jueves, 15 de septiembre de 2016








 CUENTOS LATINOAMERICANOS
                                              
ECUATORIANOS  
SIN DESTINO
Fiunda siendo una muchacha lejana del mundo, de la cotidianidad, de todo a lo que se parezca a cumplir un horario o hacer algo por el hecho simple de ganar dinero. Ella que siempre se inclinó por la literatura, a confrontar al mundo por medio de las letras.
Una mañana de niebla decide abandonar a su compañero ya que siente que la relación llego al límite, aprovechando su ausencia muy metida en su mundo. Introduce lo que considera necesario para un viaje largo y sin destino. Con su vieja mochila lista y con el poco dinero de unos artículos que logro vender al diario de su ciudad de Pasto, Sale de donde viviera año y medio, toma un pequeño bus que la lleva a Ipiales, al bajarse antes que el vehículo abandone la carretera Panamericana para meterse en la pequeña ciudad, camina cargando en sus hombros la vieja mochila y bordeando la ruta al lado de donde pasan autos de todo tipo y camiones, abandonada en el paisaje que sin darse cuenta llega al puente de Rumichaca, aunque ve a varios policías no se detiene y como si nada sigue tan campante por el puente que al llegar al otro lado ya en el vecino país del Ecuador, no se dirige a la edificación de extranjería sino sigue derecho para tomar la vía donde se para a presenciar las diferentes lomas, al ver detenido a un camión con el dominio de la circunstancia- Le pregunta al grueso conductor: ¿hacia dónde va?- Él conductor (con un asentó boyaco) voy a Guayaquil a dejar esta carga- Ella: me puede llevar- Está bien móntese. Ella se trepa para darse cuenta de la exuberancia de la barriga del chofer que al acomodarse acelera el enorme vehículo, después de doblegar pronunciadas curvas- El conductor le pregunta: ¿tiene familia en Guayaquil, o piensa hacer allá?- No conozco a nadie y mucho menos sé lo que voy hacer en Guayaquil- Esa ciudad es muy peligrosa, ustedes los jóvenes porque son tan locos. Ella viéndolo se ríe- Y Luego murmura: la locura la identifico con lo que hago- Al menos tiene pasaporte- Ella sin importarle la opinión del conductor: Si yo estoy loca el mundo lo es más que yo, papeles solo tengo para escribir. Al rato Él gordo: es mejor que se esconda donde suelo dormir ya que vamos a pasar un control de la policía, no se olvide de cerrar bien la cortina y no se mueva que si la ven me meto en tremendo lío. Casi en el mismo momento dos sujetos vestidos de policía lo obligan a detener el camión, él abre la ventanilla les muestra los permisos y el talonario de importaciones, lo hacen bajar y él sin problemas abre la puerta de atrás y les muestra los bultos de arroz- El más grandote de los oficiales: puede seguir. Él se encarama en la cabina y sin pestañar acelera- Ya pasamos lo difícil ya puedes salir. Ella se coloca al lado de la ventana y ve ante sus ojos desfilar las feas construcciones de la pequeña ciudad de Tulcán, al salir de la población observa detenidamente las diferentes ondulaciones de los cerros que las cambia por las imágenes de un profundo sueño, solo se despierta por el olor a gasolina ya que ve en la gasolinera al gordo chofer hablando con el encargado de poner el combustible, que se despiden con un apretón de manos. Al instante se vuelve a subir el barrigón y hace que el camión arranque- Ella palabreando: ¿en dónde estamos? - Llegando a Otavalo- Por favor déjeme donde le quede fácil- Ya no va a Guayaquil- No he cambiado de idea. Se quedan en silencio y solamente en un breve momento el camión se detiene de bajo de un puente peatonal. Ella se despide con una de sus manos y se baja para ver al camión arrancar, al ver que no pasa ningún automotor prefiere pasar el puente por debajo, anda por el andén algo quebradizo al lado de fachadas de presuntuosas casas, remonta en ese estado de cosas hasta ver el parque principal donde ve a varios indígenas vestidos de blanco y de cabello abundantemente negro y a las mujeres con sus largas faldas llevando sobre sus cuellos varias vueltas de collar. Camina entre el gentío esquí- vando a quienes se va encontrando de frente, llega a la plaza de Ponchos viendo los diferentes tejidos y los variados artículos artesanales para detenerse en un puesto de instrumentos musicales, al pasar la vista por las guitarras, las quenas, los charangos. Detiene su vista en una mesita de donde toma una ocarina que al llevársela a los labios la hace sonar- Ella (viendo al indígena) que cuesta?- Se la doy en tres dólares- Tengo seis mil pesos los acepta- Claro si es plata. Ella se los da y sale silbando el pequeño instrumento para llegar a un puesto de comida, se sienta ocupando una pequeña mesa muy campante pide unas humitas, acompañadas de huevos fritos y salchichas, las cuales come lentamente viendo a la gente en su accionar. Terminado de comer se levanta dispuesta a buscar un hostal que sin problema halla al lado de una tienda de artesanías, sube por una escalera que la conduce a una enorme puerta, al timbrar aparece una señora que con voz de caleña le va diciendo: desea una habitación- Si, pero que sea lo más silenciosa ya que le tengo cierta cosa al ruido- Entonces subamos. Sube siguiendo a la señora por unas escalerillas que las lleva a un patio interno donde cuelgan varias materas con diferentes flores y de donde se aprecian varias puertas, la señora abre una que solo tiene una ventana, prende la luz y ella deja su equipaje en el suelo y se acuesta a probar la cama para levantar la mitad de sus extremidades- No me importa que cueste la tomo, pero le pago después que descanse- Está bien. La señora sale al cerrar la puerta a ella la invade la oscuridad que no tiene inconveniente para que- darse sumida en el mundo de los sueños, solo se despierta al sentir un poco de hambre. Al pasársele   el tiempo se levanta teniendo que palpar en la pared logrando encontrar el interruptor de la luz, que al tocarlo se enciende la luz para que sin problema saque de la mochila su chaqueta de gamuza y salga llevándola puesta, de inmediato se da cuenta que es de noche. En la inmediatez le da el dinero a la señora correspondiente por la pieza y sale con la frescura requerida para afrontar lo que venga por las mismas escaleras por donde vino. Ya en la calle alumbrada por la luz eléctrica camina al azar y al encontrar una pizzería no duda en entrar, se sienta viendo a un grupo de gringos que la miran también a ella, muy cómoda aparece el mesero con una carta que pone en la mesa, ella la ve- Viéndolo le dice: Deme una Napolitana. Él  tipo se retira y su mirada se encuentra en la dimensión de la mesa con la de un rubio que come unas pastas acompañado de otros extranjeros, al momento otro mesero le trae la pizza pero en el momento que esta elevada disfrutando del manjar es sorprendida por el rubio que con ningún perjuicio se sienta a su laso- Me gustas- Ella (pensando este no será que es un oportunista o de verdad que lo siente así) me confunde, no sé qué decirle …- No se preocupe quédese tranquila, que quiero permanecer a su lado- Pero es mejor que se vaya por donde vino, no quiero compromisos que con uno que tuve fue suficiente- Él muchacho (cambiando de pose) me quiero divertir porque no nos acompaña a la peña folklórica…- Está bien- Acompáñeme a la mesa donde están mis amigos- Por que no. Al haber terminado, se paran y van donde está el grupo de extranjeros, al quererse sentar él muchacho le trae una silla en la cual se sienta al lado de la de él- Ella: como es tu nombre Francesco- Yo soy: Fiunda- Cada cual de los presentes le contesta con su nombre- Una pelirroja: de dónde eres?- Nací en Pasto pero mi madre es Argentina y ella a la vez es de origen Italiano como el cincuenta por ciento de los argentinos- El Chico ya comprendemos, nosotros somos de Porto Alegre del sur de Brasil- Que interesante, de vacaciones … - Se puede decir que si- Yo en cambio no sé cuál va hacer mi destino- ¿Porque?- Debido a que mi vida a partir del momento que decidí cambiarla no sabe que le espera, pero eso no me preocupa para nada- Que bueno- Un muchacho rasta: vamos a la peña- La pelirroja: entonces movámonos. Todos se paran, Fiunda paga su cuenta. Salen por la calle para encontrar la carrera Colón y escuchar la algarabía de la música, entran al establecimiento para sentarse al frente de los músicos que interpretan un San Pedrito, piden una Guayusa que un señor vestido con pantalón de rayas otavaleño y un chaleco y posee sobre su cabeza un sombrero negro de fieltro, les trae una jarra con el contenido y los respectivos vasos, empiezan a tomar y ya prendidos todos bailan sin parar, Francesco intenta besar a Fiunda pero ella se aleja ya que prefiere moverse al lado de un otavaleño que le regala un vaso de licor que la aturde tanto, que termina llevándosela a un lugar que cuando ella se despierta no comprende cómo está desnuda donde está, sola y con un dolor de cabeza del diablo, con ese malestar se levanta y al intentar abrir la puerta no la logra abrir ya que está cerrada al parecer con llave, que tiene que salir subiéndose a un taburete por la ventana, en la calle como no sabe dónde está prefiere interrogar a un niño que la orienta y muy fatigada llega al hotel sin que la vea nadie toma la llave de la habitación y no duda en acostarse sobre la cama para quedarse emergida en los sueños, tan solo a la otra mañana se despierta, como se da cuenta que su dinero no está con ella, decide salir sin pagar la última noche. Ya en la calle va en la dirección del mismo puente peatonal donde al rato le para una camioneta- Ella (mirando al conductor que luce un extraño bigote) a donde se dirige- voy a Quito- Me puede llevar- Claro súbase. Ella se instala al lado del tipo para que la camioneta tome velocidad, va viendo el paisaje verdoso y así encuentra con su mirada el lago San Pablo- Él señor: usted se ve que no es de por aquí- Soy de Colombia de Pasto- Que hace tan sola?- Viajando- A donde piensa ir? A donde me lleve el destino- Ah ya comprendo vive de la aventura- Ella (en son de burla) como lo crea usted, pero usted en que se ocupa- Soy comerciante compro y vendo lo que vea que puedo ganar algo de dinero. La camioneta comienza una cuesta para descender en un pueblo donde el señor detiene el vehículo al frete de una bodega, la chica al ver que el señor se baja dejando las llaves, de una decide arrancar la camioneta que a pesar de los gritos del bigotudo, no se detiene si no al contrario acelera y en cuestión de segundos lo deja atrás. Ella maneja pensando por fin me vengo de estos ecuatorianos que me violaron y me robaron el único dinero que disponía. Al llegar a Quito el vehículo deja de andar por falta de combustible, deja la camioneta en la orilla de la vía y los pocos minutos hace detener un bus donde se monta- Ella: va cerca de la universidad Central- Él ayudante: si vamos en esa dirección, me va a pagar …- Como quiere que le pague si en Otavalo me robaron todo el dinero. Nosotros no podemos hacer- Que quiera que haga, no le estoy mintiendo ya que si me robaron- El tipo mirándola con un gesto de rabia: bueno está bien siéntese. Ella se sienta ocupando un puesto libre viendo las diferentes calles con sus construcciones y luego de una prolongada bajada el bus por la causa de un semáforo se detiene, al tomar un puente que lo alza lentamente debido al tráfico vehicular- El ayudan- te le dice: bájese aquí que allá está la universidad. De una se pone su mochila sobre la espalda y sin ningún inconveniente se baja, ya sobre el pavimento a pesar de los insultos del chofer y del ayudante toma en dirección de la universidad y solo se detiene en las escaleras de la biblioteca donde entra evadiendo al vigilante y de una se va a la sección de literatura donde descubre el enorme están de poesía sin pensar toma el libro de la generación de los poetas decapitados, lee poemas de Jorge Enrique Adoum, otros de Cesar Dávila; luego se empecina con la generación de los poetas Tzantzicos y al leer varios poemas le gustan los de una mujer llamada Ana María Iza. Al ver que apagan la luz se esconde debajo de un alto escritorio y en la noche con su linterna lee la obra Playa y Bronce del primer novelista indigenista Fernando Chaves, pero al querer leer un ensayo del conocido Benjamín Carrión se queda sin baterías la linterna que vuelve sobre sus manos y sus pies tanteando para encontrar el mismo escritorio quedándose sobre el suelo profunda, al despertarse ve unos pies que lucen unos elegantes mocasines, en el momento que lentamente se levanta encuentra la apariencia de un señor de pelo canoso y ensortijado, el cual tiene un vestido de paño- Este (con cara de susto) criatura de donde sales. Ella: me toco dormir debajo de su escritorio. Luego le cuenta todo lo sucedido desde que saliera de Pasto- Él viejo: que muchacha más aventurera, me encanta conocer tan encantadora joven que puedo hacer para halagarla- Invíteme a almorzar- Como no voy acolitar a tan bella dama. Salen de la biblioteca con destino del parqueadero donde él abriendo la puerta la hace seguir a su viejo Ford, que conduce por el puente que lo lleva al parque Elegido, dobla a mano derecha pasando por la casa de la cultura y al terminar la extensión del parque estaciona el auto en un parqueadero. Se bajan y el la lleva de gancho hasta la entrada del lugar de almuerzos- Él señor (viéndola a los ojos) no se hace cuantos años que vengo a este restaurante, prefiero este debido a que siempre me atienden como si estuviera en mi casa. Perdón por que no me he presentado: yo soy Camilo Ruiz Ojeda, nací en Popayán pero desde que mis padres me trajeron muy pequeño vivo en Quito, ahora quiero saber con quién tengo el placer de estar hablando- Ella: yo me llamo Fiunda Carrizo- Es algo del legen- dario arquero de Millonarios, creo si no me equivoco que soy como una nieta tercera o algo así- Que honor. En esas se acerca el mesero con la carta- Ella mirándolo: que me recomienda- Menguado- ¿Que es o de que se trata? Él volteando la cara en dirección del mesero- le murmura: carne en salsa, ¿acompañado de qué?- Papas a la francesa, ensalada de pepino y pimi- entos- Ella: Por favor tráigame el menguado- Yo quiero pato al Jerez- Me demoro- Él: esta bien ya que no tenemos prisa, mientras tanto tráigame una botella de vino del Toro, la que me gusta usted sabe cuál- Ya vengo- Fiunda: usted por lo que se ve trabaja en la universidad, ¿qué función desempeña?- Hace varios años dirigí la facultad de letras, como me pensione ahora soy el director de la biblioteca ya que nunca puedo separarme del todo de la literatura. Al momento aparece el mismo mesero trayendo en una bandeja las dos copas y la botella de vino, que el individuo mismo descorcha para servir en las copas la medida indicada del vino, para volverse a retirar. Brindan- Él señor Camilo: usted que hacia allá en Pasto?- Primero intente estudiar periodismo en Bogotá pero nunca logre adecuarme a los horarios, luego al regresar a Pasto empecé a estudiar literatura pero en el momento que murió mi madre lo deje por falta de dinero, en el último tiempo me dedique a escribir y enviar crónicas a los diferentes periódicos del país, pero no siempre me pagaban por esa razón nunca logre estabilizarme- Que piensa hacer?- Lo único que quiero es viajar. Son interrumpidos por el mesero que trae los dos platos colocándolos sobre la mesa, empiezan comer en silencio, al acabar el señor la mira como tanteando la cosa- Quiere venir a mi apartamento- Claro que me gustaría ya que usted se ve buena persona, además me puede aportar con su experiencia. Salen del lugar para montarse en el Ford y el conduce por la seis de diciembre para tomar la av. Colón, que subiendo bajan hacia Guapulo y solo él detiene el viejo automóvil en frente del edificio donde vive- Ella (abriendo la puerta) hace mucho tiempo que vive aquí- Si no estoy mal algo más de cuarenta años- Muchísimo tiempo- Toda una vida. Suben por las escaleras de caracol para que abra una de las tantas puertas donde surge un pequeño espacio magníficamente decorado- Ella: que buen gusto- Gracias a mi esposa muerta que ella misma puso todo su empeño- ¿Hace mucho murió?- Van hacer veinte años- Esta muy bonito el apartamento- Exactamente igual como ella lo dejara, ya que nunca me atreví a cambiar nada- Que extraño que al quedarse solo no allá querido cambiar al menos los muebles. Por qué durante mucho tiempo preferí quedarme con su recuerdo, pero sigamos a la biblioteca. Entran en el aposento repleto de libros y se sientan en un sofá de cuero viendo a través del ventanal el valle y un atardecer de magníficos colores. El con su imaginación la desviste, hay algo en el ambiente como un embrujo que ella piensa como será hacer el amor con un viejo. El de a poco se va acercando para voltearse y encontrar la fragancia de sus labios, con la experiencia la va tocando las partes más sensibles de su cuerpo, para que los dos excitados se desvistan y empiecen la acción en un jaleo constante. Pero en el último esfuerzo él recibe una sobrecarga y queda completamente paralizado. Ella al darse cuenta de su muerte se asusta de tal forma que comienza a pensar que tiene que huir, rápidamente se viste y tomando la chaqueta de él saque la billetera y extraiga el dinero para tirarla sobre el suelo, alza su mochila y al verlo por última vez se da cuenta que se le ha caído la caja de dientes, su cara tienen un semblante aterrador y sale casi convulsionando por la misma puerta que entrara. Casi corriendo iluminada por la luna llega por las escalones a la avenida exhausta, se tiene que sentar sobre el borde del andén. Ya menos fatigada piensa que se tiene que ir de la ciudad. En instantes se para y cuenta la suma de dinero, al terminar se entera que de verdad tiene mucho dinero. Alegremente se para y al primer taxi que ve le pone la mano, esto hace que el conductor detenga el vehículo- El joven conductor por la ventanilla: a donde la llevo- Lléveme al Terminal de Trasportes. Después que ella se sube el mucha- cho lleva el auto por la ruta vía hacia el sur, a través de las montañas ve el Panecillo iluminado, que a la medida que avanzan se van alejando del monumento, para culminar en la estación de buses. Ella luego que le paga la carrera se baja, entra en la gran construcción y subiendo a un segundo nivel ve las pequeñas oficinas de las diferentes empresas de buses con sus distintos destinos, ella como por instinto elige Baños de Ambato, pero como es de noche se sienta sobre el suelo de baldosas a esperar que se haga de día. Ya temprano ella mirando a través de la taquilla ve a una joven- Por favor véndame un boleto para el próximo bus que vaya a Baños- Sale en cinco minutos, vaya al número veinte en esa dirección. Ella llevando su mochila va rápidamente al lugar asignado y de una se sube en el vehículo para ver en el mismo boleto el número de la silla, se sienta al lado de una señora. El bus en la hora señalada arranca con dirección suroeste, ella intenta ver por la ventana donde está la señora pero está la estorba que prefiere dormirse y solo se entera que llego a su destino en el momento que el bus se detiene. Se baja, toma la calle Maldonado para llegar al parque donde voltea por la calle Ambato, baja dos cuadras y llega al mercado municipal. Pasa por los diferentes puestos de comida y al ver a una señora muy simpática se sienta viendo a una familia que desayuna- La señora: Usted no es de por aquí ….- No para nada, soy de Pasto- Tengo una hermana que vive allá- Hace mucho tiempo … Casi una vida, la última vez que vino fue hace más de diez años- Mucho tiempo que no se ve con su hermana- Así es la vida mija, no quiero molestarla más que prefiere desayunar- Haber, deme huevos revueltos con pan y un jugo de papaya- Ya mismo se lo traigo. Casi al instante la señora le pone el desayuno en la mesa el cual comienza a comer viendo todo lo que sucede en el mercado, al acabar se para y le paga a la señora. Sale muy campante, al pasar la angosta calle ve un recinto de turismo, no duda en entrar y ve en un enorme afiche los deportes extremos que ofrece. Un señor de hombros muy anchos: ¿qué le gustaría hacer?- Parapentes- Espere que estoy esperando a un grupo de monos que quieren hacer lo mismo- De que micos me habla usted?- No son micos ni nada parecido, es que aquí en el Ecuador a la gente de Guayas le decimos monos- Ya entiendo. Llega un grupo haciendo terrible escándalo- El señor (parándose) cálmense y esperen que ya viene el taxi que nos va a llevar a la montaña, al rato aparece una camioneta de doble cabina- Puedo dejar mi mochila aquí- Claro, póngala por este lado. Todos se montan y el vehículo toma dirección de Ambato metiéndose por una carretera destapada que va subiendo y se detiene en una especie de meseta- El señor aquí es el sitio de parapentes. Cada uno escoge sus alas. En esas llega un señor bonachón- Yo soy el instructor para esto lo único que no hay que tener es miedo, miren mis movimientos como se debe tomar el parapentes y como se ponen el arnés, los movimientos tienen que ser precisos y cuando ya se sientan seguros corren y se lanzan al vació. Primero lo hace tomando carrera un muchacho que en instantes está flotando en el aire- El instructor (mirando a Fiunda) es su turno, venga le ayudo a colocar el arnés, míreme a mí como lo hago. Ella con las alas bien altas, se impulsa de tal forma que al querer establecerse en el aire el parapentes pierde el dominio y va a toda velocidad al vació que en el vértigo ella grita con todo lo que dan sus pulmones cayendo y estrellándose al momentico  contra una roca.              Fin.                          

LOS PORMENORES DE UN VIAJE EXTRAÑO
En una mañana enmarcada por el sol resplande- ciente, Javier cargando su morral sale de su domicilio caminando con destino del teatro Sucre. Toma la avenida Guayaquil, la cual atraviesa de norte a sur. En el momento que llega a la plaza del Teatro ve arribar a su novia acompañada de dos parejas de amigos. El primero besa a su novia Celestina, luego saluda a Juana, Claudia y de último le da un apretón de manos a sus amigos Carlos y a Tito. Se sientan al lado de la fuente- -Juana va diciendo: ya saben a dónde vamos a ir a acampar- Javier yo preferiría ir a la selva, preferí- blemente a Tena ya que cerca están las cuevas de Jumano- Juana: yo preferiría ir a la playa más precisamente a Pedernales ya que allá existe la Playa de Baudo que por lo que me han contado está muy virgen- Tito (abrazando a Claudia) yo quiero mejor la cierra ya que soy amante de los páramos y de las alturas, quisiera ir cerca de Cuenca al Cajas- Celestina: ya tenemos tres opciones muy diferentes si nos ponemos a pensar en más lugares aquí nos caerá la noche, entonces lo más conveniente es que votemos por los tres lugares que ya se refirieron ellos- Juana: yo voto por la playa- Carlos yo voy por lo mismo- Claudia: yo voy por lo que dijo tito- Celestina: yo voy por lo que dijo Javier- Juana: así nunca vamos a decidir, yo propongo que apuntemos en unas tarjetas o en lo que podamos el nombre de los tres lugares- Claudia (riéndose) en el sombrero de tito colocamos aquello, pero quien va sacar uno de los tres destinos- Javier: yo diría que la primera persona que encontremos o sea el primer transeúnte.- Todos (gritan) de acuerdo. Juana saca de su bolso tres papelitos iguales y con un color rojo apunta los respectivos nombres de los lugares que ella misma coloca en el sombrero de tito. El primer transeúnte que se trata de un niño que va acompañado por un señora y el mismo con una de sus manitas saca uno de los papelillos, las cuevas de Jumano- Javier (abrazando a Celestina) no hay dudas de que ganamos- Celestina: entonces el viaje es a la selva- Juana: vamos al terminar del sur y tomamos un bus a Tena. Todos alzan sus correspondientes mochilas, se plantan en la avenida Guayaquil para tomar un taxi- Él taxista abre las dos puertas y aunque apretujados se colocan de tal manera que todos caben sin problema- Él chofer: a donde los llevo?- Celestina: al terminar del sur. El vehículo arranca tomando la avenida y tan rápido como cae un rayo están en el Terminal, se bajan cargando sus morrales para seguir rumbo al segundo nivel, donde escuchan gritar a un muchacho bus a Tena y todos se aglomeran en la ventanilla donde una señora les vende los tiquetes. Van al montículo donde está parqueado el bus, al montarse se acomodan en las sillas del medio y de inmediato sale por el valle, se mete por las montañas y pasadas las horas entre una vegetación exuberante llegan a la pequeña población. Se bajan invadidos por la húmeda del entorno y sudando llegan a la plaza de mercado donde ven un campero estacionado. Juana viendo al conductor  que recostado contra el vehículo pareciera que durmiera sosteniendo un sombrero, al aproximarse el hombre se despierta con cara de asustado- va murmurando: que pasa?- Claudia le contesta: será que nos puede llevar a la cueva Jumano- Eso está bastante lejos, los llevo pero me pagan está cantidad- Javier miren cuanto podemos reunir- Claudia: tenemos esto- Juana (insistente) llévenos por lo que más quiera- Está bien los voy a llevar- Javier: tiene que esperarnos ya que vamos a comprar comida para cocinar, vamos al mercado. Todos van tomados de las manos de sus respectivas novias y el mercado compran todo lo necesario para poder durar varios días- Javier viendo de frente al tipo le dice: ¿ya nos podemos ir?- Si se trepan claro que sí. Se montan en el campero ocupándolo totalmente, el chofer al arrancar lentamente, sale por la selva, doblegando pantanos y el barro. Pero el señor tiene que detener el vehículo debido a que hay un árbol atravesado que obstruye el paso- El chofer (malhumorado) hasta aquí llegamos por que guíen mueve este árbol- Javier (mirándolos a ellos) no tenemos otra opción sino la de caminar. Se bajan y Celestina le entrega una parte del dinero recaudado- Él chofer: este no fue el trato- Celestina: pero esto no debe ser ni la mitad del camino. El tipo se baja desenfundando un machete- Si no me pagan lo que convenimos ya verán. Todos salen a correr y del pánico lo pierden de vista- Juana: que se cree e se perencejo- Claudia: se puso como loco- Carlos: olvídemelo y sigamos que ya es más de medio día. Andan lentamente tratando de esquivar el barrizal, caminan y andan- Celestina: no sé cuánto hemos caminado pero tengo temor de perdernos- Juana: que nos vamos a perder y que ocho cuartos. Andan por la destruida carretera hasta encontrar un camino- Tito: seguimos por este camino que hay una indicación que no se entiende bien- Javier: es lo correcto-  Celestina: entonces que esperamos para tomarlo. Se meten por el estrecho sendero loma arriba, al coronar la pendiente escuchan un gruñido como de un tigre o algo semejante- Juana (asustada) escucharon?- Claudia: claro que lo escuchamos, que hacemos si no seguir. Bajan y al recostarse a descansar sobre una inmensa piedra, del follaje se presenta un enorme tigrillo que lanza contra la humanidad de Claudia, todos intentan apartarla tirándole lo que van encontrando al felino, pero al no lograrlo ven como el animal violentamente le entierra los colmillos y como el enorme gato se la lleva jalándola con su boca selva a dentro- Tito (desesperado) que putas es ese tigre, ¿por favor que hacemos?- Javier (casi llorando) ya no podemos hacer nada porque ella es el banquete del tigre- Tito: que maricón que eres. En el momento que se quieren pelear, Celestina los separa- Ya tenemos una tragedia no quiero que hayan dos, por favor no más estupidez- Juana: ¿qué vamos hacer?- Tito (tirándole pata a lo que va encontrando) que carajo pasa con ustedes- Carlos: que hacemos, yo ya no doy más y estoy tan confundido- Javier: no perdamos el juicio, lo que está no lo podemos cambiar y punto- Celestina: mi amor tiene toda la razón, no podemos cambiar el destino más bien sigamos y vemos donde podemos acampar- Juana: vamos que aquí estamos en peligro. Andan con temor viendo entre el follaje las raíces que surgen de los enormes árboles, hasta que ven un enorme escampado- Carlos: aquí yo creo que podemos acampar, pero se me ocurre que por ahora búsquenos leña así hacemos una enorme fogata que nos proteja de las fieras. Entre todos juntan lo que pueden de leña, en el momento que tienen bastante. Javier se encarga de hacer la fogata piramidal y encender el fuego, en el momento que logra encenderlo todos aplauden. Las dos chicas preparan el arroz, con legumbres y atún para que en un momento todo esté listo y coman invadidos por los mosquitos que se espantan gracias al enorme fuego. Ya muy entrada la noche arman con la ayuda de las linternas las dos carpas y Tito duerme al lado de Javier y Celestina sin lograr calmar su llanto, que en la madrugada es interrumpido por el mismo gruñido que unos se aferran a los otros, no logrando dormirse.
Ya en la mañana son despertados por los cantos de los pájaros y por el bullicio de la selva, salen de las carpas y entre todos vuelven a encender el fuego con el cual se hacen el desayuno, que consiste en café, huevos cocidos y tostadas. Vigorizados entre todos desarman las carpas y se ponen en marcha- Juana (caminando al lado de su su novio) si escucharon anoche los gruñidos- Javier: claro que los escuchamos porque de verdad que eran impresionantes- Celestina: no se imaginan lo mucho que me asuste. Pasan entre enormes árboles de donde sienten unos aullidos tan terribles que se atemorizan, pero se calman cuando ven sobre las ramas a un gran grupo de monos aulladores- Celestina: que susto, pero cuando observe aquellos micos el alma me regreso al cuerpo- Juana: son bellísimos. Al alejarse el grupo de monos se encuentran con un caudaloso río que lleva grandes ramas y pequeños arbustos- Tito (con la cara demacrada de tanto llorar- Que río es este- Javier: si no estoy mal creo que es el río Napo- Yo no creo porque aún estamos lejos, además miren esas montañas- Celestina: acaso importa que río es, si no quiero saber si lo vamos a cruzar- Javier: mi amor si queremos ir a la cueva lo tenemos que cruzar- Carlos: intentémoslo que yo tengo aquí una gran extensión de cuerda- Juana: si es así sácala. Con el cordaje afuera- Javier: miren del otro lado del río ese enorme ceibo voy a tratar de atravesar el río de esa forma podre amarar un extremo de la soga- Celestina con un grito de histeria: no lo hagas que temo perderte- Tranquila que ya lo hecho varias veces. Bueno me voy, denme toda la fuerza necesaria para poder doblegar el río. Él se arremanga el pantalón, da los primeros pasos en el agua y va agarrándose de las piedras. Llevando la cuerda se lanza, mientras los otros con cara de preocupación temen por su vida pero el con la fuerza de sus pies y de sus manos, aunque sale muy lejos de done se lanzara, en el momento que se acerca en esa dirección ve a sus compañeros que lo aplauden, de lo que considera una fuerte rama hace un nudo corredizo, pero en el momento que intenta tirar el otro extremo de la cuerda hacia la orilla donde se encuentran sus amigos, después de varios intentos se da cuenta que no es posible, que tiene que recurrir a lo mismo. Intenta de vuelta sortear el río, pero al chocar con una piedra está por perder el equilibrio tiene que aferrarse con las dos manos y toda la energía que le permite su voluntad y salir muy lejos de donde están sus amigos. Al querer ir donde ellos tras tabalea que cae varias veces sobre el suelo musgoso y por fin llega a los pies de su novia que agazapada lo está llorando debido a que cree que él toco el fin, que no cree en el momento que siente sus manos posarse en sus rodillas. Ella como ida lo mira y solo termina con su irrealidad- Si me vez ya estoy aquí- Ella: que susto pensé que te había perdido, pero mira como tienes los brazos y la espalda- Carlos: de verdad que sentí cuando chocaste con la piedra que había llegado tu fin- No sé, de milagro que estoy vivo, ya que en un momento dado me vi perdido. Entre todos con mercurio cromo le curan las heridas y los raspones para que se acueste al lado de Celestina a descansar. Pasado un par de horas se levantan para ver la cuerda atrapada entre un arbusto que esta enredada entre dos grandes piedras-  Carlos: para nada esta fácil ir a desenredar esa cuerda- Tito (rabiando) yo me encargo de eso- Carlos es mejor que no vayas tú, porque lo ideal es que vaya otra persona- Tu acaso me crees que soy un cobarde. Sin que nadie lo pueda detener va a la orilla del río y torpemente se zambulle y la fuerza del río se lo lleva para que lo vean desaparecer- Celestina a grito herido: vamos a ver si lo podemos encontrar. Caminan bordeando el río pero no hallan ni la sombra- Javier ahora que hacemos?, esta aventura nos ha costado dos vidas- Carlos: pero eso no debe impedirnos hacer nuestro proyecto- Juana: yo no sé si seguir o devolverme- Celestina: ya lo que paso no lo podemos evitarlo, yo pienso que sigamos con nuestra aventura- Javier: esto que acabas de decir me anima a seguir- Juana: entonces como vamos a rescatar la soga- Javier muy fácil con una rama me construyo una especie de bastón con el cual podré anteponerme a la fuerza del río. Carlos busca la rama que al encontrarla sobre la hierba se la pasa a Javier que con el machete la corta del tamaño que él cree conveniente, cruza lentamente hasta las dos piedras y con cierta dificulta desenreda la soga para que se la lance a Celestina que estirando sus brazos la toma. Ya con la soga pasan con la ayuda del árbol de uno en uno y ya en el otro lado ven dos caminos- Celestina indecisa va murmurando: cual será el camino de la cueva- Juana: esta decisión sí que está complicada, ¿Qué hacemos?- Carlos: yo me imagino que este que va loma arriba- Javier: yo estoy de acuerdo vamos por ese. Caminan entre inmensas rocas para empezar la pendiente que los lleva a una encrucijada donde se separan varios senderos- Juana rascándose la cabeza: que dilema, cual es el camino o será que todos van a un mismo sitio- Celestina: ojala yo creo que sigamos este que al menos es un poco más ancho- Carlos: qué más podemos hacer, vamos. Toman el sendero que va entre la espesa jungla viendo distintas aves que surcan el firmamento- Javier: que espectáculo- Celestina: miren esos tucanes tan coloridos. Sorprendidos por la belleza de la naturaleza avanzan entre el follaje- Juana (irradiada de felicidad) si mis ojos no me fallan en ese árbol está posado un guacamayo- Javier: es exactamente esa clase de ave. Se detienen a verlo con su presencia de colores, en el momento que extendiendo sus alas vuela desapareciendo entre las hojas de los árboles. Avanzan pasando por un suelo más húmedo, Al caminar durante varias horas descubren entre un grupo de extraños árboles una extraña montaña y al acercarse entre los arboles ven desde la distancia la abertura de la famosa cueva- Javier (radiante de alegría) por fin parece que llegamos a nuestro objetivo- Celestina: acerquémonos que así podremos comprobarlo. Con el movimiento de sus pies a la medida que avanzan vislumbran la cueva que se va ampliando, en el momento que llegan al pie de la cueva descubren con su mirada la enorme boca que se quedan por un buen rato como extasiados- Carlos: estoy agotado, yo creo que ustedes están lo mismo no es mejor armar la carpa y hacernos algo de comer- Juana: yo estoy de acuerdo- Celestina: que esperamos para hacerlo?- Javier como ustedes ayer hicieron la comida, Carlos y yo la preparamos y ustedes arman la carpa- Juana: de acuerdo. Las chicas arman la carpa varios metros de la entrada de la cueva y ellos a pesar de la dificultad de encender la leña que está bastante húmeda logran prender un enorme fuego que ilumina el lugar dándole una tonalidad cobriza, de ese modo hacen arroz agregándole la última lata de atún. Ya dispuestos comen en silencio acompañados por los sonidos de los grillos- Celestina: muchachos se fajaron con la comida- Javier: hicimos lo que pudimos- Juana (riéndose) tan discretos- Javier (tomando a su novia y estampándole tremendo beso) miren que lugar más mágico- Juana: parece de cuentos, seguramente alguno de nosotros escribirá una buena historia- Celestina: por lo pronto yo me voy a dormir. Todos la siguen a la carpa ya que desde lo ocurrido con Claudia y Tito decidieron dormir todos juntos. Ya acostados en total oscuridad sienten ruidos que nunca antes habían escuchado- Juana: tengo miedo- Carlos (estrechándola contra su cuerpo) mi amor no debe ser nada. Todos de inmediato se quedan ensimis mados en el sueño.
En la mañana son despertados por un movimiento brusco que muy ligero los hace salir de la carpa, para ver una enorme pitón que al verla retroceden, la enorme culebra al estar muy inflada se mueve muy lentamente para verla desaparecer entre la vegetación- Javier es posible que el ruido que escuchamos anoche fue provocado por la pitón al estar devorando su presa- Juana: fue tan impresionante que me asuste- Celestina ( viéndose por un pequeño espejo y cepillándose los crespos) nunca antes escuche algo tan aterrador- Carlos: porque no cambiamos el tema y preparamos el desayuno- Juana: ven que te ayudo. Entre los dos calientan los únicos panes y hacen un chocolate que con hambre de prisa devoran- Javier: será que desarmo la carpa- Celestina: yo creo que como nos vamos a inspeccionar el interior de la cueva para que la desarmamos. Después de estar un momento relajados, con Javier al frente se internan, en el momento que el cerrado lugar se torna oscuro Carlos saca de su mochila la linterna, se la pasa a Juana que a la vez se la da a Celestina, que se la entrega a Javier que alumbra de tal forma que todos tengan una buena visión. Caminan para encontrar un pequeño río subterráneo que esta cubierto de suaves plantas fucsias, naranjas y de otros colores cálidos que le dan un aspecto casi sicodélico al agua, a la medida que avanzan la cueva se hace más angosta, pasan por una zona donde cuelgan de las paredes y de la cubierta millares murciélagos que varios de estos horrendos mamíferos pasa rozando sus cabezas. Las dos chicas desesperadas tratan de ahuyentar- los que al no lograrlo gritan- Carlos les dice: tranquilas que no hacen daño- Javier: simplemente no les pongan cuidado- Celestina: tienes razón. Caminan varias horas con la atención bien despierta- Juana: mis pies no dan más hasta cuándo vamos a caminar- Carlos yo creo que vale la pena hacer un esfuerzo más y andar hasta que podamos. Al caminar se presenta un lugar sorprendente como si hubiera hecho por las manos del hombre, una cámara enorme que los lleva por otras galerías de donde cuelgan estalagmitas y formaciones minerales que van de colores rojizos, a castaños y cafés. Estando en una de estas galerías observando tal belleza, primero escuchan un ruido ensordecedor acompañado de un eco impresio- nante, en lo inmediato se desprenden enormes rocas que al caer prácticamente entierran sus cuerpos.                Fin.         

             TODO POR UN DUELO
Claudina que es una muchacha con ciertas inquietudes artísticas, sale de clase de violonchelo siendo una tarde de un viernes lluvioso, va llevando sobre la espalda el estuche con respectivo instrumento, al avanzar unos pasos abre el paraguas para salir de la escuela de música de la casa de la cultura, atraviesa la vía donde pasa el bus municipal. Con objeto de ir a la calle Mariscal Fosch a ver con quien de sus amigos se puede encontrar, estando caminando por el corredor de cemento viendo la niebla que lo cubre todo, pero a pesar de eso alcanza a distinguir uno que otro árbol. distraída alguien le toca la espalda y en el momento que se voltea se encuentra de frente con Alicia- Oye tu qué haces asustándome, acaso deseas que me muera- La amiga (exponiendo la sonrisa) simplemente te quiero contar algo que no sabes- Suéltala de una vez, ¿a ver que paso?- No sé si supiste de la muerte de Roberto- Ella (tomán- (dose la cara) como así, explícame- Ayer lo encontraron muerto en su propia cama- Como es posible si anteayer estuvimos hablando en el bar de siempre y se le veía lo más de bien- Que tristeza él era tan noble y siempre me acolitaba en todo- Si era un buen amigo y querido por sus amigos- Vamos al bar que seguramente encontramos a Flora y a Valentina- Bueno te acolito. Las dos caminan llevando la amargura de la tristeza, atraviesan con dificultad la avenida debido al lío del tráfico y al estar al otro lado al correr el aire frío de la Amazonas, lo sienten que tiemblan por esa misma circunstancia, pasan los diferentes almacenes- Alicia quieres que entremos a ver si tienen una película que Humberto me recomendó- De que film se trata- Deprisa deprisa de Carlos Saura- El mismo español de Ana y los lobos, de Mamá va cumplir cien años, de la caza- Exacta- mente de ese acreditado director de cine. Entran al ver que no hay nadie buscan la película que al encontrarla en la sección de cine español Alicia no duda en metérsela en la mochila otavaleña, es descubierta por la señora dueña del negocio- Que al ver el hecho le dice: déjeme ver que se metió en esa mochila- Ella con destreza mete la película en el enorme libro que lleva el cual saca con los lápices de dibujo- Ve que no tengo nada- Claudina: no somos ladronas- La señora (mostrando la ira) salgan de inmediato y que no las vuelva a ver por aquí de lo contrario llamare a la policía- Alicia: hasta luego cretina vieja- Salen, atraviesan la calle y al estar al otro lado al frente de un hostal- Alicia: vos siempre con tus locuras, como hiciste para esconder la película- Simplemente la metí entre el libro de dibujo- Eres una experta- La experiencia no se improvisa lo sé hacer muy bien- Eso me doy cuenta. Se ríen carcajeándose que los otros transeúntes se asustan, En el momento que dejan de reírse y de hablar llegan a la plazoleta Foch y avanzan una cuadra y al estar en frente del sitio predilecto entran para observar las diferentes mesas, en una de las últimas ven a Flora que erguida sobre la mesa llora desconsolada- Claudina (tocándole la espalda) mujer es una lástima la perdida de Roberto) No me jodas- Alicia ( acariciando la cabeza) tranquila que estamos para acompañarte en tu pena- Déjeme tranquila que este dolor solo es mío- Claudina: no te queremos dejar sola- En esas suena zamba pa ti de Santana- Alicia (mirando a Claudina) la música no ayuda que hacemos para que cambien la melodía- Espera que voy donde Gabriel él musí loco. Claudina se retira de donde están ellas y sin pestañar va a la barra donde al ver al muchacho encargado de la música le va musitando: Gabriel acolíteme, cambie de música debido a que mi amiga esta que se muere de la pena moral- Entonces que pongo- Los Redondos- Ya mismo los pongo- Ella regresa donde sus amigas encontrándolas abrazadas- Que bueno que reaccionaste- Porque te quedas callada?- No quiero hablar solo me gustaría escuchar la música que manda energía- Acaso no estás hablando…. Las tres se ríen formando un tumulto de risas. En esas un muchacho de otra mesa se viene al lugar donde están ellas- Las invito a bailar a una discoteca- Alicia: nosotras no somos de esos ambientes tan frívolos- No se hagan de rogar. Flora se levanta y lo empuja- No nos joda y váyase por donde vino- Alicia: así se habla- Claudina: aprovechen que tengo dinero para gastar. Se descuelga el violonchelo para ponerlo al lado de la mesa- Flora: me quiero emborrachar. En esas llega una de las chicas que atiende- Les traigo algo- Claudina: por favor tráiganos tres cervezas de litro- En seguida- Alicia (viendo el despeluque de Flora) Te veo mejor que cuando llegamos, como murió Roberto- Imagínense que lo encontraron al medio día en su cama muerto- Claudina: ¿pero sabes por qué razón? - Según los médicos que le hicieron la autopsia fue un paro cardiaco- Alicia: no le pongamos morbo a la muerte de nuestro amigo- Flora: fue el amor de mi vida, ahora que voy hacer sin él. Vuelve a lagrimear y golpea sobre la mesa. En esas llega la misma chica trayendo las cervezas- Que pasa por qué tanta lagrima y cuál es el escándalo … Flora: no ves que de repente se murió mi novio- El tonto de Roberto, ese cretino al cual una noche lo lleve a mi cama. Alicia: impulsivamente se para y la toma del cabello, para que el muchacho de la barra salga en su defensa y la empuje, Pero Claudina al pararse lo patea, que va a dar contra una de las mesas regando el contenido de una botella. Un gringo se para con tanta rabia que le acierta una cachetada que cae inmediatamente al suelo, pero en esas Alicia toma la botella y se la tira al gringo que de inmediato sangra. En esas se arma tremendo zafarrancho que comienza a volar todo tipo de cosas inclusive los asientos, que un vecino al ver el quilombo llama a la policía que al momento acude y para la cuestión llevándose al hombre del bar, al gringo y a otros dos hombres presos. Esto hace que las tres recojan sus cosas y cargando con las cervezas salgan del estableci- miento- Alicia (viendo a su amiga que tiene amoratado el rostro) que tipa más idiota, estoy seguro que nunca se acostó con Roberto- Claudina: con esa mozalbete quien se va a costar- Flora: únicamente con él estúpido del dueño. Luego que estallan de la risa- Flora: propongan que hacemos? Alicia: que chica ahora ella es la animada- Claudina: sentémonos en esta silla y acabamos con la cerveza. Se toman impulsiva- mente la cerveza conversando sobre el suceso del bar. Al acabar- Flora: yo propongo que Claudina interprete algo en honor de Robertico- Si lo voy hacer por él- Ella saca del estuche el instrumento que apoyando uno de sus pies en la banca muy inspirada toca algo de una belleza indescriptible, que inclusive un grupo de personas que pasa aplaude con mucho vigor. Al dar por terminado vuelve a poner el pie en el cemento y guarda cuidadosamente el violonchelo en su estuche- Ahora que hacemos?- Alicia: propongo que vamos al bar de los Beatles- Claudina (abrazando a Flora) que bueno por que conservo con migo el dinero ya que no nos cobraron las cervezas- Flora (desprendiéndose de Claudina) al ataque- Alicia acaso donde tienes el equino…- Flora: seguramen- te se perdió para no ver la pelea- Claudina (riéndose) no se perdió de nada. Las tres se vuelven a reír esta vez con más ganas, y muertas de la misma risa entran en el angosto lugar- Alicia vamos para atrás. En el momento que llegan a la última mesa encuentran sentado a Leopoldo que está con tres amigas y un amigo que de lo flaco pareciera que fuera a volar- Leopoldo (viendo la cara de Claudina) Que mierda te paso en la cara- Alicia: es que tuvimos un altercado por una mentira que nos dolió a las tres- Una chica morena: casi te parten la cara, mira como tienes de cerrado ese ojo- Ella: ya pasara, ahora me quiero divertir o al menos escuchar música. En el ambiente comienza a sonar revolución nueve¨ Leopoldo (esperando que termine el tema y voltea la cara en dirección de Flora) que le paso?, que me tiraron la honda que Roberto murió- Alicia (viendo a su amiga que repentinamente se pone a llorar) Una de las amigas, la rubia: Leopoldo eres un imprudente- Lo siento, que no se vuelva hablar del tema- Alicia: Leopoldo como así que no nos has presentado a tus amigas y al flaco- Leopoldo: Ella es Fernanda que cariñosamente le decimos Nanda, ella que es la morena se llama Gertrudis - Ella que es la peli colorada se llama Diana, y el flaco se llama Oscar- Este último yo creo que ya las había visto- Claudina más de una ocasión en la universidad y si no estoy mal en una fiesta- Gertrudis (agitando sus crespos negros) eso fue en la casa de los padres de Luís- Nanda: pero eso fue hace más de dos años-. Al mismo tiempo se escucha Let it Be- Alicia: veo que ustedes están tomando chelas. En el momento que se acerca el muchacho dueño del bar- Les traigo cervezas….- Flora (incorporándose) como adivino?- Porque supuse, ya vengo. En el instante aparece el mismo tipo trayendo las tres cervezas- Alicia: con esta sed brindemos por que no tengamos más líos- Diana: acaso que les sucedió- Tuvimos un enfrentamiento en el bar de Gabriel- Leopoldo: hay siempre se encuentran problemas, desde la última vez que vi como una chica no sé porque le tiro un botellazo a un tipo. Decidí no volver nunca más. Sus amigas ven Alicia y la aplauden- Claudina: ya sabes por qué. Todos se estremecen de la risa, en tal situación escuchan Help y retrospectivamente se le viene una imagen en la memoria a Flora que le recuerda el momento que se dieron el primer beso, ella pierde el sentido para caer al suelo. Todos se paran entre Leopoldo y el flaco la sacan- este último que hacemos con ella- Alicia: y si la sacamos para que tome aire- Diana: con este frío se nos tulle y ahí como hacemos- Claudina: esperen que pido agua- El muchacho del bar que la escucha en un pequeño balde le trae el líquido y un pañuelo, que ella con el cuidado requerido le refriega el rostro, en esas entra una corriente de aire helada y ella al reaccionar ve a Roberto entrar que de una se vuelve a desmayar- Leopoldo (tocándole el rostro helado) no será mejor llevarla al hospital- Claudina pero como hacemos que no tenemos dinero- Diana: yo tengo mi automóvil parqueado a una cuadra de aquí, voy a traerlo aunque es prohibido pero quien me acompaña- Alicia (angustiada y casi llorando) yo voy- Claudina yo también. Salen las tres cruzando las otras mesas donde están varias personas conversando y tomando, en la calle caminan donde está el carro para que se suban y la chica peli colorada arranque pero un policía en una moto se les cruza- Claudina (abriendo la ventana saca la cabeza) señor oficial es que un amiga en aquel bar le dio un ataque, por favor déjenos pasar para así poderla recoger ya que urgentemente necesita ayuda médica- Pasen nomás. La chica pone justamente el vehículo en frente del bar, entre el flaco y Leopoldo al cargarla, la acuestan en la silla de atrás, para que la chica arranque a toda velocidad y se ponga en la Amazonas, que dé la desesperación se pasa el semáforo pero con tan mala fortuna que un automóvil bastante más grande las estrella, dan varias vueltas para que el auto se incendie y desaparezcan del ambiente. Fin.                                     
              
LOS FOTOGRAFOS
Irma Abelló de padre de Esmeraldas, aunque es supremamente blanca ya que su madre es de las alturas de Loja. Mientras el flojo de su novio duerme va manejando por una vía bien cimentada, pero con el problema de la niebla que solo la deja apreciar las líneas blancas de la carretera. Ella ve un restaurante donde se detiene ya que quiere tomar un buen café, trata de despertar a su novio el poeta pero este le responde con ronquidos, la tipa que sin importarle un comino se baja a pesar de la lluvia, que corre hasta el viejo establecimiento pero con la mala fortuna que está cerrado, que como vino va hacia el automóvil y se sube para manejar pensando que tiene que encontrar un lugar abierto, si no por el contrario se va a dormir. Con la dificulta de la espesa niebla avanza muy despacio guiada por las líneas blancas a la poca distancia alcanza a distinguir un lugar alumbrado con luces de neón, en el momento que llega estaciona el carro detrás de una camioneta y se baja para llegar corriendo al lugar donde entra, pero con el inconveniente que el restaurante es tan grande que no sabe dónde sentarse, se aviva y pasa las diferentes mesas para sentarse al lado de una pareja que se está besando, en esas de no se sabe de qué lugar o que nube viene una joven que al llegar le va palabreando: Quiere la carta- No, quisiera un café bien caliente para poder aplacar este frío- Ya se lo traigo- Ella elevada pensando que tienen que llegar lo antes posible para el matrimonio de su amiga Clara, ve a la pareja que se sigue besando con tremendo deseo. En el momento que la chica le trae el café que intenta tomarlo pero no le es posible ya que está demaciado caliente, espera que se enfrié viendo al muchacho que se arrodilla para besarle las piernas a la chica. Pero se pierde en sus recuerdos que la llevan de vuelta a Quito, intenta tomar el café pero al pasar el primer trago lo siente con tan mal gusto que no puede evitar de hacer mala cara, recuerda cuando estuvo en Colombia en la región cafetera donde siempre se tomó el mejor café, sobre todo el de un pueblo enclavado en la cordillera central llamado Salento, a la vez la hace recordar el lugar llamado Alegra donde comiera con su madre y que se tomó el mejor café que probara en toda su vida. En el momento que termina se sonríe al ver a la pareja tirada sobre el suelo que hace el amor. Al salir piensa que perjuicios y que ocho cuartos si debe ser rico y gracioso que lo encuentren a una haciendo amor en un restaurante. De un impulso llega hasta el carro y con la dificultad de la lluvia se sube para manejar como una autómata durante varias horas, al ver surgir el sol y la ciudad ante sus ojos. Toma la calle larga y se despierta Miguel - ¿Dónde estamos?- Idiota ya llegamos a Cuenca- Necesito que manejes debido que ya no puedo del cansancio. Ella detiene el automóvil y intercam- biando posiciones él toma el volante, acelera y vuelve sobre la misma avenida, dobla la calle que lo conduce al hotel Pichincha, pero al voltear la vista hacia su novia la ve completamente ausente en sus sueños- Irma despierte que llegamos al hotel. Pero al no reaccionar en lo más mínimo, decide estacionar, sale al andén para entrar en la vieja construcción y es recibido por el botones que lo mira con una mueca estúpida, lo guía a la recepción donde sorprende a una rubia que se pinta los labios- Esta que pena, mande- Necesito saber el precio de una habitación sencilla- No tenemos habitaciones en este momento- Él (pensando que mala suerte) gracias. Sale del lugar para volver al carro que de una lo saca del parqueadero y al ver la Pensión Anzuay parquea al frente de la vieja construcción. sintiendo hambre se baja, toca el viejo portón que en instantes sale una señora sonriente- Bienvenido a Cuenca- Usted es muy amable, pero lo que quiero saber si tiene una habitación para una pareja- Si claro que la hay, prefiere acá abajo o allá arriba- Nos gustan más los pisos superiores- Entonces vamos. Sube acompa- ñado de la señora por unas escaleras de baldosas a un corredor de piso de madera donde cuelgan imitaciones de pinturas religiosas, al abrir la señora la puerta. Él piensa será que esta señora no me despertara con un rezo o algo así, pero son suspendidos sus pensamientos por la señora- Le agrada?- Si está bien,¿ pero cuánto vale dormir aquí?- La suma de diez dólares- La tomamos. Bajan y el vuelve al carro donde trata de despertar decentemente a su novia pero no logra nada, que prefiere abrir el baúl extraer la maleta y subirla para dejarla en la habitación, al volver al auto insiste sutilmente varias veces para despertar a su amada pero solo logra que le responda algo incomprensible, que prefiere haciendo un esfuerzo alzarla y de esa manera la sube al segundo piso para meterla suavemente entre las cobijas. Él se sienta con algo de fatiga para que el hambre lo haga parar, cierre la puerta de la habitación y baja- (Gritando) señora. Pero en vez de ella aparece un viejo- Que se hizo la señora…- Se fue a misa- No sabe a dónde puedo encontrar un restaurante o un lugar donde me vendan un abundante desayuno- No sé nada de allá fuera por que en años no salgo de esta casa- Que vaina, chao. Sale y en la esquina encuentra para su fortuna el lugar donde se hace servir un abundante desayuno que repite. Muy lleno regresa para que el frío lo haga meterse entre las cobijas y abrazando a Irma sucumbe del sueño. La chica se despierta sin saber dónde está, mira las paredes y aparta de su cuerpo los brazos de Miguel el poeta. Piensa como fue que pude llegar a está cama, acaso vivo sin saber que hago, si es así estoy grave pero que hago. Sale tal cual como esta despelucada ya que no vive de las apariencias y por casualidad va al mismo restaurante se sienta en la misma silla, que comprueba al ver el lapicero de Miguel que alza dándole un beso. Ella le pregunta al señor- hace un rato no vino un hombre algo extraño- Sí que vino, pero hace cuanto que no se hace motilar- Montones. Se ríe con su risa que casi despide centellas- Ustedes sí que son de otro mundo- Será que somos del planeta de la alucinación- ¿Qué es eso?- Que va hacer si no eso que somos, como lucecitas- Que gente la que viene de Quito. Y se da la bendición- Me va atender sí o no….- Que quiere- Un desayuno con todo- Ya mismo se lo traigo. La señora se va pensando será que está también come igual. Al desayunar entre su alucine se acuerda que tiene que ir a la iglesia a tomar las fotografías, ya que se comprometió con su amiga Clara que de antemano la contrato creyendo en su responsabilidad. Al acabar pide otro café que quiere acompañar con un cigarrillo, pero al no tener casi lo arrebata de la mesa donde dos hombres hablan del trabajo del cuero, toma lentamente el café despidiendo el humo pensando que por fin se está tomando un café decenté, al acabar después de cancelar sale para presenciar a un grupo de humanos que lleva alzando un ataúd, sobresaliendo varias señoras con caras demacra- das que lloran al muerto, ella impresionada corre tanto que no puede detenerse ante la puerta con la cual se estrella para caerse de frente contra la madera de la puerta. Al abrir la puerta el viejo al no ver a nadie cierra- Quien toco la puerta, a ver que si hay fantasmas. La chica se restablece lentamente que aunque bastante afligida se logra parar completamente despelucada, vuelve a insistir con una de sus manos en la puerta, el anciano al abrir la puerta y al verla se imagina que sabe quién, ya que está vez el que se cae de espaldas es él- Ella (ayudándolo apararse) acaso que vio- Él viejo (asustadísimo) no me hable. Sale corriendo para meterse en lo que parece su cuarto. Ella alza los brazos como diciendo no me importa y sube para que al abrir encuentre leyendo a Miguel, al verla retira el libro colocándolo sobre la cama y ella le va dirigiéndole la palabra: Que hora es, seguramente debe ser tarde- Tú sabes que nunca uso reloj. Ella busca el reloj de bolsillo que le regalara hace tiempos su abuelo- Según este aparátelo son las cinco de la tarde- El famoso matricidio no es a las seis en la iglesia de San Francisco- Si, bañémonos juntos, intentan abrir el agua caliente pero al no encontrarla se meten en el agua fría que sale vaho de lo helada, los dos mutuamente se jabonean y se sacan rápidamente el jabón, se secan con la misma toalla para ponerse sus bluyines de siempre y en menos de nada están listos con sus respectivas gabardinas. Abren la puerta para salir, lentamente, bajan las escaleras que en el momento que salen se toman de la mano- Ella tengo sed- Vamos allá que hay un restaurante. Al llegar se sientan rodeando la única mesa desocupada- Ella se voltea y le aplica un beso con todas las ganas- Aquí encontré hace un rato el estilógrafo que te regale- Que bien entonces eso quiere decir que estuvimos aquí por separado- Exactamente eso ocurrió- El señor (pensando ni siguiera se peinaron) que les traigo- Ella: yo apetezco una soda- Él: a mí me trae un café bien espeso- Ya vengo. Al rato aparece con las dos bebidas que las acompaña cada uno con un cigarro y al terminar se paran- Irma (en el momento que están saliendo del lugar) tenemos que ir a la habitación a recoger el equipo de fotografía- Vamos. Golpean y les abre la señora- No me han pagado. Él saca de su bolsillo del pantalón los diez dólares, se los da para que suban a toda carrera y abren la puerta de la habitación para que ella de la maleta saca las dos cámaras y el trípode que se lo entrega a él con el objeto que lo lleve. Salen del mismo modo que entraron para abordar el pequeño auto, que él prende- Adonde queda la tal iglesia San Francisco- No tengo idea, preguntemos. Él hace que avance el auto y al ver a una señora que va con una niña, saca la cabeza por la ventana y le dice: Señora usted por casualidad sabe dónde queda la tal iglesia San Francisco- Esta: si voltea en la esquina la va a encontrar- Gracia. Hace virar el carro y al pasar una cuadra detiene el auto en frente de la iglesia y detrás de un vehículo, se bajan y aprovechan que las inmensa puerta está completamente abierta, con ese sentido de la cosa entran pisando un tapete de color rojizo, aprovechan que no hay nadie para planear como tienen que tomar las fotos. Ella viendo el altar muy lindamente decorado, instala el trípode delante tan solo unos metros de la entrada y él se coloca afuera a unos metros de la puerta. Esperan y en poco tiempo viene una caravana de varios automóviles, el primero se detiene para que se bajen la amiga y él padre de ella, al avanzar se toman de los hombros esperando que se bajen los demás, Miguel sin pérdida de tiempo desde diferentes ángulos y tomando diferentes posiciones va tomando las fotografías perfectas. Al llegar la gran familia todo poderosa, luego de saludarse van entrando, con esa imagen que empieza a cantar el coro, el poeta se agacha para que no lo vean y como un rayo se coloca al lado del altar, Irma colocando en el nivel preciso el trípode toma varias fotografías de frente y de perfil. En fila avanzan para que el padre le entregue al novio la novia que estando al frente el padre comienza la ceremonia para terminar poniéndole él novio el anillo y viceversa. Pero ellos capturan con sus respectivas cámaras cada instante. Terminada la ceremonia la pareja de fotógrafos rápidamente se vienen hacia la puerta donde vuelven a fotografiar a cada una de las familias, al salir la pareja es recibida con borbotones de arroz y serpentinas y ellos hacen exactamente lo mismo. Después que la pareja saluda a todos sus familiares la chica va al encuentro de su amiga que al estar de frente se abrazan dándose un beso en las respectivas mejillas- La chica (al oído de Irma) el compromiso es que tienen que ir a la fiesta a terminar de cumplir con el trabajo, además pueden comer lo que preparo Daniela que es una chef grandiosa, que es la hermana de Carlos ya mi marido y por supuesto tomarse unos traguitos- Entonces cuando se vayan los seguimos. Al rato al montarse todos en sus respectivos automóviles la caravana arranca tomando la carrera Presidente Cordero para doblar en la calle Manuel vega y se estaciona en frente de una mansión, donde parquean los diferentes autos. Y Miguel (indeciso) donde parqueo este maldito coche- Irma: allá hay un espacio- Ya mismo lo parqueo. Y se mete en el espacio para frenar. Salen con las cámaras y el trípode, entre la gente entran a la enorme casa para ver al mesero al cual ellos interceptan, pero en el momento que agarran las copas de vino el mesero se va de bruces haciendo un desastre- Irma: ¿a este que le paso?- Parece que de antemano ya se emborracho. Pero en el momento que sueltan las carcajadas los curiosos los miran con perjuicios- Él (al oído de ella) está gente de verdad que me produce nauseas- No vayas a vomitar que ahora comienza lo bueno. Entran por la sala a un enorme patio cubierto de donde se desprenden de las paredes diferentes especie de jarros de donde cuelgan bellas flores- Él poeta: que lujo, después de comer me armo un mariguano lo más grande que pueda- En esas un grupo de señoras les mira la pinta, una de ellas va diciendo: de donde salió esa gentuza. Irma lo toma de la mano cuando las ve- Sin temor alguno les responde: Viejas brujas si los perjuicios sirvieran para algo, las primeras que estuvieran tiradas sobre el suelo serian ustedes- El poeta: no nos metamos en problema, déjalas que digan lo que sea. Para que me voy a rebajar. En esas aparece una nena que él le hace caras y ella le responde haciendo otras- Irma: ¿nena cómo te llamas?- Soy Gabriela- Miguel eres muy linda- la niña (haciendo ojitos) gracias, pero vamos a la mesa que hay picadas- Irma: como no. Al llegar empiezan a comer y encuentran champaña que se lamen los labios- Irma: Empecemos a tomar fotos de todo lo que veamos- Primero a la princesa- Él con la agilidad necesaria le toma graciosas fotos, para separarse y tomar fotos de los novios, de la alegría de algunos, de la torta; entra a la sala para sorprender a una pareja que se acarician y se besan. Por lo tanto toman fotografías de todos los ángulos en las diferentes poses- Y el poeta sin importarle nada va diciendo: estas fotografías seguramente podrán servir para una revista porno, para eso están buenísimas. Una señora que lo escucha va maldiciéndolo, al rato se encuentra a Irma que está hablando con una desgreñada- Él (mirando a su compañera) quien es ella- La joven: soy Adriana la intemporal- Que bueno que te digan así, eso merece un brindis- Irma: entonces por qué no vamos- Toman de la mesa cada uno una copa que saborean para al terminarla hacer lo mismo una y otra vez- Miguel: ahora si estoy en mi salsa, esperen que armo algo hermoso ya regreso. Va al baño al estar ocupado le pregunta a una mujer que lo mira con ganas: donde hay otro baño que ya sabe lo que me está pasando- Yo creo que por allá, lo acompaño- Como quiera. Él pensando: está quiere que caguemos juntos y al llegar al baño él se adelanta entra y con la experiencia en menos de nada arma tremendo cigarrillo de barreta, al salir va Irma a su encuentro y la va diciendo al oído: lo hiciste- La misma chica hiciste lo que ibas hacer y en que ibas- En avión como el viejo Charlie- Ósea que ya lo pegaste…- Miguel: ¿qué crees?, pensé que en esta ciudad solamente existen santos, ya me doy dando cuenta que locos también, perdóname en tu caso loca- La chica le responde con una sonrisa: ya nos estamos equiparando- Que bien, así se habla- Entonces vamos a fumar- Pero le tengo que decir a mis amigas- vamos que las acolitamos. Vuelven al patio pero al no verlas piensa en alta voz: que se habrán hecho. Camina esquivando a varias señoras que la miran de pies a cabeza y al encontrarlas les va diciendo: líbrenme de esas señoras y vayámonos a fumar que si no tienes más yo tengo bastante aquí entre el bolso - Irma: entonces a donde vamos…- La chica: que tal en ese balcón- El poeta: Subamos. Toman unas anchas escaleras y la chica con las amigas los guían llevándolos a un cuarto- Va murmurando: aquí podemos fumar tranquilos. Él lo saca, lo prende y se da un par de extensas fumadas que se llena el pequeño recinto de humo; al pasárselo a Irma fuma intensamente, luego va a dar a los dedos de la chica que hace exactamente lo mismo. Así va de mano en mano para volver a donde el poeta que luego que se da el último plon bota la chichara. Irma no se resiste y lo toma para encontrar sus labios pero él se hecha para atrás, Ella al no querer nada sale corriendo escaleras abajo y por casualidad llega al enorme comedor donde ve a su amiga la recién casada entre la gente comiendo al lado de su conyugue, al darle un beso se sienta - Ella llamándola por su nombre de pilas: ven que te serví la comida. Ella se sienta al lado de ella, al rato llegar el poeta: La novia: dónde estabas? Espera que coma algo que estoy que me devoro y te cuento. Al pasarle Irma el plato servido y después de mandarse dos veces el tenedor- El poeta (sin escrúpulos) nos fuimos a fumar un barreto y pasando esto que estoy viendo- La otra chica de verdad que está adorable- La casada: déjense de cosas que yo soy libre que viva el amor es otra cosa. Todos se ríen a carcajadas- Una señora: no se dan cuenta que reírse cuando se está comiendo para nada es bueno para la digestión- Irma: ve, se salió de la copa de vino el genio- El poeta: tengan cuidado que en esta vida todo es posible. Siguen comiendo para dejar el plato vació y se levantan dejando a los recién casados – Irma: ahora estoy dispuesta a volver a fumar- No me alboroten, tranquilas que tengo más. Lo voy armar- Irma: pero aquí- Claro que aquí lo armo y mi amor me consigue algo para beber- Trato hecho. Ellas enseguida viene con varias copas de vino y al haberlo armado le entrega el barreto liado a Irma- luego agregándole a la cosa habla: ustedes están locas del totazo como van a fumar el mariguano aquí entre está gente- Irma: a esta hora ya bale huevo aquí lo prendo. Al prenderlo se lo van pasando que llenan el ambiente con el olor. De no se sabe de dónde viene un señor muy bien trajeado algo borracho- Que están fumando que huele extraño- La chica: que va hacer si no marihuana- No me dan a probar- Téngalo y fume. El señor al aspirarlo continua- mente pierde el rumbo y se tira al suelo llorando. En esas llegan varias personas- Una señora muy elegante va diciendo: que le paso a Héctor Balbu- ena- Irma: frescos que nada más fumo marihuana- Una señora: quien le dio esa cosa a mi marido- otra señora: más gorda quienes van hacer si no ellos- Un señor muy borracho tambaleándose: ya mismo traigo el revólver. Los tres impulsados por el susto salen corriendo para entrar a la cocina con la única intención, toma cada uno un par de botella de vino y de ese modo suben las escaleras, se meten en un cuarto y cierran la puerta para ver en el enorme baño una tina donde no dudan en despojarse de la ropa y meterse entre agua caliente donde toman vino, bailan se besan y volviendo al tema del vino se ríen de mil maneras quedándose como flotando de la embriagues.
Al despertarse por el frío del agua se calientan secándose con una enorme toalla, vistiéndose y se sientan en la cama tapándose con las mantas tomándose de apoco otra de las tantas botellas de vino. En esas sienten como abren la puerta que el temor los invade, por suerte es la pareja de recién casados los cuales traen cargando las cámaras y el trípode, que al poner sobre una pequeña mesa los objetos de fotografía, se sientan con ellos abrazán dose todos con entusiasmo y alegría.      Fin.                                                   

          UN VIAJE DE VACACIONES
Tencha Falques de padres ecuatorianos del Guayas, ella que se fue a vivir con sus padres siendo muy pequeños a España. Por lo tanto ella siempre quiso conocer el Ecuador ya que sus padres le comunicaron siempre la belleza del país. Tencha al terminar su quinto semestre de artes plásticas al tener una larga temporada de vacaciones, compra en una agencia de viajes un boleto de avión con destino a Quito. Después de un viaje largo, ya en el aeropuerto de Quito al sentir la ciudad decide esa misma noche ir en un taxi al terminar del sur, al llegar a dicho sitio de inmediato compra el tiquete para ir a Guayaquil. En instantes aborda el enorme bus que parte por la ruta de Sto. Domingo, Quevedo, para llegar finalmente a la ciudad del río Guayas donde se baja sintiendo la húmeda y el calor, lo primero que hace es después de recibir su mochila es entrar a una cafetería a donde se sienta y pide un jugo de mango con hielo que al tomarlo siente el frescor que invade su garganta, en esa comodidad saca de su mochila el libro sobre el Ecuador, donde ve las diferentes playas como no quiere una playa comercial deshecha a Salinas para decidirse por Montañita. Se levanta de donde está, al pagar sale para interceptar a la primera persona que se cruza por su andar- Ella viendo al muchacho y con su acento catalán le suelta lo siguiente: tú debes saber dónde puedo tomar el bus que va a Montañita- En la planta de abajo en un costado de este terminal se estacionan el bus- Gracias. Ella andando hace lo que le indicará el pelado y ve un viejo bus en el cual se monta al lado de una señora que huele terrible, como no está acostumbrada saca la cabeza por la ventanilla para vomitar el jugo de mango y otros comestibles que se comiera en el avión. En el momento que se llena el viejo aparato sale con dirección de una autopista para tomar la ruta de la playa, que los lleva a Montañita. Al parar el bus con su mochila busca un hostal y en el primero que encuentra sintiendo malestar toca y sale un gringo medio trabado- Quiero una habitación con ventilador- El gringo (viéndola que está muy buena) responde: le conviene una de arriba- Si lléveme por favor que no puedo con mi cuerpo- Si la veo muy pálida, pero así se ve muy guapa como será aliviada. Vamos por aquí. Suben las escaleras y en el corredor se encuentran una pareja que hablan en italiano, los dos se detienen para dejarlos seguir y el gringo con facilidad introduce la llave en la cerradura y entran en el cuarto- El gringo: le gusta- Si cuánto vale…- Nomás doce dólares- Ella de su canguro saca el fajo de billetes y le entrega un billete de veinte dolorosos, al cerrar la puerta prende el abanico y se acuesta tan larga como es. Al cerrar los ojos queda profundamente dormida, siendo despertada por el ruido proce- dente de la calle, que al entrar por la ventana se hace insoportable. Que aunque no se siente del todo bien prefiere levantarse, al lavarse la cara sale, andando siente la música que sale de los diferentes lugares, se aleja del muladar ruido con destino de la playa pero al ver que no hay nada camina por la calle paralela y caminando a la cuadra siguiente encuentra una cevichería- Ella se acuerda que su padre siempre le hablo del cebiche y haciéndosele agua la boca se sienta al lado de un grupo de nativos- Uno de ellos: que chica más rica. Pero ella se hace la que no entiende- Otro muchacho: no quiere sentar con nosotros- Ella le contesta en catalán que queda loco de la confusión y quedan más callados que un pez- En esas viene un negro todo gozón: Peladita le traigo un cebiche- Ella: claro, acaso a que vine- Lo tenemos grande, mediano y pequeño- Deme el más grande que tengo un hambre del demonio- Usted se ve que es de cuidado, seguramente sabe artes marciales- Si usted lo cree así, tal cual. El señor viene con tremendo plato con un cebiche que al ponerlo sobre la mesa ella no duda de empezarlo comerlo  lentamente sintiendo que le sube el ánimo y satisfecha sale después de pagar. Al no saber qué hacer, al ver una tienda compra una cerveza para tomársela sentada sobre la arena contemplando el mar. Se queda ensimismada perdida en sus reflexiones- Pero al sentir una mano que le roza la espalda se voltea para ver a un grupo de personas- Una chica (con asentó chileno) que turra- Que es eso?- No te hagas la desentendida- No nos regalas- Ella no fumo, ni meto nada ya que mi traba es el arte- Comprendo, te presento: a Paula, Eugenia, Yimi, Daniel y yo soy Viana- Tienes un asentó medio extraño- No ves que soy de chile y ellos son argentinos y el Yimi es de mi país- Viniste de viaje con ellos - No po vine sola a este locato- Y sus amigas…- las encontré anoche, si cachas- Si claro que lo comprendo. Ella se ríe- La chilena: Quien me acompaña a comprar unas cervezas- Yo no, porque no estoy para fiestas- Viana: que aguafiestas está gallega- No soy gallega nací aquí pero desde pequeña vivo en Cataluña- Daniel: para nosotros los argentinos todos los españoles son gallegos- Chao me marcho a descansar. Al volver al escuchar el ruido de la música y de la gente que habla prácticamente gritando decide volver a la playa donde encuentra a la misma gente- Viana: no te habías ido a dormir huevona…- Con esa música y el ruido quien duerme- Yimi: aquí a Montañita no se puede venir a dormir si no pierdes- No me dan de lo que están fumando- Eugenia agarra- Ella se da varias plones seguidos que termina tosiendo- Paula: che, se ve que es la primera vez- No te equivocas. Al rato todos se quedan en silencio, Tencha siente como si flotara, ve el cambio proporcional de las cosas y más cuando vuelve a mirar la palmera que viera antes de que se fuera. Piensa debe ser bueno pintar en este estado le daría un nuevo sentido a las imágenes pictóricas- Viana: me acompañan a comprar unas cervezas- Tencha: te acompaño- De una me caíste muy bien- Yo siento lo mismo, hasta cuando vas a estar aquí? Mañana me voy ya que quiero ir a otras playas ya que aquí todo el mundo anda desquiciado- Te vas sola- No con mis dos amigas argentinas- Me puedo ir con ustedes- Claro que sí. Llegan a la misma tienda que ella estuviera antes- Tencha: está ronda la pago yo. Al darle el señor las botellas, entre las dos las llevan donde están los amigos y se sientan sobre la arena a tomarse la cerveza que hablando las vacían- Viana: tengo sueño me voy a dormir. Todos se paran- Paula mañana nosotras nos vamos- Viana: la nueva amiga viene con nosotras- Eugenia: que bueno- Tencha: entonces en que horario nos vemos- Paula: a las ocho en ese restaurante ya que allí los desayunos son muy buenos y no son tan caros. Se despiden de beso para que ella vuelva al hostal del gringo y para poder dormir se coloca la almohada sobre la cabeza y así consigue conciliar el sueño.
Se despierta con los rayos del sol que le alumbran el rostro, decidida se baña y se viste llevando una bermuda, una camiseta que ella misma pintara y luego se peina. Sale llevando su pequeño equipaje y en el momento que enfoca con su mirada el restaurante ve a las tres chicas sentadas, Ella al aproximarse saluda de beso a sus nuevas amigas y se sienta- Viana: llegas un poco tarde pero te esperamos ya que nos caíste de maravilla- Si casi no logro despertarme debido que la noche fue fatal ya que por el ruido casi no pude dormir- Paula: acaso llegaste hace poco- Ayer mismo- Vianda: si cacharon, hay un desayuno especial que esta para morfarlo como dicen Pabla y Eugenia. Al llegar el señor- Deme un desayuno especial. Ella comiendo les dice: ustedes sí que llevan cosas- Paula no vez que venimos viajando más de un año y en este viaje nos hicimos artesanas para poder cubrir los gastos- Quiero que me enseñen lo que hacen- Viana: ya habrá tiempo. Al acabar se da cuenta que no tiene el canguro con ella y saca lo que tiene del bolsillo y paga- Chicas ya vuelvo que deje mi dinero en el hostal- Eugenia: que boluda- Viana: ojala que no le hayan robado el dinero- Paula: si lo dejo ya fue. Al rato llega con cara angustiada y les va diciendo: solo encontré tan solo una parte de mi dinero ya es tarde para lamentarse- Viana: al menos te dejaron una parte- Paula: con lo que tienes compras materiales y te pones hacer lo que más te guste o si no nosotras te enseñamos hacer artesanías- Ustedes son muy lindas ya me las arreglare- Paula: una más para el gran combo de desplatadas- Eugenia (mirando a sus amigas) nos vamos a dedo pero a las cuatro no nos van a llevar ni en pedo, lo mejor es que nos separemos- Tencha: pero quien se va con quien- Paula: yo me voy con vos y dejemos que ellas se vayan juntas. Pero para su sorpresa pasa una camioneta que las alza a las cuatro. Al montarse en la parte de atrás- Vaina va murmurando con su asentó chileno: a donde irá este amable señor. La camioneta va al próximo pueblo, para seguir el sentido norte y las lleva en varias horas hasta Puerto López. Que al bajarse ven el pueblo prefiriendo seguir por la ruta del Sol, caminan varios kilómetros deteniéndose en una gasolinera donde las toma otra camioneta, pero en un trayecto más bien corto las lleva al cabo San Mateo, donde acampan en la playa con los dos iglúes. Paula siendo una experta cocinera se encarga de hacer los pescados que les vendiera un pescador, que los acompaña con plátanos fritos, una ensalada de tomate y cebolla que acompañan con una gaseosa de naranja. Con todo listo sobre la arena negra, viendo el mar verdoso comen bendiciendo el alimento. Ya extenuadas se acuestan, con la desgracia que al subir la marea la carpa queda inundada completamente que bastante mojadas las despierta- Tencha: que pasa por qué tanta agua- Viana: el mar Pacifico es así sus mareas suben tanto que se vuelve imprevisible y peligroso, salgamos. Al subir el agua rápidamente que lo único que hacen es desarmar, tomar sus cosas todas mojadas y ponerse a salvo- Paula: aquí debemos buscar algo para refugiarnos de este viento húmedo. Caminan por lo que queda de la playa y lejos de la playa divisan un rancho abandonado, al llegar ven el lugar y que al limpiarlo descubren una serpiente que las cuatro quedan paralizadas del susto, viendo que se va por un orificio en la tierra- Tencha: nunca antes había visto una serpiente, que pánico ya que si muerde alguna de nosotras quien sabe si consigamos un antídoto. Con sogas cuelgan todas las prendas e inclusive las carpas para que se sequen ya en la noche con lo que encuentran hacen una sopa que les da el calor necesario para dormir.
En la mañana al ver que la marea bajo encuentran una extensa playa y aprovechan para meterse en el mar y nadan a sus anchas, al salir ven a unos pescadores y simplemente van donde están ellos ayudándolos a jalar la enorme red y regresan con varios pescados, que con cebolla y mucho limón hacen un cebiche que no dudan en comerlo y duermen con la panza llena.
Al otro día al ver que todo está seco, empaca cada una sus pertenencias y con sus mochilas salen a la carretera donde se demora que pase algo, pero un camión que va Manta las recoge, llevándolas a ese pequeño puerto donde se establecen en una playa bastante comercial y duermen en un hostal de una colombiana a un precio módico. Tencha: se dedica a hacerle a la gente caricaturas y las chicas venden bisutería que van haciendo en esas pasan un mes.
Las chicas al ver que están podridas del lugar una mañana deciden salir bastante morenas, en la carretera caminan varios kilómetros para establecerse en una estación de gasolina, sin problemas detienen una camioneta que las lleva por una ruta destapada a Bahía de Caráquez. A la llegada de la emblemática población, al entran en un negocio para comprar una bebida de dos litros, conocen a Martín un chico de Quito que sin titubeos las invita a su casa. Que está al frente de la bahía donde todas se instalan en un cuarto- Martín al ver la oportunidad llama a unos amigos que al escuchar el cuento de las amigas, se vienen para llegar al día siguiente a la pequeña ciudad balnearia. Al escuchar el timbre de la puerta la que abre es la catalana- El más alto de los dos: ¿está Martín?- Ya lo llamo. Ella va a la piscina donde esta él con sus tres amigas tomando el sol- Te necesitan en la puerta. Él se para de donde está y va a la puerta- Hola Carlos qué bueno que llegaron, sigan. Ellos del carro bajan una caja enorme y la llevan adentro para ponerla en la moderna cocina- Martín: vengan que les presento a mis amigas. Caminan a la piscina donde están las chicas bañándose- Martín: salgan de la piscina que les presento a mis amigos. Ellas hacen exactamente lo que él dijo y salen como mostran- do sus bellos cuerpos- Eugenia: donde esta Tencha? Martin: está preparando un cóctel con el ron que trajeron mis amigos. Muchachos ellas son: Paula, Eugenia, Viana y ellos se llaman Carlos, Pietro, Janini. Se saludan de besos- Janini (viendo las formas esculturales de la chilena que tiene un moño que sostiene su cabello negro azabache, que la hace ver aún más sensual de lo que es- Él: Vamos a festejar este encuentro. En esas llega la catalana trayendo una enorme bandeja con muchos vasos de mojito, todos sacan el suyo y ella pone la bandeja sobre la mesa de vidrio- Salud por la llegada de los amigos- Esperen que voy al cuarto de mis padres y pongo la música. En esas comienza a sonar el Gran Combo y todos bailan para que se vayan estableciendo las parejas- Pietro (que en verdad se llama Pedro) se mueve haciendo girar a la catalana que está encantada con el bailarín que tiene; Paula baila llevada de las manos por Carlos; Martín baila muy junto a Eugenia y la chilena que baila con Janini como una loca y sin dudarlo se saca la moña para que aparezca una bella melena. Terminado el tema suena Héctor Lavo y luego el grupo Niche- Paula (abrazada de Carlos) vamos a refrescarnos a la pileta- Tencha: espérenos que ya mismo vayamos a traer más mojito. Entre Pietro y ella recogen los vasos para que él lleve la bandeja, en la cocina sacan de la nevera más hielo y preparan en los mismos vasos el tan anhelado mojito. En un descuido él la toma de los brazos y la besa pero ella resbaladiza se le suelta- Vamos a la piscina- Pero primero te quiero abrazar- Si me coges- Ella corriendo se pone a dar vueltas a la cocina, en el momento que ella se dirige a la sala donde cuelgan enormes cuadros de Guayas Amín la atrapa y la besa tumbándola suavemente en el tapete, donde mete las manos en interior del brasier del biquini, encontrando las pequeñas senos que acaricia. Pero ella se rehúsa y al soltarse a toda carrera va a la cocina donde él con el cuidado requerido la vuelve a tomar, la besa y esta vez ella se entrega al deseo, con ese sentido se besan. Hasta que se sueltan y de una toman la bandeja y al ir cerca de la piscina reparten los tragos. En el momento que le entrega a Pietro el vaso de licor él la besa con tanto ímpetu que ella le responde de la misma manera. Al ver a todos en la piscina que hacen cada pareja a su forma el ritual del amor. Él la jala delicadamente y en esa intención la lleva al cuarto de los padres de Martín, la desviste como quien pinta un óleo y comienza a acariciar sus pies subiendo las manos por las rodillas, los muslos; para que encuentre una vez más los labios que al lamberse y chuparse, el empiece acariciarle las tetas que la excitan y ella con un movimiento lento hace que la penetre, para que en contorciones ella comience acelerar sus pulsaciones que la hacen estallar en lamentos y así encuentran un orgasmo increíble. Al quedar agotados se duermen para que en la mañana hagan exactamente lo mismo, que solo se despierten entrado el medio día por el hambre. Se ponen sus trajes de baño y al salir a la piscina no encuentran si no el despelote- Tencha: los otros donde están- Él dejémoslos que deben estar haciendo bellezas- Entonces vamos a la cocina. Al entrar encuentran durmiendo desnudos sobre el piso a Janini abrazado de la chilena- Tencha miramos que hay en la nevera. Al abrirla encuentran de todo- Ella será que con esos pescados hacemos una receta que hiciera con mi abuela, yo me encargo de freír lentamente los pescados y desmenuzarlos y tú te encargas de picar estas cebollas, los ajos, los pimientos y el tomate. Ya desmenuzado el pescado ella lo revuelve con lo que él pico y lo vuelve a sofreír en una gran olla que cuando ella considera que está listo le agrega cuatro tazas de arroz y lo revuelve para ponerle nueve pocillos de agua que cocina con toda la llama de la estufa y en el furor de la cocción le merma la llama para ponerle aliños y que termine de hacerse. El olor se impregna en toda la casa que de apoco hace que aparezcan y que se despierten Janini y Viana- Paula: que olor- La catalana: hicimos con mi nuevo amor este plato que me lo enseño hacer mi abuela- Martín: está mujer es una pilosa. Todos sirven para poner los platos sobre la mesa y comer cómodamente sentados, que al terminar todos aplauden que hacen que la catalana se ponga colorada y sigan la flecha hasta altas horas de la noche.
Al otro día entrada la tarde los chicos salen en el auto para regresar a sus compromisos en Quito, las chicas a tomar carretera donde sin inconvenientes se montan en la parte trasera de un camión y lleguen dormidas a Muisne, el conductor tiene que despertarlas. Estando en las cabañas se dedican al mar y al trabajo. Que al tenerse que ir Tencha, les deja a las tres amigas sus pequeñas pinturas ya que se cumplieron sus vacaciones. Regresa a Quito para tomar el avión a Barcelona, donde pasado un mes al sentir malestares y mareos al ir al hospital confirma su embarazo que desde el primer mareo ya presintió.          Fin.                                                             
                                          
                   EN COMA
Claudio se despierta, lo primero que hace es abrir la ventana y de una se manifiesta la luz que ilumina todo el cuarto. Sin titubeó se mete al baño para quitarse su pijama de rayas, se mete en la ducha de agua caliente que el vapor se apodera del baño y no sale hasta que el agua se enfría. Con la toalla se seca y se viste con ropa liviana. Ya listo golpea en la puerta del cuarto de Sandra con quien con parte el apartamento, se despereza- Buenos días Federico ya te vas al periódico- No, tengo tiempo de sobra. Anoche te llano Laura- Que dijo esa loca…- Que te espera esta noche en su casa- Gracias- Quieres que te haga el desayuno- No gracias porque que de desayunar con Marcia. Él se prepara con varias frutas lo que se le podría llamar una ensalada de frutas, al ver que su amiga no viene, decide comerse la ensalada de frutas en poco tiempo se la come y sale mirando el río Tomabamba, toma la av. Fray Vicente Solano sobre la cual canina varias cuadras para llegar al periódico La voz del pueblo, sube a la segunda planta para ordenar los diferentes sucesos en esas se le va el día. Algo cansado sale en el momento que está oscureciendo tomando la misma avenida de regreso, pasa por el puente en dirección del centro, se saluda con el vecino del mismo piso, toma la calle Benigno Mano, camina viendo de un lado la catedral y en el otro lado el parque Calderón. Para que en la próxima esquina al entrar al viejo edificio de construcción republicana se encuentra con su amiga Marcia que luce una atrevida minifalda- Ella (mirándolo su flacura) te vez terrible, almorzaste- No tuve tiempo- No tienes hambre- No para nada- Subamos al apartamento que te preparo algo bien rico para que comas- Está bien. Suben por el ascensor los cinco pisos y ella abre con la llave la puerta, al entrar aparece el lugar muy decorado con mucho gusto. Claudio: estos cuadros son nuevos, de donde los sacaste- Los pinto mi hermana, ella misma me los regalo- No sabía que tuvieras una hermana pintora- Si vive en Vilcabamba- ¿Desde hace mucho?- Relativamente si, un día de estos podemos ir a visitarla- Me encantaría conocerla. Mientras él lee, ella va a la cocina en menos de nada prepara unos fideos con salsa boloñesa, En el momento que sirve y pone sobre la pequeña mesa redonda los platos- Ella parada le dice: Claudio ven a comer. El deja el libro sobre el sofá, se acerca para sentarse a comer viéndola a ella- Como están las cosas en el diario- Complicadas porque desde que se fue Alberto me toca trabajar el doble- Tienes que hacer un cesé de actividades- Ahora es imposible- Te estas matando- Así me vez de mal- Para nada tienes buen semblante. Acaban de comer- Marcia: vamos a caminar- Excelente idea, vamos- Salen por la calle del edificio, doblan por la vía viendo las diferentes fachadas de las casas y llegan a la plaza San Sebastián donde se sientan en la banca de granito viendo como el viento agita las ramas de los dos únicos árboles y la construcción del museo arte moderno- Ella (rompiendo el silencio) Ya que estamos aquí vamos a ver una exposición de esculturas- Ve seme paso, iba a convidarte a lo mismo- Entremos que no es muy tarde. Cruzan la calle y entran a la mole del museo donde ven muy concentrados en las piezas hechas con reciclaje, van viendo una por una. En el momento que están viendo una enorme escultura armada con piezas de vehículos. El pierde el conocimiento y cae de un golpe al suelo- Marcia (angustiada) auxilio. En ese mismo momento vienen varios jóvenes y una muchacha, la cual está cursando medicina. Que le da masajes cardiacos- No se queden ahí parados llamen una ambulancia. Marcia corre y va a la oficina del director donde llama al hospital, en la brevedad se presenta la ambulancia de donde surge dos enfermeros y el medico entre los cuales sacan una camilla, con cuidado lo colocan dentro de está para meterlo en la ambulancia- Maura: yo voy con ustedes. Ella al entrar se coloca sentada viendo a él que de antemano le aplicaron oxígeno, pero que esta inconsciente. De último entra el médico para que el conductor encienda la sirena y ponga el vehículo en marcha, va a toda velocidad por la Doce de Abril al hospital. Ella se baja y ven que entre varios lo sacan de la camilla para que casi corriendo lo internen en urgencias. Ella impaciente camina de un lado hacia otro, en esas llega Sandra la hermana de él con cara angustiada- ¿Que le paso? - Lo único que sé, es que perdió el conocimiento- Ojala que no sea nada. Al rato aparece el médico. Las dos lo interrogan -que le paso?, ¿cuándo sabremos qué es lo que tiene?- este les contesta: No reacciona, tenemos que exami- narlo muy bien, y por ahora está en cuidados intensivos- Sandra angustiada: ¿Cuándo sabremos algo?- No sé cuánto tiempo nos pueden llevar estos exámenes, lo único que les puedo decir que está complicado- Sandra (mirando a la amiga de Claudio) llamamos a mis padres- Es mejor que no ya que él es muy aparte, además no sabemos que tiene. Más bien pensemos que hacemos- Yo me tengo que ir ya que mañana tengo mucho trabajo- Acaso que haces? Manejo una empresa de publicidad, y tú? -Soy profesora de español y literatura en la u. pero me puedo quedar por que mañana no tengo que dictar clases- Sandra (dándole un beso en la cara) yo me voy pero por favor cualquier novedad infórmame- Cuál es tu teléfono- Es este. Lo apunta, al verla salir ella se sienta pensado lo lindo que es su amigo, y recordando todo lo que hicieron juntos, así pasan varías horas. En el momento que siente hambre se para, pero al ver al médico se le va encima- Por favor dígame que tiene- Tengo muy malas noticias: él ha sufrido un grave problema cerebral por esa razón está en coma- Donde lo tienen- En un lugar en observación- Puedo verlo? - Venga que la llevo. Entran en lo que parece una habitación, pero al verlo conectado con tremendos cables ella se toma con las dos manos la cabeza- Que es esto tan horrible- El medico: lo tenemos conectado porque de lo contrario moriría- Marcia: ustedes los médicos por que experimentan con la gente han perdido acaso la sensibilidad- Deje de criticar algo que no conoces- Me voy. Sale llorando.
Pasado varios meses Claudio sigue en estado vegetativo, una mañana que las dos lo van a ver planean algo al respecto. Estando en el hospital, ellas siguen a una enfermera para descubrir una especie de vestier, donde sale la enfermera vestida con ropa de calle que las saluda inocentemente. Ellas no dudan en entrar en ese sitio, para que cada una se cambie poniéndose un uniforme de los mismos, salen con ese disfraz para encontrar el lugar donde lo tienen vegetando, al entrar Marcia cierra la puerta poniéndole el seguro y entre las dos lo desconectan sintiendo que él les agradece.
                      Fin.                                                     
                                              
      AL NO ENCONTRAR A UN AMIGO
Siendo las doce del mediodía Jaime llega de Colombia, haciendo una pequeña estación en Loja y llega a Vilcavanba, a buscar a un amigo para que lo conecte con un chamán. Piensa que tiene que dejar su moral en alguna parte, al ver una tienda habla con la señora y ella muy amable le guarda sus pertenencias. Ya libre de peso va al hostal del mismo nombre del pueblo, toca la puerta y le abre una señora- Él: usted no conoce por casualidad a un colombiano llamado Pablo? Si él estuvo hace tres días por acá haciendo unos arreglos de carpintería- Él (pensando desde cuando pablo es carpintero) ¿cómo es de constitución física? Es bajo y tiene nariz bastante pronunciada- No es el mismo gracias- Es el único Pablo que conozco - No es el amigo que estoy buscando, sabe dónde encuentro otros hostales- Si voltea a la derecha en esa cuadra encontrara el hostal Pueblo nuevo y en esa misma cuadra al frente hallara el hostal Rosa- Gracias. Sale y dobla como la señora le dijo y al avanzar una cuadra encuentra el hostal donde sobre sale un amplio balcón- El mira el letrero que coincide con el primer nombre que la señora le diera, toca la puerta- Y un muchacho- En que lo puedo atender…- Usted conoce a un colombiano llamado Pablo?- No porque soy nuevo en este pueblo, pero entre y hable con alguno de los dueños. Entra y es guiado por el muchacho a una enorme sala donde un grupo de niños ven televisión, a su encuentro sale una señora- En que le puedo servir?- Es que estoy buscando a un amigo colombiano llamado Pablo- Ella (pasándose la mano por la cara) En este pueblo hay dos colombinos con ese mismo nombre, el primero es carpintero, y el segundo es antropólogo o algo por el estilo- estoy buscando al segundo donde cree usted que lo puedo encontrar?- por lo que escuchado parece que vive en la pensión Rosa con una gringa- Gracias. Sale por donde vino y al pasar la calle ve la pensión, que al no haber timbre grita: Pablo- Pablo. En primera instancia escucha el ladrido de un perro y después al abrirse la puerta aparece una joven con rostro de indígena- Mande- Estoy buscando a Pablo…- Él se fue con la gringa a Colombia hace más de quince días- Lo buscaba a él gracias. Él piensa como así que Pablo se volvió a Colombia, bueno ya esta es mejor que me haga un buen mercado y que yo mismo busque el San Pedro. Va a la tienda y ahí mismo se proporciona todo lo que cree para pasar varios días, al recoger en la tienda su morral, sale por una carretera destapada viendo un paisaje algo seco, para empezar a caminar al lado del río Yambala, anda varios kilómetros a un lugar donde ve varias colinas, al ver un cerco de alambre de púas lo pasa por encima y camina subiendo por un riscó hasta una explanada donde arma su carpa canadiense. Con hambre decide buscar leña andando encuentra varias ramas caídas de un árbol, las cuales haciendo un esfuerzo logra partirlas y las coloca de tal forma que a pesar de la húmeda de las ramas logra con la ayuda de una vela prender la fogata, haciendo que el humo se alborote y salga en dirección del río que hace que el viento lo lleve bastante lejos. Al ver el humo una muchacha que intenta meditar, desiste de sus propósitos y sin pensarlo sale haber de donde viene el humo. No le importa atravesar el río que al subir por la montaña unos metros más arriba, en la distancia descubre la canadiense y al muchacho, que al verlo piensa ¿quién será?, si aquí nunca viene nadie. Camina bordeando la montaña y llega ante Jaime, que al verla en primera instancia se asusta, pero al mirarla con detenimiento sus cabellos rubios que le bajan un poco más de su espalda donde sobresale su rostro bastante redondo y unos ojos algo pronunciados muy azules- Él (con cara de extrañeza) de dónde vienes?- Ella (con su asentó anglo sajón) del terreno que compre- Que bien, lo compraste con alguien más? Si claro, con dos familias y un amigo; los tres son gringos como yo y los otros son ítalo americanos los cuales se dedican a las orquídeas- Que interesante- Tu eres Ecuatoriano- No vine de Colombia a buscar a un amigo, pero creo que nos cruzamos por lo que me dijo alguien él se fue a Colombia. Lo quería contactar ya que él conoce un chamán que posiblemente sabe del San Pedro- Quieres hacer una toma?- Si a eso vine- Mi amiga Martha suele preparar, no sé si tenga en este momento- Que bueno sería tomar, no te vayas que con estas brazas quiero asar estas presas de pollo. Las atraviesa con un palo para ponerlas sobre la braza, que él va moviendo con el objetivo que se asen parejas, en el momento que consideran que están lista les agrega sal y las comparte con ella- Jaime: que piensan hacer con el terreno- Mis amigos ya construyeron cada uno sus respectivas viviendas, yo quiero hacerme la mía- Si quiere te ayudo- Tienes tiempo?- El tiempo es completamente mío, puedo disponerlo cómo me plazca- Si quieres puedes poner la carpa en mi terreno- Espera que la desarme. Entre los dos la desarman para doblarla y ponerla en el estuche, el mete lo que sacara entre su morral. Ya listos caminan bordeando el río que andando sobre unas piedras lo atraviesan sin problema, para llegar al sitio de la muchacha donde en un solo punto esta desparramada la madera, la guadua y al lado están dos enorme iglús- Él veo que hiciste una huerta, yo creo que es bueno que la cerquemos bien para protegerla de los animales. Debes tener herramientas- Espera que las saque del iglú. Ella entra y las saca- Que buenas herramientas, pero para abrir los huecos tienes un piolín- Míralo entre esas maderas. Él va y lo trae- Hagamos una cosa vos con un metro vas marcando cada metro y yo con el piolín marco donde debemos abrir los hoyos- Perfecto. Luego de la medición, él empieza un primero y va abriendo los huecos que al terminar se acuesta sobre el pasto a descansar- Eres muy eficiente- Claro que lo soy, pero ahora estoy mamado- Quieres tomar un té de manzanilla- Que bueno sería. Ella va a la mesa que hiciera con retablos de madera y del termo vierte parte del líquido en dos pocillos. Él cambia de posición y se sienta, ella hace lo mismo- Ella: ¿cómo te llamas?- Jaime o dime como quieras que no importa el nombre si no la esencia de lo que somos, eso es lo que vale- Yo soy- Él (interrumpiéndola) no me digas cómo te llamas, ni que has hecho con tu vida que con verte me basta. Entonces como me vas a llamar? Ya se me ocurrirá algo que te identifique con lo que eres, pero para eso necesito conocerte más- Me gusta así. Al atardecer se acuesta apoyados de tal forma que sienten sus pulsaciones, ven como el sol se mete entre las montañas dejando las nubes tinte de colores cálidos, que de apoco se van desvaneciendo para quedarse dormidos sin mirar a las estrellas. Pero al invadirlos el frío abren los ojos- Ella que cielo más estrellado- Que tal este cielo en un viaje de San Pedro- Me acuerdo hace dos meses atrás que tome con Martha y Glen sentía que cada estrella tenía un sonido propio, que hubo un momento que se juntaron todos los sonidos que escuche una larga sinfonía- Que maravilloso, que envía más sana que poseo porque yo nunca escuche algo ni parecido- Lo mejor que todos los que estábamos ahí en ese momento lo sentimos de igual forma- Alucinante- Tienes hambre- Si no lo mencionas no me acuerdo. Terminan riéndose a carcajada explosivas- Me acompañas y prendemos la lámpara de petróleo- Magnifica idea- Vamos a la mesa. Van donde se encuentra y sobre el entablado hallan la lámpara que ella con una cerilla enciende iluminando la mesa, él se sienta entonando un poema que describe al cosmos, al mundo del arte que es la belleza sensible- Ella ( fabricando unos emparedados) que lindo poema- No te sabes más- No porque lo improvise y escribí un montón en varios cuadernos pero una vez que estaba acampando cerca de un río se creció y se llevó todo lo que tenía en ese momento- Que lastima, me imagino que te invadió la tristeza- Ninguna lástima porque eso no sucedió y los tengo aquí en mi morral- Entonces ya veo que me puedes repetir el que acabas de decir- No, ese sí que es complicado, es verdad que lo improvise- Toma estos emparedados para ti, que yo me como estos dos- Tienes algo para beber- Si te puedo dar un vaso de vino blanco- excelente. Comen y sosteniendo el vaso brindan cerrando los ojos. Al abrirlos toma un poco, ven el paso de una estrella fugaz- Él que fue eso tan impresionante- Una coincidencia- Que bueno que mi amigo se fue a Colombia, si no te hubiera conocido- Ella pero ojala este bien se lo merece, ya que nos permitió conocernos y le aplica un besito en la boca- Que fue eso, acaso otra estrella fugaz- Ven y siéntate más cerca- Encuentran sus labios que se fluctúan en repeticiones- Ella: tienes unos labios de cerezas- En verdad. Y se besan multiplicando el candor- Ella: vas a terminar con los emparedados- Por supuesto, que pan tan rico- Lo hizo mi vecino Pablo. Terminado con los tales se van a dormir al iglú de ella y sobre el colchón de agua.
Se despiertan con los cantos de los pájaros que acompañado en la distancia por el sonido de una flauta- Él (estrujándose los ojos) quien toca- mi vecino Pablo, ya te lo presentare él es tan lindo ya que es la persona más libre que conozco, antes que te conociera a vos- La libertad es el único trofeo que vale por todo lo de la tierra- Las palabras que dijiste son grandiosas. Se besan y multiplican las ansias del vivir. Salen viendo el sol en su plenitud para dirigirse cerca de la huerta a recoger frambuesas que ella prepara con yogur- El (comiendo) que delicia. Satisfechos, entre los dos con el serrucho con la misma medida cortan los palos que colocan entre los huecos, y ella sosteniendo las tablas él las clava encerrando la huerta, cansado él se introduce en la carpa y ella se pone a tejer pensando en los maravillosos de los días, pero es sorprendida por Martha- Hola como has cumplido mis consejos, como hiciste para encerrar la huerta sola- Con que ahí tenemos- Que? - No te hagas la loca, cuando me lo vas a presentar- A quién- Hazte la que no es contigo. Las dos se ríen y se abrazan como dos niñas. Al separarse- Tienes San Pedrito preparado- Anoche preparamos con Glen, acaso no viste la llamarada que hicimos… No- ya se estas enamorada, a quién escondes en ese iglú- A la alucinación de mis sueños- Ah ya veo, vine a ver si me prestas tu colador por que el nuestro los niños jugado lo destrozaron- Tómalo que está en la mesa- Chao, acuérdate que esta noche es lo que sabemos - Si, no me olvidare. Al rato sale él y sin que ella se de cuenta la sorprende dándole un pico en la frente- veo que no has parado de tejer- Me entretiene muchísimo, vino mi amiga Martha para convidarnos está noche a un San Pedrito- Él (saltando) que chévere, quieres que prepare un arroz- Pero con que lo vas hacer?- Tienes verduras- Si, dentro de esa canasta las encontraras- Ya mismo me pongo en esa tarea- Que bueno por que no tengo ganas de cocinar- Tranquila sigue en tu labor. El del canasto saca acelgas, espinaca, cebolla, y un par de tomates lo cuales pica y los pone en la olla de barro, hace un fuego para que sin complicaciones ponga la olla sobre una pequeña parrilla que es sostenida por tres piedras, le agrega aceite y revuelve con la intención que se frite y cuando considera que está en su punto le agrega taza y media de arroz para ponerle el doble y un poco más de tazas de agua, cuando hierve le disminuye el fuego para que se haga lentamente. Ya listo el mismo sirve y va donde ella- (aplicándole un beso en la boca) Ya está listo el arroz- ella (parándose) vamos. Se sientan- Ella (al probar) esta riquísimo, como hiciste para que quedara con este sabor…- Con la maroma, el truquito, y la jugada- Habla serio. Se ríen y ella le propone un beso que se lamen los labios- Ella (sonriendo) no más besos a comer se dijo. Viéndose con ganas comen saboreando el arroz con las verduras que al terminar ella lo toma y lo besa para meter sus manos suaves entre la camiseta y lo acaricia de tal forma que él la empieza a desvestir botón por botón para con sumo cuidado sacarle la camisa y muestre sus bellos senos, que él lame como si fueran de miel y ella con delicadeza baja la mano por su miembro el cual frota para erguirlo, él excitado le saca lentamente el vaquero para que fluctúen en la intemperie las rubias piernas, ella le saca con ligereza el pantalón. Al quedar desnudos se dan un impetuoso abrazo, encuentran sus labios que con el movimiento de la sensualidad se estremecen, fluctúan sus cuerpos como si fuera un solo cuerpo que se integra y vuelan en un orgasmo que no tiene nombre. Lívidos de cansancio se acuestan sobre la abundante grama y al cerrar los ojos sienten las pulsaciones de la tierra. Pasados varios momentos por los rayos del sol que ardiendo se despiertan- Ella que sol mira como estoy de quemada- Si estas ardida es mejor que nos bañemos y nos vistamos- Ella (con cara de sufrimiento) vamos por este otro lado. Encuentran después de atravesar toda una arboleda un nacimiento que viene de la montaña, entre una enorme guadua el agua baja en un enorme chorro. Sosteniéndose mutuamente se meten dentro del chorro, sintiendo ella un alivio que refresca su cuerpo- Que deliciosa que está el agua- Si es una ricura más con este sol. Dejan que sus cuerpos se relajen y al escuchar el grito de unos niños salen- Ella seguramente son los niños de Glen y Martha que son supremamente traviesos. En esas una mujercita (que está escondida detrás del trocó de un árbol, cantando) cara de flor tiene novio, uno, dos y tres con el cual se bañan desnudos- detrás de otro tronco unas voces algo chillonas a las una, a las seis, a las veinte cara de tomate tiene otro tomate- Ella salgan niños, si no de lo contrario no hay torta. Los dos niños y la niña llegan corriendo y la toman por los pies- Ella (agachándose para abrazar a los niños) Ellos son Felipe, Dari y Ganya- Yo soy como me quieran decir- El más pequeño Dari acaso ese es su nombre. Todos se ríen- Felipe: es que no tiene nombre- Ganya: no es que no tenga, más bien tiene muchos que no sabe cuál decir. Se vuelven a reír- La chica (al oído de Ganya) no le vayan a decir el mío- Ella: le dice lo que le dijo ella a sus dos hermanos y todos sonríen- Felipe (alborotando sus cabellos) Martha dijo que antes de la puesta de sol vengan a la casa- La chica si esperan que nos vistamos vamos. Sin secarse se ponen sus mismas ropas- Ella esperen que voy al iglú por el saco de dormir. Ella (ya con el saco en su espalda) ahora si vamos. Caminan entre la hierba viendo enormes cactus de San Pedro que al iluminarlos el sol se ven brillantes, luego de pasar una cañada ven una casa muy rustica de guadua- Ella (con gracia moviendo su cabello y dirigiéndole la mirada) está es la casa de Pablo- Él: esta buenísima. Pasando un grupo de sauces abren una pequeña puerta de tablas y al caminar entre arbustos de coca y algunos frutales llegan en frente de la casa de adobe, aun lado ven a la familia y a un rubio que está armando la fogata- Al verlos se saludan- Ella les presento a mi amigo árbol. Los niños se ríen- Ellos son Martha, Glen y el que está haciendo la fogata es Pablo- Ola- Marta: he hecho una torta como preámbulo de la ceremonia, por favor Ganya tráela. Glen: por que entre todos no llevamos las sillas y hacemos con estas un circulo alrededor de la fogata. Todos ayudan en la operación y las disponen de ese modo para que todos se sienten. Al mismo tiempo reaparece Ganya que le reparte a cada uno un buen pedazo de torta, la cual todos se saborean para que entre su boca brote el sabor de naranja. Pablo al acabar de encender el fuego, saca de su mochila la flauta que empieza a interpretar, para que Glen al traer el tambor lo acompañe. El sol lentamente se esconde detrás de las montañas que al taparse comple- tamente, de a poco va apareciendo el color naranja que se convierte en rosado y muy rápido se desvanece para ver surgir las estrellas- Martha (observando a Ganya) dale la comida a los niños- Ya voy Marthica. Los niños desaparecen del contorno y Martha de una mesa pequeña al ver el enorme plato hondo saca con una cuchara la sustancia verdosa que parece chicle, la comienza a repartir entre los presentes- La chica del Árbol (mirándolo a él) que sea un buen viaje para todos. Todo queda en silencio y el sonido de la música los va envolviendo, al observar las estrellas ven a varias que caen más allá del horizonte. Comienzan a andar sus mentes en espejismos que cada uno a la vez, en un momento dado se desasocia en su percepción que le trasmite a cada uno imagines perfectas, pero diferentes unas de otras que se perfilan en sus visiones. Al dejar de tocar Pablo y Glen comienzan a sentir en su interior la música del cosmos que los traslada a otros lugares.  Fin.                 

            CUENTOS PERUANOS
                LA RETRATISTA
Flua como la llaman sus más íntimos amigos, después de estar trabajando en Tegucigalpa la capital de Honduras en una organización francesa, enseñándole a los niños un poco de las artes que ella estudio. Después de haber tenido un intercado que no vale la pena mencionar, con un disidente. Luego de estar varios meses en Centro América en dicha función decide con su poco dinero viajar, por diferentes partes de Colombia que al terminar su visa hace lo mismo en Ecuador para que en una noche de torrencial aguacero lleuque a Loja. Al bajarse del bus después de recibir su enorme mochila entra en la pequeña Terminal, se establece en una cafetería viendo atreves de una ventana el aguacero, como sabe que el café en estas tierras no es de lo mejor, pide un té que la misma señora le trae colocándolo sobre la pequeña mesa. Como la lluvia no cesa, saca de su mochila un largo cuaderno de dibujo y un carboncillo, se pone a dibujar  el lugar y a la gente exactamente como es, con los matices de las sombras logra un dibujo casi perfecto. Al ver que escampo termina el té, mete sus implementos de dibujo y alzando su pesada mochila se levanta, camina viendo a la gente, anda hasta llegar al parque Simón Bolívar donde se sienta a pesar del frió sobre una banca, se acuerda que tiene un pedazo de pizza el cual saca de su mochila para ingerirlo aunque está un poco dura y fría. Comiendo se le acercan unos inquietos muchachos- Uno que luce un gorro de alpaca le dice: de dónde vienes- De donde no vengo- Otro (con las manos cruzadas) de dónde eres?- De cualquier parte, ahora en este momento de Loja- Otro (que sobre su cuello lleva una bufanda de rayas y un sombrero hongo) No puedes ser de esta tierra- Ella (ella con un gesto de desaprobación) ¿por qué razón?- La única chica: porque simplemente no eres de aquí- Ella ni soy de acá ni soy de allá, solo poseo mi libertad- El muchacho del gorro (mirando al que luce la bufanda) de guíen es esa canción?- Flua: del mismo Facundo Cabral- La chica: ya está bueno nos vamos. Flua (haciendo un gesto) chao. Piensa donde podrá acampar y empieza la travesía y viendo el hospital se le ocurre que si encuentra un sitio por lo menos ahí estará segura, al ver a un costado del edificio un prado ahí mismo arma el iglú, a pesar del frío duerme tranquila pero ya tarde en la mañana un policía sacude la carpa y la despierta- Al salir- él oficial: no sabe que aquí no se puede acampar- No sabía, tranquilo que ya me voy. Ante los ojos del tipo saca su morral, desarma la carpa y la enrolla para ponerla en la parte de abajo de la enorme mochila- Ella (sonriendo) hasta nunca. Sale de los predios del hospital pensando que eligió bien el lugar para dormir y que tiene que hacer unas monedas. Al pasar la esquina ve la mejor opción el parque central, al llegar no duda en sacar los materiales necesarios para dibujar, el caballete armable y su silla del mismo sistema. Con un pedazo de caña pone el letrero: se hacen retratos. Al verla lo diestra que es para el dibujo, un señor muy elegante se acerca- Veo que usted señorita es muy buena para hacer retratos, necesito uno de mi hijo, otro de mi hija y dos más de mi señora- Tráigalos- No los puedo traer, es mejor que usted si quiere me acompaña a mi casa- Si acepta todo el trabajo por setenta dólares voy con usted y hago los retratos que usted dice- El tipo saca un royo de billetes, sin temor le entrega uno de cincuenta y otro de veinte- Tome- Espere un momento a que vuelva a poner todo en su lugar. Al estar lista entre los dos montan la mochila en la parte trasera del coche, los dos se montan en la parte delantera, el señor al arrancar el carro va tomando la carrera Bernardo Valdivieso, en la plaza de la Independencia voltea a mano derecha y al andar dos cuadras él hombre parquea el carro al frente de un pequeño edificio. Se bajan- El tipo de dónde vienes?- Ella (pensando ya comenzó el interrogatorio) de Tegucigalpa- Donde queda eso?- Que ignorancia en Honduras- Que dijo usted primero- Nada importante. Al entrar en el edificio él señor toca el timbre del ascensor, entran para que el aparato se detenga en el tercer piso y al entrar encuentre ella una lugar simple pero agradable con una buena decoración- La señora (viendo a Flua) con guíen vienes- Ella es una retratista que quiero que tú y los muchachos posen. Pero primero tráele a la chica bebida y de esas galletas que compramos en Cuenca- Siéntese. Ella se sienta poniéndose lo más cómoda y al rato la señora le trae en un pequeña bandeja una gaseosa y un plato con galletas surtidas- El señor (sentado al frente) Como se llama el lugar de dónde vienes- Tegucigalpa- Que hacia ahí?- Trabajaba con niños como maestra- Que bueno entonces es docente- Ella cuando me toca. Para no hablar ella rápidamente le da mate a las dos cuestiones. La señora como me pongo- Como quiera pero alce la cabeza. Ella con la maestría necesaria, con agilidad en su mano hace un exacto retrato de la señora- La señora (al verlo terminado) me encanto, usted es muy ducha para hacer retratos- Él marido quiero otro que salga la puerta- Flua (pensando será que ya la va echar y se ríe mostrando los dientes) La señora de que se ríe- De nada importante. Trazando el croquis de la puerta le hace un perfecto retrato- El señor: excelente ya que es la misma copia de ella- La chica: ¿dónde están los niños?- La señora: en el cuarto segura- mente viendo televisión- El señor voy a llamarlos. Al minuto el regresa con la pareja de niños a los cuales en dos turnos les hace su respectivo retrato. El señor tome veinte dólares más porque de verdad que los merece- Me sirven, gracias por todo. Sale llevando su morral y en la calle toma un taxi que la lleva al Terminal, al bajarse el taxista le ayuda acomodar el morral y ella le paga con el billete de veinte dólares. Entra al terminal y ve a un muchacho que grita Sullana, Piura- Ella hace la pequeña cola y después de una pareja de extranjeros compra el boleto, luego de comprar una botella con agua mineralizada se sube al autobús, al tomar su puesto una chica extranjera se sienta a su lado- La chica: al verla tú no eres Flua- Ella (con cara aterrada) porque sabes de mi- Perdona no te preocupes yo soy amiga de Juan Carlos- Como …- Si tal cual- de Juan Carlos el filósofo- ¿De cuál filósofo?- De ese cabello rojizo y pecoso que trabajaba con vos con los niños allá en Ciudad de México. Ella se pone a pensar- Le contesta: no sabía que era filósofo, simplemente porque nunca me lo dijo- Estas segura que es el mismo- Claro que sí, mira está fotografía. Flua la observa detenidamente- Es de cuando fuimos a la playa, cómo está?- No sé ahora, pero por que va a estar mal si es un buen chico- No tan chico ya va cumplir cincuenta años- No parece –Si, se ve joven y es vital- Así es, donde lo viste la última vez?- En Bogotá- Definitivamente el mundo es pequeño- Es un pañuelo lleno de mocos. Al dejar de hablar el pequeño bus va entre una tierra muy seca levantando polvo y las dos se quedan dormidas pero son despertadas por un mutuo cabezazo- Flua (tocándose la cabeza) que golpe el que nos dimos- Si y durísimo. Ven un caserío de una pobreza paupérrima y a varios niños con sus enormes barrigas invadidas de gusanos- Flua: es detestable ver a gente que real mente viven en la miseria, mientras los estados no hacen nada para solucionar  el  hambre- Los políticos que parcial-
mente son corruptos no hacen nada y se llenan de dinero en merced de los que no tienen nada- Es injusto- Pero que podemos hacer nosotras ante eso?- Nada, nuestro trabajo es tratar de que otros vean lo que pasa, y tratar de colaborar con la humanidad- Así solamente somos humanistas y nada más. Al llegar a Suyana se sube tanta gente que el bus queda impregnado de un olor nace abundo, sin darse cuenta alguien que se sube le saca el bolso donde lleva el pasaporte y el dinero a la gringa y se baja a la salida del pueblo- La chica cómo te llamas?- Me dicen Flua y vos …- Yo soy Linda- Mucho gusto- Oye él bus no se detuvo en la frontera a sellar los pasaportes, y ahora que me toco me doy cuenta que me han robado mi bolso, que mierda allá llevaba gran parte de mi dinero y mi pasaporte. Ahora que voy hacer- Busquémoslo por si se ha caído. Lo buscan debajo del asiento sin lograr hallar ni el recuerdo- Flua: aquí en Perú siempre roban, una vez a una argentina que viajaba con su novio en pleno aeropuerto les pusieron una pistola y se llevaron todo dejándolos casi desnudos, lo sé porque llorando me contaron su mal rato y les ayude con lo que pude, cuando lleguemos vamos a la policía hacer la denuncia- Si servirá de algo- Lo dudo pero que más se puede hacer. Preocupadas llegan ya de noche a Piura y se bajan con un alboroto impresionante de gente. Las dos chicas recogen las mochilas y cruzan la calle donde ven un restaurante. Al entrar se sientan viendo hacia afuera el espectáculo de la gente, como se insultan por nada. Llega un muchacho- Flua: tiene cebiche- No, tenemos saltado con carne de res o pollo- Flua: cual prefieres- De pollo- Entonces tráiganos dos de pollo. Esperan calladas desesperadas de hambre, en esas se les pasa más de media hora- Flua: será que se olvidaron de nosotras. Al llegar el muchacho viene con una bandeja con dos platos y al verlo para nada higiénico solo se comen una parte- Linda: que porquería de comida- Asquerosa. Vamos a buscar algo donde dormir. Pasan al frente de varios lugares para nada recomendables y a dos cuadras encuentran un lugar limpio donde se alojan- Flua (recostada) No me aguanto más el hambre, voy a buscar al menos pan o lo que pueda hallar por ahí de comer- Voy con vos. Salen bajando las escaleras al salir de la calle se encuentran con un gentío aterrador, caminan determinando sus pasos que al ir más rápido, doblan gracias a la indicación de una muchacha y sin problemas encuentran la plaza de armas, ven la pequeña catedral y más adelante una solitaria cafetería- Flua: mira ese lugar que está prácticamente solo, vamos- Si lo pensamos dos veces de pronto se nos pierde. Se ríen, hiendo al lugar que de una entran ven a la pareja de extranjeros que estaban en el mismo bus. La chica al verlos les hace señas y ella ni cortas ni perezosas van hasta la mesa- Flua: hola- El hombre: siéntense. Las dos se sientan cada una en un extremo rodeando la mesa- La chica: en ese bus, en esa maldita ciudad donde se subieron tanta gente, me descuide y me robaron no sé cómo la riñonera- Flua: a mi amiga le robaron el bolso- Linda: son unos hijos de puta- El señor: con esta miseria que más hacen, no tienen otra opción- La chica: de acuerdo pero eso duele, a mi prácticamente me dañaron el viaje ya estoy pensando en volver dentro de poco- Linda: el bus nunca se detuvo para registrar los pasaportes- El señor: hasta ahora caigo en eso. Son interrumpidos por un muchacho que está de mesero- Buenas noches que quieren que les traiga- El señor: si no sabemos que hay como vamos a pedir- Ya les traigo una carta- Linda este país es un desastre- Flua: mañana si quiere nos encontramos aquí mismo para ir a emigración o a la policía para resolver el problema del visado- Ellos que tal a las diez de la mañana- Flua: yo mañana me quiero ir lo más temprano a Trujillo, entonces diría a las ocho- El señor (haciendo un gesto de afirmación) tiene razón, en esa hora está bien. Llega el mesero: aquí está la carta- Linda: yo quiero unos huevos revueltos- La chica y el señor a nosotros nos trae dos saltados con pollo- Flua: y a mí me trae un emparedado de queso y jamón- De tomar que quieren?- todos a la vez: Coca Cola- El señor: ¿ustedes de donde son? Flua: yo soy del país Vasco- Linda yo nací en Londres pero mis padres son de Murcia- Flua y ustedes de donde son y cómo se llaman? La chica: yo soy de Florencia me llamo Florencia- El señor soy romano y me llamo o me llaman Román, es fácil. Todos sueltan la carcajada incluyéndose él. Al rato al llegar el muchacho se estrella de frente con otro muchacho que viene de frente, volcando todo en el piso- Florencia (agarrándose la cabeza) lo que faltaba- Flua: quien sabe si vuelva, que desastre- Román: hoy no es nuestro día, es mejor que nos vayamos a costar- Linda: pero con está hambre quien duerme- Flua: pero pensándolo bien del muchacho no es la culpa, tal vez del otro que venía corriendo- Linda: esto parece una comedia, quien sabe que pasara …- Flua me gusta el humor de mi amiga- Román: que bien que me pudiera comer el humor por lo menos me llenaría con risa. El chico los sorprende porque no viene del mismo lado y va poniendo él pedido sobre la mesa- Él chico: perdón por la demora pero tuve un accidente con un desgraciado- Román: tranquilo que nosotros vimos como el otro pendejo se estrelló con vos. Comen en silencio y al terminar con los alimentos  entre todos pagan.
Al otro día la primera que se despierta es Flua que de un solo envión se baña, ya vestida llama a su amiga- Despierta que nos vamos- Linda (desemperezándose) ten un poco de paciencia- No, levántate que me quiero ir de esta horrible ciudad- Está bien. Malhumorada se mete al baño y se deja mojar por la ducha, saliendo escurriendo agua. Ya listas- Linda: será que dejamos aquí nuestras cosas- Que vamos a ir a la policía tan cargada. Salen y vuelven a la misma cafetería de la noche anterior, pero esta vez tienen que esperar y la pareja se presentan en el momento que ellas están masticando los huevos- Florencia: hola, buenos días- Flua: muy buenos días, que tal durmieron- Román (cagado de la risa) muy bien, pero yo no comprendo cuando abrí los ojos porque estaba Florencia en el piso- Ella si fue muy chistoso ya que no me explico en que momento me caí o si dormí toda la noche en el piso. Todos se ríen. Ellos piden lo mismo, exceptuando dos jugos de papaya. Ya satisfechos van a la policía diciéndoles un estúpido uniformado que tienen que volver a la frontera a sellar sus pasaportes- Román: usted pretende que volvamos para que nos vuelvan a robar- El oficial: eso no es problema mío- Florencia: para que sirve entonces la ley, si no es para proteger a los ciudadanos, más cuando son extranjeros- Él policía: hagan lo que quieran. Todos salen de la inspección con cara decepcionada- Flua: vayámonos de una para Trujillo- Román: pero si nos paran que decimos- Florencia: es mejor que hagamos lo que dijo el policía- Linda: yo esto de acuerdo- Flua: entonces chao. Se va con pasos apresurados al hostal, recoge la enorme mochila, en un taxi llega a la Terminal y en el primer bus que encuentra para Trujillo se monta. Ya con la comodidad requerida del momento cierra los ojos, el bus que avanza es detenido por un puesto de gendarmería- Un hombre uniformado (con cara de malo) muestren sus documentos, todos los pasajeros los van mostrando, en el momento que llega ante Flua ella al escucharlo no abre los ojos por nada del mundo- Él tipo (insistente con el dedo le hace duro en el hombro) otro policía déjela tranquila que debe estar enferma y todos los del bus comienzan a protestar que el oficial decide dejarla en paz. Al ver que el bus vuelve arrancar abre los ojos para ver el panorama del desolado desierto y ver a su lado a una señora que carga una niña, luego se queda en la oscuridad profundamente dormida y solo se despierta en el momento que el bus llega a la Terminal. Se baja ya con los primeros rayos del sol, con su mochila acuestas sale del lugar entrando en uno semejante donde se monta en un pequeño colectivo que va a Huanchaco que espera durante varios minutos a que se llene, al estar repleto el bus sale por la vía recta y al pasar por las ruinas arqueológicas Chan Chan llega el pequeño microbús a su destino. Se baja y lo primero que hace es buscar un hostal, le pregunta a un niño que juega canicas con otros de su misma edad- Él huambra: en la otra casa está el hotel de mi tía Gloria- Ella sacando un caramelo del bolcillo del pantalón se lo da y al darse vuelta lo ve feliz, camina por las calles de piedra para encontrar el pequeño hostal, toca la puerta que de inmediato abre la misma señora- Bien puede siga- Ella (mirando su esbeltez) dispone de alguna habitación- Si la única que tengo es arriba- Mucho mejor, que cuesta?- quince soles- Le puedo pagar en dólares- Claro, si es dinero- Venga que la llevo. Suben por unas escaleras viendo las paredes de un verde bastante descolorido y al llegar la señora abre la habitación que es estrecha pero está bastante limpia, deja la pesada mochila a un costado de la cama, de su canguro saca cinco dólares y la señora de inmediato le devuelve dos soles y medio. Al irse la señora, lo primero que hace es abrir la ventana para ver un alto muro y escuchar el romper de las olas. Se baña y se acuesta a dibujar algo que se imagina y al ver que es medio día. Pone sus cosas de dibujo sobre una mesa, se arregla el pelo rojizo y sale bajando por las escaleras, al ver una niña que salta movilizando una soga- Niña sabes dónde puedo hallar un restaurante- Los que se hospedan aquí van a un restaurante que queda más allá de la plaza, al estar ahí bajas y sobre la calle paralela a la playa está el restaurante de la comadre Liliana. Al darle las gracias le regala un confeti, sale caminando por donde le dijera la niña, al llegar ve la casa construida con paja y palos. De inmediato siente olor a pescado y al entrar se sienta rodeando una mesa precaria y alargada, al momento llega la señora que tiene puesto un delantal blanco, que muy amable le dice: Bienvenida a mi restaurante- Ella usted debe ser la señora Liliana- Usted trae la verdad, mucho gusto- Flua (saludándola de mano) el placer es mío, que tiene de comer- Tengo cebiche, arroz con mariscos, pescado con plátano y ensalada- Tráigame un cebiche pero bien abundante que tengo un hambre atrasada- No se preocupe que es suficiente, ya se lo traigo. Espera observando los dibujos con motivos del mar y todo lo que hay en el lugar, sus ojos se detienen en un cuadro marino donde sobresalen las canoas de totora. Ensimismada, es vuelta a la realidad por la señora que pone el plato con el cebiche sobre la mesa. Ella come con apetito y acaba satisfecha. Le paga y se despide de la señora con un apretón de manos, sale con dirección del mar que al tocar la arena con las zapatillas ve el verdor del océano, en la distancia las barcas de totora. Camina sobre la arena mojada muy compaginada con el paisaje marino, al darse la vuelta se encuentra la mirada dulce de un joven de pelo crespo, de ese modo encuentra sus labios y se estrechan con la alegría de un amor a primera vista- Él (intuyendo que generalmente la llaman por el sobrenombre) como te dicen- Flua, de ese modo me conocen mis amigos- Yo soy Pablo, que maravilla saber que existes- Vamos a caminar- Él claro- Espera me saco las zapatillas. Se agacha y se las saca, también hace lo mismo con las medias y queda a pie limpio- Estas más cómoda…- Y menos ridícula. Los dos se ríen para repetirse en besos- Él: eres muy linda y con guíen me quería encontrar- De veraz- No te miento, no sé si estoy soñando o si es algo de esta realidad que es alucinante- Tócame y te darás cuenta que soy parte de la tierra. La acaricia el rostro y salta alegremente, para empezar a caminar unidos por las manos, observando la mar sin darse cuenta caminan varias horas por la larga playa, ya extenuados se sientan- Flua: eres argentino?- Estas en lo cierto, soy de la provincia de Córdoba de un pueblito llamado la Puerta y tú? Del País Vasco de Basuri un pueblo cerca de Pamplona- Hace mucho que estas viajando- Voy a completar tres años, aquí llegue hoy y vos? -Salí de Argentina hace más o menos seis meses. Se quedan contemplándose para sentir como si se elevaran pero se despiertan del trance al ver que está oscureciendo- Ella no sientes frío…- Claro que lo siento- Entonces vamos. Caminan para encontrarse en la oscuridad y se guían por las luces del pueblo, al llegar sienten el cansancio que se separan, ella antes de ir al hotel encuentra una pequeña panadería donde se provee de pan caliente, de una botella de agua. Comiendo llega al hostal para así subir a la pequeña habitación y al dormirse se le vienen las imágenes de todo lo que vivió con él chico en la playa.
Se despierta sintiéndose sola, hace su aseo personal y sale con sus cosas de pintar con la intención de cómo puede encontrar gente para retratar, va a la placita pero al no ver ninguna posibilidad, va a la playa donde sortea con sus pies un largo muelle. Se dice a sí misma que este es el lugar y que es posible que venga Pablo, abre el caballete y se sienta a dibujar la vista que con sus ojos puede apreciar, agregándole otras cosas que se va imaginando y al terminar su dibujo alguien sin sexo fijo- Usted dibuja de maravilla, será que puede retratarnos a mí y mi novio?- Para eso estoy aquí- Espere que lo llamo. Al rato aparecen los dos maricas- Ella (mirando al que le dijo) el retrato lo quieren de a uno, o los dos en el mismo dibujo- El mismo homosexual: de las dos formas- hace sentar al otro, en un cerrar y abrir de ojos hace el retrato, lo mismo hace con los dos siguientes y al terminar viene una pareja que le piden salir los dos en el mismo retrato, los dibuja con la perspectiva del mar. Al irse la pareja el muelle queda solo, al determinar que es hora de comer alzando sus cosas vuelve al restaurante de Liliana- Que al verla- Porque está tan pálida?- Estoy pálida de verdad- Si quiere le presto un espejo para que se mire- Si usted lo dice, lo que tengo es hambre- Que quiere de comer?- Arroz con mariscos- De antemano yo preparo los diferentes platos, claro que están frescos ya se lo traigo. Al momento ella tiene su plato de mariscos que disfruta, como lo rico siempre se acaba rápido y más que satisfecha después de pagarle a la señora sale y sin demora vuelve al muelle para hacerse exactamente donde se hiciera en la mañana y logra retratar a varias personas aunque termina extenuada que decide ir a la playa, ya sobre la arena ve el mar que esta mas bravío que el día anterior, viendo las olas siente una mano- Hola Pablo, que te habías hecho- Estado trabajando en los restaurantes- Acaso eres chef o algo así?- De cocina se lo suficiente, aunque a veces lo hago prefiero por el tiempo comer en un restaurante, estado la mayoría del tiempo vendiendo mis poemarios- Acaso eres poeta? Claro ese es mi verdadero oficio- Que bueno por que combina con lo mío- Que haces? Hago retratos para poder sobrevivir- No tienes alguno? -Espera que saque la carpeta, míralos- Son buenísimos- Ya lo creo porque siempre me da resultado, no me vas a dar un beso. Él la toma y la besa y todo se vuelve un beso- Ella me da alegría de verte- Yo siento lo mismo, te he buscado pero como no te encontraba llegue a pensar que ya te habías ido, fui muy torpe al no decirte anoche cuando nos despedimos que vinieras con migo- Yo también lo pensé y esta mañana que me desperté me hiciste falta. Se abrazan y se besan pero son interrumpidos por que al chocar una inmensa ola con el muelle los moja- Flua va murmurando: como está el mar de picado, esta mañana que vine estaba muy tranquilo. Vamos a mi hotel- Pero antes vamos a la panadería a comprar pan y algo de líquido- Vamos. Caminan hasta la panadería donde compran lo dicho y tomados de la mano llegan ante la puerta del hostal. La señora les abre- diciéndoles: por dos la habitación vale el doble- Pero si es la misma cama- Eso no importa- Él que mala honda- Si no les gusta así pueden desalojar, pero eso si antes ella me paga esta noche debido que es mucho más del medio día- Ella: le pago esta noche por los dos, pero mañana antes del medio día me largo- Bien pueda aquí no necesitamos a nadie. Suben- Él que señora, mañana mismo te llevo a donde me estoy quedando, allá es otra honda ya que los que me alquilan son muy buena gente- Si llévame. Se acuestan y de inmediato entrelazados se quedan dormidos. 
Se despiertan antes de la hora del almuerzo, ella en par de volones arma su mochila y salen sin que la señora se dé cuenta. En la calle caminan en dirección del batallón del ejército, al subir por la ladera varias cuadras encuentran una edificación descolorida- donde el grita: Doña Ramona. Al rato les abre una viejita que viéndoos les murmura con su vocecita: bien puedan hijos sigan- Pablo le presento a mi novia Flua- La viejita como es que se llama- Yo soy Flua- Eso parece como algo del mar y los tres se ríen- Ya sé es una sirena, solo bromeo ya con los años estoy cada vez más chifles pero eso no me estresa- Flua: usted tiene buen sentido del humor- Que tal si no, a mis años ya estuviera bajo la tierra asuntando a alguien- Él: la mamita es un caso- La abuelita: pero excepcional. Y los tres vuelven a reír- Bueno me voy a mis quehaceres, por favor siéntanse en casa. Suben a un tercer nivel donde hay una especie de terraplén- Ella: que vista ya tendré tiempo de dibujarla- Él: tengo pescado quieres que prepare una buena cena- Ella: mientras haces de comer yo bajo a la tienda, compro algunas cosas y bebida. Sale para que al rato llegue cargando una bolsa y con una cerveza de litro- Grita Pablo. Él al escucharla baja corriendo y le abre la puerta- Viniste rápido- Si solamente era comprar estas cosas- Ven te ayudo al menos con la botella. Suben -Ella: huele de maravilla- Entra a la cocina- Él aquí no hay lujos pero hay todo lo necesario- Ella tomándolo de la espalda mientras él cocina- Este lugar me encanta ya que me siento muy bien y es muy pintoresco- Él mira sobre la mesa hay un destapador si quieres puedes ir destapando la cerveza. Ella hace lo indicado y llena dos vasos- Salud. A los minutos él pone dos platos con pescado y legumbres. Se sientan y comen mirándose mutuamente, al acabar entre los dos lavan los utensilios de cocina. Él enciende la radio, al sonar vieja salsa se ponen a bailar muy juntos y solo paran pasado la medianoche extenuados y sin pensarlo van a la cama. Pasan los días entre los retratos, la poesía, la playa, el amor y los sueños
Una mañana deciden irse a dedo a Cajamarca, al hacer la mochila salen despidiéndose de la pareja de viejitos- La anciana: no se olviden de nosotros- Ella (lagrimeando) nunca conocí viejitos más tiernos e hospitalarios- Ellos son únicos, que bellos personajes. Bajan la loma y al estar en la ruta ven una camioneta aunque está muy retirada ellos corren y le dan alcance- Ella nos puede llevar a Trujillo- Voy para Chiclayo- Ustedes exactamente hasta donde van- Ella a Cajamarca- Perfecto los dejo delante del pueblo Jequetepeque en el cruce- Él: no sabe cómo le agradecemos- Pero tienen que esperar que vengan mi mujer y mi hijo. Se trepan al platón y al rato se detiene un taxi de donde se baja la señora y un niño de unos cinco años, se montan y el señor hace que la camioneta arranque al llegar a Trujillo se baja el conductor y  da a ellos y la otra la comparte con su familia, toma la Panamericana pasando por San Pedro de Loc, y por el pueblo que él les dijo y los deja en un caserío donde está el famoso cruce, caminan hasta un restaurante donde se hacen servir un plato de cabrito que los dos comparten, listos y sin hambre esperan varias horas para que una volqueta les pare- Él chofer a donde van- Ella (sonriente) a Cajamarca- Móntense atrás en el platón. Viajan la noche entera, para protegerse del aire frío se tapan con sus sacos de dormir. Al llegar a la población se dan cuenta que están completamente untados de aceite quemado, al bajarse encuentran un económico hotel a pocas cuadras de la plaza de Armas y en la calle del Batán con Chancha Mayo. Lo primero que hacen botar la ropa en una bolsa y bañarse refregando cada uno el cuerpo del otro y con trabajo logra sacarse todo ese aceite. El primer día van por una muy buena carretera viendo potreros llenos de vacas lecheras y el bus donde van lo deja en la entrada de una ruta sin pavimentar, sufriendo el viento helado que remueve el polvo llegan a la pequeña loma donde están las pequeñas cuevas donde ella aprovecha a los turistas para hacerle retratos, y él les vende sus cuadernillos de poemas; al día siguiente van montaña arriba a los Baños del Inca donde alquilan una pileta cubierta que está con gravados Incas donde se aman, al llegar ya casi oscureciendo. En el momento que se despiertan- Flua (mirándolo acostado) tengo un presentimiento que paso algo con mi familia- Acaso que te estas imaginando- No aguanto esta incertidumbre voy a llamar. Sale cerrando la puerta y al salir del hostal enfrente encuentra un centro de telefonía, desde una cabina telefónica marca el número del domicilio de sus padres, le contesta su padre diciéndole que su madre está para morir. Ella sale desesperada y al llegar llorando abre la puerta del cuarto- Él (viéndola lagrimear) que pasa, porque estas llorando?- Ella maldita sea me tengo que ir ya que mi madre está muy enferma- Te vas a separar de mi- Me toca no tengo otra opción- Te extrañare- Yo también, pero nos volveremos a ver- Te amo- Yo lo mismo nunca antes sentí lo que me embarga ahora, ayúdame a ordenar mi mochila . Él le ayuda a poner todo dentro de la mochila y salen con destino del terminal, al llegar compran el boleto sin demora y al esperar el bus se besan de tal manera pero el bus por los altoparlantes es anunciado que Flua reacciona dándole un último beso, al colocarse la mochila prácticamente corriendo sale donde está estacionado el autobús, se sube sentándose ocupando un puesto de la ventana, ella ve a través del vidrio a su amigo que no para de llorar y llorando ve como Pablo va desapareciendo de la escena ya que el automotor se aleja.                                           
                                                       
            NO HAY RAZÓN DE SER
Este cuento, que aquí sobre este papel dejo la huella, ocurrió en la década del ochenta en la Guerra de Perú y Ecuador.
Camilo Zúñiga siendo de Cali, llega a Tumbes a la frontera en bus de una empresa ecuatoriana. Al bajarse como son no más que las cinco de la mañana, siente un frío húmedo que tiene que sacar de su morral la chaqueta, sale del Terminal si a este lugar se le puede denominar de este modo. Agiliza sus pies llevando sobre su espalda su mochila, atraviesa la avenida que esta simplemente llena de huecos y en pésimo estado, al único restaurante que ve en la zona.  Al sentarse sobre una vieja silla ocupando una de las tantas mesas pide a la señora un desayuno que en su debido momento va comiendo lentamente mientras ve la aurora. Ya en la claridad toma una moto taxi de tres ruedas la cual lo lleva a la emigración ecuatoriana, al llegar se entera que está cerrada, hace la cola detrás de tres sujetos y unas señoras. Al rato llegan un grupo de oficiales que uno de ellos con la llave abre la puerta de entrada, para que los otros empiezan a atender, ve que avanza pequeña cola. En el momento que le están sellando el pasaporte- Él policía con cara de odio le habla: usted va a ese país, tenga cuidado que lo pueden matar. Al volver al centro de la ciudad al hacer el cambio de Sucres a soles, se dan cuenta que lo quieren estafar y reclama logrando un cambio justo. Camina con dirección de la frontera, al pasar el puente hay una barricada de cada lado, sale custodiado para entrar al Perú de la misma forma. Que apenas se ríe del absurdo y busca una moto taxi que lo lleva varios kilómetros de la frontera en plena vía de Aguas Verdes, hace sellar la visa de entrada pero se da cuenta que el policía lo mira como el anterior del Ecuador y vuelve a reírse en la misma cara del hombre. Toma otra vez el mismo moto taxi que lo deja en la fea ciudad y comienza a averiguar en la larga avenida donde están ubicadas las diferentes empresas de buses, cual sale primero y con el precio más favorable. Prefiere Ormeño que lo deja en su propio terminal. Antes de montarse deja su equipaje, ve que lo meten en la bodega con las cosas de los demás, al entrar ocupa el puesto de la ventana y fresco debido al aire acondicionado ve como el bus arranca entre una vegetación tropical, viendo palmeras de coco, aislados cultivos de banano y plátano, en pocas horas el bus llega a la aridez del desierto y de noche el bus se detiene en la Terminal de Trujillo donde aprovecha para bajarse y comer algo, con la panza llena vuelve a ocupar su mismo puesto, a pesar del retraso del bus sale y rápidamente toma la carretera Pana- mericana. Él se duerme para despertarse en las cercanías de Lima, sin saber dónde está. El bus va cruzando calles, avenidas y a pesar del tráfico llega al Terminal de la calle Chipaca con av. Veintiocho de Julio, después de varias personas se baja.Ya con su mochila se dirige a la calle, apunta en su libreta la placa del taxi donde se monta, este coge la av. Arequipa para luego meterse, en la av Camaná y por último la Girón Junín donde se baja en frente del monasterio San Francisco con la mochila colgada de sus hombros, toca el timbre del hotel y un señor bastante canoso le abre la puerta- Siga por favor- Tiene alguna habitación- Tengo disponible la 203, 206 y 210- Por cábala deme la 206- Quiere que lo acompañe a la habitación- No hay necesidad ya que conozco este hotel creo que desde la otra vida, mentiras es que he venido tantas veces- Tome la llave. Sube escaleras arriba y en el pasillo de pared naranja encuentra la habitación, abre la ventana para ver el patio interior, se da una ducha y descansa. Ya más relajado sale a la sala y se sienta a leer un libro de poesía de César Vallejo, exactamente el poema La cólera, muy concentrado alguien le dice algo ininteligible, al voltear ve de pies a cabeza a su antigua amiga Liliana García la pintora- Él (parándose) como así que estas por aquí?- Tal cual- No lo dudo, pero sentémonos. Se sientan- Ella ( con la mano quitándose un pelo rubio de la frente) por qué razón estas aquí- Por ninguna razón, simplemente quiero ir al Cuzco- Que coincidencia ya que he pensando en lo mismo- Entonces vámonos juntos- me parece excelente idea, además no vamos a estar solos que en esta clase de viajes a veces resulta muy aburrido- Si es llanamente así, pero tenemos que celebrar ahora mismo este encuentro- Totalmente, que tal si vamos a cenar a un restaurante árabe que está muy cerca de aquí- Me parece bien, vamos. Salen del hotel al doblar se encuentran la calle Jirón Junín y caminan media cuadra para que entren en el restaurante que está repleto, un mesero los guía a una mesa libre y sin demora les muestra la carta- Liliana: que tal el plato Beduino- Magnifica idea, pero que será?-Averigüemos- El mesero ya se han decidido- Camilo: como es el plato Beduino- Lleva queches en salsa de maní, ensalada y tarta de calabaza- Liliana (mirando a su amigo) me suena que es magnífico- no pensemos más y pidámoslo- Tráiganos ese plato- Me demoro más o menos veinte minutos- Camilo: si no es más está bien- Liliana: cuéntame de tu vida en Bogotá, sobre el asunto de la pintura- Para que recordar esa ciudad si estamos en Lima- Tienes razón- Siempre con ganas de salir de la ciudad ya son muchos años enclaustrados, quiero aire libre y vos…- Sigo en Barcelona, pero quiero volver a vivir en un sitio apartado de Latinoamérica- Veo que estamos en lo mismo- Y si vivimos juntos- Eso no es tan fácil ya que cada uno de nosotros tiene sus propias cuestiones. Pero eso no quiere decir que no seamos combatibles, hay que encontrar un punto medio. En esas el mesero los sorprende con un muy decorado plato. Ella (probando) que colores y que manjar, de verdad que está exquisito- Si te llevo en tu opinión porque es una suprema delicia. Al rato acaban chupándose la boca. Camilo: ahora por que no vamos a la zona del Callao, a uno de esos buenos bares que existen allá- No queda muy lejos- En taxi deben ser tal vez un poco más de media hora- Vamos. En la misma calle el vuelve a tomar el número de la placa del taxi- Al montarse- Ella (al oído) veo que eres bastante prudente, aquí en esta ciudad he visto tantas cosas feas que no me fío de nadie y de nada- El chofer toma la avenida Abancay y se traslada a la avenida Gabriel Mejía y detiene el vehículo en la zona de los bares. Se baja primero él y luego la ayuda dándole la mano- Siempre fuiste un buen caballero- Si las buenas costumbres no se deben perder, trato siempre de conservarlas ya que lo bueno es añejo como el vino- Estas más allá de lo cierto. Se ríen- Ella: donde vamos a entrar- El (rascándose la cara) nosotros somos amantes del buen rock, en ese de ahí suena buena música- Entremos. Se sientan y piden dos cubas libres. En el momento surge un hombre que lleva el pelo amonado y una gafas oscuras- Ella: Fernando García que haces aquí- Hermana que bien que estoy aquí con Guritos, Carla, el viejo Juan y con su novia que es limeña y que ni por el putas sé cómo se llama, vamos a la mesa carajo que este encuentro hay que celebrarlo a lo grande. Llevando los asientos van hasta la otra mesa- Gurus: hermana como así y con el loco de Camilo no lo puedo creer, cuando llegaron y dónde están? - Calma que estoy embotada de la alegría, esto no se puede creer- Mira (abrazándola) estamos en el hotel España cerca de la plaza de Armas- Gurus (al oído) que bueno que estas con Camilo, yo sé que siempre él te fascino- Es el ser más tierno e inteligente, es una lumbrera y un pintor que hace unas cosas surrealistas maravi- llosas, claro que me voy a hacer la difícil para atraparlo, no mentiras para tener con él algo hermoso- Así se habla- Fernando: que están planeando las brujas de mis hermanas- Gurus contestándole: nada, simplemente nos estamos poniendo al corriente de las cosas- Fernando (abrazando a Camilo) queremos rock. Y se viene con toda la fuerza Led Zepelin con Stairway to heaven y todos se paran a bailar, tema tras tema de la legendaria agrupación inglesa hasta quedar volteados en el alcohol, ya en la primera hora de mañana se desencuentran para regresar a sus respectivos lugares. Al otro día sintiendo una tremenda resaca se despiertan Liliana en la cama de Camilo abrazado con él- Ella (tomándose la cabeza) dónde estoy?- El contestándole: En la habitación que me asignaron en este hotel España- Que coño hago aquí- No te acuerda que vomitaste hasta no decir y que te tuve que traer cargada hasta está cama- Para nada me acuerdo que enlagunada- Es que tomamos y tomamos como locos- Pero la pasamos por lo que me acuerdo súper- Te acuerdas que nos encontramos con Fernando, Guros, Carla, Juan y con otra gente que no me acuerdo sus nombres- Si claro, pero que mal que no sabemos dónde están hospedados ellos- Ni idea. Se ríen haciendo tal alboroto que alguien toca la puerta, pero al abrirla Camilo no encuentra a nadie- Ella que hacemos?- que tal si está noche tomamos el avión a Cuzco- Pero primero tráeme alguna pasta que me quite este maldito dolor de cabeza- Mira aquí tengo está aspirina- Dámela por favor. Ella de un solo envión se la toma con un vaso de agua. Al rato- Ya estoy mucho mejor- Ve y vístete que yo hago lo mismo. Ella sale del cuarto en instantes regresa con unos vaqueros y una camiseta azul y llevando su mochila, él se está terminando de ponerse el bluyín. Ella se sienta y le ayuda con el resto. Ya listos toman el taxi y el como siempre apunta la placa, ya en el aeropuerto compran los tiquetes en la compañía Peruana de aviación y después que en una cafetería comen emparedados con cerveza, abordan el avión que rápidamente toma la pista para tomar altura, ven una vista del desierto y mirar que entran en el altiplano. Para descender entre montañas en el aeropuerto de Cuzco. Al poner la escalera descienden al piso donde en la edificación y entre montones de gente sin demora recogen sus respectivas mochilas, toman un taxi que los lleva por la avenida Sahpi al centro de la ciudad, para que los deje en la plaza de Armas. Viendo la catedral de la compañía de Jesús, caminan llevando su mochila en sus espaldas por la calle Márquez y al andar tres cuadras, en la cuarta encuentran el hostal Monte Carlo, sin problemas toman una habitación que da a la calle- Ella (sentada sobre la cama) que viajecito, pero me parece extraño estar en esta ciudad- si te doy la razón por las veces que he venido a sucedido ambigüedades, la última vez que vine hable con un sujeto de aspecto muy indígena en la plaza, claro lo note como extraño. Me sito al día siguiente a un lugar que al buscarlo me di cuenta que no existía, pero al ir en la noche a un restaurante lo encontré sentado. Me acuerdo como llamarme Camilo que llevaba un poncho, en un momento que fui al baño al regresar lo halle vestido con un abrigo de piel, en el momento que empecé a comer me acuerdo que era arroz con pollo me halle como en una nebulosa, al terminar con el contenido del plato gire la cabeza en la dirección donde él sujeto estaba y presencie como se esfumo en el ambiente- Pero eso que me acabas de contar ya es como para una historia de ficción, a mi simplemente se me perdían cosas pero las volvía encontrar, aunque en otros lugares- No tienes hambre- Sí que tengo- Vamos a ver que restaurante podemos encontrar abierto. Salen al frío de la calle Márquez, al doblar por la calle Heladeros encuentran una pizzería- Ella quieres pizza- No me parece mala idea- Entremos. Al entrar se sientan ocupando una de las tantas mesas y piden cada uno una pizza distinta y una botella de vino, esperan sintiendo el calor del horno que ven en la distancia. Sin esperar mucho el mismo mesero en una tabla les trae las pizzas y una botella de vino argentino, Camilo vertiendo una considerable cantidad en dos copas- Dice: buen provecho- Liliana (disfrutando) que pizza más deliciosas- Y el vino tiene un bouquet muy fuerte, como me gustan los vinos. Lentamente comen y van brindando. Al acabar no se sabe de dónde sale el mismo hombre que describiera Camilo, tal cual con el rostro de indígena y con el poncho. Ellos inundados del vapor del vino ven como se para, pero la curiosidad puede más que su voluntad y al pagar lo siguen hasta la plaza de armas donde al verlo sentado se sientan a su lado sobre una banca viendo el monumento de Atahualpa, él extraño inca con un movimiento de toda la extensión de sus brazos hace que el monumento se corra unos metros. En el momento que aparece entre las nubes la luna se para haciendo un gracioso gesto, para ir en sentido del satélite atravesando la plaza y ven con sus propios ojos como desaparece en el ambiente. Ellos reaccionan- Liliana va hablando: si estos ojos no hubieran visto lo que acaba de acontecer no lo creería- Pero sentiste como perdimos la voluntad y lo seguimos como a su antojo- Si sentí completamente lo que acabas de decir, que tal si regresamos a la pizzería a ver si alguien vio al indígena. Vuelven al estableci- miento y al entrar vuelven a ver al mismo indígena con el mismo poncho sentado muy acomodado rodeando una mesa, que al verlos con sus labios sonríe para reírse con una manifestación burlona y se desvanece. Ella: por la actitud de la gente me doy cuenta que somos los únicos que lo vemos, que podemos hacer para que alguien nos crea- Antes que nos tilden de locos vámonos a dormir.
Al salir lo ven venir caminando, al estar de frente luego de reírse se desvanece como ya lo hiciera.                                                                       
       PERDIDOS EN LAS MONTAÑAS
Carolina Balvi siendo una muchacha que se dedica al andinismo, que viene con esa dedicación heredada de sus padres que fueron pioneros en la Argentina de este deporte extremo. Siendo muy joven escalo las cimas del Aconcagua, y de otras cumbres menos altas del continente.
Ella que al llegar desde Lima en bus al pequeño pueblo de Patvica donde se encuentra con el grupo que suele cada temporada escalar las cumbres andinas, se abrazan y luego toman la vía que une la costa con Pucalpa, para llegar a las alturas de la ciudad (Blanca) de Huaraz y se establecen en la plaza de Armas, para ir directamente al hostal de la familia Mesa. Esa misma tarde entre todos preparan el equipo de alta montaña y compran los alimentos requeridos para tal expedición.
Con la primera luz de una fría mañana, llevando en sus respectivas mochilas su equipo para escalar la cordillera blanca. Al salir después de un nutrido desayuno ocupan un pequeño bus de una empresa de turismo, yendo por las estribaciones de la cordillera por una peligrosa ruta destapada, los lleva al sitio denominado Huarsillo. Que es una meseta que se abisma en las profundidades del caudaloso río Santa, ellos al observar desde la altura donde se encuentran la profundidad del cañón por donde pasa el río; para ver en la otra dirección las montañas que están cubiertas de una espesa niebla. Decididos a ganarle terreno a las alturas salen por la ladera que de apoco empieza a empinarse y al encontrarse con la neblina se atan con sogas unos a otros para no perderse entre sí. Andan pisando sedimentos de roca y avanzando el día deciden establecer el campamento en una ondulación que está a unos tres mil quinientos metros sobre el nivel del mar. Entre todos arman sus tiendas de campaña especiales para la nieve y con una estufilla de gas preparan un atollado de trigo con carne de res- Carolina (viendo a su compañera Natacha) como sientes la comida? Un poco desabrida- Y vos- para mi le falta un poco de cocción. Un hombre de unos cuarenta años llamado Humberto- Va murmurando: ustedes las mujeres porque siempre están inconformes- Liberia (que es una chica de cabello colorado, que está haciendo su segunda salida) No te refieras a mí porque yo no he dicho nada y además la siento a mi gusto, no sé por qué ustedes se quejan- Claudio (que es de descendencia chilena, mirando a su novia Camila) verdad que a este atollado le falta algo- Camila: le falto espesar un poco- Nano (que siendo Tucumano posee un semblante indígena) comamos tranquilos que para que nos vamos a complicar la vida- Martha (que es la única peruana) no sé debido a que chistean si la comida está buena- Liberia: ahorrémonos las palabra y disfrutemos de este alimento. Humberto sonriente, viendo a Daniel que está concentrado en su plato- Dice: y vos a que se debe que siempre estés tan callado- para mí todo está bien, los del problema con la comida son ustedes, más bien quien tiene la linterna que ya casi va oscurecer- Carolina: esperen que voy a buscarla a la tienda. Ella al rato aparece con la linterna encendida. Al acabar con el contenido de los platos ven despejarse el cielo para ver la inmensidad de las estrella, pero esto dura tan solo unos minutos ya que regresa la bruma- Carolina: no puedo más del cansancio y del frio, me voy a dormir. Con ella se van a la tienda el cara de indígena, Natacha y Humberto- Camila (tomando la mano de Claudio) vamos a dormir. Martha a pesar del helage se queda sola pesando en las diferentes situaciones que enmarcaron el día, para que bostezando se vaya a la tienda donde duerme la pareja, en el momento que entra al escuchar los ronquidos de Claudio se acuesta viendo el costado de la tienda cubriéndose com- pletamente con el saco de dormir lográndose a pesar del frio profundizarse.
Con la primeriza luz de la mañana, al chocar el viento con la estructura de la tienda produce como un silbido. Abre los ojos la Balvi. Al primero que ve es la cabeza un poco canosa de Humberto- Ella (fuerte para que la escuchen) ya es hora de despertarse, vamos arriba- Natacha al despere- zarse, le toca la espada a Nano y a Liberia- Él (con pereza) ya nos vamos- Liberia: acaso que hora es….- Carola: son las seis, pero salgamos que hoy tenemos un día duro. Al Salir ven a Martha, a Camila y a Claudio que están preparando el desayuno y todos se prestan ayudar. Con el desayuno listo todos comen sentados sosteniendo el plato entre sus piernas. Al acabar entre los ocho levantan el campamento, y cada uno se va poni- endo su mochila, empiezan andar ascendiendo la cuesta viendo. Camila que va de última- Habla: que buen sol y que desolación se siente en estos lares. Van viendo una panorámica completa mente desolada de altas montañas, al llegar la niebla- Claudia murmura: esto se está poniendo peligroso, considero que debemos atarnos unos con otros con la cuerda. Todos se toman de la misma soga, y sin detenerse van sintiendo la nieve que cae lenta- mente para que empiecen a escuchar un susuro increíblemente fuerte- Martha va diciendo: si escuchan ese susurro tan impresionante- Camila: para nada este ruido no es normal, ¿qué hacemos?- Claudio: no tenemos otra opción que seguir caminando- Al poco tiempo sienten un fuerte viento, a pesar del suelo helado no tienen otra opción que acostarse sobre la nieve que invade toda la extensión. Al venírseles la terrible tormenta los va dejándolos postrados entre la nieve que mueren prácticamente congelados.                                       

           PERDIDO EN LA CIUDAD
Yo que acabo de llegar a Lima por primera vez a una asquerosa Terminal, al llevar mi morral me siento inseguro al ver cada personaje, abordo un taxi con una extraña matricula, por intuición ya que considero que en el centro de la ciudad puedo conseguir un hostal que se acomode a mi presupuesto- Le digo al conductor que me lleve a la plaza de Armas. Este hace avanzar a esta chatarra por avenidas y largas calles, yo no sé si por equivocación, oh más bien me vio la cara de huevón me lleva a otra plaza, al bajarme me doy cuenta que no me ha dejado en esa plaza que le dije, ya que sobre el pedestal no veo la razón de un arma, si no al otro libertador de los países del sur, el comandante San Martin. Como quiero ir a la plaza que le dije a ese malparado conductor, le pregunto a una señora pero se hace la de la vista gorda, al ver a un señor parado que por su pinta parece recién salido de la oficina, al aproximarme - Le Pregunto: usted sabe dónde queda la plaza de Armas- El tipo me contesta: camine por esa calle que se llama Girón de la Unión que lo llevara donde pretende ir- gracias. Camino y como encuentro un hostal decente se me ocurre tocar la puerta- Al rato aparece una señora que amable- mente me dice: desea ver alguna habitación- Por su puesto. Me hace subir al segundo piso al abrir la puerta encuentro una habitación limpia con una cama, una pequeña mesita y con una mínima ventana. De una vez pongo mi mochila a un lado de la cama y le cancelo lo de la noche. Como considero que es temprano, al bañarme me siento con todas las fuerzas, me visto con otra ropa limpia. En el momento que salgo la misma señora- dándome una tarjeta me dice: tenga cuidado que tarde en la noche suelen atracar. Sin prevención de nada salgo y muy en mis cabales empiezo a caminar sin sentido por calles, pasando avenidas y no sé debido a que se me ocurre entrar en un simple restaurante, me hago servir un cebiche que lo halló sin sabor, pero igualmente me lo como. Al pararme con la intención de pagar, de frente me encuentro un viejo amigo- Él me va diciendo: ¿tú que hacer aquí en Lima?- Le contesto: debido a que estoy viajando y tu desde cuando estas…- Desde esta mañana, sentémonos que este encu- entro amerita celebrarlo. Volvemos a la misma mesa donde estaba hace un rato, Nos hacemos servir un par de cervezas de litro las cuales las tomamos hablando del viaje- Él (al terminar) vamos a ver unas amigas que seguramente deben estar por aquí cerca, caminamos de un lado para el otro y no sé cómo llegamos a la plaza de armas, nos sentamos a observar las palomas- Él me murmurea: parecemos dos viejitos, que tal si buscamos un establecimiento para seguir bebien- do- De acuerdo busquemos algún lugar. En primera instancia entramos a un sitio lúgubre que al ver tan horripilantes mujeres, nos echamos hacia atrás- Yo le digo: qué tal si nos quedamos…- Él contestadome: menos mal que no, de lo contrario hubiéramos salido sin nada- Entonces busquemos otro lugar. Caminamos y al ver un lugar de donde sale un viejo tango, no dudamos y entramos en un ambiente lleno de humo de ciga- rrillo. En el momento que nos sentamos ocupando una de las mesas libres, viéndolo a él me dispone tal mareo que no comprendo cómo no me voy de bruces- El amigo:¿qué te pasa?-Yo le digo: espera un momento. Sintiéndome mejor pedimos cerveza tras cerveza que vamos tomando acompañados de la melodía y de lo que vamos hablando. Al salir bastante ebrios veo al amigo que toma un taxi y yo me quedo con la soledad, sin saber que hacer y  mucho menos sin tener idea de dónde queda el hostal. Me busco los bolsillos encuentro algunos sentimos, pero nada de la tarjeta. Torpemente camino y en una calle me salen dos hombres que me apuntalan con cuchillos- Tranquilos. En su propia caras me les enciendo de la risa- El más grande de los dos asaltantes- Deme lo que tenga y al vaciar los bolsillos solo salen las monedas que no sirven para nada y me vuelve a dar el mismo ataque de risa. Entre los dos me sujetan y uno me saca las zapatillas y él otro la chompa. Al irse los bandidos reacciono, al mirar donde estoy, no me oriento y como loco comienzo andar sin impor- tarme nada, menos que me encuentre descalzo y con un poco de frío. Camino de un lugar a otro, doblando calles. Ya cansado me apoyo en una puerta y por esas casualidades de la vida me doy cuenta que es la puerta del hostal. Al tocar la señora abre y al entrar este espécimen, la señora se sonríe como si hubiera entrado el mismo Charlee Chaplin en persona.             Fin.             
                                              
            TODO UNA DESGRACIA
La Tales y el Tales Después de haber visto todos los sitios arqueológicos, después de un día de puro reposo. Llegan al aeropuerto, ella llevando su nueva mochila que él le regalara y él cargando su vieja mochila. Ya que de antemano unos días adquirieron los boletos, con la intención de viajar a Lima. En el control descargan las mochilas, ven que pasan por una especie de corredor eléctrico para que en un carrito las lleven al avión. Suben, el sosteniendo sobre la espalda su equipo de fotografía por las escaleras eléctricas a la enorme sala de espera, al sentarse una voz femenina anuncia por los parlantes que están distribuidos en la amplitud del aeropuerto, que el vuelo de Aéreo Perú no podrá salir por mal tiempo hasta nueva orden. El tales que está abrazado de la Tales- Luego de besarla le dice: mi amor que hacemos? Que podemos hacer si no esperar- Porque no vamos a una cafetería al menos a tomarnos algo- Me parece magnífica idea- Entonces que espera- mos, vamos. Bajan las escaleras eléctricas, en el amplio pasillo ven una cafetería donde no dudan en entrar, estando en el interior abordan una mesa. En menos de nada un mesero con corbatín y cara que ocultara algo- Les dice: está es la carta- Él Tales no la necesitamos lo que queremos es un par de cafés- Claros u oscuros- Ella uno y uno- Perfecto ya se los traigo. Al rato viene otro mesero- Que les dirige la palabra: Para ustedes son estos cafés- Él Tales: claro que sí. Se lo toman mirando a las diferentes personas que entran y salen del establecimiento. Ya sin nada en los pocillos salen a caminar por los diferentes lugares del aeropuerto, viendo los diferentes artículos que exponen cada almacén- La Tales: estoy cansada me gustaría sentarme- Entonces subamos a la sala de espera. Al volver encuentra una aglomeración de gente que hace un ruido impresionante, al sentarse escuchan la misma voz femenina diciendo que deben abordar el vuelo de la empresa Boliviana de aviación con destino de la Paz, todos empiezan a salir para abordar el avión quedando pocas personas- Ella será que el vuelo fue suspendido por mal tiempo, aquí o en el aeropu erto de Lima- Por lo que veo debe ser en el aeropuerto de Lima, si no hubieran anunciado el vuelo de la Paz- Ella (abrazándolo) que aburrimi- ento es esperar que hacemos?- Que tal si leemos poesía- Pero quien lee- Me da igual- La Tales: entonces empiezo yo- El saca del bolsillo de su campera un libro de un tamaño normal y al entregárselo ella empieza la lectura de la obra poética de Alejandra Pizarnik, se concentran en la firmeza de esa poesía, va leyendo con su melodiosa voz varios poemas y al cansarse ella se lo da para que siga leyendo él, pero al leer poema tras poema hace exactos comentarios. Ella (al ver que ya culmino el libro) tengo hambre, que horas serán- Espera que le pregunte a esa señora- Él va al lugar de la señora- Por favor puede decirme la hora- Las tres menos cuarto- Gracias. Él volviendo a sentar- Sabes qué hora es?- No puedo saberlo pero debe ser algo así como la una de la madru gada- Estas equivocada ya son muy poco para la tres de la madrugada- Que pasara con el vuelo- Vamos y averiguamos. Siguen al puesto de información- Ella viendo a la chica: ya se confir- mó la salida del vuelo de Aéreo Perú- Se demora por el mal tiempo que está haciendo en Lima, cualquier novedad al respecto la anunciaremos- Ella: gracias- Luego agrega: definitivamente  siento un hambre terrible- Es que no venimos preparado para esto- Vamos a ver si hay algo abierto. Hacen el mismo que hicieran hace ya varias horas, solo encuentran un lugar abierto que venden Coca Cola y biscochos- (viendo la vitrina) Ella: que biscocho quieres- Ese de chocolate- Yo che quiero ese de dulce de leche- La señorita En que les puedo servir- La Tales: deme un biscocho de ese y otro de aquel- Perfecto algo más?- La Tales: y dos Coca Colas- Bien puedan y se sientan. Comen con toda la calma del mundo y al acabar- Ella: ahora tengo frío- Lastima que no traemos con nosotros más abrigo, yo también siento el frío- Vamos otra vez a la sala de espera al llegar ella se sienta encima de él- No te peso- No para nada, tu eres muy liviana. Al rato la misma voz- El avión con destino de Lima de la empresa de Aéreo Perú saldrá a las cuatro empunto, está confirmado- No estás cansado de cargarme- No para nada- Me preocupa que nos durmamos y perdamos el avión- Si quiere duérmete que yo estoy pendiente. Al ser la hora la misma voz de mujer anuncia el vuelo- Él (viendo que la Tales tiene los ojos completamente cerrados- Mi amor tenemos que abordan el avión- Ella desperezándose le contesta: enseguida me levanto. Ella se quita de encima de él y se para, que al tomarse de las manos van al muelle, al salir a tomar la escalera sienten un frío cortante, detrás de varias personas lentamente van avanzando- la Tales va hablando: debido a que, no avanza esta maldita cola y con este frio. De esa manera lenta logran llegar ante la escalerilla, le muestran los boletos a una azafata y subiendo se introducen en el avión- Ella: que puestos tenemos- Él 44 y 45, caminan y sin dificultad encuentran los puestos que les corresponden y ella se sienta al lado de la ventanilla y él en el puesto continuo. Viendo unos puestos desocupados- Una voz de mujer va murmurando: amarecen los cinturones que el avión va a despegar. El enorme aparato lentamente toma la pista para que en instantes despegue y tome vuelo, sobre vuela la ciudad y ella ve las diferentes luces que desaparecen al alejarse el avión, en instantes ella no ve absolutamente nada, sino al contrario siente los movimientos del avión que ella se asusta- Él tomándole la mano- Porque no te duermes….- Si pudiera. El tiempo pasa y ven surgir entre la espesa niebla las luces de Lima y en instante sienten al decolar el avión, el contacto brusco con la pista y el avión parquea enfrente de la edificación del aeropuerto, En el momento que se detiene la gente comienza a pararse y en cuestión de instante entre dos hombres hacen rodar la escalerilla a la puerta del aparato, se bajan en perfecto silencio para ir a la bodega donde después del gentío que va tomando sus valijas, ven las dos mochilas que al tomarlas se la colocan sobre la espalda y sosteniendo el maletín- Ella haciendo un gesto particular va diciendo: me muero de hambre- Busquemos un restaurante o algo parecido. Cami-
nan viendo los diferentes lugares que están cerrados, para que más adelante vean un pequeño restaurante- Ella (presintiendo algo que va a pasar) Entramos aquí- Él no veo otra opción. Entran y ven a una señora- Ella con cara odiosa les contesta: que quieren, tengo desayunos especiales- El Tales: Cuánto cuestan esos desayunos…- Quince soles. Los dos se miran- Ella: no le parecen caros- Si no les gusta así, puede salir por donde vinieron- Él Tales: está bien tráiganos dos- Me demoro- La Tales: ojala que no sea mucho tiempo, tenemos un hambre terrible. En la espera ven entrar a dos hombres de gabardina semejantes a detectives. Al rato la señora trae los desayunos que derramando algo de uno de los cafés, los coloca sobre la mesa- Ella (tomando el tenedor) buen provecho- Él le contesta: amor que lo disfrutes. Empiezan a comer concentrados y mirándose, en un momento dado sienten algo helado sobre sus cienes, mirando cada uno a su compañero con dos revólveres sobre sus cien- Uno de los hombres de gabardina les dice: Parecen en silencio pero si hacen un movimiento que no es, aquí mismo los matamos. Se paran, él que le apunta a ella le saca el canguro al Tales y toma la mochila nueva- El otro hombre apuntándole a ella: si se atreven a perseguirnos o intentar hacer algo, los matamos como a pollos. Corriendo se retiran.
Ella (tomándose el rostro y haciendo muecas de dolor) que hp, como es que en un aeropuerto que se supone que es lo más seguro, los delincuentes asalten a la gente- Él tales: usted señora esta confabulada con los ladrones- A mí que… pichas de extranjeros- La tales (llorando) nos han sacado el laburo como de dos años- El tales (golpeando la mesa) usted es tan delincuente como ellos por ser cómplice de los ladrones, ya mismo vamos a llamar a la policía. Sale el cargando su vieja mochila abrazando a la Tales que no para de llorar. Al ver un policía- Él (haciendo un esfuerzo para tranquilizarse) en ese restaurante con la complicidad de la dueña nos robaron seis mil dólares, mi equipo de fotografía y la mochila nueva de ella con sus cosas- Yo que puedo hacer más tarde pueden poner la denuncia- Ella (a gritos) como así que usted siendo policía no puede hacer nada, entonces quien puede hacer algo- Si me siguen ultrajando los pongo en la cárcel, hay si van a sufrir. El polizonte alzando los hombros se va por el otro lado- Él Tales (mirándola a ella) sentémonos y tranquilicémonos, que así como estamos no podemos hacer nada.     Fin.
                                   
UNA EXTRAÑA OBSERVACIÓN
Lucia después de un intenso viaje desde Lima, al haber descansado lo suficiente sale del hostal con la única consigna la de estirar sus piernas, camina varias cuadras de casas desiguales logrando salir del pueblo viendo como el viento remueve la tierra árida, al darse por satisfecha regresa por donde vino al centro de la pequeña población y al entrar a un pequeño restaurante ve unos pelos rubios y al aproximarse descubre a su amiga Susi, al verla ella se la silla se levanta y las dos se abrazan- Lucia: como así que tú por aquí, si la última vez que nos vimos fue en Cuenca y eso hace más de tres meses- Si esa última noche que nos vimos, decidí cambiar los planes o sea que en vez de ir al norte iría al sur- Porque? -Por la sencilla razón que mi hermano está trabajando en un proyecto en Santiago y quiero verlo- Entonces vas para Chile- Claro, pero no adivinas con guíen estoy- Con Carlos- No, con el estuve en Lima- Entonces por qué tanto enigma- Con Marcela y Gonzalo- Donde están?- Fueron a cambiarse al hostal, pero segura- mente estarán en unos minutos aquí en el restaurante ya que nos citamos aquí- Mientras tanto sentémonos. Al hacerlo al poco llega el mesero- Les traigo la carta- Susi: estamos esperando unos amigos cuando vengan lo llamamos- Lucia (dirigiéndole la mirada) Ya fuiste a ver las famosas líneas’- Mañana pensamos ir- Voy con ustedes- Que bueno sería- Susi (sacán dose el pelo de la cara) cuando llegaste- A lo mucho hace tres horas y vos…?- Está mañana muy temprano. En esas llegan Marcela y Gonzalo acompañado de otra pareja. Ellos al ver a Lucia que esta con Susi van donde ellas, que de inmediato se levanta y los tres se abrazan- Lucia: que bueno verlos- Gonzalo: estas muy bien, mira ellos son Felipe y Laiza vienen viajando con nosotros. Se saludan de beso- Susi: siéntense que voy a llamar al mesero. Ella va a una especie de barra y al verlo lo llama- Este en que le puedo servir- Tráiganos la carta a esa mesa- De inmediato voy. Ella se sienta en el mismo lugar. El mesero aparece- Esta es la carta- Al rato Lucia: ustedes que desean pedir, yo me adelanto quiero pastas a la carbonare- Susi: yo quiero arroz con pollo, Marcela (viendo a Gonzalo) te parece que pidamos una carne a la plancha y la dividimos en dos- Perfecto- Marcela (volteando la cabeza en dirección del mesero) A nosotros nos trae una carne a la plancha y doble ensalada- Felipe: a nosotros nos traes dos pescados a la plancha y doble ración de ensalada- El mesero me demoro un poco. Susi (viendo alejarse al mesero) mañana entre todos alquilamos una avioneta para poder ver las líneas- Gonzalo: nos vemos aquí a las nueve de la mañana- Todos al mismo tiempo: sí. Al traerles el mesero uno por uno de lo que pidieron, van comiendo en tremenda algarabía- Marcela (haciendo caras) parece que no tuviéramos hambre porque nadie se atreve a modular alguna palabra- Susi: no puedo más, alguien me ayuda a acabar estas pastas- Gonzalo: yo se las recibo- Marcela: es un comilón, yo he acabado esta carne y él ya se está comiendo las pastas de Marcela- Gonzalo: es que ella está a dieta- Marcela: a dieta estará otra persona- Lucia: si se refieren a mí, yo simplemente estoy en un tratamiento, no puedo comer ciertas cosas- Felipe: esto se está volviendo un cuento chino- Laiza (tocándole el rostro) por qué razón?- Por lo absurdo. Al acabar después entre todos pagan la cuenta, sale cada uno a su destino a descansar.
A la mañana siguiente llega Lucia viendo a Felipe que está sentado solo, leyendo un libro de ciencia ficción- Ella: muy concentrado en la lectura- Él dejando el libro: como dormiste- De maravilla, y los demás…-Ya vendrán. Al rato aparece Laiza (con una moña que le envuelve el cabello) Hola cuál es tu nombre que se me olvida?- Simplemente dime Lucia. Casi al instante llegan los demás- Susi: como durmieron parados o sentados- Laiza: yo acostada ya que no puedo de otra forma. Todos se ríen- Felipe: todo con ustedes se vuelve absurdo, decidámonos todos por un mismo desayuno si no de aquí saldremos mañana- Susi: qué tal si pedimos huevos revueltos para todos- Gonzalo: yo voto si- Laiza: yo opino lo mismo. Cuando llega el mismo mesero del día anterior- Felipe: tráiganos huevos revueltos para todos y se me ocurre que tres jaras con jugo de naranja- Marcela: eres un atrevido porque sabes que a todos nos gusta el jugo de naranja- Es de suponer que es muy solicitado en los desayunos- Lucia: no discutan por estupideces. El señor trae las tres jaras, el pan y la mantequilla, para traer de a poco los huevos revueltos. Comen rápidamente para que única mente quede Lucia- Susi (haciendo gestos para que coma más de prisa) vos pareces un pajarito comiendo. Ella al acabar se para- Ahora que Susi se burló de mi manera de comer, ella seguramente va a pagar la cuenta- Ustedes cara de que me están viendo. Entre todos cancelan la cuenta y salen. Caminando viendo las distintas construcciones- Marcela pregunta dónde está el avionetero- Felipe: esta sí que está de las uvas- Lucia (señalando) seguramente ese señor sabe de donde parten las avionetas- Gonzalo: esperen que yo pregunto. Atraviesa la calle y todos ven que él hablan con el señor, al volver- Esta bastante retirado vamos en taxi. Toman el taxi y entran llevando los hombres cargadas a las mujeres sobre las piernas- El conductor donde los llevo? Felipe al aéreo tal, donde están las avionetas que hacen las líneas- Laiza luego que se carcajea: no hacen ningunas líneas, simplemente las vuelan- El chofer: para un buen entendedor cortas palabras. El vehículo Sale y a las pocas cuadras se estaciona al lado de la pista- Felipe: si hubiera sabido que eran tan pocas cuadras me hubiera venido a pata, Gonzalo: a la persona que le pregunto segura- mente sufría un complejo de lejanía- Laiza: que hombres para criticar- Él porque no te pusiste una bermuda más corta, bomboncito- Cansón simplemente porque no me dio la gana. Todos se ríen- Lucia: entremos a la oficina para que nos informen todos los detalles del viaje. Al entra ven a un hombre bastante menudo- Felipe: será que este mismo nos vuela- Susi: seguramente- El señor (apoyando los brazos en el viejo escritorio) si me hablan todos a la vez no entiendo- Felipe: somos ocho no nos hace un precio especial- Si hacen los dos recorridos los llevo por la mitad- Susi: cuanto entonces saldría por cabeza- Esta suma- Lucia: no lo rebaja un poco más- Me es imposible- Gonzalo: hacemos el viaje- Laiza: ya que vinimos hasta aquí hagámoslo, por que guíen sabe si habrá otra oportunidad. Todos: bueno. Entonces paguen y vamos a la avioneta- Lucia: no podemos pagar después- No tiene que ser ahora antes de hacer el recorrido- Susi: que desconfiado es este señor- No ven que ya me la han hecho- Felipe: son tanto por cabeza. Entre todos reúnen la suma estipulada y sin más quejas se la entregan al señor- Ahora si vamos a abordar la avioneta. Abren la puerta y aparecen sobre la tierra tres avionetas- El señor suban a está avioneta. Se montan Lucia y Susi como acompañantes del conductor y los restantes atrás, el pequeño aparato despega para ir ganando altura, toma el sentido del oriente y sobre vuela cada figura- Felipe (mofándose de su gracia) que extraña esta cultura, qué sentido tiene que hallan hecho estas enormes líneas y que solo se vean desde cierta altura, acaso alguien los llevaba y les cobraba, o lo contrario como a nosotros y por adelantado- Gonzalo: solo a vos se te ocurre eso- Lucia: no será más bien que tenían contacto con extraterrestres- Susi (abrazada de Marcela) todo es posible, pero nada es determinante. La avioneta maniobrando pasa por él río que está comple- tamente seco, para cambiar el sentido al oeste donde pasa para ver lo que se entiende cómo una ave, hace lo mismo para sobre volar con mejor observación una enorme figura humana, un lagarto, un mono y otras figuras para volver aterrizar en el mismo punto de partida.    Fin.                            
                                                                           
           UN VIAJE INESPERADO
La primera impresión que sentí al bajarme del taxi que me trajo del Terminal. Fue que al caer la noche en este centro de estas construcciones de piedra y de adobe, están invadidas de fantasmas. Lo cerciore  en el momento que voy caminando en busca de algún sitio para hospedarme, al querer doblar por la pequeña plaza me encuentro de frente a Paulina, en vez de estrellarme con su rubia figura la beso saboreando esos labios sensuales- Ella me dice: no lo puedo creer, si la última vez que nos vimos fue en esa juerga en Bariloche el año pasado. Veo por la mochila que llevas en tu espalda que estás buscando hospedaje- Para nada estas equivocada- Te voy a llevar a mi hostal- Yo (mirándola con ganas) acaso me vas hacer subir alguna pared de estas, mira como están de altas las ventanas- No seas necio dame esa mano que te llevo. Terminamos de doblar por la calle Arequipa para llegar justo a la esquina donde se ve la construcción colonial del hostal, al tocar nos abre una joven que carga un pequeño niño- Te presento a mi amor Lucas- Yo (pensando ya me quiere comprometer) mucho gusto- La joven porque nunca me contaste que tenías un enamorado- Debido a que lo había perdido, pero ya lo encontré ya que eso es lo más valido- Paulina me va diciendo: ven por este lado. Subo acompañado de ella por unas escaleras muy empinadas a la forma de la colonia española, tomamos un amplio corredor donde se extiende como un cuadrante rodeado de puertas y ventanas, viendo abajo el enorme patio- Yo mirándola le digo- que esto no vaya a ser un monasterio y que cuando te quiera llevar no lo permitan- Sé que tiene la apariencia de eso este lugar, pero quédate tranquilo que es un hostal. Mi amor me crees- Creerle a la más inverosímiles de las chicas es peligroso. Ella se ríe- Síguete riendo con esa risita de brujita que me vas hacer desaparecer- Eso nunca ya que te quiero ver, palpar y besar. Estrechamos los labios en un estridente beso. Ella sigamos que ya estamos llegando. Al detenernos abre la puerta para encontrar un espacio completamente blanco, provisto de varios camarotes donde arriba alguien que está cubierto con las mantas está durmiendo- Siéntate aquí. Me siento- Yo le pregunto desde cuando estás aquí en estos lares Cuzqueños- Desde hace una semana que quiero irme a Machu Picchu pero siempre hay algo que me detiene- Yo quiero irme mañana, si quiere vamos….- Si ya es hora, además con la ayuda de tu voluntad sé que puedo ir sin aplazarlo más. Yo tomándola para abrazarla- Me quiero bañar- Ven y nos bañamos- Al ver que se despoja de su ropa, van apareciendo sus terribles encantos. Me proyecto en lo que estoy viendo, al sacarme todo y al ver que con la llave abre el agua caliente a pesar de que el baño lo va invadiendo el vapor, la estrecho contra mi cuerpo para que nos invada el gran chorro de agua, y la llevo suavemente a conectarse con mi cuerpo. Al sentir el agua ya fría decidimos por nuestros propios medios salir del choro y ella cierra con la llave el agua. Nos vestimos y al entrar en calor salimos del baño donde encontramos a una pelirroja que se está poniendo el pulóver- Paulina (mirándola a ella) te presento a Raquel- Yo (viéndola con mis ojos de ciruja) No me vas a decir que no eres de la Plata- Como lo sabes- Porque te mire en una fiesta en la casa de Patricio- Ya me acuerdo, no lo vas a creer porque él está aquí- A dónde…? Salió muy temprano no se para dónde- Yo (sin creerlo) como es posible que voy a ver a ese hijo de puta- Paulina (dirigiéndome la mirada) vamos a comer algo que me invade el hambre- Que hacemos… vamos. Salimos rodean- do el gran corredor y bajando salimos tomados de la mano haciendo una extraña vuelta. Tomando la calle Loreto para ver en una de las tantas calles coloniales el letrero del restaurante. Yo voy diciendo: entramos aquí- mi amiga: Por que no. Seguimos a dentro del local de un gusto insípido ya que de sus paredes cuelgan carteles de paisajes europeos, nos sentamos rodeando una pequeña mesa. Pedimos dos platos del día, nos traen una deliciosa sopa de verduras, que contrasta con el segundo que es una carne que se asemeja mucho al plástico con una ensalada y un arroz de un mal sabor. En el momento que terminamos siento que alguien me toca la espalda, al voltearme veo justo el rostro de Patricio- El que: ¿haces aquí? Nos estrechamos como dos viejos amigos las manos- Ya te contesto pero por favor siéntate- Entonces dime….- Que te digo, que vengo bajando de Colombia y que por una de esas casualidades casi me estrello con esta bella mujer- Él como estas?- Muy bien, sobre todo muy feliz ya que me creo afortunada al estar con este bárbaro de mierda- Tenes razón la última vez que lo vi, en ese momento lo vi saltar sobre una mesa, claro como es lógico la volvió mierda – Yo le afirmo con mi voz: donde fue eso que no me acuerdo- Él que vamos hacer con este individuo si está muy loco- Yo: pero no me has dicho donde fue lo de la mesa …- En la plata en el bar del marinero- Si te refieres a esa noche todos estábamos pasados de tomar ginebra- Ahora si te acuerdas- Yo claro, siempre por más ebrio que este me acuerdo de absolu- tamente todo, no quiero perder la conciencia- Paulina: cambiemos de tema, vamos a ir mañana a Machu Picchu….- Yo ya lo tengo decidido- Patricio: si voy con ustedes y les digo a los demás- Paulina (dirigiéndole la mirada) a qué horas y como vamos a ir- Apenas nos despertemos- Yo les insinuó con mi voz: paguemos y vamos a dormir.
Al hacer una fresca madrugada siento las manos de ella que me acaricia y los labios que me besan, Al salirnos de las mantas y de cama ella prende la luz iluminando todo el lugar- Patricio se levanta y le quita las cobijas a Raquel- Porque me descobijas- Boluda ya es hora de irnos. Todos nos levantamos, sin merodeos nos bañamos y el frío hace que nos vistamos. Todos listos armamos los morales inclusive otras personas que no conozco- Raquel les presento a Mauro, a la Flaca Corina, a la risueña María Rosa- Yo (preguntándome de donde salió tanta gente y volteo el rostro en dirección de donde están todos) quien invoco a todos estos personajes- Paulina (palpándome el trasero) quien más si no Raquel- Ella: entre más vamos a hacer más divertido- Paulina: qué carajo pasa que no nos movemos. Salimos escuchando el sonido que produce los pies al moverse sobre las tablas del piso, ya en la calle entre todos tomamos un taxi, pero al ver que no entramos todos en el pichi rilo, tomamos otro con más capacidad que al entrar todos, los hombres llevamos en las rodillas a las mujeres. Repleto como estamos- Él chofer donde los dejo?- Paulina: donde empecemos a caminar por el camino del inca. El señor sale de la ciudad tomando la ancha vía y nos deja en donde empieza o termina el sendero. Bajamos yo voy diciendo: no dejen salir al taxi que tenemos que comprar los alimentos para los tres días de camino- Paulina: mi amor que es el más loco, pero a la vez es el más cuerdo- Raquel: no se vaya señor que tenemos que ir a comprar comida- Rosa: como no se nos ocurrió en el Cuzco- Corina: siempre cuando hay mucha gente todo se hace un quibombo y se olvidan las cosas esenciales- Yo: que despelote tenemos que desenredarlo para volverlo armar, quienes van a ir en el taxi al mercado a comprar lo que vamos a necesitar para cocinar- Raquel: ve vos con alguien más- Quien quiere ir con migo- Rosa: yo voy- Yo (mirando de reojo a Paulina) vamos. Entre todos reunimos el dinero para las compras- Me subo adelante y las chicas se sientan atrás. El conductor toma la vía Nueva Alba y llegamos al mercado- Paulina: señor taxista espérenos que rápidamente compramos las cosas. Andando adquirimos con las mamitas le- gumbres, algunas frutas, arroz, aceite, pastas y pan. En cuatro enormes bolsas que con dificulta llevamos entre ellas y yo al auto. Al llegar, los demás nos ayudan a bajar las bolsas y nos repartimos entre todos los víveres, que acomodamos cada uno de nosotros en la respectiva mochila- La Flaca Carina: que pesado que esta la mochila- Mauro: si antes pesaba ahora mucho más- Paulina luego de ponérsela va diciendo: sí que pesa pero no pensemos en eso y más bien  Empecemos a Andar. Al comenzar a caminar con cuidado para no resbalar en el barro, vamos entre la floresta por el camino de piedra viendo el pasar de las nubes por el cañón- María: detengámonos un momento que no puedo más- Yo: digo pero si hasta ahora estamos empezando la cuestión. Algunos se sientan sobre las piedras viendo las verdes montañas en un silencio meditativo- Raquel (poniéndose otra vez el morral) seguimos. Todos la imitamos y con nuestra carga en las espaldas andamos por el camino y al movernos un par de horas nos detenemos en una ruina que por la forma redondeada de la construcción se asemeja a un templo, la cual cada uno da su versión de los hechos y de lo cree sobre su funcionalidad. Seguimos circulando por el sendero de piedras sudando gracias al sol que nos encandelilla para mirar el paisaje de una extraña manera, en una prolongada cuesta se nos adelanta un grupo de gringos que no llevan nada sobre sus espaldas solamente los vemos desaparecer de nuestra vista- Paula caminando adelante mío va diciendo: que gringos de mierda todo a ellos hay que hacérselo, como no llevan sus cosas- Yo le contesto: Para eso pagan si yo tuviera dinero como ellos no lo dudaría. Al arribar a una explanación decidimos acampar en las únicas carpas que tenemos. Los hombres nos encargamos de conseguir agua, la leña y de encender el fuego; las mujeres de pelar las papas, de adobar la carne y hacer la ensalada. Estando el fuego encendido en las únicas ollas entre todos ponemos a cocinar las papas, y con palos hacemos especies de trinchetes. Ya listo todo comemos con las manos y ya llenos nos metemos en las carpas y estando adentro nos introducimos dentro de los sacos de dormir.
Muy temprano nos despierta un maullar que nunca antes había escuchado, cuando salimos de las carpas nos cercioramos que son unas llamas cargadas con sacos de poliéster- Paulina y yo vamos a un nacimiento de agua y lavamos todo lo que usamos en la cena la noche anterior. Nosotros dejamos que entre los demás hagan el desayuno, mientras nosotros nos subimos sobre una enorme roca a contemplar el paisaje de montañas. En ese trance la Flaca viene hacia nosotros- Diciéndonos: Vengan que el desayuno está listo. Al bajar de la roca vamos a donde están los amigos y sentados disfrutamos de un buen chocolate, del pan casero hecho por las mamitas del mercado; luego vamos al mismo nacimiento entre ella y yo lavamos los platos dejándolos relucientes. Con todo listo entre nuestras mochilas empezamos una nueva jornada de camino, andamos a pesar del tiempo frío viendo las extrañas piedras, y llegar de frente de una ruinas incas, al detenernos observamos detalla- damente como armaban cada lugar poniendo piedra milimétricamente sobre piedra, ya que no conocían el cemento. Al seguir nos toca pasar lomas que suben y bajan para ir bordeando una enorme montaña donde la visión es obstruida por la niebla, al descender directamente la luz del sol nos entrega un paisaje alucinante muy verde donde decidimos parar escuchando lo que seguramente es un río. Descansamos comiendo algunas frutas- Mauro: da la voz de que tenemos que seguir, Con algunas protestas continuamos nuestro andar por el camino de piedra mirando todo lo verde que tenemos alrededor, en un lugar de un barro amarilloso vemos en el firmamento muy distante ya que seguramente se alejado. Decididos segui- mos la trayectoria del camino, al ver una especie de construcción nos internamos en el lugar y vemos en las ventanas hechas de las mismas piedras el río- Raquel que tal si buscamos un sitio para acampar- Paulina (apoyada en uno de mis hombros) no puedo más. Todos nos miramos sin modular palabra, decidimos armar las dos carpas, como estamos abatidos por el cansancio nos comemos lo que queda del pan, de las frutas y nos vamos a dormir.
Al otro día adoloridos por el esfuerzo nos cuesta levantarnos, Pero al poner los pies, entre todos hacemos una sopa que al comerla nos reanima. Caminamos la parte más dura ya que se trata de una larga subida, muy abajo al parecer vemos las ruinas de Machu Picchu que están enclavadas en la montaña. Al caminar bajamos tanto que no sentimos los pies, pero llegamos ante las ruinas y toda la experiencia vivida se esfuma en el momento que tenemos que pagar lo que es demasiado para un latinoamericano y al ver tantos turistas que con sus cámaras se apoderan del lugar quitándole la magia al reino de los Incas.   Fin.                          
                                   

             CUENTOS CHILENOS
                             
LAS CARTAS DE AMOR DE UN POETA
Luciano con la cara de los que no quieren saber nada de nada, que está sentado en la banca de la calle peatonal viendo las palomas que volando van de un lugar a otro, algunos niños que con sus manos les dan copos de maíz. Él que tiene que ver a los amigos de Pinochet para que le den ese maldito visado, pero que tiene el pelo largo más allá de sus hombros. Piensa como hacer para pasar inadvertido. Muy decidido a enfrentar los obstáculos ya que esta ciudad de Tacna no le inspira nada interesante, se levanta poniéndose sobre su espalda su mochila, toma la avenida bordeando el andén y viendo el ir venir de los autos, de los camiones. Al caminar muchas cuadras llega a la casa del consulado chileno, anqué le cuesta entrar ya que tiene en la cabeza los genocidios de los militares, se decide al traspasar la puerta lo que parece un militar- Viene por la visa- Él (con cara de serio) si a eso vengo- suba por esas escaleras que en el segundo piso queda la oficina. Hace lo indicado y al entrar en el amplio espacio ve sobre un hombre vestido de militar una inmensa fotografía del tamaño de un poster donde sale el general Pinochet abrazado a lo que podrían ser sus nietos- El militar cuanto tiempo va a permanecer en Chile?- El tiempo necesario para llegar a Argentina- Le voy a dar tres meses, pero no se puede meter en política y mientras permanezca en el país tiene que adaptarse a las leyes- Así lo hare- Deme su pasaporte- Lo saca de un bolsillo de la mochila y se lo entrega para que el oficial le ponga el sello de admisión con la fecha- Él uniformado: bienvenido a Chile. Baja pensando que no fue tan complicado como suponía, al estar afuera le pregunta a una señora que está entrando al consulado- Perdón señora como me puedo dirigir a la Terminal- Camine una cuadra en ese sentido, que por ahí pasa el bus- Camina por donde dijo la señora y se para en la esquina poniendo la mochila sobre el pavimento, al ver el bus se la vuelve a colocar en la espalda y al detenerse el vehículo se sube agarrando un segundo puesto y pone la mochila en el otro asiento. Ve las diferentes calles y el desierto por donde toma el bus, y al pasar lo que podría ser un basurero el bus se detiene al frente de la construcción del Terminal, se bajan las pocas personas, seguidos por él- Le pregunta a un muchacho sobre el bus que va Arica- Mire allá afuera, es ese de color azul. Camina y al verlo lleno ocupa la única silla libre, el bus arranca por el desierto viendo la carretera como si estuviera mojada, pero sabe que es el efecto del terrible calor. En el momento que llegan a la aduana el bus se detiene, después de todo el mundo pasa llevando su mochila por una especie de registradora, dos militares le sacan todas sus cosas y encuentran dos libros de poesía y un cuaderno- Uno con cara de idiota le dice: ¿de que son estos dos libros?- El haciéndose el huevon le contesta: de cocina y al abrir el cuaderno encuentra una hoja de un árbol- Él otro la hoja queda retenida con nosotros porque a este país no se puede ingresar nada vegetal- Él (poniendo cara de inocente) no sabía- Puede seguir al bus. Pone ordenadamente las cosas en su mochila al ver y tener hambre en una caseta compra con su único dinero una empanada chilena que subiéndose al bus va llenando su barriga. El bus vuelve sobre la carretera en medio del desierto, toma una vía aledaña que al ver el Pacifico lo bordea, al llegar a Arica la ciudad de la eterna primavera el bus recorre una avenida que en el medio está llena de palmeras como la apodan los gitanos palmeras de la fortuna. Al bajarse con el calor de noviembre en la Terminal le dice a un grupo de pasajeros de un colectivo que si lo bancan para poder llegar al centro- Un señor de más edad- Entre que yo respondo por su pasaje- Al llegar al centro ve la concurrencia que va recorriendo las calles en los dos sentidos, va a una feria de artesanías, él sin pena ni gloria va donde una artesana que tiene una mesita- Me puedes prestar la mesita- Ya que no la estoy usando utilízala nomás. El saca su cuaderno y arranca una hoja, con su buena letra grande escribe: se hacen cartas de amor, comerciales y de todo tipo- De inmediato se acerca una chica muy guapa con lágrimas en su rostro- Mi pololo, necesito una carta de reivindicación ya que me dijo que no me quería más. La necesito que sea muy convincente. Él rápidamente le hace una carta muy poética, que cuando la lee la chica queda deslumbrada por las palabras- La chica usted escribe muy lindo, cuanto le debo? Simples mil pesos- Aunque le parece costosa la carta se los da; enseguida viene un señor también lagrimeando- Por favor hágame una carta que vuelva a conquistar a mi mujer- él rápidamente le escribe  la carta, que el señor al leerla queda deslumbrado por las palabras poéticas- Cuanto le debo….- quinientos pesos. En el trascurso del día escribe varias cartas de todo tipo que acaba extenuado- La chica usted tiene éxito con la gente, que es lo que hace- Escribir cartas de amor, sociales, de negocios- No me escribe una a mi madre- Voy a comer algo ya que de lo contrario voy a morirme- No se muera, a dos cuadras hay un restaurante es lo más económico que se consigue aquí en Arica- Él camina lo que la mujer le dijo, entra y al pedir le sirven una sopa de pescado y luego pescado con papas a la francesa. Al haber acabado sale y vuelve donde la chica de la mesa y en menos del paso de una nube le escribe la carta para la mama- Ella luego que la lee le murmura: usted posee un hermosa virtud y escribe como un dios- No es para tanto, me vuelve a prestar la mesa. La coloca en el mismo lugar y de inmediato viene una bella mujer acompañada de otras tres- Usted por casualidad sabe leer la mano- Él ese arte se llama quiromancia, deme la palma de la mano. Ella la colocar sobre la mesita, él viendo las líneas de la mano y el aura de la chica ya que tiene este poder- Usted es muy sensible por eso la gente se aprovecha de usted, tiene problemas con su mamá y quiere conquistar a un joven que sufre de hipertensión- Ella (con cara de aterrada) como supo todo eso de mí y que soluciones me da….- Él (mirándola fijamente) primero puedo descifrar las líneas de las manos y la aura de las personas, y por sus ojos también puedo descubrir cosas. Le recomiendo que hable con su mamá, que trate de compréndela debido que hay un hombre que le hace daño, más bien aconséjela ya que ese personaje solo se está aprovechando de ella; sobre su conquista le aconsejo que se ponga ropa de color verde ya que ese color lo dominara- Ella usted es sabio cuanto le tengo que pagar?- Por las cuatro les hago un descuento entonces deme la suma de dos mil pesos- Al arrimarle a la mesa una mucha alta de cabello negro- Él le dice: en que le puedo servir… Ella por un buen rato se queda pensativa- Luego dice: yo quiero una carta para decirle a alguien que lo amo. Él viéndoles los ojos, el aura le dice: tranquila que le voy a escribir una carta muy convincente. De una le escribe una carta y al acabarla se la entrega, que ella al leerla  queda de una sola pieza y de la cartera saca cinco mil pesos y se los entrega- Otra chica rubia viéndolo le murmura: usted parece un santo- No está equivocada lo santos son amantes del sufrimiento, yo solo amo a la vida. Al presen társele un hombre- Luciano le pregunta: usted que quiere de mi- Necesito que me haga este contrato- Para eso necito saber el nombre de la otra parte y por supuesto el suyo….- Yo soy Carlos y el personaje que le quiero comprar el automóvil se llama Carlos Bustillos y el carro es un Ford del año 2.002. Empieza a escribir el contrato lográndolo terminar rápidamente, se lo entrega con la intención que lo revise. Al hacerlo- Este le dice: si es tal cual como lo quería, cuanto le debo por el favor- Son mil pesos nada más. El sujeto al sacarse del bolsillo del pantalón la billetera al abrirla extrae el billete y se lo entrega. Al retirarse el hombre Luciano se queda como pensando, al estar en esa dimensión se presenta una bella mujer de cabello completamente negro luciendo una especie de camisa blanca y que lleva puesta una larga falda y sandalias de cuero- Sorprendiéndolo le dice: Necesito una carta para alguien que se fue de mi vida, que sea convincente ya que deseo que regrese con migo. Él vuelve a tomar el lapicero y empieza a escribir lográndola terminar en menos de nada, que al recibir de sus propias manos la carta la lee con tanto fervor que termina abrazándolo- ¿Cuánto le debo?- Nada- No usted es un excelente escritor recíbame estos cinco mil pesos- Se los recibo pero con la condición que haga algo bueno con la carta- Gracias, Al irse la muchacha llega una hermosa joven- Que viéndolo le habla: quiero que me haga una carta para el funeral de mi marido. Llora y llora- Él no sabe qué hacer para que deje de llorar, al decidirse se levanta y la abraza- Al lograrse calmar le dice: necesito un buen epitafio para la tumba de Miguel mi marido y una buena carta que describa todo lo que lo ame. Él se vuelve a sentar y de una le escribe un Bello epitafio, y una carta de recomendación para la otra vida- Al dársela, ella al leerlas se desmaya- Entre la artesana y él la alzan para ponerla suavemente sobre el suelo- La artesana que le dijo para que la chica se desmayara- No nada tan impresionante, solo hice lo que ella quería, que fue hacerle un epitafio a su marido muerto y una carta de recomendación para la otra vida- Usted parece que es de otro mundo- Soy Caribeño de Providencia- Allá tomo algunos cursos para ser mago- No soy ningún mago solo tengo poderes para escribir, ver el aura y los ojos de las personas. Que vamos hacer con la chica- Llamar a los pacos o alguna ambulancia- Los pacos son familiares de usted- Aquí a la policía la tratamos con ese modo despreciativo por que han matado mucha gente y son criminales en potencia- Entonces no lo llamemos, más yo trato de reanimarla. Él se agacha y le toma el pulso que lo tiene débil, le da unos masajes en la nuca y ella al rato abre los ojos- Diciendo: dónde estoy?- En la calle, no se acuerda que usted me dijo que le hiciera- Ella (interrumpiéndolo) Ya se. No me ayuda a levantar- Como no. El con tacto la toma de la cintura y la ayuda a parar- Usted es increíble no me acompaña a mi casa- Si me espera a que ponga la mesa en su sitio y recoja mis pocas cosas. Al terminar la cuestión él toma su mochila, para que ella ante la mirada de la artesana se apoye en su espalda- Donde queda su casa?- Tomemos ese taxi. Le ponen la mano para que el conductor saque por la ventana la cabeza- Donde los llevo? - Ella a la avenida Pedro Valdivia, exactamente al polideportivo. Al subirse lo han por una de las puertas traseras, el conductor toma una de las calles para desembocar en la avenida de las palmeras y voltea para estacionar el automóvil en frente de las canchas deportivas, se bajan y ella abre la puerta de un elegante edificio, Al entrar al apartamento viendo a toda una concurrencia reunida, él descarga la mochila poniéndola sobre un tapete persa- El padre (mirándolos como extrañado) ahora si te volviste loca, como traes este harapiento de cabello largo al apartamento que viviste con tu marido- Éste lugar es mío y él no es ningún harapiento es un poeta- Que es eso? Una persona que tiene unos dotes para amar al mundo, de un poder personal que lo ejerce en lo que quiere, pero sobre todo en la escritura- ¿De donde sacaste esa terminología?- De leer, de ver al mundo y de eso que solamente es para personas distinguidas como mi marido fallecido y este enorme poeta- La señora: No me lo presentas- Soy Luciano mucho gusto- Ella: yo soy Daniela, ella mi suegra Ana. Mi padre lo quiso deshonrar. Ella reúne a la gente. Sacando del bolsillo de la falda el papel que el poeta escribiera y con voz sonora lee: Qué punzante estoque/ retenido/cachito de mi corazón/casi nada: el hilo interior/ aguzado sobre las cosas,/ sobre el cielo de tu dedicación, porque te fuiste de mi lado hacia la muerte. Ahora voy a leer el epitafio, que dice así: Yo asisto a tus sombras ya que camino sobre el acecho de tu corazón, en la adulación leo tus pensamientos y recorro el reposo sobre los límites erectos de esta muerte prematura.
Ella muy pálida llorando se desvanece sobre el suelo y todos los presentes al tratarla de socorrer la rodean- Luciano: por favor apartasen que la van asfixiar, que yo me encargo de este asunto. El con suma suavidad le hace unos masajes en la nuca que de inmediato la hace reaccionar abriendo los ojos, y la ayuda a sentarse- Esta criatura necesita absoluto reposo y necesita los cuidados de alguien- Ana yo me encargo, los demás que se vayan. Al salir todos se quedan la muchacha, la señora Ana y Luciano- El llevémosla a que se recueste en su cama- Luciano no te vayas- No me voy a ir. Entre la señora y él la llevan dejando que se sostenga de los hombros a la cama, Luciano abre todas las ventanas con la intención que entre y circule el aire- La chica: abra pescado- Ana: miremos en la heladera. El joven y la señora hallan varios pescados con la cual hacen una sopa y con el resto agregando otras cosas hacen una nutritiva comida, Él sosteniéndola con sus pies de apoco le va dando cucharadas de la sopa que esto rápidamente la vigoriza dándole energía, que al sentirse mucho mejor come con ellos en la mesa- Ella: no sé cómo pagarte lo que has hecho por mí- No me tienes que retribuir, por la mañana después que descanse tengo que seguir mi camino- Te vas a ir….- Soy libre, te aconsejo que no tengas más apegos y que te liberes buscando lo que más vale que es la libertad- La señora Ana: que es todo eso que dijo, no ves que todos los de la familia somos cristianos- Él le contesta: eso no es problema mio y a que lo mío es la libertad. Al terminar de decirlo sin importarle nada se acuesta sobre uno de los sofás de cuero quedándose libido soñando
Él descansado, sin preguntar nada entra en el baño donde se baña y sale vestido simplemente diciendo: hasta luego. Al llegar a la avenida toma un bus que lo deja en la calle peatonal donde están los artesanos, vuelve a pedir la mesa y vuelve a colocar el letrero, como no viene nadie inspirado aprovecha de llenar el cuaderno con bellas poe- sías, al terminar compra otro cuaderno que al escribir y al terminar el quinto poema ve que un montón de gente que le hace cola, a la medida escribe carta tras carta para ver que él último es el mismo padre de la muchacha viuda que lo trato mal- El señor: le debo una disculpa por que usted es un caballero, tome estos cincuenta mil pesos- El no se los puedo recibir- Se lo ruego recíbalos, que gracias vuestra dedicación mi hija esta como nueva, yo lo quería premiar pero ella insistió sobre la recompensa- Si es así los tomo- gracias, aquí en Arica tiene una casa. El señor se retira y el encuentra la mirada de una hermosa joven, que se para mostrando su cuerpo que esconde en un colorido vestido mapuche, moviendo su pelo negro azabache se postra sobre la silla que él está sentado- Ella (con una voz dulce y clara) lo estado observando desde ayer y hoy no le he podido quitar los ojos de encima- Me dejas perplejo ya que eres supremamente bella. Ella se queda callada mirándolo como si ella fuera su musa y al rato- Me gustaría que me escribieras en este mismo momento algo para mí. El sin decir nada se apoya sobre la mesita y empieza escribir el siguiente poema : Se muy bien lo que soy, como en sueños capaz / de mezclar tinta en el agua / que tiñen el sol con amor / de este sentimiento que al verte / quiero palpar al menos tu sombra / , con frases que te haré conocer / ya que la sombra llena tu alma / que es quien te define / te conozco a partir de este inmenso instante/ ya que en este manantial interno reconozco al amor. Lo lee sin dejar de entregarle su mirada y al terminar ella le toma las manos- Diciéndole: Puedo ser tu musa, llévame ahora y no me abandones. Él se para y en compañía de ella le entrega a la artesana los dos enseres y le dice que si le puede guardar la mochila. Se despide. Ella lo toma de la mano y enlaza los dedos con los suyos, lo quía pasando la plaza de una catedral vieja construida en pura madera, lo lleva por el museo de arte donde están colocadas varias esculturas futuristas de tubos y alambre que hacen perfectas telarañas, hiendo por la avenida donde divisan los espolones hechos de cemento con formas perfectamente geométricas; para que por la misma vía al pasar una zona de bares y de discotecas encuentren abajo de la avenida la playa. Bajan por una escalerilla alargada de cemento a la arena, que al querer estar solos antes de bordear la playa se quitan los zapatos para dejarse mojar los pies por el mar, al llegar al otro extremo encuentran un mundo de rocas invadidos por millones de gaviotas blancas. Se sientan a contemplar el espectáculo del millar de gaviotas que vuelan desafiando enormes olas.- Ella: yo soy de Coihaique de origen araucano ya que mis padres son originarios de esa tribu, me llamo Ojo de flecha o mi nombre español es Lautara. Cerrando los ojos encuentran sus labios en un cósmico y ardiente beso- Él: Yo soy Luciano, soy de la providencia del nadaísmo, mejor dicho ciudadano de ninguna parte- Pero donde naciste? En el mundo- Te respeto que lo creas de ese modo. Al ver que está oscureciendo- Ella: ven por este lado que te llevo donde tengo la tienda. Vuelven a la playa y al subir a la venida, ella lo guía por un estrecho sendero y distante de la gente donde ella tiene su carpa. Ella saca varias cosas de comer como queso, pan y jugo de ciruela, satisfecho se entregan al proverbio del amor.
A la siguiente mañana después de que ella disponga sus cosas entre la mochila y desarmen la carpa que ella introduce entre sus cosas, toman un bus que los deja en centro. Al volver a la plaza de los artesanos donde recoge su mochila, al despedirse cada uno de la chica de beso, vuelven a la avenida donde fácilmente toman un autobús que los deja en pleno desierto donde siguen la travesía hacia un lugar incierto.           Fin.              
                                                        
UNA COMVOCATORIA      
Dos amigos que han viajado por diferentes lugares del planeta se encuentran en Buenos Aires donde  reside Eduardo, ya que su amigo Néstor vive en ciudad de México. Los dos en el departamento de la calle Florida planean hacer un viaje desde la ciudad de Salta atravesando un sector único de la cordillera de los Andes al pequeño pueblo de San Pedro de Atacama. Para esto hacen toda una movida pegando carteles en las diferentes facultades de la UBA (universidad de Buenos Aires), en algunas estaciones del subte. Al contar con poco tiempo se les une Gabriela un chica algo excéntrica que cursa Antropología, Oscar que es un nato investigador, Libé como le llaman sus más conocidos que termino hace un par de años artes, Danta que empezó muchas carreras pero que no termino ninguna y que es un verdadero aparato, Luís que estudió filosofía pero se dedica al periodismo..
Una de esas típicas tardes se reúnen en Retiro, entre todos compran los boletos y después de un largo viaje llegan a la bella ciudad de Salta, donde se les une Daniel que es menudo colombiano de un pueblo de la región cafetera. En la siguiente mañana después de hacer los preparativos: como de comprar comida y de reunir un equipo apropiado para escalar. Alquilan entre todos un campero que los deja en las estribaciones del nevado Poquisi de donde empieza los verdaderos peligros, ya que pasan por varios desfiladeros, Van atravesando la cordillera, la primera noche establecen el campamento en una explanada- Néstor (sacándose las botas, volteando la vista en dirección del viejo amigo) hasta aquí toda va muy bien, viendo el mapa de aquí para adelante tenemos dos opciones por dónde ir, cual piensas vos que es la mejor opción?- Viendo que tenemos el clima en nuestro favor, considero que vayamos por el camino antiguo- Entonces ya está decidido. En esas llegan Libe y Gabriela- La última vamos a buscar leña. Caminar por una parte agreste donde encuentran una pequeña arboleda- Libe: si logramos agarrar esas ramas de aquel árbol tendremos suficiente leña. Néstor (viendo de frente a Gabriela) si te hago pata scout segura- mente te apoyas en esa rama verde y arrancas aquellas ramas secas- Ella: intentémoslo. Él pone sus manos agarradas de tal forma que ella pone el pie y apoyándose de la espalda llega hasta la mencionada rama y quiebra dos enormes ramas secas que al caer se impactan contra el suelo rocoso, ella con la ayuda de él se baja. Eduardo: lo lograron, con estas dos ramas tenemos leña para hacer la comida y de paso calentarnos. Los cuatro llegan donde están los demás picando las verduras- Daniel (con sus lentes redondos) veo que trajeron leña, ahora lo que hay que hacer es conseguir tres grandes piedras para poner la olla y fácilmente haremos la fogata. Entre Danta y él van a buscar las piedras que encuentran por doquier, las colocan para que Luís y Oscar se encarguen de ir cortado las ramas para ponerlas una sobre otras y encenderlas- Gabriela (mirando Néstor) me acompañas a buscar agua. Salen llevando un embace plástico por el sendero, al escuchar una torrente de agua sin problemas llegan al pie de una caída de agua- Ella (al mojarse las manos) esta helada- Néstor le contesta: seguramente viene de algún pico, si no dé a donde más. De vuelta ven la olla con el arroz y al grupo rodeando el fuego con el único propósito de calentarse. Gabriela: cuantas tazas de arroz hay en esa olla- Libé (tratando de esquivar el humo) hay tres tazas y media- Entonces pongo el doble que son siete tazas- Danta (con las manos prácticamente en el fuego) exactamente esas. Cosido el arroz, Néstor le agrega dos latas de atún, tomate picado y lo revuelve para servir en los platos, comen viendo como se está extinguiendo la luz del día. Al acabar se presenta un cielo enmantado de estrellas- Danta: si me pudiera comer todas esas estrellas- Daniel: veo que quedaste con hambre- Solo es un decir- Luís: qué tal si te las comieras- Pues primero sería una catástrofe universal y segundo cagarrias chispas. Todos se ríen- Eduardo: está mujer es un aparato. Se quedan contemplando el firmamento- Danta (viendo a Eduardo apoyando la cabeza con el codo y roncando) Eduardo ve a dormir a la carpa- Si ya mismo me voy a dormir. Se para y es seguido por los demás.
En el amanecer con los primeros rayos de luz se despierta Néstor, que sale y con el restante de leña de la noche anterior se hace una fogata que con una vela lo logra rápidamente encender, los demás al sentir el humo van saliendo de la carpa- Danta: soñé que la carpa se caía en un abismo- Libé: con razón te escuche gritar- Eduardo: yo no sé qué alegabas, ni con guíen- Luís: no tienen frío, que tal si aprovechamos el fuego y ponemos hacer un chocolate- Libé: la idea está buenísimo, si me acompaña Gabriela que ella sabe dónde hay agua- Ella: vamos. A la vez van Néstor y Eduardo a buscar leña, al rato aparecen los unos con la leña y las otras cargando el bidón de agua y entre los cuatro hacen el chocolate, que toman todos acompañados por el pan. Al acabar empieza a caer agua- Eduardo metamos todo entre los plásticos así evitamos que se mojen las cosas. Entre todos desarman las carpas y meten todo entre los plásticos. Con la lluvia comienzan a caminar- Néstor (viendo el mapa) tomemos por este lado. Mueven sus pies por un estrecho sendero viendo la infinidad de montañas nevadas, el camino que se hace difícil por estar bordeando enormes abismos- Danta: si nos caemos no nos encuentra nadie- Eduardo: hay que caminar muy alertas- Danta: solo lo dije para ponerle un poco de humor a la situación- Libé: cállate aparato. Empiezan una cuesta prolongada y dura- Néstor me voy adelantar para poner estos garfios y extender la cuerda, miren esa parte de la cuesta. Eduardo en compañía de su viejo amigo se adelantan ya que tienen la experiencia requerida para estos casos, suben con cierta dificultad casi sobre una pared entre enormes piedras para llegar al tope y enganchan los garfios- Eduardo: no escuchaste un maullido- Sí que lo escuche, no será que está rondando por aquí un puma- Eso es lo que creo- ¿qué hacemos?- Lo mejor es que nos quedemos quietos. En esa postura ven un enorme puma que salta de una enorme piedra a otra para perderse en la distancia- Eduardo: lo viste, es enorme- Pero menos mal que se fue, voy a lanzarle la cuerda a los chicos. El con el cuidado requerido baja a una de las rocas y  lanza la cuerda que Gabriela alcanza, todos con la ayuda suben donde se encuentran ellos- Néstor: esto que les voy a decir no es para que sientan miedo, hay que andar con los dos ojos muy bien puestos, ya que vimos un puma rondar por aquí- Gabriela: que susto ojala que no nos envista. Bajan la montaña con ese temor para subir rodeando una gran montaña y a los lejos aprecian un enorme nevado- Néstor: si ubicamos ese nevado en el mapa. Al bajarse la mochila para buscar el mapa siente el enorme gato en sus espaldas que lo arroja contra una enorme roca, pero con los gritos de todos el puma de sobremanera se asusta y sale huyendo. Eduardo desesperado va a la roca, lo ve terrible ya que tiene el rostro completamente desfigurado y al palparle el pulso se da cuenta que está sin vida- Él (gritando) dios mío. Los chicos del desespero se toman unos a otros y se lamentan- Gabriela: por favor gordura que no vaya a volver ese maldito puma- Danta: que hacemos con el cuerpo de Néstor- Eduardo dolido supremamente grita: es imposible llevarlo, tenemos que enterrarlo aquí mismo. Con lo que pueden entre todos abren un hueco y le dan sepultura- Eduardo (que se hace cargo del grupo y de la situación) Ahora en adelante tenemos que estar más despiertos, cuando yo vea que podemos parar paramos, lo mismo para seguir. El viendo el mapa trata de ubicar el nevado, por la ubicación cree que debe ser el Zapaieri- Tenemos que ir en sentido este. Por ahora siguiendo esa misma dirección van por un sendero que va por entre las montañas dejando el imponente nevado atrás, al llegar a una meseta se detienen- Libé: qué tal si acampamos en este lugar- Eduardo: es perfecto. Entre las mujeres arman la carpa, pero en el momento que van Oscar, Luís y Eduardo a buscar agua y leña- Libé: que se quede un hombre con nosotras- Danta: no molestes que lo que pasó ya sucedió- Oscar: me quedo con ustedes. Luís y Eduardo al caminar ven una especie de ciprés caído y entre los dos con la única hacha destrozan parte del árbol y llevan los trozos al campamento- Eduardo si hacemos una enorme fogata siempre estaremos protegidos de los pumas. Entre todos arman la fogata y preparan de comer, después de haber comido- Gabriela: tomémonos todos de las manos y cerremos los ojos ahora pidamos por el espíritu de Néstor para que se encuentre bien, al terminar el pequeño ritual se turnan entre todos para mantener el fuego, se van a dormir a las carpas.
La mañana aparece completamente nublada, Los tres hombres van y hachan otra gran parte del árbol y al ver que el cielo no abre se quedan todo el día comiendo y jugando al truco.
Al ver que el cielo no se despeja y que tienen pocos alimentos, deciden entre todos seguir con la excursión. Después de un abundante desayuno parten con la suerte de que de a poco se va abriendo el cielo, caminan un largo trayecto y al pasar lo que se asemeja un río completamente lleno de hielo se presenta quebradizo el terreno y completamente árido sin vegetación alguna. En una ondulación encuentran un perro que los guía a lo que parece un cráter lunar y por las características Eduardo se entera que es el Valle de la Luna. Donde al sentarse a contemplar el paisaje, al detener todos la mirada en una enorme piedra sale despedida y cae sobre una más grande- Eduardo: se manifestó el espíritu de nuestro hermano Néstor- Gabriela: si tú lo crees de ese modo, debe ser por algo- Eduardo: Sigamos que nos conviene llegar antes que oscurezca. Al levantarse vuelven a caminar con dificultad de las piedras mojadas que son supremamente resbala- dizas ya muy cansados y con el último esfuerzo logran llegar al pueblo pintoresco de San Pedro de Atacama- Danta: después de la odisea por fin llegamos- Oscar viéndolos va hablando: esto es un hecho, pero si contamos esta travesía tal vez nadie nos crea- Eduardo claro que esta tristeza que tengo me invade carcomiéndome por dentro, ya que un verdadero amigo es irremplazable.                   
                                    
PERDIDO EN EL DESIERTO
Me acuerdo como llamarme Andrés que salí muy temprano de Copiapó con destino de un pueblo llamado el Desierto, con él único objetivo de encontrar a una antigua amiga de Santiago que estaba desde hace unos días visitando a su abuelo. En el momento que salí con una indicación precisa tome un camino rocoso en medio del desierto, me acuerdo que al último humano que vi fue a un señor que jalaba una carreta, no sé con qué propósito. Camine todo el día por lugares completamente inhóspitos, al llegar a un canal completamente seco donde debía desviarme hacia la derecha, así lo hice pero no se debido a que no divise como me habían dicho el pueblo, creo que camine sin sentido porque me vi perdido en un territorio igual y completamente seco. En el momento que quise saber cuál era el norte y el sur me fue imposible orientarme. Ya muerto de la sed comencé a escarbar un hoyo pero por más que escarbaba no logre encontrar ni el mínimo indicio de agua, al sorprenderme la noche en mi delirio todo se tornó frío, que con mi único abrigo que se trataba de un chaleco trate de aliviar el frío pero cada vez temblaba más. La noche se me hizo eterna ya que solamente al acostarme veía como una amenaza a las estrellas, yo no sé cómo logre dormirme porque me despertó los rayos de un sol que me quebraban la cabeza, empecé a caminar pero al ver que por más que andaba todo el paisaje siempre era lo mismo, pero aun así no desfallecí en mi andar y al ver una huella o la marca que al parecer por su diámetro se asemejaba a la llanta de una bicicleta, la seguí con la esperanza de que me llevara alguna parte. Pero la marca desapareció y trate de encontrarla otra vez aquel rastro. Pero lo único que vi fue la extensión de pequeñas piedras y arena, al darme por vencido me senté sintiendo el ardor de los labios y la lengua completamente seca, así vi llegar la noche que al poco tiempo se nublo ya que dejaron de verse las estrellas. En esa infinita oscuridad comencé a vislumbrar una luz muy lejana, no sé de dónde procedía pero saque fuerzas, me levante aunque tambaleaba al caminar. Seguí por donde venía la luz, pero a la medida que avanzaba se alejaba y en un momento dado deje de verla. Que me tumbe al suelo y descontrolado estrelle varias veces mi mano con el suelo arenoso hasta que sangro, mi desespero fue tal que perdí el sentido de la realidad y que en ese estado de locura mi celebro comenzó a divagar tantas cosas que hoy no las creo. Sentí que no pasaba saliva y para empeorar la sequedad cada vez iba en aumento hasta que en un momento me sentí desfallecer, como no quería morirme me pare pero mis pies no aguantaron el peso de mi cuerpo, al caer perdí el conocimiento. No sé cuántas horas o que tiempo paso, cuando en mi nebulosa deslumbre a una señora que recogía yuyos al verme me tomo una mano al sentir otra mano abrí los ojos y más cuando la vi pensé que estaba soñando. No sé entre cuantos o si fue la señora que me recogió, lo único que ahora se es que me estoy recuperándome en esta cama.                Fin.                                                                    

LA APARICIÓN DE LA MUERTE
En una tarde veraniega va Matilde por medio del verde de la avenida Francisco de Aguirre, mirando las diferentes esculturas en mármol. Se detiene al frente de una escultura que representa a Afrodita, ella en su concentración ve que la diosa hace un movimiento para volver a quedar en la misma posición, pero duda si lo que vio fue verdad o suposición. Ella gira entorno a la escultura y vuelve hallarse en el mismo lugar y vuelve a ver a la diosa hacer exactamente el mismo movimiento para retornar a la misma ubicación. Ella piensa: que es esto que vi, acaso me quiere decir algo o que va a suceder. Retorna a su andar dirigiéndose en el mismo sentido, entre árboles y las variadas esculturas. Pero al detenerse frente a lo que parece Atenea le vuelve a ocurrir lo mismo. Ella meditativa piensa: pero cómo es posible que yo únicamente lo pueda ver. Sigue al querer pasar la calle Balmaceda se tiene que detener por el transitar de los diferentes vehículos, en el momento que el semáforo cambia de verde a rojo. Al pasar la calle bruscamente se detiene un vehículo fúnebre y ella en segundos en el ataúd ve al muerto que la impacta con su mirada de una belleza casi sobrenatural. Impresionada y temblo rosa al arribar a un pequeño lugar de onces, al ingresar se sienta y para salir del paso pide un té, en el momento que lo está tomando ante su mirada se presenta una antigua amiga- Ella: que haces por  aquí?- Simplemente voy a la casa de una tía- Pero tú porque tienes esa cara- Siéntate y te explico: Al pedirle otro té a la señora- Matilde le dice: primero vi a dos esculturas que están en medio de la avenida Francisco de Aguirre moverse y girar que me impactaron; después al pasar la calle en el momento que pasaba se detuvo un carro fúnebre y el muerto me lanzo tal mirada que este hecho me impresiono- Tú estás loca o te esta pasado algo…- Es fácil decirlo si no lo sientes, si quieres me acompañas y vemos las esculturas- Pero primero acabamos con el té y vamos. Al concluir con el contenido de cada pocillo, al ratito salen con destino de la avenida, cruzan la calle y al caminar- Ella: es exactamente está estatua que se supone que debe ser Atenea. Se paran de la misma forma que Matilde viera lo ocurrido pero no pasa absolutamente nada- Alicia: déjate de majaderías y vamos- Porque no te alejas para ver qué pasa- De verdad que me sorprendes pero te voy hacer caso. Alicia se retira y se esconde detrás de un árbol, Matilde se vuelve a colocar al frente de la escultura. Esta vez ante sus ojos la escultura gira varias veces levantando los brazos y los pies como si bailara, se detiene con la misma postura y en el mismo sitio. Alicia vuelve donde se halla su amiga con cara de aterrada- Matilde: verdad que viste el movimiento que hizo- Perdona por no haberte creído pero ahora sí que lo confirmo, que tal si vamos a la otras escultura…- Vamos a la escultura de Afrodita. Caminan y al llegar ven la hermosa escultura de frente, pero al ver que no pasa nada. Alicia se vuelve a esconder detrás de otro árbol y ve cuando su amiga se coloca justo al frente de Afrodita que la estatua girando pega un salto para volver a la misma postura de siempre- Alicia (al volver al lado de su amiga) lo que no entiendo es por qué si hay otra persona con vos la escultura no hace ni el menor movimiento, será que tienes un poder o algo para que escondida suceda lo que mis ojos presenciaron- No lo entiendo- Nunca te sucedió algo igual?- Para nada, es la primera vez que me pasa, que hacemos para averiguarlo?- No se me ocurre nada- Vamos a la casa de mi tía, tal vez allá se nos ocurra algo. Caminan viendo como declina el día y viendo como las ramas son impactadas por el viento- Alicia que ventaron- ¿Sera que va a llover?- Imposible. Escuchan el relámpago, al segundo como son invadidas y alumbradas por la terrible descarga eléctrica- Alicia (con gesto de impresionada) pensé que ese rayo nos iba a partir en dos- temí lo mismo. Aceleran el paso y de ese modo llegan al frente de la fachada republicana. Al tocar al ver que no les abren la puerta- Matilde (mirando a su amiga) parece que no hay nadie- Sigamos insistiendo. Alicia vuelve a tocar, sienten que abruptamente abren la puerta y ven a la misma persona pálida como una pared, que viera Matilde en el vehículo fúnebre para salir corriendo por el medio de la avenida, al volver la vista hacia a tras ven él tipo que llevando una daga les está dando alcance, pero al mismo instante ven a la tía y se detienen en frente de ella- Por que corrían como locas- Alicia: debido a que alguien o un espectro que salió de tu casa nos persigue- Pero si no viene nadie detrás de ustedes, como es posible que alguien las pueda perseguir. Ustedes que son dos muchachas con sus cabales bien puestos que les está pasando- Alicia: en tu casa te contamos algo que les está ocurriendo a Matilde- Pero no me dejen sin saber lo que esta pasando, cuéntenmelo de una vez- Matilde: es que no puedo saber cómo empezar ya que parece muy inverosímil y es mejor que estemos sentadas. Caminan, al llegar ante la fachada que esta alumbrada por el alumbrado público, ven unas extrañas y alargadas sombras- La tía que sombras más peculiares, nunca vi algo igual. Abren la puerta, van hasta la sala y al sentarse las tres en el mismo sofá ven sentado al mismo sujeto que se les apareciera anteriormente y las tres del susto pierdan el sentido.            Fin.                                                   
                               
  TODO POR LA MUERTE DE UNA AMIGA
Siendo una calmada madrugada un hombre que llegara a la estación de gasolina la noche anterior, se despierta y sale a la intemperie para que de una vez desarme la carpa, que en segundos la amara en la parte de atrás de su mochila. Viendo el amanecer abre un paquete de galletas y las va comiendo escuchando los nuevos sonidos del día. Al ver un camión que está cargando nafta se aproxima, se espina sobre el guarda barros- Señor por casualidad no va hasta Santiago- Si, pero mañana- Gracias. Decepcionado se sienta y al pasar más de una hora ve a otro camión que viene en el mismo sentido y que al parar ve como se baja una mochilera que viene donde esta él- Ella (con su pelo rubio y una gafas color mar) a dónde va?- A Santiago- Puedo ir con usted- Claro, así es más fácil que nos lleven a los dos- Desde hace cuánto que está aquí en la Serena?, desde hace varios días- Vive en Santiago- (pensando esta chica sí que pregunta) No gracias, voy para el sur- Exactamente a donde- No sé, de pronto vaya a Argentina o a lo mejor a Punta Arenas y usted …- Ella (sacando de su mochila un gorro) por ahora voy a visitar una amiga que por estos días va a parir un bebe, luego sabré que dirección tomar a lo mejor puede ser Mendoza, cuando llego- Anoche- Entonces no adormido- Sí que dormí, gracias al dueño de esta estación de nafta (gasolina) que me dejo armar la carpa. Al rato ven detenerse dos camiones- Ella pregúntale a ese y yo pregunto en el otro. Salen en esa dirección la chica enfrenta al conductor, él hace lo mismo con el otro para que se baje decepcionado. En el momento la chica gritándole - Ven que el señor nos va a llevar. Al ir él hasta el camión, los dos se trepan para que él vaya en la ventana y ella en medio de los dos, el señor que es de un aspecto grueso como casi todos los camioneros hace arrancar el enorme vehículo, va por un territorio a la medida que avanza se hace más verde, bordeando viñedos y frutales tipo Mediterráneo, hasta que ven desaparecer el día para que resurja la noche y vean el alumbrado de la pequeña población de Petorca- Aquí paro a comer. El señor conduce el camión entrando en un enorme parqueadero, al frente se ve una moderna construcción- Al bajarse Ella (viéndolo de perfil) que tal si vamos a comer algo- Él (dirigiéndole la mirada) no tengo un peso partido a la mitad- Yo tengo algo de dinero, veamos que podemos comer. Entrando ven al chofer que los llama- Los convido con dos completos, pídanlos que yo los pago. Se sientan rodeando una pequeña mesa, al venir uno de los meseros le piden los dos perros calientes, que al tenerlos los acompañan con dos vasos de vino- Ella:¿de dónde eres? - Él (pensando las obvi- as preguntas) No lo quiero recordar, ya que desde hace mucho vivo de un lugar a otro- Que interesante, pero que haces para sobrevivir- Traba- jo en lo que puedo conseguir y en temporadas hago caricaturas. Al pasar el tiempo el conductor los llama para que aborden el camión, antes de llegar a la capital chilena debido a un accidente de un bus que se estrelló contra otro camión se complica más el tráfico que avanzan muy lentamente- Él conductor (sudando) con este paso vamos a llegar mañana- Ella usted debe de estar muy cansado …- Imaginasen que vengo conduciendo desde Arica- Él cuantos días?- Voy a completar tres días y tres noches- Ella como puede durar tanto manejando- En esto llevo desde el golpe militar, o sea más de treinta años- Ella pero usted no se ve tan viejo- Voy a cumplir sesenta y cinco años, en esto llevo mucho más de media vida- Es verdad que en el gobierno de Allende a los camioneros le pagaron para que el país se paralizara, tal cual fue, pero yo no me deje sobornar y por esa razón desapare ciéron a dos de mis hijos, pero por favor hablemos de otra cosa que de eso no me quiero acordar. Entran por la avenida norte, pasan por el parque los Héroes, luego por el instituto chileno de la lengua- La chica a dónde va?- Voy hasta las Rosas y Bandera ya que hay tengo que descargar- Ella hemos hablado mucho, pero ni siquiera sabemos cómo nos llamamos- Él yo soy Rodrigo- Él chofer yo soy Feliciano Reyes- Ella yo soy Emilia- Todos (al mismo tiempo) mucho gusto. El gran vehículo sique la trayectoria de la amplia avenida- El chofer donde los dejo- Emilia (viendo a Rodrigo) si quieres vamos a lo de mi amiga- No abra problema- Por el contrario Clara es muy buena gente, yo la conozco hace mucho por eso lo digo- Si es así está bien- El señor conductor: bájense antes que cambie el semáforo- Gracias. El abre la puerta al bajar le da la mano a Emilia y luego el chofer les da a cada uno su respectiva mochila- Ella: es por acá, Caminan tres cuadras hasta la Morande y en esa cuadra en una modesta casa tocan, les abre una chica alta y bien constituida que al verla- Emilia que bueno que hallas venido, pero tengo malas noticia- Acaso que paso?- Entren y les cuento. Entran viendo varios afiches de varias bandas de rock, se sientan sobre un mueble que desentona con el lugar- Emilia: acaso tiene que ver con Clara y el bebe- Si, la pobre sufrió un accidente y enseguida murió- Emilia (abrazando a Rodrigo) como es posible …, cómo fue?- Al ir al hospital un coche loco envistió a la ambulancia que del impacto se volcó y perdieron la vida todos los ocupantes- Rodrigo: que tragedia, pero atraparon al conductor- No, se voló, lo están buscando los pacos. Lucia (abrazando a Emilia) ella era tan linda que siempre estaba llena de detalles- Emilia: no lo puedo creer y siempre que la llamaba me contaba lo ilusionada que estaba de tener él bebe- Lucia: era una hermana si cacháis. Cuando es el entierro- Ahora misma la deben estar cromando- Donde van a botar las cenizas- Eso no se ha decidido hay que esperar que las traigan. Al rato escuchan la puerta que Lucia abre y ven a Danilo acompañado de Clarisa, de Carla, de Juan y sus dos hermanos Claudia y Nico, este último trae la caja de madera con las cenizas- Todos se asombran al ver a Emilia- Claudia (abrazándola) hermana se nos fue Clara y nunca pudimos conocer al bebe- Ella: que desgracia por que murieron de la misma forma que tus padres- Nico: de un maldito accidente- Lucia: tenemos que despedirla como lo merece, voy a destapar estas botellas de vino. Ella misma las destapa y vierte el líquido rojizo en varias copas- Nico: salud por la belleza que era. Todos toman- Claudia: donde vamos a votar las cenizas- En el cerro Santa Lucia- Nico (viendo a su hermana) no hoy, no, yo sé que ella hubiera elegido su facultad donde estudio, o sea donde siempre que tenía oportunidad de estar- Clarisa: en Bellas Artes, en el parque Forestal- Lucia: además yo esta mañana compre esta araucaria. Alza la maceta donde está el pequeño árbol para que todos la vean- Nico (tomando la pala) no nos miremos más y vamos. Salen cantando las canciones que a Clara más le gustaban, llegan a la plaza de Armas, la atraviesan por un costado para tomar la calle Montes y al cruzar el puente peatonal de la Barra llegan al frente de la vieja edificación de Bellas Artes, para que sin titubeos arriben al enorme parque, caminan viendo el centro de la arboleda donde deciden hacer el hoyo. Nico con la pala abre el hueco justo, su hermana abre la cajita y al esparcir las cenizas ven como el espíritu de Clara se convierte en un instante en la mujer que fue y se eleva por el aire hasta extinguirse completamente.
                      Fin.   


ÍNDICE
Capítulo I--------------Cuentos ecuatorianos
Pag. 1-------------------------------Sin destino
Pag. 18---------Los pormenores de un viaje
Pag. 32---------------------Todo por un duelo
Pag. 41------------------------Los fotógrafos
Pag. 56---------------Un viaje de vacaciones
Pag. 70--------------------------------En coma
Pag. 76----------Al no encontrar a un amigo
Capitulo II-----------------Cuentos peruanos
Pag. 89-----------------------------La retratista
Pag. 113------------------No hay razón de ser
Pag. 128-----------------Perdido en la ciudad
Pag. 132------------------Todo una desgracia
Pag. 139------------Una extraña observación
Pag. 145------------------Un viaje inesperado
Capitulo III-----------------Cuentos chilenos
Pag. 156-------------------Las cartas de amor
Pag. 179--------------------Una convocatoria
Pag. 178---------------Perdido en el desierto
Pag. 181-----------La aparición de la muerte
Pag. 185-----Todo por la muerte de una amiga.