viendo las diferentes calles con sus
construcciones y luego de una prolongada bajada el bus por la causa de un
semáforo se detiene, al tomar un puente que lo asa lentamente debido por el tráfico
vehicular el ayudante: bájese aquí que allá está la universidad. De una se pone
su mochila sobre la espalda y sin ningún inconveniente se baja, ya sobre el
pavimento a pesar de los insultos del chofer y del ayudante toma en dirección
de la universidad y solo se detiene en las escaleras de la biblioteca donde
entra evadiendo al vigilante y de una se va a la sección de literatura donde
descubre el enorme están de poesía sin pensar toma el libro de la generación de
los poetas decapitados, lee poemas de Jorge Enrique Adoum, otros de Cesar Dávila;
luego se empecina con la generación de los poetas Tzantzicos y al leer varios poemas
le gustan los de una mujer llamada Ana María Iza. Al ver que apagan la luz se
esconde debajo de un alto escritorio y en la noche con su linterna lee la obra
Playa y Bronce del primer novelista indigenista Fernando Chaves, pero al querer
leer un ensayo del conocido Benjamín Carrión se queda sin baterías la linterna
que vuelve sobre sus manos y sus pies tanteando para encontrar el mismo
escritorio quedándose sobre el suelo profunda, al despertarse ve unos pies que
lucen unos elegantes mocasines, en el momento que lentamente se levanta
encuentra la apariencia de señor de pelo canoso y ensortijado, el cual tiene un
vestido de paño- Este (con cara de susto) criatura de donde sales. Ella: me
toco dormir debajo de su escritorio. Luego le cuenta todo lo sucedido desde que
saliera de Pasto- Él viejo: que muchacha más aventurera, me encanta conocer tan
encantadora joven que puedo hacer para halagarla- Invíteme a almorzar- Como no
voy acolitar a tan bella dama. Salen de la biblioteca con destino del
parqueadero donde él abriendo la puerta la hace seguir a su viejo Ford, que
conduce por el puente que lo lleva al parque Elegido, dobla a mano derecha
pasando por la casa de la cultura y al terminar el parque estaciona el auto en
un parqueadero. Se bajan y el la lleva de gancho hasta la entrada del lugar de
almuerzos- Él señor (viéndola a los ojos) no se hace cuantos años que vengo a
este restaurante, prefiero este por que siempre me atienden como si estuviera
en mi casa. Perdón por que no me he presentado: yo soy Camilo Ruiz Ojeda, nací
en Popayán pero desde que mis padres me trajeron muy pequeño vivo en Quito,
ahora quiero saber con quién tengo el placer de estar- Ella: yo me llamo Fiunda
Carrizo- Es algo del legendario arquero de Millonarios, creo si no me equivoco
que soy como una nieta tercera o algo así- Que honor. En esas se acerca el
mesero con la carta- Ella (mirándolo) que me recomienda- Menguado- ¿Qué es? Él
(volteando la cara en dirección del mesero) Carne en salsa- Acompañado de qué?-
Papas a la francesa, ensalada de pepino y pimientos- Por favor tráigame el
menguado- Yo quiero pato al Jerez- Me demoro-Tráigame una botella de vino del
Toro, la que me gusta usted sabe cuál- Ya vengo- Fiunda: usted por lo que se ve
trabaja en la universidad, que función desempeña- hace varios años dirigí la
facultad de letras, como me pensione ahora soy el director de la biblioteca ya
que nunca puedo separarme del todo de la literatura. Al momento aparece el
mismo mesero trayendo en una bandeja las dos copas y la botella de vino, que el
individuo mismo descorcha para servir en las copas la medida indicada del vino,
para volverse a retirar. Brindan- Él señor Camilo: usted que hacia allá en
Pasto?- Primero intente estudiar periodismo en Bogotá pero nunca logre
adecuarme a los horarios, luego al regresar a Pasto empecé a estudiar
literatura pero en el momento que murió mi madre lo deje por falta de dinero,
en el último tiempo me dedique a escribir y enviar crónicas a los diferentes periódicos
del país, pero no siempre me pagaban por esa razón nunca logre estabilizarme-
Que piensa hacer?- Lo único que quiero es viajar. Son interrumpidos por el
mesero que trae los dos platos que comen en silencio, al acabar el señor la
mira como tanteando la cosa- Quiere venir a mi apartamento- Claro que me
gustaría ya que usted se ve buena persona, además me puede aportar con su
experiencia. Salen del lugar para montarse en el Ford y el conduce por la seis de
diciembre para tomar la av. Colón, que subiendo bajan hacia Guapulo y solo él
detiene el viejo automóvil en frente del edificio donde vive- Ella (abriendo la
puerta) hace mucho tiempo que vive aquí- Si no estoy mal algo más de cuarenta
años- Muchísimo tiempo- Toda una vida. Suben por las escaleras de caracol para
que abra una de las tantas puertas donde surge un pequeño espacio
magníficamente decorado- Ella: que buen gusto- Gracias a mi esposa muerta que
ella mismo puso todo su empeño- ¿Hace mucho murió?- Van hacer veinte años- Esta
muy bonito el apartamento- Exactamente igual como ella lo dejara, ya que nunca
me atreví a cambiar nada- Que extraño que al quedarse solo no allá querido
cambiar al menos los muebles. Por que durante mucho tiempo preferí quedarme con
su recuerdo, pero sigamos a la biblioteca. Entran en el aposento repleto de
libros y se sientan en un sofá de cuero viendo a través del ventanal el valle y
un atardecer de magníficos colores. El con su imaginación la desviste, hay algo
en el ambiente como un embrujo que ella piensa como será hacer el amor con un
viejo. El de a poco se va acercando para voltearse y encontrar la fragancia de
sus labios, con la experiencia la va tocando las partes más sensibles de su
cuerpo, para que los dos excitados se desvistan y empiecen la acción en un
jaleo constante. Pero en el ultimo esfuerzo el recibe una sobrecarga y queda
completamente paralizado. Ella al darse cuenta de su muerte se asusta de tal
forma que comienza a pensar que tiene que huir, rápidamente se viste y tomando
la chaqueta de él saque la billetera y extraiga el dinero para tirarla sobre el
suelo, alza su mochila y al verlo por última vez se da cuenta que se le a caído
la caja de dientes, su cara tienen un semblante aterrador y sale casi
convulsionando por la misma puerta que entrara. Casi corriendo iluminada por la
luna llega por las escalones a la avenida exhausta, se tiene que sentar sobre
el borde del andén. Ya menos fatigada piensa que se tiene que ir de la ciudad.
En instantes se para y cuenta la suma de dinero, al terminar se entera que de
verdad tiene mucho dinero. Alegremente se para y al primer taxi que ve le pone
la mano, esto hace que el conductor detenga el vehículo- El joven conductor por
la ventanilla: a donde la llevo- Lléveme al Terminal de Trasportes. Después que
ella se sube el muchacho lleva el auto por la ruta vía hacia el sur, a través
de las montañas ve el Panecillo iluminado, que a la medida que avanzan se van
alejando del monumento, para culminar en la estación de buses. Ella luego que
le paga la carrera se baja, entra en la gran construcción y subiendo a un
segundo nivel ve las pequeñas oficinas de las diferentes empresas de buses con
sus distintos destinos, ella como por instinto elige Baños de Ambato, pero como
es de noche se sienta sobre el suelo de baldosas a esperar que se haga de día.
Ya temprano ella mirando a través de la taquilla ve a una joven- Por favor
véndame un boleto para el próximo bus que vaya a Baños- Sale en cinco minutos,
vaya al número veinte en esa dirección. Ella llevando su mochila va rápidamente
al lugar asignado y de una se sube en el vehículo para ver en el mismo boleto
el número de la silla, se sienta al lado de una señora. El bus en la hora
señalada arranca con dirección suroeste, ella intenta ver por la ventana donde
está la señora pero está la estorba que prefiere dormirse y solo se entera que
llego a su destino en el momento que el bus se detiene. Se baja, toma la calle
Maldonado para llegar al parque donde voltea por la calle Ambato, baja dos
cuadras y llega al mercado municipal. Pasa por los diferentes puestos de comida
y al ver a una señora muy simpática se sienta viendo a una familia que
desayuna- La señora: Usted no es de por aquí ….- No para nada, soy de Pasto-
Tengo una hermana que vive allá- Hace mucho tiempo … Casi una vida, la última
vez que vino fue hace más de diez años- Mucho tiempo que no se ve con su
hermana- Así es la vida mija, no quiero molestarla más que prefiere desayunar-
Haber, deme huevos revueltos con pan y un jugo de papaya- Ya mismo se lo
traigo. Casi al instante la señora le pone el desayuno en la mesa el cual
comienza a comer viendo todo lo que sucede en el mercado, al acabar se para y
le paga a la señora. Sale muy campante, al pasar la angosta calle ve un recinto
de turismo, no duda en entrar y ve en un enorme afiche los deportes extremos
que ofrece. Un señor de hombros muy anchos: que le gustaría hacer- Parapentes-
Espere que estoy esperando a un grupo de monos que quieren hacer lo mismo- De
que micos me habla usted?- No son micos ni nada parecido, es que aquí en el
Ecuador a la gente de Guayas le decimos monos- Ya entiendo. Llega un grupo
haciendo terrible escándalo- El señor (parándose) cálmense y esperen que ya
viene el taxi que nos va a llevar a la montaña, al rato aparece una camioneta
de doble cabina- Puedo dejar mi mochila aquí- Claro, póngala por este lado. Todos
se montan y el vehículo toma dirección de Ambato metiéndose por una carretera
destapada que va subiendo y se detiene en una especie de meseta- El señor aquí
es el sitio de parapentes. Cada uno escoge sus alas. En esas llega un señor bonachón-
Yo soy el instructor para esto lo único que no hay que tener es miedo, miren
mis movimientos como se debe tomar el parapentes y como se ponen el arnés, los
movimientos tienen que ser precisos y cuando ya se sientan seguros corren y se
lanzan al vació. Primero lo hace tomando carrera un muchacho que en instantes
está flotando en el aire- El instructor (mirando a Fiunda) es su turno, venga
le ayudo a colocar el arnés, míreme a mí como lo hago. Ella con las alas bien
altas, se impulsa de tal forma que al querer establecerse en el aire el
parapentes pierde el dominio y va a toda velocidad al vació que en el vértigo
ella grita con todo lo que dan sus pulmones cayendo y estrellarse contra una
roca. Fin.
LOS PORMENORES DE UN VIAJE EXTRAÑO
En una mañana enmarcada por el sol
resplandeciente, Javier cargando su morral sale de su domicilio caminando con destino
del teatro Sucre. Toma la avenida Guayaquil la cual atraviesa de norte a sur,
en el momento que llega a la plaza del Teatro ve a su novia acompañada de dos
parejas de amigos. Él primero besa a su novia Celestina, luego saluda a Juana,
Claudia y de último le da un apretón de manos a sus amigos Carlos y a Tito. Se
sientan al lado de la fuente- Juana ya saben a dónde vamos a ir a acampar-
Javier yo preferiría ir a la selva, preferiblemente a Tena ya que cerca están
las cuevas de Jumano- Juana yo preferiría ir a la playa más precisamente a
Pedernales ya que allá existe la Playa de Baudo que por lo que me han contado
esta muy virgen- Tito (abrazando a Claudia) yo quiero mejor la cierra ya que
soy amante de los páramos y de las alturas, quisiera ir cerca de Cuenca al
Cajas- Celestina: ya tenemos tres opciones muy diferentes si nos ponemos a
pensar en más lugares aquí nos caerá la noche, entonces lo más conveniente es
que votemos por los tres lugares que ya se refirieron ellos- Juana: yo voto por
la playa- Carlos yo voy por lo mismo- Claudia: yo voy por lo que dijo tito-
Celestina: yo voy por lo que dijo Javier- Juana: así nunca vamos a decidir, yo
propongo que apuntemos en unas tarjetas o en lo que podamos el nombre de los
tres lugares- Claudia (riéndose) en el sombrero de tito colocamos aquello, pero
quien va sacar uno de los tres destinos- Javier: yo diría que la primera
persona que encontremos o sea el primer transeúnte.- Todos (gritan) de acuerdo.
Juana saca de su bolso tres papelitos iguales y con un color rojo apunta los
respectivos nombres de los lugares que ella misma coloca en el sombrero de
tito. El primer transeúnte que se trata de un niño que va acompañado por un
señora y el mismo con una de sus manitas saca uno de los papelillos, las cuevas
de Jumano- Javier (abrazando a Celestina) no hay dudas de que ganamos-
Celestina: entonces el viaje es a la selva- Juana: vamos al terminar del sur y
tomamos un bus a Tena. Todos alzan sus correspondientes mochilas, se plantan en
la avenida Guayaquil para tomar un taxi- Él taxista abre las dos puerta y
aunque apretujados se colocan de tal manera que todos caben sin problema- Él
chofer: a donde los llevo?- Celestina: al terminar del sur. El vehículo arranca
tomando la avenida y tan rápido como cae un rayo están en el Terminal, se bajan
cargando sus morrales para seguir rumbo al segundo nivel, donde escuchan gritar
a un muchacho bus a Tena y todos se aglomeran en la ventanilla donde una señora
las vende los tiquetes. Van al montículo donde está parqueado el bus, al
montarse se acomodan en las sillas del medio y de inmediato sale por el valle, se
mete por las montañas y pasadas las horas entre una vegetación exuberante
llegan a la pequeña población. Se bajan invadidos por la húmeda del entorno y
sudando llegan a la plaza de mercado donde ven un campero estacionado. Juana
viendo al conductor que duerme sosteniendo un sombrero en el rostro, toca en la
ventanilla y el hombre se despierta con cara de asustado- Que pasa?- Claudia:
será que nos puede llevar a la cueva Jumano- Eso está bastante lejos, los llevo
pero me pagan está cantidad- Javier miren cuanto podemos reunir- Claudia:
tenemos esto- Juana (insistente) llévenos por lo que más quiera- Está bien los
voy a llevar- Javier: tiene que esperarnos ya que vamos a comprar comida para
cocinar, vamos al mercado. Todos van tomados de las manos de sus respectivas
novias y compran todo lo necesario para poder durar varios días, se montan en
el campero que sale por la selva, doblegando pantanos y el barro. Pero el señor
tiene que detener el vehículo porque hay un árbol atravesado que obstruye el
paso- El chofer (malhumorado) hasta aquí llegamos por que guíen mueve este
árbol- Javier (mirándolos a ellos) no tenemos otra opción sino la de caminar.
Se bajan y Celestina le entrega una parte del dinero recaudado- Él chofer: este
no fue el trato- Celestina: pero esto no debe ser ni la mitad del camino. El
tipo se baja desenfundando un machete- Si no me pagan lo que convenimos ya
verán. Todos salen a correr y del pánico lo pierden de vista- Juana: que se
cree e se perencejo- Claudia: se puso como loco- Carlos: olvídemelo y sigamos
que ya es más de medio día. Andan lentamente tratando de esquivar el barrizal-
Celestina: no sé cuánto hemos caminado pero tengo temor de perdernos- Juana:
que nos vamos a perder y que ocho cuartos. Andan por la destruida carretera
hasta encontrar un camino- Tito: seguimos por este camino que hay una
indicación que no se entiende bien- Javier: es lo correcto- Celestina: entonces que esperamos para tomarlo.
Se meten por el estrecho sendero loma arriba, al coronar la pendiente escuchan
un gruñido como de un tigre o algo semejante- Juana (asustada) escucharon?-
Claudia: claro que lo escuchamos, que hacemos si no seguir. Bajan y al
recostarse a descansar sobre una inmensa piedra, del follaje se presenta un
enorme tigrillo que lanza contra la humanidad de Claudia, todos intentan
apartar al felino de ella, pero al no lograrlo ven como el animal violentamente
le entierra los colmillos y como el enorme gato se la lleva jalándola con su
boca selva a dentro- Tito (desesperado) que putas es ese tigre, por favor que
hacemos- Javier (casi llorando) ya no podemos hacer nada por que ella es el
banquete del tigre- Tito: que maricón que eres. En el momento que se quieren
pelear, Celestina los separa- Ya tenemos una tragedia no quiero que hayan dos,
por favor no más estupidez- Juana: que vamos hacer- Tito (tirándole pata a lo
que encuentre) que carajo pasa con ustedes- Carlos: que hacemos, yo ya no doy
más y estoy tan confundido- Javier: no perdamos el juicio, lo que está no lo
podemos cambiar y punto- Celestina: mi amor tiene toda la razón, no podemos
cambiar el destino más bien sigamos y vemos donde podemos acampar- Juana: vamos
que aquí estamos en peligro. Andan con temor entre el follaje viendo las raíces
que surgen de los enormes árboles, hasta que ven un enorme escampado- Carlos:
aquí yo creo que podemos acampar, pero se me ocurre que por ahora búsquenos
leña así hacemos una enorme fogata que nos proteja de las fieras. Entre todos
juntan lo que pueden de leña, en el momento que tienen bastante. Javier se
encarga de hacer la fogata piramidal y encender el fuego, en el momento que
logra encenderlo todos aplauden. Las dos chicas preparan el arroz, con
legumbres y atún para que en un momento todo este listo y coman invadidos por
los mosquitos que se espantan gracias al enorme fuego. Ya muy entrada la noche
arman con la ayuda de las linternas las dos carpas y Tito duerme al lado de
Javier y Celestina sin lograr calmar su llanto, que en la madrugada es
interrumpido por el mismo gruñido que unos se aferran a los otros, no logrando
dormirse.
Ya en la mañana son despertados por los cantos
de los pájaros y por el bullicio de la selva, salen de las carpas y entre todos
vuelven a encender el fuego con el cual se hacen el desayuno, que consiste en
café, huevos cocidos y tostadas. Vigorizados entre todos desarman las carpas y
se ponen en marcha- Juana (caminando al lado se su novio) si escucharon anoche
los gruñidos- Javier: claro que los escuchamos por que de verdad que eran
impresionantes- Celestina: no se imaginan lo mucho que me asuste. Pasan entre
enormes árboles de donde sienten unos aullidos tan terribles que se atemorizan,
pero se calman cuando ven sobre las ramas a un gran grupo de monos aulladores-
Celestina: que susto, pero cuando observe aquellos micos el alma me regreso al
cuerpo- Juana: son bellísimos. Al alejarse el grupo de monos se encuentran con
un caudaloso río que lleva grandes ramas y pequeños arbustos- Tito (con la cara
demacrada de tanto llorar- Que río es este- Javier: si no estoy mal creo que es
el río Napo- Yo no creo porque aún estamos lejos, además miren esas montañas-
Celestina: qué importa que río es, si no quiero saber si lo vamos a cruzar-
Javier: mi amor si queremos ir a la cueva lo tenemos que cruzar- Carlos:
intentémoslo que yo tengo aquí una gran extensión de cuerda- Juana: si es así
sácala. Con el cordaje afuera- Javier: miren del otro lado del río ese enorme
ceibo voy a tratar de atravesar el río de esa forma pudre amarar un extremo de
la soga- Celestina (con un grito de histeria) no lo hagas que temo perderte-
Tranquila que ya lo hecho varias veces. Bueno me voy, denme toda la fuerza
necesaria para poder doblegar el río. Él se arremanga el pantalón, da los
primeros pasos en el agua y va agarrándose de las piedras. Llevando la cuerda
se lanza, mientras los otros con cara de preocupación temen por su vida pero el
con la fuerza de sus pies y de sus manos, aunque sale muy lejos de done se
lanzara, en el momento que se acerca en esa dirección ve a sus compañeros que
lo aplauden, de lo que considera una fuerte rama hace un nudo corredizo, pero
en el momento que intenta tirar el otro extremo de la cuerda hacia la orilla
donde se encuentran sus amigos, después de varios intentos se da cuenta que no
es posible, que tiene que recurrir a lo mismo. Intenta de vuelta sortear el
río, pero al chocar con una piedra está por perder el equilibrio tiene que
aferrarse con toda la energía que le permite su voluntad y salir muy lejos de
donde están sus amigos. Al querer ir donde ellos tras tabalea que cae varias
veces sobre el suelo musgoso y por fin llega a los pies de su novia que
agazapada lo esta llorando por que cree que él toco el fin, que no cree en el
momento que siente sus manos posarse en sus rodillas. Ella como ida lo mira y
solo termina con su irrealidad- Si me vez ya estoy aquí- Ella: que susto pensé
que te había perdido, pero mira como tienes los brazos y la espalda- Carlos: de
verdad que sentí cuando chocaste con la piedra que había llegado tu fin- No se,
de milagro que estoy vivo, por que en un momento dado me vi perdido. Entre
todos con mercurio cromo le curan las heridas y los raspones para que se
acueste al lado de Celestina a descansar. Pasado un par de horas se levantan
para ver la cuerda atrapada entre un arbusto que esta enredada entre dos
grandes piedras- Carlos: para nada esta
fácil ir a desenredar esa cuerda- Tito (rabiando) yo me encargo de eso- Carlos
es mejor que no vayas tú, porque lo ideal es que vaya otra persona- Tu acaso me
crees que soy un cobarde. Sin que nadie lo pueda detener va a la orilla del río
y torpemente se zambulle y la fuerza del río se lo lleva para que lo vean
desaparecer- Celestina (a grito herido) vamos a ver si lo podemos encontrar.
Caminan bordeando el río pero no hallan ni la sombra- Javier ahora que
hacemos?, esta aventura nos ha costado dos vidas- Carlos: pero eso no debe
impedirnos hacer nuestro proyecto- Juana: yo no sé si seguir o devolverme-
Celestina. ya lo que paso no lo podemos ya evitar, yo pienso que sigamos con
nuestra aventura- Javier: esto que acabas de decir me anima a seguir- Juana:
entonces como vamos a rescatar la soga- Javier muy fácil con una rama me
construyo una especie de bastón con el cual podré anteponerme a la fuerza del
río. Carlos busca la rama que al encontrarla sobre la hierva se la pasa a
Javier que con el machete la corta del tamaño que el cree conveniente, cruza
lentamente hasta las dos piedras y con cierta dificulta desenreda la soga para
que se la lance a Celestina que estirando sus brazos la toma. Ya con la soga
pasan con la ayuda del árbol de uno en uno y ya en el otro lado ven dos
caminos- Celestina. cuál será el camino de la cueva- Juana: está complicado-
Carlos: yo me imagino que este que va loma arriba- Javier: yo estoy de acuerdo
vamos por ese. Caminan entre inmensas rocas para empezar la pendiente que los
lleva a una encrucijada donde se separan varios senderos- Juana (rascándose la
cabeza) que dilema, cual es el camino o será que todos van a un mismo sitio-
Celestina: ojala yo creo que sigamos este que al menos es un poco más ancho-
Carlos: que más podemos hacer vamos. Toman el sendero que va entre la espesa
jungla viendo distintas aves que surcan el firmamento- Javier: que espectáculo-
Celestina: miren esos tucanes tan coloridos. Sorprendidos por la belleza de la
naturaleza avanzan entre el follaje- Juana (irradiada de felicidad) si mis ojos
no me fallan en ese árbol está posado un guacamayo- Javier: es exactamente esa
clase de ave. Se detienen a verlo, en el momento que extendiendo sus alas vuela
desapareciendo entre las hojas de los árboles. Avanzan pasando por un suelo más
húmedo, Al caminar durante varias horas descubren entre un grupo de extraños
árboles una extraña montaña y al acercarse entre los arboles ven desde la
distancia la abertura de la famosa cueva- Javier (radiante de alegría) por fin
parece que llegamos a nuestro objetivo- Celestina: acerquémonos que así
podremos comprobarlo. Con el movimiento de sus pies ven a la medida que avanzan
la cueva que se va ampliando, en el momento que llegan al pie de la cueva
descubren con su mirada la enorme boca que se quedan por un buen rato como
extasiados- Carlos: estoy agotado, yo creo que ustedes están lo mismo no es
mejor armar la carpa y hacernos algo de comer- Juana: yo estoy de acuerdo-
Celestina: que esperamos para hacerlo?- Javier como ustedes ayer hicieron la
comida, Carlos y yo la preparamos y ustedes arman la carpa- Juana: de acuerdo.
Las chicas arman la carpa varios metros de la entrada de la cueva y ellos a
pesar de la dificultad de encender la leña que está bastante húmeda logran
prender un enorme fuego que ilumina el lugar dándole una tonalidad cobriza, de
ese modo hacen arroz agregándole la última lata de atún. Ya dispuestos comen en
silencio acompañados por los sonidos de los grillos- Celestina: muchachos se
fajaron con la comida- Javier: hicimos lo que pudimos- Juana (riéndose) tan
discretos- Javier (tomando a su novia y estampándole tremendo beso) miren que
lugar más mágico- Juana: parece de cuentos, seguramente alguno de nosotros
escribirá una buena historia- Celestina: por lo pronto yo me voy a dormir.
Todos la siguen a la carpa ya que desde lo ocurrido con Claudia y Tito
decidieron dormir todos juntos. Ya acostados en total oscuridad sienten ruidos
que nunca antes habían escuchado- Juana: tengo miedo- Carlos (estrechándola
contra su cuerpo) mi amor no debe ser nada. Todos de inmediato se quedan
ensimismados en el sueño.
En la mañana son despertados por un movimiento
brusco que muy ligero los hace salir de la carpa, para ver una enorme pitón que
al verla retroceden, la enorme culebra al estar muy inflada se mueve muy
lentamente para verla desaparecer entre la vegetación- Javier es posible que el
ruido que escuchamos anoche fue provocado por la pitón al estar devorando su
presa- Juana: fue tan impresionante que me asuste- Celestina ( viéndose por un
pequeño espejo y cepillándose los crespos) nunca antes escuche algo tan
aterrador- Carlos: por que no cambiamos el tema y preparamos el desayuno- Juana:
ven que te ayudo. Entre los dos calientan los únicos panes y hacen un chocolate
que con hambre de prisa devoran- Javier: será que desarmo la carpa- Celestina:
yo creo que como nos vamos a inspeccionar el interior de la cueva para que la
desarmamos. Después de estar un momento relajados, con Javier al frente se
internan, en el momento que el cerrado lugar se torna oscuro Carlos saca de su
mochila la linterna, se la pasa a Juana que a la vez se la da a Celestina, que
se la entrega a Javier que alumbra de tal forma que todos tengan una buena
visión. Caminan para encontrar un pequeño río subterráneo que esta cubierto de
suaves plantas fucsias, naranjas y de otros colores cálidos que le dan un
aspecto casi sicodélico al agua, a la medida que avanzan la cueva se hace mas
angosta, pasan por una zona donde cuelgan de las paredes y de la cubierta
millares murciélagos que varios de estos horrendos mamíferos pasa rozando sus
cabezas. Las dos chicas desesperadas tratan de ahuyentarlos que al no lograrlo
gritan- Carlos: tranquilas que no hacen daño- Javier: simplemente no les pongan
cuidado- Celestina: tienes razón. Caminan varias horas con la atención bien
despierta- Juana: mis pies no dan más hasta cuándo vamos a caminar- Carlos yo
creo que vale la pena hacer un esfuerzo más y andar hasta que podamos. Al
caminar se presenta un lugar sorprendente como si hubiera hecho por las manos
del hombre, una cámara enorme que los lleva por otras galerías de donde cuelgan
estalagmitas y formaciones minerales que van de colores rojizos, a castaños y
cafés. Estando en una de estas galerías observando tal belleza, primero escuchan
un ruido ensordecedor acompañado de un eco impresionante, en lo inmediato se
desprenden enormes rocas que al caer prácticamente entierran sus cuerpos. Fin.
TODO POR UN DUELO
Claudina que es una muchacha con ciertas
inquietudes artísticas, sale de clase de violonchelo siendo una tarde de un
viernes lluvioso, va llevando sobre la espalda el estuche con respectivo
instrumento, al avanzar unos pasos abre el paraguas para salir de la escuela de
música de la casa de la cultura, atraviesa la vía donde pasa el bus municipal.
Con objeto de ir a la calle Mariscal Fosch a ver con quien de sus amigos se
puede encontrar, estando caminando por el corredor de cemento viendo la niebla
que lo cubre todo, pero a pesar de eso alcanza a distinguir uno que otro árbol.
distraída alguien le toca la espalda y en el momento que se voltea se encuentra
de frente con Alicia- Oye tu que haces asustándome- La amiga (exponiendo la
sonrisa) simplemente te quiero contar algo que no sabes- Suéltala de una vez, a
ver que paso?- No se si supiste de la muerte de Roberto- Ella (tomándose la cara)
como así, explícame- Ayer lo encontraron muerto en su propia cama- Como es
posible si anteayer estuvimos hablando en el bar de siempre y se le veía lo más
de bien- Que tristeza él era tan noble y siempre me acolitaba en todo- Si era
un buen amigo y querido por sus amigos- Vamos al bar que seguramente
encontramos a Flora y a Valentina- Bueno te acolito. Las dos caminan llevando
la amargura de la tristeza, atraviesan con dificultad la avenida debido al lío
del trafico y al estar al otro lado al correr el aire frío de la Amazonas, lo
sienten que tiemblan por esa misma circunstancia, pasan los diferentes
almacenes- Alicia quieres que entremos a ver si tienen una película que
Humberto me recomendó- De que film se trata- Deprisa de prisa de Carlos Saura-
El mismo español de Ana y los lobos, de mamá va cumplir cien años, de la caza-
Exactamente de ese acreditado director de cine. Entran al ver que no hay nadie
buscan la película que al encontrarla en la sección de cine español Alicia no
duda metérsela en la mochila otavaleña, es descubierta por la señora dueña del
negocio- Déjeme ver que se metió en esa mochila- Ella con destreza mete la
película en el enorme libro que lleva el cual saca con los lápices de dibujo-
Ve que no tengo nada- Claudina: no somos ladronas- La señora (mostrando la ira)
salgan de inmediato y que no las vuelva a ver por aquí de lo contrario llamare
a la policía- Alicia: hasta luego cretina vieja- Salen y atraviesan la calle al
estar al otro lado al frente de un hostal- Alicia: vos siempre con tus locuras,
como hiciste para esconder la película- Simplemente la metí entre el libro de
dibujo- Eres una experta- La experiencia no se improvisa lo se hacer muy bien-
Eso me doy cuenta. En el momento que dejan de hablar llegan a la plazoleta Foch
y avanzan una cuadra y al estar en el sitio predilecto entran para observar las
diferentes mesas, en una de las últimas ven a Flora que erguida sobre la mesa
llora desconsolada- Claudina (tocándole la espalda) mujer es una lástima la
perdida de Roberto) No me jodas- Alicia ( acariciando la cabeza) tranquila que
estamos para acompañarte en tu pena- Déjeme tranquila que este dolor solo es
mío- Claudina: no te queremos dejar sola- En esas suena zamba pa ti de Santana-
Alicia (mirando a Claudina) la música no ayuda que hacemos para que cambien la
melodía- Espera que voy donde Gabriel él musí loco. Claudina se retira de donde
están ellas y sin pestañar va a la barra donde al ver al muchacho encargado de
la música le va musitando: Gabriel acolíteme, cambie de música por- que mi
amiga esta que se muere de la pena moral- Entonces que pongo- Los Redondos- Ya
mismo los pongo- Ella regresa donde sus amigas encontrándolas abrazadas- Que
bueno que reaccionaste- Porque te quedas callada?- No quiero hablar solo me gustaría
escuchar la música que manda energía- Acaso no estás hablando…. Las tres se
ríen formando un tumulto de risa. En esas un muchacho de otra mesa se viene al
lugar donde están ellas- Las invito a bailar a una discoteca- Alicia: nosotras
no somos de esos ambientes tan frívolos- No se hagan de rogar. Flora se levanta
y lo empuja- No nos joda y váyase por donde vino- Alicia: así se habla-
Claudina: aprovechen que tengo dinero para gastar. Se descuelga el violonchelo
para ponerlo al lado de la mesa- Flora: me quiero emborrachar. En esas llega
una de las chicas que atiende- Les traigo algo- Claudina: por favor tráiganos
tres cervezas de litro- En seguida- Alicia (viendo el despeluque de Flora) Te
veo mejor que cuando llegamos, como murió Roberto- Imagínense que lo
encontraron al medio día en su cama muerto- Claudina: ¿pero sabes por que
razón? - Según los médicos que le hicieron la autopsia fue un paro cardiaco-
Alicia: no le pongamos morbo a la muerte de nuestro amigo- Flora: fue el amor
de mi vida, ahora que voy hacer sin él. Vuelve a lagrimear y golpea sobre la
mesa. En esas llega la misma chica trayendo las cervezas- Que pasa por qué
tanta lagrima y cuál es el escándalo … Flora: no ves que de repente se murió mi
novio- El tonto de Roberto, ese cretino al cual una noche lo lleve a mi cama.
Alicia: impulsivamente se para y la toma del cabello, para que el muchacho de
la barra salga en su defensa y la empuje, Pero Claudina al pararse lo patea,
que va a dar contra una de las mesas regando el contenido de una botella. Un
gringo se para con tanta rabia que le acierta una cachetada que cae
inmediatamente al suelo, pero en esas Alicia toma la botella y se la tira al
gringo que de inmediato sangra. En esas se arma tremendo zafarrancho que
comienza a volar todo tipo de cosas inclusive los asientos, que un vecino al
ver el quilombo llama a la policía que al momento acude y para la cuestión
llevándose al hombre del bar, al gringo y a otros dos hombres presos. Esto hace
que las tres recojan sus cosas y cargando con las cervezas salgan del
establecimiento- Alicia (viendo a su amiga que tiene amoratado el rostro) que
tipa más idiota, estoy seguro que nunca se acostó con Roberto- Claudina: con
esa mozalbete quien se va a costar- Flora: únicamente él estúpido del dueño.
Luego que estallan de la risa- Flora: propongan que hacemos? Alicia: que chica
ahora ella es la animada- Claudina: sentémonos en esta silla y acabamos con la
cerveza. Se toman impulsivamente la cerveza conversando sobre el suceso del
bar. Al acabar- Alicia yo propongo que Claudina interprete algo en honor de Robertico-
Si lo voy hacer por él- Ella saca del estuche el instrumento que apoyando uno
de sus pies en la banca muy inspirada toca algo de una belleza indescriptible,
que inclusive un grupo de personas que pasa aplaude con mucho vigor. Al dar por
terminado vuelve a poner el pie en el cemento y guarda cuidadosamente el
violonchelo en su estuche- Ahora que hacemos?- Alicia: propongo que vamos al
bar de Beatles- Claudina (abrazando a Flora) que bueno por que conservo con
migo el dinero ya que no nos cobraron las cervezas- Flora (desprendiéndose de
Claudina) al ataque- Alicia acaso donde tienes el equino…- Flora: seguramente
se perdió para no ver la pelea- Claudina (riéndose) no se perdió de nada. Las
tres se vuelven a reír esta vez con más ganas, y muertas de la misma risa
entran en el angosto lugar- Alicia vamos para atrás. En el momento que llegan a
la última mesa encuentran sentado a Leopoldo que está con tres amigas y un
amigo que de lo flaco pareciera que fuera a volar- Leopoldo (viendo la cara de
Claudina) Que mierda te paso en la cara- Alicia: es que tuvimos un altercado
por una mentira que nos dolió a las tres- Una chica morena: casi te parten la
cara, mira como tienes de cerrado ese ojo- Ella: ya pasara, ahora me quiero
divertir o al menos escuchar música. En el ambiente comienza a sonar revolución
9¨ Leopoldo (esperando que termine el tema y voltea la cara en dirección de
Flora) que le paso?, que me tiraron la honda que Roberto murió- Alicia (viendo
a su amiga que repentinamente se pone a llorar) Una de las amigas, la rubia:
Leopoldo eres un imprudente- Lo siento, que no se vuelva hablar del tema-
Alicia: Leopoldo como así que no nos has presentado a tus amigas y al flaco-
Leopoldo: Ella es Fernanda que cariñosamente le decimos Nanda, ella que es la
morena se llama Gertrudis - Ella que es la peli colorada se llama Diana, y el
flaco se llama Oscar- Este último yo creo que ya las había visto- Claudina más
de una ocasión en la universidad y si no estoy mal en una fiesta- Gertrudis
(agitando sus crespos negros) eso fue en la casa de los padres de Luís- Nanda:
pero eso fue hace más de dos años-. Al mismo tiempo se escucha Let it Be-
Alicia: veo que ustedes están tomando chelas. En el momento que se acerca el
muchacho dueño del bar- Les traigo cervezas….- Flora (incorporándose) como
adivino?- Porque supuse, ya vengo. En el instante aparece el mismo tipo
trayendo las tres cervezas- Alicia: con esta sed brindemos por que no tengamos
más líos- Diana: acaso que les sucedió- Tuvimos un enfrentamiento en el bar de
Gabriel- Leopoldo: hay siempre se encuentran problemas, desde la última vez que
vi como una chica no se porque le tiro un botellazo a un tipo. Decidí no volver
nunca más. Sus amigas ven Alicia y la aplauden- Claudina: ya sabes por qué.
Todos se estremecen de la risa, en tal situación escuchan Help y
retrospectivamente se le viene una imagen en la memoria a Flora que le recuerda
el momento que se dieron el primer beso, ella pierde el sentido para caer al
suelo. Todos se paran entre Leopoldo y el flaco la sacan- este último que
hacemos con ella- Alicia: y si la sacamos para que tome aire- Diana: con este
frío se nos tulle y ahí como hacemos- Claudina: esperen que pido agua- El
muchacho del bar que la escucha en un pequeño balde le trae el líquido y un
pañuelo, que ella con el cuidado requerido le refriega el rostro, en esas entra
una corriente de aire helada y ella al reaccionar ve a Roberto entrar que de
una se vuelve a desmayar- Leopoldo (tocándole el rostro helado) no será mejor
llevarla al hospital- Claudina pero como hacemos que no tenemos dinero- Diana:
yo tengo mi automóvil parqueado a una cuadra de aquí, voy a traerlo aunque es
prohibido pero quien me acompaña- Alicia (angustiada y casi llorando) yo voy-
Claudina yo también. Salen las tres cruzando las otras mesas donde están varias
personas conversando y tomando, en la calle caminan donde está el carro para que
se suban y la chica peli colorada arranque pero un policía en una moto se les
cruza- Claudina (abriendo la ventana saca la cabeza) señor oficial es que un
amiga en aquel bar le dio un ataque, por favor déjenos pasar para así poderla
recoger ya que urgentemente necesita ayuda médica- Pasen nomás. La chica pone
justamente el vehículo en frente del bar, entre el flaco y Leopoldo la acuestan
en la silla de atrás, para que la chica arranque a toda velocidad y se ponga en
la Amazonas, que dé la desesperación se pasa el semáforo pero con tan mala
fortuna que un automóvil bastante más grande las estrella, dan varias vueltas
para que el auto se incendie y desaparezcan del ambiente. Fin.
LOS FOTOGRAFOS
Irma Abelló de padre de Esmeraldas, aunque es
supremamente blanca ya que su madre es de las alturas de Loja. Mientras el
flojo de su novio duerme va manejando por una vía bien cimentada, pero con el
problema de la niebla que solo la deja apreciar las líneas blancas de la
carretera- Ella ve un restaurante donde se detiene ya que quiere tomar un buen
café, trata de despertar a su novio el poeta pero este le responde con
ronquidos, que sin importarle un comino se baja a pesar de la lluvia, que corre
hasta el viejo establecimiento pero con la mala fortuna que está cerrado, que
como vino va hacia el automóvil y se sube para manejar pensando que tiene que
encontrar un lugar abierto, si no por el contrario se va a dormir- Avanza muy
despacio guiada por las líneas blancas a lo lejos ve un lugar alumbrado con
luces de neón, en el momento que llega estaciona el carro detrás de una
camioneta y se baja para llegar corriendo al lugar donde entra, pero con el
inconveniente que el restaurante es tan grande que no sabe donde sentarse, se
aviva y pasa las diferentes mesas para sentarse al lado de una pareja que se
está besando, en esas de no se sabe de que lugar o que nube viene una joven que
al llegar le va palabreando: Quiere la carta- No, quisiera un café bien
caliente para poder aplacar este frío- Ya se lo traigo- Ella elevada pensando que
tienen que llegar lo antes posible para el matrimonio de su amiga Clara, ve a
la pareja que se sigue besando con un tremendo deseo. En el momento que la
chica le trae el café que intenta tomarlo pero no le es posible ya que está muy
caliente, espera que se enfrié viendo al muchacho que se arrodilla para besarle
las piernas a la chica. Pero se pierde en sus recuerdos que la llevan de vuelta
a Quito, intenta tomar el café pero al pasar el primer trago lo siente con tan
mal gusto que no puede evitar de hacer mala cara, recuerda cuando estuvo en
Colombia en la región cafetera donde siempre se tomó el mejor café, sobre todo
el de un pueblo enclavado en la cordillera central llamado Salento, a la vez la
hace recordar el lugar llamado Alegra donde comiera con su madre y que se tomó
el mejor café que probara en toda su vida. En el momento que termina se sonríe
al ver a la pareja tirada sobre el suelo que hace el amor. Al salir piensa que
perjuicios y que ocho cuartos si debe ser rico y gracioso que lo encuentren a
una haciendo amor en un restaurante. De un impulso llega hasta el carro y con
la dificultad de la lluvia se sube para manejar como una autómata durante
varias horas, al ver surgir el sol y la ciudad ante sus ojos. Toma la calle
larga y se despierta Miguel - ¿Dónde estamos?- Idiota ya llegamos a Cuenca-
Necesito que manejes debido que ya no puedo del cansancio. Ella detiene el
automóvil y intercambiando posiciones él toma el volante, acelera y vuelve
sobre la misma avenida, dobla la calle que lo conduce al hotel Pichincha, pero
al voltear la vista hacia su novia la ve completamente ausente en sus sueños-
Irma despierte que llegamos al hotel. Pero al no reaccionar en lo más mínimo,
decide estacionar, sale al andén para entrar en la vieja construcción y es
recibido por el botones que lo mira con una mueca estúpida, lo guía a la
recepción donde sorprende a una rubia que se pinta los labios- Esta que pena, mande-
Necesito saber el precio de una habitación sencilla- No tenemos habitaciones en
este momento- Él (pensando que mala suerte) gracias. Sale del lugar para volver
al carro que de una lo saca del parqueadero y al ver la Pensión Anzuay parquea
al frente de la vieja construcción. sintiendo hambre se baja, toca el viejo
portón que en instantes sale una señora sonriente- Bienvenido a Cuenca- Usted
es muy amable, pero lo que quiero saber si tiene una habitación para una
pareja- Si claro que la hay, prefiere acá abajo o allá arriba- Nos gustan más
los pisos superiores- Entonces vamos. Sube acompañado de la señora por unas
escaleras de baldosas a un corredor de piso de madera donde cuelgan imitaciones
de pinturas religiosas, al abrir la señora la puerta. Él piensa será que esta señora no me despertara con un rezo o
algo así, pero son suspendidos sus pensamientos por la señora- Le agrada?- Si está
bien pero cuánto vale- La suma de diez dólares- La tomamos. Bajan y el vuelve
al carro donde trata de despertar decentemente a su novia pero no logra nada,
que prefiere abrir el baúl extraer la maleta y subirla para dejarla en la
habitación, al volver al auto insiste sutilmente varias veces para despertar a
su amada pero solo logra que le responda algo incomprensible, que prefiere
haciendo un esfuerzo alzarla y de esa manera la sube al segundo piso para
meterla suavemente entre las cobijas. Él se sienta con algo de fatiga para que
el hambre lo haga parar, cierre la puerta de la habitación y baja- (Gritando) señora.
Pero en vez de ella aparece un viejo- Que se hizo la señora- Se fue a misa- No
sabe a dónde puedo encontrar un restaurante o un lugar donde me vendan un
abundante desayuno- No sé nada de allá fuera por que en años no salgo de esta
casa- Que vaina, chao. Sale y en la esquina encuentra para su fortuna el lugar
donde se hace servir un abundante desayuno que repite. Muy lleno regresa para
que el frío lo haga meterse entre las cobijas y abrazando a Irma sucumbe del
sueño. La chica se despierta sin saber dónde está, mira las paredes y aparta de
su cuerpo los brazos de Miguel el poeta. Piensa como fue que pude llegar a está
cama, acaso vivo sin saber que hago, si es así estoy grave pero que hago. Sale
tal cual como esta despelucada ya que no vive de las apariencias y por
casualidad va al mismo restaurante se sienta en la misma silla, que comprueba
al ver el lapicero de Miguel que alza dándole un beso. Ella le pregunta al señor-
hace un rato no vino un hombre algo extraño- Sí que vino, pero hace cuanto que
no se hace motilar- Montones. Se ríe con su risa que casi despide centellas-
Ustedes sí que son de otro mundo- Será que somos del planeta de la alucinación-
¿Qué es eso?- Que va hacer si no eso que somos, como lucecitas- Que gente la
que viene de Quito. Y se da la bendición- Me va atender sí o no….- Que quiere-
Un desayuno con todo- Ya mismo se lo traigo. La señora se va pensando será que
está también come igual. Al desayunar entre su alucine se acuerda que tiene que
ir a la iglesia a tomar las fotografías, ya que se comprometió con su amiga Clara
que de antemano la contrato creyendo en su responsabilidad. Al acabar pide otro
café que quiere acompañar con un cigarrillo, pero al no tener casi lo arrebata
de la mesa donde dos hombres hablan del trabajo del cuero, toma lentamente el
café despidiendo el humo pensando que por fin se está tomando un café decenté,
al acabar después de cancelar sale para presenciar a un grupo de humanos que
lleva alzando un ataúd, sobresaliendo varias señoras con caras demacradas que
lloran al muerto, ella impresionada corre tanto que no puede detenerse ante la
puerta con la cual se estrella para caerse de frente contra la madera de la
puerta. Al abrir la puerta el viejo al no ver a nadie cierra- Quien toco la
puerta, a ver que si hay fantasmas. La chica se restablece lentamente que
aunque bastante afligida se logra parar completamente despelucada, vuelve a
insistir con una de sus manos en la puerta, el anciano al abrir la puerta y al
verla se imagina que sabe quien, por que está vez el que se cae de espaldas es
él- Ella (ayudándolo apararse) acaso que vio- Él viejo (asustadísimo) no me
hable. Sale corriendo para meterse en lo que parece su cuarto. Ella alza los
brazos como diciendo no me importa y sube para que al abrir encuentre leyendo a
Miguel, al verla retira el libro colocándolo sobre la cama y ella le va
dirigiéndole la palabra: Que hora es, seguramente debe ser tarde- Tú sabes que
nunca uso reloj. Ella busca el reloj de bolsillo que le regalara hace tiempos
su abuelo- Según este aparátelo son las cinco de la tarde- El famoso matricidio
no es a las seis en la iglesia de San Francisco- Si, bañémonos juntos, intentan
abrir el agua caliente pero al no encontrarla se meten en el agua fría que sale
vaho de lo helada, se meten para que los dos mutuamente se jabonean y se sacan
rápidamente el jabón, se secan con la misma toalla para ponerse sus bluyines de
siempre y en menos de nada están listos con sus respectivas gabardinas. Abren
la puerta para salir, lentamente, bajan las escaleras que en el momento que
salen se toman de la mano- Ella tengo sed- Vamos allá que hay un restaurante.
Al llegar se sientan rodeando la única mesa desocupada- Ella se voltea y le
aplica un beso con todas las ganas- Aquí encontré hace un rato el estilógrafo
que te regale- Que bien entonces eso quiere decir que estuvimos aquí por
separado- Exactamente eso ocurrió- El señor (pensando ni siguiera se peinaron)
que les traigo- Ella: yo apetezco una soda- Él: a mí me trae un café- Ya vengo.
Al rato aparece con las dos bebidas que las acompaña cada uno con un cigarro y
al terminar se paran- Irma (en el momento que están saliendo del lugar) tenemos
que ir a la habitación a recoger el equipo de fotografía- Vamos. Golpean y les
abre la señora- No me han pagado. Él saca de su bolsillo del pantalón los diez
dólares, se los da para que suban a toda carrera y abren la puerta de la
habitación para que ella de la maleta saca las dos cámaras y el trípode que se
lo entrega a él con el objeto que lo lleve. Salen del mismo modo que entraron
para abordar el pequeño auto, que él prende- Adonde queda la tal iglesia San
Francisco- No tengo idea, preguntemos. Él hace que avance el auto y al ver a
una señora que va con una niña, saca la cabeza por la ventana y le dice: Señora
usted por casualidad sabe dónde queda la iglesia San Francisco- Esta: si voltea
en la esquina la va a encontrar- Gracia. Hace virar el carro y al pasar una
cuadra detiene el auto en frente de la iglesia, se bajan y aprovechan que las
inmensa puerta está abierta con ese sentido de la cosa entran pisando un tapete
de color rojizo, aprovechan que no hay nadie para planear como tienen que tomar
las fotos. Ella instala el trípode delante tan solo unos metros de la entrada y
él se coloca afuera a unos metros de la puerta. Esperan y en poco tiempo viene
una caravana de varios automóviles, el primero se detiene para que se bajen la
amiga y él padre de ella, al avanzar se toman de los hombros esperando que se
bajen los demás, Miguel sin pérdida de tiempo desde diferentes ángulos y
tomando diferentes posiciones va tomando las fotografías perfectas. Al llegar
la gran familia todo poderosa, luego de saludarse van entrando, con esa imagen
que empieza a cantar el coro, el poeta se agacha para que no lo vean y como un
rayo se coloca al lado del altar, Irma colocando en el nivel preciso el trípode
toma varias fotografías de frente y de perfil. En fila avanzan para que el
padre le entregue al novio la novia que estando al frente el padre comienza la
ceremonia para terminar poniéndole él novio el anillo y viceversa. Pero ellos
capturan con sus respectivas cámaras cada instante. Terminada la ceremonia la
pareja de fotógrafos rápidamente se vienen hacia la puerta donde vuelven a
fotografiar a cada una de las familias, al salir la pareja es recibida con
borbotones de arroz y serpentinas y ellos hacen exactamente lo mismo. Después
que la pareja saluda a todos sus familiares la chica va al encuentro de su
amiga que al estar de frente se abrazan dándose un beso en las respectivas
mejillas- La chica (al oído de Irma) el compromiso es que tienen que ir a la
fiesta a terminar de cumplir con el trabajo, además pueden comer lo que preparo
Daniela que es una chef grandiosa, que es la hermana de Carlos ya mi marido y
por supuesto tomarse unos traguitos- Entonces cuando se vayan los seguimos. Al
rato al montarse todos en sus respectivos automóviles la caravana arranca
tomando la carrera Presidente Cordero para doblar en la calle Manuel vega y se
estaciona en frente de una mansión, donde parquean los diferentes autos. Y
Miguel (indeciso) donde parqueo este maldito coche- Irma: allá hay un espacio-
Ya mismo lo parqueo. Y se mete en el espacio para frenar. Salen con las cámaras
y el trípode, entre la gente entran a la enorme casa para ver al mesero al cual
ellos interceptan, pero en el momento que agarran las copas de vino el mesero
se va de bruces haciendo un desastre- Irma: ¿a este que le paso?- Parece que de
antemano ya se emborracho. Pero en el momento que sueltan las carcajadas los
curiosos los miran con perjuicios- Él (al oído de ella) está gente de verdad
que me produce nauseas- No vayas a vomitar que ahora comienza lo bueno. Entran
por la sala a un enorme patio cubierto de donde se desprenden de las paredes
diferentes especie de jarros de donde cuelgan bellas flores- Él poeta: que
lujo, después de comer me armo un mariguano lo más grande que pueda- En esas un
grupo de señoras les mira la pinta, una de ellas va diciendo: de donde salió
esa gentuza. Irma lo toma de la mano cuando les va responder- No nos metamos en
problema, déjalas que digan lo que sea- Para que me voy a rebajar. En esas
aparece una nena que él le hace caras y ella le responde haciendo otras- Irma:
nena cómo te llamas…- Soy Gabriela- Miguel eres muy linda- la niña (haciendo
ojitos) gracias, pero vamos a la mesa que hay picadas- Irma como no. Al llegar
empiezan a comer y encuentran champaña que se lamen los labios- Irma: Empecemos
a tomar fotos de todo lo que veamos- Primero a la princesa- Èl con la agilidad
necesaria le toma graciosas fotos, para separarse y tomar fotos de los novios,
de la alegría de algunos, de la torta; entra a la sala para sorprender a una
pareja que se acarician y se besan, por lo tanto toman fotografías de todos los
ángulos en las diferentes poses y el poeta va diciend sin importarle nada:
estas fotografías seguramente podrán servir para una revista porno, para eso
están buenísimas. Una señora que lo escucha va maldiciéndolo, al rato se
encuentra a Irma que esta hablando con una desgreñada- Él (mirando a su
compañera) quien es ella- La joven: soy Adriana la intemporal- Que bueno que te
digan así, eso merece un brindis- Irma: entonces por qué no vamos- Toman de la
mesa cada uno una copa que saborean para al terminarla hacer lo mismo una y
otra vez- Miguel: ahora si estoy en mi salsa, esperen que armo algo hermoso ya
regreso. Va al baño al estar ocupado le pregunta a una mujer que lo mira con
ganas: donde hay otro baño que ya sabe lo que me está pasando- Yo creo que por
allá, lo acompaño- Como quiera. Él pensando: está quiere que caguemos juntos y
al llegar al baño el se adelanta entra y con la experiencia en menos de nada
arma tremendo cigarrillo de barreta, al salir va Irma a su encuentro y la va
diciendo al oído: lo hiciste- La misma chica hiciste lo que ibas hacer y en que
ibas- En avión como el viejo Charlie- Ósea que ya lo pegaste…- Miguel: ¿qué crees?,
pensé que en esta ciudad solamente hay santos, ya me doy dando cuenta que locos
también, perdóname en tu caso loca- Ya nos estamos equiparando- Que bien, así
se habla- Entonces vamos a fumar- Pero le tengo que decir a mis amigas- vamos
que las acolitamos. Vuelven al patio pero al no verlas piensa en alta voz: que
se habrán hecho. Camina esquivando a varias señoras que la miran de pies a
cabeza y al encontrarlas les va diciendo: líbrenme de esas señoras y vayámonos
a fumar que si no tienes más yo tengo bastante aquí entre el bolso - Irma: entonces
donde vamos…- La chica: que tal en ese balcón- El poeta: Subamos. Toman unas
anchas escaleras y la chica con las amigas los guía llevándolos a un cuarto y
va murmurando: aquí podemos fumar tranquilos. Él lo saca, lo prende y se da un
par de extensas fumadas que se llena el pequeño recinto de humo; al pasárselo a
Irma fuma intensamente, luego va a dar a los dedos de la chica que hace
exactamente lo mismo. Así va de mano en mano para volver a donde el poeta que
luego que se da el último pleon bota la chichara. Irma no se resiste y lo toma
para encontrar sus labios pero el se hecha para atrás, Ella al no querer nada
sale corriendo escaleras abajo y por casualidad llega al enorme comedor donde ve
a su amiga la recién casada entre la gente comiendo al lado de su conyugue, al
darle un beso se sienta - Ella llamándola por su nombre de pilas: ven que te
serví la comida. Élla se sienta al lado de ella, al rato llegar el poeta: La
novia: donde estabas? Espera que coma algo que estoy que me devoro y te cuento.
Al pasarle Irma el plato servido y después de mandarse dos veces el tenedor- El
poeta (sin escrúpulos) nos fuimos a fumar un barreto y pasando esto que estoy
viendo- La otra chica de verdad que está adorable- La casada: déjense de cosas
que yo soy libre que viva del amor es otra cosa. Todos se ríen a carcajadas-
Una señora: no se dan cuenta que reírse cuando se está comiendo para nada es
bueno para la digestión- Irma:ve, se salió de la copa de vino el genio- El
poeta: tengan cuidado que en esta vida todo es posible. Siguen comiendo para
dejar el plato vació y se levantan dejando a los recién casados – Irma: ahora
estoy dispuesta a volver a fumar- No me alboroten, tranquilas que tengo más. Lo
voy armar- Irma: pero aquí- Claro que aquí lo armo y mi amor me consigue algo
para beber- Trato hecho. Ellas enseguida viene con varias copas de vino y él
les entrega el Barreto liado- Ustedes están locas del totazo como van a fumar
el mariguano aquí entre está gente- Irma: a esta hora ya bale huevo aquí lo
prendo. Al prenderlo se lo van pasando que llenan el ambiente con el olor. De
no se sabe de dónde viene un señor muy bien trajeado algo borracho- Que están
fumando que huele extraño- La chica: que va hacer si no marihuana- No me dan a
probar- Téngalo y fume. El señor al aspirarlo continuamente pierde el rumbo y
se tira al suelo llorando- En esas llegan varias personas que le paso a Héctor Balbuena-
Irma: frescos que nada más fumo marihuana- Una señora: quien le dio esa cosa a
mi marido- otra señora: más gorda quienes van hacer si no ellos- Un señor: ya
mismo traigo el revólver. Los tres salen corriendo para entrar a la cocina con
la única intención, toma cada uno un par de botella de vino y de ese modo suben
las escaleras impulsados por el susto, se meten en un cuarto y cierran la
puerta para ver en el enorme baño una tina donde no dudan en despojarse de la
ropa y meterse entre agua caliente donde toman vino, bailan se besan y
volviendo al tema del vino se ríen de mil maneras quedándose como flotando de
la embriagues.
Al despertarse por el frío del agua se
calientan vistiéndose y se sientan en la cama tapándose con las mantas
tomándose de apoco otra de las tantas botellas de vino. En esas sienten como
abren la puerta que el temor los invade, por suerte es la pareja de recién
casados los cuales traen cargando las cámaras y el trípode, que al poner sobre
una pequeña mesa los objetos de fotografía se sientan con ellos abrasándose
todos con entusiasmo y alegría. Fin
UN
VIAJE DE VACACIONES
Tencha Falques de padres ecuatorianos del
Guayas, ella que se fue a vivir con sus padres siendo muy pequeños a España.
Por lo tanto ella siempre quiso conocer el Ecuador ya que sus padres le
comunicaron siempre la belleza del país. Tencha al terminar su quinto semestre de
artes plásticas al tener una larga temporada de vacaciones, compra en una
agencia de viajes un boleto de avión con destino Quito. Después de un viaje
largo, ya en el aeropuerto de Quito al sentir la ciudad decide esa misma noche
ir en un taxi al terminar del sur, al llegar a dicho sitio de inmediato compra
el tiquete para ir a Guayaquil. En instantes aborda el enorme bus que parte por
la ruta de Sto. Domingo, Quevedo, para llegar finalmente a la ciudad del río
Guayas donde se baja sintiendo la húmeda y el calor, lo primero que hace es
después de recibir su mochila es entrar a una cafetería a donde se sienta y
pide un jugo de mango con hielo que al tomarlo siente el frescor que invade su
cuerpo, en esa comodidad saca de su mochila el libro sobre el Ecuador, donde ve
las diferentes playas como no quiere una playa comercial deshecha a Salinas
para decidirse por Montañita. Se levanta de donde está, al pagar sale para
interceptar a la primera persona que se cruza por su andar- Ella (viendo al
muchacho y con su acento catalán) sabe donde puedo tomar el bus que va a
Montañita- En la planta de abajo en un costado se estacionan- Gracias. Ella
hace lo indicado y ve un viejo bus en el cual se monta al lado de una señora
que huele terrible, como no está acostumbrada saca la cabeza por la ventanilla
para vomitar el jugo de mango y otras cosas que se comiera en el avión. En el
momento que se llena el viejo aparato sale con dirección de una autopista para
tomar la ruta de la playa, que los lleva a Montañita. Al parar el bus con su
mochila busca un hostal y en el primero que encuentra sintiendo malestar toca y
sale un gringo medio trabado- Quiero una habitación con ventilador- El gringo
(viéndola que está muy buena) le conviene una de arriba- Si lléveme por favor
que no puedo con mi cuerpo- Si la veo muy pálida, pero así se ve muy guapa como
será aliviada. Vamos por aquí. Suben las escaleras y en el corredor se
encuentran una pareja que hablan en italiano, los dos se detienen para dejarlos
seguir y el gringo con facilidad introduce la llave en la cerradura y entran en
el cuarto- El gringo: le gusta- Si cuánto vale nomás doce dólares- Ella de su
canguro saca el fajo de billetes y le entrega un billete de veinte dolorosos,
al cerrar la puerta prende el abanico y se acuesta tan larga como es. Al cerrar
los ojos queda profundamente dormida, siendo despertada por el ruido procedente
de la calle, que al entrar por la ventana se hace insoportable. Que aunque no
se siente del todo bien prefiere levantarse, al lavarse la cara sale. Andando
siente la música que sale de los diferentes lugares, se aleja del muladar ruido
con destino de la playa pero al ver que no hay nada camina por la calle
paralela y caminando a la cuadra siguiente encuentra una cebiche ría- Ella se
acuerda que su padre siempre le hablo del cebiche y haciéndosele agua la boca
se sienta al lado de un grupo de nativos- Uno de ellos: que chica más rica.
Pero ella se hace la que no entiende- Otro muchacho: no requiere sentar con
nosotros- Ella le contesta en catalán que queda loco de la confusión y quedan
más callados que un pez- En esas viene un negro todo gozón: Peladita le traigo
un cebiche- Ella: claro, acaso a que vine- Lo tenemos grande, mediano y pequeño-
Deme el más grande que tengo un hambre del demonio- Usted se ve que es de
cuidado, seguramente sabe artes marciales- Si usted lo cree así, tal cual. El
señor viene con tremendo plato con un cebiche que al ponerlo sobre la mesa ella
no duda de comérselo lentamente sintiendo que le sube el ánimo y satisfecha sale
después de pagar. Al no saber que hacer, al ver una tienda compra una cerveza
para tomársela sentada sobre la arena contemplando el mar. Se queda ensimismada
perdida en sus reflexiones- Pero al sentir una mano que le roza la espalda se
voltea para ver a un grupo de personas- Una chica (con asentó chileno) que
turra- Que es eso?- No te hagas la desentendida- No nos regalas- Ella no fumo,
ni meto nada ya que mi traba es el arte- Comprendo, te presento: a Paula,
Eugenia, Yimi, Daniel y yo soy Viana- Tienes un asentó medio extraño- No ves
que soy de chile y ellos son argentinos y el Yimi es de mi país- Viniste de
viaje con ellos - No po vine sola a este locato- Y sus amigas,,,,- las encontré
anoche, si cachas- Si claro que lo comprendo. ella se ríe- La chilena: Quien me
acompaña a comprar unas cervezas- Yo no, porque no estoy para fiestas- Viana:
que aguafiestas está gallega- No soy gallega nací aquí pero desde pequeña vivo en
Cataluña- Daniel: para nosotros los argentinos todos los españoles son
gallegos- Chao me marcho a descansar. Al volver al escuchar el ruido de la
música y de la gente que habla prácticamente gritando decide volver a la playa
donde encuentra a la misma gente- Viana: no te habías ido a dormir huevona…-
Con esa música y el ruido quien duerme- Yimi: aquí a Montañita no se puede
venir a dormir si no pierdes- No me dan de lo que están fumando- Eugenia
agarra- Ella se da varias plones seguidos que termina tosiendo- Paula: che, se
ve que es la primera vez- No te equivocas. Al rato todos se quedan en silencio,
Tencha siente como si flotara, ve el cambio proporcional de las cosas y más
cuando vuelve a mirar la palmera que viera antes de que se fuera. Piensa debe
ser bueno pintar en este estado le daría un nuevo sentido a las imágenes
pictóricas- Viana: me acompañan a comprar unas cervezas- Tencha: te acompaño-
De una me caíste muy bien- Yo siento lo mismo, hasta cuando vas a estar aquí?
Mañana me voy ya que quiero ir a otras playas ya que aquí todo el mundo anda
desquiciado- Te vas sola- No con mis dos amigas argentinas- Me puedo ir con
ustedes- Claro que si Llegan a la misma tienda que ella viniera antes- Tencha:
está ronda la pago yo. Al darle el señor las botellas, entre las dos las llevan
donde están los amigos y se sientan a tomarse la cerveza que hablando las vacían-
Viana: tengo sueño me voy a dormir. Todos se paran- Paula mañana nosotras nos
vamos- Viana: la nueva amiga viene con nosotras- Eugenia: que bueno- Tencha:
entonces en que horario nos vemos- Paula: a las ocho en ese restaurante ya que
allí los desayunos son muy buenos y no son tan caros. Se despiden de beso para
que ella vuelva al hostal del gringo y para poder dormir se coloca la almohada
sobre la cabeza y así consigue conciliar el sueño.
Se despierta con los rayos del sol que le
alumbran el rostro, decidida se baña y se viste llevando una bermuda, una
camiseta que ella misma pintara y luego se peina. Sale llevando su pequeño
equipaje y en el momento que enfoca con su mirada el restaurante ve a las tres
chicas sentadas, Ella al aproximarse saluda de beso a sus nuevas amigas y se
sienta- Viana: llegas un poco tarde pero te esperamos ya que nos caíste de
maravilla- Si casi no logro despertarme debido que la noche fue fatal ya que
por el ruido casi no pude dormir- Paula: acaso llegaste hace poco- Ayer mismo-
Vianda: si cacharon, hay un desayuno especial que esta para morfarlo como dicen
Pabla y Eugenia. Al llegar el señor- Deme un desayuno especial. Ella (comiendo)
ustedes sí que llevan cosas- Paula no vez que venimos viajando más de un año y
en este viaje nos hicimos artesanas para poder cubrir los gastos- Quiero que me
enseñen lo que hacen- Viana: ya habrá tiempo. Al acabar se da cuenta que no
tiene el canguro con ella y saca lo que tiene del bolsillo y paga- Chicas ya
vuelvo que deje mi dinero en el hostal- Eugenia: que boluda- Viana: ojala que
no le hayan robado el dinero- Paula: si lo dejo ya fue. Al rato llega con cara
angustiada y les va diciendo: solo encontré tan solo una parte de mi dinero-
Eugenia: te afanaron de frente mar- Paula: ya es tarde para lamentarse, al
menos te dejaron una parte- Viana: con lo que tienes compras materiales y te
pones hacer lo que más te guste o si no nosotras te enseñamos hacer artesanías-
Ustedes son muy lindas ya me las arreglare- Paula: una más para el gran combo
de desplatadas- Eugenia (mirando a sus amigas) nos vamos a dedo pero a las
cuatro no nos van a llevar ni en pedo, lo mejor es que nos separemos- Tencha:
pero quien se va con quien- Paula: yo me voy con vos y dejemos que elles se
vayan juntas. Pero para su sorpresa pasa una camioneta que las alza a las
cuatro. Al montarse en la parte de atrás- Vaina va murmurando con su asentó
chileno: a donde ira este amable señor. La camioneta va al próximo pueblo, para
seguir el sentido norte y las lleva en varias horas hasta Puerto López. Que al
bajarse ven el pueblo prefieren seguir por la ruta del Sol, caminan varios
kilómetros deteniéndose en una gasolinera donde las toma otra camioneta, pero
en un trayecto más bien corto las lleva al cabo San Mateo, donde acampan en la
playa con los dos iglúes. Paula siendo una experta cocinera se encarga de hacer
los pescados que les vendiera un pescador, que los acompaña con plátanos
fritos, una ensalada de tomate y cebolla que acompañan con una gaseosa de
naranja. Con todo listo sobre la arena negra, viendo el mar verdoso comen
bendiciendo el alimento. Ya extenuadas se acuestan, con la desgracia que al
subir la marea la carpa queda inundada completamente que las despierta- Tencha:
que pasa por qué tanta agua- Viana: el mar Pacifico es así sus mareas suben
tanto que se vuelve imprevisible y peligroso, salgamos. Al subir el agua rápidamente
que lo único que hacen es desarmar, tomar sus cosas todas mojadas y ponerse a
salvo- Paula: aquí debemos buscar algo para refugiarnos de este viento húmedo,
caminan por lo que queda de la playa y lejos de la playa divisan un rancho
abandonado, al llegar ven el lugar y que al limpiarlo descubren una serpiente
que las cuatro quedan paralizadas del susto, viendo que se va por un orificio
en la tierra- Tencha: nunca antes había visto una serpiente que pánico ya que
si muerde alguna de nosotras quien sabe si consigamos un antídoto. Con sogas
cuelgan todas las prendas e inclusive las carpas para que se sequen ya en la
noche con lo que encuentran hacen una sopa que les da el calor necesario para
dormir.
En la mañana al ver que la marea bajo
encuentran una extensa playa y aprovechan para meterse en el mar y nadan a sus
anchas, al salir ven a unos pescadores y simplemente van donde están ellos
ayudándolos a jalar la enorme red y regresan con varios pescados, que con
cebolla y mucho limón hacen un cebiche que no dudan en comerlo y duermen con la
panza llena.
Al otro día al ver que todo está seco, empaca
cada una sus pertenencias y con sus mochilas salen a la carretera donde se
demora que pase algo, pero un camión que va Manta las recoge, llevándolas a ese
pequeño puerto donde se establecen en una playa bastante comercial y duermen en
un hostal de una colombiana a un precio módico. Tencha: se dedica a hacerle a
la gente caricaturas y las chicas venden bisutería que van haciendo en esas
pasan un mes.
Las chicas al ver que están podridas del lugar
una mañana deciden salir bastante morenas, en la carretera caminan varios
kilómetros para establecerse en una estación de gasolina, sin problemas
detienen una camioneta que las lleva por una ruta destapada a Bahía de
Caráquez. A la llegada de la emblemática población, al entran en un negocio
para comprar una bebida de dos litros, conocen a Martín un chico de Quito que
sin titubeos las invita a su casa. Que está al frente de la bahía donde todas
se instalan en un cuarto- Martín al ver la oportunidad llama a unos amigos que
al escuchar el cuento de las amigas, se vienen para llegar al día siguiente a
la pequeña ciudad balnearia. Al escuchar el timbre de la puerta la que abre es
la catalana- El más alto de los dos: ¿está Martín?- Ya lo llamo. Ella va a la
piscina donde esta él con sus tres amigas tomando el sol- Te necesitan en la
puerta. Él se para de donde está y va a la puerta- Hola Carlos qué bueno que
llegaron, sigan. Ellos del carro bajan una caja enorme y la llevan adentro para
ponerla en la moderna cocina- Martín: vengan que les presento a mis amigas.
Caminan a la piscina donde están las chicas bañándose- Martín: salgan de la
piscina que les presento a mis amigos. Ellas hacen exactamente lo que él dijo y
salen como mostrando sus bellos cuerpos- Eugenia: donde esta Tencha? Martin: está
preparando un cóctel con el ron que trajeron mis amigos. Muchachos ellas son:
Paula, Eugenia, Viana y ellos se llaman Carlos, Pietro, Janini. Se saludan de
besos- Janini (viendo las formas esculturales de la chilena que tiene un moño
que sostiene su cabello negro azabache, que la hace ver aún más sensual de lo
que es- Él: Vamos a festejar este encuentro. En esas llega la catalana trayendo
una enorme bandeja con muchos vasos de mojito, todos sacan el suyo y ella pone
la bandeja sobre la mesa de vidrio- Salud por la llegada de los amigos- Esperen
que voy al cuarto de mis padres y pongo la música. En esas comienza a sonar el
Gran Combo y todos bailan para que se vayan estableciendo las parejas- Pietro
(que en verdad se llama Pedro) se mueve haciendo girar a la catalana que está
encantada con el bailarín que tiene; Paula baila llevada de las manos por
Carlos; Martín baila muy junto a Eugenia y la chilena que baila con Janini como
una loca y sin dudarlo se saca la moña para que aparezca una bella melena.
Terminado el tema suena Héctor Lavo y luego el grupo Niche- Paula (abrazada de
Carlos) vamos a refrescarnos a la pileta- Tencha espérenos que ya mismo vamos a
traer más mojito. Entre Pietro y ella recogen los vasos para que él lleve la
bandeja, en la cocina sacan de la nevera más hielo y preparan en los mismos
vasos el tan anhelado mojito. En un descuido él la toma de los brazos y la besa
pero ella resbaladiza se le suelta- Vamos a la piscina- Pero primero te quiero
abrazar- Si me coges- Ella corriendo se pone a dar vueltas a la cocina, en el
momento que ella se dirige a la sala donde cuelgan enormes cuadros de Guayas
Amín la atrapa y la besa tumbándola suavemente en el tapete, donde mete las
manos en interior del brasier del biquini, encontrando las pequeñas senos que
acaricia. Pero ella se rehúsa y soltarse a toda carrera va a la cocina donde él
con el cuidado requerido la vuelve a tomar, la besa y esta vez ella se entrega
al deseo, con ese sentido se besan. Hasta que se sueltan y de una toman la
bandeja y al ir cerca de la piscina reparten los tragos. En el momento que le
entrega a Pietro el vaso de licor él la besa con tanto ímpetu que ella le
responde de la misma manera. Al ver a todos en la piscina que hacen cada pareja
a su forma el ritual del amor. Él la jala delicadamente y en esa intención la lleva
al cuarto de los padres de Martín, la desviste como quien pinta un óleo y
comienza a acariciar sus pies subiendo las manos por las rodillas, los muslos;
para que encuentre una vez más los labios que al lamberse y chuparse, el
empiece acariciarle las tetas que la excitan y ella con un movimiento lento
hace que la penetre, para que en contorciones ella comience acelerar sus
pulsaciones que la hacen estallar en lamentos y así encuentran un orgasmo increíble.
Al quedar agotados se duermen para que en la mañana hagan exactamente lo mismo,
que solo se despierten entrado el medio día por el hambre. Se ponen sus trajes
de baño y al salir a la piscina no encuentran si no el despelote- Tencha: los
otros donde están- Él dejémoslos que deben estar haciendo bellezas- Entonces
vamos a la cocina. Al entrar encuentran durmiendo desnudos sobre el piso a
Janini abrazado de la chilena- Tencha miramos que hay en la nevera. Al abrirla
encuentran de todo- Ella será que con esos pescados hacemos una receta que hiciera
con mi abuela, yo me encargo de freír lentamente los pescados y desmenuzarlos y
tu te encargas de picar estas cebollas, los ajos, los pimientos y el tomate. Ya
desmenuzado el pescado ella lo revuelve con lo que él pico y lo vuelve a
sofreír en una gran olla que cuando ella considera que está listo le agrega
cuatro tazas de arroz y lo revuelve para ponerle nueve pocillos de agua que
cocina con toda la llama de la estufa y en el furor de la cocción le merma la
llama para ponerle aliños y que termine de hacerse. El olor se impregna en toda
la casa que de apoco hace que aparezcan y que se despierten Janini y Viana-
Paula: que olor- La catalana: hicimos con mi nuevo amor este plato que me lo
enseño hacer mi abuela- Martín: está mujer es una pilosa. Todos sirven para
poner los platos sobre la mesa y comer cómodamente sentados, que al terminar
todos aplauden que hacen que la catalana se ponga colorada y sigan la flecha
hasta altas horas de la noche.
Al otro día entrada la tarde los chicos salen
en el auto para regresar a sus compromisos en Quito, las chicas a tomar
carretera donde sin inconvenientes se monten en un camión y lleguen dormidas a
Muisne, el conductor tiene que despertarlas. Estando en las cabañas se dedican
al mar y al trabajo. Que al tenerse que
ir Tencha, les deja a las tres amigas sus pequeñas pinturas ya que se
cumplieron sus vacaciones. Regresa a Quito para tomar el avión a Barcelona,
donde pasado un mes al sentir malestares y mareos al ir al hospital confirma su
embarazo que desde el primer mareo ya presintió. Fin.
EN COMA
Claudio se despierta, lo primero que hace es
abrir la ventana y de una se manifiesta la luz que ilumina todo el cuarto. Sin titubeó
se mete al baño para quitarse su pijama de rayas, se mete en la ducha de agua
caliente que el vapor se apodera del baño y no sale hasta que el agua se
enfría. Con la toalla se seca y se viste con ropa liviana. Ya listo golpea en
la puerta del cuarto de Sandra con quien comparte el apartamento, ella abre los
ojos y se despereza- Buenos días Federico ya te vas al periódico- No, tengo
tiempo de sobra. Anoche te llano Laura- Que dijo esa loca…- Que te espera esta
noche en su casa- Gracias- Quieres que te haga el desayuno- no gracias porque
que de desayunar con Marcia. El se prepara con varias frutas lo que se le
podría llamar una ensalada de frutas, al ver que su amiga no viene, decide
comerse la ensalada de frutas en poco tiempo se la come y sale mirando el río Tomabamba,
toma la av. Fray Vicente Solano sobre la cual canina varias cuadras para llegar
al periódico La voz del pueblo, sube a la segunda planta para ordenar los diferentes
sucesos en esas se le va el día. Algo cansado sale en el momento que está oscureciendo
tomando la misma avenida de regreso, pasa por el puente en dirección del
centro, se saluda con el vecino del mismo piso, toma la calle Benigno Mano, camina
viendo de un lado la catedral y en el otro lado el parque Calderón. Para que en
la próxima esquina al entrar al viejo edificio de construcción republicana se
encuentra con su amiga Laura que luce una atrevida minifalda- Ella (mirándolo
su flacura) te vez terrible, almorzaste- No tuve tiempo- No tienes hambre- No
para nada- Subamos al apartamento que te preparo algo bien rico para que comas-
Está bien. Suben por el ascensor los cinco pisos y ella abre con la llave la
puerta, al entrar aparece el lugar muy decorado con mucho gusto. Claudio: estos
cuadros son nuevos, de donde los sacaste- Los pinto mi hermana, ella misma me
los regalo- No sabía que tuvieras una hermana pintora- Si vive en Vilcabamba-
Desde hace mucho?- Relativamente si, un día de estos podemos ir a visitarla- Me
encantaría conocerla. Mientras él lee, ella va a la cocina en menos de nada
prepara unos fideos con salsa boloñesa, En el momento que sirve y pone sobre la
pequeña mesa redonda los platos- Claudio ven a comer. El deja el libro sobre el
sofá, se acerca para sentarse a comer viéndola a ella- Como están las cosas en
el diario- Complicadas por que desde que se fue Alberto me toca trabajar el
doble- Tienes que hacer un cesé de actividades- Ahora es imposible- Te estas
matando- Así me vez de mal- Para nada tienes buen semblante. Acaban de comer-
Laura: vamos a caminar- Excelente idea, vamos- Salen por la calle del edificio,
doblan por la vía viendo las diferentes fachadas de las casas y llegan a la plaza
San Sebastián donde se sientan en la banca de granito viendo como el viento
agita las ramas de los dos únicos árboles y la construcción del museo arte
moderno- Ella (rompiendo el silencio) Ya que estamos aquí vamos a ver una
exposición de esculturas- Ve seme paso, iba a convidarte a lo mismo- Entremos
que no es muy tarde. Cruzan la calle y entran a la mole del museo donde ven muy
concentrados en las piezas hechas con reciclaje, van viendo una por una. En el
momento que están viendo una enorme escultura armada con piezas de vehículos.
El pierde el conocimiento y cae de un golpe al suelo- Laura (angustiada)
auxilio. En ese mismo momento vienen varios jóvenes y una muchacha, la cual
esta cursando medicina. Que le da masajes cardiacos- No se queden ahí parados
llamen una ambulancia. Laura corre y va a la oficina del director donde llama
al hospital, en la brevedad se presenta la ambulancia de donde surge dos
enfermeros y el medico entre los cuales sacan una camilla, con cuidado lo
colocan dentro de está para meterlo en la ambulancia- Laura: yo voy con
ustedes. Ella al entrar se coloca sentada viendo a él que de antemano le
aplicaron oxígeno, pero que esta inconsciente. De ultimo entra el médico para
que el conductor encienda la sirena y ponga el vehículo en marcha, va a toda
velocidad por la Doce de Abril al hospital. Ella se baja y ven que entre varios
lo sacan de la camilla para que casi corriendo lo internen en urgencias. Ella
impaciente camina de un lado hacia otro, en esas llega Sandra la hermana de él
con cara angustiada- Que le paso? - Lo único que sé, es que perdió el
conocimiento- Ojala que no sea nada. Al rato aparece el médico. Las dos lo
interrogan -que le paso? cuando sabremos qué es lo que tiene- No reacciona,
tenemos que examinarlo muy bien, y por ahora está en cuidados intensivos-
Cuando sabremos algo- No sé cuánto tiempo nos pueden llevar estos exámenes, lo
único que les puedo decir que está complicado- Sandra (mirando a la amiga de
Claudio) llamamos a mis padres- Es mejor que no ya que él es muy aparte, además
no sabemos que tiene. Más bien pensemos que hacemos- Yo me tengo que ir ya que
mañana tengo mucho trabajo- Acaso que haces? Manejo una empresa de publicidad,
y tu? -Soy profesora de español y literatura en la u. pero me puedo quedar por que
mañana no tengo que dictar clases- Sandra (dándole un beso en la cara) yo me
voy pero por favor cualquier novedad infórmame- Cuál es tu teléfono- Es este. Lo
apunta, al verla salir ella se sienta pensado lo lindo que es su amigo, y
recordando todo lo que hicieron juntos, así pasan varías horas. En el momento
que siente hambre se para, pero al ver al médico se le va encima- Que tiene-
Tengo muy malas noticias: él a sufrido un grave problema cerebral por esa razón
está en coma- Donde lo tienen- En un lugar en observación- Puedo verlo? - Venga
que la llevo. Entran en lo que parece una habitación, pero al verlo conectado
con tremendo cable río ella se toma con las dos manos la cabeza- Que es esto
tan horrible- El medico: lo tenemos conectado porque de lo contrario moriría-
Laura ustedes los médicos por que experimentan con la gente han perdido acaso
la sensibilidad- Deje de criticar algo que no conoces- Me voy. Sale llorando.
Pasado varios meses Claudio sigue en estado
vegetativo, una mañana que las dos lo van a ver planean algo al respecto.
Estando en el hospital, ellas siguen a una enfermera para descubrir una especie
de vestier, donde sale la enfermera vestida con ropa de calle que las saluda inocentemente.
Ellas no dudan en entrar en ese sitio, para que cada una se cambie poniéndose
un uniforme de los mismos, salen con ese disfraz para encontrar el lugar donde
lo tienen vegetando, al entrar Sandra cierra la puerta poniéndole el seguro y
entre las dos lo desconectan sintiendo que él les agradece. Fin.
AL NO ENCONTRAR A UN AMIGO
Siendo las doce del mediodía Jaime llega de
Colombia, haciendo una pequeña estación en Loja y llega a Vilcavanba, a buscar
a un amigo para que lo conecte con un chamán. Piensa que tiene que dejar su moral
en alguna parte, al ver una tienda habla con la señora y ella muy amable le
guarda sus pertenencias. Ya libre de peso va al hostal del mismo nombre del
pueblo, toca la puerta y le abre una señora- Él: usted no conoce por casualidad
a un colombiano llamado Pablo? Si él estuvo hace tres días por acá haciendo unos
arreglos de carpintería- Él (pensando desde cuando pablo es carpintero) como es
de constitución física? Es bajo y tiene nariz bastante pronunciada- No es el
mismo gracias- Es el único Pablo que conozco - No es el amigo que estoy
buscando, sabe dónde encuentro otros hostales- Si voltea a la derecha en esa
cuadra encontrara el hostal Pueblo nuevo y en esa misma cuadra al frente
hallara el hostal Rosa- Gracias. Sale y dobla como la señora le dijo y al
avanzar una cuadra encuentra el hostal donde sobre sale un amplio balcón- El
mira el letrero que coincide con el primer nombre que la señora le diera, toca
la puerta- Y un muchacho- En que lo puedo atender…- Usted conoce a un
colombiano llamado Pablo?- No porque soy nuevo en este pueblo, pero entre y
hable con alguno de los dueños. Entra y es guiado por el muchacho a una enorme
sala donde un grupo de niños ven televisión, a su encuentro sale una señora- En
que le puedo servir?- Es que estoy buscando a un amigo colombiano llamado
Pablo- Ella (pasándose la mano por la cara) En este pueblo hay dos colombinos
con ese mismo nombre, el primero es carpintero, y el segundo es antropólogo o
algo por el estilo- estoy buscando al segundo donde cree usted que lo puedo
encontrar?- por lo que escuchado parece que vive en la pensión Rosa con una
gringa- Gracias. Sale por donde vino y al pasar la calle ve la pensión, que al
no haber timbre grita: Pablo- Pablo. En primera instancia escucha el ladrido de
un perro y después al abrirse la puerta aparece una joven con rostro de
indígena- Mande- Estoy buscando a Pablo- Él se fue con la gringa a Colombia
hace más de quince días- Lo buscaba a él gracias. El piensa como así que Pablo
se volvió a Colombia, bueno ya esta es mejor que me haga un buen mercado y que
yo mismo busque el San Pedro. Va a la tienda y ahí mismo se proporciona todo lo
que cree para pasar varios días, al recoger su morral sale por una carretera
destapada viendo un paisaje algo seco, para empezar a caminar al lado del río
Yambala, anda varios kilómetros a un lugar donde ve varias colinas, al ver un
cerco de alambre de púas lo pasa por encima y camina subiendo por un riscó
hasta una explanada donde arma su carpa canadiense. Con hambre decide buscar
leña andando encuentra varias ramas caídas de un árbol, las cuales haciendo un
esfuerzo logra partirlas y las coloca de tal forma que a pesar de la húmeda de
las ramas logra con la ayuda de una vela prender la fogata, haciendo que el
humo se alborote y salga en dirección del río que hace que el viento lo lleve
bastante lejos. Al ver el humo una muchacha que intenta meditar, desiste de sus
propósitos y sin pensarlo sale haber de donde viene. No le importa atravesar el
río que al subir por la montaña unos metros más arriba, en la distancia
descubre la canadiense y al muchacho, que al verlo piensa ¿quien será?, si aquí
nunca viene nadie. Camina bordeando la montaña y llega ante Jaime, que al verla
en primera instancia se asusta, pero al mirarla con detenimiento sus cabellos
rubios que le bajan un poco más de su espalda donde sobresale su rostro
bastante redondo y unos ojos algo pronunciados muy azules- Él (con cara de
extrañeza) de donde vienes?- Ella (con su asentó anglo sajón) del terreno que
compre- Que bien, lo compraste con alguien más? Si claro, con dos familias y un
amigo; los tres son gringos como yo y los otros son ítalo americanos los cuales
se dedican a las orquídeas- Que interesante- Tu eres Ecuatoriano- No vine de
Colombia a buscar a un amigo, pero creo que nos cruzamos por lo que me dijo
alguien él se fue a Colombia. Lo quería contactar ya que él conoce un chamán
que posiblemente sabe del San Pedro- Quieres hacer una toma?- Si a eso vine- Mi
amiga Martha suele preparar, no sé si tenga en este momento- Que bueno sería
tomar, no te vayas que con estas brazas quiero asar estas presas de pollo. Las
atraviesa con un palo para ponerlas sobre la braza, que él va moviendo con el
objetivo que se asen parejas, en el momento que consideran que están lista les
agrega sal y las comparte con ella- Jaime: que piensan hacer con el terreno-
Mis amigos ya construyeron cada uno sus respectivas viviendas, yo quiero
hacerme la mía- Si quiere te ayudo- Tienes tiempo?- El tiempo es completamente
mío, puedo disponer de el como me plazca- Si quieres puedes poner la carpa en
mi terreno- Espera que la desarme. Entre los dos la desarman para doblarla y
ponerla en el estuche, el mete lo que sacara entre su morral. Ya listos caminan
bordeando el río que andando sobre unas piedras lo atraviesan sin problema,
para llegar al sitio de la muchacha donde en un solo punto esta desparramada la
madera, la guadua y al lado están dos enorme iglús- Él veo que hiciste una huerta,
yo creo que es bueno que la cerquemos bien para protegerla de los animales.
Debes tener herramientas- Espera que las saque del iglú. Ella entra y las saca-
Que buenas herramientas, pero para abrir los huecos tienes un piolín- Míralo
entre esas maderas. Él va y lo trae- Hagamos una cosa vos con un metro vas
marcando cada metro y yo con el piolín marco donde debemos abrir los hoyos-
Perfecto. Luego de la medición él empieza un primero y va abriendo los huecos
que al terminar se acuesta sobre el pasto a descansar- Eres muy eficiente-
Claro que lo soy, pero ahora estoy mamado- Quieres tomar un té de manzanilla-
Que bueno sería. Ella va a la mesa que hiciera con retablos de madera y del
termo vierte parte del líquido en dos pocillos. Él cambia de posición y se
sienta, ella hace lo mismo- Ella ¿cómo te llamas?- Jaime o dime como quieras
que no importa el nombre si no la esencia de lo que somos, eso es lo que vale-
Yo soy- Él (interrumpiéndola) no me digas cómo te llamas, ni que has hecho con
tu vida que con verte me basta. Entonces como me vas a llamar? Ya se me ocurrirá
algo que te identifique con lo que eres, pero para eso necesito conocerte más-
Me gusta así. Al atardecer se acuesta apoyados de tal forma que sienten sus
pulsaciones, ven como el sol se mete entre las montañas dejando las nubes tinte
de colores cálidos, que de apoco se van desvaneciendo para quedarse dormidos
sin mirar a las estrellas. Pero al invadirlos el frío abren los ojos- Ella que
cielo más estrellado- Que tal este cielo en un viaje de San Pedro- Me acuerdo
hace dos meses atrás que tome con Martha y Glen sentía que cada estrella tenía
un sonido propio, que hubo un momento que se juntaron todos los sonidos que
escuche una larga sinfonía- Que maravilloso, que envía más sana que poseo porque
yo nunca escuche algo ni parecido- Lo mejor que todos los que estábamos ahí en
ese momento lo sentimos de igual forma- Alucinante- Tienes hambre- Si no lo
mencionas no me acuerdo. Terminan riéndose a carcajada explosivas- Me acompañas
y prendemos la lámpara de petróleo- Magnifica idea- Vamos a la mesa. Van donde
se encuentra y sobre el entablado hallan la lámpara que ella con una cerilla
enciende iluminando la mesa, él se sienta entonando un poema que describe al
cosmos, al mundo del arte que es la belleza sensible- Ella ( fabricando unos
emparedados) que lindo poema- No te sabes más- No porque lo improvise y escribí
un montón en varios cuadernos pero una vez que estaba acampando cerca de un río
se creció y se llevó todo lo que tenía en ese momento- Que lastima, me imagino
que te invadió la tristeza- Ninguna lástima porque eso no sucedió y los tengo
aquí en mi morral- Entonces ya veo que me puedes repetir el que acabas de decir-
No, ese sí que es complicado, es verdad que lo improvise- Toma estos
emparedados para ti, que yo me como estos dos- Tienes algo para beber- Si te
puedo dar un vaso de vino blanco- excelente. Comen y sosteniendo el vaso
brindan cerrando los ojos. Al abrirlos toma un poco, ven el paso de una
estrella fugaz- Él que fue eso tan impresionante- Una coincidencia- Que bueno
que mi amigo se fue a Colombia, si no te hubiera conocido- Ella pero ojala este
bien se lo merece, ya que nos permitió conocernos y le aplica un besito en la
boca- Que fue eso, acaso otra estrella fugaz- Ven y siéntate más cerca-
Encuentran sus labios que se fluctúan en repeticiones- Ella: tienes unos labios
de cerezas- En verdad. Y se besan multiplicando el candor- Ella vas a terminar
con los emparedados- Por supuesto, que pan tan rico- Lo hizo mi vecino Pablo.
Terminado con los tales se van a dormir al iglú de ella y sobre el colchón de
agua.
Se despiertan con los cantos de los pájaros
que acompañado en la distancia por el sonido de una flauta- Él (estrujándose los
ojos) quien toca- mi vecino Pablo, ya te lo presentare él es tan lindo ya que
es la persona más libre que conozco, antes que te conociera a vos- La libertad
es el único trofeo que vale por todo lo de la tierra- Las palabras que dijiste
son grandiosas. Se besan y multiplican las ansias del vivir. Salen viendo el sol
en su plenitud para dirigirse cerca de la huerta a recoger frambuesas que ella
prepara con yogur- El (comiendo) que delicia. Satisfechos, entre los dos con el
serrucho con la misma medida cortan los palos que colocan entre los huecos, y
ella sosteniendo las tablas él las clava encerrando la huerta, cansado él se
introduce en la carpa y ella se pone a tejer pensando en los maravillosos de
los días, pero es sorprendida por Martha- Hola como has cumplido mis consejos,
como hiciste para encerrar la huerta sola- Con que ahí tenemos- Que? - No te
hagas la loca, cuando me lo vas a presentar- A quién- Hazte la que no es
contigo. Las dos se ríen y se abrazan como dos niñas. Al separarse- Tienes San
Pedrito preparado- Anoche preparamos con Glen, acaso no viste la llamarada que hicimos…
No- ya se estas enamorada, a quién escondes en ese iglú- A la alucinación de
mis sueños- Ah ya veo, vine a ver si me prestas tu colador porque el nuestro
los niños jugado lo destrozaron- Tómalo que está en la mesa- Chao, acuérdate
que esta noche es la que sabemos - Si, no me olvidare. Al rato sale él y sin
que ella se dé cuenta la sorprende dándole un pico en la frente- veo que no has
parado de tejer- Me entretiene muchísimo, vino mi amiga Martha para convidarnos
está noche a un San Pedrito- Él (saltando) que chévere, quieres que prepare un
arroz- Pero con que lo vas hacer?- Tienes verduras- Si, dentro de esa canasta
las encontraras- Ya mismo me pongo en esa tarea- Que bueno por que no tengo
ganas de cocinar- Tranquila sigue en tu labor. El del canasto saca acelgas,
espinaca, cebolla, y un par de tomates lo cuales pica y los pone en la olla de
barro, hace un fuego para que sin complicaciones ponga la olla sobre una
pequeña parrilla que es sostenida por tres piedras, le agrega aceite y revuelve
con la intención que se frite y cuando considera que está en su punto le agrega
taza y media de arroz para ponerle el doble y un poco más de tazas de agua,
cuando hierve le disminuye el fuego para que se haga lentamente. Ya listo el
mismo sirve y va donde ella- (aplicándole un beso en la boca) Ya está listo el
arroz- ella (parándose) vamos. Se sientan- Ella (al probar) esta riquísimo,
como hiciste para que quedara con este sabor…- Con la maroma, el truquito, y la
jugada- Habla serio. Se ríen y ella le propone un beso que se lamen los labios-
Ella (sonriendo) no más besos a comer se dijo. Viéndose con ganas comen
saboreando el arroz con las verduras que al terminar ella lo toma y lo besa
para meter sus manos suaves entre la camiseta y lo acaricia de tal forma que él
la empieza a desvestir botón por botón para con sumo cuidado sacarle la camisa
y muestre sus bellos senos, que él lame como si fueran de miel y ella con
delicadeza baja la mano por su miembro el cual frota para erguirlo, él excitado
le saca lentamente el vaquero para que fluctúen en la intemperie las rubias
piernas, ella le saca con ligereza el pantalón. Al quedar desnudos se dan un
impetuoso abrazo, encuentran sus labios que con el movimiento de la sensualidad
se estremecen, fluctúan sus cuerpos como si fuera un solo cuerpo que se integra
y vuelan en un orgasmo que no tiene nombre. Lívidos de cansancio se acuestan
sobre la abundante grama y al cerrar los ojos sienten las pulsaciones de la
tierra. Pasados varios momentos por los rayos del sol que ardiendo se
despiertan- Ella que sol mira como estoy de quemada- Si estas ardida es mejor
que no bañemos y nos vistamos- Ella (con cara de sufrimiento) vamos por este
otro lado. Encuentran después de atravesar toda una arboleda un nacimiento que
viene de la montaña, entre una enorme guadua el agua baja en un enorme chorro. Sosteniéndose
mutuamente se meten dentro del chorro, sintiendo ella un alivio que refresca su
cuerpo- Que deliciosa que está el agua- Si es una ricura más con este sol.
Dejan que sus cuerpos se relajen y al escuchar el grito de unos niños salen-
Ella seguramente son los niños de Glen y Martha que son supremamente traviesos.
En esas una mujercita (que está escondida detrás del trocó de un árbol,
cantando) cara de flor tiene novio, uno, dos y tres con el cual se bañan
desnudos- detrás de otro tronco unas voces algo chillonas a las una, a las
seis, a las veinte cara de tomate tiene otro tomate- Ella salgan niños, si no
de lo contrario no hay torta. Los dos niños y la niña llegan corriendo y la
toman por los pies- Ella (agachándose para abrazar a los niños) Ellos son
Felipe, Dari y Ganya- Yo soy como me quieran decir- El más pequeño Dari acaso
ese es su nombre. Todos se ríen- Felipe: es que no tiene nombre- Ganya: no es
que no tenga, más bien tiene muchos que no sabe cuál decir. Se vuelven a reír-
La chica (al oído de Ganya) no le vayan a decir el mío- Ella: le dice lo que le
dijo ella a sus dos hermanos y todos sonríen- Felipe (alborotando sus cabellos)
Martha dijo que antes de la puesta de sol vengan a la casa- La chica si esperan
que nos vistamos vamos. Sin secarse se ponen sus mismas ropas- Ella esperen que
voy al iglú por el saco de dormir. Ella (ya con el saco en su espalda) ahora si
vamos. Caminan entre la hierba viendo enormes cactus de San Pedro que al
iluminarlos el sol se ven brillantes, luego de pasar una cañada ven una casa
muy rustica de guadua- Ella (con gracia moviendo su cabello y dirigiéndole la
mirada) está es la casa de Pablo- Él esta buenísima. Pasando un grupo de sauces
abren una pequeña puerta de tablas y al caminar entre arbustos de coca y
algunos frutales llegan en frente de la casa de adobe, aun lado ven a la
familia y a un rubio que está armando la fogata- Al verlos se saludan- Ella les
presento a mi amigo árbol. Los niños se ríen- Ellos son Martha, Glen y el que
está haciendo la fogata es Pablo- Ola- Marta: he hecho una torta como preámbulo
de la ceremonia, por favor Ganya tráela. Glen: por que entre todos no llevamos
las sillas y hacemos con estas un circulo alrededor de la fogata. Todos ayudan
en la operación y las disponen de ese modo para que todos se sienten. Al mismo
tiempo reaparece Ganya que le reparte a cada uno un buen pedazo de torta, la
cual todos se saborean para que entre su boca brote el sabor de naranja. Pablo
al acabar de encender el fuego, saca de su mochila la flauta que empieza a
interpretar, para que Glen al traer el tambor lo acompañe. El sol lentamente se
esconde detrás de las montañas que al taparse completamente, de a poco va apareciendo
el color naranja que se convierte en rosado y muy rápido se desvanece para ver
surgir las estrellas- Martha (observando a Ganya) dale la comida a los niños-
Ya voy Marthica. Los niños desaparecen del contorno y Martha de una mesa
pequeña al ver el enorme plato hondo saca con una cuchara la sustancia verdosa
que parece chicle, la comienza a repartir entre los presentes- La chica del
Árbol (mirándolo a él) que sea un buen viaje para todos. Todo queda en silencio
y el sonido de la música los va envolviendo, al observar las estrellas ven a
varias que caen más allá del horizonte. Comienzan a andar sus mentes en
espejismos que cada uno a la vez, en un momento dado se desasocia en su
percepción que le trasmite a cada uno imagines perfectas, pero diferentes unas
de otras que se perfilan en sus visiones. Al dejar de tocar Pablo y Glen
comienzan a sentir en su interior la música del cosmos que los traslada a otros
lugares. Fin
CUENTOS PERUANOS
LA RETRATISTA
Flua como la llaman sus más íntimos amigos,
después de estar trabajando en Tegucigalpa la capital de Honduras en una
organización francesa, enseñándole a los niños un poco de las artes que ella
estudio. Después de haber tenido un entercado que no vale la pena mencionar,
con un disidente. Luego de estar varios meses en Centro América en dicha
función decide con su poco dinero viajar, por diferentes partes de Colombia que
al terminar su visa hace lo mismo en Ecuador para que en una noche de
torrencial aguacero lleuque a Loja. Al bajarse del bus después de recibir su
enorme mochila entra en la pequeña Terminal, se establece en una cafetería
viendo atreves de una ventana el aguacero, como sabe que el café en estas
tierras no es de lo mejor, pide un té que la misma señora le trae. Como la
lluvia no cesa, saca de su mochila un largo cuaderno de dibujo y un carboncillo,
se pone a dibujar el lugar y a la gente exactamente como es, con los matices de
las sombras logra un dibujo casi perfecto. Al ver que escampo mete sus
implementos de dibujo, alzando su pesada mochila camina viendo a la gente, anda
hasta llegar al parque Simón Bolívar donde se sienta a pesar del frió sobre una
banca, se acuerda que tiene un pedazo de pizza el cual saca de su mochila para
ingerirlo aunque está un poco dura y fría. Comiendo se le acercan unos
inquietos muchachos- Uno que luce un gorro de alpaca le dice: de dónde vienes-
De donde no vengo- Otro (con las manos cruzadas) de dónde eres?- De cualquier
parte, ahora en este momento de Loja- Otro (que sobre su cuello lleva una
bufanda de rayas y un sombrero hongo) No puedes ser de esta tierra- Ella (ella
con un gesto de desaprobación) por qué razón?- La única chica: porque simplemente
no eres de aquí- Ella ni soy de acá ni soy de allá, solo poseo mi libertad- El
muchacho del gorro (mirando al que luce la bufanda) de guíen es esa canción?-
Flua: del mismo Facundo Cabral, La chica: ya está bueno nos vamos. Flua
(haciendo un gesto) chao. Piensa donde podrá acampar y empieza la travesía y
viendo el hospital se le ocurre que si encuentra un sitio por lo menos ahí
estará segura, al ver a un costado del edificio un prado ahí mismo arma el iglú,
a pesar del frío duerme tranquila pero ya tarde en la mañana un policía sacude
la carpa y la despierta- Al salir- él oficial: no sabe que aquí no se puede
acampar- No sabía, tranquilo que ya me voy. Ante los ojos del tipo saca su
morral, desarma la carpa y la enrolla para ponerla en la parte de abajo de la
enorme mochila- Ella (sonriendo) hasta nunca. Sale de los predios del hospital
pensando que eligió bien el lugar para dormir y que tiene que hacer unas
monedas. Al pasar la esquina ve la mejor opción el parque central, al llegar no
duda en sacar los materiales necesarios para dibujar, el caballete armable y su
silla del mismo sistema. Con un pedazo de caña pone el letrero: se hacen
retratos. Al verla lo diestra que es para el dibujo, un señor muy elegante se
acerca- Veo que usted señorita es muy buena para hacer retratos, necesito uno
de mi hijo, otro de mi hija y dos más de mi señora- Tráigalos- No los puedo
traer, es mejor que usted si quiere me acompaña a mi casa- Si acepta todo el
trabajo por setenta dólares voy con usted y hago los retratos que usted dice-
El tipo saca un royo de billetes, sin temor le entrega uno de cincuenta y otro
de veinte- Tome- Espere un momento a que vuelva a poner todo en su lugar. Al
estar lista entre los dos montan la mochila en la parte trasera del coche, los
dos se montan en la parte delantera, el señor al arrancar el carro va tomando
la carrera Bernardo Valdivieso, en la plaza de la Independencia voltea a mano derecha
y al andar dos cuadras él hombre parquea el carro al frente de un pequeño
edificio. Se bajan- El tipo de dónde vienes?- Ella (pensando ya comenzó el
interrogatorio) de Tegucigalpa- Donde queda eso?- Que ignorancia en Honduras-
Que dijo usted primero- Nada importante. Al entrar en el edificio él señor toca
el timbre del ascensor, entran para que el aparato se detenga en el tercer piso
y al entrar encuentre ella una lugar simple pero agradable con una buena
decoración- La señora (viendo a Flua) con guíen vienes- Ella es una retratista
que quiero que tu y los muchachos posen. Pero primero tráele a la chica bebida
y de esas galletas que compramos en Cuenca- Siéntese. Ella se sienta poniéndose
lo más cómoda y al rato la señora le trae en un pequeña bandeja una gaseosa y
un plato con galletas surtidas- El señor (sentado al frente) Como se llama el
lugar de dónde vienes- Tegucigalpa- Que hacia ahí?- Trabajaba con niños como
maestra- Que bueno entonces es docente- Ella cuando me toca. Para no hablar
ella rápidamente le da mate a las dos cuestiones. La señora como me pongo- Como
quiera pero alce la cabeza. Ella con la maestría necesaria, con agilidad en su
mano hace un exacto retrato de la señora- La señora (al verlo terminado) me
encanto, usted es muy ducha para hacer retratos- Él marido quiero otro que
salga la puerta- Flua (pensando será que ya la va echar y se ríe mostrando los
dientes) La señora de que se ríe- De nada importante. Trazando el croquis de la
puerta le hace un perfecto retrato- El seños excelente- La chica donde están
los niños- La señora en el cuarto seguramente viendo televisión- El señor voy y
los llamo. Al minuto el regresa con la pareja de niños a los cuales en dos
turnos les hace su respectivo retrato. El señor tome veinte dólares más porque
de verdad que los merece- Me sirven, gracias por todo. Sale llevando su morral
y en la calle toma un taxi que la lleva al Terminal, al bajarse el taxista le
ayuda acomodar el morral y ella le paga con el billete de veinte dólares. Entra
al terminal y ve a un muchacho que grita Sullana, Piura- Ella hace la pequeña
cola y después de una pareja de extranjeros compra el boleto, luego de comprar
una botella con agua mineralizada se sube al autobús , al tomar su puesto una
chica extranjera se sienta a su lado- La chica: al verla tú no eres Flua- Ella
(con cara aterrada) por qué sabes de mi- Perdona no te preocupes yo soy amiga
de Juan Carlos- Como …- Si tal cual- de Juan Carlos el filósofo?- No sabía que
era filósofo, porque nunca me lo dijo- Estas segura que es el mismo- Claro que sí,
mira está fotografía. Flua la observa detenidamente- Es de cuando fuimos a la
playa, cómo está?- No sé ahora, pero por que va a estar mal si es un buen
chico- No tan chico ya va cumplir cincuenta años- No parece –Si, se ve joven y
es vital- Así es, donde lo viste la última vez?- En Bogotá- Definitivamente el
mundo es pequeño- Es un pañuelo lleno de mocos. Al dejar de hablar el pequeño
bus va entre una tierra muy seca levantando polvo y las dos se quedan dormidas
pero son despertadas por un mutuo cabezazo- Flua (tocándose la cabeza) que
golpe el que nos dimos- Si y durísimo. Ven un caserío de una pobreza paupérrima
y a varios niños con sus enormes barrigas invadidas de gusanos- Lua es
detestable ver a gente que real mente viven en la miseria, mientras los estados
no hacen nada para solucionar el hambre- Los políticos que parcialmente son
corruptos no hacen nada y se llenan de dinero en merced de los que no tienen
nada- Es injusto- Pero que podemos hacer nosotras ante eso?- Nada, nuestro
trabajo es tratar de que otros vean lo que pasa, y tratar de colaborar con la
humanidad- Así solamente somos humanistas y nada más. Al llegar a Suyana se
sube tanta gente que el bus queda impregnado de un olor nace abundo, sin darse
cuenta alguien que se sube le saca el bolso donde lleva el pasaporte y el
dinero a la gringa y se baja a la salida del pueblo- La chica cómo te llamas?-
Me dicen Flua y vos … Yo soy Linda- Mucho gusto- Oye él bus no se detuvo en la
frontera a sellar los pasaportes, y ahora que me toco me doy cuenta que me han
robado mi bolso, que mierda allá llevaba gran parte de mi dinero y mi pasaporte.
Ahora que voy hacer- Busquémoslo por si se ha caído. Lo buscan debajo del
asiento sin lograr hallar ni el recuerdo- Flua aquí en Perú siempre roban, una
vez a una argentina que viajaba con su novio en pleno aeropuerto les pusieron
una pistola y se llevaron todo dejándolos casi desnudos, lo sé porque llorando
me contaron su mal rato y les ayude con lo que pude, cuando lleguemos vamos a
la policía hacer la denuncia- Si servirá de algo- Lo dudo pero que más se puede
hacer. Preocupadas llegan ya de noche a Piura y se bajan con un alboroto
impresionante de gente. Las dos chicas recogen las mochilas y cruzan la calle
donde ven un restaurante. Al entrar se sientan viendo hacia afuera el espectáculo
de la gente, como se insultan por nada. Llega un muchacho- Flua: tiene cebiche-
No, tenemos saltado con carne de res o pollo- Flua: cual prefieres- De pollo-
Entonces tráiganos dos de pollo. Esperan calladas desesperadas de hambre, en
esas pasa más de media hora- Flua: será que se olvidaron de nosotras. Al llegar
el muchacho viene con una bandeja con dos platos y al verlo para nada higiénico
solo se comen una parte- Linda: que porquería de comida- Asquerosa. Vamos a
buscar algo donde dormir. Pasan al frente de varios lugares para nada
recomendables y a dos cuadras encuentran un lugar limpio donde se alojan- Flua
(recostada) No me aguanto más el hambre, voy a buscar al menos pan o lo que
pueda hallar por ahí de comer- Voy con vos. Salen bajando las escaleras al
salir de la calle se encuentran con un gentío aterrador, caminan determinando
sus pasos que al ir más rápido, doblan gracias a la indicación de una muchacha
y sin problemas encuentran la plaza de armas, ven la pequeña catedral y más adelante
una solitaria cafetería- Flua: mira ese lugar que está prácticamente solo,
vamos- Si lo pensamos dos veces de pronto se nos pierde. Se ríen, hiendo al
lugar que de una entran ven a la pareja de extranjeros que estaban en el mismo
bus. La chica al verlos les hace señas y ella ni cortas ni perezosas van hasta
la mesa- Flua hola- El hombre siéntense. Las dos se sientan cada una en un
extremo rodeando la mesa- La chica: en ese bus, en esa maldita ciudad donde se
subieron tanta gente, me descuide y me robaron no sé cómo la riñonera- Flua: a
mi amiga le robaron el bolso- Linda: son unos hijos de puta- El señor: con esta
miseria que más hacen, no tienen otra opción- La chica: de acuerdo pero eso
duele, a mi prácticamente me dañaron el viaje ya estoy pensando en volver
dentro de poco- Linda: el bus nunca se detuvo para registrar los pasaportes- El
señor: hasta ahora caigo en eso. Son interrumpidos por un muchacho que está de
mesero- Buenas noches que quieren que les traiga- El señor: si no sabemos que
hay como vamos a pedir- Ya les traigo una carta- Linda este país es un
desastre- Flua: mañana si quiere nos encontramos aquí mismo para ir a emigración
o a la policía para resolver el problema del visado- Ellos que tal a las diez
de la mañana- Flua: yo mañana me quiero ir lo más temprano a Trujillo, entonces
diría a las ocho- El señor (haciendo un gesto de afirmación) tiene razón, en
esa hora está bien. Llega el mesero aquí está la carta- Linda: yo quiero unos
huevos revueltos- La chica y el señor a nosotros nos trae dos saltados con
pollo- Flua: y a mí me trae un emparedado de queso y jamón- De tomar que
quieren?- todos a la vez: Coca Cola. El señor ustedes de donde son? Flua: yo
soy del país Vasco- Linda yo nací en Londres pero mis padres son de Murcia-
Flua ustedes de donde son y cómo se llaman? La chica: yo soy de Florencia me
llamo Florencia- El señor soy romano y me llamo o me llaman Román, es fácil.
Todos sueltan la carcajada incluyéndose él. Al rato al llegar el muchacho se estrella
de frente con otro muchacho que viene de frente, volcando todo en el piso-
Florencia (agarrándose la cabeza) lo que faltaba- Flua: quien sabe si vuelva,
que desastre- Román: hoy no es nuestro día, es mejor que nos vayamos a costar-
Linda: pero con está hambre quien duerme- Flua: pero pensándolo bien del
muchacho no es la culpa, tal vez del otro que venía corriendo- Linda: esto
parece una comedia, quien sabe que pasara …- Flua me gusta el humor de mi
amiga- Román: que bien que me pudiera comer el humor por lo menos me llenaría
con risa. El chico los sorprende porque no viene del mismo lado y va poniendo
él pedido sobre la mesa- Él chico: perdón por la demora pero tuve un accidente
con un desgraciado- Román: tranquilo que nosotros vimos como el otro pendejo se
estrelló con vos. Comen en silencio y al terminar con los alimentos entre todos pagan.
Al otro día la primera que se despierta es
Flua que de un solo envión se baña, ya vestida llama a su amiga- Despierta que
nos vamos- Linda (desemperezándose) ten un poco de paciencia- No, levántate que
me quiero ir de esta horrible ciudad- Está bien. Malhumorada se mete al baño y
se deja mojar por la ducha, saliendo escurriendo agua. Ya listas- Linda: será
que dejamos aquí nuestras cosas- Que vamos a ir a la policía tan cargadas.
Salen y vuelven a la misma cafetería de la noche anterior, pero esta vez tienen
que esperar y la pareja se presentan en el momento que ellas están masticando
los huevos- Florencia: hola, buenos días- Flua: muy buenos días, que tal
durmieron- Román (cagado de la risa) muy bien, pero yo no comprendo cuando abrí
los ojos porque estaba Florencia en el piso- Ella si fue muy chistoso ya que no
me explico en que momento me caí o si dormí toda la noche en el piso. Todos se ríen.
Ellos piden lo mismo, exceptuando dos jugos de papaya. Ya satisfechos van a la
policía diciéndoles un estúpido uniformado que tienen que volver a la frontera
a sellar sus pasaportes- Román: usted pretende que volvamos para que nos
vuelvan a robar- El oficial: eso no es problema mío- Florencia: para que sirve
entonces la ley, si no es para proteger a los ciudadanos, más cuando son
extranjeros- Él policía: hagan lo que quieran. Todos salen de la inspección con
cara decepcionada- Flua: vayámonos de una para Trujillo- Román: pero si nos
paran que decimos- Florencia: es mejor que hagamos lo que dijo el policía-
Linda: yo esto de acuerdo- Flua: entonces chao. Se va con pasos apresurados al
hostal, recoge la enorme mochila, en un taxi llega a la Terminal y en el primer
bus que encuentra para Trujillo se monta. Ya con la comodidad requerida del
momento cierra los ojos, el bus que avanza es detenido por un puesto de gendarmería-
Un hombre uniformado (con cara de malo) muestren sus documentos, todos los
pasajeros los van mostrando, en el momento que llega ante Flua ella al
escucharlo no abre los ojos por nada del mundo- Él tipo (insistente con el dedo
le hace duro en el hombro) otro policía déjela tranquila que debe estar enferma
y todos los del bus comienzan a protestar que el oficial decide dejarla en paz.
Al ver que el bus vuelve arrancar abre los ojos para ver el panorama del desolado
desierto y ver a su lado a una señora que carga una niña, luego se queda en la
oscuridad profundamente dormida y solo se despierta en el momento que el bus
llega a la Terminal. Se baja ya con los primeros rayos del sol, con su mochila
acuestas sale del lugar entrando en uno semejante donde se monta en un pequeño
colectivo que va a Huanchaco que espera durante varios minutos a que se llene,
al estar repleto el bus sale por la vía recta y al pasar por las ruinas arqueológicas
Chan Chan llega el pequeño microbús a su destino. Se baja y lo primero que hace
es buscar un hostal, le pregunta a un niño que juega canicas con otros de su
misma edad- Él huambra: en la otra casa está el hotel de mi tía Gloria- Ella sacando
un caramelo del bolcillo del pantalón se lo da y al darse vuelta lo ve feliz,
camina por las calles de piedra para encontrar el pequeño hostal, toca la
puerta que de inmediato abre la misma señora- Bien puede siga- Ella (mirando su
esbeltez) dispone de alguna habitación- si la única que tengo es arriba- Mucho
mejor, que cuesta?- quince soles- Le puedo pagar en dólares- Claro, si es
dinero- Venga que la llevo. Suben por unas escaleras viendo las paredes de un
verde bastante descolorido y al llegar la señora abre la habitación que es
estrecha pero está bastante limpia, deja la pesada mochila a un costado de la
cama, de su canguro saca cinco dólares y la señora de inmediato le devuelve dos
soles y medio. Al irse la señora, lo primero que hace es abrir la ventana para
ver un alto muro y escuchar el romper de las olas. Se baña y se acuesta a
dibujar algo que se imagina y al ver que es medio día. Pone sus cosas de dibujo
sobre una mesa, se arregla el pelo rojizo y sale bajando por las escaleras, al
ver una niña que salta movilizando una soga- Niña sabes donde puedo hallar un
restaurante- Los que se hospedan aquí van a un restaurante que queda más allá
de la plaza, al estar ahí bajas y sobre la calle paralela a la playa está el
restaurante de la comadre Liliana. Al darle las gracias le regala un confeti,
sale caminando por donde le dijera la niña, al llegar ve la casa construida con
paja y palos. De inmediato siente olor a pescado y al entrar se sienta rodeando
una mesa precaria y alargada, al momento llega la señora que tiene puesto un
delantal blanco, que muy amable le dice: Bienvenida a mi restaurante- Ella
usted debe ser la señora Liliana- Usted trae la verdad, mucho gusto- Flua
(saludándola de mano) el placer es mío, que tiene de comer- Tengo cebiche,
arroz con mariscos, pescado con plátano y ensalada- Tráigame un cebiche pero
bien abundante que tengo un hambre atrasada- No se preocupe que es suficiente,
ya se lo traigo. Espera observando los dibujos con motivos del mar y todo lo
que hay en el lugar, sus ojos se detienen en un cuadro marino donde sobresalen
las canoas de totora. Ensimismada, es vuelta a la realidad por la señora que
pone el plato con el cebiche sobre la mesa. Ella come con apetito y acaba
satisfecha. Le paga y se despide de la señora con un apretón de manos, sale con
dirección del mar que al tocar la arena con las zapatillas ve el verdor del
océano, en la distancia las barcas de totora. Camina sobre la arena mojada muy
compaginada con el paisaje marino, al darse la vuelta se encuentra la mirada
dulce de un joven de pelo crespo, de ese modo encuentra sus labios y se
estrechan con la alegría de un amor a primera vista- Él (intuyendo que
generalmente la llaman por el sobrenombre) como te dicen- Flua, de ese modo me
conocen mis amigos- Yo soy Pablo, que maravilla saber que existes- Vamos a
caminar- Él claro- Espera me saco las zapatillas. Se agacha y se las saca, también
hace lo mismo con las medias y queda a pie limpio- Estas más cómoda…- Y menos ridícula.
Los dos se ríen para repetirse en besos- Él: eres muy linda y con guíen me quería
encontrar- De veraz- No te miento, no sé si estoy soñando o si es algo de esta
realidad que es alucinante- Tócame y te darás cuenta que soy parte de la
tierra. La acaricia el rostro y salta alegremente, para empezar a caminar
unidos por las manos, observando la mar sin darse cuenta caminan varias horas
por la larga playa, ya extenuados se sientan- Flua: eres argentino?- Estas en
lo cierto, soy de la provincia de Córdoba de un pueblito llamado la Puerta y tú?
Del País Vasco de Basuri un pueblo cerca de Pamplona- Hace mucho que estas viajando-
Voy a completar tres años, aquí llegue hoy y vos? -Salí de Argentina hace más o
menos seis meses. Se quedan contemplándose para sentir como si se elevaran pero
se despiertan del trance al ver que está oscureciendo- Ella no sientes frío…-
Claro que lo siento- Entonces vamos. Caminan para encontrarse en la oscuridad y
se guían por las luces del pueblo, al llegar sienten el cansancio que se
separan, ella antes de ir al hotel encuentra una pequeña panadería donde se
provee de pan caliente, de una botella de agua. Comiendo llega al hostal para
así subir a la pequeña habitación y al dormirse se le vienen las imágenes de
todo lo que vivió con él chico en la playa.
Se despierta sintiéndose sola, hace su aseo
personal y sale con sus cosas de pintar con la intención de cómo puede
encontrar gente para retratar, va a la placita pero al no ver ninguna
posibilidad, va a la playa donde sortea con sus pies un largo muelle. Se dice a
sí misma que este es el lugar y que es posible que venga Pablo, abre el caballete
y se sienta a dibujar la vista que con sus ojos puede apreciar, agregándole
otras cosas que se va imaginando y al terminar su dibujo alguien sin sexo fijo-
Usted dibuja de maravilla, será que puede retratarnos a mi y mi novio?- Para
eso estoy aquí- Espere que lo llamo. Al rato aparecen los dos maricas- Ella
(mirando al que le dijo) el retrato lo quieren de a uno, o los dos en el mismo
dibujo- El mismo homosexual: de las dos formas- hace sentar al otro, en un
cerrar y abrir de ojos hace el retrato, lo mismo hace con los dos siguientes y
al terminar viene una pareja que le piden salir los dos en el mismo retrato,
los dibuja con la perspectiva del mar. Al irse la pareja el muelle queda solo,
al determinar que es hora de comer alzando sus cosas vuelve al restaurante de
Liliana- Que al verla- Porque está tan pálida?- Estoy pálida de verdad- Si
quiere le presto un espejo para que se mire- Si usted lo dice, lo que tengo es
hambre- Que quiere de comer?- Arroz con mariscos- De antemano yo preparo los
diferentes platos, claro que están frescos ya se lo traigo. Al momento ella
tiene su plato de mariscos que disfruta, como lo rico siempre se acaba rápido y
más que satisfecha después de pagarle a la señora sale y sin demora vuelve al
muelle para hacerse exactamente donde se hiciera en la mañana y logra retratar
a varias personas aunque termina extenuada que decide ir a la playa, ya sobre
la arena ve el mar que esta mas bravío que el día anterior, viendo las olas
siente una mano- Hola Pablo, que te habías hecho- Estado trabajando en los
restaurantes- Acaso eres chef o algo así?- De cocina se lo suficiente, aunque a
veces lo hago prefiero por el tiempo comer en un restaurante, estado la mayoría
del tiempo vendiendo mis poemarios- Acaso eres poeta? Claro ese es mi verdadero
oficio- Que bueno por que combina con lo mío- Que haces? Hago retratos para
poder sobrevivir- No tienes alguno? -Espera que saque la carpeta, míralos- Son buenísimos-
Ya lo creo porque siempre me da resultado, no me vas a dar un beso. Él la toma
y la besa y todo se vuelve un beso- Ella me da alegría de verte- Yo siento lo
mismo, te he buscado pero como no te encontraba llegue a pensar que ya te
habías ido, fui muy torpe al no decirte anoche cuando nos despedimos que
vinieras con migo- Yo también lo pensé y esta mañana que me desperté me hiciste
falta. Se abrazan y se besan pero son interrumpidos por que al chocar una
inmensa ola con el muelle los moja- Flua como está el mar de picado, esta
mañana que vine estaba muy tranquilo. Vamos a mi hotel- Pero antes vamos a la
panadería a comprar pan y algo de líquido- Vamos. Caminan hasta la panadería
donde compran lo dicho y tomados de la mano llegan ante la puerta del hostal.
La señora les abre- Por dos la habitación vale el doble- Pero si es la misma
cama- Eso no importa- Él que mala honda- Si no les gusta asì pueden desalojar,
pero eso si antes ella me paga esta noche debido que es mucho más del medio
día- Ella: le pago esta noche por los dos, pero mañana antes del medio día me
largo- Bien pueda aquí no necesitamos a nadie. Suben- Él que señora, mañana
mismo te llevo a donde me estoy quedando, allá es otra honda ya que los que me
alquilan son muy buena gente- Si llévame. Se acuestan y de inmediato se quedan
dormidos y se despiertan sin luz sintiendo la piel conglo- merándose
en el amor.
Se despiertan antes de la hora del almuerzo,
ella en par de voliones arma su mochila y salen sin que la señora se dé cuenta.
En la calle caminan en dirección del batallón del ejército, al subir por la
ladera varias cuadras encuentran una edificación donde el grita- Doña Ramona.
Al rato les abre una viejita bien puedan hijos sigan- Pablo le presento a mi
novia Flua- La viejita como es que se llama- Yo soy Flua- Eso parece como algo
del mar y los tres se ríen- Ya se es una sirena, solo bromeo ya con los años
estoy cada vez más chifles pero eso no me estresa- Flua: usted tiene buen
sentido del humor- Que tal si no, a mis años ya estuviera bajo la tierra
asuntando a alguien- Él: la mamita es un caso- La abuelita: pero excepcional. Y
los tres vuelven a reír- Bueno me voy a mis quehaceres, por favor siéntanse en
casa. Suben a un tercer nivel donde hay una especie de terraplén- Ella: que
vista ya tendré tiempo de dibujarla- Él: tengo pescado quieres que prepare una
buena cena- Ella: mientras haces de comer yo bajo a la tienda, compro algunas
cosas y bebida. Sale para que al rato llegue cargando una bolsa y con una
cerveza de litro- Grita Pablo. Él al escucharla baja corriendo y le abre la
puerta- Viniste rápido- Si solamente era comprar estas cosas- Ven te ayudo al
menos con la botella. Suben –Ella: huele de maravilla- Entra a la cocina- Él
aquí no hay lujos pero hay todo lo necesario- Ella tomándolo de la espalda
mientras él cocina- Este lugar me encanta ya que me siento muy bien y es muy
pintoresco- Él mira sobre la mesa hay un destapador si quieres puedes ir
destapando la cerveza. Ella hace lo indicado y llena dos vasos- Salud. A los
minutos él pone dos platos con pescado y legumbres. Se sientan y comen
mirándose mutuamente, al acabar entre los dos lavan los utensilios de cocina.
Él enciende la radio, al sonar vieja salsa se ponen a bailar muy juntos y solo
paran pasado la medianoche extenuados y sin pensarlo van a la cama. Pasan los
días entre los retratos, la poesía, la playa, el amor y los sueños.
Una mañana deciden irse a dedo a Cajamarca, al
hacer la mochila salen despidiéndose de la pareja de viejitos- La anciana: no
se olviden de nosotros- Ella (lagrimeando) nunca conocí viejitos más tiernos e
hospitalarios- Ellos son únicos, que bellos personajes. Bajan la loma y al
estar en la ruta ven una camioneta aunque está muy retirada ellos corren y le
dan alcance- Ella nos puede llevar a Trujillo- Voy para Chiclayo- Ustedes
exactamente hasta donde van- Ella a Cajamarca- Perfecto los dejo delante del
pueblo Jequetepeque en el cruce- Él no sabe cómo le agradecemos- Pero tienen
que esperar que vengan mi mujer y mi hijo. Se trepan al platón y al rato se
detiene un taxi de donde se baja la señora y un niño de unos cinco años, se
montan y el señor hace que la camioneta arranque al llegar a Trujillo se baja
el conductor y compra dos botellas de a litro de bebida, una se las da a ellos
y la otra la comparte con su familia, toma la Panamericana pasando por San
Pedro de Loc, y por el pueblo que el les dijo y los deja en un caserío donde
está el famoso cruce, caminan hasta un restaurante donde se hacen servir un
plato de cabrito que los dos comparten, listos y sin hambre esperan varias
horas para que una volqueta les pare- Él chofer a donde van- Ella (sonriente) a
Cajamarca- Móntense atrás en el platón. Viajan la noche entera, para protegerse
del aire frío se tapan con sus sacos de dormir. Al llegar a la población se dan
cuenta que están completamente untados de aceite quemado, al bajarse encuentran
un económico hotel a pocas cuadras de la plaza de Armas y en la calle del Batán
con Chancha Mayo. Lo primero que hacen botar la ropa en una bolsa y bañarse refregando
cada uno el cuerpo del otro y con trabajo logra sacarse todo ese aceite. El
primer día van por una muy buena carretera viendo potreros llenos de vacas
lecheras y el bus donde van lo deja en la entrada de una ruta sin pavimentar,
sufriendo el viento helado que remueve el polvo llegan a la pequeña loma donde
están las pequeñas cuevas donde ella aprovecha a los turistas para hacerle
retratos, y el les vende sus cuadernillos de poemas; al día siguiente van
montaña arriba a los Baños del Inca donde alquilan una pileta cubierta que está
con gravados Incas donde se aman, al llegar ya casi oscureciendo. En el momento
que se despiertan- Flua (mirándolo acostado) tengo un presentimiento que paso
algo con mi familia- Acaso que te estas imaginando- No aguanto esta
incertidumbre voy a llamar. Sale cerrando la puerta y al salir del hostal
enfrente encuentra un centro de telefonía, desde una cabina telefónica marca el
número del domicilio de sus padres, le contesta su padre diciéndole que su
madre está para morir. Ella sale desesperada y al llegar llorando abre la
puerta del cuarto- Él (viéndola lagrimear) que pasa, porque estas llorando?-
Ella maldita sea me tengo que ir ya que mi madre está muy enferma- Te vas a
separar de mi- Me toca no tengo otra opción- Te extrañare- Yo también, pero nos
volveremos a ver- Te amo- Yo lo mismo nunca antes sentí lo que me embarga
ahora, ayúdame a ordenar mi mochila . El le ayuda a poner todo dentro de la
mochila y salen con destino del terminal, al llegar compran el boleto sin
demora y al esperar el bus se besan de tal manera pero el bus por los altoparlantes
es anunciado que Flua se tiene que subir, ella ve a través de la ventana a su
amigo que no para de llorar y llorando ve como Pablo va desapareciendo de la
escena ya que el automotor se aleja.
NO HAY RAZON DE SER
Este cuento que aquí sobre este papel dejo la
huella, ocurrió en los años ochentas en la Guerra de Perú y Ecuador.
Camilo Zúñiga siendo de Cali, llega a Tumbes a
la frontera en bus de una empresa ecuatoriana. Al bajarse como son no más que
las cinco de la mañana, siente un frío húmedo que tiene que sacar de su morral
la chaqueta, sale del Terminal si a este lugar se le puede denominar de este
modo. Agiliza sus pies llevando sobre su espalda su mochila, atraviesa la
avenida que esta simplemente llena de huecos y en pésimo estado, al único
restaurante que ve en la zona. Al
sentarse sobre una vieja silla ocupando una delas tantas mesas pide a la señora
un desayuno que en su debido momento va comiendo lentamente mientras ve la
aurora. Ya en la claridad toma una moto taxi de tres ruedas el cual lo lleva a
la emigración ecuatoriana, al llegar se entera que esta cerrada, hace la cola
detrás de tres sujetos y unas señoras. Al rato llegan un grupo de oficiales que
uno de ellos con la llave abre la puerta de entrada, para que los otros
empiezan a atender, ve que avanza la cola. En el momento que le están sellando
el pasaporte- Él policía (con cara de odio) usted va a ese país, tenga cuidado
que lo pueden matar. Al volver al centro de la ciudad al hacer el cambio de
Sucres a soles, se dan cuenta que lo quieren estafar y reclama logrando un
cambio justo. Camina con dirección de la frontera, al pasar el puente hay una barricada
de cada lado, sale custodiado para entrar al Perú de la misma forma. Que apenas
se ríe del absurdo y busca una moto taxi que lo lleva varios kilómetros de la
frontera en plena vía de Aguas Verdes, hace sellar la visa de entrada pero se
da cuenta que el policía lo mira como el anterior del Ecuador y vuelve a reírse
en la misma cara del hombre. Toma otra vez el mismo moto taxi que lo deja en la
fea ciudad y comienza a averiguar en la larga avenida donde están ubicadas las
diferentes empresas de buses, cual sale primero y con el precio más favorable.
Prefiere Ormeño que lo deja en su propio terminal. Antes de montarse deja su
equipaje, ve que lo meten en la bodega con las cosas de los demás, al entrar
ocupa el puesto de la ventana y fresco debido al aire acondicionado ve como el
bus arranca entre una vegetación tropical, viendo palmeras de coco, aislados
cultivos de banano y plátano, en pocas horas el bus llega a la aridez del
desierto y de noche el bus se detiene en la Terminal de Trujillo donde aprovecha
para bajarse y comer algo, con la panza llena vuelve a ocupar su mismo puesto,
a pesar del retraso el bus sale y rápidamente toma la carretera Panamericana. Él
se duerme para despertarse en las cercanías de Lima, sin saber dónde está. El
bus va cruzando calles, avenidas y a pesar del tráfico llega al Terminal de la
calle Chipaca con av. Veintiocho de Julio. Se baja, Ya con su mochila se dirige
a la calle, apunta en su libreta la placa del taxi donde se monta, este coge la
av. Arequipa para luego meterse, en la av Camaná y por último la Girón Junín
donde se baja en frente del monasterio San Francisco con la mochila colgada de
sus hombros, toca el timbre del hotel y un señor bastante canoso le abre la
puerta- Siga por favor- Tiene alguna habitación- Tengo disponible la 203, 206 y
210- Por cábala deme la 206- Quiere que lo acompañe a la habitación- No hay
necesidad ya que conozco este hotel creo que desde la otra vida, mentiras es
que he venido tantas veces- Tome la llave. Sube escaleras arriba y en el
pasillo de pared naranja encuentra la habitación, abre la ventana para ver el
patio interior, se da una ducha y descansa. Ya más relajado sale a la sala y se
sienta a leer un libro de poesía de César Vallejo, exactamente el poema La
cólera, muy concentrado alguien le dice algo ininteligible, al voltear ve de
pies a cabeza a su antigua amiga Liliana García la pintora- Él (parándose) como
así que estas por aquí?- Tal cual- No lo dudo, pero sentémonos. Se sientan-
Ella ( con la mano quitándose un pelo rubio de la frente) por que razón estas
aquí- Por ninguna razón, simplemente quiero ir al Cuzco- Que coincidencia porque
estoy pensando en lo mismo- Entonces vámonos juntos- me parece excelente idea,
además no vamos a estar solos que en esta clase de viajes a veces resulta muy
aburrido- Si es llanamente así, pero tenemos que celebrar ahora mismo este
encuentro- Totalmente, que tal si vamos a cenar a un restaurante árabe que está
muy cerca de aquí- Me parece bien, vamos. Salen del hotel al doblar se
encuentran la calle Jiron Junín y caminan media cuadra para que entren en el
restaurante que está repleto, un mesero los guía a una mesa libre y sin demora
les muestra la carta- Liliana: que tal el plato Beduino- Magnifica idea, pero
que será?-Averigüemos- El mesero ya se han decidido- Camilo: como es el plato
Beduino- Lleva queches en salsa de maní, ensalada y tarta de calabaza- Liliana
(mirando a su amigo) me suena que es magnífico- no pensemos más y pidámoslo- Tráiganos
ese plato- Me demoro más o menos veinte minutos- Camilo si no es más está bien-
Liliana: cuéntame de tu vida en Bogotá, sobre el asunto de la pintura- Para que
recordar esa ciudad si estamos en Lima- Tienes razón- Siempre con ganas de
salir de la ciudad ya son muchos años enclaustrados, quiero aire libre y vos…-
Sigo en Barcelona, pero quiero volver a vivir en un sitio apartado de Latinoamérica-
Veo que estamos en lo mismo- Y si vivimos juntos- Eso no es tan fácil ya que
cada uno de nosotros tiene sus propios pensamientos. Pero eso no quiere decir
que no seamos combatibles, hay que encontrar un punto medio. En esa cala el
mesero que los sorprende con un muy decorado plato. Ella (probando) que colores
y que manjar, de verdad que está exquisito- Si te llevo en tu opinión porque es
una suprema delicia. Al rato acaban chupándose la boca. Camilo: ahora por que
no vamos a la zona del Callao, a uno de esos buenos bares que existen allá- No
queda muy lejos- En taxi deben ser tal vez un poco más de media hora- Vamos. En
la misma calle el vuelve a tomar el número de la placa del taxi- Al montarse- Ella
(al oído) ve que eres bastante prudente, aquí en esta ciudad he visto tantas
cosas feas que no me fío de nadie y de nada- El chofer toma la avenida Abancay
y se traslada a la avenida Gabriel Mejía y detiene el vehículo en la zona de
los bares. Se baja primero él y luego la ayuda dándole la mano- Siempre fuiste
un buen caballero- Si las buenas costumbres no se deben perder, trato siempre
de conservarlas porque lo bueno es añejo como el vino- Estas más allá de lo
cierto. Se ríen- Ella donde vamos a entrar- El (rascándose la cara) nosotros
somos amantes del buen rock, en ese de ahí suena buena música- Entremos. Se
sientan y piden dos cubas libres. En el momento surge un hombre que lleva el
pelo amonado y una gafas oscuras- Ella: Fernando García que haces aquí- Hermana
que bien que estoy aquí con Guritos, Carla, el viejo Juan y con su novia que es
limeña y que ni por el putas sé cómo se llama, vamos a la mesa carajo que este
encuentro hay que celebrarlo a lo grande. Llevando los asientos van hasta la
otra mesa- Gurus: hermana como así y con el loco de Camilo no lo puedo creer,
cuando llegaron y dónde están? - Calma que estoy embotada de la alegría, esto
no se puede creer- Mira (abrazándola) estamos en el hotel España cerca de la
plaza de Armas- Gurus (al oído) que bueno que estas con Camilo, yo sé que
siempre él te fascino- Es el ser más tierno e inteligente, es una lumbrera y un
pintor que hace unas cosas surrealistas maravillosas, claro que me voy a hacer
la difícil para atraparlo, no mentiras para tener con él algo hermoso- Así se
habla- Fernando: que están planeando las brujas de mis hermanas- Gurus nada,
simplemente nos estamos poniendo al corriente de las cosas- Fernando (abrazando
a Camilo) queremos rock. Y se viene con toda la fuerza Led Zepelin con Stairway
to heaven y todos bailan, tema tras tema de la legendaria agrupación inglesa
hasta quedar volteados en el alcohol, ya en la primera hora de mañana se
desencuentran para regresar a sus respectivos lugares, al otro día sintiendo
una tremenda resaca se despiertan Liliana en la cama de Camilo abrazado con él-
Ella (tomándose la cabeza) dónde estoy? En la habitación que me asignaron en
este hotel España- Que coño hago aquí- No te acuerda que vomitaste hasta no
decir y que te tuve que traer cargada hasta está cama- Para nada me acuerdo que
enlagunada- Es que tomamos y tomamos como locos- Pero la pasamos por lo que me
acuerdo súper- Te acuerdas que nos encontramos con Fernando, Guros, Carla, Juan
y con otra gente que no me acuerdo sus nombres- Si claro, pero que mal que no
sabemos dónde están hospedados ellos- Ni idea. Se ríen haciendo tal alboroto
que alguien toca la puerta, pero al abrirla Camilo no encuentra a nadie- Ella
que hacemos?- que tal si está noche tomamos el avión a Cuzco- Pero primero tráeme
alguna pasta que me quite este dolor de cabeza- Mira aquí tengo está aspirina- Dámela
por favor. Ella de un solo envión se la toma con un vaso de agua, al rato- Ya
estoy mucho mejor- Ve y vístete que yo hago lo mismo. Ella sale del cuarto en
instante regresa con unos vaqueros y una camiseta azul y llevando su mochila, él
se está terminando de vestir. Ella se sienta y le ayuda con el resto. Ya listos
toman el taxi y el como siempre apunta la placa, ya en el aeropuerto compran
los tiquetes en la compañía Peruana de aviación y después que en una cafetería
comen emparedados con cerveza, abordan el avión que rápidamente toma la pista
para tomar altura, ver una vista del desierto y mirar que entran en el
altiplano. Para descender entre montañas en el aeropuerto de Cuzco. Al poner la
escalera descienden al piso donde en la edificación y entre montones de gente
sin demora recogen sus respectivas mochilas, toman un taxi que los lleva por la
avenida Sahpi al centro de la ciudad, para que los deje en la plaza de Armas. Viendo
la catedral de la compañía de Jesús, caminan llevando su mochila en sus
espaldas por la calle Márquez y al andar tres cuadras, en la cuarta encuentran
el hostal Monte Carlo, sin problemas toman una habitación que da a la calle-
Ella (sentada sobre la cama) que viajecito, pero me parece extraño estar en
esta ciudad- si te doy la razón por las veces que he venido a sucedido ambigüedades,
la última vez que vine hable con un sujeto de aspecto muy indígena en la plaza,
claro lo note como extraño. Me sito al día siguiente a un lugar que al buscarlo
me di cuenta que no existía, pero al ir en la noche a un restaurante lo
encontré sentado. Me acuerdo como llamarme Camilo que llevaba un poncho, en un
momento que fui al baño al regresar lo halle vestido con un abrigo de piel, en
el momento que empecé a comer me acuerdo que era arroz con pollo me halle como
en una nebulosa, al terminar con el contenido del plato gire la cabeza en la
dirección donde él sujeto estaba y presencie como se esfumo en el ambiente-
Pero eso que me acabas de contar ya es como para una historia de ficción, a mi
simplemente se me perdían cosas pero las volvía encontrar, aunque en otros
lugares- No tienes hambre- Sí que tengo- Vamos a ver que restaurante podemos
encontrar abierto. Salen al frío de la calle Márquez, al doblar por la calle
Heladeros encuentran una pizzería- Ella quieres pizza- No me parece mala idea- Entremos.
Se sientan y piden cada uno una pizza distinta y una botella de vino, esperan
sintiendo el calor del horno que ven en la distancia. Sin esperar mucho el
mismo mesero en una tabla les trae las pizzas y una botella de vino argentino,
vertiendo una considerable cantidad en dos copas- Liliana (disfrutando) que
pizzas más deliciosas- Y el vino tiene un bouquet muy fuerte, como me gustan
los vinos. Lentamente comen y van brindando. Al acabar no se sabe de dónde sale
el mismo hombre que describiera Camilo, tal cual con el rostro de indígena y
con el poncho. Ellos inundados del vapor del vino ven como se para, pero la
curiosidad puede más que su voluntad y al pagar lo siguen hasta la plaza de
armas donde al verlo sentado se sientan a su lado sobre una banca viendo el
monumento de Atahualpa, él extraño inca con un movimiento de toda la extensión
de sus brazos hace que el monumento se corra unos metros. En el momento que
aparece entre las nubes la luna se para haciendo un gracioso gesto, para ir en
sentido del satélite atravesando la plaza y ven con sus propios ojos como
desaparece en el ambiente. Ellos reaccionan- Liliana si estos ojos no hubieran
visto lo que acaba de acontecer no lo creería- Pero sentiste como perdimos la
voluntad y lo seguimos como a su antojo- Si sentí completamente lo que acabas
de decir, porque no vamos a la pizzería a ver si alguien vio al indígena.
Vuelven al establecimiento y al entrar vuelven a ver al mismo indígena con el
mismo poncho sentado muy acomodado rodeando una mesa, que al verlos con sus
labios sonríe para reírse con una manifestación burlona y se desvanece. Ella:
por la actitud de la gente me doy cuenta que somos los únicos que lo vemos, que
podemos hacer para que alguien nos crea- Antes que nos tilden de locos vámonos
a dormir. Fin.
PERDIDOS EN LAS MONTAÑAS
Carolina Balvi siendo una muchacha que se
dedica al andinismo, que viene esa dedicación heredada de sus padres que fueron
pioneros en la Argentina de este deporte extremo. Siendo muy joven escalo las
cimas del Aconcagua, y de otras cumbres menos altas del continente.
Ella que al llegar desde Lima en bus al
pequeño pueblo de Patvica donde se encuentra con el grupo que suele cada temporada
escalar las cumbres andinas, toman la vía que une la costa con Pucalpa, para
llegar a las alturas de la ciudad (Blanca) de Huaraz y se establecen en la
plaza de Armas, para ir directamente al hostal de la familia Meza. Esa misma
tarde entre todos preparan el equipo de alta montaña y compran los alimentos
requeridos para tal expedición.
Con la primera luz de una fría mañana, llevando
en sus respectivas mochilas su equipo para escalar la cordillera blanca. Al
salir después de un nutrido desayuno ocupan un pequeño bus de una empresa de
turismo, yendo por las estribaciones de la cordillera por una peligrosa ruta
destapada, los lleva al sitio denominado Huarsillo. Que es una meseta que se
abisma en las profundidades del caudaloso río Santa, ellos al observar desde la
altura donde se encuentran la profundidad del cañón por donde pasa el río; para
ver en la otra dirección las montañas que están cubiertas de una espesa niebla.
Decididos a ganarle terreno a las alturas salen por la ladera que de apoco
empieza a empinarse y al encontrarse con la neblina se atan con sogas unos a
otros para no perderse entre sí. Andan pisando sedimentos de roca y avanzando
el día deciden establecer el campamento en una ondulación que está a unos tres
mil quinientos metros sobre el nivel del mar. Entre todos arman sus tiendas de
campaña especiales para la nieve y con una estufilla de gas preparan un atollado
de trigo con carne de res- Carolina (viendo a su compañera Natacha) como
sientes la comida? Un poco desabrida- Y vos- para mi le falta un poco de
cocción. Un hombre de unos cuarenta años llamado Humberto- Ustedes las mujeres porque
siempre están inconformes- Liberia (que es una chica de cabello colorado, que
está haciendo su segunda salida) No te refieras a mí porque para mi la siento a
mi gusto, no sé por qué ustedes se quejan- Claudio (que es de descendencia
chilena, mirando a su novia Camila) verdad que a este atollado le falta algo-
Camila le falto espesar un poco- Nano (que siendo Tucumano posee un semblante
indígena) comamos tranquilos que para que nos vamos a complicar la vida- Martha
(que es la única peruana) no sé por qué chistean si la comida está buena-
Liberia: ahorrémonos las palabra y disfrutemos de este alimento- Humberto
sonriente, viendo a Daniel que está concentrado en su plato) y vos a que se
debe que siempre estés tan callado- Por que para mi todo está bien, los del
problema con la comida son ustedes, más bien quien tiene la linterna que ya casi
va oscurecer- Carolina esperen que voy a buscarla a la tienda. Ella al rato
aparece con la linterna encendida. Al acabar con el contenido de los platos ven
despejarse el cielo para ver la inmensidad de las estrella, pero esto dura tan
solo unos minutos ya que regresa la bruma- Carolina: no puedo más del
cansancio, me voy a dormir. Con ella se van a la tienda el cara de indígena,
Natacha y Humberto- Camila (tomando la mano de Claudio) vamos a dormir. Martha
a pesar del helaje se queda sola pesando en las diferentes situaciones que
enmarcaron el día, para que bostezando se vaya a la tienda donde duerme la
pareja, en el momento que entra al escuchar los ronquidos de Claudio se acuesta
viendo el costado de la tienda cubriéndose la cabeza con el impermeable.
En la primeriza luz de la mañana, al chocar el
viento con la estructura de la tienda produce como un silbido. Abre los ojos la
Balvi. Al primero que ve es la cabeza un poco canosa de Humberto- Ella (fuerte
para que la escuchen) ya es hora de despertarse, vamos arriba- Natacha al desperezarse,
le toca la espada a Nano y a Liberia- Él (con pereza) ya nos vamos- Liberia:
acaso que hora es….- Carola: son las seis, pero salgamos que hoy tenemos un día
duro. Al Salir ven a Martha, a Camila y a Claudio que están preparando el
desayuno y todos se prestan ayudar. Con el desayuno listo todos comen sentados
sosteniendo el plato entre sus piernas. Al acabar entre los ocho levantan el
campamento, y cada uno se va poniendo su mochila, empiezan andar ascendiendo la
cuesta viendo una panorámica completa mente desolada, al llegar la niebla todos
se toman de la misma soga, y sienten la nieve que cae lentamente para que
empiece a manifestarse una terrible tormenta que los deja postrados entre la
nieve, al querer intentar caminar todos se van a una grieta dejando al ambiente
sin un rasgo de existencia. Fin.
PERDIDO EN LA CIUDAD
Yo que acabo de llegar a Lima por primera vez
a una asquerosa Terminal, al llevar mi morral me siento inseguro al ver cada
personaje, abordo un taxi con una extraña matricula, por intuición ya que
considero que en el centro de la ciudad puedo conseguir un hostal que se
acomode a mi presupuesto- Le digo al conductor que me lleve a la plaza de
Armas. Este hace avanzar a esta chatarra por avenidas y largas calles, yo no sé
si por equivocación, oh más bien me vio la cara de huevón me lleva a otra
plaza, al bajarme me doy cuenta que no me a dejado en esa plaza que le dije, ya
que sobre el pedestal no veo la razón de un arma, si no al otro libertador de
la parte sur del continente el comandante San Martin. Como quiero ir a la plaza
que le dije a ese malparado conductor, le pregunto a una señora pero se hace la
de la vista gorda, está vez le pregunto a un señor que por su pinta parece
recién salido de la oficina- Camine por esa calle que se llama Girón de la
Unión que lo llevara donde pretende ir- gracias. Camino y como encuentro un
hostal decente se me ocurre tocar la puerta- Al rato aparece una señora que
amablemente me dice: desea ver alguna habitación- Por su puesto. Me hace subir
al segundo piso al abrir la puerta encuentro una habitación limpia con una
cama, una pequeña mesita y con una mínima ventana. De una vez pongo mi mochila
a un lado de la cama y le cancelo lo de la noche. Como considero que es
temprano, al bañarme me siento con todas las fuerzas, me visto con otra ropa
limpia. En el momento que salgo la misma señora, dándome una tarjeta me dice-
Que tenga cuidado que tarde en la noche suelen atracar. Sin prevención de nada
salgo y muy en mis cabales empiezo a caminar sin sentido por calles, pasando
avenidas y no se por que se me ocurre entrar en un simple restaurante, me hago
servir un cebiche que lo halló sin sabor, pero igualmente me lo como. Al
pararme con la intención de pagar, de frente me encuentro un viejo amigo- Él
desde cuando estas en Lima?- Desde esta mañana- Sentémonos que este encuentro
amerita celebrarlo. Volvemos a la misma mesa donde estaba hace un rato, Nos
hacemos servir un par de cervezas de litro las cuales las tomamos hablando del
viaje- Él (al terminar) vamos a ver unas amigas que seguramente deben estar por
aquí cerca, caminamos de un lado para el otro y no sé cómo llegamos a la plaza
de armas, nos sentamos a observar las palomas- Él parecemos dos viejitos, que
tal si buscamos un establecimiento para seguir bebiendo. En primera instancia
entramos a un sitio lúgubre que al ver tan horripilantes mujeres, nos echamos
hacia atrás- Yo que tal si nos quedamos- Él menos mal que no, de lo contrario hubiéramos
salido sin nada- Entonces busquemos otro lugar. Caminamos y al ver un lugar de
donde salía un viejo tango, no dudamos y entramos en un ambiente lleno de humo
de cigarrillo. En el momento que nos sentamos, viéndolo a él me dispone tal
mareo que no comprendo cómo no me voy de bruces, sintiéndome mejor pedimos cerveza tras cerveza
que vamos tomando acompañados de la melodía. Al salir bastante ebrios veo al
amigo que toma un taxi y yo me quedo con la soledad, sin saber dónde estoy y
mucho menos sin tener idea de dónde queda el hostal. Me busco los bolsillos
encuentro algunos sentimos, pero nada de la tarjeta. Torpemente camino y en una
calle me salen dos hombres que me apuntalan con cuchillos- Tranquilos. En su
propia caras me les enciendo de la risa- El más grande de los dos asaltantes- Deme
lo que tenga y al vaciar los bolsillos solo salen las monedas que no sirven
para nada y me vuelve a dar el mismo ataque de risa. Entre los dos me sujetan y
uno me saca las zapatillas y él otro la chompa. Al irse los bandidos reacciono,
al mirar donde estoy, no me oriento y como loco comienzo andar sin importarme
nada, menos que me encuentre descalzo y con un poco de frío. Camino de un lugar
a otro, doblando calles. Ya cansado me apoyo en una puerta y por esas
casualidades de la vida me doy cuenta que es la puerta del hostal. Al tocar la
señora abre y al entrar este espécimen, la señora se sonríe como si hubiera
entrado el mismo Charlee Chaplin en persona.
Fin.
TODO UNA DESGRACIA
La Tales y el Tales Después de haber visto
todos los sitios arqueológicos, después de un día de puro reposo. Llegan al
aeropuerto, ella llevando su nueva mochila que él le regalara y él cargando su
vieja mochila. Ya que de antemano unos días adquirieron los boletos, con la
intención de viajar a Lima. En el control descargan las mochilas, ven que pasan
por una especie de corredor eléctrico para que en un carrito las lleven al
avión. Suben, el sosteniendo su equipo de fotografía por las escaleras
eléctricas a la enorme sala de espera, al sentarse una voz femenina anuncia por
los parlantes que están distribuidos en la amplitud del aeropuerto, que el
vuelo de Aéreo Perú no podrá salir por mal tiempo hasta nueva orden- El tales
(que está abrazado de la Tales)¿ mi amor que hacemos? Que podemos hacer si no
esperar- Por ¿que no vamos a una cafetería al menos a tomarnos algo?- Me parece
magnifica idea- Entonces que esperamos, vamos. Bajan las escaleras eléctricas,
en el amplio pasillo ven una cafetería donde no dudan en entrar, estando en el
interior abordan una mesa- En menos de nada un mesero con corbatín y cara que
ocultara algo) está es la carta- Él Tales no la necesitamos lo que queremos es
un par de cafés- Claros o oscuros- Ella uno y uno- Perfecto ya se los traigo.
Al rato viene otro mesero- Para ustedes son estos cafés- Él Tales: claro que
si. Se lo toman mirando a las diferentes personas que entran y salen del
establecimiento. Ya sin nada en los pocillos salen a caminar por los diferentes
lugares del aeropuerto, viendo los diferentes artículos que exponen cada almacén-
La Tales: estoy cansada me gustaría sentarme- Entonces subamos a la sala de
espera. Al volver encuentra una aglomeración de gente que hace un ruido
impresionante, al sentarse escuchan la misma voz femenina diciendo que deben
abordar el vuelo de la empresa Boliviana de aviación con destino de la Paz,
todos empiezan a salir para abordar el avión quedando pocas personas- Ella será
que el vuelo fue suspendido por mal tiempo, aquí o en el aeropuerto de Lima-
Por lo que veo debe ser en el aeropuerto de Lima, si no hubieran anunciado el
vuelo de la Paz- Ella (abrazándolo) Que hacemos?- Que tal si leemos poesía-
Pero quien lee- Me da igual- La Tales: entonces empiezo yo- El saca del
bolsillo de su campera un libro de un tamaño normal y al entregárselo empieza
la lectura de la obra poética de Alejandra Pizarnik, se concentran en la
firmeza de esa poesía, va leyendo con su melodiosa voz varios poemas y al
cansarse ella se lo da para que siga leyendo él, pero al leer poema tras poema
hace exactos comentarios. Ella (al ver que ya culmino el libro) tengo hambre,
que horas serán- Espera que le pregunte a esa señora- Él va al lugar de la
señora- Por favor puede decirme la hora- La una menos cuarto- Gracias. Él
volviendo a sentar- Sabes qué hora es?- Son las una- Estas equivocado ya son
muy poco para la tres de la madrugada- Que pasara con el vuelo- Vamos y
averiguamos. Siguen al puesto de información- Ella: ya se confirmó la salida
del vuelo de Aéreo Perú- Se demora por el mal tiempo que está haciendo en Lima,
cualquier novedad al respecto la anunciaremos- Ellos gracias. Ella definitivamente
siento un hambre terrible- Es que no venimos preparado para esto- Vamos a ver
si hay algo abierto. Hacen el mismo que hicieran hace ya varias horas, solo
encuentran un lugar abierto que venden Coca Cola y biscochos- (viendo la
vitrina) Ella que biscocho quieres- Ese de chocolate- Yo che quiero ese de
dulce de leche- La señorita En que les puedo servir- La Tales: deme un biscocho
de ese y otro de aquel- Perfecto algo más?- La Tales: y dos Coca Colas- Bien
puedan y se sientan. Comen con toda la calma del mundo y al acabar- Ella ahora
tengo frío- Lastima que no traemos con nosotros más abrigo, yo también siento
el frío- Vamos otra vez a la sala de espera al llegar ella se sienta encima de
él- No te peso- No para nada, tu eres muy liviana. Al rato la misma voz- El
avión con destino de Lima de la empresa de Aéreo Perú saldrá a las cuatro empunto,
está confirmado- No estás cansado de cargarme- No para nada- Me preocupa que nos durmamos y
perdamos el avión- Si quiere duérmete que yo estoy pendiente. Al ser la hora la
misma voz de mujer anuncia el vuelo- Él (viendo que la Tales tiene los ojos
completamente cerrados- Mi amor tenemos que abordan el avión- Ella (desperezan-
dose) enseguida me levanto. Ella se quita de encima de él y se para, que al
tomarse de las manos vayan al muelle, al salir a tomar la escalera sienten un
frío cortante, detrás de varias personas van subiendo lentamente, que tienen
que esperar sintiendo un frío que los doblega, pero en solo instante al subir
la escalerilla le muestran los boletos a una azafata y se introducen en el
avión- Ella que puestos tenemos- Él 44 y 45, caminan y sin dificultad
encuentran los puestos que les corresponden y ella se sienta al lado de la
ventanilla y él en el puesto continuo. Viendo unos puestos desocupados una voz
de mujer amarecen los cinturones que el avión va a despegar. El enorme aparato
toma la pista para que en instantes despegue y tome vuelo, sobre vuela la
ciudad y ella ve las diferentes luces que desaparecen al alejarse el avión, en
instante ella no ve absolutamente, sino al contrario siente los movimientos del
avión que ella se asusta- Él tomándole la mano- Por- que no te duermes….- Si
pudiera. El tiempo pasa y ven surgir entre la espesa niebla las luces de Lima y
en instante sienten al decolar el avión, el contacto brusco con la pista y el
avión parquea enfrente de la edificación del aeropuerto, En el momento que se
detiene la gente comienza a pararse y en cuestión de instante entre dos hombres
hacen rodar la escalerilla a la puerta del aparato, se bajan en perfecto
silencio para ir a la bodega donde después del gentío que va tomando sus
valijas, ven las dos mochilas que al tomarlas se la colocan sobre la espalda y
sosteniendo el maletín- Ella me muero de hambre- Busquemos un restaurante o
algo parecido. Caminan viendo los diferentes lugares que están cerrados, para
que más adelante vean un pequeño restaurante- Ella (presintiendo algo que va a
pasar) Entramos aquí- Él no veo otra opción. Entran y ven a una señora- (con
cara odiosa) Que quieren, tengo desayunos especiales- Cuanto cuestan quince
soles. Los dos se miran- Ella no le parecen caros- Si no les gusta así, puede
salir por donde vinieron- Él Tales: está bien tráiganos dos- Me demoro- La
Tales: ojala que no sea mucho tiempo, tenemos un hambre terrible. En la espera
ven entrar a dos hombres de gabardina semejantes a detectives. Al rato la
señora trae los desayunos que derramando algo de uno de los cafés, los coloca
sobre la mesa- Ella (tomando el tenedor) buen provecho- Él lo mismo para ti mi
amor. Empiezan a comer concentrados, en menos de nada sienten mirando a su
compañero dos revólveres sobre sus cien- Uno de los hombres de gabardina-
Parecen en silencio pero si hacen un movimiento que no es, aquí mismo los
matamos. Se paran, él que le apunta a ella le saca el canguro al Tales y toma
la mochila nueva y apuntándoles- si se atreven a perseguirnos o intentan hacer
algo los matamos como a pollos. Corriendo se retiran.
Ella (tomándose el rostro y haciendo muecas de
dolor) que hp, como es que en un aeropuerto que se supone que es lo más seguro,
los delincuentes asalten a la gente- Él tales: usted señora esta confabulada
con los ladrones- A mí que- La tales (llorando) nos han sacado el laburo de
tres meses- El tales (golpeando la mesa) usted es tan delincuente como ellos
por ser cómplice de los ladrones, ya mismo vamos a llamar a la policía. Sale el
cargando su vieja mochila abrazando a la Tales que no para de llorar. Al ver un
policía- Él (haciendo un esfuerzo para tranquilizarse) en ese restaurante con
la complicidad de la dueña nos robaron seis mil dólares, mi equipo de
fotografía y la mochila nueva de ella con sus cosas- Yo que puedo hacer más
tarde pueden poner la denuncia- Ella (a gritos) como así que usted siendo
policía no puede hacer nada, entonces quien puede hacer algo- Si me siguen
ultrajando los pongo en la cárcel, hay si van a sufrir. El polizonte alzando
los hombros se va por el otro lado- Él Tales (mirándola a ella) sentémonos y tranquilicémonos,
que así como estamos no podemos hacer nada. Fin.
UNA EXTRAÑA OBSERVACIÓN
Lucia después de un intenso viaje desde Lima,
sale del hostal con la única consigna la de estirar sus piernas, sale del
pueblo viendo como el viento remueve la tierra árida, regresa por donde vino al
centro de la pequeña población y al entrar al restaurante ve los pelos rubios
de su amiga Susi, se abrazan- Como así que tú por aquí, si la última vez que
nos vimos fue en Cuenca y eso hace más de tres meses- Si esa última noche que
nos vimos, decidí cambiar los planes o sea que en vez de ir al norte iría al
sur- Porque? -Por la sencilla razón que mi hermano esta trabajando en un
proyecto en Santiago y quiero verlo- Entonces vas para Chile- Claro, pero no
adivinas con guíen estoy- Con Carlos- No, con el estuve en Lima- Entonces por
qué tanto enigma- Con Marcela y Gonzalo- Donde están?- Fueron a cambiarse al
hostal, pero seguramente estarán en unos minutos aquí en el restaurante ya que
nos citamos aquí. En esas llega el mesero- Les traigo la carta- Susi: estamos
esperando unos amigos cuando vengan lo llamamos- Lucia (dirigiéndole la mirada)
Ya fuiste a ver las famosas líneas’- Mañana pensamos ir- Voy con ustedes- Que
bueno sería- Susi (sacándose el pelo de la cara) cuando llegaste- A lo mucho
hace tres horas y vos?- está mañana muy temprano. En esas llegan Marcela y
Gonzalo acompañado de otra pareja. Ellos al ver a Lucia van donde ellas, que de
inmediato se levanta y los tres se abrazan- Marcela: que bueno verlos- Gonzalo:
estas muy bien, mira ellos son Felipe y Laiza vienen viajando con nosotros. Se
saludan de beso- Susi: siéntense que voy a llamar al mesero. Ella va a una
especie de barra y al verlo lo llama- Este en que le puedo servir- Tráiganos la
carta a esa mesa- De inmediato voy. Ella se sienta en el mismo lugar. El mesero
aparece- Esta es la carta. Al rato Lucia- yo quiero pastas a la carbonare- Susi:
yo quiero arroz con pollo, Marcela (viendo a Gonzalo) te parece que pidamos una
carne a la plancha y la dividimos en dos- Perfecto- Marcela (volteando la
cabeza en dirección del mesero) A nosotros nos trae una carne a la plancha y
doble ensalada- Felipe: a nosotros nos traes dos pescados a la plancha y doble
ración de ensalada- El mesero me demoro un poco. Susi (viendo alejarse al
mesero) mañana entre todos alquilamos una avioneta para poder ver las líneas-
Gonzalo: nos vemos aquí a las nueve de la mañana- Todos sí. Al traerles el
mesero uno por uno de lo que pidieron, van comiendo en tremenda algarabía-
Marcela (haciendo caras) parece que no tuviéramos hambre porque nadie se atreve
a modular alguna palabra- Susi: no puedo más, alguien me ayuda a acabar estas
pastas- Gonzalo: yo se las recibo- Marcela: es un comilón, yo he acabado esta
carne y él ya se está comiendo las pastas de Marcela- Gonzalo: es que ella está
a dieta- Marcela: a dieta estará otra persona- Lucia: si se refieren a mí, yo
simplemente estoy en un tratamiento, no puedo comer ciertas cosas- Felipe: esto
se está volviendo un cuento chino- Laiza (tocándole el rostro) por qué razón?-
Por lo absurdo. Al acabar después entre todos pagan la cuenta, sale cada uno a
su destino a descansar.
A la mañana siguiente llega Lucia viendo a
Felipe que está sentado solo, leyendo un libro de ciencia ficción- Ella: muy
concentrado en la lectura- Él dejando el libro: como dormiste de maravilla, y
los demás…-Ya vendrán. Al rato aparece Laiza (con una moña que le envuelve el
cabello) Hola cuál es tu nombre que se me olvida?- Simplemente dime Lucia. Casi
al instante llegan los demás- Susi: como durmieron parados o sentados- Laiza:
yo acostada ya que no puedo de otra forma. Todos se ríen- Felipe: todo con
ustedes se vuelve absurdo, decidámonos todos por un mismo desayuno si no de
aquí saldremos mañana- Susi: qué tal si pedimos huevos revueltos para todos-
Gonzalo. yo voto si- Laiza: yo opino lo mismo. Cuando llega el mismo mesero del
día anterior- Felipe: tráiganos huevos revueltos para todos y se me ocurre que
tres jaras con jugo de naranja- Marcela: eres un atrevido porque sabes que a
todos les gusta el jugo de naranja- Es de suponer que es muy solicitado en los
desayunos- Lucia: no discutan por estupideces. El señor trae las tres jaras, el
pan y la mantequilla, para traer de a poco los huevos revueltos. Comen
rápidamente para que única mente quede Lucia- Susi (haciendo gestos para que
coma más de prisa) vos pareces un pajarito comiendo. Ella al acabar se para-
Ahora que Susi se burló de mi manera de comer, ella seguramente va a pagar la
cuenta- Ustedes cara de que me están viendo. Entre todos cancelan la cuenta y
salen. Caminando viendo las distintas construcciones- Marcela pregunta dónde
está el avionetero- Felipe: esta si que está de las uvas- Lucia (señalando)
seguramente ese señor sabe de donde parten las avionetas- Gonzalo: esperen que
yo pregunto. Atraviesa la calle y todos ven que él hablan con el señor, al
volver- Esta bastante retirado vamos en taxi. Toman el taxi y entran llevando
los hombres cargadas a las mujeres sobre las piernas- El conductor donde los
llevo? Felipe al aéreo tales, donde están las avionetas que hacen las líneas-
Laiza: no hacen ningunas líneas, simplemente las vuelan- El chofer: para un
buen entendedor cortas palabras. El vehículo Sale y a las pocas cuadras se
estaciona al lado de la pista- Felipe: si hubiera sabido que eran tan pocas
cuadras me hubiera venido a pata, Gonzalo: a la persona que le pregunto
seguramente seguro que sufría un complejo de lejanía- Laiza: que hombres para
criticar- Él porque no te pusiste una bermuda mas corta, bomboncito- Cansón porque
no me dio la gana. Todos se rién- Lucia: entremos a la oficina para que nos
informen todos los detalles del viaje. Al entra ven a un hombre bastante
menudo- Felipe: será que este mismo nos vuela- Susi: seguramente- El señor
(apoyando los brazos en el viejo escritorio) si me hablan todos a la vez no
entiendo- Felipe: somos ocho no nos hace un precio especial- Si hacen los dos
recorridos los llevo por la mitad- Susi: cuanto entonces saldría por cabeza-
Esta suma- Lucia: no lo rebaja un poco más- Me es imposible- Gonzalo: hacemos
el viaje- Laiza: ya que vinimos hasta aquí hagámoslo, por que guíen sabe si
habrá otra oportunidad. Todos: bueno. Entonces paguen y vamos a la avioneta-
Lucia: no podemos pagar después- No tiene que ser ahora antes de hacer el
recorrido- Susi: que desconfiado es este señor- No ven que ya me la han hecho-
Felipe: son tanto por cabeza. Entre todos reúnen la suma estipulada y sin más
quejas se la entregan al señor- Ahora si vamos a abordar la avioneta. Abren la
puerta y aparecen sobre la tierra tres avionetas- El señor suban a está
avioneta. Se montan Lucia y Susi como acompañantes del conductor y los
restantes atrás, el pequeño aparato despega para ir ganando altura, toma el
sentido del oriente y sobre vuela cada figura- Felipe (mofándose de su gracia)
que extraña esta cultura, que sentido tiene que hayan hecho estas enormes
líneas y que solo se vean desde cierta altura, acaso alguien los llevaba y les cobraba,
o lo contrario como a nosotros y por adelantado. Gonzalo: solo a vos se te
ocurre eso- Lucia: no será más bien que tenían contacto con extraterrestres-
Susi (abrazada de Marcela) todo es posible, pero nada es determinante. La
avioneta maniobrando pasa por él río que está completamente seco, para cambiar
el sentido al oeste donde pasa para ver lo que se entiende cómo una ave, hace
lo mismo para sobre volar con mejor observación una enorme flor, un lagarto, un
mono y otras figuras para volver aterrizar en el mismo punto de partida. Fin.
UN VIAJE INESPERADO
La primera impresión que sentí al bajarme del
taxi que me trajo del Terminal. Fue que al caer la noche en este centro de
estas construcciones de piedra y de adobe, están invadidas de fantasmas. Lo
cerciore en el momento que voy caminando
en busca de algo para hospedarme, al querer doblar por la pequeña plaza me encuentro
de frente a Paulina, en vez de estrellarme con su rubia figura la beso
saboreando esos labios sensuales- Ella no lo puedo creer, si la última vez que
nos vimos fue en esa juerga en Bariloche el año pasado. Veo por la mochila que
llevas en tu espalda que estás buscando hospedaje- Para nada estas equivocada-
Te voy a llevar a mi hostal- Yo (mirándola con ganas) acaso me vas hacer subir
alguna pared de estas, mira como están de altas las ventanas- No seas necio
dame esa mano que te llevo. Terminamos de doblar por la calle Arequipa para
llegar justo a la esquina donde se ve la construcción colonial del hostal, al
tocar nos abre una joven que carga un pequeño niño- Te presento a mi amor
Lucas- Yo (pensando ya me quiere comprometer) mucho gusto- La joven porque
nunca me contaste que tenías un enamorado- Debido a que lo había perdido, pero
ya lo encontré ya que eso es lo más valido- Paulina me va diciendo: ven por
este lado. Subo acompañado de ella por unas escaleras muy empinadas a la forma
de la colonia española, tomamos un amplio corredor donde se extiende como un
cuadrante rodeado de puertas y ventanas, viendo abajo el enorme patio- Yo
mirándola le digo- que esto no vaya a ser un monasterio y que cuando te quiera
llevar no lo permitan- Sé que tiene la apariencia de eso este lugar, pero
quédate tranquilo que es un hostal. Mi amor me crees- Creerle a la más
inverosímiles de las chicas es peligroso. Ella se ríe- Síguete riendo con esa
risita de brujita que me vas hacer desaparecer- Eso nunca ya que te quiero ver,
palpar y besar. Estrechamos los labios en un estridente beso. Ella sigamos que
ya estamos llegando. Al detenernos abre la puerta para encontrar un espacio
completamente blanco, provisto de varios camarotes donde arriba alguien que está
cubierto con las mantas está durmiendo- Siéntate aquí. Me siento- Yo le
pregunto desde cuando estás aquí en estos lares Cuzqueños- Desde hace una
semana que quiero irme a Machu Picchu pero siempre hay algo que me detiene- Yo
quiero irme mañana, si quiere vamos….- Si ya es hora, además con la ayuda de tu
voluntad sé que me voy. Yo tomándola para abrazarla- Me quiero bañar- Ven y nos
bañamos- Al ver que se despoja de su ropa, van apareciendo sus terribles encantos.
Me proyecto en lo que esto viendo, al yo sacarme todo y al ver que con la llave
abre el agua caliente a pesar de que el baño lo va invadiendo el vapor, la estrecho
contra mi cuerpo para que nos invada el gran chorro de agua, y la llevo
suavemente a conectarse con mi cuerpo. Al sentir el agua ya fría decidimos por
nuestros propios medios salir del choro y ella cierra con la llave el agua. Nos
vestimos y al entrar en calor salimos del baño donde encontramos a una
pelirroja que se está poniendo el pulóver- Paulina (mirándola a ella) te
presento a Raquel- Yo (viéndola con mis ojos de ciruja) No me vas a decir que
no eres de la Plata- Como lo sabes- Porque te mire en una fiesta en la casa de
Patricio- Ya me acuerdo, no lo vas a creer porque él está aquí- A dónde? Salió
muy temprano no se para dónde- Yo (sin creerlo) como es posible que voy a ver a
ese hijo de puta- Paulina (dirigiéndome la mirada) vamos a comer algo que me
invade el hambre- Que hacemos vamos. Nos despedimos de la amiga de un beso,
salimos rodeando el gran corredor y bajando salimos tomados de la mano haciendo
una extraña vuelta. Tomando la calle Loreto para ver en una de las tantas
calles coloniales un letrero: restaurante. Yo- Entramos aquí- Por que no. Seguimos
a dentro del local de un gusto insípido ya que de sus paredes cuelgan carteles
de paisajes europeos, nos sentamos rodeando una pequeña mesa. Pedimos dos
platos del día, nos traen una deliciosa sopa de verduras, que contrasta con el
segundo que es una carne que se asemeja mucho al plástico con una ensalada y un
arroz de un mal sabor. En el momento que terminamos siento que alguien me toca
la espalda, al voltearme veo justo el rostro de Patricio- El que ¿haces aquí?
Nos estrechamos como dos viejos amigos las manos- Ya te contesto pero por favor
siéntate- Entonces dime….- Que te digo, que vengo bajando de Colombia y que por
una de esas casualidades casi me estrello con esta bella mujer- Él como estas?-
Muy bien, sobre todo muy feliz ya que me creo afortunada al estar con este bárbaro
de mierda- Tenes razón la última vez que lo vi, en ese momento lo vi saltar
sobre una mesa, claro como es lógico la volvió mierda - Yo donde fue eso que no
me acuerdo- Él que vamos hacer con este individuo si está muy loco- Yo pero no
me has dicho donde fue lo de la mesa …- En la plata en el bar del marinero- Si
te refieres a esa noche todos estábamos pasados de tomar ginebra- Ahora si te
acuerdas- Yo claro, siempre por más ebrio que este me acuerdo de absolutamente
todo, no quiero perder la conciencia- Paulina: cambiemos de tema, vamos a ir
mañana a Machu Picchu….- Yo ya lo tengo decidido- Patricio: si voy con ustedes
y les digo a los demás- Paulina (dirigiéndole la mirada) a qué horas y como
vamos a ir- Apenas nos despertemos- Yo paguemos y vamos a dormir.
Al hacer una fresca madrugada siento las manos
de ella que me acaricia y los labios que me besan, Al salirnos de la cama ella
prende la luz iluminando todo el lugar- Patricio se levanta y le quita las
cobijas a Raquel- Porque me descobijas- Boluda ya es hora de irnos. Todos nos
levantamos, sin merodeos nos bañamos y el frío hace que nos vistamos. Todos
listos armamos los morales inclusive otras personas que no conozco- Raquel les
presento a Mauro, a la Flaca Corina, a la risueña María Rosa- Yo (preguntándome
de donde salió tanta gente y volteo el rostro en dirección de donde están
todos) quien invoco a todos estos personajes- Paulina (palpándome el trasero)
quien más si no Raquel- Ella: entre más vamos a hacer más divertido- Paulina: qué
carajo pasa que no nos movemos. Salimos escuchando el sonido que produce los
pies al moverse sobre las tablas del piso, ya en la calle entre todos tomamos
un taxi, pero al ver que no entramos todos en el pichirilo, tomamos otro con
más capacidad que al entrar todos, los hombres llevamos en las rodillas a las
mujeres. Repleto como estamos- Él chofer donde los dejo?- Paulina donde empecemos
a caminar por el camino del inca. El señor sale de la ciudad tomando la ancha
vía y nos deja en donde empieza o termina el sendero. Bajamos yo voy diciendo:
no dejen salir al taxi que tenemos que comprar los alimentos para los tres días
de camino- Paulina: mi amor que es el más loco, pero a la vez es el más cuerdo-
Raquel: no se vaya señor que tenemos que ir a comprar comida- Rosa: como no se
nos ocurrió en el Cuzco- Corina: siempre cuando hay mucha gente todo se hace un
quibombo y se olvidan las cosas esenciales- Yo: que despelote tenemos que
desenredarlo para volverlo armar, quienes van a ir en el taxi al mercado a
comprar lo que vamos a necesitar para cocinar- Raquel: ve vos con alguien más-
Quien quiere ir con migo- Rosa: yo voy- Yo (mirando de reojo a Paulina) vamos.
Entre todos reunimos el dinero para las compras- Me subo adelante y las chicas
se sientan atrás. El conductor toma la vía Nueva Alba y llegamos al mercado-
Paulina: espérenos que rápidamente compramos las cosas. Adquirimos con las
mamitas legumbres, algunas frutas, arroz, aceite, pastas y pan. En cuatro
enormes bolsas que con dificulta llevamos entre ellas y yo al auto. Al llegar,
los demás nos ayudan a bajar las bolsas y nos repartimos entre todos los víveres,
que acomodamos cada uno de nosotros en la respectiva mochila- La Flaca Carina:
que pesado que esta la mochila- Mauro: si antes pesaba ahora mucho más. Empezamos
a caminar con cuidado para no resbalar en el barro, vamos entre la floresta por
el camino de piedra viendo el pasar de las nubes por el cañón- María: detengámonos
un momento que no puedo más- Yo: digo pero si hasta ahora estamos empezando la cuestión-
Se sientan sobre las piedras viendo las verdes montañas en un silencio
meditativo- Raquel (poniéndose otra vez el morral) seguimos. Todos la imitamos
y con nuestra carga en las espaldas andamos por el camino y al andar un par de
horas nos detenemos en una ruina que por la forma redondeada de la construcción
se asemeja a un templo, la cual cada uno da su versión de los hechos. Seguimos
circulando por el sendero de piedras sudando gracias al sol que nos
encandelilla para mirar el paisaje de una extraña manera, en una prolongada
cuesta se nos adelanta un grupo de gringos que solamente los vemos desaparecer
de nuestra vista. Al hallarnos en una explanación decidimos acampar en las
únicas carpas que tenemos. Los hombres nos encargamos de conseguir agua, la
leña y de encender el fuego; las mujeres de pelar las papas, de adobar la carne
y hacer la ensalada. Estando el fuego encendido en las únicas ollas entre todos
ponemos a cocinar las papas, y con palos hacemos especies de trinchetes.
Comemos con las manos y llenos nos metemos en las carpas y estando adentro nos
introducimos dentro de los sacos de dormir.
Muy temprano nos despierta un maullar que
nunca antes había escuchado, cuando salimos de las carpas nos cercioramos que
son unas llamas cargadas con sacos de poliéster- Paulina y yo vamos a un
nacimiento de agua y lavamos todo lo que usamos en la cena la noche anterior.
Nosotros dejamos que entre los demás hagan el desayuno, mientras nosotros nos
subimos sobre una enorme roca a contemplar el paisaje de montañas. En ese
trance la Flaca viene hacia nosotros- Vengan que el desayuno está listo.
Sentados disfrutamos de un buen chocolate, del pan casero hecho por las mamitas
del mercado, luego vamos al mismo nacimiento entre ella y yo lavamos los platos
dejándolos relucientes. Con todo listo entre nuestras mochilas empezamos una
nueva jornada de camino, andamos a pesar del tiempo frío viendo las extrañas
piedras, y llegar de frente de una ruinas incas que impresionantes como armaban
cada lugar poniendo piedra milimétricamente sobre piedra, ya que no conocían el
cemento. Al seguir nos toca pasar lomas que suben y bajan para ir bordeando una
enorme montaña donde la visión es obstruida por la niebla, al descender
directamente la luz del sol nos entrega un paisaje alucinante muy verde donde
decidimos parar escuchando lo que seguramente es un río. Descansamos comiendo
algunas frutas- Mauro: da la voz de que tenemos que seguir, Con algunas
protestas continuamos nuestro andar por el camino de piedra mirando todo lo
verde que tenemos alrededor, en un lugar de un barro amarilloso vemos en el
firmamento muy distante lo que podría ser un cóndor, al ver que no está más
seguimos la trayectoria del camino, al ver una especie de construcción nos
internamos en el lugar y vemos en las ventanas hechas de las mismas piedras el
río- Raquel que tal si buscamos un sitio para acampar- Paulina (apoyada en uno
de mis hombros) no puedo más. Todos nos miramos sin modular palabra, decidimos
armar las dos carpas, como estamos abatidos por el cansancio nos comemos lo que
queda del pan, de las frutas y nos vamos a dormir.
Al otro día adoloridos por el esfuerzo nos
cuesta levantarnos, Pero al poner los pies entre todos hacemos una sopa que al
comerla nos reanima. Caminamos la parte más dura ya que se trata de una larga
subida, muy abajo al parecer vemos las ruinas de Machu Picchu que están
enclavadas en la montaña. Al caminar bajamos tanto que no sentimos los pies,
pero llegamos ante las ruinas y toda la experiencia vivida se esfuma en el
momento que tenemos que pagar lo que es demasiado para un latinoamericano y al
ver tantos turistas que con sus cámaras se apoderan del lugar quitándole la
magia al reino de los Incas. Fin.
CUENTOS CHILENOS
LAS CARTAS DE AMOR DE UN POETA
Luciano con la cara de los que no quieren
saber nada de nada, que está sentado en la banca de la calle peatonal viendo
las palomas que volando van de un lugar a otro, algunos niños que con sus manos
les dan copos de maíz. Él que tiene que ver a los amigos de Pinochet para que
le den ese maldito visado, pero que tiene el pelo largo más allá de sus
hombros. Piensa como hacer para pasar inadvertido. Muy decidido a enfrentar los
obstáculos ya que esta ciudad de Tacna no le inspira nada interesante, se
levanta poniéndose sobre sus espaldas su mochila, toma la avenida bordeando el andén
y viendo el ir venir de los autos, de los camiones. Al caminar muchas cuadras
llega a la casa de el consulado chileno, anqué le cuesta entrar ya que tiene en
la cabeza los genocidios de los militares, se decide al traspasar la puerta lo
que parece un militar- Viene por la visa- Él (con cara de serio) si a eso
vengo- suba por esas escaleras que en el segundo piso queda la oficina. Hace lo
indicado y al entrar en el amplio espacio ve sobre un hombre vestido de militar
una inmensa fotografía del tamaño de un poster donde sale el general Pinochet
abrazado a lo que podrían ser sus nietos- El militar cuanto tiempo va a
permanecer en Chile?- El tiempo necesario para llegar a Argentina- Le voy a dar
tres meses, pero no se puede meter en política y mientras permanezca en el país
tiene que adaptarse a las leyes- Así lo hare- Deme su pasaporte- Lo saca de un
bolsillo de la mochila y se lo entrega para que el oficial le ponga el sello de
admisión con la fecha- Él tipo bienvenido a Chile. Baja pensando que no fue tan
complicado como suponía, al estar afuera le pregunta a una señora que está
entrando al consulado- Perdón señora como me puedo dirigir a la Terminal-
Camine una cuadra en ese sentido, que por ahí pasa el bus- Camina por donde
dijo la señora y se para en la esquina poniendo la mochila sobre el piso, al
ver el bus se la vuelve a colocar en la espalda y al detenerse el vehículo se
sube agarrando un segundo puesto y pone la mochila en el otro asiento. Ve las
diferentes calles y el desierto por donde toma el bus, y al pasar lo que podría
ser un basurero el bus se detiene al frente de la construcción del Terminal, se
bajan las pocas personas, seguidos por él- Le pregunta a un muchacho sobre el
bus que va Arica- Mire allá afuera, es ese de color azul. Camina y al verlo
lleno ocupa la única silla libre, el bus arranca por el desierto viendo la
carretera como si estuviera mojada, pero sabe que es el efecto del terrible
calor. En el momento que llegan a la aduana el bus se detiene, después de todo el
mundo pasa llevando su mochila por una especie de registradora, dos militares
le sacan todas sus cosas y encuentran dos libros de poesía y un cuaderno- Uno
con cara de idiota- de que son los libros: de cocina y al abrir el cuaderno
encuentra una hoja de un árbol- Él otro la hoja queda retenida con nosotros porque
a este país no se puede ingresar nada vegetal- Él (poniendo cara de inocente)
no sabía- Puede seguir al bus. Pone ordenadamente las cosas en su mochila al
ver y tener hambre en una caseta compra con su único dinero una empanada
chilena que subiéndose al bus va llenando su barriga. El bus vuelve sobre la
carretera en medio del desierto, toma una vía aledaña que al ver el Pacifico lo
bordea, al llegar a Arica la ciudad de la eterna primavera el bus recorre una
avenida que en el medio está llena de palmeras como la apodan los gitanos de la
fortuna. Al bajarse con el calor de noviembre en la Terminal le dice a un grupo
de pasajeros de un colectivo que si lo bancan para poder llegar al centro- Un
señor de más edad- Entre que yo respondo por su pasaje- Al llegar al centro ve
la concurrencia que va una feria de artesanías, él sin pena ni gloria va donde
una artesana que tiene una mesita- Me puedes prestar la mesita- Ya que no la
estoy usando utilízala nomás. El saca su cuaderno y arranca una hoja, con su
buena letra grande pone: se hacen cartas de amor, comerciales y de todo tipo-
De inmediato se acerca una chica muy guapa con lágrimas en su rostro- Mi pololo,
necesito una carta de reivindicación ya que me dijo que no me quería más. La necesito
que sea muy convincente. Él rápidamente le hace una carta muy poética, que
cuando la lee la chica queda deslumbrada por las palabras- La chica usted
escribe muy lindo, cuanto le debo? Simples mil pesos- Aunque le parece costosa
la carta se los da; enseguida viene un señor también lagrimeando- Por favor hágame
una carta que vuelva a conquistar a mi mujer- él le hace la carta, que el señor
al leerla queda deslumbrado por las palabras poéticas- Cuanto le debo….-
quinientos pesos. Todo el día escribe cartas de todo tipo que acaba extenuado-
La chica usted tiene éxito con la gente, que es lo que hace- Escribir cartas de
amor, sociales, de negocios- No me escribe una a mi madre- Voy a comer algo ya
que de lo contrario voy a morirme- No se muera a dos cuadras hay un restaurante
es lo más económico que se consigue aquí en Arica- El camina lo que la mujer le
dijo, entra y al pedir le sirven una sopa de pescado y peces rey, sale y vuelve
donde la chica de la mesa y en menos del paso de una nube le escribe la carta
para la mama- Ella usted posee un hermosa virtud y escribe como un dios- No es
para tanto, me vuelve a prestar la mesa. La coloca en el mismo lugar y de
inmediato viene una bella mujer acompañada de otras tres- Usted por casualidad
sabe leer la mano- Él ese arte se llama quiromancia, deme la palma de la mano.
Ella la coloca sobre la mesita, él viendo las líneas de la mano y el aura de la
chica ya que tiene este poder- Usted es muy sensible por eso la gente se aprovecha
de usted, tiene problemas con su mamá y quiere conquistar a un joven que sufre
de hipertensión- Ella (con cara de aterrada) como supo todo eso de mí y que
soluciones me da….- Él (mirándola fijamente) primero puedo descifrar las líneas
de las manos y la aura de las personas, y por sus ojos también puedo descubrir
cosas. Le recomiendo que hable con su mamá, que trate de compréndela por- que
hay un hombre que le hace daño, más bien aconséjela ya que ese personaje solo
se está aprovechando de ella; sobre su conquista le aconsejo que se ponga ropa
de color verde ya que ese color lo dominara- Ella usted es sabio cuanto le
tengo que pagar?- Por las cuatro les hago un descuento- La más alta aconséjenos
y yo quiero una carta para decirle a alguien que lo amo. Él viéndoles los ojos,
el aura les dice los problemas y les da la solución. Al acabar de aconsejarlas
le hace la carta, que ella al verla queda de una sola pieza- Una de las chicas
usted parece un santo- No está equivocada lo santos son amantes del sufrimiento,
yo solo amo a la vida. Al querer terminar con un hombre, se presenta una mujer
completamente de negro luciendo una larga falda y sandalias de cuero- Espere
que termino de escribir la carta para el cumpleaños de la mujer de este
caballero y voy con usted, al recibir de sus propias manos la carta la lee con
tanto fervor que termina abrazándolo- Cuanto le debo- Nada- No usted es un excelente
escritor recíbame estos cinco mil pesos- Se los recibo pero con la condición de
que lleve o haga muy especial para ella- Él señor gracias y le entrega el
billete- La joven quiero que me haga una carta para el funeral de mi marido,
llora y llora- Él le escribe un Bello epitafio, y una carta de recomendación
para la otra vida- Que ella al leerlas se desmaya- Entre la artesana y él la
alzan para ponerla suavemente sobre el suelo- La artesana que le dijo para que
la chica se desmayara- No nada tan impresionante, solo hice lo que ella quería,
que fue hacerle un epitafio a su novio muerto y una carta de recomendación para
la otra vida- Usted parece que es de otro mundo- Soy Caribeño de Providencia- Allá
tomo algunos cursos para ser mago- No soy ningún mago solo tengo poderes para
escribir, ver el aura y los ojos de las personas. Que vamos hacer con la chica-
Llamar a los pacos o alguna ambulancia- Los pacos son familiares de usted- Aquí
a la policía la tratamos con ese modo despreciativo por que han matado mucha
gente y son criminales en potencia- Entonces no lo llamemos, más yo trato de
reanimarla. El se agacha y le toma el pulso que lo tiene débil, le da unos
masajes en la nuca y ella al rato abre los ojos- Dónde estoy?- En la calle, no
se acuerda que usted me dijo que le hiciera- Ella (interrumpiéndolo) Ya se. No
me ayuda a levantar- Como no. El con tacto la
toma de la cintura y la ayuda a parar- Usted es increíble no me acompaña
a mi casa- Si me espera a que ponga la mesa en su sitio y recoja mis pocas
cosas. Al terminar la cuestión él toma su mochila, para que ella ante la mirada
de la artesana se apoye en su espalda- Donde queda su casa?- Tomemos ese taxi.
Le ponen la mano para que el conductor saque por la ventana la cabeza- Donde
los llevo? - Ella a la avenida Pedro Valdivia, exactamente al polideportivo. El
señor toma una de las calles para desembocar en la avenida de las palmeras y
voltea para estacionar el automóvil en frente de las canchas deportivas, se
bajan y ella abre la puerta de un elegante edificio, Al entrar viendo a toda
una concurrencia reunida descarga la mochila poniéndola sobre un tapete persa-
El padre (mirándolos como extrañado) ahora si te volviste loca, como traes ese
harapiento de cabello largo al apartamento que viviste con tu marido- Éste
lugar es mío y él no es ningún harapiento es un poeta- Que es eso? Una persona
que tiene unos dotes para amar al mundo, de un poder personal que lo ejerce en
lo que quiere, pero sobre todo en la escritura- De donde sacaste esa
terminología?- De leer, de ver al mundo y de eso que solamente es para personas
distinguidas como mi marido fallecido y este enorme poeta- La señora: No me lo
presentas- Soy Luciano mucho gusto- Ella: yo soy Daniela, ella mi suegra Ana.
Mi padre lo quiso deshonrar. Ella reúne a la gente- (sacando del bolsillo de la
falda el papel y con voz sonora) Qué punzante estoque/ retenido/cachito de mi
corazón/casi nada: el hilo interior/ aguzado sobre las cosas,/ sobre el cielo
de tu dedicación, porque te fuiste de mi lado hacia la muerte. Ahora voy a leer
el epitafio, que dice así: Yo asisto a tus sombras ya que camino sobre el
acecho de tu corazón, en la adulación leo tus pensamientos y recorro el reposo
sobre los límites erectos de esta muerte prematura.
Ella muy pálida llorando se desvanece sobre el
suelo y todos los presentes al tratarla de socorrer la rodean- Luciano: por
favor apartasen que la van asfixiar, que yo me encargo de este asunto. El con
suma suavidad le hace unos masajes en la nuca que de inmediato la hace reaccionar
abriendo los ojos, y la ayuda a sentarse- Esta criatura necesita absoluto
reposo y necesita los cuidados de alguien- Ana yo me encargo, los demás que se
vayan. Al salir todos se quedan la muchacha, la señora Ana y Luciano- El llevémosla
a que se recueste en su cama- Luciano no te vayas- No me voy a ir. Entre la
señora y él la llevan dejando que se sostenga de los hombros a la cama, Luciano
abre todas las ventanas con la intención que entre y circule el aire- La chica:
abra pescado- Ana: miremos en la heladera. El joven y la señora hallan varios
pescados con la cual hacen una sopa y con el resto agregando otras cosas hacen
una nutritiva comida, Él sosteniéndola con sus pies de apoco le va dando
cucharadas de la sopa que esto rápidamente la vigoriza dándole energía, que al
sentirse mucho mejor come con ellos en la mesa- Ella: no sé cómo pagarte lo que
has hecho por mí- No me tienes que retribuir, por la mañana después que descanse
tengo que seguir mi camino- Te vas a ir….- Soy libre, te aconsejo que no tengas
más apegos y que te liberes buscando lo que más vale que es la libertad- Ana
eso es buen consejo, en mi caso ya lo necesito gracias.
Él descansado en la mañana toma un bus que lo
deja en la calle peatonal donde están los artesanos, vuelve a pedir la mesa y
vuelve a colocar los letreros, como no viene nadie inspirado aprovecha de
llenar el cuaderno con bellas poesías, al terminar compra otro cuaderno que al
escribir y al terminar el quinto poema ve que un montón de gente que le hace
cola, a la medida escribe carta tras carta para ver que él último es el mismo
padre de la muchacha viuda que lo trato mal- El señor: le debo una disculpa por
que usted es un caballero, tome estos cincuenta mil pesos- El no se los puedo recibir-
Se lo ruego recíbalos, que gracias vuestra dedicación mi hija esta como nueva,
yo lo quería premiar pero ella insistió sobre la recompensa- Si es así los
tomo- gracias, aquí en Arica tiene una casa. El señor se retira y el encuentra
la mirada de una hermosa joven, que se para mostrando su cuerpo que esconde en
un colorido vestido mapuche, moviendo su pelo negro azabache se postra sobre la
silla que él está sentado- Ella (con una voz dulce y clara) lo estado
observando desde ayer y hoy no le he podido quitar los ojos de encima- Me dejas
perplejo ya que eres supremamente bella. Ella se queda callada mirándolo como
si ella fuera su musa y al rato- Me gustaría que me escribieras en este mismo
momento algo para mí. El sin decir nada se apoya sobre la mesita y empieza
escribir el siguiente poema : Se muy bien lo que soy, como en sueños capaz / de
mezclar tinta en el agua / que tiñen el sol con amor / de este sentimiento que
al verte / quiero palpar al menos tu sombra / , con frases que te haré conocer
/ porque la sombra llena tu alma / que es quien te define / te conozco a partir
de este inmenso instante/ ya que en este manantial interno reconozco al amor.
Lo lee sin dejar de entregarle su mirada y al terminar ella le toma las manos-
Puedo ser tu musa, llévame ahora y no me abandones. Él se para y en compañía de
ella le entrega a la artesana los dos enseres y le dice que si le puede guardar
la mochila. Se despide. Ella lo toma de la mano y enlaza los dedos con los
suyos, lo quía pasando la plaza de una catedral vieja construida en pura
madera, lo lleva por el museo de arte donde están colocadas varias esculturas
futuristas de tubos y alambre que hacen perfectas telarañas, hiendo por la
avenida donde divisan los espolones hechos de cemento con formas perfectamente
geométricas; para que por la misma vía al pasar una zona de bares y de
discotecas encuentren abajo de la avenida la playa. Bajan por una escalerilla a
la arena, que al querer estar solos antes de bordear la playa se quitan los
zapatos para dejarse mojar los pies por el mar, al llegar al otro extremo
encuentran un mundo de rocas invadidos por millones de gaviotas blancas. Se
sientan a contemplar el espectáculo del millar de gaviotas que vuelan
desafiando enormes olas.- Ella: yo soy de Coihaique de origen araucano ya que mis
padres son originarios de esa tribu, me llamo Ojo de flecha o mi nombre español
es Lautara. Cerrando los ojos encuentran sus labios en un cósmico y ardiente
beso- Él: Yo soy Luciano, soy de la providencia del nadaísmo, mejor dicho
ciudadano de ninguna parte- Pero donde naciste? En el mundo- Te respeto que lo
creas de ese modo. Al ver que está oscureciendo- Ella: ven por este lado que te
llevo donde tengo la tienda. Vuelven a la playa y al subir a la venida, ella lo
guía por un estrecho sendero y distante de la gente donde ella tiene su carpa.
Ella saca varias cosas de comer como queso, pan y jugo de ciruela, satisfecho
se entregan al proverbio del amor.
A la siguiente mañana después de que recojan
las mochilas y armen la carpa que ella introduce entre sus cosas toman un bus
que los deja en el desierto y se ponen a echar auto-stop. Fin.
UNA COMVOCATORIA
Dos amigos que han viajado por diferentes
lugares del planeta se encuentran en Buenos Aires donde reside Eduardo, ya que su amigo Néstor vive
en ciudad de México. Los dos en el departamento de la calle Florida planean
hacer un viaje desde la ciudad de Salta atravesando un sector único de la
cordillera de los Andes al pequeño pueblo de San Pedro de Atacama. Para esto
hacen toda una movida pegando carteles en las diferentes facultades de la UBA (universidad
de Buenos Aires), en algunas estaciones del subte. Al contar con poco tiempo se
les une Gabriela un chica algo excéntrica que cursa Antropología, Oscar que es
un nato investigador, Libé como le llaman sus más conocidos que termino hace un
par de años artes, Danta que empezó muchas carreras pero que no termino ninguna
y que es un verdadero aparato, Luís que estudió filosofía pero se dedica al
periodismo..
Una de esas típicas tardes se reúnen en
Retiro, entre todos compran los boletos y después de un largo viaje llegan a la
bella ciudad de Salta, donde se les une Daniel que es menudo colombiano de un
pueblo de la región cafetera. En las dos siguientes mañanas después de hacer
los preparativos: como de comprar comida y de reunir un equipo apropiado para
escalar. Alquilan entre todos un campero que los deja en las estribaciones del
nevado Poquisi de donde empieza los verdaderos peligros, ya que pasan por
varios desfiladeros, Van atravesando la cordillera, la primera noche establecen
el campa- mento en una explanada- Néstor
(sacándose las botas, volteando la vista en dirección de viejo amigo) hasta aquí toda va muy bien, viendo el
mapa de aquí para adelante tenemos dos opciones por donde ir, cual piensas vos
que es la mejor opción?- Viendo que tenemos el clima en nuestro favor,
considero que vayamos por el camino antiguo- Entonces ya está decidido. En esas
llegan Libe y Gabriela- La última vamos a buscar leña. Caminar por una parte
agreste donde encuentran una pequeña arboleda- Libe si logramos agarrar esas ramas
de aquel árbol tendremos suficiente leña. Néstor (viendo de frente a Gabriela)
si te hago pata scout seguramente te apoyas en esa rama verde y arrancas
aquellas ramas secas- Ella intentémoslo. Él pone sus manos agarradas de tal
forma que ella pone el pie y apoyándose de la espalda llega hasta la mencionada
rama y quiebra dos enormes ramas secas que al caer se impactan contra el suelo
rocoso, ella con la ayuda de él se baja. Eduardo lo lograron, con esta dos
ramas tenemos leña para hacer la comida y de paso calentarnos. Los cuatro
llegan donde están los demás picando las verduras- Daniel (con sus lentes
redondos) veo que trajeron leña, ahora lo que hay que hacer es conseguir tres
grandes piedras para poner la olla y fácilmente haremos la fogata. Entre Danta
y él van a buscar las piedras que encuentran por doquier, las colocan para que
Luís y Oscar se encarguen de ir cortado las ramas para ponerlas una sobre otras
y encenderlas- Gabriela (mirando Néstor) me acompañas a buscar agua. Salen
llevando un embace plástico por el sendero al escuchar una torrente de agua,
sin problemas llegan al pie de una caída de agua- Ella (al mojarse las manos)
esta helada- Néstor seguramente viene de algún pico, si no dé a donde más. De
vuelta ven la olla con el arroz y al grupo rodeando el fuego con el único propósito
de calentarse. Gabriela cuantas tazas de arroz hay en esa olla- Libé (tratando
de esquivar el humo) hay tres tazas y media- Entonces pongo el doble que son
siete tazas- Danta (con las manos prácticamente en el fuego) exactamente esas.
Cosido el arroz, Néstor le agrega dos latas de atún, tomate picado y lo
revuelve para servir en los platos, comen viendo como se está extinguiendo la
luz del día. Al acabar se presenta un cielo enmantado de estrellas- Danta: si
me pudiera comer todas esas estrellas- Daniel: veo que quedaste con hambre-
Solo es un decir- Luís: que tal si te las comieras- Pues primero sería una catástrofe
universal y segundo cagarrias chispas. Todos se ríen- Eduardo: está mujer es un
aparato. Se quedan contemplando el firmamento- Danta (viendo a Eduardo apoyando
la cabeza con el codo y roncando) Eduardo ve a dormir a la carpa- Si ya mismo
me voy a dormir. Se para y es seguido por los demás.
En el amanecer con los primeros rayos de luz
se despierta Néstor, que sale con el restante de leña de la noche anterior y
hace una fogata que con una vela lo logra rápidamente encender, los demás
sienten el humo y salen de la carpa- Danta. soñé que la carpa se caía en un
abismo- Libé: con razón te escuche gritar- Eduardo: yo no sé qué alegabas, ni
con guíen- Luís: no tienen frío, que tal si aprovechamos el fuego y ponemos
hacer un chocolate- Libé: la idea está buenísimo, si me acompaña Gabriela que
ella sabe dónde hay agua- Ella vamos. A la vez van Néstor y Eduardo a buscar
leña, al rato aparecen los unos con la leña y las otras cargando el bidón de
agua y entre los cuatro hacen el chocolate, que toman acompañado por el pan. Al
acabar empieza a caer agua- Eduardo metamos todo entre los plásticos así evitamos
que se mojen las cosas. Entre todos desarman las carpas y meten todo entre los plásticos.
Con la lluvia comienzan a caminar- Néstor (viendo el mapa) tomemos por este lado.
Mueven sus pies por un estrecho sendero viendo la infinidad de montañas
nevadas, el camino que se hace difícil por estar bordeando enormes abismos-
Danta: si nos caemos no nos encuentra nadie- Eduardo: hay que caminar muy
alertas- Danta: solo lo dije para ponerle un poco de humor a la situación- Libé:
cállate aparato. Empiezan una cuesta prolongada y dura- Néstor me voy adelantar
para poner estos garfios y extender la cuerda, miren esa parte de la cuesta.
Eduardo en compañía de su viejo amigo se adelantan ya que tienen la experiencia
requerida para estos casos, suben con cierta dificultad casi sobre una pared
entre enormes piedras para llegar al tope y enganchan los garfios- Eduardo no
escuchaste un maullido- Sí que lo escuche, no será que está rondando por aquí
un puma- Eso es lo que creo- que hacemos- Lo mejor es que nos quedemos quietos.
En esa postura ven un enorme puma que salta de una enorme piedra a otra para perderse
en la distancia- Eduardo: lo viste, es enorme- pero menos mal que se fue, voy a
lanzarle la cuerda a los chicos. El con el cuidado requerido baja a una de las
rocas y le lanza la cuerda que Gabriela alcanza, todos con la ayuda suben donde
se encuentran ellos- Néstor esto que les voy a decir no es para que sientan
miedo, hay que andar con los dos ojos muy bien puestos, ya que vimos un puma
rondar por aquí- Gabriela: que susto ojala que no nos envista. Bajan la montaña
con ese temor para subir rodeando una gran montaña y a los lejos aprecian un
enorme nevado- Néstor si ubicamos ese nevado en el mapa. Al bajarse la mochila
para buscar el mapa siente el enorme gato en sus espaldas que lo arroja contra
una enorme roca, pero con los gritos de todos el puma se asusta y sale huyendo-
Eduardo desesperado va a la roca, lo ve terrible ya que tiene el rostro
completamente desfigurado y al palparle el pulso se da cuenta que está sin
vida- Él (gritando) dios mío. Los chicos del desespero se toman unos a otros y
se lamentan- Gabriela: por favor gordura que no vaya a volver ese maldito puma-
Danta: que hacemos con el cuerpo de Néstor- Eduardo (dolido de dolor) es
imposible llevarlo, tenemos que enterrarlo aquí mismo. Con lo que pueden entre
todos abren un hueco y le dan sepultura- Eduardo (que se hace cargo del grupo y
de la situación) Ahora en adelante tenemos que estar más despiertos, cuando yo
vea que podemos parar paramos, lo mismo para seguir. El viendo el mapa trata de
ubicar el nevado, por la ubicación cree que debe ser el Zapaieri- Tenemos que
ir en sentido este. Por ahora siguiendo esa misma dirección van por un sendero
que va por entre las montañas dejando el imponente nevado atrás, al llegar a
una meseta se detienen- Libé: que tal si acampamos en este lugar- Eduardo: es
perfecto. Entre las mujeres arman la carpa, pero en el momento que van Oscar,
Luís y Eduardo a buscar agua y leña- Libé: que venga un hombre con nosotras-
Danta: no molestes que lo que paso ya sucedió- Oscar: me quedo con ustedes.
Luís y Eduardo al caminar ven una especie de ciprés caído y entre los dos con
la única hacha destrozan parte del árbol y llevan los trozos al campamento-
Eduardo si hacemos una enorme fogata siempre estaremos protegidos de los pumas.
Entre todos arman la fogata y preparan de comer, después de haber comido-
Gabriela: tomémonos todos de las manos y cerremos los ojos ahora pidamos por el
espíritu de Néstor para que se encuentre bien, al terminar el pequeño ritual se
turnan entre todos para mantener el fuego, se van a dormir a las carpas.
La mañana aparece completamente nublada, Los
tres hombres van y hachan otra gran parte del árbol y al ver que el cielo no
abre se quedan todo el día comiendo y jugando al truco.
Al ver que el cielo no se despeja y que tienen
pocos alimentos, deciden entre todos seguir con la excursión. Después de un
abundante desayuno parten con la suerte de que de a poco se va abriendo el cielo,
caminan un largo trayecto y al pasar lo que se asemeja un río completamente
lleno de hielo se presenta quebradizo el terreno y completamente árido sin
vegetación alguna. En una ondulación encuentran un perro que los guía a lo que
parece un cráter lunar y por las características Eduardo se entera que es el
Valle de la Luna. Donde al sentarse a contemplar el paisaje, al detener todos
la mirada en una enorme piedra sale despedida y cae sobre una más grande-
Eduardo: se manifestó el espíritu de nuestro hermano Néstor- Gabriela: si tu lo
crees de ese modo, debe ser por algo. Caminar con dificultad ya muy cansados y
con el último esfuerzo llegan al pueblo pintoresco de San Pedro de Atacama-
Danta: después de la odisea por fin llegamos- Oscar: esto es un hecho, pero si
contamos esta travesía tal vez nadie nos crea. Fin.
PERDIDO EN EL DESIERTO
Me acuerdo como llamarme Andrés que salí muy
temprano de Copiapó con destino de un pueblo llamado el Desierto, con él único
objetivo de encontrar a una antigua amiga de Santiago que estaba desde hace
unos días visitando a su abuelo. En el momento que salí con una indicación
precisa tome un camino rocoso en medio del desierto, me acuerdo que al ultimo
humano que vi fue a un señor que jalaba una carreta, no se con que motivo.
Camine todo él día por lugares completamente inhóspitos, al llegar a un canal
completamente seco donde debía desviarme hacia la derecha, así lo hice pero no
se debido a que no divise como me habían dicho el pueblo, creo que camine sin
sentido por que me vi perdido en un territorio igual y completamente seco. En
el momento que quise saber cual era el norte y el sur me fue imposible
orientarme, muerto de la sed comencé a escarbar un hoyo pero por más que
escarbaba no logre encontrar ni el mínimo indicio de agua, al sorprenderme la
noche en mi delirio todo se tornó frío, que con mi único abrigo que se trataba
de un chaleco trate de aliviar el frío pero cada vez temblaba más. La noche se
me hizo eterna ya que solamente al acostarme veía como una amenaza a las
estrellas, yo no sé cómo logre dormirme porque me despertó los rayos de un sol
que me quebraban la cabeza, empecé a caminar pero al ver que por más que andaba
todo el paisaje siempre era lo mismo, pero aun así no desfallecí en mi andar y
al ver una huella o la marca que al parecer por su diámetro se asemejaba al de
una bicicleta, la seguí con la esperanza de que me llevara alguna parte. Pero
la marca desapareció y trate de encontrarla otra vez aquel rastro. Pero lo
único que vi fue la extensión de pequeñas piedras y arena, al darme por vencido
me senté sintiendo el ardor de los labios y la lengua completamente seca, así
vi llegar la noche que al poco tiempo se nublo ya que dejaron de verse las
estrellas. En esa infinita oscuridad comencé a vislumbrar una luz muy lejana,
no sé de dónde pero saque fuerzas, me levante aunque tambaleaba al caminar. Seguí
por donde venía la luz, pero a la medida que avanzaba se alejaba y en un
momento dado deje de verla. Que me tumbe al suelo y descontrolado estrelle
varias veces mi mano con el suelo arenoso hasta que sangro, mi desespero fue
tal que perdí el sentido de la realidad y que en ese estado de locura mi celebro
comenzó a divagar tantas cosas que hoy no las creo. Sentí que no pasaba saliva
y para empeorar la sequedad cada ves iba en aumento hasta que en un momento me sentí
desfallecer, como no quería morirme me pare pero mis pies no aguantaron el peso
de mi cuerpo, al caer perdí el conocimiento. No sé cuántas horas o que tiempo
paso, cuando en mi nebulosa deslumbre a una señora que recogía yuyos al verme
me tomo una mano al sentir otra mano abrí los ojos y más cuando la vi pensé que
estaba soñando. No sé entre cuantos o si fue la señora que me recogió, lo único
que ahora se es que me estoy recuperándome en esta cama. Fin.
LA APARICIÓN DE LA MUERTE
En una tarde veraniega va Matilde por medio
del verde de la avenida Francisco de Aguirre, mirando las diferentes esculturas
en mármol. Se detiene al frente de una escultura que representa a Afrodita,
ella en su concentración ve que la diosa hace un movimiento para volver a
quedar en la misma posición, pero duda si lo que vio fue verdad o suposición.
Ella gira entorno a la escultura y vuelve hallarse en el mismo lugar y vuelve a
ver a la diosa hacer exactamente el mismo movimiento para retornar a la misma
ubicación. Ella piensa por que esto que vi, acaso me quiere decir algo o que va
a suceder. Retorna a su andar dirigiéndose en el mismo sentido, entre árboles y
las variadas esculturas. Pero al detenerse frente a lo que parece Atenea le
vuelve a ocurrir lo mismo. Ella meditativa piensa: pero cómo es posible que yo
únicamente lo pueda ver y sigue al querer pasar la calle Balmaceda se tiene que
detener por el transitar de los diferentes vehículos, en el momento que el
semáforo cambia de verde a rojo. Al pasar la calle bruscamente se detiene un
vehículo fúnebre y ella en segundos en el ataúd ve al muerto que la impacta por
tener rostro de una belleza casi sobrenatural. Impresionada y temblorosa entra
en un pequeño lugar de onces, se sienta y para salir del paso pide un te, en el
momento que lo está tomando ante su mirada se presenta una antigua amiga- Ella:
que haces por aquí?- Simplemente voy a la
casa de una tía- Pero tú por- que tienes esa cara- Siéntate y te explico:
primero vi a dos esculturas que están en medio de la avenida Francisco de
Aguirre moverse y girar que me impactaron; después al pasar la calle en el
momento que pasaba se detuvo un carro fúnebre y el muerto me lanzo tal mirada
que este hecho me impresiono- Tú estás loca o te esta pasado algo- es fácil decirlo
si no lo sientes, si quieres me acompañas y vemos las esculturas- Pero primero
acabas con el té y vamos. Al ratito salen con destino de la avenida, cruzan la
calle y al caminar- Ella: es exactamente está estatua que se supone que debe
ser Atenea. Se paran de la misma forma que Matilde viera lo ocurrido pero no
pasa absolutamente nada- Alicia: déjate de majaderías y vamos- Porque no te
alejas para ver que pasa- De verdad que me sorprendes pero te voy hacer caso.
Alicia se retira y se esconde detrás de un árbol, Matilde se vuelve a colocar
al frente de la escultura. Esta vez ante sus ojos la escultura gira varias
veces levantando los brazos y los pies como si bailara, se detiene con la misma
postura y en el mismo sitio. Alicia vuelve donde se halla su amiga con cara de
aterrada- Matilde: verdad que viste el movimiento que hizo- Perdona por no
haberte creído pero ahora si que lo confir- mo, por que no vamos a la otras escultura…-
Vamos a la escultura de Afrodita. Caminan y al llegar ven la hermosa escultura
de frente, pero al ver que no pasa nada. Alicia se vuelve a esconder detrás de
otro árbol y ve cuando su amiga se coloca justo al frente de Afrodita que la
estatua girando pega un salto para volver a la misma postura de siempre- Alicia
(al volver al lado de su amiga) lo que no entiendo es por qué si hay otra
persona con vos la escultura no hace ni el menor movimiento, será que tienes un
poder o algo para que escondida suceda lo que mis ojos presenciaron- No lo
entiendo- Nunca te sucedió algo igual?- Para nada, es la primera vez que me
pasa, que hacemos para averiguarlo?- No se me ocurre nada- Vamos a la casa de
mi tía, tal vez allá se nos ocurra algo. Caminan viendo como declina el día y
viendo como las ramas son impactadas por el viento- Alicia que ventaron- ¿Sera
que va a llover?- Imposible. Escuchan el relámpago, al segundo como son
invadidas y alumbradas por la terrible descarga eléctrica- Alicia (con gesto de
impresionada) pensé que ese rayo nos iba a partir en dos- temí lo mismo. Aceleran
el paso y de ese modo llegan al frente de la fachada republicana. Al tocar al
ver que no les abren la puerta- Matilde (mirando a su amiga) parece que no hay
nadie- Sigamos insistiendo. Alicia vuelve a tocar, sienten que abruptamente
abren la puerta y ven a la misma persona pálida como una pared, que viera
Matilde en el vehículo fúnebre para salir corriendo por el medio de la avenida,
al volver la vista hacia a tras ven él tipo que llevando una daga les está
dando alcance, pero al mismo instante ven a la tía y se detienen en frente de
ella- Por que corrían como locas- Alicia: porque alguien o un espectro que salió
de tu casa nos persigue- Pero si no venía nadie detrás de ustedes, como es
posible que alguien las pueda perseguir. Ustedes que son dos muchachas con sus
cabales bien puestos que les está pasando- Alicia: en tu casa te contamos algo
que le está ocurriendo a Matilde- Pero no me dejen sin saber lo que ocurre, cuéntenmelo
de una vez- Matilde es que no puedo saber cómo empezar ya que parece muy inverosímil
y es mejor que estemos sentadas. Caminan, al llegar ante la fachada que esta
alumbrada por el alumbrado público, ven unas extrañas y alargadas sombras- La
tía que sombras más peculiares, nunca vi algo igual. Abren la puerta, van hasta
la sala y al sentarse las tres en el mismo sofá ven sentado al mismo sujeto que
se les apareciera anteriormente y las tres del susto pierdan el sentido. Fin.
TODO POR LA MUERTE DE UNA AMIGA
Siendo una calmada madrugada un hombre que
llegara a la estación de gasolina la noche anterior, se despierta y sale a la
intemperie para que de una vez desarme la carpa, que en segundos la amara en la
parte de atrás de su mochila. Viendo el amanecer abre un paquete de galletas y
las va comiendo escuchando los nuevos sonidos del día. Al ver un camión que
esta cargando nafta se aproxima, se espina sobre el guarda barros- Señor por
casualidad no va hasta Santiago- Si, pero mañana- Gracias. Decepcionado se
sienta y al pasar más de una hora ve a otro camión que viene en el mismo
sentido y que al parar ve como se baja una mochilera que viene donde esta él-
Ella (con su pelo rubio y una gafas color mar) a dónde va?- A Santiago- Puedo
ir con usted- Claro, así es más fácil que nos lleven a los dos- Desde hace cuánto
que está aquí en la Serena?, desde hace varios días- Vive en Santiago- (pensando
esta chica sí que pregunta) No gracias, voy para el sur- Exactamente a donde-
No sé, de pronto vaya a Argentina o a lo mejor a Punta Arenas y usted …- Ella
(sacando de su mochila un gorro) por ahora voy a visitar una amiga que por
estos días va a parir un bebe, luego sabré que dirección tomar a lo mejor puede
ser Mendoza, cuando llego- Anoche- Entonces no adormido- Si que dormí, gracias
al dueño de está estación de nafta que me dejo armar la carpa. Al rato ven
detenerse dos camiones- Ella pregúntale a ese y yo pregunto en el otro. Salen
en esa dirección la chica enfrenta al conductor, él hace lo mismo con el otro
para que se baje decepcionado. En el momento la chica gritándole - Ven que el
señor nos va a llevar. Al ir él hasta el camión, los dos se trepan para que él
vaya en la ventana y ella en medio de los dos, el señor que es de un aspecto
grueso como casi todos los camioneros hace arrancar el enorme vehículo, va por
un territorio a la medida que avanza se hace más verde, bordeando viñedos y
frutales tipo Mediterráneo, hasta que ven desaparecer el día para que resurja
la noche y vean el alumbrado de la pequeña población de Petorca- Aquí paro a
comer. El señor conduce el camión entrando en un enorme parqueadero, al frente
se ve una moderna construcción- Al bajarse Ella (viéndolo de perfil) que tal si
vamos a comer algo- Él (dirigiéndole la mirada) no tengo un peso partido a la
mitad- Yo tengo algo de dinero, veamos que podemos comer. Entran ven al chofer
que los llama- Los convido con dos completos, pídanlos que yo los pago. Se
sientan rodeando una pequeña mesa, al venir uno de los meseros le piden los dos
perros calientes, que al tenerlos los acompañan con dos vasos de vino- Ella de dónde
eres? - Él (pensando las obvias preguntas) No lo quiero recordar, ya que desde
hace mucho vivo de un lugar a otro- Que interesante, pero que haces para
sobrevivir- Trabajo en lo que puedo conseguir y en temporadas hago caricaturas.
Al pasar el tiempo el conductor los llama para que aborden el camión, antes de
llegar a la capital chilena debido a un accidente de un bus que se estrelló
contra otro camión se complica más el tráfico que avanzan muy lentamente- Él
conductor (sudando) con este paso vamos a llegar mañana- Ella usted debe de
estar muy cansado …- Imaginasen que vengo conduciendo desde Arica- Él cuantos
días?- Voy a completar tres días y tres noches- Ella como puede durar tanto
manejando- En esto llevo desde el golpe militar, o sea más de treinta años-
Ella pero usted no se ve tan viejo- Voy a cumplir sesenta y cinco años, en esto
llevo mucho más de media vida- Es verdad que en el gobierno de Allende a los
camioneros le pagaron para que el país se paralizara, tal cual fue, pero yo no
me deje sobornar y por esa razón desaparecieron a dos de mis hijos, pero por
favor hablemos de otra cosa que de eso no me quiero acordar. Entran por la
avenida norte, pasan por el parque los Héroes, luego por el instituto chileno
de la lengua- La chica a dónde va?- Voy hasta las Rosas y Bandera ya que hay
tengo que descargar- Ella hemos hablado mucho, pero ni siquiera sabemos cómo
nos llamamos- Él yo soy Rodrigo- Él chofer yo soy Feliciano Reyes- Ella yo soy
Emilia- Todos (al mismo tiempo) mucho gusto. El gran vehículo sique la
trayectoria de la amplia avenida- El chofer donde los dejo- Emilia (viendo a
Rodrigo) si quieres vamos a lo de mi amiga- No abra problema- Por el contrario
Clara es muy buena gente, yo la conozco hace mucho por eso lo digo- Si es así
está bien- El señor bájense antes que cambie el semáforo- Gracias. El abre la
puerta al bajar le da la mano a Emilia- Ella es por acá, Caminan tres cuadras
hasta la Morande y en esa cuadra en una modesta casa tocan, les abre una chica
alta y bien constituida que al verla- Emilia que bueno que hallas venido, pero
tengo malas noticia- Acaso que paso?- Entren y les cuento. Entran viendo varios
afiches de varias bandas de rock, se sientan sobre un mueble que desentona con
el lugar- Emilia: acaso tiene que ver con Clara y el bebe- Si, la pobre sufrió
un accidente y enseguida murió- Emilia (abrazando a Rodrigo) como es posible …,
cómo fue?- Al ir al hospital un coche loco envistió a la ambulancia que del
impacto se volcó y perdieron la vida todos los ocupantes- Rodrigo: que tragedia,
pero atraparon al conductor- No, se voló, lo están buscando los pacos. Lucia
(abrazando a Emilia) ella era tan linda que siempre estaba llena de detalles-
Emilia: no lo puedo creer y siempre que la llamaba me contaba lo ilusionada que
estaba de tener el bebe- Lucia: era una hermana si cachais. Cuando es el entierro-
Ahora misma la deben estar cromando- Donde van a botar las cenizas- Eso no se
ha decidido hay que esperar que las traigan. Al rato escuchan la puerta que
Lucia abre y ven a Danilo acompañado de Clarisa, de Carla, de Juan y sus dos
hermanos Claudia y Nico, este último trae la caja de madera con las cenizas-
Todos se asombran al ver a Emilia- Claudia (abrazándola) hermana se nos fue
Clara y nunca pudimos conocer él bebe- Ella: que desgracia por que murieron de
la misma forma que tus padres- Nico: de un maldito accidente- Lucia: tenemos
que despedirla como lo merece, voy a destapar estas botellas de vino. Ella
misma las destapa y vierte el líquido rojizo en varias copas- Nico: salud por
la belleza que era. Todos toman- Claudia: donde vamos a votar las cenizas- En
el cerro Santa Lucia- Nico (viendo a su hermana) no hay no, yo sé que ella hubiera
elegido su facultad donde estudio, o sea donde siempre que tenía oportunidad de
estar- Clarisa: en Bellas Artes, en el parque Forestal- Lucia: además yo esta
mañana compre esta araucaria. Alza la maceta donde está el pequeño árbol para
que todos la vean- Nico (tomando la pala) no nos miremos más y vamos. Salen
cantando las canciones que a Clara más le gustaban, llegan a la plaza de Armas,
la atraviesan por un costado para tomar la calle Montes y al cruzar el puente
peatonal de la Barra llegan al frente de la vieja edificación de Bellas Artes,
para que sin titubeos arriben al enorme parque, caminan viendo el centro de la
arboleda donde deciden hacer el hoyo. Nico con la pala abre el hueco justo, su
hermana abre la cajita y al esparcir las cenizas ven como el espíritu de Clara
se convierte en un instante en la mujer que fue y se eleva por el aire hasta
extinguirse completamente.
Fin.
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