jueves, 23 de junio de 2016



                    CUENTOS CARTAGENEROS                            
                         LA MAGIA DEL AMOR
Esto que les voy a narrar ocurrió promediando los años setentas. Diego Padilla al vivir con sus abuelos en el barrio Manga, muy cerca de la bahía de Cartagena. Una mañana que decide no ir al colegio, ubicado cerca de la calle del Cuartel donde cursa el último año del bachi-llerato. Al comunicárselo a su abuela doña Carmen tiene una discusión con ella sin lograrla convencer sale como si fuera la playa sin importarle un carajo tirando la puerta de la casa, al caminar por la calle principal que logrando sobrepasar el puente que divide la bahía y la laguna San Lorenzo, siguiendo el trascurso de la calle Larga del viejo barrio de Getsemaní a la calle del mercado, donde ve a su ex novia que luce el uniforme de cuadros del colegio de la presentación, sin saludarla sigue como si nada, al pasar a un costado del sucio mercado va hacia la torre del Reloj, al pasar la angosta avenida y posarse ante la dicha torre piensa en lo que va hacer. Al decidirse ir a comprar un dulce de tamarindo al portal de los dulces, atraviesa el túnel viendo las revistas, los libros en el estante y al señor de pelo crespo que los vende, como se conocen  ya  que  anteriormente  le ha comprado algunas revistas lo saluda y él le dice: como esta señor Manrique y cómo va el negocio de los libros y las revistas- El hombre le contesta: es cuestión de paciencia pero va fluyendo de maravilla- Que bien otro día vengo a ver las novedades. Al separarse logrando cruzar totalmente el túnel va al portal y al ver en uno de los puestos de dulces, como conoce a la seño Albertina- Le dice: me imagino que tendrá de esos dulces de tamarindo que tanto me gustan- La señora viéndolo: que pasa que no estás en el colegio o por lo menos con tu abuela doña Carmen…- No, ya que hoy algo en el colegio como una reunión de profesores y estoy aquí ya que me quiero deleitar por lo menos con un dulce de tamarindo- Ella sacándolo le va dirigiéndole la palabra: que muchachos los de hoy en día tómalo pero vete inmediatamente a tu casa. Al darle dos de esos dos dulces envueltos en un papel, despidiéndose con una seña de mano sigue volteando lo necesario por la trayectoria de la calle Proclamación, al detenerse en mitad de la cuadra viendo el alargado balcón de la construcción colonial, y pen-sando se eleva en ciertos asuntos, al volver a la realidad con la mirada descubre a una rubia extranjera- Que al verlo de pies a cabeza le habla con su pronunciación: hola muchacho será que tú sabes de un lugar donde me pueda alojar…- A verla detalladamente sé da cuenta que lleva un morral sobre su espalda y una guitarra. Antes de decirle algo piensa lo linda que esta y luego le afirma: yo conozco bien esta ciudad y conozco una pensión ya que la dueña es la mamá de un amigo que estudia conmigo en el colegio- Me podrías llevarme o por lo menos indicarme donde es- Como estoy desocupado te puedo llevar a demás no está lejos- Que bien. Al agilizar el movimiento de sus pies voltean por la calle del Arzobispado- Ella le va diciendo: tú que haces…- Vacilar y debes en cuando voy al colegio ya que estoy cursando sesto de bachillerato- Lo primero que dijiste que es…- Mamar gallo o sea estar en la maroma, el truquito y la jugada- Ella luego que se ríe le habla: bueno me imagino que será algo así como vivir- Se puede decir que si, como tú ya me preguntaste yo ahora te pregunto: de dónde vienes con esa guitarra y esa extraña vaina que llevas sobre la espalda: no vengo de ninguna parte ya que estoy viajan-do desde hace más de un año, y como puedes ver acabo llegar a Cartagena- Ya entiendo. Al tomar la mugrienta calle del Tabaco y luego la del Cuartel, ven en la construcción colonial el balcón de donde cuelga el letrero que al leerlo dice pensión Badillo, él duramente golpea una y dos veces la puerta- Ella porque golpeaste la puerta tan duro…- Es que la madre de mi amiga está bastante sorda y además esta casa es grandísima ya te darás cuenta. Al rato escuchan que alguien está abriendo la puerta, al abrirla totalmente ven a la señora que luce un vestido floreado- Que le dice a él: no jodas por que no estás en el colegio…- Porque me he tomado el día libre y solamente necesito saber si tienes alguna habitación disponible para que ella se pueda hospedar- La seño mirando a la extranjera: tu dan desarreglada de dónde vienes…- Él sin dejarla terminar le dice: Doña Paulina ella no le está diciendo que la critique o la juzgue simplemente quiere saber si tiene una habitación desocupada donde pueda descansar- Señora así tal cual la solicito- Entren que les muestro una del segundo piso. Al entrar suben por la alargada escalera viendo que está protegida por una baranda  bastante  peculiar  por  sus motivos barrocos, al llegar al segundo piso recorren el corredor la misma señora al sacarse las llaves abre una de las cinco puertas, viendo ante ellos una clara habitación con cuadros religiosos, un escaparate, una cama normal con su mesa de noche, dos puertas y sobre el techo un ventilador- La señora: le gusta la habitación- No estoy buscando algo lujoso por eso para mí está más que bien, lo que sí quiero saber es cuanto tengo que pagarle cada noche- La suma de tantos pesos… Me la quedo, le pago ahora o después- Cuando te hagas registrar ya que aquí nos exigen eso la autoridad- Está bien. Al quererse retirar Diego con la señora- La extranjera le dice: amigo quédate así hablamos- La señora: que muchacha será que quiere pervertir a este muchacho que de por sí ya parece que está descarriado- Él: seño eso es problema únicamente mío. La seño un gesto de rabia se retira tomando la escalera- La extranjera le dice a él: tranquilo sentémonos sobre la cama. Ella al poner la guitarra sobre la pared sin pestañar se saca de la espalda el morral colocándolo al lado del instrumento  y se sienta al lado de él- Que le dice: me imagino que sabrás tocar la guitarra de maravilla, que clase de música y sobre todo quiero saber de dónde eres…- Pareces un vaquero del lejano oeste ya que me estas disparando con las dos pistolas a la vez. Luego que se carcajea con ganas escuchándose todo en el contorno amplio de la habitación- Le agrega a la vaina: bueno, soy de San Francisco y toco rock y blues- Me encanta esa música que inclusive tengo problemas con mi familia, que creen que soy un desadaptado, el problema es que lo soy ya que no me gusta el mundo convencional. Impulsivamente chocan las manos- Diciéndole ella: esa es la aptitud por eso mis adentros confirman que ya me gustaste, pero dime una cosa fumas mariguana- Nunca la he probado, si es como el cigarrillo seguramente no me gustara ya que mis amigos fuman dándoselas de hombre- No, es diferente ya que te pone en un estado donde agudizas lo que ves y además te abre la mente- Tienes para probar- Claro que tengo, ya mismo hago uno para que nos vayamos alguna de las playas- Que increíble sería. Ella saca de uno de los bolsillos del morral un papel serradamente arrugado, al abrirlo saca un moño y al picarlo con una seda rápida-mente logra armarlo- Le habla: Abre la ventana para que el humo no se quede encerrado y pueda salir- Ya mismo. El con cierta facilidad logra abrirla logrando ver abajo la estrecha calle, ella al quererlo encenderlo rastrillando una cerilla logra prenderlo, fuma logrando introducir la mayoría del humo entre sus pulmones, al entregárselo- Le dice: Si viste como lo hice tienes que mantener el humo entre tu garganta de esa manera vas a trabarte mejor. Al intentarlo tose una y otra vez- Ella riéndose: a la primera vez no es tan fácil, vuélvelo a intentar. Al volverlo a fumar tragándose gran parte del humo siente que vibra su espíritu- Va diciendo: sí que está bueno y ya de por si me gusto. Fuman y fuman poniéndoseles los ojos rojos- Ella: cómo te sientes- Chévere, pero que bueno sería irnos a la playa- Vamos. Ella sin importarle que Diego la vea rápidamente se despoja de la ropa y se pone el vestido de baño enterizo y arriba de este una camiseta sicodélica- Ya estoy lista vámonos- Al bajar la escalera él le habla: tú me sorprendes ya que eres lo que yo deseo con gran pasión- Se tú mismo y veras que te sale. Se ríen de sobremanera asustando a la seño que esta con una escoba barriendo- Al verlos y escucharlos va murmurando para sus adentros: que vaina estos jóvenes de hoy en día sálvame dios, al hacerle la señal de adiós con las manos salen a la calle- El mirándola le dice: para llegar más rápido vamos a echar dedo- Auto stop- Claro. Moviendo los dedos como girándolos, andan por esas calles de casas coloniales con sus respectivos balcones logrando llegar a la torre del Reloj, al cruzar el túnel viendo al librero que mostrándole un libro habla con una colegiala, al verlos le dicen algo pero como están en lo que están  no se enteran prefiriendo seguir, caminan bordeando la antigua muralla y al ver que viene una camioneta gritándole y poniéndole el dedo hacen que se detenga- El hombre diciéndoles: voy al hotel Caribe. Se suben trepándose en la parte de atrás, el hombre arranca y van por la av. San Martín sintiendo la brisa que les mueve el cabello, al pasar las diferentes constru-cciones y el hotel flamenco logran llegar al parque viendo la alargada construcción de balcones del famoso hotel se bajan, al arrancar la camioneta la ven desaparecer en dirección del Laguito, al pasar la avenida entran al territorio de la playa sintiendo la arena hirviendo, como se han quitado las sandalias corren por la playa lográndola  atravesar  logrando  llegar  a la orilla del mar viendo  las diferentes olas que revientan de diferentes maneras. Ella luego que se sientan- Va diciéndole: que tal la traba- Increíble más aun estando en la playa y ahora viéndote puedo obsequiarte con este poema: Soy / fuego candente e inmarcesible/ el manantial florido de los astros/ la semilla que ya germino en paz./ Estoy hecho de la miel del amor embriagante/ el proverbio de la sed que camina sobre zarza ardiente./ Soy vino y escarcha/ la efervescencia que adquiere su escándalo/ la hierba donde me refugio a mis anchas/ el corazón libre que no se vende/ y que se atreve a romper las fronteras. Ella al emocionarse lo abraza: diciéndole poeta donde escribiste ese poema…- En el sufridero del colegio. Al estar abraza-dos sin impórtales nada, al estrechar los labios se besan con la furia de dos jóvenes que en el estado en que se encuentran quieren volar, se vuelven a besar de una manera y de otras. Al desprenderse ella antes que se levante le va diciendo: ahora si me vas a tener que alcanzarme. Al pararse rápidamente se saca la camiseta y corriendo se mete entre el agua salada, él la persigue, ella como nada bien al venírsele una ola la logra atravesar por debajo, él hace lo mismo, al lograr ella pasar la segunda ola, él repitiéndola acción la logra alcanzar y la toma rodeándola con sus manos y luego se abrazan- Ella: que peligro ya que me estoy enamorando de ti- Por ti daría hasta lo que no tengo ya que contigo me siento libre, como esos pelicanos que vuelan a través del firmamento. Se vuelven a besar alargándolos con cierto ahínco. Siguen gozando del oleaje de una forma y de otra, al trascurrir el tiempo sintiendo hambre- Ella le dice: tengo hambre que hacemos… Salgamos, que ya veremos que hacemos. Al ver que se viene una enorme ola, al tenerla se le lanzan justamente antes que reviente y al hacerlo chispeando logran que los lleve a tan solo unos pocos pasos de la playa, salen tomados de la mano- Él le va murmurando: ahora si queremos comer al menos algo, tenemos que ver cómo vamos a resolverlo. Al llegar a la venida, justo al otro lado en el andén del parque ven a un hombre que con un carrito vende cocteles de ostras y de camarones, al pasar la calle lo abordan- El diciéndole: denos dos de esos cocteles de camarones. El tipo los mira y haciéndoles un peculiar gesto- Les habla: ustedes se ven claramente que no tienen dinero- Yo no tengo pero ella tiene los redolares dólares- Si es así se los voy a hacer. Al prepararlos y luego que le agrega salsa de tomate se los entrega, ellos sonriéndose lo van consumiendo lentamente y al acabarlo- Él le habla: denos otros dos de ostras- Seguro que si tienen dinero- la chica quineándole el ojo a Diego va murmurando: claro que tenemos dinero- Bueno está bien. Al prepararlos les vuelve añadir salsa de tomate y se los da, ellos lo van comiendo muy despacio, al ver a un grupo de personas y al concluir con los cocteles, aprovechando la invasión empiezan a correr- El moreno al verlos que están corriendo grita: ladrones, ladrones. Ellos siguen corrien-do, el tipo sin importarle dejar el carrito solo va en su persecución, corren lográndose adelantar al ver a una chiva lográndola alcanzar se trepan lográndose posesionar, viendo que el tipo queda atrás maldiciendo- Ella agarrado de él le murmura al oído: que susto, pensé que nos iba a atrapar- Que suerte que paso esta chiva- Una señora viéndolos va diciendo: que habrán echo estos carajos- Él luego que le saca la lengua le dice: seño no se meta donde no la han llamado que puede ser perjudicada. La señora asustada se corre hacia atrás. La chiva  al atravesar Boca Grande llega ante la torre del reloj, al detenerse se bajan logrando sostenerse sobre andén- El mirándola le habla: me quieres a acompañar a mi casa  así conoces a mis abuelos- Claro que te acompaño. El alegremente la va tomando y alzándola le da dos vueltas, al verlos unas señoras les hacen mala cara- Él bajándola les va diciendo: tantos perjuicios menos mal existe la libertad y el amor. Las señoras viéndolos se alejan. Y ellos sonriendo siguen la trayectoria, pasando ante el despelote del mercado, al doblar toman la calle Larga, luego el viejo puente y de esa manera logran llegar al barrio de particulares viviendas, al doblar llegan ante la fachada de la casa de dos plantas y como la puerta está abierta entran al espacio de paredes blancas de donde cuelgan varias pinturas con sus marcos de famosos pintores cartageneros y las mecedoras- Ella que linda casa- Si aquí vivo con mi abuela Carmen y mi abuelo Néstor. Al oírlos la vieja Carmen luego que sale de la cocina va a su encuentro, al ver a la gringa que está completamente despeinada yéndose asustada hacia atrás- Siempre te sales con la tuya que por lo veo no fuiste te al colegio, y ahora me traes a esta mujer- Abuela un día que no vaya al colegio no pasa nada, ella es con guíen me voy a ir futuramente- La abuela: están locos- Afortunadamente ya que estar loco es asumir la libertad- La abuela grita: Néstor donde estás…, ven a ver lo que está pasando aquí. Al aparecer el abuelo al ver a la rubia le toma las manos: diciendo que bella mujer de donde mijito la has sacado- Esta mañana me la encontré en el portal de los dulces- Al dirigirle la mirada a la abuela va murmurando: Carmen porque tanto escándalo, si solo es una bella extranjera, siempre lo estás exagerando todo, si de nada haces un problemón carajo- Es que me preocupa este muchacho- La que te preocupas eres tú no él, él no es un niño mira lo grande que es, ve más bien a ver que quedo del almuerzo y sírveles. Al irse resignada la abuela a la cocina- El abuelo va diciendo: sentémonos y hablemos. Al sentarse apoyando los traseros sobre las mecedoras- El abuelo dirigiéndole la mirada al nieto le dice: está bien que andes con ella o con la que quieras pero tienes que terminar al menos el bachillerato, cuanto te falta si estamos en octubre…- Noviembre- Un mes y además siempre has sido un buen estudiante aunque siempre pases raspando calculo y geometría, lo importante es que termines, de acuerdo- De acuerdo pero después me iré a recorrer el mundo con ella- Eres joven tienes que hacerlo y después si quieres estudiar algo te apoyare aunque estés con esta bella mujer, pero te insisto termínalo- Al volver la abuela les dice: bien puedan y pasen al comedor. Al levantarse ingresan en el comedor y ocupando la mesa se sientan, al rato ven ingresar a la morena empleada que les trae el sancocho de pescado, y en otro plato el arroz- Ella tomando con una de sus manos la cuchara- Se ve muy bien esta sopa pero no sé cómo se dice o como se llama- Sancocho y un plato de nuestra cocina costeña. Al probarlo- Me gusta ya que sabe a pescado- El sancocho es un plato tradicional de nuestra comida colombina, en cada región se prepara diferente y lo hay como este de pescado, de pollo, de carne- Que bien, tu abuelo se ve que es una persona inteligente y sabia- Lo que ha leído él no creo que otras personas hayan leído tanto, ya cuando terminemos con este sancocho te muestro la biblioteca, mi  abuela  es  mucho permisiva pero eso no quiere decirque sea mala persona ya que posee un amor integro. Al terminar con el contenido de los platos se levantan Luego que se levanta viéndola a ella hacer lo mismo- Le habla: subamos que te muestro la biblioteca. Al subir las escaleras se dirigen a la biblioteca, al entrar él le muestra la biblioteca que cubren las tres paredes y menos la que está en frente de la bahía la cual tiene la única ventana enorme donde está apoyado el escritorio- Ella con un gesto de sorprendida le masculle:  que impresionante la cantidad de libros- mi abuelo los tiene por países, que los divide en géneros literarios y autores, por esa razón puedes buscar fácilmente el libro que desees encontrar, ya que es un viejo muy ordenado ya que estuvo durante mucho tiempo como director de la carrera de filosofía y literatura- Que coincidencia ya que mi padre se dedica allá en San Francisco a lo mismo- O sea que termino la carrera de filosofía y literatura- Si tal cual, yo me voy  quieres acompañar al hotel- Será de que de ahí voy mañana al colegio- Como quieras…- Si así lo voy hacer espera que recoja al menos unas cosas que tengo que llevar mañana al colegio. Ella  se  sienta  sobre  uno de los sofás y el abrir la puerta de su cuarto recoge todos los libros y el unifórmelo colocándolos en el pequeño morral que le regalara el abuelo el año pasado, sale y al verlo se levanta, al bajar se despiden de los abuelos de beso- El abuelo viéndolo salir le va diciendo: antes que te vayas te vuelvo a repetir que puedes hacer lo que quieras si vas al colegio a estudiar cómo se debe- Si abuelito puedes confiar en mí- Si pasan por el túnel de la torre del reloj no se te olvide decirle Alcides el librero que si ya me consiguió el libro que le encargue- No se me olvidara. Al salir logrando cruzar la puerta y ya en la calle- Ella le dice: asido bueno conocer a tus abuelos, lo que no comprendo es como no vive con tus padres- Mi madre, mi padre y mi único hermano murieron en un accidente automovilístico, viniendo de Barranquilla hace más de cinco años- Cuanto lo siento que te hayas quedado solo- Solo no ya que estoy con mis abuelitos, ellos en parte han sabido suplir el amor que antes me profesaban mis padres. Siguen andando, al atravesar el puente ven de un lado la laguna San Lorenzo y del otro gran parte de la extensión de la bahía donde están anclados varios yates- Ella va murmurando: esta ciudad me gusta ya que siento su misterio, que esta albergado en estas murallas y en sus calles estrechas del centro- Si así es. Luego que pasan entre el gentío del mercado, al pasar la calle esta vez no ven al librero y prefieren seguir derecho, toman la calle Larga logrando llegar ante la puerta de la pensión, al empujarla se abre y van entrando, al subir ella con la llave que le diera doña señora abre la puerta, al prender el ventilador de techo se acuestan sobre la cama y al tomarse se besan de gran manera- Al terminar ella le dice: quiero que esta noche me acompañes a ver dónde puedo tocar y cantar ya que necesito ganarme la vida- Buenísimo, así te escucho. Al besarse una vez más se quedan completamente dormidos. Al escuchar algo de vidrio que cayendo suena, luego por un alegato se despiertan: Ella asustada le dice: que fue eso que sonó como si se hubiera roto un vidrio- Él al encender la luz va viendo la botella rota sobre el suelo- Espera que voy a ver por la ventana. Al asomarse ve abajo en la calle iluminada por la lámpara del poste a un hombre que agarra a una mujer y que  la va empujando contra la pared de la misma construcción- Él les grita: maricón por-que le pegas aquella mujer, si con violencia no se arre-glan- El tipo tirándole una piedra le contesta: no es problema tuyo más bien vete para la mierda. El cabreado cierra la ventana- Ella que estaba sucediendo allá en la  calle- Una pelea amorosa- Bueno vamos, que como tú conoces me puedes indicar dónde puedo tocar- Yo conozco varios lugares cerca de las murallas. Al abrir una de las dos puertas encuentran el amplio baño, al desvestirse sin titubeos se bañan y al salir de la ducha se ponen otra ropa recobrando una buena apariencia, sin dejarse de ver como son. Al salir ella llevando la guitarra bajan las escaleras, al verlos ya abajo la señora los aborda- Diciéndoles: niña ya sabes cuantos días se va aquedar- Le voy a pagar una semana. Al sacar del bolsillo del bluyín unos billetes se los entrega- Bueno como ya me cánselo por favor firme en este libro y de una vez escriba sus datos personales. Al firmar, luego escribe el país de origen y la ciudad de procedencia- Bueno ya que firme nos vamos. Al estar sobre el pavimento de la calle- Él le dice: vamos por este lado, caminan entre la gente que va y viene por la calles de diferentes nombres, al llegar a la plaza Santo domingo entran a lo que parece un café, ella viendo a las diferentes personas- Les dice con su asentó: voy a interpretar varias canciones de blues. Empieza haciendo una introducción, al acentuar más el ritmo lo acompaña con su melancólica voz, al terminar de tocar el tema empieza a ejecutar otro más suave logrando cautivar a los presentes con el sonido del instrumento y de su voz, al acabar todos aplauden- Una muchacha por favor interprete otra canción- otro hombre: queremos escucharla otra vez. Al empezar otra melodía canta más acentuando la voz lográndose acompañar rítmicamente con la guitarra. Al dar por terminado el asunto, se descuelga el pequeño bolso- Va diciéndoles: ahora si necesito el apoyo representado en billetes y monedas, además se aceptan cheques y todo lo que me puedan dar. Él al recibir de la mano de ella el bolso lo va rodando entre las diferentes personas, logrando que le vayan dando billetes y monedas de diferentes nomenclaturas logrando llenarlo- Ella: les agradezco la colaboración y ojala la sigan pasando bien. Al salir- Él con cara de sorprendido le va hablando: me  maraville de como tocas la guitarra, como la acompañas con tu preciosa voz, definitivamente tienes un talento innato- Si lo crees- No lo creo estoy convencido, alguna vez luego que termine mis estudios de bachillerato, me dedicare a escribir poesía para que tú la cantes- Espero que no sean promesas nada más- Yo lo que digo lo cumplo ya que es como llamarme Diego. Al caminar justo en la esquina ven una especie de bar, entran viendo a la concurrencia que viste elegantemente- Amiguita voy a buscar a bien con guíen puedo hablar. Al encarar a un mesero le pregunta: usted debe saber guíen es el dueño o el administrador- Para que los necesita- Simplemente tengo que hablar con ellos- Señalándole le dice: ese es el administrador ya que el dueño no viene casi nunca. Al ir donde está el que está hablando con una mujer de cierta edad- Mirándolo le dice: perdón que lo interrumpa le puedo decir algo…- Dígamelo rápido ya que esto hablan-do con esta belleza de mujer- La cuestión es que le quiero decir que mi mujer que es tremenda música quiere tocarle a esta concurrencia algo de su música- La mujer: tú debes ser el nieto de Néstor Padilla- porque sabes…- debido que fue profesor hace varios años de esta mujer que te está hablando- El administrador: conque esas tenemos, aquí no dejamos hacer eso pero como ella fue alumna de tu abuelo por esta vez te lo voy a permitir- Gracias. Al alejarse la encuentra ida como en suspenso- Le dice: he hablado con el administrador he conseguido que lo puedas hacer- Que eficiente que eres. Al correrse se recuesta contra la pared, al verla que se hace en el centro de frente a las diferentes personas que están sentadas ocupando las mesas- Al empezar a hablar va diciendo: damas y caballeros yo vengo del país del norte, por la cual les voy a interpretar mis blues. Al hacerse una introducción con la guitarra empieza a modular con su bella voz una estimulante canción que la acompaña magistralmente con el sonido de la guitarra, con esa misma actitud canta una canción y otra más, al terminar todos los encopetados personajes aplauden gritando cosas alentadoras a la gringa- Ella emocionada va murmurando con su voz: como los artistas necesitamos apoyo les voy a pasar el bolso para que me pongan su colaboración, se reciben hasta cheques y joyas. Al  darle  a  Diego  el  bolso  lo  va   mostrando y la gente le responde metiéndole billetes y monedas. Al terminar de pasarlo- Va hablando: gracias por la colaboración y que tengan las mejores de las noches. Al salir le entrega el bolso que al sentarse sobre el marco del andén, entre los dos van contando el dinero y al acabar- Ella le va diciendo: con esto me puedo quedarme varios días con tico esperando que termines la maldita escuela, por ahora busquemos un lugar donde podamos comer algo- Yo conozco un lugar donde venden unas caramañolas y uno quipes riquísimos- Vamos que tenemos dinero suficiente. Al tomar por la calle del mismo nombre de la plaza, al doblar por la calle la Mantilla ven un pequeño lugar, al entrar se sientan al lado de una muchacha tan rubia como ella- Al reconocerla le va diciendo: Hola Elizabeth que haces aquí en Cartagena- Lo único que sé es que llegue esta mañana y que encontrado el hombre de mi vida- Que suerte- Te presento a Diego poeta- Este le da un beso en el pómulo diciéndole: mucho gusto- El gusto es mío, poeta lo voy hacer cuando termine lo que me comprometí con migo mismo- Que hombre más expresivo- Ella: es que así son los poetas- Bueno me tengo que ir ya que me quede de encontrarme con una personita. Al levantarse se despiden de la amiga de beso. Viéndola salir se sientan ocupando la misma mesita- Conque esta bella chica se llama Elizabeth- Si así me llamo- Tienes un lindo nombre- No es para tanto- Claro que me gusta y en demasía. La toma y la besa sintiendo que le responde, se besan una y otras veces. Siendo en esas interrumpidos por el mesero- Que les dice: tenemos empanadas de pescado y quipes- Ella tráiganos por lo pronto cuatro empanas y cuatro quipes- De tomar tenemos únicamente cerveza o Coca Cola- Tráiganos por favor una cereza para él y otra para mí- Ya les traigo lo que me han pedido. Al poco tiempo el mismo sujeto en una bandeja plástica va poniendo las empanadas y los quipes, que coloca con cierto cuidado sobre la pequeña mesa, viéndose van disfrutando de los pequeños y ricos alimentos tomándose todo su tiempo- Ella al terminar con su primer quipe va diciendo: que delicia, tu siempre aciertas en todo- Tengo buen ojo y donde apunto le doy. Se ríen, siguen comiendo logrando terminar con la cerveza y con la última empanada, al pagarle al mismo personaje se paran y sin demora se van a  la pensión, al llegar con una de las dos llaves ella abre la puerta, al subir por las escaleras recorriendo el corredor al encontrar la puerta ella con la llave fácilmente la va abriendo. Ella al verlo con cara de sueño se le lanza empujándolo contra la cama, al caerle  encima y sin pensarlo lo desviste, al enfrentarse en una especie de lucha, al tomarla de los pies por la espalda, la tiene y suavemente logra desvestirla, en su desnudes se abrazan besándose, luego con las dos manos le toma suavemente los redondeados senos, que al sentir aquellas caricias ella se excita, al penetrarla ella sintiéndolo que está dentro de ella, se mueve arduamente que maúlla vertiginosamente, al acabar con el acto sexual entrepierna dos se quedan más que profundos.
Al despertarse Diego muy temprano, al lograrse separarse de ella se baja de la cama, yendo directamente al baño donde se baña, ya limpio se seca con la toalla de ella y ya vestido antes de salir le da un beso, y práctica-mente corriendo baja las escaleras, al salir fuertemente cierra la puerta. Al estar caminando por la calle del Jardín uno amigo que estudia con él, lo sorprende por la espalda diciéndole: te han visto por ahí andando con una gringa desde ese momento ya te crees el putas boy- La gente si es chismosa no le pongas cuidado a eso- Jajá lo ocultas- No lo oculto, lo vivo ya que eso es tan solamente mío, me tiene sin cuidado lo que digan o critiquen los demás. Siguen como si nada entrando al colegio. De clase en clase se le pasa el tiempo rápidamente, al estar en la clase de literatura se arma tremenda discusión debido a un tema candente sobre la literatura colombiana y  transcurrido el tiempo el profesor al dar por terminada la clase van saliendo, al despedirse de una de las amigas sale corriendo a pesar de los silbidos, al voltear por la calle Siete Infantes al encontrarse con un antiguo amigo lo saluda con apretón de manos- él le va diciendo: ayer en la noche te vi pasar con una gringa- Si con mi nueva amiga, acaso te incumbe o te importa- No fresco para que te alteras- No estoy alterado simplemente lo digo que las habladurías las tengo sin cuidado- Bueno chao. Al despedirse de mano, él voltea por la plaza de Santo Domingo yendo directamente a la torre del Reloj, al pasar por el túnel ve al librero- Lo interrumpe diciéndole: ya conseguiste el libro que mi abuelo te encargo- Si ya lo conseguí, se lo quieres llevar que ya me lo cancelo- Si claro a eso he venido. Al dárselo se despide de mano, caminando algo distraído por los lugares habituales logra llegar al barrio y luego a la puerta de la casa, al entrar ve al abuelo que sentado sobre la mecedora lee concentradamente- Al verlo le dice: veo que me has traído el libro- Si tómalo- Fuiste al colegio- Claro, ese es un compromiso con migo mismo- Que bueno escucharte eso- Lo tengo claro que tengo que graduarme del colegio- siéntate un rato para que me cuentes sobre la chica extranjera. Al sentarse sobre una de las otras mecedoras le cuenta: es una chica muy bella y especial, no te imaginas como toca la guitarra cantando, tiene una voz de diosa que trasciende completamente la realidad- Tu lo que estas es enamorado- No lo niego ya que es muy cierto- Ten cuidado- Cuidado de que…- De lo que puede pasar con ella, de pronto se va sin decirte nada o algo por el estilo- Todo lo tengo asumido como se debe, no te preocupes que no voy a sufrir ni mucho menos voy a dejar de ser yo mismo y a aún menos no dejare de  realizar mis estudios de filosofía y literatura. Al acabarlo de decir se abrazan. Al encontrarlos en esas la abuela Carmen les dice: eso que están haciendo me alegra ya que son uno para el otro- abuelita eso es evidente- Ella con su buen sentido del humor les va diciendo: pueden pasar al comedor que el almuerzo ya está servido. Al levantarse van los tres al comedor, sentándose ocupan la mesa- La abuela: fuiste al colegio- Abuelita que crees…- Que si- Néstor el abuelo: de eso estábamos hablando y esa conversación que tuvimos me ha dejado tranquilo, ya que él es un muchacho responsable y además lo asume todo- Así me educaron por eso les agradezco la libertad que me han dado, ese conocimiento, esa formación y sobre todo el amor que siempre me han profesado- La abuelita: eres un buen muchacho y al morir tus padres te has convertido en nuestra amada existencia- Lo entiendo así. Sin importarles que el robalo, que el arroz y los patacones se hayan enfriado por la conversación se los comen todito. Al terminar se levantan y al querer ir a ver a Elizabeth se despide de beso de los abuelos, camina lo necesario para llegar a la pensión y al tocar la puerta como siempre lo hace, al ver a la señora- Le pregunta: será que Elizabeth estará… Por lo que pude ver salió en vestido de baño no puede estar en otra parte que no sea la playa- Gracias- La va a esperar- Si la espero aquí afuera. Al entrar saca una silla y recostándola contra la pared se sienta, al verlo la gente que va pasando como está sentado, haciéndosele extraño se ríen y el sigue ensimismado en la nubosidad de su propia realidad. Al verlo la chica que viene sosteniendo la toalla- Le va diciendo: que bueno me hace verte- Me sucede lo mismo. Al pararse se besan sin interesarles que la gente al pasar los miren- Ella estoy cansada y sobre todo llena ya que almorcé como una bestia en cautiverio- No, tú no eres cautiva eres salvaje- Tu almorzaste- Si con mis abuelitos además hablamos y eso nos sirvió a todos tres- Se puede saber de qué hablaron…- Sigamos y te cuento. Al entrar cierran la puerta logrando subir las escaleras ella abre con la llave la puerta, al entrar se acuestan ella apoyando la cabeza en el pecho de él- Ahora si me vas a contar…- Mira, hablamos que tengo que terminar el colegio, que cuando termine me voy con tico de viaje y en un futuro no muy lejano voy a estudiar filosofía y literatura- Si casi ya terminas,  claro que nos vamos y como yo también tengo una deuda con migo misma, ya que siempre he deseado estudiar música, tu estudias eso que amas y yo lo que amo. Se besan apasionadamente. Al estar juntos comparten los estudios, las salidas a tocar y de vez en cuando van a visitar a los abuelos que siempre los acogen con cariño. Al pasar el poco tiempo él logra graduarse del colegio y al estar unos días con los abuelos, una linda mañana que se despiden ya que ellos parten del club de Pesca en un yate hacia Panamá.  Fin. 
                 EL ARREBATO DE LA MUERTE
Esto que les voy a narrar ocurrió en los años sesenta, en un momento de esos de vacaciones de diciembre.
Al despertarme viendo la extensión de la playa y del mar azuloso, voy sintiendo un guayabo que prácticamente me parte la cabeza en dos- al escuchar la voz de mi amiga que me dice: que rumba la de anoche tan divertida- Al verla en la otra cama le contesto: al estar tan borracha casi no me acuerdo de nada- Claro si tomaste como una bestia como no te ibas a descolocar- Si la embarre porque de verdad que se me fue la mano con la cerveza y el ron- Además mézclate, eso no se debe hacer- El caso es que tengo un dolor de cabeza de la madona- Ya me paro a buscar un alka Seltzer. Viéndola parar a Luisa me doy cuenta que va al baño, al demorase un poco la veo venir sosteniendo un vaso de agua, al sentarme lo voy recibiendo de su propia mano y de una me lo tomo- Ella me dice: ojala con esta efervescencia logres calmar el dolor de cabeza. Al terminar de escuchar lo que dijera pongo la cabeza contra la almohada y al cerrar los ojos me voy relajando lográndome sentir mejor. Al instante siento que tocan la puerta, al abrir los ojos me doy cuenta que nada menos se trata de Jimena la colorada- Ella nos va diciendo: no se van a levantar para ir al paseo a Bocachica- Luisa sonriéndole le contesta: huy, se me estaba olvidando por completo, ya mismo me meto al baño a darme una merecida ducha. Al verla desaparecer entre el baño cerrando la puerta- Jimena sentándose en el borde de la cama me va diciendo: que tal la rumba de anoche- De lo que me acuerdo es que el ambiente y la música rock estaban buenísimas, el problema es que al haber tomado tanta cerveza y tanto ron me emborrache lográndome perder de la realidad y solo recuerdo pequeños pasajes y tu porque no fuiste- No fui ya que estaba muy cansada- Tu eres una floja del carajo- No me juzgues que eso no es positivo, estaba cansada porque ayer en el día camine muchísimo por la parte vieja de la ciudad amurallada- Acaso con guíen estabas…- No sola ya que nadie me quiso acompañar- Pobrecita la niña. Al salir la rubia llevando puesto una bermuda de bluyín y una camiseta verde limón- Me dice: apúrate que nos vamos sin ti- Yo le contesto: no me apures que con prisa no se logra nada y además me puedo estrellar. Al reírme voy al baño sintiendo mis pies que se van mojando, al desvestirme con cierta dificultad ya que el baño esta suprema-mente encharcado, alzando el pie de una manera bastante peculiar lográndome sacarme el pantalón de la piyama, luego la parte de arriba y al ingresar a la ducha abriendo el agua siento de una vez el choro sobre mi cuerpo, al jabonarme toda me vuelvo a meter entre el choro lográndome sacar completamente el jabón, al cerrar la llave me seco con la larga toalla y al envolverme con esta salgo, al sacarme la toalla me voy poniendo una ropa corta y ligera- Jimena luego que mira su reloj de pulcera nos va diciendo- Ya son las diez de la mañana tenemos que tomar un taxi para llegar a tiempo a la embarcación- Yo le digo vamos. Al colocarme el canguro de tela gruesa salimos, al cerrar la puerta bajamos por las escaleras hasta la primera planta, al salir un par de muchachos nos saludan pero preferimos no hacerles caso, al ver los automotores que vienen en los dos sentidos no podemos atravesar la avenida San Martín- Luisa mirándome me dice: Lucia ya podemos atravesar la avenida. Lo hacemos corriendo lográndonos posesionar sobre el andén, al ver un taxi todas le ponemos la mano, al detenerse el taxista sacando la cabeza- Nos dice: a donde van- Yo le respondo: al muelle de los Pegasos- Súbanse. Al hacerlo nos vamos sentando en la silla de atrás, arranca viéndolo la parte de atrás de la cabeza, en esa situación va bordeando la escuela naval y al pasar el enorme supermercado volteando nos lleva al muelle donde está la particular embarcación, al bajarnos yo sacando el dinero del canguro le pago, al cerrar la puerta vemos partir el taxi, nosotras entre varias personas vamos haciendo la cola, viendo el letrero que dice: servicio especial con pista de baile y servicio de bar.  Al ir avanzado logramos acomodar sentándonos viendo hacia adelante la extensión de la bahía. Al llenarse relativa-mente el pequeño barco arranca y a la vez unos morenos sosteniendo sus instrumentos van interpretando la música de pachanga, viéndolos su forma de tocar y escuchando la música me concentro viendo que el barco avanza, en el momento que va girando cerca del club naval un muchacho me saca como no me puedo negar, tomando su mano me lleva a la pequeña pista donde empiezo a mover la cintura, moviéndome al paso de él, al apretarme siento algo particular entre mis piernas- El muchacho me va diciendo: por lo que veo tú debes ser de Bogotá- soy cerca de la capital de un pueblo llamado Sopo donde venden las famosas fresas con crema- Que haces allá…- En Sopo nada ya que estoy estudiando en Bogotá arquitectura, y tu estudias…-Si, en la universidad de Cartagena medicina, cómo te llamas…- Lucia y tú…- Oscar mucho gusto. Al darle la mano nos saludamos- Yo le digo: estoy algo cansada me voy a sentar. En el momento  que  me  siento  en  el  mismo  lugar,  veo  a  la colorada que baila con un hom-bre algo mayor y a mi amiga Luisa que esta ensimismada en sus pensamientos- Yo le digo: Luisa en que estás pensando- No en nada que valga la pena. Al ver hacia el fondo del mar aprecio varias aguamalas y varios farolitos como si fueran especies de campanas gelatinosas y me quedo distraída en eso- Al escuchar una voz me volteo viendo directamente el rostro de un hombre de una extraña apariencia y que además lleva puesto sobre su cabellera un sombrero- El tipo me dice: bailamos- Está bien. Al darme la mano salimos a la pequeña pista viendo a otras parejas bailar, al empezarme a moverme al lado de él, siento que me apretuja contra su cuerpo, que atrevidamente me mete la mano entre la camiseta logrando tocarme las tetas- Le digo furiosa: sácame la mano. Al sacármela le propino tremenda cachetada en la cara y me siento en el mismo lugar viendo a Jimena y Luisa que hablan- Las interrumpo diciéndoles: de que hablan…- De ciertos hombres que interpretan mal las cosas- A mí un vulgar me metió la mano entre la camiseta que tuve que propinarle una cachetada- Luisa luego que se ríe me va diciendo: pero si a ti eso te gusta- Claro que me gusta dependiendo guíen lo haga- Jimena: claro que es rico pero con alguien chévere. En la distancia apreciamos el fuerte de San Bernardo de Bocachica, al llegar al muelle nos vamos bajando, viendo a un hombre que lanza una moneda al  agua, al momento un peladito de piel oscura se lanza lográndola rescatar. Seguimos, al pasar entre el túnel subimos por la rampa a la muralla que la recorremos viendo la inmensidad de la bahía. Al sentarnos sobre el muro de la muralla veo el laberinto invadido por el agua y unas fosas que dan la impresión que eran exclusiva-mente para meter a los esclavos, al pensar en eso siento un escalofrió en todo mi cuerpo. Ellas se paran- Luisa me va diciendo: Lucia nosotras vamos a seguir- Ya las alcanzo. Al verlas desaparecer en la distancia me quedo mirando el encerramiento de agua de la muralla, en ese momento se me presenta la imagen de un negro desfigurado con un rostro impresionan-temente  carcomido, al querer huir se me interpone en el camino, que al estar tan impresionada reacciono tapándome los ojos con las dos manos y al destapármelos la figura es solamente una alargada silueta que en el acto desaparece, al seguir con esa impresión me devuelvo bajando por la rampa equivocadamente tomo por otra dirección donde des-cubro una perspectiva de arcos abiertos donde en el último arco veo a un hombre, al querer salir de esa peculiar construcción veo al hombre extraño que bailando se quiso aprovechar de mí, este me va tomándome empujándome contra la pared, sintiendo la pared fría veo que desabrochán-dose el pantalón se saca el pene, grito de una forma y de otra sin lograr que alguien me escuche. Al sujetarme fuertemente logra sacarme la bermuda y me viola de una forma espeluznante y luego no sé de donde aparece un largo cuchillo con el cual me mata.     Fin.                      
                             EN LA BOQUILLA
Enrique al salir ya en la tarde de la casa de los tíos, va caminando viendo las alargadas palmeras. Al salir de ese abierto patio anda bordeando la bahía, al ver uno de los muelles se instala entre el entablado y se sienta a contemplar la panorámica de la bahía, viendo al fondo el cerro de la Popa, al sentir la brisa que golpea en su rostro al voltearse se levanta para seguir andando de igual manera bordeando el contorno de la bahía, al ver a una rubia muchacha que lleva puesta una minifalda- Le dirige la palabra diciéndole: que mujer más bella pareciera que vienes de esas nubes- Ella le contesta: que buena imaginación tienes- Imaginación no es, es tu retumbante imagen que despliega la belleza de esta realidad que me conmueve, al menos me gustaría saber tu nombre- Ella con un marcado acento paisa: porque quieres saber mi nombre…- Para poder pronunciar tu nombre, simple-mente eso- Como crees que me llame…- Difícil e imposible saberlo, si no me dices cómo te llamas nunca lo sabré- Me llamo Felisa y como te podrás dar cuenta soy de Medellín- Mucho gusto me llamo Eduardo y soy de aquí de Cartagena, que tal si vamos algún sitio a tomar un helado- Si claro que me gustaría, tú debes saber dónde podemos ir- Vamos a la avenida San Martín que por ahí existe una heladería donde venden los helados más ricos de toda Cartagena- Si es así vamos. Caminan sintiendo la brisa que imana sus cuerpos doblando por la calle sesta de donde se destacan diferentes edificios de terrazas abiertas, van caminando por el andén al ver a un muchacho en una bicicleta él con la mano explícitamente lo saluda- Ella le dice: lo conoces- Si claro es mi primo Gabriel que seguramente va al campito- A donde…- Al campito donde juegan beisbol ya que él es patético aficionado- Te gusta el deporte…- No me gusta la competencia, por eso prefiero montar en bicicleta, nadar o caminar- Opino lo mismo ya que es mejor estar más fresca y leer te gusta- Me encanta aunque me moleste la gente diciéndome que pierdo el tiempo, lo crees así- No para nada ya que la lectura me abre la cabeza y me llena de momentos trascendentales, yo no entiendo a las persona que no leen- Opino lo mismo. Al estrellar suavemente sus manos siguen logrando llegar a la av. San Martín, al ver del otro lado la heladería- Ella va murmurando: pasemos la avenida. Al pasar los vehículos se tienen que detener, en el momento que no ven que vienen carros la logran atravesar, al caminar un poco más logran entrar a la heladería, hacen la respectiva cola detrás de unas peladas- Ella: cuál es tu sabor preferido- Yo soy aficionado al coco todo lo que tenga ese rico sabor es siempre lo que busco, así sea en galletas, en tortas  o pudines y tu sabor predilecto cual es…- No tengo uno preferido más bien como dicen por ahí en la variedad está el placer. Al atender a las peladas ellas se van sosteniendo su cono de helado- Al llegar ante el pelado que atiende- Mostrando los dietes les dice: tenemos helado de corozo, coco, mandarina, fresa, limón, vainilla y chocolate- Ella viéndolo le va diciendo: a mí me das un cono de fresa y chocolate, y uno por supuesto de coco. Al darles el cono y él al pagar se retiran viendo a las otras personas que hacen la cola, al salir ven un pequeño muro en la entrada de un edificio no muy alto, se sientan- Ella mirándolo le murmura: me gustaría ir a un sitio y ojala a una playa retirada de este modernismo- Yo conozco un sitio donde hay una pequeña playa increíble y además en un vote podemos ver los manglares- Me gustaría ir con tico, donde queda ese lugar…- Un poco más allá de la Boquilla, si quieres vamos mañana- para mañana es tarde yo para ese paseo preparare unos san duches- Para nada está mal, que tal si vamos a la playa a ver el atardecer. Al  haber consumido el cono de helado se levantan, por un costado de edificios diferentes van a la playa logrando llegar a la arena, se sientan a presenciar como el sol más o menos naranja se mete lentamente en el horizonte, al estar viendo el increíble espectacular se toman de la mano y cerrando los ojos suavemente chocan los labios besándose bellamente- Al abrir los ojos dejándose de besar: ella que bueno haberte conocido ya que eres un ser muy especial- Yo opino lo mismo de tu interior. Abrazándose se vuelven a besar una y otra vez- Ella pensativa va diciendo: me tengo que ir ya que quede salir a comer con mis padres, pero mañana vamos temprano al lugar que dijiste- Quieres que te acompañe al lugar donde te estas quedando, así se dónde te tengo que recoger mañana temprano- Claro acompá-ñame. Al querer salir le dan la espalda al océano, al tomar por el cemento del andén vuelven a ver la avenida, la cruzan rápidamente sin inconveniente, caminan una cuadra al pasar a un costado de la droguería Nueva York doblan tomando la carrera tercera, al pasar ante varias casas- ella va murmurando: es ahí donde queda el hotel. Al despedirse se vuelven a besar como la primera vez- Ella mañana recógeme a las ocho de la mañana- Si a esa hora vendré. Al verla ingresar por la puerta, toma en dirección del bar donde trabaja cada noche gritando como un loco- Que mujer más bella desde este momento ya la amo- Al verlo una señora en su locura- Le dice: que juventud más loca acaso no tienen vergüenza- Él le contesta: si la locura anda por ahí hay que asumirla, ya que sin ese ingrediente extra la vida no es como la pintan los pintores. Y sigue alegremente, al tomar la av. San Martín logra llegar al peculiar bar, al entrar escuchando la música saluda a la dueña y a la chica que trabaja con él en la barra, prepara todo lo que le van diciendo las diferentes personas pensando en Felisa, al transcurrir la noche rápidamente se le pasa que por fortuna rápida-mente llega la hora de cerrar, en ese momento se despide de las dos mujeres de beso y sale volviendo rápidamente a la casa de sus padres, que fortuna para él han salido, sin tener que saludar y hablar dispuesto a dormir, poniendo el despertador una hora antes de la hora acordada se mete entre la sabana quedándose al toque dormido.
 Al haber soñado con Felisa, al sonar el despertador se despierta y al apagarlo, de la cama se levanta yendo directamente al baño. Luego que hace sus necesidades se baña rápidamente, al secarse con la toalla y al salir del baño se pone una bermuda, una camiseta de color crema y las acostumbradas sandalias. Al tener ganas de desayunar entra a la cocina donde rápidamente se prepara en un plato hondo una granola con yogur, la cual acompaña con una lectura de un libro de poesía de Rafael Alberti, de la generación del veintisiete. Al acabar de comerla y de leer el último poema viendo el reloj de la cocina que le indica que son las siete y media, luego que mete el libro dentro de la mochila y al colgársela sale de la casa, camina las tres cuadras y estar llegando al hotel la ve sentada en un murito de las cortas escaleras de piedra. Al aproximarse ella se levanta abrazándose se dan tremendos picos- Ella va diciendo: he traído lo prometido- Dame esa bolsa de los san duches que la meto entre está mochila. Al arrancar en dirección de la av. San Martín- Él le habla: como te fue en la cena con tus padres- Normal, claro que la comida si esta deliciosa- Que comiste…- Robalo en una extraña salsa, arroz y ensalada de pepino, cebolla, y algo así como almejas, y tú que comiste- Nada ya que no tenía hambre y me fui a trabajar como siempre- Acaso donde trabajas- En el bar de una amiga donde hago todo tipo de cocteles- Te gusta trabajar en eso…- Si por lo menos escucho buena música ya que lo mío es el rock sinfónico- A mí también me gusta esa música ya que la combinación de los sonidos de los instrumentos antiguos con los modernos es increíble. Al llegar a la avenida al pasar un chiva poniéndole la mano hace que se detenga, al subirse ella luego lo hace él logrando albergar con sus traseros la silla de los músicos, van viendo por la ventanilla la extensión de la base naval, luego el supermercado, más adelante el Caribe de color azul, luego el muelle de los Pegasos y justo en la torre del Reloj al detenerse la chiva se bajan- Ella mirándolo le dice: ahora dime hacia dónde vamos…- No te adelantes a los acontecimientos que yo sé por dónde tendremos que ir, corre que si no te hago cosquillas. Él la deja correr al ver que se está alejando, va tras ella, Felisa al ver hacia atrás se lleva por delante a un niño que va caer contra el cemento del andén, al haber puesto deliberadamente las manos no se ha hecho daño y al verlos se ríe carcajeando- Ella tomándole suave mente la cabeza le dice: por fortuna no te paso nada- El niño: le contesta: la niña eres tú ya que no ves por donde corres- Tienes toda la razón del mundo. Al tomarla Eduardo le dice: te voy a dar dos palmadas en la cola. Al hacerlo el niño se ríe estrepitosamente, y al verlos que se retiran con un gesto y con las dos manos le hace la señal de adiós, ellos siguen caminando alegremente por la avenida logrando llegar a la rotonda donde se alza libremente la bella india Catalina, al girar a su alrededor ven una chiva parqueada, se montan- Él diciéndole al conductor: seguramente va a la Boquilla- Este le contesta: para allá mismo voy. Al sentarse ven llenarse de a poco la chiva, arranca toman-do la av. Santander, al pasar a un costado del aeropuerto el sol reaparece entre las nubes- Ella va murmurando: que bueno que salió el sol así nos podremos meter en el mar- Con sol o sin yo me meto ya que aquí siempre se siente el calor. Se besan, al verlos los pasajeros- Uno de ellos va diciendo: eche viva la pornografía- Ella haciéndole un gesto le responde: el amor no es porno-grafía, como el desnudo es arte erótico, es que la ignorancia es el pan diario de nosotros los colombianos, por eso está el país en manos de unos pocos, que generalmente son los más corruptos. La chiva va borde-ando prácticamente el mar viéndose las olas que al levantarse rompen increíblemente, al llegar ante una modesta construcción de madera y palma el conductor detiene la chiba, Se bajan detrás de las otras personas que en su mayoría son de color sintiendo el sol que prácticamente incendia sus cuerpos- Ella va murmurándole: que calor tan terrible- Tranquila nena que para eso ese alguien hizo el mar. Al llegar a la playa bordean el océano, al adelantarse ven a varios hombres que están jalando una enorme atarraya de pesca, ellos al ver lo que están haciendo tomando el largo lazo ayudan a jalar y al traer toda la extensión hacia la playa ven a los muchísimos peces que se mueven haciendo pequeños saltos- Ella alegremente va diciendo: que bellas son las sucesos simples de la vida- Indudablemente es lo mejor por eso existe la poesía que es la única que puede describir toda la belleza de lo existente- Uno de los morenos metiendo la cucharada va murmurando: ustedes de que hablan…, más bien como colaboraron en la acción pueden tomar los pescados que merecen- Ella: con esos dos nos bastan para el almuerzo- Eduardo: se me ocurre que esos dos pargos se los llevemos alguna de las seños que viven en estos lares- Hagámoslo. Él tomándolos los va llevando al lado de ella que alegre-mente se sonríe, al ver una construcción típica de madera y palma, al ver a una señora- ella le va diciendo señora será que si le pagamos nos podrá preparar los pescados- Porque no si estoy para servirles- Él: pero eso va hacer cuando volvamos- tranquilos que ya mismo les saco las tripas, las escamas y los meto en la nevera para que estén frescos y cando vuelva se los preparo con arroz, ensalada y patacones- Él: perfecto entonces más tarde volvemos. Al irse van en dirección del mar que lo bordean observando las olas que a las medida que avanzan van rompiendo- Él luego que la besa le dice: será que vamos primero a la playita que te digo o al manglar- Yo diría que primero al manglar pero si metámonos antes un poco en el mar así podremos despistar un poco a este increíble calor- Entonces vamos, más bien corre que si te hago cosquillas. Al terminarlo de decir ella sale corriendo en dirección del océano, él la persigue al tenerla a muy poca distancia se le lanza a los pies y revolcándola le hace cosquillas que ella exageradamente grita y se ríe- Ella luego va diciéndole: eres terrible, más bien metámonos dé una al mar. La levanta alzándola la lleva al mar donde la arroja contra una ola, luego él se tira y de esa forma juegan con las olas- Él tomándola por detrás le dice: bueno ahora si vamos. Salen del mar lentamente y caminan haciendo una diagonal hasta el manglar, al ver la canoa descubren sentado al moreno, al acercarse- Él le dice al muchacho de color: cuanto nos cobra por una vuelta por el manglar- Les cuesta la suma de tantos pesos- Ella: está bien vámonos. Al treparse sobre la alargada canoa el moreno tomando los remos empieza a remar, el bote toma velocidad al pasar cerca de un garza inmediatamente toma vuelo pasando arriba de la floresta, al avanzar lentamente van viendo los bruñidos arbustos, van observando entre el agua los coloridos peces que moviendo sus aletas nadan- Ella observando en dirección del agua va diciendo: que espectáculo todo lo que habita en este manglar, además está lleno de vida. Dan una enorme vuelta entre el riachuelo que está formado a la vez por el manglar, al regresar al mismo lugar de partida el hombre estaciona la canoa para que se puedan bajar fácilmente- El hombre de color les dice: quieren que los deje en la pequeña playa- Ella le responde: si por favor déjenos allá. Al atravesar remando la poca distancia logra estacionar la canoa muy cerca de la orilla del riachuelo, se bajan empezándose a distanciarse al ver que la corta playa está sola, con gracia se sacan lo que llevan puesto, Ella desnuda empieza alejarse corriendo, él sale corriendo detrás de ella y al darle alcance la toma por el cuello suavemente, al soltarla se abrazan besándose, luego a la misma vez con la lengua se acarician. Se sientan amándose mutuamente logrando acentuarse en el amor, luego de finiquitar el acto del amor se quedan apoyados los dos cuerpos sobre la arena por uno buen rato dormidos. Al volver abrir los ojos despacio se levantan yendo al mar que está más claro que en el otro lado, al estar calmado pueden nadar moviendo toda la extensión de sus extremidades, al alejarse ven sobre el agua algo así como una aleta de tiburón, al asustarse rápidamente nadan hasta la playa- Ella luego que se sienta sobre la arena algo caliente va diciendo: será que eso que vimos fue una aleta de algún tiburón, u otra cosa- No podría precisarlo pero regresar fue una excelente decisión- Claro, que tal si regresamos. Al caminar la poca distancia ven la canoa sola, al treparse en su interior él remando logra disponerla en el otro lado, tranquilamente se van yendo por la longitud de la playa logrando llegar a la vivienda de madera y palma. Al verlos la señora llevando la mochila se les acerca- Diciéndoles: esta mochila la dejaron ustedes aquí- Él le con-testa diciéndole: la había olvidado por completo, le agradezco por guardármela- No se preocupe, quieren que les haga los pescados y lo que ya les dije- Ella habla: si haga lo que tenga que hacer porque de verdad que tenemos hambre- Siéntense que ya mismo me pongo en la tarea- la chica: por casualidad no tiene cerveza para que nos venda al menos dos- No tengo pero si quieren se las consigo- No es mucho problema- No porque puedo mandar alguno de mis hijos y además la tienda no está lejos- Si por favor hágalo. Al irse la seño se sientan ocupando la mesa rustica, al rato un niño les trae cuatro cervezas. Ella luego que mira hacia el mar al acomodarse lo va viendo- Le habla: estoy feliz no quisiera que terminara este día, si la magia existe esta aquí conmigo- Tienes razón este sol parece un alucinógeno, lo que hemos vivido ha sido un regalo de algún dios negro, algo así como el jazz o el blues. Siguen tomando cerveza sintiendo que les calma la sed, al traerles la seño dos platos con los pescados, ensalada, arroz y patacones. Se disponen a disfrutar del paladar- Ella va murmurando con su voz: este pescado sabe increíble- Sí que sabor. Van comiendo charlando y mirando todo a su alrededor que en esas logran terminar con el contenido de los platos- Él va diciendo vámonos antes que salga la última chiva- Si pero primero paguémosle a la señora. Al pagarle se retiran caminando al ver a lo lejos una chiva parqueada, aceleran su andar y entre varias personas se suben sentándose en el mismo asiento  de  los  músicos, al subirse el último personaje el chofer manejando le da arranque a la chiva, que se pierde en la dimensión de la vía destapada.                         Fin.
                        
UN ASUNTO PERSONAL 
Al abrir los ojos voy viendo las paredes blancas del pequeño apartamento, al desperezarme relajado me levanto y voy directamente al balcón, viendo la pequeña extensión de la plaza y al dirigir la mirada a los otros balcones de las redondeadas gruesas barandas de cemento, en uno muy próximo de estos balcones veo posesionarse a una bella morena que mira apoyada contra la baranda la misma extensión de la plaza Santo Domingo, al rato desaparece metiéndose en el apartamento, yo hago exactamente lo mismo y al estar en el interior del apartamento me dirijo a la cocina donde con todos los requerimientos me preparo el desayuno, que consiste en huevos fritos, pan y jugo de naranja. Al llevar el plato y el vaso los coloco sobre la mesa circular de vidrio, al sentarme concentrado en mis pensamientos voy disfrutando comiendo y tomando el jugo de naranja que en su debido tiempo termino, al levantarme  alzo  lo  que  use  llevándolo  al  lavaplatos, donde los lavo con buen jabón y al culminar vuelvo a cerrar la llave colocando los platos en el lugar acostumbrado. Como el día es completamente mío, voy al estante de la biblioteca que cubre toda una pared, al elegir el libro de poesía Cadafy, levantando la pequeña butaca voy al balcón donde poniéndola en el suelo me siento y empiezo a leer: Ciudad/ Dijiste: me voy a otra tierra, me voy a otro mar./ Otra ciudad encontrare, una mujer que está./ Cada esfuerzo mío es una condena del destino. Estando en esas escapándome del libro voy dirigiendo la mirada al otro balcón donde vuelvo a ver a la misma muchacha morena que al estar apoyada contra la baranda está completamente sumergida en sus pensami-entos. Sigo leyendo: y mi corazón está como un cadáver sepultado./ Cuanto más soportará mi razón este desierto./ Adonde vuelvo mis ojos, donde quiera que mire/ solo encuentro las ruinas oscuras de mi vida, aquí donde tantos años perdí destruido, desbastado. Al terminar de leer el párrafo volviendo a la realidad, lo primero veo en el contiguo balcón es a la bella morena,  viendo  hacia  la  plaza amotinada en sus pensamientos, al salirse de lo que estaba pensando dirigiéndome la mirada me regala una sonrisa y un saludo, yo alegremente se los devuelvo. Ella con un ademán me indica algo así como que llegue al balcón, yo le indico con mi mano que espere un momento, al entrar busco algo así como una soga y lo único que veo es la hamaca que cuelga a un lado del alargado estante de la biblioteca, como no veo otra cosa que me pueda servir para lo que pretendo hacer, con el empeño requerido la desamarro y la llevo entre mis manos, al volver al balcón viendo a la chica lanzo un extremo de la soga, ella lográndola tomar lo amarra a la baranda y yo hago lo mismo, al usarla como puente lentamente voy pasando de un balcón al otro y al llegar a la mitad con mi mano y mis labios le mando un beso, luego sigo avanzando y al estar a menos de nada tomando con mis dos manos la baranda logro descolgarme en el balcón, libremente la tomo a la morena rodeándola con mis alargados brazos- Ella haciéndome lo mismo me va diciendo: Que augurio más increíble amigo poeta, siempre desee hablar con tico-  Lo  que  no entiendo es como sabes que soy poeta…- Un pajarito me lo dijo, mentiras simplemente una amiga me presto un libro que tu escribiste que se titula proverbios y cantares, en el momento que lo leí me gustó tanto que pensé que debía conocerte- Ya entiendo por qué- Si es tan simple entenderlo, tú vives en ese apartamento- Ojala, ese apartamento es de un amigo que enseña literatura en la universidad y que por estos días está en Barranquilla en un simposio de literatura Latinoamericana- Entonces donde vives…- En Turbaco en una pequeña finca que estoy alquilando, si quieres podemos ir- Por ahora quedémonos tranquilos disfrutando de este momento- Al volvernos a tomar nos besamos largamente sintiendo las mutuas respiraciones- Ella entremos que ya mismo preparo un jugo para que tomemos- como quieras. Al entrar nos dirigimos a la cocina donde ella toma de la nevera una enorme manga, con un cuchillo la pela y lentamente la parte en pedacitos colocándolos en la licuadora, al agregarle agua helada y azúcar. Prende la licuadora generando un ruido ensordecedor, al instante ha quedado un delicioso jugo de mango- Ella me va diciendo: vez esa alacena- Si claro no soy ciego- Ve hasta allá y trae dos vasos. Voy hasta la alacena de la cual extraigo dos vasos y al regresar se los doy, ella dispone gran parte del contenido en los dos vasos y al darme uno vamos brindando- Al probarlo le digo: que delicia de jugo más con este calor- ella sentémonos. Nos sentamos ocupando el único sofá viendo hacia una pared que esta sostenido un cuadro de un paisaje marino del maestro Obregón- Yo le pregunto: ese cuadro del maestro Obregón te debió costar una fortuna- No, ya que lo compro fue mi amiga Clara que es con la que vivo en este apartamento. En el mismo momento sentimos que alguien va abriendo la puerta, en el mismo instante vemos surgir a una chica supremamente rubia y de ojos muy azules- Que con su forma particular de hablar va diciendo: si mi memoria no me traiciona usted debe ser el poeta que hizo un recital en el Colombo Americano y al cual le compre un libro que no me acuerdo para nada como se llama- Mi amiga va diciendo: no te acuerda que lo leímos juntas una larga noche- Claro que me acuerdo, lo que no entiendo es cómo está el poeta aquí con tico- Ven al balcón que te muestre como llego. Al ir al balcón encuentran la hamaca atada de los extremos de los dos balcones, Clara viéndola se carcajea- Luego va hablando: esto no se le ocurre si no a un poeta- Quieres que vayamos al apartamento de mi amigo- Sería divertido quiero intentarlo al menos- Si es así vas tú de primero, luego ella y de último yo- No, primero vas tú, luego ella y de último yo- Está bien. Me agarro con mis dos manos de la hamaca que voy abriendo, de un salto me posesiono y al arrastrarme logro llegar al otro extremo tomándome de la baranda logra llegar al balcón de mi amigo- La morena al ver como lo hice, haciéndolo de la misma manera logra instalarse donde yo estoy; al tocarle el turno a Clara, al querer intentarlo vemos que hace un gesto de miedo- Va murmurando: no puedo ya que me dio tremendo vértigo- Yo le grito: Si quieres desamara la hamaca y vuelves por el pasillo como hace todo el mundo. Ella al intentar desamarrar el nudo no lo logra- Está demasiado apretado, voy a intentarlo con un cuchillo. Al ver que desaparece la volvemos ver aparecer sosteniendo un cuchillo de cocina, con el cual logra desamarrar el nudo, yo al hacer lo mismo traigo la hamaca colocándola sobre la baranda- Clara ya voy para allá. Al verla desaparecer la morena me va tomando, yo haciendo lo mismo nos besamos, al sentir que la rubia toca la puerta nos interrumpe nuestro momento de amor y vamos directamente a abrirle la puerta- Viendo el interior va murmurando: que cantidad de libros- Es que el dueño de este apartamento, que a la vez es mi amigo se dedica a la enseñanza  de la literatura y sobre todo a leer como yo. Al sentarnos la morena y yo en un mismo sofá y ella sobre el otro- Clara: o sea que vives con un  amigo…- Debes en cuando y por estos días, ya que lo mío es el campo y por esa razón vivo en Turbaco- Si escuchado hablar de ese pueblo y un amigo que trabaja en el mismo instituto de inglés en que yo trabajo me ha dicho que es muy bello y que es bastante fresco- Cuando quieran podemos ir. Al ver directamente a los ojos de la morena le agrego a la cuestión: pero para eso necesito al menos saber tu nombre- Claro yo sé que tú eres Juan el poeta, yo soy Magdalena. Luego que nos besamos- Claro tú eres la amante de Jesús la pecadora- Jesús nada más es un sofisma de distracción, ya que en este momento en adelante soy la amante o lo que sea de este poeta, sí que me encanta pecar. Nos reímos de lo lindo- Clara: mañana que es domingo podemos ir a tu finca allá en Turbaco- Yo le contesto: como quieran, además podemos ir almorzar al mercado ya que venden unas vainas deliciosas, como boyos de maíz, arepas de huevos, caramañolas, pasteles, quipes- Clara: al oír hablar de comida ya me dio hambre- Que tal si vamos a un lugar a almorzar- Yo le contesto: seria buenísimo yo conozco un restaurante de comida china que no es muy caro, con una caja de arroz chino comemos perfectamente ustedes dos y yo- Magdalena: la idea no es mala vamos- espérenme un momento que vuelvo a colgar la hamaca en su lugar. Al ir al balcón la recojo al volver a lo que se pude llamar la sala la cuelgo amarrándola con un preciso nudo- Ya nos podemos ir. Al salir primeramente la rubia lo hacemos nosotros dos, al cerrar la puerta bajamos las escaleras que en menos de nada estamos sobre el estrecho andén caminando, luego de atravesar el pequeño túnel de la torre del Reloj- La morena tomándome de la mano me dice: por donde queda ese famoso restaurante chino- Yo le contesto: por la  avenida  Venezuela. Luego que le deposito un beso en los labios- Clara: contando moneditas delante de los pobres, o me quieren coger de violinista. Luego se ríe que nos contagia la risa- Al vernos una pareja de morenos que se interponen en nuestro camino- Va diciendo el hombre: carajo, reírse lo recomienda el médico para la salud. Al alejarse vemos la peculiar construcción del restaurante chino, al entrar vemos que está casi lleno- Yo les digo: vamos allá que hay una mesa libre, avanzamos entre las mesas ocupadas viendo que de las paredes cuelgan peculiares dragones, mandarines y otros objetos similares. Al ocupar la mesa nos sentamos sintiendo el aire proveniente del ventilador, casi al mismo tiempo se nos presenta un hombre vestido de blanco- Que nos dice: quieren la carta- La Morena: no, más bien tráiganos una caja de arroz chino, tres platos. Al dirigirnos la mirada- Que vamos de tomar- La rubia: yo quiero una Coca Cola- Yo digo: para mí lo mismo está bien- Magdalena: si, tráiganos tres cocas- Ya mismo les traigo el pedido. Al ver que el hombre desaparece, en la distancia veo a un amigo que lo saludo con una seña, el de  igual  manera  me  devuelve  el  saludo-  Magdalena: quien es…- Un viejo amigo de los tiempos de estudiante, porque…- Por curiosidad- Que chica más curiosa. Al traernos el mismo mesero el pedido colocando sobre la mese, la rubia distribuye en los tres platos la totalidad del arroz chino, e inmediatamente empezamos a darle muela- Yo les digo: hay que me digan que no les gusta- Magdalena: si esta delicioso, que me ibas hacer si no me gustara- Esto. Le pellizco la nalga- Ella se me queja diciendo: yo solo te dije, no te indique que lo hicieras- La Rubia: una loca se ha conseguido a un poeta que por supuesto está más loco que ella- Yo le contesto: la locura simplemente es eso, y la que anda con dos locos no puede creerse que no lo es. Nos reímos de tal forma que los otros comensales nos ven. Sin importar nada seguimos con el asunto del arroz chino y al acabar- Sintiendo la llenura les digo: ahora guíen se levanta de aquí- Magdalena: ni Mahoma. Lentamente nos paramos yendo directamente a la caja donde pagamos entre ellas y yo la cuenta, al salir sintiendo el extenuante calor caminamos entre la gente y los distintos vehículos logrando llegar a la torre Del reloj y de ahí rectamente al edificio Santo Domingo- Al empezar a subir las escaleras va diciendo la Morena: Yo voy con este poeta al apartamento de su amigo- La rubia: yo voy al nuestro, más tarde nos vemos. Al entrar como dijeran a las puertas contiguas, viéndola desaparecer abriendo la puerta entramos yendo de una a la habitación donde luego que prendo el ventilador de techo nos tendemos sobre la cama, al besarnos larga mente, nos quedamos profundos.
Al abrir los ojos viéndola a ella boca abajo, me levanto dirigiéndome a la estantería de la biblioteca donde al conocerla detalladamente tomo un libro de poesía, me vuelvo a costar al lado de la morena, colocando la cabeza sobre una de las almohadas voy leyendo poema tras poema, al empezar a leer la primera frase que dice: Flores amo, no busco. Si aparecen- Ella abre los ojos diciendo: que lees- Yo acariciándole el rostro le contesto: estoy leyendo poemas de Fernando Pessoa si quieres te leo- Léeme pero luego me lees algunos tuyos. Luego al empezarle a leerle lo hago leyéndole varios poemas a la vez, en el momento que empiezo a leerle un poema que dice  así:  El cangilón  que  cogió el agua honda. Sintiendo algo que nunca antes había sentido, como algo así como un impulso, el libro se me sale de las manos al atravesar todo el lugar sale por el balcón, Yo viendo el extraño suceso lo persigo en su vuelo, al salir al balcón veo que sigue cayendo suavemente en todo el medio de la plaza Santo Domingo, al voltéame veo a la morena cerca de mí –Que va murmurando:  que insólito como se te voló de las manos el libro y ahora míralo en medio de la plaza, bajemos a recuperarlo. Al salir rápidamente escaleras abajo llegando a la plaza vemos a un niño moreno que lo está ojeando, al acercarnos viendo al niño que tomándolo con las dos manos- La morena le pregunta: sabes leer- Estoy aprendiendo. No acaba de decirlo y el libro se le escapa de la mano, nosotros viéndolo volar a baja altura lo perseguimos, el libro al dirigirse al interior del edificio toma las escaleras y al subir no lo vemos más- Al entrar en el apartamento- Yo le voy diciendo a ella: a lo mejor lo encontramos de donde lo he sacado. Al ir a la biblioteca miro el mismo lugar del estante lográndolo hallar- Al volverlo a tomar voy diciendo: eso fue un mamagallista  fantasma  o  duende,  no  pudo  haber  sido otra cosa, menos mal que te tengo como testigo- Si claro si lo he visto con estos mismos ojos, pero eso de verdad que me asusta- Tranquila. La abrazo y volvemos a acostarnos sobre la cama inmediatamente nos queda-mos dormidos. Solamente nos despertamos percibiendo la absoluta oscuridad- Ella: cuanto habremos dormido…- No sé, parémonos que ya mismo preparo algo para comer. Al pararme de primero tanteando voy encendiendo la luz de la habitación, ella al ver de la mima forma se levanta, al encender la luz de la sala vemos la traslucida imagen de alguien que camina dejando ver su sombra sobre la pared, al momento se difumina desapareciendo- Ella va diciendo con voz de asustada: aquí hay gato encerrado, nunca antes había presenciado estos dos increíbles acontecimientos- De verdad que sí, pero no le pongamos bolas a algo que no tiene explicación y más bien acompáñame a preparar algo de comer- Ni para el putas me separo de ti. Al abarcar la cocina yo con pan tajado, queso y jamón preparo dos san duches que los coloco sobre dos platos y al sacar de la nevera una gaseosa de naranja, al llevarlos a la mesa sentándonos la ocupamos, en la inmediatez empezamos disfrutarlos- Ella: yo aquí no duermo, más bien vamos a dormir en el otro apartamento- Lo que puede pasar aquí puede pasar allá- Allá nunca ha pasado nada extraño, solamente lo he percibido aquí- si es así vamos allá a dormir- Es de la única manera que duerma con tico- Está bien. Al acabar con los san duches yo mismo me encargo de limpiar y de lavar en el pequeño lavaplatos lo que usamos, al cerrar la puerta dando pocos pasos entramos en el apartamento que es exactamente de las mismas proporciones- Al sentarnos sobre el sofá- Ella va hablando: Clara parece que salió, nunca sé a dónde- A lo mejor tiene un novio o va donde amigos- No, porque el novio que tenia se fue a Alemania y eso no hace mucho, y amigos solo tiene a una gringa que en este momento está en Sincelejo- Bueno estará caminando, que tal si Salimos a la muralla o al lugar que desees…- Vamos- Espera un momento que voy al baño. Al ingresar y al demorarse va saliendo con el rostro algo mojado- Ahora si vayámonos. Al salir rápidamente descendemos por las escaleras, andamos por la estrecha calle de los Estribos, al voltear subimos por la rampa y  al  llegar  a la parte de arriba lentamente bordeamos la alargada muralla. La morena Magdalena viendo la iluminada avenida y el oscuro mar con sus olas blancas- Va murmurando con su voz: que brisa más deliciosa y el paisaje nocturno ni se diga- Si de verdad que tanto lo uno como lo otro son maravillosos. Luego nos besamos y algo después decidimos sentarnos sobre el muro de la muralla divisando las estrellas- Yo le digo: qué tal si nos vamos a tomar al menos una cerveza- Si vamos. Al levantarnos vamos andando hasta un costado de las Bóvedas y bajamos por la rampa a la calle, al ver en las mismas Bóvedas un pequeño bar ingresamos en su interior, nos sentamos ocupando una de las pocas mesas, recibiendo el aire difuminado del ventilador del techo. Al acercarse una muchacha con una especie de delantal- Nos va diciendo quieren ver la carta- Magdalena: no queremos por lo pronto una cerveza. Al alejarse la muchacha vamos escuchando un murmullo, al instante- Va gritando Magdalena: alguien me pellizco el culo- Pero si no hay nadie por lo menos al lado de nosotros. Al acabarlo de decir en la distancia escuchamos una carcajada y luego divisamos una sombra en la pared que convirtiéndose en una imagen de un corsario se esfuma por la puerta. Magdalena apretándome la mano me va diciendo: viste lo me pellizco el trasero- Claro, imposible no verlo. En ese momento la misma muchacha nos coloca las dos cervezas sobre la mesa- Yo le voy diciendo a la morena: ahora si brindemos. Al tomar cada uno su respectiva cerveza chocamos los embaces haciendo el brindis al mismo tiempo- Vamos diciendo: salud al darle el primer sorbo sentimos que pasa helada por la garganta- Ella: que rica que está la cerveza- Si está heladita como me gusta, ya que la cerveza caliente sabe a orines- entre besos y sorbos terminamos con el contenido de los embaces- La morena: ahora si vámonos que mañana para ir a Turbaco tenemos que despertarnos temprano- Si así aprovechamos el día, Al levantarnos viendo en la mesa siguiente los personajes sentados que discuten alborotadamente, al pagarle yo las dos cervezas salimos andando por las estrechas calles de casas coloniales de balcones, en el momento que llegamos a la calle la Estrella sobre la alargada pared de una enorme construcción  colonial,  vamos viendo una sombra que se convierte en un ser colonial que se nos viene de frente, al quererlo tocar se desvanece volviendo la sombra a la pared que en menos de nada desaparece comple-tamente- La morena con un gesto de impresionada va hablando: Que nochecita y luego que vimos lo otro nos faltaba esto, de que los fantasmas existen está completamente comprobado- No hay dudas y mucho menos lo hemos imaginado. Al acabarlo de decir llegamos a la plaza Santo Domingo y al abrir la puerta ingresamos subiendo por las escaleras, al abrir ella la puerta entramos- Ella al oído me va diciendo: se ve que Clara ya llego ya que como siempre ha dejado la luz del cuarto encendida, eso es problema de ella- Si claro. Al abrir ella misma la puerta entramos a la habitación y luego que ella pone en marcha el abanico del techo nos desvestimos quedando completamente desnudos al posesionarnos sobre la cama nos metemos entre la sabana, yo dominado por el deseo le tomo los senos acariciándolos- Ella sintiendo que se los acaricio- Me dice: que rico como me los estas acariciando. Luego siento la fragancia de sus labios en mi cuerpo y al rato con una de sus manos me va tomando el pene ya erecto, al soltarlo se me sube que sin dificultad hace que la penetre, en un mete y saca al acelerarse la respiración empieza gemir, de esa manera me vengo dentro de ella, hacemos en diferentes posiciones el amor que al quedar extenuados rápidamente quedamos profundos.
Al despertarme voy sintiendo que me rodea con sus brazos y la extensión de su cuerpo, al moverme lentamente con la intención de ir al baño a orinar- ella abriendo los ojos me dice: fue todo un sueño maravilloso- Yo sentí lo mismo por ahora me voy a levantar antes que te orine. Al hacerlo voy al baño donde me siento sobre el inodoro a orinar, al ingresar ella en el baño me ve que estoy orinando- Me va diciendo: que bueno que estés orinando de esa forma así no me siento en tus orines- Si esa es la intención. Al levantarme ella se sienta logrando orinar, al acabar se para tomándome de la mano me conduce a la ducha, al abrir la llave inmediatamente se precipita el choro fluido de agua, al meternos vamos sintiendo el choro sobre nuestros cuerpos, nos jabonamos  recíprocamente  y  al dejar que el agua pene-tre en la intimidad de nuestros cuerpos logramos sacarnos completamente el jabón, al secarnos con una misma toalla nos vestimos ella con una bermuda y una camiseta azulosa y yo con el mismo bluyín y la camiseta roja del día anterior. Al salir del baño encontramos a la rubia vestida con algo semejante a lo que la morena se pusiera- Con su forma de hablar: que escándalo que hicieron a noche, pero los comprendo ya que son situaciones únicas del amor- La morena abrazándola: perdona si te despertamos- Están perdonados, como los vi entrar al baño tuve tiempo de preparar el desayuno, ya está servido sobre la mesa. Al sentarnos los tres ocupamos la mesa- La morena viendo los panqueéis y la mermelada va diciendo: que sorpresa más increíble ya que me encantan- Los hice en su honor- Yo le contesto: que buena amiga que eres- La morena: tú lo que eres es un dulzón- Es que lo amerita y lo rápido que los hiciste  me tiene sorprendido. Sin chistear los vamos comiendo acompañándolos del jugo de naranja helado, en un cerrar y abrir de ojos les damos término- Yo voy hablando: desde hace tiempos no me comía un desayuno tan rico- La morena: de verdad que estaba como para chuparse los dedos. Todos a la vez nos reímos- Yo vuelvo a tomarme la palabra: voy a lavar lo que usamos mientras ustedes preparan lo que desean llevar a Turbaco- La rubia: listo. Yo al llevar los platos, los tenedores y los vasos, al ver la jarra entre el lavaplatos, rápidamente le pongo con la esponjilla a todos esos utensilios el jabón necesario, al juagarlos los seco  poniéndolos a un lado del lavaplatos, al haber acabado siento un pellizco en el trasero y al voltearme veo a la morena que se está burlándose de mi riéndose- Me va diciendo: así me pellizco ese puto fantasma allá en el bar de las bóvedas- Yo la tomo lográndole acertar un mordisco en las nalgas, al soltarme me empuja- Diciéndome: no jodamos más y vayámonos ya. Al salir la rubia cierra la puerta e inmediatamente bajamos por las escaleras, al salir avanzamos pasando por el enorme museo de la Inquisición y luego por un costado del parque- La rubia viendo a un señor que tiene un carrito de raspado va murmurado: los invito a raspado- La morena le contesta: que rico. Al acercarnos vemos  al  moreno-  Que  nos va diciendo: tengo raspado, de cola, coco, mandarina, limón, naranja y uva- Magdalena: yo quiero uno de limón- Clara: a mí me da uno de naranja- Yo le digo: yo deseo uno de cola. Luego que nos mira muele una buena cantidad de hielo y lo introduce en una especie de recipiente de metal redondo donde arma los tres raspados colocándolos en tres cubos de papel, al tomarlos de la misma mano del hombre y al pagárselo la rubia seguimos andando, rápidamente llegamos ante la torre del reloj, al pasar entre el túnel y la avenida vemos  a lo lejos una chiva parqueada- Yo les voy diciendo: esa debe ser la chiva que va a Turbaco. Al aproximarnos vemos a un hombre de contextura física agradable que grita: a Turbaco y Arjona. Al subirnos al bus encontramos solo dos puestos libres y yo sigo de pie viendo que el vehículo se llena a reventar, al instante percibo que la chiva arranca tomando la av. Venezuela, al doblar cerca de la India Catalina va tomando la av. Pedro de Heredia, al esquivar a unas señoras las veo una a recostada sobre la otra completamente dormidas- Al detenerse el bus en el barrio del Pie de la popa se suben dos  tipos  con  una  cara  de  ladrones  que  los  delata, al  lograrme acercar logro sacarle la mochila a la morena, antes que lo hagan alguno de los dos tipos. Al salir de la Heroica el particular bus va descendiendo, sintiendo cada curva logramos llegar a Turbaco, al llegar al mercado el conductor detiene la chiva, al empezar a bajarse la gente logrando llegar ante ellas las toco suavemente en el rostro logrando que abran los ojos- La morena va diciendo: dónde está mi mochila al parecer me la han robado- Yo mostrándosela le respondo: al ver a dos sujetos con intención de robar sin que te dieras cuenta te la he sacado. Ella luego que se ríe como suele hacerlo me va hablando: conque tu eres el ladrón- Con robarte tu cuerpo y mi espíritu me basta- Como eres, ya llegamos…- Si claro miren que estamos en el mercado. Al hacer un esfuerzo de la alargada silla se levantan logrando salir de últimos de la chiva- La rubia: ahora tengo un hambre terrible- Yo le contesto: si no hace mucho que desayunamos. Ella luego que mira su reloj de pulsera- Me contesta: si ya son las doce y treinta- La morena: como ha pasado tan rápido el tiempo- Yo les digo: vamos a  buscar  a una seño amiga que tiene un puesto de comida. Al ingresar entre el mercado vamos avanzando entre la gente por los diferentes puestos de frutas, de verduras, carnes que cuelgan impresionante-mente y al llegar a los puestos de comida veo a la seño Luz María, al acercarnos viéndonos- Nos dirige la palabra diciéndome: Hola amigo Juan a que se debe el milagro y quienes son las acompañantes. Luego que le estampo un beso en el cachete- Le respondo: estado varios días allá en Cartagena, ellas son la gringa Clara y la morena es Magdalena- Ella bromeando me contesta: donde está Jesús- La morena: se quedó en Cartagena cagando- Cagar le hará bien, miren se pueden sentar ahí. Al sentarnos sobre el entablado ocupando la alargada mesa- La seño nos va diciendo: han venido a buena hora, todo está fresco y tengo: arepas de huevo, caramañolas, pasteles de cerdo o de pollo y unos guipes deliciosos- La rubia: yo quiero una arepa de huevo, una caramañola y uno de esos guipes- Magdalena: yo quiero lo mismo- Yo le digo: yo deseo un pastel de pollo y un quipe- La seño de tomar tengo un delicioso jugo de tamarindo- Yo le contesto: por favor  denos  tres.  La seño entres platos diferentes va colocando lo que cada uno le pidiera, de a uno lo va poniendo sobre la mesa, Al mirarnos vamos comiendo- La morena sosteniendo la arepa de huevo va hablando: seño esta arepa esta increíblemente rica, que sabor- Clara este quipe esta sensacional. Al estar comiendo la seño les pasa a las dos  el vaso con jugo de tamarindo y de último me lo entrega, al estar disfrutando logramos terminar con lo que nos diera quedando únicamente con el plato y el vaso desocupados. Al levantarnos le agrade-cemos pagándole, al retirarnos del mercado llegamos a la vía, al atravesarla tomamos un camino, que va entre el espeso monte llegando a una explanada donde nos sentamos sobre unas rocas viendo un extenso cultivo de plantas no muy grandes de papayas- La rubia: qué lindo que esta este lugar, más aún con esta cantidad de plantas de papayas- Yo les digo: eso por estos lares abundan, que tal si seguimos... Luego que la morena y yo nos besamos, decididamente seguimos descendiendo por el camino al ver un angosto río por el puente lo sobrepasamos y al llegar a la pequeña finca yo abriendo el broche  de  alambre  de  púas  les indico que sigan, al volverlo a cerrar avanzamos entre las exuberantes plantas bastamente floridas- La rubia: que jardín más bello si no lo estuviera viendo me sería imposible reconocer su belleza- La morena: sí que es precioso. Al seguir avanzando de cierta distancia divisamos entre el bosque la cabaña algo alta de madera, al arrimar entre los arboles vemos la cabaña que está construida entre dos gigantescos ceibos, al estar ante ella abriendo la puerta- Les digo: esta es su cabaña bien puedan sigan, les voy mostrando la amplia sala con sus muebles construidos con palos curvos y cojines, la mesa central construida de igual forma, la cocina de las paredes de madera en las salientes de los palos cuelga una estantería donde está el arrume de platos y los pocos vasos, colgadas de la misma forma están ubicadas un par de ollas y varios sartenes y en la otra pared la estufa de leña con su saliente de tubo grueso y a un lado el lavaplatos- Clara viéndolo detalladamente va murmurando: me encanta lo que he visto de esta cabaña y la cocina es genial- Yo les digo: esta cabaña la construí yo mismo y va hacer más de dos años- La morena aquí me tendrás casi siempre- Para una futura mujer la he hecho y ya la tengo- No me digas más que no voy a salir de aquí- de eso se trata. Al terminar de decirlo nos tomamos y nos besamos sin importarnos la presencia de la gringa- Esta última va diciendo: aja, aja, ya me tienen otra vez de violinista. Al soltarnos yo- Le digo: tranquila que ya encontraras tu media naranja, más bien por ahora sigamos. Al subir por la escalera en forma de caracol les voy mostrando el amplio lugar de paredes de la misma madera de donde cuelgan bellas pinturas pintadas al oleó, la alargada biblioteca, los cojines esparramados por el suelo de tablas y las hamacas que cuelgan de las alargadas columnas de madera. Yo viéndolas con su alegría peculiar les digo: les gusta la cabaña…- La morena al abrazarme me va diciendo: es increíble, fuera de ser un buen poeta por lo que veo eres un sorprendente arquitecto-  No me alabes tanto y más bien salgamos a la terraza. Al encargarme de abrir la puerta entramos al espacio de la amplia terraza, al sentarnos cada uno en una mecedora vamos viendo alumbrado por el sol la extensión del paisaje de plantas y de  árboles  que sobrepasan varios metros por encima de la cabaña, al estar apreciando todo eso vemos parte de la ocultación del sol volviéndose todo de un color como anaranjado, al desaparecer ese color el cielo se torna muy azul dejando ver el brillo de las estrellas.       Fin.  
                   LA CASA DE LOS FANTASMAS
Al llegar dos amigas historiadoras procedentes de París en un vuelo de la compañía aérea francesa a Bogotá, al estacionar el piloto el avión se van bajando entre los otros pasajeros por la alargada escalerilla, al llegar al interior del aeropuerto van directamente a la zona de equipajes, al ver que las maletas se mueven por el espesor del andén, al recoger un grupo de personas sus respectivas  valijas- Dafne siendo una chica muy blanca de cabello algo colorado le dice a su amiga: por lo visto tenemos que esperar- La amiga Lise siendo una rubia muy bella le contesta: esto es un trámite no podemos hacer otra cosa si no esperar. AL rato al ver sus maletas las van tomando- La rubia Lise: ahora si tenemos que ir a la empresa de aviación colombiana- Dafne luego que se ríe le va murmurando: si no estoy equivocada se llama Avianca, preguntemos donde podremos comprar el boleto para ir a Cartagena. Van agilizando los pies al ver a un joven policía se le acercan- Lise sosteniendo la valija y viéndolo de frente con su particular acento le dice: donde cree usted que podamos comprar los pasajes para ir a Cartagena- El joven oficial luego que piensa le contesta: tiene que bajar por esas escaleras eléctricas y allá bajo van a ver las diferentes empresas de aviación. Al andar llevando las maletas en esa misma dirección hallan las escaleras eléctricas las cuales usan para descender, al estar montadas van viendo la panorámica del interior del aeropuerto- Dafne: cuál de esas colas tendremos que hacer- No sé, pero ya lo averiguaremos. Al volverá tocar el piso van avanzando entre la gente, al ver el letrero de Avianca hacen la cola poniendo las maletas sobre el suelo, al avanzar lentamente la cola después de una señora llegan ante la joven- Que les dice: ya tienen pasaje- Dafne con su forma de hablar le contesta: no, pero si lo queremos comprar- La chica: donde desean viajar- Lise: por favor véndanos dos pasaje a Cartagena- Lo quieren ida y vuelta- Dafne: como nos vamos a quedar allá en Cartagena varios meses, solamente necesitamos que nos venda un pasaje sin regreso- Si son las diez y media a las doce sale el próximo avión con ese destino, se los voy a vender y los dos pasajes les cuesta la suma de tantos peso, Ella toma los dos pasaje con un lapicero le escribe a cada uno la hora de salida, el destino y la fecha, al pagare Dafne les entrega el pasaje a cada una de ellas- Dafne caminando sosteniendo la valija le dice: qué tal si buscamos un restaurante donde podamos desayunar- Para eso creo que tenemos que subir a la segunda planta- está bien, si no nos queda otra alternativa hagámoslo. Rápidamente llegan ante las escaleras eléctricas por donde suben sin tenerse que mover, al salir luego de que lo hace Dafne, al tocarle el turno a Lise no alcanza a sacar uno de sus pies, quedándose atascado pierde el equilibrio y al caérsele la maleta, ella tan larga es cae sobre la valija, y las personas que han visto el pequeño accidente se carcajean, al quererle dar la mano un sujeto de mala gana se levanta- Diciendo: sé que soy bastante torpe pero eso no significa que se burlen de mí. Al levantarse viéndola Dafne: caíste tan cómico que todavía tengo ganas de reírme. Se ríe de sobremanera- Luego le agrega a la situación hablando: sí que fue chistoso como caíste sobre la maleta, me pareció que estabas buscando pista- Síguete burlando de mí- Eres una malgeniada. Luego de terminar de atravesar toda la extensión del aeropuerto, al ver un restaurante entran viendo a las diferentes personas que están sentadas ocupando diferentes mesas, unos están comiendo otros hablando- Dafne: qué tal si ocupamos esa mesa que está al lado de la ventana- Lise haciéndole mala cara le contesta: me da lo mismo. Se sientan ocupando la tal mesa, al rato aparece una muchacha que lleva un atuendo de mesera- Diciéndoles: están son las cartas. Al entregársela la van viendo- Dafne: yo quiero un desayuno continental- La rubia con la misma cara de malgeniada le dice: yo quiero un jugo de mora y una ensalada de frutas. La chica luego de que termina de apuntar lo que le han pedido- Les habla: no me demoro ya vuelvo con lo que me han pedido. Ellas ven a través de la ventana una parte de la pista, los diferentes aviones, y al empezar a salir un avión de Iberia escuchan el ruido ensordecedor de las turbinas, al irse el ruido y el avión todo  queda  en calma, al mismo momento se presenta la mesera con una alargada bandeja, al acercarse lo suficiente va colocando la ensalada de frutas, el vaso de jugo y todo lo del desayuno continental. Empiezan a disfrutar de los alimentos- Lise va hablando: ya estoy más relajada ya que estoy supliendo esta hambre- Si así es mejor, para que te amargas la vida. Siguen comiendo logrando acabar con todo- Lise: te debo una disculpa no tuve por qué ponerme tan de mal genio- Te la acepto pero por más que te suceda algo no te quiero ver en ese reprochable estado. Al levantarse, Lise se esculca el bolsillo del bluyín y al ver que no tiene el pasaje- Va murmurando con su voz: carajo he perdido mi boleto- Debió de ser en el momento que te caíste- Si claro, vamos rápido. Al acelerar los pasos logran llegar rápidamente a la escalerilla eléctrica, lo buscan en el suelo, al ver a un niño de cabello negro y que luce un overol rayado, jugando lo sostiene en una de sus manos- Dafne: mira ese niño lo tiene. Al llegar ante el infante- Lise le va diciendo: niño me das ese boleto que lo tengo que usar para poder ir a Cartagena. El niño sin preámbulos  se  lo  entrega  y ella dándole un beso en la mejilla-
Le dice: estuve con muy buena suerte, ya que lo encontraste tú, bello niño. Al acabarle de decirlo el niño sale corriendo en dirección de sus padres- Dafne: Tendremos que tener cuidado con estas escaleras. Al bajar van al mismo lugar donde les vendieron los dos boletos, al acercarse al puesto viendo a la misma joven que está hablando con un señor de amplia barba, al esperar en el momento que ella deja de hablar y que el hombre se aleja- Lise hablándole: no nos dijiste donde tenemos que ir abordar el avión- la chica contestándole: primero denme esas maletas. Al entregárselas de una en una las pone sobre la báscula y luego las coloca sobre otras maletas- Le agrega a la cosa diciéndoles: miren tienen que ir al segundo piso y en el otro extremo van a encontrar un enorme letrero que dice muelle nacional- Gracias. Caminan acentuando la velocidad del movimiento de sus pies, al llegar al otro extremo suben por unas alargas escaleras normales, ascendiendo por los esca-lones logran llegar a la segunda planta, al lado del mismo restaurante donde desayunaron hallan la puerta del muelle  nacional-  Dafne  moviéndose  va  diciendo: necesito tomar aire un momento, que vuelta la que hemos dado- Si, gracias a la divina providencia he encontrado este maldito boleto- Si menos mal. Al volver agilizar sus pies, al mostrarle el pasaje a cierto personaje uniformado, siguen tomando el ancho corredor viendo por el ventanal los diferentes aviones que están parqueados cercana-mente al lado de la construcción, al querer ingresar al avión lo hacen por una especie de escalera- Dafne: que puesto debemos ocupar- Tenemos el ochenta y cinco y el ochenta y seis. Al avanzar lentamente detrás de varias personas, al pasar una brevedad de tiempo logran ver el número de sus puestos, al sentarse logrando acomodar las espaldas sobre el respaldar del asiento, como están tan cansadas por el viaje y el cambio de horario se quedan profundamente dormidas, sin sentir nada solo se despiertan en el momento que escuchan la voz de la azafata que a través de los parlantes- Va diciendo: vamos a aterrizar en el aeropuerto de Crespo por favor amarecen los cinturones de seguridad.  Luego que a la vez se desperezan- Lise le va diciendo: estamos llegando- Por lo menos hemos dormido algo- Sí, claro que dormimos, si le hubiera pasado algo a este avión seguramente ni nos hubiéramos enterado- Tú siempre tan fatalista. Al decolar el avión rápidamente toma la pista, van sintiéndolo. En el momento que en un traslado lento llega a un lado de la edificación del aeropuerto, al detenerse completamente el aparato, todos los pasajeros se van levantando y al salir al estrecho corredor detrás ve varias personas ocupando la escalerilla sintiendo el calor y la brisa húmeda van bajando, al tocar el pavimento hirviendo lo van sintiendo- Lise: que calor tan húmedo- Creo que es demasiado. Al ingresar dentro de la estructura de la edificación, siguiendo a la gente logra llegar al sitio de las maletas, al ver las suyas sin pronunciar palabra las van tomando- Lise llevando su maleta le dice: salgamos a tomar un taxi que nos lleve a la parte antigua de la ciudad- Si salgamos. Al lograr salir ven parqueados varios taxis, al querer llegar un pareja se les adelanta, al no ponerle tema toman el de enseguida- El conductor les habla: a donde van…- Lise: sabe si en el centro histórico podremos encontrar un hostal o alguna pensión- Como estamos en temporada baja no creo que haya problema, esperen que pongo en la parte de atrás las maletas. Al bajarse el personaje algo moreno y de cabello muy corto, al abrir el baúl coloca primero la maleta de Lise y luego encima la de Dafne, al volverlo a cerrar, les abre la puerta y al entrar se sientan. Al subirse el tipo de una arranca tomando la avenida Santander, va bordean el mar de grandes olas, al tomar un desvió atraviesa la muralla por el espesor del túnel y las lleva a la plaza de Santo domingo donde estaciona el vehículo al lado de los parasoles, Al bajarse- El tipo sacando por la ventanilla la cabeza les va diciendo: aquí hay varios hostales donde se podrán alojar, me deben tanto. Al pagarle, el taxista se baja abriendo el guarda maletas saca las dos valijas, montándose arranca desapareciendo rápidamente de su vista-  Dafne dirigiéndole la mirada le va diciendo: yo creo que una se queda cuidando las maletas y la otra va a buscar el hostal- Es perfecto, pero la que ya hablo va hacer la diligencia- De acuerdo. Al ver alejarse a Dafne ella se sienta sobre el borde del andén, va pensando sobre su nueva vida en esta ciudad. Al estar en esas se presenta un particular hombre que está completamente vestido de blanco, inclusive sus mocasines- Le va diciendo: oh bella colorada de que nube has venido- De ninguna nube solamente acabo de llegar- Interesante, me puedo sentar a conversar- Si claro, no hay problema. Al sentarse dirigiéndole la mirada le dice: al ver esas maletas ya comprendo es que tu enamorado está buscando un lugar donde se puedan quedar- No es ningún enamorado es mi amiga- Discúlpeme- De que lo voy a disculpar si no hay motivo. Al quedarse callado el del bolsillo de la guayabera saca un paquete de finos tabacos, al ofrecerle uno- Ella le dice: no fumo, gracias. Al encenderlo lo hace con un antiguo y bello encendedor y al fumar va votando el humo por el ambiente creando una humareda gigantesca que lo va cubriendo todo. Al querer ver al tipo este con todo y humo ha desaparecido- Al verla una morena se le acerca diciéndole: por lo que veo te gusta hablar sola- Ella con un gesto de extrañeza le contesta: estaba hablando con un señor que estaba elegantemente ataviado- Yo estado desde el momento que tu amiga y tú se bajaron del taxi amarillo, y no vi a nadie, menos a ese personaje eres embustera y te gusta hablar sola- De que lo vi no lo puedo negar- Es que te gusta inventarte los personajes, y   luego  hablas  con  esa invención. Mamacita estas piradamente mal de la torre. Al llegar Dafne les va diciendo: de que están discutiendo- Lise: es que me encontrado con un fantasma, hasta hable con él y me ofreció un cigarro, mejor dicho un puro, el problema que al encenderlo creo tanto humo que en un momento dado todo se cubrió de humo, y cuando el humo desapareció al personaje le sucedió lo mismo- La pelada dirigiéndole la mirada a Lise va murmurando: tu amiga está del cocorote, loca ya que desde que ustedes llegaron en ese taxi no me he movido ni un segundo de aquí- En que dilema me han puesto, porque no se ha cual les puedo creer, si mi amiga dice que hablo con un fantasma y vos aseguras que no lo has visto- Que puedo pensar…, díganme por favor. Dejemos este dilema y más bien llevemos estas maletas al lugar que he encontrado- Esta bueno- Sí que lo está, además es por pocos días mientras conseguimos un lugar para vivir- Entonces vamos. Al despedirse de la pelada (Joven) toman sus maletas al, dejar la plaza y la calle Santo Domingo, recorren la calle la Factoría- Al ver el letrero con el mismo nombre de la calle, tocan  una  y  otra vez sobre la enorme puerta, inmediatamente la va abriendo la propia dueña en persona- Viéndolas les dice: esta es tu amiga de la cual me hablaste- Si claro que es ella-  Yo soy Clara y usted es Lise, es fácil de recordar su nombre ya que tengo una sobrina con el mismo nombre, suban que ya a tu amiga le he dado la llave. Suben escaleras arriba hasta el segundo piso de la casona, al recorrer con sus pasos el corredor ven la primera puerta completamente abierta, no dudan en entrar y colocan las maletas al lado de una mesita redonda- Lise: me gusta esta habitación y viendo que hay dos puertas me imagino que una es para entrar al baño y la otra no lo puedo saber- Ven que te muestro el balcón. Al abrir la puerta salen al amplio balcón viendo a través de la decorada baranda la extensión de la muralla y un poco más lejos el azul del océano- Lise va diciendo: que vista ojala encontremos una casa cerca de aquí y ojala con esta misma vista- Si claro. Alegremente se abrazan y al volver a la habitación, tan largas son ocupa cada una cama, quedándose en instantes más que profundas.  
Son despertadas por un particular ruido como si chocaran dos metales- Dafne abriendo los ojos y un poco asustada- Le va diciendo: escuchaste ese ruido- Claro que lo escuche que será…, lo único que se claramente es que en estas casas tan antiguas se escuchan ruidos como el que nos acaba de despertar, si les ponemos cuidado nos podemos hasta enloquecer, tendremos que acostumbrarnos- No podemos hacer otra cosa, vamos a caminar así vamos conociendo está ciudad donde pretendemos vivir. Al levantarse hacer su aseo  personal y vestirse con lo más cómodo que tienen, que se trata de bermudas y camisetas y chanclas, al apagar el ventilador salen bajan-do las escaleras. Al verlas la seño Clara: tienen que registrarse- Lise: de una vez es mejor que lo hagamos. Luego que con un lapicero escribe sus datos y su firma, se lo pasa a su amiga que hace exactamente lo mismo, al querer devolverle el lapicero a la seño se le escapa de las manos, a continuación se escucha una larga carcajada, a la señora del susto se le alborota el cabello y ellas paniquiadas se miran- La señora algo histérica va diciendo: esto del lapicero y  de la carcajada es la primera vez que me sucede, claro, que en estas casas viejas  a menudo se escuchan extraños ruidos, simplemente esto no tiene explicación- Lise: que explicación puede tener y fantasmas sí que los hay, y ya en esta ciudad ya me paso pero dejémoslo de ese tamaño. Al despedirse salen a la calle angosta, andan viendo detalladamente las diferentes casas coloniales con sus respectivos balcones, al llegar a la extensión de la plaza Santo Domingo van bien-do el particular edificio de muchos balcones- Dafne va diciendo: este edificio se parece a uno que está en Sevilla- Si puede ser, ya que todo es una copia de todo. Siguen avanzando a la medida de sus pasos, al voltear por la calle de los Estribos ven una tienda de artesanías- Lise le murmura: será que entramos- Si porque no. Al entrar ven colgados de los canchos varios vestidos wayuus y en la siguiente pared en una repisa varias mochilas harruacas- Lise: que bellos vestidos pero si quisiera una de esas mochilas- La chica muy blanca que atiende le contesta: cual le gusta…- Muéstreme esa marón y blanca. La chica con un palo que posee algo así como un pequeño cancho la baja, al tomarla se la entrega y ella  apreciándola minuciosamente- Le dice: me gusta y sé que la estoy necesitando, cuánto cuesta- La chica le responde: vale tanto- Me la llevo- Se la empaco- No hay necesidad- Ella dirigiéndole la mirada a la pelinegra- Le va diciendo: tu deseas algo- Si me gustaría uno de esos vestidos- Son Wayyus de la Guajira- Bueno saberlo, pero como nos vamos a quedar largo tiempo aquí en Cartagena cuando encontremos una casa, apropósito no sabe quién nos puede informar sobre una casa que estén arrendando- Le está preguntando a la persona indicada, yo no sé, pero mi tío que ha restaurado casi toda la totalidad de las casas el sí sabe ya que está al tanto de todo- Lise: tome que le pago de una vez la mochila. Al darle el dinero- Le agrega a la situación: donde podemos hallar a tu tío- espérenme que cierre la tienda y las llevo. Al salir la chica con la llave asegura la tienda- Síganme. Al ir las tres al mismo paso ocupando el grosor de la estrecha calle, voltean por la calle Santo Domingo y al volver a voltear por la calle Baloco, ven en la distancia un enorme andamio que está apoyado sobre una de esas construcciones coloniales, al aproximarse ven encaramado sobre el andamio a un señor  bastante mayor que  esta  vestido de blanco, ablando con dos obreros- La chica va gritando: tío Augusto perdón que lo interrumpa- Mijita no te escucho absolutamente nada, espérame que ya bajo. Al terminarle de explicarle a los dos obreros, lentamente baja por la escalera lográndolas enfrentar- Viéndolas les va diciendo: que belleza de mujeres dios de los santísimos días, sí se da cuenta el pirata Morgan no joda asalta la ciudad- Lise: que dice usted…- La chica: no le pongan cuidado a mi tío ya que desde siempre esta obsesionado con los piratas- Él tío tocándola con el dedo índice le dice: carajo respete a tu tío y que van a venir los piratas no lo dudes ni un segundo- Dafne: nosotras no tenemos líos con los piratas, solamente queremos saber si usted sabe de una casa ojala con vista a la muralla que arrienden- Él dirigiéndole la mirada a la sobrina va murmurando con su fuerte voz: Viviana llévalas a la casa de la calle la Chichería, que como sabes ya restaure y que segura-mente quieren arrendar. Al verlas a las dos francesas- Les dice: ustedes porque quieren vivir aquí- Dafne: somos historiadoras y queremos averiguarlo todo para poder así escribir la historia de esta ciudad- están ante el hombre más indicado ya que conozco con exactitud todo lo concerniente a la historia de esta ciudad y con lujo de detalles, ya tendremos oportunidad de hablar y de tomarnos unos buenos vinos que hacen recordar hasta lo que está en el fondo del mar, por ahora sigo en mis menesteres, permiso. Al despedirse de beso las tres vuelven a andar- Dafne: tu tío es tremendo personaje- Él es increíble, aunque está un poco loco es una persona original y sobre todo sabia, hablar con él es increíble- Lise: me encanto ya que es un personaje de aquellos- Tienes razón, que tal si primero vamos a almorzar- Dafne: si tengo hambre ya que no hemos ni desayunado, ya que al entrar en la tienda lo hemos olvidado- Yo tengo una tía que hace unos almuerzos increíbles, ella es muy generosa no escatima nada pero para eso tenemos que ir al Pie de la Popa, si quieren ir… lise: vamos así conoce-mos- Tomemos una chiva cerca de la Torre del Reloj. Andan diagonalmente entre las fachadas de las calles coloniales, al pasar a un lado de la enorme catedral y pasar una y otra cuadra logran llegar ante la alagada Torre del Reloj, al pasar por el húmedo túnel ven a una viejita que camina apoyándose con un bastón, que viene caminando hacia ellas, al tenerla cerca ven que tiene un rostro impresionantemente demacrado, haciendo un gesto horrible se esfuma como si no fuera nada- Viviana impresionada: nunca antes había visto una viejita tan horrible, no pudo ser algo así como una alucinación porque estoy segura que la vimos las tres, y como desapareció- Dafne: no puedo dudarlo ya que la vi tal cual con estos ojos, pero lo que no entiendo cómo pudo desaparecer tan de repente, no es lo primero nos sucede hoy, será que es el día de los espíritus…- Lise: no sé, pero que estuvo extraño lo estuvo. Al ver a una buseta se trepan acomodándose en el asiento de atrás, al subirse otros personajes se completa el cupo, e inmediatamente arranca la buseta, al tomar una considerable velocidad pasa a un bus, luego a una camioneta, al ir por la av. Pedro Heredia van viendo a través de la ventanilla la amplitud del Castillo San Felipe de Barajas, luego los diamantes de beisbol, al tomar por una única calle- Va gritando Viviana: parada. Al detenerse el pequeño bus se bajan viendo el parque- Viviana allá esta la casa de mi tía Carmela- Lise: que casita, al atravesar la pequeña extensión del parque ven a varios niños columpiándose en los columpios y a otros rodándose por el rodadero, al entrar les sale un bello perro de la raza dálmata, las sigue recorriendo el amplio jardín de diferentes plantas y de algunas flores, en esas se les presenta la casa de estilo francés, al acercarse ven a un viejo sentado sobre una mecedora, a los pies de él a otro perro muy similar al primero y otras mecedoras sin nadie. Al sentir se presenta la anciana- Diciéndole: Viviana que bueno que hallas venido, quienes son ellas…- Son dos chicas francesas que acabo de conocer, ya les he llevado a donde mi tío Augusto que está restaurando la casa de la calle Baloco. Ella haciendo un gesto mesurado- Les dice: bienvenidas a esta casa por favor siéntense, al hacerlo ponen sus traseros sobre las mecedoras y de último lo hace ella- Que les va diciendo: ustedes no son de este país, de donde vienen…- Venimos de París con el fin de escribir un libro sobre la historia de esta ciudad- Son historiadoras…- Lise: sí que lo somos ya que estudiamos en la universidad de la Sorbona allá en París- Que bien e interesante. Al dirigirle la mirada a Viviana- Le habla: tú tienes cara de pintora- Porque…- Simplemente lo presiento- La abuela metiendo la cucharada va diciendo: si es pintora y el mes próximo va exponer en Bellas artes- No me he equivocado, que te gusta pintar…- lo que sea referente al mar- Dafne: interesante seguramente alguna vez veremos lo que pintas- Cuando lo deseen- Lise: lo que no comprendo es porque trabajas en la tienda de artesanías y no estas pintando- Es muy simple ya que estoy por estos pocos días remplazando a un amiga, que por asuntos familiares se tuvo que ausentar de la ciudad ya que se fue para Barranquilla. Al caerles varias pepas de tamarindo- La abuela se levanta furiosa diciendo: estos peladitos que irrespetuosos. Al alejarse les va gritando: carajo Pedro y Carlos bajeasen inmediatamente de ese palo de tamarindo. Al acercarse- Va diciendo: ya vuelvo voy a la cocina. Al irse aparecen los dos niños corriendo, se van sentando- Al verlos Viviana les murmura con su dulce voz: Pedro y Carlos no me van a darme un beso. Al pararse se los da en las mejillas- Les dice: se ve que han jugado mucho- Pedro tirándole el pelo suavemente le contesta: no hacemos otra cosa ya que queremos aprovechar estas vacaciones, y como ya sabes nos encanta estar arriba de los palos de tama-rindo comiendo a nuestras anchas. Al llegar la abuela viendo lo sucios que están- Les va diciendo: ya es hora de almorzar vayan a cambiarse de ropa y no olviden lavarse las manos. Al verlos salir corriendo- La tía Carmela: que muchachitos más traviesos, viven como el Rampon rampante entre los árboles. Al terminar de decirlo todos se carcajean memos el abuelo que siempre está en otro mundo, en el momento que llegan los dos niños- Carmela: sigamos a la mesa. Mientras una de las empleadas se lleva alzado al viejo, todos ellos dirigiéndose a la alargada mesa se sientan- Al servirles la sopa caliente otra empleada- Viviana va diciendo: buen provecho. Sin más pormenores empiezan con la cuchara a tomarse la sopa- Lise: que delicia de sopa. Sin que nadie le conteste sigue tomándosela, estando en esas del fondo, exactamente de la pared sobresale una sombra, en un acto seguido la mesa tiembla de tal forma que por supuesto se les riega la sopa quemando a los dos niños, que al haberse quemado lloran de tal manera que parece que los estuvieran matando- Dafne tomando a Carlitos va diciendo: que susto, como apareció esa sombra que no sé cómo hizo para que temblara está mesa- La abuela: es la primera vez que pasa algo así- Viviana Tomando a Pedrito desde un principio va diciendo: el que vive en esta ciudad heroica se tiene que acostumbrar a esto- Lise: te doy la razón ya que a mí en particular ya me ha sucedido. Al acabar todos con el resto de sopa que les quedo, la empleada luego de limpiar el desastre va sirviendo la posta de carne, el arroz con coco, la ensa-lada, y luego de ultimo les trae el jugo de mango, al acabar de servir empiezan a comer ayudándose con el cuchillo y el tenedor- Dafne: que rico este arroz que siento con sabor a coco y esta carne- La abuela: este almuerzo es típico de nuestra cocina cartagenera- Lise: sí que está delicioso. Sin comentar nada más acaban con el contenido de los platos- Lise: muchas gracias por este almuerzo tan rico- Viviana: Abuelita me llegó la hora de regresar a la tienda de mi amiga, chicas vamos. Al pararse se despiden de beso de la abuela, y van saliendo en compañía del mismo perro que al llegar a la puerta se detiene, ellas siguen hasta el parque a esperar la buseta. Lise viendo a su nueva amiga- Le va murmurando: que linda es la abuela- Si ella es especial con todo el mundo por eso la amo tanto, ya que siempre está de muy buen humor y conversar con ella es increíble ya que siempre está contando anécdotas de la familia increíbles- Dafne: si todos son como tu tío Augusto habrá siempre de que contar- Si más o menos. Al terminar de decirlo las tres se carcajean en forma increíble. Repentinamente de entre las calles aparece la buseta al ponerle las manos enseguida se detiene, al montarse se acomodan en la último asiento, al arrancar van sintiendo menos calor gracias a la brisa proveniente de la ventanilla, al hablar de cosas concerniente a las mujeres llega la buseta rápidamente a un costado de la Torre del Reloj, al detenerse luego que se bajan las otras personas lo hacen ellas, al encontrarse Viviana a un pelado de cabello largo, abrazándolo le da un beso- Le va diciendo: nos vemos esta noche en la escuela de artes. Al despedirse de la misma forma se alejan por entre el túnel viendo los libros posados sobre el estante y al vendedor que con gesto las saluda, al seguir se les vuelve a presentar la misma anciana de la cara demacrada y horrible, apoyada sobre su bastón, al tenerla a tan solo un metro de distancia, la vieja haciendo un macabro gesto desaparece como la primera vez, ellas asustadas se abrazan- Viviana: que susto de mierda, que vieja más horripilante- Lise: ya senos había presentado en el momento que íbamos a donde tu abuela, pero del otro lado de la Torre del Reloj- Claro como no lo voy a recordar, pero lo que no entiendo como desapareció- Dafne: seguramente como apareció, si para un fantasma o lo que quieran, aparecer o desaparecer debe ser lo mismo- Viviana: si claro, afortunadamente nací prácticamente con los fantasmas- Dafne: como así, por favor explícate…- Desde pequeña he escuchado historias de fantasmas, de animas, y todo tipo de seres fantasmagóricos, gracias a las empleadas y a mi tío que cuando toma no se le ocurre otra cosa que contar cuentos miedosos, como los cuenta sí que logra asustar a cualquiera, él sabe muy bien a guíen se los cuenta. Al arribar al palacio de la inquisición van viendo la enorme construcción, de donde sale un hombre desnudo corriendo votando sangre y a sus captores vestidos con trajes de la época. Lise tomando a sus amigas formándose un solo nudo en la garganta- Con esfuerzo va murmurando: que es esto tan horrible. Al verlos que desaparecen- Dafne: que susto y para empeorar la cosa ahora esto- Viviana no me lo creo voy a tocar ese charco de sangre. Al ir hacia la gran mancha, al intentarla tocar inmediatamente desaparece sin dejar ni un solo rastro- Luego dice: ven que no es nada, será que es ficción porque realidad no es, si no díganme donde ha quedado el charco o la mancha de sangre, más del susto no puede pasar nada, ya que un fantasma no es nada concerniente a la realidad- Lise: pero asusta- Por eso no hay que dejarse impresionar, si no sientes el temor no te vas asustar y además para finiquitar la joda no hay que tener miedo de estos estrambóticos fantasmas- Yo  las acompaño hasta la casa que están alquilando. Siguen por la misma calle donde los espíritus desaparecieron, voltean por la calle del Arzobispo y al seguir en el mismo sentido- La misma Viviana: esa es la casa que están alquilando. Al arribar ante la enorme puerta de madera Viviana toca fuertemente una, dos veces y tres veces. Al dejar de tocar se escucha fuertemente un ruido desgarrador, como si un objeto pesado se hubiera caído, al instante se abre la puerta de un estruendo como si un huracán la hubiese empujado, e inmediata-mente aparece la figura de la anciana que ya vieran en La Torre del Reloj- Que les habla: esta casa en una época me perteneció, ahora es de otra persona, eso no importa el caso es que los que la quieran ocupar se las tendrán que vérselas con migo. Al acabarlo de decir la imagen de la anciana se desvanece en el ambiente. Al estar tomadas muertas del susto, aparece un sujeto que viéndolas como están de entrelazadas les va diciendo- Acaso que les sucedió porque están tan asustadas. Al verlo las tres del desespero van gritando escuchándose los gritos varias cuadras a la redonda, esto hace que rápidamente acudan los vecinos y por supuesto los uniformados de los bomberos y de la policía- El mismo sujeto va diciendo: por favor aquí no ha pasado nada es mejor que se retiren, Al terminar de decirlo y al verle el rostro lo observan deforme, inmediatamente salen corriendo las tres mujeres, siendo seguidas por varias sombras que no se sabe cómo las desaparecen.                    Fin.    

UNA TERRIBLE SENSACIÓN DE MUERTE
Dorotea sale de su casa, que está ubicada en la carrera séptima con av. Pinango, va pensando  que quedo de ir a la casa de su novio Arturo. Al ver por la extensión de la calle bien al fondo una parte de la bahía, al seguir avanzando encuentra la enormidad de la bahía, que decidida bordea, al pasar cerca de uno de los muelles ve a un niño que lanza el cordel, siguiendo dobla por la calle novena viendo las diferentes casas, al llegar a la av. San Martín se encuentra a una amiga- que a quemarropa le va diciendo: ¿para dónde vas con tanta prisa?- A la casa de mi novio Arturo- Que vas hacer allá…- Acaso te importa. Al acabar de decirlo de un beso se despide y sigue caminando por el andén a un lado de la avenida, al llegar a Residencias Boca Grande se da cuenta que ha oscurecido totalmente, ve una concurrencia que senta-dos ocupan los parasoles, al alejarse al ver que no viene ningún vehículo pasa el ancho de la avenida, al pasar por el edificio El delfín ve la enorme casa donde vive Arturo, al arribar como la puerta está abierta entra, al no ver a nadie- grita suavemente: Arturo donde estás, al entrar al patio interior ve el enorme árbol de caucho y una mesa donde suele almorzar la familia. Él la sorprende por la espalda, al tomarla le besa la nuca, al voltearse ve nítidamente su presencia- Ella: veo que te has cortado el cabello- Me fastidiaba más aún con estos calores- Me gustaba como lo tenías de largo, ya volverá a crecer- Que tal si subimos a la terraza- Me parece buena idea, que esperamos vamos. Al tomar las escaleras encuentran la amplitud del salón, las puertas de las diferentes habitaciones,  al entra por la puerta a la terraza van viendo una pequeña parte de la avenida, se sientan ocupando cada una silla y viendo el tránsito vehicular- Arturo luego que la besa le dice: que tal el día- Normal, fui a la universidad donde tuve clase de historia, luego de antropología y de ultimo  de topografía, al terminar las clases fui a la biblioteca a consultar unos libros, y luego a mi casa donde me cambie el bluyín por estas bermudas que no me hacen sudar tanto como el maldito bluyín y tú que hiciste…- Nada que no sea trabajar. Al ver llegar a la abuela, subiendo las escaleras llega ante ellos- Al verlos, luego que los saluda de beso les dice: que milagro que estén aquí y no en la calle- Arturo: aquí en esta terraza se está muy bien, verdad mi amor…- Si claro. Al sentarse ocupando otra silla- Arturo dirigiéndole la mirada le habla: como te fue ayer donde el odontólogo- Bien, ya que él tiene una buena mano y por lo general es buen dentista. Al estar viendo hacia la avenida, van viendo un poco más allá a una pareja, al venir una camioneta a toda velocidad, subiéndose al andén los atropella solo escuchan los gritos, al dejarlos un par de metros tirados sobre el piso de cemento, la camioneta emprende la huida- La abuela haciendo un gesto de impresión: que horrible, nunca antes había visto algo igual, como los atropello tan descaradamente y para empeorar la vaina la camioneta salió huyendo- Dorotea: que tipo tan descarado, como se subió al andén, perfectamente pudo ser apropósito- Arturo: como pueden haber personan así como el que iba manejando, yo voy a ver que sucedió con la pareja, me quieres acompañar- Si, vamos- La abuela: para que van a ir- Arturo: queremos ver. Al pararse ingresan dentro la construcción, descienden por las escaleras al primer piso y salen viendo algunos vecinos que rodean los dos cuerpos que están inertes tirados sobre el pavimento, al aproximarse también va llegando el vehículo de la policía, al bajarse cuatro uniformados- Uno de estos va diciendo: parece que algún vehículo los atropello. Al querer hablar Dorotea, Arturo con una de sus manos le tapa la boca- Le murmura al oído: nosotros por si acaso no hemos visto nada- Otro policía: alguien de ustedes vio que vehículo los atropello. Al no obtener respuesta, el mismo policía le da una patada al piso de cemento- Insisto, guíen o guienés vieron algo referente a lo que le sucedió a ellos dos. Sique sin obtener respuesta. Al aparecer la ambu-lancia inmediatamente se bajan varios enfermeros, que al colocarlos a cada uno en una camilla levantando primeramente el de la chica la introducen en la ambulancia, al lograrlo hacen lo mismo con el joven y al encender el conductor la sirena la ambulancia al arrancar haciendo ese ruido tan característico desaparece por la dimensión de la avenida. Dorotea viendo el charco de sangre sobre el suelo- Va diciendo: ya con lo que vimos es más que suficiente más bien vamos a comernos un cono de helado- Si tienes razón vamos. Al empezar alejarse de donde fue el accidente, empiezan a ver los parasoles que están completamente llenos, al pasar entre estos van directamente a donde atienden, al ver a la muchacha de delantal- Dorotea le va diciendo: será que nos puede vender dos conos- De que sabor los quieren- Ella va diciendo: yo quiero uno de coco y chocolate- A mí me da uno de vainilla y chocolate. La misma chica de delantal va tomando los conos y con un instrumento les va poniendo sobre los conos las dos bolas de helado que le han pedido, al entregárselos los conos con doble bola de helado, empiezan a disfrutar concentradamente, en el mismo momento surge de la nada un enorme vehículo a toda velocidad, al detenerse de un frenazo seco de las ventanillas disparan escuchándose el sonido de las balas, ellos del susto tiran los conos y se lanzan suavemente tan largos son sobre el suelo de cemento, al ver que ha pasado la vaina sin impórtales nada, al volverse a levantarse empiezan a correr huyendo de lugar.                              Fin.    

  UNA FAMOSA FIESTA DE DISFRACES
Al conmemorarse los treinta años de la fundación de la escuela de bellas artes, los alumnos que aspiran a ser pintores un día, con la ayuda de algunos de sus maestros organizan en el mismo día la fiesta del centenario de la escuela, para eso decoran el gran salón con bombas, serpentinas y otras cosas que se inventan, compran entre todos botellas de ron blanco, algunas botellas de whisky, las chicas preparan pasa bocas con diferentes alimentos de mar, y galletas, al terminar de fabricarlos colocan los pasa bocas sobre varias bandejas, Entre Camila y Andrea colocan el aparato de música sobre una pequeña mesa, lo llevan a una esquina del abierto lugar, al colocarle con la ayuda de Guillermo el zambo los cables- Guillermo viendo a la flaca Camila va diciendo: ya que logramos conectar los cables de los parlantes al equipo, probémoslo. El mismo zambo al colocar un disco haciendo que baje la aguja al girar el disco empieza a sonar la música de la Fania- Andrea subámosle un poco más así nos podremos dar cuenta de cómo suena la música. Al subirle ella misma el volumen, la música salsa toma fuerza. En esas van llegando Viviana acompañada de Patricia de las Estrellas, como la llaman todos sus amigos- La primera murmura: veo que todo está listo para la rumba artística- La segunda moviendo su larga cabellera mona va diciendo: faltaría los vasos y el hielo- Andrea la gorda: de eso está encar-gado Fidel. Al apagar el equipo la misma que lo prendiera- Va diciendo vámonos todo que volvemos más tarde pero disfrazados. Al terminar se va tomando la palabra una chica de cabello liso y de ojos negros que no hablado- Va diciendo: no se les olviden avisarles a los que no saben y que no han podido venir- Patricia de las Estrellas: yo les aviso a los dos poetas, y si me encuentro alguien más se lo diré, pero vámonos. Al salir todos y todas van dejando la edificación, ya en la calle Patricia de las Estrellas va pensando, donde estarán esos poetas, continua su andar ente la angosta calle rodeada de similitudes construcciones coloniales de amplios balcones, al caminar varias cuadras llega a la plaza de San Diego, al ver sentados a los dos poetas que estando acompañados por una desconocida están leyendo un libro. Al aproximarse- Al termina de leer Raúl les dice: estos poetas alucinados que están leyendo- Carlos luego que se ríe con las acostumbradas ganas le murmura: si adivinas te hago algo bien rico- Neruda, no me equivoque, seguramente a Rafael Alberti- El mismo poeta: estas muy lejos- No, aunque me pierda de eso tan rico decime que poeta leen- Eso rico te lo voy a dar de todas maneras, te voy a dar una pista, el poeta que estamos leyendo es norteamericano y le toco sufrir la guerra de sucesión- Eso está regalado, seguramente es nada menos que Walt Whitman- Raúl: si no es coco es tamarindo, bueno es mejor que ella siga leyendo- La  chica: lee de seguido varios poemas, al cansarse se calla- Patricia sonriendo le agrega a la cosa lo siguiente: a ver guíen de ustedes dos nos obsequia por lo menos con uno de sus poemas, si lo hacen no se imaginan lo que les puede suceder- Raúl le contesta: Amenazas o recetas de cocina. Él mismo Empieza a leer un poema titulado Reconciliación y al terminarlo la otra pelada va diciendo: hermoso como este firmamento- Carlos hablándoles: les voy a leer lo último que escribí, que dice así: a través de la mar voy respirando la fragancia del amor/ mástil erigido al este sabor de la piel/ que con manos lujuriosas voy tocando. Todos aplauden- La chica: bueno me llegó la hora de irme- Raúl acaso donde vas a llevar tu belleza…- Por ahí- Patricia: aguanta un momento, esta noche tenemos un rumba ya que la escuela hoy cumple treinta años de fundada, te invitamos- Que llevo…- Llévate a ti misma pero disfrazada- Claro que voy a ir, hasta la noche. Al verla alejarse Patricia de las estrellas- Va murmurando: guíen es esa pelada…- Raúl: como no le preguntamos el nombre, seguramente es una nueva personificación, mierda en todo caso no la encontramos en la plaza Fernández de Madrid, espero que sepa dónde queda Bellas artes. Ella tomando la mano de Carlos- Le va diciendo: vayámonos que me tienes que dar eso tan rico que me has prometido, o es pura habladuría no más. Se levanta de la silla de cemento, luego le dice: vamos pues. Al despedirse de Raúl siguen por la calle Serrezuela, al detenerse frente de la muralla Carlos la va tomando lográndose besar con lengua y todo, durante largo tiempo- Al acabarse de besarse ella le dice: me quieres acompañar a mi lugar- A dónde vives… cerca de la casa de Cabo- Si es así vamos. Andan tomados de la mano- Él viéndola directamente a los ojos le dice: si vemos primeramente el atardecer y luego vamos dónde vives- No es mala idea, vamos. Andan rodeando la extensión de la muralla, al arribar a las Bóvedas, las atraviesan subiendo por la rampa a la muralla, se sientan sobre el muro concentrados en el sol que muy anaranjado de a poco se mete entre horizonte marino logrando ver el espectáculo más rojo que nunca. Al desaparecer comple-tamente se vuelven a besar como la primera vez, al terminar- Patricia: ahora si vamos a mi lugar, al descender por la rampa van bordeando la muralla, al doblar por la casa de Cabo tomando la calle de Curato- Ella va diciendo: aquí es donde vivo. Al abrir la puerta suben las escaleras, que los lleva a una especie de terraza muy abierta, donde ella con la llave  abre la única puerta, al hacerlo ven el espacio lleno en las paredes con afiches de grupos de rock, una pequeña biblioteca y un closet- Carlos: qué lugar más bello- Te gusta en serio- Sí, claro es formidable- Que bueno que te guste, quieres algo de tomar- Si tengo sed acaso que tienes para tomar- No sé, para saber voy a ir donde está la nevera. Al ir a la cocina va abriendo la puerta de la nevera- Le va murmurando con su voz: hay jugo de tamarindo y vino blanco- Preferiría vino, ya que ha está hora el jugo se me hace muy pesado. Ella lo único que tiene que hacer es sacarle el corcho, al hacerlo vierte parte del líquido en dos copas, al tomar cada uno una chocando las copas brindan dándose un alargado beso- El poeta: para ir a la famosa fiesta tendremos que disfrazarnos- Si algo que tengo son disfraces, ven que te muestro. Al ir al closet al abrirlo a lado de los vestidos ven varios disfraces- Ella yo creo que ese de diablo te va a venir al pelo- Tengo acaso cara de Satanás…- Sí que la tienes. Luego que se carcajean- ella continua modulando su voz: yo me voy a poner ese disfraz de bruja, que tal te parece- Si eres una bruja no lo puedes negar. Se vuelven a carcajear de sobremanera. Él la va tomando y rápidamente la alza poniéndola sobre la cama- Me gustaría hacer con tico el amor, claro que este no es el momento ya que no quiero que nos perdamos la fiesta, que seguramente va estar buenísima. Luego que se besan una y otras tantas beses, decididos se levantan, al sacarse lo que tienen puesto solamente dejándose la ropa interior, rápidamente se ponen los disfraces- El poeta: no tienes un espejo para ver cómo me quedo este disfraz de diablo- Vamos al baño que hay nos podremos ver en el espejo. Al ingresar en el baño en el enorme espejo se ven claramente- Patricia: veo que nos vemos tal cual somos, cuando salgamos a la calle vamos asustar más que a uno. Él tomándose el último trago de vino va murmurando: con estos poderes que posemos ahora con estos disfraces, hasta seguramente podremos atracar un banco- Será de sangre. Una vez más se carcajean. Al terminar con el vino- Patricia le va hablando: ahora si vámonos ya que estoy más que ansiosa por llegar a la rumba. Salen del pequeño apartamento, al cerrar ella la puerta con llave, van descendiendo por las escalera encontrándose prácticamente a la señora dueña de la casa de frente, al verlos se asusta tanto que grita un montón de barbaridades y ellos riéndose al sobrepasarla salen directamente a la calle, van andando simulando los personajes de los disfraces, al encontrarse a otra señora que lleva agarrados de la mano a una pareja de niños, al verlos se pasan al otro lado de la angosta calle- Patricia: sí que los hemos asustado- Claro, con esta pinta que llevamos encima asustamos a cualquiera- Ya lo hemos visto, mejor demos-tración imposible. Ella al recordarse   de lo que les prometiera a las amigas- Le va murmurando al poeta: tenemos que buscar un lugar donde nos vendan hielo y vasos plásticos- Carlos señalando va diciendo: yo creo que es esa especie de bar podremos conseguir aquello- Si vamos. Al atravesar la angosta calle entran en el lugar viendo las pocas mesas completamente vacías, al verlos la mujer que atiende enseguida asustada con sus dos manos se tapa los ojos- Diciendo: ustedes de donde han salido- Patricia le contesta: de la catatonia de donde más. La chica inmediatamente se desploma cayendo como un saco de arena sobre el piso entablado- El poeta al  volverse a reír estrepitosamente, la contagia de tal forma que las risas se dispersan por el ambiente, al dejarse de reír- El poeta va hablando: aprovechemos a ver si hay hielo. Al entrar a lo que puede ser una cocina descubren un enfriador, al abrirlo sacan una enorme bolsa con hielo, y antes de salir él de la repisa extrae un par de botellas de whisky. Volviendo a la situación de las risas,    de esa forma arriban a la antigua construcción de bellas artes. Al entrar ven a todo el mundo disfrazados, al colocar la bolsa y las dos botellas sobre lo que pareciera un mueble, se unen al baile moviéndose al ritmo de la salsa, estando en esas una gata sin pronunciar palabra les trae dos vasos de ron con Coca Cola, siguen bailando haciendo tal escándalo que se escuchan sus gritos, sus alaridos y zapateos en todo la atmosfera del lugar, al empezar a rodar un Barreto todos los distintos personajes van fumando, al llegarle la tuca a una vampira le da termino- Diciendo: que viva la rumba- Todos al mismo tiempo: que viva. Siguen bailando y tomando alegremente. Al ver sobre la mesa las bandejas repletas de pasa bocas todos se acercan, tomando cada uno un pasa bocas van comiendo que en un dos por tres acaban con todo lo que había en las bandejas. En un momento debido al calor la amiga que en encontraran en la plaza San Diego, que luce un largo vestido y en su rostro un peculiar antifaz dorado, al no aguantar más rápidamente se despoja del vestido quedando como viniera al mundo, al verla Raúl, la imita sacándose la ropa quedando completamente en bola- Patricia viendo a su nuevo novio el poeta va murmurando: no es mala idea voy hacer lo mismo. Al valerle todo huevo lo hacen, quedando todos en las inmediaciones de la desnudes. Al arribar un elegante personaje que viste completamente de blanco, y otros personajes que tienen vestidos semejantes y que tienen que ver directamente con la institución del arte, al verlos desnudos y en ese despelote, salen inmediatamente por donde llegaron- Patricia antes que se ría va diciendo a grito herido: si vieron lo que estos ojos vieron- Viviana de la misma manera le contesta: claro que los vi, pero lo mejor que pudieron hacer es irse como lo hicieron, aquí no ha pasado nada a bailar carajos. Alguien al quitar el disco que estaba sonando por uno de Jimy Hendrix, prosiguen bailando con más ímpetu derro-chando la energía,  con ese sentido del suceso se mueven agitando sus cuerpos de una forma bella y extravagante. Al acabarse el disco y por supuesto la música se dan cuenta que han acabado con todas las existencias de alcohol. Una chica de pelo crespo y de un cuerpo espectacular- Va diciendo: vamos a buscar al menos algo de alcohol para beber. Todos van saliendo bailando sin importarles absoluta-mente nada, al ir desnudos por la calle angosta vuelven a encontrar el mismo lugar que ya estuvieran Patricia de las estrella y el poeta Carlos, al entrar ven a la chica que por estar tirada como la dejaron calculan que debe estar muerta, eso no les importa y tomando todo lo que van encontrando vuelve a la fantasmagórica calle- La flaca Camila: vamos a la muralla- La gorda siguiéndole la onda le contesta: no jodamos más y vamos. Al abuchearla siguen caminando siendo iluminada su desnudes por la luna llena, al arribar a las Bóvedas, sobrepasan la muy alargada construcción y por la rampa van subiendo a la muralla, inmediatamente van poniendo a un costado del muro todo lo que se tumbaron en aquel lugar, escuchando la callada música del ambiente mueven sus cuerpos hasta que surge más allá de la Popa el sol tempranero. Fidel apoyado sobre el cuerpo de su novia Liliana la rubia- Va murmurando con su voz: vamos al mar, eso si el último que llegue tendrá su ensalada, sea guíen sea. Sin importarles lo que han  traído, empiezan todos a correr descendiendo por la rampa, al tomar por la calle pasan por el túnel de la muralla, luego en avenida detienen el pequeño tráfico y al atravesar lo ancho de la avenida se suben sobre las rocas logrando descender a una pequeña playa donde se lanzan a la inmensidad de las olas desapareciendo en la fuerte corriente que los jala hacia adentro.           Fin.                                          
AQUELLA BELLA VOZ DE SOPRANO
Al llegar procedente de la capital, en un vuelo de la compañía de aviación Avianca, a la capital del departamento de Bolívar. En el mismo aeropuerto al ver a varios taxis que hacen una especie de cola, al acercarse al primer vehículo con la misma característica- le pregunta al taxista: usted debe conocer en el recinto amurallado un hostal, que este en buenas condiciones y que no sea tan costoso- El taxista le contesta: si claro, se de varios que cumplen lo que usted me dijo, ya mismo le pongo la maleta en el baúl. Al bajarse, al abrir el baúl sin dificultad introduce la maleta entre el interior, cierra la vaina- Ahora si vámonos. Al montarse los dos en la parte delantera, el conductor tomando el volante arranca el vehículo. Al salir de la zona del aeropuerto, rápidamente toma la avenida Santander, mientras el personaje va viendo el mar con sus olas. Al hacer la u correspondiente atraviesa el túnel, dobla bordeando la muralla hasta tomar la estrecha calle del Tejadillo al lado de un peculiar hostal- El taxista le dice: pregunte si tienen alguna habitación libre que yo lo espero aquí. Al abrir la puerta, volviéndola a cerrar anda ingresando por la puerta- Al encontrar en la recepción a una bella mujer de cabello ondulante y negro: buenos días, será que tiene una habitación disponible- Cuantos son…- Nada más soy yo- Si claro, si quiere ver el cuarto ya mismo se lo muestro- Ojala que sea en el segundo piso- Sígame que se la muestro. Va tras de ella, suben las escaleras llegando a un amplio corredor y ella con la llave abre la segunda puerta, al entrar ve un cuarto bastante limpio, que consta de una amplia cama, su mesa de noche y la puerta del baño, además de sus paredes hay varias fotografías de la ciudad vieja- La chica: le gusta- Si está bien, bajemos que le tengo que pagar al taxista por la carrera y de paso recojo mi maleta. Al bajar él sale, al verlo el taxista- Le murmura: se va a quedar en este hostal…- Si, me gusto. Cuanto le debo…- Son tantos pesos. Al pagarle el abriendo el maletero extrae la maleta- Gracias. Al querer entrar ve lo que no había visto antes, que se trata del letrero que en letras góticas que dice: hostal La Muralla. Al traspasar la puerta y llegar a la recepción- Le dice a la muchacha: seguramente me tengo que registrar y le puedo pagar por adelantado varios días- Ella dándole el libro abierto de registro le habla: ponga el número de su cedula, su procedencia y fírmelo. Al sacar del bolsillo de la camisa el lapicero escribe y de último le agrega la firma- Le voy a pagar por adelantado los siete días de la semana. Al sacar del bolsillo trasero del bluyín la billetera- Cuanto valen los siete días… Ella hace la cuenta en la calculadora- Son la suma de tantos pesos. Al contar el dinero le paga lo que ella le dijera- Como tengo la llave voy a subir. Al tomar la maleta en un dos por tres sube las escaleras, yendo directamente al cuarto, como se siente con ganas de leer, saca de la maleta los libros que pretende leer, los coloca en la mesita de noche, al acostarse sobre la cama toma el libro de la prosa completa de Alejandra Pizarnik y empieza a leer concentradamente. Leyendo se le pasa el tiempo, en el momento que  empieza a leer Los muertos y la lluvia siente algo así como una fuerza extraña que va alzando la cama, al ver que la cama está a varios centímetros del piso de madera, siente un peculiar murmullo y después identifica la voz de una mujer que canta con una increíble voz en un idioma desconocido, al terminarse la canción la cama vuelve a restablecerse sobre el piso, apareciendo sobre la pared la imagen de la cantora que como apareció se desvanece. El queda atónito e impresionado. Al querer volver a leer por donde va, al haber perdido la concentración desiste de la lectura, como además siente calor, decide meterse en el baño, al empelotarse abriendo la ducha y con un pequeño chorro se baña, abonándose, casi al mismo instante con ese pequeño chorro se logra sacar el jabón, sintiéndose fresco toma la toalla y rápidamente se seca. Al salir del baño escucha la misma voz que canta una preciosa canción, sin lograr saber en qué idioma es. Se pone a descifrar que si es en catalán, es vasco, o es celta. Estando en ese interrogante, se le presenta la hermosa imagen de la mujer, que luce un traje largo increíblemente bellamente bordado, con un escote que le deja ver sus provocativos senos y que posee un largo cabello rubio atado con un cintilla de color rosado y que lleva puestos un par de zapatos de tacón muy pasados de moda, él al intentarle hablar por cosas del momento se ve imposibilitado debido a que tiene un nudo en la garganta. Al intentar tocar a la bella muchacha, esta inmediatamente se desvanece. El piensa acaso estas cuatro paredes están encantadas o hechizadas, al no poderse contestar la pregunta, desiste del intento y se queda tranquilo. Se empieza a vestir terminando de colocarse los zapatos, al levantarse se dirige hacia la puerta, al abrirla sale cerrándola, camina con la parsimonia de los que piensan, con ese sentido de la vaina baja las escaleras- Al ver a la recepcionista le dice: no sé a qué horas vaya a regresar, será que cuando venga abra alguien para que me abra la puerta- La chica le contesta: no se preocupe que estaré aquí toda la noche- Solamente quería saber eso, gracias. Al salir va viendo la iluminación de los postes de lamparillas, al decidirse a andar va por la primera cuadra viendo las diferentes fachadas de las casas coloniales con sus respectivos balcones, las ventanas con sus macos y las enormes portones, voltea por la calle de la soledad, al encontrarse casi de frente a una bella muchacha que luce una minifalda que  además lleva atado su cabello castaño con una bincha azul- Él le va diciendo: de que nube abras salido. Ella haciéndole un gesto de desaprobación- Le contesta: acaso le importa. Él sigue como si no hubiera visto nada, al llegar a la esquina de la plaza Santo Domingo, voltea y al caminar bordeando la plaza ve el edificio de una construcción arabesca, al voltear su cabeza ve lo que parece un bar, no duda en entrar escuchando la música de Santana, al pasar por una mesa y por otras ve a cada personaje que no le dicen nada, al estacionarse en la barra se sienta sobre un alto sillón. Al ver al muchacho que atiende- Le dice: será que me puede dar un Whisky con hielo, pero eso sí que sea más Whisky que hielo no me importa cuánto cueste. Al buscar del estante la botella le sirve una buena cantidad en un vaso, le agrega hielo y se lo pasa, él lo va tomando lentamente concentrado en la música, con ese mismo swing se toma el contenido de un vaso y de otros. Al sentirse bastante ebrio, al intentarse parar se le mueve el piso cayéndose con sillón y todo de bruces contra el suelo. Tirado sobre el entablado empieza a carcajearse de tal forma que sorprende a dos peladas, que al asustarse se retiran sentándose sobre una de las mesas, al no parar de reírse- Un hombre le va diciendo- No se piensa levantar, acaso está muy borracho. Él sigue riéndose como si nada, Al acabarse de reír se levanta y al levantar el sillón se vuelve a sentar- Mirando al barman le va murmurando: por favor véndame otro Whisky igual que los anteriores- Usted cree que después del escándalo que ha provocado tengo ganas de venderle otro whisky- No me importa que no me lo véndame, que con esa actitud no quiero nada con usted, deme la cuenta que ya mismo me voy- los cuatro whiskies que se tomó valen tanto. El sintiéndose bien, saca del bolsillo del bluyín la billetera al sacar la suma correspondiente se la entrega al muchacho. Sin decir absolutamente nada del sillón se levanta, al caminar se da cuenta que la mayoría de las personas se han ido, al estar la puerta abierta no tiene problema para salir, en la calle siente la brisa que de cierta manera trata de envestirlo, al ver su reloj de pulsera se da cuenta que apenas son las once y media de la noche, como siente hambre caminando busca algún restaurante, al estar caminando por la calle Don Sancho ve en una alargada fachada el letrero de una pizzería, no duda en entrar. Al doblegar la puerta se encuentra un espacio abierto con varios parasoles, al ver uno de estos desocupado, se sienta ocupándolo. Casi al mismo tiempo al aparecer una alegre muchacha- Diciéndole: bienvenido a está pizzería, mire aquí está la carta. Al recibirla de las manos de ella la ve detenidamente- Ya sé, por favor tráigame una napolitana- De que tamaño la desea…- Mediana está bien- En un rato se la traigo. Esperando la pizza, empieza a escuchar a la misma voz que ya antes escuchara en la habitación del hotel, claro que esta vez a un volumen más alto, se queda ensimismado escuchando con atención la bella voz, en el momento que la chica le pone la pizza sobre la mesa del parasol, ese hecho lo vuelve al momento de la realidad- Él le dice: por favor dígame si ha escuchado una voz de mujer que interpreta una bella canción. La chica pensando este señor debe de estar bastante chiflado- Le contesta: no escuchado cantar a nadie- Está bien. Al retirarse la chica va tomando la pizza con un servilleta, de esa manera la va disfrutando. A la vez va pensando sobre el dilema de la voz, pensando en eso lentamente logra exterminar la totalidad de la pizza, al volver la misma chica le cancela por lo consumido y le da un billete de propina. Al levantarse vuelve a escuchar la misma voz, esta vez la siente más pura y vibrante, escuchándola como si viniera de otro lugar. Al salir a la calle trata de identificarla su procedencia, al andar por la estrecha calle escuchándola, al darse cuenta que viene de una fachada de una alta construcción colonial, de la cual ve el amplio balcón y lo que puede ver de la puerta, algo así como un resplandor de luz. Enseguida empieza a escuchar el sonido de un piano que va acompañando esa bella voz de soprano de mujer, inmerso en eso que va escuchando se sienta sobre el borde del andén, al escuchar la increíble melodía durante largo tiempo, a través de la parte que puede ver del firmamento descubre la luna llena. Al dejar de escuchar la hermosa voz, también desaparece la luminosidad proveniente de la puerta, creándose en el ambiente algo así como un suspenso. Al estar solamente iluminado por la luz procedente de la luna, ve que se ilumina con el mismo resplandor que ya viera, la totali-dad del balcón e inmediatamente de la nada surge la imagen hermosa de la mujer, que al escucharse el piano vuelve a cantar con su voz de soprano un tema que él no puede captar el origen. Al acabar de cantar todo vuelve como lo viera la primera vez, en esa misma realidad de siempre se levanta y al ir en la dirección  del hostal, se le presenta el mismo resplandor y vuelve a escuchar la misma voz de soprano, al encandilarlo la luz, pierde el sentido de todo y como loco corre estrellándose estrepitosamente contra la muralla, quedando sin vida. A la siguiente mañana cuando alguien lo encuentra, alerta a la policía que lo halla tal como se estrelló y se desplomo. Alrededor del suceso se manifiestan varias hipótesis, sin lograr saberse cuál de todas es la verdadera.        Fin. 
                             COMENTARIO
Esta serie de cuentos cartageneros, son escritos por este escritor nacido en la ciudad Heroica, al vivir varios años en la ciudad la conoció reconociendo en gran parte la mayoría de sus calles. Sabiendo recrear estos cuentos de ficción, donde va más allá de la aparente realidad, con esos personajes que la habitaron y otros ficcionados a partir de la imaginación. Logrando una narrativa recreada por esos paisajes urbanos, lográndole dar un tinte de suspenso donde cada acontecimiento se describe de una forma audaz, enmarcado cada lugar como es y a la vez dándole un sentido que solo él puede interpretar a su manera, dándole una forma precisa a su narrativa que trasciende la obra como tal.
                                    ÍNDICE
Pag.  1-----------------------------La magia del amor
Pag.  29--------------------El arrebato de la muerte
Pag.  30-----------------------En la Boquilla
Pag.  52---------------------------Un asunto personal
Pag.  78--------------------La casa de los fantasmas
Pag.  105-------Una terrible sensación de muerte
Pag.  110-----------Una famosa fiesta de disfraces
Pag.  121-------------Aquella bella voz de soprano
Pag.  130-----------------------------------Comentario.
    

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