CUENTOS LATINOAMERICANOS
ECUATORIANOS
SIN DESTINO
Fiunda siendo una muchacha lejana del mundo,
de la cotidianidad, de todo a lo que se parezca a cumplir un horario o hacer
algo por el hecho simple de ganar dinero. Ella que siempre se inclinó por la
literatura, a confrontar al mundo por medio de las letras.
Una mañana de niebla decide abandonar a su
compañero ya que siente que la relación llego al límite, aprovechando su
ausencia muy metida en su mundo. Introduce lo que considera necesario para un
viaje largo y sin destino. Con su vieja mochila lista y con el poco dinero de
unos artículos que logro vender al diario de su ciudad de Pasto, Sale de donde
viviera año y medio, toma un pequeño bus que la lleva a Ipiales, al bajarse
antes que el vehículo abandone la carretera Panamericana para meterse en la
pequeña ciudad, camina cargando en sus hombros la vieja mochila y bordeando la
ruta al lado de donde pasan autos de todo tipo y camiones, abandonada en el
paisaje que sin darse cuenta llega al puente de Rumichaca, aunque ve a varios
policías no se detiene y como si nada sigue tan campante por el puente que al
llegar al otro lado ya en el vecino país del Ecuador, no se dirige a la
edificación de extranjería sino sigue derecho para tomar la vía donde se para a
presenciar las diferentes lomas, al ver detenido a un camión con el dominio de
la circunstancia- Le pregunta al grueso conductor: ¿hacia dónde va?- Él conductor
(con un asentó boyaco) voy a Guayaquil a dejar esta carga- Ella: me puede
llevar- Está bien móntese. Ella se trepa para darse cuenta de la exuberancia de
la barriga del chofer que al acomodarse acelera el enorme vehículo, después de
doblegar pronunciadas curvas- El conductor le pregunta: ¿tiene familia en
Guayaquil, o piensa hacer allá?- No conozco a nadie y mucho menos sé lo que voy
hacer en Guayaquil- Esa ciudad es muy peligrosa, ustedes los jóvenes porque son
tan locos. Ella viéndolo se ríe- Y Luego murmura: la locura la identifico con
lo que hago- Al menos tiene pasaporte- Ella sin importarle la opinión del
conductor: Si yo estoy loca el mundo lo es más que yo, papeles solo tengo para
escribir. Al rato Él gordo: es mejor que se esconda donde suelo dormir ya que
vamos a pasar un control de la policía, no se olvide de cerrar bien la cortina
y no se mueva que si la ven me meto en tremendo lío. Casi en el mismo momento
dos sujetos vestidos de policía lo obligan a detener el camión, él abre la
ventanilla les muestra los permisos y el talonario de importaciones, lo hacen
bajar y él sin problemas abre la puerta de atrás y les muestra los bultos de
arroz- El más grandote de los oficiales: puede seguir. Él se encarama en la
cabina y sin pestañar acelera- Ya pasamos lo difícil ya puedes salir. Ella se
coloca al lado de la ventana y ve ante sus ojos desfilar las feas
construcciones de la pequeña ciudad de Tulcán, al salir de la población observa
detenidamente las diferentes ondulaciones de los cerros que las cambia por las
imágenes de un profundo sueño, solo se despierta por el olor a gasolina ya que
ve en la gasolinera al gordo chofer hablando con el encargado de poner el
combustible, que se despiden con un apretón de manos. Al instante se vuelve a
subir el barrigón y hace que el camión arranque- Ella palabreando: ¿en dónde
estamos? - Llegando a Otavalo- Por favor déjeme donde le quede fácil- Ya no va
a Guayaquil- No he cambiado de idea. Se quedan en silencio y solamente en un
breve momento el camión se detiene de bajo de un puente peatonal. Ella se
despide con una de sus manos y se baja para ver al camión arrancar, al ver que
no pasa ningún automotor prefiere pasar el puente por debajo, anda por el andén
algo quebradizo al lado de fachadas de presuntuosas casas, remonta en ese
estado de cosas hasta ver el parque principal donde ve a varios indígenas
vestidos de blanco y de cabello abundantemente negro y a las mujeres con sus
largas faldas llevando sobre sus cuellos varias vueltas de collar. Camina entre
el gentío esquí- vando a quienes se va encontrando de frente, llega a la plaza
de Ponchos viendo los diferentes tejidos y los variados artículos artesanales
para detenerse en un puesto de instrumentos musicales, al pasar la vista por
las guitarras, las quenas, los charangos. Detiene su vista en una mesita de
donde toma una ocarina que al llevársela a los labios la hace sonar- Ella
(viendo al indígena) que cuesta?- Se la doy en tres dólares- Tengo seis mil
pesos los acepta- Claro si es plata. Ella se los da y sale silbando el pequeño
instrumento para llegar a un puesto de comida, se sienta ocupando una pequeña
mesa muy campante pide unas humitas, acompañadas de huevos fritos y salchichas,
las cuales come lentamente viendo a la gente en su accionar. Terminado de comer
se levanta dispuesta a buscar un hostal que sin problema halla al lado de una
tienda de artesanías, sube por una escalera que la conduce a una enorme puerta,
al timbrar aparece una señora que con voz de caleña le va diciendo: desea una
habitación- Si, pero que sea lo más silenciosa ya que le tengo cierta cosa al
ruido- Entonces subamos. Sube siguiendo a la señora por unas escalerillas que
las lleva a un patio interno donde cuelgan varias materas con diferentes flores
y de donde se aprecian varias puertas, la señora abre una que solo tiene una
ventana, prende la luz y ella deja su equipaje en el suelo y se acuesta a
probar la cama para levantar la mitad de sus extremidades- No me importa que
cueste la tomo, pero le pago después que descanse- Está bien. La señora sale al
cerrar la puerta a ella la invade la oscuridad que no tiene inconveniente para
que- darse sumida en el mundo de los sueños, solo se despierta al sentir un
poco de hambre. Al pasársele el tiempo se levanta teniendo que palpar en la
pared logrando encontrar el interruptor de la luz, que al tocarlo se enciende
la luz para que sin problema saque de la mochila su chaqueta de gamuza y salga
llevándola puesta, de inmediato se da cuenta que es de noche. En la inmediatez
le da el dinero a la señora correspondiente por la pieza y sale con la frescura
requerida para afrontar lo que venga por las mismas escaleras por donde vino. Ya
en la calle alumbrada por la luz eléctrica camina al azar y al encontrar una
pizzería no duda en entrar, se sienta viendo a un grupo de gringos que la miran
también a ella, muy cómoda aparece el mesero con una carta que pone en la mesa,
ella la ve- Viéndolo le dice: Deme una Napolitana. Él tipo se retira y su mirada se encuentra en la
dimensión de la mesa con la de un rubio que come unas pastas acompañado de
otros extranjeros, al momento otro mesero le trae la pizza pero en el momento
que esta elevada disfrutando del manjar es sorprendida por el rubio que con
ningún perjuicio se sienta a su laso- Me gustas- Ella (pensando este no será
que es un oportunista o de verdad que lo siente así) me confunde, no sé qué
decirle …- No se preocupe quédese tranquila, que quiero permanecer a su lado-
Pero es mejor que se vaya por donde vino, no quiero compromisos que con uno que
tuve fue suficiente- Él muchacho (cambiando de pose) me quiero divertir porque
no nos acompaña a la peña folklórica…- Está bien- Acompáñeme a la mesa donde
están mis amigos- Por que no. Al haber terminado, se paran y van donde está el
grupo de extranjeros, al quererse sentar él muchacho le trae una silla en la
cual se sienta al lado de la de él- Ella: como es tu nombre Francesco- Yo soy:
Fiunda- Cada cual de los presentes le contesta con su nombre- Una pelirroja: de
dónde eres?- Nací en Pasto pero mi madre es Argentina y ella a la vez es de
origen Italiano como el cincuenta por ciento de los argentinos- El Chico ya
comprendemos, nosotros somos de Porto Alegre del sur de Brasil- Que
interesante, de vacaciones … - Se puede decir que si- Yo en cambio no sé cuál
va hacer mi destino- ¿Porque?- Debido a que mi vida a partir del momento que
decidí cambiarla no sabe que le espera, pero eso no me preocupa para nada- Que
bueno- Un muchacho rasta: vamos a la peña- La pelirroja: entonces movámonos.
Todos se paran, Fiunda paga su cuenta. Salen por la calle para encontrar la
carrera Colón y escuchar la algarabía de la música, entran al establecimiento
para sentarse al frente de los músicos que interpretan un San Pedrito, piden
una Guayusa que un señor vestido con pantalón de rayas otavaleño y un chaleco y
posee sobre su cabeza un sombrero negro de fieltro, les trae una jarra con el
contenido y los respectivos vasos, empiezan a tomar y ya prendidos todos bailan
sin parar, Francesco intenta besar a Fiunda pero ella se aleja ya que prefiere
moverse al lado de un otavaleño que le regala un vaso de licor que la aturde
tanto, que termina llevándosela a un lugar que cuando ella se despierta no
comprende cómo está desnuda donde está, sola y con un dolor de cabeza del
diablo, con ese malestar se levanta y al intentar abrir la puerta no la logra
abrir ya que está cerrada al parecer con llave, que tiene que salir subiéndose
a un taburete por la ventana, en la calle como no sabe dónde está prefiere
interrogar a un niño que la orienta y muy fatigada llega al hotel sin que la
vea nadie toma la llave de la habitación y no duda en acostarse sobre la cama
para quedarse emergida en los sueños, tan solo a la otra mañana se despierta,
como se da cuenta que su dinero no está con ella, decide salir sin pagar la
última noche. Ya en la calle va en la dirección del mismo puente peatonal donde
al rato le para una camioneta- Ella (mirando al conductor que luce un extraño
bigote) a donde se dirige- voy a Quito- Me puede llevar- Claro súbase. Ella se
instala al lado del tipo para que la camioneta tome velocidad, va viendo el
paisaje verdoso y así encuentra con su mirada el lago San Pablo- Él señor:
usted se ve que no es de por aquí- Soy de Colombia de Pasto- Que hace tan
sola?- Viajando- A donde piensa ir? A donde me lleve el destino- Ah ya
comprendo vive de la aventura- Ella (en son de burla) como lo crea usted, pero
usted en que se ocupa- Soy comerciante compro y vendo lo que vea que puedo
ganar algo de dinero. La camioneta comienza una cuesta para descender en un
pueblo donde el señor detiene el vehículo al frete de una bodega, la chica al
ver que el señor se baja dejando las llaves, de una decide arrancar la
camioneta que a pesar de los gritos del bigotudo, no se detiene si no al
contrario acelera y en cuestión de segundos lo deja atrás. Ella maneja pensando
por fin me vengo de estos ecuatorianos que me violaron y me robaron el único
dinero que disponía. Al llegar a Quito el vehículo deja de andar por falta de
combustible, deja la camioneta en la orilla de la vía y los pocos minutos hace
detener un bus donde se monta- Ella: va cerca de la universidad Central- Él
ayudante: si vamos en esa dirección, me va a pagar …- Como quiere que le pague
si en Otavalo me robaron todo el dinero. Nosotros no podemos hacer- Que quiera
que haga, no le estoy mintiendo ya que si me robaron- El tipo mirándola con un
gesto de rabia: bueno está bien siéntese. Ella se sienta ocupando un puesto
libre viendo las diferentes calles con sus construcciones y luego de una
prolongada bajada el bus por la causa de un semáforo se detiene, al tomar un
puente que lo alza lentamente debido al tráfico vehicular- El ayudan- te le
dice: bájese aquí que allá está la universidad. De una se pone su mochila sobre
la espalda y sin ningún inconveniente se baja, ya sobre el pavimento a pesar de
los insultos del chofer y del ayudante toma en dirección de la universidad y
solo se detiene en las escaleras de la biblioteca donde entra evadiendo al
vigilante y de una se va a la sección de literatura donde descubre el enorme
están de poesía sin pensar toma el libro de la generación de los poetas
decapitados, lee poemas de Jorge Enrique Adoum, otros de Cesar Dávila; luego se
empecina con la generación de los poetas Tzantzicos y al leer varios poemas le
gustan los de una mujer llamada Ana María Iza. Al ver que apagan la luz se
esconde debajo de un alto escritorio y en la noche con su linterna lee la obra
Playa y Bronce del primer novelista indigenista Fernando Chaves, pero al querer
leer un ensayo del conocido Benjamín Carrión se queda sin baterías la linterna
que vuelve sobre sus manos y sus pies tanteando para encontrar el mismo
escritorio quedándose sobre el suelo profunda, al despertarse ve unos pies que
lucen unos elegantes mocasines, en el momento que lentamente se levanta
encuentra la apariencia de un señor de pelo canoso y ensortijado, el cual tiene
un vestido de paño- Este (con cara de susto) criatura de donde sales. Ella: me
toco dormir debajo de su escritorio. Luego le cuenta todo lo sucedido desde que
saliera de Pasto- Él viejo: que muchacha más aventurera, me encanta conocer tan
encantadora joven que puedo hacer para halagarla- Invíteme a almorzar- Como no
voy acolitar a tan bella dama. Salen de la biblioteca con destino del
parqueadero donde él abriendo la puerta la hace seguir a su viejo Ford, que
conduce por el puente que lo lleva al parque Elegido, dobla a mano derecha
pasando por la casa de la cultura y al terminar la extensión del parque
estaciona el auto en un parqueadero. Se bajan y el la lleva de gancho hasta la
entrada del lugar de almuerzos- Él señor (viéndola a los ojos) no se hace
cuantos años que vengo a este restaurante, prefiero este debido a que siempre
me atienden como si estuviera en mi casa. Perdón por que no me he presentado:
yo soy Camilo Ruiz Ojeda, nací en Popayán pero desde que mis padres me trajeron
muy pequeño vivo en Quito, ahora quiero saber con quién tengo el placer de
estar hablando- Ella: yo me llamo Fiunda Carrizo- Es algo del legen- dario
arquero de Millonarios, creo si no me equivoco que soy como una nieta tercera o
algo así- Que honor. En esas se acerca el mesero con la carta- Ella mirándolo:
que me recomienda- Menguado- ¿Que es o de que se trata? Él volteando la cara en
dirección del mesero- le murmura: carne en salsa, ¿acompañado de qué?- Papas a
la francesa, ensalada de pepino y pimi- entos- Ella: Por favor tráigame el
menguado- Yo quiero pato al Jerez- Me demoro- Él: esta bien ya que no tenemos
prisa, mientras tanto tráigame una botella de vino del Toro, la que me gusta
usted sabe cuál- Ya vengo- Fiunda: usted por lo que se ve trabaja en la
universidad, ¿qué función desempeña?- Hace varios años dirigí la facultad de
letras, como me pensione ahora soy el director de la biblioteca ya que nunca
puedo separarme del todo de la literatura. Al momento aparece el mismo mesero
trayendo en una bandeja las dos copas y la botella de vino, que el individuo
mismo descorcha para servir en las copas la medida indicada del vino, para
volverse a retirar. Brindan- Él señor Camilo: usted que hacia allá en Pasto?-
Primero intente estudiar periodismo en Bogotá pero nunca logre adecuarme a los
horarios, luego al regresar a Pasto empecé a estudiar literatura pero en el
momento que murió mi madre lo deje por falta de dinero, en el último tiempo me
dedique a escribir y enviar crónicas a los diferentes periódicos del país, pero
no siempre me pagaban por esa razón nunca logre estabilizarme- Que piensa
hacer?- Lo único que quiero es viajar. Son interrumpidos por el mesero que trae
los dos platos colocándolos sobre la mesa, empiezan comer en silencio, al
acabar el señor la mira como tanteando la cosa- Quiere venir a mi apartamento-
Claro que me gustaría ya que usted se ve buena persona, además me puede aportar
con su experiencia. Salen del lugar para montarse en el Ford y el conduce por
la seis de diciembre para tomar la av. Colón, que subiendo bajan hacia Guapulo
y solo él detiene el viejo automóvil en frente del edificio donde vive- Ella
(abriendo la puerta) hace mucho tiempo que vive aquí- Si no estoy mal algo más
de cuarenta años- Muchísimo tiempo- Toda una vida. Suben por las escaleras de
caracol para que abra una de las tantas puertas donde surge un pequeño espacio
magníficamente decorado- Ella: que buen gusto- Gracias a mi esposa muerta que
ella misma puso todo su empeño- ¿Hace mucho murió?- Van hacer veinte años- Esta
muy bonito el apartamento- Exactamente igual como ella lo dejara, ya que nunca
me atreví a cambiar nada- Que extraño que al quedarse solo no allá querido
cambiar al menos los muebles. Por qué durante mucho tiempo preferí quedarme con
su recuerdo, pero sigamos a la biblioteca. Entran en el aposento repleto de
libros y se sientan en un sofá de cuero viendo a través del ventanal el valle y
un atardecer de magníficos colores. El con su imaginación la desviste, hay algo
en el ambiente como un embrujo que ella piensa como será hacer el amor con un
viejo. El de a poco se va acercando para voltearse y encontrar la fragancia de
sus labios, con la experiencia la va tocando las partes más sensibles de su
cuerpo, para que los dos excitados se desvistan y empiecen la acción en un
jaleo constante. Pero en el último esfuerzo él recibe una sobrecarga y queda
completamente paralizado. Ella al darse cuenta de su muerte se asusta de tal
forma que comienza a pensar que tiene que huir, rápidamente se viste y tomando
la chaqueta de él saque la billetera y extraiga el dinero para tirarla sobre el
suelo, alza su mochila y al verlo por última vez se da cuenta que se le ha
caído la caja de dientes, su cara tienen un semblante aterrador y sale casi
convulsionando por la misma puerta que entrara. Casi corriendo iluminada por la
luna llega por las escalones a la avenida exhausta, se tiene que sentar sobre
el borde del andén. Ya menos fatigada piensa que se tiene que ir de la ciudad.
En instantes se para y cuenta la suma de dinero, al terminar se entera que de
verdad tiene mucho dinero. Alegremente se para y al primer taxi que ve le pone
la mano, esto hace que el conductor detenga el vehículo- El joven conductor por
la ventanilla: a donde la llevo- Lléveme al Terminal de Trasportes. Después que
ella se sube el mucha- cho lleva el auto por la ruta vía hacia el sur, a través
de las montañas ve el Panecillo iluminado, que a la medida que avanzan se van
alejando del monumento, para culminar en la estación de buses. Ella luego que
le paga la carrera se baja, entra en la gran construcción y subiendo a un
segundo nivel ve las pequeñas oficinas de las diferentes empresas de buses con
sus distintos destinos, ella como por instinto elige Baños de Ambato, pero como
es de noche se sienta sobre el suelo de baldosas a esperar que se haga de día.
Ya temprano ella mirando a través de la taquilla ve a una joven- Por favor
véndame un boleto para el próximo bus que vaya a Baños- Sale en cinco minutos,
vaya al número veinte en esa dirección. Ella llevando su mochila va rápidamente
al lugar asignado y de una se sube en el vehículo para ver en el mismo boleto
el número de la silla, se sienta al lado de una señora. El bus en la hora
señalada arranca con dirección suroeste, ella intenta ver por la ventana donde
está la señora pero está la estorba que prefiere dormirse y solo se entera que
llego a su destino en el momento que el bus se detiene. Se baja, toma la calle
Maldonado para llegar al parque donde voltea por la calle Ambato, baja dos cuadras
y llega al mercado municipal. Pasa por los diferentes puestos de comida y al
ver a una señora muy simpática se sienta viendo a una familia que desayuna- La
señora: Usted no es de por aquí ….- No para nada, soy de Pasto- Tengo una
hermana que vive allá- Hace mucho tiempo … Casi una vida, la última vez que
vino fue hace más de diez años- Mucho tiempo que no se ve con su hermana- Así
es la vida mija, no quiero molestarla más que prefiere desayunar- Haber, deme
huevos revueltos con pan y un jugo de papaya- Ya mismo se lo traigo. Casi al
instante la señora le pone el desayuno en la mesa el cual comienza a comer
viendo todo lo que sucede en el mercado, al acabar se para y le paga a la
señora. Sale muy campante, al pasar la angosta calle ve un recinto de turismo,
no duda en entrar y ve en un enorme afiche los deportes extremos que ofrece. Un
señor de hombros muy anchos: ¿qué le gustaría hacer?- Parapentes- Espere que
estoy esperando a un grupo de monos que quieren hacer lo mismo- De que micos me
habla usted?- No son micos ni nada parecido, es que aquí en el Ecuador a la
gente de Guayas le decimos monos- Ya entiendo. Llega un grupo haciendo terrible
escándalo- El señor (parándose) cálmense y esperen que ya viene el taxi que nos
va a llevar a la montaña, al rato aparece una camioneta de doble cabina- Puedo
dejar mi mochila aquí- Claro, póngala por este lado. Todos se montan y el
vehículo toma dirección de Ambato metiéndose por una carretera destapada que va
subiendo y se detiene en una especie de meseta- El señor aquí es el sitio de
parapentes. Cada uno escoge sus alas. En esas llega un señor bonachón- Yo soy
el instructor para esto lo único que no hay que tener es miedo, miren mis
movimientos como se debe tomar el parapentes y como se ponen el arnés, los
movimientos tienen que ser precisos y cuando ya se sientan seguros corren y se
lanzan al vació. Primero lo hace tomando carrera un muchacho que en instantes
está flotando en el aire- El instructor (mirando a Fiunda) es su turno, venga
le ayudo a colocar el arnés, míreme a mí como lo hago. Ella con las alas bien
altas, se impulsa de tal forma que al querer establecerse en el aire el
parapentes pierde el dominio y va a toda velocidad al vació que en el vértigo
ella grita con todo lo que dan sus pulmones cayendo y estrellándose al
momentico contra una roca. Fin.
LOS PORMENORES DE UN VIAJE EXTRAÑO
En una mañana enmarcada por el sol resplande- ciente,
Javier cargando su morral sale de su domicilio caminando con destino del teatro
Sucre. Toma la avenida Guayaquil, la cual atraviesa de norte a sur. En el
momento que llega a la plaza del Teatro ve arribar a su novia acompañada de dos
parejas de amigos. El primero besa a su novia Celestina, luego saluda a Juana,
Claudia y de último le da un apretón de manos a sus amigos Carlos y a Tito. Se
sientan al lado de la fuente- -Juana va diciendo: ya saben a dónde vamos a ir a
acampar- Javier yo preferiría ir a la selva, preferí- blemente a Tena ya que
cerca están las cuevas de Jumano- Juana: yo preferiría ir a la playa más
precisamente a Pedernales ya que allá existe la Playa de Baudo que por lo que
me han contado está muy virgen- Tito (abrazando a Claudia) yo quiero mejor la
cierra ya que soy amante de los páramos y de las alturas, quisiera ir cerca de
Cuenca al Cajas- Celestina: ya tenemos tres opciones muy diferentes si nos
ponemos a pensar en más lugares aquí nos caerá la noche, entonces lo más
conveniente es que votemos por los tres lugares que ya se refirieron ellos-
Juana: yo voto por la playa- Carlos yo voy por lo mismo- Claudia: yo voy por lo
que dijo tito- Celestina: yo voy por lo que dijo Javier- Juana: así nunca vamos
a decidir, yo propongo que apuntemos en unas tarjetas o en lo que podamos el
nombre de los tres lugares- Claudia (riéndose) en el sombrero de tito colocamos
aquello, pero quien va sacar uno de los tres destinos- Javier: yo diría que la
primera persona que encontremos o sea el primer transeúnte.- Todos (gritan) de
acuerdo. Juana saca de su bolso tres papelitos iguales y con un color rojo
apunta los respectivos nombres de los lugares que ella misma coloca en el
sombrero de tito. El primer transeúnte que se trata de un niño que va
acompañado por un señora y el mismo con una de sus manitas saca uno de los
papelillos, las cuevas de Jumano- Javier (abrazando a Celestina) no hay dudas
de que ganamos- Celestina: entonces el viaje es a la selva- Juana: vamos al
terminar del sur y tomamos un bus a Tena. Todos alzan sus correspondientes
mochilas, se plantan en la avenida Guayaquil para tomar un taxi- Él taxista
abre las dos puertas y aunque apretujados se colocan de tal manera que todos
caben sin problema- Él chofer: a donde los llevo?- Celestina: al terminar del
sur. El vehículo arranca tomando la avenida y tan rápido como cae un rayo están
en el Terminal, se bajan cargando sus morrales para seguir rumbo al segundo
nivel, donde escuchan gritar a un muchacho bus a Tena y todos se aglomeran en la
ventanilla donde una señora les vende los tiquetes. Van al montículo donde está
parqueado el bus, al montarse se acomodan en las sillas del medio y de
inmediato sale por el valle, se mete por las montañas y pasadas las horas entre
una vegetación exuberante llegan a la pequeña población. Se bajan invadidos por
la húmeda del entorno y sudando llegan a la plaza de mercado donde ven un
campero estacionado. Juana viendo al conductor que recostado contra el vehículo pareciera que
durmiera sosteniendo un sombrero, al aproximarse el hombre se despierta con
cara de asustado- va murmurando: que pasa?- Claudia le contesta: será que nos
puede llevar a la cueva Jumano- Eso está bastante lejos, los llevo pero me
pagan está cantidad- Javier miren cuanto podemos reunir- Claudia: tenemos esto-
Juana (insistente) llévenos por lo que más quiera- Está bien los voy a llevar-
Javier: tiene que esperarnos ya que vamos a comprar comida para cocinar, vamos
al mercado. Todos van tomados de las manos de sus respectivas novias y el
mercado compran todo lo necesario para poder durar varios días- Javier viendo
de frente al tipo le dice: ¿ya nos podemos ir?- Si se trepan claro que sí. Se
montan en el campero ocupándolo totalmente, el chofer al arrancar lentamente,
sale por la selva, doblegando pantanos y el barro. Pero el señor tiene que
detener el vehículo debido a que hay un árbol atravesado que obstruye el paso-
El chofer (malhumorado) hasta aquí llegamos por que guíen mueve este árbol-
Javier (mirándolos a ellos) no tenemos otra opción sino la de caminar. Se bajan
y Celestina le entrega una parte del dinero recaudado- Él chofer: este no fue
el trato- Celestina: pero esto no debe ser ni la mitad del camino. El tipo se
baja desenfundando un machete- Si no me pagan lo que convenimos ya verán. Todos
salen a correr y del pánico lo pierden de vista- Juana: que se cree e se
perencejo- Claudia: se puso como loco- Carlos: olvídemelo y sigamos que ya es
más de medio día. Andan lentamente tratando de esquivar el barrizal, caminan y
andan- Celestina: no sé cuánto hemos caminado pero tengo temor de perdernos-
Juana: que nos vamos a perder y que ocho cuartos. Andan por la destruida
carretera hasta encontrar un camino- Tito: seguimos por este camino que hay una
indicación que no se entiende bien- Javier: es lo correcto- Celestina: entonces que esperamos para tomarlo.
Se meten por el estrecho sendero loma arriba, al coronar la pendiente escuchan
un gruñido como de un tigre o algo semejante- Juana (asustada) escucharon?-
Claudia: claro que lo escuchamos, que hacemos si no seguir. Bajan y al
recostarse a descansar sobre una inmensa piedra, del follaje se presenta un
enorme tigrillo que lanza contra la humanidad de Claudia, todos intentan
apartarla tirándole lo que van encontrando al felino, pero al no lograrlo ven
como el animal violentamente le entierra los colmillos y como el enorme gato se
la lleva jalándola con su boca selva a dentro- Tito (desesperado) que putas es
ese tigre, ¿por favor que hacemos?- Javier (casi llorando) ya no podemos hacer
nada porque ella es el banquete del tigre- Tito: que maricón que eres. En el
momento que se quieren pelear, Celestina los separa- Ya tenemos una tragedia no
quiero que hayan dos, por favor no más estupidez- Juana: ¿qué vamos hacer?-
Tito (tirándole pata a lo que va encontrando) que carajo pasa con ustedes-
Carlos: que hacemos, yo ya no doy más y estoy tan confundido- Javier: no
perdamos el juicio, lo que está no lo podemos cambiar y punto- Celestina: mi
amor tiene toda la razón, no podemos cambiar el destino más bien sigamos y
vemos donde podemos acampar- Juana: vamos que aquí estamos en peligro. Andan
con temor viendo entre el follaje las raíces que surgen de los enormes árboles,
hasta que ven un enorme escampado- Carlos: aquí yo creo que podemos acampar,
pero se me ocurre que por ahora búsquenos leña así hacemos una enorme fogata que
nos proteja de las fieras. Entre todos juntan lo que pueden de leña, en el
momento que tienen bastante. Javier se encarga de hacer la fogata piramidal y
encender el fuego, en el momento que logra encenderlo todos aplauden. Las dos
chicas preparan el arroz, con legumbres y atún para que en un momento todo esté
listo y coman invadidos por los mosquitos que se espantan gracias al enorme
fuego. Ya muy entrada la noche arman con la ayuda de las linternas las dos
carpas y Tito duerme al lado de Javier y Celestina sin lograr calmar su llanto,
que en la madrugada es interrumpido por el mismo gruñido que unos se aferran a
los otros, no logrando dormirse.
Ya en la mañana son despertados por los cantos
de los pájaros y por el bullicio de la selva, salen de las carpas y entre todos
vuelven a encender el fuego con el cual se hacen el desayuno, que consiste en
café, huevos cocidos y tostadas. Vigorizados entre todos desarman las carpas y
se ponen en marcha- Juana (caminando al lado de su su novio) si escucharon
anoche los gruñidos- Javier: claro que los escuchamos porque de verdad que eran
impresionantes- Celestina: no se imaginan lo mucho que me asuste. Pasan entre
enormes árboles de donde sienten unos aullidos tan terribles que se atemorizan,
pero se calman cuando ven sobre las ramas a un gran grupo de monos aulladores-
Celestina: que susto, pero cuando observe aquellos micos el alma me regreso al
cuerpo- Juana: son bellísimos. Al alejarse el grupo de monos se encuentran con
un caudaloso río que lleva grandes ramas y pequeños arbustos- Tito (con la cara
demacrada de tanto llorar- Que río es este- Javier: si no estoy mal creo que es
el río Napo- Yo no creo porque aún estamos lejos, además miren esas montañas-
Celestina: acaso importa que río es, si no quiero saber si lo vamos a cruzar-
Javier: mi amor si queremos ir a la cueva lo tenemos que cruzar- Carlos:
intentémoslo que yo tengo aquí una gran extensión de cuerda- Juana: si es así
sácala. Con el cordaje afuera- Javier: miren del otro lado del río ese enorme
ceibo voy a tratar de atravesar el río de esa forma podre amarar un extremo de
la soga- Celestina con un grito de histeria: no lo hagas que temo perderte-
Tranquila que ya lo hecho varias veces. Bueno me voy, denme toda la fuerza
necesaria para poder doblegar el río. Él se arremanga el pantalón, da los
primeros pasos en el agua y va agarrándose de las piedras. Llevando la cuerda
se lanza, mientras los otros con cara de preocupación temen por su vida pero el
con la fuerza de sus pies y de sus manos, aunque sale muy lejos de done se
lanzara, en el momento que se acerca en esa dirección ve a sus compañeros que
lo aplauden, de lo que considera una fuerte rama hace un nudo corredizo, pero
en el momento que intenta tirar el otro extremo de la cuerda hacia la orilla
donde se encuentran sus amigos, después de varios intentos se da cuenta que no
es posible, que tiene que recurrir a lo mismo. Intenta de vuelta sortear el
río, pero al chocar con una piedra está por perder el equilibrio tiene que
aferrarse con las dos manos y toda la energía que le permite su voluntad y
salir muy lejos de donde están sus amigos. Al querer ir donde ellos tras
tabalea que cae varias veces sobre el suelo musgoso y por fin llega a los pies
de su novia que agazapada lo está llorando debido a que cree que él toco el
fin, que no cree en el momento que siente sus manos posarse en sus rodillas.
Ella como ida lo mira y solo termina con su irrealidad- Si me vez ya estoy
aquí- Ella: que susto pensé que te había perdido, pero mira como tienes los
brazos y la espalda- Carlos: de verdad que sentí cuando chocaste con la piedra
que había llegado tu fin- No sé, de milagro que estoy vivo, ya que en un
momento dado me vi perdido. Entre todos con mercurio cromo le curan las heridas
y los raspones para que se acueste al lado de Celestina a descansar. Pasado un
par de horas se levantan para ver la cuerda atrapada entre un arbusto que esta
enredada entre dos grandes piedras- Carlos: para nada esta fácil ir a desenredar
esa cuerda- Tito (rabiando) yo me encargo de eso- Carlos es mejor que no vayas tú,
porque lo ideal es que vaya otra persona- Tu acaso me crees que soy un cobarde.
Sin que nadie lo pueda detener va a la orilla del río y torpemente se zambulle
y la fuerza del río se lo lleva para que lo vean desaparecer- Celestina a grito
herido: vamos a ver si lo podemos encontrar. Caminan bordeando el río pero no
hallan ni la sombra- Javier ahora que hacemos?, esta aventura nos ha costado
dos vidas- Carlos: pero eso no debe impedirnos hacer nuestro proyecto- Juana:
yo no sé si seguir o devolverme- Celestina: ya lo que paso no lo podemos evitarlo,
yo pienso que sigamos con nuestra aventura- Javier: esto que acabas de decir me
anima a seguir- Juana: entonces como vamos a rescatar la soga- Javier muy fácil
con una rama me construyo una especie de bastón con el cual podré anteponerme a
la fuerza del río. Carlos busca la rama que al encontrarla sobre la hierba se
la pasa a Javier que con el machete la corta del tamaño que él cree
conveniente, cruza lentamente hasta las dos piedras y con cierta dificulta
desenreda la soga para que se la lance a Celestina que estirando sus brazos la
toma. Ya con la soga pasan con la ayuda del árbol de uno en uno y ya en el otro
lado ven dos caminos- Celestina indecisa va murmurando: cual será el camino de
la cueva- Juana: esta decisión sí que está complicada, ¿Qué hacemos?- Carlos:
yo me imagino que este que va loma arriba- Javier: yo estoy de acuerdo vamos
por ese. Caminan entre inmensas rocas para empezar la pendiente que los lleva a
una encrucijada donde se separan varios senderos- Juana rascándose la cabeza:
que dilema, cual es el camino o será que todos van a un mismo sitio- Celestina:
ojala yo creo que sigamos este que al menos es un poco más ancho- Carlos: qué
más podemos hacer, vamos. Toman el sendero que va entre la espesa jungla viendo
distintas aves que surcan el firmamento- Javier: que espectáculo- Celestina:
miren esos tucanes tan coloridos. Sorprendidos por la belleza de la naturaleza
avanzan entre el follaje- Juana (irradiada de felicidad) si mis ojos no me
fallan en ese árbol está posado un guacamayo- Javier: es exactamente esa clase
de ave. Se detienen a verlo con su presencia de colores, en el momento que extendiendo
sus alas vuela desapareciendo entre las hojas de los árboles. Avanzan pasando
por un suelo más húmedo, Al caminar durante varias horas descubren entre un
grupo de extraños árboles una extraña montaña y al acercarse entre los arboles
ven desde la distancia la abertura de la famosa cueva- Javier (radiante de
alegría) por fin parece que llegamos a nuestro objetivo- Celestina:
acerquémonos que así podremos comprobarlo. Con el movimiento de sus pies a la
medida que avanzan vislumbran la cueva que se va ampliando, en el momento que
llegan al pie de la cueva descubren con su mirada la enorme boca que se quedan
por un buen rato como extasiados- Carlos: estoy agotado, yo creo que ustedes
están lo mismo no es mejor armar la carpa y hacernos algo de comer- Juana: yo
estoy de acuerdo- Celestina: que esperamos para hacerlo?- Javier como ustedes
ayer hicieron la comida, Carlos y yo la preparamos y ustedes arman la carpa-
Juana: de acuerdo. Las chicas arman la carpa varios metros de la entrada de la
cueva y ellos a pesar de la dificultad de encender la leña que está bastante
húmeda logran prender un enorme fuego que ilumina el lugar dándole una
tonalidad cobriza, de ese modo hacen arroz agregándole la última lata de atún.
Ya dispuestos comen en silencio acompañados por los sonidos de los grillos-
Celestina: muchachos se fajaron con la comida- Javier: hicimos lo que pudimos-
Juana (riéndose) tan discretos- Javier (tomando a su novia y estampándole
tremendo beso) miren que lugar más mágico- Juana: parece de cuentos, seguramente
alguno de nosotros escribirá una buena historia- Celestina: por lo pronto yo me
voy a dormir. Todos la siguen a la carpa ya que desde lo ocurrido con Claudia y
Tito decidieron dormir todos juntos. Ya acostados en total oscuridad sienten
ruidos que nunca antes habían escuchado- Juana: tengo miedo- Carlos
(estrechándola contra su cuerpo) mi amor no debe ser nada. Todos de inmediato
se quedan ensimis mados en el sueño.
En la mañana son despertados por un movimiento
brusco que muy ligero los hace salir de la carpa, para ver una enorme pitón que
al verla retroceden, la enorme culebra al estar muy inflada se mueve muy
lentamente para verla desaparecer entre la vegetación- Javier es posible que el
ruido que escuchamos anoche fue provocado por la pitón al estar devorando su
presa- Juana: fue tan impresionante que me asuste- Celestina ( viéndose por un
pequeño espejo y cepillándose los crespos) nunca antes escuche algo tan
aterrador- Carlos: porque no cambiamos el tema y preparamos el desayuno- Juana:
ven que te ayudo. Entre los dos calientan los únicos panes y hacen un chocolate
que con hambre de prisa devoran- Javier: será que desarmo la carpa- Celestina:
yo creo que como nos vamos a inspeccionar el interior de la cueva para que la
desarmamos. Después de estar un momento relajados, con Javier al frente se
internan, en el momento que el cerrado lugar se torna oscuro Carlos saca de su
mochila la linterna, se la pasa a Juana que a la vez se la da a Celestina, que
se la entrega a Javier que alumbra de tal forma que todos tengan una buena
visión. Caminan para encontrar un pequeño río subterráneo que esta cubierto de
suaves plantas fucsias, naranjas y de otros colores cálidos que le dan un
aspecto casi sicodélico al agua, a la medida que avanzan la cueva se hace más
angosta, pasan por una zona donde cuelgan de las paredes y de la cubierta
millares murciélagos que varios de estos horrendos mamíferos pasa rozando sus
cabezas. Las dos chicas desesperadas tratan de ahuyentar- los que al no
lograrlo gritan- Carlos les dice: tranquilas que no hacen daño- Javier:
simplemente no les pongan cuidado- Celestina: tienes razón. Caminan varias
horas con la atención bien despierta- Juana: mis pies no dan más hasta cuándo
vamos a caminar- Carlos yo creo que vale la pena hacer un esfuerzo más y andar
hasta que podamos. Al caminar se presenta un lugar sorprendente como si hubiera
hecho por las manos del hombre, una cámara enorme que los lleva por otras
galerías de donde cuelgan estalagmitas y formaciones minerales que van de
colores rojizos, a castaños y cafés. Estando en una de estas galerías
observando tal belleza, primero escuchan un ruido ensordecedor acompañado de un
eco impresio- nante, en lo inmediato se desprenden enormes rocas que al caer
prácticamente entierran sus cuerpos.
Fin.
TODO POR UN DUELO
Claudina que es una muchacha con ciertas
inquietudes artísticas, sale de clase de violonchelo siendo una tarde de un
viernes lluvioso, va llevando sobre la espalda el estuche con respectivo
instrumento, al avanzar unos pasos abre el paraguas para salir de la escuela de
música de la casa de la cultura, atraviesa la vía donde pasa el bus municipal.
Con objeto de ir a la calle Mariscal Fosch a ver con quien de sus amigos se
puede encontrar, estando caminando por el corredor de cemento viendo la niebla
que lo cubre todo, pero a pesar de eso alcanza a distinguir uno que otro árbol.
distraída alguien le toca la espalda y en el momento que se voltea se encuentra
de frente con Alicia- Oye tu qué haces asustándome, acaso deseas que me muera-
La amiga (exponiendo la sonrisa) simplemente te quiero contar algo que no
sabes- Suéltala de una vez, ¿a ver que paso?- No sé si supiste de la muerte de
Roberto- Ella (tomán- (dose la cara) como así, explícame- Ayer lo encontraron
muerto en su propia cama- Como es posible si anteayer estuvimos hablando en el
bar de siempre y se le veía lo más de bien- Que tristeza él era tan noble y
siempre me acolitaba en todo- Si era un buen amigo y querido por sus amigos-
Vamos al bar que seguramente encontramos a Flora y a Valentina- Bueno te
acolito. Las dos caminan llevando la amargura de la tristeza, atraviesan con
dificultad la avenida debido al lío del tráfico y al estar al otro lado al
correr el aire frío de la Amazonas, lo sienten que tiemblan por esa misma
circunstancia, pasan los diferentes almacenes- Alicia quieres que entremos a
ver si tienen una película que Humberto me recomendó- De que film se trata-
Deprisa deprisa de Carlos Saura- El mismo español de Ana y los lobos, de Mamá
va cumplir cien años, de la caza- Exacta- mente de ese acreditado director de
cine. Entran al ver que no hay nadie buscan la película que al encontrarla en
la sección de cine español Alicia no duda en metérsela en la mochila otavaleña,
es descubierta por la señora dueña del negocio- Que al ver el hecho le dice: déjeme
ver que se metió en esa mochila- Ella con destreza mete la película en el
enorme libro que lleva el cual saca con los lápices de dibujo- Ve que no tengo
nada- Claudina: no somos ladronas- La señora (mostrando la ira) salgan de
inmediato y que no las vuelva a ver por aquí de lo contrario llamare a la
policía- Alicia: hasta luego cretina vieja- Salen, atraviesan la calle y al
estar al otro lado al frente de un hostal- Alicia: vos siempre con tus locuras,
como hiciste para esconder la película- Simplemente la metí entre el libro de
dibujo- Eres una experta- La experiencia no se improvisa lo sé hacer muy bien-
Eso me doy cuenta. Se ríen carcajeándose que los otros transeúntes se asustan,
En el momento que dejan de reírse y de hablar llegan a la plazoleta Foch y avanzan
una cuadra y al estar en frente del sitio predilecto entran para observar las
diferentes mesas, en una de las últimas ven a Flora que erguida sobre la mesa
llora desconsolada- Claudina (tocándole la espalda) mujer es una lástima la
perdida de Roberto) No me jodas- Alicia ( acariciando la cabeza) tranquila que
estamos para acompañarte en tu pena- Déjeme tranquila que este dolor solo es
mío- Claudina: no te queremos dejar sola- En esas suena zamba pa ti de Santana-
Alicia (mirando a Claudina) la música no ayuda que hacemos para que cambien la
melodía- Espera que voy donde Gabriel él musí loco. Claudina se retira de donde
están ellas y sin pestañar va a la barra donde al ver al muchacho encargado de
la música le va musitando: Gabriel acolíteme, cambie de música debido a que mi
amiga esta que se muere de la pena moral- Entonces que pongo- Los Redondos- Ya
mismo los pongo- Ella regresa donde sus amigas encontrándolas abrazadas- Que
bueno que reaccionaste- Porque te quedas callada?- No quiero hablar solo me gustaría
escuchar la música que manda energía- Acaso no estás hablando…. Las tres se
ríen formando un tumulto de risas. En esas un muchacho de otra mesa se viene al
lugar donde están ellas- Las invito a bailar a una discoteca- Alicia: nosotras
no somos de esos ambientes tan frívolos- No se hagan de rogar. Flora se levanta
y lo empuja- No nos joda y váyase por donde vino- Alicia: así se habla-
Claudina: aprovechen que tengo dinero para gastar. Se descuelga el violonchelo
para ponerlo al lado de la mesa- Flora: me quiero emborrachar. En esas llega
una de las chicas que atiende- Les traigo algo- Claudina: por favor tráiganos
tres cervezas de litro- En seguida- Alicia (viendo el despeluque de Flora) Te
veo mejor que cuando llegamos, como murió Roberto- Imagínense que lo
encontraron al medio día en su cama muerto- Claudina: ¿pero sabes por qué
razón? - Según los médicos que le hicieron la autopsia fue un paro cardiaco-
Alicia: no le pongamos morbo a la muerte de nuestro amigo- Flora: fue el amor
de mi vida, ahora que voy hacer sin él. Vuelve a lagrimear y golpea sobre la
mesa. En esas llega la misma chica trayendo las cervezas- Que pasa por qué
tanta lagrima y cuál es el escándalo … Flora: no ves que de repente se murió mi
novio- El tonto de Roberto, ese cretino al cual una noche lo lleve a mi cama.
Alicia: impulsivamente se para y la toma del cabello, para que el muchacho de
la barra salga en su defensa y la empuje, Pero Claudina al pararse lo patea,
que va a dar contra una de las mesas regando el contenido de una botella. Un
gringo se para con tanta rabia que le acierta una cachetada que cae
inmediatamente al suelo, pero en esas Alicia toma la botella y se la tira al
gringo que de inmediato sangra. En esas se arma tremendo zafarrancho que
comienza a volar todo tipo de cosas inclusive los asientos, que un vecino al
ver el quilombo llama a la policía que al momento acude y para la cuestión
llevándose al hombre del bar, al gringo y a otros dos hombres presos. Esto hace
que las tres recojan sus cosas y cargando con las cervezas salgan del
estableci- miento- Alicia (viendo a su amiga que tiene amoratado el rostro) que
tipa más idiota, estoy seguro que nunca se acostó con Roberto- Claudina: con
esa mozalbete quien se va a costar- Flora: únicamente con él estúpido del dueño.
Luego que estallan de la risa- Flora: propongan que hacemos? Alicia: que chica
ahora ella es la animada- Claudina: sentémonos en esta silla y acabamos con la
cerveza. Se toman impulsiva- mente la cerveza conversando sobre el suceso del
bar. Al acabar- Flora: yo propongo que Claudina interprete algo en honor de Robertico-
Si lo voy hacer por él- Ella saca del estuche el instrumento que apoyando uno
de sus pies en la banca muy inspirada toca algo de una belleza indescriptible,
que inclusive un grupo de personas que pasa aplaude con mucho vigor. Al dar por
terminado vuelve a poner el pie en el cemento y guarda cuidadosamente el
violonchelo en su estuche- Ahora que hacemos?- Alicia: propongo que vamos al
bar de los Beatles- Claudina (abrazando a Flora) que bueno por que conservo con
migo el dinero ya que no nos cobraron las cervezas- Flora (desprendiéndose de
Claudina) al ataque- Alicia acaso donde tienes el equino…- Flora: seguramen- te
se perdió para no ver la pelea- Claudina (riéndose) no se perdió de nada. Las
tres se vuelven a reír esta vez con más ganas, y muertas de la misma risa
entran en el angosto lugar- Alicia vamos para atrás. En el momento que llegan a
la última mesa encuentran sentado a Leopoldo que está con tres amigas y un
amigo que de lo flaco pareciera que fuera a volar- Leopoldo (viendo la cara de
Claudina) Que mierda te paso en la cara- Alicia: es que tuvimos un altercado
por una mentira que nos dolió a las tres- Una chica morena: casi te parten la
cara, mira como tienes de cerrado ese ojo- Ella: ya pasara, ahora me quiero divertir
o al menos escuchar música. En el ambiente comienza a sonar revolución nueve¨
Leopoldo (esperando que termine el tema y voltea la cara en dirección de Flora)
que le paso?, que me tiraron la honda que Roberto murió- Alicia (viendo a su
amiga que repentinamente se pone a llorar) Una de las amigas, la rubia:
Leopoldo eres un imprudente- Lo siento, que no se vuelva hablar del tema-
Alicia: Leopoldo como así que no nos has presentado a tus amigas y al flaco-
Leopoldo: Ella es Fernanda que cariñosamente le decimos Nanda, ella que es la
morena se llama Gertrudis - Ella que es la peli colorada se llama Diana, y el
flaco se llama Oscar- Este último yo creo que ya las había visto- Claudina más
de una ocasión en la universidad y si no estoy mal en una fiesta- Gertrudis
(agitando sus crespos negros) eso fue en la casa de los padres de Luís- Nanda:
pero eso fue hace más de dos años-. Al mismo tiempo se escucha Let it Be-
Alicia: veo que ustedes están tomando chelas. En el momento que se acerca el
muchacho dueño del bar- Les traigo cervezas….- Flora (incorporándose) como
adivino?- Porque supuse, ya vengo. En el instante aparece el mismo tipo
trayendo las tres cervezas- Alicia: con esta sed brindemos por que no tengamos
más líos- Diana: acaso que les sucedió- Tuvimos un enfrentamiento en el bar de
Gabriel- Leopoldo: hay siempre se encuentran problemas, desde la última vez que
vi como una chica no sé porque le tiro un botellazo a un tipo. Decidí no volver
nunca más. Sus amigas ven Alicia y la aplauden- Claudina: ya sabes por qué.
Todos se estremecen de la risa, en tal situación escuchan Help y
retrospectivamente se le viene una imagen en la memoria a Flora que le recuerda
el momento que se dieron el primer beso, ella pierde el sentido para caer al
suelo. Todos se paran entre Leopoldo y el flaco la sacan- este último que
hacemos con ella- Alicia: y si la sacamos para que tome aire- Diana: con este
frío se nos tulle y ahí como hacemos- Claudina: esperen que pido agua- El
muchacho del bar que la escucha en un pequeño balde le trae el líquido y un
pañuelo, que ella con el cuidado requerido le refriega el rostro, en esas entra
una corriente de aire helada y ella al reaccionar ve a Roberto entrar que de
una se vuelve a desmayar- Leopoldo (tocándole el rostro helado) no será mejor
llevarla al hospital- Claudina pero como hacemos que no tenemos dinero- Diana:
yo tengo mi automóvil parqueado a una cuadra de aquí, voy a traerlo aunque es
prohibido pero quien me acompaña- Alicia (angustiada y casi llorando) yo voy-
Claudina yo también. Salen las tres cruzando las otras mesas donde están varias
personas conversando y tomando, en la calle caminan donde está el carro para
que se suban y la chica peli colorada arranque pero un policía en una moto se
les cruza- Claudina (abriendo la ventana saca la cabeza) señor oficial es que
un amiga en aquel bar le dio un ataque, por favor déjenos pasar para así
poderla recoger ya que urgentemente necesita ayuda médica- Pasen nomás. La
chica pone justamente el vehículo en frente del bar, entre el flaco y Leopoldo
al cargarla, la acuestan en la silla de atrás, para que la chica arranque a
toda velocidad y se ponga en la Amazonas, que dé la desesperación se pasa el
semáforo pero con tan mala fortuna que un automóvil bastante más grande las
estrella, dan varias vueltas para que el auto se incendie y desaparezcan del
ambiente. Fin.
LOS FOTOGRAFOS
Irma Abelló de padre de Esmeraldas, aunque es
supremamente blanca ya que su madre es de las alturas de Loja. Mientras el
flojo de su novio duerme va manejando por una vía bien cimentada, pero con el
problema de la niebla que solo la deja apreciar las líneas blancas de la
carretera. Ella ve un restaurante donde se detiene ya que quiere tomar un buen
café, trata de despertar a su novio el poeta pero este le responde con
ronquidos, la tipa que sin importarle un comino se baja a pesar de la lluvia,
que corre hasta el viejo establecimiento pero con la mala fortuna que está
cerrado, que como vino va hacia el automóvil y se sube para manejar pensando
que tiene que encontrar un lugar abierto, si no por el contrario se va a
dormir. Con la dificulta de la espesa niebla avanza muy despacio guiada por las
líneas blancas a la poca distancia alcanza a distinguir un lugar alumbrado con
luces de neón, en el momento que llega estaciona el carro detrás de una
camioneta y se baja para llegar corriendo al lugar donde entra, pero con el
inconveniente que el restaurante es tan grande que no sabe dónde sentarse, se
aviva y pasa las diferentes mesas para sentarse al lado de una pareja que se
está besando, en esas de no se sabe de qué lugar o que nube viene una joven que
al llegar le va palabreando: Quiere la carta- No, quisiera un café bien
caliente para poder aplacar este frío- Ya se lo traigo- Ella elevada pensando que
tienen que llegar lo antes posible para el matrimonio de su amiga Clara, ve a
la pareja que se sigue besando con tremendo deseo. En el momento que la chica
le trae el café que intenta tomarlo pero no le es posible ya que está demaciado
caliente, espera que se enfrié viendo al muchacho que se arrodilla para besarle
las piernas a la chica. Pero se pierde en sus recuerdos que la llevan de vuelta
a Quito, intenta tomar el café pero al pasar el primer trago lo siente con tan
mal gusto que no puede evitar de hacer mala cara, recuerda cuando estuvo en
Colombia en la región cafetera donde siempre se tomó el mejor café, sobre todo
el de un pueblo enclavado en la cordillera central llamado Salento, a la vez la
hace recordar el lugar llamado Alegra donde comiera con su madre y que se tomó
el mejor café que probara en toda su vida. En el momento que termina se sonríe
al ver a la pareja tirada sobre el suelo que hace el amor. Al salir piensa que
perjuicios y que ocho cuartos si debe ser rico y gracioso que lo encuentren a
una haciendo amor en un restaurante. De un impulso llega hasta el carro y con
la dificultad de la lluvia se sube para manejar como una autómata durante
varias horas, al ver surgir el sol y la ciudad ante sus ojos. Toma la calle
larga y se despierta Miguel - ¿Dónde estamos?- Idiota ya llegamos a Cuenca-
Necesito que manejes debido que ya no puedo del cansancio. Ella detiene el
automóvil y intercam- biando posiciones él toma el volante, acelera y vuelve
sobre la misma avenida, dobla la calle que lo conduce al hotel Pichincha, pero
al voltear la vista hacia su novia la ve completamente ausente en sus sueños-
Irma despierte que llegamos al hotel. Pero al no reaccionar en lo más mínimo,
decide estacionar, sale al andén para entrar en la vieja construcción y es
recibido por el botones que lo mira con una mueca estúpida, lo guía a la
recepción donde sorprende a una rubia que se pinta los labios- Esta que pena, mande-
Necesito saber el precio de una habitación sencilla- No tenemos habitaciones en
este momento- Él (pensando que mala suerte) gracias. Sale del lugar para volver
al carro que de una lo saca del parqueadero y al ver la Pensión Anzuay parquea
al frente de la vieja construcción. sintiendo hambre se baja, toca el viejo
portón que en instantes sale una señora sonriente- Bienvenido a Cuenca- Usted
es muy amable, pero lo que quiero saber si tiene una habitación para una
pareja- Si claro que la hay, prefiere acá abajo o allá arriba- Nos gustan más
los pisos superiores- Entonces vamos. Sube acompa- ñado de la señora por unas
escaleras de baldosas a un corredor de piso de madera donde cuelgan imitaciones
de pinturas religiosas, al abrir la señora la puerta. Él piensa será que esta señora no me despertara con un rezo o
algo así, pero son suspendidos sus pensamientos por la señora- Le agrada?- Si está
bien,¿ pero cuánto vale dormir aquí?- La suma de diez dólares- La tomamos.
Bajan y el vuelve al carro donde trata de despertar decentemente a su novia
pero no logra nada, que prefiere abrir el baúl extraer la maleta y subirla para
dejarla en la habitación, al volver al auto insiste sutilmente varias veces
para despertar a su amada pero solo logra que le responda algo incomprensible,
que prefiere haciendo un esfuerzo alzarla y de esa manera la sube al segundo
piso para meterla suavemente entre las cobijas. Él se sienta con algo de fatiga
para que el hambre lo haga parar, cierre la puerta de la habitación y baja-
(Gritando) señora. Pero en vez de ella aparece un viejo- Que se hizo la señora…-
Se fue a misa- No sabe a dónde puedo encontrar un restaurante o un lugar donde
me vendan un abundante desayuno- No sé nada de allá fuera por que en años no
salgo de esta casa- Que vaina, chao. Sale y en la esquina encuentra para su
fortuna el lugar donde se hace servir un abundante desayuno que repite. Muy
lleno regresa para que el frío lo haga meterse entre las cobijas y abrazando a
Irma sucumbe del sueño. La chica se despierta sin saber dónde está, mira las
paredes y aparta de su cuerpo los brazos de Miguel el poeta. Piensa como fue
que pude llegar a está cama, acaso vivo sin saber que hago, si es así estoy
grave pero que hago. Sale tal cual como esta despelucada ya que no vive de las
apariencias y por casualidad va al mismo restaurante se sienta en la misma
silla, que comprueba al ver el lapicero de Miguel que alza dándole un beso.
Ella le pregunta al señor- hace un rato no vino un hombre algo extraño- Sí que
vino, pero hace cuanto que no se hace motilar- Montones. Se ríe con su risa que
casi despide centellas- Ustedes sí que son de otro mundo- Será que somos del
planeta de la alucinación- ¿Qué es eso?- Que va hacer si no eso que somos, como
lucecitas- Que gente la que viene de Quito. Y se da la bendición- Me va atender
sí o no….- Que quiere- Un desayuno con todo- Ya mismo se lo traigo. La señora
se va pensando será que está también come igual. Al desayunar entre su alucine
se acuerda que tiene que ir a la iglesia a tomar las fotografías, ya que se
comprometió con su amiga Clara que de antemano la contrato creyendo en su
responsabilidad. Al acabar pide otro café que quiere acompañar con un
cigarrillo, pero al no tener casi lo arrebata de la mesa donde dos hombres
hablan del trabajo del cuero, toma lentamente el café despidiendo el humo
pensando que por fin se está tomando un café decenté, al acabar después de
cancelar sale para presenciar a un grupo de humanos que lleva alzando un ataúd,
sobresaliendo varias señoras con caras demacra- das que lloran al muerto, ella
impresionada corre tanto que no puede detenerse ante la puerta con la cual se estrella
para caerse de frente contra la madera de la puerta. Al abrir la puerta el viejo
al no ver a nadie cierra- Quien toco la puerta, a ver que si hay fantasmas. La
chica se restablece lentamente que aunque bastante afligida se logra parar
completamente despelucada, vuelve a insistir con una de sus manos en la puerta,
el anciano al abrir la puerta y al verla se imagina que sabe quién, ya que está
vez el que se cae de espaldas es él- Ella (ayudándolo apararse) acaso que vio-
Él viejo (asustadísimo) no me hable. Sale corriendo para meterse en lo que
parece su cuarto. Ella alza los brazos como diciendo no me importa y sube para
que al abrir encuentre leyendo a Miguel, al verla retira el libro colocándolo
sobre la cama y ella le va dirigiéndole la palabra: Que hora es, seguramente
debe ser tarde- Tú sabes que nunca uso reloj. Ella busca el reloj de bolsillo
que le regalara hace tiempos su abuelo- Según este aparátelo son las cinco de
la tarde- El famoso matricidio no es a las seis en la iglesia de San Francisco-
Si, bañémonos juntos, intentan abrir el agua caliente pero al no encontrarla se
meten en el agua fría que sale vaho de lo helada, los dos mutuamente se
jabonean y se sacan rápidamente el jabón, se secan con la misma toalla para
ponerse sus bluyines de siempre y en menos de nada están listos con sus
respectivas gabardinas. Abren la puerta para salir, lentamente, bajan las
escaleras que en el momento que salen se toman de la mano- Ella tengo sed-
Vamos allá que hay un restaurante. Al llegar se sientan rodeando la única mesa
desocupada- Ella se voltea y le aplica un beso con todas las ganas- Aquí
encontré hace un rato el estilógrafo que te regale- Que bien entonces eso
quiere decir que estuvimos aquí por separado- Exactamente eso ocurrió- El señor
(pensando ni siguiera se peinaron) que les traigo- Ella: yo apetezco una soda-
Él: a mí me trae un café bien espeso- Ya vengo. Al rato aparece con las dos
bebidas que las acompaña cada uno con un cigarro y al terminar se paran- Irma
(en el momento que están saliendo del lugar) tenemos que ir a la habitación a
recoger el equipo de fotografía- Vamos. Golpean y les abre la señora- No me han
pagado. Él saca de su bolsillo del pantalón los diez dólares, se los da para
que suban a toda carrera y abren la puerta de la habitación para que ella de la
maleta saca las dos cámaras y el trípode que se lo entrega a él con el objeto
que lo lleve. Salen del mismo modo que entraron para abordar el pequeño auto,
que él prende- Adonde queda la tal iglesia San Francisco- No tengo idea,
preguntemos. Él hace que avance el auto y al ver a una señora que va con una
niña, saca la cabeza por la ventana y le dice: Señora usted por casualidad sabe
dónde queda la tal iglesia San Francisco- Esta: si voltea en la esquina la va a
encontrar- Gracia. Hace virar el carro y al pasar una cuadra detiene el auto en
frente de la iglesia y detrás de un vehículo, se bajan y aprovechan que las
inmensa puerta está completamente abierta, con ese sentido de la cosa entran
pisando un tapete de color rojizo, aprovechan que no hay nadie para planear
como tienen que tomar las fotos. Ella viendo el altar muy lindamente decorado,
instala el trípode delante tan solo unos metros de la entrada y él se coloca
afuera a unos metros de la puerta. Esperan y en poco tiempo viene una caravana
de varios automóviles, el primero se detiene para que se bajen la amiga y él
padre de ella, al avanzar se toman de los hombros esperando que se bajen los
demás, Miguel sin pérdida de tiempo desde diferentes ángulos y tomando
diferentes posiciones va tomando las fotografías perfectas. Al llegar la gran
familia todo poderosa, luego de saludarse van entrando, con esa imagen que
empieza a cantar el coro, el poeta se agacha para que no lo vean y como un rayo
se coloca al lado del altar, Irma colocando en el nivel preciso el trípode toma
varias fotografías de frente y de perfil. En fila avanzan para que el padre le
entregue al novio la novia que estando al frente el padre comienza la ceremonia
para terminar poniéndole él novio el anillo y viceversa. Pero ellos capturan
con sus respectivas cámaras cada instante. Terminada la ceremonia la pareja de
fotógrafos rápidamente se vienen hacia la puerta donde vuelven a fotografiar a
cada una de las familias, al salir la pareja es recibida con borbotones de
arroz y serpentinas y ellos hacen exactamente lo mismo. Después que la pareja
saluda a todos sus familiares la chica va al encuentro de su amiga que al estar
de frente se abrazan dándose un beso en las respectivas mejillas- La chica (al
oído de Irma) el compromiso es que tienen que ir a la fiesta a terminar de
cumplir con el trabajo, además pueden comer lo que preparo Daniela que es una
chef grandiosa, que es la hermana de Carlos ya mi marido y por supuesto tomarse
unos traguitos- Entonces cuando se vayan los seguimos. Al rato al montarse
todos en sus respectivos automóviles la caravana arranca tomando la carrera
Presidente Cordero para doblar en la calle Manuel vega y se estaciona en frente
de una mansión, donde parquean los diferentes autos. Y Miguel (indeciso) donde
parqueo este maldito coche- Irma: allá hay un espacio- Ya mismo lo parqueo. Y
se mete en el espacio para frenar. Salen con las cámaras y el trípode, entre la
gente entran a la enorme casa para ver al mesero al cual ellos interceptan,
pero en el momento que agarran las copas de vino el mesero se va de bruces
haciendo un desastre- Irma: ¿a este que le paso?- Parece que de antemano ya se
emborracho. Pero en el momento que sueltan las carcajadas los curiosos los
miran con perjuicios- Él (al oído de ella) está gente de verdad que me produce
nauseas- No vayas a vomitar que ahora comienza lo bueno. Entran por la sala a
un enorme patio cubierto de donde se desprenden de las paredes diferentes
especie de jarros de donde cuelgan bellas flores- Él poeta: que lujo, después
de comer me armo un mariguano lo más grande que pueda- En esas un grupo de
señoras les mira la pinta, una de ellas va diciendo: de donde salió esa
gentuza. Irma lo toma de la mano cuando las ve- Sin temor alguno les responde:
Viejas brujas si los perjuicios sirvieran para algo, las primeras que
estuvieran tiradas sobre el suelo serian ustedes- El poeta: no nos metamos en
problema, déjalas que digan lo que sea. Para que me voy a rebajar. En esas
aparece una nena que él le hace caras y ella le responde haciendo otras- Irma: ¿nena
cómo te llamas?- Soy Gabriela- Miguel eres muy linda- la niña (haciendo ojitos)
gracias, pero vamos a la mesa que hay picadas- Irma: como no. Al llegar
empiezan a comer y encuentran champaña que se lamen los labios- Irma: Empecemos
a tomar fotos de todo lo que veamos- Primero a la princesa- Él con la agilidad
necesaria le toma graciosas fotos, para separarse y tomar fotos de los novios,
de la alegría de algunos, de la torta; entra a la sala para sorprender a una
pareja que se acarician y se besan. Por lo tanto toman fotografías de todos los
ángulos en las diferentes poses- Y el poeta sin importarle nada va diciendo:
estas fotografías seguramente podrán servir para una revista porno, para eso
están buenísimas. Una señora que lo escucha va maldiciéndolo, al rato se
encuentra a Irma que está hablando con una desgreñada- Él (mirando a su
compañera) quien es ella- La joven: soy Adriana la intemporal- Que bueno que te
digan así, eso merece un brindis- Irma: entonces por qué no vamos- Toman de la
mesa cada uno una copa que saborean para al terminarla hacer lo mismo una y
otra vez- Miguel: ahora si estoy en mi salsa, esperen que armo algo hermoso ya
regreso. Va al baño al estar ocupado le pregunta a una mujer que lo mira con
ganas: donde hay otro baño que ya sabe lo que me está pasando- Yo creo que por
allá, lo acompaño- Como quiera. Él pensando: está quiere que caguemos juntos y
al llegar al baño él se adelanta entra y con la experiencia en menos de nada arma
tremendo cigarrillo de barreta, al salir va Irma a su encuentro y la va
diciendo al oído: lo hiciste- La misma chica hiciste lo que ibas hacer y en que
ibas- En avión como el viejo Charlie- Ósea que ya lo pegaste…- Miguel: ¿qué crees?,
pensé que en esta ciudad solamente existen santos, ya me doy dando cuenta que
locos también, perdóname en tu caso loca- La chica le responde con una sonrisa:
ya nos estamos equiparando- Que bien, así se habla- Entonces vamos a fumar-
Pero le tengo que decir a mis amigas- vamos que las acolitamos. Vuelven al
patio pero al no verlas piensa en alta voz: que se habrán hecho. Camina esquivando
a varias señoras que la miran de pies a cabeza y al encontrarlas les va
diciendo: líbrenme de esas señoras y vayámonos a fumar que si no tienes más yo
tengo bastante aquí entre el bolso - Irma: entonces a donde vamos…- La chica:
que tal en ese balcón- El poeta: Subamos. Toman unas anchas escaleras y la
chica con las amigas los guían llevándolos a un cuarto- Va murmurando: aquí
podemos fumar tranquilos. Él lo saca, lo prende y se da un par de extensas
fumadas que se llena el pequeño recinto de humo; al pasárselo a Irma fuma
intensamente, luego va a dar a los dedos de la chica que hace exactamente lo
mismo. Así va de mano en mano para volver a donde el poeta que luego que se da
el último plon bota la chichara. Irma no se resiste y lo toma para encontrar
sus labios pero él se hecha para atrás, Ella al no querer nada sale corriendo
escaleras abajo y por casualidad llega al enorme comedor donde ve a su amiga la
recién casada entre la gente comiendo al lado de su conyugue, al darle un beso
se sienta - Ella llamándola por su nombre de pilas: ven que te serví la comida.
Ella se sienta al lado de ella, al rato llegar el poeta: La novia: dónde
estabas? Espera que coma algo que estoy que me devoro y te cuento. Al pasarle
Irma el plato servido y después de mandarse dos veces el tenedor- El poeta (sin
escrúpulos) nos fuimos a fumar un barreto y pasando esto que estoy viendo- La otra
chica de verdad que está adorable- La casada: déjense de cosas que yo soy libre
que viva el amor es otra cosa. Todos se ríen a carcajadas- Una señora: no se
dan cuenta que reírse cuando se está comiendo para nada es bueno para la
digestión- Irma: ve, se salió de la copa de vino el genio- El poeta: tengan
cuidado que en esta vida todo es posible. Siguen comiendo para dejar el plato
vació y se levantan dejando a los recién casados – Irma: ahora estoy dispuesta
a volver a fumar- No me alboroten, tranquilas que tengo más. Lo voy armar- Irma:
pero aquí- Claro que aquí lo armo y mi amor me consigue algo para beber- Trato
hecho. Ellas enseguida viene con varias copas de vino y al haberlo armado le
entrega el barreto liado a Irma- luego agregándole a la cosa habla: ustedes
están locas del totazo como van a fumar el mariguano aquí entre está gente-
Irma: a esta hora ya bale huevo aquí lo prendo. Al prenderlo se lo van pasando
que llenan el ambiente con el olor. De no se sabe de dónde viene un señor muy bien
trajeado algo borracho- Que están fumando que huele extraño- La chica: que va
hacer si no marihuana- No me dan a probar- Téngalo y fume. El señor al
aspirarlo continua- mente pierde el rumbo y se tira al suelo llorando. En esas
llegan varias personas- Una señora muy elegante va diciendo: que le paso a
Héctor Balbu- ena- Irma: frescos que nada más fumo marihuana- Una señora: quien
le dio esa cosa a mi marido- otra señora: más gorda quienes van hacer si no ellos-
Un señor muy borracho tambaleándose: ya mismo traigo el revólver. Los tres
impulsados por el susto salen corriendo para entrar a la cocina con la única intención,
toma cada uno un par de botella de vino y de ese modo suben las escaleras, se
meten en un cuarto y cierran la puerta para ver en el enorme baño una tina
donde no dudan en despojarse de la ropa y meterse entre agua caliente donde
toman vino, bailan se besan y volviendo al tema del vino se ríen de mil maneras
quedándose como flotando de la embriagues.
Al despertarse por el frío del agua se
calientan secándose con una enorme toalla, vistiéndose y se sientan en la cama
tapándose con las mantas tomándose de apoco otra de las tantas botellas de
vino. En esas sienten como abren la puerta que el temor los invade, por suerte
es la pareja de recién casados los cuales traen cargando las cámaras y el
trípode, que al poner sobre una pequeña mesa los objetos de fotografía, se
sientan con ellos abrazán dose todos con entusiasmo y alegría. Fin.
UN VIAJE DE VACACIONES
Tencha Falques de padres ecuatorianos del
Guayas, ella que se fue a vivir con sus padres siendo muy pequeños a España.
Por lo tanto ella siempre quiso conocer el Ecuador ya que sus padres le
comunicaron siempre la belleza del país. Tencha al terminar su quinto semestre
de artes plásticas al tener una larga temporada de vacaciones, compra en una
agencia de viajes un boleto de avión con destino a Quito. Después de un viaje
largo, ya en el aeropuerto de Quito al sentir la ciudad decide esa misma noche
ir en un taxi al terminar del sur, al llegar a dicho sitio de inmediato compra
el tiquete para ir a Guayaquil. En instantes aborda el enorme bus que parte por
la ruta de Sto. Domingo, Quevedo, para llegar finalmente a la ciudad del río
Guayas donde se baja sintiendo la húmeda y el calor, lo primero que hace es
después de recibir su mochila es entrar a una cafetería a donde se sienta y
pide un jugo de mango con hielo que al tomarlo siente el frescor que invade su
garganta, en esa comodidad saca de su mochila el libro sobre el Ecuador, donde
ve las diferentes playas como no quiere una playa comercial deshecha a Salinas
para decidirse por Montañita. Se levanta de donde está, al pagar sale para
interceptar a la primera persona que se cruza por su andar- Ella viendo al
muchacho y con su acento catalán le suelta lo siguiente: tú debes saber dónde
puedo tomar el bus que va a Montañita- En la planta de abajo en un costado de
este terminal se estacionan el bus- Gracias. Ella andando hace lo que le
indicará el pelado y ve un viejo bus en el cual se monta al lado de una señora
que huele terrible, como no está acostumbrada saca la cabeza por la ventanilla
para vomitar el jugo de mango y otros comestibles que se comiera en el avión.
En el momento que se llena el viejo aparato sale con dirección de una autopista
para tomar la ruta de la playa, que los lleva a Montañita. Al parar el bus con
su mochila busca un hostal y en el primero que encuentra sintiendo malestar
toca y sale un gringo medio trabado- Quiero una habitación con ventilador- El
gringo (viéndola que está muy buena) responde: le conviene una de arriba- Si
lléveme por favor que no puedo con mi cuerpo- Si la veo muy pálida, pero así se
ve muy guapa como será aliviada. Vamos por aquí. Suben las escaleras y en el
corredor se encuentran una pareja que hablan en italiano, los dos se detienen
para dejarlos seguir y el gringo con facilidad introduce la llave en la
cerradura y entran en el cuarto- El gringo: le gusta- Si cuánto vale…- Nomás
doce dólares- Ella de su canguro saca el fajo de billetes y le entrega un
billete de veinte dolorosos, al cerrar la puerta prende el abanico y se acuesta
tan larga como es. Al cerrar los ojos queda profundamente dormida, siendo despertada
por el ruido proce- dente de la calle, que al entrar por la ventana se hace
insoportable. Que aunque no se siente del todo bien prefiere levantarse, al
lavarse la cara sale, andando siente la música que sale de los diferentes
lugares, se aleja del muladar ruido con destino de la playa pero al ver que no
hay nada camina por la calle paralela y caminando a la cuadra siguiente
encuentra una cevichería- Ella se acuerda que su padre siempre le hablo del
cebiche y haciéndosele agua la boca se sienta al lado de un grupo de nativos-
Uno de ellos: que chica más rica. Pero ella se hace la que no entiende- Otro
muchacho: no quiere sentar con nosotros- Ella le contesta en catalán que queda
loco de la confusión y quedan más callados que un pez- En esas viene un negro
todo gozón: Peladita le traigo un cebiche- Ella: claro, acaso a que vine- Lo
tenemos grande, mediano y pequeño- Deme el más grande que tengo un hambre del
demonio- Usted se ve que es de cuidado, seguramente sabe artes marciales- Si
usted lo cree así, tal cual. El señor viene con tremendo plato con un cebiche
que al ponerlo sobre la mesa ella no duda de empezarlo comerlo lentamente sintiendo que le sube el ánimo y
satisfecha sale después de pagar. Al no saber qué hacer, al ver una tienda
compra una cerveza para tomársela sentada sobre la arena contemplando el mar.
Se queda ensimismada perdida en sus reflexiones- Pero al sentir una mano que le
roza la espalda se voltea para ver a un grupo de personas- Una chica (con
asentó chileno) que turra- Que es eso?- No te hagas la desentendida- No nos
regalas- Ella no fumo, ni meto nada ya que mi traba es el arte- Comprendo, te
presento: a Paula, Eugenia, Yimi, Daniel y yo soy Viana- Tienes un asentó medio
extraño- No ves que soy de chile y ellos son argentinos y el Yimi es de mi
país- Viniste de viaje con ellos - No po vine sola a este locato- Y sus amigas…-
las encontré anoche, si cachas- Si claro que lo comprendo. Ella se ríe- La
chilena: Quien me acompaña a comprar unas cervezas- Yo no, porque no estoy para
fiestas- Viana: que aguafiestas está gallega- No soy gallega nací aquí pero
desde pequeña vivo en Cataluña- Daniel: para nosotros los argentinos todos los
españoles son gallegos- Chao me marcho a descansar. Al volver al escuchar el
ruido de la música y de la gente que habla prácticamente gritando decide volver
a la playa donde encuentra a la misma gente- Viana: no te habías ido a dormir huevona…-
Con esa música y el ruido quien duerme- Yimi: aquí a Montañita no se puede
venir a dormir si no pierdes- No me dan de lo que están fumando- Eugenia
agarra- Ella se da varias plones seguidos que termina tosiendo- Paula: che, se
ve que es la primera vez- No te equivocas. Al rato todos se quedan en silencio,
Tencha siente como si flotara, ve el cambio proporcional de las cosas y más
cuando vuelve a mirar la palmera que viera antes de que se fuera. Piensa debe
ser bueno pintar en este estado le daría un nuevo sentido a las imágenes
pictóricas- Viana: me acompañan a comprar unas cervezas- Tencha: te acompaño-
De una me caíste muy bien- Yo siento lo mismo, hasta cuando vas a estar aquí?
Mañana me voy ya que quiero ir a otras playas ya que aquí todo el mundo anda
desquiciado- Te vas sola- No con mis dos amigas argentinas- Me puedo ir con
ustedes- Claro que sí. Llegan a la misma tienda que ella estuviera antes-
Tencha: está ronda la pago yo. Al darle el señor las botellas, entre las dos
las llevan donde están los amigos y se sientan sobre la arena a tomarse la
cerveza que hablando las vacían- Viana: tengo sueño me voy a dormir. Todos se
paran- Paula mañana nosotras nos vamos- Viana: la nueva amiga viene con
nosotras- Eugenia: que bueno- Tencha: entonces en que horario nos vemos- Paula:
a las ocho en ese restaurante ya que allí los desayunos son muy buenos y no son
tan caros. Se despiden de beso para que ella vuelva al hostal del gringo y para
poder dormir se coloca la almohada sobre la cabeza y así consigue conciliar el
sueño.
Se despierta con los rayos del sol que le
alumbran el rostro, decidida se baña y se viste llevando una bermuda, una
camiseta que ella misma pintara y luego se peina. Sale llevando su pequeño
equipaje y en el momento que enfoca con su mirada el restaurante ve a las tres
chicas sentadas, Ella al aproximarse saluda de beso a sus nuevas amigas y se
sienta- Viana: llegas un poco tarde pero te esperamos ya que nos caíste de
maravilla- Si casi no logro despertarme debido que la noche fue fatal ya que
por el ruido casi no pude dormir- Paula: acaso llegaste hace poco- Ayer mismo-
Vianda: si cacharon, hay un desayuno especial que esta para morfarlo como dicen
Pabla y Eugenia. Al llegar el señor- Deme un desayuno especial. Ella comiendo
les dice: ustedes sí que llevan cosas- Paula no vez que venimos viajando más de
un año y en este viaje nos hicimos artesanas para poder cubrir los gastos-
Quiero que me enseñen lo que hacen- Viana: ya habrá tiempo. Al acabar se da
cuenta que no tiene el canguro con ella y saca lo que tiene del bolsillo y
paga- Chicas ya vuelvo que deje mi dinero en el hostal- Eugenia: que boluda-
Viana: ojala que no le hayan robado el dinero- Paula: si lo dejo ya fue. Al
rato llega con cara angustiada y les va diciendo: solo encontré tan solo una
parte de mi dinero ya es tarde para lamentarse- Viana: al menos te dejaron una
parte- Paula: con lo que tienes compras materiales y te pones hacer lo que más
te guste o si no nosotras te enseñamos hacer artesanías- Ustedes son muy lindas
ya me las arreglare- Paula: una más para el gran combo de desplatadas- Eugenia
(mirando a sus amigas) nos vamos a dedo pero a las cuatro no nos van a llevar
ni en pedo, lo mejor es que nos separemos- Tencha: pero quien se va con quien-
Paula: yo me voy con vos y dejemos que ellas se vayan juntas. Pero para su
sorpresa pasa una camioneta que las alza a las cuatro. Al montarse en la parte
de atrás- Vaina va murmurando con su asentó chileno: a donde irá este amable
señor. La camioneta va al próximo pueblo, para seguir el sentido norte y las
lleva en varias horas hasta Puerto López. Que al bajarse ven el pueblo
prefiriendo seguir por la ruta del Sol, caminan varios kilómetros deteniéndose
en una gasolinera donde las toma otra camioneta, pero en un trayecto más bien
corto las lleva al cabo San Mateo, donde acampan en la playa con los dos iglúes.
Paula siendo una experta cocinera se encarga de hacer los pescados que les
vendiera un pescador, que los acompaña con plátanos fritos, una ensalada de
tomate y cebolla que acompañan con una gaseosa de naranja. Con todo listo sobre
la arena negra, viendo el mar verdoso comen bendiciendo el alimento. Ya
extenuadas se acuestan, con la desgracia que al subir la marea la carpa queda
inundada completamente que bastante mojadas las despierta- Tencha: que pasa por
qué tanta agua- Viana: el mar Pacifico es así sus mareas suben tanto que se
vuelve imprevisible y peligroso, salgamos. Al subir el agua rápidamente que lo
único que hacen es desarmar, tomar sus cosas todas mojadas y ponerse a salvo-
Paula: aquí debemos buscar algo para refugiarnos de este viento húmedo. Caminan
por lo que queda de la playa y lejos de la playa divisan un rancho abandonado,
al llegar ven el lugar y que al limpiarlo descubren una serpiente que las
cuatro quedan paralizadas del susto, viendo que se va por un orificio en la
tierra- Tencha: nunca antes había visto una serpiente, que pánico ya que si
muerde alguna de nosotras quien sabe si consigamos un antídoto. Con sogas
cuelgan todas las prendas e inclusive las carpas para que se sequen ya en la
noche con lo que encuentran hacen una sopa que les da el calor necesario para
dormir.
En la mañana al ver que la marea bajo
encuentran una extensa playa y aprovechan para meterse en el mar y nadan a sus
anchas, al salir ven a unos pescadores y simplemente van donde están ellos
ayudándolos a jalar la enorme red y regresan con varios pescados, que con
cebolla y mucho limón hacen un cebiche que no dudan en comerlo y duermen con la
panza llena.
Al otro día al ver que todo está seco, empaca
cada una sus pertenencias y con sus mochilas salen a la carretera donde se
demora que pase algo, pero un camión que va Manta las recoge, llevándolas a ese
pequeño puerto donde se establecen en una playa bastante comercial y duermen en
un hostal de una colombiana a un precio módico. Tencha: se dedica a hacerle a
la gente caricaturas y las chicas venden bisutería que van haciendo en esas
pasan un mes.
Las chicas al ver que están podridas del lugar
una mañana deciden salir bastante morenas, en la carretera caminan varios
kilómetros para establecerse en una estación de gasolina, sin problemas
detienen una camioneta que las lleva por una ruta destapada a Bahía de
Caráquez. A la llegada de la emblemática población, al entran en un negocio
para comprar una bebida de dos litros, conocen a Martín un chico de Quito que
sin titubeos las invita a su casa. Que está al frente de la bahía donde todas
se instalan en un cuarto- Martín al ver la oportunidad llama a unos amigos que
al escuchar el cuento de las amigas, se vienen para llegar al día siguiente a
la pequeña ciudad balnearia. Al escuchar el timbre de la puerta la que abre es
la catalana- El más alto de los dos: ¿está Martín?- Ya lo llamo. Ella va a la
piscina donde esta él con sus tres amigas tomando el sol- Te necesitan en la
puerta. Él se para de donde está y va a la puerta- Hola Carlos qué bueno que
llegaron, sigan. Ellos del carro bajan una caja enorme y la llevan adentro para
ponerla en la moderna cocina- Martín: vengan que les presento a mis amigas.
Caminan a la piscina donde están las chicas bañándose- Martín: salgan de la
piscina que les presento a mis amigos. Ellas hacen exactamente lo que él dijo y
salen como mostran- do sus bellos cuerpos- Eugenia: donde esta Tencha? Martin: está
preparando un cóctel con el ron que trajeron mis amigos. Muchachos ellas son:
Paula, Eugenia, Viana y ellos se llaman Carlos, Pietro, Janini. Se saludan de
besos- Janini (viendo las formas esculturales de la chilena que tiene un moño
que sostiene su cabello negro azabache, que la hace ver aún más sensual de lo
que es- Él: Vamos a festejar este encuentro. En esas llega la catalana trayendo
una enorme bandeja con muchos vasos de mojito, todos sacan el suyo y ella pone
la bandeja sobre la mesa de vidrio- Salud por la llegada de los amigos- Esperen
que voy al cuarto de mis padres y pongo la música. En esas comienza a sonar el
Gran Combo y todos bailan para que se vayan estableciendo las parejas- Pietro
(que en verdad se llama Pedro) se mueve haciendo girar a la catalana que está
encantada con el bailarín que tiene; Paula baila llevada de las manos por
Carlos; Martín baila muy junto a Eugenia y la chilena que baila con Janini como
una loca y sin dudarlo se saca la moña para que aparezca una bella melena.
Terminado el tema suena Héctor Lavo y luego el grupo Niche- Paula (abrazada de
Carlos) vamos a refrescarnos a la pileta- Tencha: espérenos que ya mismo vayamos
a traer más mojito. Entre Pietro y ella recogen los vasos para que él lleve la
bandeja, en la cocina sacan de la nevera más hielo y preparan en los mismos
vasos el tan anhelado mojito. En un descuido él la toma de los brazos y la besa
pero ella resbaladiza se le suelta- Vamos a la piscina- Pero primero te quiero
abrazar- Si me coges- Ella corriendo se pone a dar vueltas a la cocina, en el
momento que ella se dirige a la sala donde cuelgan enormes cuadros de Guayas
Amín la atrapa y la besa tumbándola suavemente en el tapete, donde mete las
manos en interior del brasier del biquini, encontrando las pequeñas senos que
acaricia. Pero ella se rehúsa y al soltarse a toda carrera va a la cocina donde
él con el cuidado requerido la vuelve a tomar, la besa y esta vez ella se
entrega al deseo, con ese sentido se besan. Hasta que se sueltan y de una toman
la bandeja y al ir cerca de la piscina reparten los tragos. En el momento que
le entrega a Pietro el vaso de licor él la besa con tanto ímpetu que ella le
responde de la misma manera. Al ver a todos en la piscina que hacen cada pareja
a su forma el ritual del amor. Él la jala delicadamente y en esa intención la lleva
al cuarto de los padres de Martín, la desviste como quien pinta un óleo y
comienza a acariciar sus pies subiendo las manos por las rodillas, los muslos;
para que encuentre una vez más los labios que al lamberse y chuparse, el
empiece acariciarle las tetas que la excitan y ella con un movimiento lento
hace que la penetre, para que en contorciones ella comience acelerar sus
pulsaciones que la hacen estallar en lamentos y así encuentran un orgasmo increíble.
Al quedar agotados se duermen para que en la mañana hagan exactamente lo mismo,
que solo se despierten entrado el medio día por el hambre. Se ponen sus trajes
de baño y al salir a la piscina no encuentran si no el despelote- Tencha: los
otros donde están- Él dejémoslos que deben estar haciendo bellezas- Entonces
vamos a la cocina. Al entrar encuentran durmiendo desnudos sobre el piso a
Janini abrazado de la chilena- Tencha miramos que hay en la nevera. Al abrirla
encuentran de todo- Ella será que con esos pescados hacemos una receta que
hiciera con mi abuela, yo me encargo de freír lentamente los pescados y
desmenuzarlos y tú te encargas de picar estas cebollas, los ajos, los pimientos
y el tomate. Ya desmenuzado el pescado ella lo revuelve con lo que él pico y lo
vuelve a sofreír en una gran olla que cuando ella considera que está listo le
agrega cuatro tazas de arroz y lo revuelve para ponerle nueve pocillos de agua
que cocina con toda la llama de la estufa y en el furor de la cocción le merma
la llama para ponerle aliños y que termine de hacerse. El olor se impregna en
toda la casa que de apoco hace que aparezcan y que se despierten Janini y Viana-
Paula: que olor- La catalana: hicimos con mi nuevo amor este plato que me lo
enseño hacer mi abuela- Martín: está mujer es una pilosa. Todos sirven para
poner los platos sobre la mesa y comer cómodamente sentados, que al terminar
todos aplauden que hacen que la catalana se ponga colorada y sigan la flecha
hasta altas horas de la noche.
Al otro día entrada la tarde los chicos salen
en el auto para regresar a sus compromisos en Quito, las chicas a tomar
carretera donde sin inconvenientes se montan en la parte trasera de un camión y
lleguen dormidas a Muisne, el conductor tiene que despertarlas. Estando en las
cabañas se dedican al mar y al trabajo. Que al tenerse que ir Tencha, les deja
a las tres amigas sus pequeñas pinturas ya que se cumplieron sus vacaciones.
Regresa a Quito para tomar el avión a Barcelona, donde pasado un mes al sentir
malestares y mareos al ir al hospital confirma su embarazo que desde el primer
mareo ya presintió. Fin.
EN COMA
Claudio se despierta, lo primero que hace es
abrir la ventana y de una se manifiesta la luz que ilumina todo el cuarto. Sin titubeó
se mete al baño para quitarse su pijama de rayas, se mete en la ducha de agua
caliente que el vapor se apodera del baño y no sale hasta que el agua se
enfría. Con la toalla se seca y se viste con ropa liviana. Ya listo golpea en
la puerta del cuarto de Sandra con quien con parte el apartamento, se
despereza- Buenos días Federico ya te vas al periódico- No, tengo tiempo de
sobra. Anoche te llano Laura- Que dijo esa loca…- Que te espera esta noche en
su casa- Gracias- Quieres que te haga el desayuno- No gracias porque que de desayunar
con Marcia. Él se prepara con varias frutas lo que se le podría llamar una
ensalada de frutas, al ver que su amiga no viene, decide comerse la ensalada de
frutas en poco tiempo se la come y sale mirando el río Tomabamba, toma la av.
Fray Vicente Solano sobre la cual canina varias cuadras para llegar al
periódico La voz del pueblo, sube a la segunda planta para ordenar los diferentes
sucesos en esas se le va el día. Algo cansado sale en el momento que está oscureciendo
tomando la misma avenida de regreso, pasa por el puente en dirección del
centro, se saluda con el vecino del mismo piso, toma la calle Benigno Mano, camina
viendo de un lado la catedral y en el otro lado el parque Calderón. Para que en
la próxima esquina al entrar al viejo edificio de construcción republicana se
encuentra con su amiga Marcia que luce una atrevida minifalda- Ella (mirándolo
su flacura) te vez terrible, almorzaste- No tuve tiempo- No tienes hambre- No
para nada- Subamos al apartamento que te preparo algo bien rico para que comas-
Está bien. Suben por el ascensor los cinco pisos y ella abre con la llave la
puerta, al entrar aparece el lugar muy decorado con mucho gusto. Claudio: estos
cuadros son nuevos, de donde los sacaste- Los pinto mi hermana, ella misma me
los regalo- No sabía que tuvieras una hermana pintora- Si vive en Vilcabamba- ¿Desde
hace mucho?- Relativamente si, un día de estos podemos ir a visitarla- Me
encantaría conocerla. Mientras él lee, ella va a la cocina en menos de nada
prepara unos fideos con salsa boloñesa, En el momento que sirve y pone sobre la
pequeña mesa redonda los platos- Ella parada le dice: Claudio ven a comer. El
deja el libro sobre el sofá, se acerca para sentarse a comer viéndola a ella-
Como están las cosas en el diario- Complicadas porque desde que se fue Alberto
me toca trabajar el doble- Tienes que hacer un cesé de actividades- Ahora es
imposible- Te estas matando- Así me vez de mal- Para nada tienes buen
semblante. Acaban de comer- Marcia: vamos a caminar- Excelente idea, vamos-
Salen por la calle del edificio, doblan por la vía viendo las diferentes
fachadas de las casas y llegan a la plaza San Sebastián donde se sientan en la
banca de granito viendo como el viento agita las ramas de los dos únicos
árboles y la construcción del museo arte moderno- Ella (rompiendo el silencio)
Ya que estamos aquí vamos a ver una exposición de esculturas- Ve seme paso, iba
a convidarte a lo mismo- Entremos que no es muy tarde. Cruzan la calle y entran
a la mole del museo donde ven muy concentrados en las piezas hechas con
reciclaje, van viendo una por una. En el momento que están viendo una enorme escultura
armada con piezas de vehículos. El pierde el conocimiento y cae de un golpe al
suelo- Marcia (angustiada) auxilio. En ese mismo momento vienen varios jóvenes
y una muchacha, la cual está cursando medicina. Que le da masajes cardiacos- No
se queden ahí parados llamen una ambulancia. Marcia corre y va a la oficina del
director donde llama al hospital, en la brevedad se presenta la ambulancia de
donde surge dos enfermeros y el medico entre los cuales sacan una camilla, con
cuidado lo colocan dentro de está para meterlo en la ambulancia- Maura: yo voy
con ustedes. Ella al entrar se coloca sentada viendo a él que de antemano le
aplicaron oxígeno, pero que esta inconsciente. De último entra el médico para
que el conductor encienda la sirena y ponga el vehículo en marcha, va a toda
velocidad por la Doce de Abril al hospital. Ella se baja y ven que entre varios
lo sacan de la camilla para que casi corriendo lo internen en urgencias. Ella
impaciente camina de un lado hacia otro, en esas llega Sandra la hermana de él
con cara angustiada- ¿Que le paso? - Lo único que sé, es que perdió el
conocimiento- Ojala que no sea nada. Al rato aparece el médico. Las dos lo
interrogan -que le paso?, ¿cuándo sabremos qué es lo que tiene?- este les
contesta: No reacciona, tenemos que exami- narlo muy bien, y por ahora está en
cuidados intensivos- Sandra angustiada: ¿Cuándo sabremos algo?- No sé cuánto
tiempo nos pueden llevar estos exámenes, lo único que les puedo decir que está
complicado- Sandra (mirando a la amiga de Claudio) llamamos a mis padres- Es
mejor que no ya que él es muy aparte, además no sabemos que tiene. Más bien
pensemos que hacemos- Yo me tengo que ir ya que mañana tengo mucho trabajo-
Acaso que haces? Manejo una empresa de publicidad, y tú? -Soy profesora de
español y literatura en la u. pero me puedo quedar por que mañana no tengo que
dictar clases- Sandra (dándole un beso en la cara) yo me voy pero por favor
cualquier novedad infórmame- Cuál es tu teléfono- Es este. Lo apunta, al verla
salir ella se sienta pensado lo lindo que es su amigo, y recordando todo lo que
hicieron juntos, así pasan varías horas. En el momento que siente hambre se para,
pero al ver al médico se le va encima- Por favor dígame que tiene- Tengo muy
malas noticias: él ha sufrido un grave problema cerebral por esa razón está en
coma- Donde lo tienen- En un lugar en observación- Puedo verlo? - Venga que la
llevo. Entran en lo que parece una habitación, pero al verlo conectado con
tremendos cables ella se toma con las dos manos la cabeza- Que es esto tan
horrible- El medico: lo tenemos conectado porque de lo contrario moriría-
Marcia: ustedes los médicos por que experimentan con la gente han perdido acaso
la sensibilidad- Deje de criticar algo que no conoces- Me voy. Sale llorando.
Pasado varios meses Claudio sigue en estado
vegetativo, una mañana que las dos lo van a ver planean algo al respecto.
Estando en el hospital, ellas siguen a una enfermera para descubrir una especie
de vestier, donde sale la enfermera vestida con ropa de calle que las saluda inocentemente.
Ellas no dudan en entrar en ese sitio, para que cada una se cambie poniéndose
un uniforme de los mismos, salen con ese disfraz para encontrar el lugar donde
lo tienen vegetando, al entrar Marcia cierra la puerta poniéndole el seguro y
entre las dos lo desconectan sintiendo que él les agradece.
Fin.
AL
NO ENCONTRAR A UN AMIGO
Siendo las doce del mediodía Jaime llega de
Colombia, haciendo una pequeña estación en Loja y llega a Vilcavanba, a buscar
a un amigo para que lo conecte con un chamán. Piensa que tiene que dejar su moral
en alguna parte, al ver una tienda habla con la señora y ella muy amable le
guarda sus pertenencias. Ya libre de peso va al hostal del mismo nombre del
pueblo, toca la puerta y le abre una señora- Él: usted no conoce por casualidad
a un colombiano llamado Pablo? Si él estuvo hace tres días por acá haciendo unos
arreglos de carpintería- Él (pensando desde cuando pablo es carpintero) ¿cómo
es de constitución física? Es bajo y tiene nariz bastante pronunciada- No es el
mismo gracias- Es el único Pablo que conozco - No es el amigo que estoy
buscando, sabe dónde encuentro otros hostales- Si voltea a la derecha en esa
cuadra encontrara el hostal Pueblo nuevo y en esa misma cuadra al frente
hallara el hostal Rosa- Gracias. Sale y dobla como la señora le dijo y al
avanzar una cuadra encuentra el hostal donde sobre sale un amplio balcón- El
mira el letrero que coincide con el primer nombre que la señora le diera, toca
la puerta- Y un muchacho- En que lo puedo atender…- Usted conoce a un
colombiano llamado Pablo?- No porque soy nuevo en este pueblo, pero entre y
hable con alguno de los dueños. Entra y es guiado por el muchacho a una enorme
sala donde un grupo de niños ven televisión, a su encuentro sale una señora- En
que le puedo servir?- Es que estoy buscando a un amigo colombiano llamado
Pablo- Ella (pasándose la mano por la cara) En este pueblo hay dos colombinos
con ese mismo nombre, el primero es carpintero, y el segundo es antropólogo o
algo por el estilo- estoy buscando al segundo donde cree usted que lo puedo
encontrar?- por lo que escuchado parece que vive en la pensión Rosa con una
gringa- Gracias. Sale por donde vino y al pasar la calle ve la pensión, que al
no haber timbre grita: Pablo- Pablo. En primera instancia escucha el ladrido de
un perro y después al abrirse la puerta aparece una joven con rostro de
indígena- Mande- Estoy buscando a Pablo…- Él se fue con la gringa a Colombia
hace más de quince días- Lo buscaba a él gracias. Él piensa como así que Pablo
se volvió a Colombia, bueno ya esta es mejor que me haga un buen mercado y que
yo mismo busque el San Pedro. Va a la tienda y ahí mismo se proporciona todo lo
que cree para pasar varios días, al recoger en la tienda su morral, sale por
una carretera destapada viendo un paisaje algo seco, para empezar a caminar al
lado del río Yambala, anda varios kilómetros a un lugar donde ve varias
colinas, al ver un cerco de alambre de púas lo pasa por encima y camina
subiendo por un riscó hasta una explanada donde arma su carpa canadiense. Con
hambre decide buscar leña andando encuentra varias ramas caídas de un árbol,
las cuales haciendo un esfuerzo logra partirlas y las coloca de tal forma que a
pesar de la húmeda de las ramas logra con la ayuda de una vela prender la
fogata, haciendo que el humo se alborote y salga en dirección del río que hace
que el viento lo lleve bastante lejos. Al ver el humo una muchacha que intenta
meditar, desiste de sus propósitos y sin pensarlo sale haber de donde viene el
humo. No le importa atravesar el río que al subir por la montaña unos metros
más arriba, en la distancia descubre la canadiense y al muchacho, que al verlo
piensa ¿quién será?, si aquí nunca viene nadie. Camina bordeando la montaña y
llega ante Jaime, que al verla en primera instancia se asusta, pero al mirarla
con detenimiento sus cabellos rubios que le bajan un poco más de su espalda
donde sobresale su rostro bastante redondo y unos ojos algo pronunciados muy
azules- Él (con cara de extrañeza) de dónde vienes?- Ella (con su asentó anglo
sajón) del terreno que compre- Que bien, lo compraste con alguien más? Si claro,
con dos familias y un amigo; los tres son gringos como yo y los otros son ítalo
americanos los cuales se dedican a las orquídeas- Que interesante- Tu eres
Ecuatoriano- No vine de Colombia a buscar a un amigo, pero creo que nos
cruzamos por lo que me dijo alguien él se fue a Colombia. Lo quería contactar
ya que él conoce un chamán que posiblemente sabe del San Pedro- Quieres hacer
una toma?- Si a eso vine- Mi amiga Martha suele preparar, no sé si tenga en
este momento- Que bueno sería tomar, no te vayas que con estas brazas quiero
asar estas presas de pollo. Las atraviesa con un palo para ponerlas sobre la
braza, que él va moviendo con el objetivo que se asen parejas, en el momento
que consideran que están lista les agrega sal y las comparte con ella- Jaime:
que piensan hacer con el terreno- Mis amigos ya construyeron cada uno sus
respectivas viviendas, yo quiero hacerme la mía- Si quiere te ayudo- Tienes
tiempo?- El tiempo es completamente mío, puedo disponerlo cómo me plazca- Si
quieres puedes poner la carpa en mi terreno- Espera que la desarme. Entre los
dos la desarman para doblarla y ponerla en el estuche, el mete lo que sacara
entre su morral. Ya listos caminan bordeando el río que andando sobre unas
piedras lo atraviesan sin problema, para llegar al sitio de la muchacha donde
en un solo punto esta desparramada la madera, la guadua y al lado están dos
enorme iglús- Él veo que hiciste una huerta, yo creo que es bueno que la
cerquemos bien para protegerla de los animales. Debes tener herramientas-
Espera que las saque del iglú. Ella entra y las saca- Que buenas herramientas,
pero para abrir los huecos tienes un piolín- Míralo entre esas maderas. Él va y
lo trae- Hagamos una cosa vos con un metro vas marcando cada metro y yo con el
piolín marco donde debemos abrir los hoyos- Perfecto. Luego de la medición, él
empieza un primero y va abriendo los huecos que al terminar se acuesta sobre el
pasto a descansar- Eres muy eficiente- Claro que lo soy, pero ahora estoy
mamado- Quieres tomar un té de manzanilla- Que bueno sería. Ella va a la mesa
que hiciera con retablos de madera y del termo vierte parte del líquido en dos
pocillos. Él cambia de posición y se sienta, ella hace lo mismo- Ella: ¿cómo te
llamas?- Jaime o dime como quieras que no importa el nombre si no la esencia de
lo que somos, eso es lo que vale- Yo soy- Él (interrumpiéndola) no me digas cómo
te llamas, ni que has hecho con tu vida que con verte me basta. Entonces como
me vas a llamar? Ya se me ocurrirá algo que te identifique con lo que eres,
pero para eso necesito conocerte más- Me gusta así. Al atardecer se acuesta
apoyados de tal forma que sienten sus pulsaciones, ven como el sol se mete
entre las montañas dejando las nubes tinte de colores cálidos, que de apoco se
van desvaneciendo para quedarse dormidos sin mirar a las estrellas. Pero al
invadirlos el frío abren los ojos- Ella que cielo más estrellado- Que tal este
cielo en un viaje de San Pedro- Me acuerdo hace dos meses atrás que tome con
Martha y Glen sentía que cada estrella tenía un sonido propio, que hubo un momento
que se juntaron todos los sonidos que escuche una larga sinfonía- Que
maravilloso, que envía más sana que poseo porque yo nunca escuche algo ni
parecido- Lo mejor que todos los que estábamos ahí en ese momento lo sentimos
de igual forma- Alucinante- Tienes hambre- Si no lo mencionas no me acuerdo.
Terminan riéndose a carcajada explosivas- Me acompañas y prendemos la lámpara
de petróleo- Magnifica idea- Vamos a la mesa. Van donde se encuentra y sobre el
entablado hallan la lámpara que ella con una cerilla enciende iluminando la
mesa, él se sienta entonando un poema que describe al cosmos, al mundo del arte
que es la belleza sensible- Ella ( fabricando unos emparedados) que lindo
poema- No te sabes más- No porque lo improvise y escribí un montón en varios
cuadernos pero una vez que estaba acampando cerca de un río se creció y se llevó
todo lo que tenía en ese momento- Que lastima, me imagino que te invadió la
tristeza- Ninguna lástima porque eso no sucedió y los tengo aquí en mi morral-
Entonces ya veo que me puedes repetir el que acabas de decir- No, ese sí que es
complicado, es verdad que lo improvise- Toma estos emparedados para ti, que yo
me como estos dos- Tienes algo para beber- Si te puedo dar un vaso de vino
blanco- excelente. Comen y sosteniendo el vaso brindan cerrando los ojos. Al
abrirlos toma un poco, ven el paso de una estrella fugaz- Él que fue eso tan
impresionante- Una coincidencia- Que bueno que mi amigo se fue a Colombia, si
no te hubiera conocido- Ella pero ojala este bien se lo merece, ya que nos
permitió conocernos y le aplica un besito en la boca- Que fue eso, acaso otra
estrella fugaz- Ven y siéntate más cerca- Encuentran sus labios que se fluctúan
en repeticiones- Ella: tienes unos labios de cerezas- En verdad. Y se besan
multiplicando el candor- Ella: vas a terminar con los emparedados- Por
supuesto, que pan tan rico- Lo hizo mi vecino Pablo. Terminado con los tales se
van a dormir al iglú de ella y sobre el colchón de agua.
Se despiertan con los cantos de los pájaros
que acompañado en la distancia por el sonido de una flauta- Él (estrujándose los
ojos) quien toca- mi vecino Pablo, ya te lo presentare él es tan lindo ya que
es la persona más libre que conozco, antes que te conociera a vos- La libertad
es el único trofeo que vale por todo lo de la tierra- Las palabras que dijiste
son grandiosas. Se besan y multiplican las ansias del vivir. Salen viendo el
sol en su plenitud para dirigirse cerca de la huerta a recoger frambuesas que
ella prepara con yogur- El (comiendo) que delicia. Satisfechos, entre los dos
con el serrucho con la misma medida cortan los palos que colocan entre los
huecos, y ella sosteniendo las tablas él las clava encerrando la huerta,
cansado él se introduce en la carpa y ella se pone a tejer pensando en los
maravillosos de los días, pero es sorprendida por Martha- Hola como has
cumplido mis consejos, como hiciste para encerrar la huerta sola- Con que ahí
tenemos- Que? - No te hagas la loca, cuando me lo vas a presentar- A quién-
Hazte la que no es contigo. Las dos se ríen y se abrazan como dos niñas. Al
separarse- Tienes San Pedrito preparado- Anoche preparamos con Glen, acaso no
viste la llamarada que hicimos… No- ya se estas enamorada, a quién escondes en
ese iglú- A la alucinación de mis sueños- Ah ya veo, vine a ver si me prestas
tu colador por que el nuestro los niños jugado lo destrozaron- Tómalo que está
en la mesa- Chao, acuérdate que esta noche es lo que sabemos - Si, no me
olvidare. Al rato sale él y sin que ella se de cuenta la sorprende dándole un
pico en la frente- veo que no has parado de tejer- Me entretiene muchísimo,
vino mi amiga Martha para convidarnos está noche a un San Pedrito- Él
(saltando) que chévere, quieres que prepare un arroz- Pero con que lo vas
hacer?- Tienes verduras- Si, dentro de esa canasta las encontraras- Ya mismo me
pongo en esa tarea- Que bueno por que no tengo ganas de cocinar- Tranquila
sigue en tu labor. El del canasto saca acelgas, espinaca, cebolla, y un par de
tomates lo cuales pica y los pone en la olla de barro, hace un fuego para que
sin complicaciones ponga la olla sobre una pequeña parrilla que es sostenida
por tres piedras, le agrega aceite y revuelve con la intención que se frite y
cuando considera que está en su punto le agrega taza y media de arroz para
ponerle el doble y un poco más de tazas de agua, cuando hierve le disminuye el
fuego para que se haga lentamente. Ya listo el mismo sirve y va donde ella-
(aplicándole un beso en la boca) Ya está listo el arroz- ella (parándose)
vamos. Se sientan- Ella (al probar) esta riquísimo, como hiciste para que
quedara con este sabor…- Con la maroma, el truquito, y la jugada- Habla serio.
Se ríen y ella le propone un beso que se lamen los labios- Ella (sonriendo) no
más besos a comer se dijo. Viéndose con ganas comen saboreando el arroz con las
verduras que al terminar ella lo toma y lo besa para meter sus manos suaves
entre la camiseta y lo acaricia de tal forma que él la empieza a desvestir
botón por botón para con sumo cuidado sacarle la camisa y muestre sus bellos
senos, que él lame como si fueran de miel y ella con delicadeza baja la mano
por su miembro el cual frota para erguirlo, él excitado le saca lentamente el
vaquero para que fluctúen en la intemperie las rubias piernas, ella le saca con
ligereza el pantalón. Al quedar desnudos se dan un impetuoso abrazo, encuentran
sus labios que con el movimiento de la sensualidad se estremecen, fluctúan sus
cuerpos como si fuera un solo cuerpo que se integra y vuelan en un orgasmo que
no tiene nombre. Lívidos de cansancio se acuestan sobre la abundante grama y al
cerrar los ojos sienten las pulsaciones de la tierra. Pasados varios momentos
por los rayos del sol que ardiendo se despiertan- Ella que sol mira como estoy
de quemada- Si estas ardida es mejor que nos bañemos y nos vistamos- Ella (con
cara de sufrimiento) vamos por este otro lado. Encuentran después de atravesar
toda una arboleda un nacimiento que viene de la montaña, entre una enorme
guadua el agua baja en un enorme chorro. Sosteniéndose mutuamente se meten
dentro del chorro, sintiendo ella un alivio que refresca su cuerpo- Que
deliciosa que está el agua- Si es una ricura más con este sol. Dejan que sus
cuerpos se relajen y al escuchar el grito de unos niños salen- Ella seguramente
son los niños de Glen y Martha que son supremamente traviesos. En esas una
mujercita (que está escondida detrás del trocó de un árbol, cantando) cara de
flor tiene novio, uno, dos y tres con el cual se bañan desnudos- detrás de otro
tronco unas voces algo chillonas a las una, a las seis, a las veinte cara de
tomate tiene otro tomate- Ella salgan niños, si no de lo contrario no hay
torta. Los dos niños y la niña llegan corriendo y la toman por los pies- Ella
(agachándose para abrazar a los niños) Ellos son Felipe, Dari y Ganya- Yo soy
como me quieran decir- El más pequeño Dari acaso ese es su nombre. Todos se
ríen- Felipe: es que no tiene nombre- Ganya: no es que no tenga, más bien tiene
muchos que no sabe cuál decir. Se vuelven a reír- La chica (al oído de Ganya) no
le vayan a decir el mío- Ella: le dice lo que le dijo ella a sus dos hermanos y
todos sonríen- Felipe (alborotando sus cabellos) Martha dijo que antes de la
puesta de sol vengan a la casa- La chica si esperan que nos vistamos vamos. Sin
secarse se ponen sus mismas ropas- Ella esperen que voy al iglú por el saco de
dormir. Ella (ya con el saco en su espalda) ahora si vamos. Caminan entre la hierba
viendo enormes cactus de San Pedro que al iluminarlos el sol se ven brillantes,
luego de pasar una cañada ven una casa muy rustica de guadua- Ella (con gracia
moviendo su cabello y dirigiéndole la mirada) está es la casa de Pablo- Él:
esta buenísima. Pasando un grupo de sauces abren una pequeña puerta de tablas y
al caminar entre arbustos de coca y algunos frutales llegan en frente de la
casa de adobe, aun lado ven a la familia y a un rubio que está armando la
fogata- Al verlos se saludan- Ella les presento a mi amigo árbol. Los niños se
ríen- Ellos son Martha, Glen y el que está haciendo la fogata es Pablo- Ola- Marta:
he hecho una torta como preámbulo de la ceremonia, por favor Ganya tráela. Glen:
por que entre todos no llevamos las sillas y hacemos con estas un circulo
alrededor de la fogata. Todos ayudan en la operación y las disponen de ese modo
para que todos se sienten. Al mismo tiempo reaparece Ganya que le reparte a
cada uno un buen pedazo de torta, la cual todos se saborean para que entre su
boca brote el sabor de naranja. Pablo al acabar de encender el fuego, saca de
su mochila la flauta que empieza a interpretar, para que Glen al traer el
tambor lo acompañe. El sol lentamente se esconde detrás de las montañas que al
taparse comple- tamente, de a poco va apareciendo el color naranja que se
convierte en rosado y muy rápido se desvanece para ver surgir las estrellas-
Martha (observando a Ganya) dale la comida a los niños- Ya voy Marthica. Los
niños desaparecen del contorno y Martha de una mesa pequeña al ver el enorme
plato hondo saca con una cuchara la sustancia verdosa que parece chicle, la
comienza a repartir entre los presentes- La chica del Árbol (mirándolo a él)
que sea un buen viaje para todos. Todo queda en silencio y el sonido de la
música los va envolviendo, al observar las estrellas ven a varias que caen más
allá del horizonte. Comienzan a andar sus mentes en espejismos que cada uno a
la vez, en un momento dado se desasocia en su percepción que le trasmite a cada
uno imagines perfectas, pero diferentes unas de otras que se perfilan en sus
visiones. Al dejar de tocar Pablo y Glen comienzan a sentir en su interior la
música del cosmos que los traslada a otros lugares. Fin.
CUENTOS PERUANOS
LA RETRATISTA
Flua como la llaman sus más íntimos amigos,
después de estar trabajando en Tegucigalpa la capital de Honduras en una
organización francesa, enseñándole a los niños un poco de las artes que ella
estudio. Después de haber tenido un intercado que no vale la pena mencionar,
con un disidente. Luego de estar varios meses en Centro América en dicha
función decide con su poco dinero viajar, por diferentes partes de Colombia que
al terminar su visa hace lo mismo en Ecuador para que en una noche de
torrencial aguacero lleuque a Loja. Al bajarse del bus después de recibir su
enorme mochila entra en la pequeña Terminal, se establece en una cafetería
viendo atreves de una ventana el aguacero, como sabe que el café en estas
tierras no es de lo mejor, pide un té que la misma señora le trae colocándolo
sobre la pequeña mesa. Como la lluvia no cesa, saca de su mochila un largo
cuaderno de dibujo y un carboncillo, se pone a dibujar el lugar y a la gente exactamente como es,
con los matices de las sombras logra un dibujo casi perfecto. Al ver que escampo
termina el té, mete sus implementos de dibujo y alzando su pesada mochila se
levanta, camina viendo a la gente, anda hasta llegar al parque Simón Bolívar
donde se sienta a pesar del frió sobre una banca, se acuerda que tiene un
pedazo de pizza el cual saca de su mochila para ingerirlo aunque está un poco
dura y fría. Comiendo se le acercan unos inquietos muchachos- Uno que luce un gorro
de alpaca le dice: de dónde vienes- De donde no vengo- Otro (con las manos
cruzadas) de dónde eres?- De cualquier parte, ahora en este momento de Loja-
Otro (que sobre su cuello lleva una bufanda de rayas y un sombrero hongo) No
puedes ser de esta tierra- Ella (ella con un gesto de desaprobación) ¿por qué
razón?- La única chica: porque simplemente no eres de aquí- Ella ni soy de acá
ni soy de allá, solo poseo mi libertad- El muchacho del gorro (mirando al que
luce la bufanda) de guíen es esa canción?- Flua: del mismo Facundo Cabral- La
chica: ya está bueno nos vamos. Flua (haciendo un gesto) chao. Piensa donde podrá
acampar y empieza la travesía y viendo el hospital se le ocurre que si
encuentra un sitio por lo menos ahí estará segura, al ver a un costado del
edificio un prado ahí mismo arma el iglú, a pesar del frío duerme tranquila
pero ya tarde en la mañana un policía sacude la carpa y la despierta- Al salir-
él oficial: no sabe que aquí no se puede acampar- No sabía, tranquilo que ya me
voy. Ante los ojos del tipo saca su morral, desarma la carpa y la enrolla para
ponerla en la parte de abajo de la enorme mochila- Ella (sonriendo) hasta
nunca. Sale de los predios del hospital pensando que eligió bien el lugar para
dormir y que tiene que hacer unas monedas. Al pasar la esquina ve la mejor
opción el parque central, al llegar no duda en sacar los materiales necesarios
para dibujar, el caballete armable y su silla del mismo sistema. Con un pedazo
de caña pone el letrero: se hacen retratos. Al verla lo diestra que es para el
dibujo, un señor muy elegante se acerca- Veo que usted señorita es muy buena
para hacer retratos, necesito uno de mi hijo, otro de mi hija y dos más de mi
señora- Tráigalos- No los puedo traer, es mejor que usted si quiere me acompaña
a mi casa- Si acepta todo el trabajo por setenta dólares voy con usted y hago
los retratos que usted dice- El tipo saca un royo de billetes, sin temor le
entrega uno de cincuenta y otro de veinte- Tome- Espere un momento a que vuelva
a poner todo en su lugar. Al estar lista entre los dos montan la mochila en la
parte trasera del coche, los dos se montan en la parte delantera, el señor al
arrancar el carro va tomando la carrera Bernardo Valdivieso, en la plaza de la
Independencia voltea a mano derecha y al andar dos cuadras él hombre parquea el
carro al frente de un pequeño edificio. Se bajan- El tipo de dónde vienes?-
Ella (pensando ya comenzó el interrogatorio) de Tegucigalpa- Donde queda eso?-
Que ignorancia en Honduras- Que dijo usted primero- Nada importante. Al entrar
en el edificio él señor toca el timbre del ascensor, entran para que el aparato
se detenga en el tercer piso y al entrar encuentre ella una lugar simple pero
agradable con una buena decoración- La señora (viendo a Flua) con guíen vienes-
Ella es una retratista que quiero que tú y los muchachos posen. Pero primero
tráele a la chica bebida y de esas galletas que compramos en Cuenca- Siéntese.
Ella se sienta poniéndose lo más cómoda y al rato la señora le trae en un
pequeña bandeja una gaseosa y un plato con galletas surtidas- El señor (sentado
al frente) Como se llama el lugar de dónde vienes- Tegucigalpa- Que hacia ahí?-
Trabajaba con niños como maestra- Que bueno entonces es docente- Ella cuando me
toca. Para no hablar ella rápidamente le da mate a las dos cuestiones. La
señora como me pongo- Como quiera pero alce la cabeza. Ella con la maestría
necesaria, con agilidad en su mano hace un exacto retrato de la señora- La
señora (al verlo terminado) me encanto, usted es muy ducha para hacer retratos-
Él marido quiero otro que salga la puerta- Flua (pensando será que ya la va
echar y se ríe mostrando los dientes) La señora de que se ríe- De nada
importante. Trazando el croquis de la puerta le hace un perfecto retrato- El
señor: excelente ya que es la misma copia de ella- La chica: ¿dónde están los
niños?- La señora: en el cuarto segura- mente viendo televisión- El señor voy a
llamarlos. Al minuto el regresa con la pareja de niños a los cuales en dos
turnos les hace su respectivo retrato. El señor tome veinte dólares más porque
de verdad que los merece- Me sirven, gracias por todo. Sale llevando su morral
y en la calle toma un taxi que la lleva al Terminal, al bajarse el taxista le
ayuda acomodar el morral y ella le paga con el billete de veinte dólares. Entra
al terminal y ve a un muchacho que grita Sullana, Piura- Ella hace la pequeña
cola y después de una pareja de extranjeros compra el boleto, luego de comprar
una botella con agua mineralizada se sube al autobús, al tomar su puesto una
chica extranjera se sienta a su lado- La chica: al verla tú no eres Flua- Ella
(con cara aterrada) porque sabes de mi- Perdona no te preocupes yo soy amiga de
Juan Carlos- Como …- Si tal cual- de Juan Carlos el filósofo- ¿De cuál filósofo?-
De ese cabello rojizo y pecoso que trabajaba con vos con los niños allá en
Ciudad de México. Ella se pone a pensar- Le contesta: no sabía que era filósofo,
simplemente porque nunca me lo dijo- Estas segura que es el mismo- Claro que sí,
mira está fotografía. Flua la observa detenidamente- Es de cuando fuimos a la
playa, cómo está?- No sé ahora, pero por que va a estar mal si es un buen
chico- No tan chico ya va cumplir cincuenta años- No parece –Si, se ve joven y
es vital- Así es, donde lo viste la última vez?- En Bogotá- Definitivamente el
mundo es pequeño- Es un pañuelo lleno de mocos. Al dejar de hablar el pequeño
bus va entre una tierra muy seca levantando polvo y las dos se quedan dormidas
pero son despertadas por un mutuo cabezazo- Flua (tocándose la cabeza) que
golpe el que nos dimos- Si y durísimo. Ven un caserío de una pobreza paupérrima
y a varios niños con sus enormes barrigas invadidas de gusanos- Flua: es
detestable ver a gente que real mente viven en la miseria, mientras los estados
no hacen nada para solucionar el hambre- Los políticos que parcial-
mente son corruptos no hacen nada y se llenan
de dinero en merced de los que no tienen nada- Es injusto- Pero que podemos
hacer nosotras ante eso?- Nada, nuestro trabajo es tratar de que otros vean lo
que pasa, y tratar de colaborar con la humanidad- Así solamente somos
humanistas y nada más. Al llegar a Suyana se sube tanta gente que el bus queda
impregnado de un olor nace abundo, sin darse cuenta alguien que se sube le saca
el bolso donde lleva el pasaporte y el dinero a la gringa y se baja a la salida
del pueblo- La chica cómo te llamas?- Me dicen Flua y vos …- Yo soy Linda-
Mucho gusto- Oye él bus no se detuvo en la frontera a sellar los pasaportes, y
ahora que me toco me doy cuenta que me han robado mi bolso, que mierda allá
llevaba gran parte de mi dinero y mi pasaporte. Ahora que voy hacer- Busquémoslo
por si se ha caído. Lo buscan debajo del asiento sin lograr hallar ni el
recuerdo- Flua: aquí en Perú siempre roban, una vez a una argentina que viajaba
con su novio en pleno aeropuerto les pusieron una pistola y se llevaron todo dejándolos
casi desnudos, lo sé porque llorando me contaron su mal rato y les ayude con lo
que pude, cuando lleguemos vamos a la policía hacer la denuncia- Si servirá de
algo- Lo dudo pero que más se puede hacer. Preocupadas llegan ya de noche a
Piura y se bajan con un alboroto impresionante de gente. Las dos chicas recogen
las mochilas y cruzan la calle donde ven un restaurante. Al entrar se sientan
viendo hacia afuera el espectáculo de la gente, como se insultan por nada.
Llega un muchacho- Flua: tiene cebiche- No, tenemos saltado con carne de res o
pollo- Flua: cual prefieres- De pollo- Entonces tráiganos dos de pollo. Esperan
calladas desesperadas de hambre, en esas se les pasa más de media hora- Flua:
será que se olvidaron de nosotras. Al llegar el muchacho viene con una bandeja
con dos platos y al verlo para nada higiénico solo se comen una parte- Linda:
que porquería de comida- Asquerosa. Vamos a buscar algo donde dormir. Pasan al
frente de varios lugares para nada recomendables y a dos cuadras encuentran un
lugar limpio donde se alojan- Flua (recostada) No me aguanto más el hambre, voy
a buscar al menos pan o lo que pueda hallar por ahí de comer- Voy con vos.
Salen bajando las escaleras al salir de la calle se encuentran con un gentío
aterrador, caminan determinando sus pasos que al ir más rápido, doblan gracias
a la indicación de una muchacha y sin problemas encuentran la plaza de armas, ven
la pequeña catedral y más adelante una solitaria cafetería- Flua: mira ese lugar
que está prácticamente solo, vamos- Si lo pensamos dos veces de pronto se nos
pierde. Se ríen, hiendo al lugar que de una entran ven a la pareja de extranjeros
que estaban en el mismo bus. La chica al verlos les hace señas y ella ni cortas
ni perezosas van hasta la mesa- Flua: hola- El hombre: siéntense. Las dos se
sientan cada una en un extremo rodeando la mesa- La chica: en ese bus, en esa
maldita ciudad donde se subieron tanta gente, me descuide y me robaron no sé cómo
la riñonera- Flua: a mi amiga le robaron el bolso- Linda: son unos hijos de
puta- El señor: con esta miseria que más hacen, no tienen otra opción- La chica:
de acuerdo pero eso duele, a mi prácticamente me dañaron el viaje ya estoy
pensando en volver dentro de poco- Linda: el bus nunca se detuvo para registrar
los pasaportes- El señor: hasta ahora caigo en eso. Son interrumpidos por un
muchacho que está de mesero- Buenas noches que quieren que les traiga- El señor:
si no sabemos que hay como vamos a pedir- Ya les traigo una carta- Linda este
país es un desastre- Flua: mañana si quiere nos encontramos aquí mismo para ir
a emigración o a la policía para resolver el problema del visado- Ellos que tal
a las diez de la mañana- Flua: yo mañana me quiero ir lo más temprano a
Trujillo, entonces diría a las ocho- El señor (haciendo un gesto de afirmación)
tiene razón, en esa hora está bien. Llega el mesero: aquí está la carta- Linda:
yo quiero unos huevos revueltos- La chica y el señor a nosotros nos trae dos
saltados con pollo- Flua: y a mí me trae un emparedado de queso y jamón- De
tomar que quieren?- todos a la vez: Coca Cola- El señor: ¿ustedes de donde son?
Flua: yo soy del país Vasco- Linda yo nací en Londres pero mis padres son de
Murcia- Flua y ustedes de donde son y cómo se llaman? La chica: yo soy de
Florencia me llamo Florencia- El señor soy romano y me llamo o me llaman Román,
es fácil. Todos sueltan la carcajada incluyéndose él. Al rato al llegar el
muchacho se estrella de frente con otro muchacho que viene de frente, volcando
todo en el piso- Florencia (agarrándose la cabeza) lo que faltaba- Flua: quien
sabe si vuelva, que desastre- Román: hoy no es nuestro día, es mejor que nos
vayamos a costar- Linda: pero con está hambre quien duerme- Flua: pero
pensándolo bien del muchacho no es la culpa, tal vez del otro que venía
corriendo- Linda: esto parece una comedia, quien sabe que pasara …- Flua me
gusta el humor de mi amiga- Román: que bien que me pudiera comer el humor por
lo menos me llenaría con risa. El chico los sorprende porque no viene del mismo
lado y va poniendo él pedido sobre la mesa- Él chico: perdón por la demora pero
tuve un accidente con un desgraciado- Román: tranquilo que nosotros vimos como
el otro pendejo se estrelló con vos. Comen en silencio y al terminar con los
alimentos entre todos pagan.
Al otro día la primera que se despierta es
Flua que de un solo envión se baña, ya vestida llama a su amiga- Despierta que
nos vamos- Linda (desemperezándose) ten un poco de paciencia- No, levántate que
me quiero ir de esta horrible ciudad- Está bien. Malhumorada se mete al baño y
se deja mojar por la ducha, saliendo escurriendo agua. Ya listas- Linda: será
que dejamos aquí nuestras cosas- Que vamos a ir a la policía tan cargada. Salen
y vuelven a la misma cafetería de la noche anterior, pero esta vez tienen que esperar
y la pareja se presentan en el momento que ellas están masticando los huevos-
Florencia: hola, buenos días- Flua: muy buenos días, que tal durmieron- Román
(cagado de la risa) muy bien, pero yo no comprendo cuando abrí los ojos porque
estaba Florencia en el piso- Ella si fue muy chistoso ya que no me explico en
que momento me caí o si dormí toda la noche en el piso. Todos se ríen. Ellos
piden lo mismo, exceptuando dos jugos de papaya. Ya satisfechos van a la
policía diciéndoles un estúpido uniformado que tienen que volver a la frontera
a sellar sus pasaportes- Román: usted pretende que volvamos para que nos
vuelvan a robar- El oficial: eso no es problema mío- Florencia: para que sirve
entonces la ley, si no es para proteger a los ciudadanos, más cuando son
extranjeros- Él policía: hagan lo que quieran. Todos salen de la inspección con
cara decepcionada- Flua: vayámonos de una para Trujillo- Román: pero si nos
paran que decimos- Florencia: es mejor que hagamos lo que dijo el policía-
Linda: yo esto de acuerdo- Flua: entonces chao. Se va con pasos apresurados al
hostal, recoge la enorme mochila, en un taxi llega a la Terminal y en el primer
bus que encuentra para Trujillo se monta. Ya con la comodidad requerida del
momento cierra los ojos, el bus que avanza es detenido por un puesto de gendarmería-
Un hombre uniformado (con cara de malo) muestren sus documentos, todos los
pasajeros los van mostrando, en el momento que llega ante Flua ella al
escucharlo no abre los ojos por nada del mundo- Él tipo (insistente con el dedo
le hace duro en el hombro) otro policía déjela tranquila que debe estar enferma
y todos los del bus comienzan a protestar que el oficial decide dejarla en paz.
Al ver que el bus vuelve arrancar abre los ojos para ver el panorama del
desolado desierto y ver a su lado a una señora que carga una niña, luego se
queda en la oscuridad profundamente dormida y solo se despierta en el momento
que el bus llega a la Terminal. Se baja ya con los primeros rayos del sol, con
su mochila acuestas sale del lugar entrando en uno semejante donde se monta en
un pequeño colectivo que va a Huanchaco que espera durante varios minutos a que
se llene, al estar repleto el bus sale por la vía recta y al pasar por las
ruinas arqueológicas Chan Chan llega el pequeño microbús a su destino. Se baja
y lo primero que hace es buscar un hostal, le pregunta a un niño que juega
canicas con otros de su misma edad- Él huambra: en la otra casa está el hotel
de mi tía Gloria- Ella sacando un caramelo del bolcillo del pantalón se lo da y
al darse vuelta lo ve feliz, camina por las calles de piedra para encontrar el
pequeño hostal, toca la puerta que de inmediato abre la misma señora- Bien
puede siga- Ella (mirando su esbeltez) dispone de alguna habitación- Si la
única que tengo es arriba- Mucho mejor, que cuesta?- quince soles- Le puedo
pagar en dólares- Claro, si es dinero- Venga que la llevo. Suben por unas
escaleras viendo las paredes de un verde bastante descolorido y al llegar la
señora abre la habitación que es estrecha pero está bastante limpia, deja la
pesada mochila a un costado de la cama, de su canguro saca cinco dólares y la
señora de inmediato le devuelve dos soles y medio. Al irse la señora, lo
primero que hace es abrir la ventana para ver un alto muro y escuchar el romper
de las olas. Se baña y se acuesta a dibujar algo que se imagina y al ver que es
medio día. Pone sus cosas de dibujo sobre una mesa, se arregla el pelo rojizo y
sale bajando por las escaleras, al ver una niña que salta movilizando una soga-
Niña sabes dónde puedo hallar un restaurante- Los que se hospedan aquí van a un
restaurante que queda más allá de la plaza, al estar ahí bajas y sobre la calle
paralela a la playa está el restaurante de la comadre Liliana. Al darle las
gracias le regala un confeti, sale caminando por donde le dijera la niña, al
llegar ve la casa construida con paja y palos. De inmediato siente olor a
pescado y al entrar se sienta rodeando una mesa precaria y alargada, al momento
llega la señora que tiene puesto un delantal blanco, que muy amable le dice: Bienvenida
a mi restaurante- Ella usted debe ser la señora Liliana- Usted trae la verdad,
mucho gusto- Flua (saludándola de mano) el placer es mío, que tiene de comer-
Tengo cebiche, arroz con mariscos, pescado con plátano y ensalada- Tráigame un
cebiche pero bien abundante que tengo un hambre atrasada- No se preocupe que es
suficiente, ya se lo traigo. Espera observando los dibujos con motivos del mar
y todo lo que hay en el lugar, sus ojos se detienen en un cuadro marino donde
sobresalen las canoas de totora. Ensimismada, es vuelta a la realidad por la
señora que pone el plato con el cebiche sobre la mesa. Ella come con apetito y
acaba satisfecha. Le paga y se despide de la señora con un apretón de manos,
sale con dirección del mar que al tocar la arena con las zapatillas ve el
verdor del océano, en la distancia las barcas de totora. Camina sobre la arena
mojada muy compaginada con el paisaje marino, al darse la vuelta se encuentra
la mirada dulce de un joven de pelo crespo, de ese modo encuentra sus labios y
se estrechan con la alegría de un amor a primera vista- Él (intuyendo que
generalmente la llaman por el sobrenombre) como te dicen- Flua, de ese modo me
conocen mis amigos- Yo soy Pablo, que maravilla saber que existes- Vamos a
caminar- Él claro- Espera me saco las zapatillas. Se agacha y se las saca, también
hace lo mismo con las medias y queda a pie limpio- Estas más cómoda…- Y menos ridícula.
Los dos se ríen para repetirse en besos- Él: eres muy linda y con guíen me quería
encontrar- De veraz- No te miento, no sé si estoy soñando o si es algo de esta
realidad que es alucinante- Tócame y te darás cuenta que soy parte de la
tierra. La acaricia el rostro y salta alegremente, para empezar a caminar
unidos por las manos, observando la mar sin darse cuenta caminan varias horas
por la larga playa, ya extenuados se sientan- Flua: eres argentino?- Estas en
lo cierto, soy de la provincia de Córdoba de un pueblito llamado la Puerta y tú?
Del País Vasco de Basuri un pueblo cerca de Pamplona- Hace mucho que estas viajando-
Voy a completar tres años, aquí llegue hoy y vos? -Salí de Argentina hace más o
menos seis meses. Se quedan contemplándose para sentir como si se elevaran pero
se despiertan del trance al ver que está oscureciendo- Ella no sientes frío…-
Claro que lo siento- Entonces vamos. Caminan para encontrarse en la oscuridad y
se guían por las luces del pueblo, al llegar sienten el cansancio que se
separan, ella antes de ir al hotel encuentra una pequeña panadería donde se
provee de pan caliente, de una botella de agua. Comiendo llega al hostal para
así subir a la pequeña habitación y al dormirse se le vienen las imágenes de
todo lo que vivió con él chico en la playa.
Se despierta sintiéndose sola, hace su aseo
personal y sale con sus cosas de pintar con la intención de cómo puede
encontrar gente para retratar, va a la placita pero al no ver ninguna
posibilidad, va a la playa donde sortea con sus pies un largo muelle. Se dice a
sí misma que este es el lugar y que es posible que venga Pablo, abre el caballete
y se sienta a dibujar la vista que con sus ojos puede apreciar, agregándole
otras cosas que se va imaginando y al terminar su dibujo alguien sin sexo fijo-
Usted dibuja de maravilla, será que puede retratarnos a mí y mi novio?- Para
eso estoy aquí- Espere que lo llamo. Al rato aparecen los dos maricas- Ella
(mirando al que le dijo) el retrato lo quieren de a uno, o los dos en el mismo
dibujo- El mismo homosexual: de las dos formas- hace sentar al otro, en un
cerrar y abrir de ojos hace el retrato, lo mismo hace con los dos siguientes y
al terminar viene una pareja que le piden salir los dos en el mismo retrato,
los dibuja con la perspectiva del mar. Al irse la pareja el muelle queda solo,
al determinar que es hora de comer alzando sus cosas vuelve al restaurante de
Liliana- Que al verla- Porque está tan pálida?- Estoy pálida de verdad- Si
quiere le presto un espejo para que se mire- Si usted lo dice, lo que tengo es
hambre- Que quiere de comer?- Arroz con mariscos- De antemano yo preparo los
diferentes platos, claro que están frescos ya se lo traigo. Al momento ella
tiene su plato de mariscos que disfruta, como lo rico siempre se acaba rápido y
más que satisfecha después de pagarle a la señora sale y sin demora vuelve al
muelle para hacerse exactamente donde se hiciera en la mañana y logra retratar
a varias personas aunque termina extenuada que decide ir a la playa, ya sobre
la arena ve el mar que esta mas bravío que el día anterior, viendo las olas
siente una mano- Hola Pablo, que te habías hecho- Estado trabajando en los
restaurantes- Acaso eres chef o algo así?- De cocina se lo suficiente, aunque a
veces lo hago prefiero por el tiempo comer en un restaurante, estado la mayoría
del tiempo vendiendo mis poemarios- Acaso eres poeta? Claro ese es mi verdadero
oficio- Que bueno por que combina con lo mío- Que haces? Hago retratos para
poder sobrevivir- No tienes alguno? -Espera que saque la carpeta, míralos- Son buenísimos-
Ya lo creo porque siempre me da resultado, no me vas a dar un beso. Él la toma
y la besa y todo se vuelve un beso- Ella me da alegría de verte- Yo siento lo
mismo, te he buscado pero como no te encontraba llegue a pensar que ya te
habías ido, fui muy torpe al no decirte anoche cuando nos despedimos que
vinieras con migo- Yo también lo pensé y esta mañana que me desperté me hiciste
falta. Se abrazan y se besan pero son interrumpidos por que al chocar una
inmensa ola con el muelle los moja- Flua va murmurando: como está el mar de
picado, esta mañana que vine estaba muy tranquilo. Vamos a mi hotel- Pero antes
vamos a la panadería a comprar pan y algo de líquido- Vamos. Caminan hasta la panadería
donde compran lo dicho y tomados de la mano llegan ante la puerta del hostal.
La señora les abre- diciéndoles: por dos la habitación vale el doble- Pero si
es la misma cama- Eso no importa- Él que mala honda- Si no les gusta así pueden
desalojar, pero eso si antes ella me paga esta noche debido que es mucho más
del medio día- Ella: le pago esta noche por los dos, pero mañana antes del
medio día me largo- Bien pueda aquí no necesitamos a nadie. Suben- Él que
señora, mañana mismo te llevo a donde me estoy quedando, allá es otra honda ya
que los que me alquilan son muy buena gente- Si llévame. Se acuestan y de
inmediato entrelazados se quedan dormidos.
Se despiertan antes de la hora del almuerzo,
ella en par de volones arma su mochila y salen sin que la señora se dé cuenta.
En la calle caminan en dirección del batallón del ejército, al subir por la
ladera varias cuadras encuentran una edificación descolorida- donde el grita:
Doña Ramona. Al rato les abre una viejita que viéndoos les murmura con su
vocecita: bien puedan hijos sigan- Pablo le presento a mi novia Flua- La
viejita como es que se llama- Yo soy Flua- Eso parece como algo del mar y los
tres se ríen- Ya sé es una sirena, solo bromeo ya con los años estoy cada vez
más chifles pero eso no me estresa- Flua: usted tiene buen sentido del humor-
Que tal si no, a mis años ya estuviera bajo la tierra asuntando a alguien- Él:
la mamita es un caso- La abuelita: pero excepcional. Y los tres vuelven a reír-
Bueno me voy a mis quehaceres, por favor siéntanse en casa. Suben a un tercer
nivel donde hay una especie de terraplén- Ella: que vista ya tendré tiempo de
dibujarla- Él: tengo pescado quieres que prepare una buena cena- Ella: mientras
haces de comer yo bajo a la tienda, compro algunas cosas y bebida. Sale para
que al rato llegue cargando una bolsa y con una cerveza de litro- Grita Pablo.
Él al escucharla baja corriendo y le abre la puerta- Viniste rápido- Si
solamente era comprar estas cosas- Ven te ayudo al menos con la botella. Suben -Ella:
huele de maravilla- Entra a la cocina- Él aquí no hay lujos pero hay todo lo
necesario- Ella tomándolo de la espalda mientras él cocina- Este lugar me
encanta ya que me siento muy bien y es muy pintoresco- Él mira sobre la mesa
hay un destapador si quieres puedes ir destapando la cerveza. Ella hace lo
indicado y llena dos vasos- Salud. A los minutos él pone dos platos con pescado
y legumbres. Se sientan y comen mirándose mutuamente, al acabar entre los dos lavan
los utensilios de cocina. Él enciende la radio, al sonar vieja salsa se ponen a
bailar muy juntos y solo paran pasado la medianoche extenuados y sin pensarlo
van a la cama. Pasan los días entre los retratos, la poesía, la playa, el amor
y los sueños
Una mañana deciden irse a dedo a Cajamarca, al
hacer la mochila salen despidiéndose de la pareja de viejitos- La anciana: no
se olviden de nosotros- Ella (lagrimeando) nunca conocí viejitos más tiernos e
hospitalarios- Ellos son únicos, que bellos personajes. Bajan la loma y al
estar en la ruta ven una camioneta aunque está muy retirada ellos corren y le
dan alcance- Ella nos puede llevar a Trujillo- Voy para Chiclayo- Ustedes
exactamente hasta donde van- Ella a Cajamarca- Perfecto los dejo delante del pueblo
Jequetepeque en el cruce- Él: no sabe cómo le agradecemos- Pero tienen que
esperar que vengan mi mujer y mi hijo. Se trepan al platón y al rato se detiene
un taxi de donde se baja la señora y un niño de unos cinco años, se montan y el
señor hace que la camioneta arranque al llegar a Trujillo se baja el conductor
y da a ellos y la otra la comparte con
su familia, toma la Panamericana pasando por San Pedro de Loc, y por el pueblo
que él les dijo y los deja en un caserío donde está el famoso cruce, caminan
hasta un restaurante donde se hacen servir un plato de cabrito que los dos
comparten, listos y sin hambre esperan varias horas para que una volqueta les
pare- Él chofer a donde van- Ella (sonriente) a Cajamarca- Móntense atrás en el
platón. Viajan la noche entera, para protegerse del aire frío se tapan con sus
sacos de dormir. Al llegar a la población se dan cuenta que están completamente
untados de aceite quemado, al bajarse encuentran un económico hotel a pocas
cuadras de la plaza de Armas y en la calle del Batán con Chancha Mayo. Lo
primero que hacen botar la ropa en una bolsa y bañarse refregando cada uno el
cuerpo del otro y con trabajo logra sacarse todo ese aceite. El primer día van
por una muy buena carretera viendo potreros llenos de vacas lecheras y el bus
donde van lo deja en la entrada de una ruta sin pavimentar, sufriendo el viento
helado que remueve el polvo llegan a la pequeña loma donde están las pequeñas
cuevas donde ella aprovecha a los turistas para hacerle retratos, y él les vende
sus cuadernillos de poemas; al día siguiente van montaña arriba a los Baños del
Inca donde alquilan una pileta cubierta que está con gravados Incas donde se
aman, al llegar ya casi oscureciendo. En el momento que se despiertan- Flua
(mirándolo acostado) tengo un presentimiento que paso algo con mi familia-
Acaso que te estas imaginando- No aguanto esta incertidumbre voy a llamar. Sale
cerrando la puerta y al salir del hostal enfrente encuentra un centro de
telefonía, desde una cabina telefónica marca el número del domicilio de sus
padres, le contesta su padre diciéndole que su madre está para morir. Ella sale
desesperada y al llegar llorando abre la puerta del cuarto- Él (viéndola
lagrimear) que pasa, porque estas llorando?- Ella maldita sea me tengo que ir
ya que mi madre está muy enferma- Te vas a separar de mi- Me toca no tengo otra
opción- Te extrañare- Yo también, pero nos volveremos a ver- Te amo- Yo lo
mismo nunca antes sentí lo que me embarga ahora, ayúdame a ordenar mi mochila .
Él le ayuda a poner todo dentro de la mochila y salen con destino del terminal,
al llegar compran el boleto sin demora y al esperar el bus se besan de tal
manera pero el bus por los altoparlantes es anunciado que Flua reacciona
dándole un último beso, al colocarse la mochila prácticamente corriendo sale
donde está estacionado el autobús, se sube sentándose ocupando un puesto de la
ventana, ella ve a través del vidrio a su amigo que no para de llorar y
llorando ve como Pablo va desapareciendo de la escena ya que el automotor se
aleja.
NO HAY RAZÓN DE SER
Este cuento, que aquí sobre este papel dejo la
huella, ocurrió en la década del ochenta en la Guerra de Perú y Ecuador.
Camilo Zúñiga siendo de Cali, llega a Tumbes a
la frontera en bus de una empresa ecuatoriana. Al bajarse como son no más que
las cinco de la mañana, siente un frío húmedo que tiene que sacar de su morral
la chaqueta, sale del Terminal si a este lugar se le puede denominar de este
modo. Agiliza sus pies llevando sobre su espalda su mochila, atraviesa la
avenida que esta simplemente llena de huecos y en pésimo estado, al único
restaurante que ve en la zona. Al
sentarse sobre una vieja silla ocupando una de las tantas mesas pide a la
señora un desayuno que en su debido momento va comiendo lentamente mientras ve
la aurora. Ya en la claridad toma una moto taxi de tres ruedas la cual lo lleva
a la emigración ecuatoriana, al llegar se entera que está cerrada, hace la cola
detrás de tres sujetos y unas señoras. Al rato llegan un grupo de oficiales que
uno de ellos con la llave abre la puerta de entrada, para que los otros
empiezan a atender, ve que avanza pequeña cola. En el momento que le están sellando
el pasaporte- Él policía con cara de odio le habla: usted va a ese país, tenga
cuidado que lo pueden matar. Al volver al centro de la ciudad al hacer el
cambio de Sucres a soles, se dan cuenta que lo quieren estafar y reclama
logrando un cambio justo. Camina con dirección de la frontera, al pasar el
puente hay una barricada de cada lado, sale custodiado para entrar al Perú de
la misma forma. Que apenas se ríe del absurdo y busca una moto taxi que lo
lleva varios kilómetros de la frontera en plena vía de Aguas Verdes, hace
sellar la visa de entrada pero se da cuenta que el policía lo mira como el
anterior del Ecuador y vuelve a reírse en la misma cara del hombre. Toma otra
vez el mismo moto taxi que lo deja en la fea ciudad y comienza a averiguar en
la larga avenida donde están ubicadas las diferentes empresas de buses, cual
sale primero y con el precio más favorable. Prefiere Ormeño que lo deja en su
propio terminal. Antes de montarse deja su equipaje, ve que lo meten en la
bodega con las cosas de los demás, al entrar ocupa el puesto de la ventana y
fresco debido al aire acondicionado ve como el bus arranca entre una vegetación
tropical, viendo palmeras de coco, aislados cultivos de banano y plátano, en
pocas horas el bus llega a la aridez del desierto y de noche el bus se detiene
en la Terminal de Trujillo donde aprovecha para bajarse y comer algo, con la
panza llena vuelve a ocupar su mismo puesto, a pesar del retraso del bus sale y
rápidamente toma la carretera Pana- mericana. Él se duerme para despertarse en
las cercanías de Lima, sin saber dónde está. El bus va cruzando calles,
avenidas y a pesar del tráfico llega al Terminal de la calle Chipaca con av.
Veintiocho de Julio, después de varias personas se baja.Ya con su mochila se
dirige a la calle, apunta en su libreta la placa del taxi donde se monta, este
coge la av. Arequipa para luego meterse, en la av Camaná y por último la Girón
Junín donde se baja en frente del monasterio San Francisco con la mochila
colgada de sus hombros, toca el timbre del hotel y un señor bastante canoso le
abre la puerta- Siga por favor- Tiene alguna habitación- Tengo disponible la
203, 206 y 210- Por cábala deme la 206- Quiere que lo acompañe a la habitación-
No hay necesidad ya que conozco este hotel creo que desde la otra vida,
mentiras es que he venido tantas veces- Tome la llave. Sube escaleras arriba y
en el pasillo de pared naranja encuentra la habitación, abre la ventana para
ver el patio interior, se da una ducha y descansa. Ya más relajado sale a la
sala y se sienta a leer un libro de poesía de César Vallejo, exactamente el
poema La cólera, muy concentrado alguien le dice algo ininteligible, al voltear
ve de pies a cabeza a su antigua amiga Liliana García la pintora- Él
(parándose) como así que estas por aquí?- Tal cual- No lo dudo, pero sentémonos.
Se sientan- Ella ( con la mano quitándose un pelo rubio de la frente) por qué
razón estas aquí- Por ninguna razón, simplemente quiero ir al Cuzco- Que
coincidencia ya que he pensando en lo mismo- Entonces vámonos juntos- me parece
excelente idea, además no vamos a estar solos que en esta clase de viajes a
veces resulta muy aburrido- Si es llanamente así, pero tenemos que celebrar
ahora mismo este encuentro- Totalmente, que tal si vamos a cenar a un
restaurante árabe que está muy cerca de aquí- Me parece bien, vamos. Salen del
hotel al doblar se encuentran la calle Jirón Junín y caminan media cuadra para
que entren en el restaurante que está repleto, un mesero los guía a una mesa
libre y sin demora les muestra la carta- Liliana: que tal el plato Beduino-
Magnifica idea, pero que será?-Averigüemos- El mesero ya se han decidido-
Camilo: como es el plato Beduino- Lleva queches en salsa de maní, ensalada y
tarta de calabaza- Liliana (mirando a su amigo) me suena que es magnífico- no
pensemos más y pidámoslo- Tráiganos ese plato- Me demoro más o menos veinte
minutos- Camilo: si no es más está bien- Liliana: cuéntame de tu vida en Bogotá,
sobre el asunto de la pintura- Para que recordar esa ciudad si estamos en Lima-
Tienes razón- Siempre con ganas de salir de la ciudad ya son muchos años
enclaustrados, quiero aire libre y vos…- Sigo en Barcelona, pero quiero volver
a vivir en un sitio apartado de Latinoamérica- Veo que estamos en lo mismo- Y
si vivimos juntos- Eso no es tan fácil ya que cada uno de nosotros tiene sus
propias cuestiones. Pero eso no quiere decir que no seamos combatibles, hay que
encontrar un punto medio. En esas el mesero los sorprende con un muy decorado
plato. Ella (probando) que colores y que manjar, de verdad que está exquisito-
Si te llevo en tu opinión porque es una suprema delicia. Al rato acaban chupándose
la boca. Camilo: ahora por que no vamos a la zona del Callao, a uno de esos
buenos bares que existen allá- No queda muy lejos- En taxi deben ser tal vez un
poco más de media hora- Vamos. En la misma calle el vuelve a tomar el número de
la placa del taxi- Al montarse- Ella (al oído) veo que eres bastante prudente,
aquí en esta ciudad he visto tantas cosas feas que no me fío de nadie y de
nada- El chofer toma la avenida Abancay y se traslada a la avenida Gabriel Mejía
y detiene el vehículo en la zona de los bares. Se baja primero él y luego la
ayuda dándole la mano- Siempre fuiste un buen caballero- Si las buenas
costumbres no se deben perder, trato siempre de conservarlas ya que lo bueno es
añejo como el vino- Estas más allá de lo cierto. Se ríen- Ella: donde vamos a
entrar- El (rascándose la cara) nosotros somos amantes del buen rock, en ese de
ahí suena buena música- Entremos. Se sientan y piden dos cubas libres. En el
momento surge un hombre que lleva el pelo amonado y una gafas oscuras- Ella:
Fernando García que haces aquí- Hermana que bien que estoy aquí con Guritos,
Carla, el viejo Juan y con su novia que es limeña y que ni por el putas sé cómo
se llama, vamos a la mesa carajo que este encuentro hay que celebrarlo a lo
grande. Llevando los asientos van hasta la otra mesa- Gurus: hermana como así y
con el loco de Camilo no lo puedo creer, cuando llegaron y dónde están? - Calma
que estoy embotada de la alegría, esto no se puede creer- Mira (abrazándola)
estamos en el hotel España cerca de la plaza de Armas- Gurus (al oído) que
bueno que estas con Camilo, yo sé que siempre él te fascino- Es el ser más
tierno e inteligente, es una lumbrera y un pintor que hace unas cosas surrealistas
maravi- llosas, claro que me voy a hacer la difícil para atraparlo, no mentiras
para tener con él algo hermoso- Así se habla- Fernando: que están planeando las
brujas de mis hermanas- Gurus contestándole: nada, simplemente nos estamos
poniendo al corriente de las cosas- Fernando (abrazando a Camilo) queremos
rock. Y se viene con toda la fuerza Led Zepelin con Stairway to heaven y todos
se paran a bailar, tema tras tema de la legendaria agrupación inglesa hasta
quedar volteados en el alcohol, ya en la primera hora de mañana se
desencuentran para regresar a sus respectivos lugares. Al otro día sintiendo
una tremenda resaca se despiertan Liliana en la cama de Camilo abrazado con él-
Ella (tomándose la cabeza) dónde estoy?- El contestándole: En la habitación que
me asignaron en este hotel España- Que coño hago aquí- No te acuerda que
vomitaste hasta no decir y que te tuve que traer cargada hasta está cama- Para
nada me acuerdo que enlagunada- Es que tomamos y tomamos como locos- Pero la
pasamos por lo que me acuerdo súper- Te acuerdas que nos encontramos con
Fernando, Guros, Carla, Juan y con otra gente que no me acuerdo sus nombres- Si
claro, pero que mal que no sabemos dónde están hospedados ellos- Ni idea. Se ríen
haciendo tal alboroto que alguien toca la puerta, pero al abrirla Camilo no
encuentra a nadie- Ella que hacemos?- que tal si está noche tomamos el avión a
Cuzco- Pero primero tráeme alguna pasta que me quite este maldito dolor de
cabeza- Mira aquí tengo está aspirina- Dámela por favor. Ella de un solo envión
se la toma con un vaso de agua. Al rato- Ya estoy mucho mejor- Ve y vístete que
yo hago lo mismo. Ella sale del cuarto en instantes regresa con unos vaqueros y
una camiseta azul y llevando su mochila, él se está terminando de ponerse el
bluyín. Ella se sienta y le ayuda con el resto. Ya listos toman el taxi y el
como siempre apunta la placa, ya en el aeropuerto compran los tiquetes en la
compañía Peruana de aviación y después que en una cafetería comen emparedados
con cerveza, abordan el avión que rápidamente toma la pista para tomar altura,
ven una vista del desierto y mirar que entran en el altiplano. Para descender
entre montañas en el aeropuerto de Cuzco. Al poner la escalera descienden al
piso donde en la edificación y entre montones de gente sin demora recogen sus
respectivas mochilas, toman un taxi que los lleva por la avenida Sahpi al
centro de la ciudad, para que los deje en la plaza de Armas. Viendo la catedral
de la compañía de Jesús, caminan llevando su mochila en sus espaldas por la
calle Márquez y al andar tres cuadras, en la cuarta encuentran el hostal Monte
Carlo, sin problemas toman una habitación que da a la calle- Ella (sentada
sobre la cama) que viajecito, pero me parece extraño estar en esta ciudad- si
te doy la razón por las veces que he venido a sucedido ambigüedades, la última
vez que vine hable con un sujeto de aspecto muy indígena en la plaza, claro lo
note como extraño. Me sito al día siguiente a un lugar que al buscarlo me di
cuenta que no existía, pero al ir en la noche a un restaurante lo encontré
sentado. Me acuerdo como llamarme Camilo que llevaba un poncho, en un momento
que fui al baño al regresar lo halle vestido con un abrigo de piel, en el
momento que empecé a comer me acuerdo que era arroz con pollo me halle como en
una nebulosa, al terminar con el contenido del plato gire la cabeza en la
dirección donde él sujeto estaba y presencie como se esfumo en el ambiente-
Pero eso que me acabas de contar ya es como para una historia de ficción, a mi
simplemente se me perdían cosas pero las volvía encontrar, aunque en otros
lugares- No tienes hambre- Sí que tengo- Vamos a ver que restaurante podemos
encontrar abierto. Salen al frío de la calle Márquez, al doblar por la calle
Heladeros encuentran una pizzería- Ella quieres pizza- No me parece mala idea-
Entremos. Al entrar se sientan ocupando una de las tantas mesas y piden cada
uno una pizza distinta y una botella de vino, esperan sintiendo el calor del
horno que ven en la distancia. Sin esperar mucho el mismo mesero en una tabla
les trae las pizzas y una botella de vino argentino, Camilo vertiendo una
considerable cantidad en dos copas- Dice: buen provecho- Liliana (disfrutando)
que pizza más deliciosas- Y el vino tiene un bouquet muy fuerte, como me gustan
los vinos. Lentamente comen y van brindando. Al acabar no se sabe de dónde sale
el mismo hombre que describiera Camilo, tal cual con el rostro de indígena y
con el poncho. Ellos inundados del vapor del vino ven como se para, pero la
curiosidad puede más que su voluntad y al pagar lo siguen hasta la plaza de
armas donde al verlo sentado se sientan a su lado sobre una banca viendo el
monumento de Atahualpa, él extraño inca con un movimiento de toda la extensión
de sus brazos hace que el monumento se corra unos metros. En el momento que
aparece entre las nubes la luna se para haciendo un gracioso gesto, para ir en
sentido del satélite atravesando la plaza y ven con sus propios ojos como
desaparece en el ambiente. Ellos reaccionan- Liliana va hablando: si estos ojos
no hubieran visto lo que acaba de acontecer no lo creería- Pero sentiste como
perdimos la voluntad y lo seguimos como a su antojo- Si sentí completamente lo
que acabas de decir, que tal si regresamos a la pizzería a ver si alguien vio
al indígena. Vuelven al estableci- miento y al entrar vuelven a ver al mismo
indígena con el mismo poncho sentado muy acomodado rodeando una mesa, que al
verlos con sus labios sonríe para reírse con una manifestación burlona y se
desvanece. Ella: por la actitud de la gente me doy cuenta que somos los únicos
que lo vemos, que podemos hacer para que alguien nos crea- Antes que nos tilden
de locos vámonos a dormir.
Al salir lo ven venir caminando, al estar de
frente luego de reírse se desvanece como ya lo hiciera.
PERDIDOS
EN LAS MONTAÑAS
Carolina Balvi siendo una muchacha que se
dedica al andinismo, que viene con esa dedicación heredada de sus padres que
fueron pioneros en la Argentina de este deporte extremo. Siendo muy joven escalo
las cimas del Aconcagua, y de otras cumbres menos altas del continente.
Ella que al llegar desde Lima en bus al pequeño
pueblo de Patvica donde se encuentra con el grupo que suele cada temporada
escalar las cumbres andinas, se abrazan y luego toman la vía que une la costa
con Pucalpa, para llegar a las alturas de la ciudad (Blanca) de Huaraz y se
establecen en la plaza de Armas, para ir directamente al hostal de la familia
Mesa. Esa misma tarde entre todos preparan el equipo de alta montaña y compran
los alimentos requeridos para tal expedición.
Con la primera luz de una fría mañana, llevando
en sus respectivas mochilas su equipo para escalar la cordillera blanca. Al
salir después de un nutrido desayuno ocupan un pequeño bus de una empresa de
turismo, yendo por las estribaciones de la cordillera por una peligrosa ruta
destapada, los lleva al sitio denominado Huarsillo. Que es una meseta que se
abisma en las profundidades del caudaloso río Santa, ellos al observar desde la
altura donde se encuentran la profundidad del cañón por donde pasa el río; para
ver en la otra dirección las montañas que están cubiertas de una espesa niebla.
Decididos a ganarle terreno a las alturas salen por la ladera que de apoco
empieza a empinarse y al encontrarse con la neblina se atan con sogas unos a
otros para no perderse entre sí. Andan pisando sedimentos de roca y avanzando
el día deciden establecer el campamento en una ondulación que está a unos tres
mil quinientos metros sobre el nivel del mar. Entre todos arman sus tiendas de
campaña especiales para la nieve y con una estufilla de gas preparan un atollado
de trigo con carne de res- Carolina (viendo a su compañera Natacha) como
sientes la comida? Un poco desabrida- Y vos- para mi le falta un poco de
cocción. Un hombre de unos cuarenta años llamado Humberto- Va murmurando:
ustedes las mujeres porque siempre están inconformes- Liberia (que es una chica
de cabello colorado, que está haciendo su segunda salida) No te refieras a mí
porque yo no he dicho nada y además la siento a mi gusto, no sé por qué ustedes
se quejan- Claudio (que es de descendencia chilena, mirando a su novia Camila)
verdad que a este atollado le falta algo- Camila: le falto espesar un poco-
Nano (que siendo Tucumano posee un semblante indígena) comamos tranquilos que
para que nos vamos a complicar la vida- Martha (que es la única peruana) no sé
debido a que chistean si la comida está buena- Liberia: ahorrémonos las palabra
y disfrutemos de este alimento. Humberto sonriente, viendo a Daniel que está
concentrado en su plato- Dice: y vos a que se debe que siempre estés tan
callado- para mí todo está bien, los del problema con la comida son ustedes,
más bien quien tiene la linterna que ya casi va oscurecer- Carolina: esperen
que voy a buscarla a la tienda. Ella al rato aparece con la linterna encendida.
Al acabar con el contenido de los platos ven despejarse el cielo para ver la
inmensidad de las estrella, pero esto dura tan solo unos minutos ya que regresa
la bruma- Carolina: no puedo más del cansancio y del frio, me voy a dormir. Con
ella se van a la tienda el cara de indígena, Natacha y Humberto- Camila
(tomando la mano de Claudio) vamos a dormir. Martha a pesar del helage se queda
sola pesando en las diferentes situaciones que enmarcaron el día, para que bostezando
se vaya a la tienda donde duerme la pareja, en el momento que entra al escuchar
los ronquidos de Claudio se acuesta viendo el costado de la tienda cubriéndose
com- pletamente con el saco de dormir lográndose a pesar del frio
profundizarse.
Con la primeriza luz de la mañana, al chocar
el viento con la estructura de la tienda produce como un silbido. Abre los ojos
la Balvi. Al primero que ve es la cabeza un poco canosa de Humberto- Ella
(fuerte para que la escuchen) ya es hora de despertarse, vamos arriba- Natacha
al despere- zarse, le toca la espada a Nano y a Liberia- Él (con pereza) ya nos
vamos- Liberia: acaso que hora es….- Carola: son las seis, pero salgamos que
hoy tenemos un día duro. Al Salir ven a Martha, a Camila y a Claudio que están
preparando el desayuno y todos se prestan ayudar. Con el desayuno listo todos
comen sentados sosteniendo el plato entre sus piernas. Al acabar entre los ocho
levantan el campamento, y cada uno se va poni- endo su mochila, empiezan andar ascendiendo
la cuesta viendo. Camila que va de última- Habla: que buen sol y que desolación
se siente en estos lares. Van viendo una panorámica completa mente desolada de
altas montañas, al llegar la niebla- Claudia murmura: esto se está poniendo
peligroso, considero que debemos atarnos unos con otros con la cuerda. Todos se
toman de la misma soga, y sin detenerse van sintiendo la nieve que cae lenta-
mente para que empiecen a escuchar un susuro increíblemente fuerte- Martha va
diciendo: si escuchan ese susurro tan impresionante- Camila: para nada este
ruido no es normal, ¿qué hacemos?- Claudio: no tenemos otra opción que seguir
caminando- Al poco tiempo sienten un fuerte viento, a pesar del suelo helado no
tienen otra opción que acostarse sobre la nieve que invade toda la extensión.
Al venírseles la terrible tormenta los va dejándolos postrados entre la nieve
que mueren prácticamente congelados.
PERDIDO
EN LA CIUDAD
Yo que acabo de llegar a Lima por primera vez
a una asquerosa Terminal, al llevar mi morral me siento inseguro al ver cada
personaje, abordo un taxi con una extraña matricula, por intuición ya que
considero que en el centro de la ciudad puedo conseguir un hostal que se
acomode a mi presupuesto- Le digo al conductor que me lleve a la plaza de
Armas. Este hace avanzar a esta chatarra por avenidas y largas calles, yo no sé
si por equivocación, oh más bien me vio la cara de huevón me lleva a otra
plaza, al bajarme me doy cuenta que no me ha dejado en esa plaza que le dije,
ya que sobre el pedestal no veo la razón de un arma, si no al otro libertador
de los países del sur, el comandante San Martin. Como quiero ir a la plaza que
le dije a ese malparado conductor, le pregunto a una señora pero se hace la de
la vista gorda, al ver a un señor parado que por su pinta parece recién salido
de la oficina, al aproximarme - Le Pregunto: usted sabe dónde queda la plaza de
Armas- El tipo me contesta: camine por esa calle que se llama Girón de la Unión
que lo llevara donde pretende ir- gracias. Camino y como encuentro un hostal
decente se me ocurre tocar la puerta- Al rato aparece una señora que amable- mente
me dice: desea ver alguna habitación- Por su puesto. Me hace subir al segundo
piso al abrir la puerta encuentro una habitación limpia con una cama, una
pequeña mesita y con una mínima ventana. De una vez pongo mi mochila a un lado
de la cama y le cancelo lo de la noche. Como considero que es temprano, al
bañarme me siento con todas las fuerzas, me visto con otra ropa limpia. En el
momento que salgo la misma señora- dándome una tarjeta me dice: tenga cuidado
que tarde en la noche suelen atracar. Sin prevención de nada salgo y muy en mis
cabales empiezo a caminar sin sentido por calles, pasando avenidas y no sé
debido a que se me ocurre entrar en un simple restaurante, me hago servir un
cebiche que lo halló sin sabor, pero igualmente me lo como. Al pararme con la
intención de pagar, de frente me encuentro un viejo amigo- Él me va diciendo: ¿tú
que hacer aquí en Lima?- Le contesto: debido a que estoy viajando y tu desde
cuando estas…- Desde esta mañana, sentémonos que este encu- entro amerita
celebrarlo. Volvemos a la misma mesa donde estaba hace un rato, Nos hacemos
servir un par de cervezas de litro las cuales las tomamos hablando del viaje-
Él (al terminar) vamos a ver unas amigas que seguramente deben estar por aquí
cerca, caminamos de un lado para el otro y no sé cómo llegamos a la plaza de
armas, nos sentamos a observar las palomas- Él me murmurea: parecemos dos
viejitos, que tal si buscamos un establecimiento para seguir bebien- do- De
acuerdo busquemos algún lugar. En primera instancia entramos a un sitio lúgubre
que al ver tan horripilantes mujeres, nos echamos hacia atrás- Yo le digo: qué
tal si nos quedamos…- Él contestadome: menos mal que no, de lo contrario hubiéramos
salido sin nada- Entonces busquemos otro lugar. Caminamos y al ver un lugar de
donde sale un viejo tango, no dudamos y entramos en un ambiente lleno de humo
de ciga- rrillo. En el momento que nos sentamos ocupando una de las mesas
libres, viéndolo a él me dispone tal mareo que no comprendo cómo no me voy de
bruces- El amigo:¿qué te pasa?-Yo le digo: espera un momento. Sintiéndome mejor
pedimos cerveza tras cerveza que vamos tomando acompañados de la melodía y de
lo que vamos hablando. Al salir bastante ebrios veo al amigo que toma un taxi y
yo me quedo con la soledad, sin saber que hacer y mucho menos sin tener idea de dónde queda el
hostal. Me busco los bolsillos encuentro algunos sentimos, pero nada de la
tarjeta. Torpemente camino y en una calle me salen dos hombres que me apuntalan
con cuchillos- Tranquilos. En su propia caras me les enciendo de la risa- El
más grande de los dos asaltantes- Deme lo que tenga y al vaciar los bolsillos
solo salen las monedas que no sirven para nada y me vuelve a dar el mismo
ataque de risa. Entre los dos me sujetan y uno me saca las zapatillas y él otro
la chompa. Al irse los bandidos reacciono, al mirar donde estoy, no me oriento
y como loco comienzo andar sin impor- tarme nada, menos que me encuentre descalzo
y con un poco de frío. Camino de un lugar a otro, doblando calles. Ya cansado
me apoyo en una puerta y por esas casualidades de la vida me doy cuenta que es
la puerta del hostal. Al tocar la señora abre y al entrar este espécimen, la
señora se sonríe como si hubiera entrado el mismo Charlee Chaplin en persona. Fin.
TODO UNA DESGRACIA
La Tales y el Tales Después de haber visto
todos los sitios arqueológicos, después de un día de puro reposo. Llegan al
aeropuerto, ella llevando su nueva mochila que él le regalara y él cargando su
vieja mochila. Ya que de antemano unos días adquirieron los boletos, con la
intención de viajar a Lima. En el control descargan las mochilas, ven que pasan
por una especie de corredor eléctrico para que en un carrito las lleven al
avión. Suben, el sosteniendo sobre la espalda su equipo de fotografía por las
escaleras eléctricas a la enorme sala de espera, al sentarse una voz femenina
anuncia por los parlantes que están distribuidos en la amplitud del aeropuerto,
que el vuelo de Aéreo Perú no podrá salir por mal tiempo hasta nueva orden. El
tales que está abrazado de la Tales- Luego de besarla le dice: mi amor que
hacemos? Que podemos hacer si no esperar- Porque no vamos a una cafetería al
menos a tomarnos algo- Me parece magnífica idea- Entonces que espera- mos,
vamos. Bajan las escaleras eléctricas, en el amplio pasillo ven una cafetería
donde no dudan en entrar, estando en el interior abordan una mesa. En menos de
nada un mesero con corbatín y cara que ocultara algo- Les dice: está es la
carta- Él Tales no la necesitamos lo que queremos es un par de cafés- Claros u
oscuros- Ella uno y uno- Perfecto ya se los traigo. Al rato viene otro mesero-
Que les dirige la palabra: Para ustedes son estos cafés- Él Tales: claro que sí.
Se lo toman mirando a las diferentes personas que entran y salen del
establecimiento. Ya sin nada en los pocillos salen a caminar por los diferentes
lugares del aeropuerto, viendo los diferentes artículos que exponen cada almacén-
La Tales: estoy cansada me gustaría sentarme- Entonces subamos a la sala de
espera. Al volver encuentra una aglomeración de gente que hace un ruido
impresionante, al sentarse escuchan la misma voz femenina diciendo que deben
abordar el vuelo de la empresa Boliviana de aviación con destino de la Paz,
todos empiezan a salir para abordar el avión quedando pocas personas- Ella será
que el vuelo fue suspendido por mal tiempo, aquí o en el aeropu erto de Lima-
Por lo que veo debe ser en el aeropuerto de Lima, si no hubieran anunciado el
vuelo de la Paz- Ella (abrazándolo) que aburrimi- ento es esperar que hacemos?-
Que tal si leemos poesía- Pero quien lee- Me da igual- La Tales: entonces
empiezo yo- El saca del bolsillo de su campera un libro de un tamaño normal y
al entregárselo ella empieza la lectura de la obra poética de Alejandra
Pizarnik, se concentran en la firmeza de esa poesía, va leyendo con su
melodiosa voz varios poemas y al cansarse ella se lo da para que siga leyendo
él, pero al leer poema tras poema hace exactos comentarios. Ella (al ver que ya
culmino el libro) tengo hambre, que horas serán- Espera que le pregunte a esa
señora- Él va al lugar de la señora- Por favor puede decirme la hora- Las tres
menos cuarto- Gracias. Él volviendo a sentar- Sabes qué hora es?- No puedo
saberlo pero debe ser algo así como la una de la madru gada- Estas equivocada
ya son muy poco para la tres de la madrugada- Que pasara con el vuelo- Vamos y
averiguamos. Siguen al puesto de información- Ella viendo a la chica: ya se
confir- mó la salida del vuelo de Aéreo Perú- Se demora por el mal tiempo que
está haciendo en Lima, cualquier novedad al respecto la anunciaremos- Ella:
gracias- Luego agrega: definitivamente siento
un hambre terrible- Es que no venimos preparado para esto- Vamos a ver si hay
algo abierto. Hacen el mismo que hicieran hace ya varias horas, solo encuentran
un lugar abierto que venden Coca Cola y biscochos- (viendo la vitrina) Ella:
que biscocho quieres- Ese de chocolate- Yo che quiero ese de dulce de leche- La
señorita En que les puedo servir- La Tales: deme un biscocho de ese y otro de aquel-
Perfecto algo más?- La Tales: y dos Coca Colas- Bien puedan y se sientan. Comen
con toda la calma del mundo y al acabar- Ella: ahora tengo frío- Lastima que no
traemos con nosotros más abrigo, yo también siento el frío- Vamos otra vez a la
sala de espera al llegar ella se sienta encima de él- No te peso- No para nada,
tu eres muy liviana. Al rato la misma voz- El avión con destino de Lima de la
empresa de Aéreo Perú saldrá a las cuatro empunto, está confirmado- No estás
cansado de cargarme- No para nada- Me
preocupa que nos durmamos y perdamos el avión- Si quiere duérmete que yo estoy
pendiente. Al ser la hora la misma voz de mujer anuncia el vuelo- Él (viendo
que la Tales tiene los ojos completamente cerrados- Mi amor tenemos que abordan
el avión- Ella desperezándose le contesta: enseguida me levanto. Ella se quita de
encima de él y se para, que al tomarse de las manos van al muelle, al salir a
tomar la escalera sienten un frío cortante, detrás de varias personas
lentamente van avanzando- la Tales va hablando: debido a que, no avanza esta
maldita cola y con este frio. De esa manera lenta logran llegar ante la
escalerilla, le muestran los boletos a una azafata y subiendo se introducen en
el avión- Ella: que puestos tenemos- Él 44 y 45, caminan y sin dificultad
encuentran los puestos que les corresponden y ella se sienta al lado de la
ventanilla y él en el puesto continuo. Viendo unos puestos desocupados- Una voz
de mujer va murmurando: amarecen los cinturones que el avión va a despegar. El
enorme aparato lentamente toma la pista para que en instantes despegue y tome
vuelo, sobre vuela la ciudad y ella ve las diferentes luces que desaparecen al
alejarse el avión, en instantes ella no ve absolutamente nada, sino al
contrario siente los movimientos del avión que ella se asusta- Él tomándole la
mano- Porque no te duermes….- Si pudiera. El tiempo pasa y ven surgir entre la
espesa niebla las luces de Lima y en instante sienten al decolar el avión, el
contacto brusco con la pista y el avión parquea enfrente de la edificación del
aeropuerto, En el momento que se detiene la gente comienza a pararse y en cuestión
de instante entre dos hombres hacen rodar la escalerilla a la puerta del
aparato, se bajan en perfecto silencio para ir a la bodega donde después del
gentío que va tomando sus valijas, ven las dos mochilas que al tomarlas se la
colocan sobre la espalda y sosteniendo el maletín- Ella haciendo un gesto
particular va diciendo: me muero de hambre- Busquemos un restaurante o algo parecido.
Cami-
nan viendo los diferentes lugares que están
cerrados, para que más adelante vean un pequeño restaurante- Ella (presintiendo
algo que va a pasar) Entramos aquí- Él no veo otra opción. Entran y ven a una
señora- Ella con cara odiosa les contesta: que quieren, tengo desayunos
especiales- El Tales: Cuánto cuestan esos desayunos…- Quince soles. Los dos se
miran- Ella: no le parecen caros- Si no les gusta así, puede salir por donde
vinieron- Él Tales: está bien tráiganos dos- Me demoro- La Tales: ojala que no
sea mucho tiempo, tenemos un hambre terrible. En la espera ven entrar a dos
hombres de gabardina semejantes a detectives. Al rato la señora trae los
desayunos que derramando algo de uno de los cafés, los coloca sobre la mesa-
Ella (tomando el tenedor) buen provecho- Él le contesta: amor que lo disfrutes.
Empiezan a comer concentrados y mirándose, en un momento dado sienten algo
helado sobre sus cienes, mirando cada uno a su compañero con dos revólveres
sobre sus cien- Uno de los hombres de gabardina les dice: Parecen en silencio
pero si hacen un movimiento que no es, aquí mismo los matamos. Se paran, él que
le apunta a ella le saca el canguro al Tales y toma la mochila nueva- El otro
hombre apuntándole a ella: si se atreven a perseguirnos o intentar hacer algo,
los matamos como a pollos. Corriendo se retiran.
Ella (tomándose el rostro y haciendo muecas de
dolor) que hp, como es que en un aeropuerto que se supone que es lo más seguro,
los delincuentes asalten a la gente- Él tales: usted señora esta confabulada
con los ladrones- A mí que… pichas de extranjeros- La tales (llorando) nos han
sacado el laburo como de dos años- El tales (golpeando la mesa) usted es tan
delincuente como ellos por ser cómplice de los ladrones, ya mismo vamos a
llamar a la policía. Sale el cargando su vieja mochila abrazando a la Tales que
no para de llorar. Al ver un policía- Él (haciendo un esfuerzo para
tranquilizarse) en ese restaurante con la complicidad de la dueña nos robaron
seis mil dólares, mi equipo de fotografía y la mochila nueva de ella con sus
cosas- Yo que puedo hacer más tarde pueden poner la denuncia- Ella (a gritos)
como así que usted siendo policía no puede hacer nada, entonces quien puede
hacer algo- Si me siguen ultrajando los pongo en la cárcel, hay si van a sufrir.
El polizonte alzando los hombros se va por el otro lado- Él Tales (mirándola a
ella) sentémonos y tranquilicémonos, que así como estamos no podemos hacer
nada. Fin.
UNA EXTRAÑA OBSERVACIÓN
Lucia después de un intenso viaje desde Lima, al
haber descansado lo suficiente sale del hostal con la única consigna la de
estirar sus piernas, camina varias cuadras de casas desiguales logrando salir
del pueblo viendo como el viento remueve la tierra árida, al darse por
satisfecha regresa por donde vino al centro de la pequeña población y al entrar
a un pequeño restaurante ve unos pelos rubios y al aproximarse descubre a su
amiga Susi, al verla ella se la silla se levanta y las dos se abrazan- Lucia: como
así que tú por aquí, si la última vez que nos vimos fue en Cuenca y eso hace más
de tres meses- Si esa última noche que nos vimos, decidí cambiar los planes o
sea que en vez de ir al norte iría al sur- Porque? -Por la sencilla razón que
mi hermano está trabajando en un proyecto en Santiago y quiero verlo- Entonces
vas para Chile- Claro, pero no adivinas con guíen estoy- Con Carlos- No, con el
estuve en Lima- Entonces por qué tanto enigma- Con Marcela y Gonzalo- Donde
están?- Fueron a cambiarse al hostal, pero segura- mente estarán en unos
minutos aquí en el restaurante ya que nos citamos aquí- Mientras tanto
sentémonos. Al hacerlo al poco llega el mesero- Les traigo la carta- Susi:
estamos esperando unos amigos cuando vengan lo llamamos- Lucia (dirigiéndole la
mirada) Ya fuiste a ver las famosas líneas’- Mañana pensamos ir- Voy con
ustedes- Que bueno sería- Susi (sacán dose el pelo de la cara) cuando llegaste-
A lo mucho hace tres horas y vos…?- Está mañana muy temprano. En esas llegan
Marcela y Gonzalo acompañado de otra pareja. Ellos al ver a Lucia que esta con
Susi van donde ellas, que de inmediato se levanta y los tres se abrazan- Lucia:
que bueno verlos- Gonzalo: estas muy bien, mira ellos son Felipe y Laiza vienen
viajando con nosotros. Se saludan de beso- Susi: siéntense que voy a llamar al
mesero. Ella va a una especie de barra y al verlo lo llama- Este en que le
puedo servir- Tráiganos la carta a esa mesa- De inmediato voy. Ella se sienta
en el mismo lugar. El mesero aparece- Esta es la carta- Al rato Lucia: ustedes
que desean pedir, yo me adelanto quiero pastas a la carbonare- Susi: yo quiero
arroz con pollo, Marcela (viendo a Gonzalo) te parece que pidamos una carne a
la plancha y la dividimos en dos- Perfecto- Marcela (volteando la cabeza en
dirección del mesero) A nosotros nos trae una carne a la plancha y doble
ensalada- Felipe: a nosotros nos traes dos pescados a la plancha y doble ración
de ensalada- El mesero me demoro un poco. Susi (viendo alejarse al mesero)
mañana entre todos alquilamos una avioneta para poder ver las líneas- Gonzalo:
nos vemos aquí a las nueve de la mañana- Todos al mismo tiempo: sí. Al traerles
el mesero uno por uno de lo que pidieron, van comiendo en tremenda algarabía-
Marcela (haciendo caras) parece que no tuviéramos hambre porque nadie se atreve
a modular alguna palabra- Susi: no puedo más, alguien me ayuda a acabar estas
pastas- Gonzalo: yo se las recibo- Marcela: es un comilón, yo he acabado esta
carne y él ya se está comiendo las pastas de Marcela- Gonzalo: es que ella está
a dieta- Marcela: a dieta estará otra persona- Lucia: si se refieren a mí, yo
simplemente estoy en un tratamiento, no puedo comer ciertas cosas- Felipe: esto
se está volviendo un cuento chino- Laiza (tocándole el rostro) por qué razón?-
Por lo absurdo. Al acabar después entre todos pagan la cuenta, sale cada uno a
su destino a descansar.
A la mañana siguiente llega Lucia viendo a
Felipe que está sentado solo, leyendo un libro de ciencia ficción- Ella: muy
concentrado en la lectura- Él dejando el libro: como dormiste- De maravilla, y
los demás…-Ya vendrán. Al rato aparece Laiza (con una moña que le envuelve el
cabello) Hola cuál es tu nombre que se me olvida?- Simplemente dime Lucia. Casi
al instante llegan los demás- Susi: como durmieron parados o sentados- Laiza:
yo acostada ya que no puedo de otra forma. Todos se ríen- Felipe: todo con
ustedes se vuelve absurdo, decidámonos todos por un mismo desayuno si no de
aquí saldremos mañana- Susi: qué tal si pedimos huevos revueltos para todos-
Gonzalo: yo voto si- Laiza: yo opino lo mismo. Cuando llega el mismo mesero del
día anterior- Felipe: tráiganos huevos revueltos para todos y se me ocurre que
tres jaras con jugo de naranja- Marcela: eres un atrevido porque sabes que a
todos nos gusta el jugo de naranja- Es de suponer que es muy solicitado en los
desayunos- Lucia: no discutan por estupideces. El señor trae las tres jaras, el
pan y la mantequilla, para traer de a poco los huevos revueltos. Comen
rápidamente para que única mente quede Lucia- Susi (haciendo gestos para que
coma más de prisa) vos pareces un pajarito comiendo. Ella al acabar se para-
Ahora que Susi se burló de mi manera de comer, ella seguramente va a pagar la
cuenta- Ustedes cara de que me están viendo. Entre todos cancelan la cuenta y
salen. Caminando viendo las distintas construcciones- Marcela pregunta dónde
está el avionetero- Felipe: esta sí que está de las uvas- Lucia (señalando)
seguramente ese señor sabe de donde parten las avionetas- Gonzalo: esperen que
yo pregunto. Atraviesa la calle y todos ven que él hablan con el señor, al
volver- Esta bastante retirado vamos en taxi. Toman el taxi y entran llevando
los hombres cargadas a las mujeres sobre las piernas- El conductor donde los
llevo? Felipe al aéreo tal, donde están las avionetas que hacen las líneas-
Laiza luego que se carcajea: no hacen ningunas líneas, simplemente las vuelan-
El chofer: para un buen entendedor cortas palabras. El vehículo Sale y a las
pocas cuadras se estaciona al lado de la pista- Felipe: si hubiera sabido que
eran tan pocas cuadras me hubiera venido a pata, Gonzalo: a la persona que le
pregunto segura- mente sufría un complejo de lejanía- Laiza: que hombres para
criticar- Él porque no te pusiste una bermuda más corta, bomboncito- Cansón
simplemente porque no me dio la gana. Todos se ríen- Lucia: entremos a la
oficina para que nos informen todos los detalles del viaje. Al entra ven a un
hombre bastante menudo- Felipe: será que este mismo nos vuela- Susi:
seguramente- El señor (apoyando los brazos en el viejo escritorio) si me hablan
todos a la vez no entiendo- Felipe: somos ocho no nos hace un precio especial-
Si hacen los dos recorridos los llevo por la mitad- Susi: cuanto entonces saldría
por cabeza- Esta suma- Lucia: no lo rebaja un poco más- Me es imposible-
Gonzalo: hacemos el viaje- Laiza: ya que vinimos hasta aquí hagámoslo, por que
guíen sabe si habrá otra oportunidad. Todos: bueno. Entonces paguen y vamos a
la avioneta- Lucia: no podemos pagar después- No tiene que ser ahora antes de
hacer el recorrido- Susi: que desconfiado es este señor- No ven que ya me la
han hecho- Felipe: son tanto por cabeza. Entre todos reúnen la suma estipulada
y sin más quejas se la entregan al señor- Ahora si vamos a abordar la avioneta.
Abren la puerta y aparecen sobre la tierra tres avionetas- El señor suban a está
avioneta. Se montan Lucia y Susi como acompañantes del conductor y los
restantes atrás, el pequeño aparato despega para ir ganando altura, toma el
sentido del oriente y sobre vuela cada figura- Felipe (mofándose de su gracia)
que extraña esta cultura, qué sentido tiene que hallan hecho estas enormes
líneas y que solo se vean desde cierta altura, acaso alguien los llevaba y les cobraba,
o lo contrario como a nosotros y por adelantado- Gonzalo: solo a vos se te
ocurre eso- Lucia: no será más bien que tenían contacto con extraterrestres-
Susi (abrazada de Marcela) todo es posible, pero nada es determinante. La
avioneta maniobrando pasa por él río que está comple- tamente seco, para
cambiar el sentido al oeste donde pasa para ver lo que se entiende cómo una
ave, hace lo mismo para sobre volar con mejor observación una enorme figura
humana, un lagarto, un mono y otras figuras para volver aterrizar en el mismo
punto de partida. Fin.
UN VIAJE INESPERADO
La primera impresión que sentí al bajarme del
taxi que me trajo del Terminal. Fue que al caer la noche en este centro de
estas construcciones de piedra y de adobe, están invadidas de fantasmas. Lo
cerciore en el momento que voy caminando
en busca de algún sitio para hospedarme, al querer doblar por la pequeña plaza
me encuentro de frente a Paulina, en vez de estrellarme con su rubia figura la
beso saboreando esos labios sensuales- Ella me dice: no lo puedo creer, si la
última vez que nos vimos fue en esa juerga en Bariloche el año pasado. Veo por
la mochila que llevas en tu espalda que estás buscando hospedaje- Para nada
estas equivocada- Te voy a llevar a mi hostal- Yo (mirándola con ganas) acaso
me vas hacer subir alguna pared de estas, mira como están de altas las
ventanas- No seas necio dame esa mano que te llevo. Terminamos de doblar por la
calle Arequipa para llegar justo a la esquina donde se ve la construcción
colonial del hostal, al tocar nos abre una joven que carga un pequeño niño- Te
presento a mi amor Lucas- Yo (pensando ya me quiere comprometer) mucho gusto-
La joven porque nunca me contaste que tenías un enamorado- Debido a que lo
había perdido, pero ya lo encontré ya que eso es lo más valido- Paulina me va
diciendo: ven por este lado. Subo acompañado de ella por unas escaleras muy
empinadas a la forma de la colonia española, tomamos un amplio corredor donde
se extiende como un cuadrante rodeado de puertas y ventanas, viendo abajo el
enorme patio- Yo mirándola le digo- que esto no vaya a ser un monasterio y que
cuando te quiera llevar no lo permitan- Sé que tiene la apariencia de eso este
lugar, pero quédate tranquilo que es un hostal. Mi amor me crees- Creerle a la
más inverosímiles de las chicas es peligroso. Ella se ríe- Síguete riendo con
esa risita de brujita que me vas hacer desaparecer- Eso nunca ya que te quiero
ver, palpar y besar. Estrechamos los labios en un estridente beso. Ella sigamos
que ya estamos llegando. Al detenernos abre la puerta para encontrar un espacio
completamente blanco, provisto de varios camarotes donde arriba alguien que está
cubierto con las mantas está durmiendo- Siéntate aquí. Me siento- Yo le
pregunto desde cuando estás aquí en estos lares Cuzqueños- Desde hace una
semana que quiero irme a Machu Picchu pero siempre hay algo que me detiene- Yo
quiero irme mañana, si quiere vamos….- Si ya es hora, además con la ayuda de tu
voluntad sé que puedo ir sin aplazarlo más. Yo tomándola para abrazarla- Me
quiero bañar- Ven y nos bañamos- Al ver que se despoja de su ropa, van
apareciendo sus terribles encantos. Me proyecto en lo que estoy viendo, al sacarme
todo y al ver que con la llave abre el agua caliente a pesar de que el baño lo
va invadiendo el vapor, la estrecho contra mi cuerpo para que nos invada el
gran chorro de agua, y la llevo suavemente a conectarse con mi cuerpo. Al
sentir el agua ya fría decidimos por nuestros propios medios salir del choro y
ella cierra con la llave el agua. Nos vestimos y al entrar en calor salimos del
baño donde encontramos a una pelirroja que se está poniendo el pulóver- Paulina
(mirándola a ella) te presento a Raquel- Yo (viéndola con mis ojos de ciruja)
No me vas a decir que no eres de la Plata- Como lo sabes- Porque te mire en una
fiesta en la casa de Patricio- Ya me acuerdo, no lo vas a creer porque él está
aquí- A dónde…? Salió muy temprano no se para dónde- Yo (sin creerlo) como es
posible que voy a ver a ese hijo de puta- Paulina (dirigiéndome la mirada)
vamos a comer algo que me invade el hambre- Que hacemos… vamos. Salimos rodean-
do el gran corredor y bajando salimos tomados de la mano haciendo una extraña
vuelta. Tomando la calle Loreto para ver en una de las tantas calles coloniales
el letrero del restaurante. Yo voy diciendo: entramos aquí- mi amiga: Por que
no. Seguimos a dentro del local de un gusto insípido ya que de sus paredes
cuelgan carteles de paisajes europeos, nos sentamos rodeando una pequeña mesa.
Pedimos dos platos del día, nos traen una deliciosa sopa de verduras, que
contrasta con el segundo que es una carne que se asemeja mucho al plástico con
una ensalada y un arroz de un mal sabor. En el momento que terminamos siento
que alguien me toca la espalda, al voltearme veo justo el rostro de Patricio-
El que: ¿haces aquí? Nos estrechamos como dos viejos amigos las manos- Ya te
contesto pero por favor siéntate- Entonces dime….- Que te digo, que vengo
bajando de Colombia y que por una de esas casualidades casi me estrello con
esta bella mujer- Él como estas?- Muy bien, sobre todo muy feliz ya que me creo
afortunada al estar con este bárbaro de mierda- Tenes razón la última vez que
lo vi, en ese momento lo vi saltar sobre una mesa, claro como es lógico la
volvió mierda – Yo le afirmo con mi voz: donde fue eso que no me acuerdo- Él
que vamos hacer con este individuo si está muy loco- Yo: pero no me has dicho
donde fue lo de la mesa …- En la plata en el bar del marinero- Si te refieres a
esa noche todos estábamos pasados de tomar ginebra- Ahora si te acuerdas- Yo claro,
siempre por más ebrio que este me acuerdo de absolu- tamente todo, no quiero
perder la conciencia- Paulina: cambiemos de tema, vamos a ir mañana a Machu
Picchu….- Yo ya lo tengo decidido- Patricio: si voy con ustedes y les digo a
los demás- Paulina (dirigiéndole la mirada) a qué horas y como vamos a ir-
Apenas nos despertemos- Yo les insinuó con mi voz: paguemos y vamos a dormir.
Al hacer una fresca madrugada siento las manos
de ella que me acaricia y los labios que me besan, Al salirnos de las mantas y
de cama ella prende la luz iluminando todo el lugar- Patricio se levanta y le
quita las cobijas a Raquel- Porque me descobijas- Boluda ya es hora de irnos.
Todos nos levantamos, sin merodeos nos bañamos y el frío hace que nos vistamos.
Todos listos armamos los morales inclusive otras personas que no conozco-
Raquel les presento a Mauro, a la Flaca Corina, a la risueña María Rosa- Yo
(preguntándome de donde salió tanta gente y volteo el rostro en dirección de
donde están todos) quien invoco a todos estos personajes- Paulina (palpándome
el trasero) quien más si no Raquel- Ella: entre más vamos a hacer más divertido-
Paulina: qué carajo pasa que no nos movemos. Salimos escuchando el sonido que
produce los pies al moverse sobre las tablas del piso, ya en la calle entre
todos tomamos un taxi, pero al ver que no entramos todos en el pichi rilo,
tomamos otro con más capacidad que al entrar todos, los hombres llevamos en las
rodillas a las mujeres. Repleto como estamos- Él chofer donde los dejo?-
Paulina: donde empecemos a caminar por el camino del inca. El señor sale de la
ciudad tomando la ancha vía y nos deja en donde empieza o termina el sendero.
Bajamos yo voy diciendo: no dejen salir al taxi que tenemos que comprar los
alimentos para los tres días de camino- Paulina: mi amor que es el más loco,
pero a la vez es el más cuerdo- Raquel: no se vaya señor que tenemos que ir a
comprar comida- Rosa: como no se nos ocurrió en el Cuzco- Corina: siempre
cuando hay mucha gente todo se hace un quibombo y se olvidan las cosas
esenciales- Yo: que despelote tenemos que desenredarlo para volverlo armar,
quienes van a ir en el taxi al mercado a comprar lo que vamos a necesitar para
cocinar- Raquel: ve vos con alguien más- Quien quiere ir con migo- Rosa: yo
voy- Yo (mirando de reojo a Paulina) vamos. Entre todos reunimos el dinero para
las compras- Me subo adelante y las chicas se sientan atrás. El conductor toma
la vía Nueva Alba y llegamos al mercado- Paulina: señor taxista espérenos que rápidamente
compramos las cosas. Andando adquirimos con las mamitas le- gumbres, algunas
frutas, arroz, aceite, pastas y pan. En cuatro enormes bolsas que con dificulta
llevamos entre ellas y yo al auto. Al llegar, los demás nos ayudan a bajar las
bolsas y nos repartimos entre todos los víveres, que acomodamos cada uno de
nosotros en la respectiva mochila- La Flaca Carina: que pesado que esta la
mochila- Mauro: si antes pesaba ahora mucho más- Paulina luego de ponérsela va
diciendo: sí que pesa pero no pensemos en eso y más bien Empecemos a Andar. Al comenzar a caminar con
cuidado para no resbalar en el barro, vamos entre la floresta por el camino de
piedra viendo el pasar de las nubes por el cañón- María: detengámonos un
momento que no puedo más- Yo: digo pero si hasta ahora estamos empezando la cuestión.
Algunos se sientan sobre las piedras viendo las verdes montañas en un silencio
meditativo- Raquel (poniéndose otra vez el morral) seguimos. Todos la imitamos
y con nuestra carga en las espaldas andamos por el camino y al movernos un par
de horas nos detenemos en una ruina que por la forma redondeada de la
construcción se asemeja a un templo, la cual cada uno da su versión de los
hechos y de lo cree sobre su funcionalidad. Seguimos circulando por el sendero
de piedras sudando gracias al sol que nos encandelilla para mirar el paisaje de
una extraña manera, en una prolongada cuesta se nos adelanta un grupo de
gringos que no llevan nada sobre sus espaldas solamente los vemos desaparecer
de nuestra vista- Paula caminando adelante mío va diciendo: que gringos de
mierda todo a ellos hay que hacérselo, como no llevan sus cosas- Yo le contesto:
Para eso pagan si yo tuviera dinero como ellos no lo dudaría. Al arribar a una
explanación decidimos acampar en las únicas carpas que tenemos. Los hombres nos
encargamos de conseguir agua, la leña y de encender el fuego; las mujeres de
pelar las papas, de adobar la carne y hacer la ensalada. Estando el fuego
encendido en las únicas ollas entre todos ponemos a cocinar las papas, y con
palos hacemos especies de trinchetes. Ya listo todo comemos con las manos y ya
llenos nos metemos en las carpas y estando adentro nos introducimos dentro de
los sacos de dormir.
Muy temprano nos despierta un maullar que
nunca antes había escuchado, cuando salimos de las carpas nos cercioramos que
son unas llamas cargadas con sacos de poliéster- Paulina y yo vamos a un
nacimiento de agua y lavamos todo lo que usamos en la cena la noche anterior.
Nosotros dejamos que entre los demás hagan el desayuno, mientras nosotros nos
subimos sobre una enorme roca a contemplar el paisaje de montañas. En ese
trance la Flaca viene hacia nosotros- Diciéndonos: Vengan que el desayuno está
listo. Al bajar de la roca vamos a donde están los amigos y sentados
disfrutamos de un buen chocolate, del pan casero hecho por las mamitas del
mercado; luego vamos al mismo nacimiento entre ella y yo lavamos los platos
dejándolos relucientes. Con todo listo entre nuestras mochilas empezamos una
nueva jornada de camino, andamos a pesar del tiempo frío viendo las extrañas
piedras, y llegar de frente de una ruinas incas, al detenernos observamos
detalla- damente como armaban cada lugar poniendo piedra milimétricamente sobre
piedra, ya que no conocían el cemento. Al seguir nos toca pasar lomas que suben
y bajan para ir bordeando una enorme montaña donde la visión es obstruida por
la niebla, al descender directamente la luz del sol nos entrega un paisaje alucinante
muy verde donde decidimos parar escuchando lo que seguramente es un río.
Descansamos comiendo algunas frutas- Mauro: da la voz de que tenemos que seguir,
Con algunas protestas continuamos nuestro andar por el camino de piedra mirando
todo lo verde que tenemos alrededor, en un lugar de un barro amarilloso vemos
en el firmamento muy distante ya que seguramente se alejado. Decididos segui- mos
la trayectoria del camino, al ver una especie de construcción nos internamos en
el lugar y vemos en las ventanas hechas de las mismas piedras el río- Raquel
que tal si buscamos un sitio para acampar- Paulina (apoyada en uno de mis
hombros) no puedo más. Todos nos miramos sin modular palabra, decidimos armar
las dos carpas, como estamos abatidos por el cansancio nos comemos lo que queda
del pan, de las frutas y nos vamos a dormir.
Al otro día adoloridos por el esfuerzo nos
cuesta levantarnos, Pero al poner los pies, entre todos hacemos una sopa que al
comerla nos reanima. Caminamos la parte más dura ya que se trata de una larga
subida, muy abajo al parecer vemos las ruinas de Machu Picchu que están
enclavadas en la montaña. Al caminar bajamos tanto que no sentimos los pies,
pero llegamos ante las ruinas y toda la experiencia vivida se esfuma en el
momento que tenemos que pagar lo que es demasiado para un latinoamericano y al
ver tantos turistas que con sus cámaras se apoderan del lugar quitándole la
magia al reino de los Incas. Fin.
CUENTOS CHILENOS
LAS
CARTAS DE AMOR DE UN POETA
Luciano con la cara de los que no quieren
saber nada de nada, que está sentado en la banca de la calle peatonal viendo
las palomas que volando van de un lugar a otro, algunos niños que con sus manos
les dan copos de maíz. Él que tiene que ver a los amigos de Pinochet para que
le den ese maldito visado, pero que tiene el pelo largo más allá de sus
hombros. Piensa como hacer para pasar inadvertido. Muy decidido a enfrentar los
obstáculos ya que esta ciudad de Tacna no le inspira nada interesante, se levanta
poniéndose sobre su espalda su mochila, toma la avenida bordeando el andén y
viendo el ir venir de los autos, de los camiones. Al caminar muchas cuadras
llega a la casa del consulado chileno, anqué le cuesta entrar ya que tiene en
la cabeza los genocidios de los militares, se decide al traspasar la puerta lo
que parece un militar- Viene por la visa- Él (con cara de serio) si a eso
vengo- suba por esas escaleras que en el segundo piso queda la oficina. Hace lo
indicado y al entrar en el amplio espacio ve sobre un hombre vestido de militar
una inmensa fotografía del tamaño de un poster donde sale el general Pinochet
abrazado a lo que podrían ser sus nietos- El militar cuanto tiempo va a
permanecer en Chile?- El tiempo necesario para llegar a Argentina- Le voy a dar
tres meses, pero no se puede meter en política y mientras permanezca en el país
tiene que adaptarse a las leyes- Así lo hare- Deme su pasaporte- Lo saca de un
bolsillo de la mochila y se lo entrega para que el oficial le ponga el sello de
admisión con la fecha- Él uniformado: bienvenido a Chile. Baja pensando que no
fue tan complicado como suponía, al estar afuera le pregunta a una señora que
está entrando al consulado- Perdón señora como me puedo dirigir a la Terminal-
Camine una cuadra en ese sentido, que por ahí pasa el bus- Camina por donde
dijo la señora y se para en la esquina poniendo la mochila sobre el pavimento,
al ver el bus se la vuelve a colocar en la espalda y al detenerse el vehículo
se sube agarrando un segundo puesto y pone la mochila en el otro asiento. Ve
las diferentes calles y el desierto por donde toma el bus, y al pasar lo que
podría ser un basurero el bus se detiene al frente de la construcción del
Terminal, se bajan las pocas personas, seguidos por él- Le pregunta a un
muchacho sobre el bus que va Arica- Mire allá afuera, es ese de color azul.
Camina y al verlo lleno ocupa la única silla libre, el bus arranca por el
desierto viendo la carretera como si estuviera mojada, pero sabe que es el
efecto del terrible calor. En el momento que llegan a la aduana el bus se
detiene, después de todo el mundo pasa llevando su mochila por una especie de
registradora, dos militares le sacan todas sus cosas y encuentran dos libros de
poesía y un cuaderno- Uno con cara de idiota le dice: ¿de que son estos dos
libros?- El haciéndose el huevon le contesta: de cocina y al abrir el cuaderno
encuentra una hoja de un árbol- Él otro la hoja queda retenida con nosotros porque
a este país no se puede ingresar nada vegetal- Él (poniendo cara de inocente)
no sabía- Puede seguir al bus. Pone ordenadamente las cosas en su mochila al
ver y tener hambre en una caseta compra con su único dinero una empanada
chilena que subiéndose al bus va llenando su barriga. El bus vuelve sobre la
carretera en medio del desierto, toma una vía aledaña que al ver el Pacifico lo
bordea, al llegar a Arica la ciudad de la eterna primavera el bus recorre una
avenida que en el medio está llena de palmeras como la apodan los gitanos
palmeras de la fortuna. Al bajarse con el calor de noviembre en la Terminal le
dice a un grupo de pasajeros de un colectivo que si lo bancan para poder llegar
al centro- Un señor de más edad- Entre que yo respondo por su pasaje- Al llegar
al centro ve la concurrencia que va recorriendo las calles en los dos sentidos,
va a una feria de artesanías, él sin pena ni gloria va donde una artesana que
tiene una mesita- Me puedes prestar la mesita- Ya que no la estoy usando
utilízala nomás. El saca su cuaderno y arranca una hoja, con su buena letra
grande escribe: se hacen cartas de amor, comerciales y de todo tipo- De
inmediato se acerca una chica muy guapa con lágrimas en su rostro- Mi pololo,
necesito una carta de reivindicación ya que me dijo que no me quería más. La necesito
que sea muy convincente. Él rápidamente le hace una carta muy poética, que
cuando la lee la chica queda deslumbrada por las palabras- La chica usted
escribe muy lindo, cuanto le debo? Simples mil pesos- Aunque le parece costosa
la carta se los da; enseguida viene un señor también lagrimeando- Por favor hágame
una carta que vuelva a conquistar a mi mujer- él rápidamente le escribe la carta, que el señor al leerla queda
deslumbrado por las palabras poéticas- Cuanto le debo….- quinientos pesos. En
el trascurso del día escribe varias cartas de todo tipo que acaba extenuado- La
chica usted tiene éxito con la gente, que es lo que hace- Escribir cartas de
amor, sociales, de negocios- No me escribe una a mi madre- Voy a comer algo ya
que de lo contrario voy a morirme- No se muera, a dos cuadras hay un
restaurante es lo más económico que se consigue aquí en Arica- Él camina lo que
la mujer le dijo, entra y al pedir le sirven una sopa de pescado y luego
pescado con papas a la francesa. Al haber acabado sale y vuelve donde la chica
de la mesa y en menos del paso de una nube le escribe la carta para la mama-
Ella luego que la lee le murmura: usted posee un hermosa virtud y escribe como
un dios- No es para tanto, me vuelve a prestar la mesa. La coloca en el mismo
lugar y de inmediato viene una bella mujer acompañada de otras tres- Usted por
casualidad sabe leer la mano- Él ese arte se llama quiromancia, deme la palma
de la mano. Ella la colocar sobre la mesita, él viendo las líneas de la mano y
el aura de la chica ya que tiene este poder- Usted es muy sensible por eso la
gente se aprovecha de usted, tiene problemas con su mamá y quiere conquistar a
un joven que sufre de hipertensión- Ella (con cara de aterrada) como supo todo
eso de mí y que soluciones me da….- Él (mirándola fijamente) primero puedo
descifrar las líneas de las manos y la aura de las personas, y por sus ojos también
puedo descubrir cosas. Le recomiendo que hable con su mamá, que trate de compréndela
debido que hay un hombre que le hace daño, más bien aconséjela ya que ese
personaje solo se está aprovechando de ella; sobre su conquista le aconsejo que
se ponga ropa de color verde ya que ese color lo dominara- Ella usted es sabio
cuanto le tengo que pagar?- Por las cuatro les hago un descuento entonces deme
la suma de dos mil pesos- Al arrimarle a la mesa una mucha alta de cabello
negro- Él le dice: en que le puedo servir… Ella por un buen rato se queda
pensativa- Luego dice: yo quiero una carta para decirle a alguien que lo amo.
Él viéndoles los ojos, el aura le dice: tranquila que le voy a escribir una
carta muy convincente. De una le escribe una carta y al acabarla se la entrega,
que ella al leerla queda de una sola
pieza y de la cartera saca cinco mil pesos y se los entrega- Otra chica rubia
viéndolo le murmura: usted parece un santo- No está equivocada lo santos son
amantes del sufrimiento, yo solo amo a la vida. Al presen társele un hombre-
Luciano le pregunta: usted que quiere de mi- Necesito que me haga este
contrato- Para eso necito saber el nombre de la otra parte y por supuesto el
suyo….- Yo soy Carlos y el personaje que le quiero comprar el automóvil se
llama Carlos Bustillos y el carro es un Ford del año 2.002. Empieza a escribir
el contrato lográndolo terminar rápidamente, se lo entrega con la intención que
lo revise. Al hacerlo- Este le dice: si es tal cual como lo quería, cuanto le
debo por el favor- Son mil pesos nada más. El sujeto al sacarse del bolsillo
del pantalón la billetera al abrirla extrae el billete y se lo entrega. Al
retirarse el hombre Luciano se queda como pensando, al estar en esa dimensión
se presenta una bella mujer de cabello completamente negro luciendo una especie
de camisa blanca y que lleva puesta una larga falda y sandalias de cuero-
Sorprendiéndolo le dice: Necesito una carta para alguien que se fue de mi vida,
que sea convincente ya que deseo que regrese con migo. Él vuelve a tomar el
lapicero y empieza a escribir lográndola terminar en menos de nada, que al
recibir de sus propias manos la carta la lee con tanto fervor que termina abrazándolo-
¿Cuánto le debo?- Nada- No usted es un excelente escritor recíbame estos cinco
mil pesos- Se los recibo pero con la condición que haga algo bueno con la
carta- Gracias, Al irse la muchacha llega una hermosa joven- Que viéndolo le
habla: quiero que me haga una carta para el funeral de mi marido. Llora y
llora- Él no sabe qué hacer para que deje de llorar, al decidirse se levanta y
la abraza- Al lograrse calmar le dice: necesito un buen epitafio para la tumba
de Miguel mi marido y una buena carta que describa todo lo que lo ame. Él se
vuelve a sentar y de una le escribe un Bello epitafio, y una carta de recomendación
para la otra vida- Al dársela, ella al leerlas se desmaya- Entre la artesana y
él la alzan para ponerla suavemente sobre el suelo- La artesana que le dijo
para que la chica se desmayara- No nada tan impresionante, solo hice lo que
ella quería, que fue hacerle un epitafio a su marido muerto y una carta de
recomendación para la otra vida- Usted parece que es de otro mundo- Soy
Caribeño de Providencia- Allá tomo algunos cursos para ser mago- No soy ningún
mago solo tengo poderes para escribir, ver el aura y los ojos de las personas.
Que vamos hacer con la chica- Llamar a los pacos o alguna ambulancia- Los pacos
son familiares de usted- Aquí a la policía la tratamos con ese modo despreciativo
por que han matado mucha gente y son criminales en potencia- Entonces no lo
llamemos, más yo trato de reanimarla. Él se agacha y le toma el pulso que lo
tiene débil, le da unos masajes en la nuca y ella al rato abre los ojos-
Diciendo: dónde estoy?- En la calle, no se acuerda que usted me dijo que le
hiciera- Ella (interrumpiéndolo) Ya se. No me ayuda a levantar- Como no. El con
tacto la toma de la cintura y la ayuda a parar- Usted es increíble no me
acompaña a mi casa- Si me espera a que ponga la mesa en su sitio y recoja mis
pocas cosas. Al terminar la cuestión él toma su mochila, para que ella ante la
mirada de la artesana se apoye en su espalda- Donde queda su casa?- Tomemos ese
taxi. Le ponen la mano para que el conductor saque por la ventana la cabeza-
Donde los llevo? - Ella a la avenida Pedro Valdivia, exactamente al
polideportivo. Al subirse lo han por una de las puertas traseras, el conductor
toma una de las calles para desembocar en la avenida de las palmeras y voltea
para estacionar el automóvil en frente de las canchas deportivas, se bajan y
ella abre la puerta de un elegante edificio, Al entrar al apartamento viendo a
toda una concurrencia reunida, él descarga la mochila poniéndola sobre un
tapete persa- El padre (mirándolos como extrañado) ahora si te volviste loca,
como traes este harapiento de cabello largo al apartamento que viviste con tu
marido- Éste lugar es mío y él no es ningún harapiento es un poeta- Que es eso?
Una persona que tiene unos dotes para amar al mundo, de un poder personal que
lo ejerce en lo que quiere, pero sobre todo en la escritura- ¿De donde sacaste
esa terminología?- De leer, de ver al mundo y de eso que solamente es para
personas distinguidas como mi marido fallecido y este enorme poeta- La señora:
No me lo presentas- Soy Luciano mucho gusto- Ella: yo soy Daniela, ella mi
suegra Ana. Mi padre lo quiso deshonrar. Ella reúne a la gente. Sacando del
bolsillo de la falda el papel que el poeta escribiera y con voz sonora lee: Qué
punzante estoque/ retenido/cachito de mi corazón/casi nada: el hilo interior/
aguzado sobre las cosas,/ sobre el cielo de tu dedicación, porque te fuiste de
mi lado hacia la muerte. Ahora voy a leer el epitafio, que dice así: Yo asisto
a tus sombras ya que camino sobre el acecho de tu corazón, en la adulación leo
tus pensamientos y recorro el reposo sobre los límites erectos de esta muerte
prematura.
Ella muy pálida llorando se desvanece sobre el
suelo y todos los presentes al tratarla de socorrer la rodean- Luciano: por
favor apartasen que la van asfixiar, que yo me encargo de este asunto. El con
suma suavidad le hace unos masajes en la nuca que de inmediato la hace reaccionar
abriendo los ojos, y la ayuda a sentarse- Esta criatura necesita absoluto
reposo y necesita los cuidados de alguien- Ana yo me encargo, los demás que se
vayan. Al salir todos se quedan la muchacha, la señora Ana y Luciano- El llevémosla
a que se recueste en su cama- Luciano no te vayas- No me voy a ir. Entre la
señora y él la llevan dejando que se sostenga de los hombros a la cama, Luciano
abre todas las ventanas con la intención que entre y circule el aire- La chica:
abra pescado- Ana: miremos en la heladera. El joven y la señora hallan varios
pescados con la cual hacen una sopa y con el resto agregando otras cosas hacen
una nutritiva comida, Él sosteniéndola con sus pies de apoco le va dando
cucharadas de la sopa que esto rápidamente la vigoriza dándole energía, que al
sentirse mucho mejor come con ellos en la mesa- Ella: no sé cómo pagarte lo que
has hecho por mí- No me tienes que retribuir, por la mañana después que descanse
tengo que seguir mi camino- Te vas a ir….- Soy libre, te aconsejo que no tengas
más apegos y que te liberes buscando lo que más vale que es la libertad- La
señora Ana: que es todo eso que dijo, no ves que todos los de la familia somos
cristianos- Él le contesta: eso no es problema mio y a que lo mío es la
libertad. Al terminar de decirlo sin importarle nada se acuesta sobre uno de
los sofás de cuero quedándose libido soñando
Él descansado, sin preguntar nada entra en el
baño donde se baña y sale vestido simplemente diciendo: hasta luego. Al llegar
a la avenida toma un bus que lo deja en la calle peatonal donde están los
artesanos, vuelve a pedir la mesa y vuelve a colocar el letrero, como no viene
nadie inspirado aprovecha de llenar el cuaderno con bellas poe- sías, al
terminar compra otro cuaderno que al escribir y al terminar el quinto poema ve
que un montón de gente que le hace cola, a la medida escribe carta tras carta
para ver que él último es el mismo padre de la muchacha viuda que lo trato mal-
El señor: le debo una disculpa por que usted es un caballero, tome estos
cincuenta mil pesos- El no se los puedo recibir- Se lo ruego recíbalos, que
gracias vuestra dedicación mi hija esta como nueva, yo lo quería premiar pero
ella insistió sobre la recompensa- Si es así los tomo- gracias, aquí en Arica
tiene una casa. El señor se retira y el encuentra la mirada de una hermosa
joven, que se para mostrando su cuerpo que esconde en un colorido vestido
mapuche, moviendo su pelo negro azabache se postra sobre la silla que él está
sentado- Ella (con una voz dulce y clara) lo estado observando desde ayer y hoy
no le he podido quitar los ojos de encima- Me dejas perplejo ya que eres
supremamente bella. Ella se queda callada mirándolo como si ella fuera su musa
y al rato- Me gustaría que me escribieras en este mismo momento algo para mí.
El sin decir nada se apoya sobre la mesita y empieza escribir el siguiente
poema : Se muy bien lo que soy, como en sueños capaz / de mezclar tinta en el
agua / que tiñen el sol con amor / de este sentimiento que al verte / quiero
palpar al menos tu sombra / , con frases que te haré conocer / ya que la sombra
llena tu alma / que es quien te define / te conozco a partir de este inmenso
instante/ ya que en este manantial interno reconozco al amor. Lo lee sin dejar
de entregarle su mirada y al terminar ella le toma las manos- Diciéndole: Puedo
ser tu musa, llévame ahora y no me abandones. Él se para y en compañía de ella
le entrega a la artesana los dos enseres y le dice que si le puede guardar la
mochila. Se despide. Ella lo toma de la mano y enlaza los dedos con los suyos,
lo quía pasando la plaza de una catedral vieja construida en pura madera, lo
lleva por el museo de arte donde están colocadas varias esculturas futuristas
de tubos y alambre que hacen perfectas telarañas, hiendo por la avenida donde
divisan los espolones hechos de cemento con formas perfectamente geométricas;
para que por la misma vía al pasar una zona de bares y de discotecas encuentren
abajo de la avenida la playa. Bajan por una escalerilla alargada de cemento a
la arena, que al querer estar solos antes de bordear la playa se quitan los
zapatos para dejarse mojar los pies por el mar, al llegar al otro extremo
encuentran un mundo de rocas invadidos por millones de gaviotas blancas. Se
sientan a contemplar el espectáculo del millar de gaviotas que vuelan
desafiando enormes olas.- Ella: yo soy de Coihaique de origen araucano ya que mis
padres son originarios de esa tribu, me llamo Ojo de flecha o mi nombre español
es Lautara. Cerrando los ojos encuentran sus labios en un cósmico y ardiente
beso- Él: Yo soy Luciano, soy de la providencia del nadaísmo, mejor dicho
ciudadano de ninguna parte- Pero donde naciste? En el mundo- Te respeto que lo
creas de ese modo. Al ver que está oscureciendo- Ella: ven por este lado que te
llevo donde tengo la tienda. Vuelven a la playa y al subir a la venida, ella lo
guía por un estrecho sendero y distante de la gente donde ella tiene su carpa.
Ella saca varias cosas de comer como queso, pan y jugo de ciruela, satisfecho
se entregan al proverbio del amor.
A la siguiente mañana después de que ella
disponga sus cosas entre la mochila y desarmen la carpa que ella introduce
entre sus cosas, toman un bus que los deja en centro. Al volver a la plaza de
los artesanos donde recoge su mochila, al despedirse cada uno de la chica de
beso, vuelven a la avenida donde fácilmente toman un autobús que los deja en
pleno desierto donde siguen la travesía hacia un lugar incierto. Fin.
UNA COMVOCATORIA
Dos amigos que han viajado por diferentes
lugares del planeta se encuentran en Buenos Aires donde reside Eduardo, ya que su amigo Néstor vive
en ciudad de México. Los dos en el departamento de la calle Florida planean
hacer un viaje desde la ciudad de Salta atravesando un sector único de la
cordillera de los Andes al pequeño pueblo de San Pedro de Atacama. Para esto
hacen toda una movida pegando carteles en las diferentes facultades de la UBA (universidad
de Buenos Aires), en algunas estaciones del subte. Al contar con poco tiempo se
les une Gabriela un chica algo excéntrica que cursa Antropología, Oscar que es
un nato investigador, Libé como le llaman sus más conocidos que termino hace un
par de años artes, Danta que empezó muchas carreras pero que no termino ninguna
y que es un verdadero aparato, Luís que estudió filosofía pero se dedica al
periodismo..
Una de esas típicas tardes se reúnen en
Retiro, entre todos compran los boletos y después de un largo viaje llegan a la
bella ciudad de Salta, donde se les une Daniel que es menudo colombiano de un
pueblo de la región cafetera. En la siguiente mañana después de hacer los
preparativos: como de comprar comida y de reunir un equipo apropiado para
escalar. Alquilan entre todos un campero que los deja en las estribaciones del
nevado Poquisi de donde empieza los verdaderos peligros, ya que pasan por
varios desfiladeros, Van atravesando la cordillera, la primera noche establecen
el campamento en una explanada- Néstor (sacándose las botas, volteando la vista
en dirección del viejo amigo) hasta aquí toda va muy bien, viendo el mapa de
aquí para adelante tenemos dos opciones por dónde ir, cual piensas vos que es
la mejor opción?- Viendo que tenemos el clima en nuestro favor, considero que
vayamos por el camino antiguo- Entonces ya está decidido. En esas llegan Libe y
Gabriela- La última vamos a buscar leña. Caminar por una parte agreste donde
encuentran una pequeña arboleda- Libe: si logramos agarrar esas ramas de aquel
árbol tendremos suficiente leña. Néstor (viendo de frente a Gabriela) si te
hago pata scout segura- mente te apoyas en esa rama verde y arrancas aquellas
ramas secas- Ella: intentémoslo. Él pone sus manos agarradas de tal forma que
ella pone el pie y apoyándose de la espalda llega hasta la mencionada rama y
quiebra dos enormes ramas secas que al caer se impactan contra el suelo rocoso,
ella con la ayuda de él se baja. Eduardo: lo lograron, con estas dos ramas
tenemos leña para hacer la comida y de paso calentarnos. Los cuatro llegan
donde están los demás picando las verduras- Daniel (con sus lentes redondos)
veo que trajeron leña, ahora lo que hay que hacer es conseguir tres grandes
piedras para poner la olla y fácilmente haremos la fogata. Entre Danta y él van
a buscar las piedras que encuentran por doquier, las colocan para que Luís y
Oscar se encarguen de ir cortado las ramas para ponerlas una sobre otras y
encenderlas- Gabriela (mirando Néstor) me acompañas a buscar agua. Salen
llevando un embace plástico por el sendero, al escuchar una torrente de agua
sin problemas llegan al pie de una caída de agua- Ella (al mojarse las manos)
esta helada- Néstor le contesta: seguramente viene de algún pico, si no dé a
donde más. De vuelta ven la olla con el arroz y al grupo rodeando el fuego con
el único propósito de calentarse. Gabriela: cuantas tazas de arroz hay en esa
olla- Libé (tratando de esquivar el humo) hay tres tazas y media- Entonces
pongo el doble que son siete tazas- Danta (con las manos prácticamente en el
fuego) exactamente esas. Cosido el arroz, Néstor le agrega dos latas de atún,
tomate picado y lo revuelve para servir en los platos, comen viendo como se está
extinguiendo la luz del día. Al acabar se presenta un cielo enmantado de
estrellas- Danta: si me pudiera comer todas esas estrellas- Daniel: veo que
quedaste con hambre- Solo es un decir- Luís: qué tal si te las comieras- Pues
primero sería una catástrofe universal y segundo cagarrias chispas. Todos se
ríen- Eduardo: está mujer es un aparato. Se quedan contemplando el firmamento-
Danta (viendo a Eduardo apoyando la cabeza con el codo y roncando) Eduardo ve a
dormir a la carpa- Si ya mismo me voy a dormir. Se para y es seguido por los demás.
En el amanecer con los primeros rayos de luz
se despierta Néstor, que sale y con el restante de leña de la noche anterior se
hace una fogata que con una vela lo logra rápidamente encender, los demás al
sentir el humo van saliendo de la carpa- Danta: soñé que la carpa se caía en un
abismo- Libé: con razón te escuche gritar- Eduardo: yo no sé qué alegabas, ni
con guíen- Luís: no tienen frío, que tal si aprovechamos el fuego y ponemos
hacer un chocolate- Libé: la idea está buenísimo, si me acompaña Gabriela que
ella sabe dónde hay agua- Ella: vamos. A la vez van Néstor y Eduardo a buscar
leña, al rato aparecen los unos con la leña y las otras cargando el bidón de
agua y entre los cuatro hacen el chocolate, que toman todos acompañados por el
pan. Al acabar empieza a caer agua- Eduardo metamos todo entre los plásticos
así evitamos que se mojen las cosas. Entre todos desarman las carpas y meten
todo entre los plásticos. Con la lluvia comienzan a caminar- Néstor (viendo el
mapa) tomemos por este lado. Mueven sus pies por un estrecho sendero viendo la
infinidad de montañas nevadas, el camino que se hace difícil por estar
bordeando enormes abismos- Danta: si nos caemos no nos encuentra nadie- Eduardo:
hay que caminar muy alertas- Danta: solo lo dije para ponerle un poco de humor
a la situación- Libé: cállate aparato. Empiezan una cuesta prolongada y dura- Néstor
me voy adelantar para poner estos garfios y extender la cuerda, miren esa parte
de la cuesta. Eduardo en compañía de su viejo amigo se adelantan ya que tienen
la experiencia requerida para estos casos, suben con cierta dificultad casi
sobre una pared entre enormes piedras para llegar al tope y enganchan los
garfios- Eduardo: no escuchaste un maullido- Sí que lo escuche, no será que
está rondando por aquí un puma- Eso es lo que creo- ¿qué hacemos?- Lo mejor es
que nos quedemos quietos. En esa postura ven un enorme puma que salta de una
enorme piedra a otra para perderse en la distancia- Eduardo: lo viste, es
enorme- Pero menos mal que se fue, voy a lanzarle la cuerda a los chicos. El
con el cuidado requerido baja a una de las rocas y lanza la cuerda que Gabriela alcanza, todos
con la ayuda suben donde se encuentran ellos- Néstor: esto que les voy a decir
no es para que sientan miedo, hay que andar con los dos ojos muy bien puestos,
ya que vimos un puma rondar por aquí- Gabriela: que susto ojala que no nos
envista. Bajan la montaña con ese temor para subir rodeando una gran montaña y
a los lejos aprecian un enorme nevado- Néstor: si ubicamos ese nevado en el
mapa. Al bajarse la mochila para buscar el mapa siente el enorme gato en sus
espaldas que lo arroja contra una enorme roca, pero con los gritos de todos el
puma de sobremanera se asusta y sale huyendo. Eduardo desesperado va a la roca,
lo ve terrible ya que tiene el rostro completamente desfigurado y al palparle
el pulso se da cuenta que está sin vida- Él (gritando) dios mío. Los chicos del
desespero se toman unos a otros y se lamentan- Gabriela: por favor gordura que
no vaya a volver ese maldito puma- Danta: que hacemos con el cuerpo de Néstor-
Eduardo dolido supremamente grita: es imposible llevarlo, tenemos que
enterrarlo aquí mismo. Con lo que pueden entre todos abren un hueco y le dan
sepultura- Eduardo (que se hace cargo del grupo y de la situación) Ahora en
adelante tenemos que estar más despiertos, cuando yo vea que podemos parar paramos,
lo mismo para seguir. El viendo el mapa trata de ubicar el nevado, por la
ubicación cree que debe ser el Zapaieri- Tenemos que ir en sentido este. Por
ahora siguiendo esa misma dirección van por un sendero que va por entre las
montañas dejando el imponente nevado atrás, al llegar a una meseta se detienen-
Libé: qué tal si acampamos en este lugar- Eduardo: es perfecto. Entre las
mujeres arman la carpa, pero en el momento que van Oscar, Luís y Eduardo a
buscar agua y leña- Libé: que se quede un hombre con nosotras- Danta: no
molestes que lo que pasó ya sucedió- Oscar: me quedo con ustedes. Luís y
Eduardo al caminar ven una especie de ciprés caído y entre los dos con la única
hacha destrozan parte del árbol y llevan los trozos al campamento- Eduardo si
hacemos una enorme fogata siempre estaremos protegidos de los pumas. Entre
todos arman la fogata y preparan de comer, después de haber comido- Gabriela: tomémonos
todos de las manos y cerremos los ojos ahora pidamos por el espíritu de Néstor
para que se encuentre bien, al terminar el pequeño ritual se turnan entre todos
para mantener el fuego, se van a dormir a las carpas.
La mañana aparece completamente nublada, Los
tres hombres van y hachan otra gran parte del árbol y al ver que el cielo no
abre se quedan todo el día comiendo y jugando al truco.
Al ver que el cielo no se despeja y que tienen
pocos alimentos, deciden entre todos seguir con la excursión. Después de un
abundante desayuno parten con la suerte de que de a poco se va abriendo el
cielo, caminan un largo trayecto y al pasar lo que se asemeja un río
completamente lleno de hielo se presenta quebradizo el terreno y completamente
árido sin vegetación alguna. En una ondulación encuentran un perro que los guía
a lo que parece un cráter lunar y por las características Eduardo se entera que
es el Valle de la Luna. Donde al sentarse a contemplar el paisaje, al detener
todos la mirada en una enorme piedra sale despedida y cae sobre una más grande-
Eduardo: se manifestó el espíritu de nuestro hermano Néstor- Gabriela: si tú lo
crees de ese modo, debe ser por algo- Eduardo: Sigamos que nos conviene llegar
antes que oscurezca. Al levantarse vuelven a caminar con dificultad de las
piedras mojadas que son supremamente resbala- dizas ya muy cansados y con el
último esfuerzo logran llegar al pueblo pintoresco de San Pedro de Atacama-
Danta: después de la odisea por fin llegamos- Oscar viéndolos va hablando: esto
es un hecho, pero si contamos esta travesía tal vez nadie nos crea- Eduardo
claro que esta tristeza que tengo me invade carcomiéndome por dentro, ya que un
verdadero amigo es irremplazable.
PERDIDO EN EL DESIERTO
Me acuerdo como llamarme Andrés que salí muy
temprano de Copiapó con destino de un pueblo llamado el Desierto, con él único
objetivo de encontrar a una antigua amiga de Santiago que estaba desde hace
unos días visitando a su abuelo. En el momento que salí con una indicación
precisa tome un camino rocoso en medio del desierto, me acuerdo que al último
humano que vi fue a un señor que jalaba una carreta, no sé con qué propósito.
Camine todo el día por lugares completamente inhóspitos, al llegar a un canal
completamente seco donde debía desviarme hacia la derecha, así lo hice pero no
se debido a que no divise como me habían dicho el pueblo, creo que camine sin
sentido porque me vi perdido en un territorio igual y completamente seco. En el
momento que quise saber cuál era el norte y el sur me fue imposible orientarme.
Ya muerto de la sed comencé a escarbar un hoyo pero por más que escarbaba no
logre encontrar ni el mínimo indicio de agua, al sorprenderme la noche en mi
delirio todo se tornó frío, que con mi único abrigo que se trataba de un
chaleco trate de aliviar el frío pero cada vez temblaba más. La noche se me
hizo eterna ya que solamente al acostarme veía como una amenaza a las
estrellas, yo no sé cómo logre dormirme porque me despertó los rayos de un sol
que me quebraban la cabeza, empecé a caminar pero al ver que por más que andaba
todo el paisaje siempre era lo mismo, pero aun así no desfallecí en mi andar y
al ver una huella o la marca que al parecer por su diámetro se asemejaba a la
llanta de una bicicleta, la seguí con la esperanza de que me llevara alguna
parte. Pero la marca desapareció y trate de encontrarla otra vez aquel rastro.
Pero lo único que vi fue la extensión de pequeñas piedras y arena, al darme por
vencido me senté sintiendo el ardor de los labios y la lengua completamente
seca, así vi llegar la noche que al poco tiempo se nublo ya que dejaron de
verse las estrellas. En esa infinita oscuridad comencé a vislumbrar una luz muy
lejana, no sé de dónde procedía pero saque fuerzas, me levante aunque
tambaleaba al caminar. Seguí por donde venía la luz, pero a la medida que avanzaba
se alejaba y en un momento dado deje de verla. Que me tumbe al suelo y
descontrolado estrelle varias veces mi mano con el suelo arenoso hasta que
sangro, mi desespero fue tal que perdí el sentido de la realidad y que en ese
estado de locura mi celebro comenzó a divagar tantas cosas que hoy no las creo.
Sentí que no pasaba saliva y para empeorar la sequedad cada vez iba en aumento
hasta que en un momento me sentí desfallecer, como no quería morirme me pare
pero mis pies no aguantaron el peso de mi cuerpo, al caer perdí el
conocimiento. No sé cuántas horas o que tiempo paso, cuando en mi nebulosa
deslumbre a una señora que recogía yuyos al verme me tomo una mano al sentir
otra mano abrí los ojos y más cuando la vi pensé que estaba soñando. No sé
entre cuantos o si fue la señora que me recogió, lo único que ahora se es que
me estoy recuperándome en esta cama. Fin.
LA APARICIÓN DE LA MUERTE
En una tarde veraniega va Matilde por medio
del verde de la avenida Francisco de Aguirre, mirando las diferentes esculturas
en mármol. Se detiene al frente de una escultura que representa a Afrodita,
ella en su concentración ve que la diosa hace un movimiento para volver a
quedar en la misma posición, pero duda si lo que vio fue verdad o suposición.
Ella gira entorno a la escultura y vuelve hallarse en el mismo lugar y vuelve a
ver a la diosa hacer exactamente el mismo movimiento para retornar a la misma
ubicación. Ella piensa: que es esto que vi, acaso me quiere decir algo o que va
a suceder. Retorna a su andar dirigiéndose en el mismo sentido, entre árboles y
las variadas esculturas. Pero al detenerse frente a lo que parece Atenea le
vuelve a ocurrir lo mismo. Ella meditativa piensa: pero cómo es posible que yo
únicamente lo pueda ver. Sigue al querer pasar la calle Balmaceda se tiene que
detener por el transitar de los diferentes vehículos, en el momento que el
semáforo cambia de verde a rojo. Al pasar la calle bruscamente se detiene un
vehículo fúnebre y ella en segundos en el ataúd ve al muerto que la impacta con
su mirada de una belleza casi sobrenatural. Impresionada y temblo rosa al
arribar a un pequeño lugar de onces, al ingresar se sienta y para salir del
paso pide un té, en el momento que lo está tomando ante su mirada se presenta
una antigua amiga- Ella: que haces por
aquí?- Simplemente voy a la casa de una tía- Pero tú porque tienes esa
cara- Siéntate y te explico: Al pedirle otro té a la señora- Matilde le dice: primero
vi a dos esculturas que están en medio de la avenida Francisco de Aguirre
moverse y girar que me impactaron; después al pasar la calle en el momento que
pasaba se detuvo un carro fúnebre y el muerto me lanzo tal mirada que este
hecho me impresiono- Tú estás loca o te esta pasado algo…- Es fácil decirlo si
no lo sientes, si quieres me acompañas y vemos las esculturas- Pero primero
acabamos con el té y vamos. Al concluir con el contenido de cada pocillo, al
ratito salen con destino de la avenida, cruzan la calle y al caminar- Ella: es
exactamente está estatua que se supone que debe ser Atenea. Se paran de la
misma forma que Matilde viera lo ocurrido pero no pasa absolutamente nada-
Alicia: déjate de majaderías y vamos- Porque no te alejas para ver qué pasa- De
verdad que me sorprendes pero te voy hacer caso. Alicia se retira y se esconde
detrás de un árbol, Matilde se vuelve a colocar al frente de la escultura. Esta
vez ante sus ojos la escultura gira varias veces levantando los brazos y los
pies como si bailara, se detiene con la misma postura y en el mismo sitio.
Alicia vuelve donde se halla su amiga con cara de aterrada- Matilde: verdad que
viste el movimiento que hizo- Perdona por no haberte creído pero ahora sí que
lo confirmo, que tal si vamos a la otras escultura…- Vamos a la escultura de
Afrodita. Caminan y al llegar ven la hermosa escultura de frente, pero al ver
que no pasa nada. Alicia se vuelve a esconder detrás de otro árbol y ve cuando
su amiga se coloca justo al frente de Afrodita que la estatua girando pega un
salto para volver a la misma postura de siempre- Alicia (al volver al lado de
su amiga) lo que no entiendo es por qué si hay otra persona con vos la
escultura no hace ni el menor movimiento, será que tienes un poder o algo para
que escondida suceda lo que mis ojos presenciaron- No lo entiendo- Nunca te
sucedió algo igual?- Para nada, es la primera vez que me pasa, que hacemos para
averiguarlo?- No se me ocurre nada- Vamos a la casa de mi tía, tal vez allá se
nos ocurra algo. Caminan viendo como declina el día y viendo como las ramas son
impactadas por el viento- Alicia que ventaron- ¿Sera que va a llover?- Imposible.
Escuchan el relámpago, al segundo como son invadidas y alumbradas por la
terrible descarga eléctrica- Alicia (con gesto de impresionada) pensé que ese
rayo nos iba a partir en dos- temí lo mismo. Aceleran el paso y de ese modo
llegan al frente de la fachada republicana. Al tocar al ver que no les abren la
puerta- Matilde (mirando a su amiga) parece que no hay nadie- Sigamos
insistiendo. Alicia vuelve a tocar, sienten que abruptamente abren la puerta y
ven a la misma persona pálida como una pared, que viera Matilde en el vehículo fúnebre
para salir corriendo por el medio de la avenida, al volver la vista hacia a tras
ven él tipo que llevando una daga les está dando alcance, pero al mismo
instante ven a la tía y se detienen en frente de ella- Por que corrían como
locas- Alicia: debido a que alguien o un espectro que salió de tu casa nos
persigue- Pero si no viene nadie detrás de ustedes, como es posible que alguien
las pueda perseguir. Ustedes que son dos muchachas con sus cabales bien puestos
que les está pasando- Alicia: en tu casa te contamos algo que les está
ocurriendo a Matilde- Pero no me dejen sin saber lo que esta pasando, cuéntenmelo
de una vez- Matilde: es que no puedo saber cómo empezar ya que parece muy
inverosímil y es mejor que estemos sentadas. Caminan, al llegar ante la fachada
que esta alumbrada por el alumbrado público, ven unas extrañas y alargadas
sombras- La tía que sombras más peculiares, nunca vi algo igual. Abren la
puerta, van hasta la sala y al sentarse las tres en el mismo sofá ven sentado al
mismo sujeto que se les apareciera anteriormente y las tres del susto pierdan
el sentido. Fin.
TODO
POR LA MUERTE DE UNA AMIGA
Siendo una calmada madrugada un hombre que
llegara a la estación de gasolina la noche anterior, se despierta y sale a la
intemperie para que de una vez desarme la carpa, que en segundos la amara en la
parte de atrás de su mochila. Viendo el amanecer abre un paquete de galletas y
las va comiendo escuchando los nuevos sonidos del día. Al ver un camión que está
cargando nafta se aproxima, se espina sobre el guarda barros- Señor por
casualidad no va hasta Santiago- Si, pero mañana- Gracias. Decepcionado se
sienta y al pasar más de una hora ve a otro camión que viene en el mismo
sentido y que al parar ve como se baja una mochilera que viene donde esta él-
Ella (con su pelo rubio y una gafas color mar) a dónde va?- A Santiago- Puedo
ir con usted- Claro, así es más fácil que nos lleven a los dos- Desde hace cuánto
que está aquí en la Serena?, desde hace varios días- Vive en Santiago-
(pensando esta chica sí que pregunta) No gracias, voy para el sur- Exactamente
a donde- No sé, de pronto vaya a Argentina o a lo mejor a Punta Arenas y usted
…- Ella (sacando de su mochila un gorro) por ahora voy a visitar una amiga que
por estos días va a parir un bebe, luego sabré que dirección tomar a lo mejor
puede ser Mendoza, cuando llego- Anoche- Entonces no adormido- Sí que dormí,
gracias al dueño de esta estación de nafta (gasolina) que me dejo armar la
carpa. Al rato ven detenerse dos camiones- Ella pregúntale a ese y yo pregunto
en el otro. Salen en esa dirección la chica enfrenta al conductor, él hace lo
mismo con el otro para que se baje decepcionado. En el momento la chica
gritándole - Ven que el señor nos va a llevar. Al ir él hasta el camión, los
dos se trepan para que él vaya en la ventana y ella en medio de los dos, el
señor que es de un aspecto grueso como casi todos los camioneros hace arrancar
el enorme vehículo, va por un territorio a la medida que avanza se hace más
verde, bordeando viñedos y frutales tipo Mediterráneo, hasta que ven
desaparecer el día para que resurja la noche y vean el alumbrado de la pequeña
población de Petorca- Aquí paro a comer. El señor conduce el camión entrando en
un enorme parqueadero, al frente se ve una moderna construcción- Al bajarse
Ella (viéndolo de perfil) que tal si vamos a comer algo- Él (dirigiéndole la
mirada) no tengo un peso partido a la mitad- Yo tengo algo de dinero, veamos
que podemos comer. Entrando ven al chofer que los llama- Los convido con dos
completos, pídanlos que yo los pago. Se sientan rodeando una pequeña mesa, al
venir uno de los meseros le piden los dos perros calientes, que al tenerlos los
acompañan con dos vasos de vino- Ella:¿de dónde eres? - Él (pensando las obvi- as
preguntas) No lo quiero recordar, ya que desde hace mucho vivo de un lugar a
otro- Que interesante, pero que haces para sobrevivir- Traba- jo en lo que
puedo conseguir y en temporadas hago caricaturas. Al pasar el tiempo el
conductor los llama para que aborden el camión, antes de llegar a la capital chilena
debido a un accidente de un bus que se estrelló contra otro camión se complica
más el tráfico que avanzan muy lentamente- Él conductor (sudando) con este paso
vamos a llegar mañana- Ella usted debe de estar muy cansado …- Imaginasen que
vengo conduciendo desde Arica- Él cuantos días?- Voy a completar tres días y
tres noches- Ella como puede durar tanto manejando- En esto llevo desde el
golpe militar, o sea más de treinta años- Ella pero usted no se ve tan viejo-
Voy a cumplir sesenta y cinco años, en esto llevo mucho más de media vida- Es
verdad que en el gobierno de Allende a los camioneros le pagaron para que el país
se paralizara, tal cual fue, pero yo no me deje sobornar y por esa razón
desapare ciéron a dos de mis hijos, pero por favor hablemos de otra cosa que de
eso no me quiero acordar. Entran por la avenida norte, pasan por el parque los
Héroes, luego por el instituto chileno de la lengua- La chica a dónde va?- Voy
hasta las Rosas y Bandera ya que hay tengo que descargar- Ella hemos hablado mucho,
pero ni siquiera sabemos cómo nos llamamos- Él yo soy Rodrigo- Él chofer yo soy
Feliciano Reyes- Ella yo soy Emilia- Todos (al mismo tiempo) mucho gusto. El
gran vehículo sique la trayectoria de la amplia avenida- El chofer donde los
dejo- Emilia (viendo a Rodrigo) si quieres vamos a lo de mi amiga- No abra
problema- Por el contrario Clara es muy buena gente, yo la conozco hace mucho
por eso lo digo- Si es así está bien- El señor conductor: bájense antes que
cambie el semáforo- Gracias. El abre la puerta al bajar le da la mano a Emilia
y luego el chofer les da a cada uno su respectiva mochila- Ella: es por acá,
Caminan tres cuadras hasta la Morande y en esa cuadra en una modesta casa tocan,
les abre una chica alta y bien constituida que al verla- Emilia que bueno que
hallas venido, pero tengo malas noticia- Acaso que paso?- Entren y les cuento.
Entran viendo varios afiches de varias bandas de rock, se sientan sobre un
mueble que desentona con el lugar- Emilia: acaso tiene que ver con Clara y el
bebe- Si, la pobre sufrió un accidente y enseguida murió- Emilia (abrazando a
Rodrigo) como es posible …, cómo fue?- Al ir al hospital un coche loco envistió
a la ambulancia que del impacto se volcó y perdieron la vida todos los
ocupantes- Rodrigo: que tragedia, pero atraparon al conductor- No, se voló, lo
están buscando los pacos. Lucia (abrazando a Emilia) ella era tan linda que
siempre estaba llena de detalles- Emilia: no lo puedo creer y siempre que la
llamaba me contaba lo ilusionada que estaba de tener él bebe- Lucia: era una
hermana si cacháis. Cuando es el entierro- Ahora misma la deben estar cromando-
Donde van a botar las cenizas- Eso no se ha decidido hay que esperar que las
traigan. Al rato escuchan la puerta que Lucia abre y ven a Danilo acompañado de
Clarisa, de Carla, de Juan y sus dos hermanos Claudia y Nico, este último trae
la caja de madera con las cenizas- Todos se asombran al ver a Emilia- Claudia (abrazándola)
hermana se nos fue Clara y nunca pudimos conocer al bebe- Ella: que desgracia
por que murieron de la misma forma que tus padres- Nico: de un maldito
accidente- Lucia: tenemos que despedirla como lo merece, voy a destapar estas
botellas de vino. Ella misma las destapa y vierte el líquido rojizo en varias
copas- Nico: salud por la belleza que era. Todos toman- Claudia: donde vamos a
votar las cenizas- En el cerro Santa Lucia- Nico (viendo a su hermana) no hoy,
no, yo sé que ella hubiera elegido su facultad donde estudio, o sea donde
siempre que tenía oportunidad de estar- Clarisa: en Bellas Artes, en el parque Forestal-
Lucia: además yo esta mañana compre esta araucaria. Alza la maceta donde está
el pequeño árbol para que todos la vean- Nico (tomando la pala) no nos miremos
más y vamos. Salen cantando las canciones que a Clara más le gustaban, llegan a
la plaza de Armas, la atraviesan por un costado para tomar la calle Montes y al
cruzar el puente peatonal de la Barra llegan al frente de la vieja edificación
de Bellas Artes, para que sin titubeos arriben al enorme parque, caminan viendo
el centro de la arboleda donde deciden hacer el hoyo. Nico con la pala abre el
hueco justo, su hermana abre la cajita y al esparcir las cenizas ven como el
espíritu de Clara se convierte en un instante en la mujer que fue y se eleva
por el aire hasta extinguirse completamente.
Fin.
ÍNDICE
Capítulo I--------------Cuentos
ecuatorianos
Pag.
1-------------------------------Sin destino
Pag. 18---------Los pormenores de un
viaje
Pag. 32---------------------Todo por
un duelo
Pag. 41------------------------Los
fotógrafos
Pag. 56---------------Un viaje de
vacaciones
Pag.
70--------------------------------En coma
Pag. 76----------Al no encontrar a un
amigo
Capitulo II-----------------Cuentos
peruanos
Pag. 89-----------------------------La
retratista
Pag. 113------------------No hay razón
de ser
Pag. 128-----------------Perdido en la
ciudad
Pag. 132------------------Todo una
desgracia
Pag. 139------------Una extraña
observación
Pag. 145------------------Un viaje
inesperado
Capitulo III-----------------Cuentos
chilenos
Pag. 156-------------------Las cartas
de amor
Pag. 179--------------------Una
convocatoria
Pag. 178---------------Perdido en el
desierto
Pag. 181-----------La aparición de la
muerte
Pag. 185-----Todo por la muerte de una
amiga.