jueves, 23 de febrero de 2017



    ENSAYOS DE LA LITERATURA NORTEAMERICANA
LOS ORÍGENES DE LA MODERNIDAD
Las unánimes narraciones de las aventuras del capitán ingles Jonh Smith, terco explorador y fundador del fuerte Jamestown en Virginia, viene siendo la primera obra literaria escrita en Estadios Unidos. Es una obra demasiado corta (apenas de unas cuarenta páginas), que no se publicó en este continente sino en Inglaterra y que solamente tiene un interés histórico. La exposición de un ideal de principios puritanos, la prolongación de las tradiciones inglesas, ocupa la mayoría de época colonial: en muchos sentidos, el primer escritor originario de Amé-rica, y que de cierta forma convincente alcanzara repercusión en todo la nación, fue Benjamim Frannklin (1706-1790). Los primeros años del periodo revolucionario fue un gran época en que varios escritores norteamericanos rompieron tenazmente con la especulación de sentido religioso para constituirse como individuos y asumir los sentimientos patrióticos que movían el país: por la influencia que tuvieron posteriormente, en el desarrollo de la filosofía de origen norteamericanas, se pueden destacar los nombres de Samuel Adams (1722-1083) y Thomas Paine (1737-1809). Con la declaración de la independencia, 1788, se  abre un extenso periodo en que las necesidades más indispensables como la afirmación de la nacionalidad y también de la democracia, la instrucción pública, la organización del naciente estado, postergaron todas las expresiones literarias; así en la primera mitad del siglo XIX, Estados Unidos no contaba con una literatura propia de sentido nacional. Ya que la influencia inglesa era muy fuerte como en la obra de Washington Irvin (1789-1851), autor de los destacadas narraciones Cuentos de la Alambra (1832), y como también estaba implícita en las novelas de Fenimore Cooper (1789-1803), que buscaban el exotismo en las propias fronteras internas de la nación, como en la novela El último mohicano (1826). Al poco tiempo el ferio idealismo del filósofo Henry David Thoreau (1817-1882) como también la poesía moralizante de Henry Wadsworth Longfelow (1807-1882) configuran el tono predominante en la literatura de esta gran parte del mundo enmarcada en esta época, esa forma se quiebra, de una manera muy brusca y definitiva, con la surgimiento de Nathaniel Hawthorne (1804-1864) y de Edgar Allan Poe (1809-1849); el primer, gran autor de cuentos que a menudo pueden ser escritos como oníricos, y Poe, que tuvo el privilegio de ser traducido por nada menos que Baudelaire tuvo una larga y profunda influencia en el desarrollo de la literatura europea, que se escapan a esas determinaciones frívolas de la geografía y del movimiento histórico en que vivieron. Lo mismo se puede decir de Herman Melville (1819-1891) cuyo Moby Dick dio origen, como tal, a la novela moderna.
Sin embargo de la gran repercusión universal alcanzada por estos increíbles escritores, continuaba la búsqueda de una expresión literaria que rompiera íntegramente de una manera consiente con la tradición inglesa. Ese fue el objetivo claro que se trazaron los trascendentistas, encabezados por el escritor y filósofo Ralph Emerson (1803.1882), pero fue una lástima que el proyecto solamente se convirtió en realidad con la aparición de Hojas de hierba en el año de 1855. El extenso texto de poemas de Walt Whilman (1819-1892) completamente se puede decir que constituye el acta de estacionar e irradiar en este universo norteamericano y de conformación inconfundible, capaz de albergar una diversidad de orígenes culturales y de propósitos estéticos: un fenómeno que surgió en clara contraposición al tono mandado a recoger y enclaustrado de la narrativa británica del siglo XIX.
El frescor de intencionalidad que aconteció en el país permitió el surgimiento de una obra caracterizada por el humor desenfadado, como en el caso particular de Mark Twain (1835-1865), o por un lirismo sutil y libertino, como el que caracteriza los relatos de Bret Harle (1860-1902). El pesado estallido de la guerra de Secesión (1860-1902) y posteriores periodos de reconstrucción, fueron inmejorables tiempos en que la literatura norteamericana encontró una determinante expresión en la novela histórica, en ese bello género sobresalen los nombres de Lewis Wallace (1827- 1905) y William Dean Howells (1837-1920). El naturalismo infundado a la literatura por el francés Emile Zola, encontró un terreno propicio para ser arraigado en los estados Unidos, por esa sencilla razón hay que nombrar Theodore Dreiser (1871-1945), Jack London (1876-1916) y O´ Henry, (1862-1910). Las obras de Crane, como la roja insignia del valor, del año 1895; de London la novela, La chalupa, del año 1897; de Dreiser, Una tragedia americana, de 1925. Forman parte de una corriente entonada fuertemente en lo que significa la historia de esta literatura, es tendencia atenta a la observación de los fenómenos sociales y políticos, que vienen de una actitud sagazmente crítica respecto a las instituciones y a las costumbres. Esta tradición se extiende en las vistosas novelas Sherwood Anderson (1876-1941) Y Upton Sinclair (1878-1968), en el penetrante simultaneísmo de John Dos Passos (1896-1976), en el representativo behaviorismo de Jonh Steinbeck (1902-1968) y Erskine Caldwel (1903), en los increíbles e irónicos relatos de Ring Lardner (1885-1976) o en los cuentos líricos de William Saroyan (1908).
La primera guerra mundial convirtió a Estados Unidos en el principal proveedor de los aliados europeos, esto se convirtió en una gran oleada de prosperidad que, paradójicamente, se mostró acompañada por el desaliento y la desilusión de importantes sectores de la juventud, en especial de los universitarios. La realidad de la guerra anuncio, en un momento, con terminar con las esperanzas depositadas en una sociedad cuyas banderas eran la democracia, la igualdad de oportunidades y el progreso interrumpido. La maldita guerra extrajo de los hogares a varios escritores, muchos de los cuales trataron de hallar en Europa respuestas a los interrogantes planteados por esa nueva etapa en que entraba la vida colectiva de Estados Unidos. Un grupo de estos nuevos desterrados se instaló en parís, casi todos, de manera u otra, se sometieron a la orientación de Gertrude Stein (1874-1946) la más influyente de las voces críticas de Estados Unidos.
Esta increíble mujer guíen bautizo con el nombre de la generación perdida a los jóvenes escritores norteamericanos exiliados: entre los miembros más destacados de su grupo  están Francis Scott Fitzgerald (1896-1940), el poeta E. E Cumming (1894-1962), Jonh Dos Passos (1896-1970), Ernest Hemingway (1896-1961 y Thomas Wolfe (1900-1938). Lejos de parecer perdida con el tiempo, la generación que se formó en torno a Gertrude Stein aporto a la literatura norteamericana una nuevo objetivo crítico de una evidente renovación estética, cuyos efectos se constituyeron un conjunto de ideas de renovación con vigencia en la nueva época. Por otra parte, que el ambiente de la llamada generación perdida contribuyo de cierta manera a instaurar en la existencia intelectual norteamericana. Que es supremamente posible una de las mayores aventuras literarias del pasado siglo. La gigantesca y alucinatoria obra poetica de los poetas de la generación beat que la integraron, William S. Burroughs (1914-1997), Jeak Kerouac (1922-1969), Allen Ginsberg y Neal Cassady, y al mismo tiempo el novelista William Faulkner (1897-1962).        
                  
              OTRO PUNTO DE VISTA
La literatura realizada en ingles por los escritores originarios de Estados Unidos; son justificados potencialmente los que escribieron desde las trece colonias originarias de esa nación.

DE LA COLONIA A LA REVOLUCIÓN
Esta constituido con un sentido general que los primeros ejemplos de literatura estadounidense lo forman ciertos relatos de descubrimientos y exploraciones del Nuevo Mundo que dan muestra de extensiva visión y de estilo de los escritores isabelinos de ese tiempo.
Hubo reflejado, en las colonias de Nueva Inglaterra, escritos de clase teológica, como la historia de Nueva Inglaterra de Jonh Wintrop (1630), texto publicado de modo incompleto en el año de 1853, donde se explica desde una perspectiva religiosa una serie de acontecimientos históricos. La historia eclesiástica de Nueva Inglaterra escrita en el año 1702, obra del escritor puritano Cotton Marher.
Nosotros que somos lectores mucho más evolu-cionados preferimos más los relatos de las guerras con los aborígenes americanos, como La breve historia de la guerra Pequot, del colono inglés John Mason (1937). Se escribieron varios poemas de sentido religioso, y la primera publicación en Norteamérica fue un libro constituido por salmos.                 

SOBRE EL SIGLO XVIII
En este siglo el interés estuvo dirigido hacia problemas de índole prácticos, en este término se puede hablar sobre la obra Jonathan Edwards. Además de las obras William Byrd y Bejamin Franklin, que su inacabada Autobiografía se ha convertido en un clásico indiscutible.
La primera obra conocida de un autor afroame-ricano, son veintiocho versos, aparecidos en el año 1746, de Lucy Terry. Júpiter Hammon, que fue un esclavo
La literatura en el XVIII aunque no desarrollo una plena madurez, si tuvo notables persona-lidades literarias que nacieron de la tormentosa guerra de la independencia. Se puede destacar Thomas Paine, cuales escritos, El sentido común (1776) y la crisis (1776-1783) manifestaron entusiasmo por la independencia.
Tuvo relevante significación a la novela estadu-nidense el libro publicado El poder de la simpatía (1789, escrito por William Hil Brown. La peculiar mezcla de terror y pseudociencia de las novelas del escritor Charles Brockden Bro-wn, publicadas a finales del siglo XVIII, diseña el camino hacia la obra de Edgar Allan Poe y Nathaniel Hawthorne.

                        EL SIGLO XIX
El tiempo que se ajustó entre 1815 y 1865 se definió con el nombre Primer periodo Nacional, ya que su vigor literario se manifestó con la guerra Anglo-estadounidense que concentro su punto mayor en la década de 1950, en las cual se escribieron obras trascendentales que en cualquiera de las décadas previas. En la historia de aquella nación, la guerra civil abrió una brecha divisoria entre la apacible época anterior y movedizo periodo industrial de la posguerra.
La labor sobre la literatura, se enfrascaba en demostrar que el país había alcanzado cierta madurez cultural. Anticipándose a las posiciones desarrolladas posteriormente por el ensa-yista Ralph Waldo Emmerson y el poeta de la democracia Walt Whitman, que propuso una política abierta con un sentido nuevo. En Nueva York, los tres primeros escritores de una afinada literatura con sentido nacional, pero a la vez cosmopolita, fueron Walhisgton Irving, Willian Cullen Bryant y James Fenimore Cooper.
La calidad de los escritos de Irving conservan su gran encanto al enriquecer los mitos norteame-ricanos, También estuvo dispuesto ocupar los asuntos históricos y, con menos éxito, del Lejano Oeste. James Fenimore Cooper fue el primer autor que alcanzo cierta fama después de Franklin. Varias de sus novelas, como los Pioneros (1823), El último mohicano (1826) y la Pradera (1827), que siguieron el mismo sentido de Walter Scott, son en sentido figurado toda una épica de la conquista de este país. Entre los que siguieron las tradiciones literarias europeas está Henry Wadsworh longfellow, un aristócrata surcado por los anhelos religiosos y patrióticos como culturales de la clase media. Es el más relevante autor de sonetos, además tradujo del francés al inglés a otros escritores.
En el periodo de la mitad del siglo, con la intensificación de la esclavitud, la mayoría de las obras escritas por las personas de color dramatizan con sentido común la inmoralidad y rechazan la visión romántica de la vida en las plantaciones escritas por autores blancos sure-ños. De cierta manera destaca la autobiografía del abolinista Frederick Douglass, novelista y dramaturgo William Wells Brown, que se pudo liberar de la esclavitud en el año de 1834, escribió la primera novela de un afroamericano. Clotel o la hija del presidente (1863).
Al querer intervenir el siglo XIX, los lectores modernos prefieren a los escritores que quisieron hallar soluciones más radicales a los problemas de intención de la identidad cultural de este país. Entre ellos se deben destacar a los ensayistas Ralph Waldo Emerson y Henry David Thoreau, y los novelistas Nathaniel Hawthorne y Herman Melville.
Emerson visualizo una filosofía de individualismo idealista como propusieron sus libros Naturaleza (1841-1844), aunque su manifiesta filosofía tuvo un igual desarrollo en Alemania y Inglaterra. Emerson dijo con asentó estaduni-dense genuino. Los escritos de Thoreau pueden que sean menos ambiciosos que los del primero, pero Walden, o la vida en los bosques (1854) son de más trascendencia de los de Emerson. El ensayo de Thoreau, Desobediencia civil (1849) ha tenido una política relevante. A Emerson estaba totalmente en contra de la esclavitud, pero Thoreau se opuso activamente en ella.
La grandeza de Hawthorne y de su magistral novela La letra escarlata (1850) es una novela en contra de la colonización inglesa, al escritor lo criticaron por ser un enfático soñador, aunque esta imagen se ha visto alterada en el trascurso del tiempo, surgiendo como un sardónico comentador de un acontecimiento público y como un maestro de la novela psicológica. El enigma del bien y del mal es el centro de casi todas sus novelas.
Más sonada y drástica ha sido la revalorización de Herman Melville. Conocido literalmente co-mo el hombre que vivió entre los antropófagos, debido a las aventuras que narra en sus primeras novela, Typee (1846), Mardi (1849) y, todavía más con su obra más conocida Moby Dick (1851).
En ese momento que naturalistas y realistas discutían sobre el grado en que las manifes-taciones humanas estaban determinadas por fuerzas ajenas a la voluntad, el novelista Henry James se centró en la experiencia subjetiva y las relaciones personales. Exploto el conflicto entre los valores europeos y estadunidenses en la mayoría de sus novelas. Desarrollo una sutileza superior de visión y un complejo estilo que tuvo tantos detractores como personas a su favor. Sus prólogos dieron a la vista la primera revelación de la psicología en lo que se refiere a la creación literaria. Su influencia fue extensa, como dicen íntegramente Edith Wharton y Willa Cather.
A finales del siglo XIX y comienzos del XX la mayoría de los escritores de color importantes procedían de la clase media. Entre ello se puede destacar W.E.B Du Bois, que lucho insisten-temente por la igualdad para todas las personas de raza negra y Frank J. Weband.
James Parton fijo las bases de la biografía mo-derna. En el conocimiento de la historia brillo Henry Brooks Adams. El economista Henry George y el periodista Edward Bellamy dieron a conocer inquietantes análisis de la filosofía industrial, inspirando movimientos de reforma. Lester Frand Ward fue un gran pionero de la psicología, mientras que William James escribió diversas novelas que fueron de tonalidad psico-lógica como en la expresión literaria, y visualizo de cierta forma pragmatismo, que realizo un cambio profundo en el pensamiento del país.
         
      PRIMERA MITAD DEL SIGLO XX
En esta primera mitad del anterior siglo e manifestó la revolución de las comunicaciones, cine, radio y posteriormente la televisión, los libros por esa razón entraron en una segunda categoría referente a la ilustración y a la diversión. La sociedad de la nación se hizo más móvil y homogénea, y la estética regionalista, la moda dominante del siglo XIX, fue en descenso, excepto en varios escritores sureños. Al mismo tiempo, los escritores empezaron a ejercer una influencia en la literatura universal. Las formas literarias de aquella época fueron extremadamente variada y los escritores de dramaturgia, poesía y narrativa realizaron nuevas técnicas experimentales como radicales.

LA NARRATIVA DE LOS PRIMEROS VEINTE AÑOS DEL SIGLO XX
La reacción contra el romanticismo del siglo anterior, que ya se hacía sentir con el cambio de siglo, recibió con increíble fuerza por la dura experiencia de la I guerra mundial, la brutalidad de la consecuente guerra tuvieron un impacto duradero en la imaginación de los escritores. Novelas como La paga de los soldados (1926) William Faulkner, como también Fiesta (1926) y Adiós a las armas (1929) de Ernest Heming-way, dejan ver claramente la I guerra como símbolo de la vida humana, salvaje e innoble. Los escritores denunciaron de diferentes modos con esa vena papable de realidad que ha sido un mismo suceso desde esa época, remplazando el sentimentalismo por nuevas preposiciones psi-cológicas. La década siguiente se le ha otorgado como la era del jazz o “los felices años veinte. En la sociedad se establecieron vigorosos cam-bios como ese momento que se revelo contra el puritanismo. Fue esencial la figura de Sherwood Anderson, con su texto de relatos Winesburg Ohio (1919) de fuerte visión psicológica. F. Scott Fizgerald, desilusionado pero a la vez can-doroso, dirigió su mirada satírica a las clases altas en novelas como A este lado del paraíso (1920) y El gran Gatsby (1925). Algunos aseguran que esta última novela constituye una visión perfecta sobre el sueño americano de riqueza y poder. Sinclair Lewis, fue el primer escritor estadunidense que le fue otorgado el Premio Novel de literatura en el año de 1930, supo a su manera satirizar brillantemente la cultura del hágase rico rápidamente de la época en novelas como Calle mayor (1920). Thornton Wilder escritor de El puente de san Luis Rey (1927), tuvo una prolongada carrera durante la cual escribió comentarios urbanos sobre la vida humana, sobre todo en obras teatrales como en novelas.
De Gertrude Stein vuelvo a repetir que esta escritora que vivió en París, fue guíen albergo el nombre al grupo de escritores estadunidenses sin raíces que vivieron en la capital francesa luego de la primera guerra mundial. Este grupo incluyo a Anderson, Fizgerald, Winder y Hemingway, este último escribió varios libros de relatos con personajes desilusionados y cíni-cos, supervivientes de la hostil guerra, segura-mente por eso recibió el Premio Novel de literatura en 1954. La propia Stein desempeño un papel predominante para los escritores de esa generación,  no sólo como amiga sino como estilista literaria, con su vigorosa tradición y sus experimentos con el lenguaje, que empezó con tres relatos, Tres vidas (1908). De quien tuvo una marcada influencia fue el poeta y novelista James Joyce. Su uso paulatino del monologo interior, de símbolos y una prosa conscien-temente poética estuvo dispuesta en la mayor de su narrativa.

SOBRE HARLEM
Desde el año 1920 hasta culminar más o menos los años treinta, se manifestó una actividad creadora entre la población de color en todas las expresiones artísticas. El punto clave de estas actividades fue el barrio Harlem en la ciudad de Nueva York. Entre los escritores sucedáneos a este movimiento se hallan Jean Toomer y Claude McKay, nacidos en Jamaica, que se pronunciaron escribiendo poesía y narrativa muy expresiva. Lo mismo se puede decir de los conocidos poetas Countee Cullen, Langston Hughes y Jesse B. Fueron a su manera creadores de auténticos símbolos de la existencia, en los guetos de la gente de color de una realidad urbana.

LOS AÑOS TREINTA DE LA GRAN DEPRESIÓN
El tumultoso brillo y sumado a esto el excesos del jazz” terminaron con el singular y catastrófico hundimiento de la bolsa en el año de 1929 que dio origen a la década airada de 1930. Se produjeron interesantes novelas neonaturalistas y de protesta social inspiradas por los rigores de la Gran Depresión. Desde 1930 a 1950 los novelistas Zora Neale Hurston y Arna Bontemps se ocuparon de modo realista de los aspectos sociales de su época. Los escritos de John Steinbeck, Premio Novel de literatura en 1962, expresan simplemente desesperación como Las uvas de la ira (1939). La lucha de clases es el tema que sirve de base a la obra más trascendental del prolífico John O´Hara, la novela Cita en Samarra (1935) de James Thomas Farrell y USA (1936) de John Dos Passos, están vestidas por la amargura y la ira. La intensidad de Thomas C. Wolfe en El Ángel que nos mira (1929), da cuenta del tormento personal, así como un optimismo mítico sobre ese país. Las intrigadas manifestaciones de las novelas de William Faulkner de ese tiempo, El ruido y la furia (1929), Santuario (1931) y El villorrio (1940), combinan magistralmente una oscura violencia y humor con su modo de ver de esa sociedad trágicamente convulsa del sur posterior a la  Guerra Civil. Este escritor le fue otorgado el Premio Novel de literatura en 1949, fue el mayor representante que mantuvo viva la escritura regional durante las tres décadas siguientes.

LA NARRATIVA SURGIDA A PARTIR DE LA II GUERRA MUNDIAL
Es conveniente que la literatura que surgió en el momento de la II guerra mundial se divida en dos grupos: la de los  escritores realistas-naturalistas y la que utilizaron el humor negro y una fantasía basada en el absurdo para mostrar el horror tecnológico de la guerra. Dos de las novelas más trascendentales de la segunda gue-rra mundial, contadas a partir del individuo a la restrictiva vida militar, fueron de aquí a la eternidad (1951) de James Jones y Los desnudos y los muertos (1948) de Norman Mailer. Hay que decir que las novelas sobre la II guerra parecían subrayar la individualidad, las novelas de las décadas siguientes continuaron esta tendencia. Escritores decididos a perpetuar su individualidad realizaron una amplia variedad de estilos como también una variedad de asun-tos. Entre los escritores más originales están Vladimir Naboko y Paul Bowles. El primero aunque nacido en Rusia, se convirtió en uno de los grandes escritores de la prosa de lengua inglesa. Sus novelas enmarcadas en el ambiente gringo, como Lolita (1955) y Pálido fuego (1962), escritas muchos años después de que se convirtiera en ciudadano estadounidense, son dos destacados ejemplos. Tanto la novela de Bowles, El cielo protector (1949), que rápida-mente en una exitosa novela, como las que le siguieron, Déjala que caiga (1952) y La casa de la araña (1955), están pobladas de personajes desencantados que escapan del convenci-onalismo y descubren la belleza, la pasión y la crueldad en los paisajes exóticos. La novela de la juventud rebelde, El guardián entre el centeno, de J.D. Salinger, es de sentido humo-rístico y establece observaciones suprema-mente agudas; a un sique siendo bastante popu-lar. Lo mismo sucede con Trampa veintidós (1961) de Joseph Heller, una descarnada sátira sobre la mentalidad militar de la II guerra mundial. Un escritor que también utilizo un estilo sardónico e imaginativo en sus críticas abiertas a la autoridad es Kurt Vonnegut. Basa con un estilo depurado sus varias innovadoras novelas, matadero cinco (1969), en sus experi-encias como prisionero en un campo de concentración nazi durante la guerra. Alter-nando con estilo surrealista ese ambiente y un planeta ficticio, encuentra una narrativa de muchos niveles que combina elementos de cien-cia ficción, un género que se hará popular en las décadas siguientes.
Entre los autores narrativitos de la posguerra que siguieron la tradición de Faulkner, denominada por algunos “gótica sureña” se encuentran Carson McCullers que se lo destaca ya que escribió El corazón es un cazador solitario (1940); Truman Capote, Otras veces, otros ámbitos (1948); Eudora Welty, El corazón de los Ponder (1954) y Flannery O’Connor, Los profetas (1960). Más conocido por su novela Todos los hombres del rey (1946), sobre una poderosa caracterización de un político sureño. Esta novela obtuvo el Premio Pulitzer; Rober Penn Warren fue también un destacado poeta, crítico e historiador de la literatura.
De los más destacados novelistas de finales del siglo XX, hay que nombrar a John Cheever y John Updike, comparten una forma bien pare-cida al abordar de un modo abiertamente satí-rico la existencia de la clase media alta de las afueras de las ciudades del noroeste del país. La trayectoria novelística de Cheever se extiende desde la relativamente bondadosa, Crónica de los Wapshot (1957), que es la narración sobre una familia excéntrica, hasta la desolada historia de la fratricida, Falconer (1977). Updike es por supuesto más conocido por sus libros, inicián-dose esa escritura en 1960, se trata de un joven que huye de la desilusión; dos de las series, Conejo es rico (1981) y Conejo descansa (1990) se ganaron el Premio Pulitzer. Otra excepcional crítica y maestra de la narración, Joyce Carol Oates, es una estupenda escritora prolífica y reconocida de las últimas décadas. Un jardín de delicias terrestres (1967) y Ellos (1969) son dos destacados ejemplos de su narrativa de interés gótico, un género que siguió con Bellefleur (1980).
Ese trascendental interés por la herencia étnica y su papel en la sociedad de esta nación ha caracterizado la obra de muchos escritores judí-os y de color. Al examinar a los primeros, unas veces con cierta desesperación y otras con humor, varios de estos escritores han hecho un cuerpo narrativo introspectivo a partir de la posguerra. El más destacado, Saul Bellow, escritor de Las aventuras de Augie March (1953) y Herzog (1964) con otras obras significativas, se le otorgó el Premio Novel de literatura en 1976. Otros autores judíos son Bernald Malamud Y Philip Roth. Novelas que desarrollo desde el momento de la gran depresión hasta el término de la segunda guerra mundial, cuestionando los prejuicios raciales. La sorprendente autobiografía Chico negro (1945) de Richard Wright, escrita de un modo realista, es una de las más intensas. Una indignación apasionada sobre la realidad de ser negro surge en El hombre invisible (1952) de Ralph Ellison, y en Ver y dilo en la montaña (1953) de James Baldwin. La extensa escritura regional continúo en la segunda parte del siglo XX. Baltimore fue engrosando el tema de las narraciones de la sorprendente Anne Tyler. Alice Walker, en una muy destacada novela. El color purpura (1982), que describe ese mundo de los campesinos de color del sur, descrito desde un punto de vista de mujeres por supuesto negras, varios novelistas han recreado el ambi-ente y vidas que conmueven a un amplio público, en este término hay que destacar Toni Morrison que escribió Ojos azules (1970) y la canción de Salomón (1977). Su novela Beloved (1987) obtuvo el premio Pulitzer y en 1993 le fue otorgado el Premio Novel de literatura.
              
LA POÉTICA DEL SIGLO XX
El sorprendente nacimiento de la revista Poetry (1912) gracia a la gran poeta y editora Harriet Monroe, fue un renacimiento de la poesía tras un largo periodo de decadencia. La primera fase de este renacer la represento el imaginismo, un movimiento comenzado por los poetas Amy Lowell y Ezra Pound que increíblemente revoluciono el estilo convirtiéndose en uno de los pilares de la poesía del siglo XX e influyendo abiertamente en la poesía europea y latinoamericana. Sin embargo, hubo otros dos tiempos en el renacer de comienzos de ese mismo siglo que se hicieron mucho más populares: la obra de un grupo de Illinois, en el que se destacaron poetas como Edgar Lee masters (antología del Spoon River (1915) y Carl Sandburg, poemas de Chicago (1915) y también los poemas de un grupo de Nueva Inglaterra, en el cual fue una figura importante Robert Frost. La obra de estos últimos dos fue considerada como la expresión auténtica del espíritu gringo. Alejada completamente de estos grupos pero a la vez muy popular e influyente Edna Saint.
La publicación de Tierra Baldía (1922), del poeta anglo-estadounidense T.S. Eliot, consti-tuyo un cambio radical. La tendencia al esoterismo en las formas, lenguaje y simbolismo se fue para arriba con los Cantos (1925 y 1960), de Ezra Pound. Tanto el primero como la segunda, por medio de su poética y de sus escritos críticos, ilustraron con una gran influ-encia en el acontecer de la poesía del siglo XX. Lo mismo paso de cierta manera con la obra poética de William C. Williams, sus cuarenta volúmenes de prosa y poesía, entre los cales esta Paterson (1946-1958).
Sobresalientes poetas que ejercitaron experi-mentos poéticos utilizando una imaginería compleja y muchas veces difícil, Har Crane, conocido por su poema épico El puente (1930), Wallace Stevens con El hombre de la guitarra azul (1937) y Marianne Moore con Poemas completos (1951). La inventiva obra de E.E Cummings, jugo increíblemente con las formas tipográficas y la imaginación auditiva.
Otros poetas que intercedieron por la poética fueron Jonh Robinson, Randal Jarrell y Archibald Macheish. La poesía contestataria de la generación Beat, comunica de modo directo,  con gran impacto y controversia. Muy diferente en cuanto al tono es la articulación de la tradición narrativa oral negra, que está estable-cida en la obra Maya Angelou y Theodore Roethke que utilizaron dos estilos, el primero una forma muy libre para las expresiones de tinte surrealista; y la otra una forma lírica  más sencilla pero entonada a un modo más racional de pensamiento. Con Robert Lowell empezó, en la década del cuarenta, lo que se ha establecido como un modo de poesía “confesional”, con referencias directas a las ansiedades personales. Ese es el caso de los poemas de Sylvia Plath, Ariel (1965) y Anne Sexton, Vive o muere (1967) que contiene imágenes de sufrimientos personales. Un nuevo impulso referente a la poética se manifestó desde finales de la década del sesenta, con proliferación de revistas y universidades que de cierta manera patrocinaron cursos de poesía realizados por poetas. Entre los referentes poetas contemporáneos que practi-caron una variedad de estilos se encuentran May Swenson, Robert Bly y Galway Kinnellare, que sobresalen por la imaginaria clara y definida, generalmente enmarcada por la observación detallada de la naturaleza. En contraste, James Merril utilizaba imágenes muy personales, y John Ashbery, con su complicada sintaxis, se hacen sus poemas para nada fácil de compren-der. Este último se ganó el Premio Pulitzer en el setenta y seis con su Autorretrato en un espejo convexo; a Merril se le otorgo el año siguiente con sus Divinas comedias. Mona Van Duyn, que también obtuvo el mismo galardón, se destaca por el calor, el ingenio y las emociones que establecen sus poemas sobre los padres e hijos, el matrimonio y el amor. 
   
SOBRE LOS ENSAYISTAS DEL SIGLO XX
Una visión de moto tradicional de Estados Unidos la realizaron historiadores como Charles Austin Beard y Mary Ritter Beard en la década de los veinte, posteriormente Sauel Eliot Morison y Henry Steele Commager en la década de los sesenta. Hay que destacar a Richard Hofstadter sus estudios sobre los efectos el conservadurismo. Algunos autores dedicados a la narrativa se ocuparon con una excelente visión sobre los aspectos históricos. Así, como Truman Capote hizo un relato muy estremecedor del asesinato de una familia de Kansas en A sangre fría (1966) y Norma Mailer describió con intensidad ciertos aspectos políticos radicales en Los ejercicios de la noche (1968).
A partir de los movimientos de derechos civiles, de las seguidas décadas de los cincuenta y sesenta respectivamente, sugieren escritores cuya obra revelaba ciertas experiencias de la gente de color. Entre ellos se hallaba el dramaturgo y poeta Arimi Baraka, con sus ensayos sobre las relaciones entre las diferentes razas. Eldrige Cleaver escribió Alma encadenada (1967), y el africanos líder nacionalista negro Malcom X escribió su autobiografía en la mitad de la década de los sesentas que tuvo una enorme repercusión, con la colaboración de Alex Haley, el cual les haría ser reconocidos como autor de Raíces (1976), un relato de envergadura algo ficticia de la historia de su familia desde los orígenes africanos hasta ese mismo año. Maya Angelou, poeta como novelista, escribió unas intensas memorias de su infancia sureña. Otros objetivos ensayos se escribieron a partir de la década de los sesenta sobre los desastres y los atropellos de la guerra del Vietnan, la contami-nación del medio ambiente y los derechos de las mujeres, los cuales se pueden destacar Mi lai 4 (1970), un excelente relato de la matanza de civiles vietnamitas por el ejército gringo en 1968, por esa clara razón el autor, Seymour M. Hesh, se le otorgó el Premio Politzer. El magistral reportaje de Michael Herr, Despachos de guerra (1977), hace referencia a la vida en Vietnam durante la guerra. Una obra pionera sobre el papel de las mujeres en la sociedad fue la mística de la feminidad (1963) de Betty Friedan, a la que les siguieron otros análisis de la misma trascendencia.
En lo referente de la crítica literaria hallamos H.L. Mecken durante la década de los veinte. Kenneth Burke y Robert Pen Warren fueron otro analistas destacados de la literatura más trascendental en la opinión pública fue, La imaginación liberal a principios de la década del cincuenta de Lionel Trilling. Amor y muerte en la novela de los sesenta de Lislie Fiedler, es otro de los clásicos de este género. Hablar de Edmund Wilson hay que decir que fue un destacado estudioso de lo que es en sí la literatura de esos años, fue además el teórico fundamental de la literatura del siglo XX. Muy cercano se encuentra Harold Bloom, docente de Yale, comprometido con el análisis radical de la literatura realizada en las diferentes épocas, tanto en Estados Unidos como en otros países.

ESCRITORES DEL SIGLO XVIII
BENJAMIN FRANKIN
Es reconocido por sus obras de orden la filosofía, de la política y con respecto a la ciencia, contribuyo de sobremanera con la guerra de independencia y luego con el gobierno federal.
Debido a los desacuerdos con James, Benjamin se vio casi obligado de abandonar Boston y se fue a Filadelfia en octubre de 1723. Alli tuvo la fortuna de conocer a sir William Keith, gobernador de ese estado, el personaje conven-ció a Franklin para que se fuera a Inglaterra a completar su formación como impresor y comprar el equipo necesario para fundar su propia imprenta, el joven no lo dudo y prefirió seguir su consejo y viajo a Londres en diciembre de 1724. Fácilmente hallo empleo en dos de las más destacadas imprentas londinen-ses, Palmer´s y Watt´s y al trabajar rápidamente tuvo dominio del asunto y por esa lógica razón comenzó a ser reconocido en los ambientes literarios y editoriales de Londres. En octubre del año 1726 retorno a Filadelfia y reanudo rápidamente su trabajo. Al transcurrir algo así como un año, con varios conocidos suyos, pudo organizar un grupo de debate llamado Junto, que más tarde se convertiría en la Sociedad Filosófica de Estados Unidos. En sep. de 1729 adquirió la Pennsylvania Gazzete, un semanario vulgar que convirtió en un serio diario entrete-nido e informativo con su estilo ingenioso y su excelente selección de noticias.
Este hombre de genio participo en varios proyectos públicos. En 1731 fundo lo que fue la primera biblioteca pública de la nación. Como también realizo el almanaque del buen Ricardo dos años más tarde bajo el seudónimo de Richard Saunders, este modesto almanaque tomo fama y con su saber práctico se fue ganando una influencia persuasiva en el carácter de los habitantes coloniales. Por el año de 1736 Franklin formo parte de la asamblea general de Pensilvania y al año siguiente se le hizo el nombramiento de la empresa de correos de ese estado, también organizo la primera corporación de seguros contra incendios de la ciudad y comenzó a emplear métodos para mejorar la pavimentación e iluminación de las calles. Siempre realizando experimentos a nivel ciento-fico, ideo sistemas para controlar el exceso humo de las chimeneas y por los años de 1744 invento a estufa de hierro, que producía más calor con menos combustible.
Invento de cierta manera la electricidad, a partir de la teoría de la botella de Leyden, definió la hipótesis de las tormentas eléctricas y sugirió un método efectivo para demostrarlo. Eso ayudo para la invención del pararrayos. Franklin tuvo gran influencia en la educación siendo determi-nantes sus escritos para la fundación en 1751 de la academia Filadelfia, que más tarde se conver-tiría en la Universidad de Pensilvania. Su plan de estudios modifico la educación formal de esa época, concedía primordialmente al estudio del inglés, las lenguas modernas, la literatura, las matemáticas y las ciencias. Al irse durante años a vivir en Francia, regreso 1785 a Filadelfia, donde al poco tiempo fue elegido como presidente del consejo ejecutivo (1785-1787). Pero su desempeño más impor-tante fue la redacción de cierta manera de la Constitución de Estados Unidos, como también instalo la abolición de la esclavitud. Dos meses después, el 17 de abril, pereció estando en su casa a los 84 años de edad.
Su fama literaria está establecida principalmente en su inacabada Autobiografía, considerada por la crítica el compendio de su existencia y su carácter creador.    
                      
THOMAS PAINE
Su nombre como creador, es reconocido por su desempeño en la filosofía y en la política anglo-americana, un ensayo titulado El sentido común ejerció una constante influencia durante la gue-rra de independencia. (1737-1809). Paine vino a la vida en el pequeño pueblo de Thetford en el año 1737 un 29 de enero. Al ser despedido del trabajo como funcionario de aduanas. Emigro a Filadelfia en el momento que contaba con cuarenta y siete años de edad, con cartas de recomendaciones de su amigo Benjamín Fran-kin, el representante de las colonias en ese momento, dirigió la revista Pennsylvania Magazzine y publico diferentes escritos en los que atacaba la esclavitud y defendía los derechos de la mujer. Su obra El sentido común apareció el 1 de enero de 1776; en ella se pronunciaba que las colonias no obtenían ninguna compensación del estado inglés, y su forma de explotar sus riquezas y cualquier análisis sensato concluiría con la necesidad de obtener la independencia del estado británico y establecer un gobierno republicano propio. Este tratado se constituyó en las fuentes en las que inspiraron los autores de la Declaración de independencia elaborada al poco tiempo.
Durante la guerra de independencia Paine escri-bió otras series de ensayos, La crisis norteame-ricana, que el propio George Washington im-puso como lectura obligada para sus tropas. El congreso lo nombro como secretario del comité de Asuntos Exteriores en 1778. Luego de perder su cargo a causa de intrigas y de una larga discusión política, paso a ser secretario de la asamblea de Pensilvania.
Peine en el momento que regreso de París en el año de 1787 publico los derechos del hombre, Reflexiones sobre la revolución francesa, una crítica de este acontecimiento. Su interesante apología de la Revolución Francesa provocó su persecución por las autoridades inglesas, lo que lo hizo volverse ir a Francia.
Estando en dicho país fue por consideración unánime nombrado como diputado de la Convención Nacional Francesa. Su ideología iba afín a la de los girondinos; no obstante, no voto a favor de la ejecución de Luis XVI, sino al contrario se mostró partidario del destierro. Esta actitud hizo la enemistad de Robespierre y por esa causa paso once meses encarcelado, hasta que fortuna para él por la ayuda del líder radical fue derrocado y después del golpe de estado de Termidor, recupero la liberta y fue a volver nombrado en la convención. En ese mismo año fue publicado la primera parte de su obra La edad de la razón; la segunda parte apareció  en 1795 y un fragmento de la tercera en 1807. Aunque siempre defendió al deísmo, las opini-ones de su libro fueron mal interpretadas como cercanas al ateísmo, lo que le hizo perder la mayoría de sus amistades. Desencantado de la vida política francesa se dedicó al estudio del mundo financiero hasta 1802, año que volvió a Estados Unidos en un barco puesto a su disposición por el presidente Thomas Jefferson. Retirado de la vida pública e ignorado en sus últimos años, murió el 8 de junio de 1809 en Nueva York.  

 ESCRITORES DEL SIGLO XIX      
EDGAR ALLAN POE       
Este ingenioso escritor desarrollo el cuento de terror y de misterio, como también la novela policial, siendo el pionero de esos dos géneros de la narrativa mundial (1808-1849) En la producción concerniente en cuanto a la poesía hay que destacar su impecable construcción de poemas, por su absoluto ritmo y temas obsesivos. En el Cuervo (1845), ya que en este texto expresa su abrumada melancolía y el presentimiento sobre el tema de la muerte. Su insistente ritmo y el sonido particularmente evidente en Las campanas (1849), un poema que vivencia los sonidos de los instrumentos metá-licos y El durmiente (1831), que produce como un estado de somnolencia. Lenore (1831) y “Annabel Lee” (1849) son elegías a la muerte de una bella joven. Su obra poética Nota de tal reflejo, la influencia de poetas ingleses como Milton, Keast, Shelley y Coleridge, como también su forma particular de sentido Romántico por lo oculto y lo diabólico, al estilo del poeta español Gustavo Adolfo Bécquer. Su trabajo como redactor consistió en gran parte en reseñar libros, escribiendo un significativo nú-mero de críticas, sus ensayos tuvieron reper-cusión en todo el planeta debido por sus sarcasmos, ingenio y explosión de pretensiones literarias; son altas valoraciones que han resistido el paso del tiempo situándose entre los mejores críticos literarios de Estados Unidos. Sus extremadas teorías sobre la naturaleza referente a la ficción y, en particular sus ensayos sobre el cuento, han tenido una influencia preponderante en otros escritores universales.
Poe ante todo quiso ser poeta, pero la necesidad económica y su estado de ebriedad lo envol-vieron tanto de cierta manera beneficiosa en el género de la prosa. Cierto o no que inventara el cuento, fue guíen de manera sorprendente inici-ara la novela policiaca. Supongo que el relato más trascendental fue el Escarabajo de oro (1843), que describe con propiedad la búsqueda de un tesoro enterrado. Los crímenes de la calle Morgue (1841), El misterio de Marie Roget (1843) y La carta robada (1844) están consi-derados por la crítica general como los prede-cedores de la moderna novela de misterio o policiaca.
Además de su cadenciosa soberbia construcción argumental, de la génesis de sus cuentos que sobresalen por la sordidez de su inventiva. Destacan La caída de la casa Usher (1839), en el que en tanto como el argumento como los personajes acentúan la penetrante melancolía de su atmósfera; El poso y el péndulo (1842) es un escalofriante relato de crueldad y tortura; en El corazón delator (1843) un maniaco asesino es impedido por su inconsciente a confesar su culpa, y El barril del amontillado (1846) viene siendo un relato estremecedor de vergüenza.                         
Sobre El cuervo: Poe el mismo se hace la siguiente pregunta, de qué modo y porque escri-bió El cuervo. El razona recordando en un increíble ensayo The philosophy of Composition, donde analizo o fingió hacerlo, la génesis y las diversas etapas de su labor. Así, desmonta, analítica (y sofisticadamente) la maquinaria del poema, no habría sido fruto de la inspiración o de la angustia, sino de un deliberado y prolijo cálculo de posibilidades y de resonancias.
Del mismo texto, para Annie: El disgusto, la náusea, el sufrimiento inteligente, cesaron con la fiebre/ que enloqueció mi mente/ con esa fiebre ”vida”/ que consumió mi mente. De todas las torturas/ la tortura más cruel, paso ya: la terrible/ tortura de la sed. Por el oscuro río, de una pasión sin fe. He bebido de un  agua, que aplaca toda sed. De agua que en tu seno/ dulces sones encierra, fluyendo de una fuente/ pocos pies bajo tierra/ de una fosa no lejos/ del nivel de la tierra. Y que jamás ninguno/ me diga insatisfecho, que mi cuarto es oscuro/  y que apretado mi lecho, que nadie durmió nunca/ en diferente lecho. De dormir, es preciso/ hacerlo en este lecho. Mi espíritu aquí halla/ blanduras deliciosas.
Del manuscrito Hallado en una botella: Un sentimiento que no puedo describir se apodero de mi alma, una sensación que no admite análisis, para que el aprendizaje  de otros tiempos resulte inadecuado y para la que, creo, ni el futuro me podrá dar la clave. Para una mente constituida como la mía, esta última consideración es un mal verdadero. Nunca, lo sé, nunca estaré satisfecho con la naturaleza de mis concepciones. Sin embargo, no debe sorprenderme que esas concepciones sean indefinidas, ya que tienen su origen en fuentes demasiado nuevas. Un nuevo sentido, una nueva entidad, se suma a mi alma.
Fragmentos de Los crímenes de la calle Morgue: el hombre que se arrojó sobre vos cuando entramos en esta calle, hace un cuarto de hora. Entonces recordé, en efecto, que un frutero, con un canasto de manzanas en la cabeza, poco a poco me tira al suelo al revolver la esquina de la calle de C…para penetrar en la arteria principal en que nos encontrábamos. Pero ¿pero qué rela-ción podía tener el frutero con Chantilly? No acertaba a explicarme
              
 NATHANIEL HAWTHORNE
Reconocido novelista de una visión única, cuyas obras muestran una profunda conciencia de los problemas éticos del pecado, el castigo y la expiación. Su exploración continua sobre estos temas se explica, a partir del conflicto que se produjo en su conciencia religiosa el papel represivo de sus antepasados del siglo XVII en casos como la persecución de los cuáqueros (sociedad de los amigos) y los procesos iniciados en 1692 contra la brujería en Salem (Massachusetts). Surgió a la vida un cuatro de julio de 1804, En Salen Massachusetts, desafor-tunadamente para él en el seno de una familia puritana. En el momento que recibió en el Bowdoin College en 1825, volvió a su ciudad natal y allí con la pasión requerida se dedicó a escribir, viviendo una experiencia de encon-trarse a sí mismo y aislado por completo de la comunidad. Su obra por esa obvia razón no tuvo un reconocimiento del público, su estilo enmarcado por esa soledad encontró el sentido gótico de su novela Fanshawe (1928) que la pudo financiar él mismo, al perder la razón quiso destruir todas las copias. Durante ese mismo tiempo escribió logrando excelentes artículos y cuentos breves en distintos diarios. Algunos de esos cuentos se pudieron recoger en Historias dos veces contadas (1837), un libro que aunque no tuvo un merecido éxito, le creo un nombre en la crítica. En esas primeras obras, en su mayoría apuntes históricos y como tam-bién cuentos alegóricos, principalmente centrados en conflictos morales y en los efectos del puritanismo en la Nueva Inglaterra colonial.
Sin poder vivir de lo que escribía, en 1839 comenzó a laborar como tasador en la aduana de Boston. Más tarde con impecable empuje volvió a escribir y publico una serie de apuntes sobre la historia Nueva Inglaterra, destinadas para los niños, que llevaban como título La silla del abuelo (1841). Ese mismo año muy decidido se unió a la sociedad comunal de la Granja Brook, cerca de Boston, queriendo conseguir una buena estabilidad económica que le permitiera contraer nupcias y poder dedicar gran parte del tiempo a la literatura. Pero todo le fallo debido a que el trabajo en la granja era demasiado extenuante y en solo seis meses tiro todo a la mierda y se fue a vivir solo a una pequeña casa de campo que un amigo le presto, estado en esa soledad en un día de sol, de paseo conoció a una bella muchacha de nombre Sophia Amelia Peabody de su mismo pueblo y enamorarse la pareja se fue a vivir a otro pueblo, Concord (Massachu-setts) en una vivienda con el nombre de Old Manse (vieja rectoría). Durante esos cuatro años que habitaron en dicha casa, Nathaniel escribió numerosos cuentos, que más tarde fueron publicados bajo el título de Musgo de una vieja rectoría (1846) entre los cuales se destacan El entierro de Roger Malvin, La hija de Rappacini y el joven Goodman Brown, en los que pone de manifiesto su preocupación de los defectos del orgullo y del pecado, a través de la alegoría y de la utilización del símbolo.
Con la necesidad de ganarse la vida, Harthorne se vio en la necesidad de volver a trabajar para el gobierno en el año de 846 como supervisor de la Casa de aduanas, pero fue echado debido a un cambio en sentido político. Al verse libre de presiones externas pudo escribir La letra escar-lata (1850), es una larga narración sobre una chica puritana adultera, Hester Prynne, que, dando muestra de gran lealtad, se niega a revelar el nombre de su amante. Siendo su obra maestra, y como uno de los clásicos de la  literatura de los Estados Unidos, se ve clara-mente la maestría narrativa de su autor como también la profundidad psicológica al describir los sentimientos de culpa que dominan a los seres humanos y la angustia despiadada que surgen en ellos como consecuencia.
En 1852 por razones desconocidas regresó a Concord, donde se dedicó a escribir la biografía de su amigo Franklin Pierce, quien llegara a ser presidente del país. Tras su elección, este amigo presidente lo recompenso con el cargo de cónsul en Liverpool, que mantuvo hasta 1857. Durante los dos años siguientes, vivió en Italia, donde hallo un interesante materia para su novela El fauno de mármol (1860), novela de integra estructura simbólica.
En ese mismo año que escribió dicha novela y a la víspera de la guerra civil de su nación, volvió a Estados Unidos. Su aislamiento político esta acentuado en la dedicatoria de Nuestro viejo hogar (1863) a Pierce, que había perdido popularidad por su apoyo a la esclavitud en el sur. Este gran escritor murió el diecinueve de mayo 1864, sin saberse en qué circunstancias en Plymouth (New Hampshire) pero fue enterrado en Concord. Se le publicaron póstumamente los siguientes libros: Los sentimientos de Felton o el elixir de la vida (1872), El romance de Dolliver (1876). El secreto del doctor Grism-hhawe (1883) y Los pasos ancestrales (1883), además de los Cuadernos americanos (1868), Cuadernos ingleses (1870) y cuadernos france-ses e italianos (1871).
Fragmentos de La letra escarlata: Me doy cuenta de que el momento en que cae la cabeza de un hombre no es precisamente el más agradable de su vida. Sin embargo, como la mayor parte de nuestras desgracias, incluso un suceso tan desagradable de su vida. Sin embargo, como la mayor parte de nuestras desgracias, incluso un suceso tan desagradable trae consigo sus pro-pios remedios y consuelos. Si el que lo sufre trata de sacar provecho del accidente que le ha sobrevenido. En mi caso particular, las razones para consolarme estaban muy a mano, y, en realidad, las había meditado largamente mucho antes de que fuera necesario aplicarlas. Dado el aburrimiento que desde este tiempo antes que me producía el desempeño de mi cargo y los vagos pensamientos de renunciar a él que me asaltaban después en cuando.

HERMAN MELVILLE
Este escritor se caracterizó por ser una de las figuras preponderantes de la historia de la literatura escrita en inglés. Su increíble exploración referente a los temas psicológicos y metafísicos influyo en otros autores literarios posteriores. A pesar que desgraciadamente sus obras en el completo olvido hasta la década del veinte del siglo XX, en el momento que su obra recibió por fin el merecimiento que merecía. (1819-1891) Nació en la ciudad de Nueva York, el 1 de agosto de 1819, al lado de una familia en decadencia. Al tener tan solo dieciocho años se embarcó rumbo a Liverpool en calidad de mozo de cabina. Al regresar a su patria laburo como docente y en 1841 realizó un viaje al mar del sur a bordo del ballenero Acushnet. Lo hizo durante dieciocho meses de travesía abandono el barco en las islas Marquesas y tuvo que vivir durante un mes entre caníbales. Tuvo la fortuna de po-der huir en un mercante australiano y desem-barco en el puerto de Papeete (Haiti), donde tuvo ciertos líos que le causaron pasar algún tiempo encarcelado. Luego trabajo desempe-ñando labores del campo y al querer cambiar viajo a Honolulú (Hawai), en esas islas se unió a una tripulación de la Marina gringa. Al regresar a Nueva York desde ese mismo momento empezó a escribir novelas a partir de sus aventuras por esos océanos, como tuvo la oportunidad de participar en la vida literaria de su ciudad y de Boston.
Sus cinco primeras novelas fueron de buen augurio ya que se le otorgaron una excelente popularidad. Typee (1846), Omoo (1847) y Mardi (1849) están ambientadas en islas de los Mares del Sur, mientras que La guerra blanda (1850) relata sus experiencias en el ejército. En el año 1850 decidió irse a vivir en una pequeña graja cerca de Pittsfield (Massachusetts), donde se le presento Nathaniel Hawthorne y su mujer con los cuales entablo una linda amistad, este escritor de cierta forma ejerció una gran influ-encia en Melville y que en un tiempo posterior le dedica su obra cumbre Moby Dick o la ballena blanca (1851). El tema central de esta novela es el conflicto entre el capitán Ahab, dueño del ballenero Pequod, y la enorme balle-na blanca que de un zarpazo le arranco las piernas al capitán a la altura de la rodilla. El capitán al quererse vengar, se lanza con toda su tripulación a una desesperada búsqueda de su enorme enemigo. La obra en sí sobrepasa en mucho la aventura y se convierte a la larga en una alegoría sobre el mal incomprensible representado por la ballena, un mamífero de gran tamaño de las enormes profundidades, que ataca y que destruye lo que se le cruza en su nadar, y también por el capitán Ahab que representa la maldad absurda y obstinada, que converge en una venganza personal y arrastra a la muerte inútil a muchos inocentes. La ambigüedad con que se juzgan el bien y el mal hace de esta novela una heredera de la Odisea de Homero, como también de la Divina Comedia de Dante.
Moby Dick no fue en esa época un éxito de ventas y la siguiente novela de este autor, Pierre o las ambigüedades (1852), una oscura explo-ración alegórica sobre la naturaleza del mal, fue un estrepitoso fracaso. Por estos tiempos de la modernidad, goza de cierta fama. Israel Potter (1855), se trata de una obra romántica, corrió la misma suerte que las dos primeras. En el libro Cuentos de Piazza (1856) están incluidos los cuentos más sobresalientes de Melville. Hay que estar especialmente Benito Cereno y Bartheby y el escribiente, así como los diez fragmentos descriptivos de las islas Galápagos, que llevan como título Las encantadas. La novela incon-clusa El timado (1857), ambientada en un vapor en el río Mississippi con una forma suprema-mente descriptiva, siendo una sátira del egoísmo y el materialismo del momento que fue escrita esta novela. Al estar completamente arruinado por un año tuvo que realizar el laburo como inspector de aduana en Nueva York. Algo después al abandonar el trabajo escribió varios volúmenes de poesía que los pudo publicar en esa misma época, que han sido a través del tiempo reconocidos. Entre estos figuran Aspectos de la guerra (1866) y Clarel (1870) poemas que describen con buenas tonalidades la historia de una peregrinación a tierra santa salpicada de tremendas odiseas y aventuras. Catorce años después escribió lo que le faltaba de la novela Billy Budd, marinero (1924), va siendo la historia de un joven grumete que representa la inocencia, dominado por un endu-recido y despiadado oficial que hace todo lo posible para que sufra. Melville pereció en la misma ciudad que lo había visto nacer, el 28 de septiembre de 1891, poco tiempo de completar Billy Budd. Esta magnífica obra se ha llevado al teatro, al cine y a la ópera (1951) por el compositor inglés Benjamin Britten.
             
               RALPH WALDO EMERSON
Realizo una obra dispendiosa en cuanto al ensayo y a la poesía, abordando a su manera la profundidad del pensamiento europeo (1803-1882). Nacido en Boston el 25 de mayo de 1803. Siete generaciones pasadas fueron pasto-res de la iglesia, como también su padre pastor de la Iglesia unitaria de la misma ciudad. En el momento que cumplió los dieciocho años se graduó de filosofía y teología en la universidad de Harvard y dio clases. Al tener veintinueve años renuncio a su cargo pastoral tras decir que había dejado de considerar la comunión como sacramento. El día de navidad de 1832 empezó una gira por Europa; en Inglaterra tuvo la gran suerte de conocer a escritores de la calidad de Coleridge, Carley, Worsworth. Su encuentro con el segundo se convirtió en el comienzo de una extensa amistad.
Al regresar a su país en el año de 1833, por idea propia se estableció en Concord (Massachu-setts). Empezó a ser docente, sus elocuentes discursos, sobre temas como filosofía de la historia, cultura humana, vida humana y sobre esa misma época, estaban basados en materiales de sus Diarios (publicados póstumamente en 1904 a 1914), observaciones y notas que realizo en el momento que fue estudiante en Harvard. Su declaración de creyente más detallada la reservo para su primer libro, Naturaleza (1836), está considerado como su obra más original, en la que brindaba la esencia de su poética del trascendentalismo, que viene siendo una síntesis entre la religiosidad puritana y el idealismo romántico.
Al pasar un año aplico estas ideas a los problemas de índole cultural e intelectuales en su discurso, El estudioso americano, pronun-ciado nada menos ante la sociedad de Harvard. Un segundo discurso, Discurso al College de Devinity, pronunciado en la universidad de Cambridge, levanto una increíble controversia por su ataque a la religión oficial y en una clara defensa de la experiencia religiosa intuitiva e independiente.
Su primer texto de Ensayos (1841) donde reúne sus conferencias más controversiales y famosas, entre las cuales se pueden destacar Autocon-fianza que es una muy buena teoría sobre el individualismo democrático. En ese tiempo escribió para The Dial, el diario del trascenden-talismo de Nueva Inglaterra. Seis años después logro publicar su primer libro de Poemas.
Volvió a salir de Estados Unidos, con el único compromiso de dar conferencias en Inglaterra, donde su amigo Carlyle lo recibió calurosa-mente y lo ayudo a conectarse con el mundo literario, en diferentes universidades dio confe-rencias sobre grandes personajes de la talla de Napoleón, Platón o Goethe, se editaron al poco tiempo en Hombres representativos (1850), una obra que da la historias de Héroes (1840). Este viaje le inspiro un libro del mismo renglón, Rasgos ingleses (1856). Sus Diarios íntimos, revelan de cierta manera su creciente interés por los asuntos nacionales y en ese momento de su regreso a su país abogó de sobremanera por la causa abolicionista, pronunciando muchas con-ferencias en contra de la esclavitud. El sentido de la vida (1869), que fueron ensayos sobre el poder, riqueza, destino y cultura; luego público un libro de poemas titulado Día de mayo y otros poemas (1867) un libro de ingenio poético que tiene una bella actitud de vida. Su reputación como escritor se amplió Sociedad y soledad (1870) también es una colección de confe-rencias, y en Parnaso (1874) reunió sus poemas preferidos. Otras obras son Cartas y objetivos sociales (1876) e Historia natural del intelecto (1893). Murió repentinamente en Concord el 27 de abril de 1882.
                        
WALT WHITMAN
Este es el segundo ensayo de su obra y de su vida que escribo. Este extraordinario poeta cuya razón de ser es denotar sobre la importancia  la unicidad de todos los seres humanos. Su valentía para romper con lo cánones de la poesía tradicional con una sensitiva poesía valiente y audaz.
Hablar de su libro póstumo Hojas de hierba, cuya razón de este supremo libro poético es como un tipo de verificación no hecha hasta entonces. Esta obra que alaba a la naturaleza misma, al cuerpo humano como dominio que glorifica los gozos de los sentidos en un sentido muy libre. En un largo prefacio, este autor con devoción saluda el advenimiento de una nueva literatura democrática acorde con el pueblo, fácil de comprender, afectuosa, potente y heroica, con la fuerza convincente de su magnetismo personal. Whitman estuvo intencionado fuerte-mente en ese modelo de poeta.
La edición de 1855 de Hojas de hierba contenía doce poemas sin título, escritos continuamente en versos largos y determinantes con una intención única, la de conmover a través de la esencia misma semejándose a la Biblia del rey Jacobo. Destaco Canto de sí mismo por su cosmogonía irradiante de belleza (este poema ha sido publicado como si fuera un libro único). La mejor traducción es sin duda la que hiciera el poeta español León Felipe, Esa suprema signi-ficancia es la visión de un yo simbólico enmarcado por una sensualidad que ama real-mente a todas las personas sin distinción de sexo. Los dormidos otro vuelo de la poesía visionario en que se ve simbolizada la existen-cia, la muerte y el nuevo resurgimiento.
Esta obra Wihtman, le agrego más poemas, la reviso como si fuera el símbolo perfecto de su propia vida. El poema para mi gusto de su nueva edición es El trasbordador de Brooklyn, en el cual el autor reúne a todos sus lectores del pasado y el futuro de un trasbordador marítimo. En la tercera edición se pueden encontrar poe-mas más alegóricos. Así, en La cuna que se mueve sin fin, un poema de una terrible música-lidad que viene siendo la misma voz de la naturaleza, revela a un niño (el futuro poeta). Hijos de Adán y Calamus, que afrontan de lleno los temas de la amistad y la sexualidad, hasta el punto que se puede pensar en la posibilidad de que Calamus estuviera inspirado en una relación homosexual del autor.
En Redobles de tambor (1865) hay que decir que fue añadida a la edición de Hojas de Hierba, aquí también se puede notar la preocupación del poeta por las consecuencias de la Guerra Civil gringa, y su esperanza de una rápida reconcilia-ción entre el Norte y el Sur. Secuela (1866) Cuando las lilas florecían en la puerta del patió, una gran elegía al asesinar al presidente Lin-coln, así como un poema mucho más conocido, Oh capitán, mi capitán. Otra obra de su autoria, Paso por la India (1871) está basada en una visión mística de unión de Oriente y Occidente.
En el año se 1881, por fin satisfecho con sus poemas, pero no dejo de publicar nuevas ediciones de Hojas de hierba hasta la versión final de 1892.
Durante la guerra de Secesión, Walt asistió personalmente y como espiritualmente a solda-dos heridos en un hospital militar del bando norteño en la ciudad de Washington. Continuo laburando para el gobierno hasta el momento que sufrió un ataque que le dejo como secuela un análisis parcial. Por esta causa decidió irse a vivir con su hermano George en Gamden (Nueva Yersey), hasta el año de 1884, año que adquirió su propia vivienda. En ella se dedicó a revisar y a escribir nuevos poemas que añadió a su obra cumbre, hasta su muerte. Durante ese corto periodo, también escribió obras en una elegante prosa, como los ensayos Perspectivas democráticas (1871) que son una muestra in-creíble de la teoría de la democracia, y casi seguidamente Días ejemplares (1882), contienen antiguos textos que escribiera sobre la guerra de Seseción y el asesinato del presidente Lincoln, como también varias notas sobre la naturaleza, escritas durante su vejez. Murió en su propia casa el 28 de marzo de 1892.
                 
WASHINGTON IRVING
Gran escritor de narrativa histórica, poesía y ensayos, siendo el primer estadounidense que gano una rápida fama en el mundo entero. Surgió en la vida en Nueva York un tres de abril de 1783. Luego de haber estudiado una excelente segundaria, estudió derecho en varias universidades privadas y luego de laborar en diferentes despachos de abogados, decidió viajar a Europa por su precario estado de salud. Estando en el viejo continente realizo trabajos de jurisprudencia pero esto le duró poco. A partir de 1802 empezó a colaborar con diferentes diarios de Nueva York con artículos satíricos. Las cartas al caballero Jonathan Oldstyle, como también varios artículos entre 1802 y 1808, le dieron sus primeros reconocimientos literarios. Al forman un grupo con sus hermanos William y Peter, como también su cuñado James Kirke. Juntos se atrevieron a escribir Salmagundi, varios poemas y ensayos satíricos sobre la sociedad neoyorquina, en el momento que escribió Historias de Nueva York, esas historias son casi retratos vivos sobre ciertos personajes y sobre todo a su personaje cómico, el erudito holandés- estadounidense Diedrich Knickerbocker, es además una sátira fantasiosa sobre la pedantería de los anticuarios y una crítica federalista.
Luego de que quebró económicamente en Liverpool, se puso a escribir de nuevo para ganarse la vida. Estando allá en ese país empezó a conocer personajes del medio local como Campbell, Scott, Moore y tantos otros con los cuales trabo una perdurable amistad. Con el seudónimo de Geoffrey crayón realizo los ensayos y los relatos reunidos en Libro de Apuntes (1820), su obra cumbre que fue muy bien recibida por la crítica de las dos naciones. Dos de sus cuentos, Rip Van Winkle y la leyenda de Sleepy Hollow, ambientada por los días en que Nueva York era colonia holandesa.
Desde 1826 y 1829 fue miembro del cuerpo diplomático de Gringolandia en Madrid, en este periodo de tiempo y en el momento que regreso a Londres, se atrevió a escribir varias obras históricas, de las cuales la más destacada por la crítica es historia de la vida y viajes de Cristóbal Colón (1828), y otra obra cuentos de la Alham-bra (1832), se trata de una serie de apuntes y relatos inspirados en su instancia, en 1829, en Granada 1832, tras una ausencia de más de 17 años, regreso a Estados Unidos, donde sus más allegados lo recibieron con todos los honores.
Cansado de todo decidió irse a vivir a una casa de campo que adquirió en el momento que se fue a Europa, donde murió el 28 de noviembre 1859. Sunnyside es en la actualidad museo histórico.
Otras obras para destacar son Bracebrige Hall (1822), Cuentos de un viajero (1824), Crónicas de la conquista de Granada (1829), Cuentos del antiguo Nueva York (1835). Oliver Goldsmith (1849) y Vida de Washington Iving (5 volúme-nes, 1855-1859).
              
JAMES FENIMORE COOPER
Este excelente escritor se destacó por sus nove-las, sus libros de viajes y de crítica social estadounidense. Sus relatos están cargados de narraciones ricas en acción y por su vida idealizada en bosques y montañas.
Nació en Burlington (Nueva Jersey), el 15 de sep.1789, pero creció en el pueblo de Coopers-town una pequeña ciudad en el interior del estado de Nueva York, fundada por su padre. Muchos de los conocimientos de la región están basados en sus experiencias con los originarios indígenas, de los bosques y de las montañas. Luego que estudiara tres años en la Universidad de Yale, se alisto en la Marina la cual abandono por motivos desconocidos, al poco tiempo contrajo matrimonio con Susan DeLancey, con la cual se dedicó a administrar durante varios años sus propiedades en el condado de Wetc-hester (Nueva York).
Cooper tan solo comenzó a escribir en el mo-mento que tenía treinta años, lo realizo como para demostrarle a su esposa que era capaz de escribir una novela mejor que la que le estaba leyendo, Precaución (1820), una novela supre-mamente convencional acerca de las costumbres británicas, que se asemeja a la obra de Jane Austen, claro paso desapercibido. Para su se-gúnda novela, eligió un tema más cercano a su existencia. Aunque se basa en otro modelo inglés, el Waverley de Walter Scott, El espía (1821) una historia que se desarrolla en su mismo estado durante la revolución contra los ingleses, esta si obtuvo un buen éxito. En el año de 1823 escribió Los pioneros, el primero de cinco relatos que se hicieron extremadamente populares, y que forman los  Leathestocking Tales. Los otro cuatro, El último mohicano (1826), La pradera (1827), El explorador (1840) y The Deerslayer (1841), continúan narrando las aventuras de los bosques del explorador Natty Bumppo, uno de los personajes más famosos de la literatura gringa. El piloto (1823) fue una serie de cuentos ambientados en el mar. Durante los siete años que permaneció fuera de su país como cónsul de Lyon en Francia, siguió escribiendo, y publico varias novelas, las cuales se hallan El bravo (1831), Los hermanos (1832) y El verdugo (1832), que forman una trilogía con un nexo común: el retrato del feudalismo en la Europa medieval.
Al volver a su país público Cartas a sus compatriotas (1834), uno de sus variados escritos de crítica social en los que ponía de manifiesto su actitud conservadora frente a la democracia. Las sátiras Los monikán (1835) y El demócrata americano (1838) continúan la misma línea. Se destacan sobre todo sus dos volúmenes la Crónica de Europa (1837-1838), en los cuales describe sus viajes por el extranjero.
Este autor paso los últimos años de su vida en Cooperstown, donde muy tranquilo siguió escribiendo tanto obras narrativas como ensa-yos, entre los cuales unos volúmenes de la historia de la navegación y la serie titulada Littlepage, compuesta por El deseo del diablo (1845), El encadenado (1845) y Los pieles rojas (1846), en las cuales narra la historia de varias generaciones de una familia del estado, y el efi-ciente enérgicamente la aristocracia basada en la propiedad de la tierra frente a la burguesía emergente industrial y financiera. Cooper pereció el 14 sep. de 1851 en Cooperstone, Nueva York.

 HARRIET BEECHER STOWE
Está muy buena escritora, deslumbro por su conocida novela La cabaña del tío Tom (1811-1852), esta es una severa denuncia de la esclavitud. Ella vino al mundo el 14 de junio de 1811 en Litchfield, Connecticut, hija del clericó liberal Lyman Beecher. Se casó con Calvin Ellis Stove un consumado luchador contra la escla-vitud. Su primer libro se trata de El Mayflower o Apuntes de escenas y personajes entre los descendientes de los pelegrinos (1843). En el momento que residía en Brunswick (Maine), escribió La cabaña del tío Tom. La novela se publicó por partes en un diario abolicionista, el National Era, en el año de 1852 se editó como libro.
Este libro en sí contribuyó a la cristalización de los sentimientos militantes contra la esclavitud en el Norte y acelero el desencadenamiento de la guerra Civil. Esta novela además posee una estructura irregular, pero está llena de sucesos dramáticos que atrapan poderosamente al lector. En 1853 publicó Claves de la cabaña del tío Tom, donde incluye una abrumadora cantidad de pruebas documentales para justificar su ata-que contra la esclavitud. Stowe volvió a la carga con Dred: Relato de gran pantano sombrío (1856), El galanteo del ministro (1859) es la más conocida de sus novelas románticas. También escribió relatos y una poesía para nada buena. Su reputación quedo gravemente dañada en Gran Bretaña tras publicar un artículo titulado La auténtica vida de Lord Byron, donde asegura que el poeta tuvo relaciones incestuosas con su hermana.
                    
EMILY DICKINSON
Una creadora de poesía que trata con cierta grandeza temas universales como el amor, la muerte y la inmortalidad (1830-1886). Dickin-son nació el diez de diciembre de 1830, en la pequeña población de Amherst (Massachusetts), Ella que fue desde muy niña activa y llena de vida se retiró por voluntad propia de la sociedad a los treinta años y el resto de su vida vivió como una ermitaña, manteniéndose contacto únicamente con amigos a través de sus enigma-ticas cartas. Las razones que tradicionalmente se ha hecho conocer es que le daban arrebatos románticos, se han cuestionado en el trascurso del tiempo. A partir de entonces hasta su muerte, ella escribió una poesía muy original. La primera figura literaria de ese tiempo al darse cuenta de su valía como poetisa fue el clericó escritor Thomas Higgison, que a pesar de reconocer su genio y ser su único mentor lite-rario y corresponsal le aconsejó las conven-ciones literarias de la época. Sin no publicar su obra poética ya que iba en contra de embargo, su otra amistad literaria, la novelista Helen Jackson, intento infructuosamente convencerla para que publicara un texto de poesía, y pesar de que en vida sólo llego a publicar siete poemas, después de su muerte se hallaron entre sus papeles por lo menos  dos mil poemas, algunos de los cuales solamente eran fragmentos. A partir de ese material, Higginson y Mabel Loomis Todd, una amiga de Amherst, editaron la primera selección de sus obras, Poemas (1890), que tuvo un gran éxito popular.
La mayoría de sus poemas están escritos con unas pocas combinaciones de versos yámbicos de tres o cuatro frases, en breves estrofas. Varios de los efectos de la rima empleando también rimas asonantes un recurso muy utilizado por poetas del siglo siguiente. Sus imágenes y metáforas derivan de una suprema observación de la naturaleza y de una imagi-nación a menudo tan juguetona en su pensamiento e ingeniosa en la expresión como la de los poetas metafísicos ingleses del siglo XVII. Las primeras ediciones trasgredieron su lenguaje ya que eliminaron su uso característico guiones que expresaban el ritmo y fuerza de su pensamiento.
La combinación de temas universales expre-sados con un intenso sentimiento personal y su utilización de formas de verso intimas confieren a su poesía lírica una franqueza mística compa-rable a la que se puede hallar en la obra de William Blake. Dickinson pereció el 15 de mayo de 1886. La edición completa de su poesía, con la puntuación y estilo tipográfico original, no se publicó sino hasta 1960, antes en 1958 se publicó una edición en tres volúmenes de su correspondencia.

MARK TWAIN
Uso por razones que no se conocen, cambio su nombre de Samuel Langhorne Clemens por el seudónimo de Mark Twain, que es con el que se conoce (1835-1910). Sus obras están caracterizadas por un inteligente sentido del humor de sentido en muchos casos de irreverencia, por un acentuado realismo en cuanto a los lugares donde se desarrollan sus historias y al lenguaje utilizado por sus particulares personajes, sobre todo por un profundo odio a la hipocresía y a la opresión.
Nació el 30 de noviembre de 1835 en Florida (Missouri). En el momento que contaba única-mente con cuatro años, su familia se trasladó a Hannibal (Missouri), donde el niño asistió a la escuela. Tras el fallecimiento de su padre, en 1847, fue aprendiz en dos imprentas y, en 1851, empezó a crear las planchas tipográficas y en  publicar notas en el periódico de su hermano, el Hannibal Journal. Al pasar el tiempo laburo en imprentas de Keokuk, Iowa, Nueva York, Filadelfia y otras ciudades y, después como timonero de un barco de vapor por el río Missi-ssippi hasta que la guerra civil hizo imposible la navegación. En el año 1861, se alisto por un breve periodo de tiempo en una compañía irregular de voluntarios de caballería del Ejercito Confederado. Hacia el final de ese año acompaño a su hermano al recién creado territorio de Nevada, donde probaron fortuna en las minas de plata. Después de un año empren-dió un trabajo como periodista en el Territorial Enterprise de la ciudad de Virginia (Nevada) y, en 1863, empezó a firmar sus artículos con su seudónimo de Mark Twain, una expresión utilizada por aquella época en el río Mississippi que significa dos brazas de profundidad (el calor mínimo para la buena navegación). De ahí se trasladó a San Francisco donde conoció a los escritores Artemus Ward y Bret Harte, que le animaron a continuar su trabajo. Al año sigui-ente retocó una historia que había escuchado en las minas de oro de california. A la vuelta de muy pocos meses, el autor y su cuento, La célebre rana saltarina del condado de las Calaveras, adquirieron una importante fama en todo el país.
En 1867, pronuncio conferencias en Nueva York, y gracias a sus ahorros viajo a Europa y Tierra Santa. Escribió de manera explícita estos viajes en Los inocentes en el extranjero (1869), un libro en que se burlaba de los aspectos del viejo continente que solían deslumbrar a los turistas gringos. En 1870 se casó con Olivia Langdon y, tras una pequeña estancia en Bu-ffalo (Nueva York), la pareja se decidió estable-cerse en Hatford (Connecticut). Entre esta ciudad y Quarry Farm, Nueva York, escribió la mayoría de sus mejores obras de las décadas de los setenta y ochenta de ese siglo. Una vida dura (1872) rememora sus experiencias como perio-dista y buscador de oro, mientras Las aventuras de Tom Sawyer (1876) describe la infancia a orillas del Mississippi. Un vagabundo en el extranjero (1980) narra un viaje a pie entre la Selva Negra, en Alemania, y los Alpes suizos. El príncipe y el mendigo (1882) un libro juvenil, basa su trama argumental en el intercambio de identidades en la Inglaterra de los Tudor. Vida en el Mississippi (1883) combina el recuerdo autobiográfico de sus experiencias como conductor del barco con una  visita al Mississippi veinte años después. Un yanqui en la corte de rey Arturo (1889) satiriza la opresión en Inglaterra feudal. Las aventuras de Huckleberry Finn (1884). Tom Sawyer, viene siendo la obra más conocida de Twain. Aunque repleta de humor y exuberante narrativa, no deja de denunciar los efectos de la crueldad humana. 
En el año 1884 fundó la editorial Charles L. Webster and Company, en la cual público nu-merosos libros, tantos suyos como de otros escritores, en los que estaban las Memorias, del general Ulysses S. Grant. Al pasar diez años una muy mala inversión en una imprenta automática lo endeudo prácticamente debiendo una suma impagable, por lo que realizó una gira de confe-rencias por varios lugares del globo para obtener fondos con los cuales pagarles a los acreedores y así poder salvar la imprenta. A su vuelta publicó Viajes alrededor del mundo siguiendo el ecuador (1897) resultado de ese viaje.
Sus obras de las décadas 90 y 1900 están alineadas por la amargura y un creciente pesi-mismo por el fracaso de los negocios y la muerte de su mujer y dos de sus hijas. La obra más destacada de esta época son Wilson (1894), una novela sobre un asesinato, que tiene como trasformado el racismo, y Recuerdos personales de Juana de Arco (1896), una biografía sentí-mental. Además escribió un libro de cuentos titulado El corruptor de Hadleyburg (1899) y Oración de guerra (1905), como también ensayos políticos, así como el manuscrito El extranjero misterioso y numerosas notas autobiográficas.
Este escritor hizo oír su protesta en un momento en que la vida en Estados Unidos estaba prácticamente dormida por el materialismo y la corrupción de la llamada edad dorada posterior a la guerra civil. Su obra estaba inspirada en los aspectos menos convencionales de su país, y marco el fin del dominio de los escritores procedentes del Este de esta literatura. Conside-rado por muchos como uno de los mejores escritores de la historia del país.

JACK LONDON 
Sobresaliente escritor que combino en su obra el más asiduo realismo en los sentimientos humanos y ese marcado pesimismo atribuido en sus obras. (1876-1916) John Griffith London llego a la vida en San Francisco hijo de un astrólogo ambulante, al que no tuvo la fortuna de conocer, y de una espiritista que se casó con John London, meses después del nacimiento del niño; de este padrastro, Jack tomo su apellido. Completo sus estudios de segundaria combinándolos con diversos trabajos. Entre 1897 y 1898 estuvo en Alaska, impulsado por la fiebre del oro. Antes había sido marino, pescador, e incluso contrabandista. De regreso a San Fran-cisco comenzó a escribir sus relatos basados sobre las experiencias acumuladas en todo ese tiempo. En 1900 publico esos relatos bajo el título de El hijo del lobo, que tuvo un éxito contundente. De esa misma forma alcanzo a publicar como algo así de cincuenta libros que le proporcionaron buenos ingresos que dilapidó en viajes y alcohol. Fue corresponsal de guerra y vivió dos matrimonios tormentosos. Se sui-cidó con una escopeta a los cuarenta años.
Sus ideas socialistas y siempre del lado de los trabajadores, London fue militante del partido comunista e incluso agitador político. Pero, autodidacta convenido, amante de los libros de Nietzsche le dieron a formular que el individuo debe alzarse frente a las masas y a las adver-sidades. Esta contradicción individualidad-co-lectividad está presente en la totalidad de su obra. Su tesis general es la que el ser humano no es bueno por naturaleza, y solamente los fuertes consiguen levantarse en la vida que es terriblemente dura; estos personajes son los que pongan los cimientos para una sociedad más igualitaria y justa.
Muchos de sus relatos, entre los que se destaca su obra maestra, La llamada de lo salvaje y de la naturaleza (1903). Describen la vuelta de un ser civilizado a su estado primitivo, y la lucha por la supervivencia. Su estilo, brutal, vivo y apa-sionante, le dio toda la popularidad fuera de su nación. Sus novelas se han traducido a muchas lenguas. Entre sus obras hay que destacar Los de abajo (1903), sobre la vida de los pobres en Londres; El lobo de mar (1904), una descriptiva novela como pescador de focas; Colmillo blanco (1906) Un libro demasiado pesimista sobre la crueldad, la hegemonía de los más fuertes y la lucha por la libertad. John Barleycorn (1913), un relato autobiográfico sobre su batalla personal contra el alcohol, Y el vagabundo de las estrellas (1915), una serie de historias relacionadas entre sí sobre el tema de la reencarnación.
          
HENRY JAMES
Extraordinario escritor de una narrativa magis-tral aúna la inocencia americana y la experiencia europea en una obra rica en intensidad y sicológicamente completa, fue expatriado (1843-1916). Henry, hermano menor del gran filósofo William james, llego a la vida el 15 de abril de 1843 en Nueva York. Tuvo la suerte de estudiar en ciudades como Nueva York, Londres, París y Ginebra. En el año de 1875, decidido se estableció en Londres obteniendo la nacionalidad inglesa. Recién cumplidos los veinte años comenzó a publicar sus primeros cuentos y artículos en revistas gringas. La obra de James está caracterizada por un ritmo lento y la descripción sutil de los personajes, más que por los incidentes de índole dramática los argumentos supremamente complicados. Sus novelas llena de tinte objetivo y psicológico, describen el mundo ocioso y afectado que conoció de cerca en el momento que habito en Europa.
En sus primeros relatos y novelas, este escritor manifiesta el impacto que la vieja cultura euro-pea causo en los americanos que habitaban o viajaban por Europa. El ejemplo de este periodo, escritos entre 1875 y 1881, son  Hudson (1876), El americano (1877), Daisy Miller (1879) y Retrato de una dama (1881). Luego exploró los tipos de costumbres del carácter inglés, como en La musa trágica (1890), Los despojos de Poynton (1897) y La edad ingrata (1899). En sus tres más grandes novelas, Las alas de la paloma (1902), Los embajadores (1903) y La copa dorada (1904), vuelve al tema del contraste entre las sociedades europeas y americanas. En general, el estilo de sus últimas obras es complejo, revelando oblicuamente los motivos y conducta de sus personajes por medio de sus conversaciones y a través de las observaciones minuciosamente que se hacen entre sí. A pesar de que el dialogo significativo es característico de su estilo literario, sus obras de teatro fracasaron, aunque varias de ellas fueron dramatizadas o llevadas al cine con éxito, incluyendo los de sus muchos relatos, Los papeles de Aspern (1888) y Otra vuelta de tuerca (1898), además de Washington Square (1888), una de sus novelas que obtuvi-eron más popularidad.
James pereció el 28 de febrero 1916, en su casa de campo de Rye, Sussex. Fue un escritor bastante prolífico ya que a lo largo de su existencia escribió veinte novelas, 111 relatos y 12 obras de teatro. Un destacado volumen de crítica literaria en el que pone de manifiesto su admiración por los novelistas George Eliot y Honoré de Balzac. La reputación de James como figura clave en las literaturas inglesa y gringa no llegó a consolidarse hasta la década de 1940. La detallada descripción de la vida interior de sus personajes lo convierte en uno de los precursores del monologo interior.              

LOS MEJORES ESCRITORES DE LA DECADA DE 1920
THOMAS C. WOLFE
Este gran autor de novelas, las cuales tuvieron un gran impacto entre los lectores de su generación (1900-1938). Llego al mundo en un pequeño pueblo llamado Asheville (Carolina del Norte, el tres de oct. De 1900. Luego de cursar la primaria como la segundaria en su pueblo natal, primeramente estudio en la Universidad de Carolina y luego se fue a Harvard. Al irse por una corta temporada a Londres trabajo como profesor de inglés y luego al irse a  Nueva York, estudio en la universidad de dicho nombre logrando terminar derecho, lo hizo de 1924 a 1930. Al comprender que eso no era lo suyo empezó a escribir su primera novela, El ángel que nos  mira (1930), resulto un gran éxito y supo que se podía dedicar a escribir. Esta primera obra, de contenido autobiográfico y marcada por una intensidad emocional que es prácticamente abrumadora, revela la influencia de estilo de los escritores gringos Theodoro Dreiser y Sinclar Lewis, así como también del escritor irlandés James Joyce. La segunda novela se titula Del tiempo y el rio (1935). Este ciclo de novelas autobiográficas se cierra con No se vuelve a casa (1940). El tema central de todas esas novelas es la búsqueda de valores eternos por parte del joven idealista. Sus escritos son de un supremo lirismo y su carácter expansivo, y se le ha comparado de cierta manera con el gran poeta Walt Whitman. Wolfe escribía apasionadamente unas novelas supre-mamente extensas que su editor, Maxwell Perkins, se veía obligado a cortarlas drástica-mente. A pesar que se le siguió leyendo y estudiando, su obra no fue tan popular entre los jóvenes de las siguientes generaciones.
Cabe resaltar además la colección de relatos De la muerte de la mañana (1935), Historias de una novela (1936), donde muestra de forma analítica sus propios métodos de composición, Las montañas de más allá (1941), que incluyen una novela completa y varios cuentos breves, Diario occidental (1951) y escribir y morir (1964), todas estas obras se publicaron muchísimos años después de su muerte. Pereció el 15 de sep. de 1938, en Baltimore (Maryland) de neumonía. 

WILLIAM FAULKNER
Este escritor está catalogado como uno de los mejores escritores del siglo pasado, famoso por haber escrito cerca de veinte novelas en las que retrato sabiamente el conflicto trágico entre el viejo y el nuevo sur de su nación (1897-1962). Fue el mayor de cuatro hermanos de una familia tradicional sureña, llego a la vida en New Albany (Mississippi) el 25 sep. De 1897 y creció en las cercanías de Oxford. En 1915 abandono el colegio, que detestaba, para trabajar en el banco de su abuelo. En el momento de la primera guerra mundial ingreso en las fuerzas aéreas canadienses sin llegar nunca a entrar en acción. A su vuelta ingresó como veterano en la Universidad de Mississippi, que al poco tiempo abandono para exclusiva-mente dedicarse a escribir viviendo de trabajos ocasionales.
En 1924 publicó por su cuenta El fauno de mármol, un libro de poemas para nada originales. Al año que siguió se fue a Nueva Orleans, donde encontró trabajo de periodista y conoció en esa función al escritor de cuentos Sherwood Anderson, que le ayudo a encontrar un editor para su primera novela, La paga de los soldados (1926), y le convenció para que escribiera acerca de la gente y los lugares que conocía más. Esa novela se manifiesta a partir de un soldado joven que regresa a casa después de la I guerra mundial, invalido física y mental-mente, como lo que padece es irreparable muere, luego de afectar a su familia y a sus amigos. Después de realizar un corto viaje por Europa, Faulkner regreso a su casa y comenzó a escribir una serie de novelas barrocas e inquietantes, ocurridas en el condado ficticio de Yoknapatawpha (inspirado en el condado de Lafayette), habitado por sus antepasados indige-nas, negros, oscuros ermitaños provincianos y groseros blancos pobres. En la primera de estas novelas, Sartoris (1929) caracterizo al coronel Sartoris como su propio bisabuelo, William Falkner, soldado, político, constructor ferroviario y escritor.
El año 1929 fue supremamente crucial para este escritor. A Sartoris le siguió El ruido y la furia, novela que inscribió su nombre en los andamiajes de la literatura. Tuvo la gran suerte de poderse casar con el amor de su infancia estelle Oldham, decidiendo establecer su vivienda y fijar su residencia literaria en el pequeño poblado de Oxford. Aunque sus libros recibieron buenas críticas, solo se vendió bien Santuario (1931). A pesar del sensacionalismo y brutalidad de la novela, se trata de una terrible violación, su trasfodo es la corrupción y la fuerza demoledora de la desilusión. Gracias al éxito del libro encontró trabajo como guionista en Hollywood, lo que un tiempo lo libro de escribir las novelas que su poderosa imaginación le podía dictar.  Faulkner sabía sacarles jugo a los lectores a partir de lo que escribía. Para crear una atmós-fera determinada, sus frases complejas y enreve-sadas se alargan durante más de una página y, jugando con el tiempo de la narración e inte-rrumpe el discurso narrativo con divagantes monólogos interiores. En el año de 1946, el crítico Malcolm Cowley, preocupado porque Faulkner era poco conocido y apreciado, publico The portable Faulkner, libro que reúne extractos de sus novelas en una secuencia cro-nológica, dando a la saga de Yoknapatawpha una nueva claridad y poniendo así el genio del escritor al alcance de una nueva generación de lectores. Esta novela casi experimental creó escuela y la literatura hispánica siguió labu-rando el género, como puede verse claramente en la obra del argentino-chileno Manuel Rojas y en los mexicanos Juan Rulfo o Carlos Fuentes. El hecho consiguiente de la guerra civil espa-ñola cayera de forma estúpida la censura sobre Faulkner, de cierta forma hizo que su obra, que había comenzado a traducirse a partir de la década del treinta, tardara en publicarse de nuevo, pero aun así muchos escritores tanto en el exilio como en España se pusieron a tomar su influencia, como Luis Martín Santos y, también es el mismo caso el de Juan Benet.
Las obras de este escritor que estuvieron por mucho tiempo fuera de las imprentas, comen-zaron a reeditarse ya no como una curiosidad regional sino como un escritor supremo que iba mucho más allá de las tribulaciones y conflictos en su tierra natal. Sus logros fueron reconocidos por críticos y como también por otros escritores, en 1962 se le otorgó el Premio Novel de litera-tura. Eso de cierta manera no le importó, y siguió escribiendo novelas y cuentos hasta su muerte en Oxford, el 6 de julio de 1962. Entre sus obras más características se hallan, Mientras agonizo (1930), Luz de agosto (1932), Absalom, Absalom (1936), Los invictos (1938), El villorio (1940), Desciende Moisés (1942), Intruso en el polvo (1948), Una fábula (1945, Premio Pulitzer de 1955), La ciudad (1957), La mansión (1959 y Los rateros (1962), también ganadora del Premio Pulitzer.
Fragmentos de Invictos:-Drusilla-dijo tía Luiise, no vas a volver mañana ni otro día- Voy a minar el puente para volarlo cuanto haya pasado el ejército- Dijo la prima Drusilla. Nadie sabe lo que harán entonces. Pero nosotros no tenemos la culpa- Dijo tía Louise. Esto lo han causado los propios yanquis: que carguen con la responsa-bilidad. Esos negros no son yanquis, madre- Dijo prima Drusilla, al menos abra una persona allí que tampoco lo sea- Miró a yaya- Cuatro contando a Byard y a Ringo. Tía Luise miro a yaya- No iras, Rosa. Lo prohíbo. Mi hermano John me lo agradecerá. Creo que iré- Dijo yaya. De todos modos tengo que recuperar la plata.

ERNRST HEMINWAY
Este escritor de cierta popularidad, cuyo estilo se manifiesta por los diálogos nítidos y lacó-nicos y por la descripción emocional sugerida. Su vida y tanto su obra ejercieron una constante influencia en los escritores gringos de su tiempo. Este escritor nació el 21 de julio de 1899 en Oak Park (Illinois), en el instituto de ese mismo nombre curso. Al terminar sus estudios se fue a Kansas donde laburo como de reportero, pero a los pocos meses se alistó como voluntario para conducir una ambulancia en Italia durante la primera guerra mundial. Por esos mismos días fue transferido al ejército italiano y resulto herido de gravedad. Al culminar la guerra fue corresponsal del Toronto Star hasta que se fue a vivir a París, donde los escritores exiliados Wzra pound y Gertrude Stein le animaron a escribir obras literarias. A partir del año veintisiete en curso de la guerra civil española, paso varias temporadas en Cayo Hueso (Key West, un cayo de la Florida). Regreso a España en el momento que estaba transcurriendo la guerra civil, como corres-ponsal de guerra, trabajo que también realizo durante la II guerra mundial. Más tarde fue corresponsal del ejército gringo. Aunque nunca fue un soldado, participo en varias batallas. Después de la guerra se estableció en Cuba, cerca de la Habana, y en 1960 en Ketchum (Idaho).
Hemingway utilizo sus experiencias de pesca-dor, de cazadas y su afición por las corridas de toros en sus obras. Su vida aventurera lo llevo varias veces a la puerta de la muerte, por ejemplo durante la guerra civil en España, en el momento que detonaron varias bombas en la habitación de su hotel; en la II guerra al chocar con un taxi durante los apagones de la bestial guerra; y 1954 en el momento que su avión se estrelló en África. Pereció en Ketchm el 2 de julio de 1961, disparándose un tiro con una escopeta.  
Este escritor había explorado temas como la impotencia y el fracaso, pero al final de la década del treinta empezó a poner de manifiesto su preocupación por los temas sociales. Tanto su novela Tener y no tener (1937) como su obra dramática La quinta columna, publicada en la quinta columna y los primeros cincuenta relatos (1938) condenan duramente las injusticias políticas y económicas. Dos de sus mejores relatos, la vida feliz de Francis Macomber y Las nieves de Kilimanjaro, forman parte de este último libro. En la novela por guíen hablan las campanas (1940), tratándose sobre su experiencia durante la Guerra Civil española, hace un intento para demostrar que la perdida de la libertad que en cualquier circunstancia es señal de que la libertad se halla en peligro en cualquier lugar. Durante la década siguiente, sus únicos escritos fueron Hombres en guerra (1942), que por sus propios medios publicó, y Al otro lado del río y entre los árboles (1950). En 1952 editó El viejo y el mar, una novela corta, convincente y heroica sobre un pescador cubano, por la que gano el Premio Pulitzer, casi al mismo tiempo se le otorgó el Premio Novel de literatura. Su última producción en vida fue Poemas completos (1960). Los libros que se publicaron después de su muerte fueron París era una fiesta (1964), es un preciso relato de sus primeros años en París y España; Enviado espe-cial (1967), que reúne sus artículos y reportajes periodísticos; Primeros artículos (1970); la novela del mar y islas en el golfo (1970), y la no terminada novela El jardín del edén (1968).
Fragmentos de El viejo y el mar: Ahora voy por las sardinas- dijo el muchacho. Cuando volvió el muchacho el viejo estaba dormido en la silla. El sol se estaba poniendo. El muchacho cogió la frazada del viejo de la cama y se la echó entre los hombros. Eran unos hombros extraños, todavía poderosos, aunque muy viejos, y el cuello también fuerte todavía, y las arruga no se veían tanto cuando el viejo estaba dormido y con la cabeza derribada hacia adelante. Su camisa había sido remendada tantas veces, que era como la vela y los remiendos descoloridos por el sol eran de varios tonos. La cabeza del viejo era sin embargo muy vieja y con los ojos cerrados no había vida en su rostro. El periódico yacía sobre sus rodillas y el peso de sus brazos lo sujetaba allí contra la brisa del atardecer. Estaba descalzo.

FRANCIS SCOTT FITZGERAL
El escritor sobresaliente por sus novelas y cuentos que personificó magistralmente el ambi-ente y costumbres de la década del veinte; periodo que denomino con el nombre: la edad del jazz. Vino a la vida el 24 sep. de 1896 en Saint Paul (Minnesota), y estudio en varios colegios católicos y de último en la Universidad de Princeton, ignorando de sobremanera esos estudios académicos ya que prefirió aprender leyendo, como también de escritores y críticos como Edmun Wilson, del que fue gran amigo toda su existencia. En el año de 1917 abandono Princeton para realizar el servicio militar y en los campos de entrenamiento reviso el primer borrador de su novela titulada en un principio El egoísmo romántico, que se publicó como A estelado del paraíso (1920). En ese momento que estuvo en el campamento en Alabama se enamoró de Zelda Sayre, de 18 años, que como Flapper (chica moderna de la década del veinte) arquetípica pasaría, al igual que él, a formar parte integral de su narrativa. Publicada dicha novela, con la cual todo una enorme ganancia y pudo casarse con Zelda, amante de lujo y de la alta sociedad. En esta novela, casi una autobi-ografía, la desilusionada juventud de la gene-ración de la posguerra vio reflejados sus sueños rotos y sus vidas vacías e indecisas. Hermosos y malditos (1922), una novela de costumbres que narra las ansiedades y disipaciones de una pareja de ricos, no resulta tan popular como la primera, pero sus relatos tuvieron un gran éxito y con ellos pago su estilo de vida extravagante y lujosa con Zelda. De los más de 150 cuentos que escribió, escogió 46 para reunirlos en cuatro libros; jovencitas y filósofos (1920), Cuentos de la edad del jazz (1922), Todos los hombres tristes (1926) y Toque de Diana (1935).
En el año de 1924 los Fitzgerald abandonaron su casa de Long Island para trasladarse a la rivera francesa. No regresaron de forma perma-nente después de pasar siete años. En cinco meses escribió El gran Gatsby (1925), una fábu-la sensible y satírica sobre la persecución del éxito y el colapso del sueño americano. Aunque se consideró su obra maestra, en ventas no tuvo el éxito que él esperaba acelerando así la desin-tegración de su vida personal. A pesar de la caída de Zelda en sentido de la locura, por esa razón la tuvieron que hospitalizar periódica-mente  hasta el día de su muerte, y de la suya en el alcoholismo, a pesar de esto continuó escribi-endo para revistas. Hasta el año de 1934 que apareció su cuarta novela, Suave en la noche, un relato apenas disfrazado, casi profesional, de su vida con Zelda. Su pobre acogida le condujo a su propia crisis, que narra en los ensayos, reunidos por Edmun Wilson, con el título de El crack-up (1945). Fitzgerald gracias a terapias logro recuperarse lo suficiente como para em-prender su trabajo como escritor, durante ese periodo se dedicó a escribir guiones de cine en Hollywood, tal experiencia lo condujo a escribir su última y más madura novela, El último magnate (1941). Aunque sin terminarla, debido a su muerte el 21 de diciembre de 1940 en Hollywood, la majestuosidad de esta novela llevo a los críticos a revalorizar su talento. Sobre esta novela Harold Pinter escribió el guión para la película que dirigió Elia Kazan en 1976.

GERTRUDE STEIN
Ella siendo una mujer de actitud y energía vital causo en París y en el mundo de los escritores un gran impacto, tanto por su abierta persona-lidad como por su papel de mecenas de las artes y su propia producción literaria. Nació en Allegheny (Pennsylvania), el tres de febrero de 1874. Realizo tanto sus estudios de primaria y segundaria en el Radcliffe College y luego en la facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins. En 1903 se vino a residir en la capital francesa donde vivió todos los restantes años de su existencia con su gran amiga, la escritora estadounidense Alice B. Toklas. Sus primeras obras sobresalientes fueron tres vidas (1908), un increíble estudio de tres mujeres, y Ser norteamericana (1925), una novela sobre la historia sociocultural de su propia familia. En las dos novelas desarrollo un estilo narrativo alejado de las convenciones, en el que la trama queda casi eliminada y emplea una prosa libre y radicalmente innovadora en lo que a sintaxis y a puntuación se refiere. Stein continuó experimentando con las posibilidades del lenguaje durante toda su vida. En Conferencias (1935), una colección de charlas pronunciadas durante una breve gira por su país, en 1934-1935, explica sorprendentemente algunas de sus teo-rías sobre la composición literaria.
Obras anteriores a la II guerra son Brotes tiernos (1951), un texto de poesía supremamente experimental; la novela Lucy Church Amiably (1930); la Autobiografía de Alice B. Toklas (1933), que es en realidad su propia autobio-grafía; Cuatro santos en tres actos (1934), una obra con partitura del compositor gringo Virgil Thomson y París, Francia (1940), una visión del país de adopción. En las guerras que he visto (1945) Stein relata su vida cotidiana en Francia bajo la ocupación nazi, mientras que en Brewsie y Willie (1946) es un agradable relato de los funcionarios gringos con los que tuvo amistad en París. Entre sus obras publicadas póstuma-mente figuran La madre de todos nosotros (1947), una ópera basada en la vida de Susan B. Anthony, con música de Virgil Thomson, Últimas óperas y dramas (1949) y Retratos (1951)
La casa de Gertrude Stein en París fue durante todo el tiempo que ella estuvo presente el punto de encuentro de escritores y artistas y donde por lo general se hacían tertulias a nivel literario, acudían casi a diario personajes del mundo de la literatura como Sherwood Anderson, Ernest Hemingway y Thornton Wilder directamente eran influenciados por Stein para que desarrollaran su propio estilo. Ella además fue una de los primeros mecenas de comienzos del siglo veinte y colaboro con empuje con los pintores cubistas como el propio Picasso, Matisse, Braque, con los cuales tuvo una linda y estrecha amistad. A partir de sus escritos y su representativa colección personal de las obras contempo-ráneas supremamente renovadoras, Stein supo llamar la atención de un amplio circulo de compradores y de críticos de arte a nivel mundial.
Pereció en París un día 27 de 1946. Sus archivos como documentos fueron legados a la Universidad de Yale, mientras que su colección de pinturas se dispersó entre diversos coleccio-nistas estadounidenses y en diferentes museos.

ZORA NEALE HURSTON
Se dedicó desde muy joven a escribir y al etnología, cuya la labor antropológica sobre su propia herencia racial, en un tiempo que la cultura de color no era campo de estudio muy ceñido a esa realidad, influyo con audacia con el renacimiento de los escritores de Harlem de la década de los treinta y en otros posteriores como Ralph Ellison, Alice Walker y Toni Morrison. Nació en Eatonville (Florida), y realizo estudios en las universidades de Howad, Barnard y Columbia, sus primeros años solo estuvo con negros, a la que volvió cuando términos sus estudios universitarios con el objetivo de hacer un completo estudio en el campo antropológico que determino su posterior creación literaria.
Esta increíble mujer negra recogió detalladamente el folklore de Jamaica y Haiti, donde se compenetro con el vudú, lo mismo hizo En las Bermudas, honduras y en algunos lugares de Sur América, escribió por ese entonces, Mulas y hombres (1935), uno de sus ensayos más desta-cados, esta basados en sus investigaciones sureñas. Su increíble y amplia producción literaria se halla novelas como La cabeza de Jonah (1934), Sus ojos venían de Dios (1937) y Seraph en Suwanee (1934), además de cuentos muy bien escritos, obras de teatro, artículos a nivel periodístico y su autobiografía, Marcas de polvo en el camino (1942). Como mujer integra fue miembro de la Sociedad Americana de folklore, de la Sociedad Americana de Antropo-logía, la Sociedad Americana de Etnología y de la Zeta Phi Beta. Recibió por su actitud de querer saber sobre su mundo que la rodeaba le fue concebida la beca Cuggenheim en 1936 y 1938 y recibió el título de Doctora en literatura por la universidad de Morgan en 1939. Murió miserablemente pobre y sin ser conocida por la comunidad literaria, sus obras como le sucedió a muchos tan solamente fue descubierta en la década de los setenta.

NORMAN MAILER
Uno de los escritores que alcanzo a existir la primera parte del siglo XXI, se dedicó tanto a la novela como al periodismo, se le recordará por encarnar la provocación y la experimentación literaria. Nació en Long Brach (Nueva Jersey), pero creció en el barrio neoyorquino de Brooklyn. Luego de acabar tanto sus estudios de primaria y segundaria, en 1939 comenzó sus estudios de Ingeniería Aeronáutica en la Universidad de Harvard, por ese mismo tiempo empezó su pasión por la literatura. En 1934 se alisto en la Armada y en 1948 continuó sus estudios en la Sorbona de París. Su paso por el ejército inspiro su primera novela, Los desnudos y los muertos (1948) es de carácter naturalista y está considerada por la crítica como una de las mejores novelas sobre la II guerra mundial. Mailer escribió además Costa bárbara (1951), El porqué de los ciervos (1955), Un sueño ameri-cano (1964) y ¿Por qué estamos en Vietnam? (1967) y Miami y el sitio de Chicago (1968). Este escritor en tanto en su ficción como también en sus ensayos se muestra suprema-mente crítico con lo que él considera el totalitarismo inherente a las estructuras de poder en Estados Unidos durante todo el siglo XX. Su novela Los ejércitos de la noche (1968, de una obra de estilo dramático, por la cual se le otorgó el premio Pulitzer), que narra las vivencias de Mailer hacia una marcha hacia el Pentágono en protesta por la guerra del Vietnan. En el año 1960 en el momento que la trayectoria literaria de Mailer se unió al llamado “nuevo perio-dismo”, una corriente que se caracterizaba por aplicar el sentimiento de la novela en los relatos de no ficción. Por esa misma época escribió Un fuego en la luna (1971), sobre la llegada del hombre a la luna; Prisioneros de sexo (1971) una crítica constructiva del feminismo militante; La canción del verdugo (1979), premio Pulitzer, donde continua con su estilo de las formas contemporáneas de la violencia, en este caso, a través del caso particular del asesino Gary Gilmore, primera víctima de la nueva legisla-ción gringa sobre la pena de muerte en el año 1977; Noche de la antigüedad (1983), la primera novela de un proyecto de trilogía sobre el Egipto faraónico; Los tipos duros no bailan (1984) una historia detectivesca que sería lleva-da al cine en 1987, El fantasma de Harlot (1991), una extensa novela sobre la CIA. En el año de 1996, publicó Oswld, se trata de un misterio americano, un volumen de ochocientas páginas sobre la biografía del presidente John F. Kennedy, convirtiéndose a partir de esta biografía en un distinguido biógrafo de personalidades de personajes de la talla de Pablo Picasso o Marilyn Monroe. Con la gran novela El Evangelio según el hijo (1977), intento, en pala-bra del autor, no ser piadoso ni satírico, si no ser comprensible para sí mismo aquello que Fulton Oursler llamó La historia más grande jamás contada. Este autor en la mayoría de sus obras expreso su amargura ante la sociedad y plasmo su filosofía liberal. También hizo de guionista, director y actor de películas. En sus últimas publicaciones hay que destacar los ensayos The Spooky Art (2003) y Porque estamos en la gue-rra (2003), así como la novela El castillo del bosque (2007), sobre la infancia de Adolf Hitler.
Norman Mailer pereció el 1º de nov. De 2007 en Nueva York.
                           
PAUL BOWLES
Se destacó por ser un gran escritor y además fue compositor, nacido en la ciudad de Nueva York (1910-1999). Antes de culminar la segundaria publico dos poemas surrealistas en Transition, una revista literaria francesa fue la que le publicó la mayoría de sus poemas, En Paris fue a una velada literaria donde conoció a la propietaria de la casa Gertrude Stein, quien de cierta manera lo desalentó en su deseo de ser escritor, regreso a Nueva York para estudiar con el compositor Aaraon Copland durante la década del treinta. En el curso de los veinte años siguientes Bowles se dedicó a escribir partituras para varios ballets, como también compuso la música para un gran número de películas y obras de teatro. En 1938 contrajo matrimonio con Jane Auer, autora de teatro y novelista y ella lo animo para que volviera a escribir y este escritor se puso en la tarea de realizar relatos y escribió también crítica musical, para el Heralt Tribune, entre los años de 1942 y 1945. En este último año público Un episodio distante.
En 1947 la pareja visito Maruecos y puso su casa en Tánger. La primera novela de Bowles, El cielo protector (1949), tuvo inmediatamente un éxito promisorio y fue llevada al cine por el director italiano Bernardo Bertolucci. A esta le continuaron las novelas Déjalo que caiga (1952) y La casa de araña (1955). En ellas, este escritor sitúa a sus personajes, originarios de Estados Unidos, en el paisaje el norte de África para realzar la creciente alienación de esos seres que sucumben en las drogas y la violencia y repre-sentan la disgregación de la vida personal en el mundo moderno. El diario de Tánger 1987 y 1989 ofrece una crónica de su vida en Marruecos. Fruto de sus diversos viajes por África es el libro de notas de viaje Cabezas verdes, manos azules (1963). Bowles ha publicado varios volúmenes de relatos, entre los que se destacan Delicada presa (1950), El tiempo de la amistad (1967) y Relatos comple-tos de Paul Bowles (1979), además libros de poesía y traducciones de cuentos africanos. Debe citarse además una vida llena de aprietos (1964), La tierra caliente (1966), Memorias de un nómada (1972), Misa de gallo (1981) y Dos al lado del estrecho (1990). Su producción como compositor incluye, entre otras obras, la ópera de tres actos Denmark Vesey (1937) y una obra sobre la vida de Federico García Lorca titulada Reliquia del viento (1943). En la década de los ochentas su obra fue revalorizada y se multipli-caron las traducciones y las ediciones de sus libros en todo el mundo.

JEROME DAVID SALINGER
Este buen escritor de cuentos y novelas con acento marcado juvenil. Nació en la ciudad de Nueva York en 1919. Se graduó en una acade-mia militar y luego asistió brevemente a dos universidades neoyorquinas. Ya había publicado algo así como veinte cuentos sin interés, cuando su novela El guardián entre el centeno (1951) le dio cierto éxito de escritor culto, y Holden Caulfield, el héroe de la novela, se convirtió en prototipo y modelo del adolescente rebelde, confuso y generoso que busca la verdad y la inocencia lejos del mundo falso de los adultos. Un canto a la juventud intenso y cercano que todos los jóvenes del mundo sintieron como propio. Curiosamente un libro pacifista, cuyo protagonista se convierte en el protector de muchachos más jóvenes y débiles, es el que llevaba en una de sus manos el individuo que asesino a John Lennon.
Otras obras de Salinger, que su temprano éxito literario se convirtió en una especie de ermitaño, con sus libros de relatos Nueve cuentos (1953), en los que ya aparecen los personajes de la saga familiar neoyorquina, judeo-irlandesa, los Glass, gentes brillantes y antiguas estrellas de progra-mas de radio, que protagonizaron muchos de sus libros, como Franny y Zooey (1961), Levantad carpinteros, y La vida maestra y Seymour: una introducción (ambas de 1963).
Así como la crítica fue unánime al alabar El guardián entre el centeno, con La saga de los Glass se dividió, unos consideraban que el estilo de Salinger se había hecho demasiado esotérico y que sus personajes dejaban ver superioridad y lejanía. Para otros en cambio, se trataba de personajes y situaciones límites que reflejan las tensiones y los conflictos más íntimos y pocas veces verbalizados.
                 
GARSON MCCULLRS
Gran escritora de novelas (1917-1967), nacida en Columbus (Georgia). De niña asistió a la Juilliar School y con el paso de los años a las universidades Columbia y Nueva York. En 1937 se casó con  Revees McCullrs. Su primera nove-la, aclamada por la crítica, fue El corazón de un cazador solitario (1940). A estas le siguieron otras dos novelas: Reflejo en un ojo dorado (1941) y Frankie y la loba (1946); las tres fueron llevadas al cine (1968, 1967, 1952, respectivamente). La última novela también fue una famosa adaptación teatral de Edward Albee, 1950. La propia autora hizo una adaptación teatral de esta misma novela en 1950. Lo demás de su obra está constituida por una colección de cuentos, La balada del café triste (1951); una obra de teatro llamada La raíz de las maravillas (1958); la novela El reloj sin manecillas (1961) y los artículos y poemas incluidos en el libro El corazón hipotecado (1971). Sus principales fuentes de inspiración parece que fueron su infancia allá en el sur del país y su atracción por los seres solitarios, inadaptados y proscritos. La maestría de esta escritora con que aborda estos temas hizo crearle la popularidad de persona sensible y compasiva.
             
TRUMAN CAPOTE
Este escritor de ensayos, cuentos y sobre todo de novelas, nació en Nueva Orleans (Lusiana). Curso sus estudios en el Trinity School y la St John’ s Academy. A los veintitrés años escribió su primera novela, Otras voces, otros ámbitos (1948), en la que relataba la búsqueda de identidad de un joven sureño. Hay que nombrar Un árbol de noche y otros cuentos (1949), El arpa de hierba (1951), Se oyen las musas (1956) y Desayuno en Tiffany´s (1958). Su novela más conocida es A sangre fría (1966), una novela consentido de documento que relata el asesino, sin motivo aparente, de los cuatro miembros de buna familia de Garden City, Kansas, llevada al cine en 1967 por Richard Brooks. Capote tam-bién es el escritor de una colección de ensayos con el nombre Música para camaleones (1980) y del guion para la música Casa de las flores (1954). Asimismo colaboro con la escenografía de la película La barba del diablo (1954). Su obra fue aclamada por la crítica por su virtuosismo técnico y la agudeza de sus observaciones. Capote pereció el 25 de agosto de 1984 en los Ángeles.

LA ESCRITORA DEL MISSISSIPPI
Eudora Welty reconocida escritora de relatos y novelas (1900-2001), nacida en Jackson (Mississippi). Situados la mayoría de sus cuentos y novelas en su estado natal que son en su mayoría sobre personajes excéntricos y a veces inclusive grotescos, a guienés esta escritora describe con humor y simpatía. Recrea además, muchas de las costumbres de los estados sure-ños, como ya lo había hecho Truman Capote o Flannery O´Connor, desde la forma de los diálogos hasta la mentalidad de sus gentes. Los primeros textos, los que la dieron a conocer, aparecieron inicialmente en la revista The New Yorker. Al sucederse el tiempo, 1980, se publicó una recopilación de sus cuentos. Entre sus novelas es conveniente citar Una boda en el delta (1946), El corazón de los Ponder (1954) y Batallas perdidas (1970). La hija del optimista (1969) se trata de la historia del retorno de una mujer al sur. Se le otorgó el premio Pulitzer. Sus ensayos de crítica literaria y sus reseñas de libros se publicaron en una colección que lleva el título de El ojo del relato (1979), mientras que la obra Los comienzo de un escritor (1984) constituye su autobiografía. Murió el 23 de julio 2001.

JOHN CHEEVER
Este escritor desde un principio se dedicó a rea-lizar relatos cortos que describen las ironías de la vida contemporánea (1912-1982), nació en Quinci (Massachusetts), fue expulsado por despelotado del colegio en el momento que tenía diecisiete años de edad. Esta experiencia le sirvió de inspiración para su primer cuento, Expelled, publicado en The New Republic en 1930. Durante la década de los treinta habito en Boston y Nueva York, trabajando en diversos empleos. Luego de estar en el ejército durante la segunda guerra mundial, regreso una vez más a Nueva York. Desde ese tiempo se dedicó a dar clases de composición literaria en diversos centros educativos (entre los cuales Barnard College, la universidad de Iowa y la prisión de Sing Sing) y a la escritura de guiones para tele-visión. Sus relatos son comedias sobre costumbres, sutil y elegantemente hechos, preocupados por el empobrecimiento espiritual y emocional de la clase media. Sus personajes por lo general son simbólicos, y las situaciones supremamente realistas y detalladas. Estos relatos publicados  en importantes revistas como The New Yorker, a partir del año treinta, se publicaron en varios libros: Como viven algunas personas (1943), La monstruosa radio (1954) El ladrón de Shady Hill (1958), El brigadier (1964), El mundo de las mananas(1973), La geometría del amor. La edición completa llamada Relatos de John Cheever (1978), por la cual se le otorgó el pre-mio Pulizer en 1979. Como novelista. Cheveer escribió Crónicas de los Wapshot (1975), El escándalo de los Wapshot (1864). Ambas nove-las narran la historia de una familia adinerada y excéntrica de Massachusetts, y amplían la temática abordada por este escritor en sus relatos. Sus novela las posteriores están basadas en cuestiones de la vida familiar Ocho más sobrias. Así, Buller Park (1969) narra la vida de una familia amenazada por la decidía de la violencia, mientras que Falconer (1977), narra las vicisitudes de un profesor universitario adicto a las drogas y encarcelado por fratricidio. La novela corta ¡Oh, esto parece el paraíso! (1982) supone la vuelta de Cheever a una visión de la vida contemporánea más alegre y esperan-zada. En el año de 1991 fueron publicados póstumamente, sus diarios.
                       
JOHN UPDIKE
Este buen escritor escribió durante su existencia novelas, cuentos, poemas y ensayos. Se destacó por su limpia prosa, que le sirvió para explorar las tenciones más escondidas de la clase media gringa. Sus personajes se hallan inmersos con frecuencia con crisis relacionadas con sus problemas familiares, con infidelidades de pareja o con la religión. (1932-1999). Llego al mundo Shillington (Pennsylvania). Luego de realizar sus estudios de segundaria, estudió en la Universidad de Harvard en Gambridge, Masa-chusetts. Fue editor de la publicación cómica Harvard Lampoon mientras estudiaba en dicha universidad, graduándose en 1954 en literatura inglesa. Se pasó más de un año estudiando en la Ruskin School of Drawing and fine art de la universidad de Oxford, en Londres.
Updike volvió a su país en 1955 para aceptar un laburo como colaborador de la revista The New Yorker. Permaneció trabajando dos años, al desesperanzarse regreso a Nueva York y luego al no encontrar nada para hacer se marchó a un pequeño poblado en Massachusetts donde apasionadamente escribió novelas y poesía. Su relación con la revista The New Yorker permaneció igual y muchos de sus cuentos, poemas y ensayos dieron a luz en la revista. A través que los críticos lo descubrieron le fue otorgado el premio National Medal of Arts en 1989.
Comenzó a vislumbrarse como poeta, su primera publicación fue el poemario La gallina de la carpintería (1958), luego su colección de Poemas (1953-1999). Updike también publico un sinnúmero de cuentos entre los que se encuentran los textos el libro de Bech (1970), una serie de narraciones que tienen como nexo de unión la figura de un escritor; Cofia en mí (1987) y lo que queda por vivir (1994) una antología de cuentos protagonizados por personas mayores en los que su habitual estilo sardónico le sirve para comprobar los peligros de querer recuperar el tiempo pasado. Los relatos del libro de Bech tuvieron su continu-ación en El regreso de Bech (1982) y Bech at bay (1998).
La hondura como crítico literario la puso de manifiesto en la colección titulada Alcanzado la orilla (1983). En el 2002 publico Sueños del golf, donde este escritor reunió varios escritos relacionados con el deporte.
Updike se destaco sobre todo por el género novelístico. Su primera novela, la feria del asilo (1959), que tiene como protagonistas a los habitantes de una residencia de ancianos, fue recibida por la crítica como algo muy bueno. En El centauro, que se le otorgó el Premio Nacional del libro, este escritor trasformo el centauro de la mitología griega, Guiron en un maestro de escuela de Pensilvania y lo utilizo como motivo autobiográfico para constatar sus relaciones con su padre, también docente. En torno a la granja (1965) es una corta pero motivada visión entre una realidad dividida entre el pasado y el presente, representados por la madre y la mujer del protagonista. Parejas (1968) describe abier-tamente la descripción de las situaciones de unos matrimonios de las afueras de la ciudad en la década de los sesenta.
Las obras narrativas de mayor trascendencia fueron Golpe de estado (1978), una novela que se desarrolló en un imaginario país africano; Las brujas de Eastwick (1984, llevada al cine en 1987), que vislumbro muchas críticas por la razón de ser antifeminista; Brasil (1994); La belleza de los lirios (1996) y Gertrudis y Claudio (2000) una novela en la que conviven la crítica de arte y la ficción literaria, y terrorista (2006) cuyo protagonista es un joven musulmán norteamericano que quiere convertirse en terrorista suicida.
Dentro de las obras de Updike ocupan un lugar destacado las novelas del “Conejo” (1960), Corre conejo (1960) es seguramente su novela más conocidas, narra la historia de un joven, Harry Conejo, al que le cuesta se sobremanera afrontar las dificultades de la vida.
                
BERNALD MALAMUD
Cuentista y novelista innovador en la literatura (1914-1986). Llego al mundo en barrio de Brooklyn en la ciudad de Nueva York. De niño curso en el City College y luego en la Uni-versidad de Columbia. Por el año 1961 fue docente en el Bennigton College. Su primera novela, El deportista nato (1952), se trata sobre una fantasía de una estrella de beisbol, la mayoría de las obras de este escritor, como el caso de su segunda novela, El dependiente (1957), se manifiestan con temas judíos y la mayoría de estas historias ocurren en el pobre barrio de Brooklyn donde el autor transcurrió su infancia. El hombre de Kíev (1966), novela por la que le dieron el premio Pulitzer, es un intenso relato de la existencia de un laburante judío ruso injustamente condenado a la cárcel; esta obra, basada en una historia real, es también una alegoría del Holocausto. Al igual que Los inquilinos (1971), donde se ven claramente las tenciones de la existencia a través del sufri-miento. Entre las novelas siguientes se reflejan el estrés producido en la ciudad, es el caso de Las vidas de Dublin (1979), sobre un escritor de biografías, y La gracia de Dios (1982). Sus relatos también son una mezcla de compasión hacia los judíos y humor corrosivo. Los cuentos de Malamud se recopilaron en El barril mágico (1958), Idiotas primero (1963), y El sombrero de Rembrandt (1971); en 1983 se publicó una recopilación de cuentos titulados Cuentos de Bernard Malamud. Imágenes de Fidelman (1969) una serie de narraciones satíricas, sobre un fracasado artista judío.

PHILIP ROTH
Excelente escritor representante del mundo judío de la novela norteamericana. Los escritos de Roth se manifiestan analizando con sutil humor las desesperanzas y las fantasías de los judíos gringos aunque de cierta manera también dibuja de una manera muy sarcástica a la clase media en general. (1933-2006) Nacido en Newark, después de cursar la primaria como la según-daria, estudió idiomas y literatura en las univer-sidades Bucknell y Chicago. Dicto clases de inglés en las universidades de Chicago y Iowa. Su primera novela Adiós, Colon (1959), que se trata sobre la vida de los judíos en ese país, se le otorgó el premio Nacional Book Award. El relato que origina el libro fue llevado al cine en 1966 como La huida, se desarrolla en un entorno diferente y viene siendo la historia de un joven catedrático judío que se debate entre la razón y los sentimientos. La novela Cuando ella era buena (1967) se trata sobre el cambio de comportamiento de una joven. El lamento de Pornoy (1969), libro muy leído por toda esa generación de esos años y a la vez controvertido que está narrado en forma de autobiografía, relata sensitivamente la vida sexual de Alexander Portnoy a través de su monólogo desde el diván de su psiquiatra. Las novelas El pecho (1972), y La gran novela americana (1974), esta última sobre el beisbol, suponen un cambio hacia la literatura fantástica, mientras que Mi vida como hombre (1975), señala de cierta manera a temas más introspectivos. Las novelas El escritor fantasma (1979), Zuckerman (1981), Lección de anatomía (1983) y Contravida (1986) relata la vida y carrera del escritor protagonista Nathan Zuckerman.
En el año de 1990 realizo la publicación de su novela Decepción, y tres años más tarde Operación Shuylok. Se volvió a ganar el premio Nacional del libro con la novela El teatro de Sabbath. Luego escribió Pastoral americana (1997), Me case con un comunista (1998) explora mágicamente la vida de tres individuos que fueron amigos durante la década del cincuenta y que sobrevivieron ante el movimi-ento anticomunista. La mancha humana (1999) hace una abierta reseña de un modo narrativo la persecución social que sufre un prestigioso do-cente al ser acusado injustamente de racista; fue filmada en el 2003 con Anthony Hopkins y Nicole Kidman en los papeles protagonistas. En 2002 publico el ensayo Shop Talk, que reúne diez con escritores e intelectuales de la talla de Milán Kundera o Primo Levi, entre otros, ade-más de textos propios sobre escritores que han influido en su obra. Roth siguió retratando la historia y la despiadada política estadounidense en La conjura contra América (2004) una novela de ficción muy particular que narra lo que hubiera sucedido si el famoso héroe de la aviación Charles Lindbergh hubiera derrotado a Franklin Doosevelt y hubiera firmado un pacto de no agresión con Hitler.
En 2006 como un preámbulo de su muerte, Roth publico una extraña novela Elegía que, tomando como punto de partida el funeral del propio protagonista, narra la vida de este marcando su obsesión por la muerte.

 ANNE TYLER
Escritora de un estilo sagaz y recursivo, sobre todo muy elogiada por sus agudas descripciones de la vida familiar de la clase media de su país. Sus personajes son en la mayoría supremamente corrientes que crea estrategias, limitadas pero efectivas, para enfrentarse con las tragedias y los trastornos de la vida cotidiana. Su novela Ejercicios respiratorios (1988) ganó el premio Pulitzer en 1989.
Llego a la vida en la pequeña ciudad de Minnea-polis (Minnesota). Por fortuna para ella su familia se mudó varias veces antes de instalarse en una comuna cualquiera en el momento que ella tenía siete años, y, en 1952, fueron a vivir a Raleigh, en Carolina del Norte. Estudió en la Duke Universidad con la suerte de conocer al novelista Reynolds Price con él cual estudio literatura americana, logro licenciarse en 1961. Al pasar dos años contrajo matrimonio con Taghi Mohammed Modarressi, un psiquiatra de origen iraní, y se trasladó con este a vivir McGill University de Montreal (Canadá) donde apasionadamente escribió sus dos primeras novelas, If Morning Ever Comes (1964) y The Tin Can Tree (1965). En 1967 se mudaron a Baltimore (Marylan) donde ella se dedicó de lleno a la escritura como también a sus dos hijas.
Las novelas de Anne Tyler suelen estar ambientadas en el territorio de Carolina del Norte campesino o en la ciudad de Baltimore, que prácticamente comenzó a reclamar como territorio literario propio con su cuarta novela, The Clock Winder (1972), se trata de una narración de una joven, que ha dejado por un año sus estudios universitarios, con la familia con la cual trabaja. El re cocimiento le llego con la sexta novela, Buscando a Caleb (1975), viene siendo el reconocimiento de cuatro generaciones de una familia de Baltimore que sirve de pretexto para explorar las necesidades del individuo. El turista accidental (1985), un individuo aprende a enfrentarse con la muerte repentina de su hijo. Los actores William Hurt y Geena Davis protagonizan la adaptación al cine que en 1988 realizo Lawrence Kasdan. La siguiente novela que publicó, Ejercicios respiratorios (1988), se trata de la narración de una pareja que trata de asumir la aparente falta de importancia de sus existencias. Tyler fue autora de otras muchas otras novelas que no se destacaron pero eso no quiere decir que no sean tan buenas como las otras, La navegación en el cielo (1974), La posesión (1977), El transito Morgan (1980), Reunión en el restaurante Nostalgia (1982), Casi un santo (1991), Lander of Years (1996), Cuando éramos mayores (2001), El matrimonio amateur (2002) o Propios y extraños. Murió de un  accidente automovilístico en el 2010.

ALICE MALSENIOR WALKER
Esta escritora de color de novela y poesía. La mayor parte de sus geniales obras retrata la vida de mujeres negras oprimidas y sumidas en la pobreza, a principios de este nuevo siglo, tema porque paso su niñez en una aldea con gente de color del profundo Sur campesino. Llego al mundo en Eatonton (Georgia), merecidamente obtuvo una beca para estudiar en la universidad de Atlanta y allí le surgió el compromiso de luchar por los derechos civiles que plasmaría, años más tarde en su obra Meridiam (1976). Luego al pasar dos años, concentradamente escribió la primera parte de su libro de poemas, Una vez (1968), en una semana, al regresar de un viaje por África (1964) donde había con su compromiso interno de tratar de hallar una patria espiritual. A su regreso se fue a vivir a Jackson (Mississippi), reanudando su actividad política. Su poesía de una manera íntegra explo-ra temas como el amor, el suicidio, los derechos humanos y África. Fue premiada con los dos grandes premios, El premio Nacional del Libro y Pulitzer por su obras más sobresaliente, la novela El color purpura (1982) la claridad de su lenguaje que pone de manifiesto la musicalidad, que ella misma define como Black folk english (negro popular inglés). Esta novela fue llevada a la cinematografía por Steven Spielgerg.
En la novela En posesión del secreto de la alegría (1992) la autora describe la ablación genital femenina, una mutilación ritual muy extendida en algunos lugares de África. La novela Por la luz de la sonrisa de mi padre (1998) tiene como protagonista a una familia de antropólogos que llega a la sierra Madre mexicana. Walker aborda en ella el mestizaje cultural y los efectos beneficiosos del amor y del sexo. Entre sus ensayos los más sobresalientes son en busca de los jardines de nuestras madres: prosa de mujeres y Lo que amamos es insalvable.
Se le considera una incansable activista de los movimientos pro derechos humanos; y de la causa de las mujeres de color a las que considera las auténticas heroínas de América.

TONI MORRISON
Reconocida escritora galardonada con el premio Novel. Su obra describe con audacia la existencia de la comunidad negra de su nación, especialmente de las mujeres. Sus grandes dotes de observación se combinan con un  espíritu compasivo y un lenguaje poético.
Morrison de nombre original Chloe Anthony Wofford, vino a la vida en Lorain (Ohio). Su infancia se manifestó durante la gran depresión en el seno de una familia humilde pero muy unida. Desde su infancia dio dotes de una gran inteligencia y en 1949 ingreso en la universidad de Howard, donde estuvo con un grupo de teatro universitario. En 1955 hizo un posgrado en literatura inglesa en la Universidad de Cornell; más tarde sería docente de las universidades de Texas y Howard. En ese momento conoció a su novio, Harold Morrison, un arquitecto jamai-cano. Al casarse tuvieron dos hijos, pero en 1964 se divorciaron.
Durante sus años como profesora en Howard, ella empezó a escribir narraciones, En 1964 dejo la enseñanza para trabajar como editora en la Randon house en Nueva York. En el primer año de la década de los setentas público su primera novela Ojos azules, que resultó ser una moti-vante revelación. En 1973 apareció en el mercado de los libros Sula y en 1977, La canción de Salomón. La isla de los caballos (1981) también tuvo una gran acogida, Las novelas del jazz (1992) y Paradise (1998), así como la recopilación de sus conferencias literarias gringas. Jugando en la oscuridad (1992) y En amor (2003) describe la vida y las relaciones amorosas en un hotel para gente de raza negra.

LOS MEJORES POETAS DEL SIGLO XX
EZRA POUND   
Destacado poeta vanguardista, crítico y tradu-ctor, que ejerció una mayúscula influencia sobre la cuestión de la poesía y la crítica en el idioma ingles a comienzos del siglo pasado (1885-1972).
Pound de nacimiento del 30 de oct. de 1885, en Hailey (Idaho), estudio en las universidades de Pensilvania, donde tuvo la oportunidad de hacer amistad W. C. Williams, y más tarde de Hamilton. En 1907 abandono Estados Unidos y de 1908 a 1930 habito en Londres, donde laburo como corresponsal para las vistas gringas Poetry y The Little Review. Pound insistió y en algunos casos edito las obras de T. S. Eliot, William Bulter Yeats, James Joyce y otros escritores vanguardistas que escribían en Inglaterra. Además fue uno de los primeros en estudiar y reconocer la amplitud de la poética de Robert Frost y de D, H. Lawrence. También difundió las teorías del movimiento literario que se conocería como imaginismo.
La buena imagen de Puund quedo establecida en Inglaterra nada más de publicar el libro de poesía Personae (1909). En 1920, se fue a vivir a parís donde al poco tiempo se convirtió en el líder de los escritores norteamericanos exiliados, entre los que se encontraban Gertrude Stein y Ernest Hemigway. Además para trabajar en la revista gringa The Dial, tradujo literatura del italiano, del chino, del japonés y del francés, como también escribió varios libros de crítica y poesía, entre ellos Hugh Selmyn Mauberly (1920). En el año de 1924 se estableció en Rapallo (Italia), donde siguió trabajando en Los cantos, obra poética comenzada en 1915. Durante la segunda guerra mundial difundió propaganda fascistas por la radio desde Roma a los estados Unidos. Fue arrestado por sus compatriotas en 1945 y declarado psicológicamente incapacitado para asistir a un juicio por traición, siendo introducido en un sanatorio mental en Washington. Puesto en libertad 1958, regreso a Italia, donde murió el 1 de nov. De 1972 en Venecia.
Los primeros fragmentos de la principal obra de Pound, Cantos, se publicaron por primera vez en 1925; la primera edición inglesa completa de todos los poemas que se fueron publicando y solo se lanzó hasta 1970 como Cantos de Ezra Pound, este escritor se inspiró en la filosofía de Confucio, la mitología griega y las teorías eco-nómicas y otras fuentes aparentemente distintas. En su esfuerzo por interpretar la historia de la cultura. Sus cartas como sus poemas completos se publicaron ambos en 1950, y sus ensayos literarios aparecieron 1954, y nueve años después se publicó Traducciones (1963).
Del poema de El jardín: Como un ovillo de hebras de seda estampado contra una pared/ ella bordea la tapia de un sendero de los jardines de Kensington/ y se va muriendo poco a poco de una especie de anemia emocional.
De Epitafios: Fui amada las colinas y las altas nubes,/¡ay! Murió por culpa del alcohol.
De Li Po: y también Li Po murió borracho./ Intento abrazar la luna/ en el río Amarillo.
De una estación del metro: La aparición de estos rostros en la multitud;/ pétalos sobre una rama negra y húmeda.

CARL SANDBURG
Este poeta de origen escandinavo, su biografía sobre Abraham Lincoln está considerada como una obra maestra (1878-1967).
Hijo de emigrantes suecos, Sandburg llego a la vida el 6 de enero de 1878 en Galesburg (Ilinois). Abandono la escuela a los trece años para trabajar como jornalero. Tras participar de la guerra entre España y Estados unidos (1898), regreso a Sandburg e ingreso en la Universidad de Lombard (hoy Knox). En el momento que tenía dieciséis años se fue a vivir a Chicago, donde inicia su carrera como escritor de poesía publicando el poema Chicago en la revista Poetry en 1914, con el cual ganó el premio Levinson. Los poemas de Chicago (1915) en los cuales emplea el verso libre y las técnicas del imagismo, consolido su reputación de realista preocupado por temas industriales.
Este poeta escribió editoriales en el Chicago Daily News de 1918-1933, época que realizo escritos poéticos como el libro Los desmotadores (1918), Humo y acero (1920) y Buenos días América (1928), en los cales expresa el optimismo por su país. Su poesía fue amplia-mente reconocida por su estilo impresionista y su vigor coloquial.
Su amplia fama como historiador se fundamenta en sus obras de gran sentido Abraham Lincoln: Los años de la pradera (2 volúmenes, 1928) y Abraham Lincoln: los años de la guerra 84 volúmenes, 1939; premio Pulitzer. Sandburg decía que las anteriores biografías le habían idealizado hasta el punto de caer en la irrealidad. También le fue bien como cantante de folk, recopilando muchas canciones viejas. En Una bolsa llena de canciones (1927). Otras obra de nivel poético son El fotógrafo Steichen (1920), memorial (1943), la novela La roca del recuerdo (1948), Poemas completos (1950, premio Pulitzer en 1951) y la autobiografías Siempre jóvenes y extraños (1952). También tuvo talento para los cuentos infantiles y escribió Relatos de Rootabaga (1922) y sus cartas escogidas se publicaron en 1968. Fue nombrado como miembro de la Academia Americana de las Artes y las Letras. Este poeta en su poética se le considera un representante de la llamada escuela de Chicago y con Walt Whitman preconizaban una poesía viril, realista y nacionalista.

ROBERT LEE FROST
Un gran poeta, que marco a toda una gene-ración. Nació en la ciudad de San Francisco, el 26 de marzo de 1874 y estudió en el Darhmounth College y en la universidad de Harvard derecho pero desistió para entrar en la facultad de letras, que no pudo culminar por la muerte de su padre, al no tener medios económicos desistió y se fue a Lawrence (Massachusetts) donde se ganó la vida como hilandero, zapatero, maestro rural, editor de un diario rural. Nunca dejó de escribir poesía y lo hacía inspirándose en la naturaleza.
En 1912 al tener una decepción amorosa se desesperó tanto que vendió su granja, abandono su puesto de docente en una escuela del condado y viajo en barco a Inglaterra. Al cambiar de vida tuvo otra actitud completa-mente diferente. Allí conoció a poetas consagrados como Edward Thomas, Lescelles Abercrombie y al joven poeta Rupert Brooke (desconocido por esa época) él gozo de la amis-tad de todos ellos y gracias a su ayuda logro publicar sus dos rimeros libros de poesía La voluntad de un chico (1913) y una serie de monólogos dramáticos agrupados bajo el título de Norte de Boston (1914). Su reconocimiento como poeta fue inmediato y en 1915 volvió a Estados Unidos descubriendo que su fama había llegado antes que él. Prosiguió escribiendo con más enjundia con crecientes expectativas que lo marcaron como un buen poeta, y vivió en diferentes granjas ayudando en las labores agrí-colas, una de esas tardes que andaba por el bosque se encontró con bella chica  de nombre Espayane Vidocq, con la cual quedo prendido para siempre. Al tomar en una granja una pequeña cabaña en Vermont, al pasar el tiempo fueron viajando aprovechando el tiempo él para escribir y dar clases de literatura en varias universidades. Entre sus textos poéticos hay que destacar Intervalos en las montañas (1916), El arroyo que fluye al oeste (1928), Una cordillera de más allá (1936), Máscara de la razón (1945) y En el calvero (1926). Este poeta en cuatro ocasiones recibió el premio Pulitzer; en 1961, fue invitado a leer uno de sus poemas en el acto oficial de la posesión de John F. Kennedy como presidente del país. Dos años más tarde pereció de repente en su lecho, siendo el 29 de febrero de 1963 en las cercanías de Boston.
La poesía de Robert Lee Frost es de estilo libre, haciendo hincapié en el entorno rural, reflejo el lenguaje de todas las regiones donde habito. A pesar de su sencillez temática, su obra en sí alcanza tal profundidad y una emoción bella-mente concebida.
             
EDNA SAINT VICENT MILLAY
Al querer averiguar sobre su vida y obra, casi no están registradas. Su obra se caracterizó de una forma impecable, por su dominio del verso tradicional y la expresión de hondas emociones. Nació en Rockland (Maine), realizo sus estudios en Vassar College. En 1917 publicó Renaci-miento y otros poemas, además, obras dramá-ticas muy conceptuales para el grupo experi-mental los Provibcentown Players, en las que destacar Aria da Capo (1919), una fantasía satírica sobre la guerra.
Millay escribió sobretodo poesía lírica: Unas cuantas cosas sobre los cardos (1920), Segundo abril (1921) y la balada de Harp Weaver (1922). Su obra posterior está enmarcada por una profunda conciencia social pero con menos fuerza lírica. El asesinato de Lidice (1942) es una balada escrita para la radio. Su estruendo- rosa agilidad para los sonetos se pone de manifiesto en Sonetos completos (1943). Lo expresado en su poética son de un matiz algo cris, por eso se le dio la fama de mujer nueva y mala.

THOMAS STEARNS ELIOT
Este increíble poeta, que también escribió crítica literaria y dramaturgia. Ingles nacido en Estados Unidos. Premio Novel de literatura y autor del famoso poema Tierra Baldía, una de las mayores obras poéticas del siglo XX. Sus grandes obras teatrales, basadas en el empleo coloquial del verso sin rima, intentan de cierta manera revivir el drama poético. Su método-logía en cuanto al análisis literario han tenido una marcada influencia en la crítica inglesa y estadounidense.
Eliot nació en Saint Louis (Missouri) en una distinguida familia de Nueva Inglaterra. Hijo de un impecable hombre de negocios y de una poetisa, estudio en las universidades de Harvard, La Sorbona y Oxford. En 1915 adquirió la nacionalidad inglesa y vivió en Londres. Entre 1915 y 1919 desempeño diferentes trabajos, incluyendo el de docente, empleado de la banca y subdirector de la revista literaria Egoist. Al conocer a Vivien Haigh-Wood se casó con ella, pero esta al tener un deterioro físico y mental rompió el matrimonio. En 1993 se filmó una película, Tom y Viv, basada en este primer matrimonio de Eliot.
Su primer poema que trascendió en los círculos literarios fue Canción de amor de J. Alfred Prufrock (1915). Su primer texto de poemas, Prufrock y otras observaciones (1917), empleo vivas imágenes de la vida urbana en contexto  de intensidad poética. Los poemas no poseen una forma fija o de un patrón regular, y la rima solo aparece repentinamente. Durante la década de los años veinte Eliot estableció opiniones muy delicadas sobre diversos temas literarios, religiosos y sociales. Su largo poema de cinco partes, Tierra Baldía (1922) viene siendo una obra erudita que expresa vivamente su idea de la esterilidad de la sociedad moderna en contraste con la sociedad del pasado, se convirtió en una convergencia de la humanidad. Eliot influyo de sobremanera en los principios de la crítica literaria escribiendo notables ensayos sobre los dramaturgos isabelinos, los poetas metafísicos ingleses y sobre el poeta italiano Dante. En su libro El bosque sagrado (1920) dijo de cierta forma que el crítico debe poseer un notable sentido histórico para juzgar la literatura desde una perspectiva rigurosa, y que el poeta debe ser completamente impersonal en el ejercicio creativo de su oficio. Como fundador y director de The Criterion entre 1922 y 1939, propor-ciono un foro para muchos escritores de trascendencia. Desde el año 1925 fue también director de la editorial Faber and Faber, donde reunió una lista de poetas que representaron el movimiento de la poesía británica. En su texto de ensayos Para Lancelot Andrewes (1928) expuso su posición de un clasicista en la literatura, un monárquico en la política y un anglocatólico en religión.
En la década de los treinta, la serenidad y humildad religiosa empezaron a ser primor-diales en su poesía sobre todo en Miércoles de ceniza (1930), La roca (1934) y su larga obra en verso, Asesinato en la catedral (1935), basada en el martirio de Santo Tomás Becket en el siglo XII. Cuatro cuartetos (1943) considerada por muchos como su obra más representativa de su carácter, expresa un trascendental sentido del tiempo en versos emotivos. Recibió el Premio Novel de literatura y la Orden del Mérito en el año de 1948, así como la medalla de la libertad de estados Unidos en 1964.
Su éxito como dramaturgo se fundamentó por el estreno de El cóctel (1949), comedia moderna de salón que analiza el tema de la salvación. Otras obras teatrales de tema religioso y moral son El secretario particular (1954) y El viejo estadista (1958). Se destaca también El libro practico de los gatos (1939), libro de poesía para infantes que fue adatado al teatro musical; las obras Sweeney Agonistes (1932) y Reunión de familia (1939), y los ensayos La idea de una sociedad cristiana (1940) y notas para la definición de la cultura (1948).  
 De muerte por el agua: Philebas el fenicio, hace dos semanas,/ Ovidio el grito de las gaviotas el hincharse del fondo del mar/ y la ganancia y la pérdida. Una corriente bajo el mar/ recogió sus huesos con susurros. Mientras se levantaba y caia/ cruzo las edades de su vejez y juventud/ entrando en el remolino gentil o judío/ Oh, tu, que das vuelta a la rueda y miras a todos lados/ considera a Phiebas, quien fue, en otro tiempo/ tan guapo y alto como tú.
Fragmentos de La tierra baldía: Pues vi con mis ojos a la Sibila colgando de una botella en Cumas, y cuando le dijeron ¿Qué quieres? Ella respondía: quiero morir.

MARIANNE CRAIG MOORE
Desde siempre estuvo entregada a la poesía (1887-1972), desde muy joven tuvo un interés por lo poético, se escapaba con un cuaderno debajo del brazo, y caminaba a través del campo y acostumbraba a sentarse sobre la verde grama a escribir poemas. Fue galardonada con el pre-mio Pulitzer. Nacío en Saint Louis (Missouri), y cursó sus estudios en el Bryn Mawr College. Laburo como editora para la revista The Dial durante cuatro años. En un principio fue miembro activa del imaginismo, pero más tarde se liberó de ese movimiento ya que empezó a desarrollar su propio estilo con estructuras rítmicas y como también su propia verificación, introduciendo referencias muy claras sobre una variedad de temas, su obra a la vez se volvió más descriptiva y reflexiva que lírica y dramá-tica, y en ella se ve ampliamente  y minuciosa-mente descripciones de paisajes, animales y objetos.
Su libro Poemas (1921) son poemas dedicados a ciertas cuestiones de la naturaleza; a este le siguieron Observaciones (1924), Poemas selectos (1935, con una bella introducción de T.S. Eliot), el pangolín y otros versos (1936), Que son los años (1941), Sin embargo (1944), Poemas completos (1951), El buey ártico (1964) y Dime, dime (1966). Sus excelentes traducciones del escritor francés Jean de la Fontaine se publicaron en 1954. En 1955- 1956 escribió Predilecciones, un largo ensayo sobre sus escritores favoritos, y su última obra se trata nada menos que  Páginas escogidas de Marianne Moore (1961).

JOHN ROBINSON JEFFERS
Este excelente poeta y dramaturgo, cuya obra, elocuente y enérgica, expresa su desdén por la sociedad humana, a la que consideraba conde-nada por su violencia y depravación.
Vino al mundo afortunadamente para él en la pequeña población de Pittusburgh (Penssylvania), Jeffeers al refugiarse en la biblioteca de su abuelo leyó y releyó a los clásicos y otros poetas como Walt Whilman. A pesar de que solamente lo atraía la literatura y sobre todo la poesía se pudo graduar en el Occidental Colegge y después obligado por su padre estu-dió medicina e ingeniería forestal que desecho toda actividad referente a esas carreras y se puso a manifestarse escribiendo. Yerffers y su familia vivieron completamente aislados en la costa montañosa de Monterey (California), hasta su muerte el 20 de enero de 1962 en Carmel.
Este poeta traslado al ambiente californiano de la época relatos bíblicos y clásicos. Su libro de poemas La torre más allá de la tragedia (basada en dos obras del escritor griego Esquilo), del texto Tomar y otros poemas (1924), está considerado como su más destacada obra. Otros libros que escribió algo después son El semental (1925), La mujer del Punto Sur (1927), Cawdor (1928), Querido Judas (1929) y El aterrizaje de Thurso (1932), En daré tu corazón a los halcones (1933) expresa su creencia en que, para sobrevivir, las personas deben trascender su humanidad adoptando la estolidez de las piedras o la soledad de los halcones.
A causa de su condicional veneración por los valores no humanos y su aislamiento de la segunda guerra mundial cayó en desgracia, sin embargo, su Medea (1946) resulto ser un gran éxito, sus últimos libros fueron El hacha de doble filo y otros poemas (1948) y Hungerfield y otros poemas (1954).

RANDALL JARREL
Siempre fue un poeta desconocido, tan solo se le conoció póstumamente (1914-1965) , nacido en Nashville (Tennessee) se destacó por sus ensayos críticos, sus libro para niños y sobre todo por sus poemas, Fue docente en varias universidades de su estado. La delicada y a menudo trágica poesía de Jarrel está recogida en Sangre para un extraño (1942) Amiguito, amiguito (1945) y Perdidas (1948). Su única novela, Imágenes de una institución (1954) trata narrativamente su experiencia docente en una universidad femenina “progresista”. Entre sus últimos textos poéticos se destacan La mujer del zoológico de Washington (1960) y Dulce melancolía (1963), el primero le otorgaron el premio Nacional del Libro. 

ROBERT LOWELL
Se destacó por su virtuosismo lírico, la riqueza de su lenguaje y su preocupación por un mundo ultrajado por la violencia de la guerra y por las cuestiones sociales. (1917-1977).
Era primo de destacados intelectuales de la talla de Amy, Percival, Albott Lowell. Nació en Boston, y cursó sus estudios en las univer-sidades de Harvard y en el Kenyon College, fue un anarquista consumado a que vivía renegando de todo, participo en varias protestas por lo cual fue varias veces enviado a prisión y más aún al negarse a alistarse en el ejército gringo para combatir en la II guerra mundial e internado en un hospital psiquiátrico. Al fugarse participo en campañas antibelicistas y en movimientos de las libertades civiles. Poseía una notable habilidad para expresar su poesía, y no le importaba el lugar donde pudiera trasmitirla, lo hacía en plazas, en parques, y en una ocasión en una iglesia por lo cual tuvo líos con el cura que  llamo a la policía. Murió al ser atropellado por un camión el 12 sep. de 1977 en una avenida de Nueva York.
Su primer texto de poesía, Tierra improbable (1944), refleja las dramáticas consecuencias de la II guerra mundial. En 1946 obtuvo el premio Pulitzer con El castillo de Lord Weary, que incluye su famoso poema Coloquio de Black Rock. El principal poema narrativo incluido en Los molinos de los Kavannaugh (1951) es algo así como una leyenda griega ambientada en su lugar y su época. En estudios indirecto (1959 reflejo su estado de ánimo angustiado. Posteriormente escribió poemas de carácter político, como Por los muertos de la unión (1864), Cerca del océano (1967). Otras obras de poesía dignas de mencionar son Imitaciones (1961) y El delfín (1973). Su trilogía teatral La antigua gloria (1965) es un estudio completo de la sociedad gringa. Lowell adaptó además los dramas griegos Fedra y Prometeo encadenado (1969).

SIIVIA PLAT
Fue una increíble poetisa y novelista (1832-1963), Llego al mundo en la ciudad de Bostón, y comenzó de niña a elaborar poesía eso hizo que viviera aislada del mundo de las conveniencias sociales. Con esa facilidad para desarrollar tanto lecturas como escritos y por hacer lo que le dictara la gana. Curso sus estudios en el prestigioso Smith College (Massachusetts) y los culmino en la universidad de Cambridge gracias a una beca Fulbright. Desde ese entonces sufrió de depresión crónica que la llevo trágicamente al suicidio en 1963. Escribió su primer libro titulado El coloso (1960) ponía ya  en evidencia la meticulosidad de su oficio y un estilo supremamente personal, y revelaba sobre todo su sensibilidad exacerbada. Ariel (1965) está considerado como su destacado libro de poemas. Al igual que su poesía posterior, publicada a título póstumo, refleja el ensimis-mamiento de la autora y la creciente objeción por la muerte. Poemas completos, que gano el premio Pulitzer en 1982, fue editado por su marido, el poeta británico Ted Hughes, en 1981. La novela La campana de cristal (1963), publicada con el seudónimo de Victoria Lewis, viene siendo el relato autobiográfico del colapso nervioso de un joven, un conmovedor testimonio de su propio derrumbamiento psíquico ali-mentado por una sucesión de fracasos sentí-mentales y por las complicadas relaciones que mantuvo con los hombres. Sus cartas a casa (1950-1963), que centran la correspondencia que mantuvo con su madre, ayudan a comprender sus fuentes de inspiración y su desesperación. Otras obras publicadas póstumamente son los poemarios Cruzando el agua (1971) y Árboles de invierno (1972) y la colección de cuentos Johnny y Panic y la Biblia de los sueños. En 1982 se publicaron sus Diarios.
De Los mensajeros ¿La palabra de un caracol en la haz de un hoja?/ No es mía, no la aceptes./¿Ácido acético en la lata precin-tada?/No lo aceptes. No es auténtico./ ¿Un anillo de oro y, dentro, el sol?/ Mentiras. Mentiras y un pesar./ Escarcha en una hoja. El impoluto/ caldero, que charla y que cruje/ Para sí en lo alto de cada/ uno de los negros Alpes./ Una inquietud por los espejos,/ el mar que hace añicos al suyo gris…/ Amor, amor: mi situa-ción. 
Un segmento de Ariel: Estasis en la oscuridad./ Luego, el chorro azul y sin sustancia/ del tolmo y de las lejanías. Leona de Dios/¡ cómo nos vamos uniendo,/ eje de talones y rodillas! El surco/ Se abre y pasa, hermano del arco marrón/ del cuello que no alcanzo atrapar./ Bayas con ojos/ de raza negra/ arrojan oscuros anzuelos…/ Negras y dulces bocanadas de sangre,/ sombras/ algo distinto/ me trasporta por los aires…/ muslos, cabello; escamas que se desprenden de mis talones.
De La rival: La luna, si sonriera, se te parecería./ Das la misma impresión/ de cosa bella, pero que aniquila,/ Ambas son grandes tomadoras de luz./ Su boca de O se aflige por el mundo, la tuya se queda indiferente,/ y tu primer don es el de trocarlo todo en piedra./ Me despierto en un mausoleo, está aquí,/ tamborileando con los dedos en la mesa de mármol, buscado cigarrillos,/ con rencor de mujer, pero sin tantos nervios,/ muriéndote por decir algo que no admita respuesta.
De Invernando: Éste es el tiempo fácil: no hay faena./ He hecho funcionar el extractor de comadrona,/ tengo miel, seis tarros de miel,/ seis ojos de gato en la bodega.  Que invernan en una oscuridad sin ventanas,/ en el corazón de la casa,/ junto a la compota rancia del inquilino interior/ y las botellas de destellos vacíos:/ ginebra de Sir Fulano. / Está en la habitación que nunca he estado./ Está en la habitación cuyo aire nunca pude respirar./ Se arracimaba en ella la negrura, igual que un murciélago,/ sin otra luz/ que de la linterna y se vuelve tenue.  

LA GENERACIÓN BEAT
A esta generación comienza en el comienzo de la década del cincuenta, momento en que se conocieron Jack Kerouc, William S. Bukowski y Román Guberg, los cuatro comenzaron a com-partir experiencias predominantes que marcaron a cada uno de ellos. Luego de separarse siguieron comunicándose por correo, sus cartas dan señas de quererse contar todo, de compartir experiencias disimiles y semejantes. Además de cierta manera se ayudaron fomentando el hecho de escribir. Ellos marcaron toda una época de rebeldía juvenil, viajes, drogas y otras tantas cosas que están fielmente descritas en sus libros.
Obras que iban al ritmo de jazz y del blues, de circunstancias decisivas para su propia existencia ya que no dejaron de vivir nada.
Kack Keroac escribió: En el camino, los subte-rráneos, Los Vagabundos del Dharma; Willian S. Burrosghs: Yonquí, El almuerzo desnudo y Queer; Charles Bukowski: Escrito de un viaje indecente, La máquina de follar y Erecciones, eyaculaciones, exhibiciones; y  Román Gubern: Historias del cine.
         
SOBRE WILLIAM S. BURROUGHS
Bill Burroughs y yo nos conocimos en la navidad de 1944, y desde principios de los años cincuenta nos une una profundad amistad. Siempre lo he respetado por ser mayor y más sensato que yo, y durante los primeros años de nuestra relación no podía comprender por qué me trataba con tanta consideración. El paso del tiempo, y las profundas alteraciones que trajo a nuestras vida, tuve que permanecer recluido en un loquero, y él viajo y sufrió una terrible tragedia personal, confirmaron mi situación de que era supremamente tímido, y lo animé a escribir más prosa. Para entonces, tanto como Kerouac como yo consideramos que nuestro destino era el de ser escritores, poetas, pero Bill se mostraba reacio a compartir estos sueños tan extravagantes. De todos modos, al contestar a mis cartas me enviaba capítulos de Yonqui, al principio para hacerme participe de anécdotas que consideraba curiosas, aunque para mi emocionada sorpresa, no tardó en acariciar la idea de convertir aquellos fragmentos en el embrión de un libro, de una narrativa sobre el tema de la droga. Así pues, la mayor parte del original me llegó fragmentariamente por correo, a veces a casa de mis padres en Paterson, New Jersey. Pensaba que animaba a Bill a escribir. Pero ahora se me ocurre que el pretendía al enviarme aquellos fragmentos de su libro era levantarme la moral y procurar que no perdiera el contacto activo con el mundo, pues me había ido a vivir al campo, a casa de mis padres, tras pasar ocho meses en un sanatorio mental como consecuencias de mis enfrentamientos con la ley mientras esto ocurría hace cerca de cuarto de siglo, no recuerdo la estructura de nuestra correspondencia, que continuo durante años, de continente a continente y de costa a costa, gracias a la ayahuasca, Queer (cuando escribo estas líneas todavía sin publicar) y buena parte del Almuerzo desnudo. Por desgracia, obedeciendo los impulsos de su innata timidez. Burrougghs ha destruido muchas de sus epís-tolas personales de mediados de los años cincuenta, que le devolví y le pedí que conservara, quizá por tratarse de misivas en la que manifiesta una natural bastante más afectuoso de lo que gusta demostrar en público. Bien, el caso que esa encantadora faceta del carácter de por lo demás invisible inspector Lee ha desaparecido para siempre tras el férreo telón de la autocensura literaria.
 Allen Ginsberg, 19 de sep. de 1976, Nueva York. Para la sociedad biempensante norteamericana de la década del cincuenta del pasado siglo los beats eran un grupo de jóvenes antisociales, de bichos raros. Y, dentro de este grupo, William siempre fue el bicho más raro. Procedía de una familia acomodada, vestía con traje y corbata, tenía más pinta de empleado de banca que de rebelde e incluso de joven ya parecía un señor mayor. Pero este aspecto recatado no más que era una fachada, porque él fue el más radical de los beats, el que más se asomó al abismo. Mientras los demás consu-mían alcohol y mariguana, él se sumergió en el submundo de la heroína y experimento con los alucinógenos, que solo en las décadas posteriores se popularizarían entre hippies y psicodé-licos. Yonqui, su primera incursión en el tema de la adicción, es un retrato visceral del universo de la heroína. El almuerzo desnudo insiste en el tema, pero da un radical paso de gigante y se adentra en la vivencia interior de la acción, en un mundo entre la realidad y la pesadilla donde reina la subversión, el sexo adquiere proporciones de orgia demoledora y la literatura deviene experimentación, alucinación, delirio. Y es lo decía el autor al final de Yonqui: colocarse es ver las cosas desde un ángulo especial. En Queer de la misma forma aparece la droga, aquí esta búsqueda casi épica de la ayahuasca (yage), pero el eje es el sexo y la homosexualidad se convierte en liberadora trasgreción.
Burroughs hay que considerarlo también como un auténtico poeta. Una página de su prosa es tan densa en imágenes como cualquiera de Saint-John Perse o Rimbaud, según Allen Gins-berg, Burroughs es el único escritor gringo que posiblemente estuvo poseído por el genio, Él convierte la aguja hipodérmica en un microscopio, a través el cual puede examinar el alma del ser humano bajo el capitalismo del pasado siglo.

JACK KEROUAC
Este escritor llego al mundo en Lowell (Massachusetts) en nov 25 de 1922, estudió en la Universidad de Columbia, en la Universidad de Nueva York. En esa ciudad conoció Allen Ginsberg y a William S. Burroughs. Publico su primera novela, La ciudad y el campo (1950), Pero fue por El camino (1957), la novela que lo convirtió en uno de los autores más audaz de su época y algo así como el padre de la generación Beat. Entre sus obras narrativas hay que mencionar Los subterráneos, Big Sur, y los Vagabundos del diarma. Su obra poética México City Blues, Poemas del libro of Blues y El libro de Haikus.
El 25 de oct. De 1951, Ed White, un arquitecto y amigo de Jack, le sugirió a este que probara a realizar esbozos como un pintor, pero con palabras. Esa misma noche, según cuenta Dennis McNalli en la biografia Desolate Ángel, Kerouac se detuvo delante del escaparate de una panadería y empezó a esbozar lo que contenía en una libreta, hasta la última cereza en la tarta de coco, hasta que los dedos se le quedaron entumecidos de frío. Después se fue a su casa para sentarse a la mesa de la cocina y terminar el esbozo de memoria. Años después de esa sugerencia, en 1957, Kerouac reunió los esbozos que había ido tomando entre el verano de 1952 y finales de 1954, añadió uno que otro boceto realizado por ese tiempo y, sin más revisión que algún brevísimo comentario explicativo les dio al libro de ezbosos.
Aunque a lo largo de esos años Kerouac no dejo de andar y triangular entre Nueva York, Cali-fornia y México compartiendo experiencias con sus amigos del movimiento Beat, esta época está caracterizada por un ritmo de escritura rayano en la grafomanía, pues a las novelas mencionadas hay que sumar infinitas de cartas, unos minuciosos diarios que ocupan varios volúmenes y los esbozos experimentales que le servían para despejar su estilo, tal como lo explicaba a Ginsberg en una carta en 1952: Al esbozar, todo se activa delante de ti en profusión sinnúmero, solo tienes que purificar la mente y dejar que derrame las palabras (que traen los ángeles naturales de la visión, que cada vez que estas delante de la realidad) y escribir con un cien de honradez personal tanto psíquica como todo lo demás, etc., y plasmarlo todo desvergon-zadamente, de cualquier manera, apresurada-mente, hasta que a veces estoy tan inspirado que pierdo la conciencia de estar escribiendo. La fuente tradicional: la escritura en trance de Yeats, por supuesto. Es la única manera de escribir. Ahora hace tiempo que no tomaba esbozos, tengo que empezar de nuevo porque se mejora con la práctica. A veces es incómodo escribir en la calle o en cualquier parte al aire libre pero es absoluto…nunca falla, es lo más auténtico, sin duda.
A lo largo del viaje, el autor busca las razones de las ausencias que lo persiguen, y va fraguando un catálogo de despedidas que alimentan el pesar derivado de la soledad, unas veces escogida, otras involuntarias, que impregna todo el texto. Si en el camino, el protagonista dice: abrí la boca a la desolación de mis propios días. También tenía que recorrer un camino espantosamente largo, en estos esbozos confiesa: creía/ estar aprendiendo todo/ no he aprendido salvo/ el desmoronamiento, la tristeza de las despedidas.
Esbozo: Reconócelo, los polvos/ más cojonudos en la/ vida de un joven eran/ cuando no había/ tiempo para quitarse/ la ropa, ibas/ demasiado caliente, ella/ iba demasiado caliente; ni rastro/ de ese ocio bohemio tuyo,/ aquellos eran explosiones/ de clase media contra/ montículos de nieve, contra/ paredes de cagaderos/ en áticos, en súbitos/ sofás en el vestíbulo./ Vaya con tu paz caliente…
Otro esbozo: Con red de una hora sobre/ dar tumbos, vagabundear, dormir/ en comisarías, dejar trabajos,/ beber whisky, la comezón,/ etc. Sueño toda/ la noche sueños salvajes sobre el/ gran ejército de Salvación/ en Chicago con una pandilla/ joven y salvaje conmigo y horrores/ de chica de mi billetero, ropa interior/ del Ejército de Salvación; incrédulamente/ sobre mí en todas partes veo gruesas/ esponjas de hongo de nueve/ centímetros que brotan de/  mí tan horribles que no/ me lo creo ni siquiera en/ sueños: sucesos espectrales, sótanos, escaleras/ habitaciones, cuarto de baño, chica, chicos/ billetero (lo tenía en la funda de la almohada para que Red no lo robara./ en pie a las 6.30.

COMENTARIO
Este libro de ensayos está orientado hacia los mejores movimientos, los más destacados narradores tanto de novelas y de ensayos y grandes poetas estadunidenses, de los siglos XXVII hasta nuestro tiempo. Ha sido el resultado de unas arduas lecturas y una mesurada investí-gación sobre esta sorprendente literatura, redescubriendo conocidos y nuevos autores para mi intelecto y sensibilidad, que para los lectores seguramente los va a beneficiar ya que pondrán ampliar el conocimiento de esta fantástica y real literatura. Este libro de ensayos se logró a las diferentes traducciones, tanto de los mismos escritores, como de otras personas que me prestaron su colaboración y su verificación.

                               ÍNDICE
Pag. 1-------------Los orígenes de la modernidad
Pag. 8----------------Otro punto de vista
---------------De la colonia a la revolución
Pag. 10--------------------------El siglo XVIII
Pag. 11----------------------------El siglo XIX
Pag. 16----------Primera mitad del siglo XX
Pag. 17-La narrativa de los primeros veinte años del siglo XX
Pag. 20---------------------------Sobre Harlen
Pag. 21-----Los años treinta de la gran represión
Pag. 22--La narrativa surgida a partir de la II guerra mundial
Pag. 28-------------- La poética del siglo XX
Pag. 32---Sobre los ensayistas del siglo XX
Pag. 35-----------Escritores del siglo XVIII
----------------------------Benjamín Franklin
Pag. 39--------------------------Thomas Paine
Pag. 42------------Escritores del siglo XIX
--------------------------------Edgar Allan Poe
Pag. 47----------------Nathaniel Hawthorne
Pag. 53----------------------Herman Melville
Pag. 58----------------Ralp Waldo Emerson
Pag. 62------------------------Walt Whitman
Pag. 66---------------------Walhigton Irving
Pag. 69--------------James Fenimore Cooper
Pag. 72----------------Harriet Beecher Stowe
Pag. 74------------------------Emil Dickisson
Pag. 76---------------------------Mark Twain
Pag. 82--------------------------Jack London
Pag. 85---------------------------Henry James 
Pag. 88---Los mejores escritores de la década de 1920 -----------Thomas C. Wolfe
Pag. 90----------------------William Faulkner
Pag. 95-----------------------Ernst Heminway
Pag. 100--------------Francis Scott Filzgeral
Pag. 103------------------------Geltrude Stein
Pag. 107------------------Zora Neale Hurston
Pag. 109-----------------------Norman Mailer
Pag. 112---------------------------Paul Bowles
Pag. 114--------------Jerome David Salinger
Pag. 116----------------------Garson Mccullrs
Pag. 118-----------------------Truman Capote
Pag. 119---------La escritora del Mississippi
Pag. 120-------------------------John Cheever
Pag. 123--------------------------John Updike
Pag. 127--------------------Bernald Malamud
Pag. 128----------------------------Philip Roth
Pag. 131----------------------------Anne Tyler
Pag. 134-------------Alice Malsenior Walker
Pag. 136------------------------Toni Morrison
Pag. 138-------Los mejores poetas del siglo
--------------------------------------Elra Pound
Pag. 141------------------------Carl Sanaburg
Pag. 144-----------------------Lee Frost Frost
Pag. 146--------------------Edna Saint Vicent
Pag. 148---------------Thomas Stearno Eliot
Pag. 152----------------Mariane Graig Morre
Pag. 154---------------Jonh Robinson Jeffers
Pag. 156-------------------------Randall Jarrel
Pag. 157------------------------Robert Lowell
Pag. 159-----------------------------Silvia Plat
Pag. 162------------------La generación Beat
Pag. 164-------Sobre William S. Burrovghs
Pag. 168-------------------------Jack Kerouac
Pag. 173--------------------------Comentario.