jueves, 20 de octubre de 2016



CUENTOS LATINOAMERICANOS TERCERA PARTE
UNA CHICA Y UNA CASA DE TERROR
Santiago al llegar en el barco-bus en pleno otoño a Colonia, luego que llevando su mochila cargada recorre las viejas construcciones y almuerza en un pequeño restaurante con actitud va a la autopista con el único objetivo de hacer auto-stop, al ver que pasan varios autos se decide ponerle el dedo a un camión el cual se detiene algunos metros adelante, el llevando su mochila corre y llega hasta la ventanilla- Al verlo el conductor que lleva tremendo mostacho- Va para Montevideo- Si para allá voy. Santiago dándole la vuelta a la cabina se monta y saluda al señor- Usted se ve a leguas que es argentino- Si soy de Bariloche- Hace años estuve con mi familia, que frío el que pase sobre todo cuando sopla el viento del lago que no me acuerdo como se llama- Nahuel Huapi. Desde toda la vida trabaja llevando carga- Prácticamente desde los quince años ya que mi padre tenía su propio camión, ahora por supuesto que este no es mío como vera es de una empresa privada. El camión entra por la zona de Carrasco a la capital uruguaya- Lo dejo en la Terminal ya que ahí voy a dejar una pequeña encomienda- El conductor para en la moderna edificación y el muchacho despidiéndose con un apretón de mano se baja. Al pisar el pavimento, entra en la edificación que no está llena, pero que si tiene varias personas que deambulan por el lugar, al ver a una chica que carga una pequeña mochila y de pelo castaño pensado que es una amiga la llama- Ella (atendiendo su petición) quiere que hablemos, pero busquémonos un lugar- Al atravesar el pequeño parque se sientan en lo que parece una pizzería, se sientan viendo el trajinar de la gente- Vos eres montevideana?- Ella (marcando su sonrisa) si, vivo aquí con mi abuela porque mis padres se fueron a vivir a la Paloma, vos venís de Buenos Aires? Claro, pero soy de Bariloche- Siempre quise ir a la Patagonia pero siempre que viaje lo hice hacia otro lado- Así suceden las cosas en la vida- Ella pedimos algo… Te gusta la cerveza? Me encanta, es mi bebida preferida- En el momento que viene el camarero- Van a comer algo- Ella tráiganos una Patricia helada- Él porque dijiste algo así como Patricia, acaso es una amiga tuya- Ella (con una graciosa risa) no buriso es la cerveza que tomamos nosotros los charrúas- Ya comprendo. El señor les trae la enorme cerveza helada y dos vasos- Ella (sirviendo) hemos hablado un poco pero ni siquiera se tu nombre- Yo soy Nahuel- Yo soy Pastora pero como no me gusta que me llamen así, además no tengo ni una oveja. Prefiero que me digas como todos me conocen Sueño de Luna- ¿Porque te dicen así?- ya te darás cuenta. A la hora de pagar ellos se miran y entre los dos reúnen las monedas que tienen- Santiago: nos vemos- Para un momento, porque no vienes a mi casa que mi abuela no se entera ya que la casa es demasiado grande y ella está completamente ciega, sorda y muda- Me encantaría- Entonces vamos. Toman la Veinte de Julio en dirección del río de la Plata, al caminar viendo el estadio Centenario- Ella ¿usted es hincha de algún equipo?- De Maradona, no mentiras del futbol en sí. Y vos…- Porque mi familia toda es hincha de Peñarol y además mi abuela grita a veces el nombre de su equipo, claro que solamente le entiendo yo. Yo no sé qué juego de fútbol tiene en su mente porque definitivamente está muy rallada. Entran por el viejo barrio Carrasco viendo las construcciones republicanas- Ella (sonriendo) llegamos. Al estar ante una verja de hierro, del bolso marón de cuero saca un llavero con varias llaves y con una de esas llaves abre el grande candado, luego pasar a un descuidado jardín y al estar ante la raída puerta ella con otra llave la abre, entran en un espacio lleno de telarañas- Porque hay tantas telarañas?- simplemente debido a que me gustan no vez el trabajo que hacen las arañas es increíble. Él se queda viendo los terroríficos cuadros- No quieres que subamos- Si claro. Suben por unas polvorientas escaleras a un amplio corredor rodeado por varias puertas y al ver un cuadro con una imagen terrorífica él se asusta- Él (verde del temor) hace mucho que vives aquí- Toda la vida exceptuando unos meses que me fui a vivir con mis padres- El: porque no vives con ellos?- Vos sí que preguntas, pero te digo; es que mi madre me tuvo de milagro cuando ya contaba con más de cuarenta y cinco años y mi padre tenía más de sesenta, ahora son muy ancianos por lo tanto les molesta todo, mi abuela como ni entiende, ni escucha, ni ve. Es como si estuviera en el limbo por esa razón vivo en esta casa. Nunca se te ocurra abrir esas puertas ya que desde hace muchísimo tiempo que nadie entra en esas habitaciones, solo te aconsejo que abras está que es la única que generalmente habito. Ella al abrirla aparece un reluciente espacio con una gran ventanal de donde cuelgan de las paredes muchos retablos con afiches de solistas o agrupaciones de rock- Como puedes ver amo el rock, lo que no hay aquí es porque no existe, ya que la mayoría del dinero que dispongo me lo gasto en música. Se acuestan a escuchar el álbum blanco de los Beatles- El ve su cara pecosa como si se movieran una que otra peca- Parece que se movieran algunas pecas de tu bello rostro- Ella (riéndose de una forma muy particular) Que dices- Nada importante pero generalmente que haces?- ya comenzaste con el interrogatorio, pero te digo que escuchar música e ir a las bibliotecas a leer exclusivamente poesía, y a veces nada más que no sea otra cosa que caminar por está conmovedora ciudad. Quieres comer algo, bajamos a la cocina- Si de verdad que desde que salí al mediodía de Colonia no he llegado a probar bocado- Entonces tienes hambre- Vamos. Bajan al llegar a la primera puerta aquí pasa exactamente igual solo abrimos esa otra puerta es donde permuta en silencio la abuela y está que es la cocina. Ella abre la puerta y encuentran un lugar impecable muy adornado por varios floreros con hermosas flores- Veo que te gustan las flores? Recoger flores es como mi pasatiempo, nunca las compro y simplemente me las robo de los jardines, claro nunca tomo dos iguales- Son bellísimas- Di lo contrario que te estrello cualquier cosa de esta cocina en la cabeza- Los dos se ríen y se toman de las manos- Me dejas que saque lo que vamos a comer?- Claro- Es la clara de un huevo cocinado. Ella saca pan de la alacena y de la nevera varios tipos de queso y frutas- Como odio cocinar siempre dispongo de esto que vez. Comen en silencio observándose- Ella me gusta la profundidad de tus ojos, la mesura con que hablas, tu altura y lo flaco que eres- De vos sueño de luna me agrada la redondez de tu rostro, las pecas que te bailan, el castaño de tu cabello y todo por conocer. Al sentarse ocupando la antigua mesa por debajo los pies se atraen y van comiendo lentamente, luego de acabar lo que se sirvieron en los platos con la yema de los dedos se acarician, al rato ella se le sienta suavemente en sima y al buscar sus labios se dan profundos besos que dibujan el aroma en un movimiento pausado como continuo, el mete su mano entre su pulóver para encontrar unos formados, redondeados y suaves pechos. Ella al sentir la efervescencia de sus senos que se va estableciendo en todo su cuerpo, lo para con la intención que se desvistan, el al entender deja que ella le saque la primera prenda y el hace exactamente eso para quedar en ropas interiores, se besan bajando la lengua por todo el cuerpo, En el momento que arden él le saca las bragas para que aparezcan duros y bellos pechos que él al achacarse se lo pone en la boca para acariciarlos y chuparlos como si fueran de miel, ella al sentir esa sensibilidad que la demarca profundamente sueña la piel y con agilidad le quita los pantaloncillos para sorprenderla con un pene erecto que la estimula para que ella se quite sus pantis y aparezca una selva del mismo color castaño de su cabello. Él la toma de la mano llevándola al mueble de la cocina donde apoyando las nalgas le va acariciando las piernas, ella respira lentamente sintiendo que vuelve a posar sus labios contra sus pechos que besa suavemente, lentamente la penetra para que al moverse al mismo ritmo asiduamente encuentren un éxtasis que eleva su espíritu a regiones desconocidas. Repitiendo una vez con la extensión de sus cuerpos entran en la profundidad del coito que ella gime salvajemente y terminan extenuados, ella de la mano lo lleva a la cama al dormirse entrelazados quedan sumergido en el sueño; él al despertarse con unas ganas terribles de ir al ir al baño y al no hallarla en la cama busca la puerta del baño donde orina, luego llamándola la busca, al verla a través de la ventana desnuda subida en el muro. Pero aunque está perplejo por la situación no se atreve a llamarla y al discernir se da cuenta que es sonámbula y teme que pierda el equilibrio. Al creer que está soñando vuelve al baño donde se lava en el pequeño lavamanos el rostro consiguiendo despertarse, al salir volver la vista hacia la ventana no la ve más, se pone lo primero que ve, al bajar enciende la luz y sorpresivamente se encuentra con la abuela que esta caída de la silla de ruedas, esto hace que del susto reaccione y que por equivocación abra la puerta de uno de los cuartos prohibidos de donde van surgiendo de la oscuridad muchos murciélagos que lo rodean con su vuelo, sin darse cuenta al posarse en la espalda uno de estos mamíferos con alas, lo muerde que al chorrear la sangre sale corriendo de donde está y cae abruptamente sobre la abuela- Ella (grita) mataron a Peñarol. Al sentir un escalofrió en todo su cuerpo corre a la puerta que Sueño de Luna abre y va a caer con el impulso que lleva contra el piso. Ella de inmediato sale de su trance sin saber qué hacer, sube al cuarto y se mete en la cama. Él adolorido se logra parar pero al entrar muy nervioso se da cuenta que la abuela no está, cierra la puerta que abriera y sube para acostarse al lado de ella.
Ya muy entrada la mañana ella se despierta, bajando las escaleras va a buscar a la abuela pero al abrir el cuarto y no verla en la silla de ruedas grita. Él estando en la cama al escuchar los gritos se despierta, se levanta para correr bajando las escaleras y la encuentra tirada en el piso desesperada llorando- ¿Dónde está mi abuela? Él la toma y al ayudarla a levantar se desvanece en sus brazos. Haciendo un esfuerzo logra levantarla y la sube para meterla en la cama. La cuida acariciándola suavemente al volver ella a la normalidad lo abraza para quedarse así hasta sentir hambre- Ella (tocándole la cabeza) porque tienes ese chichón- Al ir impulsado vos abriste la puerta y de bruces fui a dar contra el piso de madera- Te duele?- Si y mucho- ven que te pongo hielo. Van a la cocina y ella al sacar del enfriador una cubeta desprende con agua varios hielos que al envolverlos en una toalla se los coloca en la cabeza donde tiene el moretón- Ella: ahora la alimentación. Dispone en la mesa lo mismo del día interior y los dos haciéndose preguntas van comiendo hasta saciar el hambre- Él vamos ahora a ver que sucedió con tu abuela. Ella antes de salir de la cocina le sujeta la toalla amarándola, bajan las escaleras al abrir la puerta encuentran sola la silla de ruedas- Ella (muy nerviosa) abuela donde te metiste….- Él (sujetándola suavemente) acaso camina, veamos si está en el ropero. El abre las dos puertas y al meter la mano palpa algo extraño y duro- Él (extrañado) ¿Qué será lo que toque?- Espera que me subo en ese asiento. Corre la silla hasta el escaparate, se sube y al meter la mano se cae algo envuelto en un pañolón, entre los dos destapan el pequeño bulto para ver una cabeza que al asustarse ella retira las manos y la cosa extraña cae con un golpe seco al suelo- Él (blanco del susto) que es esto tan horrible- Ella tranquilo que es la cabeza de la hermana que al accidentarse siempre guardo- Santiago: no será que vuestra abuela está en uno de esos cuartos- Yo diría que es imposible ya que ella por nada del mundo abriría esas puertas, pero si quieres intentemos. Él con trabajo abre la primera puerta pero al estar el cuarto tan oscuro encienden un velón y en la amplitud del espacio observan colgados del techo muchos murciélagos, al quererse irse del cuarto él sienten como algo largo y extraño lo retiene, al voltearse se da cuenta que se trata de una enorme boa constrictor de la cual después de desesperados intentos logra zafarse y al ver que lo persigue sale corriendo y cierra la puerta- Él (agitado) que boa más aterradora- Ella quieres que intente en otro cuarto- Ya viste lo que sucedió será que tiene sentido. Ella callada vuelve a encender el velón, abre con cierta dificulta la puerta pero al entrar ven arrumados muchos muebles y varias cajas. Al ver un antiguo baúl él lo abre para ver a la abuela en posición de feto, al tocarle los ojos despiden un chorro impresionante de sangre que rápidamente lo vuelven a cerrar- Él todo en estos cuartos es abrumada mente alucinante, voy a volver abrir este baúl. Lo abre y ven que a la abuela se le salen los ojos que caen como dos bolas de cristal, las manos y las piernas como si fueran cosas. En ese mismo momento se desprende una viga del techo y ellos salen corriendo, al estar en el corredor la casa comienza a temblar para que dé a pedazos lentamente se vaya cayendo y ellos supremamente asustados salen corriendo.             Fin                                                               

EN UNA PEQUEÑA FIESTA DE GRADUACIÓN
Carla que es una chica morena de rasgos finos y que enmarca en su rostro una bella sonrisa,   vestida de una manera muy solemne llega en su pequeño auto, llevando un bolso de cuero se baja en la antigua estación ferroviaria que se convirtió en el pasado en el mercado del puerto y hoy sea un importante centro de gastronomía de Montevideo. Ella llega a un sector que está ocupado por varios parasoles, ve a su grupo de amigas rodeando uno de estos parasoles. Al verla llegar Alicia que es una flaca de cabello negro muy abundante, se para y se abrazan; luego hace lo mismo con Eugenia que es una rubia más bien simplona; enseguida con Hipólita que es una chica alta, pecosa y de un cabello brillante y rojizo; y por último con Jimena que por ser del interior del país es una morena de gruesas pestañas y profunda mirada- Hipólita: ahora si que comience la celebración- Carla: que vamos a pedir …-Jimena: que tal una picada de mariscos y vino blanco- Alicia (mirándolas a todas) es buena idea para comenzar a celebrar. Al rato viene el mozo impecablemente vestido- diciendo: ya decidieron lo que van a pedir?- Hipolita contestándole: tráiganos una picada para cinco mujeres hambrientas, y una botella por cabeza de vino blanco- Carla (con su sonrisa de siempre) ya han pensado que hacer con este título de arquitectas- Hipólita: yo quiero hacer una especialización en urbanismo, lo mejor para esto es París ya hable con mi padre y lo está pensando- Jimena: yo buscare un empleo pero con la perspectiva a futuro de poner mi propia oficina allá en Artigas- Eugenia: yo me voy para Buenos Aires hacer una especialización- Alicia(movien- do su cabello negro) Yo no he pensado en nada , por ahora disfrutare este momento- Carla yo creo que me voy a Córdoba hacer una especialización- Hipólita: ¿porque a Córdoba?- ya que ahí vive mi novio- Eugenia: ella lo que quiere es hacer hijos. Todas se ríen a carcajada viva. En el momento que ven venir a dos mozos con una bandeja enorme y al otro con otra bandeja que lleva las copas y las botellas de vino blanco; los dos sujetos disponen todo en la mesa para que se vayan sirviendo en su respectivo plato la espectacular picada de mariscos- Carla buen provecho. Empiezan a deleitarse con la picada- Hipólita: está de maravilla- Jimena (con su cara seria) mejor no puede estar- Hipólita: las veo muy serias- Alicia: esperen que esto se compone. Al terminar se vuelven a servir y Jimena llena las copas- Carla (sonriendo) arriba que tenemos que festejar- Hipólita (se para agitando las palmas y como es de suponer los que están en las otras mesas la observan) que viva cada una de nosotras. Al estar desocupados los platos él mozo viene- Que más les traigo…. Hipólita dos botellas de champaña y por favor cámbienos las copas. Al tener las copas rebosantes de champaña comienzan a brindar, en un descuido Carla saca de su cartera una bolsa de huevos y se para poniéndolos en la cabeza de sus amigas, pero no se sabe cómo sale despedido uno de estos huevos que al darle a un vecino en la cara se disuelve para quedar completamente amarillo. Todas se ríen y brindan por un motivo y por otra cosa. En la euforia de la pequeña fiesta Hipólita se saca toda la ropa, las demás la arremedan para quedar como diosas de la creación, bailan como vacantes cogidas de la mano haciendo un pequeño círculo. No se sabe de dónde salen fotógrafos y por último viene la policía que ellas empiezan a tirar las botellas, las copas y todo lo demás de la mesa. Que al responder los de las otros parasoles, los mismos objetos y de la misma forma. Se vuelve una batalla campal que se hace incontrolable para la policía.              Fin. 

LA EXRAÑA INTERCEPCIÓN DE DOS MUNDOS
Al Alejarse las nubes el cielo fluye como una pintura en azul, el viento sopla excitante en la plenitud de la naturaleza, haciendo agitar las hojas de los árboles, moviendo los largos pastos y lanzando polvo a diestra y a siniestra. En ese momento se baja de un auto rojo un hombre de abundante cabello y de larga barba que va cargando su mochila, atraviesa la ruta que va hasta la puerta de entrada del parque nacional Cabo Polonio, muestra sus documentos y paga el trasporte. Viendo a la gente encaramada se trepa a la particular carrocería la carrocería jalada por un tractor, arranca para ir por un angosta ruta destapada, para que enseguida se meta entre las enormes dunas y al encontrar el mar de color aguamarina. El aparato se detiene para que todos se bajen, él al poner los pies siente la arena caliente. Se sienta al ver que la gente toma cierta dirección, él al querer estar solo se vuelve a pararse para tomar el otro sentido y en una de las tantas dunas calculando que directamente no le peque tanto el sol. Arma la canadiense, saca de la mochila la vara de pescar y un pequeño balde e introduce la tales dentro de la carpa, se encamina hacia la playa para caminar al lado del mar, divisando el bello entorno va sin pensar en nada y de esa manera llega ante unas rocas que son salpicadas por las enormes olas, se hace en una parte alta entre las enormes rocas que lo protegen del viento. Agita la vara para que salga despedido el nailon pero una y otra vez el anzuelo queda adherido a las piedras, desiste de la pesca para entregarse a la contemplación del mar viendo el colorido atardecer; luego con la luz rojiza se para a ver del otro lado como se oculta el sol en el mar, viendo que se extingue el día vuelve a su carpa para acostarse sobre la arena, que con la fuerza del viento la arrastra golpeándolo de tal forma que enseguida se tiene que levantar. Al sentir hambre toma de entre sus cosas una pequeña mochila tejida que colgándosela emprende la caminata, hiendo entre las dunas encuentra las diferentes carpas que va sorteando y de esa forma llega al pequeño poblado de pocas casas. Entra en una pequeña bodega donde compra pan, queso y una bebida que de inmediato introduce en la mochilita, al pagarle al señor sale yendo en dirección de la pequeña playa que al estar cerca de una llega, al sentarse sobre la arena a comer viendo el blanco de las olas- Es interrumpido por un sujeto- De donde lo conozco?- De Montevideo en una noche de candombe- Claro vos estabas tocando uno de los tambores, que fiestero ese día- No te acuerda que terminamos en lo de Martha y que la fiesta duro hasta la mañana siguiente- vos no estabas con Sofía- si desde ese día anduvimos un tiempo ya que ella meses después se fue a Porto Alegre- Nunca la volviste a ver ?- Solo una vez pero no fue lo mismo debido a que había cambiado un montón- Vamos a esa casa que te presento unos amigos- Como quieras. En el trayecto. Vos creo que eres Ricardo- Tienes una buena memoria yo si no me acuerdo de vuestro nombre- Me dicen Rafa- A claro ya lo recuerdo. Antes de entrar escuchan el sonido de las guitarras, al franquear la puerta ven a varias personas que acompañan con las palmas a los cuatro guitarristas, una chica le trae a cada uno un vaso de vino y se sienta a su lado- Vos me gustas- Él (viéndola detenidamente se da cuenta que no es de su interés) perdona pero este momento no estoy para nadie. La chica se para y se sienta en otro lado. Piensa está chica que estará buscando, que se la cojan. Sentado escucha varios temas de Litto Nebbia al cogerlo el sueño, sin despedirse se va por entre las dunas viendo varias fogatas. En el momento que llega al lado de su carpa encuentra una mochila, unas zapatillas y una botella de vino por la mitad, al abrir su carpa encuentra a una chica que está cubierta con una manta, solo deja al descubierto unos mechones rubios, el sin importarle nada como tiene sueño corre su mochila y se acuesta al lado de la chica sintiendo el soplido del viento que estruja suavemente la carpa
En la mañana él al abrir los ojos la ve descubierta únicamente con una bermuda y una remera (camiseta), detenidamente la observa dándose cuenta de su belleza, como indagando quien es la chica abre los ojos y al verlo se sorprende- Que pena con vos, pero no me aguante a la gente con que estaba y como no trae nada para dormir al ver la carpa sola entre y aquí me vez. Se ríen- Nunca antes tuve tal sorpresa, si quieres puedes estar aquí- Ella: ya estoy acogiendo a vuestro ofrecimiento- Salimos?, que tengo algunas cosas para comer. Comparten el pan, el queso y el resto de la bebida- Que bueno que no hay brisa está perfecto para ir a pescar, quieres venir?- Claro vamos. Él toma el balde y la vara de pescar para bajar a la playa, caminan mojándose los pies sintiendo el sol en sus espaldas. Al llegar a las rocas dándole la mano la ayuda a trepar- Ella (con sus labios sonrientes) que lindo lugar- Tal cual, presiento que hoy es mi día de suerte. Cambia de mosca por una más colorida y agita zumbando la caña para lograr una buena extensión del nailon- Ella; que bueno es estar bien acompañada- De lo contrato es mejor estar solo. En ese preciso momento siente un jalón en la vara, el rápidamente trae el peso que al verlo se da cuenta que es un Bonito, luchando lo saca- Ella que lindo pez- No ya es pescado. Lo desprende del anzuelo quitándole con pequeño cuchillo las tripas para colocarlo en el balde; repite la misma operación y esta vez logra lanzar a un más lejos el nailon- toma con una mano y viendo a la chica- Te gusta la pesca- Sí que me gusta de chica salía a pescar con mi abuelo en Mar del Plata- Que bueno, eres de esa ciudad…- no soy de Barcarce un pueblo cerca. En ese momento siente una tremenda sacudida y con el carrete trae el pez que lo agarra con dificultad por su gran tamaño- Ella que pez- Ya es pescado y es un dorado. Luego que con el cuchillo hace exactamente lo mismo que con el primero, ella se ata el cabello con un pequeño aislante, él aprovecha la ocasión que con sus manos le acaricia el rostro, ella lo toma del pecho y al aproximarse encuentran el sabor de sus labios, que de tantos besos se vuelve como si fuera un dulce que comparten. Él se para volviendo agitar la caña y salga despedido el nailon, solamente se contemplan y al pasarles el tiempo, él siente un jalón parecido al primero y esta vez saca un pez Rey que al limpiarlo lo mete con los otros en el balde- Ella aún no se tu nombre- Ricardo- Yo soy Antonieta- Pero vos no fuiste a dar a la guillotina- Nunca fui reina- Ahora lo eres, pero pierdas el cuidado que solo te voy amar. Se besan una y muchas veces- Ricardo ve a la carpa que yo voy al poblado a buscar leña o algo para asar estos pescados. Al poco tiempo trayendo en una enorme bolsa el carbón y una parrilla la encuentra sentada sobre la arena leyendo un libro de cuentos- Ella que cantidad de carbón que has traído, ven que te ayudo- Colabórame a colocar el carbón. Ella lo ayuda a extender el mineral sólido para que al momento prendan un fuego que al quedar encendido colocan unas piedras, la parrilla y los peces limpios de escamas. Al rato empiezan a sentir el olor de los pescados, en el instante que consideran que están bien cocidos le echan muela acompa- ñándose de pan y del resto del vino que ella trajera el día anterior. Lo que queda lo truquean a unos vecinos de la carpa por más vino y pan.
Invadidos por las estrellas y por el sonido del mar entran en la carpa, se desprenden de sus pocas prendas para reconocer en ella un cuerpo bien proporcionado,  con unos rubios senos medianamente notorios. Ricardo empieza lentamente a besarle los pies e ir subiendo por las pantorrillas, en el momento que sube los labios por las piernas. Antonieta acaricia sus partes nobles y él al subir sus manos empieza a tocar de una forma excitante sus pechos, los dos al desdoblarse entra uno en el cuerpo del otro, con movimiento continuos viven un placer indescriptible que los lleva a la plenitud del clímax y viendo la expresión de una estrella fugaz que cruza gran parte del firmamento avivan el mundo de los sueños.           Fin.

EL CONTRASTE
Un grupo de titiriteros en un viejo vehículo entra por un brazo de la autopista a Punta del Este, para seguir por la av. Juan Cordero, al no poder estacionar el viejo automóvil por los muchísimos autos parqueados en la plaza, lo hacen en la calle Arrecifes a un costado del banco de la Nación, al bajarse primero una chica de cola de caballo con un overol y unos zapatos enormes de payaso, llevando una de las manos un títere que se trata de una impresionante bruja; seguido de otra chica que lleva puesta una trusa roja y blanca a cuadros, una elásticas medias coloridas y ralladas y unas zapatillas redondeadas. Llevando en una de las extensiones de su cuerpo un títere que representa a un austero monarca; luego de la parte trasera sale una mujer con la trusa verde esmeralda llevando las medias largas de colores y una zapatillas de baile que va llevando un títere que se trata de un vistoso arlequín; detrás de ella sale un hombre a la manera de un teatrero, con la cara pintada de un lado de blanco y del otro de rojo, que lleva puesta una camiseta roja y un overol de tela de color azul, en la mano izquierda lleva un títere que representa a un sabio de larga barba blanca; enseguida se baja una muchacha de abundante cabellera rojiza con rostro pintado de blanco y pecas artificiales de color rojo, que lleva una escotada blusa y una falda muy corta que lucen de maravilla sus bellas piernas, lleva en su mano izquierda un extraño conde de larga levita negra; y por ultimo un hombre que luce un alto sombrero negro, que va maquillado completa- mente de blanco, que lleva puesto un traje largo y ancho del mismo color del sombrero, lleva dos títeres: un diablo y en la otra mano un ángel. Ellos al atravesar la calle para tomar el sentido del banco, son interceptados por varios policías que les cierran el paso, la muchacha con cola de caballo que lleva la bruja salta a la manera de un saltimbanqui- Les dice: que quieren con nosotros que vivimos de la alegría para la alegría- Uno de los oficiales: acompáñenos a la comisaría- La de la trusa verde por qué razón? Porque queremos que se identifiquen. Alrededor de ellos se van aglomerando diferentes personas- La chica pintada de blanco- somos titiriteros y venimos hacernos la vida que tiene de malo… En esas la gente protesta- Una bañista: déjenlos tranquilos que ellos no le hacen mal al prójimo- Otra señora: son seres que merecen respeto como cualquier ser humano. La gente hace tanta algarabía que los policías se van con las manos en los bolsillos- El hombre del sombrero negro: gracias por com- prendernos. En esa situación se les acerca un señor en traje de baño y una camiseta azul- Manejo un pequeño club me interesaría contratarlos para una función. La chica que lleva puesto la trusa verde: de antemano en nombre de todos le agradezco, ¿dónde queda el club?- El señor: en la avenida Gral. Artigas, cerca del parque del puerto. Yo soy Carlos Ibáñez nos vemos a las cuatro- La chica de cola de caballo: En ese horario estaremos cumplidamente. El tipo se va en dirección de la playa Mansa- La chica de verde: de algo sirve la policía, si no hubiera sido por ellos no se hubiera presentado el que quiere contratarnos- La de falda corta (moviendo su rostro dando la impresión que sus pecas se movieran) quien tiene la hora- El del sombrero alto: esperen que le pregunto a esa señora. Él hombrecillo camina y mostrando el títere que es un ángel: Me podría decir la hora- La señora (regalándole una sonrisa) son las once de la mañana, de pequeña amaba los títeres hoy en día por ese recuerdo me siguen siendo fabulosos- Él titiritero (moviendo la mano con la agilidad necesaria para darle vida al ángel) gracia, que se divierta señora y por favor que siga soñando. El regresa donde están sus amigos- El hombrecillo que se asemeja a un actor del teatro: qué hora dijo la señora que son- Él adivina a adivinador que horas crees que son- Las once- Acertaste porque esa es la hora exacta- La de trusa roja vamos aprovechemos que no hace calor y vamos a conocer la ciudad- Todos a la vez: vamos. Caminan por la plaza viendo la estatua del general Artigas que mantiene la espada en dirección de las nubes- La chica de cola de caballo será que Artigas alguna vez estuvo en alguna presentación de títeres…- La de trusa roja (manejando al Monarca) no digas boludeces, por que los títeres provienen de Egipto y Crecía, en China los títeres eran de varas, En la India representaban versiones de cuentos de Rama Yana y del Mahabharata, en el Japón con sabanas traslucidas y En Europa en un principio fueron personajes bufonescos- Ella (siguiendo accionan- do al Monarca) Entonces preguntémosle. Todos se ríen. En esas pasa un viejito llevado por un niño- El señor: De donde salieron esos locos- El niño: no son locos, no vez que son titiriteros. Todos aplauden al niño y el pequeño al zafarse del señor sale corriendo. Ellos después de terminar de atravesar la plaza, toman la calle Mesana para encontrase con la playa de los Ingleses. En esas aparece una playa de arena amarillenta rodeada de enormes pinos y otros árboles, dicha playa contrasta con un mar de color aguamarina- La chica de las pecas rojas (al ver el letrero de madera) ¿Porque está playa se llamara así?- Él del sombrero alto: por los conchetos que en esas playeras se están asoleando- La chica de la cola de caballo: acaso son ingleses- El que aparenta ser un actor del teatro No: lo dudo, es que nosotros los sudacas como nos dicen en España, somos muy particulares: ya que la clase baja quiere ser mexicana, la media gringa y la alta inglesa. La chica de trusa verde pero entre esa gente no descubres al menos un niño- El del sombrero largo: aquí el único niño soy yo- La chica de cola de caballo (tomándolo del cuello) el nene tan presumido. Todos sueltan la carcajada- La de trusa roja: no tienen hambre- La de trusa verde: ustedes no se imaginan como me suenan las tripas- El que maneja al diablo y al ángel: vamos corriendo a buscar una rosticería- La de trusa roja: en esta ciudad plástica será que existe al menos una…- La chica de pecas artificiales: yo creo que en la entrada- La de trusa roja- Para no caminar en demasía es mejor preguntar. Al cruzarse con un señor- Ella: por favor usted por casualidad no sabe dónde hay una rosticería. No obtiene respuesta- La de trusa verde será que es sordo, yo creo que se cree más que nosotros por eso nos ignoró, si su culo vale mucho dinero. Todos aullando de la risa- Al pasar lo que parece una mucama por el uniforme- La de cola de caballo (que en ese instante se apoya en el amigo que sostiene al ángel y al diablo) usted sabe donde existe un supermercado o algo para comprar comida…- Aquí el supermercado queda lejos en la entrada, la única rosticería queda a una cuadra de la plaza sobre la calle del Faro. Pasan la plaza viendo que al tener marcado sobre las lustrosas baldosas nombre de gente famosa siendo una copia de las Vegas California- La chica de cola de caballo estos conchetos todo lo copian. Al cruzarse con una señora y su hija- La primera: de donde salieron estos estropajos. Todos la miran y sonríen en son de burla- La de trusa verde: que señora solamente la viste la ignorancia. Entran en la rosticería- La de trusa roja (viéndolos a todos) será que llevamos pan, queso y algunas carnes frías. Ella viendo al Señor con un delantal blanco le va diciendo: tienes por casualidad quesos y fiambre- Ustedes que quieren aquí?- La de trusa roja: queremos comprar algunas cosas para comer- El señor (con cara de resentido) no, salgan de aquí que ustedes lo que me quieren es robar- El del sombrero rojo (mostrando el dinero) no sea mala honda nosotros somos artistas callejeros, mire tenemos dinero y queremos comprar comi- da- Que quieren pero que sea rápido- La de pecas artificiales: denos queso, de ese pan, varios de esos fiambres y una bebida de cinco litros. El tipo saca los alimentos y los envuelve en bolsas plásticas para que ellos salgan con los alimentos- La chica de cola de: caballo busquemos un prado o algo así para comer- La de trusa roja: qué tal si vamos a la costanera. Caminan dos cuadras hasta en sentido de la playa y se sientan al lado de uno de los jardines, al hacer los emparedados van comiendo con la panorámica del mar. Al terminar tan largo son descansan sobre el césped - La de trusa verde (haciendo un esfuerzo para pararse) ya es la hora pactada vamos al famoso club- El del teatro No: que fiaca. Se van parando lentamente, al andar siguen por la rambla y al ver el puerto con los suntuosos yates, voltean por una calle para desembocar en la calle Mareantes y ver la moderna edificación. Al entrar detrás de un grupo de personas- El portero: ustedes que prenden hacer aquí. Él del sombrero alto: simplemente estamos buscando al responsable de este club, al señor Carlos Ibáñez- El personaje toma el sitofono y llama- Todos alcanzan a escuchar la voz de una mujer. El tipo sigan por ese lado y hay encuentran la oficina de Carlos Ibáñez. Ellos entran viendo las diferentes fotografías de Punta del Este y el jardín interior que está protegido por una enorme y extraña claraboya, entran a la oficina donde ven sentado al lado de un escritorio al señor Carlos Ibáñez, que al verlos se para- Bienvenidos, tengo pactada una presentación para que ustedes se presenten a las seis de la tarde. El tipo al levantarse: vamos por aquí. El tipo los lleva por el interior de la edificación a un jardín donde al estar varios parasoles ven sentadas a varias personas, entran a un salón donde hay dispuestas muchas sillas de plástico y al frente una espectacular tarima- Él señor dispongan del lugar como quieran, me voy ya que tengo que atender otros asuntos. El señor sale- El del sombrero negro: yo voy y traigo el auto y ustedes pongan las sillas de adelante sobre el escenario. La de trusa roja y la de cola de caballo- La primera: nosotras vamos también. Salen y en el momento que han hecho lo indicado llegan cargando los tubos de plástico y dos enorme maletas. En minutos arman el teatrino circular y con pequeños caballetes la estructura paisajística. En esas van entrando muchos niños, algunos acompañados por sus padres que llenan el salón- El del sombrero sale con un salto mirando a los niños: Ustedes saben guíen soy yo- Una niña (con una vocecita de duende) usted es un saltimbanqui- Él muy bien, pero en este caso les voy a presentar a Dobo y Herminio. Dos de ellas sacan los títeres que representan al ángel y al diablo- (cambiando la voz y moviendo a los personajes) vamos a representar la siguiente historia, Llamada: el trovador y sus amigos. En esas los niños ven que del teatrito surge un títere que sostiene un guitarra proporcional al tamaño del personaje y empieza a tocar cantando con su aguda voz dos canciones infantiles, dando origen a la historia que muestra a varios personajes del bosque, que creando un ambiente colorido, cómico y fantasioso. Al terminar la obrilla los niños aplauden y desaparecen- La de trusa roja (con cara de cansancio) guíen nos va responder por nuestra paga- El del sobrero: guíen más sino el que nos contrató, voy a hablar con él- La de cola de caballo: te acompaño?- Vamos que esperas. Al ir a la oficina viendo a una chicas presumidas con elegantes trajes de sport que al verlos les quitan la mirada y se corren, los dos caminan para que al llegar a la oficina ven a la secretaria que al verlos dirige la mirada hacia otro lado y les extiende un cheque- El del sombrero pero esto no fue lo pactado- La chica donde esta el señor: Ibáñez- Él no está y solo vuelve hasta el martes- El del sombrero (dirigiéndole la mirada a la chica) que hacemos- Que vamos a esperar vámonos. Vuelven al salón para encontrar a sus amigos que están guardando los diferentes objetos, al terminar. La de trusa roja (dirigiéndole la mirada a la de cola de caballo) Al fin pagaron?- Pero solamente la mitad, y el boludo solo viene hasta el martes- No: ya fue vámonos, que con razón de que nos quedamos aquí en este infecto lugar. Salen llevando las dos maletas que colocan en la bodega del auto y al estar todos sentados él No arranca el carro, salen observando a varios personajes que van vestidos como si fueran a un boda- El del sombrero alto por aquí no pienso volver, primero los policías y luego el tipo nos sale trucho- La cola de caballo solo aparentan ya que están viviendo en su mundo que es completamente falso. Al salir de la turística ciu- dad- Todos gritan: hasta nunca.          Fin.                                   

UNA SITUACIÓN DE VIDA O MUERTE
Al llegar en auto-stop la última hora de la tarde noche a Punta del diablo Liliana y Jacobo ante uno de los pocos supermercados del pequeño pueblo, descargan sus mochilas- Liliana vos entras para que compres lo acordado y yo me quedo cuidando la mochilas. Se sienta sobre una piedra para verlo entrar, saca un libro de dibujo y viendo el paisaje pintoresco con sus impecables trazos hace un dibujo casi perfecto del lugar- Ella terminando los últimos toques mágicos ve que salen unos y entran otros. Piensa por suerte no entre en ese lugar de gérmenes patógenos. Lo ve salir con cara de estresado y sujetando una enorme bolsa- Él: casi no salgo debido a que al supermercado no le cabe ni una aguja más- Ella: por suerte no entre pero vamos antes que oscurezca. Distribuyen las compras en las dos mochilas, caminan pero al bajar por la calle destapada, voltean viendo el océano azul para subir por el monte lleno de pinos. Toman un sendero al ver el baldío ponen las mochila sobre la tierra arenosa. Lo primero que hacen es armar la carpa, que inmediato busquen entre el pinar leña que al estar tan seca no tienen problema de hacer una fogata y prenderla fácilmente que el ambiente se llene de olor de pino. Con las brasas asan un pollo que lo comen acompañado de papas de paquete y bebida, al escuchar en la lejanía varios truenos se miran y al armar la carpa se introducen, pasada la media noche Liliana al tener canas de hacer pis se despierta, sale a la oscuridad pero al querer alejarse pisa algo y siente una terrible mordedura en uno de sus tobillos, desesperada grita y al ver ligeramente a la serpiente crucera alejarse vuelve a gritar más fuerte. Esto hace que Jacobo se despierte, al no sentir a su novia- (gritando) Liliana, Liliana- Ella (adolorida) ven que me acaba de morder una serpiente. El encuentra la linterna para salir de la carpa iluminándose, va donde ella que está agachada tomándose el tobillo y llorando desesperadamente- Déjame ver. Al observar que tiene marcado los colmillos, rápidamente va a la carpa al ver sus zapatos a uno le saca el cordón, que por encima de la mordedura lo ata fuertemente a amanera de un torniquete. Al ver que tiene los labios azulados la carga y la lleva sosteniéndola con los brazos, al escuchar música se guía por su sentido común y entra a un pequeño sitio construido en madera, viendo a una malabarista que agita unas cadenas que despiden fuego- (grita) auxilio, por favor ayúdenme- En esas llegan varios jóvenes- Un larguirucho que le paso a la chica- Él (fatigado) la mordió una serpiente crucera en el tobillo- Un rubio de barba: hay que llevarla urgentemente donde le puedan prestar atención- El novio desesperado: quien tiene un auto- Una chica (luciendo un extraño peinado) el dueño pero no está- El rubio de barba llevémosla cargada al pueblo. Entre los cuatro la llevan por la calle destapada- La chica del peinado va hablando: como la mordió… - No se, porque en ese momento estaba dormido entre la carpa y me entere porque grito- Él (fatigado tratando de modular palabra) Mi amor no hagas ningún esfuerzo. Al llegar encuentran un pueblo  fantasma- Jacobo (muy nervioso) que hacemos- Toquemos donde está parqueado ese auto blanco- El larguirucho sube la escalera y golpea al ver que no responde nadie, vuelve a intentar. Del interior de la vivienda ven que prenden la luz, enseguida una señora que al abrir la puerta se presenta en levantadora y va diciendo: porque tanto escándalo- Jacobo: excúsenos es que a mi novia la mordió una serpiente- La señora esto es de vida o muerte, esperen que busco las llaves del auto. La ven subir la escalera para verla desaparecer, al momento ven que baja sosteniendo las llaves: vamos al hospital de la ciudad de Rocha- Ella abre las puertas y al ayudarla se montan únicamente Jacobo y una de las chicas, la señora arranca para ir sobre la vía destapada levantando polvo y al llegar a la ruta aumenta la velocidad hiendo por medio de la oscuridad, en una hora exacta llega a la ciudad de Rocha, toma la avenida principal que la deja en el hospital- La señora (girando la cabeza hacia atrás) pregúntenle a ese señor donde esta urgencias- Jacobo al abrir la ventanilla) vos sabes dónde está urgencias? Dele por ese lado. La señora hace una maniobra y estaciona el auto. Jacobo al ver un enfermero corre- Él (agitado) En el auto trajimos a mi novia que la mordió una serpiente- Eso hace cuanto que fue- Calculo que hace por lo menos dos horas. El tipo chifla y al momento traen una camilla de ruedas, la bajan entre dos enfermeros para que rápidamente al rodar la camilla la bajan viéndola desaparecer en la puerta- Ellos esperan pero al ver que no pasa nada, Jacobo se impaciencia que tiembla de la angustia- La señora (con la intención de distraerlo) ustedes por lo que observo son de Montevideo- Él (con la temblorosa) Si vivimos desde hace más de dos años en el barrio antiguo- Son artistas?- Si pintamos- Claro todos los artistas se van a vivir a ese sector del puerto- Al rato aparece uno de los enfermeros- La chica ya reacciono a la antitoxina pero es mejor que este en observación, hicieron bien en ponerle el torniquete de lo contrario se hubiera complicado ya que el veneno de la crucera es potente.         Fin.              

EN UNA NOCHE DE CARNAVAL
La ciudad Fronteriza en plena algarabía de un desfile multicolor, donde las mujeres danzan a ritmo de los tambores mostrando a través de su corta indumentaria sus formados cuerpos. Alvin que por muchas cosas es un particular ser, al entrar a la ciudad compra ananá o piña llena de hielo y cachaza. Se instala a beberla en una de las calles del Chuy a ver con su externa mirada, pasar las bellas mujeres, al impactarlo la belleza de una morena que baila con gran estruendo moviendo las caderas y agitando el cabello de crespos negros, la sique con la mirada para ir caminando esquivando a la gente al mismo tiempo sobre vereda. Distraído lo encuentra la espuma que alguien tiro pero sin importarle nada, al estar metido entre la gente se las arregla para avanzar y no perderle la mirada al objeto de su visual placer. La chica que baila al ritmo de las demás mujeres desde su perspectiva empieza a verlo para que intercambien sonrisas. Al detenerse el bailoteo en la calle de los inmensos supermercados, él saca de su pequeño bolso un lapicero y un papel que con cierta rapidez le escribe una nota en forma de poema, lo dobla logrando un avión que al lanzarlo ella no tiene problema para recogerlo del suelo para desarmarlo y leerlo. Ella con la alegría en su rostro le dice con varios ademanes que este pendiente del momento que termine el baile, él como es astuto entiende a la perfección lo que ella le quiso decir. Sique el desfile carnavalesco hasta el parque Grau donde la gente se mezcla bailando, se intercambian las parejas. Alvin aprovecha la ocasión para que al verla moverse la interceptarla, al llegar a sus brazos la mira con ojos de médico, bailando los sorprende el día y desde ese momento van de pueblo en pueblo donde se traslada el carnaval.        Fin.                       
CUENTOS BRASILEROS 
UN GRUEL ASESINATO
Como hombre que prometía mucho más de lo común, lo enviaron a Pelotas por un año con el fin que haga una especialización en bellas artes. Al llegar del Uruguay en la misma Rodo viaria (terminal) se encuentra a un viejo amigo de infancia pero en la primera instancia no se reconocen- Él (recordando imágenes del pasado) vos por casualidad no eres Toño el niño con guíen jugaba en Tacuarembó- Han pasado muchísimos años pero lo recuerdo como si hubiera ocurrido ayer, se me viene a la memoria una vez que nos fuimos con nuestras familias a Mar del Plata lo bien que la pasamos- Claro que me acuerdo pero vamos a tomar un café. Caminan, él arrastrando su valija de pequeñas llantas al ver una especie de cafetería van y al entrar se sientan viendo pasar a la gente- Toño: lo que no recuerdo es tu nom- bre…- Federico: Es todo tan extraño que de una vez se me vinieron imágenes de esa época que éramos infantes, si me viene a la cabeza aquel día que estábamos pescando y que me empujaste al río- Te tuve que sacar por que recuerdo que no sabías nadar. Se ríen- Federico; que ha sido de tu vida todo este tiempo- No creo que te acuerdes, mi familia se trasladó a Montevideo, bueno ahí hice lo que me faltaba de la primaria y luego la segundaria- Claro desde ese momento no nos vemos y yo con mi familia nos fuimos a vivir a Colombia ya que a mi padre le salió un empleo en una petrolera, de ahí pasamos a Venezuela donde termine la segundaria y realice la carrera de biología- Entonces eres todo un biólogo- Si soy exactamente eso y desde este año estoy dando clases en la facultad de biología, exactamente de etología que se trata específicamente del comportamiento animal- Que bien porque al quedarme un año podemos intimidar y compartir, vives con pareja o solo- Me acabo de separar de una relación muy complicada ya que está chica vivía en la Paloma, durante varios meses ella venia o yo iba pero en el momento que ella se vino y al vivir juntos el mundo se nos vino encima ya que descubrimos que no éramos compatibles para nada y la relación se volvió un infierno para ambos. Vamos que te llevo a la universidad. Salen de la Rodo viaria para instalarse en la avenida, debajo del techo del paradero viendo pasar los diferentes vehículos, en el momento que viene el autobús poniéndole la mano hace que se detenga, se baja un grupo de personas para montarse después de una mulata- Se sientan para que él callado observe el movimiento de la ciudad, el vehículo al ir a través de la avenida que está partida al medio por varias plantas de coloridas flores, ven que voltea por una zona de pequeños edificios y llegan a la universidad Federal. Se bajan detrás de varios estudiantes para caminar entre las antiguas edificaciones que están rodeadas por bellos jardines- Toño (rompiendo el silencio) toma esa dirección que llegaras con facilidad a la facultad de bellas artes. Él sique la indicación que le diera su antiguo amigo observando la edificación de la biblioteca, pasa al lado del parque central de piso de ladrillo observando la fuente donde brota el agua hacia arriba y girando llega ante el viejo edificio. Entra jalando la maleta viendo a dos estudiantes que lo saludan. Al ver la oficina del decano no duda en entrar y al ver a una preciosa mujer - Vengo al postgrado- Ella (en portuñol) Suba al cuarto piso que ahí están reunidos los del postgrado. Sube las escaleras escuchando un piano, al ver hacia el corredor divisa en el fondo a varios estudiantes que sostienen varios instrumentos, pero al subir los dos pisos restantes en el corredor encuentra la jaula de clases. Entra, al ver al catedrático lo saluda de mano y se sienta al lado de una morena para escuchar todo lo referente al postgrado. Terminado el preámbulo son guiados por esté hombre de bigote y cabello largo escaleras abajo al otro extremo de la universidad, al llegar acompañado por sus compañeros del postgrado ve el piso que corresponde a las habitaciones, a él le toca compartir la habitación con Rodrigo un boliviano del altiplano por su apariencia indígena nadie dudaría su procedencia.
Al otro día al estar en el mismo salón del día anterior se presenta una catedrática chilena que hace una larga introducción sobre la filosofía del arte, haciendo una connotación sobre los límites que hay entre la pintura y la poesía. Al terminar todos se paran para bajar a la primera planta y al darle la media vuelta a la edificación, al abrir la puerta hallan un enorme espacio con muchos caballetes y enormes lienzos se dan cuenta que está destinado a ser taller de arte, cada uno se apodera de uno de estos elementos de trabajo y trepa el lienzo sobre el caballete, que él con su paleta disponga los colores, por último al mezclarlos logra los tonos que quiere usar. Él muy concentrado logra con su estilo el cuerpo de una bella mujer, al darle el último pincelazo ve a una mujer que no había deparado que posee una belleza exuberante, se acerca y descubre que está terminando de pintar con un estilo muy depurado el desnudo de un hombre. Él (al verla que termino) veo que eres una excelente pintura del cuerpo humano- Siempre fue lo que más me gusto abarcar- Que coincidencia por que también es lo mío, qué tal si ahora que salgamos vamos a tomar un café- Excelente idea. Al rato salen acompa- ñados de sus compañeros, pero ellos al salir hacia la oscuridad toman otra dirección- Él (fijando la vista en el jardín de tulipanes) a dónde vamos?- Pensé que sabias, pero preguntémosle alguno de esos chicos. Al aproximarse- Ella: ustedes por casualidad no saben dónde podemos tomar un café que este bueno- Un rubio (algo narizón) miren allá queda una de las cafeterías, a mi gusto se toma el mejor café de esta universidad- Él: gracias. Con sus pasos se dirigen hasta la cafetería al aire libre y van esquivando a varias personas que van charlando para hacerse detrás de un muchacho y una mulata. Al tocarle el turno piden el apetecido café y se sientan viendo la amplitud del espacio- Él (tomando su taza de café) de dónde vienes- Ella (después de darse un trago) de Neuquén- Donde queda ese lugar?- En Argentina donde exactamente principia la Patagonia y vos?- De Tacuarembó no está muy lejos de aquí. En esas es interrumpido por Federico que se acerca- Veo que estas muy bien acompañado, me puedo sentar- Él: por supuesto. Se sienta diciéndole: te estuve buscando al medio día para invitarte a almorzar en mi departamento, pero como ahora están los dos los convido a ambos- Ella: que bueno pero ustedes como se llaman- Yo soy Federico- Yo me llamo Toño- Ella (descubrién dose los rubios de la cara) yo soy Arista pero mi familia me dice Ari. Pagan los cafés para bordear el contorno de las edificaciones y al encontrar la extensa zona de parqueo se montan los tres en la amplitud del automóvil, él amigo arranca (pensado en la belleza de la chica), toma la avenida para ir lentamente detrás de un enorme camión, que en instantes acelerando lográndolo pasar, dobla por una calle y viendo el río se detiene- Toño: que bello lugar- Si me gusta ya que esta zona está muy arborizada. Se bajan, al pasar la calle entran en una moderna edificación viendo un enorme espejo que los refleja, suben a través de las escaleras a la segunda planta donde el abre la puerta, de inmediato aparece un lugar entapetado con tres sofás y de las paredes blancas cuelgan varios pasteles que representan curiosos animales- Ari: que lugar más bello, me gusta los pasteles pero quien los ejecuto- Una novia que tuve hace algún tiempo- Toño: de la cual me contante- No de otra que murió en un accidente, pero sentémonos- Ari: que tragedia- Sí que lo fue pero menos mal que el tiempo todo lo borra, pongo música- Toño: que tienes para escuchar- Bossa-nova, zamba voy a poner a Joao Gilberto para que empiecen a identificarse con la música brasilera. Al colocar el aparato de música, el contorno se llena de melodía de guitarra, piano y batería y de una voz sensual- Federico (viendo a la chica) te gusta- Me agrada de sobremanera- Federico excúseme porque tengo que ir al baño. Los dos en la música escuchan la puerta- Federico (gritando desde el baño) abran la puerta. Toño: se para y al abrirla encuentran una apariencia de mujer- con voz de travestí (haciendo un exagerado ademán lo intenta abrazar) donde está mi amor- Federico (gritando) ya salgo del baño. Él maricon saliendo del baño) mi amor, no te he dicho que cuando vengas, primero llames- Si, pero esta vez no pude aguantar el arrebato, pero guíen son ellos- Ella es Arista y él mi amigo de infancia Federico- Ella: es Germina- Porque todas las flores germinamos, él está bellísimo- Federico (mirándolo) no tengo prejuicios, pero no sabía que tuvieras esos gustos- Ari yo me voy porque estas escenas me parecen muy desagradables- Toño: yo te acompaño- Federico: por favor ni se le ocurran contárselo a nadie ya que pierdo la buena reputación que tengo. Salen tirando la puerta- Ari: si hubiera sabido que así era la gran invitación me hubiera ahorrado todo este bochorno- Yo no tengo la culpa, ya que a él desde ayer no lo vi durante años- Lo que fue no importa, ahora tengo hambre. Salen del edificio al ver un taxi que deja a unas jovencitas. Lo detienen- Él tipo (en portuñol) a donde van- Ari: usted seguramente sabe de un buen restaurante- Yo siempre prefiero uno de tenedor libre ya que hay todo tipo de comida y de muy buena calidad- Toño: llévenos a ese lugar. El señor conduce el auto por la avenida, al pasar un semáforo detiene el auto- El conductor es aquí. Él paga, se bajan y entran en un gran local- Ella que rico huele, hay esta la cola. Se hacen atrás de un elegante señor y en el momento que llegan cada uno se hace de una bandeja- Ella se ve bien este pescado. Se sirven él al preferir una chuleta la pone en su plato y disponen de ensalada, papas fritas y de torta de chocolate. Se sientan divisando en el enorme ventanal la avenida- Ella: que buena comida- Si te doy la razón. Al acabar vuelven a servirse otras cosas para terminar más que satisfechos- Toño (apreciando su belleza) ahora el problema es pararse- Estoy repleta. Haciendo un esfuerzo se miran y se levantan- Ella salgamos. Salen del lugar y caminan viendo a los diferentes transeúntes- Ella (viendo una galería de arte) Entramos a ver la exposición- Entremos. Entran, al meterse entre la gente miran cuadro por cuadro- Ella: estas pinturas abstractas no me dicen nada- Yo las veo muy facilistas. Al ver la última encuentran la mirada del mismo travesti que se le viene encima- (tocándolo) que hombre más hermoso- La chica lo empuja, el travestí va a dar contra una señora, al devolverse saca un puñal- Ahora si esta mujer me las va a pagar. Con el envió le hunde el cuchillo en uno de los pechos y ella al sentir el puñal se apoya en Toño para caer sangrando sobre el piso, él sin saber que hacer se toma la cabeza que al verla sangrar se agacha y se vuelve a levantar- Él (del desespero gritando) ayúdeme. Al salir el travesti corriendo, entre varios la levantan para que al sacarla del lugar la introduzcan en un taxi donde ella deja de vivir.                                           Fin.                                                                                

EN EL FORO SOCIAL MUNDIAL
Carlos al estar varias horas en el autobús, viendo el verdor del paisaje se queda profundamente dormido. Al estrellar la cabeza con el vidrio con se despierta, la vista del lago los Patos, pero como siente el frió de la madrugada prefiere dormir y  solamente vuelve abrir los ojos en el momento que llega a Puerto Alegre. Él bus entra por un puente a la Rodo Viaria, al bajarse recibe su enorme mochila y- le pregunta a una chica: sobre el Foro social mundial- Ella (sonriente en portugués) camine ocho cuadras por la avenida hasta la plaza, luego baje las escalas que lo llevaran por una larga calle al parque central- Él (con un mal portugués) Mucho brigado. Sale del terminal pensando cómo estará el gran evento, toma el alto puente peatonal que lo lleva a la avenida que la chica le dijera, al llegar a la plaza ve la estatua de un cabecilla de la independencia de Fernao Días Pais, la fuente y varios árboles de abundantes flores. Al bajar los estrechos peldaños de cemento cruza la mirada con dos chicas que suben, toma la calle y al fondo ve un lado del parque, en el momento que llega encuentra una enorme multitud. Él con la indicación de alguien hace la fila donde se registra y le colocan un brazalete. Al no conocer a nadie busca un sitio que no esté tan cogestionado de carpas, lo halla al frente de un enorme árbol Bahiano de donde cuelgan abundantes hojas. Viendo a un grupo de gente arma su carpa y se sienta a observar. Viendo en la distancia a lo que cree que es una amiga, se para y al tenerla cerca la pisteá- Ella (en portugués) ¿quién es usted?- Soy un anormal que la confundió con una amiga de la plata- Ella que dijo- Nada importante- Ella lo vuelve mirar pero está vez muy extrañada y se retira de vista. Se queda pensando en un momento dado lo sorprende una chica delgada y de cabello abundante que lo flecha con la mirada de ojos negros y profundos, ella se sienta a su lado viéndolo detalladamente- Le dice: vamos y nos sentamos en ese claro así platicamos- Aquí estamos bien- Ella insistente: es que allí podremos tomar el sol- Bueno me convenciste Al pararse empiezan a andar, pasan entre la gente y se sientan en medio de un grupo de árboles- Ella vos eres de Argentina- Si claro, soy de la plata- De que plata- Él (descubriendo una belleza extraña) bueno, cerca de la capital existe la ciudad que maneja los asuntos públicos de la provincia que se llama La Plata, que no tiene que ver con la ciudad de Buenos Aires pero si con la provincia del mismo nombre. Entendiste…- Un poco. Sin decirse nada se recuestan sobre la grama, al pasar el tiempo viendo a la gente pasar- Ella vamos a almorzar al restaurante de mi tía- Espera que al menos disfrute de estos árboles. Se vuelven a recostar sobre el prado en silencio para que al reflejarse en la mirada se queden como extasiados, pero son interrumpidos por un fruto que cae de un árbol. Él tomándolo se lo muestra- Sabes cómo se llama este fruto…- Enebro, claro que este árbol no es original de este lugar si no fue traído del Canadá- Yo pensé que eso solo pasa en Argentina, vos de dónde eres… Ella (sacándose un mechón negro de su cara) soy de Cabo Frío muy cerca de Río de Janeiro, desde muy pequeña vivo aquí- Hablas bien el español- Debido que aquí es la segunda lengua- Que te gusta hacer o que prefieres hacer- Ella (mostrando su sonrisa) no entiendo- Estudias, trabajas o que haces?- Estudio bellas artes, pero al ver tanta injusticia me quiero cambiar a derecho. Ella al ver unas amigas- Me voy- Como hacemos para vernos?- Si nos tenemos que ver ya nos descubriremos. Él se queda solo pensando lo peculiar de la muchacha, al sentir hambre se para viendo a la gente. Al salir del parque almuerza en un restaurante popular y va acompañado de un grupo de personajes a la universidad donde en la sala de conferencias escucha una exposición de los sin tierra, luego otra sobre el calentamiento global y por último sobre los desplazados por la guerra. Al salir ve que ha perdido los cigarrillos y al intentar devolverse se encuentra con la muchacha greñuda- Ella: la vida hace milagros ya vez que te encontré, quisiera ir con vos al recital de música brasileña- Vamos- Ella al sonreír muestra los dientes) estos cigarrillos son tuyos- Como los encontraste- Adivina adivinador, porque seguramente no tienes ojos en la espalda, los encontré ya que estaba sentada justo detrás de vos- Como no me llamaste … - Debido a que estabas escuchando inmerso lo que decían los exponentes- Buena razón, pero vamos- Ella es por aquí. Caminan subiendo las gradas de piedra, al llegar ven una gigante media torta repleta de gente- Ella mira ahí no hay nadie. Entran casi por encima de la gente, se sientan al lado de un gordo sudoroso pero para su fortuna al rato empieza a cantar Caetano Veloso acompañado de sus músicos y en la segunda canción la gente comienza a batir las palmas al ritmo de la música; en el momento que hace la presentación el cantante Luís Bomfa una chica se lanza sobre ellos cayendo como dos peones de ajedrez al suelo de donde se levantan- Él: esa chica como nos cae de ese modo pudo causarnos algo- Ella: todos los argentinos son tan exagerados. Para terminar el de tocar, ante el público se presenta Antonio Carlos Jobana que hace bailar a todo el mundo, varios temas de su inspiración, al culminar la concurrencia le pide otro tema y otro. En el momento que todos se van con dirección del parque sucede un incidente con una chica que por falta de oxígeno pierde el conocimiento y al caer es pisada por varias personas, al darse cuenta un grupo de la universidad los empuja y alzan a la chica para llevársela – Él: que lío que se armó en el momento que la chica perdió el conocimiento, definitivamente la gente es muy imprudente- Ella (en son de tomar el pelo y en portugués) que dijo que no entendí nada- No importa, estas bellísima. Ella al ver todo tan difuso lo toma de la mano, al entrar en el parque ven a un grupo vestido completamente de blanco, que al ritmo de sus tambores agitan Krishna, Krishna y hacen un baile pantomímico, al tratarse de abrir espacio ven a un grupo que danza al ritmo de los tambores, y luego a un grupo gnósticos que hacen una torre humana. Al llegar a la carpa se toman para que abrazándose se besen repetidas veces- Ella: vamos a dormir o hacer el amor. El: no sé. Se ríen y mirándola la ayuda a meterse en la carpa y al acostarse se quedan dormidos abrazados.
Al otro día después que se detiene la lluvia se despiertan, salen de la carpa respirando la húmeda – Ella: vamos a desayunar donde mi tía…- Tengo mucha hambre con migo puedes correr peligro de que te coma- Ella riéndose: por favor no. Al volverse a reír y de qué manera salen del parque, al cruzar la avenida entran en el restaurante. Al ver ella a su tía la saluda de beso. Él se sienta y al momento ella trae en una enorme bandeja dos abundantes desayunos- Ella proban- do los huevos revueltos a manera de mimo le dice: te gusta Río Grade do Sul?- Que es eso- El estado que es capital Porto Alegre- Ya entiendo, solo conozco lo que he visto de la ciudad- Ella: es beleza pura. Al no dejar nada se paran y ella se despide de beso de la tía- Vamos. Al entrar en el auditorio escuchan la voz de unos mexicanos que destacan la importancia de Marcos que lucha por sus principios de emancipación ya que el mundo de los blancos ha prevalecido sobre los motivos de los indígenas, ya que ellos al perder las tierras se ven cohibidos de ser verdaderamente libres, por esa razón quieren la reforma agraria para su pueblo. Toda la concurrencia aplaude con cierto frenesí, al cambiarse a uno de los tantos salones interviene un grupo de escritores colombianos hablando de la literatura latinoamericana y de la literatura con respecto al cine- Él: que interesante las conferencia, definitivamente si los latinoame- ricanos nos uniéramos y lograríamos cambiar la política que nos desune, este continente tomaría tanta fuerza que las multinacionales no nos explotarían más, Con una política ética acabaríamos con la corrupción. Salen viendo las cinco mil carpas para volverse parte de un universo comprometido con lo que ellos son. Fin.                                                                                                                                                          
                                                          
EN EL PARAÍSO
Al dormirse cierto personaje en el parque Guinle se despierta sin la mochila, al ver que no está más se toma la cabeza pensando que le han quitado un peso de encima, recuerda que lo abatió el cansancio por esa razón se quedó profundo que no se dio cuenta como le afanaron la mochila. Tirado sobre el pasto haciendo pereza ve a tres muchachas que caminan por el sendero de cemento, se levanta tomando varias flores que quiebra para volverlas pequeñitas, al movilizar los pies  alcanza a las muchachas y se las arroja para ver como sus cabellos quedan esplendorosos. Las chicas lo miran- La de más abundante cabello: que chico parece salido del paraíso- La más alta que luce una balaca muy colorida: no será más bien que es el paraíso personificado- La última que lleva unos enormes gafas rojizas: no vienes con nosotras- Con ustedes no tengo nada que perder ya que alguno de los personajes de lo ajeno me hurto la mochila. La chica de la balaca (haciendo un gesto de descontenta) Acaso lo robaron- Si, por que del cansancio me quede dormido en este parque y como no supuse nada me quitaron todo lo que tenía- La misma chica: vienes con nosotras- ¿Acaso a dónde van? La de abundante cabello: si lo supiéramos no te lo diríamos- Que bueno dejarse llevar de la poesía del viento- La de gafas: como así de la poesía del viento- La chica de la balaca (sacándole la lengua) vos como siempre tan impertinente no ves que la poesía no es como la razón, es algo que simplemente se siente y que prevalece sobre cualquier injusticia o cualquier posesión- Él al rozar su mirada la aplaude- Que disertación veo que eres una poetisa en flor. Caminan, al llegar a la plaza de Machado ven a un chico sentado que está muy ensimismado tocando una guitarra, al acercarse se sientan viendo que con manos magistrales toca un tema de Vinicios que al terminarlo les dirige la mirada- De verdad que me sorprendieron- La de cabello abundante: vamos a la playa, vienes con nosotras y él- La chica de la balaca: lo acabamos de rescatar del parque. Al mismo tiempo se paran para tomar una calle lateral que les muestra desde la distancia la playa de arena blanca, en el momento que quieren cruzar la avenida los detienen los automóviles largos que les muestra que están en los tiempos de la sicodélica manera de ser, al ver que no vienen más autos sin apuros pasan la ancha avenida y bajan por las escalerillas a la playa sintiendo la arena ardiente en los pies, corren para estar cerca del mar viendo el ir y venir del agua salada. La chica de balaca al quitarse el biquini lo ve a él desprenderse de los pantalones, se presenta ante ella con el mocho y la va tomando para que al girar entonen un baile que los lleva al marcar los pasos a tocar el agua y se lancen estrepitosamente al mar. En ese mismo momento una ola los cubre con su espuma- La chica (gritando) por que no se meten que el agua esta deliciosa. Desde donde están ven que todos al desvestirse corriendo se lanzan- El guitarrista: vamos a buscar las olas. Se entran y ven una enorme ola que al investirlos los revuelca haciendo que tomen agua- La chica de abundante cabello: volvamos a insistir. Ellos logran pasar por debajo de la siguiente ola para ver otra más grande a la cual se le lanzan para que los deje casi en la playa, hacen repetidas veces exactamente lo mismo que quedan extenuados- La chica (poniéndose las gafas) que maravilloso es este mar, es vivir un sueño de costado- la chica (haciendo que se pare el amigo) vamos a caminar. Andan por la extensa playa de Flamenco marcado las huellas que al llegar el agua desaparecen como arte de magia- La chica (aplicándole un beso en la boca) cómo te llamas?- Acaso los nombres representan lo que somos, es mejor que tú me llames como más te guste- Ella (saltando) como te encontré en el parque y en ese momento hacia mucho viento, desde ahora en adelante te llamare Viento del parque- Si lo simplificas llámame simplemente viento- Así te diré. Vuelve a saltar viendo a sus amigos. Se sientan a preciar el espectáculo del sol que de a poco desaparece en el mar- Ella (sosteniéndose de Viento) hu ha que puesta de sol más alucinante, ahora vamos al departamento de Clara- La de gafas guíen dijo que mi departamento está disponible, no mentiras vamos. Se devuelven bordeando la playa viendo a los últimos bañistas e ir a la avenida, ven pasar los enormes autos y cuando no ven ninguno la cruzan para tomar la calle de los edificios, en la siguiente cuadra ella abre la puerta y al entrar al edificio de paredes blancas toman el ascensor que los deja en el décimo tercero, ella con la fuerza necesaria abre la puerta para que encuentren un espacio llenos de afiches de estrellas de cine y de rock. Se sientan sobre los cojines- Viento (sacando del bolsillo del pantalón la ganha) por lo menos esos malucos no se llevaron la macoña, voy armar uno bastante responsable. Al terminar de armar el Barreto indica con un ademán de mano que se establezcan en el balcón. Él lo prende viendo a su amiga, se da varias bocanadas y al pasárselo a ella ven cómo va fluyendo la luna en el mar y luego al haber fumado todos ven gigantes globos que cubren el firmamento. Al entrar al interior del departamento ven los afiches que se convierten en grandes espejos, la chica de la balaca se la quita para ponérsela a él en la cabeza, para que todos a través de los espejos se vean desnudos. Empiezan a bailar libremente girando sus cuerpos, al atraerse con las yemas de los dedos empiezan a tocarse las regiones más íntimas, luego al experimentar con los labios se vuelven una sola envoltura de senos, penes y vaginas. En ese momento se excitan unos a otros para entrar en el clímax que al llegar a la supremacía del furor todo quede oscuro y al volver en sí, estando en el parque Guinle al lado de su mochila se da cuenta que lo sucedido solo fue un sueño.     Fin.                                                  
EN LA PLAYA
Al venir de París con la única intención de buscar un departamento en Copacabana con vista al mar, empecé a buscar el añorado lugar, después de mirar varios espacios me decidí por un departamento en la avenida Atlántica con la calle Princesa Isabel, el lugar es perfecto ya que al quedar en el piso trece tengo el dominio de una amplia panorámica sobre la playa de Leme. Al hacer el contrato de arrendamiento por dos años me hago del espacio a mi antojo, en un sitio compro madera con la cual me fabrico tres cómodos caballete, en otro sitio me hago de una buena mesa de dibujo y de varias mesas pequeñas, un vecino me vende un par de sofás y tres sillas y en un anticuario de la calle Bolívar compro un baúl, una mecedora y por último en una ebanistería adquiero largas maderas para los bastidores. A la tarde siguiente empiezo a fabricar varios bastidores de un tamaño considerable en los cuales al templar los lienzos, como me siento solo adquirí en un almacén de electrodomésticos un buen equipo de sonido y en otro lugar un proyector. Al conocer a un productor de cine él se encarga de facilitarme en calidad de préstamo los royos de películas. Al tener listos todos los bastidores con sus correspondientes lienzos los acumulo en uno de los tres cuartos donde también acomodo dos mesitas: una con mis pinceles y la otra con mis tres paletas. Ya tranquilo por esa circunstancia decido respirar un día yéndome a la playa, al bajar por el pequeño ascensor descubro un rostro que de verdad me conmueve por su belleza, se trata de una chica de una belleza plástica impresionante. Al ver que luce una salida de baño muy colorida a la manera de los primeros artistas nouveau, de donde fluyen unas bellas piernas. Le encamino pero enseguida siento tal rechazo que prefiero alejarme de ella, al estar solo siento una presión tan desposta con migo mismo que solo lograre liberarme con el ejercicio de la pintura. En esas circunstancias atravieso la avenida Atlántica para ver a un lado de la playa la acumulación de gente, entonces decido caminar en la otra dirección. Al irme a la bella playa y al tocar la arena con mis chanclas experimento el calor bajo mis pies, al hallar un buen panorama extendiendo la toalla sobre la arena, luego que me pongo por todo el cuerpo protector solar ya que estoy más blanco que la leche. Me acuesto viendo las pocas nubes y creo mentalmente el siguiente poema en forma de prosa: Creí que estabas de mi lado, creí en tantas anfractuosas noches, tantos descubrimientos insospechados y así entonces quedé más sólo que antes, cuando soñaba con reunir ejércitos y todavía no se me habían caído las alas. Tuve que soportar este embate y comprender que no existía tal soledad, que yo era único, tan sólo.
Cansado de reunir culto a tanta ficción, hastiado del criterio adecuado, del sentido común, de la cordura y la locura, del dormir y del despertar, de tanta caprichosa estrechez dicotómica. Me despierto al caos y derrumbé babuinos eternos, y en mi furia me vi de pronto batiendo mi energía cimbreante de brazos y gritos y comisuras babeantes, tan único como un cosmos. Me veo y de una vez supe que siempre he sabido detrás de una parafernalia de ser.
Asumiendo lo que soy no se ni nunca me embarcara una contingencia, que ese saber es inexpugnable y palmario a cada instante; me sé en cada igual al lado, y entonces obtengo calles de terribles huestes dispuestos al amor.
Me despierto de mi ensoñación con la piel caliente y ardiéndome un poco que resuelvo tirarme al mar, el contacto con el agua tranquila me refresca de tal manera que experimento un alivio en todo el cuerpo. Me vuelvo acostar sobre la toalla viendo en dirección de las nubes, yo no sé por qué al pasar la chica del ascensor en biquini me mira esta vez amablemente, la veo como se detiene y me muestra la integridad física que solo las musas y las ninfas poseen. Sin creer lo que he visto me lanzo al mar para flotar de espaldas y relajar mi cuerpo maravillosamente.
Al ver que escurece decido ir al departamento, al llegar me baño con el objetivo de sacarme la sal y muy fresco me preparo unas pastas con salsa boloñesa y queso rallado, como que al darle termino traslado mis objetos de pintar, con grandes pinceladas logro en un par de horas darle una forma estructural al objeto de mi imaginación, así pinto encerrado varias semanas solamente viendo a mi amigo Vilió que me trae los rollos de película que al ser vistos se vuelve a llevar.
Una noche que me decido a empezar a pintar un nuevo cuadro, escucho que tocan la puerta. Para el efecto abandono el pincel al lado de los otros en el jarro de porcelana, me paro con cierta curiosidad y para mi sorpresa al abrir la puerta, veo de frente mío a la chica que me impacta que lleva puesta una minifalda y una blusa de formas sicodélicas- Me dice con su voz dulce: puedo entrar. Yo la hago seguir y se sienta viendo lo que empecé- Quieres un trago… Primero quisiera ver al menos algo de tu obra- Entonces si es así pasemos a este cuarto. Entramos y saco de la acumulación de las pinturas una por una- Ellas (viéndolas) me gusta las pinceladas que a manera de rompecabezas has armado esas figuras tan surrealistas, ya comprendo por qué deje de verte. Perdona que esa vez al encontrarte en el ascensor iba con un humor terrible, ya que antes del fortuito encuentro me había peleado con mi hermana- Entonces no eres la odiosa de esa mañana- Para nada ya que siempre trato de ser positiva en mis cosas- Ya que dices cosas, que haces o para simplificarlo que te gusta hacer- En este momento vivo de la fotografía- Que tipo de fotografía haces- Simplemente fotografió mode- los para ciertas revistas francesas- Vamos a la sala que ya mismo abro una botella de escocés. Sirvo con hielo una parte del contenido de la botella que vamos tomando lentamente- Ella quieres venir a una fiesta- Preferiría quedarme aquí o ir a un lugar donde no haya gente ya que no soy un ser social- Entonces si es así vamos a caminar a la playa que a esta hora de la noche suele haber poca gente- Espera que cargo la neverita de hicopor con hielo y de paso llevamos la botella de escocés. Al ir a la cocina de la nevera saco hielo que lo coloco entre la cuestión dicha, salimos yo sosteniendo la neverita y ella llevando la botella, al bajarnos del ascensor nos cruzamos con un grupo de señoras que nos miran despectivamente, pero al no darles importancia atravesamos la avenida y deliberando sobre ciertos aspectos del arte llegamos a la playa, caminamos un trecho no muy largo y al colocar la neverita sobre la arena nos sentamos viéndonos el rostro- Ella: tu desde hace poco vives aquí en Copacabana- Creo que alrededor de tres meses, antes vivía en París pero ese mundo de compromisos me saturo tanto que empecé a odiarlo, que tome la buena decisión de venirme para este lado del mundo. Nos quedamos callados viéndonos y disfrutando del escocés. Ella (rompiendo el frío) yo estoy pasando por un momento complicado de mi existencia, debido a esta altura de mi vida ya estoy saturada de la gente que se encarga siempre de donar única- mente problemas. Nos miramos, con decisión la levanto y en la posición en que está me las arreglo para que al encontrar sus labios nos besemos como dos acona utas que aman el cielo, la bajo y al poner las manos sobre su cuerpo las subo para meterlas en la camisola y palparle los senos. Ella me desnuda como si yo fuera un muñeco y yo hago exactamente lo mismo, al ver su desnudes descubro un belleza que no tiene límites y buscando funestas consecuencias nos entramos en la mar, donde la tomo suavemente y al besarla ella toma mi pene para introducirlo en su gallo o vagina y nos movemos para contorsionarnos y llegar a la plenitud del deseo viendo a la luna nueva que se asemeja a una hamaca.    Fin.                                                     

DE UN ROBO A UN SUEÑO
Camilo de un apellido normal de esos españoles, llega de Fox de Iguazú. Al bajarse con su mochila del último auto ve el centro de Sao Pablo que prolifera de manadas de gente, mira de un lado para el otro los grandes edificios, sin saber a dónde ir decidiéndose entra a una espaciosa cafetería para entrar en el delirio de su mente, que está poblada de las diferentes situaciones que le toco vivir en el transcurso del viaje. Pide un café espeso que lo acompaña con un cigarrillo, fumando llega a la conclusión que tiene que buscar un hostal que se acomode a su bajo presupuesto, terminado con el café y lo que se estaba fumando al ver una pareja, se para y encara a la chica que luce en su rostro unos lentes muy coloridos- Ustedes por lo que veo no son de aquí, llevan varios días en este infierno- La chica (murmurando por dentro) solo tengo ganas de huir, pero para eso tenemos que hacer dinero- Saben dónde puedo ir a vender y si puedo conseguir un hospedaje barato- Si nos esperas a que nos comamos estos emparedados te llevamos al mejor lugar donde puedes vender y ahí cerca hay un hospedaje con putas pero al menos es limpio y está bastante económico- La chica (sacándose el flequillo del rostro) que tienes para vender? Acuarelas, algunos oleos y libros de poesía que aquí por el idioma no valen para nada y ustedes?- El chico (luciendo su larga barba) nosotros le compramos bisutería a los peruanos y la revendemos. La chica (al pararse) vamos. Al salir pagan y caminan en el medio de la mujer y el joven- El muchacho tomemos el metro. Al pasar a un lado de la inmensa catedral por el parque central llegan al subterráneo que estar repleto de gente que baja y sube, él en un momento siente que le jalan la mochila al voltearse ve a una chica. Piensa aquí en este mundo todo es una apariencia- La chica te veo muy pensativo acaso deslumbras algo con tu mente- Sí que pensaba pero nada que trascienda el factor humano. Al llegar compran los tiquetes y se instalan en un vagón infectado de gente, el metro se detiene en la estación Aghanga- baú donde ven desfilar a la jauría que se baja y a otros que se suben, invadidos por el calor sudan como si estuvieran en un baño turco- Camilo: que calor que hace- El chico: es insufrible más a esta hora del día. Pasado el tiempo necesario llegan a la estación República- Ya llegamos a nuestro objetivo. Al esquivar con dificultad a las diferen- tes personajes suben las escalas eléctricas, por supuesto como todo aquí han dejado de funcionar. Al ver a varios artesanos el alegremente los saluda, saca de su mochila el caballete armable y una mínima silla de tres patas, a continuación del caballete cuelga las pequeñas acuarelas y uno que otro óleo. Al verlo un gringo observa deteni- damente las acuarelas paisajísticas y de confor- maciones humanas- Cuanto cuestan estas tres y este óleo- Él (con la mirada de los otros) son tantos reales- Tome y empáquemelas. Las dispone en un enorme sobre de manila y se las entrega- La chica: son muy buenas tus obras, si quieres vas a esa calle y es mejor que de una vez separes donde vas a dormir- Será que me cuidan- El chico de barba (sonriendo sarcásticamente) no te preocupes y ve. Él sale poniéndose la mochila por la dirección indicada, al ver el hotelucho timbra y sale una puta mostrando las tetas- Quieres un ratico con migo- No, lo que preciso es a la dueña- Espere que la llamo. Al desaparecer la prosti al momento llega una señora bastante exuberante por su cordura- con asentó peruano le dice: bien pueda entre, veo que quiere una habitación. Lo lleva al fondo del pasillo a una habitación un poco lúgubre ya que no tiene al menos una ventana- Él le dice: la tomo. Al llegar a la plaza no ve ni a la pareja menos a su pequeña obra, le pregunta a un artesano que tiene su parche en el suelo- Usted vio a la pareja que estaba con migo- Él maluco: yo no sé nada. Él con la moral en el suelo se sienta sobre el cemento ahora que voy hacer sin nada. En esa nube se le pasa el tiempo y darse cuenta que es de noche y al estar alumbrado por las luces de neón se presenta una hermosa chica- Que le pasa por que esta tan llevado de la pena…- Como quiere que esté si prácticamente me cortaron las manos- Ella (sentándose a su lado) acaso lo robaron- Él (bajoneado, casi llorando) sí que me afanaron mis pinturas, mi caballete la silla y mis implementos de pintar- Acoso fue con un cuchillo- (zapate- ando) ojala hubiera sido de ese modo, por idiota ya que deje cuidando mis cosas a los ladrones- Ella lo siento pero aquí en San Pablo hay tanta gente que vive de la inocencia de la otra gente- Eso fue lo que me paso- Ella (tocándole el cabello) quieres venir a donde yo vivo y si quieres te puedes quedar con nosotros- Él perdona que te pregunte que con razón estoy desconfiado con guíen vives- Ella con nosotros siempre estarás bien, te lo digo porque somos artistas- Si es así vamos, pero acompáñame a la pocilga a recoger la mochila. Van al hotelucho al entrar la señora (viendo a la chica) tu vienes a trabajar aquí- Él (con el rostro deformado) señora respete a mi amiga que ella es honorable, solo venimos por mi mochila- Me tiene que pagar la noche- La chica no sea injusta que lo acaban de robar sus cosas- Me pagan de lo contrario no salen de aquí- El (sacando los dólares) cuánto es? Son diez reales- La chica yo te los presto. Al darle el billete a la señora salen- Ella: pero tienes dólares entonces porque chillas- Eso gracias a que antes del hurto por suerte y por mi condición de artista le vendí un óleo y tres de mis mejores acuarelas a un gringo, la cuestión no es el dinero si no al contrarió para mi cada pintura que hago es como un hijo- Ahora te comprendo y por lo que acabas de decir demostraste tu sensibilidad por el arte. Caminan por calles y avenidas para que llegar al sector princesa Isabel, en la calle Victoria entran al viejo edificio, al escuchar el jazz ella toca la puerta. En esas aparece un rubio de largas patillas- Ella: él es mi novio- Yo soy Camilo- La chica a mi él y mis amigos me dicen: Lau- Él chico yo soy Sol. Lau: Sigamos si no la puerta se nos va a caer encima. Al entrar ven a una pelilarga que pinta concentradamente con cálidos tonos una tela que está sobre un caballete. El al verla primero pasa la vista para ver el óleo cinético pero a la vez muy impresionista y luego observa su extraña belleza- De verdad que me gusta tu forma de pintar- Brida: voltea la mirada y vos de donde saliste- Lau: después que le sucediera una trágica historia con su arte, al hablar con él lo convide a que viniera- Excelente ya que de un primer impacto me cayó muy bien- La chica vuelve a su paleta y él sintiendo el cansancio al recostarse en el sillón se queda profundo como una marmota.
Al abrir los ojos saca de su mochila su lapicero y se concentra escribiendo lo siguiente: Ayudó el que hubiera una sutil impresión del alma, algo como una dislocación pasiva, temía que efímera. No pudo culpársele por el dolor, y sin embargo hubo de reconocer que le satisfizo, cálido en las sienes.
Otra cosa hubiera sido apariencia de tul o de academia (igual de banales, pobres intenciones eróticas: la seducción). No basta el ánimo en algunas ocasiones, se requiere más que el músculo para evadir ciertos ritos,. Hipercrítico, frugal.
Frugal significó entonces una estética mucho más que fundada, fue remitirse al propio caos, destazar lo que decía fuera de símbolos poco aleatoriamente elegidos, y pasarlo por la picadura hiladas de salame picado grueso) el rumbo en sí no fue muy meritorio, la ecuación fue la que se tuvo más a mano, el parámetro que sin salirse de lo irrestricto alejaba la impresión epiléptica ( ah! Y el amor al prójimo… Y no estaba dispuesto a una circuncisión.
Un corte aquí, rebanar allá, herbicida. Resultado confuso pero estético, de esperarse, un poco más cerca de ser que de no ser, que no es lo mismo que la nada.
Eso fue el primer par que rindió su cultivo, los otros y los no otros se agolparon febrilmente en el celebro enfermo de compresión.
Al poco tiempo el amor y el no amor tuvieron su parte en la historia y, como en todo, el universo sin eso resultaba el no universo de eso.
Los primeros vómitos fueron casi un alivio, le sirvieron para darse cuenta que estaba de este lado, que su amor en el amor porque necesitó y no tuvo dos brazos calientes y ansiosos por su dicha.
Ella al terminar su cuadro de formas concretas y no concretas, va y se sienta al lado de él- Déjame ver lo que escribiste. Ella lee sin pausa, al terminar- Como es posible que escribieras exactamente lo que yo pensaba al pintar el cuadro- Eso quiere decir que estamos sedante- mente comunicados. Se ríen, al mirarse se toman de la mano y las acarician sintiendo más allá de un escalofrió, al querer topar los labios sienten la puerta abrirse y ven surgir del exterior una morena de enormes cejas que carga un violín- Ella: parece que llego en el mejor momento- Te presento a mi amiga Aloneta- Ella no te pares. Se agacha y le da un beso en uno de los cachetes- Aloneta ¿dónde están Lau y sol?- Brida: creo que fueron a comprar algo para cocinar, ya los conoces ello pueden terminar haciendo otra cosa- Aloneta: hagan como si no existiera ya me voy a estudiar con este instrumento. Ella abre sus textos de música y se pone a interpretar Mozart. Con la música se vuelven a tomar de las manos para acariciarlas, pero al querer palpar los labios vuelven a ser interrumpidos por el sonido de la puerta, esta vez los que aparecen son Lau y sol y una rubia flaca y un moreno- Al verlos Aloneta interrumpe su tocata, se saludan de beso y abraza al moreno- Este último (mirando Brida) quien es tu amigo- Un accionado regalo de los duendes, no lo pienso compartirlo con nadie- Lau ( palpándole el cabello para tirárselo con el derecho del aire) ahora si veo que te van a robar unas cuantas pecas- Sol (mostrando una enorme botella) ahora si voy a fabricar mis caipiriñas, Me vas ayudar- Lau: yo voy a preparar una cena para darle la bienvenida a Camilo a este vivito río- Brida: te ayudo- Dedícate a tu regalo que por fin te llego lo que venias pidiendo- Brida: de verdad que es más que un deseo, una necesidad es algo que irrumpe en la apostrofada dimensión de mi ser interno. Ella busca sus labios para que se besen chupándose inclusive los ojos. Todos aplauden. Ellos se internan en la cocina y ellos al sentirse solos no hacen otra cosa que no sea besarse y acariciarse con la debilidad que solo permite el amor.
Al estar lista la cena comen lo que es más previsible y el manjar de los poetas, que son pastas con salsa que la llama Lau: como me da la gana, Luego de no dejar nada en los platos empiezan a consumir la caipiriña- Camilo (agarrado de la mano de Brida) que buena está la caipiriña, de verdad que es la mejor que he probado en toda mi vida. Lau va y lo abraza- Por nuestro nuevo amigo, salud. Beben y beben en un momento dado Brida se lleva a su cuarto a Camilo- Lau ahora sí que te vas a despertar sin ninguna peca- Ella (cerrando la puerta) hasta la vista- Sol: sin vista vamos a quedar nosotros, al no poder ver las pecas de tu cara. Ella lo lleva a la cama y al desvestirse se miran con ganas para que al acostarse quedan entrelazados tan profundos en el túnel de los sueños.          Fin.                                                 
                                                           
UN PERSONAJE
Me acuerdo como llamarme Fisu que como consigo el dinero así me lo gasto, Al estar en San Pablo siempre estoy transitando de un lugar a otro en busca de mis historias policíacas que siempre terminan en una columna de algún diario, en las manos de un editor o en la memoria de algún lector.
Estando parado en la avenida Luís Antonio a un costado de la puerta del banco Sur América, al sacar de la amplitud de mi maletín, abro un libro de mi autor predilecto Edgar Allan Poe sin importarme el deambular de la gente empiezo a leer el cuento traducido por otro gran cuentista Julio Cortázar: El ángel de lo singular, extravagancia. En el momento que estoy leyendo la octava página donde exactamente dice: Al oír esto me apresuré a mover dos veces la cabeza. Justamente hay un revuelo de gente, al empi narme y al estar favorecido por la altura veo salir corriendo llevando varias bolsas a lo que supuestamente es un asaltante, al pasar en frente de mí se tropieza dejando caer una de aquellas bolsas, con la agilidad de un escritor de hazañas tomo la bolsa y me volteo disimulando que hablo con alguien para meter apretadamente la bolsa en el interior de mi maletín, pero al estar intrigado por el contenido veo de frente a otro de los supuestos asaltantes, luego a varios policías que van tras él tipo. En primera instancia me asusto pero al ver que no pasa nada disipo de mí el terror y voy en dirección de un famoso restaurante, que sabiendo que tengo dinero entro de lo contrario nunca hubiera pensado poner un pie en aquel lugar. Al entrar con mi facha de bohemio me siento, al ver al mesero que para nada me mira como un ser humano. Le pido la carta, al traerla pido lo más costoso que se trata de una cazuela de mariscos y una botella de champaña francesa, por último le digo donde está ubicado el baño. Me paro llevando en mi pensamiento varias de mis películas detectivescas, al entrar al baño me interno en un cubículo, me siento sobre la noble taza y saco del maletín la bolsa al mirarla me sorprendo más aún cuando veo un montón de billetes de cien dólares que al contarlos mal contados por la emoción registro en mi cabeza la cantidad de cien mil dólares. Antes de salir saco tres billetes para meterlos en el bolsillo del pantalón y el resto dentro del maletín. Cómo y por precaución solo me tomo las tres cuartas partes de la botella de champán y al salir tomo un taxi a mi cuchitril de la calle Timbiras. Al llegar introduzco la bolsa de dinero en un escondite que considero muy de confianza, que se trata de un par de ladrillo que al ponerlos estoy seguro que pasa desapercibido, como es de esperar tomo cinco de estos billetes y me voy a celebrar como amerita la suerte. Entro al primer bar donde encuentro una bella joven sentada sin dudarlo me siento y finjo que la conozco como soy un maestro la convenzo y le comienzo a declamar varios poemas, pero con los tragos se me olvida que no estoy en Argentina ni en Locombia que queda gringa, pero como tiene la torpeza de los cristianos aplaude. Le convido a tomar pero como ella no está celebrando, se da cuenta que soy un poeta ansioso- Ella (en portugués) usted sí que toma en serio- Es que estoy celebrando la caída de un puente- Ella (inocente como el vuelo de una mariposa) habla en serio- No es que mi madre me mando mucho dinero- Su mamá? No porque ella hace más de diez años decidió irse para las estrellas, en realidad o en irrealidad me encontré un trabajo o un des trabajo en el suelo- Ella: usted está loco- Me estoy muriendo de la risa y empiezo a reír como el que escribe está historia. Ella con un ademán se despide. Al quedarme con está soledad que quisiera poder guardar en el bolsillo, sigo celebrando los goles, los accidentes, la luna, el sol ausente y todo lo que se me ocurre. En mi nebulosa nadaísta veo que al estar declamando en un idioma extranjero tengo rodeado a todos los tomadores, al putas y a las putas y a las no putas. Al haber tomado en demasía se me voltea el mundo que voy de narices al suelo. Pero me despierta alguien al tirarme un vaso de agua, al pararme empiezo a mirar al mundo de otra manera y pensando que estoy en un barco como veo a tanta gente dispuesta a lo que sea. Empiezo a nombrar la marinería pero con la mala suerte que sin pagar me echan del lugar, de la rabia le doy al primero que encuentro sin mirarlo el primer billete. Sigo pensando en la ley de las compensaciones y que ya paqueé la cuenta. Al no poder calibrar mis cuentos, al ver que una muchacha que para un taxi, corriendo me le adelanto y al tomarla caemos los dos en el auto- El conductor (con cara de aterrado) donde los llevo- Yo (adelantándome) a la mejor discoteca- Cuando la chica quiere hablar le tapó la boca y hago que sacó del bolsillo un revolver que ella por suerte lo ve y queda como una mansa paloma. En el momento que el señor nos deja ante la bulla musical, le pago con los reales que tengo pero al quererme devolver el dinero no se lo recibo- La chica (con cara de asustada) señor me tengo que ir para mi casa ya……..No la dejo terminar por que la alzo y de esa forma entramos en la disco, la paro para que baile al no querer la vuelvo amenazar con la pistola que no tengo la, la. Nos movemos al son de la música zamba y de revolcón le estampo en la boca un glorioso beso que yo no comprendo si por miedo, o por poeta o por lo que sea le queda gustando, ya como estoy en confianza le muestro el cañón de mi pistola que es como ustedes amigos lectores son testigos, el dedo. Ella al no poderlo creer se ríe cagándose en el dios de la vergüenza. Bailamos hasta el amanecer, al salir con los primeros rayos del sol y ir por una calle desierta vemos parqueado al frente de un largucho edificio a un camión destapado que está repleto de colchones de diferentes tamaños. Empujo la puerta del edificio que se abre, subimos inmersos de alegría al último piso, al abrir la ventana calculamos caer en los colchones, pero la mala fortuna hace que caigamos sobre el pavimento. Por esa indiscutible razón estoy contando desde el limbo de mi cabeza lo que ella se atrevió a contar, hazaña o no. Mejor si prefieren váyanse a dormir        Fin.                          
                                                
DE ACCIDENTE EN ACCIDENTE
Claude que viene de San Pablo como habían quedado se encuentra con Melisa en la autopista que va de Río de Janeiro a Salvador de Bahía, en el momento que se ven se saludan con un enorme abrazo- Claude caminemos hasta el restaurante donde suelen almorzar los camioneros. Caminan bordeando la avenida viendo el tránsito de los diferentes automotores, en el momento que llegan- Melisa: vos tenez hambre?- Claude: claro que siento un vacío en el estómago de puta madre, si ponemos la mitad cada una tal vez podamos compartir un almuerzo, tengo esto- Mira tengo esto. Las dos al mirarse entran en el amplio lugar, hacen la cola para obtener una bandeja repleta de comida, llevándola Melisa al llegar a una de las mesas desocupadas, entre las dos colocan el plato sobre la mesa- Claude viendo a su amiga de frente- Se ve bueno, buen provecho- Se turnan el plato para digerir los diferentes alimentos- Melisa: come pescado que está supremamente  bueno- Prefiero los frijoles. Al no dejar nada se paran e interceptan a un hombre que por su aspecto pareciera que fuera un conductor de esos camiones- Claude: usted por casualidad va a Salvador- Voy en ese mismo sentido pero solo voy hasta Linhares pero la empresa no me permite llevar a nadie, pero con ustedes dos voy hacer una excepción, eso sí con una condición cuando yo les diga se introducen en el lugar de la cama- Melisa: gracias, por eso no hay problema- Vamos al camión. Salen del lugar al enorme parqueadero donde ven varios camiones estacionados- Él señor (volteándose en dirección de ellas) es por este otro lado, ese es el camión- Claude: es grandísimo, hace mucho que lo maneja- Si no estoy mal van hacer tres años, conduje antes otro camión durante más de veinte años- Claude: mucho tiempo. Sintiendo el calor húmedo se montan- Él hombre (sudando) que mierda este clima tan caliente. Al montarse el hombre hace que arranque el enorme vehículo, en menos de nada toma la utopista que bordea el océano azul- Melisa: este paisaje siempre me gusto- Él: es bello y siempre ver el mar es muy halagador. Van en silencio para que Claude se recueste en el hombro de su amiga y se quede profundamente dormida- Él conductor (en un instante viéndolas) me acuerdo hace años que viajaba con mi mujer, ella al entrar al camión inmediatamente se quedaba dormida y muchas veces me dejo hablando solo- Melisa ( con los crespos al aire) Yo cuando estudiaba en la escuela como los pupitres estaban unidos de a dos, la chica que me tocaba compartir el pupitre siempre se quedaba dormida y generalmente la profesora la despertaba con un reglazo, sin exagerar hay personas que se duermen hasta en un almuerzo. Andan durante horas viendo el mismo panorama pero en el momento que llegan a Victoria- Él conductor aquí voy a parar ya que necesito tomar un café. Al detener el camión se bajan los tres dirigiéndose  a una caseta que está rodeada por muchos cocoteros, se sientan para tomarse el café que acompañan con cigarrillos- Claude (echando humo) desde hace mucho fuma?- Creo que nací con un cigarrillo en la mano, ya que desde tengo uso de razón fumo voy a cumplir cincuenta y cinco años. Imagínese cuantos años llevo fumando- Melisa: años- Mi abuelo siempre fue un fumador empedernido, murió a los noventa y seis años. Entonces yo creo que está en los genes. Al acabar con el café- Él (conductor se para) sigamos viaje- Melisa (dirigiéndole la mirada a su amiga) está vez me corresponde la ventana. Se montan y el conductor al girar el timón hacia la derecha sale a la autopista viendo que los envuelve la oscuridad, en el momento que ven en la ruta a varios policías ellas se meten en el cuchitril y solo salen cuando el conductor deja de ver a los uniformados. En un momento dado al quedarse él hombre dormido el camión se sale de la vía para estrellarse con un enorme baobad y del impacto ellas gritan, el camión se voltea en dirección del conductor que queda atrapado con el volante y ellas son retenidas por el cuerpo del personaje, ellas sangrando logran encaramarse por la ventana y salir- Melisa (sangrando en la cabeza) que hacemos, seguramente el hombre está muerto- Claude (tomándose la pierna) me duele la pierna, ven que te pongo algo en la cabeza. Ella se arranca una manga de la camisa y se la amarra en la cabeza. En ese momento se detiene un automóvil de donde se baja un señor- Les paso algo? Ellas se miran- Melisa: a nosotras prácticamente nos pasó nada grave, el que está muy mal es el conductor. Al detenerse otros vehículos entre varios hombres lo sacan por la misma ventana que salieron ellas- Un calvo (tratando de tomarle el pulso) este hombre está muerto- Otro hombre estas mochilas deben ser de ustedes, móntense en mi automóvil que las llevo a un hospital- Melisa (al dejar de sangrar) no hay necesidad porque a nosotras no nos pasó mayor cosa- El tipo insistente les murmura: hágame caso es mejor que las vea un médico- Claude (viendo a su amiga) él tiene razón. Se suben en la parte de atrás, él tipo se hace al lado de su mujer y pone en marcha el auto- La mujer volteando la cabeza les dice: como fue el accidente?- Melisa: para mí que el conductor se durmió- Claude yo solo vi que el camión se salió de la ruta, todo fue en segundos es indescriptible lo que sentí en ese momento. Al pasar un par de horas el auto entra en la población de Linhares y por una bella av. rodeada de enormes árboles llegan al hospital, en el momento que el buen hombre detiene el auto ya están esperándolos un médico y dos enfermeros. Se bajan- El médico estas son las chicas del camión que se accidento…- Melisa: si somos nosotras- El medico: sigan por este lado a urgencias que les hacemos una revisión- La mujer no se preocupen que nosotros las esperamos todo lo que sea necesario. A la media hora salen para que él hombre muy atento les abra la puerta trasera- La mujer: que les dijo el médico- Melisa: nos revisó de pies a cabeza y nos dijo que no tenemos nada- Él señor como quedo el camión corrieron con mucha suerte, ahora vamos a la casa para que coman y descansen. El señor guía el auto por la bella avenida y al desviarse por una calle lateral parquea el auto al lado de una casa, al verlos salen de la casa una joven de unos veinte años y un niño de siete- La chica: quienes son ellas- La madre (abrazándolos) son unas amiguitas que rescata- mos de un accidente, pero están bien- Él padre afortunadamente si, hiciste comida- Como pensé que venían otras personas hice una rica y abundante comida, todavía está caliente porque la termine recién- La madre: fabuloso ya que tenemos un hambre atroz. El señor por favor sigan que están en su casa. Al entrar ven un interior decorado con muy buen gusto- La señora sigamos de una vez al comedor. Al ver el lugar decorado con bellos platos pintados a mano se sientan rodeando la mesa, la muchacha y la medre traen de la cocina una bandeja con presas de pollo en salsa blanca, arroz y una ensalada de palta con otras legumbres. Todos se sirven- Él niño: ustedes de dónde vienen?- Melisa: ella viene de Rio de Janeiro y yo de San Pablo- Que hacen allá?- Claude: ella termino filosofía y yo me dedico hacer artesanías- Que haces?- Bisutería- La hermana: que muchachito para preguntar, lo quiere saber todo- Melisa: déjalo que pregunte que así aprende- Él niño (mirando a la hermana) querida vos siempre me estás cohibiendo de todo- Ella (con el tenedor en la mano) es que a veces exageras en preguntar que te vuelves cansón- Quien dijo que yo era cansón- El padre: coman y no discutan más. Todos se quedan en silencio al acabar con el contenido de los platos- Claude dirigiéndole la mirada a la chica le dice: cocinas maravillosamente- Ella si me encanta cocinar, pintar y leer lo demás me interesa muy poco- La joven señora: vengan por este lado que las llevo al cuarto de huéspedes, ellas después de tomar un baño se introducen en la cama y del cansancio se quedan profundas.
Al otro día en la mañana al despedirse salen llevando sus mochilas a la calle y toman un bus que las deja en la ruta, intentan hacer auto-stop pero al ver que no para ninguno de los vehículos que pasan- Claude: caminemos que tal vez en otro sitio tengamos suerte. Al andar bordeando la ruta un muchacho al verlas detiene en seco la camioneta- Él (sacando la cabeza) voy para Salvador les sirve- Melisa: claro, vamos para allá- Él joven: prefieren aquí con migo o atrás en el platón- Claude: si allá atrás. El muchacho enciende la casetera y sale de los parlantes la música rock. Arranca a toda velocidad que ellas saltan, al ver el mismo paisaje se quedan dormidas para nunca despertarse, ya que la camioneta al tomar una curva patina de tal forma que se estrella de frente con otra camioneta exactamente igual y ellas por el impacto salen volando para estrellarse de una forma cruel contra el pavimento.              Fin.                          

Al RITMO DE LOS TAMBORES
Un grupo de amigos después de una resaca se quedan dormidos en la playa, en la mañana al subir la marea Vianda al sentir el suave impacto del mar abre los ojos gritando, al escucharla Rala le toca la espalda a su novio Enciso, este a la vez llama a su hermana Ana que despierta Francis y esta empuja a Yago que abre los ojos. Los seis viendo las olas de varios metros que revientan espectacularmente a una distancia considerable. Levantan sus cosas antes que se las lleve el mar. En la distancia empiezan a sonar el ritmo de los tambores- Vianda (agitando sus rubios cabellos) vamos donde están tocando los tambores. Ellos al llegar donde están las largas palmeras extienden una soga entre la distancia de dos cocoteros y cuelgan sus cosas con la intención de que se sequen, mientras Yago se sube como lo sabe él a una distante palmera para que ellos vean como van cayendo los cocos, que él mismo mulato abre con un machete para que todos tomen el agua y al partirlos al medio se coman la pulpa blanca, ya llenos van al sitio de los tambores y del birimbao para bailar Bantú que consiste: al llevar el ritmo se colocan dos grupos que de frente pelean sin tocarse y al levantar los pies los mueven con agilidad hacia todas las direcciones. Contorsionando sus cuerpos hallan tal éxtasis que ven los espíritus que rondan por ahí.    Fin.       

LA FUGA
La creciente sensación de asombro que experimente responde a la belleza de este viejo y luminoso barrio, de sombras casi labradas en rasgos reconocidos por los pocos faroles que cuelgan de las paredes blancas que oscilan con la brisa, por fin doblamos, subiendo una larga calle de casas unidas por estandartes uniformes y luego entramos a un patio que está completamente oscuro, yo al ver una estrella fugaz que se pierde en la distancia grito nombrándola, a la brevedad siento los brazos de Francis sobre mis hombros y con tal ímpetu le transcribo un beso que fluye como la miel, luego ella se zafa de mi para empezar a contorsionar su cuerpo y sus cabellos rubios. En ese momento veo ligeramente los movimientos de Ana, Yago, Enciso y de Rala muy cerca de la enorme tapia, el girar de la Banda. Unimos nuestros movimientos que en el momento que alguien danza inclinando su cuerpo para fluir con un pie levantado, todos hacemos lo mismo para hacer con nuestros cuerpos extrañas figuras y repetirlas viendo surgir a la enorme luna. Luego nos detenemos y haciendo un circulo nos sentamos sobre la arena uniendo las manos, al instante vemos que se para Francis que nos entrega a cada uno un velón que ella al girar en el otro sentido lentamente con una candela va prendiendo y al llegar ante Vianda que es a la última que le enciende el velón, veamos un círculo perfecto. Nos levantamos unidos de las manos, posesionándonos con el velón prendido del entorno y rápidamente corriendo giramos logrando un carrusel perfecto, hasta volver extenuados al suelo- Yago: vamos a la avenida Franca: seguramente va haber un toque de tambores. Nos levantamos y con nuestros cuerpos bien dispuestos bajando avanzamos por la estrecha calle entre las casas coloniales, pasamos ante la elevación de la basílica por la calle de nombre Argentina para llegar a la avenida iluminada por las luces de neón donde al fondo está establecida la bahía de Todos los Santos. Francis me toma de la mano para que me siente sobre el pequeño muro, viendo a los amigos que hacen lo mismo. Sentado viéndola a ella siento que va llegando una ola de incienso, y luego vemos llegar a varios morenos con sus tambores que al ponerlos en el suelo con las palmas empiezan poner el ritmo para que nosotros bailemos, como corresponde nos paramos para que de todos los rincones aparezca la gente que se suma al baile, con ellos aparecen las botellas de cachaza y otras cosas fumables. Nos movemos revueltos con la gente, en un momento dado se me pierde la rubia pero por falta de ella aparece una preciosa mulata, me toma de las manos y nos movemos al ritmo de los tambores. En la lejanía distingo a Enciso y a Rala que se mueven distorsionando sus cuerpos, luego a Francis que baila con un moreno y por ultimo a Vianda y Ana que bailan con un par de zambos. Al cambiar los tamborileros a un ritmo más rápido me llega de las manos de Francis un cigarro de macoña que fumo dejando que penetre en mi celebro distorsionándolo todo, se lo doy a la mulata que al fumar se lo pasa a los amigos que gracias al sentir el olor llegan- Francis (con el impulso de sus dos pies elevándose) no sienten calor. Al no responderle ella se mete entre la gente, todos la seguimos hasta la playa de la bahía. Al verla que se detiene para sacarse la delgada falda, la camiseta sin mangas y las sandalias, todos la imitamos desprendiéndonos de la ropa y al mismo tiempo nos lanzamos al agua para que al nadar alcancemos un alargado bote de madera, en el cual nos trepamos y yo saque del agua el ancla, Enciso prenda el motor fuera de borda y haciendo pequeñas olas la embarcación toma rumbo norte y viendo a la gente que desde la orilla con un movimiento de manos nos indica algo que para nosotros resulta incomprensible, nos alejamos tanto que Salvador desaparece que solamente veamos el océano.         Fin.
          
LA TIENDA DE LOS MILAGROS
Cuando daba la vuelta a la esquina acompañado el señor Vilase por la historiadora que vino de Brasilia el día de ayer, una procesión emprende la andrajosa marcha hacia el centro de la ciudad, con sus brillantes estandartes mojados por la fina lluvia, mezclada de polvo de espuma que viene del puerto; todo aletea confusamente. Los lloros de las mujeres, el ruido del viento que choca las hojas de los árboles. Con expresión de fastidio abandonan la calle, para tomar la siguiente calle que se trata de la Saldaña de Gama, pasan por una estrecha callejuela en medio de las fachadas coloniales y en la esquina al ver el alto y amplio balcón, Él señor abre la puerta para que al instalarse en el interior de la vivienda vean finos muebles de caoba muy bien labrados- El viejo (viendo a la muchacha) sentemos y hablamos que nunca pude entenderle que quiere usted sobre el asunto de Pedro Arcanjo- Se sientan viéndose de frente- Ella va diciendo: la cuestión es la siguiente- El viejo ( interrumpiéndola ) Cuestión como usted es historiadora, sabe que con ese apelativo en tiempos de la inquisición llamaban los curas cuando ellos consideraban que el sujeto tenía que ver con el diablo, perdón pero nosotros los viejos no dejamos pasar nada. Ella (inquieta) la razón por la que estoy aquí en Salvador de Bahía es que quiero investigar sobre la vida de Pedro Arcanjo, usted de verdad lo conoció- Mire yo aparento tener menos años pero en verdad tengo muchos más, cuantos años cree que tengo- Ella (pensativa) yo le calculo que por mucho tiene sesenta años- No es que este equivocada eso sé que represento, pero en verdad este año en el mes de septiembre cumplo noventa y ocho años- Usted me deja perpleja, como hace para conser varse tanto- Eso se lo debo a mis secretos, pero ahora si sigamos por lo que usted vino. Lo conocí a ese libre pensador que influyo mucho en esta ciudad, el cual un guerrero de la poesía; tuve la fortuna de Pertenecer a su grupo al cual llamo la tienda de los milagros, debido a que todas las tardes noches nos reuníamos y la mayoría de veces amanecíamos enfrascados en diversos temas que le interesan a la humanidad, nos reuníamos siempre en el barrio de arriba: Pedro, Valentín el escultor, Miguel Bautes el pintor al cual pertenecía la casa, De cierta manera soy injusto si dejo de lado a la distinguida cantante de ópera Josefina Orozco, además también escribía excelente poesía pero era muy celosa con lo que escribía que después de su muerte alguna vez trate de encontrar algo pero no se verdaderamente que paso con sus escritos, todo lo de ella era muy controversial, ella decía que provenía de México- La chica: usted es la persona que necesito para que me ayude desentrañar la vida de Pedro Arcanjo, ¿conoció a sus padres?- Él nunca hablaba de ellos, si se los mencionaban con su palabra que era extraordinariamente elocuente lo llevaba a otro tema, algunos me decían cosas sobre sus padres pero yo nunca puse atención a eso, porque la hipocresía está hecha para las personas que no tienen una vida propia- Ella me puede llevar a la tienda de los milagros- Si quiere vamos ahora. Salen de la casa al tomar la calle Francisco muños empiezan a subir la loma para detenerse en las ruinas de lo que fue la casa del pintor- Ella esto es lo que queda de la casa del pintor Miguel Bautes- Si alguna vez hable con los gobernantes, para que restauran está casa pero de verdad que me tacharon de loco que desistí del buen propósito- Usted sabe que pintaba su amigo y donde fueron a parar sus cuadros?- Él pintaba con una técnica muy depurada: batallas, brujas de la época de la inquisición, piratas y lo que más me gusto de él fue su época lujuriosa; como no le interesaba el dinero siempre cambiaba su obra por mercados y por trago ya que en su casa nunca falto el licor y hace años un inglés le compro a la señora con quien él cambiaba todo lo que ella tenía- Podemos hablar con la señora- No es posible porque murió el año pasado. Ella entra al predio destruido. Al tocar lo que queda de las paredes escucha una bella voz que canta lo que parece ser una ópera, pero en el momento que él da alcance se silencia la voz- Él al verla paralizada- por favor que le está sucediendo Ella (saliendo del asombro) usted escucho lo que oyeron estos oídos- No para nada, acaso que escucho- exactamente con una hermosa voz escuche fragmentos de una ópera- Dios de los libres por favor daría todo lo que tengo por escuchar a Josefina- Cuénteme algunos por menores de la historia de ella- La conocí en el momento que cursaba la segundaria una tarde de un domingo al salir de la iglesia do Passo, me acuerdo que llevaba su largo cabello cubierto con una pañoleta de flores y un vestido largo, desde ese momento me enamore pero no la volví a ver hasta años después en el matrimonio de mi hermana Sofía, nunca supe guíen la invito pero estaba radiante al llevar sus cabellos de hechicera y un largo vestido que le daba forma a su cuerpo y la primera vez que la vi en la casa de los milagros fue una noche que la trajo el maestro Pedro, me acuerdo como si fuera hoy que canto una ópera de Giacomo Puccini madame Butterfly. Al acabar él de decir la última palabra vuelven a escuchar la misma voz que canta la canción que él menciono- Escucha. En esas ella deja de oír la dulce voz y cae un trozo de estructura- Ella: aquí está pasando algo muy misterioso- Vamos que ya va oscurecer y si quieres te acompaño al hotel- Ella (obsesionada) más bien vamos al hotel que te invito a cenar, así me cuentas más cosas de Pedro Arcanjo- Está bien vamos. Vuelven a bajar viendo un hermoso atardecer muy colorido por la misma calle doblan por la catedral para tomar la calle Alfredo Bota, al caminar tres cuadras encuentran la antigua casona que está completa- mente restaurada. Entran al ver de frente al dueño- Este: señor Vilase que está ocurriendo que lo veo y muy bien acompañado- Ella: acaso se conocen- Él dueño (ceremonioso) este hombre que está con usted fue el que restauro este hotel y otras tantas casas de la ciudad- Ella (dirigiéndole la mirada) no sabía que usted fuera restaurador, entonces nos podemos dar la mano porque de cierta manera la restauración es congénita de la historia, donde estudio?- lo aprendí de mi padre y él de mi abuelo, es tradición familiar- Más meri- torio aún- El dueño: los dejo en su casa que tengo un compromiso urgente que atender- Ella: vamos al comedor. Ella le da la mano para ayudarlo a subir a un espacio abierto con barandas de cada lado, se sientan viendo la bahía que está oscura y las luces de los barcos. Se presenta el mesero con la carta- Señor Vilase (mirándola) que vas a pedir?-Yo quiero un pargo a plancha con papas a las francesa- Para mí lo de siempre, una frasuada con mucho aguacate y tráiganos una botella de vino blanco ojala italiano- Ella ahora si me va a contar como conoció al maestro Pedro- En la universidad por el tiempo que él estaba investigando sobre el comportamiento genético en el ser humano, en ese momento nació una gran amistad que conservamos muchos años hasta el momento que desapareció en el mar- Cuantos años duro como investigador? como cinco años hasta que decidió meterse en el partido comu- nista. Ablando sobre el tema el mesero les trae el pedido- Sigo, en esos años fue un verdadero activista defendía a los obreros por lo tanto se volvió un abogado y defendía a la gente que explotaban, tuvo muchos problemas con la justicia que estuvo varias veces preso; luego se alejó de la política y al hacerse amigo de Miguel Bates, con Valentín el escultor entre los cuatro fundamos la Casa de los Milagros y lo demás ya lo sabes- Ella (después de pasar un bocado) seguramente se hizo amigo de algún abogado- del señor Luisiño Landro que en paz descanse y del licenciado Carlos Brandao- Será posible que mañana me acompañes donde él vive- A él no lo veo desde hace varios años, por lo que escuchado está recluido en su casa al cuidado de una hija o una sobrina, algo así pero vamos- También me gustaría ir a la universidad y a la cárcel- Creo que el señor Domínguez en su época fue amigo de él, a pesar de su avanzada edad creo que todavía cumple alguna función en el alma mater. Al acabar- Ella quiere que lo acompañe a su casa? No hay necesidad. Él baja las escaleras con la ayuda de ella, al despedirse de beso lo ve salir y ella se dirige al cuarto a dormir. 
A la siguiente mañana de un caluroso día ella sale con destino de la casa del señor Vilase, al llegar golpea la puerta y el sale en pantalones cortos- Ella (riéndose) se ve muy cómico parece un personaje de Giligan- El quien es ese? Un personaje de una serie de televisión- Nunca fui amante de ese aparato porque a mí siempre me apasionaron los libros, subamos que le muestro. Suben las escaleras y encuentran la cama des tendida y varios estantes de libros que cubren todas las paredes. Ella en la sesión de poesía extrae un viejo libro del poeta Darío Vellozo titulado Atlántida- Usted como supo de este bello libro que era la obra predilecta del Maestro Pedro- De pura casualidad lo saque. En el mismo momento escuchan una voz melodiosa que dice: Que harmonía dos ritos pitagóricos/ Os monees approxime …/ Amizade redime/ Os conflictos históricos/ Que as escolas da paz a paz doutrinem,/ Ensinem/ O repudio do Mal, de antagonismos/ Que inundaran la terra o fértil solo.- El señor Vilase va hablando: que buena vaina ya que se manifestó el maestro Pedro. Ella con la vista alucinada lo ve quitarse el sombrero para lanzarlo, escuchar como cae y vuelve a desaparecer en el vacío de la casa- Ella (con cara de asombro) increíble, el poema sublime no lo puedo creer que él maestro se presentó en persona y nos recitara ese bello poema- Así son los poetas nunca vienen cuando se les invita, siempre aparecen fortuitamente o de improviso- Ella: vamos donde el abogado. Al bajar las escaleras salen a la calle, para ir por la calle Saldahña de Gama y voltean por la calle Monte Alverie y en la tercera casa colonial que esta despintada por el tiempo el señor Vilase toca la puerta, para que aparezca  una señora- El viejo: será que podríamos ver al señor licenciado- En este momento lo estamos velando- El señor Vilase (ensimismado por la noticia) como así que falleció- La señora esta misma madrugada no se sabe cuál fue la causa- La chica: lo lamentamos mucho- La señora ella es su hija?- No en absoluto, es una gran amiga- Quieren pasar- El señor pero primeramente me gustaría saber con guíen estamos hablando?- Yo soy la nieta, mucho gusto. Se saludan de beso y al seguir encuentran un espacio bastante lúgubre donde hay varias señoras orando, en el momento que entran a la sala iluminada por grandes velones, al ver en el cajón fúnebre al abogado que está boca arriba, él al ver al señor Vilase se va parando lentamente y como es costumbre entre ellos, ante las mujeres que están muertas del susto gritando lo abraza para volver donde estaba- La chica no creo lo que estos ojos presenciaron, como es posible que un muerto se levante y lo abrase a usted- Yo ya no me extraño de nada he visto cosas peores- Ella (con rostro de aterrada) como qué? Si le cuento de pronto se me asusta más de lo que está y le causo un ataque, es mejor que en otro momento le cuente. En esa situación un velón se cae sobre el muerto que al prenderle la ropa las señoras le tiran agua, otras con una cobija lo tratan de apaciguar y lo único que consiguen es avivar más el fuego que todos al salir precipitadamente presencian el incidió. La hija al ver al señor Vilase lo empuja con tanta rabia que él termina en el suelo, pero la historiadora lo ayuda a parar y se lo lleva a la otra vereda- La chica se encuentra bien?- Si yo aguanto lo que sea pero mejor vámonos. Al salir por el costado de la calle repleta de gente ven venir a los bomberos- El señor Vilase que tragedia, mejor vamos a tomar un café. Al voltear por la calle Saldahña de Gama encuentran un café y entran para sentarse. En el momento que están disfrutando el café un señor con un bastón se acerca- Ustedes estaban cuando el señor Carlos Brandao se paró- Otro señor (gritando) atorrante acaso no sabes que él recibió el abrazo. Lo mira asustado y se sienta- Este pueblo que aparenta ser una ciudad o viceversa pasan cosas inverosímiles. Al momento entra un espanto que corretea a los dos entrometidos y al alcanzarlos con una graciosa patada los tumba a los dos individuos al suelo y les saca los pantalones para que salgan corriendo en ropa interior ante la risa de la concurrencia- Ella: lo que está pasando es demasiado surrealista para la razón humana- Él: dejemos para mañana el asunto de la universidad y vamos a un nuevo restaurante que me lo han recomendado. Caminan por la calle entre las casas coloniales y al salir a la avenida Fredeico Pontes ven un tráfico detenido por un accidente de un motocicleta que al chocar con un autobús de carambola fue a dar con moto y todo a una casa matando a un señor que en ese momento le abría la puerta a su esposa- Ella vamos a ver que paso….- Ustedes las mujeres les atrae la morbosidad acaso no has visto suficiente por hoy, mi ex mujer en ese sentido es muy parecida a vos, no se perdía ni la movida de un catre y una vez la curiosidad casi la mata- En plena comida al querer ver un avión, emprendió la carrera y al salir la impacto una meseta que se desprendió del balcón- Que le paso- Otra vez la curiosidad de saber en mínimo detalle, te puede matar sin que te des cuenta. Ella se queda callada pensando. Al rato él (riendo) era broma porque nunca me case, siempre tuve amantes pero nunca dejaba pasar más de seis meses la relación- Usted es un pícaro- No soy ningún picaresco, soy un chupa flor. Ella casi no para de reírse- Usted es la persona más graciosa que he conocido- A mucho honor. Siguen a través  de la avenida y entran al restaurante en el momento que se sientan ven entrar a una muchacha acompañada por el mismo Pedro Arcanjo en persona, con su sonrisa de moreno grandote ella al sentarse en la mesa siguiente de ellos, él le aplica un beso y caminando como un ciudadano de alta  alcurnia se introduce en el baño- Él (aterrado) como es posible que el mismo Pedro Arcanjo este en el baño en este momento, será que el mar lo devolvió- Al rato se presenta el mesero- Les traigo la carta?. Ella con la incertidumbre es que queremos esperar un momento para cenar, si puede tráiganos una copa de vino a cada uno. Esperan en silencio viendo a la chica que no se inmuta por nada. Ella (viendo que el tiempo ha pasado) no me aguanto más voy a ver que paso en el baño. Se para y al abrir el baño está com- pletamente vacío, se devuelve sentándose sobre la misma silla- La chica los mira como extrañada- Al levantarse el señor Vilase que va al baño. Ella se levanta y va donde la chica que le dice: Usted no estaba con el señor de la otra mesa- Pero le respondo si usted me dice si viniste con alguien- Vine sola- Esta segura …- Claro que lo estoy acaso me cree loca- Es que la vi entrar con Pedro Arcanjo- La chica (muy pensativa) mi madre me contó hace años una hazaña del poeta, algo que no puedo decir debido que le prometí que no se lo diría a nadie- Al salir el señor Vilase se sienta dónde estaba (volteando la cabeza y con una pequeña libreta en una de sus manos) me voy a pasar donde están ustedes- La chica por favor bien pueda. Él se para y tomando la silla se sienta en medio de las dos- En que dilema están, ya resolvieron si él que entro fue el maestro Pedro en persona- La historiadora: esto para la razón es incomprensible- Claro, es que hoy por los caprichos de la vida, el maestro cumple el aniversario número veinte en que decidió irse al mar. Llega el mesero- Van a comer?- Él: de tanto cuento hoy se me abrió el apetito, por favor tráigame un plato de langostinos en salsa- La chica para mí lo mismo- La historiadora: yo quiero un atollado de pescado. El mesero se retira- La historiadora (viendo a la chica) usted se parece en algo a su madre- Porque me pregunta eso…- Simplemente quiero saber- Mis tíos me dicen recalcando siempre que soy la misma figura de ella cuando era joven- Ya estoy entendiendo. Voltea la cabeza en dirección del restaurador- Amigo Vilase como le iba al maestro Pedro con las mujeres…- Con esa figura que se mandaba y ese talento las conquistaba a todas e inclusive de viejo- La historiadora él tuvo hijos- Que yo sepa tuvo un hijo con una sueca que estuvo un breve tiempo aquí en Salvador, pero al irse la chica embarazada para su país nunca lo conoció, luego tuvo otro con una uruguaya pero sucedió exactamente igual. En esa habladuría llega el mesero con los tres platos que dispone en la mesa- El señor Vilase (viendo a la historiadora) es hora, como usted sabe mi nombre es conveniente que yo sepa el suyo- No sé porque nunca se me ocurrió presentarme yo soy Lucia. Vuelve la vista hacia la chica- Él es señor Vilase y vos cómo te llamas- La chica yo soy Joanna mucho gusto. Comen calladamente y en el momento que acaban se paran para que el termine pagando la cuenta de ellas dos y de él, al despedirse cada uno sale por su lado.
A la mañana al estar desayunando el señor Vilase siente que golpean. Él piensa debe ser Lucia, se para y al salir del comedor abre la puerta- Ella: como durmió?- estupendamente yo siempre duermo de maravilla, ya desayuno- Si en el hotel- Entonces acompáñeme a desayunar. Entran al comedor- Veo que está comiendo frutas- Es lo más sano para empezar un día. Él va comiendo lentamente- Ella ya compre el pasaje para volver, luego de que visitemos la universidad y la cárcel me voy al aeropuerto- Lastima que se vaya pero así es la vida, cada uno tiene sus cosas. Al acabar él lava el plato- Ella: vamos. Salen con una brisa muy agradable, al llegar a la avenida toman un taxi que los deja en la universidad, entran y de una van al edificio de la facultad de biología, suben y al entrar a la secretaria le preguntan a la muchacha por el decano el licenciado Ruíz- Ella usted verdad que es el señor Vilase…- Sí que está hablando con el mismo- Es que mi madre siempre me habla muy bien de usted- Ya entiendo su madre es la señora Carmen- Lucia ustedes los hombres sí que son …- Sí que somos qué?, ella fue mi novia de mi juventud, luego nos separamos varios años porque me fui para Río de Janeiro y al volvernos a ver comenzamos la relación, pero luego la que desapareció fue ella y desde ese tiempo no la veo. Como está tu madre- Falleció hace un par de meses en San Pablo- Cuanto lo siento, pero no quiero atormentarla con mis preguntas, pero como supiste que este hombre que te está hablando fue el eterno enamorado de tu madre- Por las fotos que ella siempre conservo ya que nunca lo dejo de amar lo de mi padre fue como un accidente. Están buscando al decano- Lucia: exactamente eso hemos venido- Esperen que ya mismo le aviso de vuestra presencia. Al rato -Sigan a la oficina. Entran a una pequeña oficina con estantes abarrotados de libros y ven al viejo que sentado está revisando los libros- Este sigan y se sientan, estoy muy concentrado con unos estudios por eso no lo identifique señor Vilase que los trae por acá- El señor Vilase le presento a Lucia Tono ella es una historiadora y está investigando sobre la vida de Pedro Arcanjo- Lo conocí debido a que trabajo aquí en esta facultad, era un hombre de un conocimiento muy amplio al oírlo hablar uno tenía que callarse porque era muy profundo ya que siempre iba a la raíz de las cosas. En ese momento salen las hojas volando y escuchan su voz- No sea hipócrita que usted me lanzo al agua, ya que me acuso con la autoridad. El tipo se queda sin que decir- El señor Vitale usted fue él que lo hecho. Él tipo al tratar de defenderse ve al espíritu del moreno que lo señala, con todo y silla se va para atrás. La chica lo ayuda a pararse- Ella usted posee la investigación que el señor Arcanjo hiciera aquí en la universidad- El tipo (temblando se para) si, pero la tengo que buscar. Se para y en uno de los estantes saca varias carpetas y al ponerlas sobre el escritorio la encuentra- Es está- Me la podía dar como en calidad de préstamo yo se la mandaría con mi amigo Vilase- Llévesela pero me la devuelve- No lo dude gracia. Se despiden de mano- Al salir- Vilase: este tipo no es sincero y estoy seguro que él fue- Yo no lo dudo porque lo veo bastante facho. En la calle- Ella: ahora quiero que me lleve a la cárcel. Toman un taxi por la ladera de la montaña y al tomar la avenida Lacaya paran ante la construcción que está rodeada por una enorme tapia y alambre de púas, se bajan y al llegar ante el guardia que controla la puerta- El señor Vilase: necesitamos ver al señor Lusao director de esta correccional- Esperen que lo llamo. Al rato el guardia aparece acompañado de un moreno Alto- Este no lo puedo creer si es el restaurador en persona, que hace con esta bella joven- Él: queremos ver la celda donde por error estuvo recluido Pedro Arcanjo- Como no, vengan con migo. Pero primero tienen que ajustarse a las reglas de la cárcel- Ella: ¿qué tenemos que hacer?- Simplemente dejar el fólder y ponerles un sello- Ella no hay problema. El mismo vigilante toma el fólder para guardarlo y les pone el sello de la correccional, les abre la reja y al estar en los pasillos abre una segunda reja y varios guardias colocan a los prisioneros contra la pared. Entran los tres sintiendo un olor nauseabundo por un pasillos lleno de celdas con gruesas rejas- El director está es la celda. Él mismo la abre y ven sobre la pared varios poemas con la firma de Pedro- Ella (leyendo) Que es lo que conviene a una historia increíble, qué hace que la palabra de un ser ajeno se nos deslice en el alma, se nos hunda en el dorso de la mano, los anide las órbitas?
El dolor, pensé entonces; pero el dolor fue hostil con las palabras. Sicono el pulso, de alguna manera, significa la muerte- Ella que poema, desnuda a la verdad. Lee otro con dificultad por que la letra es muy pequeña: Pájaros como tahúres/ sé que son pájaros que no veo aquí/ porque nos hacen trampa y nos atropellan con razones llenas de mentiras/ porque los que estamos en contra de la injusticia nunca ganamos- Que fuerte. En esas se cierra la puerta y escuchan un estruendo de risa- Él señor Vilase este es mi compadre- El director Lusao (con cara de terror, grita) abran la puerta pero en ese momento los presos se toman la cárcel y lanzándoles todo tipo de cosas los acribillan.      Fin.          

UNA TRAVESÍA POR EL RÍO AMAZONAS
Una noche muy lluviosa al presentarse cargando su mochila Eliseo en el hostal los Delfines, le pregunta a la joven recepcionista: Sé que aquí esta hospedado mi amigo Julio- (mirando a través de las gafas) si, él me dijo que cuando llegara usted lo llamara, si me espera un momento le advierto de su presencia- Gracias. Al descargar la mochila sobre el entablado se escucha el ruido en las escaleras y se presenta él acompañada de una mujer trigueña de cabello muy largo. Al verse se abrazan- Julio te presento a Grisy- Los dos: mucho gusto. Él le da un beso en uno de los pómulos- Julio: nos sentamos. Se acomodan en las tres sillas- Ya averiguaron cuando zarpa el barco y ya debieron de llegar las hermanas Mogollón- Él no me asesines con dos revólveres con uno es suficiente, ellas están en el hostal del frente ya que cuando llegaron a este hostal estaba lleno y la embarcación sale mañana a las nueve de la mañana- ¿Será que me puedo alojar aquí?- No te preocupes que nosotros ya te separamos una habitación, comiste- Si claro en el aeropuerto- Entonces vamos descansar. Al darle la muchacha la llave de la habitación, se despiden y él se va a dormir a su cuarto y la pareja hace exactamente lo mismo en otro.
En la mañana después que se bañan y se arreglan salen cargando sus cosas y varios litros de agua viendo a la pelirroja y a la rubia para que los cinco se saludan en la mitad de la calle, pero son interrumpidos por un campero que les pita- Eliseo: corrámonos antes que este conductor nos mande a todos al hospital- La rubia: yo no quiero ir a ningún hospital quiero hacer la travesía soñada. Se corren al andén y ven al campero pasar- Julio (mirando a su novia) te presento a la rubia Lana y a la pelirroja Lumi. Se dan un beso- Grisy ellas tienen un nombre ficticio como el mío- Lumi (agitando su rojizo cabello) es que somos muy peligrosas y nos busca la ley- Julio peligroso está mi estómago ya me está amenazando para que desayune- Lana (ojeando de frente a su hermana) donde comimos ayer la comida resulto deliciosa- Julio: entonces que hacemos aquí parados, vamos. Caminan guiados por las dos hermanas y al doblar la esquina entran en un apretado lugar y se sientan- La señora: aquí solo vendo pescado- Lumi: a mí tráigame el mismo pescado que comí anoche- Guapore y ustedes que quieren- Grisy no me puede hacer unos huevos- Si me espera se los hago- Los otros: pescado- La señora: siéntense ocupando esa mesa. Al sentarse lentamente va pasando el tiempo, la señora trae los pescados acompañados de yuca y plátano, luego trae los huevos que ellos sin murmurar palabra se encargan de borrar de los platos- Lana: les gusto, el que se atreva a decir lo contrario bien puede irse- Lumi: que sazón- Eliseo (mirando su reloj) faltan un cuarto para las ocho, paqueemos y vayámonos. Hacen lo dicho y toman un taxi que los deja en el puerto, atravesando un muelle ven la embarcación. Se montan por una escalerilla al barco y en un segundo nivel cuelgan de los postes las hamacas y en el momento que se suben los últimos tripulantes la embarcación toma el curso del río, viendo ellos de lado y lado la espesura de la selva- Eliseo (acostado como ellos en la hamaca) No me aguanto más está camiseta ya que me estoy muriendo de calor- Julio (ajustándose los lentes) vamos a la popa que seguramente correrá algo de viento. Bajan y se sientan sobre la madera sintiendo un poco de brisa húmeda y se entregan a ver en la lenta navegación el río- Grusy (señalando) miren la belleza de los delfines rosados. Los ven pasar por un costado de la embarcación saltando sobre el agua. Pasando el tiempo ven al cerrarse el cielo, los relámpagos que ilumina en partes la selva y sienten sobre sus cabezas la lluvia que los refresca- Lumi (parándose para levantar los brazos) que frescura viva la lluvia. Todos se despojan de la ropa y empiezan a bailar desnudos, Julio aprovecha el momento para capturarlos con su cámara, al oscurecer llega una nube de mosquitos que hace que se vuelvan a vestir y deprisa subir donde están las hamacas- Grisy (untándose repelente en todo el cuerpo) me comieron estos malditos mosquitos- Julio: es mejor que nos metamos entre los sacos de dormir- Eliseo (volteando su vista donde esta él) Con este calor ni hablar que me cubro, prefiero los mosquitos al calor- Sienten el barco atracar en el muelle y al preguntar el tiempo que va a estar anclado. Se bajan por la escalerilla, para entrar a un restaurante construido con cañas, se sientan y como lo único que hay es pescado para comer todos se acogen a la idea para que después de pagar regresen al barco. Grisy al estar acostada rápidamente se para que al bajar vomite en la espesura del río. Al llegar Julio- Como estas de brotada y de pálida ven y te acuestas. Con ayuda de él va hasta la hamaca- La rubia (al tocarla) está ardiendo de fiebre, creo que tengo algún remedio para esto- Va a donde está la hermana que está en la hamaca con los ojos cerrados- Al tocarla se asusta- Casi me matas del susto, no ves que pensé que era un bicho- Donde están la bolsa con los remedios?- Si vos la guardaste porque me preguntas, acaso guíen está enfermo- La novia de Julio- Ven que te ayudo a buscar la maldita bolsa. Entre las dos hurgan en la mochila- Lumi: aquí está, proporcionemos una aspirina y está otra cosa para la alergia- Lumi va hasta la hamaca con uno de los recipientes de agua y haciéndola sentar le da las medicinas con un vaso de agua- Ella (con un tono bajo de voz) gracias eres muy bonita. Grisy se queda profunda. Julio aprovecha que está dormida y con un termómetro que coloca en una de las axilas le mide la temperatura, al sacarlo el termómetro marca cuarenta de fiebre- Julio (viendo a Eliseo) tenemos que buscar un medico urgentemente, acompáñeme a ver al capitán- Vamos. Al subir al puesto de mando golpean en la puerta, el mismo capitán sosteniendo una botella de caña se van a sumar a la fiesta- Julio será que en esta embarca- ción podemos conseguir algún médico- El tipo (tambaleándose) aquí no se consigue ni un veterinario- Que podemos hacer ya que mi novia está muy grave- Tirela al río. Él de la rabia lo toma por el cuello de la camisa- El capitán: tranquilo que lo dije en broma, En puerto Braga es muy posible conseguir algún doctor estaré al tanto- Eliseo yo veré. En el momento que llegan el barco se llena de monos Lanudos Crisy y Lumi que concentrada juegan a las cartas, al ver varios de estos monos en la hamaca donde está Grisy los espantan golpeándolos con una toalla, pero los monos les responde tirándoles todo lo que van encontrando y uno de estos objetos aterriza tan fuerte en la cabeza de Lana que ella pierde inmediatamente el conocimiento. Lumi gritando toma a su hermana y la arrastra a la hamaca, al momento escuchan cinco balazos y los monos huyen asustados, Al rato ella estando inclinada tratando de remedir a su hermana, ve a Eliseo y a Julio que traen un doctor, al ver a Lana que está completamente privada- Eliseo: que le paso a tu hermana? En el momento que ustedes se fueron a buscar al médico hubo una invasión de monos lanudos- El médico: siempre que atraca en este pueblo un barco o algo semejante los monos invaden el barco, ellos vienen a buscar bananos, no son agresivos pero cuando se ven atacados se defienden lanzando todo lo que se encuentren- Lumi: eso fue lo que paso. El médico aplicándole agua con una toalla ella reacciona al verlo tan barbado se asusta, que al intentar salir corriendo la hermana la detiene- Tranquila que es el médico- Perdón por que pensé que era alguno de esos malditos monos. Él medico aplíquese hielo en ese moretón- Ahora si voy a ver a la enferma. Saca de su bolso el audiómetro que de inmediato se lo pone en los oídos para medirle la articulación, luego la toca y sintiendo la calentura- Necesito que me ayuden a voltearla- Él tipo (viendo a Lumi) sácale el pantalón porque ya mismo le voy aplicar una inyección. Ella le hace caso que con cierta dificultad se lo saca, al correrle el panty el medico saca una inyector desechable que al romper el frasquito con la aguja llena el inyector y dándole golpecitos suavemente en la nalga le aplica la inyección- El medico les voy a dar tres dosis pero las tienen que mantener frías y aplicarle cada ocho horas una, darle a tomar agua entre más le proporcionen será mejor y que no coma pescado porque es alérgica por eso está intoxicada. Cuídenla- Julio: cuanto le debo- El medico: nada ya que trabajo para una organización como médico sin fronteras- Las chicas gracias- El medico ve a varias personas que están abordo unos con fiebre amarilla y otros con paludismo y desaparece. El barco vuelve a tomar el curso del río, en la noche se produce un oleaje como ocurre en los ríos con olas que en vez de ir hacia delante como las marinas, van hacia atrás esto sacude el barco que la mayoría de los tripulantes vomitan- Eliseo viendo que todos sus amigos por el movimiento de la embarcación se indisponen, prefiere subir a donde el capitán, que al verlo le abre la puerta y lo vuelve a encontrar ebrio- Eliseo no le parece que toma demasiado- Él capitán (moviéndose al ritmo del barco) que más puedo hacer en la vida que no sea beber- No se justifique- Viene hablar con migo o a reprimirme, siéntese y hablamos- Se (acomoda moviéndosele allá para caca y viceversa) Este fenómeno se presenta siempre? Generalmente en invierno cuando la luna está llena- Hace rato que es capitán de este barco?- En esto se me han pasado décadas, imaginase que esta embarcación fue de las primeras. Durante todos estos años he presenciado fenómenos y cuestiones que usted no se imagina- ¿Cómo qué?- Si le cuento nunca terminaría por ejemplo en la época del caucho rodaban cadáveres en el curso del río, aquí hubo una guerra fratricida ya que cada empresa, llámese como se llame quería imponer su propia ley. Esto fue el infierno, cuando me acuerdo de esa época me pregunto cómo es posible que esté vivo- Como el río tiene el nombre de Amazonas- Eso fueron los portugueses, pero se llama así porque en verdad Amazonas quiere decir: barco destruido. Me voy con otro concepto de usted- Quédese un rato más -Me gustaría pero quiero saber cómo están mis amigos, chao en otro momento hablamos. Al haber amainado el movimiento del barco encuentra a sus amigos en la hamaca durmiendo, que al tener sueño hace lo mismo.
Se despiertan lloviendo y al tener hambre van a desayunar a lo que corresponde a un restaurante, para que al terminar Julio le lleva un salpicón de frutas a Grisy que al verlo abre los ojos- Te veo mejor y con los puntos neurálgicos de la alergia bastante secos- Estoy casi bien pero me siento muy débil- El con su propia mano le da de comer el picado de frutas- Ella (viendo a las amigas) que frutas más sabrosas- Te las hice preparar especialmente para voz. En el momento que se abre el cielo ante sus ojos se presenta un paisaje desolado por la deforestación y ven un barco con la bandera japonesa- Eliseo esos barcos son unos completos hijos de las mil putas, tienen un sistema que les permite cortar árboles a su antojo, por eso vemos la destrucción de la selva- Lumi: pero quien son los que permiten esta socavón, son nuestro países que se venden al mejor postor.
Al llegar la noche el barco atraca en San Pablo pero como la lluvia es intensa nadie se baja y el barco es invadido por huitotos que venden artesanías y comidas- Julio viendo a una bella indígena- muéstreme esos collares de plumas y de semillas. La chica le muestra- Cuantos reales le tengo que dar por este bello collar- Deme diez y al pagarle la chica va enredar a otro de los tripulantes; y él va donde está su novia y sin que ella se dé cuenta se lo pone. Al levantarse para ir al baño siente el collar sobre su cuello, al verlo en el espejo del baño sale irradiada de felicidad para sorprender a su novio y abrazarlo- Es bellísimo. Eliseo al ver a la pelirroja que se va para la popa a ver las estrellas, sin que ella se dé cuenta la espía escondido detrás de un barril, en el momento que el barco se pone en marcha le sale sorprendi- éndola- Ella (con cara de asustada) que susto me acabo de llevar, este hombre…. Sin dejar que termine la frase, la abraza y al mirarse de frente se coman a besos, para bajar la boca al cuello y al meter las manos por debajo de la camiseta encuentre unos duros y suaves senos que al acariciarlos con cierto fervor ella se saque el pantalón y al quitarse el calzón lo lance al agua y como toda una amazona que es con prestancia le saca rápidamente la ropa. Al quedar desnudos parados ella hace que la penetre y con ese movimiento exacto del amor vean las estrellas y una estrella fugaz que al cruzar se extingue entre la selva. Al volver las manos sobre los pechos los acaricia que se retuercen en un éxtasis que sienten y ven lo que nunca sintieron y vieron. Terminan abrazados volviendo los ojos hacia el firma- mento, Al llegar ven la hamaca moverse de un lado para el otro y al acercarse ven a Julio hacer el amor con su novia y haciéndose los desenten- didos se introducen en la hamaca donde duerme ella.
Al despertarse se enteran que están anclados en Manaos              Fin.    

EN EL VACIO
Estando viendo el antiguo teatro de la ópera, me paro pensando en ella. Al ver los poemas que estas noches le escribiera decido romperlos y al recordar el fracaso del día de ayer en el parque, al haberme desnudado en mi poesía detallando verdaderamente lo que siento por ella. Camino como loco girando en un mismo circulo vicioso y al querer tirarme por la ventana escucho la voz de mi espíritu que me dice que no vale la pena. Al desistir del suicidio decido salir por las viejas escaleras viendo las paredes manchadas por el tiempo, en el momento que siento la luz en los ojos hago un esfuerzo para no desfallecer en mis ideas. Voy andando por la acera observando el tráfico y los transeúntes que vienen desde lejos para que simplemente pasen ante mí zumbando como moscas. Me detengo, Paso al detenerse los automotores por el semáforo, en el otro lado de la calle entro en la órbita de los árboles ya que estando en el gran parque, me siento a pensar y a meditar sobre mi fracaso. Al devolvérseme la película de la pasión que me embarga, me da tremenda cachetada que esto hace que reaccione corriendo y al verme correr me confunde un ciudadano con un ladrón, pero como no me importa nada entro a la antigua construcción, como es de suponer empujo al vigilante y al mirar ya son dos que me persiguen. Pero como tengo más motivos para correr que ellos, al subir velozmente las escaleras ya les he sacado considerable ventaja, que no tengo problema para establecerme en la torre, viendo la lejanía de la selva y la enorme ciudad de putas y cabarés me lanzo al vacío para desenmascarar al poniente y yo con otro cuento me hayo pisado por la muerte.                                                      

CUENTOS PARAGUAYOS
                      
LA FATALIDAD
Siendo un lunes cualquiera, salgo llevando mi liviana mochila del hotel. Al caminar por la calle Chile voy por las sombra de los árboles para evitar los directos rayos del sol. Mirando las viejas construcciones, sudando por el excesivo calor llego a la terminal de la empresa A.S.A. En el momento que hago la pequeña cola siento que alguien me toca la cabeza, al voltearme veo a mi amiga Leandra- Ella (con el rostro sudado) que emoción de verte, que haces por aquí?- Estoy de vacaciones las aprovecho viajando. Primero visite las cataratas, la represa de Itaipu, Ciudad del Este, y desde hace pocos días estoy en Asunción como veraz voy para Santa Cruz Bolivia y vos? Como ya conozco está región vine con la intención de ver a un amigo, pero no lo encontré ya que volvió a Rosario y ahora quiero conocer Bolivia. Al llegar a la ventanilla compran los boletos- Leandra ya que me han advertido que el viaje se puede demorar tenemos tiempo para ir al supermercado a comprar algunos víveres- Vamos. Después que guardamos los equipajes en los guarda maletas caminamos por la avenida Ahedo, al pasar por la iglesia de piedra llamada la Encarnación doblamos para ver el supermercado donde entramos, de los estantes vamos tomando lo que consideramos que nos puede ayudar para calmar el hambre durante el transcurso del viaje- Ella (mirándome) yo creo que con esto es suficiente- Vamos que no quiero que nos deje el autobús. Entre los dos pagamos y cargamos las bolsas para que extenuados de calor lleguemos a la Terminal, luego de ingresar las dos mochilas en la bodega nos montamos al bus que en menos de nada arranca por la Quince de Agosto, al tomar la avenida República tiene que ir deteniéndose ya que el tráfico es insoportable, al sentir que por fin salimos de la ciudad a través del vidrio vemos la tierra rojiza y los enormes árboles que se extien- den hacia las alturas- Ella me va diciendo: como fue la guerra del Chaco- Como todas las guerras en Sur América fueron por territorio, está violenta pugna fue entre los años 1932 y 1935- Ella como se desarrolló?- Desde cuando te interesan las guerras- Simplemente es curiosidad- Bueno que te cuento, se declaró en el momento que el general Salamanca ataco al fuerte paraguayo de Boquerón , como los bolivianos en su mayoría eran del altiplano tuvieron problemas para operar en estas tierras calurosas y húmedas, los paragua- yos se aprovecharon de esta circunstancia y con su feroz espíritu combativo terminaron derrotán- dolos. Nos dormimos pero al moverse el bus de un lado para el otro nos despertamos viendo el polvo que se va levantando, el bus avanza con relativa dificultad y en la lejanía escuchamos los rayos para en cuestión de minutos sintamos sobre nuestras cabezas el aguacero y veamos con nuestros ojos avanzar un repentino río amarilloso. El bus es detenido por el barro para que empecemos a sufrir una tremenda calamidad, Todos discuten en guaraní sin que podamos saber de qué hablan. Al momento sentimos el olor a mierda, lo verificamos cuando una mamacha en pleno pacillo del bus se baja la falda y luego se acacha para dejar sus excrementos- Leandra (con cara desesperada) que inmundicia, que vamos hacer si no escampa- Que te digo yo. La lluvia para un instante pero vuelve para agudizarse el sonido en el techo y sentimos como los pies se humedecen que terminamos por levantar los pies. Desesperado me paro con el propósito de ir a la parte delantera del bus- (viendo al chofer) como podemos solucionar este problema. El seme ríe en la cara- Aquí estamos a la de dios ya que no podemos hacer nada hasta que se segué el suelo, de lo contrario nos seguiremos enterrando en el barro.
Pasan dos tres días sufriendo el gran tormento y apenas en el cuarto vemos que se apacigua la lluvia- Leandra (con la cara muy pálida y templando) que vamos hacer que ya acabamos con los víveres- Nos tocara pedirle a los pasajeros. En ese momento sentimos algo proveniente de las alturas que en segundos se desploma sobre nuestras cabezas y el árbol nos entierra en el lodo.            Fin.

LA HUIDA DE UN SECUESTRO
Llegan una pareja de enamorados, Cristina la novia y Agustín a Asunción con el compromiso previo de encontrar la hermana de ella y a su novio, en el momento que se bajan del bus sosteniendo las mochilas y sintiendo el calor húmedo. Con la indicación de un sujeto van de la Terminal de la empresa Tam por la calle Oleary, sudando a choros voltean por la avenida Estrella sombreados por los enormes mangos y al caminar en línea recta varias cuadras llegan a la enorme plaza Uruguay. Al hallar un banco ponen sus mochilas y se sientan viendo los árboles, las palomas que con su vuelo van de un sitio hacia otro, y el deambular de la gente- Cristina (quitándose sus lentes de sol) que horas crees que son …- Si no estoy mal deben ser las nueve de la mañana- a las nueve y media quedamos de encontrarnos con ellos, no aguanto está sed- Quieres que vaya a buscar algo para tomar- Ella sudando a mares: preferiría agua- Espérame que ya vuelvo. Sale por entre el cemento viendo las flores que brillan por el sol, al terminar el parque es interceptado por una muchacha- (Con acento alemán) Sabe dónde está la calle Franco?- No soy de aquí y mucho menos conozco- Ella: de todas maneras gracias. Pasa la calle y entra en un pequeño negocio de donde sale con una bebida y una botella de agua para volver donde Cristina que se está atando sus pelos negros- Veo que me trajiste el agua- Si toma. De la sed rápidamente consumen el líquido- Ella: que alivio no podría vivir aquí con este calor, por lo menos debe hacer cuarenta grados- Que pasara con Silvia y Alfredo…- Es extraño si ellos son tan cumplidos y por lo que me dijeron ellos están más de cuatro días en esta ciudad- Que hacemos?- No tenemos otra opción que esperar a que vengan. Pasa una hora, pasan dos- Agustín ya no llegaron, vamos a buscar un hospedaje- Al colocarse cada uno su mochila sobre la espalda, al tomarse de la mano empiezan a movilizar los pies y al sentir el sudor se vuelven a soltar- Cristina: veo que estamos caminando sin sentido, preguntémosle a ese señor- Él: usted por casualidad sabe de un lugar para dormir- Él tipo (señalando) si caminan en esa dirección encontraran varios hotelitos. Caminan sobre la vereda por la calle Estrigarribia y al pasar por la siguiente cuadra ven que sobresalen de las construcciones varios letreros- Ella en cual preguntamos? - Averigüemos en este. El mismo toca la puerta y aparece una niña de unos doce años- Están buscando habitación, si quieren sigan por este lado. La niña los lleva al interior del lugar que está sobresaturado de cosas y al llegar al fondo del pasillo abre una puerta- Les agrada esta habitación? Mirándose los dos- Ella: está bien cuánto cuesta?- Vale tantos guaranís- La niña (prendiendo el ventilador) aquí está el baño. Al irse la muchachita y quedarse solos se acuestan para levantarse al rato llenos de sudor, al salir de la ducha están de la misma forma que entraron al agua. Salen con la intención de ir almorzar pero al intentar cruzar la avenida Paraguay un automóvil les cierra el paso y ven surgir a dos tipos con pasamontañas que con pistolas los hace que se introduzcan en el vehículo. Uno de los tipos que lleva un enorme bigote: esto es un secuestro- Agustín: pero si no tenemos nada debido a que nos quieren privar de la libertad- Un tipo de espesa barba: no será para darles de tragar y si no se callan los pasamos al otro lado. El conductor que es un gordo fornido- Va diciendo: tápenles la boca y los ojos. Con las protestas de ellos con un par de trapos rojo se lo amaran tapándoles la boca y cortándoles la visión. Ellos sienten que el vehículo toma una carretera destapada y al detenerse los bajan para sentir que descienden por una escalera, luego los amaran sobre correspon- dientes sillas y al destaparles los ojos ven a Malfredo y a Silvia que están igual que ellos y maltrechos por el calor- El bigotudo (en son de burla) a ellos les encontramos mil quinientos dólares. Camina para tomar a Cristina del cuello- Porque ustedes solo tenían los pocos guaranís, donde están los dolorosos- Cristina (nerviosa) No tenemos más- Él tipo (apretándole el cuello) usted cree que yo le crea, estoy seguro que nadie viene a este país sin dinero- Agustín: si la suelta le digo. En ese momento el gordo fornido lo toma del cabello- Si no dice ya mismo le saco como si fuera una gallina el cuero cabelludo- Cristina: está en el hostal- El del bigote vamos. Entre los otros dos le ponen lo que le quitaron y aprovechando que no puede ver la empujan para que ella caiga apoyando las manos sobre el suelo- Agustín (subiendo la voz) al menos merecemos que nos traten bien. Él mismo tipo le da tremendo golpe que se va con todo y asiento para atrás- Cristina aturdida grita- Él gordo: vámonos. Al salir los dos tipos jalando a la muchacha, se queda el barbudo custodiándolos a ellos- El tipo (desatando a Silvia) Ahora me toca a mí satisfacer este deseo que no me deja vivir. Sin objeción va tomando a Silvia que protesta, le mete la mano por el pantalón pero ella como puede le da una corta patada- El tipo (rabioso) ahora vamos a ver guíen puede más. Hace que corra pero en el momento que quiere investirla ella encuentra una barrilla que lo recibe con todo el impulso de su cuerpo logrando que se le incruste para que termine sobre el suelo sangrando, ella desata a Malfredo y este libera de sus ataduras a Agustín- que va diciendo: tenemos que lograr salir de este podrido lugar. Al tratar de abrir la puerta les queda imposible ya que está asegurada desde el exterior- Silvia tapemos con esta manta a este hijo de la gran puta y hagámonos como nos dejaron. Casi al momento escuchan que abren la puerta, al verlos entrar manoteando a Cristina. Él gordo al no ver al barbudo, se aproxima Agustín que al tocarle la cara recibe tremendo barrillazó que queda de una vez doblegado sobre el suelo, él de bigote al tratar de venirse sobre él entre Malfredo y Silvia a patadas lo alejan para que Agustín lo remate con la barrilla y se desplome sobre el piso, al liberar a Cristina y recuperar su dinero salen huyendo en el mismo automóvil.                                          

LA VIOLACIÓN
Con el clima tan caluroso, su fastidio se transforma en resignación. Su profesión, que sólo da valor al juicio. La frialdad y la reserva, le había enseñado la lección más dura y la que más deroga a un hombre, no expresar nunca en alta voz una idea desfavorable. Le dio también un largo adiestramiento jesuítico en el autoengaño, que le permite presentar al mundo un exterior cada vez más pulido, sin profundizar su experiencia humana. Si no le diluyo del todo la personalidad ello se debe solamente a Laudy, por que vivía rodeado de sus colegas, severos y serviles, que solo le enseñaron a sobresalir en las maneras de hablar y las detalladas amabilidades que, al agradar, allanan el camino de su interior. Su vida real se convirtió en una cárcel llena de ambivalencias y contradicciones que vive el religioso. En ese tono salió del monasterio luciendo su habitó de cura caminando por la calle Cabañas, al doblar la esquina de la calle Carlos Antonio López se cruza con su hermana que lo mira con cierto repudio- Vos eres un entregado, vuestra mirada me dice que no tienes vida propia. Mírame a mí que soy la propia libertad en persona ya que no dependo de nada y menos creo en estupideces- Veo que tienes la razón, quiero cambiar pero el miedo no me deja- Ven con migo que te consigo algo para que te saques de tu mente y de tu cuerpo esa religión de mentiras y de engaños o todavía sigues pensando que Jesús nació sin que María concibiese- He cambiado mi forma de pensar, ahora mi vida está insatisfecha- Vamos- A donde me quieres llevar? No preguntes más y sígueme. Caminan para doblar por la calle Caballero y al pasar varias casas ella al ver la fachada moderna toca la puerta para que de inmediato aparezca Liliana. Ella viendo sorpren- dida al hermano vestido de cura- Va diciendo: yo pensé que lo de vuestro hermano era ficción nada más- Aquí lo tienes hecho un imbécil- Ella sigan. Al seguir ante sus miradas se presenta un espacio semi abierto lleno de flores y de pinturas con temas de desnudos- Él cura (excitado por lo que está viendo) que lindas pinturas- Laudy: veo mucha mejoría en tu vida porque anteriormente ya me hubieras tachado de inmoral. Cambiando el enfoque hacia su amiga- En esta casa no tienes algo para que mi lindo hermano se cambie de ropa- Espera que subo a ver que ropa de mi hermano todavía existe en esta casa. Ella al subir las escaleras desaparece- Acaso donde está el hermano- Murió hace varios años en un accidente de motocicleta- Que calamidad- Nunca se lo recuerdes, ni mucho menos se lo preguntes por que a ella no se le ha cerrado la herida. Al momento la chica trae colgando de uno de sus brazos varias prendas- Tengo estas camisas y estos pantalones creo que te van a venir de maravilla- Donde me cambio- Liliana (riéndose) Si quieres aquí mismo- Preferiría otro lugar- Allí hay un baño, ese cuarto o si prefieres arriba. Donde quieras. Él se dirige al cuarto al llegar cierra la puerta- Liliana: tu hermano está muy apuesto- Ayúdame por favor quitarle la virginidad. Las dos se vuelven una sola risa- Liliana: qué tal si vamos a la finca que queda en las orillas del Paraná- Pero primero llamamos a Octavio. Al salir- Donde está mi hermana?- Que importa dónde está, acaso me tienes miedo. Ten cuidado con migo que te veo muy bueno. Se ríe y al aparecer la hermana en la escena le iguala la risa. Ella: lograste hablar con Octavio…- Si claro, viene en media hora por nosotros. Vamos a preparar las cosas que vamos a llevar. Al subir a la habitación de ella van introduciendo en la maleta la ropa al azar, luego bajan a la cocina y van metiendo verduras, queso, pan, pastas y arroz. Al pasar el tiempo escuchan el pito del auto de Octavio, salen las chicas acompañadas del hermano que lleva sosteniendo la maleta, Octavio se baja y abre la parte de atrás del auto donde él les ayuda a introducir la maleta, al subirse Laudy al lado de Octavio y en la parte de atrás Liliana: acompañada de Luís. Octavio prende el auto que lo hace tomar la avenida que bordea el río Paraná- Liliana (tomándolo de la mano) ya verás Luís lo bueno que la vamos a pasar- Por favor suéltame la mano- Laudy: acaso mi amiga no es bella- Luís: es muy bonita pero siempre me mira con ganas y eso me preocupa- Octavio (conduciendo) acaso eres del otro equipo, te aconsejo que la tomes y si es del caso estrangúlela. Todos se ríen menos Luís- La hermana: acaso te estas arrepintiendo de haber cambiado el habitó por la libertad- No para nada, solo estoy un poco nervioso- Liliana: ven que con migo se te acaban los nervios. Él la aparta con la mano- Ya vas a ver cómo vas a ceder. El carro conducido por el amigo va por la ruta al lado de los pastales donde las vacas se alimentan y del otro lado el inmenso río. Pasando diferentes tipos de embarcaciones para llegar a una vía destapada y al abrir la puerta el mismo Octavio para que al pasarla con el auto la cierre Luís, Al llegar ante la vieja fachada entre todos bajan las cosas y las botellas de vino tinto de Mendoza, Octavio abre la puerta y aparezca en sus miradas las paredes blancas y al descubierto las grandes vigas- Octavio: voy a abrir el vino pero alguien tiene que ir a la cocina a buscar las copas. Él abre el vino mientras tanto Liliana va por las copas, todos al servirlo brindan van tomando de poco pero en esas circunstancias desaparecen el contenido de dos botellas, al ver que Laudy se escapa con Octavio a un cuarto. Liliana al querer tomar de la mano a Luís, corriendo se escapa pero ella en menos de nada al tenerlo a poca distancia con mucho ímpetu se le lanza para caerle sobre la espalda e irse al piso de bruces, aprovecha que esta algo ebrio para pararse y arrastrarlo hacia la habitación donde con convicción lo alza y lo acuesta sobre la cama, al estar él boca arriba como una vacante o una amazona con tal violencia se le tira que las tablas de la cama seden partiéndose  y como es de suponer caen al suelo, ella le introduce la mano entre el pantalón y toma el tan anhelado regalo que al acariciarlo se para, lo suelta para empezarlo a desvestir en el momento que lo tiene desnudo, se quita la ropa que la lanza en todas las direcciones, ya en el dominio de su cuerpo abre las piernas y tomando con una de sus manos el pene lo introduce en su vagina que al moverse hacia delante van sintiendo algo que no se puede definir con palabras.                                               

EN UN MOMENTO MAGICO
Un domingo en que la fauna humana llena los diferentes sitios de recreación del parque Caballero, un supuesto payaso se coloca el pito que le cuelga entre los labios, con impecables gestos y con perfectos ademanes pita llamando a la gente que se aglomera en torno de él. Al marcar su espacio empieza a correr logrando perfectas piruetas que el público algo emocionado aplaude, luego de su mochila de hilo que lleva sobre su espalda saca cinco clavijas que lanza de una en una al aire para mantenerlas varios minutos sin dejarlas caer, por último cambia las clavijas por un número igual de pequeñas bolas con las cuales repite la misma audacia, para terminar fervien temente aplaudido. Luego uno de los asistentes le pasa un sombrero que al pasarlo entre los asistentes le van poniendo monedas y billetes.  Al haber terminado con el pequeño espectáculo introduce el dinero ganado entre su mochila y devuelve el sombrero. En el momento que con el dominio de sus ojos ve el contorno, al detener su vista por dónde quiere irse su mirada encuentra los ojos negros de una bella y aparente indígena que señala para que vaya, al llegar donde se encuentra ella lo toma de la mano para dirigirse entre los árboles y desaparecer del ambiente. Fin.                                                              

 CUENTOS BOLIVIANOS
EL FESTEJO
Hoy cumplo mi primer año que llegue a la Paz, me acuerdo que los primeros días tuve dificultades con la respiración, caminaba una cuadra y me ahogaba. Hoy en día puedo andar lo que se me antoje sin ahogarme. Quiero celebrar este pequeño aniversario con lo que más me gusta que se trate de una buena compañía, el cine y la rumba. Referente a lo primero que mencione me paro de la cama y tomo el teléfono y marco al lugar donde vive mi nueva amiga, ella misma me contesta- Hola Raúl como ya sé que quieres celebrar a lo grande tu año aquí en la Paz, me baño y salgo para allá- No se te ocurra salir desnuda- Ella luego que se ríe le contesta: bueno me baño, me visto y voy para allá- Chao te espero. Para adelantar la cosa después de un suculento desayuno me baño y me visto con las prendas de siempre ya que me resultan muy cómodas, al poco tiempo escucho el timbre al abrir la puerta surge Dada con sus crespos rubios al aire, con su rostro sonrosado y llevando un overol del mismo color azulado de sus ojos. Después de unos besos le brindo un delicioso desayuno, al sentarme después de haberle servido los huevos, el chocolate y el pan casero- Ella me va murmurando con su bella voz: cuál es el plan para la celebración- Primero vamos a la casa de Augusto a ver una película, luego vamos almorzar a la pizzería, y si alcanzamos podemos ir a la cinemateca, y en la noche después de comer alguna cosita nos vamos de descontrol. Al acabar el desayuno ella se encarga de lavar los platos y de poner todo en orden, luego salimos tomados de la mano bajando las escaleras para tomar la calle y al atravesar la plaza San Pedro vamos calle arriba hasta el pequeño edificio, al tirarle una piedra silla a la ventana reaparece la cara de Augusto- Ya les abro. Casi al instante viene y nos abre la puerta del edificio- Él nos va diciendo: hola muchachos los veo muy bien- Dada: no vez que hoy estamos de celebración- Ya lo había olvidado pero subamos. Trepamos por las escaleras y llegamos al apartamento donde hay libros apiñados en todo el espacio y cuadros surrealistas. Nos sentamos- Yo: que films pudiste conseguir- Logre rebuscarme Henry y June de Philip Kaufman, Bienvenido al paraíso de Alan Parker y la Hoguera de las vanidades de Brian de Palma. En esas sienten un piedrazo en la ventana seguido de un grito- Augusto no hay duda que es la loca de la Pamela bueno voy a bajar a abrirle. Por la puerta desaparece y al momento llega con la rubia que lleva puesto una graciosa falda floreada y sobre sus cabellos un sombrero muy hongo- Ella: caras de nada que hacen?- Nos disponemos a ver una película- Que bueno pero que hay para ver- Augusto (dándole una palmada en la cola) Henry Y june, Bienvenidos al paraíso y la Hoguera de las vanidades- Yo: propongo una votación- Dada: yo elijo Henry y June- Pamela: a mí me gustaría ver La hoguera de las vanidades- Augusto: yo me matricularía con Bienvenidos al paraíso- Yo: entonces como los tres eligieron cada uno una, el film que yo elija ese es el que veremos- Pamela (viéndome a través de los dos círculos formados con sus dedos) eres un evasivo pirata y además un pretensioso holgazán. Todos nos reímos- Augusto: no tenemos todo el día para resolver- Yo quiero ver Henry sin June- Dada: o sea que no quieres ver más- Yo no me interpretes lo que no es, solo lo dije por cambiarle el sentido a la película- Augusto: como dijo Pamela es un pretencioso- Dada: no jodamos más y veamos lo que ya está decidido- Pamela: como defiendes a tu amorcito- Como quieres que no lo defienda si es algo así como el cielo personificado- Augusto: ustedes se encargan del barreto y Dada y yo traemos el proyector del cuarto. Hacemos lo dicho y colocamos el proyector en la mesa de siempre para que refleje la película en la pared. Augusto coloca el enorme royo en el aparato, al apagar Pamela la luz la cinta se proyecta en la pared y todos expectantes en silencio vemos la película hasta el final- Augusto (mirándome) puedes decir algo sobre el maravilloso film que acabamos de presenciar- Dada: la intensa relación amorosa que se enfoca en hechos reales y los productos de su propia imaginación colaborado-  dores en un par de mitos literarios- Augusto: que tal el personaje de June- Dada respondiendo: me gusto por el manejo del misterio que le da un tono distinto al film, y representa una fuerza sexual terriblemente demoníaca- Pamela: pero a la vez es una figura trágica, pero todo el conjunto de la película me sedujo- Yo: genial, pero que vamos a decir más del film yo pienso que hagamos un almuerzo y luego nos vamos a la cinemateca a ver Isidora- Pamela: que se les ocurre que fabricamos para el almuerzo- Augusto: no nos compliquemos la vida, hagamos unas pastas con tuco de tomate y queso rallado- Dada: no lo pensemos más y hagámoslo. Todos intervenimos en la cocina que rápidamente logramos nuestro premio, nos sentamos a comer con un silencio acogedor y terminadas las pastas, después de lavar la loza salimos a la calle- Pamela ayer me vi un hermoso documental sobre la película María del escritor Jorge Isaacs, es el primer largometraje colom biano, lo vi muy acertado a Luís Ospina. Sin darnos cuenta arribamos al lugar donde está la pequeña plaza, en el momento que hacemos la cola nos encontramos con Fedra, Raquel y Orlando el peruano- Este que pereza ver está película- Raquel (empujándolo) si no quieres verla no irrespetes a los que si deseamos verla y a la cinematografía. Entramos y al sentarnos nos enteramos que somos los únicos, en instantes se apaga la luz para que aparezca la hermosa actriz Vanessa Redgrave danzando libremente que el film alcanza un esplendor inusitado, con un maravilloso gusto y una elegancia extraordinaria. Además es una auténtica obra de arte de enfrentamiento y ruptura contra un costumbrismo y una moral muy establecida- Yo (parándome) que tal les pareció el film- Dada (dándome un beso) genial, logro entretenerme- El peruano: lo sentí muy amanerado- Raquel: es que voz eres un socarrón- Fedra: es que no ha podido salir de la alienación- Orlando: seniles gustos como soy me marcho. Sale corriendo del teatro- Pamela: a este tipo que le pico- Raquel: su propia insatisfacción, ojala que ni aparezca porque es un mamón. Salimos sobre el atardecer viendo la parte más baja de la paz- Augusto ¿qué hacemos? Pamela: no hagamos nada más bien vamos a ver que vemos en la avenida dieciséis de Julio. Bajamos la empinada calle y al llegar nos vamos entre las dos calles viendo a los artesanos parchar- Un negrito: no se quieren tomar un chorro con nosotros- Fedra: magnífica idea, entonces haga- mos una vaca- Otro artesano bastante flaco (con cara de charrúa) yo pongo los cachos. En el ambiente se escucha una sola riza- Yo (sosteni éndo el dinero) Dada me acompañas?- Como no. Pasamos la calle y entramos en una licorera- Ella contando los boliviano pregunta- Yo: disponible para las que sean- Ella viendo al señor: cuánto cuesta la caja de ese vino mendocino o esa otra caja chilena- El tipo moviendo graciosamente su mostacho le contesta: este vale tanto y este otro tanto- Yo (viendo a la chica del overol) cual llevamos- El que cueste menos- Yo (volteo la cabeza en dirección del señor) denos del mendocino cuatro cajas. Hacemos el intercambio del dinero por el vino y salimos llevando cada uno dos cajas, cruzamos la avenida viendo a una chica que hace con fuego malabares, colocamos el vino en los pies de San Martín y vamos rodando la caja- Pamela que ganas de bailar que tengo. En esas sale de un lugar una morena que canta con una voz prodigiosa No woman no cry, en ese mismo momento un par de rastas aparecen de la nada tocando unos bongoes y se prende la rumba- Dada (tomándome de frente por la espalda) aquí está lo que pretendías rumbear- Yo (moviéndome a un solo ritmo) que cadencia. La beso viendo el girar del fuego- Augusto (tomando a Pamela) sí no a que vinimos. Choca los labios con los de su amiga, luego vuelve a rodar las cajas para que la morena interprete con su mágica voz One love/ people get ready y otras tantas que logramos bailar. Al desaparecer los músicos todo se queda en silencio y solo se escucha de tanto en tanto algún coche- Pamela (sonriendo) que se hizo todo el mundo- Dada: nos colgamos o que paso- Augusto: ustedes son muy despistados porque yo vi que subieron- Yo: que hacemos aquí parados vamos tras ellos. Levantamos los pies para empezar a caminar seguimos la avenida hasta la plaza San Francisco donde vemos como empinada la iglesia entre colonial y barroca, empezamos a ascender y al andar tres cuadras entramos al bar de dos piso, lo primero que hacemos es procurarnos una Paceña que tomamos al ritmo de la música andina de esa forma nos tomamos dos y tres litros hasta que tenemos que sostener a las nenas, pero como ya somos unos dispuestos borrachos las alzamos y las montamos en un taxi.

EL POETA
Sale del Carretero hostal de locos anarquistas llevando su bolso de cuero, baja la empinada calle para llegar a la avenida dieciséis de Julio y al ir entre imágenes alucinadas toma el centro, saluda quitándose el sombrero al general San Martín, se lo vuelve a colocar y saluda a los artesanos para sentarse sobre un banco viendo el pasar de los automóviles. Planea como entrar al prostíbulo donde siempre logra vender su trabajo, como ya lo tiene descifrado en la mente cruza la calle, se esconde en una de las columnas y silba a alto volumen que el celador al no aguantar la curiosidad va al otro lado y el muy fino no de ropas si no de actitud aprovecha el momento y se instala dentro del lugar para pasar mostrando sus librillos de poemas que con convincente voz recorre las diferentes mesas logrando que los clientes le regalen sus librillos a las bellas prostitutas, después de haber logrado su propósito una bella prostituta lo llama, él no tiene problema para sentarse- Ella (de una forma de interpretar su sexualidad) no te quieres tomar un trago con migo? - Claro que me gustaría- Si me esperas ya vengo. Ella al rato se presenta con dos vasos de escocés y al sentarse los coloca sobre la mesa- Ella: colócate en esta otra silla así hablamos de frente, por que como estas me parece un evasivo. Hace lo que ella exactamente dijo y la ve directamente al rostro- Salud, ahora si podemos hablar. Desde la época de colegiala me gusta la poesía, lo que leí de tus manos me gustó mucho porque no me recitas algún poema que te sepas- Con una condición que me digas como empezaste    la vida que llevas- Amor, la cosa es simple por el dinero- Pero cuéntame la historia con exactitud- Que poeta por que tanto te interesa mi vida, si hasta ahora me conoces- Debido a que tienes muy buena actitud. En esas se presenta un elegante señor- El tipo (riéndose) vamos al hotel, si aquí hay muy buenas habitaciones para que quieres sacarme de aquí, claro que hoy no estoy disponible para nada si no para este poeta. Ven que él señor va donde está sentada otra prostituta- Bueno, te cuento lo mío fue por inducción de una amiga, que después de terminar la segundaria me trajo a este lugar. En un principio fue duro porque entendía que vender el cuerpo es maldito, más cuando el que te paga es de doble moral ya que el mínimo problema que tenga con su esposa viene y acude a nosotras- Ahora te toca el poema- Quieres que me pare- Prefiero que lo recites como estas, así veo la entonación de vuestros labios- Él se da un largo trago y empieza. Este poema se llama Crueldad y dice así: La manía de deshacer la figura de la estatua/ el color del bronce es propio de la insepulta da/ suerte de la memoria de las bestias olvidadas/ por la crueldad legendaria de la costumbre- Es muy profundo- Ahora me toca preguntar, no te gustaría cambiar la vida que llevas….- Claro que siempre lo he pensado pero es un poco tarde para emprender desde cero otra cosa- Si uno tiene voluntad nunca es tarde para saltar hacia otra cosa- Ella: voy por otro trago. Al rato regresa con dos vasos del mismo escocés- Ella: no quieres ir a un lugar más privado- Aquí estoy muy bien, además no me interesa acostarme con vos, por la simple razón ya que entraríamos en otra categoría y no en la amistad que mi único propósito con relación a tu linda mirada- Ella eres muy elocuente- Un poeta siempre se distingue por eso- Ahora vuelvo a mi pregunta, no te lo digo en una forma cretina, si no para ver qué piensas en el futuro?- Esa palabra me causa terrible susto, ya que en este momento mi cuerpo no deja de ser una mera mercancía, cuando pierda el encanto que va hacer de mi vida- Por eso te digo que emprendas algo nuevo- Por lo menos lo voy a intentar. Le da un beso en la mejilla sale del lugar y en la principal av. se encuentra a una amiga que lo convida a dormir con ella.         Fin.             
                          
EN UN INTI RAIMI
La tonalidad gris del paisaje urbano, viendo las sierra nevada que se bifurcan entre la maza de nubes, los árboles con sombras nacaradas y reflejos grises. El polvo leonado y el humo de los diferentes vehículos, la cuesta de un cementerio viviente donde los profetas acumulan la sustancia transparente de los sueños con esas imágenes. Llega a la avenida dieciséis de Julio andando viendo la quietud de la estatua de José de San Martín, sigue a la fuente que en vez de brotar agua hay una pareja que se besa apasionadamente, atraviesa la rotonda o plaza Portozuela y al llegar al edificio de la universidad sigue hasta la glorieta y al ver un pequeño autobús se sube al lado de un estudiante y al subirse dos muchachas el microbús arranca tomando la Panamericana, la maquina sube al alto y luego en vez de seguir hacia el lago Titicaca toma en dirección del altiplano y en cuestión de una hora el pequeño autobús llega a Tiahuanaco, al bajarse sintiendo el aire nocturno mezclado con un frió bárbaro, se dirige al mercado donde compra un hervido y hojas de coca, se toma el hervido y empieza a mascar las hojas observando a un grupo de papachos que discuten en aimara. Por su puesto no entiende absolutamente nada, reconfortado sale viendo un cielo enrarecido por las nubes y llega a una licorera donde adquiero a bajo precio una botella de caña, al tomarla de las manos del papacho la abre y se da un largo trago para sentir que le quema la garganta. Sale del lugar con la mente completamente borrada y por instinto llega a una fogata donde el calor lo protege de la baja temperatura. Habla con alguien pero sin captar nada de la conversación que prefiere seguir a la siguiente fogata, intenta concentrarse en la melodía que sale de unas guitarras que tocan un grupo de jóvenes, con fervor escucha que cantan pero como se siente que estuviera en otro planeta lo aterriza el hecho que los músicos se retiran, él con la conciencia en pleno camino invadido por el helaje descubre otra fogata donde le pasa lo mismo al escuchar la lengua aimara, trata de entender a los papachos que muy alcoholizados se ríen con tremendas carcajadas que terminan contagiándolo y se pone al mismo voltaje que ellos, doliéndole el estómago de tanto reírse se retira en la niebla y al estar casi en la entrada del santuario arqueológico, al ver varias personas que rodean una enorme fogata lo invade un poco el cansancio que tiene que sentarse sobre la grama mojada. Al ver que abren las puertas del santuario con un envión de energía se para y al encender la pequeña linterna sale corriendo, al entrar se establece al frente de una estatua antropomorfa que le saca varios cuerpos hacia arriba, mueve sus pies para subirse a una pared de estructura de piedra, pero al bajar se halla en una especie de anfiteatro de donde cuelgan extraordinarias mascaras en piedra. Lo llenan de una extraña alucinación como si hubiera fumado un porro, vuelve a escalar la pared de piedra al estar en la cima divisa a la gente y en un lugar algo apartado ve a una curiosa pelirroja, baja con la intención de hallarla pero le resulta imposible por el gentío, que prefiere ponerse en frente de la puerta del sol que al observarla detenidamente intuye que está tallada en bloque de piedra, decorada con un friso en bajorrelieve con una figura de una deidad rodeado de cabezas humanas y de una figura de un cóndor perfecto. Observando mira que los primeros rayos franquean la puerta, está impresión le hace volar con un frenesí indescriptible, bajo esa sensación observa que la gente se va tomando de la mano para formar varios círculos. Se prende de una chica y al tomar a un muchacho siente como empiezan a danzar girando y girando varias vueltas de un lado para el otro como si estuviera en la eternidad, en un instante sus ojos encuentran la mirada de la pelirroja que al agitar sus pelos rojizos se vuelve a perder, pero como los círculos son bastante concéntricos la vuelve a encontrar a poca distancia, logrando zafarse de la rueda y al alcanzarla ella le abre un espacio así logra tomarla de una mano. Siente la magia que le sube a la cabeza pero enseguida un muchacho le toma la otra mano para seguir girando tantas veces que adquiere tal sensación que creen verse volar. La pelirroja al no querer zafarse lo jala de tal manera que van guiados por sus instintos hasta el anfiteatro y al cruzarlo se colocan viendo las diferentes máscaras y al unir los labios en un beso profundo sienten que abandona los cuerpos y al volver a ellos se enteran que ya no están en lo que llamarían pisar la tierra, reconociéndose en sueño dentro de otro sueño.            Fin.                                             
                                                    
EL RAPTO DE UN EXTRAÑO
PERSONAJE
Rompieron a tocar descompensada mente una banda, en un desafinado sonido, y bajo las quejosas repeticiones de una melodía muy americana que se tocaba hace muchos años. Vuelve a empezar otra melodía en cuartos de tono, reconocen una representativa canción y tienen que esforzarse para no sonreír. La batería, una guitarra eléctrica y un trombón pero la ejecución de los tres instrumentos que improvisando, como si alguna rara música se estuviera interpretando en un conjunto de atiza- dores de hierro, manteniendo rígidamente el ritmo. Juan voltea viendo rígido a un bajito bimbashi de edad, con ojos de vidrio, estando de pie delante de la banda. Al finalizar la música todos regresan a las mesas- Juan (observando a Carla directamente a los ojos) ustedes vieron al pequeño sujeto de ojos de vidrio- Yana (viendo a su hermano Hugo) que estás diciendo …, yo por lo menos no vi a alguien con esa apariencia- Hugo (mirándola a ella) yo sí que lo vi, lo iba a comentar pero se me adelanto Juan- Yana: exactamente cómo es?- Juan: exactamente es pequeño con un chaleco, una especie bufanda como de cuero, pantalones bomba chotes y una especie de botas- Yana: me voy a parar a ver si lo veo, se para caminando por la extensión del enorme lugar, detallando con sus ojos el contorno y las diferentes mesas, al voltearse para esquivar a uno de los meseros que lleva una bandeja con varios vasos y dos botellas de un licor, ve al pequeño hombre y al encontrar una extraña expresión en su liso rostro le sonríe. Ella se acerca y al agacharse lo ve tal como lo detallara Juan- Lo saluda de mano y el sonriéndole- (en un raro asentó) yo soy Megabio, mi origen es curto y mi nación Alejandría pero mi español es muy limitado- Al entrar la luz de las farolas de un lujoso automóvil seguidamente viene un hombre engalanado de blanco que trae una especie de canasto, ante la mirada de los presentes se sienta y el hombre se lo lleva para verlos desaparecer en la puerta. Carla al volver a sentarse ¿dónde estabas?- yana (interrumpiendo la conversación) nunca vi a un hombre de esa estatura, vestido con esa extraña ropa y con tan fortuita actitud- Juan: precisamente  eso estábamos comentando antes. Se toman lo que les queda de la cerveza- Hugo: ustedes se quedan ya que yo ya me quiero ir- Yana: vamos. Salen del bar del hotel Chasqui del Sol, sintiendo el intenso frio y viendo la extensión del lago Titicaca, caminan por el territorio de cemento exactamente por la calle Paredes, voltean por la calle dieciséis de Julio para tomar la Potosí y llegar ante la vieja fachada del hostal Sonia, al entrar suben las escaleras que viendo el patio interior abren la puerta y cada uno al quitarse los zapatos tal como esta se mete en su correspondiente cama.
A la mañana siguiente al despertarse y después de un caluroso baño salen dispuestos a ir al mercado, al franquear la puerta toman la calle Murillo para ir entre diferentes fachadas con una luz solar que lo invade todo, atraviesan diagonalmente la plaza Dos de Febrero y llegan a la extensión del mercado donde se sientan viendo a la mamacha- Ella (con un tono amable) Ya vieron lo que tengo- Juan: a mí me da un té de coca, con panecillos y de ese queso- Carla: yo quiero lo mismo pero también me gustaría comer alguna que otra papa- Yana: yo quiero si es posible huevos revueltos, de esos panecillos y por supuesto té de coca- Hugo: a mí me apetece únicamente te de coca- La hermana: porque estas sin hambre- simplemente estoy con diarrea. Al momento la señora dispone los alimentos sobre la mesa, todos comen con apetito y en menos de nada acaban su desayuno. Luego de pagar se paran- Hugo: me siento muy indispuesto me voy al hotel a acostarme- Carla yo me voy a caminar, quiero conocer el Baño del Inca- Juan (mirando a Yana) nosotros te acompa- ñamos. Se despiden de Hugo y salen en el otro sentido por un camino de piedra loma arriba, al llegar a la parte alta se sientan sobre las rocas a presenciar la vista de Copacabana y la lejanía azul del enorme lago- Juan (viendo la amplitud del paisaje) seguimos. Andan bordeando el cerro para empezar una cuesta más parada y llegar ante las construcciones de piedra. En el momento que están entregados en la presencia del lugar, ven salir del baño al bimbashi que al ver a Yana viene donde ella está parada, ella se acacha para darle la mano- Él hombrecito (al oído) me gustaría que viajáramos a Alejandría, es amor, amor- Ella (después de quedarse muda) no eso es imposible. En esas llega el hombre de vestimenta blanca- El bimbashi que es un monarca te quiere llevar a Alejandría vivirás en calidad de reina- Ella (nerviosa) como estoy no puedo estar mejor, es imposible que me enamore del pequeño hombre. Pero hay una fuerza que la saca de si y sin que ellos puedan hacer nada al aparecer una Llama acompañada de varios papachos, estos se encargan de alzarla y la montan sobre el camélido rumiante y la ven desaparecer montada en el mamífero.              Fin.          
                                             
EN PELIGRO
Su designación llego en los primeros días de febrero. Le sorprendió un tanto verse destinado al consulado de Cochabamba, pues le habían dado a entender que después de su larga práctica del español, podría incluso un puesto más alto en la Paz, donde su conocimiento especial resultaría útil. A pesar de su desaliento del primer momen- to, acepto la suerte con buena voluntad y se incorporó al cuerpo diplomático de esa oficina práctica con tan elocuente impersonalidad. El único consuelo, magro por cierto, fue comprobar que en su primera misión diplomática todos conocían tan poco como él el idioma y la política del país, Su cancillería constataba de dos periodos en Lima y tres especializaciones en asuntos latinoamericanos. Torcía la cara melancolica- mente, al unisonó, comentando con los otros empleados las diferencia y la jerga del español y contemplaba desde las ventanas de la larga oficina los verdes de las montañas, lleno de solemne preanuncio del altiplano. Estaba ahora en el servicio diplomático, el cual desde este momento tenía que asumir y responder a su patria francesa. Después de asistir en su propia oficina a una reunión del programa de cooperación, decide salir del quinto piso donde está establecido el consulado, al tomar el ascensor que lo lleva a la primera planta, sale a la calle viendo el bello jardín del edificio y en la otra acera va hacia su pequeño automóvil, al estar ocupándolo lo enciende y le da arranque para tomar la calle Antezana, al desviarse por la calle Quito llega al restaurante que le han recomendado. Se baja invadiéndolo la oscuridad de la noche, al querer entrar ve el letrero los Castores y ya adentro al estar completamente solo se sienta al costado de una mesa que tiene un mantel igual a los otros de color café claro, al momento llega el mesero que luce un corto bigote y le entrega una larga carta, él la revisa- Quiero pato con salsa de berenjena con papas y ensalada- Él tipo: de tomar- Un vino tinto ojala francés, argentino o chileno. Cuanto se demora- Más o menos veinte minutos. El hombre se retira y el queda observando las pinturas, en su distracción se presenta una muchacha teñida su cabellera de rojo, que luce un gabán negro y botas del mismo tono- Me puedo sentar- Él (mirándola  como extrañado) bien pueda. La chica se sienta y lo observa detenidamente- Usted ni siquiera es latinoamericano- Soy del sur de Francia, si le interesa trabajo en el servicio diplomático, y usted que hace…- No me gusta que me traten de usted, dime mi nombre que soy Carlota- Lo com- prendo yo soy Théophile Vigny. En ese momento se presenta el mesero que le muestra la misma carta- Ella (sosteniéndola para verla) yo quiero un corte de asado, pero por favor que la carne este muy roja- Con que la va acompañar- La quiero con papas a la francesa y ensalada de remolacha- Ya regreso con el pedido- Theóphile: a que se dedica- Soy pintora, pinto en acrílico y en óleo en formatos grandes. Si quiere después de que comamos vamos a mi estudio- Si me encantaría ya que quiero comprar algo para decorar mi apartamento ya que las paredes están completa- mente desnudas, pero primero me gustaría ir algún bar a tomar un trago- Perfecto. En esas llega el señor con una enorme bandeja y distribuye el pedido sobre la mesa, comen sin musitar palabra en una observación constante y mutua, al terminar él no le permite que pague la cuenta y le da al mesero el dinero correspondiente de los dos pedidos. Salen- Él: que bar es tranquilo y con buena música- Yo por lo general voy a un bar que queda a una cuadra de la plaza Colón, se llama Pricafé. Al montarse en el auto salen a la avenida Ramón Rivero que de lado y lado esta con bellos árboles, al tomar la calle Veinticinco de Mayo al voltear por dicha plaza el señor Vigny parquea justo a un lado del lugar, se bajan viendo la fachada sicodélica y al entrar suena música electrónica- Él (casi gritando) este lugar no va con migo, será que no hay otro bar más sobrio- Ella (mirándolo con cierta rabia) entonces vamos al bar Celebritos que queda muy cerca de aquí. Vuelven al auto y al salir despacio- Ella: siga derecho y doble en la próxima cuadra que se trata de la calle España. Él hace lo que ella dijo y al avanzar tres cuadras- Ella: es aquí. Estaciona el auto justo al frente del lugar, luego entran a un espacio blanco bastante convencional- El (entran- do y viendo a la chica que está muerta de la risa) este lugar si está de mi agrado. En esas comienza a escucharse Unicornio de Silvio, se sientan y una chica les trae una pequeña carta con los diferentes cócteles- Vigny que prefieres?- Una Margarita- Yo quiero saber que contiene el Barbados- Ginebra, jugo de naranja y piña- Tráigame ese. Casi en el mismo momento la chica trae sobre una pequeña bandeja los tragos- Él (con el vaso en la mano) salud. Chocan los vasos- Desde hace cuánto que pintas- Desde niña comencé a estudiar con varios maestro y luego con el tiempo me largue sola- Como que pintas- Hablar sobre lo que pinto me parece erróneo ya que las obras de arte hablan por sí solas- A qué se debe tanto misterio?- debido a que lo mío es pintar y no hablar- Él (mirándole las largas uñas rojas) ya comprendo, entonces después que nos tomemos el segundo cóctel vamos a tu estudio. Al pedir el segundo cóctel se lo toman escuchando la música- Ella esta música social me aburre de sobremanera- Yo prefiero el punk, el metal o por lo menos el rock de los años setentas- Yo soy más de la música francesa de los años sesenta o del jazz. Luego de un suspenso, al pagar él decididamente salen y ya sobre el auto- Ella (pensando ahora si me voy a divertir con este fulano) tienes que tomar la av. Uyuni y luego doblar por la av. Libertad. Estando en la amplitud de la avenida Libertad luego de pasar un semáforo- Ella (al pasar por el estadio donde la multitud grita a todo pulmón gol) dobla por la cuadra siguiente. Él hace lo indicado- Detente que ya llegamos. Se bajan viendo una fachada de dos pisos, al abrir la puerta se presenta un espacio pintado con colores agrestes- Ella sigue por acá. Entran a una amplia sala donde están sentadas dos chicas más estrafalarias que ella- Las chicas se paran- La de cabello verde de donde sacaste este andrajo- Lo encontré en un restaurante, los presento ella es Mariza y la de pelo gris y azul es Vinguina. Se saludan con un apretón de manos- Mariza: que vamos a tomar- Yo no vine en son de fiesta, vine a ver unas pinturas- Carlota (en el oído de Mariza) cierra la puerta con llave que a este no lo vamos a gozar. Y luego al dirigirle la mirada a él- Si es así subamos. Suben por unas escaleras con barandas de hierro a un amplio estudio y al ver en los cuadros crueles escenas el queda espantado- Esto para nada me gusta. Él al pararse con la intención de irse, la chica de cabellos verde se le adelanta, entre las tres lo toman y con una zancadilla lo tumban al suelo para que entre Mariza y Virguina lo sostengan, a pesar de sus protesta carlota le saca los zapatos, el pantalón, el traje y por último arañazos le quita los pantaloncillos. Al estar como vino al mundo lo paran y lo empujan como si se pasaran una pelota, luego al verlo tan torpe en sus movimientos de una en una se quitan sus prendas y lo alzan para bajarlo al primer piso donde lo meten en la cama, lo hacen que se excite para turnárselo dejándolo extenuado y herido. Sobre la madrugada entre las tres lo levantan y lo dejen en la avenida para que un camión lo atropelle y así se le cierra el mundo.     Fin            

UNA FABULOSA EXPERIENCIA
Caliza que es vasca y que siempre estuvo alejada del bullicio humano, llega acompañada de Antonia una rubia catalana de las altas tierras de los Pirineos, al atravesar el muelle se trepan viendo a un muchacho de largos grelos, luego desciende a la lancha una pareja tratándose de una morena colombiana y un rubio argentino y por ultimo un extraño hombre que usa larga barba y sobre la cabeza lleva una especie de turbante. Al considerar que esta el cupo el amerindio que conduce, va a la parte de atrás y jalando una cuerda enciende el motor fuera de borda. La lancha se desliza para que al tomar velocidad haga especie de olas, en ese momento entre la única nube aparece el sol que le da un tono alegre a la mañana, van viendo cómo se alejan de la playa- La vasca (dirigiéndose a su amiga) que bello que está el lago- La catalana: tienes razón, que espejo azul más maravilloso- Él argentino (que está al frente de ellas) ustedes se ven que son de otro planeta- La vasca: vos crees, si es así ella es venusiana y yo soy jupiteriana- La colombiana: si ustedes son de donde dicen que provienen, yo acabo de salir de las profundidades de este lago Titicaca. Todos se ríen en coro- En ese momento saltan varios peces- La colombiana vieron lo que yo vi- Él hombre rastafari: que bueno debe ser la pesca en este hermoso lago. Al no recibir respuesta o comentario al respecto se queda enmudecido. Empiezan a divisar la Isla del Sol, al tenerla a poca distancia la lancha bordea la isla- La catalana como se llamara esa isla pequeña- Él indígena Jochihuata (viendo al argentino) algo así como si a alguien le doliera la huata. Todos se ríen menos él de barba- La colombiana (al oído del argentino) este sujeto de turbante pareciera que está petrificado- No seas chismosa que cada ser humano tiene derecho de actuar como se le antoje. Él tipo con cara seria los mira. La lancha llega al otro extremo de la isla y atraca en un pequeño muelle, con la ayuda del indígena se bajan las chicas, luego los otros y de último el de turbante y barba, al alcanzar los primeros escalones de piedra los aborda una mamacha que sostiene una Llama- La señora (exponiendo su mano) gringuitos denme una moneda- La catalana nosotros no somos gringos, mi amiga es vasca y ellos no creo que sean de ese origen. Siguen por la cuesta empedrada y al llegar a un sauce un hombre de rasgos mongólicos: tengo un hostal. Todos se miran- el argentino: que ofrece el hostal? Él tipo: alojamiento y los tres golpes- La vasca: será que vamos donde él dice- La colombiana (con una expresión alegre) vayamos que no perdemos nada- La catalana: entonces vamos. Caminan guiados por el cara Mongólica al llegar a un montículo alargado ven un rancho de piedra y paja, el tipo abre la puerta y al subir por las escalas de madera encuentran un lugar apacible con vista amplia del lago- Les gusta- Él argentino: cuánto cuesta- incluyendo las tres comidas vale tantos bolivianos- La vasca (viendo a la colombiana) me parece cómodo- Acomó- dense y bajen a almorzar. Todos escogen lo que será su cama y ponen sus mochilas en un rincón de la habitación. La colombiana y el argentino viendo al hombre de turbante que está acostado en la cama contigua a la de ellos, se acercan a la ventana a apreciar la fabulosa vista del lago- La colombiana (saltando de la alegría) que paisaje si no lo estuviera viendo creería que es un sueño- Che te doy la razón. Al bajar encuentran una alargada mesa con dos largos butacas, se sientan- el argentino ¿ustedes de donde son?- Mi amiga es vasca y se llama Caliza, yo soy catalana y me dicen Antonia- El argentino ella es Maria Clara la colombiana, yo soy Daniel- El de grelos yo me llamo Javier- Él de turbante (con un rara pronunciación) yo me llamo Gasamalí y vengo de gringolandia pero nací en Irán. En ese momento entre una mamacha y su hija disponen los platos de trucha, arroz y ensalada- Daniel: che esto se ve de película- María Clara: está de rechupete. Al acabar se van parando de a uno, al levantarse de la mesa el argentino busca en el cuarto a María Clara y al encontrarla acostada se acuesta a su lado- Este: vamos a caminar- Si me esperas a que se me pase está llenura- Vamos de una vez que se hace tarde- Está bien, pero como dices vos: como rompes en mi caso la tetas. Se paran, él saca la cámara de fotos para bajar las escaleras y toman la pendiente para ver la perspectiva del lago e ir bordeando una especie de cañada, al caminar entre grandes piedras divisan las ruinas de una construcción, al llegar se introducen en la recamara- La colombiana: los aimaras para que usarían esta recamara- Todo es posible, que tal si desde aquí observaban las estrellas. Siguen caminando bajando la cuesta para encontrar un grupo de pinos y siguen hasta una pequeña playa. Ella (al tocar el agua con la mano) que agua más helada no creo que aquí se bañe alguien- Porque no… El que se atreva es seguramente un esquimal o algo semejante. Se sientan sobre las rocas a presenciar el paisaje, al cambiar de lugar y acostarse sobre la grama se quedan profundos. Al cerrarse el cielo empieza a llover esto hace que inmediatamente se despierten- Daniel; vamos que está lloviendo- La chica colombiana: que me vienes vos a apresurarme si ya estamos empa- pados. Al deslizar los pies él saca un paquete de cigarrillos y al ofrecerle uno van fumando sintiendo como el viento les ayuda a consumir muy rápidamente el tabaco. Ella habla: siento el frio que consume mis huesos- No nos detengamos sino hasta llegar. Caminan por un sendero de piedra sintiendo la talladura en los zapatos- Ella: de tanto caminar me duelen los pies- Si aquí en su mayoría es todo de piedra pero sigamos. Al andar sienten que la lluvia desaparece y ven en la lejanía como el tenue sol desaparece entre las altas montañas, luego las nubes toman un color entre anaranjado y rojo, por último al sentir un viento fuerte y helado empiezan a descubrir en el firmamento las primeras estrellas para que instantes vean el cielo regado de astros, en el momento que llegan ven una enorme fogata. Al aproximarse ven a sus amigos sentados rodeando el fuego que titila pequeñas chispas de luz- Caliza: donde Fueron- María Clara: le dimos la vuelta a la isla que es alucinante. El iraní se para y al ir a la cabaña vuelve con un taro que contiene una sustancia verdosa- (con la lengua trabada) van aprobar- Antonia: que es?- Es San Pedro comprimido, lo traigo del norte argentino- La colombiana: quiero probar. Con una cuchara extrae del recipiente una cucharada de la sustancia que al mandársela haciendo gestos se la traga, luego se la van pasando para que al hacer lo mismo vuelva a las manos de Gasamalí, que sin pensarlo se introduce dos cucharadas. Al instante sienten un malestar seguido de una embriagues que los deja prácticamente en un vuelo, escuchan una música que sin exagerar se asemeja a un extraño teclado y empiezan a ver sombras que se corporal izan en indígenas que danzan, ellos se paran y danzan a la manera de ritual alrededor de la fogata y ensueñan con el movimiento pintas de extraordinarios colores y se va cada uno en un viaje personal.        Fin.              

         DE UN ACTO A OTRO ACTO
Llegue al parque Urbano pensando que acto de leer literatura nos parece tan natural, que solemos olvidar que ese acto depende de una serie de convenciones sin las cuales sería poco menos que imposible. Esas convenciones las tengo tan incorporada a mis costumbres que las activo de manera automática y sin pensar, de modo semejante a como aceptamos en el teatro que cuando se apagan las luces empieza otra cosa y nos disponemos a verla y aun a creerla, como si no supiéramos lo que contemplamos y acontece en el escenario que corresponde a un texto que ya no está ocurriendo (sino que ya está escrito, es decir, es premeditado y ha ocurrido) o que los hombres y mujeres que se mueven ante nosotros son actores que asumen su personaje que hablan y mueven para mayor artificialidad corresponden a lo que son. De muy parecida forma, en el momento que abrimos un libro, por ejemplo una novela, no se nos oculta que eso es creación o producto de un individuo como yo. En la elevación de ese pensamiento soy interrumpido por alguien que me acaricia el cabello, alzo la cabeza para ver el rostro de Jimena que se sienta al frente mío- Siempre que te encuentro estás pensando en algo que nunca puedo dilucidar que es, en ese momento que te acariciaba que estabas pensando? - Como interpretar el hecho de la literatura, estaba exactamente comparando el hecho narrativo con el teatral- Interesante, pero que tal si vamos a comprar algo para fumar- Pero a dónde? Yo conozco a un jíbaro que suele ir a la plaza Veinticuatro de Septiembre- pero la tal plaza está bastante lejos- Ella (con un gesto de insistencia) vamos que estoy que veo este mundo del otro lado- Si es así no queda más remedio. Salimos por las calles de Santa Cruz de la Sierra por el primer anillo y vamos por la cera aprovechando la sombra de los árboles y al caminar en línea recta llegamos a la plaza, nos sentamos a ver a las palomas que son alimentadas por un niño, dos chicas y por varios adultos. En esas se presenta un muchacho en un bicicleta- Él chico (mostrándonos una pequeña bolsa) Tengo está marihuana- La chica solo necesitamos la cantidad para armar dos tabacos. El chico aparta un par de moños y al envolverlos en un pedazo de hoja de diario se la entrega a mi amiga para desaparecer en la bici por donde llego, Ella me pasa la mitad de la hierba y yo saco de mi billetera un papelillo con el cual hago el barrillo, lo enciendo al darle tres bocanadas me trago el humo y al pasárselo a ella para que fume, nos sorprenden dos policías pero ella del susto se traga el Barreto, y yo sin que los tipos se den cuenta escondo la marihuana entre el pasto- Uno de los oficiales (que es más alto que el otro) que estaban fumando- Yo que otra cosa que no sea marihuana- Él otro uniformado: tienen algo- Jimena: no la fumamos toda. Ese mismo uniformado nos revisa pero al no encontrarnos nada pone una cara de tonto- El más alto: vamos a la comisaria- Jimena: pero si no tenemos nada- El más bajo: estaban fumando sí o no- Yo: nosotros no somos mentirosos solemos decir la verdad, y creo que tenemos derecho a una dosis mínima. Vamos custodiados por los dos policías, al pasar por un lado de la basílica de San Lorenzo- el más pequeño de los uniformados: vallasen pero hay si los volvemos a ver por aquí ya verán las consecuencias. Al separarnos de los polis nos devolvemos a la plaza y al buscar el poco de marihuana la encontramos en el mismo sitio que la había escondido- Yo (mirándola a ella) no la vamos a fumar aquí- Ella: dámela. Al dársela con un papelillo lo arma en un dos por tres y lo enciende al darse varias bocanada me lo pasa y lo fumo aspirando el humo y al hacer varias rondas el marihuana se extingue y vamos para enredarnos en nuestro ensueño.      Fin.                                                                    

           LA MUERTE INESPERADA
Al llegar al alojamiento Santa Bárbara, después de darme una ducha salgo con la intención de visitar el museo Etno-Folklórico, al salir del portón alargado le pregunto al primero que encuentro, que se trata de un caballero de sombrero- Amigo usted sabe dónde está el museo Etno-Folklórico- Él don: tiene que ir al parque Arenal, para eso tiene que caminar por esa calle, al llegar a la calle Sebane toma la Beni y al cruzar el parque cualquiera le dice dónde está el museo- Gracias, al llegar a la calle Sebane tomo la otra calle para ir entre los árboles, y luego doblo por la calle bastante similar y al llegar al parque le pregunta a un muchacho que juega con una niña- este: siga el camino que lo llevara. Al tomar el sendero paso ante un inmenso cedro, al ver la edificación moderna entro, me registro y pago algo insignificante para encontrar un lugar ancho y alargado donde empiezo a ver varias estructuras de vidrio donde veo cerámica, utensilios de cocina y de agricultura, arcos, flechas. En el momento que estoy observando en medio del pacillo detenidamente una olla fúnebre encuentro al otro lado la impactante mirada de una rubia con pronunciadas cejas. Ella al llegar a mi posición- (con un asentó medio extraño) vos me recuerdas a alguien que conocí una vez en Brasil- Yo entonces tengo un doble andando por ahí, que peligro- Es en serio- Lo mío también es en serio, eso me preocupa por que al mandarse una cagada me la van achantar a mí. Al apartarme de ella me voy a la sección de instrumentos musicales, recorro las diferentes vitrinas y al haber dado todo por terminado, salgo y en los pocos escalones veo a la misma chica sentada, me siento a su lado y ella me mira- Yo le voy murmurando: vamos a tomar un café- A dónde? No conozco, pero si caminamos yo sé que encontraremos un sitio- Si es así vamos. Nos levantamos para andar bordeando el parque y salimos a una enorme plaza- Ella que calor- Si está ciudad es un infierno de lo hirviendo y húmedo. Caminamos una cuadra y sudamos como si estuviéramos en un sauna- Ella no puedo más- Entonces sentémonos en esa banca. Nos sentamos a la sombra de un enorme árbol- Ella mira las raíces, de que especie será este árbol?- Casi estoy seguro que se trata de una especie de acacia o algo referente a la familia de las Mimosáceas, seguramente viene de África- Como sabes? - Porque me interesan de sobre- manera los árboles.  Haciendo un esfuerzo seguimos a ver si encontramos el añorado café, nos detenemos a contemplar un árbol semejante al primero que viéramos, volvemos a retomar el asunto de los pies y al traspasar la plaza tomamos por un grupo de construcciones. Al ver un pequeño letrero nos enteramos que es la calle Atenas, a la mitad de la cuadra entramos a un lugar donde únicamente están sentados hombres de avanzada edad, que la observan a ella como si fuera de otro mundo, nos sentamos y aparece una señora tan vieja como los que nos miran- Ella: que desean- La rubia: yo quiero algo helado- tengo gaseosas, jugos naturales o cerveza- La chica: tiene jugo de mango- Si, y el joven que quiere?- Una cerveza pero que este helada. Vemos desaparecer por una puerta a la señora- Ella: que haces- En este momento lo único que hago es verte tan bella- gracias por el piropo, pero lo que quiero decir es a que te dedicas- Soy astronauta y estoy haciendo un estudio de los seres humanos- ella (riéndose) Habla serio- Ya que no me puedo evadirme más, unas veces escribo y otras pinto. En ese momento la vieja se presenta con una bandeja de la cual saca la Paceña de litro, una jarra de jugo y dos vasos, nos servimos y sin pensarlo nos llevamos los vasos con los líquidos a la boca- Ella que descanso y que placer es beber algo helado con este calor, vives aquí o estas de paso?- Apenas llegue está mañana- No quieres ir a una finca?, donde me estoy quedando- Me encantaría pero que haces allá- Me encargo de una pequeña chacra que son de una pareja de alemanes- No serán nazis, porque? siempre escuchado que estos fascistas están escondidos en esta región- No creo, son una pareja de viejitos que hace una semana se fueron para Alemania, por casualidad los conocí y como estaban buscando a alguien que les cuidara la chacra en su ausencia, creo que les caí en gracia y me dijeron a mí. Ahí vivo como una reina ya que me puedo dedicar a mis pinturas y fuera de eso me pagan. Me gustaría que vinieras con migo. Al estar las bebidas por la mitad siguen tomando- Entonces desde cuando estas en esa finca o chacra- Desde que se fueron ellos, como una semana y media. Pero no me has contestado mi invitación- Ya pague el alojamiento pero eso no importa, acompáñeme a recoger mis cosas. Al acabar con el jugo y la cerveza salimos con destino del hostal- Ella (viendo un inmenso árbol) conoces este árbol- Si claro, se trata: de un Baobab. Mira el tronco, vez lo impresionante de grueso que es- Ella tocándolo) me encanta al tener está textura tan solidad- Yo (alcanzándole un fruto) con este fruto aunque es muy amargo se hacen bebidas alucinantes y refrescantes- Cuantos años crees que tiene?- Si no me acuerdo de los míos, menos voy a saber los de este Baobab. Le tendríamos que preguntar al negoci-  ador o al dueño de los esclavos que lo trajo con ellos de África- Ella eres muy divertido- Entonces si es así sigamos con nuestro divertimento. Caminamos varias cuadras para doblar en sentido de la plaza, al volver a voltear encontramos el alojamiento. Toco la puerta y sale la misma señora que me recibió al llegar- Yo (antes que me diga algo) ella me va a acompañar a sacar las cosas- La doña (mirándome como extrañada) Acaso se va- He cambiado de planes, pero no me importune que nos tenemos que ir. Subimos por las escaleras viendo el amplio solar, al llegar al corredor caminamos en sentido de las agujas del reloj y al encontrar la puerta de la habitación la abro y como no había sacado prácticamente nada de la mochila, meto la bermuda y mis objetos de aseo. Ella me empuja a la cama, se me tira y al encontrar los labios nos bésanos- Ella (tomando mi mano) vamos que el último autobús sale a las cinco. Me paro para ayudarla a restablecer, salimos yo cargando la mochila, al ver un taxi yo le pongo la mano y al detenerse nos montamos por la puerta de atrás- El tipo (girando la cabeza hacia nosotros) donde los llevo- Ella al expreso Saimipata. El taxista toma la calle Florida para doblar por la av. Cañoto y al recorrerla en su mayor parte llegamos a la pequeña edificación. Nos bajamos, al ver un bus al quererme montar ella me detiene- Ese bus va para Samaipata, nosotros vamos es para el Torno. Nos sentamos en una banca al frente de una enorme pared, a esperar el bus. Al momento aparece y al aproximarse hacia nosotros frena bajándose unas jóvenes novicias conducidas por una monja, yo no me puedo explicar cómo me miran si fuera alguien en particular, la última me sonríe y antes de que desaparezca con las otras me saca la lengua- Viste a esa novicia que me saco la lengua- Yo solo vi que aquellas te miraban de una forma extraña, pero subamos al bus. Hacemos lo que ella dijo y al tener las piernas largas nos sentamos en el último puesto que tiene más amplitud, de un momento a otro se sube tanta gente con cosas, inclusive algunas señoras con conejos y gallinas. Que unas personas tienen que ir de pie. En el momento que el destartalado autobús arranca vemos una pelea callejera, el bus dobla en sentido del estadio Aguilera y al tomar la larga avenida, se desvía por una carretera de ripio y al meternos jungla adentro llegamos a un pueblo fantasma. Nos bajamos de último y la gente rápidamente se pierde de nuestra vista. Caminando se nos oscurece para el efecto tengo que bajarme la mochila y al agacharme encuentro en un bolsillo la linterna, la prendo alumbrando el camino, al pasar un pequeño riachuelo vemos una boa que se desliza y se pierde entre el pastizal- Ella viste la culebra- Estoy casi seguro que se trata de una boa, la finca es lejos con razón me dijiste que viniera- No es solamente por esa justificación hay otras cosas que sobran decírtelas- Solamente bromeo- Lo se. Nos besamos y nos dejamos abandonar por las caricias- Ella sigamos que ya estamos cerca. Avanzamos por el sendero rodeada de enorme pasto elefante que solamente nos deja ver el camino- Ella es por aquí. Al iluminar con la linterna ante nuestros ojos se presenta la fachada de una antigua casa completamente en madera, al llegar a la verja de alambre ella con una pequeña llave abre el candado, pasamos la pequeña puerta alambrada y al seguir un caminito de piedra rodeado por matas florecidas llegamos ante la puerta de la casa, ella con cierta maña abre la puerta, ante nuestros ojos surge un espacio amplio y empapelado- Ella yo tengo un hambre impresio- nante, seguramente tú también vayamos a la cocina. Entramos en una amplia cocina- Ella (abriendo la vieja nevera) tengo espaguetis que yo misma hice, solo sería poner el agua a hervir y hacer una salsa. Ella saca los tomates, cebolla larga, aceitunas y queso. Luego del mueble de la parte de abajo extrae una olla y un sartén mediano. Ella va picando un par de cebollas; yo al ponerle leña en la estufa de hierro enciendo el fuego y pongo la olla con la mitad de agua para ayudarla a picar los tomates y las verduras. Al hervir el agua ella coloca las pastas y yo pongo a sofreír la cebolla en el momento que está dorada le agrego los tomates las especies y un poco de agua. Al estar listas ella la dispone en los platos primero las pastas y luego el tuco. En el momento que nos disponemos a sentarnos a comer, de pronto se abre la puerta y aparece una terrible imagen, esto hace que ella se estreche contra mi cuerpo, al ver que se desmaya la agarro para que no se caiga y la siento sobre una de las sillas que rodea la mesa para colocarle con una toalla mojada sobre la frente que hace que se despierte- Ella que paso, por que perdí el sentido?- Se abrió la puerta y apareció una figura horrorosa por eso te desmayaste- Que extraño porque durante el tiempo que estado aquí no ha pasado nada. Nos sentamos a comer, en el momento que vamos en la mitad de las pastas de repente se abren las ventanas, en la que está justo al frente de nosotros entra un espectro vestido con un uniforme nazi con una cara demacrada y terrible, en segundos se nos viene pero reaccionamos parándonos y la terrible imagen se sale por otra ventana- Ella que susto ahora no soy capaz de comer más. Ella nerviosa me ve acabar con el contenido del plato- Yo (abrazándola) ahora después que lave todo lo que ensuciamos, nos vamos al cuarto y tratamos de asegurar con lo que encontremos la puerta, para que mañana investiguemos en toda la casa y en sus alrededores. Estoy pensando que debe de haber algo causante de estos hechos tan impresio- nantes.
En la mañana siguiente al levantarme desbloqueo todas las trabas que pusiera en la noche, luego nos preparamos un abundante desayuno y en el momento que lo estamos consumiendo por la misma ventana vemos pasar lentamente un uniforme nazi sin cuerpo. Me paro y salgo saltando por la misma ventana y al estar en el otro lado trato de deslumbrar aquella imagen, rodeo la casa pero no encuentro nada pero si escucho los gritos de mi amiga, desesperado corro y al llegar ante ella veo unas manos sin cuerpo que la están ahorcando y cuando quiero impedirlo las manos se desvanecen. Ella al estar sin vida se cae de la silla de donde estaba sentada. Yo al no saber qué hacer pienso, al aproximarme la alzo para llevarla a la oscura habitación y colocarla sobre la cama. Me siento a su lado a ver qué decisión puedo tomar al respecto. Me levanto para empezar a hurgar en los muebles y al abrir los cajones en el último cajón encuentro un viejo revolver de cañón corto y de facturación alemana cargado, busco en toda la casa a la extraña criatura al no encontrar nada sospechoso, hallo en un mueble una pala para tomarla y salgo llevando con la otra mano la pistola. Al caminar observando todo de ese modo encuentro una pequeña explanación, coloco con cuidado el revolver en el suelo para empezar a cavar, en el momento que ya tengo un enorme hoyo toco con la pala algo no tan sólido como madera podrida, sigo sacando tierra para encontrar sobre una enorme caja un cadáver hecho casi cenizas con prendas del ejecito nazi, que tapándome la nariz retiro y luego limpio con un trapo la mencionada caja que al abrirla me doy cuenta que se trata de un arsenal de viejas metralletas, seguida de varios cascos del ejército alemán que se usaron en la segunda guerra. En el momento que tomo una de las metralletas se voltea la misma apariencia que matara a mi amiga y me dispara vaciándome tantas balas que me vuelvo un colador y caiga muerto en el mismo hoyo que cavara.            Fin.

ÍNDICE
Pag. 1---------Una chica y un caso de terror
Pag. 13-------En una pequeña fiesta de graduación
Pag. 17----La extraña intercepción de dos mundos
Pag. 25----------------------------El contraste
Pag. 37-----Una situación de vida o muerte
Pag. 39 ----------En una noche de carnaval
Capítulo VI--------------Cuentos brasileros
Pag. 44--------------------Un cruel asesinato
Pag. 55------------En el foro social mundial
Pag. 62--------------------------En el paraíso
Pag. 68-----------------------------En la playa
Pag. 76---------------De un robo a un sueño
Pag. 87---------------------------El personaje
Pag. 93-----------De accidente en accidente
Pag. 181-----------Al ritmo de los tambores
Pag. 103-------------------------------La fuga
Pag. 107----------La tienda de los milagros
Pag. 128--------Una travesía por el río Amazonas
Pag. 141---------------------------En el vacío
Capítulo VII------------Cuentos paraguayos
Pag. 143--------------------------La fatalidad
Pag. 147-----------La huida de un secuestro
Pag. 153--------------------------La violación
Pag. 159------------En un momento mágico
Capítulo VIII------------Cuentos bolivianos
Pag. 160-----------------------------El festejo
Pag. 169-------------------------------El poeta
Pag. 173 --------------------En un Inti Raimi
Pag. 177----------El rapto de un extraño personaje
Pag. 182----------------------------En peligro
Pag. 189----------Una fabulosa experiencia
Pag. 196----------------De un acto a un acto
Pag. 200--------------La muerte inesperada.

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