jueves, 18 de agosto de 2016



CUENTOS COSTEÑOS VOL. 4
UNA EXPERIENCIA ÚNICA  
Ana que desea investigar sobre la cultura kogí, viaja de Tunja a Santa Marta, siendo viernes arriba a la samaria en un bus de la empresa Brasilia, al detenerse el bus luego que se bajan los diferentes pasajeros lo hace ella, inmediatamente siente el calor húmedo. Al ver a varias personas que están reclamando sus respectivos equipajes hace la desordenada cola, al seguir detrás de un muchacho que ha recibido del ayudante su enorme morral, le toca a ella que al ver al hombre- Le dice: ese morral azul es el mío por favor démelo. El hombre antes de entregárselo ve la ficha revisando el número y alzándolo se lo entrega, al recibirlo se lo coloca sobre la espalda entrando al interior de la construcción del terminal, camina viendo los diferentes sitios comerciales, al ver una especie de cafetería entra y viendo a la mujer que atiende- Le habla: por favor tiene jugos- No hay sino gaseosas y agua en botella- Deme una botella de agua. Al dársela luego que le paga sale, como no le importa que la estén mirando al sacarse la mochila se sienta sobre el piso de baldosas cuadradas, al destapar la botella se va tomando  lentamente  el agua  sintiendo  un alivio refrescante, al sentirse satisfecha va al baño logrando entrar detrás de una gorda, al abrir la puerta de uno de las tazas se sienta orinando, se limpia la cuca con un pedazo de papel higiénico, se cambia el bluyín por un pantalón corto y al salir- La señora le dice: no me piensa pagar por haber usado el baño- Cuanto es…- Son ochocientos pesos- Tómelos. Al caminar piensa que tiene que buscar las indicaciones que su compañero de estudios le diera allá en la u. de los Andes, decide sentarse haciéndolo después que se saca la mochila, al estar cómodamente busca en uno de los bolsillos de la mochila el papel que él amigo le escribiera. Al enterrase que tiene que ir a un lugar llamado Buritaca, le pregunta a la primera persona que encuentra en su camino, que se trata de un señor que luce una guayabera blanca y con un pantalón del mismo tono- Usted se ve que es samario- El señor viéndole las piernas le contesta: Claro que lo soy y por qué…- Porque estoy segura que usted debe saber cómo puedo ir a un lugar llamado Buritaca- Eche eso es fácil lo único que tiene que hacer es tomar un bus que vaya a Riohacha- gracias ha sido usted muy amable. Al alejarse del tipo llega a la misma empresa conque vino- Le habla a la joven que atiende diciéndole: el bus que va a  Riohacha pasa por Buritaca…- Sí, claro- Véndame un boleto hasta ese lugar- Le vale tanto y casi está saliendo. Al darle el dinero ella le da el boleto- Donde puedo tomar el bus…- En la siguiente puerta. Al ver la espaciosa entrada sale viendo los diferentes autobuses, al ver el bus correspondiente de su pasaje, se sube viendo que solo hay un puesto libre- Al ver a un muchacho que está sentado ocupando el puesto de la ventanilla- Ni corta ni perezoso le va diciendo: amigo será que me cede el puesto de la ventanilla es que suelo marearme- El chico poniendo cara de idiota le responde: eche, está bien. Al levantarse ella se sienta sintiendo el aire frio proveniente del aire acondicionado del bus. Al subirse un personaje de corbata sin chaqueta les va diciendo: la empresa les desea un feliz viaje. Al bajarse, el bus lentamente arranca saliendo de la terminal, al ir saliendo de la Samaria siente que el muy atrevido joven le toca con la mano las piernas, ella se voltea- Al mirarlo le dice: maricón quite inmediatamente su mano de mis piernas de lo contrario no sabe lo que le puede pasar. El tipo quitándole la mirada le saca las manos- Ella así se hace degenerado- Perdón que no fue con culpa- Ahora haciéndose el estúpido se disculpa, más bien dese cuenta con guíen se está metiendo, yo no soy ninguna cachaca boba. Viendo el paisaje que se le va presentando se queda dormida, al sentir otra vez la mano abre los ojos y de una le da tremenda cachetada al tipo- Diciéndole: respete maricón. Al volverse hacia la ventanilla ve que el bus está pasando por el rio Guachaca, va viendo de un lado la agreste naturaleza y sus montañas, del otro los sembrados de banano, Al llegar al pueblo el ayudante acercándosele- Le informa: Hemos llegado a Buritaca, al salir siente la mano del tipo que le toca el trasero ella inmediatamente se voltea escupiéndolo, recorre el estrecho corredor agarrándose con una mano del alargado aparente tuvo, al bajarse el ayudante saca del guarda equipajes su morral y se lo entrega. Al ver el enorme portón de donde en la paredilla sobresale una mala pintura de la sierra, de las cabañas con sus palme-ras y el mar, al atravesarla se va alejando al ver una moto que se le adelanta- Le grita: me puede llevar. El señor detiene la moto y ella sin dudarlo se sube agarrándose de la pequeña parrilla, al ver que todo ante ella va pasando como los potreros, los árboles y rápidamente llegan a las cabañas- El tipo que no lleva casco le va murmurando con su gruesa voz: donde la dejo…- aquí está bien y gracias. Al bajarse va viendo el río y más al fondo el océano, al ver un rustico restaurante bastante abierto descubriendo una alargada sombra se sienta ocupando esa mesa viendo las otras mesas desocupadas- Al llegar la seño le dice: desea almorzar…- No solo deseo un jugo, de que sabores tiene…- Tengo de papaya, de piña para la niña, de corozo, de mango y de banano- por favor tráigame uno de mango pero que este bien helado. Casi en el acto la seño le trae en un gran vaso el jugo de mango, al poner el pitillo entre sus labios se lo va toman-do viendo el panorama del río y del mar. Al terminarlo se siente mejor, busca entre el bolsillo de su pantalón corto el papel viendo que el personaje donde tiene que ir se llama Rene. Al levantarse y pagarle por el jugo que se tomó a la señora, sigue caminando siguiendo las indicaciones del papel yendo entre las parecidas cabañas, al llegar a una curva sigue por el camino de esa forma llega ante la casa entrando por una puertilla lateral, donde primero ve un inmenso palo de mango y luego a una pareja de kogís, el hombre con su poporo paporreando, al verla la mira haciendo un gesto muy particular- Luego en un raro español le dice: está buscando a Don Rene- Si a eso vengo- Él está en Santa Marta y nosotros ya nos vamos a Palomino ya que hoy mismo tenemos que subir a Comandita el pueblo donde vivimos- Ella luego de que piensa y se le alumbra la cara va murmurando: será que me pueden llevar- El indígena la mira detenidamente diciéndole: si está resuelta a colaborar y a caminar, ya que para ir a nuestro pueblo hay tres jornadas de por lo menos ocho horas- Claro que estoy resuelta ya que ha eso he venido, no a otra cosa- Entonces vámonos. Al salir toman un atajo entre el espeso monte logrando salir a la carretera- El kogí rompiendo el silencio: usted no es de por aquí- No vengo de Tunja- La mujer con su timidez: eso donde queda- En la cordillera occidental y es una ciudad- Como Santa Marta-  No   para   nada   ya   que   es  fría debido a  que está bastante alta- El muchacho: si es así es como nuestro lugar alto y algo frio. Al llegar al pueblo atraviesan la troncal- El muchacho aquí tenemos que esperar el bus que va a Palomino, lo que no entiendo como una bella muchacha puede andar sola- Cuestiones de la vida ya que es mejor estar sola que mal acompañada, por eso prefiero andar con ustedes que con los civilizados que no hacen sino destruir, por el factor dinero que es lo único que verdade-ramente les interesa- Usted será que si resiste la subida, porque lo que hay que andar es mucho- Tengo las ganas y la energía suficiente para poderlo hacer. Al pasar el bus le ponen la mano, se detiene y al bajarse un señor con un racimo de plátanos se suben sentándose la pareja de kogis en una silla y ella al lado ocupando el puesto de la ventana, el bus al arrancar entra por las ventanillas una refrescante brisa que los invade. Ana va viendo la vigorosa vegetación, el río San Diego, y al subir la curvada cuesta ve el mar y su horizonte, al descender llegan a un caserío y luego arriban a Palomino. Al detener el chofer en la bomba de gasolina  luego  que se  bajan  varios personajes lo hacen ellos-  Ana sintiendo el sofoque va diciendo: lo mejor es que llevemos todo lo necesario ya que me quiero quedar varias semanas allá arriba y si podemos alquilar algo así como una mula para llevar todo lo que compremos, claro que ustedes no se tienen que preocupar ya que los alimentos corren por cuenta mía- El muchacho koguí: ustedes las mujeres se encargan de las compras y yo de la mula o del burro, en un rato nos vemos en la puerta de ese granero. Al irse el hombre indígena ellas van al granero, al entrar- Ana le va diciendo: que alimentos llevamos- Lo que tú quieras…- Bueno muchacho deme dos bolsas grandes de arroz, tres atados de panela, dos de esos envases plásticos de aceite, dos paquetes de chocolate, unas tres libras de sal, un bidón de agua, unos cinco kilos de cebolla cabezona, otros tantos de tomate, unos cinco kilos de papas, cuatro paquetes de velas, una de esas linternas, pilas, unos tres encendedores, un machete, una olla y dos bolsas de agua. Pero por favor empáquenos todo eso lo mejor posible y ojala no en bolsas plásticas. El señor va haciendo la cuenta en una calculadora,  empaca  todo  en  bolsas de papel periódico amarillento y de último introduce las bolsas dentro de un costal. Al pagarle la misma Ana el señor se encarga de sacar el costal colocándolo en un costado de la puerta, luego que le da una de las bolsas de agua beben logrando calmar la sed- La chica civilizada: necesito que me enseñes hablar en tu dialecto koguí. La chica saca su libreta de apuntes y va escribiendo las palabras que la indígena le va diciendo con la traducción, son interrumpidas por el muchacho koguí- Que les dice: por fortuna pude conseguir este mulo pero lo tienes que pagar el arriendo en el momento que lo devuelva ya que ese fue el compromiso- No hay problema te daré el dinero que allá estipulado el dueño de este mulo, por ahora carguémoslo para así empezar andar. Con la ayuda de ellas él lo va cargando al finalizar amara todo con una larga soga del vientre del animal- El indígena: ya nos podemos ir. Al empezar andar él le da a la civilizada un manojo de hojas de coca, ella de inmediato haciendo un moño se la introduce entre la boca poniéndola en uno de los dos cachetes, al dejar el pueblo empiezan a ascender por el camino loma arriba, al descender ven el río Palomino que bordeán-dolo en un largo trayecto los lleva a un pequeño poblado- El indígena les dice: como ya está oscureciendo quedémonos donde el compaé Mircio- No hay problema. Al ingresar en el pequeño pueblo, al pasar por el puesto de salud saludan a la auxiliar de enfermería y siguen hasta llegar a la cabaña circular, el indígena saluda al compaé Mircio presentándole a la civilizada, luego que le da la mano a la indígena se la da a ella- Diciéndole: se puede saber el nombre de esta mujer… Simplemente soy Ana, y ustedes amigos como se llaman, ya que el nombre de él es Mircio- Yo soy Karwa y mi mujer Werlaka- Mucho gusto. Amablemente se vuelven a dar la mano. Al verla un grupo de niños asustándose se esconden detrás de una rocas, la madre que llega cargando bastante leña- Les habla algo inteligible para la civilizada y los niños tapándose con sus manitas el rostro se hacen detrás de ella, al tocarlos con la mano se ríen carcajeándose de lo lindo- La madre riéndose les vuelve a dirigir la palabra sin que ella sepa que les dijo- Al ver que entre la vieja y la chica van colocando la leña de una forma estratégica  prenden  la  estufa  de  piedras  y  tierra,  luego colocan la  enorme olla de barro, entre todos van alimentando el fuego agregándole los palos secos y al estar blando los granos de maíz le agregan los huevos cocinados, al servir la mujer en diferentes platos de diferentes tamaños van comiendo con la mano- Ana sonriendo va diciendo esta riquísimo, y sabe mejor porque lo estoy compartiendo con ustedes los kogis. Nadie contesta pero todos se ríen con ganas, al sentirse cansada y con sueño sacando la hamaca del morral  amarándola entre dos palos que sostienen la vivienda circular, decidida a dormir se acuesta viendo como el muchacho koguí le saca al mulo todo de encima, al cerrar los ojos se queda soñando con lo que compartió con los indígenas logrando abarcar más allá de ella misma.
Al ser despertada por los diferentes cantos de los pájaros, abre los ojos viendo que todos están sobre sus chinchorros, que de igual forma están amarados contra los palos que sostienen el techo de palma. Al ver salir del chinchorro Karwa hace lo mismo, aunque no siente calor se dirige por un caminito al río donde al sacarse la poca ropa, mostrando  su  desnudez  a  la naturaleza al subirse sobre una de las tantas piedras se lanza sintiendo el agua algo fría, nada un poco y al sentirse fresca como renovada, al salir del río en la misma piedra en que se lanzara se pone el pantalón corto, la camiseta y de último las botas cortas de cuero, rápidamente vuelve, llegando va viendo que el mulo está completamente cargado. Luego que comen lo mismo de la noche anterior resueltos empiezan a agilizar los pies siendo ayudados por el hayo (hoja de coca) por el sendero logran subir la montaña, al bajarla van viendo un estrecho valle bordeado por otro río de menos dimensión que el Palomino, al llegar al valle van bordeado observando las plantas de plátano, yucales, naranjos, limoneros y mandarinos y alguna que otra vivienda circular de los Ika. Solamente se detienen en el momento que está atardeciendo, como el clima está bastante seco y sin nubes aprovechan entre él y ellas dos a buscar leña, en el momento que está recogiendo de la espesa hierba una rama seca, al no darse cuenta que hay una mapana se le lanza y ella reacciona a tiempo retrocediendo, evitando que  la  larga  serpiente  la muerda enterándole sus venenosos colmillos. Ella asustada tira lo que había recogido de leña, el kogí al haberla visto se carcajea- Luego le dice: has aprendido una buena lección que hay que ver bien donde estas parada y siempre tienes que estar alerta, tienes buena reacción si no por el contrario la serpiente mapana te hubiera mordido- Si todavía estoy más que asustada ya me tranquilizare y desde ahora en adelante estaré más pendiente de donde pongo los pies y que hay por ahí entre la vegetación- Werlaka: eres una buena chica y lo bueno es que estas aprendiendo, sé que no es nada fácil para una civilizada. Se carcajean logrando escuchar el eco de sus risas. Al reunir la leña necesaria, colocando las ramas que han cortado de cierta forma al encender el fuego logran en varios minutos un arroz con verduras, que comen en la misma olla logrando satisfacer su estómago, al colocar ella su hamaca entre dos árboles y la pareja el chinchorro, viendo las estrellas se duermen.
Se despiertan en la madrugada con la poca luz, al salir de la hamaca y del chinchorro, mientras el vuelve a colocar sobre el lomo del equino ellas dos hacen el desayuno y al desayunar  siguen  por  el  mismo  camino  loma arriba, al llegar a un ancho río lo cruzan fácilmente al no llegarles el nivel del agua sino un poco más de las rodillas, él estaciona amarándolo al mulo a un árbol y sintiendo el sol se meten en el río viendo las diferentes formas de la piedras y a ciertos árboles que le dan relativa sombra- Ana rompiendo con el largo silencio va hablando: que lugares más increíbles, por mí nunca más bajaría a la civilización ya que esto es lo que he soñado siempre- Karwa: esta mujer si nos descuidamos va a perder el sentido de su realidad- Ojala lo perdiera por siempre así nunca volvería a ese mundo idiota y traicionero- Werlaka: esta amiga con el tiempo será una de las nuestras, hay que buscarle marido- Ella para eso me falta mucho cabello, por ahora prefiero estar sola ya que necesito desaprender para poder aprender todo lo referente a su cultura, ya que por ahora solo tengo la actitud y con eso no basta. Siguen andando dejando el río atrás, al llegar a una gigantesca roca que esta incrustada en la montaña- Karka va diciendo: este lugar para nosotros es sagrado si te  metes inconscientemente en la roca puedes ver otro plano de la conciencia, eso lo sé por el mamo Auiguí que me conto una de esas noches que estaba poporeando con él- Ella asombrada le responde: que increíble historia y además llena de sabiduría- Werlaka: sigamos que tenemos que seguir avanzando. Avanzan lentamente por el camino que cada vez se empina más, al llegar a la sima de la montaña se sientan a descansar sobre unas piedras observando la nubosidad que cubre gran parte del territorio. Ya más descansados al levantarse siguen por el camino descendiendo, al llegar una sorpresiva lluvia que los va mojando hasta quedar completamente empara-mados- Ana sintiéndose pega chenta va diciendo: esta intensa lluvia parece que no va a parar- Karwa: por eso no hay que preocuparse ya que si seguimos sosteniendo el ritmo de caminar vamos a llegar a una finca de una familia de los nuestros- Ana: seria buenísimo ya que ahora si me siento bastante fatigada. Andan sintiendo que lo que está cayendo ya es un aguacero, descender entre el barro se hace complicado, Karwa saca de su pequeña mochila hojas de coca que las reparte entre ellas- Va diciendo: con esto van aliviar la fatiga y así podremos mantener el ritmo.  Sigue  poporeando  como  si  nada, al llegar al profundo valle interior, al ver una cerca viva se meten guiados por él que a la vez cabestrea el mulo, con ese sentido de la realidad ven a lo lejos el bohío circular, lentamente se van acercando, al estar a los pies de un charco el detiene el mulo quedándose parado, recoge una piedra al lanzarla contra el agua amarillenta de inmediato sale tremenda serpiente que asustada se aleja entre el monte- Ana con cara de aterrada va murmurando: me asuste ya que la serpiente de verdad era  grande y que intuición la tuya amigo- No es una intuición ya que por lo general en los charcos tan grandes la mayoría de las veces hay serpientes por eso siempre es mejor lanzar una piedra- Ana: hoy aprendí algo nuevo. Al llegar al bohío que está cerrado con piedras, palos y barro ya seco dan una media vuelta a su alrededor logrando encontrar la puerta, al verlos los niños alegremente los abrazan- Ana alza a una pequeña niña diciendo: que hermosos niños y me encanta su espontaneidad. Al salir una pareja como ella y él los reciben de la misma manera- El hombrecito luego que se ríe dice en kogí algo como largo que Ana no entiende- Al dirigirle la mirada Karwa le va diciendo: que dijo él que no entendí- Dijo que de donde te hemos sacado, yo le voy a contestar que donde Rene allá en Buritaca. Le contesta en kogí y los dos se carcajean. La mujer las hace entrar para que se calienten, sentándose al lado del fuego que arde levantando pequeñas llamas- Ana por suerte hemos llegado. Las indígenas mirándose se ríen, la anfitriona se levanta y de una olla sirve en dos tazas el contenido, al pasárselos y probarlo con gesto lo aprueban. Al llegar los dos hombres cargando las cosas y los alimentos los colocan sobre algo así como un mueble rustico, la mujer con un cuchillo y una tabla parte en pedazos zanahorias, plátanos, mangue, calabaza, en el momento que tiene todo picado lo introduce en una olleta más grande y al agregarle agua, cilantro y sal la coloca sobre el fuego logrando que hierva rápidamente. Al estar con un trapo saca la olleta del fuego y al entregarle a cada uno una especie de cuchara de palo todos van comiendo incluso los niños- Ana que rica sopa con esto sí que voy a estar mejor. Al oírla hablar todos se ríen. Y ella como apenada se calla. Al haber terminado con la sopa los hombres siguen poporeando y Ana al sacar del morral la hamaca la extiende entre dos enormes palos e inmediatamente se acuesta viendo a las dos mujeres que ya han hecho lo mismo, al cerrar los ojos se queda en la realidad de los sueños.
Al abrir los ojos ve a los hombres que muy despiertos siguen poporeando y a las mujeres que están al lado de los niños están cocinando algo, ella se queda viendo la escena, siendo interrumpida por- Werlaka que le dirige la palabra: ven para que comas ya que tenemos que ir al cafetal a desyerbarlo. Ella con actitud se levanta yendo donde están ellas y los niños, al entregarle un boyo de maíz lo destapa y lo va comiendo disfrutando el sabor, al terminarlo le pasan otro- Ella agradecida va diciendo: son buenísimos no saben cómo les agradezco- Werlaka: lo vamos agradecer trabajando. Al levantarse ven a los dos hombres en el mismo lugar y haciendo lo mismo van charlando, luego que recogen los machetes salen viendo el sol que como la vegetación esta mojada, le da un bello brillo. Bajan por un estrecho camino en una irregular planicie encuentran el plantío de café que con el machete van despejándolo de la maleza, estando en esas divisan una enorme águila que al volar se instala sobre una rama de un gran árbol, siguen en lo mismo logrando despejar gran parte del plantío, Ana al ampollársele los dedos de mano no se queja y sigue macheteando- Werlaka viendo que por eso está sufriendo va diciendo: por hoy ya estuvo bien, más bien ahora vamos al río ya que tenemos que recoger agua para poder cocinar más tarde y de paso recogemos chachafrutos. Calladas van a la casa donde depositan los machetes, toman las enormes calabazas y una enorme mochila. Guiadas por la anfitriona van a una zona donde hay una especie de cañón de donde se extiende la caída de una bella cascada- Ana sorprendida por lo que ve murmura casi gritando: que belleza este es el paraíso mismo- Werlaka: por fin ya no te quejas y alabas lo que vez, eso es bueno ya que al llenarte con el paisaje el ardor pasa a un segundo plano- Si exactamente es eso y al estar llena de felicidad las cosas toman un sentido más trascendental. Al ver los grandes árboles de flores rojas y de largas vainas verdosas, van cogiendo las vainas que están  sobre  el  corto  monte, al verlas una  bella corral se aleja entre la maleza- Ana: que bella y mágica esa serpiente- Werlaka: dijiste la palabra precisa- Tú te expresas muy bien, donde lo aprendiste…- En la escuela ya que estudie allá en Palomino teniendo una muy buena profesora- Porque no seguiste- Debido de que me enamoro Karwa y lo mío es estar aquí en la sierra- Te veo como una mujer integra, te felicito por eso. Se ríen haciendo tremendo escándalo. Al terminar de llenar la mochila la anfitriona la cuelga en una rama de uno de estos árboles- Werlaka: dejémosla en la rama que devuelta la recogemos, donde vamos al río o a la cascada- Ana. Preferiría ir a la cascada que se ve tan imponente- Vamos. Al tomar un camino que va descendiendo, al bajar un poco al ver unas ramas resistentes al pelarlas toman los palos como bastones, al ir apoyándose logran avanzar más rápido y más seguras, de ese sentido de la vaina llegan entre las piedras ante la estrepitosa caída de agua, Al ver que Ana se desprende de lo que lleva puesto, ellas la imitan quedando como vinieron al mundo, se lanzan al enorme charco de agua trasparente viendo los peces- Ana sacando la cabeza del agua: que armonía que hace este verde con el agua y los peces- Werlaka le dice: me gusta tu forma de hablar ya que destacas todo lo bello de la naturaleza, por eso desde esta noche te voy a enseñar hablar el kogí. Ana la abraza dicién-dole: ya te siento en mi corazón como una hermana, todo lo que me digas que haga lo voy hacer lo mejor que pueda. Alegremente se tiran agua de una forma y de otra sintiendo que están expresando el sentido más mundano de la libertad.               Fin.

                  UN ENCUENTRO CASUAL
Un personaje que siempre escucho hablar sobre los flamencos rosados, al tener el deseo de conocer ese lugar de la guajira. Averigua con un conocido el nombre del lugar enterándose por la voz del amigo que se llama Camarones. Como habita en Santa Marta, a la mañana siguiente muy temprano arriba al terminal, al ver la  conocida empresa de buses que representa a la costa, a través de la ventanilla  ve a la empleada que vende los pasajes- Le pregunta: usted por esas cosas de la vida me podrá vender un pasaje a Camarones- La chica le con-testa:  claro  que si le cuesta tanto y sale en diez minutos. Al darle el dinero ella sonriéndole le entrega el pasaje que inmediatamente se lo guarda en el bolsillo de la bermuda, a avanzar entre las pocas personas, ve en su reloj que faltan diez minutos para las seis de la mañana. Al encontrar una especie de kiosco compra una botella de agua y rápidamente sale divisando los distintos buses. Al distinguir el alargado vehículo de la empresa costeña no duda en entrar subiendo los pocos escalones, dándose cuenta que casi no hay nadie elige una ventanilla, se sienta sintiendo el aire frio procedente del aire acondicionado. Al arrancar el bus saliendo de la terminal va recorriendo la avenida, algo después toma la troncal del caribe, él va viendo el paisaje de montañas desérticas, cambiando el panorama a una verdosa vegetación de donde sobresalen los enormes árboles y los extensos ríos y al fondo las estribaciones de la sierra; al llegar a la guajira sique viendo las variadas montañas de la sierra nevada de Santa Marta. En un momento dado cerrando los ojos se queda dormido unos pocos minutos, al despertarse va viendo la arrides de la región de donde sobresalen grandes cactus. Al ver que se viene el ayudante le dice: falta mucho para llegar a Camarones…- Váyase parando que estamos llegando. Él se levanta  yendo  hacia  adelante, al detenerse el bus se baja sintiendo el calor seco y sin problemas atraviesa la troncal, que bordea pasando al lado de las construcciones de material, al sentir sed decidido entra en una especie de tienda, al ver a tres lindas peladas que sentadas ocupando la única mesa tomando diferentes bebidas, al pedir una Coca Cola va a la mesa- Viendo a las tres peladas les dice: Será que me puedo sentar en esa silla libre… Las tres se miran y la pelirroja de ojos claros- le contesta diciéndole- Claro, para eso son las sillas. Al sentarse teniendo la bebida helada las mira a cada una detalladamente y les va diciendo: han venido a ver los flamencos rosados…- La rubia que lleva un vincha que le sostiene la larga cabellera le responde: si claro- Puedo ir con ustedes…- La blanca pecosa que tiene un afro de color negro: porque no, de dónde vienes…- de Santa Marta donde vivo, es la primera vez que vengo a la Guajira y más aún a este lugar- Que bien. Al terminar cada guíen con sus gaseosas se levantan, al salir ven un hombre en moto que haciéndoles una seña los llama- El samario: cuanto esta la ciénaga de aquí…- Caminando puede ser más de una hora- Cuanto nos cobraría por llevarnos a ellas tres y a mí…- Para eso llamaría a tres compañeros que hacen lo mismo y que por supuesto tienen moto, eso les costaría por los cuatro tanto- Déjenos en esto… - súbale un poco más- La chica pecosa y de un pequeño afro metiéndose en la conversación va diciendo: déjenoslo en eso, nosotras no somos ricas y además estamos viajando- Bueno está bien se los voy a dejar en eso. Al rato llegan tres hombres manejando cada uno una moto, al acodar con el amigo el precio- El primero les habla: ellos están de acuerdo con el precio suban que las llevamos hasta la ciénaga. Ellas se montan cada una en una moto y él hace lo mismo en otra, al arrancar al mismo tiempo van tomando una angosta carretera, dejando el pequeño pueblo atrás y yendo a través del impecable desierto llegan ante la ciénaga de agua algo oscura, al bajarse ven sobre el agua y una relativa distancia una especie de velero bastante primitivo, el personaje que no lleva ni al menos una camiseta- Les dice: van a ser el recorrido para ver los flamencos- La rubia: a eso hemos venido- El samario le replica con sus palabras: oye vale no nos vaya a tirar tan duro que estamos mondados- Eche les cobro a ellas tres y ti samario la suma de tantos pesos- Bueno eso me parece justo, cuánto dura el recorrido en el velero…- Más o menos una hora y media, vamos a donde está el velero. Al empezar andar se meten entre el agua viendo que el nivel no les llega ni a las rodillas, van viendo no muy lejos de ellos una aglomeración de aves, de las cuales las más sobresalientes por su tamaño son los pelícanos, al pasar a poco metros de distancia las aves toman vuelo viéndose la multicidad de aves volar que se ve alucinadamente increíble- La rubia: esto ya pago la venida que espectáculo más increíble- La pelirroja: nunca antes había visto tantas aves juntas. Al subirse en la primitiva embarcación que lleva como vela algo así como un enorme trapo, el hombre de apariencia morena impulsa con un palo largo la pequeña embarcación, de ese modo avanzan dejando atrás la orilla por una perspectiva de agua y van viendo a través de la extensión de la ciénaga la orilla de manglar que se prolonga- La blanca de pecas y de cabello afro dirigiéndole la mirada a él le dice: tú cómo te llamas o cómo te dicen: Si claro, es importante que nos sepamos los nombres, si no es imposible llamarnos, yo soy Gonzalo como el nadaísta- Cómo guíen…- Bueno les voy a explicar que es el nadaísmo, es movimiento literario que está entre el todo y la nada, y es completamente contestatario- La rubia tomándose la palabra va diciendo: lo importante es que te llamas Gonzalo, ella es Sara, y la pecosa se llama Helena o simplemente le decimos Pecosa y yo Claudia- Ustedes son europeas pero si no me equivoco son cómo españolas- españolas no, ya que somos catalanas- Entiendo. Se dan un beso. Al avanzar cerca de la orilla de mangle ven en la distancia la enorme concurrencia de flamencos rosados que están abarcando toda una enorme extensión de una especie de playa de arena oscura, Helena que es la única que lleva un pequeño moral, del cual saca la cámara fotográfica logrando tomar varias fotos. Al acercarse el velero un poco los flamencos toman vuelo haciendo un ruido muy particular- Claudia: si mis ojos no lo estuvieran viendo imposible creer en tanta belleza junta- Sara: tienes razón es increíble ya que no existe una palabra para describir lo que estoy viendo. Al darle la vuelta el velero impulsado por el moreno, las ven más cerca- Gonzalo: por favor Helena tómales muchas fotos pero por favor mándamelas a mi correo electrónico, que te lo daré- Claro que sí. Al devolverse dejan los flamencos atrás perdiéndolos de vista rápidamente, al avanzar en la lejanía ven el mar. Llegan más rápido de lo que vinieron viendo la aglomeración de aves que al espantarse vuelan. Al arribar se bajan caminando lentamente ya que el piso de arena no es muy firme y por el contrario es supremamente resbaladizo- Helena apoyándose en el hombro de Gonzalo va hablando: casi me resbalo esta como un jabón- Gonzalo: tranquila, síguete apoyando en mí. Lentamente siguen caminando teniendo los pies entre el agua oscura, al salir sienten un olor nauseabundo a pescado- Sara: que olorcito más horrible- Claudia le contesta: todo no puede ser perfecto, prefiero esto que esos lugares turísticos ya que lo nativo siempre va hacer más interesante. Qué tal si vamos al mar…- Gonzalo: con este calor daría todo por meterme- Claudia: tienes razón y además las aguas cálidas de este Caribe me encantan. Al llegar ante una derruidas casas de material, ven a varios niños que juegan tirándose la basura- Gonzalo: que basural y que falta de conciencia- Sara: así es este tercer mundo lo prefiero a lo nuestro ya que se siente la vida con esa intensidad de belleza particular. Al llegar a la playa en el mar verdoso ven anclados varios botes, ellas sin importarles que las vean se despojan de todo lo que llevan puesto y él sin estar acostumbrado hace lo mismo, al correr por la arena caliente se tiran al mar dejándose investir por las olas que rompen suavemente- Claudia luego que le moja el rostro una de las olas va diciendo: esta playa aunque este algo sucia me encanta y con este calor aún más- Sara la pelirroja: vamos nadando hasta esa lancha- Gonzalo: vamos. Brasean nadando logrando llegar a la embarcación, se suben para volverse a lanzarse al agua y nadan de vuelta a la orilla- Helena va murmurando: tienen hambre- Sara le contesta: este estomago esta vacío hay que llenarlo. Gonzalo luego que con el pie la salpica agua salada- Dice: que chica más graciosa con todos esos gestos, vamos hasta el pueblo que allá debe ser más económico almorzar. Al salir de la playa caminan a través del desierto arenoso y de cactus grandes, sudan por el amplio sendero carreteadle- Helena: no me aguanto más este calor tan insoportable- Gonzalo: sí que hace calor, si yo lo siento que soy de aquí de la costa como lo sentirán ustedes que vienen de Europa. Andan haciendo un gran esfuerzo por la arena que hierve pero al pasar un buen lapso de tiempo logran llegar al pueblo, van entre las primeras casa, pasan la escuela logrando llegar a la vía pavimentada, al ver una particular construcción que se trata de un restaurante entran sentándose ocupando la única mesa libre, viendo que los que están en las otras mesas las miran curiosamente- Sara: estos sí que están curiosos, acaso nos verán como bichos raros…- Helena: es que ustedes dos con esa presencia desentonan- Claudia luego que se ríe le dice: acaso te crees la más latina…- Comparada con ustedes lo soy- Gonzalo metiendo la cucharada: ustedes tres para nada se ven que son de aquí. Al llegar la seño que lleva unos rulos sobre su cabellera negra- Modulando sus labios les dice: lo único que tengo es arroz con camarones- La pelirroja viéndolos a él y ellas: si estamos en Camarones que más vamos a almorzar- La rubia Claudia: por favor tráiganos cuatro y de tomar que tiene…- Coca Cola, Cola Román y nada más- Todos al mismo tiempo dicen: coca- La seño: ya mismo les traigo los platos de arroz de camarones y la Coca Cola. Al irse la señora- Gonzalo les dice: usted de donde han llegado- Helena le contesta: de Palomino- De pronto si me aceptan me voy con ustedes a ese pueblo- Helena: tenemos suficiente campo en la carpa- La pelirroja luego que se ríe murmulla con su voz: tú lo que quieres es otra cosa- Ella patalea golpeando el piso con el pie: eso es problema mío. Al traerles entre la seño de los rulos y lo que al parecer puede ser su hija los platos con el arroz con camarones y las cocas, al mirarse con el tenedor empiezan a masticar- Gonzalo: No joda que vaina más deliciosa- Helena: tocándole la mano le responde: si están frescos y excelente el arroz. Comiendo lentamente y tomando de vez en cuando la coca logran terminar con el contenido del plato y del envase- Sara: ahora que llenura. Con esfuerzo se levantan y al pagarle a la seño salen viendo a una indígena wayyu que luce un vestido bellamente colorido- Claudia: miren a esa mujer tan bella con ese vestido- Sara: que bella que es y con ese atuendo se ve increíble. Al acabarlo de decir Gonzalo en un arrebato de ganas va tomando a Helena, alzándola con increíble carrera la lleva al único arbusto, al descargarla ella se deja abrazar encontrando los labios se besan con enjundia, al estar en esas la pelirroja silva  para que regresen. Al caminar lentamente van donde están ellas dos- La Rubia Claudia mirándolos de frente: eso si es amor a primera vista, vamos que ya práctica-mente está oscureciéndose. Al caminar van los nuevos amantes tomados de las mano, al llegar a la troncal tienen suerte ya que ven en la distancia un bus, en menos de nada un carro que va a toda velocidad se le adelanta, al pasar ante ellas y él ven el bus que viene detrás, al ponerle la mano se suben y al arrancar el bus desaparecen del contorno desértico.                             Fin.                       
              LA ODISEA EN EL DESIERTO
Me despierto con una sensación de malestar, agudiza-dado por la falta de agua que tienen esta garganta seca y los labios carcomidos por la sequedad. Haciendo un esfuerzo logro levantarme pero invadido por el supremo calor, me vuelvo a recostar. Pienso que si no logro conseguir agua voy a perecer en esta arena hirviente del desierto, como no puedo volverme a parar me arrastro como si fuera alguna lagartija, avanzo hasta la única sombra que es producida por un enorme cactus que sobre pasa por lo menos una vez mi estatura, me quedo paralizado viendo a una serpiente cascabel, como se trata de subsistencia le lanzo con toda la extensión de mis brazos pequeñas piedrecillas logrando que la serpiente de dibujos curvos amarillentos se vaya perdiéndose de mi vista por el desierto. Intranquilo avanzo arrastrándome por esta maldita arena caliente, viendo el azul del firmamento que estampa un sol grandísimo, tan cruel como esta sed que no me quiere dejar vivo, con esfuerzo me arrastro sintiendo el cansancio que me maltrata. Pero sé perfectamente que no me puedo dejar vencer por la resequedad y por este calor que me va quemando por fuera y por dentro, al estar arrastrándome de esa manera y alucinado por este abatimiento de mi cuerpo, al tocar algo así como un cuero, al sentirlo me entero en mi convicción que se trata nada menos que de un zapato, al lograr alzar la cabeza veo que es un hombre. Al ayudarme a levantarme el sujeto, siento inmediatamente como pierdo el conoci-miento.
Abro los ojos sin saber guíen soy, donde estoy. Solamente sintiendo una extraña sensación de flotar, cuando mi visión se agudiza normalmente veo el chinchorro donde estoy acostado, al rato veo a una mujer vestida con un largo vestido bellamente colorido- Ella me dice en un extraño español: Cómo te sientes…- Yo tocándome la cabeza le contesto: que estoy bien pero que no recuerdo nada, y mucho menos por qué estoy sobre el chinchorro- Es que mi marido te encontró en un estado bastante mal en el desierto, cuando te trajo temblabas tanto que pensamos que no ibas a resistir, al ponerte en los labios paños de agua volviste a nacer y al poder darte agua fuiste recobrando las fuerzas- Si parece que tuve suerte ya que lo último que recuerdo es que ya no aguantaba más, ya que tenía una sed increíble y una debilidad de muerte, cuantos días llevo en este chinchorro…- Más de una semana- Donde estoy…- Cerca de Nazaret- Como así, ya cuando me perdí en el desierto antes había estado en El Cabo de la Vela. Al llegar el marido acompañado por varios de sus hijos, al aproximarse una bella niña de cabello liso y negro me acaricia el rostro, sintiendo en mi interior una ternura increíble- El buen hombre me va diciendo: estabas tan mal que pensamos que te ibas a morir, por suerte al ponerte agua en los labios y empaparte con un trapo todo el cuerpo has tenido una mejoría increíble, lo único que falta es que comiendo recobres totalmente el estado de ánimo y por supuesto la fuerza. Al pasarme un plato de pescado la señora, lo sostengo contra mi cuerpo y aun temblando lo voy comiendo de a poco y solamente haciendo un gran esfuerzo logro terminarlo, al rato me siento mejor. Al decidirme parar lo hago lentamente logrando apoyar mis dos pies sobre el suelo arenoso, al dar mi primer paso tambaleo lográndome sostener, al dar el otro paso doy un tercero y lentamente logro salir de la construcción viendo el atardecer de un naranja que nunca antes había visto. Me alegro de sobremanera al ver a mi lado a dos niños y a cuatro niñas que al estarme contemplando no me han quitado lo ojos de encima. Al oscurecer luego que comemos chivo asado y yuca frita nos vamos a dormir.
A la mañana, algo tarde abro los ojos y veo a un poco de gente de estos wayuu, al levantarme  la señora de la casa va a mi encuentro diciéndome: nos tenemos que ir al entierro de mi padre. Sin pena la voy abrazando sintiendo su dolor, en ese mismo momento me acuerdo de mis pertenencias y del dinero que traía con migo, al  no saber nada me despreocupo y los veo a todas las personas, al salir observo una enorme camioneta, luego que se montan todos, lo hago yo ocupando la parte de atrás, no me importa que vaya apretado entre hombres, mujeres y niños de los dos sexos. El que maneja arranca tirando un espeso polvo, vamos por pleno desierto sintiendo el extremoso calor seco y el aire tan cálido como  el  clima, en la lejanía se ven las montañas del parque nacional Macuira, al tomar hacia esa dirección luego de transcurrir un tiempo llegamos a una ranchería, al estacionar el vehículo a un costado de la casa, nos bajamos al ingresar en el interior de la alargada vivienda, descubro un ataúd rodeado de varias personas, hombres y mujeres están departiendo un licor, al darme una bella muchacha vestida con una precioso vestido muy colorido y que lleva pintado cran parte de su bello rostro, me concentro en el personaje que está muerto dentro del ataúd y me tomo el trago sintiéndolo que me pasa ardiéndome la garganta- Un señor algo viejo con sus dos manos hace un extraño ademan continuándolo extendiendo  sus  dos  brazos  y algo después hace unas extrañas figuras con sus manos, yo veo algo insólito como el espíritu del muerto se sale del cuerpo yéndose hacia arriba, en ese mismo momento se escucha un crujido tan impresionante que me veo obligado a taparme con mis dos manos los oídos. Van pasando el licor de caña de azúcar, varias rondas esto dura horas enteras que inclusive se hace de noche para retornar la mañana, al estar tan borracho me voy hacia atrás quedándome en una incómoda posición completamente dormido.
Al despertarme escucho como alegan unos con otros, sin entender nada como tengo tanta sed y un hambre del demonio, busco algo  con que saciar esto que estoy sintiendo, al ver en una mesa una enorme bandeja con pescados, le echó mano a uno más o menos grande que devoró como tal bestia, luego hago lo mismo con otro. Al no entender nada alguien que esta descontrolado me apunta con una pistola, al ver un vaso de agua sin temer nada me lo tomo, y antes de correr tomo una especie de cantimplora y huyo sintiendo las balas que me rozan el cuerpo, ando hasta no ver absolutamente nada de la ranchería,  camino  tan  perdido  como  la  primera vez, al  cansarme por suerte me encuentro con un niño montado sobre un burro, sin hablarle lo sigo y al acordarme de la cantimplora bebo gran cantidad de agua y se la entrego, él niño hace lo mismo dándose un largo trago. Caminamos arduamente logrando llegar a un poblado al ver a una  camioneta sin importarle a donde va me trepo esta vez sí quedo tan apretado como si fuera una sardina enlatada, como es de esperar todos me miran con curiosidad y hablan entre ellos en su idioma que me resulta imposible entender nada- Un señor de piel lisa y cara bastante dura me dice: usted para donde cree que va…- No sé, lo único que quiero que me lleve a un lugar donde me puedan prestar al menos un celular. Me mira como interrogando a mi espíritu y se voltea para tomar algo. Al arrancar la camioneta va dejando una enorme estela de espeso polvo, como a las dos horas veo los mismos cerros del parque nacional Macuira pero más nítidos, el hombre no me ha quitado los ojos de encima pero eso no me preocupa ya que no le debo nada a nadie, nos vamos alejando hasta no ver absolutamente nada sino solamente la extensión del desierto. En un momento dado nos encontramos  con  un  enorme  camión que seguramente lleva contrabando, sin saber porque nos detenemos vemos salir del enorme vehículo  a dos hombres que están armados hasta los dientes, al acercarse nos apuntan con sus respectivas metralletas, al bajarse el conductor de la camioneta donde estamos montados, hay un incomprensible alegato, de repente uno de los dos hombres le disparara una ráfaga de disparos dejándolo sobre el suelo completamente muerto y hace lo mismo con la mujer que lo acompañaba, los hombres vuelven como si nada al camión que en un acto seguido arranca hacia otra dirección. Yo sin saber que hacer los veo a todos que a la vez me miran creándose un ambiente supremamente tenso, al volver-me a mirar el mismo hombre- Me dice: usted debe saber manejar- Hace tiempos que no lo hago pero si quiere lo intento. Se saca de dentro del pantalón blanco tremendo pistolón y me habla: Bájese que lo voy a acompañar a que maneje. Ni corto ni perezoso lo hago metiéndome dentro del interior del vehículo voy tomando el volante, el amenazante señor luego que abre la puerta dejando caer a la señora muerta, luego con un trapo limpia el charco de sangre- Me  habla  con  un tono amenazante: bueno, arranque antes que lo mate. Yo nervioso por supuesto, hundiendo con los pies el embrague y el  acelerador, al ir soltando el embrague lentamente la camioneta va tomando velocidad, el señor con el dedo me indica la dirección que debo tomar y moviendo la cabrilla logro ir en esa dirección, manejo  sintiéndome amenazado varias horas logrando arribar al Cabo de la Vela, al parquear al lado de una ranchería rápidamente me bajo saliendo a correr, el tipo me dispara yo sintiendo la muerte tan cerca logro huir ya que el tipo nunca me quiso dar, al llegar a una enorme despensa de alimentos- Al ver al señor le digo: Me han robado todo, necesito urgentemente que me preste un celular para llamar a pedir ayuda, le marco el número de mi novia Adriana y ella de inmediato me contesta: eres tu Francisco- Si soy yo, no sé porque estoy vivo ya con detalles te contare, necesito urgentemente que me envíes dinero por Servientrega para poder regresar ya que me han robado todo- Ya mismo te lo mando- Mi amor gracias ya nos veremos. Al colgarle- El mismo señor que me presto el celular me dice: yo arranco en un momento para Riohacha si quiere lo llevo- Si por favor. Él hombre al haberse enterado de mi precaria situación me da una Coca en lata que la tomo sin lograr calmar la sed del todo, sobre un pequeño muro me siento a esperarlo temiendo que vuelva el tipo de la camioneta, por suerte veo al hombre de la despensa que viene en dirección mía- Al acercarse me dice: vamos a ese jepp. Nos montamos y al arrancar tomamos velocidad por la mala carretera. Al llegar a Riohacha luego que en la empresa de envíos resuelvo mi situación, dado el hecho viajo a Cartagena donde vivo con la linda Adriana.          Fin. 
EL HECHO INVEROSÍMIL
Al estar dos días hospedado en el hostal Flamenco de Riohacha, cierto poeta que al escoger la capital de la Guajira para escribir un libro de poesía. En una habitación que da al mar de una luminosidad excelente, al salir a la pequeña terraza sentándose ocupando la mesita, al apoyarse escribe un primer poema, y otro, al querer escribir un tercero la musa se le va, se para apoyándose sobre la barandilla de metal divisando el extenso mar entre verde y azul, pensando pero por más que se enreda en el hecho no logra nada. Decidido a salir se pone una camiseta del color azul que es referente para su gusto de vestir, al ponérsela toma su mochila kogí y sale bajando las escaleras, al ver a la bella recepcionista se despide con un adiós de mano, ya en la calle la cruza para ir bordeando el malecón, al ver una especie de tienda vuelve a cruzar la calle entrando en el interior del lugar, al ver a la señora que está apoyada contra la escaparate- Le dice: será seño que me puede hacer el favor de venderme una cerveza bien helada. La seño mirándolo la busca entre el frízer y al sacarla se la pasa- Hablándole: me debe tanto- No hay problema. Y le da el dinero, sale y al volver a cruzar una vez más la calle, al andar un poco se sienta sobre la banca de madera viendo en dirección del mar y a las pocas personas que pasan, al ver a una bella muchacha que luce un cabello largo y una larga falda naranja y amarilla- Le dice: belleza genuina donde vas llevando tu peculiar hermosura. La chica ni lo mira y él sigue disfrutando de su cerveza, al acabar con el contenido de la lata se levanta, al caminar va viendo el mar que acompaña su forma de pensar y de vislumbrar la otra realidad que se esconde en su interior. Al arribar al largo muelle lo recorre viendo el mar y las diferentes edificaciones, al llegar al costado de un yate alguien con la mano lo saluda, él le responde el saludo de la misma manera, al llegar al extremo del muelle se sienta, al sentirse inspirado de la mochila toma el cuaderno y el lapicero empezando a escribir un poema largo y algo denso, al terminarlo comienza otro pero en la mitad hay algo que lo distrae. Al agacharse ve una extraña botella como de un perfume le causa tanta curiosidad que se quita la camisa poniéndola sobre la mochila, al ver que se está hundiendo desde esa altura se lanza logrando tomar con una de sus manos la botella, nada braseando un poco y apoyando uno de los pies logra subirse al muelle. Al ver detenidamente la botella se da cuenta que en su interior hay algo como un papel, la trata de destapar, se le ocurre que al chocarla contra la madera del muelle la puede abrir, al intentarlo la logra destapar y al golpear el pico contra la madera logra sacar el papel descubriendo que es como una esquela, al abrirlo ve que se trata nada menos de una corta carta que al leerla lee lo siguiente: Soy Virginia vivo en un mundo inanimado donde me sostiene lo vivo de la imaginación, por esa razón esto escribiendo esto. Ya que a partir de esta carta quiero encontrar a mi marinero o poeta que me saque de esta soledad, ya que es la única forma que puedo decir lo que fluye de este corazón, si alguien con esos pergaminos encuentra esta postulación viviente por favor comuníquese con migo por medio de este teléfono: 360154 o en esta dirección: calle de la Factoría casa después del poste de la luz, Cartagena de Indias y atentamente Catalina Muños. El poeta al terminarla de leerla va pensando será que la chica es linda o es un espantapájaros, será que la llamo o voy directamente a Cartagena a esa dirección. Se queda pensando descifrando: que voy a llamarla al sentir su voz intuiré si es bella o si es fea, pero también tengo que inventarme algo para que no sepa que se trata del que encontró la botella, voy a llamarla que seguramente en ese momento que escuche su voz pensare como responderle. Al guardar la botella y lo que sacara en el interior de la mochila, se sienta a presenciar el océano y sin pensar nada a la hora ve desaparecer el sol naranja  entre el océano. Se va diciendo a sí mismo: que espectáculo tan maravilloso y es pura poesía. Al estar oscureciendo se levanta con los últimos rayos del sol, que le muestran la ciudad en otro grado de diferencia, camina sintiendo la fresca brisa y al ver el letrero de un elegante restaurante, al cruzar la avenida entra estableciéndose en una de las dos mesas libres, sentado muy cómodo ve al mesero- Le va diciendo: como está ocurriendo algo insólito por favor lo quiero festejar para eso necesito al menos una cerveza importada que aunque no dudo que es de contrabando, eso no me importa y además por favor tráigame la carta. El mesero sin entender lo primero que le dijera el personaje le entrega la carta y al irse vuelve con la cerveza y un vaso- Que va ordenar- Espere que con el asunto que ya lo tengo entre mi mochila voy a ver que vislumbro en el ambiente que me alimente lo mejor posible- El mesero pensando en lo loco que esta el cliente le dice: tranquilo que no hay afán- Así me gusta ya que todo es una táctica precisa, ya me decidí tráigame una langosta a la vinagreta. Al esperar un buen rato por fin va apareciendo el mesero con el plato de langosta a la vinagreta, al colocarlo sobre la mesa, disponiendo del tenedor y del cuchillo lo va comiendo deleitándose el paladar, lo come inspirado en sus pensamientos solo lo acaba cuando ha dejado sus pensamientos de costado, se levanta y paga la cuenta al hombre de la registradora, sale a la oscuridad de la calle sintiendo la brisa un poco fría. Al llegar viendo a la recepcionista- Le habla: por favor présteme el teléfono que necesito hacer una urgente llamada a Cartagena- La chica: tenemos orden que no se pueden hacer llamadas a larga distancia- Es una urgencia por eso necesito que haga una excepción con migo- Está bien me convenció. Al pasarle la muchacha el teléfono, marca el número que ya tiene en la memoria, suena el timbre una y otra vez sin que nadie le conteste, intenta otra vez marcando el mismo número de esa manera suena el mismo timbre una y otra vez- Por fin le contesta una suave voz de mujer con un asentó grave y extranjero diciéndole: con guíen hablo- Es de parte de la panadería que ha dejado el pan que con antelación pagara- Ella sin entender nada le contesta: de que panadería de la Especial, usted vino está mañana nos pagó el pan pero se le olvido llevárselo- Si yo no he ido esta mañana a ninguna panadería- Sí que estuvo ya que una tarjeta que olvido con el nombre de Catalina Muños la tenemos. Ella pensando será cierto o es una broma de algún conocido- Va diciendo: no sé porque como le dije antes no he ido hoy a ninguna panadería, menos a comprar pan. Cuelga el teléfono- La chica mirándolo con rabia le dice: para bromear llamo a Cartagena- No fue una broma fue simplemente táctica y nada más- Usted está de la cabeza- Me dice que estoy loco- No exactamente eso, si no me quiere confundir o está confundido- Confucio no ya que los poetas somos muy libres y nos hacemos responsables de lo que hacemos, más bien dígame cuanto le debo por la llamada- Mañana me paga- Si antes que me vaya a Cartagena con la cuenta de los ocho días que me he quedado, hasta mañana. Al subir por las escaleras uno, dos y tres pisos; abre la puerta y al acostarse se queda inmediatamente dormido.
Muy temprano, lo despierta el poco ruido vehicular y al pararse va al baño donde se baña, al salir del baño se pone el pantalón corto y una camiseta con su color preferido que es el azul, se calza las abarcas y sin rodeos mete todas sus cosas entre la maleta que le regalara su viejo, sin peinarse pero si recién afeitado abre la puerta para bajar tranquilamente las escaleras, al llegar a la recepción al estar la chica recostada contra el mostrador, la toca diciéndole: pobre chica, cuando viene tu remplazo- Ella como aturdida va abriendo los ojos- Le dice: ya te vas- Si quiero pagarte lo del hotel y lo de la llamada- ella viendo la libreta de los recibos le dice: una y la otra cuestión valen tanto. El saca de su billetera la cifra estipulada y se la entrega- Diciéndole: usted es muy amable ojala siempre este bien. Al salir ella le pica el ojo y ya sobre el cemento de la calle llevando la maleta, al ver un restaurante entra al sentarse ocupando una de las mesas le pide a la señora el desayuno, al traérselo rápidamente lo consume y al pagárselo sale tan campante como una lechuza, al ver un taxi le estira la mano el conductor le para el vehículo ante sus narices- Diciéndole: a donde lo llevo- Lléveme a donde pueda tomar un bus que vaya a Cartagena- Súbase. Al abrirle la puerta al colocar la maleta a un lado se sienta viendo al señor de espaldas, al arrancar toma la estrecha avenida deteniéndose en el cruce de la troncal- Por aquí pasan los buses con destino a Cartagena- Gracias. Al pagarle se baja ya sintiendo el sol a sus espaldas, al ver venir un bus le pone la mano, el bus al detenerse se va montando con la maleta- Diciéndole al chofer: va para Cartagena- Si voy a Barranquilla y Cartagena ya le pagara al ayudante, al andar colocar la valija en la enorme bodega del bus, luego que pasa al lado del sujeto se sienta ocupando el puesto de la ventanilla, al estar andando se da cuenta que puede leer, extrae de su mochila koguí un libro, cómodamente sen-tado empieza a leer y al entrar en la realidad de Cien años de soledad se sumerge tanto que se le va pasando el tiempo sin darse cuenta que ha llegado a la ciudad portuaria del río Magdalena, sigue leyendo tan concentradamente que no se da cuenta que una señora que se ha sentado y que no le quita los ojos de encima, justo al acabar el libro ve a través de la ventana el cerro de la Popa, al avanzar por la av. pedro de Heredia ve el castillo de san Felipe y al llegar al redondel de la India catalina el bus se detiene, luego que le paga al ayudante el valor del pasaje se baja entre la gente, sosteniendo la maleta empieza a caminar, al cruzar por un lado del redondel viendo la estatua de la India Catalina le alza la mano en señal que le dé buena suerte con su tocaya- Una señora al verlo va diciendo: que hombres estos los de esta época tan raros- No soy un hombre cualquiera ya que llevo a la poesía en la sangre. Sigue la trayectoria de la calle pasando por túnel de muralla llegando ante una  alargada construcción colonial, pasa por la calle de la Cruz, luego, por la calle de la Moneda y en la calle San Agustín ve un letrero de un hostal. Al entrar sube unas tantas escaleras encontrando una enorme puerta, al tocar abriendo la puerta se presenta una viejita que le dice: quiere una habitación- Claro muéstremela. Al llevarlo por un largo corredor la viejita abre una de las tantas puertas presentándose una habitación bastante lúgubre- No me agrada gracias, vuelve a bajar las mismas escaleras logrando salir a la calle, al pasar a la calle Soledad dobla por la calle del cuartel al ver una especie de pensión con su correspondiente letrero enclavado en la pared, golpea suavemente la puerta, al abrirla una bella joven de pronunciados rasgos morenos- Que le dice: bienvenido a la pensión Don Sancho- Gracias. Al entrar ve un espacio muy bien restaurado de la época colonial y de una luz impactante- Me gusta esta construcción muéstreme un cuarto de la segunda planta. Sube guiado por la bella morena logrando llegar al segundo piso, va en el centro del corredor al abrirle la última puerta halla una linda y cómoda habitación con una especie de escritorio con su correspondiente silla, una cama enorme, con su respectiva mesa de noche la cual posee una bella lámpara estilo bohemia, antes de sentarse pone la maleta sobre el piso de parques- La chica le vuelve hablar: le gusta?- Si aquí me quedo tan fresco como estoy, ya bajare a poner la réplica autentica de mi firma y le pagare varios días por adelantado ya que nosotros los poetas hacemos de los hospedajes nuestra casa- Si, siéntase en su casa, lo dejo. Al acostarse se imagina a la chica, viéndola de figura esbelta, de cuello pronunciado, de cabellera larga y suavemente rubia, que a la vez posee unos ojos claros de una mirada profunda. A volverlos abrir ve a través de la ventana un ave blanca que vuela en dirección del firmamento azul. Decidido ir a visitar al objetivo de su incertidumbre, lentamente se levanta, al sacar de la maleta la mochila sale cerrando la puerta, recorre el corredor escuchando sus pasos y al bajar ve a la chica que sentada lee un libro de cuentos colombianos escrito por el inventor de este cuento- Al aproximarse le dice: que linda lectora, que tengo que hacer para quedarme en este bello lugar- Firme aquí, poniendo su dirección y su profesión- Va tomando la alargada y gruesa libreta y al estar escribiendo le Dice: soy poeta de oficio no hago nada más, como soy lo que soy no tengo un lugar fijo ya que vivo del ensueño- La chica se colorea y le dice: que bueno conocer un poeta- No somos muchos ya que somos animales metafísicos en vía de extinción, más bien tome este libro que es mi última obra poética que se titula: Como Crece el Abismo- Gracias. Con la sonrisa de la joven sale pisando duro, ya en la calle sintiendo el sol del medio día decide entrar en el primer restaurante que ve, al no encontrar una mesa libre se sienta al lado de un hombre de cabello largo como él, ya me senté que para esto un poeta como yo no tiene que pedir permiso para hacerlo, ya que culo es culo y pare de contar- Conque usted es poeta- eso no lo puedo negar- Como así que no lo he visto antes- Simple-mente porque desde hace tiempo he dejado la ciudad más cuando el mar era azul y ahora es color caca, guíen se mete ni el espíritu de Blas de Leso- Tiene razón, pero de eso ni la gente se da cuenta, ni siguiera los que se llaman los más finos ya que los ves como peces en el agua en estas contaminadas playas, es aterrador. Al servirles la empleada la sopa y el seco- Amigo usted se ve claramente que es artista, en que menester del arte lo puedo situar- Soy músico he tocado en varias filarmónicas, pero prefiero estudiar el piano y hacer mis propias melodías. Al acabar con la sopa siguen la conversa- ¿Le gusta leer poesía? Si el libro es complicada de leer, aunque me cueste entenderlo hago el esfuerzo hasta que me agrada y desde que la leo asiduamente empiezo a comunicarme con ella, ya que la poesía no es de entenderla si no de vivirla, eso mismo pasa con las demás artes y la gente eso no lo entiende- Estoy completamente de acuerdo, que poetas lees- Colombianos co- mo Asunción Silva, Al tuerto López, Raúl Gómez Jattin, Gonzalo Arango y a otros tantos que en este momento  injustamente se me escapan. Al acabar se quedan mirando- El nuevo amigo: lo dejo ya que tengo que ir a estudiar piano- Quienes serán esos privilegiados vecinos…- Aprovecho el día ya que en la noche me es imposible, ya que me han llamado hasta la policía- Que ignorancia más atrevida- Así tal cual es. Al despedirse de mano el poeta se vuelve a sentar, calculando todo lo que tiene que hacer para poder cumplir su externa confluencia femenina, ya decidido a triunfar o morir se levanta, pangando el almuerzo que consumió. Al salir ve hacia los cuatro puntos cardinales,  al estar en la calle Don Sancho empieza a caminar muy decidido, al doblar por la Merced toma la calle de la Factoría al ver el poste de la luz camina las tres puertas escuchando el afinado sonido de un melodioso piano, al ver el alargado balcón se da cuenta que de ahí proviene la música, al estar escuchando concentradamente se le suma al espectacular sonido del piano una inmaculada voz de soprano que titila mágicamente en el ambiente. En el momento que la voz y el sonido del piano dejan de escucharse, él ni perezoso ni temeroso recoge del suelo una piedrecita, en el momento que la lanza doblegando el balcón da acertadamente en el vidrio enmarcado en la puerta, inmediatamente sale a ver una muchacha de cabello algo rubio y de ojos claros profundos que juegan con el tono de su pelo- Al ver al poeta le dice gritando: tú de dónde has aparecido- Soy un poeta que te trae el pan que has dejado en la panadería- Ya mismo abro la puerta para que entres ya que tenemos que hablar. Al bajar las escaleras atraviesa todo el espacio y va abriendo la puerta viendo al poeta que esta vestido informalmente llevando su bermuda de siempre, una camiseta de tonos azulosos, que sobresale por su cabello largo y por una cara bien afeitada de color canela, ella al acercársele se da cuenta el poeta que en su imaginación acertado en todo, viéndose se toman de la mano- Sigamos a la casa. Al entrar él descubre un proporcionado espacio decorado con gusto, al fondo un caballete y en otro cuarto tremenda biblioteca- La chica después que te escuche, descifre que lo del pan era puro cuento y que más bien que se trataba de la esquela en la botella- Si es exactamente eso, es que no sabía cómo hablarte por eso invente la excusa del pan- Que buen ingenio- Claro si es procedente de un poeta como yo no podría suceder otra cosa, la duda que tengo en que playa o en qué lugar tiraste la botella- Yendo en una embarcación de Santa Marta a la Guajira- Más o menos donde…- Eso no tiene importancia ya que al lanzarla con la esquela adentro pedí un deseo, de verdad pensé que alguien la fuera a encontrar, dime como la hallaste- Bueno te cuento desde la antesala a la obra, al alquilar un cuarto en un hostal común y corriente, con el compromiso de escribir un libro de poesía, un día que logre escribir como dos poemas sintiendo que la musa se me fue, al no tener más inspiración decidí salir a caminar, al andar sin saber a dónde iba encontré el muelle, al recorrerlo todo me siento en el final a escribir otros poemas, estándolo haciéndolo yo no sé porque mire hacia abajo y al ver esa botella como de perfume, sin dudarlo un segundo me lance y de esa forma la rescate del mar, claro cuando la tuve en mis manos al ver su contenido logre sacar la esquela que leí varias veces, al escuchar tu voz en esa to-madera de pelo me comunique profundamente con tu ser, que estando acostado en la cama de la pensión donde me estoy quedando al cerrar los ojos ya te vi tal cual eres- Estoy feliz de estar con mi poeta- Lo mismo digo que gracias al papel de esa navegante botella de perfume tengo a mi musa perfecta. Al tomarse se besan sin saber que se ha ido la luz en toda la ciudad Heroica.
                                INDICE
Pag.1---------------------------Un viaje inesperado
Pag. 26--------------------Las tortugas de Playona
Pag. 34--------------------------Un suceso de terror
Pag. 50---------------------------El regalo del mar
Pag. 61---------Lo sucedido en el advenimiento de un viaje
Pag. 87----------------------------------El encuentro
Pag. 93---------------Cocinando un par de huevos
Pag. 94--Una visita inesperada que se convierte en una tragedia
Pag. 100--------------------En el festival de gaitas
Pag. 117-----------------------------En un fandango
Pag. 120-------------------------En estado de coma
Pag. 128------------------------------------En Cereté
Pag. 135-------------------Una particular decisión
Pag. 145---------------------En el Rincón del Mar
Pag. 156-----------Una semana santa en Monpox
Pag. 173----------------Un particular fantasma Pag. 182-------------------------La ahogada
Pag. 192----------------------En una trágica rumba
Pag. 206-------------Todo debido a una violación
Pag. 222---------------------------------En Taganga
Pag. 238----------------El accidente y la tormenta
Pag. 248--------------------------------En Palomino
Pag. 267---------------------Una experiencia única
Pag. 278-----------------------Un encuentro casual
Pag. 289-------------------La odisea en el desierto
Pag. 298----------------------El hecho inverosímil
                         COMENTARIO
Este autor de origen cartagenero, al tener un conocimiento extenso de lo que es la costa caribeña, del costeño en sí como persona. Se atrevió a escribir estos cuentos costeños, que enmarcan una realidad constante, ya que su narrativa va más allá de lo que se puede ver, tanto en el plano, de las ciudades, de los campos, de la región desconocida de la sierra y del desierto guajiro. Enmarcando el sentido con una originalidad que va fomentando una equilibrada escritura, cuya visión van protagonizando los hechos como tales, que rompen con los esquemas convencionales en una forma particular de escribir y de nombrar a sus respectivos personajes.
Desde el momento que escribió sus primeras obras, ya casi tres décadas, los que lo han leído han quedado encantados por la magia de su narrativa, arraizada, fuerte e impactante.
Los escritos de Pedro José Martínez, siempre han prendido un propulsor de inconformidad que descubre mundos más allá de la razón, sus frases misteriosas que todos sus escritos contienen, cargados todos de cierta melancolía, retratan con certeza y claridad, sentimientos que trasgreden, pues desde el principio su literatura atrapa y va desprendiéndose de lo material.
En él se baten la discordia de una juventud perecedera, de una rebeldía inconforme que rompe los calones establecidos, despierta el marasmo al inmutable mundo del conformismo, acabando con el machismo perseverante y decadente.
Este autor que escribe para todas las edades, pero llevando siempre la juventud por dentro, siempre retrata con la voz de la experiencia la rebeldía iconoclasta de sus personajes, por esa cosmogonía de su literatura es actual y contemporánea, los protagonistas siempre su-fren cambios ya que el actor de la obra constan-temente los ha renovado.
                        Por Ana Bustamante.      

CUENTOS COSTEÑOS VOL. 3
                          LA AHOGADA
Al abrir los ojos muy temprano en la mañana, se levanta abriendo la cortina y en la ventana se presenta el paisaje de los edificios y de las pocas casas viejas con sus grandes solares, se le ocurre que como es domingo tiene el tiempo para leer, para eso saca de su biblioteca personal el libro de las mil y una noches, al abrirlo busca en la página donde va el separador que le regalara su amiga Creta, de ese modo se entrega a la lectura solo la interrumpe en el momento que suena el celular, al tomarlo se da cuenta que es su amiga Creta- le va diciendo: hola Creta que tal dormiste…- Bien ya que me dormí anoche muy temprano- Acaso no fuiste a la fiesta de Andrea- No, porque el día de playa me agoto y más aún me puse a leer a Clea y como estaba extenuada me quede dormida muy temprano- Que tal si vamos a la playa del hotel Caribe- Que hora son…- las ocho y media- Te recojo en tu casa a las diez- Perfecto entonces te estaré esperando. Al colgar continua con la lectura y solo la culmina en el momento que siente hambre, se levanta de la cama yendo directamente a la cocina, al ver a su amigo  Fernando se saludan de abrazo y él le dice: que vas hacer hoy…- Me voy a la playa con mi amiga Creta y tú… Me voy a ir con mi novia Sofía a Barranquilla- Que vas hacer allá…- Que amigo más preguntón, nos vamos a una fiesta que unos amigos están organizando- Que bien- Me voy ya que quede de recoger a Sofía. Al despedirse lo ver salir cerrando  la puerta, él inmediatamente saca de la nevera dos huevos, tomate y cebolla larga, luego que pica con un cuchillo y la tabla bien pequeñitos los tomates y las cebolla, las coloca en un sartén al agregarle aceite de oliva prendiendo la estufa logra que se sofríen, abre los dos huevos en una taza grande y con un tenedor los bate hasta que quedan compactos, inmediatamente los chorea en el picadillo al rato tiene unos huevos revueltos, que sentado ocupando la mesa los come acompañados de pan de miga y jugo de naranja, al terminar de desayunar lava lo que uso en el lavaplatos y los seca poniéndolos en su lugar, mira en el reloj de la cocina que son las nueve, se pone el vestido de baño y encima una camiseta de colores sicodélicos y luego se calza las chanclas, y al abrir la puerta sale tomando el pequeño  ascensor  que rápidamente lo lleva a la primera planta, abriendo la puerta sale de una vez toma la pequeña av. Pinango camina varias cuadras viendo los pocos autos que van y vienen, los bajos edificios y al pasar una camioneta alguien lo saluda pero sigue como si nada y al ver el edificio descubre a su amiga Creta en un pequeño muro, al verla que tiene un vistoso bikini azul claro, una camiseta del mismo color y que sostiene una enorme toalla, va a su encuentro saludándose de besos- creta: Jaime que tal la mañana…- normal pero ya se siente el calor, vamos que tengo una ganas terribles de meterme en el mar. Caminan rápidamente hasta la carrera sesta donde doblan en la calle cuarta pasan a un lado del club Cartagena, siguen bordeando el parque viendo cómo se columpian dos niñas y un niño, mientras otros juegan a perseguirse, atraviesan el parque viendo la vieja edificación del hotel Caribe, al cruzar la transitada avenida llegan a la ancha playa que está muy concurrida- Jaime le dice a creta: mira que hay bandera roja ya que el mar esta supremamente picado- Tu crees que no me voy a meter- Claro que nos vamos a meter. Al andar sobre la arena caliente donde revientas las pequeñas olas se despojan de las camisetas quedando únicamente ella con el bikini y él con el vestido baño, corriendo se meten en el mar y al venir una ola se le lanzan logrando que los moje completamente, de esa forma van hacia las olas más grandes al llegarles una enorme la pasan por debajo, haciendo lo mismo con las otras- Creta vamos a la playa a tomar el sol. Con la ayuda de una ola lográndola tomar los lleva a la orilla y solo tienen que caminar unos pocos pasos. Al estar pisando únicamente la arena se colocan protector solar y se acuestan sobre la toalla que trajera Creta tan largos son, se quedan dormidos sintiendo el sol sobre sus cuerpos. Al despertarse Creta viendo a su amigo que duerme apoyando una mano sobre la cabeza, se decide meterse en el mar, camina y en un momento que no tocan sus pies la arena una ola la inviste haciendo que tome agua, grita y alza las manos desesperada-mente, al verla un muchacho nada hasta ella y un remolino la hace que se hunda llevándosela la corriente mar adentro. El muchacho saliendo del mar ve a Jaime que está durmiendo  boca  abajo  sobre  la  toalla, al tocarlo  suavemente  en  la  espalda,  él  abre los ojos y se voltea viéndolo- Él le va diciendo: su amiga se ahogó- Como dijo usted…- Su amiga se ha ahogado, la vi en el momento que estaba pidiendo ayuda, nade tratando de alcanzarla, pero se hundió en el remolino  que la hundió para desaparecer completamente- Esta seguro…-Claro, no lo estoy inventando, es tan cierto como llamarme Javier. Del desespero lo abraza dejando derramar las lágrimas- Él piensa como me pude quedar dormido tanto tiempo y como no me entere que Creta se estaba ahogando, eso es imperdonable y Luego le dice: que hacemos…- Yo diría que avisarle a la policía, si quiere lo acompaño al caí. Al ponerse la camiseta sicodélica caminan hacia esa dirección, al pasar la avenida San Martín logran llegar al caí, al ver a un uniformado- Le dice: mi amiga se acaba de ahogar- Donde… - Allá en el mar más o menos cerca del hotel Caribe- El policía dirigiéndole la mirada a un compañero le dice: llama al guarda costas que se acaba de ahogar una joven, luego les dice: vamos y me muestran en qué lugar del océano se ahogó.  Se retiran del recinto policial, atraviesan con dificultad la avenida por los vehículos que van pasando y al llegar a la playa caminan por la arena donde baja y sube la marea constantemente-  El muchacho  señalando va diciendo: estoy seguro que fue ahí donde la nena desapareció- El policía: ya veremos que se puede hacer al respecto, el problema es que la gente no hace caso sin ven la bandera roja es para que estén alertas y no se metan en el mar- Jaime tomándose la cabeza va diciendo: ahora qué hago… Tienes que avisarle a la familia- Claro eso es lo más lógico, pero el problema es que me he quedado sin mi mejor amiga, que mierda. Llora a lagrima tendida- El muchacho abrazándolo le dice: si quieres te compaña don-de vivía tu amiga- No para nada eso me corresponde solamente a mí, de todas maneras gracias, se despide del muchacho dándole la mano y al verlo partir por la extensión de la playa. Al sentirse tan solo golpea con los pies la arena y desesperado grita. Al acercarse un amigo a su posición tomándolo le dice: Jaime que te está sucediendo- Te parece poco que mi amiga Creta hace un rato se ahogó y que no hice nada para impedirlo ya que estaba recostado sobre la playa completamente dormido, soy un huevon. Vuelve a patear la arena y gritar como loco- Antonio Cálmate carajo y piensa que le tienes que informar a la familia a ver como recuperan  al menos el cadáver- Que situación más horrible y para empeorar la vaina ya me he quedado sin mi amada amiga, que voy hacer mierda- Por ahora recuperar la gordura y hacer lo que ya te dije- No me atrevo a dar la cara solo- Vamos que te acompaño. Caminan por las mismas calles por donde viniera con su amiga ahogada, rápidamente llegan a la av. Pinango, al caminar las pocas cuadras requeridas llegan ante la fachada del edificio, Jaime timbra y el celador le abre la puerta- Diciéndole Jaime: su amiga no está- Eso ya lo sé, necesito hablar con alguno de los padres- Si están los dos, pero dígame una cosita acaso le paso algo a la joven Creta- Desafortunadamente se ahogó- Como así- Si se ahogó estando con migo en la playa del hotel Caribe- Y él guíen es…-  Un  amigo-  ya  mismo  le digo a los padres sobre su  presencia. Toma con una mano el teléfono marcando el piso- Al rato le contesta la empleada diciendo: necesita algo- no nada, dígale que el amigo Jaime está aquí ya que necesita urgentemente hablar con los padres de Creta- Acaso le paso algo…- No se adelante a los hechos y dígales lo que le acabo de decir- Está bien. Al rato lo llama la madre: dígale que suba- Él ha venido con un muchacho- No importa que sigan. El portero viéndolos a los dos- Les dice suban. Al ingresar en el ascensor- Jaime le dice Antonio: como le voy a decir a ellos lo que le sucedió a mi amiga Creta. Llora amargamente- Tranquilo que yo les digo- Está bien y aprieta el botón del número del piso, al sentir que van subiendo llegan al piso, La empleada abre la puerta y entran viendo a los padres, al acercarse y quererles contar lo sucedido no puede ya que siente un nudo en la garganta tomando su rostro un color supremamente  pálido- El señor porque esta así y que le ha pasado a mi hija, dígame por favor- El muchacho adelantándosele le contesta:  voy a hacer franco, yo soy amigo de él, pero si vi como su hija se ahogó desapareciendo. La madre al escucharlo pierde el conocimiento que la tienen que tomar entre  el  esposo  y ellos dos para que no  se  caiga,  sentándola  sobre  uno de los sofás- El padre llorando va diciendo: que tragedia, no entiendo cómo pudo ser que he perdido a mi bella hija, que se podrá hacer. Camina de un lado para el otro como pensando- Luego dice: voy a llamar a mi primo Jorge que si tiene gente conocida en la marina. Toma su celular y marca el número- Enseguida le contesta él mismo: hola primo como estas…- Para nada bien ya que se ha ahogado mi hija Creta y no la han encontrado- Como así donde se ahogó…- Espera le pregunta a su amigo Jaime que está aquí con nosotros y que nos acaba de dar esa terrible noticia- Mijito donde estaban en el momento que Creta se ahogó… En la playa del hotel Caribe- Si en la playa del hotel Caribe y hace como dos horas- Voy a llamar algunos amigos que tienen alto rango en la marina y cualquier suceso al respecto que sepa te llamare, por ahora traten de estar tranquilos ya que en estos casos hay que esperar por lo menos veinticuatro horas para que el cuerpo salga a la superficie- Gracias primo. Al rato la madre reacciona y se para invistiendo a Jaime- Diciéndole: como dejaste ahogar a mi hija- Yo  hice todo lo que pude pero desgraciadamente no pude evitarlo- Antonio hablando: señora él está diciendo la verdad- Cállate tú y no te metas que contigo ya hablaremos- El padre: amor tranquilízate que ellos no tuvieron la culpa de que nuestra hija se halla ahogado- Tú crees que no…, si el uno si tiene la culpa ya que fue con ella al mar y este otro la pudo salvar y no lo hizo- Intento y no lo logro, y él solamente la estaba acompañando por lo tanto no tienen nada que ver en el asunto. La señora perdiendo el control va tirándoles todo lo que se va encontrando, entre porcelanas y otros objetos de lujo, que tienen que salir corriendo escaleras abajo y así logran salir del edificio.
Al tercer día el guarda costas rescata el cadáver algo mordido por los peces, llevándolo a la morque, la madre y el padre al ser avisados lo hacen cremar. Ese mismo día hacen la ceremonia mortuoria en la iglesia de Boca Grande, en la cual asisten la familia de la madre y el padre, el hermano que vive en Barranquilla, Jaime y el amigo Antonio.                      Fin.
               
EN UNA TRAGICA RUMBA
Humberto que desde siempre vive en la Heroica, llama por su celular a su amigo Jaime Cortissoz, al hablar como los buenos amigos que son, quedan de verse en barran-quilla en el pequeño apartamento de Jaime al día sigui-ente. En la mañana de ese día después de que se baña, desayuna y mete en su mochila la ropa que él considera que le puede servir. Vestido con su viejo bluyín algo desteñido, con una camiseta del mismo color y como no acostumbra a ponerse medias con sus zapatillas. Va saliendo del apartamento cerrando la puerta con llave, muy relajado baja las escaleras y sin que nadie lo vea sale del edificio, estando en la calle moviliza su andar deteniéndose en la av. San Martín a un costado de la droguería Nueva York , viendo que pasan los diferentes automotores en los dos sentidos, al ver que detrás de una camioneta viene la buseta y al estar pasando cerca de él no duda en ponerle la mano, enseguida el personaje conductor detiene el vehiculó, se sube y al estar solamente un puesto desocupado se sienta poniendo su mochila encima de las rodillas y al lado de una  bella muchacha que luce una minifalda floreada ver- dosa y una camisola del mismo color- Ella dirigiéndole la mirada le dice: creo que te conozco…- Tal vez en algún sitio de esta ciudad- Ya sé una vez me preguntaste la hora en el portal de los dulces- Ahora que te veo mejor sí que lo recuerdo, si no estoy mal eso fue hace como un mes- Si claro, a donde vas con esa mochila- Voy a Barranquilla a visitar a un amigo- No me llevas…- Si lo deseas vamos- Lo dije en son de broma ya nos veremos otro día. Luego que lo mira directamente a los ojos se levanta- Va diciendo: parada. El conductor detiene la buseta a un lado del parque de los Almirantes y la chica con la mano le indica adiós bajándose, al arrancar el bus la ve detenida como si fuera cruzar la avenida. Él se dice a sí mismo: que chica más bella, como no le pregunte su nombre y el número del celular soy un estúpido. La buseta dobla por la rotonda, al pasar a un lado de la torre del reloj toma hacia el centro de convenciones donde se detiene, al bajarse todos él lo hace de último y detrás de una señora, camina entre varias personas una, dos, tres y cuatro cuadras llegando a un costado de la india Catalina. Al ver un moderno bus estacionado donde un moreno grita: a Barranquilla. El corre logrando llegar al bus y luego que se suben varias personas lo hace él sentándose al lado de la ventanilla, al llenarse el bus el conductor arranca, él sosteniendo la mochila entre sus piernas ve a la señora a su lado pero prefiere dirigir su mirada hacia la avenida Pedro Heredia, luego ve el castillo de San Felipe quedándose dormido y solo abre los ojos antes de llegar a la Arenosa dándose cuenta que su mochila no está, la busca en el suelo sin hallarla- Va diciendo mierda como me quede dormido esa señora me robo la mochila. Al arribar a la ciudad portuaria el bus toma la avenida y al pasar a un costado del estadio al detenerse el bus entre varias persona se baja- Le pre-gunta a un moreno: usted debe saber que bus me sirve para ir al barrio Prado- Tome el bus rojo número cuatro pero tiene que caminar en ese sentido tres cuadras y justo en el semáforo pasa- Gracias. Camina en el sentido que el moreno le dijera y sin dificultad encuentra el tal semáforo. Viendo los diferentes vehículos que van pasando, al cambiar de verde a rojo el semáforo, los vehículos  se  detienen para que pasen los otros, al volver a cambiar el semáforo cerca de él ve el alargado bus que lleva inscrito con letras negras el número cuatro, al hacer que se detenga se sube sentándose a un lado de un hombre de avanzada edad que no le quita la mirada de encima. Pero prefiere ver a través del vidrio de la ventanilla el caos  vehicular y las diferentes construcciones, al llegar a la rotonda se acuerda que su amigo Jaime vive por ahí, se para pidiéndole permiso al hombre de cabello gris que ni un segundo le ha quitado la mirada, al decirle al conductor que se detenga pasando entre la gente se baja, camina pasando la ancha avenida y al ver edificio del diario el Heraldo  voltea por una calle donde hay varias edificaciones de pocos pisos, al pasar a un lado de uno, de dos y de tres edificios llega al edificio de color ladrillo en el cual timbra el número correspondiente del apartamento de Jaime- Humberto le dice: soy yo- Jaime reconociéndole la voz le dice: espérame un momento que ya bajo. Al esperar va abriendo la puerta El propio Cortissoz en persona, que luce su cabello negro y largo una camiseta y un pantalón corto con el cual se abrazan- Jaime  va diciendo: viejo Humberto que bueno que te hayas decidido a venir, hoy tenemos tremenda rumba en la casa de unas amigas. Por ahora sigamos al apartamento pero veo que no has traído nada- Sí que traía una mochila pero como soy un idiota al quedarme dormido me la han robado, por fortuna no me sacaron la billetera- Bueno hermano que se le va hacer, más bien sigamos. Al entrar toman el ascensor que los lleva al quinto piso, el mismo Jaime abre la puerta logrando salir del elevador y al caminar dejando varias puertas con la llave abre la puerta de su apartamento, entran viendo Humberto el amplio lugar donde hay varias mecedoras, diferentes muebles y los cuadros de animales geométricos muy bien enmarcados en las paredes- Humberto: el apartamento esta igual que la última vez que vine, pero se ve que has estado pintando- Si claro, ven acompáñame a la cocina que traigo lo que he preparado y la botella de whisky. Van a la pequeña cocina y recogen de la mesada los dos grandes platos con las picadas, los vasos con el hielo y la botella de escoces que colocan sobre una mesita, el mismo Jaime al destapar la botella vierte una buena cantidad  en  los  dos  vasos  y se sientan cada uno sobre una  mecedora- Jaime ahora si salud. Chocan los vasos dándose  el  primer  trago-  Humberto que buen whisky y  sobre todo la compañía- Tranquilo que esto hasta ahora comienza ya verás lo chévere que lo vamos a pasar en la rumba, pero tenemos que llegar bien prendidos. Van tomando, comiendo las diferentes y deliciosas picadas hablando de las diferentes rumbas en que han estado. Al hacerse de noche- Jaime va murmurando: nunca me olvidare de esa rumba allá en Cartagena que un pelado quiso saltar por el balcón de ese apartamento a otro balcón donde estaba la novia, que al saltar logro agarrarse pero su impulso fue mayor y que al estar pasando un oficial de la policía le cayó encima armándose tremenda tragedia- Claro que me acuerdo, más a aun cuando se formó el lío- Acuérdate de esa noche que estando en la playa de Boca Grande nos emborrachamos y que bailando con la música del aparato de Liliana la Dulce hicimos tremendo escándalo que vino la policía, nos llevó a la comisaría de San Digo, que nos pusimos la comisaria de joda y que tuvieron los policías mandarnos de  vuelta a la calle- Luego que se ríe va diciendo: esa no-noche fue increíble. Al acabar con el contenido de la botella y los platos- Humberto va murmurando con su  voz: que prendidos que estamos por que no nos vamos ya- Si vamos de una. Se levantan al salir vuelve a cerrar la puerta Cortissoz, bajan por el ascensor logrando llegar al primer piso de esa misma forma salen a la calle- Jaime mirándolo le dice: ya vas a conocer a mis bellas amigas, se me estaba olvidando comprarle a Linda al menos un detalle de cumpleaños- Humberto: será que en ese centro comercial lo podremos conseguir- Claro ahí es la vaina. Al no pasar autos cruzan la avenida y entran en el centro comercial recorren los diferentes almacenes viendo sus respectivas vitrinas- Jaime: entremos en la olímpica a ver que hay para ella. Al ingresar van viendo los diferentes estantes, al llegar a la de los dulces- Jaime tomando una caja de chocolates va diciendo: con lo glotona que es la gringa esto es un buen regalo. Hacen la cola en una de las cajas, después de que una señora le paga a la chica de la caja y que ella misma le empaca los víveres en una bolsa con el nombre del supermercado y se retire la señora llevando la tal bolsa, siguen ellos la niña sonriéndoles les dice- Cuesta tanto- Humberto como tu invitaste al whisky yo pago esta caja de chocolates. Saca del bolsillo la billetera y le paga a la joven- Cortissoz ahora si vayámonos al apartamento de mis amigas. Andan en silencio, al querer pasar la avenida se tienen que detener un buen rato gracias al tránsito vehicular, al ver que no viene ningún vehículo corriendo la logran atravesar, doblan por una de las pocas casas viejas que se conservan en el barrio- Jaime viendo la monumental casa va diciendo: esta casa es de los Jiménez una de las tradicionales familias de Barranquilla, seguramente cuando se mueran los viejos los hijos seguramente la venderán para que ese nuevo dueño la tumbe remplazándola por un edificio como ha ocurrido con todos estos nuevos edificios, es una mierda. Siguen una y en la otra cuadra encuentra Jaime el edificio- Y va diciendo: carajo hemos llegado, entran viendo el jardín de diferentes plantas- El portero que ya conoce a Jaime sonriéndole- Le dice: van para donde la gringa y Jazmín-  Si para allá nos dirigimos- Sigan por la escalera ya que el ascensor está dañado- Con este calor que vaina. Al tomar las escaleras van escuchando la salsa y agitados llegan al cuarto piso, al ver que la puerta está abierta van entrando viendo a las diferentes parejas que bailan y otras personas sentadas unas sobre las sillas y a las otras sobre el entablado. Al verlos Linda la rubia que luce una especie de bermuda que dejan ver sus bellas piernas- Va a su encuentro abrazándose con Jaime que le entrega la caja de chocolates- feliz cumpleaños, lástima que no tuvimos tiempo de empacarlo en un lindo papel de regalo- Ella sonriéndoles: lo importante es el detalle- Humberto: que bueno conocerte el día de tu cumpleaños que cumplas muchos más- Linda: en la cocina van a encontrar varios licores sírvanse lo que quieran que están en su apartamento. Al ingresar en la cocina encuentran a varias personas que están haciendo lo mismo que quieren hacer ellos, luego que una bella morena se fabrica una cuba libre, ellos se fabrican lo mismo y salen moviéndose- Jaime bailando va murmurando: epa, que buena esta la rumba, al verlos don chicas que están sentadas hablando decididas se paran y van al encuentro  de  ellos- Humberto viendo a la flaca de cabello liso y negro le dice: tu una vez no estuviste en el club Cartagena- Si he ido varias veces, ya recuerdo que estuvimos hablando un largo rato en la piscina. Claro a penas te vi me acorde, tu eres músico o algo por el estilo…- No soy pintor de oficio ya que no hago otra cosa. La toma de la mano y bailan al ritmo de la salsa viéndose directamente a los ojos, bailan otro tema viendo a los otros hacer lo mismo, al terminar el tercer tema y empezar el cuarto alguien les pasa un barrillo de mariguana, luego de que fuma Humberto se lo pasa a ella que fuma como si fuera una locomotora y ella se lo pasa a Cortissos que a la vez se lo pasa a la chica de cabello rojizo conque está bailando- Humberto tomándole la mano a la pelada le dice: a ver si me acuerdo de tu nombre, te llamas Lucia- Que buena memoria, yo si no me acuerdo de tu nombre- Empieza con h- Ya Humberto. Al terminar de decirlo se le baja todo perdiendo el sentido de la realidad se desploma. Al ver lo que le sucedió Humberto se agacha y alzándola logra ponerla sobre una silla, la mayoría de los asistentes la rodean- Jazmín: va diciéndole a Humberto: que le paso- No sé, ya que estábamos bailan-do y se desmayó- Linda va murmurando: yo tengo la solución. De la cocina trae un vaso de agua lanzándole el agua ella se recobra- Diciendo: se me fueron las luces, Humberto acompáñame a tomar aire a la terraza. Salen al aire de la terraza y se recuestan contra la baranda-  Ella debe ser bello pintar- Es increíble ya que primero plasmas en tu imaginación lo que vas a realizar y cuando lo logras pintar no te la crees- Es magia pura- Algo así. Siguen hablando sobre el tema. Al acalorarse la fiesta una chica bastante blanca que baila, en un momento de locura prácticamente corriendo sale a la terraza y ellos presencian como grita doblegando la baranda va cayendo en la altura volviéndose mierda contra el pavimento. Todos van a la terraza a ver lo sucedido con la pelada- Humberto: que locura como se lanzó al vacío- Lucia: casi nos lleva por delante, que hacemos…- Un hombre que lleva el cabello largo y que en la nariz lleva un notorio lunar – Va diciendo- Aquí no ha pasado nada sigamos bailando. Todos le hacen caso y vuelven al interior del apartamento- Jaime bailando al lado de la pelada de piel blanca  y  de  cabello   negro abundante- Le dice: que mal que pasen esas cosas- Quien era esa chica tan loca…- Yo si la he visto varias veces por ahí en la calle, pero nunca hable con ella, a un menos no sé quién era y que hacia- Yo nunca la había visto si no en el momento que se lanzó, que importa sigamos con la rumba. Nadie se da cuenta que llega la policía, ni mucho menos que subieron- Solo se dan por enterados en el momento que tocan muy duro en la puerta logrando la atención de todos- Jazmín al escuchar deja de moverse y va diciendo: estoy segura que es la policía, guíen va abrir la puerta- Jaime yo no estoy tan peádo yo la abro. Al abrirla surge la silueta de los tres uniformados el más alto que se trata de un corpulento moreno- Va diciendo: apaguen la música. Todos gritan diferentes palabras haciéndose un solo estruendo- El otro policía entremos. Al entrar van tomando a Cortissoz de las manos- el otro oficial va diciendo: tienen que apagar la música. Jazmín yendo donde esta el aparato apaga la música- El oficial corpulento- ¿Quién empujo a ese pelada que está muerta sobre el pavimento de la calle?- Un hombre de espeso bigote: nadie la empujo ella en su locura se lanzó, todos lo vimos- El mismo policía: quien la conoce- Un muchacho rubio y alto: vino con migo, pero hasta ahora es que la conozco. Venga con nosotros. El muchacho al querer salir corriendo entre los tres policías lo toman y se lo llevan escaleras abajo. Al volver a poner rock todos bailan al ritmo de santana como si no hubiera pasado nada- Jaime locamente ebrio va tomando a la pelada de cabello rojizo, al tratarla de besar se va de bruces contra el piso- Ella simplemente se ríe y le va diciendo: que delirio estamos más que locos- Él estando sentado sobre el piso le contesta: viva la locura. En un acto seguido al levantarse la toma alzándola llevándola al primer cuarto, cierra la puerta y nadie ha visto nada- Humberto amacizando a la Lucia: me estoy enamorando de ti- La chica se le suelta diciéndole: embustero- Yo de mentiroso no tengo nada, es simplemente de tu belleza y de tu linda forma de ser. La chica al terminar de escucharlo se le lanza y van cayendo sobre otra pareja yendo  los  cuatro  directamente  al  piso.  Se  paran  y el borracho empuja a Humberto- diciéndole: que les pasa a ustedes dos. Le manda tremenda trompada pero al esquivarle el puño este va cayendo de cara contra el filo de la mesa quedando completamente inconsciente-  La novia les dice: miren como ha quedado por su culpa- Lucia eso le pasa por querer pegarle a Humberto. Ella sin contestarle va cogiendo de los cabellos a Lucia, que con furia y con la mano logra golpearla de tal modo que cae rebotando contra el suelo. Humberto viendo que al caerse una vela encendida se ha prendido la madera del piso, toma el mantel dejando que se caigan unos cuantos platos y otros vasos, con la cual intenta a pagar el fuego, este en vez de disminuir se agranda logrando elevarse las inmensas llamas- Lucia viendo cómo se elevan las llamas va diciendo: huyamos antes de que nos incendiemos- Pero antes busquemos a mi amigo Jaime. Al no encontrarlo deciden abrir la puerta de la habitación encontrándolo dormido entre pierna do contra la pelada de cabello rojizo Él lo único que se le ocurre para despertarlos es mandarles un salivazo, esto hace que se despierte malhumorado diciendo: que falta de respeto por qué nos escupes- Mira que se está incendiando este apartamento. Al ver las llamas, despierta a la pelirroja y al levantarse, los cuatro corren detrás de los otros escale-ras abajo, al darles alcance se escuren perdiéndose ellos dos con su desnudes.                       Fin.
TODO DEVIDO A UNA VIOLACIÓN
Estando completamente acostada, sintiendo los primeros rayos del sol abre los ojos, percibiendo que todo en su cabeza le da vueltas. Al quererse parar solo logra sentarse, sintiendo un fuerte dolor de cabeza decide poner  las manos sobre su cabello enredado y del desespero grita, al no haber nadie a su alrededor solo el eco le devuelve el grito. Al sentirse tan mal sin importarle nada se vuelve a costar tan larga es volviéndose a dormir. Al sentir el extenuante calor y la piel que le arde vuelve a abrir los ojos, sintiéndose mojada por dentro sin saber si la violaron o que simplemente se orino. Al ver el mar y a varias personas que con sus respectivas toallas acostadas están tomando el sol, decide pararse, haciéndolo lenta-mente se logra enderezar, camina uno, dos, tres, cuatro y cinco pasos y se deja caer nadando cerca de una bicicleta marina que una pareja pedalea, se devuelve de la misma forma y sale más tranquila viendo el frente de la construcción del hotel Tamacá. Se sienta sobre la arena viendo directamente hacia el morro y el mar en la lejanía más azul. Pensando, recuerda que estando bailando le dieron un trago y quedo nula de entendimiento teniendo borrosas imágenes de que ese alguien la violo. Llora poniéndose las manos sobre los ojos, al verla una amiga -Le dice: Altamira porque estas llorando…- siéntate y te cuento. La amiga se sienta sobre la arena y le va murmurando: ahora sí cuéntame- Imagínate que estaba bailando con alguien, claro ya de antemano había tomado por lo tanto ya estaba algo ebria, ese fulano al parecer a un vaso de cuba libre le agrego secretamente burundanga o algo por el estilo, porque al tomarme esa cuba libre se me inundo el pensamiento, recuerdo solo ciertas imágenes entrecortadas que el hombre me violo. Sintiéndose moralmente mal vuelve a llorar- La amiga abrazándola le dice: vamos que te acompaño a que te vea un médico o si no al hospital más cercano- Primero desearía comer algo, acompáñame al apartamento donde vivo que seguramente hay algo al menos para desayunar. La amiga la ayuda a que se levante caminan por la playa y al salir toman la calle sesta, pasan al lado  del hotel Arrahuaco, y al andar dos cuadras más llegan ante la fachada amarillenta del edificio, entran viendo que el guachimán las saluda, sin contestarle el saludo siguen escaleras arriba, al llegar al tercer piso se cruzan con una amiga de la mamá de Altamira- Que les habla: será que tu madre estará en el apartamento, es que quiero que me indique sobre una cuestión- No ella el sábado pasado se fue para Barranquilla y creo que vuelve en algo así como dos semanas- gracias. Al llegar ante la puerta ella golpea al rato le abre la puerta el hermano Alberto: eche, estaba preocupado por ti, donde has estado…- En la playa- Que carajo estabas haciendo hasta ahora allá en la playa- Rumbeando- Que rumbera del carajo y yo aquí preocupado como un idiota- No me molestes más- Bueno me voy para el Tayrona. Al colocarse la mochila sobre la espalda lo ven salir. Entre las dos preparan el desayuno y al estar en la misma mesa de la cocina comen sentadas- Daniela luego que se traga un buen pedazo de pan con huevo revuelto le murmura: será que si ves al hijo de puta que te violo lo reconocerías…- Posiblemente si, ya que su ros-tro lo tengo grabado en mi memoria- Aja ese tipo lo tenemos que encontrarlo y cobrarle lo que te hizo- Que saco con vengarme si lo que está hecho esta,  lo único que espero que no me haya dejado embarazada, lo demás me importa una mierda. Al acabar- Vamos de una vez al médico- Que saco con ir a donde un médico- Saber si estas embarazada… Eso lo hare pasado un tiempo por ahora me quiero irme de este Rodadero de mierda aún lugar solitario, me quieres acompañar sí o no- Claro que te quiero acompañar, pero a donde vamos…-interesante pregunta, si ya sé a dónde, vamos a Minca a donde una pareja de amigos- Bueno voy a buscar alguna ropa y algunas cosas ya vuelvo. La ve salir luego que lava en el lavaplatos lo que usaron, al secarlos con una especie de toallita los coloca en orden en la repisa. Como se siente cansada se recuesta sobre el sofá quedándose dormida, al despertarla un mal sueño decide levantarse, al hacerlo va a al baño al sentir las piernas pega chentas y la vagina de la misma forma confirma lo que vio pero lo que no sintió y se baña llorando amargamente. Al entrar la amiga Daniela coloca la mochila sobre el piso de baldosas y al sentir que está llorando abre la puerta del baño y va entrando, al verla que bañándose está llorando sin importarle mojarse la  abraza- Diciéndole: tranquilízate, que ese hombre pagara su karma- Si tratare, pero no es fácil ya que si lo hubiera hecho por placer sería otra cosa- Tranquila que ya abra alguien del cual te enamores- Si tienes razón. Al cerrar la llave le pasa la toalla y se seca poniéndose algo ligero- Altamira: Daniela quédate esta noche aquí conmigo y mañana vamos a Minca- Si me parece bien así descansas- hagamos algo de comida- como que... Miremos en la nevera, que mi madre antes que se fuera a Barranquilla hizo mercado. Al ir a la cocina abren la nevera encontrando frutas, verduras, carnes, queso, salchichas y otros alimentos, al ver en la alacena encuentran arroz, espaguetis, frijoles, alverjas, café, azúcar y aceite- Altamira: hagámonos un arroz con verduras y salchichas- me parece excelente idea, además podemos hacer jugo de piña- encárgate tu del jugo y yo hago el arroz- Perfecto. Hacen todo lo necesario para hacer el famoso arroz y el jugo, que al pasar el tiempo lo logran, sirven el jugo en dos vasos, el arroz de verduras y salchichas sobre dos platos, los llevan a la mesa y se sientan a disfrutarlo- Daniela luego que prueba el arroz va diciendo: quedo riquísimo- Sí que está bueno. Van comiendo en silencio lentamente, al transcurrir el tiempo logran darle mate al jugo y al arroz- Altamira lavemos esto que usamos- Daniela: descansa tú que yo lavo. Ella se recuesta en su cama mientras la otra en el lavaplatos lava los tenedores, el cuchillo, la tabla, los platos y los dos vasos; al secarlos los coloca en el lugar donde estaban, luego se recuesta al lado de su amiga se quedan profundas las dos.
En la mañana las despierta la fuerte brisa, ven por la ventana como se mueven los dos cocoteros que están al frente- Altamira que brisa la que hay- Yo diría más bien que hay algo así como la cola de un huracán, porque esa brisa sí que esta fuerte. Desayunemos y vamos un rato a la playa- No está para nada mal la idea. Tienden la cama y al ir a la cocina se preparan unos huevos cocinados, te y jugo de naranja, al lograrlo se sientan a desayunar comiéndose y tomándose todo en un abrir y cerrar de ojos, luego lavan todo lo que usaron en el lavaplatos y al secarlos los colocan en su puesto- Altamira alegremente va diciendo: pongámonos el bikini y vayamos al mar- Que bueno que estas alegre- Lo que paso ya sucedió ahora en adelante hay que enfrentar la vida alegremente- Amiga así se habla. Al meterse en el cuarto se quitan lo que tienen y se pone cada una su bikini- Altamira va murmurando: ahora si vámonos donde sabemos. Al reírse frenéticamente, al abrir la puerta salen corriendo escaleras abajo al encontrarse de frente con una señora que está subiendo por el impulso que llevan no se pueden detener llevándose por delante a la señora, esto hace que se caigan las tres sobre las escaleras, al no hacerse daño- La señora parándose les dice: ustedes están locas de remate, como bajan las escaleras corriendo que peligro, tuve suerte de que no me pasara nada. Ellas al levantarse siguen como si nada, al llegar a la acera ven como todo está invadido de agua del mar, al caminar las cuadras necesarias ven en la lejanía las grandes olas que se levantan y rompen- Daniela viendo el espectáculo del mar va diciendo: esto es nada menos que mar de eleva, vamos que está buenísimo- Si metámonos. Al llegar a la playa van directamente al mar, de a poco se adentran en las olas jugando con ellas, se le lanzan, las pasan por debajo varias veces sintiendo cierta adrenalina al cansarse vuelven a la playa- Altamira: vámonos a bañarnos con agua dulce y luego que nos vistamos nos va-mos- Buena idea, hagámoslo sin reminiscencias. Se ríen carcajeándose de sobremanera. Caminan por donde vinieran salpicándose con el agua salada que llega al nivel del andén, al llegar al edificio entrando suben las escaleras y al hallar la puerta solamente la empujan lográndola abrir, van directamente al baño donde al prender la llave lo hacen las dos, al secarse se visten cada una con su respectivo bluyín, una camiseta la una verde y Altamira naranja, de último sin medias se calzan las zapatillas; luego van a la cocina donde toman varios víveres que ponen en sus respectivas mochilas, al abrir la puerta salen cerrando Altamira la puerta con llave, lenta-mente bajan las escaleras y al llegar a la calle van en dirección de la avenida viendo lo empinado de la loma, al arribar a la avenida al pasar varios vehículos tienen que esperar para poderla atravesar, al no pasar más carros lo logran y se establecen viendo los diferentes vehículos que van en los dos sentidos, al pasar un pequeño auto-móvil al verlas se detienen un poco más adelante, ellas corriendo les da alcance- Él señor sacando la cabeza por la ventanilla les dice: van a Santa Marta- Altamira: si nos sirve ya que vamos a Minca. Luego que se sacan las mochilas colocándolas en el interior del carro, se sientan una de copiloto y Daniela atrás. Al cerrar la puerta el señor arranca loma arriba por la carretera que está muy bien delineada. Van viendo el paisaje de cactus y de lomas de tierras secas y atrás la panorámica del rodadero, al pasar una loma y una curva ven la panorámica de Santa Marta- Altamira: siempre que estoy en esta carretera me deslumbra la vista-  El señor: si claro, es que es bella como usted- Ella por favor no empiece. Al silenciarse por la misma avenida van llegando a la Samaria, al llegar al semáforo del puente peatonal, el señor al ver al semáforo en rojo detiene el auto- Altamira quitándole la mano de la pierna le dice: usted es un cretino hasta aquí nos llegó el viaje. Al abrir la puerta se bajan, como no pasan vehículos de una pasan al otro lado de la avenida- Altamira: que mierda ese cretino yo no se porque me tuvo que coger las piernas- Que atrevido- Me voy a conseguir una vaina de esas que matan. Caminan bordeándola y al doblar llegan al mercado, van entre los diferentes puestos de alimentos al lograr salir en plena calle ven el pequeño bus- Altamira mirando al conductor le pregunta: usted por lo que veo va para Minca- Si claro, súbanse que apenas se llene arranco. Ellas hablando van viendo que de a poco se va llenando, después que entra el último pasajero el conductor arranca tomando la avenida, pasan a un lado de San Pedro Alejandrino, al salir de la ciudad toma el vehículo una vía alterna- Daniela: que apretada que estoy- Como lata de sardinas- Una señora: que se creerán estas peladas. Van viendo avanzar el vehículo, al empezar a ascender entre las diferentes curvas en un momento dado ven en la lejanía la ciudad y al lado en la lejanía el océano azul, al llegar el vehículo se detiene al lado de una tienda, se bajan tomando sus mochilas para colocárselas sobre sus espaldas- Altamira voy a preguntar en esta tienda por mis amigos- Te espero aquí. Al ingresar en el lugar viendo a la seño- Le pregunta: usted conoce a Aura y Oscar- la señora después de que piensa le contesta: si los conozco, ellos son los jipis que viven cerca de mi hermana- Como hacemos para llegar allá- Espera que salgo y les indico como llegar. Al salir- Le dice: ve ese camino, síganlo que al encontrar el río pasando el puente, van a ver otro camino que las llevara a la pequeña finca donde viven ellos- Altamira: gracias por la información. En el momento que la señora vuelve a la tienda ellas arrancan tomando el camino, van avanzando entre la vegetación de esa forma en la distancia ven el río de enormes piedras, al pasar sobre el puente encuentran otro camino que va bordeando la empinada montaña, al abrir el broche ingresan en la finca viendo enormes árboles y más lejos la casa, al llegar Altamira grita: Aurora. Al rato sale la pelada de cabello negro y largo, luciendo una larga falda blanca- Al verlas les dice: que bueno que hayan venido. Se saludan de abrazos y de besos- la amiga sigan a la casa. Al estable-cerse dentro de la vivienda van viendo las paredes blancas completamente desnudas, se sientan sobre las mecedoras- Aurora volviendo a su tarea de coser un pantalón les dice: que novedades hay allá en el Rodadero- Daniela: cuando salimos había mar de eleva y  a mi amiga una madrugada un tipo la violo- Altamira: para que le cuentas sobre mi tragedia- Bueno perdona- Eres una atrevida ya que esas vainas no se cuentan- Aura: tranquilas no se peleen ya que estamos en confianza, más bien Altamira cuéntamelo todo- Lo único que sé realmente es que el tipo queme violo, me dio en una cuba libre burundanga o algo por el estilo, solo tengo una laguna inmensa pero sin sentir un culo si me di cuenta que me violo- Que hijo de puta, será que si lo vez lo reconoces- tal vez ya que tengo la imagen de su rostro entre mi memoria, pero que podría hacer, vengarme no tiene sentido y mucho menos acudir a la policía ya que sufriría aún más, lo que deseo es olvidar- Aurora: si lo vez de esa forma está bien- Altamira: que no se vuelva hablar sobre el tema, está bien. En ese momento va entrando Oscar con el pelo alborotado y llevando en una de sus manos un machete- Va diciendo: a que se debe esta magnífica sorpresa- Daniela: hemos venido a visitarlos ya que ustedes nunca van al Rodadero- Aura: es que aquí tenemos mucho trabajo y además hemos hecho a un lado lo referente con la civilización- Aura le dice a Oscar: terminaste de deshierbar el lote- Si, aunque me costó trabajo lo logre terminar- Que bien. Ella se voltea hacia sus amigas- Diciéndoles: qué tal si hacemos algo para almorzar- Altamira: hemos traído espaguetis, arroz  y algunas verduras- Aura: siendo así hagamos unos espaguetis, yo tengo tomates y queso por lo tanto podemos hacernos una buena salsa y rayar el queso- Daniela: hagámoslo. Las tres se meten en la cocina y preparan lo que dijera Aura rápidamente y además anfitriona en la licuadora hace un jugo de níspero, sirven en cuatro platos la pasta, la salsa de tomate, el queso rallado y de último el jugo en cuatro vasos. Cuando sale del baño Oscar ya bañado y vestido se sientan ocupando la mesa que hiciera Oscar- Aura sentado junto a su novio va diciendo: buen provecho. Empiezan a enredar los largos espaguetis en el tenedor de esa forma van comiendo y conversando sobre la vida de la pareja en este lugar de Minca. Al acabar todos repiten logrando exterminar por completo los espaguetis- Aura mirando a su compañero va hablando: las que cocinamos no lavamos- Oscar: está bien yo lo hago. Se para llevando la olla, los platos, los tenedores y los vasos a la cocina, donde los lava en el lavaplatos, al acabar después de secarlos los coloca en su lugar y sale viendo a las peladas que hablan- Él interrumpiéndolas va diciendo: sobre que están hablando- Aura le contesta: sobre cosas de mujeres- Altamira: no mentiras sobre cosas intranscendentes, más bien busquemos leña y hagamos una fogata. Al salir todos van en busca de palos secos logrando recoger una buena cantidad de ramas, palos y chamizos secos, entre él y las tres acomodan la leña de tal forma que al prenderla la propia Aura se prende de inmediato. Al llegar la oscuridad de la noche le van agregando palos inmediatamente va cogiendo fuerza quemándose de apoco la leña, cantan concentrados en el fuego, en la distancia comienzan a sonar los relámpagos y se viene una repentina lluvia- Aura va diciendo: que mala suerte ya está lloviendo corramos para que no nos mojemos. Corren logrando llegar a la construcción de adobe, madera y techo de palma cerrada- Oscar: estoy cansado por la labor realizada, me voy a ir a dormir- Aura: espera que les muestro a las peladas el cuarto donde van a dormir, vengan. Al entrar al cuarto ven la enorme cama y al lado una mesa de noche con una lámpara de tela- Altamira ve a dormir que nosotras no la ha reclamos. Se dan las buenas noches de beso, al desaparecer Aura cerrando la puerta, apagan la luz encendiendo la luz de la lámpara y se acuestan Daniela contra la pared y Altamira al otro lado, a pesar del zumbido de los mosquitos tapándose con las dos cobijas se logran dormir.
Al sonar el canto de los pájaros abre los ojos Daniela que a la vez despierta a Altamira- diciéndole: levantémonos y vayámonos al río- espera que al menos me desperezo. Al hacer un poco más de pereza Daniela empuja a Altamira que cae poniendo las manos contra el suelo- Ahora si me voy a reír de ti. Ella la jala y cae a un lado- Daniela: basta de bromas y más bien vayámonos al río. Al levantarse del suelo de cemento abren la puerta y al salir no ven ni la sombras de la pareja, al ver un racimo de bananos van cogiéndolos comiendo- Altamira va hablando: que ricos que están estos guineos pero dejemos la joda y vayámonos. Se ponen cada una bermuda y una camiseta, salen descalzas sintiendo el sol sobre sus espaldas loma abajo, de esa forma empiezan a ver el río y sus grandes piedras. Al tenerlo cerca se desnudan metiéndose poco a poco dentro del agua- Daniela: que agua más fría. Se empiezan a tirarse agua una a la otra quedando completamente lavadas, que se tienen que meter entre la corriente del río, al pasar el tiempo en esas viendo que el sol ya está muy arriba se acuestan sobre dos rocas más o menos planas a tomar el sol, estando en esas son sorprendidas por varios tipos que las van tomando, al querer huir de su presencia les dan alcance tomándolas- Altamira pateando grita: hijos de puta ustedes son unos cobardes- Uno de los tipos: ya verán lo rico que le vamos hacer.  Al doblegarlas maltratándolas las violan turnándoselas, y al acabar las dejan tiradas medio muertas.       Fin.   

EN TAGANGA
Al detenerse una camioneta, de la parte de atrás antes que se baja cierto personaje de cabello negro, liso y largo, tira la mochila que rebota sobre el pavimento, luego saltando lo hace él y la camioneta arranca en dirección del pueblo. Él se estaciona en el mirador viendo la bahía y una parte del pueblo, al voltearse ve a una chica que con una cámara está tomando fotografías de la panorámica, y un poco más allá a un sujeto que le está mostrando a un rubio extranjero sus esculturas en piedra- Él se pregunta: como se llamara este pueblo…Al ver llegar a una señora que lleva sobre su cabeza un latón con frutas- Que va gritando: tengo papaya, guineos, patilla, melón, guanábana- Se le arrima diciéndole: como se llama este pueblo- La seño le contesta: tu acaso vienes del cielo, como no sabes que este pueblo se llama Taganga- No sabía por eso le pregunte, además como vera me acaba de traer una camioneta- Acaso de donde viene…- de Buritaca donde le eche dedo- No hable más mierda y cómpreme alguna de estas frutas- No tengo un peso partido a la mitad- Yo me voy- La chica de la cámara al haber escuchado la conversación- Le habla a la seño: véndame una de esas patillas. La señora se baja de la cabeza el latón- Le dice: cuál de estas quiere- Deme esta pero por favor pártamela en el medio. Al partírsela con un cuchillo se la entrega y la chica se la paga. Al volverse a colocar el latón en la cabeza se dirige por donde vino- La chica lo intercepta con la mirada- Diciéndole: mira toma esta parte de la patilla. Al dársela- Gracias- Ella le suelta la lengua: tú eres cuentero- Porque sabes…- Te vi contar cuentos en la plaza de Bolívar en Medellín- Ha claro- Me quieres acompañar al pueblo…- Porque no- Entonces vamos. Al colocarse la mochila sobre la espalda van caminando- Ella preguntándole: cómo te llamas…- Todo el mundo me conoce como Mauro y tú…- Yo soy Valeria. Se dan la mano y siguen agilizando los pies, entran al pueblo viendo las diferentes construcciones, al llegar al malecón de la playa la chica se encuentra con una amiga con la cual se abraza- La chica le dice a Valeria: acompáñame al hostal que te muestro algo- Valeria dirigiéndole la mirada a Mauro le dice: espérame que ya vuelvo- Aquí te espero. Las ve dirigirse por una calle que va hacia arriba y en la distancia desaparecen, él se sienta sobre el borde del andén viendo el calmado mar y divagando en el pensamiento ciertas cuestiones imaginativas. Un muchacho que se le acerca lo vuelve a la realidad- Diciéndole: hola Mauro que loco verte aquí en Taganya, donde te estas quedando… en ninguna parte porque acabo de llegar- Ven y te quedas donde me estoy quedando con unos amigos- dime  donde  es  y  te  caigo más tarde ya que estoy esperando a alguien- Mira vas a ver el estadio, subes por esa misma cuadra, y al ver en una esquina la tienda doblas por esa calle destapada, calculas caminando quince minutos y vas a ver sobre una enorme roca un bohío ahí es- El único problema es que no me acuerdo de tu nombre- Soy Carlos el poeta- carajo como lo he podido olvidar- Lo entiendo ya que todos nos llamamos y me suele pasarlo mismo. Se dan un abrazo- Carlos: te espero allá pero tomate tu tiempo- Gracias. Lo ve alejarse por la misma calle por donde se fueron las peladas. Se vuelve a sentar en el mismo sitio viendo a un grupo de niños que se corretean en la playa, más al fondo a una pareja que estando sentados sobre la arena se besan y más allá el tranquilo mar, al ver que la chica no viene decidido se levanta colocan-dose la mochila sobre la espaldas, empieza a andar tomando por la calle algo empinada y yendo a un costado del estadio, si ha este se le puede llamar de esa forma. Al ver la tienda en la esquina, voltea y al calcular subiendo los quince minutos ve sobre la roca la cabaña circular, al llegar va gritando: Carlos. En vez de él  sale  una  morocha que le grita: suba. Va subiendo por las escaleras de esa forma logra llegar al altillo- La Morena le dice: bienvenido, Carlos en este momento se está bañando- No hay problema- Sácate la mochila y descansa que ya mismo te traigo un jugo. Al sentarse sobre una silla ella le  lleva el jugo- Diciéndole: por lo que veo eres paisa- No soy de Medellín nací en Pereira y desde hace como dos meses que estoy aquí en la costa- Yo hago artesanías y tú como haces para sobrevivir…- Soy cuentero de profesión y me dicen Mauro y vos…- Milena. Se dan un caluroso beso. En ese momento se presenta Carlos envuelto en una toalla y va diciendo: ya mismo me visto para que hagamos la cena y comamos ya que seguramente más tarde vamos a ir al Garaje. En ese momento llega una pareja, se saludan con Milena y con Mauro- Sandra la paisa va diciendo: tú debes ser Mauro el cuentero- Y vos eres Sandra la cantante, la última vez que nos vimos fue en el café de Otra Parte- Eso fue hace por lo menos dos años. Milena: perdón que los interrumpa, que tal si hacemos la comida- Camilo: yo esta mañana traje unos pescados, están listos para cocinarlos ya que con antelación los limpie sacándoles las tripas y las escamas- Sandra además hay arroz echo y ensalada en la nevera- Milena encarguémonos de eso nosotras las mujeres. Las  peladas se dirigen directamente a la cocina y rápidamente calientan el arroz, fríen los pescados, al estar ponen todo eso en varios platos, al arreglar la mesa la artesana entre las dos disponen los platos sobre la mesa redonda, se sientan. Antes de que tomen alguno de los cubiertos – Sandra va diciendo: buen provecho, todos al tomar el tenedor y un cuchillo van comiendo- Mauro: se lucieron con esta comelona- Sandra: tú tienes que fajarte allá en el bar contando tus cuentos- Tengo la actitud para eso. Al terminar se levantan más que satisfechos- Milena: ahora si nos podemos ir al Garaje- Sandra: pero antes de irnos alguien tiene que lavar la loza- Mauro: no hay problema yo la lavo- Camilo: lava la mitad que yo hago lo mismo con la otra mitad- Tranquilo yo lavo toda la loza- Está bien. El mismo  lleva la loza a la cocina y rápidamente la lava en el lavaplatos- Mauro al aparecer ante los demás va diciendo: Ahora si vayámonos. Se levantan de las sillas y muy decididos salen bajando las escaleras, van descendiendo la cuesta tranquilamente, al pasar a un lado de la tienda al ver unos inmensos parlantes retumba con el vallenato- Sandra va murmurando con su voz: es demasiado el voltaje del vallenato- Milena: es exagerado. Al llegar cerca de la playa voltean por una calle donde el vallenato es ensordecedor, al alejarse escuchan el rock proveniente del Garaje, al llegar entran viendo a varias parejas bailar y a otros personajes sentados ocupando las diferentes mesas y al ver la única mesa libre no dudan en ocuparla, al rato de la nada surge la pelada de cabello rasta que al llegar ante ellos: hola amigas y amigos que van a tomar… Todos se miran- Camilo le va diciendo: yo creo que por ahora tráiganos una cerveza a cada uno- Ya se las traigo- Mauro parándose va diciendo: será que te puedo comentar algo- Claro que sí pero dímelo de una vez- La cuestión es la siguiente: yo soy cuentero me gustaría tener un espacio para contar algunos de mis cuentos- No hay problema cuando quieras me dices, que yo apago la música- Gracias.- Ya vuelvo voy a traerles las cervezas. Al desaparecer, al rato vuelve trayendo las cervezas en las manos- Diciendo: que las disfruten. Las coloca sobre la mesa y vuelve a desaparecer de la escena, al tener todos su respectiva cerveza- Sandra va murmurando con su melódica voz: ahora si brindemos. Chocan los envases  alegremente- Sandra: está muy bueno el ambiente. Van hablando haciéndose bromas. En una circunstancia algo loca se para Mauro dirigiéndose directamente a la barra, al ver a Rodrigo que luce una boina y su larga barba- Le dice: hola Rodrigo- Si es nada menos que Mauro el cuentero, se saludan estrechando los puños- Vas a contar unos de esos increíbles cuentos- Si a eso he venido- Ya mismo apago la música. Al hacerlo se escuchan los silbidos y el murmullo, inclusive se escucha una voz: porque apagaron la música. Rodrigo sale de la barra y al colocarse en el medio- Va diciendo: Mauro nos va deleitar con sus cuentos. Al retirarse a la barra, Mauro se coloca donde él estaba- Va hablando: voy a contarles la siguiente historia pero para esto necesito que hagan silencio, cuenta la Máquina de hacer pájaros, al terminar todos aplauden escuchándose los aplausos en todo el entorno del Garaje- Bueno ahora voy a contar: la historia de un personaje ficticio. Empieza y al demorarse la culmina escuchando los aplausos, al ver guíen le puede facilitar un sombrero, encuentra la mirada de la chica que viera en el momento que llego- Él le va murmurando: hola Valeria- Hola. Al darle un beso le agrega a la cuestión: será que tú me prestas ese sombrero un momento- Claro que sí. Al sacárselo se lo entrega y Mauro sosteniendo el sombre va diciéndole a la concurrencia: si quieren que les cuente otra historia me tienen que colaborar, yo recibo desde cheques, joyas y todo lo que tengan de valor. Al pasar el sombrero la gente le responde metiéndole en el sombrero monedas y billetes, al acabar de rotarlo recoge el dinero y sin contarlo se lo mete entre el bolsillo del pantalón, al quererle entregarle el sombrero a la rubia, esta se le lan-za abrazándolo – Diciéndole: ahora que te tengo no te me vas a escapar- Le contesta: si tú eres la que te escapas y me dejas plantado como si yo fuera el árbol de la espera- Si tienes la razón suficiente para decirlo. Al volver la música regué bailan, de un momento a otro no se sabe de donde aparece un burro, en un descuido de un grupo de personas, teniendo en la mesa una jarra de ron con una bebida, el burro asechando la jarra se la toma. Una de las peladas que está sentada al ver lo que hizo el burro- Va diciendo: burro de mierda cómo es posible que se haya tomado todo nuestro coctel. El animal de cuatro patas al quedar más que borracho, se cae al suelo elevando sus patas, Todos los presentes al verlo gritan y silban- Valeria bailando con Mauro va diciendo: que burro más cómico, este número no está en ningún circo. Se ríen. Al pararse el burro se estrella contra una de las mesas, salen despedidos sus ocupantes, los vasos, las botellas de cerveza- Rodrigo viendo lo que hizo dice: eche, hay que sacar a este maldito burro antes que acabe con este lugar. Entre varios hombres espantan al burro, al salir se lleva a una pareja por delante, haciendo que caigan un par de metro más allá de donde estaban. Al haber podido echar al burro todos siguen bailando- Mauro bailando cogido de las manos con la bella rubia- Le murmura al oído: tú me gustas en demasía- ella le responde: desde ese día que te vi ya me gustaste. Se toman y se besan como los buenos enamorados que son, siguen moviéndose entre lazados- Él hablándole: vámonos a la playa- Sí, que buena idea. Aprovechando que todos están en su cuento, esquivando a los bailantes salen del lugar- Ella va diciendo: está mejor aquí afuera que allá adentro- Si allá adentro hace un calor insoportable. Caminan escuchando los diferen-tes vallenatos de los distintos lugares, de ese modo llegan a la playa donde no dudan en desvestirse y tirarse al mar, nadan hasta una canoa logrando abarcarla- Mauro montado viéndola: vámonos a navegar- Si lo crees- claro que sí. Al recoger el ancla, con los remos rema lográndose alejar de la pequeña playa, navegan recorriendo la extensa bahía y al ver otra playa van en esa dirección, al estar relativamente cerca, se lanzan al mar nadan como haciendo una danza acuática, se entrelazan tocándose y atrayéndose de ese modo experimentan el sexo marino. Pasado un rato vuelven a la canoa donde poseyendo la energía, tocándose logran emerger en la calidez del amor, él una y otras veces le besa con avidez los senos, y ella al estar debajo de él se deja penetrar, ella lo siente y maúlla como si fuera una gata, escuchándose el eco y al terminar se quedan más que dormidos.
Al sentir el impacto del sol se despiertan- Ella le dice: tengo un hambre increíble, no te descuides que soy capaz de comerte- No me comas, regresemos. Al tomar los remos rema logrando salir de la playita, avanzando gracias a que rema contante logra llegar cerca de la playa, vuelve a tirar el angla y se lanzan al agua logrando nadar hasta la playa, al verlos un señor de barba y bigote salir del tranquilo mar- Los encara diciéndoles: conque eran ustedes los que se llevaron mi bote, eche creen que eso es gratis- Mauro le contesta: tranquilo amigo que solamente la hemos tomado en calidad de préstamo- Ha se están haciendo los vivos, si no me pagan al menos algo ya verán lo que les puede suceder- Mauro saca dos billetes que se los da- Le agrega a la situación: Mire amigo así quedamos en paz y no tenemos problemas- Buena vaina, ya saben que el bote es mío si lo quieren usar, si me dicen que se los preste seguro que se los prestare, por ahora chau que me voy a pescar.  Lo ven nadar hasta el bote- Ella me quiero ir a dormir ya que tengo sueño- No me convidas- Está bien, el único proble- ma es que estoy en el hostal de Felipe. Empiezan a agili-zar los pies, al llegar al estadio de futbol ven una tienda- Ella sonriéndole le dice: aquí en esta tienda vamos a calmar el hambre, al entrar ven sobre una especie de estantería una canasta de mimbre llena de empanadas, sin decir nada empiezan a comer empanada por empanada y al ver a la señora le piden dos Coca Colas, frías se la van tomando acompañando la negra bebida espumante con empanadas, al acabar con el contenido de la canasta y de los embaces, sintiendo satisfecho la rubia extranjera le paga a la señora con los billetes más que mojados. Al salir  doblan loma arriba de ese modo llegan ante la particular construcción, entran saludando a varios extranjeros, sin que nadie les diga algo entran a la habitación que ella comparte con otros extranjeros, al ver la cama se acuestan y abrazados concilian el sueño logrando dormir varias horas.
Al abrir los ojos al mismo tiempo se besan con fervor y se deciden por levantarse, al ver el baño entran haciendo las necesidades por turno, luego se meten en la ducha y  ella al abrir la llave sale un chorrito, así se bañan ella lo jabona a  él y viceversa, con cierta dificulta se juagan el jabón. Se visten con lo que tenían antes de dormir, salen  tan campantes. Una moracha empleada al verlos se levanta del asiento y al acercarse- Les dirige la palabra: Valeria de donde sacaste a ese hombre- Ella en son de broma le contesta: de la sabana, porque…- Esta chica. Se retira- Valeria se me ocurre que nos vayamos al parque Tayrona- Yo no tengo dinero pero si la actitud para conseguirlo con mi narración oral- Yo creo que tengo plata suficiente para estar por lo menos quince días allá en el Cabo y además tu eres un increíble cuentero-  Acompáñame al cuarto a recoger mis pocas pertenencias- Vamos. Al volver a la habitación ella recoge sus pocas prendas, doblándolas lo necesario las introduce en la mochila que cierra- Ella: ahora si vámonos. Sin pagar los días que ella estuvo salen del lugar viendo en la lejanía como el sol se oculta en el océano. Se detienen a contemplar ese bello hecho de la naturaleza, al desaparecer el sol completamente, al mirarse se toman de la mano continuando su andar por el camino de tierra que va descendiendo, al llegar al estadio vuelven a subir en dirección de la casa de los amigos de él, al estar llegando escuchan el sonido de los parlantes que es nada menos la música regué, al subir las escaleras luego que ella coloca la mochila al lado de la de Mauro se integran al baile- Sandra gritando: de dónde has sacado esa chica tan bella… - Él le contesta de la misa forma:  de una sábana- Milena: eso es embuste ya que la saco de la hamaca- Camilo: es lo mismo pero demasiado diferente. Bailando todos se carcajean una y otra vez- Valeria a los gritos que están tomando- Milena le contesta al oído: ya agotamos las botellas- Como sé que la tienda está cerca voy a ir a traer un licor. Sin agregarle más a la cuestión le toma la mano a Mauro y de esa misma forma bajan las escaleras y corren loma abajo rápidamente arribando a  la tienda, entran viendo los diferentes estantes de alimentos, y de otras cosas. Al verlos la seño que lleva sobre el cabello una pañoleta- Les dice: cachacos que desean llevar… Ella le contesta: dos botellas de ron, una coca y hielo. La señora de la nevera saca la botella de gaseosa y el hielo, de uno de los estantes las dos botellas de ron- Entregándoles les dice: quieren algo más- Si, denos un paquete de papas de esas grandes, más bien que sean dos. Al entregárselos con una calculadora hace las cuentas- Les dice: todo vale tanto. Valeria sin demora le paga. Y salen cargando las bolsas con lo que compraron, van por donde vinieron logrando llegar ante las escaleras, que sin tropiezos suben, ponen todo en la mesita donde están las botellas vacías, que Sandra quita colocándolas entre el tacho de basura. Al destapar la misma Valeria sirve el contenido del ron y la coca en varios vasos- Ella misma: ahora si brindemos. Chocan los vasos y empiezan a beber moviéndose al ritmo del regué, al pasar el tiempo en esas logran acabar con el contenido de las botellas. En un momento dado Milena sacando la cabeza vomita todo lo que se comió y lo que se tomó botando eso a la tierra seca. Borrachos se acuestan en sus respectivas camas,  Valeria y Mauro al encontrar la única hamaca no dudan en hacerlo. En la casa se escuchan los ronquidos sumado al pitarro de las chicharas haciendo una conjunción bastante particular.
En la mañana va abriendo los ojos Mauro, que dándole besitos la despierta a ella- que va hablando: que bueno que no tengo nada de guayabo, si un hambre atroz- Levantémonos y vayámonos al lugar de los sueños- Lu-ego que le da un beso  va hablando: hagámoslo de una que ya deseo fervientemente estar en el Cabo San Juan de Guía- Que bien que te sabes el nombre. Se levantan al no estar ninguno de ellos despierto, salen cargado sobre sus espaldas su respectiva mochila escaleras abajo, al caminar continuo y rápido llegan ante una chasa, al ver a la seño que está fabricando una arepa con huevo- Valeria le dice: nos puede vender dos arepas de esas que está haciendo- La seño mirándolos le contesta: si me esperan que las haga con mucho gusto. Al entregarle la arepa a un muchacho, va haciendo las de ellos que al fritarlas luego que les escure el aceite con una especie de trapo se las entrega- Diciéndoles: cachacos buen provecho. Al terminar van al mirador, se detienen a observar la panorámica de la bahía y del pueblo, estando en esas Mauro  ve  pasar  la  misma  camioneta que lo trajera, sin dudar le estira la mano, al detenerse de un salto logran entrar en el platón, al descolgarse cada uno la mochila la camioneta arranca perdiéndose en el nadaísmo.      Fin.    

           EL ACCIDENTE Y LA TORMENTA
Al estar cierto personaje en vacaciones en Buritaca, una mañana al regresar de quebrada Valencia, y llegar en un bus al pueblo y luego de pagarle al conductor se baja en la entrada, empieza caminar por la estrecha carretera viendo los nubarrones que presagian que va llover pero sigue sin darle importancia a eso, va viendo los alargados potreros con las vacas, algún que otro equino. Dándose cuenta que van cayendo unas grandes gotas que casi al momento se convierten en un increíble aguacero, empieza a correr mojándose. Yendo de esa manera al pasar un inmenso charco ve en la distancia una alargada serpiente que anda arrastrándose zigzague-antemente, viéndose que se mete entre la espesa vegetación, al resbalarse se cae sobre uno de los brazos sintiendo un dolor agudo en el codo, pero a pesar de eso sigue corriendo logrando ingresar por el portón, viendo como de los techos van cayendo cantidades enormes de agua, sin bajar el ritmo llega ante la blanca construcción del hostal La luna, al bañarse y ponerse ropa seca adolorido se da cuenta como tiene el brazo que no puede doblar. Una chica algo rubia extranjera al ver como tiene el brazo amoratado- Le va diciendo: caray como tienes ese brazo, que te sucedió…- Al venir corriendo cayéndome el aguacero desde el pueblo, me resbale quedándome el brazo como lo tengo- Lo tienes impresionantemente hinchado, es mejor que te vea algún médico, yo tengo algunos calmantes ya mismo te  traigo uno. Al retirarse a la habitación regresa trayendo un pequeño frasco y un vaso de agua, luego que le da el vaso, saca dos pastillas que él  de una vez se las toma con el agua del vaso- Esto te va a quitar el dolor por ahora acuéstate. Él va a la habitación y se acuesta sobre la hamaca cubriéndose con una sábana.  En la noche siento un extremado dolor que no puede dormir, haciéndose la noche larguísima. Al amanecer tiembla debido al dolor y al llegar la mañana se levanta sintiendo más agudo el dolor, al verlo el dueño que es un jipi kogi- Le dice: te veo súper mal de ese brazo, si quieres te acompaño  donde  un  curandero-  Será  que si…- No seas terco que él sabrá que hacer- Entonces vamos, que no me aguanto más este dolor de mierda. Salen de la vivienda, sintiendo el constante gotereo, al pasar por un costado de la cancha de futbol se meten en el pequeño sector y de ese modo llega ante la particular construcción, al subir las cortas escaleras toca la puerta, abriendo la puerta aparece un hombre menudo que tiene rostro de duende- Que les dice: en que los puedo servir- Rafael el jipi kogí le contesta: necesitamos saber si puede hacer algo por este amigo, que se ha caído y mire como tiene el brazo- Parece aquí que se lo veo. Le mira el brazo que está hinchado y que prácticamente no lo puede mover- Hay que entablillárselo ya que no se puede hacer otra cosa porque ese codo hay que inmovilizarlo, Venga para este lado. Le toma el brazo haciéndolo que vuelva a la posición original, él sintiendo el tremendo dolor grita. Al sacar de un mueble dos tablillas se las coloca amarándolas con una delgada soga dejándolas fijadas- El curandero le va diciendo: tiene que tener el brazo entablillado por lo menos un mes- Está bien así será, cuanto le debo…-Paquéeme tanto. El con la mano izquierda saca del bolsillo de pantalón el dinero y se lo entrega. Al despedirse salen volviendo al hostal por el mismo camino, al llegar Rafael abre la puerta y entran viendo a la extranjera que está sentada sobre una mecedora leyendo- Al verlos sosteniendo el libro les dice: veo que te han entablillado el brazo, me imagino el dolor- Sí que me dolió sobre todo cuando me enderezo el brazo pero afortunadamente se me ha pasado el dolor- Que bueno- Rafael: los dejo ya que voy a donde un amigo ya que tenemos cosas pendientes por hacer, hasta luego. Lo ven salir- Ella te voy a buscar algo para que te sientes y así hablamos. Ella va al cuarto y regresa trayendo una silla que la coloca a un lado de la mecedora- Le habla: siéntate donde desees- No, me siento en la silla. Al sentarse- Ella: hasta cuando vas a estar aquí- Con este brazo no me quiero mover, estaré lo que sea necesario- Si tienes razón con ese brazo como lo tienes lo mejor es que te quedes quieto- No me queda otra, cambiemos más bien de tema. Cómo te llamas y de dónde vienes…- Si tienes razón primero nos tenemos que presentar, yo me llamo  Raquel  soy  ecologista y pretendo en unos días subir a la sierra- Yo soy Darío, me dedico a fabricar instrumentos de viento como: flautas, quenas, saxofones y otros instrumentos- Interesante, me imagino que los sabes tocar de maravilla- Si claro, soy músico pero con este brazo no puedo hacer nada- Raquel parándose le va diciendo: parece que todavía está lloviendo- Este mes de octubre es de pura lluvia- Bueno, tú debes tener hambre como la que tengo yo, ya mismo voy a comprar algo para cocinar- Te acompaño- Pero con ese brazo como lo tienes vas a ir- Claro, si el problema no está en mis pies perfectamente puedo hacerlo- Espera que busco mi paraguas. Luego que ella va al cuarto a recoger el para-guas salen viendo como llueve- Darío: este pueblo en este momento es un cielo roto- Claro desde esta mañana no ha parado de llover. Siguen caminando logrando entrar en una tienda del pueblo- Ella al ver a la señora le dice: véndame una libra de arroz, ajo, tomate y dos latas de atún- Con mucho gusto. La señora al buscar lo que ella le dijera lo va metiendo entre una bolsa de papel y al entregársela- Le dice: cuesta tanto- Ella de su canguro saca el dinero y le entrega la suma correspondiente- Luego le dice: gracias hasta luego. Al salir se encuentran con un viento bestial, que mueve los árboles sacudiéndolos fuertemente- Raquel: que viento- Darío le responde: lo mejor es correr hasta el hostal. Al terminarlo de decir el viento es de una tempestad, y el agua que cae de una forma ya vertiginosa. Corren con todo lo que les da los pies y lavados llegan al hostal escuchando los relámpagos- Al entrar ella va hablando: esto ya no es un simple aguacero es como una tormenta- Tal cual- Siéntate que ya mismo me pongo a hacer el almuerzo que ya es cena- Primero me voy a cambiar ya que estoy más que empapado- Yo así me siento bien. Él va a la habitación y con dificultad logra cambiarse de ropa, al salir al sitio de estar sintiendo el olor proveniente de la cocina se sienta ocupando la mecedora. Al rato la chica vuelve- Murmurándole con su voz: ya está todo listo ve levantándote para que comamos- Está bien. Al sentarse escuchan la intensa brisa y luego un golpe seco en el tejado- Ella poniendo los platos sobre la mesa habla: que susto, que fue eso…- A lo mejor un coco que se desprendió de la palmera, no creo que sea otra cosa- Buen provecho. Van comiendo escuchando el impactante viento que al mover lo que está a su alcance se escucha como un crujido- Darío: acabe, estaba sabrosísimo- En serio te gusto tanto- Te lo repito estaba buenísimo- Que bien. Ahora voy a lavar todo esto en  la cocina y en el lavaplatos- Que vaina no poder ayudarte- Más bien si quieres hacer algo, quédate sentado. Al alzar lo que utilizaron comiendo se retira, al estar el pensando en ciertas cosas, se abre la puerta entrando un hombre de cabello largo con un gorrito, que esta vestido todo de blanco y que lleva cruzada una mochila de fique y que en sus manos sostiene un poporo- Que al ver a Darío le va diciendo: Las autoridades mandan a decir que tenemos que evacuar el pueblo, ya que el río Buritaca en alguna parte de la cierra esta bloqueado y que se puede venir una avalancha. Sigo mi camino ya que estoy alertando a la gente, por ahora les recomiendo que abandonen las cabañas y que se vayan al pueblo- Él va a la cocina viéndola que está lavando sobre el lavaplatos el último tenedor- Le va diciendo: un kogí acaba de venir y me reitero que tenemos que abandonar las cabañas porque se va a venir una avalancha- Que vaina, por lo menos quiero ver el río- Acaso estás loca, con esta tormenta- Primeramente ya debió de escampar y el viento ha disminuido, si espérame un momento que ya vuelvo- Al volverse a sentar la ve salir, camina por el camino menos largo, pasando entre las derruidas cabañas, al pasar en frente del hostal de la paisa Doña María llega donde puede apreciar la desembocadura del río, dándose cuenta que el mar bravío al chocarse con el río, que haciendo olas que pareciera que retrocedieran. Al chocar impacta haciendo que el agua se eleve en estampida. Ella se queda impactada por el espectáculo de la naturaleza, al volverse a levantar un viento tan terrible mueve los cocoteros como si fueran livianos, votando los cocos de una forma brutal, al caerle uno de estos cocos justo a un paso de ella, ella reacciona y corre con todo lo que dan sus pies logrando llegar a la cabaña. Al entrar ve a Darío que sentado tal como lo dejara esta hablando con un hombre de larga barba que a la vez está sentado sobre la mecedora- Ella gesticula con labios: Ustedes no se imaginan como el viento ha logrado de doblegar a las palmeras- El barbudo: no se puede salir ya que nos puede  fácilmente caernos un coco- Darío gesticula:  tenemos que esperar, ya que si tenemos que salir de estas cabañas, ya que mejor ser un soldado prevenido, que un soldado muerto- Ella: así es. Se quedan en silencio escuchando el ruido producido por la inmensa brisa, al oscurecer son iluminados por los rayos, al crecer el viento una de las columnas del techo no aguanta y se viene con gran parte del techo- Darío ahora si tenemos que salir- Traten de recoger sus pertenencias. Al recoger lo que pueden las introducen en la mochila. Al verse a la cara los tres- El barbudo modula con su voz: por suerte tengo la camioneta cerca de aquí, listos para correr. Salen corriendo hasta la camioneta que el abre, metiéndose ella en el medio, el barbudo tomando el timón y el otro cerrando la ventanilla. El barbudo al prenderla arranca tomando la vía, al pasar un grupo de árboles uno de estos se cae a tras de la camioneta- Raquel: de la que no salvamos- El barbudo: más bien que con este poco de gasolina logremos al menos llegar al pueblo. El barbudo con la poca visibilidad y a pesar de la tormenta logra arribar al pueblo y al ver un gran espacio sin nada parquea la camioneta- Darío: esta maldita tormenta nunca va a parar. Al pasar las horas sin que se modifique el estado del tiempo, escuchando las ráfagas de viento se quedan dormidos.
A la siguiente mañana al pasar el maleficio climático, con el sol se despiertan sintiendo el calor- Raquel por suerte ha salido el sol, si quieres Darío puedes venir con migo a Santa Marta a la casa de mi hermana, hay estarás cómodo y podrás pasar el tiempo que quieras- Acepto la invitación y tu amigo que piensas hacer… devolverme a las cabañas ya que hay tengo mi cabaña- Raquel nosotros nos vamos. Se despiden de abrazos y al salir de la camioneta ven aparecer entre la carretera un pequeño bus, que ellos poniéndole la mano hacen que se detenga, se suben e inmedia-tamente el bus vuelve arrancar. Viendo el barbudo que el bus desaparece en la distancia. Fin.
                          EN PALOMINO
Al dejarme en plena noche, un bus sobre la troncal poniéndome la enorme mochila sobre la espalda, al ver en la oscuridad una visible luz, camino lo necesario viendo que se trata nada menos de un restaurante, como no he comido entro, Luego que me quito la mochila colocándola sobre el suelo decidida me siento ocupando una de las mesas libres. Al aparecer una muchacha que luce un delantal azul claro- Me pregunta: desea algo de comer…- Yo le digo: que tiene que sea rápido y no tan caro- arroz con pollo, papas rellenas, sopa de menú-dencias y presas de pollo con papa salada- Luego que me decido le digo: tráigame un arroz con pollo y una cerveza bien helada. Al traerme el arroz con pollo en un plato normal y la cerveza en el envase, alegre empiezo a comer acompañándome con la cerveza, voy calmando el hambre pensando en la playa, con ese sentido de las vainas me como con el tenedor el último bocado y lo mismo hago con la poca cerveza que me queda. Al levantarme voy ante la caja- Otra chica más morena: usted consumió arroz con pollo y una cerveza por lo tanto me debe tanto. Saco de mi canguro la suma estipulada por ella y se la entrego- Le pregunto: usted debe  conocer  algún  camping  y  ojala  este  en  la playa- Conozco lo que usted necesita, se trata del camping San Agustín, camine por esa calle hasta la playa al voltear en la misma playa encontrara el camping- lo que no entiendo si tengo que voltear hacia la izquierda o a la derecha- Espero me ubico bien, si es a la izquierda. Regojo la mochila poniéndomela sobre la espalda, al ver que no viene ningún vehículo atravieso la troncal y camino sintiendo la brisa que remueve mi largo cabello por la calle que la señora indicara, al salir del pueblo y al no haber ninguna luz, me dejo alumbrar por la creciente luna sigo andando entre los potreros, al ver un árbol inmenso me detengo y al sacar del bolsillo delantero del canguro un barrillo con el encendedor lo trato de encender sin lograrlo, maldigo y al pensar mejor metiendo mi  cabeza por el frente de la camisa, con la presencia de mis senos lo logro encender. Al volverme descubrir mi cabeza lo fumo dándome largos plones, logrando cambiar la perspectiva de la realidad. Al haberlo exterminado continuo mi andar pasando a un lado de diferentes hostales, al pasar entre una cerca viva de un hostal y un alambrado de otro logro llegar a la playa, grito de la emoción todo lo que se me ocurre. Al estar más tranquila me saco la mochila colocándola sobre la arena y me siento a contemplar la oscuridad del mar escuchando el reventar de las olas y viéndolas blancamente. Luego de un rato al darme algo de sueño decido levantarme, al volverme a colocar sobre la espalda la mochila vuelvo al asunto de andar, camino entre la arena dejando mis pequeñas huellas, al ver en la distancia algo así como unas antorchas, al acercarme me doy cuenta que en realidad lo son, veo un, dos, tres, y cuatro iglús. Determino que lo tengo que armar entre dos cocoteros que están un poco distanciado uno del otro, como veo que no me va a caer ningún coco decido armar el iglú, saco de la gigantesco morral la carpa, el saco de dormir y el aislante, al sacarlo del bolso protector, atravieso las varillas que con antelación uní logrando parar el iglú, al ponerles en las puntas las estacas logro darle la firmeza adecuada y al abrir la cremallera entro la mochila, el aislante y el saco de dormir, de último entrando me posesiono encima del aislante y entre el saco. Escuchando la brisa y el sonido de las olas logro dormirme.
Al ocurrir el alba van volando los pajarillos con sus diferentes cantos, eso hace que abra los ojos y que me voltee hacia el otro lado, al desperezarme me decido por levantarme. Lo hago abriendo la cremallera y salgo viendo las palmeras, la arena, y el océano. Hago unos cuantos ejercicios moviendo toda la extensión de mi cuerpo femenino- Un hombre de lentes y de espesa barba me aborda diciéndome: tú tan bella de dónde has salido- De las nubes- Como así que de las nubes…- Te digo así debido a que no me quiero acordar de dónde vengo, no hay caso- Vamos a ir al río- No gracias prefiero ir sola ya que vengo con esa intención, y además mi intención es reflexionar sobre mi vida- Está bien. El tipo se aleja y yo me meto dentro del iglú, al encontrar las dos piezas del bikini, me quito lo que tengo puesto y me las pongo viendo que no estoy tan canela como lo quisiera, al salir me pongo protector solar. Al ver llegar a una señora que tiene un platón sobre su cabeza- que va gritando: boyo de maíz, arepa de huevo, caramañolas- La abordo diciéndole: usted seño trae mi desayuno. La seño se detiene a menos de un paso de mí, se baja la batea y me muestra lo que tiene- Diciéndome: todo está recién hecho que me va a comprar- Deme una arepa con huevo, una caramañola y una de esas cocadas. En una bolsa de papel me va metiendo lo que le pedí y amablemente me da la bolsa, al recibirla le pago- Ella me dice: que pelada mira te faltan cinco barras- Que pena con usted tómelas. Al volverse a colocar el platón sigue gritando por la playa, y yo me acerco al mar sentándome sobre la arena voy comiendo con la presencia de las olas, al acabar me levanto a votar la bolsa en el tacho de la basura y al sentir tanto calor me decido meterme en el mar, lo hago lentamente y al llegarme el agua un poco más de las rodillas me enviste una ola que me saca lo de abajo, al rescatarlo me lo vuelvo a poner, al venirse otra ola más grande me sumerjo por debajo lográndola pasar, al irme más hacia adentro las olas rompen cerca de mí, al quererme adelantar una ola que rompe la logro pasar por debajo, al estar donde rompen las olas las esquivo de la misma manera, al ver una ola inmensa que esta sin re-ventar me le lanzo lográndola abarcarla y rompiendo me lleva cerca de la orilla, salgo sentándome sobre la arena a contemplar el movimiento del mar. Estando en esas un moreno se me sienta al lado- Preguntándome: usted es costeña- Claro que lo soy, lo que no quiero es decirle de donde ya que no quiero recordar nada- Usted por su apariencia es currambera- Si lo cree así me importa un soberano jopo, por favor déjeme sola- Eche que le pico- Absolutamente nada, lo único que quiero es que me deje tranquila- Está bien me voy- Si por favor vallase que me está jodiendo la vida. Al irse el moreno me quedo fresca como una lechuga en el enfriador. Al decidirme ir a la desembocadura del río me levanto, yendo al iglú de donde saco del morral mi mochila harruaca, al cerrar con la cremallera me lanzo a caminar bordeando el océano que se va moviendo, voy dejando sobre la arena húmeda las huellas que la misma marea se encarga de borrar, al adelantármele a un par de extranjeras con un ademan las saludo siguiendo tan fresca. Al tener ganas de fumar me voy contra los cocoteros y me meto entre la manigua, al sentarme sobre un tronco caído saco de la mochila la cajita donde tengo eso delicioso, saco un buen moño que al desmoñarlo logro fabricarme un buen Barreto, al encenderlo con mi encendedor voy fumando dejando la pisca en el ambiente, al sentirme bien trabada lo apago contra el mismo tronco y me levanto decidida a andar, camino de la misma manera que lo venía haciendo mirando el oleaje, al cruzarme con una pareja de cachacos los saludo de la misma forma que salude a las dos extranjeras. Al divisar un kiosco en la lejanía lentamente me aproximo, al pasarlo encuentro el río que lo bordeo, viendo la perspectiva del río y las montañas bien verdosas, en ese estado de la situación llego a la desembocadura viendo de un lado el océano con sus enormes olas y del otro las largas palmeras. Pienso sobre la real belleza del lugar, al decidirme me tiro al agua logrando refrescarme, a pesar de lo pandito del agua nado esforzándome contra la corriente, luego me dejo llevar por esta hasta que con la ayuda de un tronco sumergido poniendo el pie logro detenerme. Al salir me acuesto sobre la arena y en vez en cuando al subir el mar me moja, estando en esas siento que alguien me toca la pierna, al verlo me doy cuenta que se trata de un morocho que me mira con ganas- Le digo agresivamente: hijo de puta será que usted no puede ver una mujer tranquila- Él me contesta: mamacita es que usted está muy buena. Al ver que no es uno sino son dos, me levanto y corro viendo que me persiguen, cruzo a toda la desembocadura y al ver un camino corriendo de la misma forma me voy metiendo por el sendero que avanza entre la larga vegetación de pasto elefante, de arbustos y árboles, al ver un claro entre toda la vegetación no dudo en meterme viendo el río, en el momento que veo una babilla me asusto y no sé qué hacer. Decido devolverme pensando en mis perseguidores, lo hago llegando a la desembocadura, por suerte no veo a nadie y recobro la calma, me vuelvo a meter en el río nadando hasta cierto punto ya que al ser muy bajo el nivel del agua simplemente tengo que caminar ya que el agua tan solo me llega un poco más allá de las rodillas, logro llegar a una especie de isla donde veo la perspectiva del río que va en dirección de las montañas. Feliz por lo que estoy contem-plando siento que se me eriza la piel. Algo después decidido regresar  lo realizo de la misma manera, ando y ando bordeando el mar hasta lograr arribar a la carpa, de la cual saco la botella de agua logrando beber sintiéndola algo caliente. Al no calmar del todo la sed decido ir al pueblo almorzar y por agua, lo hago saliendo de la playa, paso ante una casa verde de material que tiene en la pared del frente un mural muy mal pintado del mar y de la sierra, tomo el sendero que va entre los cocoteros logrando abarcar la sombra, al llegar a una especie de vía destapada siento el sol del mediodía que cae estampando todo mi cuerpo, voy sudando a chorros debido al continuo calor, de esa forma llego al pueblo viendo que no hay ni fantasmas, al llegar ante la troncal la bordeo y al ver un restaurante abierto entro sentándome abordando una de las pocas mesas libres. Al verme la seño que atiende me aborda- Diciéndome: hoy tenemos sopa de sancocho y de según-do hay picado de pescado, pollo, carne y que va  acompañado de patacones, arroz y ensalada- Deme la sopa, picado de pescado y lo demás- Que va tomar…- Que tiene…- Jugo de tamarindo y gaseosas- Jugo de tamarindo que me encanta. Al ver que la señora tarda me acuerdo que he dejado mi mochila allá cerca del río, de la rabia con el puño golpeo la mesa- La señora aparece diciéndome: acaso está loca- No para nada es que tengo una rabia maldita ya que he dejado mi bella mochila cerca del río, en la cual tenía mi diario- llevaba en la mochila algo de valor…- Afortunadamente no ya que todo lo tengo en este taparrabos o riñonera. La señora al ponerme los platos- Le agrega a la cuestión: ustedes las jóvenes son muy despistadas- No fue por eso, sino por la culpa de dos morenos que tenían la intención de hacerme algún daño. Al irse la señora me ha dejado hablando sola, no le pongo importancia a eso y al tomar la cuchara empiezo a tomarme la sopa yéndome en mis pensamientos, al sentarse a mi lado una larguirucha  rubia- me aborda mostrándome mi mochila hablándome: esta mochila debe ser tuya, la he encontrado cerca del río. Sin decirle nada la abrazo- Ella mirándome como la estoy abrazando- Me sique hablando: se ve que para ti es muy importante- Si claro es de las cosas que más quiero y además está mi diario, tú como la encontraste…- primero porque te vi que corrías y al estar tomando el sol la vi- Como así que no te vi…- No se…- corría porque dos tipos que me perseguían no tenían para nada buenas intenciones. Al acabar con la sopa tomando el tenedor empiezo con el bocadillo de pescado que como mezclado con el arroz, la ensalada y con el patacón- La gringa: yo no vi a ningunos tipos esa mariguana que te fumaste estaba muy buena- Claro que me persiguieron dos morenos- Ella insistente: no había nadie- Que no los vieras es otra cosa ya que si eran de carne y hueso- Bueno está bien. Al traerle la señora lo mismo que a mí ella empieza por la sopa. Al terminar con el contenido la veo que come con ganas- Le pregunto: tú con esa piel tan blanca de dónde eres…- Soy de Irlanda- De donde… De un país más allá del norte de Inglaterra llamado Irlanda- Que interesante más aún cuando hablas un perfecto español- Lo aprendí en sur de Argentina ya que tengo mis abuelos que viven allá en la Patagonia- Como así que una irlandesa tiene sus abuelos en la Patagonia…- Vinieron en la época de la primera guerra mundial… Entonces tienes algo de argentina…- Tal vez…, eso no importa lo más importante que estoy ahora hablando con tico, tú de a dónde eres…- De un lugar de esta costa que no quiero decirte ya que me importa un bledo- Bueno está bien, sabrás donde puedo conseguir hierba para fumar- No sé pero eso se averigua. Al acabar ella nos levantamos y al pagarle cada una lo correspondiente al almuerzo a la seño salimos, bordeando la carretera al encontrarme casi de frente con un moreno, al verlo detalladamente veo que se trata nada más que de uno de los perseguidores- Le digo: conque eres tú el que me persiguió allá en la desembocadura- El luego que se carcajea: si claro, pero lo hicimos con mi amigo con el propósito de mamarte gallo- Pero me asustaron, cambiando de tema tú moreno debes saber dónde podremos comprar hierba para fumar- una casi morena le dice a otro moreno sobre su piel,  que  cómico   que  te gusta basilar- Si, porque no-Bueno para comprar atraviesa esta troncal tomando por esa calle que las llevara a un campo de fútbol hay van a encontrar una pequeña tienda donde venden toda clase de verduras, el señor se llama Emilio, no le van a preguntar por mariguana si no por cilantro. De acuerdo…- Si claro y gracias pero no me vuelvan asustar. Atravesamos con la rubia irlandesa la troncal, al tomar por la calle que el muchacho moreno nos dijera- La gringa o irlandesa va diciendo: entonces ese fue uno de los muchachos que te asusto, además que humor que tiene, y entonces es cilantro como llaman a la mariguana en este pueblo- tal cual. Al llegar a la cancha de fútbol ven la tienda, al arribar ven en cajas de madera las diferentes verduras, siendo sorprendidas por un viejillo de barba larga y blanca- Que a quemarropa les dice: de donde habrán salido estas bellas angelitas, seguramente de una nube pero hoy no se ve una en el cielo. Bueno así es la vida. Nos ve de arriba abajo- luego le agrega al tema: que quieren llevar…- Yo le contesto: cilantro- Ha conque esas tenemos, espérenme un momento aquí. Al verlo  que  desaparece por un costado de la casa nos sentamos sobre el derruido piso de cemento- La rubia: porque tarda tanto…- Seguramente la está cosechando- Al verlo llegar con un machete en la mano, coloca el machete sobre el suelo- Nos dice: yo soy mago. Al sacar una bolsa de un tamaño algo considerable- Le agrega a la cosa: es fresca y hace viajar a las estrellas- La rubia: que le tenemos que pagar por esto…- Para las angelitas cuesta la suma de tantos pesos. Ella saca de su riñonera un billete- Bueno las vueltas las doy yo, o ustedes, también las pueden dar, o prefieren frutas- La chica riéndose: frutas sería mejor. El particular anciano saca dos papayas, varios guineos, mandarinas, zapotes y se los pone en un rustico canasto- Bueno el canasto los hago yo y como son unas angelitas muy hermosas se lo encimo o se los doy de ñapa. Nos retiramos de la tienda ella levando el canasto con las frutas y riéndonos con muchas ganas, al atravesar la troncal regresamos rápidamente por donde yo viniera al camping. Nos sentamos sobre la arena caliente de frente al mar, ella se ríe a carcajada abiertamente logrando contagiarme que se escuchan nuestras  risas  en todo el panorama- Ella acabándose de reírse habla: que señor más adorable y que personalidad tan increíble- Es todo un duende en persona. Voy armando el Tales de Mileto y al pegarlo con la saliva de mis labios lo prendo dándome largas pitadas sintiendo el aroma pegajoso del barreto- Ella al recibirlo de mi mano lo va fumando y diciendo: que delicia de mariguana- Es puro punto rojo, de la mejor. Luego que lo terminamos- Ella va diciendo: voy a poner mi saco de dormir en esta sombra así nos acostamos hacer una siesta- perfecto. Ella del de su iglú saca el saco extendiéndolo sobre la arena, nos acostamos, yo sintiendo la mágica realidad del lugar que trasciende más allá de mi espíritu, lográndome dormir.   
Al sentir algo sobre mi espalda grito, ella se despierta viendo el mono de larga cola que de un salto se posesiona sobre el tronco de uno de los cocoteros- Ella riéndose va diciéndome: que chica más nerviosa que grito que pegaste si solo era ese bello mono. No acaba de decirlo y van apareciendo otros más con las mismas características que el primero, que se pasan por las enormes  hojas  de los cocoteros y entre las ramas de los árboles. Uno de los monos de un salto aterriza al lado del canasto y toma con sus manos uno de los guineos, en el momento que lo vemos nos paramos y el mono huye subiéndose a una rama de un árbol, al pelarlo se lo come haciéndonos gestos. Enseguida como vinieron desaparecen de rama en rama- La rubia: que día más mágico, primero lo de la serpiente- Acaso que sucedió con una serpi-ente…- Cuando abrí la carpa a menos de un metro había una serpiente de tonos amarillos y verdes, la pude ver detalladamente descubriendo su particular belleza, en el momento que me moví se escurrió yéndose entre la maleza, fue un momento verdaderamente mágico- Que susto, yo si la veo grito. Mejor vamos al mar. Nos levantamos viendo que el mar está tranquilo, al correr non tiramos de cabeza logrando nadar entre el suave oleaje- Yo voy diciendo: El agua esta riquísima y tranquila como nunca. Ella sin decir nada me mira y se ríe salvajemente- Yo le digo: de que te ríes…- De nada. Sigue carcajeándose que hace que me ría de la misma manera que ella. Estando en el agua salada divisamos como el sol se  oculta  entre  el  mar volviéndose todo de tonalidades  rojizas y naranjas- Ella me habla: con toda la magia de este día y ahora él ultimo regalo que recibimos este perfecto atardecer. Al salir del mar vamos directamente al baño donde nos sacamos el agua salada echándonos agua que tomamos de una especie de caneca en un pequeño balde- Yo le digo: ahora si me siento como nueva, que tal si vamos al pueblo a comprar cervezas- Ella sonriéndome me contesta: la idea para nada es negativa. Nos vestimos con una camiseta azul y naranja, y con un mocho que nos deja las piernas al aire. Al sentarnos sobre la arena con el último interludio de luz ella fabrica un notable Barreto, que ella misma con su di esquero lo enciende, al darse varios plones me lo pasa, al fumar largamente se lo vuelvo a dar, al pasárnoslo lo logramos concluir. Nos levantamos más que trabadas empezando a mover los pies, salimos entre la oscuridad de la noche, al salir de entre los cocoteros empezaos a divisar las estrellas que engalanan la extensión del firmamento, al llegar al pueblo escuchamos música de tambores, de maracas y de raspas, al arribar a la troncal al estar cerrada vemos a la gente que baila al compás de la música, nos integramos moviendo nuestros cuerpos, bailando de una mano y de otra vamos recibiendo chirinche. Al pasar el tiempo en esas siento unas manos que me toman y al movernos viendo la gracia del moreno, en un momento como de ensueño me levanta llevándome por una calle llena de gente, me introduce en una especie de cabaña bastante rustica, seguimos agitando el cuerpo con el ritmo del vallenato que proviene de una radio, decidido me arranca violentamente la camiseta volviéndola un trapo, al verme las testas circulares que poseo salvajemente me las acaricia eso hace que sienta algo supremamente increíble en la extensión de mis piernas; al sacarme el mocho quedo en la desnudes total, me vuelve a tomar metiéndome en la curva alargada de la hamaca, se me revuelca, yéndonos en giros sonantes y constantes me penetra haciendo que maullé como una tigresa en selo, de esa forma viendo el techo como si fuera el mismo cielo estrellado entro en una zona sin límites.
 Al abrir los ojos con la luz de la mañana viendo que no está ni la sombra del moreno,  me bajo de la hamaca y colocándome una pantaloneta y otra camiseta que por supuesto me quedan bastante grandes, de último me pongo la riñonera. Sin importarme nada salgo, al verme salir una pelada: me va diciendo: tú que estabas haciendo en mi casa- discúlpame ya que no sabía que esa fuera tu casa- Eche ya lo sabes, lo que quiero saber es como lograste entrar si la puerta estaba con llave- Fue un moreno que me llevo- Lucho marica como me trae a mi propia casa esta puta de mierda- Más puta serás tú. Se me viene con toda su fuerza lográndome agarrar del pelo jalándome salvajemente, yo como es lógico reacciono y le voy dando tremenda patada en el estómago lográndome zafar de sus garras, empiezo a correr de esa forma atravieso la troncal que esta desierta y al ver que no viene detrás de mío, bordeando la vía en el único puesto que veo compro una y dos arepa de huevo, gaseosa, que con hambre y sed rápidamente consumo, al pagarle a la señora voy tras mi destino playero, al llegar camping justo veo salir de la carpa de mi amiga a un corpulento moreno.                 Fin.  

               CUENTOS COSTEÑOS VOL.2
                          EL ENCUENTRO
Este peculiar hecho ocurre en Lorica (Córdoba) en los años ochenta, en la época que el escritor David Sánchez Juliado escribiera el Flecha y el Pachaga, y que esa población de calles de tierra era un solo polvero.
Una fresca tarde sale cierto personaje con el único pro-pósito el de caminar, en la esquina del colegio departa-mental se encuentra a un personaje bastante alto que sobrepasa los dos metros de estatura- Pulla Nube como le dicen todos en este pueblo le va diciendo: Daniel Camargo que fresca esta la tarde, esto amerita que nos echemos al menos un juego de Billar- vamos a ver si encontramos alguna mesa libre. Andan entre el derruido anden viendo las diferentes fachada de las casas de las más prestigiosas familias del pueblo, al pasar la única estrecha avenida si a esta se le puede llamar de este modo, con esas circunstancias silenciosas llegan ante la puerta, viéndolos llegar el Mago y Joselito Martínez que visten de un modo como si estuvieran en el medio oeste norteamericano, al estar sentados ocupando una de las mesas se levantan, al verse se saludan con un apretón de los  cinco  dedos-  Joselito  les  dice:  jugamos  pul o billar-  Pulla Nube le contesta: el pul es para las mujercitas nosotros los barrones jugamos mero billar nada más. Al ver una de las cuatro mesas vacía se disponen, a llegar de una van tomando cada uno su respectivo taco que a la vez le juntan la punta de tiza, dispuesto coloca Carlos de la Espriella las tres bolas blancas el primero que se atreve es Joselito que hace una primera carambola, luego con la ayuda de la banda logra hacer otra y tercer intento lo falla yéndose la bola; al tocarle el turno a pulla Nube falla el tiro y dice: carajo parece que hoy no es mi día, desde esta mañana ya me descache con mi hermano que no sé porque le di tremenda trompada- Carlos como así que le pegaste a tu hermano Gustavo…- El muy atrevido me hablo de mi ex novia y de una reaccione propinándole  tremenda trompada que cayo contra la pared- Joselito: como le vas a pegar a tu hermano, más con esa muñeca tan grande, seguramente le hiciste algo grave- no quise darme ni cuenta ya que tenía una piedra que era capaz de disparar sin pistola. Al tocarle el turno a Daniel mueve raramente su barba y al darle a la bola la impacta logrando hacer una difícil carambola, todos lo aplauden- Pulla Nube va murmurando: que puntería, estas para que mates ese hihueputa gallo que no deja dormir a nadie. Al volverle a tocar el turno a Joselito dispone el taco sobre la mesa. En ese mismo momento entra un desconocido sujeto con apariencia de mafioso, sin importarle nada saca como si fuera un vaquero sus dos pistolas y comienza a dispararle a todo lo que se mueve, ellos se tiran al suelo de madera introduciéndose debajo de la mesa de billar. Al ver que por suerte un atrevido por dé tras lo impacta con un taco en la cabeza, inmediata-mente cae tan largo es sobre el piso de madera. Al ver que no pasa nada más salen de su escondite parándose de inmediato, viendo que el individuo mato a varias personas y por supuesto al dueño del billar- Pulla Nube va diciendo: no joda que día y ahora lo que faltaba, es mejor que abandonemos este recinto antes que ese fulano vuelva en sí, que por lo visto tiene deseos de matar al que se le atraviese- Joselito: que esperamos vámonos- Carlos a donde…- Daniel: donde no nos juzgue dios- Pulla Nube: pues vamos al putiadero. Andan con intención de ir al lugar de las mujeres de la vida alegre, atraviesanla  calle  para  llegar  a la casa del paisa Jaramillo, luego al voltear entran al lugar de aire acondicionado, al ver a las bellas chicas sentadas con sus mini faldas mostrando gran parte de sus piernas, se dirigen a la mesa donde están ellas posesionadas sobre los asientos. Pulla Nube tocándole las piernas a una de las mujeres suprema-mente blanca- Cariñosamente le dice: será posible que me busques una botella de ron tornillo- Si la vas a pagar claro que te la busco, pero mejor deme el dinero correspondiente de una vez- porque me tratas tan mal si siempre que he venido te he cancelado los servicios- No es que te quiera tratar mal, es que aquí en este lugar si quieres de mi servicios los tienes que cancelar anticipa-damente- Lo comprendo, cuanto es el precio de la botella- Yo no lo sé pero ya mismo lo averiguo. Al levantarse él le trata de meter el dedo- la prosti le dice: que mañas las de estos hombres. Y sigue como si nada distanciándose de donde él esta, luego de pasar un breve momento la chica regresa con la botella en la mano- Al ponerla va murmurando: le vale tanto. Él se saca del bolsillo  la  billetera  y  sin rodeos saca la suma que ella le  Dijera, entregándosela- La chica: ya mismo traigo los vasos y el hielo- Por favor ya que vas a traer esas vainas tráenos una coca grande que ya mismo te la cancelo, al irse esta vez le palpa las nalgas y en menos de un escupitajo regresa, las chicas se levantan acomodándose entre el grupo de amigos, al servir la gaseosa y el ron en varios vasos les agrega el hielo, todos toman los vasos y brindan por esto y por lo otro- Puya Nube le habla a la chica- Me recuerdas tu nombre- eres un olvidadizo, acaso no te acuerdas que me llamo Teresa la de la cara alegre. Al escucharla todos se ríen carcajeándose- José- Lito tocándole las piernas a la morena que tiene al lado va diciendo, porque te dicen así- Una rubia teñida sintiendo que Daniel el bigotudo le acaricia las piernas murmura con su voz suave: es que ella es toda una risa- Carlos metiéndole las manos en las tetas a la chica del lunar en la frente va hablando: qué tal si ponen música- Teresa se levanta y pone en el viejo tocadiscos un disco de vallenatos. Al sonar la música todos se paran a bailar estrechando a las mujeres de la vida alegre, bailan tema tras tema- Al calentarse Puya nube le dice a la chica al oído: tengo unas ganas endemoniadas de echarme un buen polvo con tico que debo hacer…- Pagarme- Por eso no hay problema. La chica lo toma de la mano llevándolo al segundo piso a uno de los cuartos, al entrar ve que está iluminado con luz roja procedente de una loba lámpara, se desviste, la toma de la cintura y dándole una patadita la tira suavemente en la cama donde con manos expertas le quita la ropa, al tenerla libre de ropas le toma con las manos las dos tetas que prácticamente se las succiona con los labios haciendo que ella se abra de piernas, él aprovecha y se la mete viendo que no siente nada, al moverse rápidamente le vota el semen y quedando extenuado, al tratarse de dormir es despertado por una balacera, al oír los disparos tan cerca rápidamente se levanta, ve por la ventana y al abrir alguien la puerta, con desespero lo enviste cayendo Daniel que lo quiso prevenir y él escaleras abajo, al ver al hombre que le apunta lo empuja y sale como está corriendo a la calle, al verlo unas señoras gritan llamando la atención de la policía, que al verlos los hombres le montan la persecución, él terriblemente asustado al ver un techo se encarama sin que los policías puedan hacer algo. Al día siguiente sale en la prensa amarilla en la primera página fotografiado sin ropa. Esto hace que sus padres lo echen de la casa quedándose por ahí como los vagos que son.                          Fin.
        COCINANDO UN PAR DE HUEVOS
Claudia sale del colegio al lado de sus compañeras, sintiendo el calor del medio día que la hace que sude a mares, atraviesa la calle y al andar las tres cuadras de siempre con la llave abre la puerta de la casa, entra volviéndola a cerrar y dándose cuenta que su hermano mayor y su madre están ausentes. Decidida a bañarse entra en el interior del baño, se desviste y desnuda se mete en la ducha que al abrir con la llave el agua, sale con la presión necesaria para que tenga un buen choro, se jabona todo el cuerpo dejándose mojar por completo se logra sacar todo el jabón, al querer salir se viste con el mismo uniforme de cuadritos azules y grises, sale sintiéndose mejor y más fresca. Como es inquieta y además quiere saber si puede freír en una sartén dos huevos en el pavimento hirviendo, saca de la vieja nevera los dos huevos, al ponerle al sartén un poco de aceite le coloca los huevos, sale de la casa encontrándose el pavimento como ya lo sabe, al colocarlo ve como del pavimento fluye un vapor. Al verla una amiga que estudia en el mismo colegio- se aproxima diciéndole: siempre he querido hacer lo mismo pero no he tenido la oportunidad ya que mi madre siempre está en la casa. Esperan sentadas en el desnivel de la puerta viendo como los huevos se están cocinando, al pasar poco tiempo los huevos están completamente cocinados, al entrar a la cocina cada una se come un huevo quedándoles la experiencia entre sus lucidas mentes.         Fin.
UNA VISITA INESPERADA QUE SE CONVIERTE EN TRAJEDIA
 Jorge al estar en su primer día de vacaciones, con el consentimiento de sus padres sale llevando la mochila roja que le regalara su prima Martha, de la casa ubicada en el barrio Manga. Ya en el exterior divisa con su mirada la amplitud de la calle, luego siguiendo en dirección del cerro la Popa pasa por encima del puente viendo la dimensión  de  la  bahía  que  se  estrecha en esa parte, al llegar a la av. Pedro Heredia luego que pasan diferentes automotores  ve  una  chiva  en  la  cual  un  sujeto  grita : Sananofre, Tolú, Coveñas,  Lorica. Al ponerle la mano el  peculiar bus de madera se detiene, lográndose trepar en el techo de madera ya que va ir más fresco y puede ir viendo la panorámica que se le va presentando. Al arrancar el bus se recuesta boca abajo viendo la trayectoria de la avenida que está a la vez rodeada de diferentes construcciones y un poco más allá el cerro de la popa con su viejo monasterio, al pasar a un lado de dicho cerro encuentra con su vista el derruido estadio de futbol y un poco más adelante el estadio de beisbol y de ultimo la plaza de toros, en menos de nada al salir la chiva de la ciudad heroica va viendo el campo con sus árboles, sus animales domésticos. Luego que pasa una curva un muchacho moreno que sostiene en su espalda un estuche de guitarra poniéndole la mano hace que el conductor detenga la chiva, subiéndose el moreno por la escalerilla  lográndose instalar en el techo de madera, al verlo se saludan con los puños sintiendo que el auto-motor  arranco, luego que ve el paisaje saca del estuche  la guitarra y empieza a tocar un tema muy  conocido de Carlos Santana, de esa forma toca canción tras canción y solamente deja de tocar en el momento que llegan a Tolú, se despide de la misma forma que se saludaron o sea de puño. Al bajarse varias personas se suben otros y la chiva arranca por la pisadas de arena, él sintiendo la brisa que golpea en su rostro se distrae viendo el mar de pequeñas olas, al pasar como media hora el bus llega a Coveñas donde se detiene, él al colarse el morral sobre la espalda se baja por la escalerilla, camina lo necesario para llegar a la casa de su hermana que está ubicada a tan solo unos pasos de la playa, al abrir la verja entra viendo el jardín de diferentes plantas en su mayoría con bellas flores muy coloridas dándole al lugar una sensación de belleza. Al tocar la puerta suavemente la abre su propia hermana que sin rodeos lo abraza- Diciéndole: que milagro, buenísimo que me hallas venido a visitar, ven que de una vez te muestro el cuarto donde vas a dormir. Luego de pasar ante la sala donde hay varias sillas y varias mecedoras, suben por las escaleras encontrando el corredor y al llegar a la última puerta ella la abre, surgiendo un espacio amplio de paredes donde cuelgan varios cuadros en su mayoría con temas marinos- Ella le va modulando: te gusta…- Está muy bien pero lo que más me gusta son estos cuadros de paisajes marinos. Al abrir uno de los dos una de las dos puertas ve la amplitud del balcón y las dos hamacas que cuelgan de las columnas- Jorge: que buena casa y además está buenísimo que este cerca de la playa- La hermana Liz: me voy ya que tengo que ir a recoger a los pelados a la escuela. Al verla salir se acuesta sobre una de las dos hamacas, escuchando el poco oleaje y viendo detenida-mente el mar se queda como ensimismado en el sueño, siendo despertado por la algarabía de los hijos de la hermana. Se levanta y al bajar la escalera encuentran a la pareja de niños que al verlo lo saludan de pico- Jorge va diciendo: como han crecido- La niña le contesta: es que ya somos grandes- Han crecido pero por fortuna siguen siendo los niños de siempre- La hermana: ojala nunca crezcan que así los puedo disfrutar más- El niño: qué tal si vamos a bañarnos en el mar- Liz: eso después de que almuercen y hagan las tareas. Sienten que abren la puerta apareciendo Guillermo que al darle un beso en la los labios a Liz- Va diciendo: Jorge qué bueno que hallas venido a visitarnos,  ya verás como la vas a pasar de bien aquí con nosotros. Por ahora voy a llamar a Ernestina para que nos traiga a todos un jugo bien helado- Al llamarla ella enseguida se presenta con su vestido impecablemente blanco diciendo: señor Guillermo ya me imagino que quieren tomar jugo, como lo prevé he hecho de papaya con limón y ya mismo se los traigo. Al irse a la cocina regresa al rato trayendo en una bandeja varios vasos de jugo helado poniéndola en la pequeña mesa de la sala- Danielita va diciendo: con este calor que bueno este jugo. Sentados se lo van tomando- Liz: como están nuestros papás…- Están bien, y han decidido ir a Santa Marta a visitar a una familia de amigos- Claro a los García- Que bueno que vayan a si se distraen. Al quedarse en silencio vuelve a parecer la empleada morocha diciendo: ya está servido el almuerzo en la mesa. Todos van directamente al comedor donde ocupan la mesa, los dos niños al lado de la madre y al otro lado ellos dos, se van sirviendo en los platos la posta de carne, el arroz con coco y la ensalada; inmediatamente van comiendo sin apuros- Danielita: no quiero esta carne- Liz: hijo te la tienes que comer si no vas a tener fuerzas para nadar- Bueno está bien. En completo silencio logran terminar con el contenido de los platos- Jorge quede como para hacer la siesta. Al levantarse todos se van a sus cuartos hacer lo que Jorge dijera antes, al rato se despiertan Guillermo para irse a la finca- Jorge va diciendo: yo me voy a la playa los espero allá- Liz luego que le ayude a los niños a hacer las tareas vamos. El sube y en el cuarto luego que se desviste se pone el traje de baño, saliendo llevando la toalla tan campante va a la playa de uno y otros cocoteros, como siente el calor a través de su piel se tira tan largo es en el mar, nada y nada logrando retirase de la playa. Al ver lo distante que está de la playa ve surgir bastante cerca una enorme aleta, al darse cuenta que se trata nada menos que de un tiburón gris trata nadando de alejarse, como el mamífero es rápido, le da alcance mordiéndolo le arranca una de sus piernas, al sentir la sangre otros tiburones lo despedazan quedando nada más el charco de sangre. Al arribar a la playa Liz con sus hijos encuentran única-mente la toalla- Juan Carlos el menor: donde estará mi tío- Danielita lo extraño es que dejo la toalla, donde estará porque en el mar no se ve- Liz camina hasta el mar va viendo en la distancia, al descubrir la enorme mancha de sangre, grita tanto que llama la atención de un pescador que está lejos de ahí reparando el chinchorro de pescar, al escuchar los desgarradores gritos reacciona  corriendo donde esta ella y los niños- Este que son esos gritos- Creo que a mi hermano lo devoraron los tiburones, si ves esa mancha de sangre y además encontramos la toalla tirada sobre la arena con la cual saliera de la casa- Si esa mancha de sangre indica que fueron los Tiburones que se lo tragaron, que vaina. Al poco tiempo todos los que viven en el pueblo se enteran de lo sucedido con Jorge el hermano de Liz, le hacen un entierro simbólico ya que los tiburones no dejaron ni un hueso.                                        Fi       
              EN EL FESTIVAL DE GAITAS
Daniel que es terrible músico, llega del centro del país a la pequeña población de Ovejas, al arribar de Sincelejo en un jepp, luego que se baja una anciana y su familia lo hace él colocándose el morral sobre la espalda, sintiendo la vía de tierra caliente ve algo retirado en una esquina a un grupo de hombres que llevan puestos sobre sus cabeza cada uno un sombrero volteado- Al acercarse los suficiente les dice: ustedes deben ser de este pueblo por eso deben conocer al compadre Miguel- Uno de los tipos: Cachaco, a ese legendario músico quien no lo conoce, si lo busca él vive no más a tres cuadras de aquí, en esa esquina doble, camine otras dos cuadras y sobre el andén derecho va encontrar una casa de material blanca de ventanas y puertas de color café, vaya que no tiene perdida- Gracias. Va por donde el hombre le dijera y facilito halla la casa, golpea la puerta, casi al instante al abrirla surge una bella mulata que le dice: está buscando a mi papá…- A eso he venido- Siga que él está recostado en la hamaca. Al entrar atraviesa la amplitud de la sala y al entrar a una especie de solar con varios árboles frutales, ven que de dos palos está colgada la hamaca al acercarse ve al personaje moreno y de cabello canoso- Que le dice: guíen es usted…- Vengo de parte de José Carnaval- Donde está mi hermano del alma…- Lo deje allá en Salento- Donde queda eso…- en la región cafetera- No me mando algo así como un recado- Si  algo  le  mando.  Al  sacarse  la mochila suavemente la coloca sobre el suelo de tierra y al abrirla extrae un pequeño paquete de manila, al entregárselo tan cómodo como esta lo abre dándose cuenta que es un dinero y una carta en la cual le recomienda al personaje- Como está recomendado por mi hermano del alma se puede quedar aquí con nosotros, me imagino que al menos trajo una hamaca- No tengo ninguna- Que vaina, eche como así que no tiene hamaca por eso no hay problema. El sin hacer un esfuerzo grita: Lili ven para acá. En el momento aparece una negrita como de cinco años- Abuelito que quieres…Ve a tu casa y le dices a tu mamá si no tiene una hamaca de sobra- Abuelito ya mismo le digo. La niñita corriendo se retira del lugar- El viejo mirando a Daniel: que haces tú…- Soy músico de oficio no se hacer otra cosa que no sea tocar un instrumento- Sabes tocar las gaitas- Si claro y a la perfección- Que bueno porque mañana comienza el festival de gaitas- Si a eso he venido ya que quiero ver y aprender más- Se ve que eres una buena persona y un excelente  músico-  Si siempre  estoy en  eso.  Van viendo   que la niña regresa cargando una hamaca- Va diciendo: me dio esta. Al entregársela a Daniel al ver dos árboles más o menos próximos, luego que la amarra un extremo a un árbol, hace con el otro extremo, quedando perfecta mente bien. Como está cansado del viaje se recuesta quedándose muy dormido. Luego que pasa una y dos horas es despertado por la misma niñita-  Él al haber soñado abre los ojos diciendo: donde estoy…- La niñita: aquí en Ovejas en la casa de mi abuelo. Al volver a la realidad le da un beso a la niñita y le dice: eres muy linda- La coqueta girando su cuerpo da una vuelta entera, él sonriéndole se levanta y la niñita lo guía al comedor, al ocupar la mesa se sienta en la única silla libre, va viendo a tres mujeres, a un hombre y a varios niños. Otra muchacha le pone un plato hondo con el sancocho de gallina, y en un plato plano el arroz, aguacate, y dos presas de pollo, viéndolos comer va consumiendo el rico almuerzo- El viejo- Por lo que veo mi compadre fue el que te enseño a tocar la gaita- Él y otros músicos- Ya te veré tocar, yo lo hago desde que tenía ocho años y ya tengo ochenta, imagínate desde hace cuantos años- No quiero contarlos pero son muchísimos. Al  salir  camina  por el pueblo viendo a los niños que juegan de diferente modo, en una esquina divisa algo así como una rubia extranjera, al acercarse no la ve más y piensa: esa mujer fue producto de mi imaginación nada más. Al darle la vuelta completa al pueblo, suda de sobremanera que prefiere regresar, al aproximarse ya siente la música y al entrar directamente  al solar ve al maestro que sosteniendo una gaita macho sopla lográndole sacar un buen sonido, lo acompaña un more-no bastante joven, otros tres muchachos tocan los tambores, a veces los gaiteros cantan acompañados de una voz preciosa de una preciosa mulata, llenándose de música el contorno de la casa y de las viviendas vecinas. Daniel al sacar de sus cosas la gaita macho los acompaña volviéndose todo muy alegre, de esa forma tocan hasta muy entrada la noche- El maestro poniendo su instrumento a un lado de la hamaca va diciendo: lo haces como todo un profesional, les presento a Daniel, ellos son María mi nuera y ellos Carlos Bustos, Humberto Padilla  Carlos Román, y este currambero Roberto Bocio. Saluda a la chica de beso y a los hombres con los cinco  dedos- María me voy a mi casa ya que tengo ciertos deberes que cumplir- Roberto nosotros también nos vamos. Al despedirse del maestro salen de la casa, y los restantes desaparecen yéndose a dormir a su respectiva hamaca.
A la mañana siguiente desde muy temprano se siente la algarabía, todos los habitantes se encuentran en la plaza de piso constituido de tierra y de los pocos árboles, rodean el entablado donde ya el primer grupo va tocando la música de tambores y gaitas, todos se mueven al ritmo de la música. Daniel baila descubriendo entre la gente un grupo de extranjeros que bailan, entre los cuales está la chica rubia que viera ayer. Al terminar ese grupo de tocar se suben al entablado otros personajes de otro grupo- El anunciante apoyando su boca al micrófono va diciendo este grupo viene del Carmen de Bolívar. Al tomar los instrumentos aborígenes tocan elevando más el ritmo que enciende la rumba autóctona de la región, las mujeres moviendo las caderas al ritmo de la música y los hombres sosteniendo el ritmo, Daniel se acerca al grupo de extranjeros y al ver a la gringa baila a su lado- Ella gritando para que la oiga: tu bailas muy bien yo hasta ahora estoy aprendiendo a moverme- Por algo se empieza. Bailan cantando lo que los músicos gesticulan con la música muchísimos temas. Al sentir el hambre- Daniel al oído de la rubia le dice: qué tal si buscamos algo de comer- Si vamos. Al separase del grupo de extranjeros se van abriendo paso entre la gente y llegan ante una chasa. La señora al acabar atender al último- Sonriéndoles les dice: tengo arepas de huevo, caramañolas, empanadas, bollos  de maíz y blanco, pasteles de arroz y suero del bueno- La chica esos pasteles de arroz se ven deliciosos- Pidamos dos- Al escucharlos la señora les responde: entonces les doy los dos pasteles y los quieren con que gaseosa- Ella: a mí me da una coca y tú que deseas…- Yo quiero una cola Román. Al sentarse al lado de una pareja de morenos, la señora les pone un buen plato de pastel de arroz y las dos bebidas heladas- Daniel luego que se da el primer bocado: de dónde eres y porque hablas tan bien el español- Soy de Irlanda y el español lo aprendí en España ya que viví varios años en Madrid y ahora vivo en Londres ya que hay más trabajo y tú de dónde vienes: de Salento Quindío- Eres de haya…- Claro que sí, pero en el último  tiempo  me  dedico  a la música y a viajar más que todo por Colombia, y tú que haces en Londres- Trabajo en una especie de fábrica de chocolates- Que bien. Al acabar le pagan a la señora y se meten entre la concurrencia a bailar. Al acabar de tocar ese grupo aparece en el entablado el mismo tipo que ya hablara a través del micrófono: que se presente el grupo del maestro Matamoros. Al ver que el mismo maestro lo llama va a su encentro y con los otros músicos se trepan en el entablado, al darle la señal con ritmo de tambor, se suman las gaitas saliendo de ellos una espectacular música, al sentirla tan adentro todos se mueven con el ritmo vibrante de las gaitas y los tambores, la chica María canta acompañada por las voces de los músicos, todo se convierte en una gran rumba. La irlandesa viendo a Daniel tocar su respectiva gaita, con las manos le envía un saludo. Tocan  y tocan y solo terminan en el momento que finalizan con el último tema, Todos los presentes que son muchísimos aplauden escuchándose el alboroto en el ambiente. Al ver que se acerca al entablado la irlandesa, Daniel se le lanza cayéndosele las gafas y por supuesto de culo cerca de los pies, la gringa dándole la mano lo ayuda a parar- Le va diciendo: eres un loco como te me lanzas de ese modo, si  por poco pudiste producir una tragedia- Exagerada, el problema es que se me cayeron los lentes ayúdamelos a buscar, se acachan como no los encuentran se arrastran como dos niños- una morenita riéndose: esto es lo que están buscando- Al levantarse Daniel le contesta: si esas son mis gafas- La rubia extranjera: que culo de botella pareces que eres ciego y se vuelve a carcajear. Daniel al tomarlas de la mano va diciendo: qué culo de botella ni qué carajo más bien compremos una botella de ron- Comprémosla entre los dos- De acuerdo. Con dificultad salen del tumulto, al ver una particular tienda entran viendo la algarabía que hay en el lugar, después que la seño atiende a varias personas, los atiende a ellos diciéndoles: que quieren- La extranjera: una botella de ron. La mujer del mostrador enorme de madera saca la botella y entregándosela a ella- Le va diciendo: por aquí paso el diablo dejando a  una sipotuda mujer, embuste solo le estoy sacando humor a la vaina. Al salir sintiendo el calor, luego que se da un trago la gringa va murmurando: el diablo es el que está entre esta botella- Mamita como entro ese trago. Al volverse a escuchar la música de gaitas y tambores vuelven al mismo sitio donde estaban bailando, se mueven de una forma más delirante hasta que llegan los primeros colores de la aurora. En ese mismo momento se van retirando todos los presentes en paz viendo algunos borrachos tirados en el piso de tierra- La irlandesa me voy a dormir a la casa que he alquilado con los amigos- está bien chau. Se despiden de beso y cada uno sale en dirección del lugar donde se están quedando, él al llegar se encuentra con el maestro: aja conque te gustan las mujeres con piel de gallina- Acaso no está bonita…- Si está más buena que la misma noche, ahora si me voy a roncar. Al acostarse sobre la hamaca se quedan profundamente dormidos.
Solo se despiertan muy entrada la tarde, luego que comen lo que quedo del sancocho del día anterior, al terminar llegan los músicos con varias botellas de ron, que al sentarse combinándola con gaseosa y hielo van tomando en sus respectivos vasos, hablando sobre el tema de la música. Se paran bastante prendidos yendo directamente a la plaza donde al escuchar la música procedente  del  grupo  de músicos  de Sincelejo, se mue- ven al ritmo pausado de la alegre música, al verlo a Daniel bailar la irlandesa le llega- Diciéndole: te estado buscando toda la tarde que te habías hecho…- No siempre estuve en la casa del maestro, hasta ahora hemos salido. Luego que hace un silencio mira a los integrantes del grupo y les murmura con su voz: les presento a guíen…- Ella riéndose le contesta: mi nombre es Virginia mucho gusto en conocerlos. Todos le dicen sus nombres y de último lo hace Daniel- Ella: en todo caso que bueno haberlos conocido. No paran de moverse bailando al compás de la música, Daniel bastante prendido la va tomando de la mano llevándole el paso consiguiendo bailar al mismo compás, al sentirla tan  cerca siente tal atracción, sin preámbulos la toma y al encontrar los labios logran besarse y de qué manera. Al verlos ellos y el maestro aplauden haciendo que se coloreen los cachetes más de la cuenta- Ella al oído acompáñame por ahí- A donde…- Algún lugar donde podamos estar solos al menos por un  momento- Vamos pues. Al separarse lentamente de los amigos, se meten entre los asistentes logrando salir a la calle de tierra, como está ya de noche al andar largo rato se ocultan en la oscuridad de un baldío escuchando las chicharas y en la distancia la música, ella sin temor lo estrecha contra su cuerpo logrando que se besen prolongadamente una y otras veces a pasárseles el tiempo en esas- Ella va diciendo: vamos a buscar algo para comer que tengo un hambre terrible- Mi caso es igual. Salen volviendo al lugar del festival y sin problema hallan la misma chasa- Al ver a la señora la extranjera le va murmurando: yo deseo una arepa de huevo, una caramañola y una empanada- Daniel: a mí me da lo mismo sumado una coca. Al sentarse al lado de una pareja de zambos ocupando la mesa la seño en una canasta de mimbre les trae lo que pidieron, empiezan a comer- ella al terminar con la empanada le habla: luego que termine el festival quiero que me acompañes alguna de las tantas playas- Yo conozco un pueblo no muy lejos de aquí donde hay unas playas muy bellas- Como se llama el pueblo- El Rincón del Mar y queda cerca de Sananofre – Allá me tienes que llevar- Si quieres te llevo cargándote- Habla serio. Se ríen contagiando a los  presentes e inclusive a la seño  volviéndose todos unas abrumadoras carcajadas. Al acabar con lo que pidieron regresan a la plaza metiéndose entre la gente, bailan bien junticos viendo al fondo a los músicos que moviéndose interpretan con las gaitas, los tambores, especies de sonajeros y maracas; la música la van acompañando con sus alegres voces, bailan la música de los diferentes grupos musicales hasta que los últimos interpretes dan por terminado el festival. Al ver que todos al mismo tiempo se están yendo para sus casas- ella lo toma de la mano diciéndole: vamos a la casa donde deberán estar mis amigos- Si, vamos. Al salir de la plaza se meten por una estrecha calle y al andar las pocas cuadras llegan viendo que la puerta está completamente abierta y entran viendo sentados a los amigos- Uno de ellos les dice: quieren un vaso de ron con jugo de limón- Ella claro. Una de las chicas les pasa a cada uno un vaso con hielo repleto de limón y de licor, van tomando escuchando que los personajes hablan en inglés- Daniel con cara de aburrido le dice a ella: que vaina que no entienda absolutamente nada- Acabemos con este ron y luego nos vamos a dormir. Los amigos de ella siguen con el mismo tema de conservación, él sin entender un pito se rasca la cabeza. Al acabar con el licor se van al cuarto donde ella duerme, al entrar él va viendo las paredes peladas y al lado del colchón el morral, se sientan sobre el colchón al tomarse se besan apasionadamente, luego la desviste lo mismo hace ella con Daniel, al estar en ropas interiores se acarician volviéndose a besar, ya excitados le saca el corpiño quedando los senos al aire, los acaricia haciendo que a ella se le suba la sangre a la cabeza. Una vez más se besan sin quitarle las manos de los senos, al sacarse los pantaloncillos y el calzón ella hace que la posea sintiéndolo adentro de ella, llegan al clímax ella desdoblándose aúlla como una gata y al  acabar  con  la acción del amor a pesar de la bulla que viene del otro lado de las paredes entrelazados sé que-dan bien dormidos.
Al despertarse temprano, sienten el guayabo y el cansancio pero a pesar de eso se levantan, mientras él se sienta sobre el colchón ella va recogiendo sus pertenencias que mete de una en una entre el morral- Ella viéndolo sentado le dice: ya nos podemos irnos a   bañar. Al ir al baño en la caneca no hay nada de agua- ella: que escases de agua- Si claro, aquí hace muchos meses que no llueve más bien vámonos.  Al volverse a vestir salen del baño ven las otras puertas completamente cerradas, ella va al cuarto al ponerse el morral sobre la espalda vuelve a salir cerrando la puerta, luego por la puerta salen a  la calle ya sintiendo el desesperante calor- Daniel acompáñame a la casa del maestro que recojo mis cosas. Caminando llegan rápidamente, al entran se enteran por el silencio que todos duermen- Él le habla: espérame un momento aquí, al sentarse ella sobre un roído taburete él abre la puerta que da al  solar donde está el maestro en la hamaca durmiendo, sin hacer bulla mete rápida-mente todas sus pertenencias entre el morral, sale al encuentro de ella que al tomarse de la mano salen alejándose de la vivienda. Al ir entre las calles de derruidas casas ven a lo lejos un Willis que está casi lleno- Al ver al conductor recostando contra el ji peto le habla: para donde va…- Voy a Sincelejo- Daniel: nosotros vamos a Sananofre- Los puedo dejar en un lugar donde podrán tomar algún vehículo que vaya para allá, lo único que tienen que hacer es montarse. Al treparse con la ayuda del conductor van poniendo sobre el encarpado los morrales, que el individuo con una larga  soga  amarra,  se  sientan viendo a varias señoras y a dos señores sintiéndose apretados. El hombre arranca el Willis saliendo rápidamente del pueblo.             Fin.                            
                       EN UN FANDANGO
Clara se levanta de la mesa viendo a sus amigos, al llegar al baño en el inodoro vomita todo lo que se comió y se bebió, recobrando el buen estado, en el lavamanos se juaga la boca logrando que se le vaya el desagradable olor, va saliendo viendo con la escasa luz a sus amigos que sentados ocupando la mesa siguen tomando ron, al verla sentarse va diciendo Camilo (el capitán Pimienta como le dicen los amigos): te ves mejor y con otra cara- Si el vomitar hizo que ahora este bien, ahora si estoy para lo que sea, si vamos a ir a caminar a la playa…- Julieta la paisa le contesta: Claro que vamos a ir- Uriel: esperen que le demos mate a este ron. Al acabar con el contenido lentamente se levantan, caminan hasta la puerta y al salir de a poco se retiran de la cabaña de techo de palma, en la distancia sobre la playa ven tremenda hoguera de inmensas llamas- Gaby dirigiéndoles la mirada va hablando: que será todo ese fuego- El capitán Pimienta: si  no  lo averiguamos como lo vamos a saber, vamos que debe ser algo bueno. Haciéndole caso andan, en un momento dado escuchan sonidos de tambor y de gaitas, al acercarse ven las llamas que se extienden hacia el firmamento, viendo además a un sinnúmero de paisanos y de mujeres que bailan sosteniendo cada personaje una vela encendida y de ultimo en un costado de la hoguera están los músicos que estando parados tocando cada uno su respectivo instrumento. Al estar a tan solo unos pasos se integran al fandango, bailan moviendo sus extremidades con movimientos precisos girando en torno del fuego, uno de los morenos saca de un tacho un licor fermentado de coco y con el mismo totumo se lo entrega al Capi Pimienta, que al probarlo se lo entrega a Clara que se da un largo trago, de la misma manera toman pasándolo unos a otros- Gaby al estar bailando con uno de los mulatos le Pregunta: como se llama el licor de coco…- Es ñeque y se fermenta enterrando los cocos entre la arena y solamente se logra dejándolos durante muchos días- Que proceso tan simple- Lo bueno es que emborracha- Además sabe riquísimo. Siguen bailando dándole vueltas a la hoguera de grandes llamas tomando y pasando el recipiente de totumo, así van tomando sintiendo el efecto del ñeque que los emborracha, al extinguirse completamente el fuego todos supremamente borrachos están tirados sobre la arena, esto es aprovechado por un enorme sujeto al ver a Clara tan larga es tirada sobre la arena, de un impulso la levanta sin ella darse cuenta, alzada se la lleva a través de la playa a la cabaña donde vive, y ella acostada en la cama al sentir que la desviste no tiene como reaccionar y simple-mente siente como el tipo se aprovecha de ella.                           Fin.
                   EN ESTADO DE COMA
una joven, sale del apartamento donde vive con su hermana y sus padres, al tomar el ascensor con la presencia de una particular pareja que única mente le quitan la mirada en el instante que el elevador llega al primer piso abriéndose la puerta, ella se adelanta logrando salir del edificio de primera, camina con la intención de tomar un taxi al estar en la esquina siente que se le baja completamente la tensión, viéndolo todo blanco  y perdiendo el conocimiento cae sobre el cemento del andén  completamente  incons-ciente.  Al  ver lo sucedido con ella otra joven corre donde esta ella privada, se desespera al no saber qué hacer grita: por favor necesito ayuda- Al escucharla un hombre que lleva puesto una camiseta y un vestido de baño, al andar rápidamente acude, se agacha viendo algo de sangre en la cabeza de la muchacha. En menos de nada es rodeada por varias personas- Un hombre que está muy bien vestido dice: aléjense que no la dejan respirar. Luego se agacha lográndole tomar el pulso. Una señora viéndola en el estado que se encuentra- Va diciendo: Si es la hija de Andrés Martínez ya mismo lo llamo- al sacar de la cartera negra de cuero el celular le marca, desde otro lugar el padre de la chica le contesta: Oye no sé cómo decirte- Si por tu voz ya me entere que eres tú Matilde, pero cuéntame bien sobre lo sucedido- te he llamado, es que a su hija le ha pasado algo ya que esta desmayada tirada sobre la acera- El hombre angustiado: Donde esta exactamente…. En la avenida San Martín exactamente en frente del edificio el Delfín- Ya mismo voy para allá. Al llegar la ambulancia que ha sido llamada con anterioridad por una mujer que desde la terraza vio el hecho de como la joven se desmayó, del vehículo de la parte de atrás salen dos hombres que sacan  una  camilla  y con el cuidado requerido la colocan sobre la camilla que suavemente introducen entre la ambulancia. Luego al montarse uno de los enfermeros serrando la puerta arranca encendiendo la sirena que se escucha muy fuerte. Al llegar un poco después el padre no encuentra a su hija, al estacionarse se baja y le pregunta a una señora: usted por casualidad ha visto a una joven que es mi hija que perdió el conocimiento- La señora: eche, usted acaso cree que yo soy una chismosa más bien déjeme tranquila. Sin saber que hacer se monta en el automóvil y arranca, al pensar que es posible que este en el hospital Boca Grande, toma la av. de la bahía y luego se desvía logrando llegar al tradicional hospital de la heroica, se estaciona al lado de una camioneta, al abrir la puerta se baja volviéndola a cerrar con llave, al querer ingresar se encuentra con un amigo médico- Que le dice: ¿porque tienes esa cara?- Es que no he podido saber que le sucedió a mi hija Vanesa, cuando fui a buscarla al sitio donde se supone que se desmayó ya no estaba, por eso estoy aquí a ver si alguien la trajo- Ven que preguntamos en urgencias. Al bajar y darle la media vuelta a la edificación hospitalaria llegan, al verlos una enfermera le dice al médico: que paso, porque está aquí- Estamos buscando a la hija de mi amigo Andrés que al parecer perdió el conocimiento en plena calle- De pronto es la joven que trajeron en la ambulancia hace un rato- Si es posible, podemos entrar…-Claro que sí, vengan por este lado que ya mismo les abro la puerta. Al entrar ven primero a un herido que lo están cociendo, luego al ver en la cama a la chica que conectada esta inconsciente- El médico que la está atendiendo va murmurándoles: he hecho todo lo posible para que reaccione, pero por lo visto está en coma, claro que tengo que hacerle unos exámenes bien exudativos para poder saber que se le puede hacer- Él padre tomándose la cabeza va modu-lando su voz: cómo es posible que mi hija se encuentre como esta, si esta mañana hablamos y estaba normalmente bien- El médico Galindo: tranquilo que ya mismo me voy a ocupar de su hija, por ahora váyase tranquilo al apartamento y vuelva más tarde que le tendré noticias halagadoras sobre su hija- Bueno le voy hacer caso pero haga todo lo posible para que se restablezca- No se preocupe lo voy hacer. Al retirarse del recinto hospitalario va directamente al vehículo, al montarse arranca esquivando un pequeño automóvil, toma la calle principal, al doblar llega al edificio donde vive, al pitar el celador le abre la puerta del enorme garaje  y  sigue  logrando parquear el auto en su lugar de parqueo, se baja y toma el ascensor que lo lleva al sexto piso. Al salir con la llave abre la puerta, al entrar en la sala ve sentada a su mujer que está muy concentrada leyendo, la sorprende dándole un beso- Ella le dirige la palabra: porque estas tan agitado- Luego de que piensa le contesta: mira mi amor nuestra hija Vanesa está internada en el hospital de Boca grande- Ella con cara de amargura: acaso que le sucedió…- Perdió en plena calle el conocimiento, ahora está en observación después de almuerzo vamos al hospital. Se sientan sobre el sofá uno al lado del otro y los dos dirigiéndole la mirada al piso de mármol falso completamente callados. En esas abre la puerta ingresando Camilo el hijo mayor- Que al verlos les habla: que milagro que ahora estén aquí. La madre alzando la mirada- le contesta: ha ocurrido algo desagra-dable- Él contestándole: acaso que ha pasado…- El padre: es que tu hermana está internada en el hospital debido a que en plena calle se desmayó- Acaso que tiene…- No sabemos pero afortunadamente el doctor Galindo ha tomado su caso, si quieres nos acompañas después de que almorcemos al hospital- Tengo cosas que hacer pero más importante es mi hermana por eso voy a ir con ustedes. Se quedan ensimismados bastante preocupados, al transcurrir el tiempo la empleada los llama para que almuercen, al ir al comedor se sientan ocupando la mesa de caoba, la empleada sin saber nada les sirve la sopa que al consumirla recoge los platos y la cuchara, en instantes les pone el segundo plato con muslos de pollo, puré, y ensalada que van comiendo sin chistar nada pero si preocupados, al acabar se levantan- Andrea la madre: vayámonos de una vez que no quiero que Vanesa este sola- Andrés espera que busque las llaves del auto. Entre los tres las buscan hallándolas colgadas en el lugar acostumbrado, al abrir el hijo la puerta, salen y este cierra la puerta, toman el ascensor que rápidamente los lleva directamente al garaje, al salir ingresan en el auto los padres adelante y el hijo en la parte de atrás, conduciendo Andrés van tomando la calle principal y al voltear llegan al hospital, al parquearlo se bajan yendo directamente al servicio de urgencias, el hijo al timbrar surge por la ventanilla la misma enfermera que ya lo atendiera Andrés diciendo: Vanesa  ha  sido trasladada a la habitación cuatrocientos cuatro pero su estado es reser-vado, ya podrán hablar con el doctor Galindo que se ha encargado del caso de su hija y por favor ingresen por la puerta principal. Al voltear ven la puerta principal e ingresan yendo directamente a la recepción- Al ver a la chica que atiende- La madre le dice: será posible que veamos a mi hija Vanesa- esperen que ya mismo llamo al doctor Galindo. Ella se comunica con el doctor que de inmediato se presenta saludándolos afectuosamente y les dice: desafortunadamente ella está en coma, he hecho todo lo posible pero el estado en que se encuentra no lo permite- Andrés: cuanto va a durar…- En estos casos nunca se sabe, como puede durar poco tiempo puede durar años, yo me tengo que ir ya que tengo que ver a una paciente que está muy enferma, vayan a la habitación cuatrocientos cuatro que es donde esta ella. Al despedirse van directamente al ascensor que rápidamente logran entrar, al hundir el interruptor de una los deja en el cuarto piso y al volverse abrir la puerta caminando salen logrando arribar a la puerta viendo el número correspondiente, abren la puerta viéndola recostada sobre la cama que conectada solo respira- La madre llorando va murmu-rando: si no la estuviera viendo no lo creería, como es posible que esta mañana hablara tan normal y que ahora este en este estado vegetativo- El padre: que desgracia lo peor es que en estos casos no se puede hacer nada, solo nos queda esperar- El hijo: Esperar que se pudra maldita sea, ahora con guíen voy a pasear, con guíen voy hablar si ella es mi hermana y para mi es única. Al abrir la puerta el medico los saluda y luego les dice: ya está confirmado, esta en estado de coma, ustedes verán si la desconectamos para que se vaya, o si la dejamos como esta ya que siempre hay esperanzas  que  vuelva  en  si- El padre: dejémosla como  esta- interviniendo el hijo: yo me encargo de cuidarla seguramente mi novia Azucena, que fue mi hermana guíen me la presento, ya que antes de ser mi novia era amiga de mi hermana. Además ellas se aprecian en demasía. Me ayudara. Se sientan ocupando el sofá en completo silencio viendo como la brisa que entra por la ventana mueve la blanca cortina y al fondo escuchan el oleaje del mar. Al verla sin guitarle los ojos aprecian algo extraño como si moviera los dedos que están apoyados en la sabana- La madre va diciendo: vieron como movió los dedos de esa mano- El padre: claro que vi como movió los dedos- Camilo: yo estado pendiente y no he visto nada, menos que moviera las manos o los dedos. Al pasar buen rato- La madre va diciendo: tenemos que hacer un horario de acuerdo a nuestros compromisos ya que nunca quiero que este sola- Si madre para eso tenemos que hablar con los más allegados a nosotros, pero para mañana es tarde- El padre: por ahora alguien se tiene que quedar hasta mañana – la madre yo me quedo- Camilo: no mamá, tú tienes que avisarle a la familia- Está bien. Al irse los padres se queda él acompañándola. Al irse se queda pensativo viéndola lo estática que esta, al pararse la toma suavemente de la mano sintiendo que esta helada como si estuviera muerta.                        Fin.  
                            EN CERETÉ
Raúl siendo un poeta algo conocido, amante de sus ratos de esparcimiento, acostumbra todas las tardes a ir a un lugar del río a ver el atardecer. Estando en esas lee concentradamente un libro de poemas de Asunción silva, al leer el nocturno siente proveniente de la atmosfera un aire pestilente de muerte, que hace que se levante y al sentir la brisa fresca del río Sinú tranquilamente se vuelve a sentar sobre la misma piedra mirando el transcurso del agua, al ver hacia el occidente presencia como se oculta el sol, sigue ensoñando en su mundo poético como estando fuera del contexto de la realidad. Estando en esa extraña postrimería siente que alguien le toca la espalda, al volverlo ese pequeño acontecimiento a la cotidiana realidad se voltea viendo a su amigo Miguel que le dice: Raúl Gómez Jattin tu no estabas en Cartagena- Sí que lo estaba pero ahora lo importante es que estoy aquí, y tú que te habías hecho, si hace tiempos que no se sobre tu existencia- Si me fui a vivir al Plato Magdalena- Que carajo estabas haciendo allá- Administrando una finca de la familia pero deserte- El mismo caso mío, yo estudie derecho en una universidad que no quiero recordar, afortunadamente me torcí por eso estoy donde estoy- A que viniste- A nadar la nada en este río que me recuerda mi alegre infancia y por supuesto a mi madre Lola Jattin. Vamos a celebrar este encuentro algún lado- Si vamos. Al haber tan solo un poco de luz se levanta de la mágica piedra, andan bordeando la margen del río y al ver una cantina donde suenan viejos valle-natos no dudan en entrar- Raúl viendo al cantinero le dispara con su hablar: será buen amigo que nos das una botella de ron tornillo- Si tienen con qué pagármela se la sirvo si no imposible- tranquilo que ya me pagaron del instituto de cultura mi parte, y si no bebo se me viene una tragedia encima, no joda más y tráiganos esa bella botella- Conque la van acompañar- Solamente con poesía porque si la trasformamos con una gaseosa de mierda se nos aparece el putas y nos lleva donde no queremos ir. Al ponérselas sobre una de las mesas se sientan acomodando el culantro sobre la silla, el mismo Raúl se encarga de destaparla, con la misma tapa se da el primer trago, de igual forma lo hace el amigo- Raúl va diciendo: en la profundidad de esta tierra descansa el cacique Zenu, no he hablado con nadie como se habla con él, y ojala los dioses se hayan acordado de su espíritu transeúnte y lo hagan olvidar lo que sufrió- Así se habla. En esas se presenta  una  hermosa  morena  que  lleva una minifalda dici-éndoles- No pensé que me fuera encontrar al poeta en persona-  El poeta viéndole las piernas le contesta: Oye chica tu eres muy igual a mi antigua vecina la hija de mi comadre Gertrudis por aquella época que escribí el Tríptico Cereteano, carajo siéntate y tomate unos tragos con nosotros para que veas que la pasamos bien chévere- Al sentarse la pelada va hablando: tu como haces para estar aquí y no en Cartagena- No traigas memorandas que estoy aquí y punto por que la coma la tire al Sinú. Se ríen distribuyendo las carcajadas en el contorno del lugar. Al acabar con el ron Miguel va diciendo: qué tal si vamos al centro que yo invito a otra botella de ron- Raúl: si es así no nos queda otra opción verdad morena- Yo no me llamo morena si no Sixta- Miguel: bueno saberlo ya que estamos para las que sea, si vamos a ir- el poeta: claro, entonces levantémonos. Haciendo un pequeño esfuerzo se paran, al pagarle al cantinero salen riéndose como locos, bordeando el río llegan al centro de estrechas calles y al ver en un lugar abierto varias mesas entran, antes que venga alguien a atenderlos, surge en el ambiente la figura de Lola la madre de Raúl que en paz descansa, ella se les para en frente unos instantes y como apareció desaparece- Raúl que belleza que se me haya aparecido nada menos que mi madre, ustedes si la vieron- Sixta claro que la vi por eso casi me como las uñas del susto- Miguel pero por lo que vi era muy bella- Raúl: tal cual era la belleza en ella un regocijo que en su época detenía el tránsito. Al llegar el mesero los mira como asustados- Diciendo: yo si vi aquella mujer, pero que susto- Raúl usted no cree que ese acontecimiento amerite celebrarlo con una botella de ron- Se las traigo pero si me la pagan- Miguel: en este pueblo alguien sembró la desconfianza, claro que yo mismo se la voy a cancelar- Si es así ya mismo se las traigo. Se retira por donde vino y en menos de lo que canta un gallo la trae colocándola sobre la mesa- El poeta: ahora si amerita que nos traiga una bebida trasparente, hielo y por supuesto los vasos- Enseguida se los traigo. Al irse aparece trayendo todo eso en una bandeja de madera, coloca todo sobre la mesa, en el mismo instante el poeta se encarga de servir todo a la medida, van tomando- Raúl mañana mismo me devuelvo a la heroica a ver a una bella pintora- Miguel: conque esas tenemos- La chica: es mejor presa en mano que manos sin nada- Raúl a si se habla. En ese mismo momento aparece un grandulón que lleva sujeta por el cuello a una mujer, la lanza contra la mesa donde están sentados derramando todo en el suelo, la mujer por supuesto grita y entre los tres toman al tipo que está demasiado borracho y un repentino fantasma le da un golpe en la cabeza que hace que se estrelle contra el piso- Miguel: que hijo de puta este gorila, ese fantasma debe ser el ángel de la guarda de esta muchacha, aprovechemos que seguramente debe tener dinero. Entre los cuatro incluyendo a la pelada le esculcan los bolsillos, logrando encontrar la billetera, Miguel al abrirla saca varios billetes y sin rodeos lo reparte entre las dos mujeres y por último entre ellos dos- Raúl alegre como un barco ebrio va diciendo: carajo vámonos antes que este tipo se despierte y nos dé tremenda muenda, con esa musculatura hay que tenerle miedo, es mejor ser un cobarde que un héroe muerto. Se levantan y salen  escu-rriéndose del lugar, caminan en dirección de Montería encontrando un lugar similar al primero con el vallenato a todo volumen, al entrar ven bailando a varias parejas, se sientan ocupando la única mesa libre y al llegar el personaje le piden lo que el grandulón les derramara, al traerles las bebidas, los vasos con hielo y el ron y que el mismo Raúl se encarga de servirlos a la medida- La nueva chica va diciendo: él es todo un experto  es que en mi época de mozo trabaje en un bar. Se ríe como el suele hacerlo, le agrega a la cuestión: mentira yo nunca he trabajado ya que siempre fui un inútil, más aun en el momento que me torcí del todo. Se ríen a carcajadas y continúa diciendo: bella mujer tú que estabas haciendo con ese mastodonte…- Estábamos en la fiesta de un matrimonio, claro como había puro whisky bebimos tanto que nos emborrachamos- Pero como te trajo a este lugar, parecía que venían pero de cacería, claro tu siendo la presa. Todos se vuelven a reír- La chica: tú si eres cómico- Ya me quieres coletear más bien bailemos. El poeta le da la mano a la nueva chica y lo mismo hace Miguel con Sixta, bailan moviéndose entre las otras parejas sin sentir el bochorno solo se detienen para tomar y siguen con el bailoteo que les dura muy entrada la mañana- El poeta sudando de tanto bailar ya me llegó la hora de irme a Cartagena, al despedirse de beso con las mujeres y de abrazo de Miguel, sale despacio tomando la vía que va a lorica, se detiene protegido por la sombra de un palo de caucho, al ver en la distancia una chiva con un hombre en la puerta que va diciendo a grito herido: lorica, tolú Cartagena. Al quererse montar surge otra vez la figura de su madre Lola que al hacer el ademan con que le dice adiós, la ve desaparecer en la atmosfera hirviendo de la mañana. Se monta con esa sensación y al sentarse se queda dormido apoyando la cabeza contra los pechos de una bella muchacha.            
          UNA PARTICULAR SITUACIÓN              
Al haber tenido una pesadilla terrible me despierto, tembloroso y aturdido. Para que se me vaya del todo ese mal sueño, decidido lo primero que hago es abrir la ventana, inmediatamente se me presenta el extenso océano  azuloso  del  Golfo  de Morrosquillo, luego me levanto sin pensarlo dos veces hago todo lo correspondiente al aseo corporal, colocándome el pequeño morral. Bajo los cinco pisos por las escaleras blancas de ese modo salgo del hotel Las Palmas, ya en la calle busco un lugar donde pueda desayunar, al bordear la estrecha playa encuentro un pequeño restaurante al cual no dudo en entrar, como las tres mesas están ocupadas luego que me saco el morral colocándolo sobre el piso de cemento me siento ocupando una cuarta mesa y al lado de una chica algo rubia y de ojos cafés- Le digo: amiga que bueno que tengo compañía para desayunar- Ella luego que termina de comerse los huevos fritos me contesta: pienso lo mismo, usted se ve que no es de estos lares- No vengo del Eje Cafetero, de Salento. Al acercase una señora que calculo que debe ser la dueña del restaurante- Interrumpiéndome me dirige la palabra: tengo de desayuno huevos revueltos o huevos fritos, con pan, mantequilla, queso café o chocolate- Yo le contesto: tráigame huevos revueltos con pan, queso y café pero sin leche y ojala bien negro. Al irse la señora hacia la cocina- la chica me habla: a que se dedica- Soy cartógrafo, viajo por todo el continente haciendo mapas regionales, de las ciudades- Bueno alguien tiene que hacer los mapas. Nos reímos como niños- La señora trayéndome el desayuno va diciendo: que bueno que es la risa. Me coloca el desayuno sobre la mesa y se aleja por donde vino- La chica me dice: que piensa hacer hoy…- Luego que me como algo de los huevos revueltos le contesto: quiero ir a la isla más poblada del mundo que se llama Santa cruz, y luego a la isla Múcura- En que piensa ir…- nadando es imposible por eso iré en alguna lancha- Puedo ir con usted- Claro que sí. Nos damos la mano como si ya nos conociéramos. Al darle mate al desayuno- Le digo: este café me lo quiero fumar con un cigarrillo me acompaña- Claro que sí. Nos levantamos, yo como es costumbre me pongo sobre la espalda el morral y salimos a la intemperie y al estar al lado de un alto cocotero saco del bolsillo de la bermuda un paquete de cigarros sin abrir lo abro ofreciéndole uno, lo saca y yo hago lo mismo, hago que lo encienda con el encendedor y yo hago exacta-mente igual, vamos fumando y eso me aterriza viéndola que lleva un bikini floreado y arriba de este una camiseta azul clara y una zapatillas dándole un buen tono a su belleza particular. Al acabar de fumar va saliendo la señora del restaurante modulando los labios: eche no me piensan pagar- al mismo tiempo: tranquila seño que simplemente salimos a fumarnos un cigarrillo. Al acabarlo de decir le damos el dinero y nos alejamos por la corta playa, en la distancia vemos un pequeño muelle donde hay una y dos lanchas pequeñas, al acercarnos vemos alguno de los dueños que silva intensamente, que se trata de un moreno bastante corpulento- este nos dice: para donde van…- yo le contesto: vamos al islote santa Cruz- Yo voy para allá, solamente tienen que esperar un rato a que aparezca una señora que va para allá, eso sí vale tanto y me gusta que me paguen por adelantado- Yo le digo: pero será que si sale- eche, señor no desconfié de mí ya que siempre cumplo a cabalidad mis cosas- Déjelo en esto- Eche no, ese islote está retirado- Está bien. Yo cruzo al bote y luego dándole la mano lo hace ella, nos sentamos ocupando la banca viendo la extensión del mar- Ella modula con su boca: cómo te llamas…- Luis Alberto Pino- Entonces eres  familia de los árboles- Más o menos pariente. Nos reímos más que la primera vez. Esperando sentimos el calor procedente del sol. Al demorase la señora- Le digo al conductor del bote: será que esa señora se demora mucho- Me dijo a las nueve si no viene en quince minutos nos vamos sin ella. Al rato vemos que surge de la distancia un cuerpo regordete de señora, al acercarse vemos que es monstro de una gordura impresionante- Va diciendo: me demore porque mi casa está lejos- El moreno le dice:  la ayudo a subir- Claro si como quiere que lo haga, Al ayudarle el sujeto se para la señora sobre el bote que al desbalancearse trata de hundirse- La chica: nos vamos a hundir- El muchacho: póngase en el medio del bote así vamos equilibrando la carga. No podemos evitar reírnos, la señora nos mira como si tuviera un revolver en el rostro- El muchacho: vámonos. Al hacerse en la parte de atrás prende el motor fuera de borda, lentamente nos vamos alejando, al acelerar vamos dejando atrás una estela de pequeñas olas. En un momento dado solamente vemos la extensión del mar, y a la vez que vamos avanzando el bote se va moviendo más gracias al oleaje y el la distancia vemos un pequeño estrecho de una pequeña isla y una saliente del continente, lo cruzamos pudiendo ver las grandes rocas que sobresalen un poco del mar, seguimos sintiendo el agua salada más tranquila- La chica va hablando: qué lindo viaje, si no hubiera sido por usted señor Pino no lo hubiera hecho, porque sola no me hubiera atrevido a serlo- Yo le contesto: lo único que no sé cuál es su nombre: Me llamo Mariza mucho gusto, soy de Sincelejo y acabe cocina en el Sena- Yo le digo: por fortuna ya tengo quien me cocine- Me saca la lengua y yo reacciono dándole un beso en los labios y ella se queda como muda. Pasamos entre dos islas y a lo lejos se nos presenta una islas con construcciones una tras otra, al acercarnos se ven las casas como ratoneras, y lentamente nos acercamos al muelle y al estar a tan solo como un metro el moreno  sosteniendo la soga de un salto se posesiona con el muelle, yo hago lo mismo dándole la mano ella logra posesionarse y al pararse la señora la lancha se trata de volver a hundir y con esfuerzo logra pasarse al muelle- Yo le pregunto al corpu- lento muchacho: cuánto tiempo se va a demorar…- Me voy a demorar ya que tengo varias vainas que hacer, por lo menos tres horas- Yo le digo: son las once y media entonces nos vemos a las dos y media- Perfecto. Vamos viendo a los niños que juegan con tapas de gaseosa, a la gente que habla ruidosamente. Al ver una pequeña tienda entramos: una señora nos dice: se les ofrece algo…- Denos una cerveza a cada uno. La señora inmediatamente saca de una caneca las dos cervezas heladas y nos la entrega. Nos las vamos tomando lentamente sintiendo que nos refresca- Ella: con este solano que rica esta esta cerveza, caminemos así conocemos este islote tan poblado- Si vamos. Al salir del lugar vamos recorriendo por una estrecha calle entre las construcciones de material y de techo de sin, viendo a las diferentes morenas que pareciera que discutieran, Al terminar con las cervezas- Un niñito bastante moreno nos dice: si me dan una moneda yo regreso las botellas en la tienda. Como el niño es muy simpático del bolsillo de la bermuda saco una moneda dándosela, casi al mismo tiempo le damos las botellas y él sale a correr, seguimos entre la gente que nos hace muecas burlándose de nosotros- Mariza me dice: tengo hambre- Yo le contesto: si ya debe ser tiempo de almorzar tiene que haber un lugar donde vendan almuerzos. Al seguir caminando encontramos un lugar abierto, entramos- Yo le digo a la seño: usted se ve que vende algo para almorzar- están de buenas ya que tengo arroz con camarones- La chica: por favor véndanos dos- Bien puedan siéntense que ya mismo se los preparo. Nos sentamos ocupando la única mesa, vamos viendo los grandes caracoles que están sobre una alargada repisa de metal bastante oxi-dada y al lado una propaganda de cerveza con tres muchachas en una playa de palmeras de coco- Ella me va diciendo: como es vivir haciendo mapas- Es simple, primero visito los lugares turísticos, como hoteles, empresas, sitios de interés. Proponiéndoles la idea y luego realizado el negocio hago el mapa colocándole las respectivas propagandas según los contratos, y tú que pretendes realizar en la cocina…- La próxima semana empiezo hacer la práctica en un restaurante de Sincelejo- Que bien. La señora los interrumpe diciéndoles: aquí  están los dos platos de arroz de camarón. Vamos comiendo en silencio viéndonos con expectante deseo. Al terminar ella al levantarse primero la banca por mi peso sucumbe de medio lado que salgo volando cayendo sobre el suelo que hace que la señora del restaurante y ella se carcajeen, con esfuerzo me logro restablecer y me levanto. Luego que le pagamos a la señora salimos, saco del morral la cámara y camino al lado de la chica tomando fotos, al hacerse la hora acordada vamos al muelle viendo al hombre de piel morena sobre el bote, al pasarnos al bote nos sentamos y el hombre encendiendo el motor fuera de borda le da arranque a la canoa- Yo le digo: será que nos puede arrimar a la isla Múcura- Si vamos. Salimos viendo la pequeña isla a la distancia por un mar más azul viendo saltar a los delfines- Ella va murmurando: que increíble como saltan esos bellos delfines. Yo luego de tomar las fotos requeridas por la mágica situación, aprovecho y al tomarle la mano se la acaricio, luego nos besamos arduamente- El moreno: que buena película, ese es el cine que me gusta. Vamos viendo que a la medida que nos  vamos acercando a la isla va creciendo, al tenerla bastante cerca nos lanzamos al agua clara y nadando logramos arribar a la playa de arena blanca- Ella agarrándose de mí va diciendo: que playa más espectacular- Es bellísima. Nadamos un poco de un lado hacia el otro viendo lo trasparente del agua- El moreno nos grita: vamos antes que el mar se ponga más picado. Nadamos hasta el bote y de un impulso logramos subirnos. El hombre de piel morena arranca tomando velocidad, el mar al estar bastante picado hace que el bote se vaya levantando, el agua va cayendo dentro- El moreno nos dice: ven esa palangana es mejor que achigüen- ella: que vamos achicar…- Esta mujer de agua dulce no sabe que es achicar, mira tienes que sacar el agua si no nos podemos hundir. Yo suavemente le quito la palangana y lentamente voy achicando o sea botando el agua del bote al océano. En un momento dado vemos a un grupo de tiburones que al ir tan cerca de nosotros le podemos ver las aletas- Ella asustada va murmurando: que miedo con esos tiburones- El muchacho como contestándole le habla: tranquila que ellos al estar en su habita  natural  no  nos quieren hacer daño. Nos sobrepasan hasta que no los vemos más. Moviéndonos entre el mar agitado logramos llegar al mismo muelle de donde partimos. Al salir del bote ponemos los pies sobre el muelle, al alejarnos vemos un baile, no dudamos en establecernos y nos movemos al ritmo de la música champeta que sale de los enormes parlantes, haciéndolo entre la gente. Ella se mueve agitando su cuerpo como la costeña que es, la tomo de ese modo bailamos hasta la mañana siguiente, en un descuido se desprende de mi empezando a correr yo salgo de tras de ella viendo que se monta en una chiva y dándome cuenta que no hay caso vuelvo a mis asuntos.            Fin.                
               EN EL RINCON DEL MAR
Pablo, al estar viajando en un bus procedente de Barranquilla decide bajarse en el pueblo de Sananofre- Va gritando parada. Enseguida el conductor con un frenazo detiene el vehículo, él rápidamente tomando su maletín  y la funda de la guitarra se baja, sintiendo como arde el pavimento. Al ver que el bus sigue por el trayecto de la vía cruza la carretera, al observar a una especie de taxi estacionado- Le pregunta al conductor: Usted debe ir al Rincón del Mar- si voy para allá si quiere se puede ir montando. Al abrir la puerta se monta al lado del chofer y en el momento que se montan dos personajes acompañados de una joven, este arranca el vehículo que pasa el pueblo de múltiples construcciones, luego tomando una vía en cementada viendo en la distancia la ficción de agua debido por el efecto del calor, el personaje va posando la vista de la los dos lados de la vía dimensionando  los grandes potreros a veces con cebús, algún que otro caballo, con altísimos árboles. Al llegar el conductor estaciona el automóvil  debajo de la sombra de una enorme ceiba y al lado de lo que parece un restaurante, al bajarse los dos tipos y la pelada lo hace él  diciéndose entrar en lo semejante a un restaurante, viendo la mesas con sus respectivas sillas, sobre la pared blanca un enorme cuadro del corazón de Jesús- Va gritando: quien atiende este lugar. Al momento sale de la oscuridad una señora-Que le dice: le puedo servir en algo…- Si gracias, usted debe saber de algún lugar donde me puedo hospedar- Si en la playa hay un hotel pero es caro, más adelante caminando por la playa encontrara otros sitios más baratos- Gracias señora. Al salir caminando, al ver un tienda, entra al pedir una gaseosa se la toma en parte logrando calmar la sed, al ver los altos cocoteros  prefiere ir en el otro sentido de manera divisa la playa de un mar algo azul de pequeñas olas, al ver el hotel que la señora le dijera entra a la edificación  cuadrada viendo los cuartos de la primera planta y de arriba, y por último el jardín interior con plantas de bellas flores, al llegar ante una señora que luce un delantal- le dice: las habitaciones son muy caras- No son tan caras cuestan la suma de tantos pesos- Para mí presupuesto  si  son costosas, gracias. Sale por donde entrara volviendo a la playa, camina por la cálida arena sintiendo el calor de la tarde, al lograr cruzar las diferentes construcciones y la dimensión del océano observa un puente de madera que lo lleva por entre una pequeña Ciénega, al terminarlo de cruzarlo llega ante otra playa completamente solitaria donde ve una construcción de techo de palma, la cual posee varias ventanas y una enorme terraza que ocupa gran parte de la edificación, de donde  hay un letrero que dice el hostal la Luna. Como la puerta está abierta entra viendo el interior de paredes amarillentas de donde cuelgan pinturas con diversos temas, de mesas con sus respectivas sillas, una mesa de billar, al volver a mirar las pinturas llamándole la atención una en especial que hace que se detenga a observarla, que se trata de un impresionante desnudo femenino que está iluminado con una luz exacta y de fondo tiene una agreste floresta muy floreada; al seguir al fondo encuentra la recepción enmarcada en bambú- al verlo una bella muchacha de tez blanca y de pelo largo y negro- Le dice: bienvenido al hostal la Luna- Él le contesta: me gusta este hostal, será que me puede mostrar una habitación…- claro que sí, venga con migo que de una vez se la muestro. Andan subiendo las escaleras llegando a una especie de tarima que se prolonga varios metros más, al abrir la puerta surge un espacio amplio y blanco con una ancha cama- Él dirigiéndole a la muchacha la palabra: me gusta, ¿cuánto cuesta?- Por noche vale tanto pero si se queda varias noches le cuesta la suma de tantos pesos- Si me voy a quedar varias noches- Usted es guitarrista- Si me pregunta por la guitarra le digo que claro, en barranquilla toco con mi compañero de música en prestigiosos lugares, como bares y restaurantes- Que bueno, por ahora lo dejo que descanse y más tarde baja para que lo registre- gracias, más tarde bajare. Al retirarse la chica se saca de la espalda el estuche con la guitarra y el maletín, va al amplio balcón y al ver una hamaca se decide recortarse viendo la amplitud de la playa y un poco al fondo el mar de pequeñas olas que revientan cerca de la playa, es cuchando el clamor del océano se queda profundo, al despertarse escucha los cantos de los pájaros. Como siente hambre decide salir, se levanta y se cambia lo que tiene puesto por una bermuda, una camiseta y una chanclas, al irse de la habitación cierra la puerta, y sale de la misma forma que ingresara en el lugar. Afuera camina atravesando el puente encontrando el pueblo, al verlo dos lindas mujeres le dan alcance y la de cabello castaño que es un poco más alta que la otra- le dice: usted es guitarrista- El piensa que si acaso las conoce, pero  al  verlas  detalladamente  se  da  cuenta que nunca  antes las  había visto- La otra chica más morena luego que se ríe le dice: porque no contestas- Debido que en un momento pensé que las conocía, pero al ver que no es cierto me quede un poco confundido, pero si soy guitarrista, lo hago muy bien ya que soy profesional y no se hacer otra cosa que no sea componer y tocar la guitarra, y ustedes como saben que soy guitarrista…- La de cabello castaño le contesta: porque lo vimos entrar a una tienda cargando la funda de la guitarra donde seguramente la tiene guardada- No entiendo como no las vi- La morena: porque usted es un distraído, no mentiras porque simplemente no nos vio- Claro así es, si no están haciendo nada porque no me acompañen a que coma algo, no se imaginan el hambre que traigo con migo, ya creo que almorzaron- La chica de cabello castaño: hace rato pero lo acompañamos, si quieres te guiamos a un lugar de una señora que vende ricos platos- No me quiero comer un plato ya que quiero algo contundente que me quite esta hambre- La misma chica: usted sí que es chistoso- chistoso no tengo buen humor, pero si no me  llevan  rápido  me  las  ceno  a  las  dos.  Se  carcajean andando, al ver un grupo de palmeras enseguida encuentran una casa de material verde clara, al entrar ven a una niñitas que juegan con varias muñecas- Una de las pequeñas niñas les habla a media lengua: están buscando a mi mamá ella salió pero ya viene, al rato llega con un muchacho que lleva una sarta de pescados- La señora al verlos les dice amablemente: a pero si son las dos jóvenes que vinieron al medio día almorzar y ahora traen a este muchacho-  Él no soy tan muchacho ya tengo mis años, antes que me muera de hambre será que me vende lo que sea de masticar- Si claro,  en este momento tengo pargo, arroz de coco, patacones y ensalada- Cuanto antes mejor- Ya mismo se lo preparo pero bien puedan tomar asiento. Se sientan ocupando la mesa- La morena de dónde vienes…- De Barranquilla y ustedes… La de cabello castaño: ella viene de Cartagena y yo vengo de Buenos Aires ya que vivo allá hace más de cuatro años y estudio música en la UBA- Que bien que en un sentido seamos colegas, se puede saber cuál es tu instrumento preferido…- estudie piano pero desde hace años me dedico al violín- Que bien ya habrá tiempo para que toquemos o puede ser posible que experimentemos al menos algún arreglo- Claro. Al rato aparece la doña trayendo el plato de pescado con las otras cosas y un vaso con limonada, al ponerlos sobre la mesa él con hambre que tiene empieza a comer haciéndolo rápidamente- La morena: se ve claramente que tienes una sipótuda hambre- al darse con la ayuda del tenedor un buen pedazo de pescado- Va diciendo: esta delicioso quieren probar. Las dos con una seña van diciendo no- Lo dije en forma de cumplido ya que no les pienso dar absolutamente nada. Se carcajean las dos- No es risa es cuestión de comer nada más. Se vuelven a reír- La de cabello castaño: eres bastante cómico, más aún como lo dices- Ya entiendo, me están viendo como su payaso. Se vuelven a carcajear- como les gusta burlarse de mí, está bien. Al acabar termina de beberse la limonada- Que llenura, ahora me tienen que ayudar a levanta de aquí- La morena: que lo levante su mamá- Mí mama está en Curamba ni siguiera sabe que estoy aquí en Rincón del Mar, además hace por lo menos un mes que no hablo con ella ya que soy un tipo completamente indepen-diente- La de pelo castaño: Que bueno ya que no como el proceder por uno mismo- es así tal cual. Al levantarse le paga a la señora- Diciéndole: me encanto el almuerzo de ahora en adelante me va a tener aquí. Salen viendo que está oscureciendo- Él les dice: como se llaman las dos bellezas- La morena le contesta con su suave voz: ella Gertrudis y yo Samanta. Yo he llegado a la conclusión que son brujas, y el nombre más aún me lo confirma - Gertrudis: es posible que seamos brujas pero tú no te quedas atrás- Ya lo veremos- Como somos brujos que tal si vamos a la otra playa y con tanta leña que hay nos hacemos un tremenda fogata- Samanta: la idea me gusta pues hagámoslo- Gertrudis voy a buscar a la carpa mi violín- La otra: te acompaño…- como más desees- Bueno voy contigo- Yo voy a buscar la guitarra, nos encontramos en un rato en la playa que dijimos- Gertrudis: así será. Al separarse, él toma el puente yendo directamente al hostal, al entrar va al cuarto donde toma el estuche de la guitarra y sale como entro sin ver un alma, rápidamente llega a la playa donde con la ayuda de la luna va juntando los palos secos, al tomar una larga rama es sorprendido ya que siente que le tocan la espalda, al voltearse las ve tal cual como las viera antes, Al colocar la chica del cabello castaño el violín al lado del estuche de la guitarra van juntando leña, logrando reunir una muy buena cantidad- Él les va diciendo: con toda esta leña podemos incendiar el pueblo- Gertrudis: eres un exagerado de mierda- Es bueno exagerar para que así al menos allá algo, yo me encargo de hacer la fogata y de prenderla- Gertrudis viendo a su amiga le dice: está bien que sea así ya que con nosotras esta todo un experto. El corta las delgadas ramas en trozos pequeños, las atraviesa y sin dificultad logra encender con el encendedor el principio de la fogata, entre los tres le van agregando palos para que en menos de nada haya una enorme fogata, ella toma el violín y él con el cuidado requerido saca del estuche de cuero la guitarra- ella colocándose el instrumento sobre el hombro le dice: te sigo o me sigues- Te sigo. Ella al dar los primeros acordes el tocando la guitarra la sigue lográndose comprender musicalmente de maravilla, tocan involucrando al silencio del océano, logrando que el ambiente se llene de música, tocan concentradamente un tema, al terminarlo y empezar el segundo, el ambiente se llena de un pavor  espeso y oloroso del cual surgen varias brujas que los envuelve llevándoselos con todo y música a un lugar desconocido. Samanta al ver cómo han desaparecido ellos dos empieza a gritar sin hallar respuesta, solo ve en el contorno un vapor de un humo con olor a algo agradable que no puede descubrir de que olor se trata, esto hace que pierda el sentido de la realidad y se vuelva la locura personificada, camina gritando de lado y lado de la playa, al escuchar los gritos en la distancia un grupo de pescadores del pueblo llegan dichos hombres  al verla con la desesperación con que anda, la tratan de interceder en su andar, ella al verlos corre lanzándose al mar completamente loca, nada y nada alejándose de la playa hasta que desaparece. Los hombres se quitan lo que tienen puesto y se tiran al mar pero ya es demasiado tarde ya que la muchacha ha desaparecido, como no la encuentran desisten de buscarla volviendo a la playa, al ver en dirección del mar empiezan a escuchar el sonido del violín y de la guitarra, conjugándose una bella melodía y luego ven algo tan extraño, tratándose de unas siluetas de fuego que los envisten, sintiéndose acosados por eso que no pueden comprender que es, empiezan a correr huyendo de la playa por el puente en dirección del pueblo
 Al pasar un día y dos días la chica del hostal y la señora donde ellas tienen el iglú, alarman a la policía y al enterarse todo el pueblo los buscan en toda la playa y una mañana al aparecer el cuerpo blanco de la chica algo mordido van sacando como conclusión que se han ahogado en el mar.                                      
      UNA SEMANA SANTA  EN MONPOX
Juana Lemetre que estudia historia en la universidad de Cartagena, va a visitar a su amiga Dorotea que estudia con ella, al llegar después de varias horas a Monpox. En el momento que el automotor se detiene en una pequeña plaza bordeada por el río Magdalena, se baja entre los otros pasajeros, en el momento que sus pies tocan el pavimento caliente ve a su amiga que camina hacia ella, al toparse se abrazan como las dos amigas que son y se dan un beso en la mejilla sonriendo- Ella le suel-ta la lengua diciéndole: que tal el viaje…- Aunque Cartagena está un poco lejos el viaje trascurrió en su normalidad, la demora fue tomar el ferri que si se hizo  lenta la espera pero por fortuna ya estoy aquí, por ahora acompáñame a buscar la mochila- Ella buscando al ayudante del chofer lo halla sacando los diferentes equipajes del bus- Le va diciendo: señorita cual de esos es su equipaje- Ella luego que mira hacia el interior de la bodega le contesta: es esa maleta azul oscura. El tipo luego que saca un bulto, la extrae con sus dos manos y se la entrega- Aquí ésta, tiene algo más- No tengo si no está maleta gracias. La toma de la manija lográndola llevar- La amiga como la casa de mis padres está un poco distante te voy a invitar al mejor sitio donde venden los más deliciosos jugos de todo Monpox- Si vamos que no me aguanto más la sed. Caminan una y dos cuadras sintiendo intenso calor húmedo, al entrar al lugar se establecen debajo de un parasol sentándose. Al rato viene hacia ellas un muchacho- Que al aproximarse les dice: tenemos jugos de sapote, mango, mandarina, papaya, guanábana, níspero, y de tamarindo- Juana: tráigame uno bien helado de tamarindo- Dorotea: yo deseo uno de guanábana sin leche pero si con bastante hielo- ya se los traigo. Al rato aparece el mismo muchacho trayéndoles los dos vasos grandes con sus respectivos jugos y pitillos, van tomándolos lentamente sintiendo que el hielo les refresca las garganta- Juana: que alivio ya que me está logando calmar esta sed y además está como para chuparse los dedos. Al acabar cada una con el jugo se levantan, al pagarle al mismo muchacho salen dispuestas a andar, de ese modo movilizan sus pies por las estrechas calles de construcciones coloniales, viendo los diferentes balcones, al doblar por una esquina- Dorotea va diciéndole a la amiga: por fin ya estamos llegando, es esa casa de dos pisos- Es grandísima, yo no diría que es una casa si no un caserón. Al arribar ante la enorme puerta la misma Dorotea toca el timbre una y dos veces- Al rato del interior surge una voz que les dice: guíen es…- Dorotea: soy yo Carmencita ábreme la puerta que nos estamos muriendo de calor. La morena vestida con un delantal impecablemente blanco les abre la puerta y ellas entran viendo la amplitud de la casona- Dorotea le dirige la palabra a la empleada: lleva por favor la maleta al cuarto donde va dormir mi amiga Juana- Con mucho gusto. Al tomar la empleada la maleta desaparece escaleras arriba- Dorotea ven que te muestro la casa. Andan recorriendo la sala de amplios ventanales, de diferentes muebles, de una biblioteca que ocupa toda la pared de un lado, y de la otra pared ven que cuelgan los cuadros de los diferentes personajes de la antigua familia- Ella le va dirigiendo la palabra: esos son mis abuelos, esos mis bisabuelos y esos ni idea. Luego que se ríen siguen al comedor donde hay una enorme mesa alargada y encima del techo una enorme lámpara de bohemia con velas, y de último van al patio interior con grandes masetas con diferentes plantas floreadas y en las esquinas están empotrados varios helechos y en el centro un gigantesco árbol de mango bien florecido y sin ningún mango- Este mango en tiempo de cosecha debe botar un sin número de mangos, el patio en esa época parece una alfombra y durante toda mi infancia me acuerdo que comí mangos de este mismo árbol, ahora subamos al segundo piso. Al tomar las estrechas escaleras llegan a la segunda planta, ven el estudio y su enorme balcón del cual se ven los otros techos de las otras casas, y sentado en una mecedora de mimbre al abuelo que vestido con una guayabera blanca y un pantalón del mismo tono, que sin decir nada las mira con atención- Ella luego le da un beso le dice a la amiga: mi abuelito es sordo mudo y vive como alucinado en el limbo ya que tan solo es un vegetal vivo- desde cuanto que está así- desde que era niña y nunca recuerdo que me haya dicho al menos algo, solamente se comunica por gestos y con característicos ademanes, pero siento que no le interesa comunicarse ya que clara mente se ve que perdió el interés por los asuntos de la vida. Y eso que dice mi madre que en tiempos pasados fue un intelectual, un gran conversador. Los libros que viste en la biblioteca son todos de él, es una lástima que nunca haya hablado con migo- Como hace para comer, casi que lo tienen que obligar aunque come solo y con todos en el comedor, si le hablas de comida lo entiende y hace mala cara. Al estar hablando las sorprende la misma morena que les abriera la puerta- Que les dice: bien puedan pasar al comedor para que almuercen. Al bajar entran al comedor- La otra empleada que es mucho mayor que la otra y que además está casi completamente canosa les dice: La señora y el señor se fueron a la finca y no van a regresar si no después que termine la semana santa Al verla que se retira hacia la cocina- Dorotea va diciendo: mejor para nosotras que podremos estar más libres y sin rezanderos que jodan la existencia, mi madre es la rezandera mi padre solamente lee y sin importarle la religión católica la acompaña a misa, pero él le hace trampa ya que siempre lleva con él uno o dos libros que mientras el cura está hablando el lee ensimismado en la lectura, inclusive el cura le ha llamado la atención varias veces pero él se desentiende de la situación y no le pone bolas siguiendo muy tranquilo con su lectura. En una época se escapaba con sus amigos, perdiéndose de la casa durante varios días, ahora que está más viejo rara vez lo hace ya que no quiere contrariar a mi madre, es una persona con un conocimiento de la historia, de la filosofía y de la literatura  increíble, hablar con él de verdad que es toda una experiencia de vida, es alucinante y me encanta, antes lo hacíamos mucho además le encanta el buen vino que lo compartía con migo, lástima que eso se perdió como se dejan de lado las buenas cosas. Al traerle la sopa que ellas mismas se encargan de servir cada uno en su plato hondo, comen charlando y al terminar se hacen servir la posta, el arroz con coco, la ensalada y el jugo de mango que disfrutan siguiendo con la charla. Al acabar una cosa y la otra se van a la habitación de Dorotea a leer, lo hacen recostadas en la cama, se van turnando el hecho de leer, estando en esas sienten un crujido que se hace intermitente- Juana asustada le va diciendo- Si escuchaste algo así como un crujido- No para nada. Al volver más fuerte el crujido ella se asusta tanto que se tapa con las dos manos los ojos- Va diciendo: ahora si lo escuchaste- claro que lo escuche, últimamente no había escuchado, pero si recuerdo que en la época del colegio, estando en esta casa varias noches al visualizar ciertas cosas que se movían, algunas sombras acompañadas de extraños crujidos similares a este, sí que me asustaron- Juana destapándose los ojos dice: será que puedo dormir aquí con tico- claro. No acaba de decirlo y de la pared surge una sombra extravagante que al terminar en un ruido como si chocaran dos vidrios, se asustan tanto que se abrazan- Juana: esto aún fue más impresionante metámonos entre la sabana, al hacerlo se quedan despiertas poniendo los oídos bien atentos, al trascurrir la noche perturbadas y cansadas se quedan ensimismadas en el sueño.
Entrada la mañana son despertadas por el mismo ruido de la noche anterior, que hace que se levanten rápida-mente, al bañarse se visten ligeramente con una bermuda y una camiseta- Dorotea le palabrea: bajemos para que nos den el desayuno. Al salir de la habitación ven sentado al abuelo en la misma mecedora, que al verlas hace un gesto incomprensible- Juana: con ese gesto que nos quiso decir tu abuelito- No sé, es la primera vez que lo hace. Bajan por las escaleras llegando al comedor, ocupan la mesa y la misma empleada joven les lleva el desayuno que consiste en huevos pericos, pan francés, jugo y café con leche. Empiezan tomándose el jugo de naranja- Juana viéndola a la cara le habla: que susto el de anoche, que fue esa sombra tan macabra y más aún ese peculiar ruido- No sé qué fue, pero fue tan real como este desayuno- Si a si tal cual, Al terminar de comerse los huevos revueltos y el pan- Juana va diciendo: hoy es jueves santo que vamos hacer…- seguro que no vamos a ir a la procesión entonces vayamos al  jardín botánico- Me parece muy buena idea- Además tenemos que almorzar afuera ya que en esta fecha las empleadas del servicio doméstico se van a los servicios religiosos- No le veo problema está bien. Al acabar salen por la puerta volviéndola a cerrarla, andan en dirección del Jardín Botánico, van por las calles estrechas, de ese modo llegan ante la plaza Bolívar, viendo en centro de la plaza la estatua del libertador y más allá el río, al salir del pueblo hallan un camino en cementado pero en muy malas condiciones que en un largo trayecto la hierba esta sobre el cemento, van entre la sombra producida por los diferentes árboles, al llegar hallan bien derruida la alargada construcción colonial- Dorotea viendo a su invitada le habla: menos mal que existen estos árboles que dan buena sombra- Si claro, si no ya estuviéramos muertas de calor. Al ingresar en la vieja casona ven las matas florecidas que han perdurado por años, al recorrer la casona ven que en sus sucias paredes blancas surge una sombra enorme que va cubriendo gran parte de esas paredes, al sentir que una enorme mano las toca salen a perderse del lugar y solamente se detienen en frente de un gigantesco caucho viendo a varias ardillas de color café claro que corren por el enorme tronco- Juana sintiendo el efecto del susto va diciendo: que susto, sobre todo al sentir que una mano me toco- Me sucedió exactamente lo mismo, ¿qué hacemos?- Tranquilizarnos ya que no podemos hacer otra cosa- Si más bien caminemos. Recorren la extensión del jardín viendo las diferentes plantas, las orquídeas y las extrañas plantas acuáticas que están entre una alargada poceta, de ese mismo modo llegan ante una laguna formada por el mismo río Magdalena, ven en un enorme ceibo una gigantesca boa constrictor, luego entre el agua un enorme caimán y otros tantos que solo se le ven los ojos- Dorotea: la naturaleza aquí es maravillosa, siempre me gusto venir a este jardín botánico- Si tienes razón, ya que es verdaderamente increíble. Al sentarse sobre una alargada roca ven surgir de la misma piedra una extraña mancha, que lentamente se convierte en la figura espeluznante que ya vieran en la casona, ellas terrible-mente asustadas se quedan paralizadas y solo reaccionan en el momento que una mano las vuelve a tocar saliendo corriendo y solo se detienen en la plaza del pueblo- Al mirarse Dorotea nerviosa va hablando: casi me muero del susto- Yo creo que me estaba dando un ataque- Más bien vamos almorzar que yo invito- No, primero sentémonos en un lugar y analicemos todo lo extraño que hemos visto y hemos sentido- Si hagámoslo que esto vale la pena que lo reflexionemos. Se sientan sobre un pequeño muro viendo la imagen del río- Dorotea tratemos de analizar, primero eso ruidos que se manifestarón como si alguien chocara algo así como vidrios o metales, las sombras y las manchas y la manos que nos tocó. Se queda callada pensando- Luego vuelve a tomarse la palabra: tú que has vivido aquí en Monpox y en esa inmensa casa ya habías percibido esos fenómenos- Juana piensa y luego le contesta: claro es la primera vez nunca antes me había sucedido algo así- Estas segura, ni siquiera de niña…- Bueno recuerdo que siendo muy niña me asustaron, pero exactamente no me acuerdo ya que eso fue hace mucho tiempo atrás- Bueno, hay que analizar porque cuando niña te asustaron, y solamente ahora que te he venido a visitar, esas animas o esos fantasmas estarán celosos o algo así, no le hallo otra explicación- Acaso crees en fantasmas- Que los hay los hay. Bueno ya que lo meditamos ya ciento hambre- Vamos ahora si almorzar. Al ver toda la concurrencia que camina llevando una gigantesca cruz, caminan esquivando a un sinnúmero de personas  logrando ver los dos únicos restaurantes abiertos- Va diciendo la misma Dorotea: en cuál de los dos almorza-mos- Me da lo mismo, acaso cual es la diferencia- Si la supiera  ya te la habría dicho- entremos a este que por lo menos debe ser más fresco. Entran subiendo las estrechas escalas a una especie de zaguán, al ver que todas las mesas están desocupadas, eligen una de las primeras que está al borde de la verja, enseguida sienten el aire que en algo las refresca. Al rato aparece un mesero vestido completamente de blanco- Que al acercarse les dice: desean ver la carta- Dorotea: si gracias. Les entrega a cada una carta al verla detalladamente- Juana va diciendo: yo quiero bagre en salsa de maní, puré y ensalada- Dorotea: yo quiero robalo, tajadas de plátano y ensalada- Que desean tomar- La primera: jugo de tamarindo- La segunda: si ese jugo es el que más logra sacar la sed, deme ese mismo por favor- En un rato les traigo el pedido. Lo ven bajar por la misma escalera por donde ingresaron. Calladas escuchan un ruido como si choraran dos cosas procedente del piso, siendo sorprendidas por un hecho insólito, viendo cómo se levanta la mesa más allá de sus cabezas para caer de inmediato haciendo tremendo estruendo, que hace que caigan con todo y asiento hacia atrás, al llegar el personaje con una bandeja donde lleva los dos jugos, al darse cuenta lo sucedido con las dos muchachas- exclama lo siguiente: si escuche el ruido acaso que paso… Coloca la bandeja en otra mesa y al darle la mano por turno a cada una de ellas, logra que se levanten- Al volver acomodar el asiento y volverse a sentar- Dorotea: esto fue lo más increíble que me ha pasado en mi vida, como se levantó la mesa por suerte no nos cayó encima si no lo estaría contando- Juana: fue impresionante, además el ruido que surgió debajo de nosotras, en este pueblo está ocurriendo algo muy raro, y sobre todo a nosotras dos, no hemos hecho nada para que nos ocurra lo que ya nos sucedió. Que hacemos para evitarlo. El muchacho las mira como azorado sintiendo algo así como una convulsión interna, que vomita una larga serpiente que al salir despedida por su boca va a  parar  directamente  en  la  escalera,  al verla un par de señoras que están subiendo por las escaleras, se asustan tanto yéndose de bruces de espalda, las dos chicas al ver lo que ha pasado muy asustadas huyen corriendo logrando pasar por encima de la humanidad de las dos señoras y solamente se detienen ante el libertador que las mira- Dorotea: estoy terriblemente asustada, no sé qué hacer- Juana: me sucede exactamente igual. Se abrazan derramando lágrimas y solo logran calmarse al pasar un buen rato- Dorotea: que susto- Juana ahora sí que tengo hambre- Como puedes pensar en comer después de todo lo sucedido- El susto es terror, el hambre es comida vamos- Está bien. Entran  en el otro restaurante de donde cuelga un ventilador que al girar refresca, se sientan ocupando la única mesa libre- Dorotea habla: por lo menos aquí no estamos solas- Si claro, lo que nos ha sucedido es siempre cuando estamos solas, pero no entiendo como ese muchacho que asía de mesero vomito esa serpiente, fue impresionante- Y lo de la mesa acaso que fue…- Simplemente no tiene explicación. Al venirse el mesero les dice: solamente hoy tenemos bagre en salsa, arroz, yuca frita y ensalada- Dorotea  viendo  a  su  amiga  va  diciendo: tráiganos dos verdad- Si dos, pero ahora tengo sed tráiganos el jugo que sea de primero- ya les traigo todo junto. Al irse al rato lo vuelven a ver trayendo en una bandeja los dos platos y los dos jugos de papaya con limón, con manos expertas pone todo milimétricamente sobre la mesa- Juana va murmurando: buen provecho. Empiezan por tomarse un poco del jugo, y luego van comiendo con increíble apetito todo que acaban rápidamente con el contenido de los platos- Dorotea: estoy más que satis-fecha- Juana: sí, que teníamos hambre- Claro con todo eso que nos sucedió. Al levantarse le pagan el almuerzo a una señora que se encarga de cobrar los almuerzos, al salir a la calle hay un gentío bárbaro, en esas las sorprende la procesión, un grupo nutrido lleva al Cristo en la cruz. Al formarse un alboroto el cristo por descuido de los que lo van llevando, cae al suelo formándose una nube de polvo y este Cristo aprovecha para escaparse y meterse al río donde furtivamente desaparece- Dorotea mirando a su amiga le habla: no basto todo lo que nos sucedió, viste como el Cristo se escapó  de las manos de los que lo llevaban y corriendo se lanzó al rio donde desapareció- Si lo contamos quien nos va a creer, es demasiado inverosímil- Si así es, pero huyamos de esta procesión. Con dificultad se van abriendo paso entre la gente, de a poco van llegando y por fin llegan ante la puerta de la casona, Dorotea timbra y timbra sin lograr que alguien le abra la puerta- Dorotea: claro ya comprendo, el único que debe estar es mi abuelito que es como si no hubiera nadie, lo que voy a hacer es treparme por el balcón, ayúdame a subirme al techo de esa casa que es mucho más fácil- apóyate en mi espalda que te ayudo a subir. Ella de un solo impulso se sube en la espalda de su amiga logrando subirse al techo, camina entre el tejado y al tomar la baranda del balcón logra treparla, entra por la puerta a la casa y al bajar las escaleras se le presenta la figura más impresionante que viera en su vida, se trata de un monje con cara desfiguradamente horrible, que la persigue y al llegar a la puerta por fortuna para ella logra abrirla, al ver a la amiga la abraza y tiembla- Juana viéndola en el estado en que se encuentra le dice: que te pasa amiga vayámonos ya para Cartagena si no aquí nos va a pasar algo horrible- Quieres que te ayude a empacar la maleta- No, yo no me atrevo a entrar a la casa de mi familia, es mejor que nos vayamos nada más con lo que llevamos puesto, ya veré guíen nos manda nuestra ropa. Toman por un callejón logrando salir exactamente donde Juana la dejara el bus, al ver al mismo vehículo a pesar que está lleno se montan, el bus al arrancar desapareciendo entre el polvero.                                   
            UN PARTICULAR FANTASMA
Después de un largo viaje, Gustavo se encuentra con su novia Francesca en la plaza de Santo Domingo, se abrazan y se besan largamente con pasión- Ella le dice: ¿qué tal el viaje?- Increíble, ya que  estuve en Machupicchu, en Marcahuasi, En chavín de Huanta. Esos tres lugares pagaron el viaje, y tú como vas en la universidad…- Decidí retirarme ya que sentí que esa carrera no era para mí, quiero estudiar teatro aun que mis padres se interpongan, como sea lo hare. Debe de estar súper cansado- Si un poco cansado pero no tanto- Quieres que te ayude a llevar la mochila- esta pesada es mejor que la siga llevando- Entonces vamos de una vez a la casa que me presto mi tío Augusto. Ella tomándolo de la mano lo va guiando, toman la calle de la factoría y al  voltear hacia la calle Don Sancho llegan ante la casa colonial de amplio balcón, ella con la llave y sin demora logra abrir la puerta, al entrar encuentran un espacio bastante deteriorado por el tiempo- Ella subamos que encontraremos la parte habitable de la casa. Suben por la escalera de barandas muy bellamente labradas, al llegar al segundo piso ella va abriendo la única puerta disponible, entran a un espacio amplio que consta de  un  cuarto  muy amplio que posee tres puertas, una que da a una habitación con su respectivo baño, la otra  puerta que da directamente al balcón, y la última da a un amplio vestíbulo con su respectivo baño. Él al sacarse la mochila de la espalda y colocándola en un rincón- Me agrada de sobremanera este espacio- Ella entonando la voz habla: que buen lugar ojala lo puedas conservar por un largo tiempo- Eso depende de mi tío Augusto ya que cuando termine de restaurar la casa cercana a las bóvedas, empezara con esta, pero afortunadamente esa construcción está en pañales- Que bueno- Será que me puedo bañar- Claro que si en el baño hay una toalla blanca que puedes usar. Ella de la biblioteca toma un libro de poesía del tuerto Luis Carlos López y al sentarse en la cama lo  empieza a leer; él mientras tanto saca de la mochila lo que se va a poner, va al baño. Ella escucha que ha cerrado la puerta, lee muy concentrada escuchando el agua de la ducha y al estar leyendo el poema Calle de las flores él sale llevando puesto un pantalón corto que lo lleva hasta los muslos, una camiseta naranja, las medias del mismo color de la camiseta y las zapatillas con que viniera- Él perdona que te interrumpa la lectura, como me veo- Yo te veo bastante bien, estas hecho un papacito- Te invito a comer a un lugar, pero por lo pronto podemos ver el atardecer- Vamos a la muralla que de ahí se ven increíbles- Vamos de una que no quiero perdermelo. Al levantarse de la cama, mete el libro de poesía entre su mochila harruaca y se la coloca, bajan las escaleras y al abrir él la puerta salen cerrándola ella con llave, van rodeando la extensa muralla, al llegar a la plaza de la Artillería suben la rampa lográndose instalar sobre la enorme muralla y se sientan al lado de la pequeña torre viendo la av. Santander y la extensión del océano; observando como el sol muy anaranjado se va metiendo aparentemente entre el horizonte marino, al estar oscureciendo bajan por el mismo lugar tomando la angosta calle Santa Teresa, luego la calle de las damas donde se detienen a besarse- Ella separándose un poco le dice: me existe mucha falta pero por fin ya estamos juntos- A mi aunque no lo creas me paso lo mismo la próxima vez nos vamos juntos. Se vuelven a besar de la misma manera. Al soltarse siguen por la calle de casas coloniales que pose cada una su propio balcón, pasan por un costado de la vieja catedral logrando llegar a la plaza de la Aduana donde entran en un bello restaurante, al sentarse ocupando una de las mesas ella ve  en una mesa contigua donde hay una pareja comiendo surgir la clara imagen de un hombre de amplio bigote y que lleva un vistoso sombrero que rápidamente desaparece- Ella con gesto de aterrada le dice: viste ese fantasma- No he visto nada mi amor- Como no lo viste si se vio claramente- No lo vi- Está bien. Al llegar el mesero muy bien ataviado- Les dice: tomen cada una carta que yo espero para tomarles el pedido- Ella Al tomarla la ve- Decidida dice: yo deseo arroz a la marinera y tú que quieres…- El sosteniendo la carta va murmurando con su voz: a mí me trae un robalo a la plancha, con que viene…- Trae además del pescado, papas a la francesa, arroz y ensalada- Tráigalos pero trate de no demorarse ya que tenemos un hambre increíble- Ya vuelvo con el pedido. Al verlos otra pareja se vienen sorprendiéndolos- Francesca viendo a su amiga Ana y al novio Roberto el italiano, se paran los dos abrazándose- Francesca luego que recibe un beso del italiano va murmurando con su voz: siéntense con nosotros que cenamos juntos- Él claro que sí. Al traer el mismo personaje las sillas de mimbre hace que se siente Ana y luego lo hace Roberto- Que mirando a su amigo le habla: ¿Gustavo como estuvo el viaje?- increíble, en otro momento se los cuento. El mesero al verlos a los cuatro se despista un poco, pero enseguida se da cuenta de que son ellos dos, coloca sobre el individual los dos platos y se retira- Ana: buen provecho. Empi-ezan a comer disfrutando del sabor. Al rato surge el mismo mesero trayendo las dos cartas, al verla Ana le dice: yo deseo un arroz a la marinera, tu mi amor que deseas- El italiano con su asentó le responde: a mí me trae una langosta a la brasa - El mesero luego que se arregla el corbatín- Les dice: ya les traigo el pedido, al estar comiendo ellos dos el mesero vuelve trayendo el otro pedido, colocándolo sobre la mesa- Francesca: que disfruten de su cena. Comen tranquilos hablando sobre la ciudad y al terminar mucho después- Gustavo: que rica comida, ahora los invito a un lugar tranquilo cerca de aquí a que nos tomemos unos buenos vinos- Ana: que buena invitación como no aceptarla. Al llegar el mismo mesero cada uno le paga lo que consumió más la propina, lentamente se levantan y al salir van hacia la plaza de la artillería, al llegar por un costado suben la alargada muralla estableciendo en la parte alta, se sientan ocupando una de las mesas, viendo a las diferentes personas que están ocupando las otras mesas y en fondo la panorámica del mar Caribe. Al acercase el mesero que luce con un traje completamente blanco- Les va diciendo: bienvenidos al lugar, tenemos coópteles, whisky, ron y variados vinos- Gustavo: que vino pedimos- Ana yo diría  que un merlot- Francesca: pienso lo mismo- Gustavo tomándose la palabra va diciendo: tráenos dos botellas por lo pronto de vino merlot, ojala francés- Ya mismo se las traigo- Ana que sitio más agradable, pero lo que más me agrada es la vista que posee- Francesca: es bellísima. Al pasar un rato se presenta el mismo sujeto trayendo una bandeja, coloca las copas de tal modo que las distribuye entre los cuatro personajes, al descorchar las dos botellas de vino con un descorchador sirve en las copas una misma medida de merlot- El italiano: ahora si brindemos. Al brindar surge de la nada una voz que dice: Oh, si pudiera, noble camarada, darte mi jardín rosas hermosas y olorosas… Pero ay, si ya mis rosas, me las comí hace tiempo en ensalada- Ana que extraño escuchar ese poe-ma- Alberto: fue sorprendente ya que todos lo debimos escuchar de donde habrá salido esa llamativa voz y sobre todo de quién es ese poema…- Alberto: casi estoy seguro que es del tuerto Lopéz ya que el en tiempos de la guerra de los mil días estuvo recorriendo este centro histórico. Siguen tomando vino platicando con soltura, Francesca al estar hablando sobre el teatro actual ven surgir al lado de la mesa al mismo personaje que ya viera ella en el restaurante inclusive con la misma pinta y el mismo sombrero, dando dos vueltas a la mesa donde están sentados ellos y se evapora como la primera botella que ya se han tomado- Francesca con un gesto de impresión va murmurando: ustedes vieron lo que yo vi- El italiano: con estos ojos vi un fantasma que nos rodeó dos veces- Gustavo: es la misma figura del tuerto López. Se quedan callados   encargan-dose Roberto de servirla en las cuatro copas otra ronda- Ana va modulando con su voz: hagamos otro brindis y pidamos un deseo. Al concen-trarse chocan las copas e inmediatamente la misma voz que ya escucharon va diciendo: A la intemperie mi alma ¿Quién me abriga, quien me da la esperanza algún destello? Y apuré, con mis fardos de fatiga, la sed caliginosa del camello.- Francesca: lo extraño es que no estoy asustada, y yo no sé si es circunstancial o es confidencial ya que estuve leyendo los poemas del tuerto López esta misma tarde, y aún me gustan más al escucharlos de su propia voz- Gustavo: es extraño pero que los fantasmas existen es cierto, como estar aquí con ustedes. Al acabar con la botella de vino, decididos se paran y se despiden de besos y abrazos, el italiano y Ana van hacia la torre del reloj y Francesca Roberto en dirección de la casa que ellos habitan, al llegar ven la silueta del poeta como si estuviera pintada en la pared, se detienen a contemplarla viendo que rápidamente se desvanece- Fran-cesca con un gesto de sorprendida dice: que tendremos que ver nosotros con el poeta, si hoy es la tercera vez que se nos presenta. Al no acabar de decirlo sienten que alguien los abraza, apareciendo la imagen dice el siguiente poema: la sombra que hace un remanso/ sobre la plaza rural, convida para  descanso,/ sedante domi-nical. Con una señal de adiós desaparece de la misma forma que apareció.             Fin.       


                CUENTOS COSTEÑOS VOL. 1  
                    UN VIAJE INESPERADO
Sandra que acaba de llegar de Sevilla, del otro lado del charco. Luego que duerme lo suficiente abre los ojos y lentamente se va levantando de la cama sintiendo el frio de la mañana, al salir de la habitación encuentra en la sala a su prima, que a la vez sentada apoyado una mano sobre el escritorio escribe- Sandra sacándose un mechón de su cabello intensamente rubio interrum-piéndola le dice: estas escribiendo- No estoy haciendo otra cosa, claro que estoy escribiendo unas crónicas para el periódico pero afortuna-damente esta ya es la última, ¿qué tal dormiste?- Muy bien ya siento que he logrado cuadrar el horario- Mira en la cocina hay de todo para que te hagas un rico desayuno yo ya desayune. Sandra viendo la apariencia algo morena de Tita que continua con la tarea de escribir va resuelta a la cocina a prepararse el desayuno, al ingresar a la cocina de baldosas blancas ve la cuadrada nevera de la cual extrae dos huevos, un tomate y una cebolla cabezona, con un cuchillo y una pequeña tabla pica la cebolla y el tomate, luego con un tenedor bate los dos huevos, al colocar lo que picara sobre un sartén, que al prender la estufa la coloca sobre esta, luego le agrega los huevos batidos con los cuales logra cocinar los huevos revueltos, al ver el pan en una canastilla de mimbre y la jara de jugo de naranja lo sirve en un vaso normal, se sienta ocupando la pequeña mesa con el silencio que ya trae encima a disfrutar del desayuno haciéndolo lentamente; al acabar lava en el lavaplatos lo que usara y sale viendo a su prima que sigue sentada como pensativa- Que le palabrea: como estas aquí con migo, pienso que debo aprovechar y darme unos buenos días de vacaciones, he pensado seriamente en ir a la zona de Capurgana, además tengo en Trigana a unos amigos de la universidad de Antioquia. No conozco, pero varios amigos me han contado lo bella que es esa zona del país, además he visto unas fotos increíbles. Qué tal si vamos…- Sé que tiene unas playas increíbles, con estas ganas de estar en el caribe la idea se me hace formidable pero cuando vamos a ir…- Para mañana es tarde, además voy a llamar a Sofía que si le digo tal vez se apunta a ir con nosotras, ella siempre es muy alegre, des complicada y las veces que hemos viajado juntas ha sido especial- Entonces llámala. Tita de la pequeña mesa toma el teléfono rojo y marca el número de su amiga, al escuchar el timbre con el tono le contesta Sofía Diciéndole: con guíen tengo el gusto de hablar- Soy Tita como estas- Tranquila, ya que no hay novedad en el frente y tú…- Le contesta: bien, ya que ayer llego mi prima Sandra de Barcelona- Ya me lo dijiste que iba a venir- Si llego a noche por supuesto la recibí en el aeropuerto, y ahora he pensado ir a la zona del golfo de Urabá nos quieres acompañar- Ya termine el proyecto de arquitectura que te conté que estaba realizando, desde ayer el tiempo es completamente mío, cuando nos vamos…- Para mañana es tarde- Si es así ya mismo me pongo en la tarea de poner todo lo necesario entre el morral y de una te caigo- Por favor no caigas tan duro. Se ríen- En todo caso ya voy. Al colgar, las dos primas luego que se bañan disponen lo que considera cada una entre su respectivo morral, al rato escuchan el timbre de la puerta que la misma Tita abre viendo a su amiga de apariencia más blanca que la de ella, con el cabello mucho más largo con mechones rojizos que sostiene en su espalda su morral, se abrazan- Luego le dirige la palabra: sigue que te presento a mi gran amiga- Al ver sentada a Sandra que está remendando una blusa, deja lo que está haciendo- Tita: esta es mi amiga de que te he hablado- Mucho gusto. Cada una le da un beso en la mejilla a la otra. Se sientan viendo cocer con la aguja a Sandra que al terminar va diciendo: ya guardo esta blusa en la mochila no perdamos más tiempo y vayámonos. Al guardarla en un bolsillo de la mochila las tres casi al mismo tiempo se paran, se colocan el morral y al volver abrir la puerta salen, luego que la cierra con llave Tita van bajando lentamente las escaleras y al llegar al primer piso el mismo celador les abre la puerta- Tita va hablando: vamos hacia la esquina. Al alejarse de las altas torres se establecen en el andén descargándose el morral, van viendo los diferentes automotores que van en los dos sentidos- Al ver un taxi como todos de color amarillo le hacen la respectiva seña y el taxista detiene el vehículo, luego abriendo la ventanilla les pregunta: a donde quiere que las lleva- Tita le contesta: a la terminal. El señor se baja y muy amablemente les abre el baúl donde ellas al desprenderse de los morrales los colocan suavemente sobre el interior del baúl, al subirse el taxista y las tres en la parte de atrás. Lentamente pone en marcha el vehículo, tomando la abierta curva coge la av. veintiséis- Sofía: que bueno que a esta hora no hay tanta congestión de vehículos- Sandra: claro está mucho más tranquilo el tráfico que esa noche que llegue. Al quedarse calladas el señor toma una larga avenida la cual las lleva a la terminal, al estacionar el señor el carro se bajan y al volver abrir el baúl saca cada una el morral lográndoselo poner en la espalda, luego que le paga Tita al chofer entran a la mole del terminal de trasportes, entran viendo a las pocas personas que se van cruzando unos con sus respectivos equipajes, al llegar a la empresa de buses en la propia ventanilla ven a la mujer que vende los boletos- Ella les dice: a donde quieren viajar- Tita: vamos a Medellín por favor denos un boleto para el próximo bus- Si en veinte minutos sale un bus grande- Sandra se le adelanta a su prima modulando sus labios: que cuestan los tres pasajes- La chica valen tanto. Entre las tres reúnen el dinero correspondiente y se lo dan a la joven mujer- Que les dice: en el módulo quince está el bus, que tengan buen viaje- Tita: gracias. Andan en esa dirección- Sofía antes de que vayamos al bus compremos algo para comer y tomar- Sandra no es mala idea vamos. Al ingresar a una especie de cafetería compran papas fritas, dulces, bebidas y otras cosas, luego  de  pagarle  al  muchacho que atiende rápidamente se dirigen al módulo, al aproximarse luego de un señor se suben al alagado bus, al ver en el tiquete su número correspondiente se sienta Sandra ocupando el puesto de la ventana, al lado Tita y en el otro pasillo al lado de la ventana Sofía, al pasar un breve momento un muchacho se sienta al lado de esta última: al verla le va diciendo: por lo que veo y percibo vas a Medellín- si claro pero voy con ellas dos- Vivo solo si quieren se pueden quedar en mi apartamento- No sé, ya que siempre decidimos entre las tres,  y además vamos tal vez derecho en otro bus hasta Turbo, ya veremos qué sucederá. Cómo te llamas- Soy Ernesto. Se dan la mano como saludándose. En ese momento el bus arranca, entre varios vehículos sale de la terminal tomando la extensión de la avenida- Tita viendo a su prima que no le ha guitado el ojo a la  ventanilla le dice: estas cómoda- Si este bus es bastante confortable- Cuando lleguemos a Medellín que vamos hacer allá- Me imagino que aprovecharemos para que en el propio terminal tomemos el bus hacia Turbo, eso si no estaremos muy cansadas ya abra tiempo para resolverlo. Al  sorprenderlas  la  oscuridad de la noche sintiendo el pe- queño ruido del motor se quedan completamente dormidas, ya con la primera luz de la mañana Sofía va abriendo lo ojos, al cambiar la cabeza de posición ve a sus amigas muy dormidas- El muchacho viéndola le dirige la palabra: por fortuna ya estamos llegando a Medellín, por lo que me di cuenta dormiste como una marmota- Si tengo la ventaja de dormirme rápidamente y vos lograste dormir…- No para nada ya que en los buses se me hace difícil pero a pesar de eso me siento muy bien. Al doblegar varias curvas, pasar varias mulas el bus desciende a la ciudad entrando por la av. oriental y en menos de nada arriba al terminar- Ante de levantarse el muchacho le dice a Sofía: que has decidido se van a quedar en mi apartamento…- Ella pensando que tipo tan insistente le contesta: eso no lo decido yo, lo tengo que consultar con mis amigas- Ella mirando a Tita le pregunta: vamos a seguir o nos quedamos aquí en Medellín- Para nada estoy cansada yo deseo seguir, pero no sé cómo se sienten ustedes dos- Sandra: para nada estoy cansada preferiría seguir- Tita si es así sigamos con nuestro viaje. Sofía se despide  de  beso  del desconocido y al  entrar  a un pequeño lugar con deseo de desayunar, luego que descargan los morrales se sientan ocupando la única mesa libre, piden lo mismo que se trata de huevos revueltos, pan, jugo de naranja y café con leche- Sandra luego que come con el tenedor una buena porción del huevo revuelto dice: que terminal más moderno, por lo que me han contado esta ciudad está muy bien organizada- Tita contestándole: estos paisas son de empuje por algo es la única ciudad que tiene metro- Sandra: de vuelta me gustaría quedarme al menos un par de días a si al menos conozco algo- Tita me parece buena idea, además tengo varias amigas y amigos que seguramente tendrán un lugar para quedarnos- Sofía riéndoseles: a mí me da pereza las ciudades ya que todas son muy iguales, todas tienen puentes, centros comer-ciales. Están contaminadas y el tráfico me enferma- Tita carcajeándose: es que vos ya estas para el retiro- Soy igual de joven que ustedes, si no que siempre por el trabajo no puedo irme a vivir al campo, que es lo que sueño- Sandra: cada una ve la vida como quiere, yo si lo reconozco soy de ciudad, seguramente el campo me desespere ya que necesito la actividad ciudadana, más allá en Barcelona.  Al acabar las tres con el contenido de los platos se levantan y luego de pagar cada una su correspondiente desayuno, salen- Sofía a quemarropa les dice: donde tendremos que comprar los tiquetes para ir a Turbo- Tita viendo a una familia que sentada espera viajar. Al dejarlas camina pocos pasos hasta la familia, al ver al señor le pregunta: donde podremos comprar el tiquete para Turbo- Amiga para eso tiene que ir al terminal del norte, solo allá lo podrá hacer-  Ella tomándose la cabeza con las dos manos: ya se complicó la cuestión, como hago para ir a ese terminal…- Mire, ve esa puerta, camine recto hasta la estación del metro que esta calle la llevara- Gracias por la información. Al llegar donde están hablado sus dos amigas- Las interrumpe diciéndoles: tenemos que salir por esa puerta y caminar varias cuadras hasta el metro que nos llevara a otro terminal- La rubia Sandra: vamos que al parecer no nos queda otra opción. Salen del terminal por la puerta, al esperar que el semáforo cambie de rojo a verde atraviesan lo ancho de la avenida viendo los automotores detenidos, caminan las cuadras correspondientes de esa manera llegan a la estación del metro, al ver en un muro el mapa de las estaciones se enteran a donde tienen que ir, hacen la cola correspondiente y al llegar ante la ventanilla compran el boleto para poder trasportarse en el metro, entre un grupo de personas bajan los cortos escalones y llegando a la primera planta, esperan detrás de la línea amarilla y menos de lo que puede soplar el viento ven en la distancia el metro, que rápidamente se acerca y al detenerse se suben en un vagón del medio, al cerrar las compuertas de una acelera y logrando acomodar las nalgas se sientan, viendo el río contaminado, la panorámica de la ciudad que constante va cambiando- Sofía: que ciudad más cambiante, si antes veíamos los barrios caros ahora vemos los que están desprovistos de todo, esta humanidad sí que está mal- Tita: tú siempre con los comentarios sociales, esto nunca va a cambiar- Sandra: esta es la realidad de un país en vías de desarrollo y capitalista- Sofía: este capitalismo tan desbordante no tiene sentido- Un señor metiéndose en la conversación va diciendo: ustedes las jóvenes tienen otras perspectiva de la vida, siempre hablan por hablar- Sofía con un gesto amenazante le contesta: no se meta donde no lo han llamado y por favor cállese. El  señor regañe diente se retira hacia otro vagón, al verlo las tres se ríen de sobremanera. Al llegar a su destino al abrirse la compuerta entre la gente se bajan, caminan por una especie de puente y entran al interior del enorme terminal- Tita: ahora que hemos llegados busquemos la empresa que viaja al Urabá. Caminan viendo las ventanas alargadas de las diferentes empresas de buses, al llegar ante la empresa de buses de Urabá hacen la cola correspondiente, detrás de una señora compran el boleto, luego que compran lo mismo que compraron en el termina de Bogotá, abordan el viejo bus ocupando las sillas- Sandra: este bus no está para nada con las mismas condiciones del que llegamos aquí a Medellín- Sofía: es una falla esta empresa se ve más deteriorada, segura-mente esta gente que viaja a este destino es menos que la que viaja a Medellín o a Bogotá- Tita mirándola le murmura: tú siempre con tus conjeturas sociales- Si claro, no puedo quedarme callada con las injusticias- Sandra: ustedes dos siempre discuten sobre lo mismo- Tita: es bueno que exista la controversia, si no el mundo sería muy aburrido- Sofía: es así por eso somos muy buenas amigas. Al terminar Sandra  se  carcajea  y  luego  le  agrega a la cuestión: están hechas una para la otra. Esta vez se ríen las tres llamando la atención de los presentes, que las imitan volviéndose el bus una total algarabía de risas. Ya estando en silencio el bus va arrancando abriéndose paso en la avenida, luego toma una vía alterna que sube la larga cuesta, de curva en curva lográndose marear Sandra que no puede detener su vomito de huevo y algo verde sobre la pobre Tita que queda blanda de la impresión, entre las tres tratan de limpiar nauseabundo vomito lográndolo en parte, al descender el bus a una pate de la carretera con huecos se mueven como si estuvieran sobre el lomo de un equino. Al sucederse el trascurso del tiempo, están sobre la larga planicie costeña, luego de pasar un corto puente un grupo de paramilitares detiene el bus, se suben al bus varios de estos hombres uniformados y armados con metralletas, al verlas uno de los hombres las intercede- Diciéndoles: ustedes bellezas a donde van- Sofía con su suave voz: vamos a Capurgana- Otro de los unifor-mados mirando a su compañero de armas les habla: es mejor que se bajen que le vamos hacer una requisa. Ellas asustadas se levantan y lentamente salen del bus, uno de los hombres: espero que no lleven algo así como mariguana. Otro las inspecciona tocándolas morbosamente, inclusive en sus partes nobles- Sofía protestando les contesta: porque se aprovecha de nosotras si no llevamos nada ilegal- El mismo tipo: no se queje que si no las podemos desaparecer. Al pasar el tiempo uno de los hombres uniformados: viejas maricas súbanse antes que me arrepienta. Al treparse rápidamente se sientan ocupando los mismos puestos, al arrancar el bus va diciendo la rubia: que susto por esa situación tan terrible, esos hombres armados se ve claramente que son asesinos consumados- Sofía recibiendo el viento de la ventanilla va murmurando: menos mal que no abriste la boca si no se sabría que abría pasado con nosotras, esos paramilitares son hijueputas - Ni por nada hubiera hablado,  si quisiera que me hubiera tragado la lengua. Se quedan calladas escuchando el murmullo del bus ya que los otros ocupantes que son de la zona no paran de hablar y a la vez sintiendo la alta temperatura. Antes que salga el sol el bus arriba a la población de la zona roja, van viendo las diferentes calles con sus respectivas barricadas de costales de arena, al detenerse el bus cerca del mercado asustadas por lo que ya les pasara y por lo que han visto, se bajan- Tita va diciendo: no  quiero  que  nos  quedemos  mucho  tiempo en este moribundo pueblo que apesta a muerte y a mierda, vayamos a algún lugar donde podamos desayunar  al menos, y  luego busca-remos el muelle donde salen las pangas o lanchas. Al ver en una esquina un pequeño comedero se acercan viendo el macabro espectáculo callado, al entrar una niña de unos doce años con un particular ademan les indica que se sientan, le piden a la muchacha huevos revueltos, pan, queso, jugo de naranja y café. En menos de lo que cae una fruta de un árbol les trae lo que le pidieran, comen rápidamente que muy pronto acaban, al levantarse le pagan a la joven y salen viendo la primera luz de la mañana- Al ver a una señora que barre el andén de su derruida casa Tita le pregunta: donde queda el muelle donde parten las pangas- La mujer indicándole con el dedo le contesta: camine en esa dirección que van a llegar- Gracias. Caminan por donde la señora les indicara llegando a la extensión del golfo donde algo distante ven el alargado muelle, andan lentamente llegando al mismo tiempo que la pancha, al ver como el hombre moreno amarra la lancha con una larga cuerda a un poste del muelle- Sofía usted sale a Trigana- Después que desayune salgo si quieren pueden seguir y se acomodan en la pancha. De un salto se posesionan sobre la estructura de la panga, se sientan y al rato viene un grupo de turistas que ocupan los otros puestos restantes. Al llegar el morocho aleja la lancha del muelle y sin rodeos enciende el motor fuera de borda, al avanzar rápidamente haciendo pequeñas olas ven toda la extensión del golfo de Urabá y sus aguas barrosas amarillentas- Una mujer indicando les habla: miren la desembocadura del río Atrato. Lejanamente la logran ver, al acabar de cruzar el golfo ven el océano embravecido, al tomarlo la panga se eleva borda arriba, al pasar cada ola el hombre disminuye la velocidad, haciéndose un viaje mortificante, una de las señora del grupo de turistas trasboca, eso hace que trasboquen inclusive ellas tres. Una enorme ola las sorprende y una de las señoras al elevarse la panga cae al mar desapareciendo en el acto- Una señora gritando desesperadamente: morocho que hacemos…- A pesar del movimiento de la panga debido a las enormes olas le contesta: que quiere que haga acaso no se da cuenta como está el mar de picado- La señora con cara de sufrimiento le dice: seguramente mi amiga se estará ahogando- Un señor pálido del susto le habla: el que se caiga aquí seguramente es comida de los tiburones, es imposible hacer algo más bien tranquilícense. Callados y acongojados por lo que le sucediera a la señora, va entrado en la ensenada de la bahía, se acerca lentamente en dirección de la playa y al detener el morocho la lancha a un costado del pequeño muelle de madera, el hombre de piel morena de un salto se posesiona en las maderas del muelle y de una vez la amara contra una especie de bastión.  Luego de que se bajan el grupo lo hacen ellas tres cargando cada una con su morral. La rubia impresionada por la belleza del lugar- Va murmurando con su voz: qué lugar más maravilloso, es la selva que cae a la playa de arena dorada y el mar de diferentes azules, verdaderamente me encanta es-te lugar, a pesar de lo sucedió con la señora. Al encuentro se presenta un sujeto con camiseta de rayas  y  cabello  muy corto, que luego les indica el lugar del hospedaje a los turistas, se les acerca diciéndoles: ustedes quieren ver el hostal- Tita no gracias, estamos buscando la reserva ecológica o mejor dicho a la negra. Él se queda como pensativo y luego le contesta- Diciendo: para ir a ese lugar, tienen que caminar en esa dirección- Sofía: cuanto tiempo…- Más o menos entre dos horas y tres.- Ella misma: gracias. El hombre va tras los turistas perdiéndose en la distancia- Sandra la rubia: creo que entre dos y tres horas hay diferencia, por ahora lo único que quiero es meterme en ese delicioso mar y más tarde podremos caminar- Sofía: no me aguanto más este intenso calor húmedo, hagamos lo que dijera la rubia loca- Loca será otra persona- Tita: entre la  locura  y  el ser cuerdo no creo que haya mucha diferencia, no jodamos más y metámonos al mar. Sandra da el ejemplo al retirarse de la espalda el morral se cambia poniéndose el biquini y dejándose las tetas al aire, sus amigas la imitan. Luego a toda carrera se lanzan sobre el agua azulosa y cristalina de aguas bastante quietas, nadan a sus anchas hasta cansarse y se tiran tan largas son sobre la arena divisando los cocoteros  que  bordean  la   playa.  Al  quedarse profunda-mente dormidas, abre los ojos Sofía sintiendo el ardor en la piel provocado por el sol, ella toca de una en una a sus dos amigas que de inmediato se despiertan- Tita va murmurando: como nos hemos quedado dormidas, ahora estamos super quemadas, más bien vámonos antes que se nos haga tarde. Lentamente se levantan sintiendo el ardor en la piel, caminan en la dirección que el hombre les indicara, de esa manera encuentran un estrecho río que pasan caminando sobre las piedras, a continuación toman el estrecho sendero, que a la medida que avanzan se va empinando, agilizan los pies entre la floresta de helechos, arbustos y grandes árboles viendo lo increíble de la naturaleza- Tita abriendo la boca vocifera: Que lugar, más increíblemente mágico, Ah seguramente es por esa espe-cie de puerta- La rubia: si, estoy casi segura que debe ser por ahí, Al llegar cruzan una angosta verja descubriendo con sus ojos los sembrados de piña, papaya, guanábana y de otras frutas,  al  ver  en  la lejanía la casa de madera y el techo de palma entrelazado, se aproximan lentamente y al tenerla a tan solo un paso Sofía toca una y otra vez la puerta de madera- Al rato escuchan una voz de mujer que les dice: espere un momento que ya abro la puerta. Al abrirla la negra que no es tan negra, descubre a las tres amigas y de último se da cuenta de su amiga Tita, al acercarse se abrazan- La Negra le dice: después de tanta existencia por fin vienes, que alegría pero ellas guienés son…- Tita: ella es mi amiga Sandra que vive en Barcelona y ella yo casi estoy segura que te la presente en la fiesta de Jaime Andrés allá en Cali- A claro ya me acuerdo. Se saludan como corresponde de beso- La negra con cara de felicidad les dice: que bueno que hayan venido, además estoy sola ya que Armando el poeta, Laura, Claudia y Claudio el chileno se fueron a Medellín a un congreso de eco aldeas sostenibles, vengan que las llevo a donde van a dormir, es una cabaña que construyo hace poco el chileno. Vamos de una vez antes que oscurezca. Salen guiadas por la Negra, tomando la loma ascienden por un camino bordeado por el espeso monte, al ver un claro sembrado de la misma manera de árboles frutales y piñas,  al  ver  una enorme piña madura  la Negra la arranca diciendo: esta no la vamos a comer ahora en la cabaña. Al llegar ante la construcción de madera y palma, La Negra se encarga con una llave de abrir el candado de la cerradura y le agrega a la cuestión con su voz: desde este momento esta es su cabaña, vengan por este lado que se las muestro pero antes nos vamos a devorar esta deliciosa piña. Al hallar la cocina toma una de las tablas y con un cuchillo parte en porciones más o menos iguales lográndole sacar el corazón, van tomando cada una un pedazo que lentamente van comiendo- La rubia: que delicia, además es dulce como la miel- Tita: está buenísima. Al exterminar el fruto amarillento ven el amplio salón con la única mesa de madera y las sillas hechas rústicamente, ven al fondo la escalera en caracol, por la cual suben a un espacio menos amplio que tiene varios colchones tirados sobre el piso de madera- La Negra: aquí pueden dormir tranquilas ya que en esta época del año no hay mosquitos o si prefieren en la extensión de la terraza que van a encontrar varias hamacas. Ella al abrir la puerta les muestra la amplia terraza de donde cuelgan de sus alargadas columnas  varias coloridas hama-cas- Sandra agitando un poco su cabello rubio modula con sus labios hablando: qué lugar más increíble parece como de cuentos- La negra: el cuento es que hay que disfrutarlo, mañana vamos a recorrerlo ya que van a conocer bien nuestro proyecto de vida, por ahora las dejo pero eso si les aviso de una vez que si quieren encargar comida con Wilson que mañana viene de Turbo, hágame la lista ya que voy a hablar con él por radioteléfono- Tita de su morral saca un bolígrafo y una libreta- Les dice a sus amigas: necesitamos arroz cuantas libras- Sandra: por ahí unos cuatro kilos, panela dos pedazos, café, creo que hemos traído pan, espaguetis, varias latas de atún y de sardinas suficientes para varios días y solamente nos faltaría verduras, el agua se puede tomar- La negra solamente hirviéndola- Sofía te damos dinero- Por ahora no, solamente a Wilson cuando traigan lo que le vamos a encargar. Bueno me voy ya que tengo varias cuestiones por hacer. Al despedirse de ellas de beso sale por donde vinieran, ellas se acuestan cada una en una hamaca obteniendo un sueño profundo,  ya en la oscuridad abre los ojos La rubia diciendo: esta oscuridad me da miedo ya que no se sabe que bicho puede haber- Sandra esperen que ya mismo busco la linterna. Se  levanta de  la  hamaca logrando palpar el morral logra encontrarla entre un bolsillo, la enciende iluminándolas. Se paran, entre todas entre los morrales buscan las bolsas de los alimentos, al encontrarlas deciden bajar a la primera planta, en el momento que están bajando escuchan algo así como un ruido como de un rose, al ver el piso descuben tremenda boa que al sentirlas se escurre zigzagueando por la puerta- Sandra con un gesto de aterrada va diciendo: que susto, nunca antes había visto una culebra y además inmensa- Tita: no creo que sea como para que nos preocupemos, simplemente tenemos que mantener la puerta cerrada, por favor encendamos al menos una vela a ver que podemos fabricarnos para cenar- Sofía: si hagámoslo rápido antes que perezcamos del hambre. Al tomar entre las tres los objetos necesarios de cocina en menos de lo que cae un coco hacen unos deliciosos espaguetis con atún, al servirlos entre todas en tres platos se sientan ocupando la mesa, van comiendo despacio hablando de su nueva experiencia en este bello lugar. Al terminar entre todas lavan lo que usaron y se vuelven a costar  en  las  hamacas  sintiendo la brisa cálida que las refresca. Sofía al sacar un libro de poesía de un poeta llamado Percifal- Va diciendo: como sé que les agrada la poesía les voy a leer algunos poemas de mi amigo el poeta. Empieza a leer poema tras poema y solo deja el libro cuando se les cierran los ojos y el libro se le cae de las manos.
Al escuchar el trino bullicioso de los pájaros, va abriendo los ojos la rubia que inmediatamente se despereza haciendo un murmullo de pereza- Tita luego que abre los ojos va murmurando: que buena noche he pasado, me imagino que ustedes durmieron de lo lindo- Sandra: si es imposible no dormir bien en este lugar, que tal si nos levantamos- La rubia: no estaría mal así aprovecharemos el día. Se levanta de una en una- La Rubia: tengo hambre- Sandra: tenemos café, pan y mermelada, si bajamos con esas tres cosas podemos preparar el desayuno. Descienden por las escaleras a la cocina y sin pensarlo mucho preparan en la estufa de gas el café, le untan al pan la mermelada y como pensativas disfrutan de lo que están comiendo, al terminar salen de la casa viendo los diversos colores de la floresta y entre las alargadas ramas de un bello árbol ven a la misma boa que está completamente enrollada contra la alargada rama- Sandra la peli castaña al verla va diciendo: si están viendo lo mismo que yo- Tita: claro, como no verla lo bella que es, se ve que es muy pacífica. En ese momento ven en la distancia a la Negra que se está acercando llevando un pequeño cajo de bananos, al llegar se saludan de beso y después les muestra el cajo con la intención que vayan tomando bananos- Sofía en son de preguntarle le dice: esa boa siempre anda por estos lares- Se me olvido decirles que la boa es la mascota de todos, está muy acostumbrada al contacto con humanos, además se come las serpientes venenosas que aquí abundan, por eso no es conveniente salir en las noches y menos a oscuras que suelen salir a cazar. Vamos a que conozcan el territorio de la aldea- Tita va murmurando con su voz: buena idea. Andan loma arriba hasta un estanque que delimita el lugar, al devolverse toman otro camino y en un punto elevado divisan el azul del océano, de esa forma le dan la vuelta completa al territorio de la aldea terminando en un increíble arrollo que baja de la ondulación de la montaña. La rubia viendo la floresta muy verde que rodea el bello arrollo de aguas trasparentes- Va murmurando: que privilegio es vivir en este lugar tan armonioso de belleza- Tita estoy enamorada de este lugar y la belleza de un increíble paisaje, si no lo estuviera viendo no lo creería- La Negra como ya veo que tienen hambre vamos a mi cabaña y preparamos algo para almorzar- Tita me parece buena idea. Emprenden la bajada por otro camino, guiándolas la Negra lentamente logran llegar a la cabaña donde ella vive, Al encargase de abrir la puerta, entran y muy dispuestas preparan el almuerzo, ya listo muy lentamente almuerzan arroz con sardina y tostadas de plátano- Sandra: somos unas muy buenas cocineras ya que esto está como para chuparse los dedos- La Negra: con este hambre todo sabe bueno. Comen lo que les queda en los platos calladamente, al terminar- La negra: me imagino que quedaron satisfechas ahora lavemos los platos para que nos vayamos a la playa. Cada una rápidamente lava lo que usara y ya dispuestas van  en completo silencio por el camino cruzando el espeso monte, luego de volver atravesar el ancho del angosto río logran llegar a la playa de los inmensos cocoteros- Sofía con el cabello rubio alborotado: que calor, por fortuna ya me voy a meter en este precioso mar. Al terminarlo de decirlo, emprende la carrera y al tener el agua un poco más de lo tobillos se lanza con todo ímpetu, las amigas hacen lo mismo- La Negra: que delicia que esta el agua. Se bañan regocijándose con el paisaje marino y el descanso del estiramiento del cuerpo hace que se relajen, en un momento dado no muy distante observan claramente una aleta de un tiburón toro. La Negra viendo a las amigas asustadas- Va murmurando: aquí los tiburones y los humanos se confabulan ya que nunca se ha conocido que uno de estos tiburones hallan atacado a alguien, debido  a que esta parte del mar está intacta y hay comida en abundancia, ya que los tiburones se alimentan de peces por eso no atacan al ser humano.- Tita comprendido y es bueno que sea así. Al pasar el día ven como el sol muy naranja se oculta en el mar muy azul creando un espectáculo impresionante- La Negra vamos que ya va a oscurecer. Se salen del océano, caminan despacio, al oscurecer completamente guiadas por la luz de la linterna que sostiene la negra, iluminando la floresta movilizan rápida-mente los pies, de esa forma llegan ante la casa donde acostumbra a refugiársela Negra, Al entrar ven a un moreno que habla con una muchacha muy blanca que estás sentados sobre una alagada banca, al verlos se paran y se saludan cordialmente de besos- La Negra habla: como se podrán imaginar él es el mencionado Wilson y ella su novia Clara- El muchacho hemos traído todo lo que me han encargado. Al mostrarles el papel de la lista- Le agrega a la cuestión lo siguiente: el costo de todo dio tanto. Entre las tres obtienen la suma que se la entregan al muchacho- La Negra: ya que todo está resuelto me van a dejar preparar una deliciosa cena. Ella con la ayuda de él y de Clara en la amplitud de la cocina, mientras ellas tres hablan de diversos temas, cocinan un par de sábalos que al estar cocinados los desmenuzan logrando hacer un delicioso arroz de pescado, al servirlo en igual número de platos los disponen en la alargada mesa- Clara con su suave voz dice: buen provecho- Sofía luego que lo prueba murmura: que delicia, nunca antes probé algo igual. Comen hablando del tema referente de la eco aldea y logrando repetir acaban con todo el arroz de pescado; ellas ayudan a lavar los platos, los tenedores, la olla y el amplio sartén. Al despedirse acompañados por Wilson se van a la otra cabaña, al llegar él las deja y al retirarse, ellas al meterse en las respectivas hamacas duermen y duermen plácida-mente. Ocupan los días en ayudarles a ellos en la faenas del campo, van todas las mañanas a la playa donde disfrutan del mar, aprenden a bajar y abrir los cocos. Disfrutan del platicar, de preparar los alimentos y por supuesto de comerlos. En esas se les pasa los días hasta que tienen que retornar a la capital haciendo el mismo viaje.        Fin.   
            LAS TORTUGAS DE PLAYONA
Al llegar el tan anhelado mes de abril, la Negra, el chileno Claudio, Wilson, Diana la costeña, y clara la novia del último, preparan sus cosas para instalarse en una de las playas más extensas del Caribe Playona, al disponer sus cosas, los alimentos perecederos como enlatados entre las mochilas y de último la carpa canadiense. Luego que desayunan discutiendo lo que van a realizar en esa larga playa, se colocan las mochilas que una mg. les donara y carga el chileno de cabello largo en sus hombros la canadiense, y de último carga cada cual su propio bidón lleno de agua. Salen de la cabaña por el camino seco por el largo verano, al avanzar entre las enormes piedras se encuentran una enorme víbora, que al verlos para su fortuna huye entre la floresta- La Negra que es blanca quemada por el sol va diciendo: estas serpientes siempre tienen más miedo del que puede tener un ser humano, el problema sería no verla y pisarla seguramente en ese caso si mordería inyectando buena cantidad de veneno, el mordido seguramente no aguantaría a llegar donde lo puedan asistir y moriría- El chileno soltando la carcajada va murmurando: esta mujer sí que es trágica, una de terror le queda pequeña- Ella defendiéndose: esa es la realidad ya que aquí en la zona no hay ni un puesto de salud. Siguen andando como si nada entre diversas y pequeñas lomas, en un punto alto ven la extensión de la playa y el mar azul indico, van descendiendo con la dificultad del camino, al entrarse entre la espesura del monte en un grupo de piedras algo verdosas ven varias de esas ranas de colores vivos y bellos a las cuales es mejor verlas sin ni siquiera rosarlas ya que son tan venenosas que el mero rose mataría en segundos a cualquiera, antes de arribar a la playa ven los enormes cocoteros que se mecen lentamente con el andar de la brisa, al posarse sobre esas palmas de cocos- Va diciendo la Negra: donde prefieren que armemos el campamento- El chileno Claudio: yo diría que tratemos de llegar a la mitad de la playa y armémoslo allá- Wilson: yo creo lo mismo pero sigamos- Clara paremos un poquito y más bien tumbemos algunos de esos cocos y aproveche-mos a calmar esta sed- Claudio: tiene razón hay sed. Al ver una larga rama tirada sobre la arena, el chileno la toma y extendiéndola logra empujar el primer coco que al lograrlo desprender cae precipitadamente sobre la arena blanca, de esa misma forma tumba otro, y otros tantos más, entre ellos dos con sus respectivos machetes los abren pelándolos en la parte de arriba lográndole hacer un boquete, beben y beben agua de coco logrando apaciguar la sed- Wilson modula sus labios hablando: sigamos que la caminada es larga. Andan en la blanda arena en el margen cambiante de la arena y el mar, en ciertos lugares de la arena se les entierra los pies, movilizan el andar sintiendo que no avanzan ya que la extensión de la playa es gigante. Diana camina pensando en varios acontecimientos pasados de su vida que no ha logrado borrar- Clara al mirarla le dice: si, tú por lo que veo estas más enredada que un tren descarrilado, ¿acaso en que piensas?- Ella le contesta: en cosas del pasado que no sé porque recuerdo como si hasta ahora hubieran acabado- El chileno: tienes que aprender a medi-tar o sea a borrar la mente por lo menos un minuto, solo así lograras superar ese pasado que seguramente ya trae dolor- Si tienes toda la razón del mundo, más en estos lugares paradisiacos. Al callarse siguen avanzando entre la arena, al detenerse por un momento observan viendo que de los extremos de la playa pareciera que no terminaran y hacia el fondo las inmensas olas que revientan increíblemente, al volver andar van con más actitud logrando avanzar un enorme trecho, en un momento dado- La Negra va diciendo: yo no puedo más con este peso, creo que aquí estará bien que armemos el campamento- El chileno le contesta hablándole: tienes razón ya que hemos caminado muchísimo y por lo que percibo este es el lugar perfecto. Van en dirección de los cocoteros al arribar viendo que los cocos no estén al alcance de sus cabezas, entre todos arman la enorme carpa canadiense, luego que tiemplan las cuerdas poniendo enterradas las estacas, colocan las estacas de los extremos  y de último colocan en un costado de las carpas sus pertenencias, ya cansados alcanzan de las altas palmeras de la misma forma acostumbrada, con un largo palo varios cocos, luego de abrirle a varios el boquete beben a su antojo agua de coco- Diana que refrescante es el agua de coco- Wilson luego que se carcajea dice: afortunadamente hay como estrellas o algo así. Se sientan a presenciar la caída del sol que lentamente desciende como entre el mar, al rato todo se vuelve de un fuerte naranja y enseguida aparecen el mar de estrellas sobre el firmamento, se recuestan boca arriba viendo la estela de astros brillantes, en el momento que Clara ve una estrella fugaz- Va gritando: si vieron esa estrella fugaz- Wilson:  yo  la  vi  yo no sé si ustedes- El chileno: yo la percibí en todo su recorrido- Diana: yo por estar en otra no la vi. Se quedan extasiados viendo hacia el cielo, de vez en cuando y de cuando en vez ven una que otra estrella fugaz. Al sentir hambre el Chileno- Va murmurando: tengo hambre preparemos algo de masticar- La Negra: ven que lo hacemos- Clara: nosotros buscamos leña que he visto por montones. Entre ellos dos con una tabla y un cuchillo cortan las verduras, al traer los otros o las otras la leña que estando esparcida sobre la arena de la playa, no se les hace problema. En el momento que la fogata está encendida colocan la olla con las verduras, con aceite la sofríen, luego le agregan el arroz y el agua que trajeran en los bidones, con las brasas logran terminar de cocinar el arroz y de último le agregan el atún de las latas que abrieron. Comen en completo silencio disfrutando con la compañía de las estrellas, lo hacen lentamente. Al acabar entre todos en el mar y con arena lavan lo que usaron dejándolo relucientemente limpio- El Chileno ahora lleno y cansado prefiero irme a dormir ya que mañana la faena es temprano- La Negra: yo opino que hagamos lo mismo. Al introducirse en la carpa se acuestan el chileno abrazando a Diana la pelirroja, Wilson al lado de su novia y en el extremo lo hace la Negra, enseguida consiguen un lindo sueño a pesar del continuo viento que va moviendo ondulantemente la carpa.
Son despertados por separados ruidos, antes que haya la primera luz salen de la carpa, viendo las siluetas oscuras de las enormes tortugas caney- El Chileno modula con su voz: quedémonos quietos y en completo silencio ya que cualquier movimiento que hagamos puede asustar a estas grandes tortugas, que seguramente están anidando los huevos sobre la arena. Al aclarar van fuera del alcance de las tortugas al ver varios arbustos, los derriban cortando las ramas y luego con la ayuda del machete hacen muchas estacas con punta, al volver ven que las tortugas regresan al mar, en el momento que se han ido con las estacas cortadas hacen un circulo sobre los grupos de huevos que han dejado las tortugas, lográndolos encerrar completamente. Su tarea ahora en adelante es cuidar los huevos, y sobre todo que los intrusos no alumbren con la luces de las linternas. Estando en esa ya en la noche, de la selva ven surgir la luz de una linterna- El Chileno con algo de furia dice: tenemos que detener a estos intrusos y sobre todo que apaguen la linterna. A su encuentro guiados por la luz  de esas linternas y de las estrella van al encuentro de los malhechores, al tenerlos a tan solo unos pasos de distancia- Claudio a quema-rropa les grita: nosotros somos de una organi-zación que defiende la existencia de las tortugas, por favor devuélvanse por donde vinieron. Los dos tipos no les hacen caso y los violentan con sus respectivos machetes, batiéndose en un duelo a machete, pero entre el Chileno y su amigo ágilmente los despojan de los machetes- Un moreno sin el machete les dice: eche ustedes son abusivos, no ven que de los huevos y de las tortugas nos alimentamos- Claudio les responde: dedíquense más bien a sembrar, a pescar o hacer lo que quieran ya que las tortugas están en vía de extinción, si acabamos con ellas no volverán a existir. Por favor no los queremos ver más en esta playa de lo contrario me tocara informarles a las autoridades- El otro moreno- No joda con la ley ya que tenemos nuestra propia ley montuna- Está bien que tengan su propia ley pero con las tortugas, ni con los huevos se van a meter, de acuerdo. -Un moreno le dice al otro: vayámonos que aquí no tenemos que hacer. Al verlos  que  se  marchan  quedan tranquilos- Diana va mur- murando: que susto casi me como las uñas, este chileno es todo un héroe de las tortugas- Si no le pongo cogones al cuento seguramente me la van a montar. La chica lo estrecha contra su cuerpo  impactándolo  con sus besos, él ni corto ni perezoso hace lo mismo volviéndose todo un firmamento de besos y estrellas, que al retirarse los otros para no contar monedas ni ser sus violinistas, siguen en esas, se desvisten con la presencia de las estrellas luego hacen el amor como los cuerpos que son.            Fin.                                
                  UN SUCESO DE TERROR
En unas vacaciones, siendo los años setentas un hombre de cabello largo sale de la heroica (Cartagena), al salir de caminar es interceptado por un grupo de personas, uno de los mayores al ver que lleva el cabello más allá de los hombros- Gritándole le dice: hey, marica para dónde vas…. El sigue como si nada. Al ver que los otros personajes del grupo le arrojan piedras, se le ocurre emprender la carrera lográndose alejarse de sus amenazas, al no verlos sigue caminando bordeando la carretera, camina y camina sudando la gota gorda, al ver en la distancia una chiva al acercarse le estira la mano, el chofer con el freno detiene el peculiar automotor y el de un salto se encarama, el chofer- Le dice: voy a Montería- Cuánto vale el pasaje…- Cuesta tanto- esto es lo único que llevo con migo. Al sentarse ve que la chiva arranca de brinco en brinco, sintiendo el calor de la mañana. Al verlo los pasajeros murmuran cosas que ellos solo entienden ya que hablan muy rápido y como entrecortado- Una de las señoras que está un puesto adelante de la de él, se voltea hablándole: de que gallinero lo han sacado o será que quiere ser una mujer- Él le contesta: ustedes como son ignorantes no entienden sobre la libertad y menos entienden que el cabello largo es la antena a otras dimensiones- Un señor va murmurando a grito herido: que será eso de dimensiones será que este hombre está loco de remate- Él le contesta: la locura es ver más allá de la cotidiana realidad, que es insospechada y que no encasilla nada. Al no entender el sujeto se queda callado. Durante el trascurso del recorrido por la angosta carretera las personas que van en el pequeño bus no le quitan la mirada de encima. Al detener-se la chiva se baja una señora que carga una pequeña niña, se sube un viejito que al hacerse a su lado su presencia lo asusta tanto que lo hace temblar- Va murmurando con su voz entrecortada: como así que estoy viendo a Jesucristo en persona, acaso esto es eso que proyectan allá en ese sitio del pueblo. Todos se ríen con inmensas carcajadas, inclusive nuestro personaje que todo se vuelve una gran algarabía de risas. Nunca los personajes dejan de hablar incluso con el vallenato que sale de los destartalados parlantes, con ese sentido de la vaina llegan a la pequeña ciudad, al bordear la chiva el río Sinú, el rustico bus bordea con sentido de la plaza de mercado, donde el apara tejo se detiene, luego que se bajan los lugareños lo hace el personaje de pelo largo, al estar caminando sintiendo que la boca se la hace agua, al ver a un hombre con un carrito de raspado lo encara diciéndole: por favor deme un raspado de coco. El tipo hace el truquito, la maroma y la jugada. Ósea que con la pequeña maquina muele el hielo en pequeños trocitos y al agregarle la tintura de coco se lo entrega- El tipo viendo que lo va consumiendo  le  dice: carajo  no  me  lo  piensa  pagar- No tengo dinero- Eche no   joda. Le intenta darle tremendo puñetazo, pero el hombre de cabello largo agachándose lo logra esquivar. Al ver la acción una extrajera que lleva puesto una bermuda y una camiseta azul, estando recostada contra un poste de la luz tomándose una Coca Cola, al ver el hecho se acerca al lugar de los acontecimientos- Va diciendo en un mal castellano pero entendible: amigo porque le quiere pegar al pobre muchacho, acaso por llevar el cabello largo, que país más atrasado y de machistas- Este maricón no me quiere pagar el raspado- Cuanto es… Son solo cincuenta centa-vos nada más. Ella saca un billete de dos pesos y el vendedor de raspado le da las vueltas- Le agrega a la cuestión diciendo: aquí por un raspado lo pueden matar. Al estar rodeándolos toda una concurrencia se pone a discutir sin saber ni siquiera de que se trata el asunto, simple-mente de discutir por discutir. Al ver que hay ganas de pelear, la gringa rubia lo agarra con toda la fuerza y lo saca, al ver el tal alborote corren varias cuadras a la orilla del río Sinú, al ver las aves que cruzan gran extensión del cielo luego que se saca la gringa la mochila se sientan ocupando la banca de cemento. Al mirarse directamente a los ojos ya  existe una complicidad- Luego él muchacho: te debo una, algún momento te la devolveré con creces. Tu siendo del país del norte que haces por estas tierras…- He llegado a Colombia hace algo así como tres meses, he estado la mayoría del tiempo en Sanagustín en la zona arqueológica y ahora simplemente estoy viajando por esta costa, lo que no se es adónde voy a ir. Ahora que te encontré me gustaría que me acompañes, no sé a dónde. Se ríen esparciendo las carcajadas por el ambiente- Mi problema, es que no llevo ni cinco chivos con migo- Eso no es problema lo importante es la actitud, lo demás sobrara ya verás. Empapados de sudor se quedan con la mirada perdida en lo que es el río, al reaccionar ella- Le dice: que belleza es detener la mirada en el río- Si, es increíble pero por lo que veo has aprendido español bastante bien- Me esfuerzo ya que para comunicarme lo tengo que al menos intentar aprender- Lo intentas lográndolo de maravilla- Ella (viéndolo directamente a los ojos) ya casi puedo volar. Se vuelven a reír como la primera vez- Ella colorada de tanto reírse aplica con su voz lo siguiente: tengo hambre comamos algo que yo aún puedo invitar, ya cuando termi-ne con este maldito dinero seguramente nos la arregla-remos- Seguro que sí. Haciendo un esfuerzo se logran levantar a pesar de la alta temperatura, movilizan los pies por la orilla del gran rio, al ver en la lejanía el letrero enorme de un restaurante van a su encuentro lentamente, al llegar entran en el enorme lugar sentándose ocupando la única mesa libre, enseguida se dan cuenta que los comensales los observan detenidamente- Ella va murmu-rándole al oído: que gente, no son ellos y quieren que los demás tampoco sean, que fastidio- Es así, por que no puede ser de otra forma, es la mediocridad andando nada más. Al llegar el mesero que luce un corbatín, un pantalón de dril, y una camisa blanca corta en la mangas- Que les pregunta: van almorzar… La extranjera le contesta: a qué creé que venimos, seguramente no a ver como los demás se alimentan, me imagino que en este restaurante tienen el menú del día- Si claro, tenemos sancocho de pescado, con ensalada y patacones- Por favor tráiganos dos- Ya mismo se los traigo. Al desaparecer el hombre que hace de mesero se quedan en silencio, al rato aparece con los dos almuerzos que con cierto cuidado los coloca sobre la mesa, a pesar de las miradas empiezan a consumir el  almuerzo  haciéndolo  lentamente- Él al ver como los miran va murmu-rando con su voz: que gente más intolerable ya te diste cuenta como nos miran-  La gringa: no te preocupes por eso simplemente hagamos que no es con nosotros. Al probar, agregándole a la cuestión- Dice: esta delicioso- Si tiene buena sazón. Al acabar se levantan y pagándole al mismo individuo salen a pesar del calor, caminan una cuadra y se detienen, sin importarles nada se abrazan y serrando los ojos se besan cariñosa-mente- Ella sin soltarse de él le murmura al oído: desde esa pelea extraña ya me gustaste, no por la pelea si no por lo que eres. Se ríen como niños- Ella quiero que nos vayamos de esta maldita ciudad y ojala alguna playa- Yo creo que en el mercado podremos tomar una chiva algún lugar donde haya playas increíbles- Si vamos. Andan bordeando el río y se devuelven al mercado por las mimas calles que ya pasaron, al arribar al sucio mercado ven en la distancia una chiva, al acercarse ven a un muchacho que grita: Arboletes, Necoclí y Turbo- Él sin soltarle la mano va diciendo: montémonos y vamos a Necoclí por lo que se ese pequeño pueblo tiene bellas playas. Ya sentados sudando van viendo que lentamente se va llenando el viejo automotor, los que se van sentando los miran como si fueran de otro planeta- Un señor le dice a una señora: esos son dos mujeres o dos hombres- La señora: yo diría que una mujer y un maricón. Al escuchar las griticas injustificadas prefieren quedarse callados. Al arrancar la chiva levanta una nube de polvo, al salir de Montería sienten la brisa que entra por las abiertas ventanillas dando una sensación de frescura increíble- Ella tomando su mano va murmurando: que alivio este fresco viento- Si tienes razón ya que el calor en muchos casos es más que agobiante. Al tomar la vía destapada el particular vehículo va saltando removiéndolos por dentro- Ella: como salta esta chiva, si  cierro  los  ojos  seguramente me puedo imaginar que voy en un camello- ¿Acaso has montado en dromedario?- No, me lo imagino que debe ser algo así. Luego de decirlo se queda pensativa y luego habla: parece que te conociera desde siempre, el único problema es que no se tu nombre- Si, tienes razón me llamo Alberto pero mis amigos me dicen Palito- Ella se ríe y luego le murmura: seguramente por lo flaco- Si así es. Al rato ella se a recuesta en el hombro de él quedándose dormida. Palito se entretiene viendo el paisaje que se le va presentando escuchando a la vez el murmullo de la gente que no para de hablar, al pasar un pequeño puente llegan a Arboletes donde el conductor detiene la chiva, se bajan unos, se suben otros y al volverse a llenar van más apretados pero ella  aun  así  no  se  despierta. Al  volver  arrancar  la  chiva  va tomando por una carretera con más huecos y desniveles, el sigue a pesar del movimiento del carruaje entretenido con la panorámica de árboles, del ganado cebú y con burros; al atravesarse uno de estos pequeños equinos el conductor pega un terrible frenazo que hace que todos los ocupantes se peguen en la cabeza, ella estrella su cabeza contra la de él, haciendo que el golpe la despierte- Ella sin entender nada va diciendo: que golpe, que paso…- Simplemente se atravesó un burro. Ella lo toma como chiste y se carcajea. Al arribar la chiva al pequeño pueblo se detiene en lo que puede ser el mercado, luego que se bajan unos tantos lo hacen ellos y al ver en la distancia los cocoteros y la playa no dudan en caminar en ese sentido, rápidamente están entre los cocoteros, luego en la playa de arena blanca y de agua azul-marrón- Ella que alivio estar en esta bella playa, alejémonos todo lo que podamos del pueblo. Al quitarse ella las chanclas y el las zapatillas caminan llevando cada uno su calzado entre el contorno del agua y la playa que con cada pequeña ola cambia de nivel, al ver un destruido kiosco se detienen poniendo los pequeños morrales sobre la arena, ella de una saca la hamaca donde suele dormir y la amara entre los dos postes del kiosco, luego se acuestan sobre la rayada hamaca a divisar el paisaje del océano de un azul profundo, él al sentirla la toma por el frente y la besa cubriéndola todo el cuerpo, luego introduce sus manos entre la camisera lográndole acariciar los duros senos, ella arde de sensualidad y introduce una de sus manos entre el bluyín tomando el pene erecto que acaricia suavemente. Al volver a la normalidad se quedan profundamente dormidos y solo se despiertan en la noche- Ella luego que abre los ojos va dici-endo: que ganas de comer, si no mastico al menos algo creo que me voy a morir de hambre- Él le contesta: para no dejar nuestras pertenencias solas es mejor que yo vaya a buscar comida o por lo menos alguno de los dos, quieres que vaya o deseas ir tu- Ella: ve que yo me quedo cuidando nuestras pertenencias, pero toma este dinero para que puedas comprar comida- Tratare de no demorarme. Luego que le da un beso sale caminando por la arena de la playa en dirección del pueblo, e iluminado por la luna creciente, va marcando sus pisadas en la arena al llegar al pueblo no ve absolutamente a ninguna persona y menos encuentra un restaurante o una tienda abierta. Pensando decide tocar en alguna de las casas de madera, al ver una de esas casas iluminada por su propia luz, toca suavemente la puerta al rato una voz femenina le contesta: guíen es…- Él replica con su voz: será señora que me hace un favor- La señora: eche, que favor quiere que le haga a esta hora de la noche- será que me puede vender algo de comida que mi amiga y yo no podemos aguantar más el hambre. La señora abre la puerta al verlo se va hacia atrás diciendo: como un hombre puede tener el cabello largo, o será que eres una mujercita con cuerpo de hombre- Soy lo que soy y punto- Bueno siga que ya mismo le preparo dos comidas. Al entrar es guiado por la señora directamente a la precaria cocina donde saca de la destartalada nevera un largo pescado- Él viendo el pescado le dice: cómo va a preparar ese lebranche, lo voy a guisar y además tengo arroz de coco ya preparado y voy hacer unos ricos patacones con esos plátanos. La señora al intentar soplando las brasas logra encender la madera seca al poner aceite en el carcomido sartén, coloca el pescado lográndolo freír rápidamente, luego que él le ayuda a pelar los plátanos los parte en pedazos más o menos iguales, los fríe y luego con una especie de mazo los aplana lográndolos fritar, de último calienta el arroz de coco- La señora: ahora el problema es en que va a llevar esa comida. Al ver una palangana de metal coloca lo que hiciera adentro, juega se la entrega diciendo: te voy a cobrar cinco barras- Él le entrega la suma estipulada por ella y sale llevando la palangana con la comida y los cubiertos que la señora le ha prestado, al caminar con el propósito de volver al kiosco, ve el brillo del mar que le da una apariencia conmovedora y extraña, al llegar la encuentra acostada sobre la hamaca- Ella viéndolo le va diciendo: porque tardaste tanto, no te imaginas el susto que me lleve- Comamos que me vas contando. Al poner un sucio manto sobre la arena colocan la palangana y sentados empiezan a comer- él sígueme contando: imagínate que una sombra humana vino de yo no sé dónde y se me estaciono al frente de esta hamaca, al rato tomo una apariencia horrible que me asusto tanto que hizo que gritara como desesperada, grite tanto que esa macabra figura se desvaneció dejando una estela de humo en el ambiente, nunca antes me asuste tanto ya que era horripilante. La abraza- Diciéndole: no te volveré a dejar sola pero si no me dices tu nombre llamo al monstruo para que te asuste- Ella en  son  de  broma  le  responde: eso  es  una  amenaza o una receta de cocina- Las dos cosas al mismo tiemplo- Si es así soy Crey. La abraza y la besa. Siguen comiendo y al estar hambreados le dan rápida-mente mate a la comida- Crey: qué bueno que al menos calmamos el hambre, yo no sé si la comida estaba tan rica o simplemente era el hambre- Las dos cosas, que tal si caminamos para bajar esta llenura- Si vamos. Al levantarse, en el mar y con la arena lavan la palangana y los cubiertos, se disponen a andar haciéndolo en la margen del agua, al fondo ven la tempestad que se avecina- Crey: que rayos más impresionantes será que se viene una tempestad- Espero que no. Poco a poco la tempestad se va alejando en la otra dirección y llega del norte un viento suave que los invade- Crey: ahora si me dio ganas de meterme al mar. Él sin contestarle se va desvistiendo, ella hace exactamente lo mismo y al estar como llegaron al mundo corriendo se lanzan a la quietud del mar, nadan y nadan. En un momento que se toman se besan, lográndose palpar las partes más sensibles del cuerpo, al abrirse al deseo entran en la acción del sexo consumando el amor de sus espíritus- Crey: esto  que  me  está  pasando  con tico es increíble, ya  con anterioridad lo estaba soñando. Al salirse  del agua salada y de la arena se retiran al kiosco postrándose sobre la larga hamaca y al estar desnudos sintiendo la cálida brisa se quedan inmediatamente dormidos.
En la mañana en el momento que se despiertan se ven rodeados de varios niños que los miran con sus caras llenas de alegría- Una niña con su mira-da inocente les dice: ustedes parecen como esos seres de los cuentos- Crey cubriéndose y cubriéndole a él con la sabana desteñida le dice: usted niña se ve muy bella, acaso donde viven…- Un niñito le contesta con su vocecita: vivimos en el pueblo vamos hacia la escuela- Palito: les gusta ir a la escuela…- Otra niña aún más grande: si, cuando jugamos pero no mucho cuando nos mandan hacer los deberes, Ahora ya nos vamos. Al irse los ven que se alejan y al rato no los ven más- Palito mirándola le dice: vayámonos a otro lugar de la playa- Primero compremos alguna olla y comida para cocinar que al hacerlo nos vamos a liberar de ese problema, además de una vez devolvemos el recipiente de metal y los cubiertos a la seño- Si, vamos. Descuelgan la hamaca que doblándola muy bien la meten entre el morral de ella y luego lo que han sacado, se colocan sobre la espalda cada uno su respectivo morral, empiezan andar serenamente de esa manera él la lleva a la casa donde le prestaron la palangana, al llegar tocan la puerta esta vez abre la puerta una pequeña niña que gritando llama a la mamá, ella en menos de nada aparece sonriéndoles- Les habla: amigo raro esta gringa es tu novia…- Ella: si yo soy su novia me llamo Crey mucho gusto en conocerla, se saludan con un apretón de manos- La señora entren que los invito a un café. Van directamente a la derruida cocina, se sientan y al rato las señora les pasa en una taza una buena dosis de café y en un platito varias cocadas, las  cuales las consumen despacio con el caliente café- Crey dirigiéndole la mirada a la señora le dice: que delicioso esta esté café y las cocadas, cuantos viven en esta casa- La señora: mi madre, mi esposo que está pescando, y mis tres hijos y la niñita que está aquí con migo- Al acabar Palito va murmurando: nos tenemos que ir pero gracias por la comida de anoche, por el café y las cocadas. Al darle un beso se retiran por donde entraron, caminan entre las diferentes viviendas y al ver una especie de granero entran al interior, van tomando plátanos, arroz, algunas otras cosas y un bidón de agua, al pagarle al señor que los ha mirado todo el rato con cara como de extrañeza  vuelven a salir- Ella murmura ahora si vayamos lejos de este pueblo ya que para nada me agrada como nos miran. Al volver a la playa andan por el límite del agua y el océano, avanzan lentamente dejan el pueblo muy atrás, al salirse de la playa toman un camino que los lleva a otra playa tan extensa como la primera, al ver una construcción algo desbaratada no dudan en entrar, al hacerlo por un marco sin puerta se posesionan dentro de la vivienda- Crey no está en tan malas condiciones, si la arreglamos al menos un poco la podremos habitar- Si hagámoslo que el día está fresco. Se ponen en la tarea, primero al hallar un palo, un pedazo de alambre y varias largas hojas se construyen una rudimentaria escoba, con la cual ella barre la casa dejando el piso de cemento completamente, limpio, cuelgan la hamaca y ponen en un rincón sus mochilas, ya desnudos y tranquilos van al mar donde nadan viendo el horizonte, al cerrarse con grandes nubes el firmamento van cayendo las primeras gotas, luego se ilumina el cielo con los relámpagos y caen terribles truenos, ellos asustados corren al interior de la construcción, al precipitarse el aguacero el agua se va colando por el techo y las derruidas paredes. Al oscurecerse completamente el viento se hace agreste que mueve la derruida casa, en un momento dado sin que sepan que hacer, entra una figura fantasmal que toma una apariencia horrible, flaca de huesos y un rostro impresionante desfigurado, esto hace que se aprieten cuerpo contra cuerpo sintiendo un verdadero terror. La figura se les aproxima y en el momento que los quiere tomar un increíble relámpago los ilumina, la figura se prende volviéndose toda una enorme llamarada que se los traga, escuchándose los gritos que son también como lamentos y quedando únicamente las cenizas donde estaba la casa desbaratada, como si nunca hubiera habido esa derruida cons-trucción.                        Fin.                                        
                     EL REGALO DEL MAR
Un personaje que se dedica al teatro, arriba al pequeño pueblo de Arboletes. Al bajarse entre la gente sosteniendo un pequeño morral ve hacia los cuatro puntos cardinales, se decide por preguntarle a un par de sujetos que sosteniendo la espalda contra la pared blanca de una de las casas de material y bebiéndose una botella de ron- Al acercarse le pregunta: ustedes deben ser de este pueblo- El más bajo de los dos que a la vez tiene un pronunciado bigote le contesta: si claro,  siempre hemos vivido aquí, acaso usted de donde viene y a que ha venido- Vengo de Cartagena y vine a buscar un amigo que se llama Alejando- Se  quedan  como pensativos y el moreno que sostiene la botella le contesta: debe ser el cachaco, él es más bien alto, de barba y vive con una mulata llamada Carmenza- Por lo que me describe debe ser él, pero no sabía que viviera con alguna mujer, eso no importa donde lo podre encontrar- El primer sujeto que ya le hablara le murmura: ve esa tienda, doble en esa esquina que vera una casa amarilla de un pequeño balcón ahí viven. Al darles las gracias va por donde le indicara, al dobla ve en el otro lado de la calle la vivienda de color de la yema de huevo y de balcón, al atravesar la calle se coloca en frente de la puerta que suavemente toca, al abrirle la puerta una bella mulata de ojos claros que lleva su largo cabello atado con una goma violeta le dice: tú debes estar buscando Alejandro mi compañero- Si claro, yo soy un viejo amigo de la época de Bogotá en la cual hacíamos teatro- Si él me ha contado, ahora está visitando a su madre que sufre no sé qué enfermedad pero siéntate y descanse que ya mismo te sirvo jugo de tamarindo. Al irse a la pequeña cocina vuelve trayendo el jugo con hielo y le entrega el vaso, sentándose en una de las sillas viéndole de frente. Se quedan callados y al rato sienten que Alejandro con la llave abre la puerta, al entrar y volverla a cerrar lo ve sentado, el amigo parándose va a su encuentro, se abrazan con alegría- Alejandro le dice: que buena sorpresa si no te estuviera viendo no lo creería, no has cambiado en nada, si por lo menos han pasado quince años desde que nos vimos la última vez allá en Bogotá- Si claro, ahora a que te dedicas…- Trabajo en la escuela como profesor de historia y geografía, te presento a mi compañera Carmenza. Al darle un beso se sientan ocupando las cómodas sillas- Ella ya mismo te arreglo la cama del cuarto de huéspedes. Se levanta y va directamente a la habitación- Alejandro: Federico tu donde vives en la actualidad y a que te estas dedicando- Vivo desde hace cinco años en la Heroica, cerca del centro me tienen que ir a visitar y me dedico lo mismo que tú a la enseñanza de historia y geografía en un plantel escolar llamado colegio Cartagena pero ahora estoy en licencia- Que bien. Al volver la chica mulata se sienta ocupando la misma silla, hablan los tres de un tema y de otro que se les pasa el tiempo, al oscurecer va diciendo Carmenza: voy a hacer la comida- Alejandro yo te ayudo- Tranquilo amor quédate hablando con tu amigo. Ella va a la cocina mientras ellos dos se quedan conversando sobre la época que hacían juntos teatro. Al comenzar a oler lo que ella está preparando- Federico va murmurando: que rico huele- Mi amor cocina como los dioses ya veras, que tal es vivir en Cartagena- Es una ciudad extraña ya que hay un grupo de gente bastante elitista que viven a la vez como aristócratas y otro lado de la población marginal que vive en la miseria absoluta, además el mar está comple-tamente contaminado ya que los desperdicios humanos van a caer directamente en el mar, es una joda- Lamentable. La chica al salir de la cocina ordena con los cubiertos y las servilletas la mesa redonda y luego trae los platos de arroz de camarones y de último la jarra con jugo helado de tamarindo- Ella ya está lista la cena sentémonos a disfrutar. Hacen lo que dijera ella sentándose, empiezan a comer el arroz con camarón- Federico ya entiendo el porqué de que cocinas tan delicioso, esto es un verdadero manjar. Comen conversando sobre la cotidianidad y  sobre la vida en este pueblo. Al acabar se levantan y entre los dos lavan los platos, la jarra, la olla y los cubiertos en el lavaplatos- Teresa me retiro ya que quede de ir a la casa donde vive mi hermana. Al salir ella se quedan solos- Alejando vamos a tomarnos una cerveza a la playa- Como ustedes me invitaron a comer yo convido a las cervezas- De acuerdo vamos. Al salir caminan hasta la tienda que ya pasará Federico, entran viendo el pequeño mostrador de madera donde está la señora que les dice: me imagino que viene por las cervezas- Si seño deme cuatro cervezas ojala las más heladas. Ella saca del tacho lleno de hielo las cuatro Águilas y se las entrega a cada uno dos, al pagarle Federico salen con sentido de la playa, al pasar entre los cocoteros se instalan sobre la arena viendo las olas blancas del mar, el mismo Alejandro sentado sobre la blanca arena con la navaja que tiene destapador abre las cervezas, van tomando- Federico: que se hizo Sandra la antropóloga con que andabas en Bogotá- Al abrirnos se fue a la sierra no sé nada más, y tú sigues con Claudia la paisa- Nos separamos hace rato y desde ese tiempo ando solo. Toman la segunda cerveza concentrados viendo el mar y al acabarlas de la arena se levantan y al volver a la casa encuentran a la mulata Carmenza sentada leyendo- Federico nena que estás leyendo- ella mostrándole el libro le contesta: es cien años de soledad lo estoy releyendo ya que en la primera lectura siempre falta algo por entender y precisar- De acuerdo ya que los buenos libros hay que releerlos- Alejandro mañana lunes tengo que ir a la escuela como corresponde, vayámonos a dormir que mañana tengo que madrugar. Al despedirse Federico se va al cuarto, viendo que ellos dos hacen lo mismo. Antes de meterse entre la cama prende el ventilador y sintiendo el viento proveniente del aparato se queda de una vez profundo.
Federico algo tarde en la mañana al despertarse se levanta y sale sin encontrar alguno de los dos, sale a caminar en dirección de la playa pero al ver un pequeño lugar de comidas, entra viendo a una linda muchacha blanca de ojos verdes y de cabello algo rojizo que esta desayunando, al sentarse ocupando la otra mesa viene la señora morena que al verlo se le acerca diciéndole: Desea desayunar- Si claro pero que tiene para desayunar- Hay huevos revueltos o fritos, pan, queso, jugo de naranja café o café con leche- Deme por favor huevos fritos, queso, pan y café- Ya mismo le traigo lo que usted me dijo. Al volver a dirigirle la mirada a la mujer joven, ella le responde mirándolo- El sin temor le comunica lo siguiente: quieres que me pase a tu mesa así hablamos- Si claro. Al levantarse y acercarse la ve aún más bella y le dice: eres muy linda, que hace una mujer tan bella aquí en este pueblo- No vivo aquí ya que vengo de Cartagena- Que coincidencia ya que yo también he venido del Coralito de piedra, donde me dedico a enseñar en el colegio Cartagena geografía y historia y tú a que te dedicas allá y porque estás aquí hablando con migo…- Eche doy clases de Inglés en el Colombo-Americano pero he pedido vacaciones, aquí estoy visitando a mi amiga Juana que vive aquí con su novio y llegue esta mañana. Al traerle la seño el desayuno empieza a masticar sin quitarle la vista a ella de encima- Luego que termine me quieres acompañar a la playa- si claro, así conozco. Al terminar ella lo ve consumir el desayuno que lo hace lentamente, al acabar se levantan y luego que le pagan a la señora salen con sentido de la playa, bajan la calle encontrando la playa de un mar muy picado sentándose a presenciar el espectáculo de las grandes olas- Ella le murmura: en este mar no me meto ni de vainas- No se debe hacer ya que está demasiado picado más bien vamos a caminar por esta playa. Al levantarse sobre  la  arena  blanca  viendo  las inmensas olas  que rompen creando una atmosfera bravera- Él volviendo a irrumpir sobre el silencio le habla: estudiaste ingles a donde- En California, ya que viví por más de siete años donde estudie arte pero nunca me dedique de lleno a pintar lo hago esporádi-camente. Tú estudiaste historia y geografía- No para nada termine teatro en la escuela de arte dramático en Bogotá, trabaje con varios grupos y al pasarme un accidente decidí irme a Cartagena donde por circunstancias de la vida empecé a dictar esas asignaturas y ya llevo varios años en ese cuento. Caminan hablando airadamente sobre sus respectivas vidas, de esa manera llegan al volcán de lodo- Ella viéndolo dice: que es esto…, parece algo así como un manantial, un hoyo de barro. Mira lo burbujeante que es- No, se trata de un volcán de lodo que tal si nos metemos- me da miedo- no hay porque temer, espera que ya mismo me meto. Al introducirse entre el volcán sintiendo el lodo algo caliente y burbujeante- metete que es una sensación deliciosa. Ella luego que se despoja de la camiseta azul claro y quedando en un vistoso bikini, con cierto temor se mete sintiendo la bacana sensación y van flotando entre el lodo algo caliente que no pueden sumergirse sino por el contrario flotar, al salir lo hacen impregnados de lodo- Ella luego que se ríe modula los labios hablando: al ver nuestros cuerpos parecemos que fuéramos dos estatuas que hubieran sufrido una calamidad producida por un volcán- Te refieres a Pompeya y Herculano- Si exactamente eso. Al empujarla suavemente van corriendo hacia el mar donde se lanzan entre las olas lográndose sacar del cuerpo el lodo, hacen lo mismo una y otra vez. En un instante de calor se toman de la mano cerrando los ojos instantáneamente se van  besándose- Federico Abrazándola contra su cuerpo le murmura: yo soy Federico y tu cómo te llamas…- Alicia. Se vuelven a besar largamente- Ella le dice: me gustaría encontrar un buen lugar en esta playa para ver el atardecer- Si es así vamos que lo buscamos. Mueven los pies agilizando sus movimientos de esa forma llegan a una gigantesca roca, con la ayuda de él que dándole la mano logran treparla, al ver el sol que está muy cerca del mar, fijan las miradas en el sol que ya está descendiendo en dirección del océano- Ella al ver flotando algo así como  cajas dice: que es eso que está trayendo el mar…- Vi algo así como cajas de cartón acerquémonos a ver de qué se trata. Al descender de la roca se acercan por la arena al mar, al ver una caja de cartón ella la alza y al abrirla fácilmente ya que esta bastantemente húmeda se dan cuenta que son nada menos que quesos holandés; ella al tomar otra casi igual al abrirla se enteran que son muchas latas de cerveza y otra aún más grande al abrirla encuentran latas de atún, de salmón, de pulpos y de otros mariscos. Al querer volver llevando las cajas a la roca ven otra caja, él al meterse entre el agua la toma llevándola a orilla al abrirla se enteran que se tratan de botellas de whisky y dos cartones de cigarrillos- Ella con todo esto nos podemos hacer una rumba, veamos el atardecer y después donde llevaremos todo esto…- Se me ocurre que a la casa de mi amigo Alejandro, que es donde me estoy quedando. Al volver a trepar la roca se posesionan y van viendo como lentamente desciende el sol entre el mar, al verlo que se topa con el océano se vuelve el ambiente más anaranjado- Ella como pensativa va hablando: cómo es posible que encontráramos esas cajas con las latas de cerveza, con todo ese queso holandés y con las otras cosas de fumar, comer y beber. ¿Qué crees  que pudo ser? A lo mejor fue un barco que llevaba contrabando o que naufrago- Todo es posible pero gracias a yo no sé guíen o guienés tenemos todo esto. De esa forma ven cómo va oscureciendo, antes que oscurezca completamente vuelven a bajar a la playa. Decididos a irse recogen las cajas que entre los dos se encargan de llevar como pueden, a pesar del peso y de la dificultad de llevar esas cajas caminando se ponen en marcha logrando llegar al pueblo, al ver a un señor le obsequian con algo de lo que llevan y de último le dan dos paquetes de cigarros que enseguida guarda en el bolsillo de la camisa. Al llegar ante la casa de Alejandro y de novia, al tocar él la puerta Carmenza les abre la puerta diciendo: guíen es ella y que es todo eso que llevan en esas cajas- La chica blanca: mucho gusto soy Alicia y estas cajas las encontramos entre el mar- Que chévere. Al surgir de la habitación Alejandro ve a la chica hablando con Federico y su novia Carmenza- los interrumpe diciendo: ¿qué son esas cajas tan vueltas mierda y guíen es la chica?- Carmenza: mi amor no te adelantes a los hechos, tranquilo- La conocí esta mañana en el restaurante donde desayune, se llama Alicia y lo más particular es que vive en Cartagena, como la magia no termina encontra-mos en el mar todo esto. Alejandro al ver lo que contienen las cajas- Va diciendo pues celebremos algo, tu llegada, el encuentro con esta bella mujer, mejor dicho arrumbear. Al sacar entre los cuatro todos los víveres, las cervezas y los cigarrillos los van poniendo sobre la mesa lográndola llenar. Al poner música rock colocan varias latas de cerveza entre la nevera, la pareja de anfitriones sacan varias cubetas de hielo, logrando poner rápidamente el hielo en una especie de hielera y al abrir una de las botellas de whisky vierten parte del líquido en tres vasos iguales, les agregan a cada uno de los vasos una buena cantidad de hielo, al levantar cada uno su correspondiente vaso, brindan chocando los vasos- Carmenza a los gritos: que viva la alegría, el encuentro de los amigos y sobre todo conocerla a ella. Empiezan a moverse al ritmo de Jethro Tull tomando y bailando con las requeridas ganas, de esa manera logran terminar con el contenido de la botella, luego beben cerveza sin dejarse de mover y entre beso y besos se encienden, al cambian de música siguen al compás de los Beatles; al abrir otra de las botellas de whiski el propio Alejandro, regando algo en el piso vierte una vez más gran parte del contenido en los cuatro vasos, como es de  suponer vuelven a brindar como la primera vez, al cambiar de música del rock al vallenato se atrincheran moviéndose muy pegados cada una de las dos parejas, de esa forma beben moviéndose bien amacigados. Al estar más prendidos que una orquesta. Bailan y bailan hasta que se va la luz, Al estar más que prendidos por todas las cervezas y las dos botella de whisky que se han tomado, Federico aprovechando la oscuridad logra jalar suavemente a su amiga arrastrándola al cuarto, al desvestirse lanzando todo al piso, ya en la totalidad de la desnudes al no calcular bien en vez de caer sobre la cama lo hacen al piso de baldosas, se arrastran logrando posesionarse en la cama con la única intención de amarse. Lo hacen de una forma y de otra lográndose ensimismarse como si estuvieran en otro mundo.                                    Fin.                                      
 LO SUCEDIDO EN EL ADVENIMIENTO  DE  UN VIAJE
Cierto personaje decide sacudirse de la ciudad, va por la carrera séptima, pensando en su realidad que es relativamente positiva, en sus bajones, en la rutina de pintar y tener que hacer dinero para subsistir y con ese punto de vista se decide abrirse de Bogotá. Al querer pasar lo ancho de la avenida se tiene que detener, debido al que el semáforo está en verde y el tránsito de los diferentes vehículos es interminable. Luego de ese particular suspenso puede continuar ya que el semáforo cambio a rojo y los automotores se han detenido, al llegar al otro la-do del andén su mirada se cruza con la de una rubia, al no darle importancia a eso continua igual, al ver un café se detiene y resuelto entra sentándose ocupando una de las tantas mesas, en instantes se presenta uno de los meseros- Que le dice quiere ver la carta…- No gracias, lo único que quiero es un café bien espeso- Ya mismo se lo traigo. Al ver que el tipo se retira perdiéndose de su vista, vuelve a los pensamientos anteriores, estando en esas el sujeto de traje y corbatín le trae el café en un pocillo normal que lo va colocando sobre la mesa, al irlo tomando lentamente saca de los pensamientos como conclusión que se tiene que ir a descansar a una playa, como recuerda que su abuelo Papeyo vive en la Doctrina un pueblo cerca de San Bernardo del Viento, se decide por esa cómoda opción, y como conoce a alguien  que le puede cambiar una pintura por un pasaje de avión. Luego que termina con el café se levanta muy decidido a ir a su apartamento por algunos cuadros. Antes de irse paga el café y al salir toma en dirección de la Candelaria, como camina rápido llega en menos de nada al Barrio, al tomar la tercera le baja el ritmo y camina más tranquilo observando las fachadas de las calles coloniales y sus respectivos balcones, al doblar por la panadería habitual toma la novena y luego arriba a la construcción colonial donde vive, con la llave abre la puerta que lo lleva al patio centrar, y al decidirse abrir la puerta, lo hace con la llave viendo la fuente, entra yendo al taller donde recoge la carpeta de cuero donde guarda las pinturas que quiere vender, Al colocarse la larga correa  carga la carpeta y tan rápido como entro sale, al ver un taxi le pone la mano- El taxista abriéndole la puerta de atrás le dice: a donde quiere que lo lleve- Me dirijo a la calle dieciséis con novena- Súbase que  ya mismo lo llevo. Al colocar la carpeta sobre el asiento se sube sentándose, el taxista pone el auto en movimiento de esa forma a pesar del tránsito lo lleva, al llegar luego que le paga la carrera al taxista abriendo la puerta se baja, luego que se vuelve a colocar la carpeta camina unos pocos pasos de esa forma entra en el sitio de los pasajes aéreos y de los planes turísticos, Al ver al personaje dueño lo saluda de la mano- Diciéndole: que tal la vida amigo Silvio- En general bien pero ese milagro de venir por aquí- Desde hace días he querido venir pero he estado ocupado pintando- Ha entiendo, desea algo- Si como deseo descansar quiero proponerle algo interesante que le puede gustar- Me imagino que es lo referente a las pinturas, imagínese que le quiero regalar a mi esposa un cuadro para que lo ponga en su estudio, muéstreme que trae en esa carpeta. Al abrirla le muestra varios cuadros que los ve detalladamente- Le dice: me gustaron estos dos, ¿que cuestan?- Se los cambio por un pasaje a Montería ida y vuelta y algo de dinero- Lo del paisaje no hay problema pero cuanto de dinero estipula que cubra el resto del valor- Yo creo que tanto- Si es razonable, toma el dinero y dígame cuando quiere viajar- Lo más rápido posible- Le sirve para mañana viernes a las diez de la mañana- Es perfecto. Al rato  le  entrega  el  boleto  de  Avianca  para  esa  fecha,  al despedirse del amigo con un cálido abrazo, alegremente sale a la calle, va a la cinemateca donde ve Vivamente el domingo de Truffaut que le agrada, luego vuelve a su lugar a comer algo y a dormir.
Como ha puesto el despertador desde la noche anterior, suena a las ocho y media exactamente, al despertarlo se levanta hiendo al baño donde se baña rápidamente como el sonar de un pedo, se viste livianamente, ordena con pocas prendas el pequeño morral y luego que desayuna con lo que encuentra, sale y busca un taxi, al encontrarlo poniéndole la mano lo detiene- el conductor le habla: a donde va- Al aeropuerto. El señor arranca el auto al salir de la candelaria toma la av. veintiséis que lo lleva en dirección del aeropuerto, luego que ve en el recorrido las diferentes construcciones y potreros encerrados con postes y alambre de púas arriban a un costado de la fea edificación, luego de pagar y de ponerse sobre la espalda el morral, cruza la puerta eléctrica y hace la respectiva cola para que le marquen el pasaje, la cola avanza lentamente él se desespera al sentir el fuerte perfume de la señora que va adelante suyo, cuando llega ante la particular separación le muestra el pasaje, la joven lo sella diciéndole: no lleva maleta verdad entonces aborde en el muelle nacional el avión. Sale como si nada, toma la escalera eléctrica y al entrar en el muelle con sus pies va abarcando el largo pasillo, al sacar un diminuto barrillo lo enciende, fuma tranquilamente dispersando el humo en el ambiente de esa forma logra acabarlo. En el otro lado del pacillo, baja las escalas al salir a la intemperie ve el avión, tomando las escaleras metálicas arriba al interior del aparato volador, saca el pasaje dándose cuenta que le corresponde la silla numero treinta y cuatro, al pasar ante las silla ocupadas y desocupadas por fin ve el número correspondiente al de su pasaje, como no hay nadie ocupando la primera silla se sienta en la segunda viendo a través de la ventanilla parte de la edificación y de la pista. Ya tranquilo se relaja cerrando los ojos, siente que alguien se sienta en el puesto contiguo pero no le importa. Al rato siente que avión se empieza a mover, rápidamente toma la pista al detenerse acelera las turbinas y al arrancar velozmente empezándose a elevar, al abrir los ojos voltea la cabeza viendo a una bella chica de pómulos sonrosados, labios gruesos, de profunda mirada y de cabello crespo y largo. Al  ver hacia abajo le ve las lindas piernas, ella con cierta picardía lo mira pero él prefiere  mirar  hacia la ventanilla observando las nubes muy blancas, luego el paisaje verde y al empezar a decolar la inmensa llanura bastante verde, los diferentes árboles y luego al tomar la pista siente como una descarga y un empujón, al frenar el aparato ve las instalaciones del aeropuerto. Al quererle hablar a la chica ya se ha levantado, al salir la ve delante de varias personas y de esa forma sintiendo la sensación de calor húmedo baja, al entrar en la edificación adelantándose a los demás trata de divisar a la bella chica, la busca entre la construcción sin lograrla hallar. Piensa como es posible que allá desaparecido como si se la hubiera comido la tierra, al desistir del cuento sale caminando por la avenida siempre tratando de pasar ante la sombra de los lagos árboles, al llegar al encuentro de las dos arterias principales como sabe la dirección del lugar donde quiere ir, al cruzarla se estaciona en el otro sentido de Montería, se cubre del sol con la sombra de un palo de mango, al ver la vía con tampoco transito luego que pasa una camioneta y un jepp al pasar una chiva un hombre va gritando Lorica, Coveñas y Tolú- El silbando con todo lo que le dan los pulmones, hace que el conductor hace que se detenga un poco delante de él, al  correr  le  da  alcance subiéndose y se sienta al lado de una gorda mulata ya como arranco la chiva va sintiendo el frescor que llega de las mentirosas ventanillas que por supuesto no tienen vidrios, él se concentra en lo que va viendo que se tratan de potreros, charcas, animales domésticos, con ese sentido de la realidad el particular bus de palitos arriba a las calles de Lorica, y solamente se deti- ene en frente del mercado, al bajarse los ocupantes del bus en algarabía lo hace de ultimo. Al sentir la potencia del calor siente una sed increíble, no duda en buscar una tienda, caminando la encuentra y al entrar una regordeta le vende una Coca Cola helada, se la va tomando pensando que en vez de ir a la finca de su abuelo vaya directamente a San Bernardo a la playa. Luego de terminar la pone sobre el escaparate y al ver a un jepp Willis va a su encuentro, lve al ver al personaje moreno que lo conduce- Le dice: usted debe ir a San Bernardo del Viento- Tu con esa pinta de dónde vienes- Te refieres a mi cabello largo a estos bluyines de bota campana y a este collar precolombino- Eche sí, pero dime de dónde vienes- Que tal si te digo de Cartagena- No te creo- Porque  razón…- Porque  los  cartage-neros  no  se visten  de esa manera- Entonces como se visten y que me dice que mi abuelo es Pedro Clavel Martínez- No joda, puro embuste- Bueno si no me cree no es problema mío. No terminan de hablar y el Willis vuelto mierda se llena de pasajeros. Sin ponerle más cuidado al personaje arranca el vehículo, al darle la vuelta al pueblo sale por la vía destapada- Una señora al verlo le va murmurando con su voz: cachaco vas a la playa- No soy cachaco ya que soy de la heroica, si no que vengo de Cachacolandia- Uso ahora si le creo. El estrambótico conductor enciende el radio a todo lo que da escuchándose un lamentable ballenato que irrumpe molestamente en los tímpanos, el viaje más esa gorda que lo tiene estrujado y los huecos que hacen que se sacuda el jeppeto se hace el viaje eterno, por fortuna llegan al feo pueblo, se baja mareado que se tiene que sentar sobre el mismo anden derruido, al calmarse e irse el mareo se levanta y al querer ir a una tienda se frena con una piedra perdiendo el equilibrio y cae contra el piso arcilloso, al ver lo sucedido una pelada se le acerca y riéndose le habla: Viejo Gabriel ya estas comprando tierras por estos lares cordobeses- Él la mira detalladamente a la muchacha que está en chores  mostrando  sus  bellas  piernas, con  un  cuerpo algo esbelto que le da una conformación de belleza, sin creer lo que está viendo va murmurando: Diana Buitrago como así que estas por aquí, no lo entiendo si hace menos de tres días te vi en el Goce Pagano bailando como un trompo- Vine de repente casi ni lo planee si no te lo hubiera dicho, pero ya párate que te ves ridículo- Al levantarse va diciendo: solamente estas situaciones me ocurren a mí. Se ríen como bestias- Al detenerse de reír ella va diciendo: qué tal si nos vamos de una a la playa- Vamos que el sofoco esta como para derretir a cualquiera, pero espérame un momento que compro comida en esa tienda. Al separarse de ella va a la tienda donde entra y al atenderlo una señora le compra lo habido llenando la mochila, de enlatados, pan, papas fritas, cigarrillos y una Coca Cola familiar y al salir va al encuentro de ella que esta absorbida viendo las sombras producidas por los árboles- Él le dice: aterriza, más tarde te invito a alucinar- Si es así vamos. Luego que se carcajean como locos empiezan a caminar sintiendo el sol a sus espaldas- ella andando va diciendo: me estoy muriendo de calor- Claro si son como las  dos  de  la  tarde,  cuando  el sol más calienta. Dejan de hablar ya que la alta temperatura no se los permite, en la lejanía empiezan a divisar la altas palmeras de coco, lentamente logran llegar viendo el mar azuloso. Al verse directamente a los ojos un buen rato, sin decirse nada lentamente se desvisten lográndose despojar quedando tan libres como llegaron al mundo, al verse la desnudes a pesar de sentir la arena hirviendo corren tirándose entre el oleaje del océano, se toman de las manos de esa forma van pasando por debajo de las grandes olas- ella sintiendo el frescor en su piel va murmurando: que delicia este mar y más aún con tan buena compañía- es perfecto, por fin me estoy desquitando ya que cuando te quería proponer algo, eche siempre pasaba algo ajeno a los dos- No acaba de decir eso y una gran ola que va llegando con una fuerza que al reventar los empuja hacia el fondo, él sale logrando estabilizarse y al no verla va diciendo: mierda. Al rato la ve con el pelo alborotado, nadando le da alcance y la estrecha contra su cuerpo diciéndole: que revolcada tan hihueputa- Que susto ya que pensé que no volvería a salir de ese trance, más bien salgamos que con esta he quedado agota. Salen  entre  las  olas  que  a  la  medida  que avanzan entre el agua decrecen con menos intensidad y de esa forma pisan la arena firme, al ver una palmera van a su sombra y se acuestan sintiendo la arena en la espalda, al voltearse a la misma vez encuentran sus labios dándose suavemente un gran beso amoroso- luego ella le afirma con su voz: siempre me gustaste, pero ahora que te veo me pareces increíblemente bello- Él le contesta: mi caso es parecido pero a la vez es diferente ya que siempre me pareciste lindísima, y en este momento lo estoy confirmando. Se vuelven a tomar abrazán-dose de la cintura y como la primera vez se vuelven a besar. Al transcurrir el tiempo se que-dan dormidos por un buen rato, al despertarse sienten el impacto del sol sobre sus cuerpos sintiendo el ardor- Ella: Gabriel que brutos como nos hemos quedado dormidos, ahora tendremos que sufrir las consecuencias- No le pongamos bolas a eso más bien disfrutemos- Si claro, mejor busquemos donde podemos colocar la hamaca que tengo entre este morral. Al decidirse encuentran un lugar entre dos de las palmeras, cada uno amara de un extremo la soga a una palmera quedando la hamaca algo templada, se acuestan logrando detener al mundo sin pensar en nada viendo que el sol se refugia entre el bravo mar y al oscurecer aparecen las estrellas en el cielo- Diana como despertando del trance va murmurándole: ahora si me dio hambre que vamos a comer- No te preocupes que ya mismo de mi morral voy a sacar algunas cosas de comer que compre en el Viento. Al levantarse del morral extrae una lata de atún, un largo pan. Al abrir la lata y partir el pan en el medio se fabrica un san duche que al dividirlo en dos despacio comen- Diana luego de que traga va modulando con sus labios: con esta hambre para nada está mal pero por favor sírveme de la bebida negra. Al abrir la tapa de rosca sirve parte de la Coca Cola en dos vasos plásticos, de esa manera comen y beben, al terminar se vuelven a introducir entre la hamaca que en instantes se quedan profundamente dormidos.
En la mañana son despertados por el grupo de amigos de la Candelaria- Ella viendo el rostro generalizado de todos: no joda que le cayó a la sopa, como así que ustedes están aquí si no los viera no lo creería- Una chica de cabello largo y negro, como también de ojos supremamente negros le contesta: estamos en esta playa desde el lunes pasado, lo único que sé es que lo tenemos que celebrar con creces- Víctor que es un muchacho un poco bajo de estatura, de cabello lizo y largo, y un poco pasado de peso va diciendo: por ahora me voy a fabricar un barrillote para que todos fumemos. Marcela que es una joven de cabello crespo largo, de pronunciadas cejas y de piel canela- Le responde: déjame a mí que yo lo hago más rápido. Él le pasa la mariguana a ella que en un santiamén lo arma- Como el que lo arma lo prende ya mismo lo enciendo. Lo hace con un pequeño encendedor de gasolina, dándose varios plones y luego se lo pasa a Víctor que hace exactamente lo  mismo; al pasárselo de uno al otro le dan varias vueltas logrando cada uno fumar varias veces. Al rato se presentan la flaca Ligia, Humberto el calvo, con su hermana Claudia que se sientan sobre la arena en el círculo de los personajes- La flaca va hablando: como veo que ya fumaron voy armarme uno muy grande. Ella de su mochila harruaca saca una especie de envoltura que al abrirla se viene una brisa, que sin darle tiempo de que algo ven como la verdosa hierba vuela por doquier- Ella algo desesperada por la acción murmura con su voz: maldita brisa ya vieron lo que hizo, pero afortunadamente tengo más. Saca de la misma mochila otro paquete similar, se pone en diferente posición dándole el viento en la espalda, con la agilidad requerida lo pega quedando prácticamente como un cigarro, lo enciende dándose varias copiadas, lo pasa y de esa forma todos fuman hasta extinguirlo- Marcela haciendo un extraño gesto va diciendo: que delicia de traba además combina excelentemente bien con esta bella playa- Diana interrumpiéndola va murmurando: donde se están quedando- Ligia: donde la seño Albina cerca de aquí y a pocos metros de esta playa, además como sus hijos y su marido son pescadores siempre tienen pescado fresco- Gabriel: será que nos podemos instalar con ustedes donde la señora- El Calvo: claro, que problema va a haber si quieren vamos que nosotros vamos para allá- Diana espérenos que ya mismo descuelgo la hamaca. Viéndolos sus amigo, entre los dos desamaran la hamaca y por último Diana la guarda entre su morral, al colocárselos en la espalda todos empiezan a movilizar sus dos extremidades, lo hacen entre la división  modificante de la arena y el mar- Andando la Flaca va hablando: nunca desearía irme de esta playa, más bien me quedaría a vivir aquí. Van cantando melodía tras melodía acompañados por la flauta de Marcela, al ver en la distancia la construcción de palma entre  los  altos  cocoteros, se  dirigen  al  lugar  logrando  llegar, al ver a la señora Albina que está colgando sobre las cuerdas unas sábanas y alguna que otra toalla la saludan- Ella les contesta: veo que están alegres, esa es la actitud porque si no se los comen el tiburón, veo que me han traído a esta simpática pareja- Víctor contestándole le dice: ellos son amigos del barrio- La chica le murmura: mucho gusto él es Gabriel y yo soy Diana. Se dan la mano como si ya se conocieran- Albina: quieren que les prepare a cada uno arroz de liza, patacones y ensalada- El Calvo: yo creo que si verdad…- Todos en coro: claro que sí. Luego que le ayudan a ellos dos a amarar la hamaca entre dos alargados postes al lado de las de ellos, decididos se van al mar, lo hacen corriendo zambulléndose, van jugando con las grandes olas que muchas veces los hacen tragar agua- Diana luego que la zambulle una ola va diciendo: no puedo más me voy a salir. Al verla salir la imitan tirándose todos sobre la arena sintiendo de a poco el sol sobre sus cuerpos, ya secos tratan de armar un Barreto pero pasa lo de la primera vez, la mariguana gracias a la brisa se les vuela perdiéndose entre la arena- Víctor después que se ríe ha-bla: por fortuna tenemos bastante y aquí es casi regalada que no me preocupa en absoluto. La flaca Ligia en un dos por tres lo logra armar, luego de que se da varias pitadas se lo da a Diana que fuma de igual manera, y al pasárselo de mano en mano van fumando logrando terminar muy rápido- El Calvo: que garganticas parecen aspiradoras- La Flaca: más bien yo diría que no te excluyas ya que tú eres tan garganta como cualquiera de nosotros. Al rato aparece en la escena la negra albina que dice: ya pueden pasar a la cocina que están servidos los platos con arroz de liza. Al levantarse se sacuden la arena y van hasta la destapada cocina, que únicamente el techo de palma esta sostenido por cuatro columnas gruesas de madera, ocupando la mesa se sientan a disfrutar del almuerzo- Víctor luego que se saborea dice: me encanta este arroz de liza, hay guíen diga lo contrario- Marcela: es imposible decirlo ya que esta riquísimo. Van comiendo hablando todo lo referente al mar de esa forma casi al tiempo acaban- Marcela parán-dose va hablando: que llenura me voy a recostar en la hamaca. Ella hace lo que dijo durmiéndose en el acto, mientras sus amigos discuten sobre cuestiones varias. Diana mirando a Gabriel le dice: tengo ganas de caminar para bajar el almuerzo- Pues vamos. Sin despedirse se retiran del lugar andando por la playa, al encontrar un particular lugar, entran viendo las diferentes botellas de licores, al aparecer un señor de amplio bigote- Les dice: quieren algún licor en especial- Diana de cuales tiene…- tengo whisky, aguardiente, ron tornillo- Diana dirigiéndole la mirada a su amigo le dice: de cual compramos- Se me ocurre que ron tornillo. Al bajar una de las botellas del estante se la da a ella- Que a la vez habla: por favor denos hielo y una coca- No tengo hielo pero la gaseosa está bien helada- Gabriel: si denos una grande y dos vasos plásticos. Al sacarla  del barril del hielo se la entrega, luego que le pagan salen a la playa viendo que el cielo está algo nublado, se sientan en la arena y él enseguida abre la coca al servir una buena medida en los vasos, luego que abre la botella del ron amarillento le agrega para volverla a tapar, brindan dándose un largo beso y toman una buen trago. Beben en silencio observando el mar, al bajarse más de la media botella y gran parte de la bebida negra se paran y bailan con la única música que se trata del largo zumbido producido  por  las  olas  del mar, al cansarse de hacerlo se vuelven a sentar sobre la arena viendo como la brisa mueve las alagadas ramas de los cocoteros- Ella distorsionando su forma de hablar: este ron tornillo esta excelente mira como ya estoy de prendida. Luego que se besan prolongadamente él introduciendo la mano en la parte de arriba del biquini le acaricia las tetas y ella le dice: ten paciencia ya que aquí esas personas nos están mirando. Al sacarle la mano siguen tomando logrando desocupar la botella, de noche se levantan sintiendo la péa viva y caminan en zigzag entre la oscuridad de la playa, no se dan cuenta como llegan y al acostarse en la hamaca sienten que el mundo les da vueltas y a pesar de eso logran dormirse. En la mañana él abre los ojos viéndola a ella que duerme profundamente, al levantarse piensa que es el momento de ir a visitar a su abuelo. De una sin hacer ruido para que ella no se despierte va armando el morral, al tenerlo listo se lo coloca sobre la espalda y parte con destino del pueblo, al pesar del calor llega y al ver a una señora que en una pequeña chaza vende arepas de huevo, le pide una que acompañándolo de una Román se la come, al pagarla toma el jipeto, que lo lleva rápidamente a pesar de los huecos al río Sinú, tienen que esperar a que vuelva el viejo planchón, al acercarse el conductor arrancando logra encaramar el viejo Willis, al llegar un pequeño camión y una camioneta el planchón toma velocidad y de a poco logra atravesar el ancho del río de aguas barrosas, en el momento que llegan al otro extremo, luego de que salen los dos vehículos lo hace el jipato de esa forma al estar pasando a un costado de la finca- Gabriel grita: Parada. El pequeño vehículo se detiene y él sosteniendo el morral se baja, viendo que el jipp arranca abre la pequeña portada, al acercarse a la casa de material impecablemente pintada de color azul, ve justo a su abuelo que al verlo se alegra, al acercarse se estrechan dándose cortos golpes en la espalda- El Abuelo le dice: a que se debe el milagro…- Este viaje ha  sido repentino, vine especialmente a visitarte ya que estoy en la playa con unos amigos, pero solo me quedo hasta mañana ya que ellos me esperan- Está bien, acompáñame a ver como marcan el ganado. Andan tranquilamente para arribar al establo, al treparse sobre el andamiaje de madera van viendo  como  entre  varios personajes con un instru-mento de hierro al ponerlo sobre la candela que arde, con otros que sostienen al bobino de raza costeña le aplica el apara tejo en la nalga lográndolo marcar con las iniciales del abuelo, de esa misma forma ven marcar varios de esos animales de cachos, haciéndose ya tarde- El abuelo va murmurando: por hoy ya fue suficiente, al ver que retiran los trabajadores montados a caballo las vacas y los toretes del establo haciendo un polvero bestial, se retiran a la casa donde la señora que atiende al abuelo los hace pasar al pequeño comedor, al sentarse ocupando la mesa charlando van consumiendo la carne, la yucas y las tajadas de plátano. Al terminar se van al cuarto donde se acuestan sobre las hamacas viendo la programación del canal de la televisión, se quedan en esas dormidos.
Sobre la madrugada van abriendo los ojos, al levantarse se toman un tinto y con la primera luz salen al establo a ver el ordeño, observando que rápidamente llenan varias cantinas con la leche de las vacas. Al culminar vuelven a la vivienda donde se hacen servir de la seño el desayuno, al comerse los huevos, el pan con mantequilla, el queso costeño y el jugo de naranja, como Gabriel detesta la leche deja intacto el café con leche. Al levantarse le dice al abuelo: me llegó la hora de irme. Se vuelven abrazar de la misma manera y luego el abuelo saca varios billetes y se los da diciendo: para que disfrutes y ojala encuentres alguna novia para que la pases como se debe, increíble-mente. Al darle un pico al abuelo se coloca el morral y haciendo un extraño gesto se retira, volviendo a tomar la vía destapada, lo hace yendo al planchón y al ver una camioneta se sintoniza con su dueño haciendo que lo lleve, al llegar el planchón al otro extremo del río la camioneta bajándose parte y al ir velozmente llega a San Bernardo. Donde al entrar en una especie de bar abierto, un primo que está sentado lo llama, él ni corto ni perezoso va a su encu-entro, en el momento que llega a la mesa- Este se levanta diciendo: oye Cabo que está pasando que estas por aquí, como va esa pintura-  Vine a la playa y ahora vengo de visitar al abuelo y pintando como siempre pero esta vez no he traído nada- Chévere, este encuentro amerita celebrarlo ya mismo pido una botella de whisky. El primo al levantarse le pide al señor lo que dijera, al rato el mismo tipo la coloca la botella  sobre la mesa, luego dos vasos, y un jarro con hielo, se sirven y brindan mirándose a los ojos- Gabriel le murmura con su voz: que tal la finca…- La vendimos- Como así…- se nos presentó un buen com-prador que al pagarla muy bien no dudamos y se la vendimos y ahora pienso dedicarme al negocio del café- Bueno si eso es lo que quieres está bien. Se quedan callados, al rato empiezan hablar cada uno sobre sus vidas de esa forman logran terminar con el whisky- El primo algo borracho viéndolo a él se va de bruces contra el suelo de baldosas, él al intentarlo ayudar al tipo se le caen un billete de un valor alto, Gabriel haciéndose el loco lo toma introduciéndolo en el bolsillo de su bluyín- el primo al reaccionar abre los ojos diciendo: que huma, es mejor que me vaya a mi casa por favor acompáñame. Lo ayuda a que se levante al caminar el primo le indica con un ademan la dirección de la casa, caminan viéndolos varias personas, una y dos cuadras al subir las gradas el mismo primo toca la puerta, al rato abre una mujer baja de estatura que al darse cuenta de la fuma – Con rabia grita: este hombre está otra vez peádo maldita sea. La mujer de un puerta so cierra la puerta y Gabriel escuchando el sí pote lío sale a perderse escaleras abajo, todo esto hace que se le pase la fuma y al ver una especie de licorera no duda en entrar y le compra al moreno una botella de escoces, bolsa de hielo, dos vasos de vidrio y de último una caja grande de chicles, al salir se agacha y del suelo recoge algo tan campante como llego camina los tres kilómetros al lugar de los amigos, al llegar ve la luna reflejada en el mar que esta vez está más calmo, los busca como tiene calor va a la ducha, al entrar ve a Diana que al estar bañándose con el Calvo se están besando, esto lo espanta saliendo prácticamente corriendo, al ver una silueta se le presenta dándose cuenta que es la bella Marcela, que al verlo se asusta, luego que se logra calmar le dice: que susto me has dado. A donde te has metido, aquí hemos pensado hasta que te habías ahogado, claro que al ver que no estaba tu morral lo desechamos, pero cuéntame a donde estabas…- Fui a visitar a mi abuelo ya que al venir no lo hice- Ya entiendo, que tal si vamos a la playa. Salen del lugar de los cocoteros a la inmensa playa iluminados por la luna que está reflejada en el mar, el dándose cuenta de su belleza- Le habla: sal a correr que no lo dudes que te voy a dar alcance. Deja que se impulse, al verla que corre va tras ella de la misma manera corriendo, al tenerla tan cerca de un envión se le lanza cayendo sobre su espalda van a dar contra la arena con morral y todo, la braza y sin importarle un culo la sujeta entre sus manos, al encontrar sus labios se besan con gracia sensualmente, hacen una pausa para mirarse y lo vuelven hacer con gran ímpetu- Ella: me encanta como besas- Que tal si nos tomamos algo especial que tengo entre este morral- Que buena idea pues tomemos. Al abrir el morral extrae la botella de whisky, los dos vasos y la bolsa del hielo que ya chorea, él mismo sirve y viéndose directamente a los ojos brindan y van tomando lentamente- Ella le murmura con su suave voz: yo te conocí una noche en Quiebra Canto- Claro que me acuerdo porque es imposible no acordarme de ti- Lo debes decir como un cumplido nada más- Tú crees que yo soy de esos que viven aparentando- Tal vez si- Lo que pasa es que eres una sinvergüenza- así lo crees ya que soy una mamagallista de tiempo completo. Se ríen en forma invadiéndolo todo con sus carcajadas- El viéndola la besa y le dice: quiero ver lo que me encontré en esa licorera. Al sacar el raro paquetico descubren que se trata nada menos que de cocaína pura, con un pitillo se dan varios paces quedando con la fuerza bestial, esto hace que se desnuden ahí donde están, con tremendo ímpetu corren lanzándose entre las olas, al tomarse se besan con cierto delirio, al atraerse sus cuerpos se desdoblan al acariciarle con todas las ganas los senos se aman fervientemente, que ella no se reíste y hace todo para que con su pene la penetre, sin importarles la fuerza del mar se lo saca y se lo mete consiguiendo los gemidos que en el mar se asemejan al de las fantásticas sirenas y de esa manera llegan a la más alta efervescencia consiguiendo un placentero éxtasis- Ella sonri-endo modula con su voz: que increíble que lo hemos hecho, me siento como si estuviera en un sueño, desde este momento ya te amo. Se quedan como paralizados viéndose el resplandor de sus cuerpos, en el momento que sienten que el mar se los quiere tragar reaccionan a tiempo y salen del océano. Se sientan sobre la arena y al terminar con el contenido de la botella, entrelazados se duermen.
Muy temprano, al verlos un grupo de niños en la distancia, con esa curiosidad se acercan muy despacio y viéndolos claramente, una de las niñitas grita algo que ellos no entienden pero que si los despierta, apenas se mueven los niños huyen corriendo- Ella que fue ese grito- Me pareció ver a unos niños, según el grito vino de uno de ellos, que tal si nos vamos a bañar con agua dulce ya que no aguanto más este pegote de agua salada sobre mi cuerpo- Me sucede exactamente lo mismo, se vuelven a poner ella su bikini, él su bluyín y la camisa. Caminan tomados de la mano y en menos de lo que se levanta la brisa llegan al lugar, se cruzan con Diana y el Calvo pero ni siguiera se miran, y sin preocuparles nada se despojan de lo que tienen puesto y se meten entre la ducha, ella al abrirla sale un grueso chorro de agua dulce que enseguida los refresca, él toma de la bañera un jabón  al subirlo por las piernas lográndola jabonar la velluda vagina, ella va sintiendo eso cerrando los ojos, y de último los duros senos y suavemente la cara, se voltea haciendo lo mismo por detrás y sobre todo por sus pronunciadas nalgas; ella al tomar de la mano de él el jabón hace lo mismo y al juagar sé terminan completamente frescos- Ella abrazán-dolo le dirige la palabra: desde el momento que te fuiste la energía cambio, hubo intercambio de palabras groseras. He decidido irme a Cartagena me quieres acompañar- Claro que si- Entonces salgamos, le pagamos a la señora y nos vamos. Se visten ella con sus bluyines cortados más debajo de las rodillas y él con su bluyín y su camisa de manga larga que arre-manga, luego de pagarle a la señora por los almuerzos, los desayunos y la estadía; se despiden de beso de ella y salen iluminados por el sol con destino de la heroica.                           Fin.