CUENTOS COSTEÑOS VOL. 4
UNA EXPERIENCIA ÚNICA
Ana que desea
investigar sobre la cultura kogí, viaja de Tunja a Santa Marta, siendo viernes
arriba a la samaria en un bus de la empresa Brasilia, al detenerse el bus luego
que se bajan los diferentes pasajeros lo hace ella, inmediatamente siente el
calor húmedo. Al ver a varias personas que están reclamando sus respectivos
equipajes hace la desordenada cola, al seguir detrás de un muchacho que ha
recibido del ayudante su enorme morral, le toca a ella que al ver al hombre- Le
dice: ese morral azul es el mío por favor démelo. El hombre antes de entregárselo
ve la ficha revisando el número y alzándolo se lo entrega, al recibirlo se lo
coloca sobre la espalda entrando al interior de la construcción del terminal,
camina viendo los diferentes sitios comerciales, al ver una especie de
cafetería entra y viendo a la mujer que atiende- Le habla: por favor tiene
jugos- No hay sino gaseosas y agua en botella- Deme una botella de agua. Al
dársela luego que le paga sale, como no le importa que la estén mirando al
sacarse la mochila se sienta sobre el piso de baldosas cuadradas, al destapar
la botella se va tomando lentamente el agua
sintiendo un alivio refrescante,
al sentirse satisfecha va al baño logrando entrar detrás de una gorda, al abrir
la puerta de uno de las tazas se sienta orinando, se limpia la cuca con un
pedazo de papel higiénico, se cambia el bluyín por un pantalón corto y al
salir- La señora le dice: no me piensa pagar por haber usado el baño- Cuanto
es…- Son ochocientos pesos- Tómelos. Al caminar piensa que tiene que buscar las
indicaciones que su compañero de estudios le diera allá en la u. de los Andes,
decide sentarse haciéndolo después que se saca la mochila, al estar cómodamente
busca en uno de los bolsillos de la mochila el papel que él amigo le
escribiera. Al enterrase que tiene que ir a un lugar llamado Buritaca, le
pregunta a la primera persona que encuentra en su camino, que se trata de un
señor que luce una guayabera blanca y con un pantalón del mismo tono- Usted se
ve que es samario- El señor viéndole las piernas le contesta: Claro que lo soy
y por qué…- Porque estoy segura que usted debe saber cómo puedo ir a un lugar
llamado Buritaca- Eche eso es fácil lo único que tiene que hacer es tomar un
bus que vaya a Riohacha- gracias ha sido usted muy amable. Al alejarse del tipo
llega a la misma empresa conque vino- Le habla a la joven que atiende
diciéndole: el bus que va a Riohacha
pasa por Buritaca…- Sí, claro- Véndame un boleto hasta ese lugar- Le vale tanto
y casi está saliendo. Al darle el dinero ella le da el boleto- Donde puedo
tomar el bus…- En la siguiente puerta. Al ver la espaciosa entrada sale viendo
los diferentes autobuses, al ver el bus correspondiente de su pasaje, se sube
viendo que solo hay un puesto libre- Al ver a un muchacho que está sentado
ocupando el puesto de la ventanilla- Ni corta ni perezoso le va diciendo: amigo
será que me cede el puesto de la ventanilla es que suelo marearme- El chico
poniendo cara de idiota le responde: eche, está bien. Al levantarse ella se
sienta sintiendo el aire frio proveniente del aire acondicionado del bus. Al
subirse un personaje de corbata sin chaqueta les va diciendo: la empresa les
desea un feliz viaje. Al bajarse, el bus lentamente arranca saliendo de la
terminal, al ir saliendo de la Samaria siente que el muy atrevido joven le toca
con la mano las piernas, ella se voltea- Al mirarlo le dice: maricón quite
inmediatamente su mano de mis piernas de lo contrario no sabe lo que le puede
pasar. El tipo quitándole la mirada le saca las manos- Ella así se hace
degenerado- Perdón que no fue con culpa- Ahora haciéndose el estúpido se
disculpa, más bien dese cuenta con guíen se está metiendo, yo no soy ninguna cachaca
boba. Viendo el paisaje que se le va presentando se queda dormida, al sentir
otra vez la mano abre los ojos y de una le da tremenda cachetada al tipo-
Diciéndole: respete maricón. Al volverse hacia la ventanilla ve que el bus está
pasando por el rio Guachaca, va viendo de un lado la agreste naturaleza y sus
montañas, del otro los sembrados de banano, Al llegar al pueblo el ayudante
acercándosele- Le informa: Hemos llegado a Buritaca, al salir siente la mano
del tipo que le toca el trasero ella inmediatamente se voltea escupiéndolo,
recorre el estrecho corredor agarrándose con una mano del alargado aparente
tuvo, al bajarse el ayudante saca del guarda equipajes su morral y se lo
entrega. Al ver el enorme portón de donde en la paredilla sobresale una mala
pintura de la sierra, de las cabañas con sus palme-ras y el mar, al atravesarla
se va alejando al ver una moto que se le adelanta- Le grita: me puede llevar.
El señor detiene la moto y ella sin dudarlo se sube agarrándose de la pequeña
parrilla, al ver que todo ante ella va pasando como los potreros, los árboles y
rápidamente llegan a las cabañas- El tipo que no lleva casco le va murmurando
con su gruesa voz: donde la dejo…- aquí está bien y gracias. Al bajarse va
viendo el río y más al fondo el océano, al ver un rustico restaurante bastante
abierto descubriendo una alargada sombra se sienta ocupando esa mesa viendo las
otras mesas desocupadas- Al llegar la seño le dice: desea almorzar…- No solo
deseo un jugo, de que sabores tiene…- Tengo de papaya, de piña para la niña, de
corozo, de mango y de banano- por favor tráigame uno de mango pero que este
bien helado. Casi en el acto la seño le trae en un gran vaso el jugo de mango,
al poner el pitillo entre sus labios se lo va toman-do viendo el panorama del
río y del mar. Al terminarlo se siente mejor, busca entre el bolsillo de su
pantalón corto el papel viendo que el personaje donde tiene que ir se llama
Rene. Al levantarse y pagarle por el jugo que se tomó a la señora, sigue caminando
siguiendo las indicaciones del papel yendo entre las parecidas cabañas, al
llegar a una curva sigue por el camino de esa forma llega ante la casa entrando
por una puertilla lateral, donde primero ve un inmenso palo de mango y luego a
una pareja de kogís, el hombre con su poporo paporreando, al verla la mira
haciendo un gesto muy particular- Luego en un raro español le dice: está
buscando a Don Rene- Si a eso vengo- Él está en Santa Marta y nosotros ya nos
vamos a Palomino ya que hoy mismo tenemos que subir a Comandita el pueblo donde
vivimos- Ella luego de que piensa y se le alumbra la cara va murmurando: será
que me pueden llevar- El indígena la mira detenidamente diciéndole: si está
resuelta a colaborar y a caminar, ya que para ir a nuestro pueblo hay tres
jornadas de por lo menos ocho horas- Claro que estoy resuelta ya que ha eso he
venido, no a otra cosa- Entonces vámonos. Al salir toman un atajo entre el
espeso monte logrando salir a la carretera- El kogí rompiendo el silencio:
usted no es de por aquí- No vengo de Tunja- La mujer con su timidez: eso donde
queda- En la cordillera occidental y es una ciudad- Como Santa Marta- No para nada ya que es fría
debido a que está bastante alta- El
muchacho: si es así es como nuestro lugar alto y algo frio. Al llegar al pueblo
atraviesan la troncal- El muchacho aquí tenemos que esperar el bus que va a
Palomino, lo que no entiendo como una bella muchacha puede andar sola-
Cuestiones de la vida ya que es mejor estar sola que mal acompañada, por eso
prefiero andar con ustedes que con los civilizados que no hacen sino destruir,
por el factor dinero que es lo único que verdade-ramente les interesa- Usted
será que si resiste la subida, porque lo que hay que andar es mucho- Tengo las
ganas y la energía suficiente para poderlo hacer. Al pasar el bus le ponen la
mano, se detiene y al bajarse un señor con un racimo de plátanos se suben
sentándose la pareja de kogis en una silla y ella al lado ocupando el puesto de
la ventana, el bus al arrancar entra por las ventanillas una refrescante brisa
que los invade. Ana va viendo la vigorosa vegetación, el río San Diego, y al
subir la curvada cuesta ve el mar y su horizonte, al descender llegan a un caserío
y luego arriban a Palomino. Al detener el chofer en la bomba de gasolina luego que
se bajan varios personajes lo hacen ellos- Ana sintiendo el sofoque va diciendo: lo mejor
es que llevemos todo lo necesario ya que me quiero quedar varias semanas allá
arriba y si podemos alquilar algo así como una mula para llevar todo lo que
compremos, claro que ustedes no se tienen que preocupar ya que los alimentos
corren por cuenta mía- El muchacho koguí: ustedes las mujeres se encargan de
las compras y yo de la mula o del burro, en un rato nos vemos en la puerta de
ese granero. Al irse el hombre indígena ellas van al granero, al entrar- Ana le
va diciendo: que alimentos llevamos- Lo que tú quieras…- Bueno muchacho deme
dos bolsas grandes de arroz, tres atados de panela, dos de esos envases
plásticos de aceite, dos paquetes de chocolate, unas tres libras de sal, un
bidón de agua, unos cinco kilos de cebolla cabezona, otros tantos de tomate,
unos cinco kilos de papas, cuatro paquetes de velas, una de esas linternas, pilas,
unos tres encendedores, un machete, una olla y dos bolsas de agua. Pero por
favor empáquenos todo eso lo mejor posible y ojala no en bolsas plásticas. El
señor va haciendo la cuenta en una calculadora, empaca todo
en bolsas de papel periódico amarillento y de
último introduce las bolsas dentro de un costal. Al pagarle la misma Ana el
señor se encarga de sacar el costal colocándolo en un costado de la puerta,
luego que le da una de las bolsas de agua beben logrando calmar la sed- La chica
civilizada: necesito que me enseñes hablar en tu dialecto koguí. La chica saca
su libreta de apuntes y va escribiendo las palabras que la indígena le va
diciendo con la traducción, son interrumpidas por el muchacho koguí- Que les
dice: por fortuna pude conseguir este mulo pero lo tienes que pagar el arriendo
en el momento que lo devuelva ya que ese fue el compromiso- No hay problema te
daré el dinero que allá estipulado el dueño de este mulo, por ahora carguémoslo
para así empezar andar. Con la ayuda de ellas él lo va cargando al finalizar
amara todo con una larga soga del vientre del animal- El indígena: ya nos
podemos ir. Al empezar andar él le da a la civilizada un manojo de hojas de
coca, ella de inmediato haciendo un moño se la introduce entre la boca
poniéndola en uno de los dos cachetes, al dejar el pueblo empiezan a ascender
por el camino loma arriba, al descender ven el río Palomino que bordeán-dolo en
un largo trayecto los lleva a un pequeño poblado- El indígena les dice: como ya
está oscureciendo quedémonos donde el compaé Mircio- No hay problema. Al
ingresar en el pequeño pueblo, al pasar por el puesto de salud saludan a la
auxiliar de enfermería y siguen hasta llegar a la cabaña circular, el indígena
saluda al compaé Mircio presentándole a la civilizada, luego que le da la mano
a la indígena se la da a ella- Diciéndole: se puede saber el nombre de esta
mujer… Simplemente soy Ana, y ustedes amigos como se llaman, ya que el nombre
de él es Mircio- Yo soy Karwa y mi mujer Werlaka- Mucho gusto. Amablemente se
vuelven a dar la mano. Al verla un grupo de niños asustándose se esconden
detrás de una rocas, la madre que llega cargando bastante leña- Les habla algo
inteligible para la civilizada y los niños tapándose con sus manitas el rostro
se hacen detrás de ella, al tocarlos con la mano se ríen carcajeándose de lo
lindo- La madre riéndose les vuelve a dirigir la palabra sin que ella sepa que
les dijo- Al ver que entre la vieja y la chica van colocando la leña de una
forma estratégica prenden la estufa de
piedras y tierra,
luego colocan la enorme olla de barro, entre todos van
alimentando el fuego agregándole los palos secos y al estar blando los granos
de maíz le agregan los huevos cocinados, al servir la mujer en diferentes
platos de diferentes tamaños van comiendo con la mano- Ana sonriendo va
diciendo esta riquísimo, y sabe mejor porque lo estoy compartiendo con ustedes
los kogis. Nadie contesta pero todos se ríen con ganas, al sentirse cansada y
con sueño sacando la hamaca del morral
amarándola entre dos palos que sostienen la vivienda circular, decidida
a dormir se acuesta viendo como el muchacho koguí le saca al mulo todo de
encima, al cerrar los ojos se queda soñando con lo que compartió con los
indígenas logrando abarcar más allá de ella misma.
Al ser despertada por
los diferentes cantos de los pájaros, abre los ojos viendo que todos están
sobre sus chinchorros, que de igual forma están amarados contra los palos que
sostienen el techo de palma. Al ver salir del chinchorro Karwa hace lo mismo,
aunque no siente calor se dirige por un caminito al río donde al sacarse la
poca ropa, mostrando su desnudez a la
naturaleza al subirse sobre una de las tantas piedras se lanza sintiendo el
agua algo fría, nada un poco y al sentirse fresca como renovada, al salir del
río en la misma piedra en que se lanzara se pone el pantalón corto, la camiseta
y de último las botas cortas de cuero, rápidamente vuelve, llegando va viendo
que el mulo está completamente cargado. Luego que comen lo mismo de la noche
anterior resueltos empiezan a agilizar los pies siendo ayudados por el hayo
(hoja de coca) por el sendero logran subir la montaña, al bajarla van viendo un
estrecho valle bordeado por otro río de menos dimensión que el Palomino, al llegar
al valle van bordeado observando las plantas de plátano, yucales, naranjos,
limoneros y mandarinos y alguna que otra vivienda circular de los Ika.
Solamente se detienen en el momento que está atardeciendo, como el clima está
bastante seco y sin nubes aprovechan entre él y ellas dos a buscar leña, en el
momento que está recogiendo de la espesa hierba una rama seca, al no darse
cuenta que hay una mapana se le lanza y ella reacciona a tiempo retrocediendo,
evitando que la larga serpiente la muerda enterándole sus venenosos colmillos.
Ella asustada tira lo que había recogido de leña, el kogí al haberla visto se
carcajea- Luego le dice: has aprendido una buena lección que hay que ver bien
donde estas parada y siempre tienes que estar alerta, tienes buena reacción si
no por el contrario la serpiente mapana te hubiera mordido- Si todavía estoy
más que asustada ya me tranquilizare y desde ahora en adelante estaré más
pendiente de donde pongo los pies y que hay por ahí entre la vegetación- Werlaka:
eres una buena chica y lo bueno es que estas aprendiendo, sé que no es nada
fácil para una civilizada. Se carcajean logrando escuchar el eco de sus risas.
Al reunir la leña necesaria, colocando las ramas que han cortado de cierta
forma al encender el fuego logran en varios minutos un arroz con verduras, que
comen en la misma olla logrando satisfacer su estómago, al colocar ella su
hamaca entre dos árboles y la pareja el chinchorro, viendo las estrellas se
duermen.
Se despiertan en la
madrugada con la poca luz, al salir de la hamaca y del chinchorro, mientras el
vuelve a colocar sobre el lomo del equino ellas dos hacen el desayuno y al
desayunar siguen por el mismo camino loma arriba, al llegar a un ancho río lo
cruzan fácilmente al no llegarles el nivel del agua sino un poco más de las
rodillas, él estaciona amarándolo al mulo a un árbol y sintiendo el sol se
meten en el río viendo las diferentes formas de la piedras y a ciertos árboles
que le dan relativa sombra- Ana rompiendo con el largo silencio va hablando:
que lugares más increíbles, por mí nunca más bajaría a la civilización ya que
esto es lo que he soñado siempre- Karwa: esta mujer si nos descuidamos va a
perder el sentido de su realidad- Ojala lo perdiera por siempre así nunca
volvería a ese mundo idiota y traicionero- Werlaka: esta amiga con el tiempo
será una de las nuestras, hay que buscarle marido- Ella para eso me falta mucho
cabello, por ahora prefiero estar sola ya que necesito desaprender para poder
aprender todo lo referente a su cultura, ya que por ahora solo tengo la actitud
y con eso no basta. Siguen andando dejando el río atrás, al llegar a una
gigantesca roca que esta incrustada en la montaña- Karka va diciendo: este
lugar para nosotros es sagrado si te
metes inconscientemente en la roca puedes ver otro plano de la conciencia,
eso lo sé por el mamo Auiguí que me conto una de esas noches que estaba poporeando
con él- Ella asombrada le responde: que increíble historia y además llena de
sabiduría- Werlaka: sigamos que tenemos que seguir avanzando. Avanzan
lentamente por el camino que cada vez se empina más, al llegar a la sima de la
montaña se sientan a descansar sobre unas piedras observando la nubosidad que
cubre gran parte del territorio. Ya más descansados al levantarse siguen por el
camino descendiendo, al llegar una sorpresiva lluvia que los va mojando hasta
quedar completamente empara-mados- Ana sintiéndose pega chenta va diciendo:
esta intensa lluvia parece que no va a parar- Karwa: por eso no hay que
preocuparse ya que si seguimos sosteniendo el ritmo de caminar vamos a llegar a
una finca de una familia de los nuestros- Ana: seria buenísimo ya que ahora si
me siento bastante fatigada. Andan sintiendo que lo que está cayendo ya es un
aguacero, descender entre el barro se hace complicado, Karwa saca de su pequeña
mochila hojas de coca que las reparte entre ellas- Va diciendo: con esto van
aliviar la fatiga y así podremos mantener el ritmo. Sigue poporeando como si
nada, al llegar al profundo valle
interior, al ver una cerca viva se meten guiados por él que a la vez cabestrea
el mulo, con ese sentido de la realidad ven a lo lejos el bohío circular,
lentamente se van acercando, al estar a los pies de un charco el detiene el
mulo quedándose parado, recoge una piedra al lanzarla contra el agua
amarillenta de inmediato sale tremenda serpiente que asustada se aleja entre el
monte- Ana con cara de aterrada va murmurando: me asuste ya que la serpiente de
verdad era grande y que intuición la
tuya amigo- No es una intuición ya que por lo general en los charcos tan
grandes la mayoría de las veces hay serpientes por eso siempre es mejor lanzar
una piedra- Ana: hoy aprendí algo nuevo. Al llegar al bohío que está cerrado
con piedras, palos y barro ya seco dan una media vuelta a su alrededor logrando
encontrar la puerta, al verlos los niños alegremente los abrazan- Ana alza a
una pequeña niña diciendo: que hermosos niños y me encanta su espontaneidad. Al
salir una pareja como ella y él los reciben de la misma manera- El hombrecito
luego que se ríe dice en kogí algo como largo que Ana no entiende- Al dirigirle
la mirada Karwa le va diciendo: que dijo él que no entendí- Dijo que de donde
te hemos sacado, yo le voy a contestar que donde Rene allá en Buritaca. Le
contesta en kogí y los dos se carcajean. La mujer las hace entrar para que se
calienten, sentándose al lado del fuego que arde levantando pequeñas llamas-
Ana por suerte hemos llegado. Las indígenas mirándose se ríen, la anfitriona se
levanta y de una olla sirve en dos tazas el contenido, al pasárselos y probarlo
con gesto lo aprueban. Al llegar los dos hombres cargando las cosas y los
alimentos los colocan sobre algo así como un mueble rustico, la mujer con un
cuchillo y una tabla parte en pedazos zanahorias, plátanos, mangue, calabaza,
en el momento que tiene todo picado lo introduce en una olleta más grande y al
agregarle agua, cilantro y sal la coloca sobre el fuego logrando que hierva
rápidamente. Al estar con un trapo saca la olleta del fuego y al entregarle a
cada uno una especie de cuchara de palo todos van comiendo incluso los niños-
Ana que rica sopa con esto sí que voy a estar mejor. Al oírla hablar todos se
ríen. Y ella como apenada se calla. Al haber terminado con la sopa los hombres
siguen poporeando y Ana al sacar del morral la hamaca la extiende entre dos
enormes palos e inmediatamente se acuesta viendo a las dos mujeres que ya han
hecho lo mismo, al cerrar los ojos se queda en la realidad de los sueños.
Al abrir los ojos ve a
los hombres que muy despiertos siguen poporeando y a las mujeres que están al
lado de los niños están cocinando algo, ella se queda viendo la escena, siendo
interrumpida por- Werlaka que le dirige la palabra: ven para que comas ya que
tenemos que ir al cafetal a desyerbarlo. Ella con actitud se levanta yendo
donde están ellas y los niños, al entregarle un boyo de maíz lo destapa y lo va
comiendo disfrutando el sabor, al terminarlo le pasan otro- Ella agradecida va
diciendo: son buenísimos no saben cómo les agradezco- Werlaka: lo vamos
agradecer trabajando. Al levantarse ven a los dos hombres en el mismo lugar y
haciendo lo mismo van charlando, luego que recogen los machetes salen viendo el
sol que como la vegetación esta mojada, le da un bello brillo. Bajan por un
estrecho camino en una irregular planicie encuentran el plantío de café que con
el machete van despejándolo de la maleza, estando en esas divisan una enorme
águila que al volar se instala sobre una rama de un gran árbol, siguen en lo
mismo logrando despejar gran parte del plantío, Ana al ampollársele los dedos
de mano no se queja y sigue macheteando- Werlaka viendo que por eso está
sufriendo va diciendo: por hoy ya estuvo bien, más bien ahora vamos al río ya
que tenemos que recoger agua para poder cocinar más tarde y de paso recogemos
chachafrutos. Calladas van a la casa donde depositan los machetes, toman las
enormes calabazas y una enorme mochila. Guiadas por la anfitriona van a una
zona donde hay una especie de cañón de donde se extiende la caída de una bella
cascada- Ana sorprendida por lo que ve murmura casi gritando: que belleza este
es el paraíso mismo- Werlaka: por fin ya no te quejas y alabas lo que vez, eso
es bueno ya que al llenarte con el paisaje el ardor pasa a un segundo plano- Si
exactamente es eso y al estar llena de felicidad las cosas toman un sentido más
trascendental. Al ver los grandes árboles de flores rojas y de largas vainas
verdosas, van cogiendo las vainas que están sobre el
corto monte, al verlas una bella corral se aleja entre la maleza- Ana:
que bella y mágica esa serpiente- Werlaka: dijiste la palabra precisa- Tú te
expresas muy bien, donde lo aprendiste…- En la escuela ya que estudie allá en Palomino
teniendo una muy buena profesora- Porque no seguiste- Debido de que me enamoro
Karwa y lo mío es estar aquí en la sierra- Te veo como una mujer integra, te
felicito por eso. Se ríen haciendo tremendo escándalo. Al terminar de llenar la
mochila la anfitriona la cuelga en una rama de uno de estos árboles- Werlaka:
dejémosla en la rama que devuelta la recogemos, donde vamos al río o a la
cascada- Ana. Preferiría ir a la cascada que se ve tan imponente- Vamos. Al
tomar un camino que va descendiendo, al bajar un poco al ver unas ramas
resistentes al pelarlas toman los palos como bastones, al ir apoyándose logran
avanzar más rápido y más seguras, de ese sentido de la vaina llegan entre las
piedras ante la estrepitosa caída de agua, Al ver que Ana se desprende de lo
que lleva puesto, ellas la imitan quedando como vinieron al mundo, se lanzan al
enorme charco de agua trasparente viendo los peces- Ana sacando la cabeza del
agua: que armonía que hace este verde con el agua y los peces- Werlaka le dice:
me gusta tu forma de hablar ya que destacas todo lo bello de la naturaleza, por
eso desde esta noche te voy a enseñar hablar el kogí. Ana la abraza dicién-dole:
ya te siento en mi corazón como una hermana, todo lo que me digas que haga lo
voy hacer lo mejor que pueda. Alegremente se tiran agua de una forma y de otra
sintiendo que están expresando el sentido más mundano de la libertad. Fin.
UN ENCUENTRO CASUAL
Un personaje que
siempre escucho hablar sobre los flamencos rosados, al tener el deseo de
conocer ese lugar de la guajira. Averigua con un conocido el nombre del lugar
enterándose por la voz del amigo que se llama Camarones. Como habita en Santa
Marta, a la mañana siguiente muy temprano arriba al terminal, al ver la conocida empresa de buses que representa a la
costa, a través de la ventanilla ve a la
empleada que vende los pasajes- Le pregunta: usted por esas cosas de la vida me
podrá vender un pasaje a Camarones- La chica le con-testa: claro que
si le cuesta tanto y sale en diez minutos. Al darle el dinero ella sonriéndole
le entrega el pasaje que inmediatamente se lo guarda en el bolsillo de la
bermuda, a avanzar entre las pocas personas, ve en su reloj que faltan diez minutos
para las seis de la mañana. Al encontrar una especie de kiosco compra una
botella de agua y rápidamente sale divisando los distintos buses. Al distinguir
el alargado vehículo de la empresa costeña no duda en entrar subiendo los pocos
escalones, dándose cuenta que casi no hay nadie elige una ventanilla, se sienta
sintiendo el aire frio procedente del aire acondicionado. Al arrancar el bus
saliendo de la terminal va recorriendo la avenida, algo después toma la troncal
del caribe, él va viendo el paisaje de montañas desérticas, cambiando el
panorama a una verdosa vegetación de donde sobresalen los enormes árboles y los
extensos ríos y al fondo las estribaciones de la sierra; al llegar a la guajira
sique viendo las variadas montañas de la sierra nevada de Santa Marta. En un
momento dado cerrando los ojos se queda dormido unos pocos minutos, al
despertarse va viendo la arrides de la región de donde sobresalen grandes
cactus. Al ver que se viene el ayudante le dice: falta mucho para llegar a
Camarones…- Váyase parando que estamos llegando. Él se levanta yendo hacia adelante, al detenerse el bus se baja sintiendo
el calor seco y sin problemas atraviesa la troncal, que bordea pasando al lado
de las construcciones de material, al sentir sed decidido entra en una especie
de tienda, al ver a tres lindas peladas que sentadas ocupando la única mesa
tomando diferentes bebidas, al pedir una Coca Cola va a la mesa- Viendo a las
tres peladas les dice: Será que me puedo sentar en esa silla libre… Las tres se
miran y la pelirroja de ojos claros- le contesta diciéndole- Claro, para eso
son las sillas. Al sentarse teniendo la bebida helada las mira a cada una
detalladamente y les va diciendo: han venido a ver los flamencos rosados…- La
rubia que lleva un vincha que le sostiene la larga cabellera le responde: si
claro- Puedo ir con ustedes…- La blanca pecosa que tiene un afro de color
negro: porque no, de dónde vienes…- de Santa Marta donde vivo, es la primera
vez que vengo a la Guajira y más aún a este lugar- Que bien. Al terminar cada
guíen con sus gaseosas se levantan, al salir ven un hombre en moto que
haciéndoles una seña los llama- El samario: cuanto esta la ciénaga de aquí…-
Caminando puede ser más de una hora- Cuanto nos cobraría por llevarnos a ellas
tres y a mí…- Para eso llamaría a tres compañeros que hacen lo mismo y que por
supuesto tienen moto, eso les costaría por los cuatro tanto- Déjenos en esto… -
súbale un poco más- La chica pecosa y de un pequeño afro metiéndose en la
conversación va diciendo: déjenoslo en eso, nosotras no somos ricas y además
estamos viajando- Bueno está bien se los voy a dejar en eso. Al rato llegan
tres hombres manejando cada uno una moto, al acodar con el amigo el precio- El
primero les habla: ellos están de acuerdo con el precio suban que las llevamos
hasta la ciénaga. Ellas se montan cada una en una moto y él hace lo mismo en otra,
al arrancar al mismo tiempo van tomando una angosta carretera, dejando el
pequeño pueblo atrás y yendo a través del impecable desierto llegan ante la
ciénaga de agua algo oscura, al bajarse ven sobre el agua y una relativa
distancia una especie de velero bastante primitivo, el personaje que no lleva
ni al menos una camiseta- Les dice: van a ser el recorrido para ver los flamencos-
La rubia: a eso hemos venido- El samario le replica con sus palabras: oye vale
no nos vaya a tirar tan duro que estamos mondados- Eche les cobro a ellas tres
y ti samario la suma de tantos pesos- Bueno eso me parece justo, cuánto dura el
recorrido en el velero…- Más o menos una hora y media, vamos a donde está el
velero. Al empezar andar se meten entre el agua viendo que el nivel no les
llega ni a las rodillas, van viendo no muy lejos de ellos una aglomeración de
aves, de las cuales las más sobresalientes por su tamaño son los pelícanos, al
pasar a poco metros de distancia las aves toman vuelo viéndose la multicidad de
aves volar que se ve alucinadamente increíble- La rubia: esto ya pago la venida
que espectáculo más increíble- La pelirroja: nunca antes había visto tantas
aves juntas. Al subirse en la primitiva embarcación que lleva como vela algo
así como un enorme trapo, el hombre de apariencia morena impulsa con un palo
largo la pequeña embarcación, de ese modo avanzan dejando atrás la orilla por
una perspectiva de agua y van viendo a través de la extensión de la ciénaga la orilla
de manglar que se prolonga- La blanca de pecas y de cabello afro dirigiéndole
la mirada a él le dice: tú cómo te llamas o cómo te dicen: Si claro, es
importante que nos sepamos los nombres, si no es imposible llamarnos, yo soy Gonzalo
como el nadaísta- Cómo guíen…- Bueno les voy a explicar que es el nadaísmo, es
movimiento literario que está entre el todo y la nada, y es completamente
contestatario- La rubia tomándose la palabra va diciendo: lo importante es que
te llamas Gonzalo, ella es Sara, y la pecosa se llama Helena o simplemente le
decimos Pecosa y yo Claudia- Ustedes son europeas pero si no me equivoco son
cómo españolas- españolas no, ya que somos catalanas- Entiendo. Se dan un beso.
Al avanzar cerca de la orilla de mangle ven en la distancia la enorme
concurrencia de flamencos rosados que están abarcando toda una enorme extensión
de una especie de playa de arena oscura, Helena que es la única que lleva un
pequeño moral, del cual saca la cámara fotográfica logrando tomar varias fotos.
Al acercarse el velero un poco los flamencos toman vuelo haciendo un ruido muy particular-
Claudia: si mis ojos no lo estuvieran viendo imposible creer en tanta belleza
junta- Sara: tienes razón es increíble ya que no existe una palabra para
describir lo que estoy viendo. Al darle la vuelta el velero impulsado por el
moreno, las ven más cerca- Gonzalo: por favor Helena tómales muchas fotos pero
por favor mándamelas a mi correo electrónico, que te lo daré- Claro que sí. Al
devolverse dejan los flamencos atrás perdiéndolos de vista rápidamente, al
avanzar en la lejanía ven el mar. Llegan más rápido de lo que vinieron viendo
la aglomeración de aves que al espantarse vuelan. Al arribar se bajan caminando
lentamente ya que el piso de arena no es muy firme y por el contrario es supremamente
resbaladizo- Helena apoyándose en el hombro de Gonzalo va hablando: casi me
resbalo esta como un jabón- Gonzalo: tranquila, síguete apoyando en mí.
Lentamente siguen caminando teniendo los pies entre el agua oscura, al salir
sienten un olor nauseabundo a pescado- Sara: que olorcito más horrible- Claudia
le contesta: todo no puede ser perfecto, prefiero esto que esos lugares
turísticos ya que lo nativo siempre va hacer más interesante. Qué tal si vamos
al mar…- Gonzalo: con este calor daría todo por meterme- Claudia: tienes razón
y además las aguas cálidas de este Caribe me encantan. Al llegar ante una
derruidas casas de material, ven a varios niños que juegan tirándose la basura-
Gonzalo: que basural y que falta de conciencia- Sara: así es este tercer mundo
lo prefiero a lo nuestro ya que se siente la vida con esa intensidad de belleza
particular. Al llegar a la playa en el mar verdoso ven anclados varios botes,
ellas sin importarles que las vean se despojan de todo lo que llevan puesto y
él sin estar acostumbrado hace lo mismo, al correr por la arena caliente se
tiran al mar dejándose investir por las olas que rompen suavemente- Claudia
luego que le moja el rostro una de las olas va diciendo: esta playa aunque este
algo sucia me encanta y con este calor aún más- Sara la pelirroja: vamos
nadando hasta esa lancha- Gonzalo: vamos. Brasean nadando logrando llegar a la
embarcación, se suben para volverse a lanzarse al agua y nadan de vuelta a la
orilla- Helena va murmurando: tienen hambre- Sara le contesta: este estomago
esta vacío hay que llenarlo. Gonzalo luego que con el pie la salpica agua
salada- Dice: que chica más graciosa con todos esos gestos, vamos hasta el
pueblo que allá debe ser más económico almorzar. Al salir de la playa caminan a
través del desierto arenoso y de cactus grandes, sudan por el amplio sendero carreteadle-
Helena: no me aguanto más este calor tan insoportable- Gonzalo: sí que hace
calor, si yo lo siento que soy de aquí de la costa como lo sentirán ustedes que
vienen de Europa. Andan haciendo un gran esfuerzo por la arena que hierve pero
al pasar un buen lapso de tiempo logran llegar al pueblo, van entre las
primeras casa, pasan la escuela logrando llegar a la vía pavimentada, al ver
una particular construcción que se trata de un restaurante entran sentándose
ocupando la única mesa libre, viendo que los que están en las otras mesas las
miran curiosamente- Sara: estos sí que están curiosos, acaso nos verán como
bichos raros…- Helena: es que ustedes dos con esa presencia desentonan- Claudia
luego que se ríe le dice: acaso te crees la más latina…- Comparada con ustedes
lo soy- Gonzalo metiendo la cucharada: ustedes tres para nada se ven que son de
aquí. Al llegar la seño que lleva unos rulos sobre su cabellera negra- Modulando
sus labios les dice: lo único que tengo es arroz con camarones- La pelirroja
viéndolos a él y ellas: si estamos en Camarones que más vamos a almorzar- La
rubia Claudia: por favor tráiganos cuatro y de tomar que tiene…- Coca Cola,
Cola Román y nada más- Todos al mismo tiempo dicen: coca- La seño: ya mismo les
traigo los platos de arroz de camarones y la Coca Cola. Al irse la señora-
Gonzalo les dice: usted de donde han llegado- Helena le contesta: de Palomino-
De pronto si me aceptan me voy con ustedes a ese pueblo- Helena: tenemos
suficiente campo en la carpa- La pelirroja luego que se ríe murmulla con su
voz: tú lo que quieres es otra cosa- Ella patalea golpeando el piso con el pie:
eso es problema mío. Al traerles entre la seño de los rulos y lo que al parecer
puede ser su hija los platos con el arroz con camarones y las cocas, al mirarse
con el tenedor empiezan a masticar- Gonzalo: No joda que vaina más deliciosa-
Helena: tocándole la mano le responde: si están frescos y excelente el arroz.
Comiendo lentamente y tomando de vez en cuando la coca logran terminar con el
contenido del plato y del envase- Sara: ahora que llenura. Con esfuerzo se
levantan y al pagarle a la seño salen viendo a una indígena wayyu que luce un
vestido bellamente colorido- Claudia: miren a esa mujer tan bella con ese
vestido- Sara: que bella que es y con ese atuendo se ve increíble. Al acabarlo
de decir Gonzalo en un arrebato de ganas va tomando a Helena, alzándola con
increíble carrera la lleva al único arbusto, al descargarla ella se deja abrazar
encontrando los labios se besan con enjundia, al estar en esas la pelirroja
silva para que regresen. Al caminar
lentamente van donde están ellas dos- La Rubia Claudia mirándolos de frente:
eso si es amor a primera vista, vamos que ya práctica-mente está
oscureciéndose. Al caminar van los nuevos amantes tomados de las mano, al
llegar a la troncal tienen suerte ya que ven en la distancia un bus, en menos
de nada un carro que va a toda velocidad se le adelanta, al pasar ante ellas y
él ven el bus que viene detrás, al ponerle la mano se suben y al arrancar el
bus desaparecen del contorno desértico. Fin.
LA
ODISEA EN EL DESIERTO
Me despierto con una
sensación de malestar, agudiza-dado por la falta de agua que tienen esta
garganta seca y los labios carcomidos por la sequedad. Haciendo un esfuerzo
logro levantarme pero invadido por el supremo calor, me vuelvo a recostar.
Pienso que si no logro conseguir agua voy a perecer en esta arena hirviente del
desierto, como no puedo volverme a parar me arrastro como si fuera alguna
lagartija, avanzo hasta la única sombra que es producida por un enorme cactus
que sobre pasa por lo menos una vez mi estatura, me quedo paralizado viendo a
una serpiente cascabel, como se trata de subsistencia le lanzo con toda la
extensión de mis brazos pequeñas piedrecillas logrando que la serpiente de dibujos
curvos amarillentos se vaya perdiéndose de mi vista por el desierto.
Intranquilo avanzo arrastrándome por esta maldita arena caliente, viendo el
azul del firmamento que estampa un sol grandísimo, tan cruel como esta sed que
no me quiere dejar vivo, con esfuerzo me arrastro sintiendo el cansancio que me
maltrata. Pero sé perfectamente que no me puedo dejar vencer por la resequedad
y por este calor que me va quemando por fuera y por dentro, al estar
arrastrándome de esa manera y alucinado por este abatimiento de mi cuerpo, al
tocar algo así como un cuero, al sentirlo me entero en mi convicción que se
trata nada menos que de un zapato, al lograr alzar la cabeza veo que es un
hombre. Al ayudarme a levantarme el sujeto, siento inmediatamente como pierdo
el conoci-miento.
Abro los ojos sin saber
guíen soy, donde estoy. Solamente sintiendo una extraña sensación de flotar, cuando
mi visión se agudiza normalmente veo el chinchorro donde estoy acostado, al
rato veo a una mujer vestida con un largo vestido bellamente colorido- Ella me
dice en un extraño español: Cómo te sientes…- Yo tocándome la cabeza le
contesto: que estoy bien pero que no recuerdo nada, y mucho menos por qué estoy
sobre el chinchorro- Es que mi marido te encontró en un estado bastante mal en
el desierto, cuando te trajo temblabas tanto que pensamos que no ibas a
resistir, al ponerte en los labios paños de agua volviste a nacer y al poder
darte agua fuiste recobrando las fuerzas- Si parece que tuve suerte ya que lo
último que recuerdo es que ya no aguantaba más, ya que tenía una sed increíble
y una debilidad de muerte, cuantos días llevo en este chinchorro…- Más de una
semana- Donde estoy…- Cerca de Nazaret- Como así, ya cuando me perdí en el
desierto antes había estado en El Cabo de la Vela. Al llegar el marido
acompañado por varios de sus hijos, al aproximarse una bella niña de cabello
liso y negro me acaricia el rostro, sintiendo en mi interior una ternura
increíble- El buen hombre me va diciendo: estabas tan mal que pensamos que te
ibas a morir, por suerte al ponerte agua en los labios y empaparte con un trapo
todo el cuerpo has tenido una mejoría increíble, lo único que falta es que
comiendo recobres totalmente el estado de ánimo y por supuesto la fuerza. Al
pasarme un plato de pescado la señora, lo sostengo contra mi cuerpo y aun
temblando lo voy comiendo de a poco y solamente haciendo un gran esfuerzo logro
terminarlo, al rato me siento mejor. Al decidirme parar lo hago lentamente
logrando apoyar mis dos pies sobre el suelo arenoso, al dar mi primer paso
tambaleo lográndome sostener, al dar el otro paso doy un tercero y lentamente
logro salir de la construcción viendo el atardecer de un naranja que nunca
antes había visto. Me alegro de sobremanera al ver a mi lado a dos niños y a
cuatro niñas que al estarme contemplando no me han quitado lo ojos de encima.
Al oscurecer luego que comemos chivo asado y yuca frita nos vamos a dormir.
A la mañana, algo tarde
abro los ojos y veo a un poco de gente de estos wayuu, al levantarme la señora de la casa va a mi encuentro
diciéndome: nos tenemos que ir al entierro de mi padre. Sin pena la voy
abrazando sintiendo su dolor, en ese mismo momento me acuerdo de mis
pertenencias y del dinero que traía con migo, al no saber nada me despreocupo y los veo a todas
las personas, al salir observo una enorme camioneta, luego que se montan todos,
lo hago yo ocupando la parte de atrás, no me importa que vaya apretado entre
hombres, mujeres y niños de los dos sexos. El que maneja arranca tirando un
espeso polvo, vamos por pleno desierto sintiendo el extremoso calor seco y el
aire tan cálido como el clima, en la lejanía se ven las montañas del parque
nacional Macuira, al tomar hacia esa dirección luego de transcurrir un tiempo
llegamos a una ranchería, al estacionar el vehículo a un costado de la casa,
nos bajamos al ingresar en el interior de la alargada vivienda, descubro un ataúd
rodeado de varias personas, hombres y mujeres están departiendo un licor, al
darme una bella muchacha vestida con una precioso vestido muy colorido y que
lleva pintado cran parte de su bello rostro, me concentro en el personaje que
está muerto dentro del ataúd y me tomo el trago sintiéndolo que me pasa
ardiéndome la garganta- Un señor algo viejo con sus dos manos hace un extraño
ademan continuándolo extendiendo sus dos brazos y algo después hace unas extrañas figuras con
sus manos, yo veo algo insólito como el espíritu del muerto se sale del cuerpo
yéndose hacia arriba, en ese mismo momento se escucha un crujido tan
impresionante que me veo obligado a taparme con mis dos manos los oídos. Van
pasando el licor de caña de azúcar, varias rondas esto dura horas enteras que
inclusive se hace de noche para retornar la mañana, al estar tan borracho me
voy hacia atrás quedándome en una incómoda posición completamente dormido.
Al despertarme escucho
como alegan unos con otros, sin entender nada como tengo tanta sed y un hambre
del demonio, busco algo con que saciar
esto que estoy sintiendo, al ver en una mesa una enorme bandeja con pescados,
le echó mano a uno más o menos grande que devoró como tal bestia, luego hago lo
mismo con otro. Al no entender nada alguien que esta descontrolado me apunta
con una pistola, al ver un vaso de agua sin temer nada me lo tomo, y antes de
correr tomo una especie de cantimplora y huyo sintiendo las balas que me rozan
el cuerpo, ando hasta no ver absolutamente nada de la ranchería, camino tan perdido como la
primera vez, al cansarme por suerte me encuentro con un niño
montado sobre un burro, sin hablarle lo sigo y al acordarme de la cantimplora
bebo gran cantidad de agua y se la entrego, él niño hace lo mismo dándose un
largo trago. Caminamos arduamente logrando llegar a un poblado al ver a una camioneta sin importarle a donde va me trepo
esta vez sí quedo tan apretado como si fuera una sardina enlatada, como es de
esperar todos me miran con curiosidad y hablan entre ellos en su idioma que me
resulta imposible entender nada- Un señor de piel lisa y cara bastante dura me
dice: usted para donde cree que va…- No sé, lo único que quiero que me lleve a
un lugar donde me puedan prestar al menos un celular. Me mira como interrogando
a mi espíritu y se voltea para tomar algo. Al arrancar la camioneta va dejando
una enorme estela de espeso polvo, como a las dos horas veo los mismos cerros
del parque nacional Macuira pero más nítidos, el hombre no me ha quitado los
ojos de encima pero eso no me preocupa ya que no le debo nada a nadie, nos
vamos alejando hasta no ver absolutamente nada sino solamente la extensión del
desierto. En un momento dado nos encontramos con un enorme camión que seguramente lleva contrabando, sin
saber porque nos detenemos vemos salir del enorme vehículo a dos hombres que están armados hasta los dientes,
al acercarse nos apuntan con sus respectivas metralletas, al bajarse el
conductor de la camioneta donde estamos montados, hay un incomprensible
alegato, de repente uno de los dos hombres le disparara una ráfaga de disparos dejándolo
sobre el suelo completamente muerto y hace lo mismo con la mujer que lo
acompañaba, los hombres vuelven como si nada al camión que en un acto seguido
arranca hacia otra dirección. Yo sin saber que hacer los veo a todos que a la
vez me miran creándose un ambiente supremamente tenso, al volver-me a mirar el
mismo hombre- Me dice: usted debe saber manejar- Hace tiempos que no lo hago
pero si quiere lo intento. Se saca de dentro del pantalón blanco tremendo
pistolón y me habla: Bájese que lo voy a acompañar a que maneje. Ni corto ni perezoso
lo hago metiéndome dentro del interior del vehículo voy tomando el volante, el
amenazante señor luego que abre la puerta dejando caer a la señora muerta,
luego con un trapo limpia el charco de sangre- Me habla con
un tono amenazante: bueno, arranque
antes que lo mate. Yo nervioso por supuesto, hundiendo con los pies el embrague
y el acelerador, al ir soltando el
embrague lentamente la camioneta va tomando velocidad, el señor con el dedo me
indica la dirección que debo tomar y moviendo la cabrilla logro ir en esa
dirección, manejo sintiéndome amenazado varias
horas logrando arribar al Cabo de la Vela, al parquear al lado de una ranchería
rápidamente me bajo saliendo a correr, el tipo me dispara yo sintiendo la
muerte tan cerca logro huir ya que el tipo nunca me quiso dar, al llegar a una
enorme despensa de alimentos- Al ver al señor le digo: Me han robado todo,
necesito urgentemente que me preste un celular para llamar a pedir ayuda, le
marco el número de mi novia Adriana y ella de inmediato me contesta: eres tu
Francisco- Si soy yo, no sé porque estoy vivo ya con detalles te contare, necesito
urgentemente que me envíes dinero por Servientrega para poder regresar ya que
me han robado todo- Ya mismo te lo mando- Mi amor gracias ya nos veremos. Al
colgarle- El mismo señor que me presto el celular me dice: yo arranco en un
momento para Riohacha si quiere lo llevo- Si por favor. Él hombre al haberse
enterado de mi precaria situación me da una Coca en lata que la tomo sin lograr
calmar la sed del todo, sobre un pequeño muro me siento a esperarlo temiendo
que vuelva el tipo de la camioneta, por suerte veo al hombre de la despensa que
viene en dirección mía- Al acercarse me dice: vamos a ese jepp. Nos montamos y
al arrancar tomamos velocidad por la mala carretera. Al llegar a Riohacha luego
que en la empresa de envíos resuelvo mi situación, dado el hecho viajo a
Cartagena donde vivo con la linda Adriana. Fin.
EL HECHO INVEROSÍMIL
Al estar dos días
hospedado en el hostal Flamenco de Riohacha, cierto poeta que al escoger la
capital de la Guajira para escribir un libro de poesía. En una habitación que
da al mar de una luminosidad excelente, al salir a la pequeña terraza
sentándose ocupando la mesita, al apoyarse escribe un primer poema, y otro, al
querer escribir un tercero la musa se le va, se para apoyándose sobre la barandilla
de metal divisando el extenso mar entre verde y azul, pensando pero por más que
se enreda en el hecho no logra nada. Decidido a salir se pone una camiseta del
color azul que es referente para su gusto de vestir, al ponérsela toma su
mochila kogí y sale bajando las escaleras, al ver a la bella recepcionista se
despide con un adiós de mano, ya en la calle la cruza para ir bordeando el
malecón, al ver una especie de tienda vuelve a cruzar la calle entrando en el
interior del lugar, al ver a la señora que está apoyada contra la escaparate-
Le dice: será seño que me puede hacer el favor de venderme una cerveza bien
helada. La seño mirándolo la busca entre el frízer y al sacarla se la pasa-
Hablándole: me debe tanto- No hay problema. Y le da el dinero, sale y al volver
a cruzar una vez más la calle, al andar un poco se sienta sobre la banca de
madera viendo en dirección del mar y a las pocas personas que pasan, al ver a
una bella muchacha que luce un cabello largo y una larga falda naranja y
amarilla- Le dice: belleza genuina donde vas llevando tu peculiar hermosura. La
chica ni lo mira y él sigue disfrutando de su cerveza, al acabar con el
contenido de la lata se levanta, al caminar va viendo el mar que acompaña su
forma de pensar y de vislumbrar la otra realidad que se esconde en su interior.
Al arribar al largo muelle lo recorre viendo el mar y las diferentes
edificaciones, al llegar al costado de un yate alguien con la mano lo saluda,
él le responde el saludo de la misma manera, al llegar al extremo del muelle se
sienta, al sentirse inspirado de la mochila toma el cuaderno y el lapicero
empezando a escribir un poema largo y algo denso, al terminarlo comienza otro
pero en la mitad hay algo que lo distrae. Al agacharse ve una extraña botella
como de un perfume le causa tanta curiosidad que se quita la camisa poniéndola
sobre la mochila, al ver que se está hundiendo desde esa altura se lanza
logrando tomar con una de sus manos la botella, nada braseando un poco y
apoyando uno de los pies logra subirse al muelle. Al ver detenidamente la
botella se da cuenta que en su interior hay algo como un papel, la trata de
destapar, se le ocurre que al chocarla contra la madera del muelle la puede
abrir, al intentarlo la logra destapar y al golpear el pico contra la madera
logra sacar el papel descubriendo que es como una esquela, al abrirlo ve que se
trata nada menos de una corta carta que al leerla lee lo siguiente: Soy
Virginia vivo en un mundo inanimado donde me sostiene lo vivo de la
imaginación, por esa razón esto escribiendo esto. Ya que a partir de esta carta
quiero encontrar a mi marinero o poeta que me saque de esta soledad, ya que es
la única forma que puedo decir lo que fluye de este corazón, si alguien con
esos pergaminos encuentra esta postulación viviente por favor comuníquese con
migo por medio de este teléfono: 360154 o en esta dirección: calle de la Factoría
casa después del poste de la luz, Cartagena de Indias y atentamente Catalina
Muños. El poeta al terminarla de leerla va pensando será que la chica es linda
o es un espantapájaros, será que la llamo o voy directamente a Cartagena a esa
dirección. Se queda pensando descifrando: que voy a llamarla al sentir su voz
intuiré si es bella o si es fea, pero también tengo que inventarme algo para
que no sepa que se trata del que encontró la botella, voy a llamarla que
seguramente en ese momento que escuche su voz pensare como responderle. Al
guardar la botella y lo que sacara en el interior de la mochila, se sienta a
presenciar el océano y sin pensar nada a la hora ve desaparecer el sol naranja entre el océano. Se va diciendo a sí mismo:
que espectáculo tan maravilloso y es pura poesía. Al estar oscureciendo se
levanta con los últimos rayos del sol, que le muestran la ciudad en otro grado
de diferencia, camina sintiendo la fresca brisa y al ver el letrero de un
elegante restaurante, al cruzar la avenida entra estableciéndose en una de las
dos mesas libres, sentado muy cómodo ve al mesero- Le va diciendo: como está
ocurriendo algo insólito por favor lo quiero festejar para eso necesito al
menos una cerveza importada que aunque no dudo que es de contrabando, eso no me
importa y además por favor tráigame la carta. El mesero sin entender lo primero
que le dijera el personaje le entrega la carta y al irse vuelve con la cerveza
y un vaso- Que va ordenar- Espere que con el asunto que ya lo tengo entre mi
mochila voy a ver que vislumbro en el ambiente que me alimente lo mejor
posible- El mesero pensando en lo loco que esta el cliente le dice: tranquilo
que no hay afán- Así me gusta ya que todo es una táctica precisa, ya me decidí
tráigame una langosta a la vinagreta. Al esperar un buen rato por fin va
apareciendo el mesero con el plato de langosta a la vinagreta, al colocarlo
sobre la mesa, disponiendo del tenedor y del cuchillo lo va comiendo
deleitándose el paladar, lo come inspirado en sus pensamientos solo lo acaba
cuando ha dejado sus pensamientos de costado, se levanta y paga la cuenta al
hombre de la registradora, sale a la oscuridad de la calle sintiendo la brisa
un poco fría. Al llegar viendo a la recepcionista- Le habla: por favor présteme
el teléfono que necesito hacer una urgente llamada a Cartagena- La chica:
tenemos orden que no se pueden hacer llamadas a larga distancia- Es una urgencia
por eso necesito que haga una excepción con migo- Está bien me convenció. Al
pasarle la muchacha el teléfono, marca el número que ya tiene en la memoria,
suena el timbre una y otra vez sin que nadie le conteste, intenta otra vez
marcando el mismo número de esa manera suena el mismo timbre una y otra vez-
Por fin le contesta una suave voz de mujer con un asentó grave y extranjero
diciéndole: con guíen hablo- Es de parte de la panadería que ha dejado el pan
que con antelación pagara- Ella sin entender nada le contesta: de que panadería
de la Especial, usted vino está mañana nos pagó el pan pero se le olvido
llevárselo- Si yo no he ido esta mañana a ninguna panadería- Sí que estuvo ya
que una tarjeta que olvido con el nombre de Catalina Muños la tenemos. Ella
pensando será cierto o es una broma de algún conocido- Va diciendo: no sé
porque como le dije antes no he ido hoy a ninguna panadería, menos a comprar
pan. Cuelga el teléfono- La chica mirándolo con rabia le dice: para bromear
llamo a Cartagena- No fue una broma fue simplemente táctica y nada más- Usted está
de la cabeza- Me dice que estoy loco- No exactamente eso, si no me quiere
confundir o está confundido- Confucio no ya que los poetas somos muy libres y
nos hacemos responsables de lo que hacemos, más bien dígame cuanto le debo por
la llamada- Mañana me paga- Si antes que me vaya a Cartagena con la cuenta de
los ocho días que me he quedado, hasta mañana. Al subir por las escaleras uno,
dos y tres pisos; abre la puerta y al acostarse se queda inmediatamente dormido.
Muy temprano, lo
despierta el poco ruido vehicular y al pararse va al baño donde se baña, al
salir del baño se pone el pantalón corto y una camiseta con su color preferido
que es el azul, se calza las abarcas y sin rodeos mete todas sus cosas entre la
maleta que le regalara su viejo, sin peinarse pero si recién afeitado abre la
puerta para bajar tranquilamente las escaleras, al llegar a la recepción al estar
la chica recostada contra el mostrador, la toca diciéndole: pobre chica, cuando
viene tu remplazo- Ella como aturdida va abriendo los ojos- Le dice: ya te vas-
Si quiero pagarte lo del hotel y lo de la llamada- ella viendo la libreta de
los recibos le dice: una y la otra cuestión valen tanto. El saca de su
billetera la cifra estipulada y se la entrega- Diciéndole: usted es muy amable
ojala siempre este bien. Al salir ella le pica el ojo y ya sobre el cemento de
la calle llevando la maleta, al ver un restaurante entra al sentarse ocupando
una de las mesas le pide a la señora el desayuno, al traérselo rápidamente lo
consume y al pagárselo sale tan campante como una lechuza, al ver un taxi le
estira la mano el conductor le para el vehículo ante sus narices- Diciéndole: a
donde lo llevo- Lléveme a donde pueda tomar un bus que vaya a Cartagena-
Súbase. Al abrirle la puerta al colocar la maleta a un lado se sienta viendo al
señor de espaldas, al arrancar toma la estrecha avenida deteniéndose en el
cruce de la troncal- Por aquí pasan los buses con destino a Cartagena- Gracias.
Al pagarle se baja ya sintiendo el sol a sus espaldas, al ver venir un bus le
pone la mano, el bus al detenerse se va montando con la maleta- Diciéndole al
chofer: va para Cartagena- Si voy a Barranquilla y Cartagena ya le pagara al
ayudante, al andar colocar la valija en la enorme bodega del bus, luego que
pasa al lado del sujeto se sienta ocupando el puesto de la ventanilla, al estar
andando se da cuenta que puede leer, extrae de su mochila koguí un libro,
cómodamente sen-tado empieza a leer y al entrar en la realidad de Cien años de
soledad se sumerge tanto que se le va pasando el tiempo sin darse cuenta que ha
llegado a la ciudad portuaria del río Magdalena, sigue leyendo tan
concentradamente que no se da cuenta que una señora que se ha sentado y que no
le quita los ojos de encima, justo al acabar el libro ve a través de la ventana
el cerro de la Popa, al avanzar por la av. pedro de Heredia ve el castillo de
san Felipe y al llegar al redondel de la India catalina el bus se detiene,
luego que le paga al ayudante el valor del pasaje se baja entre la gente,
sosteniendo la maleta empieza a caminar, al cruzar por un lado del redondel
viendo la estatua de la India Catalina le alza la mano en señal que le dé buena
suerte con su tocaya- Una señora al verlo va diciendo: que hombres estos los de
esta época tan raros- No soy un hombre cualquiera ya que llevo a la poesía en
la sangre. Sigue la trayectoria de la calle pasando por túnel de muralla
llegando ante una alargada construcción
colonial, pasa por la calle de la Cruz, luego, por la calle de la Moneda y en
la calle San Agustín ve un letrero de un hostal. Al entrar sube unas tantas
escaleras encontrando una enorme puerta, al tocar abriendo la puerta se
presenta una viejita que le dice: quiere una habitación- Claro muéstremela. Al
llevarlo por un largo corredor la viejita abre una de las tantas puertas
presentándose una habitación bastante lúgubre- No me agrada gracias, vuelve a
bajar las mismas escaleras logrando salir a la calle, al pasar a la calle
Soledad dobla por la calle del cuartel al ver una especie de pensión con su correspondiente
letrero enclavado en la pared, golpea suavemente la puerta, al abrirla una
bella joven de pronunciados rasgos morenos- Que le dice: bienvenido a la pensión
Don Sancho- Gracias. Al entrar ve un espacio muy bien restaurado de la época
colonial y de una luz impactante- Me gusta esta construcción muéstreme un
cuarto de la segunda planta. Sube guiado por la bella morena logrando llegar al
segundo piso, va en el centro del corredor al abrirle la última puerta halla
una linda y cómoda habitación con una especie de escritorio con su
correspondiente silla, una cama enorme, con su respectiva mesa de noche la cual
posee una bella lámpara estilo bohemia, antes de sentarse pone la maleta sobre
el piso de parques- La chica le vuelve hablar: le gusta?- Si aquí me quedo tan
fresco como estoy, ya bajare a poner la réplica autentica de mi firma y le
pagare varios días por adelantado ya que nosotros los poetas hacemos de los
hospedajes nuestra casa- Si, siéntase en su casa, lo dejo. Al acostarse se
imagina a la chica, viéndola de figura esbelta, de cuello pronunciado, de
cabellera larga y suavemente rubia, que a la vez posee unos ojos claros de una
mirada profunda. A volverlos abrir ve a través de la ventana un ave blanca que
vuela en dirección del firmamento azul. Decidido ir a visitar al objetivo de su
incertidumbre, lentamente se levanta, al sacar de la maleta la mochila sale
cerrando la puerta, recorre el corredor escuchando sus pasos y al bajar ve a la
chica que sentada lee un libro de cuentos colombianos escrito por el inventor
de este cuento- Al aproximarse le dice: que linda lectora, que tengo que hacer
para quedarme en este bello lugar- Firme aquí, poniendo su dirección y su
profesión- Va tomando la alargada y gruesa libreta y al estar escribiendo le
Dice: soy poeta de oficio no hago nada más, como soy lo que soy no tengo un
lugar fijo ya que vivo del ensueño- La chica se colorea y le dice: que bueno
conocer un poeta- No somos muchos ya que somos animales metafísicos en vía de
extinción, más bien tome este libro que es mi última obra poética que se titula:
Como Crece el Abismo- Gracias. Con la sonrisa de la joven sale pisando duro, ya
en la calle sintiendo el sol del medio día decide entrar en el primer
restaurante que ve, al no encontrar una mesa libre se sienta al lado de un
hombre de cabello largo como él, ya me senté que para esto un poeta como yo no
tiene que pedir permiso para hacerlo, ya que culo es culo y pare de contar-
Conque usted es poeta- eso no lo puedo negar- Como así que no lo he visto
antes- Simple-mente porque desde hace tiempo he dejado la ciudad más cuando el
mar era azul y ahora es color caca, guíen se mete ni el espíritu de Blas de
Leso- Tiene razón, pero de eso ni la gente se da cuenta, ni siguiera los que se
llaman los más finos ya que los ves como peces en el agua en estas contaminadas
playas, es aterrador. Al servirles la empleada la sopa y el seco- Amigo usted
se ve claramente que es artista, en que menester del arte lo puedo situar- Soy
músico he tocado en varias filarmónicas, pero prefiero estudiar el piano y
hacer mis propias melodías. Al acabar con la sopa siguen la conversa- ¿Le gusta
leer poesía? Si el libro es complicada de leer, aunque me cueste entenderlo
hago el esfuerzo hasta que me agrada y desde que la leo asiduamente empiezo a
comunicarme con ella, ya que la poesía no es de entenderla si no de vivirla,
eso mismo pasa con las demás artes y la gente eso no lo entiende- Estoy completamente
de acuerdo, que poetas lees- Colombianos co- mo Asunción Silva, Al tuerto
López, Raúl Gómez Jattin, Gonzalo Arango y a otros tantos que en este momento injustamente se me escapan. Al acabar se
quedan mirando- El nuevo
amigo: lo dejo ya que tengo que ir a estudiar piano- Quienes serán esos
privilegiados vecinos…- Aprovecho el día ya que en la noche me es imposible, ya
que me han llamado hasta la policía- Que ignorancia más atrevida- Así tal cual
es. Al despedirse de mano el poeta se vuelve a sentar, calculando todo lo que
tiene que hacer para poder cumplir su externa confluencia femenina, ya decidido
a triunfar o morir se levanta, pangando el almuerzo que consumió. Al salir ve
hacia los cuatro puntos cardinales, al
estar en la calle Don Sancho empieza a caminar muy decidido, al doblar por la
Merced toma la calle de la Factoría al ver el poste de la luz camina las tres
puertas escuchando el afinado sonido de un melodioso piano, al ver el alargado
balcón se da cuenta que de ahí proviene la música, al estar escuchando
concentradamente se le suma al espectacular sonido del piano una inmaculada voz
de soprano que titila mágicamente en el ambiente. En el momento que la voz y el
sonido del piano dejan de escucharse, él ni perezoso ni temeroso recoge del
suelo una piedrecita, en el momento que la lanza doblegando el balcón da
acertadamente en el vidrio enmarcado en la puerta, inmediatamente sale a ver
una muchacha de cabello algo rubio y de ojos claros profundos que juegan con el
tono de su pelo- Al ver al poeta le dice gritando: tú de dónde has aparecido-
Soy un poeta que te trae el pan que has dejado en la panadería- Ya mismo abro
la puerta para que entres ya que tenemos que hablar. Al bajar las escaleras
atraviesa todo el espacio y va abriendo la puerta viendo al poeta que esta
vestido informalmente llevando su bermuda de siempre, una camiseta de tonos
azulosos, que sobresale por su cabello largo y por una cara bien afeitada de
color canela, ella al acercársele se da cuenta el poeta que en su imaginación
acertado en todo, viéndose se toman de la mano- Sigamos a la casa. Al entrar él
descubre un proporcionado espacio decorado con gusto, al fondo un caballete y
en otro cuarto tremenda biblioteca- La chica después que te escuche, descifre
que lo del pan era puro cuento y que más bien que se trataba de la esquela en
la botella- Si es exactamente eso, es que no sabía cómo hablarte por eso
invente la excusa del pan- Que buen ingenio- Claro si es procedente de un poeta
como yo no podría suceder otra cosa, la duda que tengo en que playa o en qué
lugar tiraste la botella- Yendo en una embarcación de Santa Marta a la Guajira-
Más o menos donde…- Eso no tiene importancia ya que al lanzarla con la esquela
adentro pedí un deseo, de verdad pensé que alguien la fuera a encontrar, dime
como la hallaste- Bueno te cuento desde la antesala a la obra, al alquilar un
cuarto en un hostal común y corriente, con el compromiso de escribir un libro
de poesía, un día que logre escribir como dos poemas sintiendo que la musa se me
fue, al no tener más inspiración decidí salir a caminar, al andar sin saber a
dónde iba encontré el muelle, al recorrerlo todo me siento en el final a
escribir otros poemas, estándolo haciéndolo yo no sé porque mire hacia abajo y
al ver esa botella como de perfume, sin dudarlo un segundo me lance y de esa
forma la rescate del mar, claro cuando la tuve en mis manos al ver su contenido
logre sacar la esquela que leí varias veces, al escuchar tu voz en esa to-madera
de pelo me comunique profundamente con tu ser, que estando acostado en la cama
de la pensión donde me estoy quedando al cerrar los ojos ya te vi tal cual
eres- Estoy feliz de estar con mi poeta- Lo mismo digo que gracias al papel de
esa navegante botella de perfume tengo a mi musa perfecta. Al tomarse se besan
sin saber que se ha ido la luz en toda la ciudad Heroica.
INDICE
Pag.1---------------------------Un
viaje inesperado
Pag. 26--------------------Las
tortugas de Playona
Pag. 34--------------------------Un
suceso de terror
Pag. 50---------------------------El
regalo del mar
Pag. 61---------Lo
sucedido en el advenimiento de un viaje
Pag.
87----------------------------------El encuentro
Pag. 93---------------Cocinando
un par de huevos
Pag. 94--Una visita
inesperada que se convierte en una tragedia
Pag. 100--------------------En
el festival de gaitas
Pag. 117-----------------------------En
un fandango
Pag. 120-------------------------En
estado de coma
Pag. 128------------------------------------En
Cereté
Pag. 135-------------------Una
particular decisión
Pag. 145---------------------En
el Rincón del Mar
Pag. 156-----------Una
semana santa en Monpox
Pag. 173----------------Un
particular fantasma Pag. 182-------------------------La ahogada
Pag. 192----------------------En
una trágica rumba
Pag. 206-------------Todo
debido a una violación
Pag. 222---------------------------------En
Taganga
Pag. 238----------------El
accidente y la tormenta
Pag. 248--------------------------------En
Palomino
Pag. 267---------------------Una
experiencia única
Pag. 278-----------------------Un
encuentro casual
Pag. 289-------------------La
odisea en el desierto
Pag. 298----------------------El
hecho inverosímil
COMENTARIO
Este autor de origen
cartagenero, al tener un conocimiento extenso de lo que es la costa caribeña,
del costeño en sí como persona. Se atrevió a escribir estos cuentos costeños,
que enmarcan una realidad constante, ya que su narrativa va más allá de lo que
se puede ver, tanto en el plano, de las ciudades, de los campos, de la región
desconocida de la sierra y del desierto guajiro. Enmarcando el sentido con una
originalidad que va fomentando una equilibrada escritura, cuya visión van
protagonizando los hechos como tales, que rompen con los esquemas
convencionales en una forma particular de escribir y de nombrar a sus
respectivos personajes.
Desde el momento que
escribió sus primeras obras, ya casi tres décadas, los que lo han leído han
quedado encantados por la magia de su narrativa, arraizada, fuerte e
impactante.
Los escritos de Pedro
José Martínez, siempre han prendido un propulsor de inconformidad que descubre
mundos más allá de la razón, sus frases misteriosas que todos sus escritos
contienen, cargados todos de cierta melancolía, retratan con certeza y
claridad, sentimientos que trasgreden, pues desde el principio su literatura
atrapa y va desprendiéndose de lo material.
En él se baten la
discordia de una juventud perecedera, de una rebeldía inconforme que rompe los
calones establecidos, despierta el marasmo al inmutable mundo del conformismo,
acabando con el machismo perseverante y decadente.
Este autor que escribe
para todas las edades, pero llevando siempre la juventud por dentro, siempre
retrata con la voz de la experiencia la rebeldía iconoclasta de sus personajes,
por esa cosmogonía de su literatura es actual y contemporánea, los
protagonistas siempre su-fren cambios ya que el actor de la obra constan-temente
los ha renovado.
Por Ana Bustamante.
CUENTOS COSTEÑOS VOL. 3
LA
AHOGADA
Al abrir los ojos muy
temprano en la mañana, se levanta abriendo la cortina y en la ventana se
presenta el paisaje de los edificios y de las pocas casas viejas con sus
grandes solares, se le ocurre que como es domingo tiene el tiempo para leer,
para eso saca de su biblioteca personal el libro de las mil y una noches, al
abrirlo busca en la página donde va el separador que le regalara su amiga
Creta, de ese modo se entrega a la lectura solo la interrumpe en el momento que
suena el celular, al tomarlo se da cuenta que es su amiga Creta- le va
diciendo: hola Creta que tal dormiste…- Bien ya que me dormí anoche muy
temprano- Acaso no fuiste a la fiesta de Andrea- No, porque el día de playa me
agoto y más aún me puse a leer a Clea y como estaba extenuada me quede dormida
muy temprano- Que tal si vamos a la playa del hotel Caribe- Que hora son…- las
ocho y media- Te recojo en tu casa a las diez- Perfecto entonces te estaré
esperando. Al colgar continua con la lectura y solo la culmina en el momento
que siente hambre, se levanta de la cama yendo directamente a la cocina, al ver
a su amigo Fernando se saludan de abrazo
y él le dice: que vas hacer hoy…- Me voy a la playa con mi amiga Creta y tú… Me
voy a ir con mi novia Sofía a Barranquilla- Que vas hacer allá…- Que amigo más
preguntón, nos vamos a una fiesta que unos amigos están organizando- Que bien-
Me voy ya que quede de recoger a Sofía. Al despedirse lo ver salir
cerrando la puerta, él inmediatamente
saca de la nevera dos huevos, tomate y cebolla larga, luego que pica con un
cuchillo y la tabla bien pequeñitos los tomates y las cebolla, las coloca en un
sartén al agregarle aceite de oliva prendiendo la estufa logra que se sofríen,
abre los dos huevos en una taza grande y con un tenedor los bate hasta que
quedan compactos, inmediatamente los chorea en el picadillo al rato tiene unos
huevos revueltos, que sentado ocupando la mesa los come acompañados de pan de
miga y jugo de naranja, al terminar de desayunar lava lo que uso en el
lavaplatos y los seca poniéndolos en su lugar, mira en el reloj de la cocina
que son las nueve, se pone el vestido de baño y encima una camiseta de colores
sicodélicos y luego se calza las chanclas, y al abrir la puerta sale tomando el
pequeño ascensor que rápidamente lo lleva a la primera planta,
abriendo la puerta sale de una vez toma la pequeña av. Pinango camina varias
cuadras viendo los pocos autos que van y vienen, los bajos edificios y al pasar
una camioneta alguien lo saluda pero sigue como si nada y al ver el edificio
descubre a su amiga Creta en un pequeño muro, al verla que tiene un vistoso
bikini azul claro, una camiseta del mismo color y que sostiene una enorme
toalla, va a su encuentro saludándose de besos- creta: Jaime que tal la
mañana…- normal pero ya se siente el calor, vamos que tengo una ganas terribles
de meterme en el mar. Caminan rápidamente hasta la carrera sesta donde doblan
en la calle cuarta pasan a un lado del club Cartagena, siguen bordeando el
parque viendo cómo se columpian dos niñas y un niño, mientras otros juegan a
perseguirse, atraviesan el parque viendo la vieja edificación del hotel Caribe,
al cruzar la transitada avenida llegan a la ancha playa que está muy
concurrida- Jaime le dice a creta: mira que hay bandera roja ya que el mar esta
supremamente picado- Tu crees que no me voy a meter- Claro que nos vamos a
meter. Al andar sobre la arena caliente donde revientas las pequeñas olas se despojan
de las camisetas quedando únicamente ella con el bikini y él con el vestido
baño, corriendo se meten en el mar y al venir una ola se le lanzan logrando que
los moje completamente, de esa forma van hacia las olas más grandes al
llegarles una enorme la pasan por debajo, haciendo lo mismo con las otras-
Creta vamos a la playa a tomar el sol. Con la ayuda de una ola lográndola tomar
los lleva a la orilla y solo tienen que caminar unos pocos pasos. Al estar
pisando únicamente la arena se colocan protector solar y se acuestan sobre la
toalla que trajera Creta tan largos son, se quedan dormidos sintiendo el sol
sobre sus cuerpos. Al despertarse Creta viendo a su amigo que duerme apoyando
una mano sobre la cabeza, se decide meterse en el mar, camina y en un momento
que no tocan sus pies la arena una ola la inviste haciendo que tome agua, grita
y alza las manos desesperada-mente, al verla un muchacho nada hasta ella y un remolino
la hace que se hunda llevándosela la corriente mar adentro. El muchacho
saliendo del mar ve a Jaime que está durmiendo boca abajo
sobre la toalla,
al tocarlo suavemente en la espalda, él abre
los ojos y se voltea viéndolo- Él le va diciendo: su amiga se ahogó- Como dijo
usted…- Su amiga se ha ahogado, la vi en el momento que estaba pidiendo ayuda,
nade tratando de alcanzarla, pero se hundió en el remolino que la hundió para desaparecer completamente-
Esta seguro…-Claro, no lo estoy inventando, es tan cierto como llamarme Javier.
Del desespero lo abraza dejando derramar las lágrimas- Él piensa como me pude
quedar dormido tanto tiempo y como no me entere que Creta se estaba ahogando,
eso es imperdonable y Luego le dice: que hacemos…- Yo diría que avisarle a la
policía, si quiere lo acompaño al caí. Al ponerse la camiseta sicodélica
caminan hacia esa dirección, al pasar la avenida San Martín logran llegar al
caí, al ver a un uniformado- Le dice: mi amiga se acaba de ahogar- Donde… -
Allá en el mar más o menos cerca del hotel Caribe- El policía dirigiéndole la
mirada a un compañero le dice: llama al guarda costas que se acaba de ahogar
una joven, luego les dice: vamos y me muestran en qué lugar del océano se ahogó.
Se retiran del recinto policial,
atraviesan con dificultad la avenida por los vehículos que van pasando y al
llegar a la playa caminan por la arena donde baja y sube la marea
constantemente- El muchacho señalando va diciendo: estoy seguro que fue
ahí donde la nena desapareció- El policía: ya veremos que se puede hacer al
respecto, el problema es que la gente no hace caso sin ven la bandera roja es
para que estén alertas y no se metan en el mar- Jaime tomándose la cabeza va
diciendo: ahora qué hago… Tienes que avisarle a la familia- Claro eso es lo más
lógico, pero el problema es que me he quedado sin mi mejor amiga, que mierda.
Llora a lagrima tendida- El muchacho abrazándolo le dice: si quieres te compaña
don-de vivía tu amiga- No para nada eso me corresponde solamente a mí, de todas
maneras gracias, se despide del muchacho dándole la mano y al verlo partir por
la extensión de la playa. Al sentirse tan solo golpea con los pies la arena y
desesperado grita. Al acercarse un amigo a su posición tomándolo le dice: Jaime
que te está sucediendo- Te parece poco que mi amiga Creta hace un rato se ahogó
y que no hice nada para impedirlo ya que estaba recostado sobre la playa
completamente dormido, soy un huevon. Vuelve a patear la arena y gritar como
loco- Antonio Cálmate carajo y piensa que le tienes que informar a la familia a
ver como recuperan al menos el cadáver-
Que situación más horrible y para empeorar la vaina ya me he quedado sin mi
amada amiga, que voy hacer mierda- Por ahora recuperar la gordura y hacer lo
que ya te dije- No me atrevo a dar la cara solo- Vamos que te acompaño. Caminan
por las mismas calles por donde viniera con su amiga ahogada, rápidamente
llegan a la av. Pinango, al caminar las pocas cuadras requeridas llegan ante la
fachada del edificio, Jaime timbra y el celador le abre la puerta- Diciéndole
Jaime: su amiga no está- Eso ya lo sé, necesito hablar con alguno de los
padres- Si están los dos, pero dígame una cosita acaso le paso algo a la joven
Creta- Desafortunadamente se ahogó- Como así- Si se ahogó estando con migo en
la playa del hotel Caribe- Y él guíen es…- Un amigo-
ya mismo le
digo a los padres sobre su presencia.
Toma con una mano el teléfono marcando el piso- Al rato le contesta la empleada
diciendo: necesita algo- no nada, dígale que el amigo Jaime está aquí ya que
necesita urgentemente hablar con los padres de Creta- Acaso le paso algo…- No
se adelante a los hechos y dígales lo que le acabo de decir- Está bien. Al rato
lo llama la madre: dígale que suba- Él ha venido con un muchacho- No importa
que sigan. El portero viéndolos a los dos- Les dice suban. Al ingresar en el
ascensor- Jaime le dice Antonio: como le voy a decir a ellos lo que le sucedió
a mi amiga Creta. Llora amargamente- Tranquilo que yo les digo- Está bien y
aprieta el botón del número del piso, al sentir que van subiendo llegan al
piso, La empleada abre la puerta y entran viendo a los padres, al acercarse y
quererles contar lo sucedido no puede ya que siente un nudo en la garganta
tomando su rostro un color supremamente
pálido- El señor porque esta así y que le ha pasado a mi hija, dígame
por favor- El muchacho adelantándosele le contesta: voy a hacer franco, yo soy amigo de él, pero
si vi como su hija se ahogó desapareciendo. La madre al escucharlo pierde el
conocimiento que la tienen que tomar entre el esposo
y ellos dos para que no se caiga, sentándola sobre
uno de los sofás- El padre llorando va diciendo: que tragedia, no
entiendo cómo pudo ser que he perdido a mi bella hija, que se podrá hacer.
Camina de un lado para el otro como pensando- Luego dice: voy a llamar a mi
primo Jorge que si tiene gente conocida en la marina. Toma su celular y marca
el número- Enseguida le contesta él mismo: hola primo como estas…- Para nada
bien ya que se ha ahogado mi hija Creta y no la han encontrado- Como así donde
se ahogó…- Espera le pregunta a su amigo Jaime que está aquí con nosotros y que
nos acaba de dar esa terrible noticia- Mijito donde estaban en el momento que
Creta se ahogó… En la playa del hotel Caribe- Si en la playa del hotel Caribe y
hace como dos horas- Voy a llamar algunos amigos que tienen alto rango en la
marina y cualquier suceso al respecto que sepa te llamare, por ahora traten de
estar tranquilos ya que en estos casos hay que esperar por lo menos
veinticuatro horas para que el cuerpo salga a la superficie- Gracias primo. Al
rato la madre reacciona y se para invistiendo a Jaime- Diciéndole: como dejaste
ahogar a mi hija- Yo hice todo lo que
pude pero desgraciadamente no pude evitarlo- Antonio hablando: señora él está
diciendo la verdad- Cállate tú y no te metas que contigo ya hablaremos- El
padre: amor tranquilízate que ellos no tuvieron la culpa de que nuestra hija se
halla ahogado- Tú crees que no…, si el uno si tiene la culpa ya que fue con
ella al mar y este otro la pudo salvar y no lo hizo- Intento y no lo logro, y
él solamente la estaba acompañando por lo tanto no tienen nada que ver en el
asunto. La señora perdiendo el control va tirándoles todo lo que se va
encontrando, entre porcelanas y otros objetos de lujo, que tienen que salir
corriendo escaleras abajo y así logran salir del edificio.
Al tercer día el guarda
costas rescata el cadáver algo mordido por los peces, llevándolo a la morque,
la madre y el padre al ser avisados lo hacen cremar. Ese mismo día hacen la
ceremonia mortuoria en la iglesia de Boca Grande, en la cual asisten la familia
de la madre y el padre, el hermano que vive en Barranquilla, Jaime y el amigo
Antonio. Fin.
EN UNA TRAGICA RUMBA
Humberto que desde
siempre vive en la Heroica, llama por su celular a su amigo Jaime Cortissoz, al
hablar como los buenos amigos que son, quedan de verse en barran-quilla en el
pequeño apartamento de Jaime al día sigui-ente. En la mañana de ese día después
de que se baña, desayuna y mete en su mochila la ropa que él considera que le
puede servir. Vestido con su viejo bluyín algo desteñido, con una camiseta del
mismo color y como no acostumbra a ponerse medias con sus zapatillas. Va
saliendo del apartamento cerrando la puerta con llave, muy relajado baja las
escaleras y sin que nadie lo vea sale del edificio, estando en la calle
moviliza su andar deteniéndose en la av. San Martín a un costado de la
droguería Nueva York , viendo que pasan los diferentes automotores en los dos
sentidos, al ver que detrás de una camioneta viene la buseta y al estar pasando
cerca de él no duda en ponerle la mano, enseguida el personaje conductor
detiene el vehiculó, se sube y al estar solamente un puesto desocupado se
sienta poniendo su mochila encima de las rodillas y al lado de una bella muchacha que luce una minifalda floreada
ver- dosa y una camisola del mismo color- Ella dirigiéndole la mirada le dice:
creo que te conozco…- Tal vez en algún sitio de esta ciudad- Ya sé una vez me
preguntaste la hora en el portal de los dulces- Ahora que te veo mejor sí que
lo recuerdo, si no estoy mal eso fue hace como un mes- Si claro, a donde vas
con esa mochila- Voy a Barranquilla a visitar a un amigo- No me llevas…- Si lo
deseas vamos- Lo dije en son de broma ya nos veremos otro día. Luego que lo
mira directamente a los ojos se levanta- Va diciendo: parada. El conductor
detiene la buseta a un lado del parque de los Almirantes y la chica con la mano
le indica adiós bajándose, al arrancar el bus la ve detenida como si fuera
cruzar la avenida. Él se dice a sí mismo: que chica más bella, como no le pregunte
su nombre y el número del celular soy un estúpido. La buseta dobla por la
rotonda, al pasar a un lado de la torre del reloj toma hacia el centro de
convenciones donde se detiene, al bajarse todos él lo hace de último y detrás
de una señora, camina entre varias personas una, dos, tres y cuatro cuadras
llegando a un costado de la india Catalina. Al ver un moderno bus estacionado
donde un moreno grita: a Barranquilla. El corre logrando llegar al bus y luego
que se suben varias personas lo hace él sentándose al lado de la ventanilla, al
llenarse el bus el conductor arranca, él sosteniendo la mochila entre sus
piernas ve a la señora a su lado pero prefiere dirigir su mirada hacia la
avenida Pedro Heredia, luego ve el castillo de San Felipe quedándose dormido y
solo abre los ojos antes de llegar a la Arenosa dándose cuenta que su mochila
no está, la busca en el suelo sin hallarla- Va diciendo mierda como me quede
dormido esa señora me robo la mochila. Al arribar a la ciudad portuaria el bus
toma la avenida y al pasar a un costado del estadio al detenerse el bus entre
varias persona se baja- Le pre-gunta a un moreno: usted debe saber que bus me
sirve para ir al barrio Prado- Tome el bus rojo número cuatro pero tiene que
caminar en ese sentido tres cuadras y justo en el semáforo pasa- Gracias.
Camina en el sentido que el moreno le dijera y sin dificultad encuentra el tal
semáforo. Viendo los diferentes vehículos que van pasando, al cambiar de verde
a rojo el semáforo, los vehículos se detienen para que pasen los otros, al volver a
cambiar el semáforo cerca de él ve el alargado bus que lleva inscrito con
letras negras el número cuatro, al hacer que se detenga se sube sentándose a un
lado de un hombre de avanzada edad que no le quita la mirada de encima. Pero
prefiere ver a través del vidrio de la ventanilla el caos vehicular y las diferentes construcciones, al
llegar a la rotonda se acuerda que su amigo Jaime vive por ahí, se para
pidiéndole permiso al hombre de cabello gris que ni un segundo le ha quitado la
mirada, al decirle al conductor que se detenga pasando entre la gente se baja,
camina pasando la ancha avenida y al ver edificio del diario el Heraldo voltea por una calle donde hay varias
edificaciones de pocos pisos, al pasar a un lado de uno, de dos y de tres
edificios llega al edificio de color ladrillo en el cual timbra el número
correspondiente del apartamento de Jaime- Humberto le dice: soy yo- Jaime
reconociéndole la voz le dice: espérame un momento que ya bajo. Al esperar va
abriendo la puerta El propio Cortissoz en persona, que luce su cabello negro y
largo una camiseta y un pantalón corto con el cual se abrazan- Jaime va diciendo: viejo Humberto que bueno que te
hayas decidido a venir, hoy tenemos tremenda rumba en la casa de unas amigas.
Por ahora sigamos al apartamento pero veo que no has traído nada- Sí que traía
una mochila pero como soy un idiota al quedarme dormido me la han robado, por
fortuna no me sacaron la billetera- Bueno hermano que se le va hacer, más bien
sigamos. Al entrar toman el ascensor que los lleva al quinto piso, el mismo
Jaime abre la puerta logrando salir del elevador y al caminar dejando varias
puertas con la llave abre la puerta de su apartamento, entran viendo Humberto
el amplio lugar donde hay varias mecedoras, diferentes muebles y los cuadros de
animales geométricos muy bien enmarcados en las paredes- Humberto: el
apartamento esta igual que la última vez que vine, pero se ve que has estado
pintando- Si claro, ven acompáñame a la cocina que traigo lo que he preparado y
la botella de whisky. Van a la pequeña cocina y recogen de la mesada los dos
grandes platos con las picadas, los vasos con el hielo y la botella de escoces
que colocan sobre una mesita, el mismo Jaime al destapar la botella vierte una
buena cantidad en los dos
vasos y se sientan cada uno sobre una mecedora- Jaime ahora si salud. Chocan los
vasos dándose el primer trago- Humberto
que buen whisky y sobre todo la
compañía- Tranquilo que esto hasta ahora comienza ya verás lo chévere que lo
vamos a pasar en la rumba, pero tenemos que llegar bien prendidos. Van tomando,
comiendo las diferentes y deliciosas picadas hablando de las diferentes rumbas
en que han estado. Al hacerse de noche- Jaime va murmurando: nunca me olvidare
de esa rumba allá en Cartagena que un pelado quiso saltar por el balcón de ese
apartamento a otro balcón donde estaba la novia, que al saltar logro agarrarse
pero su impulso fue mayor y que al estar pasando un oficial de la policía le
cayó encima armándose tremenda tragedia- Claro que me acuerdo, más a aun cuando
se formó el lío- Acuérdate de esa noche que estando en la playa de Boca Grande
nos emborrachamos y que bailando con la música del aparato de Liliana la Dulce
hicimos tremendo escándalo que vino la policía, nos llevó a la comisaría de San
Digo, que nos pusimos la comisaria de joda y que tuvieron los policías
mandarnos de vuelta a la calle- Luego
que se ríe va diciendo: esa no-noche fue increíble. Al acabar con el contenido
de la botella y los platos- Humberto va murmurando con su voz: que prendidos que estamos por que no nos
vamos ya- Si vamos de una. Se levantan al salir vuelve a cerrar la puerta
Cortissoz, bajan por el ascensor logrando llegar al primer piso de esa misma
forma salen a la calle- Jaime mirándolo le dice: ya vas a conocer a mis bellas
amigas, se me estaba olvidando comprarle a Linda al menos un detalle de
cumpleaños- Humberto: será que en ese centro comercial lo podremos conseguir-
Claro ahí es la vaina. Al no pasar autos cruzan la avenida y entran en el
centro comercial recorren los diferentes almacenes viendo sus respectivas
vitrinas- Jaime: entremos en la olímpica a ver que hay para ella. Al ingresar
van viendo los diferentes estantes, al llegar a la de los dulces- Jaime tomando
una caja de chocolates va diciendo: con lo glotona que es la gringa esto es un
buen regalo. Hacen la cola en una de las cajas, después de que una señora le
paga a la chica de la caja y que ella misma le empaca los víveres en una bolsa
con el nombre del supermercado y se retire la señora llevando la tal bolsa,
siguen ellos la niña sonriéndoles les dice- Cuesta tanto- Humberto como tu
invitaste al whisky yo pago esta caja de chocolates. Saca del bolsillo la
billetera y le paga a la joven- Cortissoz ahora si vayámonos al apartamento de
mis amigas. Andan en silencio, al querer pasar la avenida se tienen que detener
un buen rato gracias al tránsito vehicular, al ver que no viene ningún vehículo
corriendo la logran atravesar, doblan por una de las pocas casas viejas que se
conservan en el barrio- Jaime viendo la monumental casa va diciendo: esta casa
es de los Jiménez una de las tradicionales familias de Barranquilla,
seguramente cuando se mueran los viejos los hijos seguramente la venderán para
que ese nuevo dueño la tumbe remplazándola por un edificio como ha ocurrido con
todos estos nuevos edificios, es una mierda. Siguen una y en la otra cuadra
encuentra Jaime el edificio- Y va diciendo: carajo hemos llegado, entran viendo
el jardín de diferentes plantas- El portero que ya conoce a Jaime sonriéndole-
Le dice: van para donde la gringa y Jazmín-
Si para allá nos dirigimos- Sigan por la escalera ya que el ascensor
está dañado- Con este calor que vaina. Al tomar las escaleras van escuchando la
salsa y agitados llegan al cuarto piso, al ver que la puerta está abierta van
entrando viendo a las diferentes parejas que bailan y otras personas sentadas
unas sobre las sillas y a las otras sobre el entablado. Al verlos Linda la
rubia que luce una especie de bermuda que dejan ver sus bellas piernas- Va a su
encuentro abrazándose con Jaime que le entrega la caja de chocolates- feliz
cumpleaños, lástima que no tuvimos tiempo de empacarlo en un lindo papel de
regalo- Ella sonriéndoles: lo importante es el detalle- Humberto: que bueno
conocerte el día de tu cumpleaños que cumplas muchos más- Linda: en la cocina
van a encontrar varios licores sírvanse lo que quieran que están en su
apartamento. Al ingresar en la cocina encuentran a varias personas que están
haciendo lo mismo que quieren hacer ellos, luego que una bella morena se
fabrica una cuba libre, ellos se fabrican lo mismo y salen moviéndose- Jaime
bailando va murmurando: epa, que buena esta la rumba, al verlos don chicas que
están sentadas hablando decididas se paran y van al encuentro de ellos- Humberto viendo a la flaca de cabello
liso y negro le dice: tu una vez no estuviste en el club Cartagena- Si he ido
varias veces, ya recuerdo que estuvimos hablando un largo rato en la piscina.
Claro a penas te vi me acorde, tu eres músico o algo por el estilo…- No soy
pintor de oficio ya que no hago otra cosa. La toma de la mano y bailan al ritmo
de la salsa viéndose directamente a los ojos, bailan otro tema viendo a los
otros hacer lo mismo, al terminar el tercer tema y empezar el cuarto alguien
les pasa un barrillo de mariguana, luego de que fuma Humberto se lo pasa a ella
que fuma como si fuera una locomotora y ella se lo pasa a Cortissos que a la
vez se lo pasa a la chica de cabello rojizo conque está bailando- Humberto
tomándole la mano a la pelada le dice: a ver si me acuerdo de tu nombre, te
llamas Lucia- Que buena memoria, yo si no me acuerdo de tu nombre- Empieza con
h- Ya Humberto. Al terminar de decirlo se le baja todo perdiendo el sentido de
la realidad se desploma. Al ver lo que le sucedió Humberto se agacha y
alzándola logra ponerla sobre una silla, la mayoría de los asistentes la
rodean- Jazmín: va diciéndole a Humberto: que le paso- No sé, ya que estábamos
bailan-do y se desmayó- Linda va murmurando: yo tengo la solución. De la cocina
trae un vaso de agua lanzándole el agua ella se recobra- Diciendo: se me fueron
las luces, Humberto acompáñame a tomar aire a la terraza. Salen al aire de la
terraza y se recuestan contra la baranda- Ella debe ser bello pintar- Es increíble ya
que primero plasmas en tu imaginación lo que vas a realizar y cuando lo logras
pintar no te la crees- Es magia pura- Algo así. Siguen hablando sobre el tema.
Al acalorarse la fiesta una chica bastante blanca que baila, en un momento de
locura prácticamente corriendo sale a la terraza y ellos presencian como grita
doblegando la baranda va cayendo en la altura volviéndose mierda contra el
pavimento. Todos van a la terraza a ver lo sucedido con la pelada- Humberto:
que locura como se lanzó al vacío- Lucia: casi nos lleva por delante, que
hacemos…- Un hombre que lleva el cabello largo y que en la nariz lleva un
notorio lunar – Va diciendo- Aquí no ha pasado nada sigamos bailando. Todos le
hacen caso y vuelven al interior del apartamento- Jaime bailando al lado de la
pelada de piel blanca y de cabello
negro abundante- Le dice: que mal que
pasen esas cosas- Quien era esa chica tan loca…- Yo si la he visto varias veces
por ahí en la calle, pero nunca hable con ella, a un menos no sé quién era y
que hacia- Yo nunca la había visto si no en el momento que se lanzó, que
importa sigamos con la rumba. Nadie se da cuenta que llega la policía, ni mucho
menos que subieron- Solo se dan por enterados en el momento que tocan muy duro
en la puerta logrando la atención de todos- Jazmín al escuchar deja de moverse
y va diciendo: estoy segura que es la policía, guíen va abrir la puerta- Jaime
yo no estoy tan peádo yo la abro. Al abrirla surge la silueta de los tres
uniformados el más alto que se trata de un corpulento moreno- Va diciendo:
apaguen la música. Todos gritan diferentes palabras haciéndose un solo
estruendo- El otro policía entremos. Al entrar van tomando a Cortissoz de las
manos- el otro oficial va diciendo: tienen que apagar la música. Jazmín yendo
donde esta el aparato apaga la música- El oficial corpulento- ¿Quién empujo a
ese pelada que está muerta sobre el pavimento de la calle?- Un hombre de espeso
bigote: nadie la empujo ella en su locura se lanzó, todos lo vimos- El mismo
policía: quien la conoce- Un muchacho rubio y alto: vino con migo, pero hasta
ahora es que la conozco. Venga con nosotros. El muchacho al querer salir
corriendo entre los tres policías lo toman y se lo llevan escaleras abajo. Al
volver a poner rock todos bailan al ritmo de santana como si no hubiera pasado
nada- Jaime locamente ebrio va tomando a la pelada de cabello rojizo, al
tratarla de besar se va de bruces contra el piso- Ella simplemente se ríe y le
va diciendo: que delirio estamos más que locos- Él estando sentado sobre el
piso le contesta: viva la locura. En un acto seguido al levantarse la toma
alzándola llevándola al primer cuarto, cierra la puerta y nadie ha visto nada-
Humberto amacizando a la Lucia: me estoy enamorando de ti- La chica se le
suelta diciéndole: embustero- Yo de mentiroso no tengo nada, es simplemente de
tu belleza y de tu linda forma de ser. La chica al terminar de escucharlo se le
lanza y van cayendo sobre otra pareja yendo los cuatro directamente
al piso. Se
paran y el borracho empuja a Humberto- diciéndole:
que les pasa a ustedes dos. Le manda tremenda trompada pero al esquivarle el
puño este va cayendo de cara contra el filo de la mesa quedando completamente
inconsciente- La novia les dice: miren
como ha quedado por su culpa- Lucia eso le pasa por querer pegarle a Humberto. Ella
sin contestarle va cogiendo de los cabellos a Lucia, que con furia y con la
mano logra golpearla de tal modo que cae rebotando contra el suelo. Humberto
viendo que al caerse una vela encendida se ha prendido la madera del piso, toma
el mantel dejando que se caigan unos cuantos platos y otros vasos, con la cual
intenta a pagar el fuego, este en vez de disminuir se agranda logrando elevarse
las inmensas llamas- Lucia viendo cómo se elevan las llamas va diciendo:
huyamos antes de que nos incendiemos- Pero antes busquemos a mi amigo Jaime. Al
no encontrarlo deciden abrir la puerta de la habitación encontrándolo dormido
entre pierna do contra la pelada de cabello rojizo Él lo único que se le ocurre
para despertarlos es mandarles un salivazo, esto hace que se despierte
malhumorado diciendo: que falta de respeto por qué nos escupes- Mira que se
está incendiando este apartamento. Al ver las llamas, despierta a la pelirroja
y al levantarse, los cuatro corren detrás de los otros escale-ras abajo, al
darles alcance se escuren perdiéndose ellos dos con su desnudes. Fin.
TODO DEVIDO A UNA VIOLACIÓN
Estando completamente
acostada, sintiendo los primeros rayos del sol abre los ojos, percibiendo que
todo en su cabeza le da vueltas. Al quererse parar solo logra sentarse,
sintiendo un fuerte dolor de cabeza decide poner las manos sobre su cabello enredado y del
desespero grita, al no haber nadie a su alrededor solo el eco le devuelve el
grito. Al sentirse tan mal sin importarle nada se vuelve a costar tan larga es
volviéndose a dormir. Al sentir el extenuante calor y la piel que le arde
vuelve a abrir los ojos, sintiéndose mojada por dentro sin saber si la violaron
o que simplemente se orino. Al ver el mar y a varias personas que con sus
respectivas toallas acostadas están tomando el sol, decide pararse, haciéndolo
lenta-mente se logra enderezar, camina uno, dos, tres, cuatro y cinco pasos y
se deja caer nadando cerca de una bicicleta marina que una pareja pedalea, se
devuelve de la misma forma y sale más tranquila viendo el frente de la
construcción del hotel Tamacá. Se sienta sobre la arena viendo directamente
hacia el morro y el mar en la lejanía más azul. Pensando, recuerda que estando
bailando le dieron un trago y quedo nula de entendimiento teniendo borrosas
imágenes de que ese alguien la violo. Llora poniéndose las manos sobre los
ojos, al verla una amiga -Le dice: Altamira porque estas llorando…- siéntate y
te cuento. La amiga se sienta sobre la arena y le va murmurando: ahora sí
cuéntame- Imagínate que estaba bailando con alguien, claro ya de antemano había
tomado por lo tanto ya estaba algo ebria, ese fulano al parecer a un vaso de
cuba libre le agrego secretamente burundanga o algo por el estilo, porque al
tomarme esa cuba libre se me inundo el pensamiento, recuerdo solo ciertas
imágenes entrecortadas que el hombre me violo. Sintiéndose moralmente mal vuelve
a llorar- La amiga abrazándola le dice: vamos que te acompaño a que te vea un
médico o si no al hospital más cercano- Primero desearía comer algo, acompáñame
al apartamento donde vivo que seguramente hay algo al menos para desayunar. La
amiga la ayuda a que se levante caminan por la playa y al salir toman la calle
sesta, pasan al lado del hotel Arrahuaco,
y al andar dos cuadras más llegan ante la fachada amarillenta del edificio,
entran viendo que el guachimán las saluda, sin contestarle el saludo siguen
escaleras arriba, al llegar al tercer piso se cruzan con una amiga de la mamá
de Altamira- Que les habla: será que tu madre estará en el apartamento, es que
quiero que me indique sobre una cuestión- No ella el sábado pasado se fue para
Barranquilla y creo que vuelve en algo así como dos semanas- gracias. Al llegar
ante la puerta ella golpea al rato le abre la puerta el hermano Alberto: eche,
estaba preocupado por ti, donde has estado…- En la playa- Que carajo estabas
haciendo hasta ahora allá en la playa- Rumbeando- Que rumbera del carajo y yo
aquí preocupado como un idiota- No me molestes más- Bueno me voy para el
Tayrona. Al colocarse la mochila sobre la espalda lo ven salir. Entre las dos
preparan el desayuno y al estar en la misma mesa de la cocina comen sentadas-
Daniela luego que se traga un buen pedazo de pan con huevo revuelto le murmura:
será que si ves al hijo de puta que te violo lo reconocerías…- Posiblemente si,
ya que su ros-tro lo tengo grabado en mi memoria- Aja ese tipo lo tenemos que
encontrarlo y cobrarle lo que te hizo- Que saco con vengarme si lo que está
hecho esta, lo único que espero que no
me haya dejado embarazada, lo demás me importa una mierda. Al acabar- Vamos de una
vez al médico- Que saco con ir a donde un médico- Saber si estas embarazada…
Eso lo hare pasado un tiempo por ahora me quiero irme de este Rodadero de
mierda aún lugar solitario, me quieres acompañar sí o no- Claro que te quiero
acompañar, pero a donde vamos…-interesante pregunta, si ya sé a dónde, vamos a
Minca a donde una pareja de amigos- Bueno voy a buscar alguna ropa y algunas
cosas ya vuelvo. La ve salir luego que lava en el lavaplatos lo que usaron, al
secarlos con una especie de toallita los coloca en orden en la repisa. Como se
siente cansada se recuesta sobre el sofá quedándose dormida, al despertarla un
mal sueño decide levantarse, al hacerlo va a al baño al sentir las piernas pega
chentas y la vagina de la misma forma confirma lo que vio pero lo que no sintió
y se baña llorando amargamente. Al entrar la amiga Daniela coloca la mochila
sobre el piso de baldosas y al sentir que está llorando abre la puerta del baño
y va entrando, al verla que bañándose está llorando sin importarle mojarse
la abraza- Diciéndole: tranquilízate,
que ese hombre pagara su karma- Si tratare, pero no es fácil ya que si lo
hubiera hecho por placer sería otra cosa- Tranquila que ya abra alguien del
cual te enamores- Si tienes razón. Al cerrar la llave le pasa la toalla y se
seca poniéndose algo ligero- Altamira: Daniela quédate esta noche aquí conmigo
y mañana vamos a Minca- Si me parece bien así descansas- hagamos algo de
comida- como que... Miremos en la nevera, que mi madre antes que se fuera a
Barranquilla hizo mercado. Al ir a la cocina abren la nevera encontrando
frutas, verduras, carnes, queso, salchichas y otros alimentos, al ver en la
alacena encuentran arroz, espaguetis, frijoles, alverjas, café, azúcar y
aceite- Altamira: hagámonos un arroz con verduras y salchichas- me parece
excelente idea, además podemos hacer jugo de piña- encárgate tu del jugo y yo
hago el arroz- Perfecto. Hacen todo lo necesario para hacer el famoso arroz y
el jugo, que al pasar el tiempo lo logran, sirven el jugo en dos vasos, el
arroz de verduras y salchichas sobre dos platos, los llevan a la mesa y se
sientan a disfrutarlo- Daniela luego que prueba el arroz va diciendo: quedo
riquísimo- Sí que está bueno. Van comiendo en silencio lentamente, al
transcurrir el tiempo logran darle mate al jugo y al arroz- Altamira lavemos
esto que usamos- Daniela: descansa tú que yo lavo. Ella se recuesta en su cama
mientras la otra en el lavaplatos lava los tenedores, el cuchillo, la tabla,
los platos y los dos vasos; al secarlos los coloca en el lugar donde estaban,
luego se recuesta al lado de su amiga se quedan profundas las dos.
En la mañana las
despierta la fuerte brisa, ven por la ventana como se mueven los dos cocoteros
que están al frente- Altamira que brisa la que hay- Yo diría más bien que hay
algo así como la cola de un huracán, porque esa brisa sí que esta fuerte.
Desayunemos y vamos un rato a la playa- No está para nada mal la idea. Tienden
la cama y al ir a la cocina se preparan unos huevos cocinados, te y jugo de
naranja, al lograrlo se sientan a desayunar comiéndose y tomándose todo en un
abrir y cerrar de ojos, luego lavan todo lo que usaron en el lavaplatos y al
secarlos los colocan en su puesto- Altamira alegremente va diciendo: pongámonos
el bikini y vayamos al mar- Que bueno que estas alegre- Lo que paso ya sucedió
ahora en adelante hay que enfrentar la vida alegremente- Amiga así se habla. Al
meterse en el cuarto se quitan lo que tienen y se pone cada una su bikini-
Altamira va murmurando: ahora si vámonos donde sabemos. Al reírse frenéticamente,
al abrir la puerta salen corriendo escaleras abajo al encontrarse de frente con
una señora que está subiendo por el impulso que llevan no se pueden detener
llevándose por delante a la señora, esto hace que se caigan las tres sobre las
escaleras, al no hacerse daño- La señora parándose les dice: ustedes están
locas de remate, como bajan las escaleras corriendo que peligro, tuve suerte de
que no me pasara nada. Ellas al levantarse siguen como si nada, al llegar a la
acera ven como todo está invadido de agua del mar, al caminar las cuadras
necesarias ven en la lejanía las grandes olas que se levantan y rompen- Daniela
viendo el espectáculo del mar va diciendo: esto es nada menos que mar de eleva,
vamos que está buenísimo- Si metámonos. Al llegar a la playa van directamente
al mar, de a poco se adentran en las olas jugando con ellas, se le lanzan, las
pasan por debajo varias veces sintiendo cierta adrenalina al cansarse vuelven a
la playa- Altamira: vámonos a bañarnos con agua dulce y luego que nos vistamos
nos va-mos- Buena idea, hagámoslo sin reminiscencias. Se ríen carcajeándose de
sobremanera. Caminan por donde vinieran salpicándose con el agua salada que
llega al nivel del andén, al llegar al edificio entrando suben las escaleras y
al hallar la puerta solamente la empujan lográndola abrir, van directamente al
baño donde al prender la llave lo hacen las dos, al secarse se visten cada una
con su respectivo bluyín, una camiseta la una verde y Altamira naranja, de
último sin medias se calzan las zapatillas; luego van a la cocina donde toman
varios víveres que ponen en sus respectivas mochilas, al abrir la puerta salen
cerrando Altamira la puerta con llave, lenta-mente bajan las escaleras y al
llegar a la calle van en dirección de la avenida viendo lo empinado de la loma,
al arribar a la avenida al pasar varios vehículos tienen que esperar para
poderla atravesar, al no pasar más carros lo logran y se establecen viendo los
diferentes vehículos que van en los dos sentidos, al pasar un pequeño
auto-móvil al verlas se detienen un poco más adelante, ellas corriendo les da
alcance- Él señor sacando la cabeza por la ventanilla les dice: van a Santa
Marta- Altamira: si nos sirve ya que vamos a Minca. Luego que se sacan las
mochilas colocándolas en el interior del carro, se sientan una de copiloto y
Daniela atrás. Al cerrar la puerta el señor arranca loma arriba por la
carretera que está muy bien delineada. Van viendo el paisaje de cactus y de
lomas de tierras secas y atrás la panorámica del rodadero, al pasar una loma y
una curva ven la panorámica de Santa Marta- Altamira: siempre que estoy en esta
carretera me deslumbra la vista- El
señor: si claro, es que es bella como usted- Ella por favor no empiece. Al
silenciarse por la misma avenida van llegando a la Samaria, al llegar al
semáforo del puente peatonal, el señor al ver al semáforo en rojo detiene el
auto- Altamira quitándole la mano de la pierna le dice: usted es un cretino
hasta aquí nos llegó el viaje. Al abrir la puerta se bajan, como no pasan
vehículos de una pasan al otro lado de la avenida- Altamira: que mierda ese
cretino yo no se porque me tuvo que coger las piernas- Que atrevido- Me voy a
conseguir una vaina de esas que matan. Caminan bordeándola y al doblar llegan
al mercado, van entre los diferentes puestos de alimentos al lograr salir en
plena calle ven el pequeño bus- Altamira mirando al conductor le pregunta:
usted por lo que veo va para Minca- Si claro, súbanse que apenas se llene
arranco. Ellas hablando van viendo que de a poco se va llenando, después que
entra el último pasajero el conductor arranca tomando la avenida, pasan a un
lado de San Pedro Alejandrino, al salir de la ciudad toma el vehículo una vía
alterna- Daniela: que apretada que estoy- Como lata de sardinas- Una señora:
que se creerán estas peladas. Van viendo avanzar el vehículo, al empezar a
ascender entre las diferentes curvas en un momento dado ven en la lejanía la
ciudad y al lado en la lejanía el océano azul, al llegar el vehículo se detiene
al lado de una tienda, se bajan tomando sus mochilas para colocárselas sobre
sus espaldas- Altamira voy a preguntar en esta tienda por mis amigos- Te espero
aquí. Al ingresar en el lugar viendo a la seño- Le pregunta: usted conoce a
Aura y Oscar- la señora después de que piensa le contesta: si los conozco,
ellos son los jipis que viven cerca de mi hermana- Como hacemos para llegar
allá- Espera que salgo y les indico como llegar. Al salir- Le dice: ve ese
camino, síganlo que al encontrar el río pasando el puente, van a ver otro
camino que las llevara a la pequeña finca donde viven ellos- Altamira: gracias
por la información. En el momento que la señora vuelve a la tienda ellas
arrancan tomando el camino, van avanzando entre la vegetación de esa forma en
la distancia ven el río de enormes piedras, al pasar sobre el puente encuentran
otro camino que va bordeando la empinada montaña, al abrir el broche ingresan en
la finca viendo enormes árboles y más lejos la casa, al llegar Altamira grita:
Aurora. Al rato sale la pelada de cabello negro y largo, luciendo una larga
falda blanca- Al verlas les dice: que bueno que hayan venido. Se saludan de
abrazos y de besos- la amiga sigan a la casa. Al estable-cerse dentro de la
vivienda van viendo las paredes blancas completamente desnudas, se sientan
sobre las mecedoras- Aurora volviendo a su tarea de coser un pantalón les dice:
que novedades hay allá en el Rodadero- Daniela: cuando salimos había mar de
eleva y a mi amiga una madrugada un tipo
la violo- Altamira: para que le cuentas sobre mi tragedia- Bueno perdona- Eres
una atrevida ya que esas vainas no se cuentan- Aura: tranquilas no se peleen ya
que estamos en confianza, más bien Altamira cuéntamelo todo- Lo único que sé
realmente es que el tipo queme violo, me dio en una cuba libre burundanga o
algo por el estilo, solo tengo una laguna inmensa pero sin sentir un culo si me
di cuenta que me violo- Que hijo de puta, será que si lo vez lo reconoces- tal
vez ya que tengo la imagen de su rostro entre mi memoria, pero que podría
hacer, vengarme no tiene sentido y mucho menos acudir a la policía ya que
sufriría aún más, lo que deseo es olvidar- Aurora: si lo vez de esa forma está
bien- Altamira: que no se vuelva hablar sobre el tema, está bien. En ese
momento va entrando Oscar con el pelo alborotado y llevando en una de sus manos
un machete- Va diciendo: a que se debe esta magnífica sorpresa- Daniela: hemos
venido a visitarlos ya que ustedes nunca van al Rodadero- Aura: es que aquí
tenemos mucho trabajo y además hemos hecho a un lado lo referente con la
civilización- Aura le dice a Oscar: terminaste de deshierbar el lote- Si,
aunque me costó trabajo lo logre terminar- Que bien. Ella se voltea hacia sus
amigas- Diciéndoles: qué tal si hacemos algo para almorzar- Altamira: hemos
traído espaguetis, arroz y algunas
verduras- Aura: siendo así hagamos unos espaguetis, yo tengo tomates y queso
por lo tanto podemos hacernos una buena salsa y rayar el queso- Daniela:
hagámoslo. Las tres se meten en la cocina y preparan lo que dijera Aura
rápidamente y además anfitriona en la licuadora hace un jugo de níspero, sirven
en cuatro platos la pasta, la salsa de tomate, el queso rallado y de último el
jugo en cuatro vasos. Cuando sale del baño Oscar ya bañado y vestido se sientan
ocupando la mesa que hiciera Oscar- Aura sentado junto a su novio va diciendo:
buen provecho. Empiezan a enredar los largos espaguetis en el tenedor de esa
forma van comiendo y conversando sobre la vida de la pareja en este lugar de
Minca. Al acabar todos repiten logrando exterminar por completo los espaguetis-
Aura mirando a su compañero va hablando: las que cocinamos no lavamos- Oscar:
está bien yo lo hago. Se para llevando la olla, los platos, los tenedores y los
vasos a la cocina, donde los lava en el lavaplatos, al acabar después de
secarlos los coloca en su lugar y sale viendo a las peladas que hablan- Él
interrumpiéndolas va diciendo: sobre que están hablando- Aura le contesta:
sobre cosas de mujeres- Altamira: no mentiras sobre cosas intranscendentes, más
bien busquemos leña y hagamos una fogata. Al salir todos van en busca de palos
secos logrando recoger una buena cantidad de ramas, palos y chamizos secos,
entre él y las tres acomodan la leña de tal forma que al prenderla la propia
Aura se prende de inmediato. Al llegar la oscuridad de la noche le van
agregando palos inmediatamente va cogiendo fuerza quemándose de apoco la leña,
cantan concentrados en el fuego, en la distancia comienzan a sonar los
relámpagos y se viene una repentina lluvia- Aura va diciendo: que mala suerte
ya está lloviendo corramos para que no nos mojemos. Corren logrando llegar a la
construcción de adobe, madera y techo de palma cerrada- Oscar: estoy cansado
por la labor realizada, me voy a ir a dormir- Aura: espera que les muestro a
las peladas el cuarto donde van a dormir, vengan. Al entrar al cuarto ven la
enorme cama y al lado una mesa de noche con una lámpara de tela- Altamira ve a
dormir que nosotras no la ha reclamos. Se dan las buenas noches de beso, al
desaparecer Aura cerrando la puerta, apagan la luz encendiendo la luz de la
lámpara y se acuestan Daniela contra la pared y Altamira al otro lado, a pesar
del zumbido de los mosquitos tapándose con las dos cobijas se logran dormir.
Al sonar el canto de
los pájaros abre los ojos Daniela que a la vez despierta a Altamira-
diciéndole: levantémonos y vayámonos al río- espera que al menos me desperezo.
Al hacer un poco más de pereza Daniela empuja a Altamira que cae poniendo las
manos contra el suelo- Ahora si me voy a reír de ti. Ella la jala y cae a un
lado- Daniela: basta de bromas y más bien vayámonos al río. Al levantarse del
suelo de cemento abren la puerta y al salir no ven ni la sombras de la pareja,
al ver un racimo de bananos van cogiéndolos comiendo- Altamira va hablando: que
ricos que están estos guineos pero dejemos la joda y vayámonos. Se ponen cada
una bermuda y una camiseta, salen descalzas sintiendo el sol sobre sus espaldas
loma abajo, de esa forma empiezan a ver el río y sus grandes piedras. Al
tenerlo cerca se desnudan metiéndose poco a poco dentro del agua- Daniela: que
agua más fría. Se empiezan a tirarse agua una a la otra quedando completamente
lavadas, que se tienen que meter entre la corriente del río, al pasar el tiempo
en esas viendo que el sol ya está muy arriba se acuestan sobre dos rocas más o
menos planas a tomar el sol, estando en esas son sorprendidas por varios tipos
que las van tomando, al querer huir de su presencia les dan alcance tomándolas-
Altamira pateando grita: hijos de puta ustedes son unos cobardes- Uno de los
tipos: ya verán lo rico que le vamos hacer.
Al doblegarlas maltratándolas las violan turnándoselas, y al acabar las
dejan tiradas medio muertas. Fin.
EN TAGANGA
Al detenerse una
camioneta, de la parte de atrás antes que se baja cierto personaje de cabello
negro, liso y largo, tira la mochila que rebota sobre el pavimento, luego
saltando lo hace él y la camioneta arranca en dirección del pueblo. Él se
estaciona en el mirador viendo la bahía y una parte del pueblo, al voltearse ve
a una chica que con una cámara está tomando fotografías de la panorámica, y un
poco más allá a un sujeto que le está mostrando a un rubio extranjero sus
esculturas en piedra- Él se pregunta: como se llamara este pueblo…Al ver llegar
a una señora que lleva sobre su cabeza un latón con frutas- Que va gritando:
tengo papaya, guineos, patilla, melón, guanábana- Se le arrima diciéndole: como
se llama este pueblo- La seño le contesta: tu acaso vienes del cielo, como no
sabes que este pueblo se llama Taganga- No sabía por eso le pregunte, además
como vera me acaba de traer una camioneta- Acaso de donde viene…- de Buritaca
donde le eche dedo- No hable más mierda y cómpreme alguna de estas frutas- No
tengo un peso partido a la mitad- Yo me voy- La chica de la cámara al haber
escuchado la conversación- Le habla a la seño: véndame una de esas patillas. La
señora se baja de la cabeza el latón- Le dice: cuál de estas quiere- Deme esta
pero por favor pártamela en el medio. Al partírsela con un cuchillo se la
entrega y la chica se la paga. Al volverse a colocar el latón en la cabeza se
dirige por donde vino- La chica lo intercepta con la mirada- Diciéndole: mira
toma esta parte de la patilla. Al dársela- Gracias- Ella le suelta la lengua: tú
eres cuentero- Porque sabes…- Te vi contar cuentos en la plaza de Bolívar en
Medellín- Ha claro- Me quieres acompañar al pueblo…- Porque no- Entonces vamos.
Al colocarse la mochila sobre la espalda van caminando- Ella preguntándole:
cómo te llamas…- Todo el mundo me conoce como Mauro y tú…- Yo soy Valeria. Se
dan la mano y siguen agilizando los pies, entran al pueblo viendo las
diferentes construcciones, al llegar al malecón de la playa la chica se
encuentra con una amiga con la cual se abraza- La chica le dice a Valeria:
acompáñame al hostal que te muestro algo- Valeria dirigiéndole la mirada a
Mauro le dice: espérame que ya vuelvo- Aquí te espero. Las ve dirigirse por una
calle que va hacia arriba y en la distancia desaparecen, él se sienta sobre el
borde del andén viendo el calmado mar y divagando en el pensamiento ciertas
cuestiones imaginativas. Un muchacho que se le acerca lo vuelve a la realidad-
Diciéndole: hola Mauro que loco verte aquí en Taganya, donde te estas quedando…
en ninguna parte porque acabo de llegar- Ven y te quedas donde me estoy
quedando con unos amigos- dime donde es y te caigo
más tarde ya que estoy esperando a alguien- Mira vas a ver el estadio, subes
por esa misma cuadra, y al ver en una esquina la tienda doblas por esa calle
destapada, calculas caminando quince minutos y vas a ver sobre una enorme roca
un bohío ahí es- El único problema es que no me acuerdo de tu nombre- Soy
Carlos el poeta- carajo como lo he podido olvidar- Lo entiendo ya que todos nos
llamamos y me suele pasarlo mismo. Se dan un abrazo- Carlos: te espero allá
pero tomate tu tiempo- Gracias. Lo ve alejarse por la misma calle por donde se
fueron las peladas. Se vuelve a sentar en el mismo sitio viendo a un grupo de
niños que se corretean en la playa, más al fondo a una pareja que estando
sentados sobre la arena se besan y más allá el tranquilo mar, al ver que la
chica no viene decidido se levanta colocan-dose la mochila sobre la espaldas,
empieza a andar tomando por la calle algo empinada y yendo a un costado del
estadio, si ha este se le puede llamar de esa forma. Al ver la tienda en la
esquina, voltea y al calcular subiendo los quince minutos ve sobre la roca la
cabaña circular, al llegar va gritando: Carlos. En vez de él sale una
morocha que le grita: suba. Va subiendo
por las escaleras de esa forma logra llegar al altillo- La Morena le dice:
bienvenido, Carlos en este momento se está bañando- No hay problema- Sácate la
mochila y descansa que ya mismo te traigo un jugo. Al sentarse sobre una silla
ella le lleva el jugo- Diciéndole: por
lo que veo eres paisa- No soy de Medellín nací en Pereira y desde hace como dos
meses que estoy aquí en la costa- Yo hago artesanías y tú como haces para
sobrevivir…- Soy cuentero de profesión y me dicen Mauro y vos…- Milena. Se dan
un caluroso beso. En ese momento se presenta Carlos envuelto en una toalla y va
diciendo: ya mismo me visto para que hagamos la cena y comamos ya que
seguramente más tarde vamos a ir al Garaje. En ese momento llega una pareja, se
saludan con Milena y con Mauro- Sandra la paisa va diciendo: tú debes ser Mauro
el cuentero- Y vos eres Sandra la cantante, la última vez que nos vimos fue en
el café de Otra Parte- Eso fue hace por lo menos dos años. Milena: perdón que
los interrumpa, que tal si hacemos la comida- Camilo: yo esta mañana traje unos
pescados, están listos para cocinarlos ya que con antelación los limpie
sacándoles las tripas y las escamas- Sandra además hay arroz echo y ensalada en
la nevera- Milena encarguémonos de eso nosotras las mujeres. Las peladas se dirigen directamente a la cocina y
rápidamente calientan el arroz, fríen los pescados, al estar ponen todo eso en
varios platos, al arreglar la mesa la artesana entre las dos disponen los
platos sobre la mesa redonda, se sientan. Antes de que tomen alguno de los
cubiertos – Sandra va diciendo: buen provecho, todos al tomar el tenedor y un
cuchillo van comiendo- Mauro: se lucieron con esta comelona- Sandra: tú tienes
que fajarte allá en el bar contando tus cuentos- Tengo la actitud para eso. Al
terminar se levantan más que satisfechos- Milena: ahora si nos podemos ir al
Garaje- Sandra: pero antes de irnos alguien tiene que lavar la loza- Mauro: no
hay problema yo la lavo- Camilo: lava la mitad que yo hago lo mismo con la otra
mitad- Tranquilo yo lavo toda la loza- Está bien. El mismo lleva la loza a la cocina y rápidamente la
lava en el lavaplatos- Mauro al aparecer ante los demás va diciendo: Ahora si
vayámonos. Se levantan de las sillas y muy decididos salen bajando las
escaleras, van descendiendo la cuesta tranquilamente, al pasar a un lado de la
tienda al ver unos inmensos parlantes retumba con el vallenato- Sandra va
murmurando con su voz: es demasiado el voltaje del vallenato- Milena: es
exagerado. Al llegar cerca de la playa voltean por una calle donde el vallenato
es ensordecedor, al alejarse escuchan el rock proveniente del Garaje, al llegar
entran viendo a varias parejas bailar y a otros personajes sentados ocupando
las diferentes mesas y al ver la única mesa libre no dudan en ocuparla, al rato
de la nada surge la pelada de cabello rasta que al llegar ante ellos: hola
amigas y amigos que van a tomar… Todos se miran- Camilo le va diciendo: yo creo
que por ahora tráiganos una cerveza a cada uno- Ya se las traigo- Mauro
parándose va diciendo: será que te puedo comentar algo- Claro que sí pero
dímelo de una vez- La cuestión es la siguiente: yo soy cuentero me gustaría
tener un espacio para contar algunos de mis cuentos- No hay problema cuando
quieras me dices, que yo apago la música- Gracias.- Ya vuelvo voy a traerles
las cervezas. Al desaparecer, al rato vuelve trayendo las cervezas en las manos-
Diciendo: que las disfruten. Las coloca sobre la mesa y vuelve a desaparecer de
la escena, al tener todos su respectiva cerveza- Sandra va murmurando con su
melódica voz: ahora si brindemos. Chocan los envases alegremente- Sandra: está muy bueno el
ambiente. Van hablando haciéndose bromas. En una circunstancia algo loca se
para Mauro dirigiéndose directamente a la barra, al ver a Rodrigo que luce una
boina y su larga barba- Le dice: hola Rodrigo- Si es nada menos que Mauro el
cuentero, se saludan estrechando los puños- Vas a contar unos de esos
increíbles cuentos- Si a eso he venido- Ya mismo apago la música. Al hacerlo se
escuchan los silbidos y el murmullo, inclusive se escucha una voz: porque
apagaron la música. Rodrigo sale de la barra y al colocarse en el medio- Va
diciendo: Mauro nos va deleitar con sus cuentos. Al retirarse a la barra, Mauro
se coloca donde él estaba- Va hablando: voy a contarles la siguiente historia
pero para esto necesito que hagan silencio, cuenta la Máquina de hacer pájaros,
al terminar todos aplauden escuchándose los aplausos en todo el entorno del
Garaje- Bueno ahora voy a contar: la historia de un personaje ficticio. Empieza
y al demorarse la culmina escuchando los aplausos, al ver guíen le puede facilitar
un sombrero, encuentra la mirada de la chica que viera en el momento que llego-
Él le va murmurando: hola Valeria- Hola. Al darle un beso le agrega a la
cuestión: será que tú me prestas ese sombrero un momento- Claro que sí. Al sacárselo
se lo entrega y Mauro sosteniendo el sombre va diciéndole a la concurrencia: si
quieren que les cuente otra historia me tienen que colaborar, yo recibo desde
cheques, joyas y todo lo que tengan de valor. Al pasar el sombrero la gente le
responde metiéndole en el sombrero monedas y billetes, al acabar de rotarlo
recoge el dinero y sin contarlo se lo mete entre el bolsillo del pantalón, al
quererle entregarle el sombrero a la rubia, esta se le lan-za abrazándolo –
Diciéndole: ahora que te tengo no te me vas a escapar- Le contesta: si tú eres
la que te escapas y me dejas plantado como si yo fuera el árbol de la espera-
Si tienes la razón suficiente para decirlo. Al volver la música regué bailan,
de un momento a otro no se sabe de donde aparece un burro, en un descuido de un
grupo de personas, teniendo en la mesa una jarra de ron con una bebida, el burro
asechando la jarra se la toma. Una de las peladas que está sentada al ver lo
que hizo el burro- Va diciendo: burro de mierda cómo es posible que se haya tomado
todo nuestro coctel. El animal de cuatro patas al quedar más que borracho, se
cae al suelo elevando sus patas, Todos los presentes al verlo gritan y silban-
Valeria bailando con Mauro va diciendo: que burro más cómico, este número no está
en ningún circo. Se ríen. Al pararse el burro se estrella contra una de las
mesas, salen despedidos sus ocupantes, los vasos, las botellas de cerveza-
Rodrigo viendo lo que hizo dice: eche, hay que sacar a este maldito burro antes
que acabe con este lugar. Entre varios hombres espantan al burro, al salir se
lleva a una pareja por delante, haciendo que caigan un par de metro más allá de
donde estaban. Al haber podido echar al burro todos siguen bailando- Mauro
bailando cogido de las manos con la bella rubia- Le murmura al oído: tú me
gustas en demasía- ella le responde: desde ese día que te vi ya me gustaste. Se
toman y se besan como los buenos enamorados que son, siguen moviéndose entre
lazados- Él hablándole: vámonos a la playa- Sí, que buena idea. Aprovechando
que todos están en su cuento, esquivando a los bailantes salen del lugar- Ella
va diciendo: está mejor aquí afuera que allá adentro- Si allá adentro hace un
calor insoportable. Caminan escuchando los diferen-tes vallenatos de los
distintos lugares, de ese modo llegan a la playa donde no dudan en desvestirse
y tirarse al mar, nadan hasta una canoa logrando abarcarla- Mauro montado
viéndola: vámonos a navegar- Si lo crees- claro que sí. Al recoger el ancla,
con los remos rema lográndose alejar de la pequeña playa, navegan recorriendo
la extensa bahía y al ver otra playa van en esa dirección, al estar
relativamente cerca, se lanzan al mar nadan como haciendo una danza acuática,
se entrelazan tocándose y atrayéndose de ese modo experimentan el sexo marino.
Pasado un rato vuelven a la canoa donde poseyendo la energía, tocándose logran
emerger en la calidez del amor, él una y otras veces le besa con avidez los
senos, y ella al estar debajo de él se deja penetrar, ella lo siente y maúlla
como si fuera una gata, escuchándose el eco y al terminar se quedan más que
dormidos.
Al sentir el impacto
del sol se despiertan- Ella le dice: tengo un hambre increíble, no te descuides
que soy capaz de comerte- No me comas, regresemos. Al tomar los remos rema
logrando salir de la playita, avanzando gracias a que rema contante logra
llegar cerca de la playa, vuelve a tirar el angla y se lanzan al agua logrando
nadar hasta la playa, al verlos un señor de barba y bigote salir del tranquilo
mar- Los encara diciéndoles: conque eran ustedes los que se llevaron mi bote,
eche creen que eso es gratis- Mauro le contesta: tranquilo amigo que solamente
la hemos tomado en calidad de préstamo- Ha se están haciendo los vivos, si no
me pagan al menos algo ya verán lo que les puede suceder- Mauro saca dos
billetes que se los da- Le agrega a la situación: Mire amigo así quedamos en
paz y no tenemos problemas- Buena vaina, ya saben que el bote es mío si lo
quieren usar, si me dicen que se los preste seguro que se los prestare, por
ahora chau que me voy a pescar. Lo ven
nadar hasta el bote- Ella me quiero ir a dormir ya que tengo sueño- No me
convidas- Está bien, el único proble- ma es que estoy en el hostal de Felipe.
Empiezan a agili-zar los pies, al llegar al estadio de futbol ven una tienda-
Ella sonriéndole le dice: aquí en esta tienda vamos a calmar el hambre, al
entrar ven sobre una especie de estantería una canasta de mimbre llena de
empanadas, sin decir nada empiezan a comer empanada por empanada y al ver a la
señora le piden dos Coca Colas, frías se la van tomando acompañando la negra
bebida espumante con empanadas, al acabar con el contenido de la canasta y de
los embaces, sintiendo satisfecho la rubia extranjera le paga a la señora con los
billetes más que mojados. Al salir doblan
loma arriba de ese modo llegan ante la particular construcción, entran
saludando a varios extranjeros, sin que nadie les diga algo entran a la
habitación que ella comparte con otros extranjeros, al ver la cama se acuestan
y abrazados concilian el sueño logrando dormir varias horas.
Al abrir los ojos al
mismo tiempo se besan con fervor y se deciden por levantarse, al ver el baño
entran haciendo las necesidades por turno, luego se meten en la ducha y ella al abrir la llave sale un chorrito, así
se bañan ella lo jabona a él y
viceversa, con cierta dificulta se juagan el jabón. Se visten con lo que tenían
antes de dormir, salen tan campantes.
Una moracha empleada al verlos se levanta del asiento y al acercarse- Les
dirige la palabra: Valeria de donde sacaste a ese hombre- Ella en son de broma
le contesta: de la sabana, porque…- Esta chica. Se retira- Valeria se me ocurre
que nos vayamos al parque Tayrona- Yo no tengo dinero pero si la actitud para
conseguirlo con mi narración oral- Yo creo que tengo plata suficiente para
estar por lo menos quince días allá en el Cabo y además tu eres un increíble
cuentero- Acompáñame al cuarto a recoger
mis pocas pertenencias- Vamos. Al volver a la habitación ella recoge sus pocas
prendas, doblándolas lo necesario las introduce en la mochila que cierra- Ella:
ahora si vámonos. Sin pagar los días que ella estuvo salen del lugar viendo en
la lejanía como el sol se oculta en el océano. Se detienen a contemplar ese
bello hecho de la naturaleza, al desaparecer el sol completamente, al mirarse
se toman de la mano continuando su andar por el camino de tierra que va
descendiendo, al llegar al estadio vuelven a subir en dirección de la casa de
los amigos de él, al estar llegando escuchan el sonido de los parlantes que es
nada menos la música regué, al subir las escaleras luego que ella coloca la
mochila al lado de la de Mauro se integran al baile- Sandra gritando: de dónde
has sacado esa chica tan bella… - Él le contesta de la misa forma: de una sábana- Milena: eso es embuste ya que
la saco de la hamaca- Camilo: es lo mismo pero demasiado diferente. Bailando
todos se carcajean una y otra vez- Valeria a los gritos que están tomando-
Milena le contesta al oído: ya agotamos las botellas- Como sé que la tienda
está cerca voy a ir a traer un licor. Sin agregarle más a la cuestión le toma
la mano a Mauro y de esa misma forma bajan las escaleras y corren loma abajo
rápidamente arribando a la tienda,
entran viendo los diferentes estantes de alimentos, y de otras cosas. Al verlos
la seño que lleva sobre el cabello una pañoleta- Les dice: cachacos que desean
llevar… Ella le contesta: dos botellas de ron, una coca y hielo. La señora de
la nevera saca la botella de gaseosa y el hielo, de uno de los estantes las dos
botellas de ron- Entregándoles les dice: quieren algo más- Si, denos un paquete
de papas de esas grandes, más bien que sean dos. Al entregárselos con una
calculadora hace las cuentas- Les dice: todo vale tanto. Valeria sin demora le
paga. Y salen cargando las bolsas con lo que compraron, van por donde vinieron
logrando llegar ante las escaleras, que sin tropiezos suben, ponen todo en la
mesita donde están las botellas vacías, que Sandra quita colocándolas entre el
tacho de basura. Al destapar la misma Valeria sirve el contenido del ron y la
coca en varios vasos- Ella misma: ahora si brindemos. Chocan los vasos y
empiezan a beber moviéndose al ritmo del regué, al pasar el tiempo en esas
logran acabar con el contenido de las botellas. En un momento dado Milena
sacando la cabeza vomita todo lo que se comió y lo que se tomó botando eso a la
tierra seca. Borrachos se acuestan en sus respectivas camas, Valeria y Mauro al encontrar la única hamaca
no dudan en hacerlo. En la casa se escuchan los ronquidos sumado al pitarro de
las chicharas haciendo una conjunción bastante particular.
En la mañana va
abriendo los ojos Mauro, que dándole besitos la despierta a ella- que va
hablando: que bueno que no tengo nada de guayabo, si un hambre atroz-
Levantémonos y vayámonos al lugar de los sueños- Lu-ego que le da un beso va hablando: hagámoslo de una que ya deseo
fervientemente estar en el Cabo San Juan de Guía- Que bien que te sabes el
nombre. Se levantan al no estar ninguno de ellos despierto, salen cargado sobre
sus espaldas su respectiva mochila escaleras abajo, al caminar continuo y
rápido llegan ante una chasa, al ver a la seño que está fabricando una arepa
con huevo- Valeria le dice: nos puede vender dos arepas de esas que está
haciendo- La seño mirándolos le contesta: si me esperan que las haga con mucho
gusto. Al entregarle la arepa a un muchacho, va haciendo las de ellos que al
fritarlas luego que les escure el aceite con una especie de trapo se las
entrega- Diciéndoles: cachacos buen provecho. Al terminar van al mirador, se
detienen a observar la panorámica de la bahía y del pueblo, estando en esas
Mauro ve pasar la
misma camioneta que lo trajera, sin dudar le estira
la mano, al detenerse de un salto logran entrar en el platón, al descolgarse
cada uno la mochila la camioneta arranca perdiéndose en el nadaísmo. Fin.
EL
ACCIDENTE Y LA TORMENTA
Al estar cierto
personaje en vacaciones en Buritaca, una mañana al regresar de quebrada
Valencia, y llegar en un bus al pueblo y luego de pagarle al conductor se baja
en la entrada, empieza caminar por la estrecha carretera viendo los nubarrones
que presagian que va llover pero sigue sin darle importancia a eso, va viendo
los alargados potreros con las vacas, algún que otro equino. Dándose cuenta que
van cayendo unas grandes gotas que casi al momento se convierten en un
increíble aguacero, empieza a correr mojándose. Yendo de esa manera al pasar un
inmenso charco ve en la distancia una alargada serpiente que anda arrastrándose
zigzague-antemente, viéndose que se mete entre la espesa vegetación, al
resbalarse se cae sobre uno de los brazos sintiendo un dolor agudo en el codo,
pero a pesar de eso sigue corriendo logrando ingresar por el portón, viendo
como de los techos van cayendo cantidades enormes de agua, sin bajar el ritmo
llega ante la blanca construcción del hostal La luna, al bañarse y ponerse ropa
seca adolorido se da cuenta como tiene el brazo que no puede doblar. Una chica
algo rubia extranjera al ver como tiene el brazo amoratado- Le va diciendo:
caray como tienes ese brazo, que te sucedió…- Al venir corriendo cayéndome el
aguacero desde el pueblo, me resbale quedándome el brazo como lo tengo- Lo
tienes impresionantemente hinchado, es mejor que te vea algún médico, yo tengo
algunos calmantes ya mismo te traigo uno.
Al retirarse a la habitación regresa trayendo un pequeño frasco y un vaso de
agua, luego que le da el vaso, saca dos pastillas que él de una vez se las toma con el agua del vaso-
Esto te va a quitar el dolor por ahora acuéstate. Él va a la habitación y se
acuesta sobre la hamaca cubriéndose con una sábana. En la noche siento un extremado dolor que no
puede dormir, haciéndose la noche larguísima. Al amanecer tiembla debido al
dolor y al llegar la mañana se levanta sintiendo más agudo el dolor, al verlo
el dueño que es un jipi kogi- Le dice: te veo súper mal de ese brazo, si
quieres te acompaño donde un
curandero- Será que si…- No seas terco que él sabrá que
hacer- Entonces vamos, que no me aguanto más este dolor de mierda. Salen de la
vivienda, sintiendo el constante gotereo, al pasar por un costado de la cancha
de futbol se meten en el pequeño sector y de ese modo llega ante la particular
construcción, al subir las cortas escaleras toca la puerta, abriendo la puerta
aparece un hombre menudo que tiene rostro de duende- Que les dice: en que los
puedo servir- Rafael el jipi kogí le contesta: necesitamos saber si puede hacer
algo por este amigo, que se ha caído y mire como tiene el brazo- Parece aquí
que se lo veo. Le mira el brazo que está hinchado y que prácticamente no lo
puede mover- Hay que entablillárselo ya que no se puede hacer otra cosa porque
ese codo hay que inmovilizarlo, Venga para este lado. Le toma el brazo
haciéndolo que vuelva a la posición original, él sintiendo el tremendo dolor
grita. Al sacar de un mueble dos tablillas se las coloca amarándolas con una
delgada soga dejándolas fijadas- El curandero le va diciendo: tiene que tener
el brazo entablillado por lo menos un mes- Está bien así será, cuanto le
debo…-Paquéeme tanto. El con la mano izquierda saca del bolsillo de pantalón el
dinero y se lo entrega. Al despedirse salen volviendo al hostal por el mismo
camino, al llegar Rafael abre la puerta y entran viendo a la extranjera que
está sentada sobre una mecedora leyendo- Al verlos sosteniendo el libro les
dice: veo que te han entablillado el brazo, me imagino el dolor- Sí que me
dolió sobre todo cuando me enderezo el brazo pero afortunadamente se me ha
pasado el dolor- Que bueno- Rafael: los dejo ya que voy a donde un amigo ya que
tenemos cosas pendientes por hacer, hasta luego. Lo ven salir- Ella te voy a
buscar algo para que te sientes y así hablamos. Ella va al cuarto y regresa
trayendo una silla que la coloca a un lado de la mecedora- Le habla: siéntate
donde desees- No, me siento en la silla. Al sentarse- Ella: hasta cuando vas a
estar aquí- Con este brazo no me quiero mover, estaré lo que sea necesario- Si
tienes razón con ese brazo como lo tienes lo mejor es que te quedes quieto- No
me queda otra, cambiemos más bien de tema. Cómo te llamas y de dónde vienes…-
Si tienes razón primero nos tenemos que presentar, yo me llamo Raquel soy
ecologista y pretendo en unos días subir
a la sierra- Yo soy Darío, me dedico a fabricar instrumentos de viento como:
flautas, quenas, saxofones y otros instrumentos- Interesante, me imagino que
los sabes tocar de maravilla- Si claro, soy músico pero con este brazo no puedo
hacer nada- Raquel parándose le va diciendo: parece que todavía está lloviendo-
Este mes de octubre es de pura lluvia- Bueno, tú debes tener hambre como la que
tengo yo, ya mismo voy a comprar algo para cocinar- Te acompaño- Pero con ese
brazo como lo tienes vas a ir- Claro, si el problema no está en mis pies perfectamente
puedo hacerlo- Espera que busco mi paraguas. Luego que ella va al cuarto a
recoger el para-guas salen viendo como llueve- Darío: este pueblo en este momento
es un cielo roto- Claro desde esta mañana no ha parado de llover. Siguen
caminando logrando entrar en una tienda del pueblo- Ella al ver a la señora le
dice: véndame una libra de arroz, ajo, tomate y dos latas de atún- Con mucho
gusto. La señora al buscar lo que ella le dijera lo va metiendo entre una bolsa
de papel y al entregársela- Le dice: cuesta tanto- Ella de su canguro saca el
dinero y le entrega la suma correspondiente- Luego le dice: gracias hasta
luego. Al salir se encuentran con un viento bestial, que mueve los árboles
sacudiéndolos fuertemente- Raquel: que viento- Darío le responde: lo mejor es
correr hasta el hostal. Al terminarlo de decir el viento es de una tempestad, y
el agua que cae de una forma ya vertiginosa. Corren con todo lo que les da los
pies y lavados llegan al hostal escuchando los relámpagos- Al entrar ella va
hablando: esto ya no es un simple aguacero es como una tormenta- Tal cual-
Siéntate que ya mismo me pongo a hacer el almuerzo que ya es cena- Primero me
voy a cambiar ya que estoy más que empapado- Yo así me siento bien. Él va a la
habitación y con dificultad logra cambiarse de ropa, al salir al sitio de estar
sintiendo el olor proveniente de la cocina se sienta ocupando la mecedora. Al
rato la chica vuelve- Murmurándole con su voz: ya está todo listo ve
levantándote para que comamos- Está bien. Al sentarse escuchan la intensa brisa
y luego un golpe seco en el tejado- Ella poniendo los platos sobre la mesa
habla: que susto, que fue eso…- A lo mejor un coco que se desprendió de la
palmera, no creo que sea otra cosa- Buen provecho. Van comiendo escuchando el
impactante viento que al mover lo que está a su alcance se escucha como un
crujido- Darío: acabe, estaba sabrosísimo- En serio te gusto tanto- Te lo
repito estaba buenísimo- Que bien. Ahora voy a lavar todo esto en la cocina y en el lavaplatos- Que vaina no
poder ayudarte- Más bien si quieres hacer algo, quédate sentado. Al alzar lo
que utilizaron comiendo se retira, al estar el pensando en ciertas cosas, se
abre la puerta entrando un hombre de cabello largo con un gorrito, que esta
vestido todo de blanco y que lleva cruzada una mochila de fique y que en sus
manos sostiene un poporo- Que al ver a Darío le va diciendo: Las autoridades
mandan a decir que tenemos que evacuar el pueblo, ya que el río Buritaca en
alguna parte de la cierra esta bloqueado y que se puede venir una avalancha.
Sigo mi camino ya que estoy alertando a la gente, por ahora les recomiendo que
abandonen las cabañas y que se vayan al pueblo- Él va a la cocina viéndola que
está lavando sobre el lavaplatos el último tenedor- Le va diciendo: un kogí
acaba de venir y me reitero que tenemos que abandonar las cabañas porque se va
a venir una avalancha- Que vaina, por lo menos quiero ver el río- Acaso estás loca, con esta tormenta-
Primeramente ya debió de escampar y el viento ha disminuido, si espérame un
momento que ya vuelvo- Al volverse a sentar la ve salir, camina por el camino
menos largo, pasando entre las derruidas cabañas, al pasar en frente del hostal
de la paisa Doña María llega donde puede apreciar la desembocadura del río,
dándose cuenta que el mar bravío al chocarse con el río, que haciendo olas que
pareciera que retrocedieran. Al chocar impacta haciendo que el agua se eleve en
estampida. Ella se queda impactada por el espectáculo de la naturaleza, al
volverse a levantar un viento tan terrible mueve los cocoteros como si fueran
livianos, votando los cocos de una forma brutal, al caerle uno de estos cocos
justo a un paso de ella, ella reacciona y corre con todo lo que dan sus pies
logrando llegar a la cabaña. Al entrar ve a Darío que sentado tal como lo
dejara esta hablando con un hombre de larga barba que a la vez está sentado
sobre la mecedora- Ella gesticula con labios: Ustedes no se imaginan como el
viento ha logrado de doblegar a las palmeras- El barbudo: no se puede salir ya
que nos puede fácilmente caernos un coco-
Darío gesticula: tenemos que esperar, ya
que si tenemos que salir de estas cabañas, ya que mejor ser un soldado
prevenido, que un soldado muerto- Ella: así es. Se quedan en silencio
escuchando el ruido producido por la inmensa brisa, al oscurecer son iluminados
por los rayos, al crecer el viento una de las columnas del techo no aguanta y
se viene con gran parte del techo- Darío ahora si tenemos que salir- Traten de
recoger sus pertenencias. Al recoger lo que pueden las introducen en la
mochila. Al verse a la cara los tres- El barbudo modula con su voz: por suerte
tengo la camioneta cerca de aquí, listos para correr. Salen corriendo hasta la
camioneta que el abre, metiéndose ella en el medio, el barbudo tomando el timón
y el otro cerrando la ventanilla. El barbudo al prenderla arranca tomando la
vía, al pasar un grupo de árboles uno de estos se cae a tras de la camioneta-
Raquel: de la que no salvamos- El barbudo: más bien que con este poco de
gasolina logremos al menos llegar al pueblo. El barbudo con la poca visibilidad
y a pesar de la tormenta logra arribar al pueblo y al ver un gran espacio sin
nada parquea la camioneta- Darío: esta maldita tormenta nunca va a parar. Al
pasar las horas sin que se modifique el estado del tiempo, escuchando las
ráfagas de viento se quedan dormidos.
A la siguiente mañana
al pasar el maleficio climático, con el sol se despiertan sintiendo el calor-
Raquel por suerte ha salido el sol, si quieres Darío puedes venir con migo a
Santa Marta a la casa de mi hermana, hay estarás cómodo y podrás pasar el
tiempo que quieras- Acepto la invitación y tu amigo que piensas hacer…
devolverme a las cabañas ya que hay tengo mi cabaña- Raquel nosotros nos vamos.
Se despiden de abrazos y al salir de la camioneta ven aparecer entre la
carretera un pequeño bus, que ellos poniéndole la mano hacen que se detenga, se
suben e inmedia-tamente el bus vuelve arrancar. Viendo el barbudo que el bus
desaparece en la distancia. Fin.
EN PALOMINO
Al dejarme en plena
noche, un bus sobre la troncal poniéndome la enorme mochila sobre la espalda,
al ver en la oscuridad una visible luz, camino lo necesario viendo que se trata
nada menos de un restaurante, como no he comido entro, Luego que me quito la
mochila colocándola sobre el suelo decidida me siento ocupando una de las mesas
libres. Al aparecer una muchacha que luce un delantal azul claro- Me pregunta:
desea algo de comer…- Yo le digo: que tiene que sea rápido y no tan caro- arroz
con pollo, papas rellenas, sopa de menú-dencias y presas de pollo con papa
salada- Luego que me decido le digo: tráigame un arroz con pollo y una cerveza
bien helada. Al traerme el arroz con pollo en un plato normal y la cerveza en
el envase, alegre empiezo a comer acompañándome con la cerveza, voy calmando el
hambre pensando en la playa, con ese sentido de las vainas me como con el
tenedor el último bocado y lo mismo hago con la poca cerveza que me queda. Al
levantarme voy ante la caja- Otra chica más morena: usted consumió arroz con
pollo y una cerveza por lo tanto me debe tanto. Saco de mi canguro la suma
estipulada por ella y se la entrego- Le pregunto: usted debe conocer algún camping y ojala
este en la
playa- Conozco lo que usted necesita, se trata del camping San Agustín, camine
por esa calle hasta la playa al voltear en la misma playa encontrara el
camping- lo que no entiendo si tengo que voltear hacia la izquierda o a la
derecha- Espero me ubico bien, si es a la izquierda. Regojo la mochila poniéndomela
sobre la espalda, al ver que no viene ningún vehículo atravieso la troncal y
camino sintiendo la brisa que remueve mi largo cabello por la calle que la
señora indicara, al salir del pueblo y al no haber ninguna luz, me dejo
alumbrar por la creciente luna sigo andando entre los potreros, al ver un árbol
inmenso me detengo y al sacar del bolsillo delantero del canguro un barrillo
con el encendedor lo trato de encender sin lograrlo, maldigo y al pensar mejor
metiendo mi cabeza por el frente de la
camisa, con la presencia de mis senos lo logro encender. Al volverme descubrir
mi cabeza lo fumo dándome largos plones, logrando cambiar la perspectiva de la
realidad. Al haberlo exterminado continuo mi andar pasando a un lado de
diferentes hostales, al pasar entre una cerca viva de un hostal y un alambrado
de otro logro llegar a la playa, grito de la emoción todo lo que se me ocurre.
Al estar más tranquila me saco la mochila colocándola sobre la arena y me
siento a contemplar la oscuridad del mar escuchando el reventar de las olas y
viéndolas blancamente. Luego de un rato al darme algo de sueño decido
levantarme, al volverme a colocar sobre la espalda la mochila vuelvo al asunto
de andar, camino entre la arena dejando mis pequeñas huellas, al ver en la
distancia algo así como unas antorchas, al acercarme me doy cuenta que en
realidad lo son, veo un, dos, tres, y cuatro iglús. Determino que lo tengo que
armar entre dos cocoteros que están un poco distanciado uno del otro, como veo
que no me va a caer ningún coco decido armar el iglú, saco de la gigantesco
morral la carpa, el saco de dormir y el aislante, al sacarlo del bolso
protector, atravieso las varillas que con antelación uní logrando parar el
iglú, al ponerles en las puntas las estacas logro darle la firmeza adecuada y
al abrir la cremallera entro la mochila, el aislante y el saco de dormir, de
último entrando me posesiono encima del aislante y entre el saco. Escuchando la
brisa y el sonido de las olas logro dormirme.
Al ocurrir el alba van
volando los pajarillos con sus diferentes cantos, eso hace que abra los ojos y
que me voltee hacia el otro lado, al desperezarme me decido por levantarme. Lo
hago abriendo la cremallera y salgo viendo las palmeras, la arena, y el océano.
Hago unos cuantos ejercicios moviendo toda la extensión de mi cuerpo femenino-
Un hombre de lentes y de espesa barba me aborda diciéndome: tú tan bella de dónde
has salido- De las nubes- Como así que de las nubes…- Te digo así debido a que
no me quiero acordar de dónde vengo, no hay caso- Vamos a ir al río- No gracias
prefiero ir sola ya que vengo con esa intención, y además mi intención es
reflexionar sobre mi vida- Está bien. El tipo se aleja y yo me meto dentro del
iglú, al encontrar las dos piezas del bikini, me quito lo que tengo puesto y me
las pongo viendo que no estoy tan canela como lo quisiera, al salir me pongo
protector solar. Al ver llegar a una señora que tiene un platón sobre su
cabeza- que va gritando: boyo de maíz, arepa de huevo, caramañolas- La abordo
diciéndole: usted seño trae mi desayuno. La seño se detiene a menos de un paso
de mí, se baja la batea y me muestra lo que tiene- Diciéndome: todo está recién
hecho que me va a comprar- Deme una arepa con huevo, una caramañola y una de
esas cocadas. En una bolsa de papel me va metiendo lo que le pedí y amablemente
me da la bolsa, al recibirla le pago- Ella me dice: que pelada mira te faltan
cinco barras- Que pena con usted tómelas. Al volverse a colocar el platón sigue
gritando por la playa, y yo me acerco al mar sentándome sobre la arena voy
comiendo con la presencia de las olas, al acabar me levanto a votar la bolsa en
el tacho de la basura y al sentir tanto calor me decido meterme en el mar, lo
hago lentamente y al llegarme el agua un poco más de las rodillas me enviste
una ola que me saca lo de abajo, al rescatarlo me lo vuelvo a poner, al venirse
otra ola más grande me sumerjo por debajo lográndola pasar, al irme más hacia
adentro las olas rompen cerca de mí, al quererme adelantar una ola que rompe la
logro pasar por debajo, al estar donde rompen las olas las esquivo de la misma
manera, al ver una ola inmensa que esta sin re-ventar me le lanzo lográndola
abarcarla y rompiendo me lleva cerca de la orilla, salgo sentándome sobre la arena
a contemplar el movimiento del mar. Estando en esas un moreno se me sienta al
lado- Preguntándome: usted es costeña- Claro que lo soy, lo que no quiero es
decirle de donde ya que no quiero recordar nada- Usted por su apariencia es currambera-
Si lo cree así me importa un soberano jopo, por favor déjeme sola- Eche que le
pico- Absolutamente nada, lo único que quiero es que me deje tranquila- Está
bien me voy- Si por favor vallase que me está jodiendo la vida. Al irse el
moreno me quedo fresca como una lechuga en el enfriador. Al decidirme ir a la
desembocadura del río me levanto, yendo al iglú de donde saco del morral mi
mochila harruaca, al cerrar con la cremallera me lanzo a caminar bordeando el
océano que se va moviendo, voy dejando sobre la arena húmeda las huellas que la
misma marea se encarga de borrar, al adelantármele a un par de extranjeras con
un ademan las saludo siguiendo tan fresca. Al tener ganas de fumar me voy
contra los cocoteros y me meto entre la manigua, al sentarme sobre un tronco caído
saco de la mochila la cajita donde tengo eso delicioso, saco un buen moño que
al desmoñarlo logro fabricarme un buen Barreto, al encenderlo con mi encendedor
voy fumando dejando la pisca en el ambiente, al sentirme bien trabada lo apago
contra el mismo tronco y me levanto decidida a andar, camino de la misma manera
que lo venía haciendo mirando el oleaje, al cruzarme con una pareja de cachacos
los saludo de la misma forma que salude a las dos extranjeras. Al divisar un
kiosco en la lejanía lentamente me aproximo, al pasarlo encuentro el río que lo
bordeo, viendo la perspectiva del río y las montañas bien verdosas, en ese
estado de la situación llego a la desembocadura viendo de un lado el océano con
sus enormes olas y del otro las largas palmeras. Pienso sobre la real belleza
del lugar, al decidirme me tiro al agua logrando refrescarme, a pesar de lo
pandito del agua nado esforzándome contra la corriente, luego me dejo llevar
por esta hasta que con la ayuda de un tronco sumergido poniendo el pie logro detenerme.
Al salir me acuesto sobre la arena y en vez en cuando al subir el mar me moja,
estando en esas siento que alguien me toca la pierna, al verlo me doy cuenta
que se trata de un morocho que me mira con ganas- Le digo agresivamente: hijo
de puta será que usted no puede ver una mujer tranquila- Él me contesta:
mamacita es que usted está muy buena. Al ver que no es uno sino son dos, me
levanto y corro viendo que me persiguen, cruzo a toda la desembocadura y al ver
un camino corriendo de la misma forma me voy metiendo por el sendero que avanza
entre la larga vegetación de pasto elefante, de arbustos y árboles, al ver un
claro entre toda la vegetación no dudo en meterme viendo el río, en el momento
que veo una babilla me asusto y no sé qué hacer. Decido devolverme pensando en
mis perseguidores, lo hago llegando a la desembocadura, por suerte no veo a
nadie y recobro la calma, me vuelvo a meter en el río nadando hasta cierto
punto ya que al ser muy bajo el nivel del agua simplemente tengo que caminar ya
que el agua tan solo me llega un poco más allá de las rodillas, logro llegar a
una especie de isla donde veo la perspectiva del río que va en dirección de las
montañas. Feliz por lo que estoy contem-plando siento que se me eriza la piel. Algo
después decidido regresar lo realizo de
la misma manera, ando y ando bordeando el mar hasta lograr arribar a la carpa,
de la cual saco la botella de agua logrando beber sintiéndola algo caliente. Al
no calmar del todo la sed decido ir al pueblo almorzar y por agua, lo hago
saliendo de la playa, paso ante una casa verde de material que tiene en la
pared del frente un mural muy mal pintado del mar y de la sierra, tomo el
sendero que va entre los cocoteros logrando abarcar la sombra, al llegar a una
especie de vía destapada siento el sol del mediodía que cae estampando todo mi
cuerpo, voy sudando a chorros debido al continuo calor, de esa forma llego al
pueblo viendo que no hay ni fantasmas, al llegar ante la troncal la bordeo y al
ver un restaurante abierto entro sentándome abordando una de las pocas mesas
libres. Al verme la seño que atiende me aborda- Diciéndome: hoy tenemos sopa de
sancocho y de según-do hay picado de pescado, pollo, carne y que va acompañado de patacones, arroz y ensalada-
Deme la sopa, picado de pescado y lo demás- Que va tomar…- Que tiene…- Jugo de
tamarindo y gaseosas- Jugo de tamarindo que me encanta. Al ver que la señora
tarda me acuerdo que he dejado mi mochila allá cerca del río, de la rabia con
el puño golpeo la mesa- La señora aparece diciéndome: acaso está loca- No para
nada es que tengo una rabia maldita ya que he dejado mi bella mochila cerca del
río, en la cual tenía mi diario- llevaba en la mochila algo de valor…-
Afortunadamente no ya que todo lo tengo en este taparrabos o riñonera. La
señora al ponerme los platos- Le agrega a la cuestión: ustedes las jóvenes son
muy despistadas- No fue por eso, sino por la culpa de dos morenos que tenían la
intención de hacerme algún daño. Al irse la señora me ha dejado hablando sola,
no le pongo importancia a eso y al tomar la cuchara empiezo a tomarme la sopa
yéndome en mis pensamientos, al sentarse a mi lado una larguirucha rubia- me aborda mostrándome mi mochila
hablándome: esta mochila debe ser tuya, la he encontrado cerca del río. Sin
decirle nada la abrazo- Ella mirándome como la estoy abrazando- Me sique
hablando: se ve que para ti es muy importante- Si claro es de las cosas que más
quiero y además está mi diario, tú como la encontraste…- primero porque te vi
que corrías y al estar tomando el sol la vi- Como así que no te vi…- No se…-
corría porque dos tipos que me perseguían no tenían para nada buenas
intenciones. Al acabar con la sopa tomando el tenedor empiezo con el bocadillo
de pescado que como mezclado con el arroz, la ensalada y con el patacón- La
gringa: yo no vi a ningunos tipos esa mariguana que te fumaste estaba muy buena-
Claro que me persiguieron dos morenos- Ella insistente: no había nadie- Que no
los vieras es otra cosa ya que si eran de carne y hueso- Bueno está bien. Al
traerle la señora lo mismo que a mí ella empieza por la sopa. Al terminar con
el contenido la veo que come con ganas- Le pregunto: tú con esa piel tan blanca
de dónde eres…- Soy de Irlanda- De donde… De un país más allá del norte de
Inglaterra llamado Irlanda- Que interesante más aún cuando hablas un perfecto
español- Lo aprendí en sur de Argentina ya que tengo mis abuelos que viven allá
en la Patagonia- Como así que una irlandesa tiene sus abuelos en la Patagonia…-
Vinieron en la época de la primera guerra mundial… Entonces tienes algo de
argentina…- Tal vez…, eso no importa lo más importante que estoy ahora hablando
con tico, tú de a dónde eres…- De un lugar de esta costa que no quiero decirte
ya que me importa un bledo- Bueno está bien, sabrás donde puedo conseguir
hierba para fumar- No sé pero eso se averigua. Al acabar ella nos levantamos y
al pagarle cada una lo correspondiente al almuerzo a la seño salimos, bordeando
la carretera al encontrarme casi de frente con un moreno, al verlo
detalladamente veo que se trata nada más que de uno de los perseguidores- Le
digo: conque eres tú el que me persiguió allá en la desembocadura- El luego que
se carcajea: si claro, pero lo hicimos con mi amigo con el propósito de mamarte
gallo- Pero me asustaron, cambiando de tema tú moreno debes saber dónde
podremos comprar hierba para fumar- una casi morena le dice a otro moreno sobre
su piel, que cómico sé
que te gusta basilar- Si, porque no-Bueno para
comprar atraviesa esta troncal tomando por esa calle que las llevara a un campo
de fútbol hay van a encontrar una pequeña tienda donde venden toda clase de
verduras, el señor se llama Emilio, no le van a preguntar por mariguana si no
por cilantro. De acuerdo…- Si claro y gracias pero no me vuelvan asustar.
Atravesamos con la rubia irlandesa la troncal, al tomar por la calle que el
muchacho moreno nos dijera- La gringa o irlandesa va diciendo: entonces ese fue
uno de los muchachos que te asusto, además que humor que tiene, y entonces es
cilantro como llaman a la mariguana en este pueblo- tal cual. Al llegar a la
cancha de fútbol ven la tienda, al arribar ven en cajas de madera las
diferentes verduras, siendo sorprendidas por un viejillo de barba larga y
blanca- Que a quemarropa les dice: de donde habrán salido estas bellas
angelitas, seguramente de una nube pero hoy no se ve una en el cielo. Bueno así
es la vida. Nos ve de arriba abajo- luego le agrega al tema: que quieren
llevar…- Yo le contesto: cilantro- Ha conque esas tenemos, espérenme un momento
aquí. Al verlo que desaparece por un costado de la casa nos sentamos
sobre el derruido piso de cemento- La rubia: porque tarda tanto…- Seguramente
la está cosechando- Al verlo llegar con un machete en la mano, coloca el
machete sobre el suelo- Nos dice: yo soy mago. Al sacar una bolsa de un tamaño
algo considerable- Le agrega a la cosa: es fresca y hace viajar a las
estrellas- La rubia: que le tenemos que pagar por esto…- Para las angelitas
cuesta la suma de tantos pesos. Ella saca de su riñonera un billete- Bueno las
vueltas las doy yo, o ustedes, también las pueden dar, o prefieren frutas- La
chica riéndose: frutas sería mejor. El particular anciano saca dos papayas,
varios guineos, mandarinas, zapotes y se los pone en un rustico canasto- Bueno
el canasto los hago yo y como son unas angelitas muy hermosas se lo encimo o se
los doy de ñapa. Nos retiramos de la tienda ella levando el canasto con las
frutas y riéndonos con muchas ganas, al atravesar la troncal regresamos
rápidamente por donde yo viniera al camping. Nos sentamos sobre la arena
caliente de frente al mar, ella se ríe a carcajada abiertamente logrando
contagiarme que se escuchan nuestras risas en
todo el panorama- Ella acabándose de reírse habla: que señor más adorable y que
personalidad tan increíble- Es todo un duende en persona. Voy armando el Tales
de Mileto y al pegarlo con la saliva de mis labios lo prendo dándome largas pitadas
sintiendo el aroma pegajoso del barreto- Ella al recibirlo de mi mano lo va
fumando y diciendo: que delicia de mariguana- Es puro punto rojo, de la mejor.
Luego que lo terminamos- Ella va diciendo: voy a poner mi saco de dormir en
esta sombra así nos acostamos hacer una siesta- perfecto. Ella del de su iglú
saca el saco extendiéndolo sobre la arena, nos acostamos, yo sintiendo la
mágica realidad del lugar que trasciende más allá de mi espíritu, lográndome
dormir.
Al sentir algo sobre mi
espalda grito, ella se despierta viendo el mono de larga cola que de un salto
se posesiona sobre el tronco de uno de los cocoteros- Ella riéndose va
diciéndome: que chica más nerviosa que grito que pegaste si solo era ese bello
mono. No acaba de decirlo y van apareciendo otros más con las mismas
características que el primero, que se pasan por las enormes hojas de
los cocoteros y entre las ramas de los árboles. Uno de los monos de un salto
aterriza al lado del canasto y toma con sus manos uno de los guineos, en el momento
que lo vemos nos paramos y el mono huye subiéndose a una rama de un árbol, al
pelarlo se lo come haciéndonos gestos. Enseguida como vinieron desaparecen de
rama en rama- La rubia: que día más mágico, primero lo de la serpiente- Acaso
que sucedió con una serpi-ente…- Cuando abrí la carpa a menos de un metro había
una serpiente de tonos amarillos y verdes, la pude ver detalladamente
descubriendo su particular belleza, en el momento que me moví se escurrió
yéndose entre la maleza, fue un momento verdaderamente mágico- Que susto, yo si
la veo grito. Mejor vamos al mar. Nos levantamos viendo que el mar está
tranquilo, al correr non tiramos de cabeza logrando nadar entre el suave
oleaje- Yo voy diciendo: El agua esta riquísima y tranquila como nunca. Ella sin
decir nada me mira y se ríe salvajemente- Yo le digo: de que te ríes…- De nada.
Sigue carcajeándose que hace que me ría de la misma manera que ella. Estando en
el agua salada divisamos como el sol se oculta
entre el mar
volviéndose todo de tonalidades rojizas
y naranjas- Ella me habla: con toda la magia de este día y ahora él ultimo
regalo que recibimos este perfecto atardecer. Al salir del mar vamos
directamente al baño donde nos sacamos el agua salada echándonos agua que
tomamos de una especie de caneca en un pequeño balde- Yo le digo: ahora si me
siento como nueva, que tal si vamos al pueblo a comprar cervezas- Ella
sonriéndome me contesta: la idea para nada es negativa. Nos vestimos con una
camiseta azul y naranja, y con un mocho que nos deja las piernas al aire. Al
sentarnos sobre la arena con el último interludio de luz ella fabrica un notable
Barreto, que ella misma con su di esquero lo enciende, al darse varios plones
me lo pasa, al fumar largamente se lo vuelvo a dar, al pasárnoslo lo logramos
concluir. Nos levantamos más que trabadas empezando a mover los pies, salimos
entre la oscuridad de la noche, al salir de entre los cocoteros empezaos a
divisar las estrellas que engalanan la extensión del firmamento, al llegar al
pueblo escuchamos música de tambores, de maracas y de raspas, al arribar a la
troncal al estar cerrada vemos a la gente que baila al compás de la música, nos
integramos moviendo nuestros cuerpos, bailando de una mano y de otra vamos
recibiendo chirinche. Al pasar el tiempo en esas siento unas manos que me toman
y al movernos viendo la gracia del moreno, en un momento como de ensueño me
levanta llevándome por una calle llena de gente, me introduce en una especie de
cabaña bastante rustica, seguimos agitando el cuerpo con el ritmo del vallenato
que proviene de una radio, decidido me arranca violentamente la camiseta
volviéndola un trapo, al verme las testas circulares que poseo salvajemente me
las acaricia eso hace que sienta algo supremamente increíble en la extensión de
mis piernas; al sacarme el mocho quedo en la desnudes total, me vuelve a tomar
metiéndome en la curva alargada de la hamaca, se me revuelca, yéndonos en giros
sonantes y constantes me penetra haciendo que maullé como una tigresa en selo,
de esa forma viendo el techo como si fuera el mismo cielo estrellado entro en
una zona sin límites.
Al abrir los ojos con la luz de la mañana
viendo que no está ni la sombra del moreno, me bajo de la hamaca y colocándome una
pantaloneta y otra camiseta que por supuesto me quedan bastante grandes, de
último me pongo la riñonera. Sin importarme nada salgo, al verme salir una
pelada: me va diciendo: tú que estabas haciendo en mi casa- discúlpame ya que
no sabía que esa fuera tu casa- Eche ya lo sabes, lo que quiero saber es como
lograste entrar si la puerta estaba con llave- Fue un moreno que me llevo-
Lucho marica como me trae a mi propia casa esta puta de mierda- Más puta serás
tú. Se me viene con toda su fuerza lográndome agarrar del pelo jalándome
salvajemente, yo como es lógico reacciono y le voy dando tremenda patada en el
estómago lográndome zafar de sus garras, empiezo a correr de esa forma atravieso
la troncal que esta desierta y al ver que no viene detrás de mío, bordeando la
vía en el único puesto que veo compro una y dos arepa de huevo, gaseosa, que
con hambre y sed rápidamente consumo, al pagarle a la señora voy tras mi destino
playero, al llegar camping justo veo salir de la carpa de mi amiga a un
corpulento moreno. Fin.
CUENTOS COSTEÑOS VOL.2
EL
ENCUENTRO
Este peculiar hecho
ocurre en Lorica (Córdoba) en los años ochenta, en la época que el escritor
David Sánchez Juliado escribiera el Flecha y el Pachaga, y que esa población de
calles de tierra era un solo polvero.
Una fresca tarde sale
cierto personaje con el único pro-pósito el de caminar, en la esquina del
colegio departa-mental se encuentra a un personaje bastante alto que sobrepasa
los dos metros de estatura- Pulla Nube como le dicen todos en este pueblo le va
diciendo: Daniel Camargo que fresca esta la tarde, esto amerita que nos echemos
al menos un juego de Billar- vamos a ver si encontramos alguna mesa libre.
Andan entre el derruido anden viendo las diferentes fachada de las casas de las
más prestigiosas familias del pueblo, al pasar la única estrecha avenida si a
esta se le puede llamar de este modo, con esas circunstancias silenciosas
llegan ante la puerta, viéndolos llegar el Mago y Joselito Martínez que visten
de un modo como si estuvieran en el medio oeste norteamericano, al estar
sentados ocupando una de las mesas se levantan, al verse se saludan con un
apretón de los cinco dedos- Joselito
les dice: jugamos pul o billar- Pulla Nube le contesta: el pul es para las
mujercitas nosotros los barrones jugamos mero billar nada más. Al ver una de
las cuatro mesas vacía se disponen, a llegar de una van tomando cada uno su
respectivo taco que a la vez le juntan la punta de tiza, dispuesto coloca
Carlos de la Espriella las tres bolas blancas el primero que se atreve es
Joselito que hace una primera carambola, luego con la ayuda de la banda logra
hacer otra y tercer intento lo falla yéndose la bola; al tocarle el turno a
pulla Nube falla el tiro y dice: carajo parece que hoy no es mi día, desde esta
mañana ya me descache con mi hermano que no sé porque le di tremenda trompada-
Carlos como así que le pegaste a tu hermano Gustavo…- El muy atrevido me hablo
de mi ex novia y de una reaccione propinándole
tremenda trompada que cayo contra la pared- Joselito: como le vas a
pegar a tu hermano, más con esa muñeca tan grande, seguramente le hiciste algo
grave- no quise darme ni cuenta ya que tenía una piedra que era capaz de
disparar sin pistola. Al tocarle el turno a Daniel mueve raramente su barba y
al darle a la bola la impacta logrando hacer una difícil carambola, todos lo
aplauden- Pulla Nube va murmurando: que puntería, estas para que mates ese
hihueputa gallo que no deja dormir a nadie. Al volverle a tocar el turno a
Joselito dispone el taco sobre la mesa. En ese mismo momento entra un
desconocido sujeto con apariencia de mafioso, sin importarle nada saca como si
fuera un vaquero sus dos pistolas y comienza a dispararle a todo lo que se
mueve, ellos se tiran al suelo de madera introduciéndose debajo de la mesa de
billar. Al ver que por suerte un atrevido por dé tras lo impacta con un taco en
la cabeza, inmediata-mente cae tan largo es sobre el piso de madera. Al ver que
no pasa nada más salen de su escondite parándose de inmediato, viendo que el
individuo mato a varias personas y por supuesto al dueño del billar- Pulla Nube
va diciendo: no joda que día y ahora lo que faltaba, es mejor que abandonemos
este recinto antes que ese fulano vuelva en sí, que por lo visto tiene deseos de
matar al que se le atraviese- Joselito: que esperamos vámonos- Carlos a donde…-
Daniel: donde no nos juzgue dios- Pulla Nube: pues vamos al putiadero. Andan
con intención de ir al lugar de las mujeres de la vida alegre, atraviesanla calle para
llegar a la casa del paisa Jaramillo, luego al
voltear entran al lugar de aire acondicionado, al ver a las bellas chicas
sentadas con sus mini faldas mostrando gran parte de sus piernas, se dirigen a
la mesa donde están ellas posesionadas sobre los asientos. Pulla Nube tocándole
las piernas a una de las mujeres suprema-mente blanca- Cariñosamente le dice:
será posible que me busques una botella de ron tornillo- Si la vas a pagar
claro que te la busco, pero mejor deme el dinero correspondiente de una vez-
porque me tratas tan mal si siempre que he venido te he cancelado los
servicios- No es que te quiera tratar mal, es que aquí en este lugar si quieres
de mi servicios los tienes que cancelar anticipa-damente- Lo comprendo, cuanto
es el precio de la botella- Yo no lo sé pero ya mismo lo averiguo. Al
levantarse él le trata de meter el dedo- la prosti le dice: que mañas las de
estos hombres. Y sigue como si nada distanciándose de donde él esta, luego de
pasar un breve momento la chica regresa con la botella en la mano- Al ponerla
va murmurando: le vale tanto. Él se saca del bolsillo la billetera y sin
rodeos saca la suma que ella le Dijera,
entregándosela- La chica: ya mismo traigo los vasos y el hielo- Por favor ya
que vas a traer esas vainas tráenos una coca grande que ya mismo te la cancelo,
al irse esta vez le palpa las nalgas y en menos de un escupitajo regresa, las
chicas se levantan acomodándose entre el grupo de amigos, al servir la gaseosa
y el ron en varios vasos les agrega el hielo, todos toman los vasos y brindan
por esto y por lo otro- Puya Nube le habla a la chica- Me recuerdas tu nombre-
eres un olvidadizo, acaso no te acuerdas que me llamo Teresa la de la cara
alegre. Al escucharla todos se ríen carcajeándose- José- Lito tocándole las
piernas a la morena que tiene al lado va diciendo, porque te dicen así- Una
rubia teñida sintiendo que Daniel el bigotudo le acaricia las piernas murmura
con su voz suave: es que ella es toda una risa- Carlos metiéndole las manos en
las tetas a la chica del lunar en la frente va hablando: qué tal si ponen
música- Teresa se levanta y pone en el viejo tocadiscos un disco de vallenatos.
Al sonar la música todos se paran a bailar estrechando a las mujeres de la vida
alegre, bailan tema tras tema- Al calentarse Puya nube le dice a la chica al oído:
tengo unas ganas endemoniadas de echarme un buen polvo con tico que debo
hacer…- Pagarme- Por eso no hay problema. La chica lo toma de la mano
llevándolo al segundo piso a uno de los cuartos, al entrar ve que está
iluminado con luz roja procedente de una loba lámpara, se desviste, la toma de
la cintura y dándole una patadita la tira suavemente en la cama donde con manos
expertas le quita la ropa, al tenerla libre de ropas le toma con las manos las
dos tetas que prácticamente se las succiona con los labios haciendo que ella se
abra de piernas, él aprovecha y se la mete viendo que no siente nada, al
moverse rápidamente le vota el semen y quedando extenuado, al tratarse de dormir
es despertado por una balacera, al oír los disparos tan cerca rápidamente se
levanta, ve por la ventana y al abrir alguien la puerta, con desespero lo
enviste cayendo Daniel que lo quiso prevenir y él escaleras abajo, al ver al
hombre que le apunta lo empuja y sale como está corriendo a la calle, al verlo
unas señoras gritan llamando la atención de la policía, que al verlos los hombres
le montan la persecución, él terriblemente asustado al ver un techo se encarama
sin que los policías puedan hacer algo. Al día siguiente sale en la prensa
amarilla en la primera página fotografiado sin ropa. Esto hace que sus padres
lo echen de la casa quedándose por ahí como los vagos que son. Fin.
COCINANDO UN PAR DE HUEVOS
Claudia sale del
colegio al lado de sus compañeras, sintiendo el calor del medio día que la hace
que sude a mares, atraviesa la calle y al andar las tres cuadras de siempre con
la llave abre la puerta de la casa, entra volviéndola a cerrar y dándose cuenta
que su hermano mayor y su madre están ausentes. Decidida a bañarse entra en el
interior del baño, se desviste y desnuda se mete en la ducha que al abrir con
la llave el agua, sale con la presión necesaria para que tenga un buen choro,
se jabona todo el cuerpo dejándose mojar por completo se logra sacar todo el
jabón, al querer salir se viste con el mismo uniforme de cuadritos azules y
grises, sale sintiéndose mejor y más fresca. Como es inquieta y además quiere
saber si puede freír en una sartén dos huevos en el pavimento hirviendo, saca
de la vieja nevera los dos huevos, al ponerle al sartén un poco de aceite le
coloca los huevos, sale de la casa encontrándose el pavimento como ya lo sabe,
al colocarlo ve como del pavimento fluye un vapor. Al verla una amiga que estudia
en el mismo colegio- se aproxima diciéndole: siempre he querido hacer lo mismo
pero no he tenido la oportunidad ya que mi madre siempre está en la casa.
Esperan sentadas en el desnivel de la puerta viendo como los huevos se están
cocinando, al pasar poco tiempo los huevos están completamente cocinados, al
entrar a la cocina cada una se come un huevo quedándoles la experiencia entre
sus lucidas mentes. Fin.
UNA VISITA INESPERADA
QUE SE CONVIERTE EN TRAJEDIA
Jorge al estar en su primer día de vacaciones,
con el consentimiento de sus padres sale llevando la mochila roja que le
regalara su prima Martha, de la casa ubicada en el barrio Manga. Ya en el
exterior divisa con su mirada la amplitud de la calle, luego siguiendo en
dirección del cerro la Popa pasa por encima del puente viendo la dimensión de la bahía que se estrecha en esa parte, al llegar a la av.
Pedro Heredia luego que pasan diferentes automotores ve una chiva en
la cual
un sujeto grita : Sananofre, Tolú, Coveñas, Lorica. Al ponerle la mano el peculiar bus de madera se detiene, lográndose
trepar en el techo de madera ya que va ir más fresco y puede ir viendo la
panorámica que se le va presentando. Al arrancar el bus se recuesta boca abajo
viendo la trayectoria de la avenida que está a la vez rodeada de diferentes
construcciones y un poco más allá el cerro de la popa con su viejo monasterio,
al pasar a un lado de dicho cerro encuentra con su vista el derruido estadio de
futbol y un poco más adelante el estadio de beisbol y de ultimo la plaza de
toros, en menos de nada al salir la chiva de la ciudad heroica va viendo el
campo con sus árboles, sus animales domésticos. Luego que pasa una curva un
muchacho moreno que sostiene en su espalda un estuche de guitarra poniéndole la
mano hace que el conductor detenga la chiva, subiéndose el moreno por la
escalerilla lográndose instalar en el
techo de madera, al verlo se saludan con los puños sintiendo que el auto-motor arranco, luego que ve el paisaje saca del
estuche la guitarra y empieza a tocar un
tema muy conocido de Carlos Santana, de
esa forma toca canción tras canción y solamente deja de tocar en el momento que
llegan a Tolú, se despide de la misma forma que se saludaron o sea de puño. Al
bajarse varias personas se suben otros y la chiva arranca por la pisadas de
arena, él sintiendo la brisa que golpea en su rostro se distrae viendo el mar
de pequeñas olas, al pasar como media hora el bus llega a Coveñas donde se
detiene, él al colarse el morral sobre la espalda se baja por la escalerilla,
camina lo necesario para llegar a la casa de su hermana que está ubicada a tan
solo unos pasos de la playa, al abrir la verja entra viendo el jardín de
diferentes plantas en su mayoría con bellas flores muy coloridas dándole al
lugar una sensación de belleza. Al tocar la puerta suavemente la abre su propia
hermana que sin rodeos lo abraza- Diciéndole: que milagro, buenísimo que me
hallas venido a visitar, ven que de una vez te muestro el cuarto donde vas a
dormir. Luego de pasar ante la sala donde hay varias sillas y varias mecedoras,
suben por las escaleras encontrando el corredor y al llegar a la última puerta
ella la abre, surgiendo un espacio amplio de paredes donde cuelgan varios
cuadros en su mayoría con temas marinos- Ella le va modulando: te gusta…- Está
muy bien pero lo que más me gusta son estos cuadros de paisajes marinos. Al
abrir uno de los dos una de las dos puertas ve la amplitud del balcón y las dos
hamacas que cuelgan de las columnas- Jorge: que buena casa y además está
buenísimo que este cerca de la playa- La hermana Liz: me voy ya que tengo que
ir a recoger a los pelados a la escuela. Al verla salir se acuesta sobre una de
las dos hamacas, escuchando el poco oleaje y viendo detenida-mente el mar se
queda como ensimismado en el sueño, siendo despertado por la algarabía de los
hijos de la hermana. Se levanta y al bajar la escalera encuentran a la pareja
de niños que al verlo lo saludan de pico- Jorge va diciendo: como han crecido-
La niña le contesta: es que ya somos grandes- Han crecido pero por fortuna
siguen siendo los niños de siempre- La hermana: ojala nunca crezcan que así los
puedo disfrutar más- El niño: qué tal si vamos a bañarnos en el mar- Liz: eso
después de que almuercen y hagan las tareas. Sienten que abren la puerta
apareciendo Guillermo que al darle un beso en la los labios a Liz- Va diciendo:
Jorge qué bueno que hallas venido a visitarnos,
ya verás como la vas a pasar de bien aquí con nosotros. Por ahora voy a
llamar a Ernestina para que nos traiga a todos un jugo bien helado- Al llamarla
ella enseguida se presenta con su vestido impecablemente blanco diciendo: señor
Guillermo ya me imagino que quieren tomar jugo, como lo prevé he hecho de
papaya con limón y ya mismo se los traigo. Al irse a la cocina regresa al rato
trayendo en una bandeja varios vasos de jugo helado poniéndola en la pequeña
mesa de la sala- Danielita va diciendo: con este calor que bueno este jugo. Sentados
se lo van tomando- Liz: como están nuestros papás…- Están bien, y han decidido
ir a Santa Marta a visitar a una familia de amigos- Claro a los García- Que
bueno que vayan a si se distraen. Al quedarse en silencio vuelve a parecer la
empleada morocha diciendo: ya está servido el almuerzo en la mesa. Todos van
directamente al comedor donde ocupan la mesa, los dos niños al lado de la madre
y al otro lado ellos dos, se van sirviendo en los platos la posta de carne, el
arroz con coco y la ensalada; inmediatamente van comiendo sin apuros- Danielita:
no quiero esta carne- Liz: hijo te la tienes que comer si no vas a tener
fuerzas para nadar- Bueno está bien. En completo silencio logran terminar con
el contenido de los platos- Jorge quede como para hacer la siesta. Al
levantarse todos se van a sus cuartos hacer lo que Jorge dijera antes, al rato
se despiertan Guillermo para irse a la finca- Jorge va diciendo: yo me voy a la
playa los espero allá- Liz luego que le ayude a los niños a hacer las tareas
vamos. El sube y en el cuarto luego que se desviste se pone el traje de baño,
saliendo llevando la toalla tan campante va a la playa de uno y otros
cocoteros, como siente el calor a través de su piel se tira tan largo es en el
mar, nada y nada logrando retirase de la playa. Al ver lo distante que está de
la playa ve surgir bastante cerca una enorme aleta, al darse cuenta que se
trata nada menos que de un tiburón gris trata nadando de alejarse, como el
mamífero es rápido, le da alcance mordiéndolo le arranca una de sus piernas, al
sentir la sangre otros tiburones lo despedazan quedando nada más el charco de
sangre. Al arribar a la playa Liz con sus hijos encuentran única-mente la
toalla- Juan Carlos el menor: donde estará mi tío- Danielita lo extraño es que
dejo la toalla, donde estará porque en el mar no se ve- Liz camina hasta el mar
va viendo en la distancia, al descubrir la enorme mancha de sangre, grita tanto
que llama la atención de un pescador que está lejos de ahí reparando el
chinchorro de pescar, al escuchar los desgarradores gritos reacciona corriendo donde esta ella y los niños- Este
que son esos gritos- Creo que a mi hermano lo devoraron los tiburones, si ves
esa mancha de sangre y además encontramos la toalla tirada sobre la arena con la
cual saliera de la casa- Si esa mancha de sangre indica que fueron los Tiburones
que se lo tragaron, que vaina. Al poco tiempo todos los que viven en el pueblo
se enteran de lo sucedido con Jorge el hermano de Liz, le hacen un entierro
simbólico ya que los tiburones no dejaron ni un hueso. Fi
EN EL FESTIVAL DE GAITAS
Daniel que es terrible
músico, llega del centro del país a la pequeña población de Ovejas, al arribar
de Sincelejo en un jepp, luego que se baja una anciana y su familia lo hace él
colocándose el morral sobre la espalda, sintiendo la vía de tierra caliente ve
algo retirado en una esquina a un grupo de hombres que llevan puestos sobre sus
cabeza cada uno un sombrero volteado- Al acercarse los suficiente les dice:
ustedes deben ser de este pueblo por eso deben conocer al compadre Miguel- Uno
de los tipos: Cachaco, a ese legendario músico quien no lo conoce, si lo busca
él vive no más a tres cuadras de aquí, en esa esquina doble, camine otras dos
cuadras y sobre el andén derecho va encontrar una casa de material blanca de
ventanas y puertas de color café, vaya que no tiene perdida- Gracias. Va por
donde el hombre le dijera y facilito halla la casa, golpea la puerta, casi al
instante al abrirla surge una bella mulata que le dice: está buscando a mi
papá…- A eso he venido- Siga que él está recostado en la hamaca. Al entrar
atraviesa la amplitud de la sala y al entrar a una especie de solar con varios
árboles frutales, ven que de dos palos está colgada la hamaca al acercarse ve
al personaje moreno y de cabello canoso- Que le dice: guíen es usted…- Vengo de
parte de José Carnaval- Donde está mi hermano del alma…- Lo deje allá en
Salento- Donde queda eso…- en la región cafetera- No me mando algo así como un
recado- Si algo le mando.
Al sacarse la mochila suavemente la coloca sobre el suelo
de tierra y al abrirla extrae un pequeño paquete de manila, al entregárselo tan
cómodo como esta lo abre dándose cuenta que es un dinero y una carta en la cual
le recomienda al personaje- Como está recomendado por mi hermano del alma se
puede quedar aquí con nosotros, me imagino que al menos trajo una hamaca- No
tengo ninguna- Que vaina, eche como así que no tiene hamaca por eso no hay
problema. El sin hacer un esfuerzo grita: Lili ven para acá. En el momento
aparece una negrita como de cinco años- Abuelito que quieres…Ve a tu casa y le
dices a tu mamá si no tiene una hamaca de sobra- Abuelito ya mismo le digo. La
niñita corriendo se retira del lugar- El viejo mirando a Daniel: que haces tú…-
Soy músico de oficio no se hacer otra cosa que no sea tocar un instrumento-
Sabes tocar las gaitas- Si claro y a la perfección- Que bueno porque mañana
comienza el festival de gaitas- Si a eso he venido ya que quiero ver y aprender
más- Se ve que eres una buena persona y un excelente músico- Si siempre estoy en eso. Van
viendo que la niña regresa cargando una hamaca- Va
diciendo: me dio esta. Al entregársela a Daniel al ver dos árboles más o menos
próximos, luego que la amarra un extremo a un árbol, hace con el otro extremo,
quedando perfecta mente bien. Como está cansado del viaje se recuesta quedándose
muy dormido. Luego que pasa una y dos horas es despertado por la misma
niñita- Él al haber soñado abre los ojos
diciendo: donde estoy…- La niñita: aquí en Ovejas en la casa de mi abuelo. Al
volver a la realidad le da un beso a la niñita y le dice: eres muy linda- La
coqueta girando su cuerpo da una vuelta entera, él sonriéndole se levanta y la
niñita lo guía al comedor, al ocupar la mesa se sienta en la única silla libre,
va viendo a tres mujeres, a un hombre y a varios niños. Otra muchacha le pone
un plato hondo con el sancocho de gallina, y en un plato plano el arroz,
aguacate, y dos presas de pollo, viéndolos comer va consumiendo el rico
almuerzo- El viejo- Por lo que veo mi compadre fue el que te enseño a tocar la
gaita- Él y otros músicos- Ya te veré tocar, yo lo hago desde que tenía ocho
años y ya tengo ochenta, imagínate desde hace cuantos años- No quiero contarlos
pero son muchísimos. Al salir camina por
el pueblo viendo a los niños que juegan de diferente modo, en una esquina
divisa algo así como una rubia extranjera, al acercarse no la ve más y piensa:
esa mujer fue producto de mi imaginación nada más. Al darle la vuelta completa
al pueblo, suda de sobremanera que prefiere regresar, al aproximarse ya siente
la música y al entrar directamente al
solar ve al maestro que sosteniendo una gaita macho sopla lográndole sacar un
buen sonido, lo acompaña un more-no bastante joven, otros tres muchachos tocan
los tambores, a veces los gaiteros cantan acompañados de una voz preciosa de
una preciosa mulata, llenándose de música el contorno de la casa y de las
viviendas vecinas. Daniel al sacar de sus cosas la gaita macho los acompaña
volviéndose todo muy alegre, de esa forma tocan hasta muy entrada la noche- El
maestro poniendo su instrumento a un lado de la hamaca va diciendo: lo haces
como todo un profesional, les presento a Daniel, ellos son María mi nuera y
ellos Carlos Bustos, Humberto Padilla
Carlos Román, y este currambero Roberto Bocio. Saluda a la chica de beso
y a los hombres con los cinco dedos-
María me voy a mi casa ya que tengo ciertos deberes que cumplir- Roberto
nosotros también nos vamos. Al despedirse del maestro salen de la casa, y los
restantes desaparecen yéndose a dormir a su respectiva hamaca.
A la mañana siguiente
desde muy temprano se siente la algarabía, todos los habitantes se encuentran
en la plaza de piso constituido de tierra y de los pocos árboles, rodean el
entablado donde ya el primer grupo va tocando la música de tambores y gaitas,
todos se mueven al ritmo de la música. Daniel baila descubriendo entre la gente
un grupo de extranjeros que bailan, entre los cuales está la chica rubia que
viera ayer. Al terminar ese grupo de tocar se suben al entablado otros personajes
de otro grupo- El anunciante apoyando su boca al micrófono va diciendo este
grupo viene del Carmen de Bolívar. Al tomar los instrumentos aborígenes tocan
elevando más el ritmo que enciende la rumba autóctona de la región, las mujeres
moviendo las caderas al ritmo de la música y los hombres sosteniendo el ritmo,
Daniel se acerca al grupo de extranjeros y al ver a la gringa baila a su lado-
Ella gritando para que la oiga: tu bailas muy bien yo hasta ahora estoy
aprendiendo a moverme- Por algo se empieza. Bailan cantando lo que los músicos gesticulan
con la música muchísimos temas. Al sentir el hambre- Daniel al oído de la rubia
le dice: qué tal si buscamos algo de comer- Si vamos. Al separase del grupo de
extranjeros se van abriendo paso entre la gente y llegan ante una chasa. La
señora al acabar atender al último- Sonriéndoles les dice: tengo arepas de
huevo, caramañolas, empanadas, bollos de
maíz y blanco, pasteles de arroz y suero del bueno- La chica esos pasteles de
arroz se ven deliciosos- Pidamos dos- Al escucharlos la señora les responde:
entonces les doy los dos pasteles y los quieren con que gaseosa- Ella: a mí me
da una coca y tú que deseas…- Yo quiero una cola Román. Al sentarse al lado de
una pareja de morenos, la señora les pone un buen plato de pastel de arroz y
las dos bebidas heladas- Daniel luego que se da el primer bocado: de dónde eres
y porque hablas tan bien el español- Soy de Irlanda y el español lo aprendí en
España ya que viví varios años en Madrid y ahora vivo en Londres ya que hay más
trabajo y tú de dónde vienes: de Salento Quindío- Eres de haya…- Claro que sí,
pero en el último tiempo me dedico a la música y a viajar más que todo por
Colombia, y tú que haces en Londres- Trabajo en una especie de fábrica de
chocolates- Que bien. Al acabar le pagan a la señora y se meten entre la concurrencia
a bailar. Al acabar de tocar ese grupo aparece en el entablado el mismo tipo
que ya hablara a través del micrófono: que se presente el grupo del maestro
Matamoros. Al ver que el mismo maestro lo llama va a su encentro y con los
otros músicos se trepan en el entablado, al darle la señal con ritmo de tambor,
se suman las gaitas saliendo de ellos una espectacular música, al sentirla tan
adentro todos se mueven con el ritmo vibrante de las gaitas y los tambores, la
chica María canta acompañada por las voces de los músicos, todo se convierte en
una gran rumba. La irlandesa viendo a Daniel tocar su respectiva gaita, con las
manos le envía un saludo. Tocan y tocan
y solo terminan en el momento que finalizan con el último tema, Todos los
presentes que son muchísimos aplauden escuchándose el alboroto en el ambiente.
Al ver que se acerca al entablado la irlandesa, Daniel se le lanza cayéndosele
las gafas y por supuesto de culo cerca de los pies, la gringa dándole la mano
lo ayuda a parar- Le va diciendo: eres un loco como te me lanzas de ese modo,
si por poco pudiste producir una
tragedia- Exagerada, el problema es que se me cayeron los lentes ayúdamelos a
buscar, se acachan como no los encuentran se arrastran como dos niños- una
morenita riéndose: esto es lo que están buscando- Al levantarse Daniel le contesta:
si esas son mis gafas- La rubia extranjera: que culo de botella pareces que
eres ciego y se vuelve a carcajear. Daniel al tomarlas de la mano va diciendo:
qué culo de botella ni qué carajo más bien compremos una botella de ron-
Comprémosla entre los dos- De acuerdo. Con dificultad salen del tumulto, al ver
una particular tienda entran viendo la algarabía que hay en el lugar, después
que la seño atiende a varias personas, los atiende a ellos diciéndoles: que
quieren- La extranjera: una botella de ron. La mujer del mostrador enorme de
madera saca la botella y entregándosela a ella- Le va diciendo: por aquí paso
el diablo dejando a una sipotuda mujer,
embuste solo le estoy sacando humor a la vaina. Al salir sintiendo el calor,
luego que se da un trago la gringa va murmurando: el diablo es el que está entre
esta botella- Mamita como entro ese trago. Al volverse a escuchar la música de
gaitas y tambores vuelven al mismo sitio donde estaban bailando, se mueven de
una forma más delirante hasta que llegan los primeros colores de la aurora. En
ese mismo momento se van retirando todos los presentes en paz viendo algunos
borrachos tirados en el piso de tierra- La irlandesa me voy a dormir a la casa
que he alquilado con los amigos- está bien chau. Se despiden de beso y cada uno
sale en dirección del lugar donde se están quedando, él al llegar se encuentra
con el maestro: aja conque te gustan las mujeres con piel de gallina- Acaso no
está bonita…- Si está más buena que la misma noche, ahora si me voy a roncar.
Al acostarse sobre la hamaca se quedan profundamente dormidos.
Solo se despiertan muy
entrada la tarde, luego que comen lo que quedo del sancocho del día anterior,
al terminar llegan los músicos con varias botellas de ron, que al sentarse
combinándola con gaseosa y hielo van tomando en sus respectivos vasos, hablando
sobre el tema de la música. Se paran bastante prendidos yendo directamente a la
plaza donde al escuchar la música procedente del grupo de
músicos de Sincelejo, se mue- ven al
ritmo pausado de la alegre música, al verlo a Daniel bailar la irlandesa le
llega- Diciéndole: te estado buscando toda la tarde que te habías hecho…- No
siempre estuve en la casa del maestro, hasta ahora hemos salido. Luego que hace
un silencio mira a los integrantes del grupo y les murmura con su voz: les
presento a guíen…- Ella riéndose le contesta: mi nombre es Virginia mucho gusto
en conocerlos. Todos le dicen sus nombres y de último lo hace Daniel- Ella: en
todo caso que bueno haberlos conocido. No paran de moverse bailando al compás
de la música, Daniel bastante prendido la va tomando de la mano llevándole el
paso consiguiendo bailar al mismo compás, al sentirla tan cerca siente tal atracción, sin preámbulos la
toma y al encontrar los labios logran besarse y de qué manera. Al verlos ellos
y el maestro aplauden haciendo que se coloreen los cachetes más de la cuenta-
Ella al oído acompáñame por ahí- A donde…- Algún lugar donde podamos estar
solos al menos por un momento- Vamos pues.
Al separarse lentamente de los amigos, se meten entre los asistentes logrando
salir a la calle de tierra, como está ya de noche al andar largo rato se
ocultan en la oscuridad de un baldío escuchando las chicharas y en la distancia
la música, ella sin temor lo estrecha contra su cuerpo logrando que se besen
prolongadamente una y otras veces a pasárseles el tiempo en esas- Ella va
diciendo: vamos a buscar algo para comer que tengo un hambre terrible- Mi caso
es igual. Salen volviendo al lugar del festival y sin problema hallan la misma
chasa- Al ver a la señora la extranjera le va murmurando: yo deseo una arepa de
huevo, una caramañola y una empanada- Daniel: a mí me da lo mismo sumado una
coca. Al sentarse al lado de una pareja de zambos ocupando la mesa la seño en
una canasta de mimbre les trae lo que pidieron, empiezan a comer- ella al
terminar con la empanada le habla: luego que termine el festival quiero que me
acompañes alguna de las tantas playas- Yo conozco un pueblo no muy lejos de
aquí donde hay unas playas muy bellas- Como se llama el pueblo- El Rincón del
Mar y queda cerca de Sananofre – Allá me tienes que llevar- Si quieres te llevo
cargándote- Habla serio. Se ríen contagiando a los presentes e inclusive a la seño volviéndose todos unas abrumadoras carcajadas.
Al acabar con lo que pidieron regresan a la plaza metiéndose entre la gente, bailan
bien junticos viendo al fondo a los músicos que moviéndose interpretan con las
gaitas, los tambores, especies de sonajeros y maracas; la música la van acompañando
con sus alegres voces, bailan la música de los diferentes grupos musicales hasta
que los últimos interpretes dan por terminado el festival. Al ver que todos al
mismo tiempo se están yendo para sus casas- ella lo toma de la mano diciéndole:
vamos a la casa donde deberán estar mis amigos- Si, vamos. Al salir de la plaza
se meten por una estrecha calle y al andar las pocas cuadras llegan viendo que
la puerta está completamente abierta y entran viendo sentados a los amigos- Uno
de ellos les dice: quieren un vaso de ron con jugo de limón- Ella claro. Una de
las chicas les pasa a cada uno un vaso con hielo repleto de limón y de licor,
van tomando escuchando que los personajes hablan en inglés- Daniel con cara de
aburrido le dice a ella: que vaina que no entienda absolutamente nada- Acabemos
con este ron y luego nos vamos a dormir. Los amigos de ella siguen con el mismo
tema de conservación, él sin entender un pito se rasca la cabeza. Al acabar con
el licor se van al cuarto donde ella duerme, al entrar él va viendo las paredes
peladas y al lado del colchón el morral, se sientan sobre el colchón al tomarse
se besan apasionadamente, luego la desviste lo mismo hace ella con Daniel, al
estar en ropas interiores se acarician volviéndose a besar, ya excitados le
saca el corpiño quedando los senos al aire, los acaricia haciendo que a ella se
le suba la sangre a la cabeza. Una vez más se besan sin quitarle las manos de
los senos, al sacarse los pantaloncillos y el calzón ella hace que la posea
sintiéndolo adentro de ella, llegan al clímax ella desdoblándose aúlla como una
gata y al acabar con la
acción del amor a pesar de la bulla que viene del otro lado de las paredes
entrelazados sé que-dan bien dormidos.
Al despertarse temprano,
sienten el guayabo y el cansancio pero a pesar de eso se levantan, mientras él
se sienta sobre el colchón ella va recogiendo sus pertenencias que mete de una
en una entre el morral- Ella viéndolo sentado le dice: ya nos podemos irnos
a bañar. Al ir al baño en la caneca no hay nada
de agua- ella: que escases de agua- Si claro, aquí hace muchos meses que no
llueve más bien vámonos. Al volverse a
vestir salen del baño ven las otras puertas completamente cerradas, ella va al
cuarto al ponerse el morral sobre la espalda vuelve a salir cerrando la puerta,
luego por la puerta salen a la calle ya
sintiendo el desesperante calor- Daniel acompáñame a la casa del maestro que
recojo mis cosas. Caminando llegan rápidamente, al entran se enteran por el
silencio que todos duermen- Él le habla: espérame un momento aquí, al sentarse
ella sobre un roído taburete él abre la puerta que da al solar donde está el maestro en la hamaca durmiendo,
sin hacer bulla mete rápida-mente todas sus pertenencias entre el morral, sale
al encuentro de ella que al tomarse de la mano salen alejándose de la vivienda.
Al ir entre las calles de derruidas casas ven a lo lejos un Willis que está
casi lleno- Al ver al conductor recostando contra el ji peto le habla: para
donde va…- Voy a Sincelejo- Daniel: nosotros vamos a Sananofre- Los puedo dejar
en un lugar donde podrán tomar algún vehículo que vaya para allá, lo único que
tienen que hacer es montarse. Al treparse con la ayuda del conductor van
poniendo sobre el encarpado los morrales, que el individuo con una larga soga
amarra, se sientan viendo a varias señoras y a dos
señores sintiéndose apretados. El hombre arranca el Willis saliendo rápidamente
del pueblo. Fin.
EN UN FANDANGO
Clara se levanta de la
mesa viendo a sus amigos, al llegar al baño en el inodoro vomita todo lo que se
comió y se bebió, recobrando el buen estado, en el lavamanos se juaga la boca
logrando que se le vaya el desagradable olor, va saliendo viendo con la escasa
luz a sus amigos que sentados ocupando la mesa siguen tomando ron, al verla
sentarse va diciendo Camilo (el capitán Pimienta como le dicen los amigos): te
ves mejor y con otra cara- Si el vomitar hizo que ahora este bien, ahora si
estoy para lo que sea, si vamos a ir a caminar a la playa…- Julieta la paisa le
contesta: Claro que vamos a ir- Uriel: esperen que le demos mate a este ron. Al
acabar con el contenido lentamente se levantan, caminan hasta la puerta y al
salir de a poco se retiran de la cabaña de techo de palma, en la distancia
sobre la playa ven tremenda hoguera de inmensas llamas- Gaby dirigiéndoles la
mirada va hablando: que será todo ese fuego- El capitán Pimienta: si no lo
averiguamos como lo vamos a saber, vamos que debe ser algo bueno. Haciéndole
caso andan, en un momento dado escuchan sonidos de tambor y de gaitas, al
acercarse ven las llamas que se extienden hacia el firmamento, viendo además a
un sinnúmero de paisanos y de mujeres que bailan sosteniendo cada personaje una
vela encendida y de ultimo en un costado de la hoguera están los músicos que
estando parados tocando cada uno su respectivo instrumento. Al estar a tan solo
unos pasos se integran al fandango, bailan moviendo sus extremidades con
movimientos precisos girando en torno del fuego, uno de los morenos saca de un
tacho un licor fermentado de coco y con el mismo totumo se lo entrega al Capi
Pimienta, que al probarlo se lo entrega a Clara que se da un largo trago, de la
misma manera toman pasándolo unos a otros- Gaby al estar bailando con uno de
los mulatos le Pregunta: como se llama el licor de coco…- Es ñeque y se
fermenta enterrando los cocos entre la arena y solamente se logra dejándolos
durante muchos días- Que proceso tan simple- Lo bueno es que emborracha- Además
sabe riquísimo. Siguen bailando dándole vueltas a la hoguera de grandes llamas
tomando y pasando el recipiente de totumo, así van tomando sintiendo el efecto
del ñeque que los emborracha, al extinguirse completamente el fuego todos
supremamente borrachos están tirados sobre la arena, esto es aprovechado por un
enorme sujeto al ver a Clara tan larga es tirada sobre la arena, de un impulso
la levanta sin ella darse cuenta, alzada se la lleva a través de la playa a la
cabaña donde vive, y ella acostada en la cama al sentir que la desviste no
tiene como reaccionar y simple-mente siente como el tipo se aprovecha de ella. Fin.
EN ESTADO DE COMA
una joven, sale del
apartamento donde vive con su hermana y sus padres, al tomar el ascensor con la
presencia de una particular pareja que única mente le quitan la mirada en el
instante que el elevador llega al primer piso abriéndose la puerta, ella se
adelanta logrando salir del edificio de primera, camina con la intención de
tomar un taxi al estar en la esquina siente que se le baja completamente la
tensión, viéndolo todo blanco y perdiendo
el conocimiento cae sobre el cemento del andén completamente incons-ciente. Al ver
lo sucedido con ella otra joven corre donde esta ella privada, se desespera al
no saber qué hacer grita: por favor necesito ayuda- Al escucharla un hombre que
lleva puesto una camiseta y un vestido de baño, al andar rápidamente acude, se
agacha viendo algo de sangre en la cabeza de la muchacha. En menos de nada es
rodeada por varias personas- Un hombre que está muy bien vestido dice: aléjense
que no la dejan respirar. Luego se agacha lográndole tomar el pulso. Una señora
viéndola en el estado que se encuentra- Va diciendo: Si es la hija de Andrés
Martínez ya mismo lo llamo- al sacar de la cartera negra de cuero el celular le
marca, desde otro lugar el padre de la chica le contesta: Oye no sé cómo
decirte- Si por tu voz ya me entere que eres tú Matilde, pero cuéntame bien
sobre lo sucedido- te he llamado, es que a su hija le ha pasado algo ya que
esta desmayada tirada sobre la acera- El hombre angustiado: Donde esta
exactamente…. En la avenida San Martín exactamente en frente del edificio el Delfín-
Ya mismo voy para allá. Al llegar la ambulancia que ha sido llamada con
anterioridad por una mujer que desde la terraza vio el hecho de como la joven
se desmayó, del vehículo de la parte de atrás salen dos hombres que sacan una camilla
y con el cuidado requerido la colocan sobre
la camilla que suavemente introducen entre la ambulancia. Luego al montarse uno
de los enfermeros serrando la puerta arranca encendiendo la sirena que se
escucha muy fuerte. Al llegar un poco después el padre no encuentra a su hija,
al estacionarse se baja y le pregunta a una señora: usted por casualidad ha
visto a una joven que es mi hija que perdió el conocimiento- La señora: eche,
usted acaso cree que yo soy una chismosa más bien déjeme tranquila. Sin saber
que hacer se monta en el automóvil y arranca, al pensar que es posible que este
en el hospital Boca Grande, toma la av. de la bahía y luego se desvía logrando
llegar al tradicional hospital de la heroica, se estaciona al lado de una
camioneta, al abrir la puerta se baja volviéndola a cerrar con llave, al querer
ingresar se encuentra con un amigo médico- Que le dice: ¿porque tienes esa
cara?- Es que no he podido saber que le sucedió a mi hija Vanesa, cuando fui a
buscarla al sitio donde se supone que se desmayó ya no estaba, por eso estoy
aquí a ver si alguien la trajo- Ven que preguntamos en urgencias. Al bajar y
darle la media vuelta a la edificación hospitalaria llegan, al verlos una
enfermera le dice al médico: que paso, porque está aquí- Estamos buscando a la
hija de mi amigo Andrés que al parecer perdió el conocimiento en plena calle-
De pronto es la joven que trajeron en la ambulancia hace un rato- Si es
posible, podemos entrar…-Claro que sí, vengan por este lado que ya mismo les
abro la puerta. Al entrar ven primero a un herido que lo están cociendo, luego
al ver en la cama a la chica que conectada esta inconsciente- El médico que la
está atendiendo va murmurándoles: he hecho todo lo posible para que reaccione,
pero por lo visto está en coma, claro que tengo que hacerle unos exámenes bien
exudativos para poder saber que se le puede hacer- Él padre tomándose la cabeza
va modu-lando su voz: cómo es posible que mi hija se encuentre como esta, si
esta mañana hablamos y estaba normalmente bien- El médico Galindo: tranquilo
que ya mismo me voy a ocupar de su hija, por ahora váyase tranquilo al
apartamento y vuelva más tarde que le tendré noticias halagadoras sobre su
hija- Bueno le voy hacer caso pero haga todo lo posible para que se
restablezca- No se preocupe lo voy hacer. Al retirarse del recinto hospitalario
va directamente al vehículo, al montarse arranca esquivando un pequeño
automóvil, toma la calle principal, al doblar llega al edificio donde vive, al
pitar el celador le abre la puerta del enorme garaje y sigue
logrando parquear el auto en su lugar de
parqueo, se baja y toma el ascensor que lo lleva al sexto piso. Al salir con la
llave abre la puerta, al entrar en la sala ve sentada a su mujer que está muy
concentrada leyendo, la sorprende dándole un beso- Ella le dirige la palabra:
porque estas tan agitado- Luego de que piensa le contesta: mira mi amor nuestra
hija Vanesa está internada en el hospital de Boca grande- Ella con cara de
amargura: acaso que le sucedió…- Perdió en plena calle el conocimiento, ahora
está en observación después de almuerzo vamos al hospital. Se sientan sobre el
sofá uno al lado del otro y los dos dirigiéndole la mirada al piso de mármol
falso completamente callados. En esas abre la puerta ingresando Camilo el hijo
mayor- Que al verlos les habla: que milagro que ahora estén aquí. La madre
alzando la mirada- le contesta: ha ocurrido algo desagra-dable- Él
contestándole: acaso que ha pasado…- El padre: es que tu hermana está internada
en el hospital debido a que en plena calle se desmayó- Acaso que tiene…- No
sabemos pero afortunadamente el doctor Galindo ha tomado su caso, si quieres
nos acompañas después de que almorcemos al hospital- Tengo cosas que hacer pero
más importante es mi hermana por eso voy a ir con ustedes. Se quedan ensimismados
bastante preocupados, al transcurrir el tiempo la empleada los llama para que
almuercen, al ir al comedor se sientan ocupando la mesa de caoba, la empleada
sin saber nada les sirve la sopa que al consumirla recoge los platos y la
cuchara, en instantes les pone el segundo plato con muslos de pollo, puré, y
ensalada que van comiendo sin chistar nada pero si preocupados, al acabar se
levantan- Andrea la madre: vayámonos de una vez que no quiero que Vanesa este
sola- Andrés espera que busque las llaves del auto. Entre los tres las buscan
hallándolas colgadas en el lugar acostumbrado, al abrir el hijo la puerta, salen
y este cierra la puerta, toman el ascensor que rápidamente los lleva
directamente al garaje, al salir ingresan en el auto los padres adelante y el
hijo en la parte de atrás, conduciendo Andrés van tomando la calle principal y
al voltear llegan al hospital, al parquearlo se bajan yendo directamente al
servicio de urgencias, el hijo al timbrar surge por la ventanilla la misma
enfermera que ya lo atendiera Andrés diciendo: Vanesa ha sido
trasladada a la habitación cuatrocientos cuatro pero su estado es reser-vado,
ya podrán hablar con el doctor Galindo que se ha encargado del caso de su hija
y por favor ingresen por la puerta principal. Al voltear ven la puerta
principal e ingresan yendo directamente a la recepción- Al ver a la chica que
atiende- La madre le dice: será posible que veamos a mi hija Vanesa- esperen
que ya mismo llamo al doctor Galindo. Ella se comunica con el doctor que de
inmediato se presenta saludándolos afectuosamente y les dice:
desafortunadamente ella está en coma, he hecho todo lo posible pero el estado
en que se encuentra no lo permite- Andrés: cuanto va a durar…- En estos casos
nunca se sabe, como puede durar poco tiempo puede durar años, yo me tengo que
ir ya que tengo que ver a una paciente que está muy enferma, vayan a la
habitación cuatrocientos cuatro que es donde esta ella. Al despedirse van
directamente al ascensor que rápidamente logran entrar, al hundir el
interruptor de una los deja en el cuarto piso y al volverse abrir la puerta
caminando salen logrando arribar a la puerta viendo el número correspondiente,
abren la puerta viéndola recostada sobre la cama que conectada solo respira- La
madre llorando va murmu-rando: si no la estuviera viendo no lo creería, como es
posible que esta mañana hablara tan normal y que ahora este en este estado
vegetativo- El padre: que desgracia lo peor es que en estos casos no se puede
hacer nada, solo nos queda esperar- El hijo: Esperar que se pudra maldita sea,
ahora con guíen voy a pasear, con guíen voy hablar si ella es mi hermana y para
mi es única. Al abrir la puerta el medico los saluda y luego les dice: ya está
confirmado, esta en estado de coma, ustedes verán si la desconectamos para que
se vaya, o si la dejamos como esta ya que siempre hay esperanzas que vuelva en
si- El padre: dejémosla como esta- interviniendo el hijo: yo me encargo de
cuidarla seguramente mi novia Azucena, que fue mi hermana guíen me la presento,
ya que antes de ser mi novia era amiga de mi hermana. Además ellas se aprecian
en demasía. Me ayudara. Se sientan ocupando el sofá en completo silencio viendo
como la brisa que entra por la ventana mueve la blanca cortina y al fondo
escuchan el oleaje del mar. Al verla sin guitarle los ojos aprecian algo
extraño como si moviera los dedos que están apoyados en la sabana- La madre va
diciendo: vieron como movió los dedos de esa mano- El padre: claro que vi como
movió los dedos- Camilo: yo estado pendiente y no he visto nada, menos que
moviera las manos o los dedos. Al pasar buen rato- La madre va diciendo:
tenemos que hacer un horario de acuerdo a nuestros compromisos ya que nunca
quiero que este sola- Si madre para eso tenemos que hablar con los más
allegados a nosotros, pero para mañana es tarde- El padre: por ahora alguien se
tiene que quedar hasta mañana – la madre yo me quedo- Camilo: no mamá, tú
tienes que avisarle a la familia- Está bien. Al irse los padres se queda él
acompañándola. Al irse se queda pensativo viéndola lo estática que esta, al
pararse la toma suavemente de la mano sintiendo que esta helada como si
estuviera muerta. Fin.
EN CERETÉ
Raúl siendo un poeta
algo conocido, amante de sus ratos de esparcimiento, acostumbra todas las
tardes a ir a un lugar del río a ver el atardecer. Estando en esas lee
concentradamente un libro de poemas de Asunción silva, al leer el nocturno
siente proveniente de la atmosfera un aire pestilente de muerte, que hace que
se levante y al sentir la brisa fresca del río Sinú tranquilamente se vuelve a
sentar sobre la misma piedra mirando el transcurso del agua, al ver hacia el
occidente presencia como se oculta el sol, sigue ensoñando en su mundo poético
como estando fuera del contexto de la realidad. Estando en esa extraña
postrimería siente que alguien le toca la espalda, al volverlo ese pequeño
acontecimiento a la cotidiana realidad se voltea viendo a su amigo Miguel que
le dice: Raúl Gómez Jattin tu no estabas en Cartagena- Sí que lo estaba pero
ahora lo importante es que estoy aquí, y tú que te habías hecho, si hace
tiempos que no se sobre tu existencia- Si me fui a vivir al Plato Magdalena-
Que carajo estabas haciendo allá- Administrando una finca de la familia pero
deserte- El mismo caso mío, yo estudie derecho en una universidad que no quiero
recordar, afortunadamente me torcí por eso estoy donde estoy- A que viniste- A
nadar la nada en este río que me recuerda mi alegre infancia y por supuesto a
mi madre Lola Jattin. Vamos a celebrar este encuentro algún lado- Si vamos. Al
haber tan solo un poco de luz se levanta de la mágica piedra, andan bordeando
la margen del río y al ver una cantina donde suenan viejos valle-natos no dudan
en entrar- Raúl viendo al cantinero le dispara con su hablar: será buen amigo
que nos das una botella de ron tornillo- Si tienen con qué pagármela se la
sirvo si no imposible- tranquilo que ya me pagaron del instituto de cultura mi
parte, y si no bebo se me viene una tragedia encima, no joda más y tráiganos
esa bella botella- Conque la van acompañar- Solamente con poesía porque si la
trasformamos con una gaseosa de mierda se nos aparece el putas y nos lleva
donde no queremos ir. Al ponérselas sobre una de las mesas se sientan acomodando
el culantro sobre la silla, el mismo Raúl se encarga de destaparla, con la
misma tapa se da el primer trago, de igual forma lo hace el amigo- Raúl va
diciendo: en la profundidad de esta tierra descansa el cacique Zenu, no he
hablado con nadie como se habla con él, y ojala los dioses se hayan acordado de
su espíritu transeúnte y lo hagan olvidar lo que sufrió- Así se habla. En esas
se presenta una hermosa morena que
lleva una minifalda dici-éndoles- No
pensé que me fuera encontrar al poeta en persona- El poeta viéndole las piernas le contesta:
Oye chica tu eres muy igual a mi antigua vecina la hija de mi comadre Gertrudis
por aquella época que escribí el Tríptico Cereteano, carajo siéntate y tomate
unos tragos con nosotros para que veas que la pasamos bien chévere- Al sentarse
la pelada va hablando: tu como haces para estar aquí y no en Cartagena- No
traigas memorandas que estoy aquí y punto por que la coma la tire al Sinú. Se ríen
distribuyendo las carcajadas en el contorno del lugar. Al acabar con el ron
Miguel va diciendo: qué tal si vamos al centro que yo invito a otra botella de
ron- Raúl: si es así no nos queda otra opción verdad morena- Yo no me llamo
morena si no Sixta- Miguel: bueno saberlo ya que estamos para las que sea, si
vamos a ir- el poeta: claro, entonces levantémonos. Haciendo un pequeño
esfuerzo se paran, al pagarle al cantinero salen riéndose como locos, bordeando
el río llegan al centro de estrechas calles y al ver en un lugar abierto varias
mesas entran, antes que venga alguien a atenderlos, surge en el ambiente la
figura de Lola la madre de Raúl que en paz descansa, ella se les para en frente
unos instantes y como apareció desaparece- Raúl que belleza que se me haya
aparecido nada menos que mi madre, ustedes si la vieron- Sixta claro que la vi
por eso casi me como las uñas del susto- Miguel pero por lo que vi era muy
bella- Raúl: tal cual era la belleza en ella un regocijo que en su época
detenía el tránsito. Al llegar el mesero los mira como asustados- Diciendo: yo
si vi aquella mujer, pero que susto- Raúl usted no cree que ese acontecimiento
amerite celebrarlo con una botella de ron- Se las traigo pero si me la pagan-
Miguel: en este pueblo alguien sembró la desconfianza, claro que yo mismo se la
voy a cancelar- Si es así ya mismo se las traigo. Se retira por donde vino y en
menos de lo que canta un gallo la trae colocándola sobre la mesa- El poeta:
ahora si amerita que nos traiga una bebida trasparente, hielo y por supuesto
los vasos- Enseguida se los traigo. Al irse aparece trayendo todo eso en una
bandeja de madera, coloca todo sobre la mesa, en el mismo instante el poeta se
encarga de servir todo a la medida, van tomando- Raúl mañana mismo me devuelvo
a la heroica a ver a una bella pintora- Miguel: conque esas tenemos- La chica:
es mejor presa en mano que manos sin nada- Raúl a si se habla. En ese mismo
momento aparece un grandulón que lleva sujeta por el cuello a una mujer, la
lanza contra la mesa donde están sentados derramando todo en el suelo, la mujer
por supuesto grita y entre los tres toman al tipo que está demasiado borracho y
un repentino fantasma le da un golpe en la cabeza que hace que se estrelle
contra el piso- Miguel: que hijo de puta este gorila, ese fantasma debe ser el
ángel de la guarda de esta muchacha, aprovechemos que seguramente debe tener
dinero. Entre los cuatro incluyendo a la pelada le esculcan los bolsillos,
logrando encontrar la billetera, Miguel al abrirla saca varios billetes y sin
rodeos lo reparte entre las dos mujeres y por último entre ellos dos- Raúl
alegre como un barco ebrio va diciendo: carajo vámonos antes que este tipo se
despierte y nos dé tremenda muenda, con esa musculatura hay que tenerle miedo,
es mejor ser un cobarde que un héroe muerto. Se levantan y salen escu-rriéndose del lugar, caminan en dirección
de Montería encontrando un lugar similar al primero con el vallenato a todo
volumen, al entrar ven bailando a varias parejas, se sientan ocupando la única
mesa libre y al llegar el personaje le piden lo que el grandulón les derramara,
al traerles las bebidas, los vasos con hielo y el ron y que el mismo Raúl se
encarga de servirlos a la medida- La nueva chica va diciendo: él es todo un
experto es que en mi época de mozo
trabaje en un bar. Se ríe como el suele hacerlo, le agrega a la cuestión:
mentira yo nunca he trabajado ya que siempre fui un inútil, más aun en el
momento que me torcí del todo. Se ríen a carcajadas y continúa diciendo: bella
mujer tú que estabas haciendo con ese mastodonte…- Estábamos en la fiesta de un
matrimonio, claro como había puro whisky bebimos tanto que nos emborrachamos-
Pero como te trajo a este lugar, parecía que venían pero de cacería, claro tu
siendo la presa. Todos se vuelven a reír- La chica: tú si eres cómico- Ya me
quieres coletear más bien bailemos. El poeta le da la mano a la nueva chica y
lo mismo hace Miguel con Sixta, bailan moviéndose entre las otras parejas sin
sentir el bochorno solo se detienen para tomar y siguen con el bailoteo que les
dura muy entrada la mañana- El poeta sudando de tanto bailar ya me llegó la
hora de irme a Cartagena, al despedirse de beso con las mujeres y de abrazo de
Miguel, sale despacio tomando la vía que va a lorica, se detiene protegido por
la sombra de un palo de caucho, al ver en la distancia una chiva con un hombre
en la puerta que va diciendo a grito herido: lorica, tolú Cartagena. Al
quererse montar surge otra vez la figura de su madre Lola que al hacer el
ademan con que le dice adiós, la ve desaparecer en la atmosfera hirviendo de la
mañana. Se monta con esa sensación y al sentarse se queda dormido apoyando la
cabeza contra los pechos de una bella muchacha.
UNA PARTICULAR SITUACIÓN
Al haber tenido una
pesadilla terrible me despierto, tembloroso y aturdido. Para que se me vaya del
todo ese mal sueño, decidido lo primero que hago es abrir la ventana,
inmediatamente se me presenta el extenso océano azuloso del Golfo de
Morrosquillo, luego me levanto sin pensarlo dos veces hago todo lo
correspondiente al aseo corporal, colocándome el pequeño morral. Bajo los cinco
pisos por las escaleras blancas de ese modo salgo del hotel Las Palmas, ya en
la calle busco un lugar donde pueda desayunar, al bordear la estrecha playa
encuentro un pequeño restaurante al cual no dudo en entrar, como las tres mesas
están ocupadas luego que me saco el morral colocándolo sobre el piso de cemento
me siento ocupando una cuarta mesa y al lado de una chica algo rubia y de ojos
cafés- Le digo: amiga que bueno que tengo compañía para desayunar- Ella luego
que termina de comerse los huevos fritos me contesta: pienso lo mismo, usted se
ve que no es de estos lares- No vengo del Eje Cafetero, de Salento. Al acercase
una señora que calculo que debe ser la dueña del restaurante- Interrumpiéndome
me dirige la palabra: tengo de desayuno huevos revueltos o huevos fritos, con
pan, mantequilla, queso café o chocolate- Yo le contesto: tráigame huevos
revueltos con pan, queso y café pero sin leche y ojala bien negro. Al irse la
señora hacia la cocina- la chica me habla: a que se dedica- Soy cartógrafo,
viajo por todo el continente haciendo mapas regionales, de las ciudades- Bueno
alguien tiene que hacer los mapas. Nos reímos como niños- La señora trayéndome
el desayuno va diciendo: que bueno que es la risa. Me coloca el desayuno sobre
la mesa y se aleja por donde vino- La chica me dice: que piensa hacer hoy…-
Luego que me como algo de los huevos revueltos le contesto: quiero ir a la isla
más poblada del mundo que se llama Santa cruz, y luego a la isla Múcura- En que
piensa ir…- nadando es imposible por eso iré en alguna lancha- Puedo ir con
usted- Claro que sí. Nos damos la mano como si ya nos conociéramos. Al darle
mate al desayuno- Le digo: este café me lo quiero fumar con un cigarrillo me
acompaña- Claro que sí. Nos levantamos, yo como es costumbre me pongo sobre la
espalda el morral y salimos a la intemperie y al estar al lado de un alto
cocotero saco del bolsillo de la bermuda un paquete de cigarros sin abrir lo
abro ofreciéndole uno, lo saca y yo hago lo mismo, hago que lo encienda con el
encendedor y yo hago exacta-mente igual, vamos fumando y eso me aterriza viéndola
que lleva un bikini floreado y arriba de este una camiseta azul clara y una
zapatillas dándole un buen tono a su belleza particular. Al acabar de fumar va
saliendo la señora del restaurante modulando los labios: eche no me piensan
pagar- al mismo tiempo: tranquila seño que simplemente salimos a fumarnos un
cigarrillo. Al acabarlo de decir le damos el dinero y nos alejamos por la corta
playa, en la distancia vemos un pequeño muelle donde hay una y dos lanchas
pequeñas, al acercarnos vemos alguno de los dueños que silva intensamente, que
se trata de un moreno bastante corpulento- este nos dice: para donde van…- yo
le contesto: vamos al islote santa Cruz- Yo voy para allá, solamente tienen que
esperar un rato a que aparezca una señora que va para allá, eso sí vale tanto y
me gusta que me paguen por adelantado- Yo le digo: pero será que si sale- eche,
señor no desconfié de mí ya que siempre cumplo a cabalidad mis cosas- Déjelo en
esto- Eche no, ese islote está retirado- Está bien. Yo cruzo al bote y luego dándole
la mano lo hace ella, nos sentamos ocupando la banca viendo la extensión del
mar- Ella modula con su boca: cómo te llamas…- Luis Alberto Pino- Entonces eres
familia de los árboles- Más o menos
pariente. Nos reímos más que la primera vez. Esperando sentimos el calor
procedente del sol. Al demorase la señora- Le digo al conductor del bote: será
que esa señora se demora mucho- Me dijo a las nueve si no viene en quince
minutos nos vamos sin ella. Al rato vemos que surge de la distancia un cuerpo
regordete de señora, al acercarse vemos que es monstro de una gordura impresionante-
Va diciendo: me demore porque mi casa está lejos- El moreno le dice: la ayudo a subir- Claro si como quiere que lo
haga, Al ayudarle el sujeto se para la señora sobre el bote que al
desbalancearse trata de hundirse- La chica: nos vamos a hundir- El muchacho:
póngase en el medio del bote así vamos equilibrando la carga. No podemos evitar
reírnos, la señora nos mira como si tuviera un revolver en el rostro- El
muchacho: vámonos. Al hacerse en la parte de atrás prende el motor fuera de
borda, lentamente nos vamos alejando, al acelerar vamos dejando atrás una
estela de pequeñas olas. En un momento dado solamente vemos la extensión del
mar, y a la vez que vamos avanzando el bote se va moviendo más gracias al
oleaje y el la distancia vemos un pequeño estrecho de una pequeña isla y una
saliente del continente, lo cruzamos pudiendo ver las grandes rocas que
sobresalen un poco del mar, seguimos sintiendo el agua salada más tranquila- La
chica va hablando: qué lindo viaje, si no hubiera sido por usted señor Pino no
lo hubiera hecho, porque sola no me hubiera atrevido a serlo- Yo le contesto:
lo único que no sé cuál es su nombre: Me llamo Mariza mucho gusto, soy de
Sincelejo y acabe cocina en el Sena- Yo le digo: por fortuna ya tengo quien me
cocine- Me saca la lengua y yo reacciono dándole un beso en los labios y ella
se queda como muda. Pasamos entre dos islas y a lo lejos se nos presenta una
islas con construcciones una tras otra, al acercarnos se ven las casas como
ratoneras, y lentamente nos acercamos al muelle y al estar a tan solo como un
metro el moreno sosteniendo la soga de
un salto se posesiona con el muelle, yo hago lo mismo dándole la mano ella
logra posesionarse y al pararse la señora la lancha se trata de volver a hundir
y con esfuerzo logra pasarse al muelle- Yo le pregunto al corpu- lento
muchacho: cuánto tiempo se va a demorar…- Me voy a demorar ya que tengo varias
vainas que hacer, por lo menos tres horas- Yo le digo: son las once y media
entonces nos vemos a las dos y media- Perfecto. Vamos viendo a los niños que
juegan con tapas de gaseosa, a la gente que habla ruidosamente. Al ver una
pequeña tienda entramos: una señora nos dice: se les ofrece algo…- Denos una
cerveza a cada uno. La señora inmediatamente saca de una caneca las dos
cervezas heladas y nos la entrega. Nos las vamos tomando lentamente sintiendo
que nos refresca- Ella: con este solano que rica esta esta cerveza, caminemos
así conocemos este islote tan poblado- Si vamos. Al salir del lugar vamos
recorriendo por una estrecha calle entre las construcciones de material y de
techo de sin, viendo a las diferentes morenas que pareciera que discutieran, Al
terminar con las cervezas- Un niñito bastante moreno nos dice: si me dan una
moneda yo regreso las botellas en la tienda. Como el niño es muy simpático del
bolsillo de la bermuda saco una moneda dándosela, casi al mismo tiempo le damos
las botellas y él sale a correr, seguimos entre la gente que nos hace muecas
burlándose de nosotros- Mariza me dice: tengo hambre- Yo le contesto: si ya
debe ser tiempo de almorzar tiene que haber un lugar donde vendan almuerzos. Al
seguir caminando encontramos un lugar abierto, entramos- Yo le digo a la seño:
usted se ve que vende algo para almorzar- están de buenas ya que tengo arroz
con camarones- La chica: por favor véndanos dos- Bien puedan siéntense que ya
mismo se los preparo. Nos sentamos ocupando la única mesa, vamos viendo los
grandes caracoles que están sobre una alargada repisa de metal bastante
oxi-dada y al lado una propaganda de cerveza con tres muchachas en una playa de
palmeras de coco- Ella me va diciendo: como es vivir haciendo mapas- Es simple,
primero visito los lugares turísticos, como hoteles, empresas, sitios de
interés. Proponiéndoles la idea y luego realizado el negocio hago el mapa
colocándole las respectivas propagandas según los contratos, y tú que pretendes
realizar en la cocina…- La próxima semana empiezo hacer la práctica en un
restaurante de Sincelejo- Que bien. La señora los interrumpe diciéndoles: aquí están los dos platos de arroz de camarón.
Vamos comiendo en silencio viéndonos con expectante deseo. Al terminar ella al
levantarse primero la banca por mi peso sucumbe de medio lado que salgo volando
cayendo sobre el suelo que hace que la señora del restaurante y ella se
carcajeen, con esfuerzo me logro restablecer y me levanto. Luego que le pagamos
a la señora salimos, saco del morral la cámara y camino al lado de la chica
tomando fotos, al hacerse la hora acordada vamos al muelle viendo al hombre de
piel morena sobre el bote, al pasarnos al bote nos sentamos y el hombre
encendiendo el motor fuera de borda le da arranque a la canoa- Yo le digo: será
que nos puede arrimar a la isla Múcura- Si vamos. Salimos viendo la pequeña
isla a la distancia por un mar más azul viendo saltar a los delfines- Ella va
murmurando: que increíble como saltan esos bellos delfines. Yo luego de tomar
las fotos requeridas por la mágica situación, aprovecho y al tomarle la mano se
la acaricio, luego nos besamos arduamente- El moreno: que buena película, ese
es el cine que me gusta. Vamos viendo que a la medida que nos vamos acercando a la isla va creciendo, al
tenerla bastante cerca nos lanzamos al agua clara y nadando logramos arribar a
la playa de arena blanca- Ella agarrándose de mí va diciendo: que playa más
espectacular- Es bellísima. Nadamos un poco de un lado hacia el otro viendo lo
trasparente del agua- El moreno nos grita: vamos antes que el mar se ponga más
picado. Nadamos hasta el bote y de un impulso logramos subirnos. El hombre de
piel morena arranca tomando velocidad, el mar al estar bastante picado hace que
el bote se vaya levantando, el agua va cayendo dentro- El moreno nos dice: ven
esa palangana es mejor que achigüen- ella: que vamos achicar…- Esta mujer de
agua dulce no sabe que es achicar, mira tienes que sacar el agua si no nos
podemos hundir. Yo suavemente le quito la palangana y lentamente voy achicando
o sea botando el agua del bote al océano. En un momento dado vemos a un grupo de
tiburones que al ir tan cerca de nosotros le podemos ver las aletas- Ella
asustada va murmurando: que miedo con esos tiburones- El muchacho como
contestándole le habla: tranquila que ellos al estar en su habita natural no nos
quieren hacer daño. Nos sobrepasan hasta que no los vemos más. Moviéndonos
entre el mar agitado logramos llegar al mismo muelle de donde partimos. Al salir
del bote ponemos los pies sobre el muelle, al alejarnos vemos un baile, no
dudamos en establecernos y nos movemos al ritmo de la música champeta que sale
de los enormes parlantes, haciéndolo entre la gente. Ella se mueve agitando su
cuerpo como la costeña que es, la tomo de ese modo bailamos hasta la mañana
siguiente, en un descuido se desprende de mi empezando a correr yo salgo de
tras de ella viendo que se monta en una chiva y dándome cuenta que no hay caso
vuelvo a mis asuntos.
Fin.
EN EL RINCON DEL MAR
Pablo, al estar
viajando en un bus procedente de Barranquilla decide bajarse en el pueblo de
Sananofre- Va gritando parada. Enseguida el conductor con un frenazo detiene el
vehículo, él rápidamente tomando su maletín y la funda de la guitarra se baja, sintiendo
como arde el pavimento. Al ver que el bus sigue por el trayecto de la vía cruza
la carretera, al observar a una especie de taxi estacionado- Le pregunta al
conductor: Usted debe ir al Rincón del Mar- si voy para allá si quiere se puede
ir montando. Al abrir la puerta se monta al lado del chofer y en el momento que
se montan dos personajes acompañados de una joven, este arranca el vehículo que
pasa el pueblo de múltiples construcciones, luego tomando una vía en cementada
viendo en la distancia la ficción de agua debido por el efecto del calor, el
personaje va posando la vista de la los dos lados de la vía dimensionando los grandes potreros a veces con cebús, algún
que otro caballo, con altísimos árboles. Al llegar el conductor estaciona el
automóvil debajo de la sombra de una
enorme ceiba y al lado de lo que parece un restaurante, al bajarse los dos
tipos y la pelada lo hace él diciéndose entrar
en lo semejante a un restaurante, viendo la mesas con sus respectivas sillas,
sobre la pared blanca un enorme cuadro del corazón de Jesús- Va gritando: quien
atiende este lugar. Al momento sale de la oscuridad una señora-Que le dice: le
puedo servir en algo…- Si gracias, usted debe saber de algún lugar donde me puedo
hospedar- Si en la playa hay un hotel pero es caro, más adelante caminando por
la playa encontrara otros sitios más baratos- Gracias señora. Al salir
caminando, al ver un tienda, entra al pedir una gaseosa se la toma en parte
logrando calmar la sed, al ver los altos cocoteros prefiere ir en el otro sentido de manera
divisa la playa de un mar algo azul de pequeñas olas, al ver el hotel que la señora le dijera entra a la edificación cuadrada viendo los cuartos de la primera
planta y de arriba, y por último el jardín interior con plantas de bellas
flores, al llegar ante una señora que luce un delantal- le dice: las
habitaciones son muy caras- No son tan caras cuestan la suma de tantos pesos-
Para mí presupuesto si son costosas, gracias. Sale por donde entrara
volviendo a la playa, camina por la cálida arena sintiendo el calor de la
tarde, al lograr cruzar las diferentes construcciones y la dimensión del océano
observa un puente de madera que lo lleva por entre una pequeña Ciénega, al
terminarlo de cruzarlo llega ante otra playa completamente solitaria donde ve
una construcción de techo de palma, la cual posee varias ventanas y una enorme
terraza que ocupa gran parte de la edificación, de donde hay un letrero que dice el hostal la Luna.
Como la puerta está abierta entra viendo el interior de paredes amarillentas de
donde cuelgan pinturas con diversos temas, de mesas con sus respectivas sillas,
una mesa de billar, al volver a mirar las pinturas llamándole la atención una
en especial que hace que se detenga a observarla, que se trata de un
impresionante desnudo femenino que está iluminado con una luz exacta y de fondo
tiene una agreste floresta muy floreada; al seguir al fondo encuentra la
recepción enmarcada en bambú- al verlo una bella muchacha de tez blanca y de
pelo largo y negro- Le dice: bienvenido al hostal la Luna- Él le contesta: me
gusta este hostal, será que me puede mostrar una habitación…- claro que sí,
venga con migo que de una vez se la muestro. Andan subiendo las escaleras
llegando a una especie de tarima que se prolonga varios metros más, al abrir la
puerta surge un espacio amplio y blanco con una ancha cama- Él dirigiéndole a
la muchacha la palabra: me gusta, ¿cuánto cuesta?- Por noche vale tanto pero si
se queda varias noches le cuesta la suma de tantos pesos- Si me voy a quedar
varias noches- Usted es guitarrista- Si me pregunta por la guitarra le digo que
claro, en barranquilla toco con mi compañero de música en prestigiosos lugares,
como bares y restaurantes- Que bueno, por ahora lo dejo que descanse y más
tarde baja para que lo registre- gracias, más tarde bajare. Al retirarse la
chica se saca de la espalda el estuche con la guitarra y el maletín, va al
amplio balcón y al ver una hamaca se decide recortarse viendo la amplitud de la
playa y un poco al fondo el mar de pequeñas olas que revientan cerca de la
playa, es cuchando el clamor del océano se queda profundo, al despertarse escucha
los cantos de los pájaros. Como siente hambre decide salir, se levanta y se
cambia lo que tiene puesto por una bermuda, una camiseta y una chanclas, al
irse de la habitación cierra la puerta, y sale de la misma forma que ingresara
en el lugar. Afuera camina atravesando el puente encontrando el pueblo, al
verlo dos lindas mujeres le dan alcance y la de cabello castaño que es un poco
más alta que la otra- le dice: usted es guitarrista- El piensa que si acaso las
conoce, pero al verlas detalladamente
se da cuenta
que nunca antes las había visto- La otra chica más morena luego
que se ríe le dice: porque no contestas- Debido que en un momento pensé que las
conocía, pero al ver que no es cierto me quede un poco confundido, pero si soy
guitarrista, lo hago muy bien ya que soy profesional y no se hacer otra cosa
que no sea componer y tocar la guitarra, y ustedes como saben que soy
guitarrista…- La de cabello castaño le contesta: porque lo vimos entrar a una
tienda cargando la funda de la guitarra donde seguramente la tiene guardada- No
entiendo como no las vi- La morena: porque usted es un distraído, no mentiras porque
simplemente no nos vio- Claro así es, si no están haciendo nada porque no me
acompañen a que coma algo, no se imaginan el hambre que traigo con migo, ya
creo que almorzaron- La chica de cabello castaño: hace rato pero lo
acompañamos, si quieres te guiamos a un lugar de una señora que vende ricos
platos- No me quiero comer un plato ya que quiero algo contundente que me quite
esta hambre- La misma chica: usted sí que es chistoso- chistoso no tengo buen
humor, pero si no me llevan rápido me las ceno a las dos.
Se carcajean andando, al ver un grupo de palmeras
enseguida encuentran una casa de material verde clara, al entrar ven a una
niñitas que juegan con varias muñecas- Una de las pequeñas niñas les habla a
media lengua: están buscando a mi mamá ella salió pero ya viene, al rato llega
con un muchacho que lleva una sarta de pescados- La señora al verlos les dice
amablemente: a pero si son las dos jóvenes que vinieron al medio día almorzar y
ahora traen a este muchacho- Él no soy
tan muchacho ya tengo mis años, antes que me muera de hambre será que me vende
lo que sea de masticar- Si claro, en
este momento tengo pargo, arroz de coco, patacones y ensalada- Cuanto antes
mejor- Ya mismo se lo preparo pero bien puedan tomar asiento. Se sientan
ocupando la mesa- La morena de dónde vienes…- De Barranquilla y ustedes… La de
cabello castaño: ella viene de Cartagena y yo vengo de Buenos Aires ya que vivo
allá hace más de cuatro años y estudio música en la UBA- Que bien que en un
sentido seamos colegas, se puede saber cuál es tu instrumento preferido…-
estudie piano pero desde hace años me dedico al violín- Que bien ya habrá
tiempo para que toquemos o puede ser posible que experimentemos al menos algún
arreglo- Claro. Al rato aparece la doña trayendo el plato de pescado con las
otras cosas y un vaso con limonada, al ponerlos sobre la mesa él con hambre que
tiene empieza a comer haciéndolo rápidamente- La morena: se ve claramente que
tienes una sipótuda hambre- al darse con la ayuda del tenedor un buen pedazo de
pescado- Va diciendo: esta delicioso quieren probar. Las dos con una seña van
diciendo no- Lo dije en forma de cumplido ya que no les pienso dar
absolutamente nada. Se carcajean las dos- No es risa es cuestión de comer nada
más. Se vuelven a reír- La de cabello castaño: eres bastante cómico, más aún
como lo dices- Ya entiendo, me están viendo como su payaso. Se vuelven a
carcajear- como les gusta burlarse de mí, está bien. Al acabar termina de
beberse la limonada- Que llenura, ahora me tienen que ayudar a levanta de aquí-
La morena: que lo levante su mamá- Mí mama está en Curamba ni siguiera sabe que
estoy aquí en Rincón del Mar, además hace por lo menos un mes que no hablo con
ella ya que soy un tipo completamente indepen-diente- La de pelo castaño: Que
bueno ya que no como el proceder por uno mismo- es así tal cual. Al levantarse
le paga a la señora- Diciéndole: me encanto el almuerzo de ahora en adelante me
va a tener aquí. Salen viendo que está oscureciendo- Él les dice: como se
llaman las dos bellezas- La morena le contesta con su suave voz: ella Gertrudis
y yo Samanta. Yo he llegado a la conclusión que son brujas, y el nombre más aún
me lo confirma - Gertrudis: es posible que seamos brujas pero tú no te quedas
atrás- Ya lo veremos- Como somos brujos que tal si vamos a la otra playa y con
tanta leña que hay nos hacemos un tremenda fogata- Samanta: la idea me gusta
pues hagámoslo- Gertrudis voy a buscar a la carpa mi violín- La otra: te
acompaño…- como más desees- Bueno voy contigo- Yo voy a buscar la guitarra, nos
encontramos en un rato en la playa que dijimos- Gertrudis: así será. Al
separarse, él toma el puente yendo directamente al hostal, al entrar va al
cuarto donde toma el estuche de la guitarra y sale como entro sin ver un alma,
rápidamente llega a la playa donde con la ayuda de la luna va juntando los
palos secos, al tomar una larga rama es sorprendido ya que siente que le tocan
la espalda, al voltearse las ve tal cual como las viera antes, Al colocar la
chica del cabello castaño el violín al lado del estuche de la guitarra van
juntando leña, logrando reunir una muy buena cantidad- Él les va diciendo: con
toda esta leña podemos incendiar el pueblo- Gertrudis: eres un exagerado de
mierda- Es bueno exagerar para que así al menos allá algo, yo me encargo de
hacer la fogata y de prenderla- Gertrudis viendo a su amiga le dice: está bien
que sea así ya que con nosotras esta todo un experto. El corta las delgadas
ramas en trozos pequeños, las atraviesa y sin dificultad logra encender con el
encendedor el principio de la fogata, entre los tres le van agregando palos
para que en menos de nada haya una enorme fogata, ella toma el violín y él con
el cuidado requerido saca del estuche de cuero la guitarra- ella colocándose el
instrumento sobre el hombro le dice: te sigo o me sigues- Te sigo. Ella al dar
los primeros acordes el tocando la guitarra la sigue lográndose comprender
musicalmente de maravilla, tocan involucrando al silencio del océano, logrando
que el ambiente se llene de música, tocan concentradamente un tema, al
terminarlo y empezar el segundo, el ambiente se llena de un pavor espeso y oloroso del cual surgen varias brujas
que los envuelve llevándoselos con todo y música a un lugar desconocido. Samanta
al ver cómo han desaparecido ellos dos empieza a gritar sin hallar respuesta,
solo ve en el contorno un vapor de un humo con olor a algo agradable que no
puede descubrir de que olor se trata, esto hace que pierda el sentido de la
realidad y se vuelva la locura personificada, camina gritando de lado y lado de
la playa, al escuchar los gritos en la distancia un grupo de pescadores del
pueblo llegan dichos hombres al verla
con la desesperación con que anda, la tratan de interceder en su andar, ella al
verlos corre lanzándose al mar completamente loca, nada y nada alejándose de la
playa hasta que desaparece. Los hombres se quitan lo que tienen puesto y se
tiran al mar pero ya es demasiado tarde ya que la muchacha ha desaparecido,
como no la encuentran desisten de buscarla volviendo a la playa, al ver en
dirección del mar empiezan a escuchar el sonido del violín y de la guitarra,
conjugándose una bella melodía y luego ven algo tan extraño, tratándose de unas
siluetas de fuego que los envisten, sintiéndose acosados por eso que no pueden
comprender que es, empiezan a correr huyendo de la playa por el puente en
dirección del pueblo
Al pasar un día y dos días la chica del hostal
y la señora donde ellas tienen el iglú, alarman a la policía y al enterarse
todo el pueblo los buscan en toda la playa y una mañana al aparecer el cuerpo
blanco de la chica algo mordido van sacando como conclusión que se han ahogado
en el mar.
UNA SEMANA SANTA EN MONPOX
Juana Lemetre que
estudia historia en la universidad de Cartagena, va a visitar a su amiga
Dorotea que estudia con ella, al llegar después de varias horas a Monpox. En el
momento que el automotor se detiene en una pequeña plaza bordeada por el río
Magdalena, se baja entre los otros pasajeros, en el momento que sus pies tocan
el pavimento caliente ve a su amiga que camina hacia ella, al toparse se
abrazan como las dos amigas que son y se dan un beso en la mejilla sonriendo- Ella
le suel-ta la lengua diciéndole: que tal el viaje…- Aunque Cartagena está un
poco lejos el viaje trascurrió en su normalidad, la demora fue tomar el ferri
que si se hizo lenta la espera pero por
fortuna ya estoy aquí, por ahora acompáñame a buscar la mochila- Ella buscando
al ayudante del chofer lo halla sacando los diferentes equipajes del bus- Le va
diciendo: señorita cual de esos es su equipaje- Ella luego que mira hacia el
interior de la bodega le contesta: es esa maleta azul oscura. El tipo luego que
saca un bulto, la extrae con sus dos manos y se la entrega- Aquí ésta, tiene
algo más- No tengo si no está maleta gracias. La toma de la manija lográndola
llevar- La amiga como la casa de mis padres está un poco distante te voy a
invitar al mejor sitio donde venden los más deliciosos jugos de todo Monpox- Si
vamos que no me aguanto más la sed. Caminan una y dos cuadras sintiendo intenso
calor húmedo, al entrar al lugar se establecen debajo de un parasol sentándose.
Al rato viene hacia ellas un muchacho- Que al aproximarse les dice: tenemos
jugos de sapote, mango, mandarina, papaya, guanábana, níspero, y de tamarindo-
Juana: tráigame uno bien helado de tamarindo- Dorotea: yo deseo uno de
guanábana sin leche pero si con bastante hielo- ya se los traigo. Al rato
aparece el mismo muchacho trayéndoles los dos vasos grandes con sus respectivos
jugos y pitillos, van tomándolos lentamente sintiendo que el hielo les refresca
las garganta- Juana: que alivio ya que me está logando calmar esta sed y además
está como para chuparse los dedos. Al acabar cada una con el jugo se levantan,
al pagarle al mismo muchacho salen dispuestas a andar, de ese modo movilizan
sus pies por las estrechas calles de construcciones coloniales, viendo los diferentes
balcones, al doblar por una esquina- Dorotea va diciéndole a la amiga: por fin
ya estamos llegando, es esa casa de dos pisos- Es grandísima, yo no diría que
es una casa si no un caserón. Al arribar ante la enorme puerta la misma Dorotea
toca el timbre una y dos veces- Al rato del interior surge una voz que les
dice: guíen es…- Dorotea: soy yo Carmencita ábreme la puerta que nos estamos
muriendo de calor. La morena vestida con un delantal impecablemente blanco les
abre la puerta y ellas entran viendo la amplitud de la casona- Dorotea le
dirige la palabra a la empleada: lleva por favor la maleta al cuarto donde va
dormir mi amiga Juana- Con mucho gusto. Al tomar la empleada la maleta
desaparece escaleras arriba- Dorotea ven que te muestro la casa. Andan
recorriendo la sala de amplios ventanales, de diferentes muebles, de una
biblioteca que ocupa toda la pared de un lado, y de la otra pared ven que
cuelgan los cuadros de los diferentes personajes de la antigua familia- Ella le
va dirigiendo la palabra: esos son mis abuelos, esos mis bisabuelos y esos ni
idea. Luego que se ríen siguen al comedor donde hay una enorme mesa alargada y
encima del techo una enorme lámpara de bohemia con velas, y de último van al
patio interior con grandes masetas con diferentes plantas floreadas y en las
esquinas están empotrados varios helechos y en el centro un gigantesco árbol de
mango bien florecido y sin ningún mango- Este mango en tiempo de cosecha debe
botar un sin número de mangos, el patio en esa época parece una alfombra y
durante toda mi infancia me acuerdo que comí mangos de este mismo árbol, ahora
subamos al segundo piso. Al tomar las estrechas escaleras llegan a la segunda
planta, ven el estudio y su enorme balcón del cual se ven los otros techos de
las otras casas, y sentado en una mecedora de mimbre al abuelo que vestido con
una guayabera blanca y un pantalón del mismo tono, que sin decir nada las mira
con atención- Ella luego le da un beso le dice a la amiga: mi abuelito es sordo
mudo y vive como alucinado en el limbo ya que tan solo es un vegetal vivo-
desde cuanto que está así- desde que era niña y nunca recuerdo que me haya
dicho al menos algo, solamente se comunica por gestos y con característicos
ademanes, pero siento que no le interesa comunicarse ya que clara mente se ve
que perdió el interés por los asuntos de la vida. Y eso que dice mi madre que
en tiempos pasados fue un intelectual, un gran conversador. Los libros que
viste en la biblioteca son todos de él, es una lástima que nunca haya hablado
con migo- Como hace para comer, casi que lo tienen que obligar aunque come solo
y con todos en el comedor, si le hablas de comida lo entiende y hace mala cara.
Al estar hablando las sorprende la misma morena que les abriera la puerta- Que
les dice: bien puedan pasar al comedor para que almuercen. Al bajar entran al
comedor- La otra empleada que es mucho mayor que la otra y que además está casi
completamente canosa les dice: La señora y el señor se fueron a la finca y no
van a regresar si no después que termine la semana santa Al verla que se retira
hacia la cocina- Dorotea va diciendo: mejor para nosotras que podremos estar
más libres y sin rezanderos que jodan la existencia, mi madre es la rezandera
mi padre solamente lee y sin importarle la religión católica la acompaña a
misa, pero él le hace trampa ya que siempre lleva con él uno o dos libros que
mientras el cura está hablando el lee ensimismado en la lectura, inclusive el
cura le ha llamado la atención varias veces pero él se desentiende de la
situación y no le pone bolas siguiendo muy tranquilo con su lectura. En una
época se escapaba con sus amigos, perdiéndose de la casa durante varios días,
ahora que está más viejo rara vez lo hace ya que no quiere contrariar a mi
madre, es una persona con un conocimiento de la historia, de la filosofía y de
la literatura increíble, hablar con él
de verdad que es toda una experiencia de vida, es alucinante y me encanta,
antes lo hacíamos mucho además le encanta el buen vino que lo compartía con
migo, lástima que eso se perdió como se dejan de lado las buenas cosas. Al
traerle la sopa que ellas mismas se encargan de servir cada uno en su plato
hondo, comen charlando y al terminar se hacen servir la posta, el arroz con
coco, la ensalada y el jugo de mango que disfrutan siguiendo con la charla. Al
acabar una cosa y la otra se van a la habitación de Dorotea a leer, lo hacen
recostadas en la cama, se van turnando el hecho de leer, estando en esas
sienten un crujido que se hace intermitente- Juana asustada le va diciendo- Si
escuchaste algo así como un crujido- No para nada. Al volver más fuerte el
crujido ella se asusta tanto que se tapa con las dos manos los ojos- Va
diciendo: ahora si lo escuchaste- claro que lo escuche, últimamente no había
escuchado, pero si recuerdo que en la época del colegio, estando en esta casa
varias noches al visualizar ciertas cosas que se movían, algunas sombras
acompañadas de extraños crujidos similares a este, sí que me asustaron- Juana
destapándose los ojos dice: será que puedo dormir aquí con tico- claro. No
acaba de decirlo y de la pared surge una sombra extravagante que al terminar en
un ruido como si chocaran dos vidrios, se asustan tanto que se abrazan- Juana:
esto aún fue más impresionante metámonos entre la sabana, al hacerlo se quedan
despiertas poniendo los oídos bien atentos, al trascurrir la noche perturbadas
y cansadas se quedan ensimismadas en el sueño.
Entrada la mañana son
despertadas por el mismo ruido de la noche anterior, que hace que se levanten
rápida-mente, al bañarse se visten ligeramente con una bermuda y una camiseta-
Dorotea le palabrea: bajemos para que nos den el desayuno. Al salir de la
habitación ven sentado al abuelo en la misma mecedora, que al verlas hace un
gesto incomprensible- Juana: con ese gesto que nos quiso decir tu abuelito- No
sé, es la primera vez que lo hace. Bajan por las escaleras llegando al comedor,
ocupan la mesa y la misma empleada joven les lleva el desayuno que consiste en
huevos pericos, pan francés, jugo y café con leche. Empiezan tomándose el jugo de
naranja- Juana viéndola a la cara le habla: que susto el de anoche, que fue esa
sombra tan macabra y más aún ese peculiar ruido- No sé qué fue, pero fue tan
real como este desayuno- Si a si tal cual, Al terminar de comerse los huevos
revueltos y el pan- Juana va diciendo: hoy es jueves santo que vamos hacer…-
seguro que no vamos a ir a la procesión entonces vayamos al jardín botánico- Me parece muy buena idea-
Además tenemos que almorzar afuera ya que en esta fecha las empleadas del
servicio doméstico se van a los servicios religiosos- No le veo problema está
bien. Al acabar salen por la puerta volviéndola a cerrarla, andan en dirección
del Jardín Botánico, van por las calles estrechas, de ese modo llegan ante la
plaza Bolívar, viendo en centro de la plaza la estatua del libertador y más
allá el río, al salir del pueblo hallan un camino en cementado pero en muy
malas condiciones que en un largo trayecto la hierba esta sobre el cemento, van
entre la sombra producida por los diferentes árboles, al llegar hallan bien
derruida la alargada construcción colonial- Dorotea viendo a su invitada le
habla: menos mal que existen estos árboles que dan buena sombra- Si claro, si
no ya estuviéramos muertas de calor. Al ingresar en la vieja casona ven las
matas florecidas que han perdurado por años, al recorrer la casona ven que en
sus sucias paredes blancas surge una sombra enorme que va cubriendo gran parte
de esas paredes, al sentir que una enorme mano las toca salen a perderse del
lugar y solamente se detienen en frente de un gigantesco caucho viendo a varias
ardillas de color café claro que corren por el enorme tronco- Juana sintiendo
el efecto del susto va diciendo: que susto, sobre todo al sentir que una mano
me toco- Me sucedió exactamente lo mismo, ¿qué hacemos?- Tranquilizarnos ya que
no podemos hacer otra cosa- Si más bien caminemos. Recorren la extensión del
jardín viendo las diferentes plantas, las orquídeas y las extrañas plantas
acuáticas que están entre una alargada poceta, de ese mismo modo llegan ante
una laguna formada por el mismo río Magdalena, ven en un enorme ceibo una
gigantesca boa constrictor, luego entre el agua un enorme caimán y otros tantos
que solo se le ven los ojos- Dorotea: la naturaleza aquí es maravillosa,
siempre me gusto venir a este jardín botánico- Si tienes razón, ya que es
verdaderamente increíble. Al sentarse sobre una alargada roca ven surgir de la
misma piedra una extraña mancha, que lentamente se convierte en la figura
espeluznante que ya vieran en la casona, ellas terrible-mente asustadas se
quedan paralizadas y solo reaccionan en el momento que una mano las vuelve a
tocar saliendo corriendo y solo se detienen en la plaza del pueblo- Al mirarse
Dorotea nerviosa va hablando: casi me muero del susto- Yo creo que me estaba
dando un ataque- Más bien vamos almorzar que yo invito- No, primero sentémonos
en un lugar y analicemos todo lo extraño que hemos visto y hemos sentido- Si
hagámoslo que esto vale la pena que lo reflexionemos. Se sientan sobre un
pequeño muro viendo la imagen del río- Dorotea tratemos de analizar, primero
eso ruidos que se manifestarón como si alguien chocara algo así como vidrios o
metales, las sombras y las manchas y la manos que nos tocó. Se queda callada
pensando- Luego vuelve a tomarse la palabra: tú que has vivido aquí en Monpox y
en esa inmensa casa ya habías percibido esos fenómenos- Juana piensa y luego le
contesta: claro es la primera vez nunca antes me había sucedido algo así- Estas
segura, ni siquiera de niña…- Bueno recuerdo que siendo muy niña me asustaron,
pero exactamente no me acuerdo ya que eso fue hace mucho tiempo atrás- Bueno,
hay que analizar porque cuando niña te asustaron, y solamente ahora que te he
venido a visitar, esas animas o esos fantasmas estarán celosos o algo así, no
le hallo otra explicación- Acaso crees en fantasmas- Que los hay los hay. Bueno
ya que lo meditamos ya ciento hambre- Vamos ahora si almorzar. Al ver toda la
concurrencia que camina llevando una gigantesca cruz, caminan esquivando a un
sinnúmero de personas logrando ver los
dos únicos restaurantes abiertos- Va diciendo la misma Dorotea: en cuál de los
dos almorza-mos- Me da lo mismo, acaso cual es la diferencia- Si la
supiera ya te la habría dicho- entremos
a este que por lo menos debe ser más fresco. Entran subiendo las estrechas
escalas a una especie de zaguán, al ver que todas las mesas están desocupadas,
eligen una de las primeras que está al borde de la verja, enseguida sienten el
aire que en algo las refresca. Al rato aparece un mesero vestido completamente
de blanco- Que al acercarse les dice: desean ver la carta- Dorotea: si gracias.
Les entrega a cada una carta al verla detalladamente- Juana va diciendo: yo
quiero bagre en salsa de maní, puré y ensalada- Dorotea: yo quiero robalo,
tajadas de plátano y ensalada- Que desean tomar- La primera: jugo de tamarindo-
La segunda: si ese jugo es el que más logra sacar la sed, deme ese mismo por
favor- En un rato les traigo el pedido. Lo ven bajar por la misma escalera por
donde ingresaron. Calladas escuchan un ruido como si choraran dos cosas
procedente del piso, siendo sorprendidas por un hecho insólito, viendo cómo se
levanta la mesa más allá de sus cabezas para caer de inmediato haciendo tremendo
estruendo, que hace que caigan con todo y asiento hacia atrás, al llegar el
personaje con una bandeja donde lleva los dos jugos, al darse cuenta lo
sucedido con las dos muchachas- exclama lo siguiente: si escuche el ruido acaso
que paso… Coloca la bandeja en otra mesa y al darle la mano por turno a cada
una de ellas, logra que se levanten- Al volver acomodar el asiento y volverse a
sentar- Dorotea: esto fue lo más increíble que me ha pasado en mi vida, como se
levantó la mesa por suerte no nos cayó encima si no lo estaría contando- Juana:
fue impresionante, además el ruido que surgió debajo de nosotras, en este
pueblo está ocurriendo algo muy raro, y sobre todo a nosotras dos, no hemos
hecho nada para que nos ocurra lo que ya nos sucedió. Que hacemos para
evitarlo. El muchacho las mira como azorado sintiendo algo así como una convulsión
interna, que vomita una larga serpiente que al salir despedida por su boca va a
parar directamente en la escalera, al verla un par de señoras que están subiendo
por las escaleras, se asustan tanto yéndose de bruces de espalda, las dos chicas
al ver lo que ha pasado muy asustadas huyen corriendo logrando pasar por encima
de la humanidad de las dos señoras y solamente se detienen ante el libertador
que las mira- Dorotea: estoy terriblemente asustada, no sé qué hacer- Juana: me
sucede exactamente igual. Se abrazan derramando lágrimas y solo logran calmarse
al pasar un buen rato- Dorotea: que susto- Juana ahora sí que tengo hambre-
Como puedes pensar en comer después de todo lo sucedido- El susto es terror, el
hambre es comida vamos- Está bien. Entran en el otro restaurante de donde cuelga un
ventilador que al girar refresca, se sientan ocupando la única mesa libre-
Dorotea habla: por lo menos aquí no estamos solas- Si claro, lo que nos ha
sucedido es siempre cuando estamos solas, pero no entiendo como ese muchacho
que asía de mesero vomito esa serpiente, fue impresionante- Y lo de la mesa
acaso que fue…- Simplemente no tiene explicación. Al venirse el mesero les
dice: solamente hoy tenemos bagre en salsa, arroz, yuca frita y ensalada-
Dorotea viendo a su amiga va diciendo:
tráiganos dos verdad- Si dos, pero ahora tengo sed tráiganos el jugo que sea de
primero- ya les traigo todo junto. Al irse al rato lo vuelven a ver trayendo en
una bandeja los dos platos y los dos jugos de papaya con limón, con manos
expertas pone todo milimétricamente sobre la mesa- Juana va murmurando: buen
provecho. Empiezan por tomarse un poco del jugo, y luego van comiendo con increíble
apetito todo que acaban rápidamente con el contenido de los platos- Dorotea: estoy
más que satis-fecha- Juana: sí, que teníamos hambre- Claro con todo eso que nos
sucedió. Al levantarse le pagan el almuerzo a una señora que se encarga de
cobrar los almuerzos, al salir a la calle hay un gentío bárbaro, en esas las
sorprende la procesión, un grupo nutrido lleva al Cristo en la cruz. Al
formarse un alboroto el cristo por descuido de los que lo van llevando, cae al
suelo formándose una nube de polvo y este Cristo aprovecha para escaparse y
meterse al río donde furtivamente desaparece- Dorotea mirando a su amiga le
habla: no basto todo lo que nos sucedió, viste como el Cristo se escapó de las manos de los que lo llevaban y
corriendo se lanzó al rio donde desapareció- Si lo contamos quien nos va a
creer, es demasiado inverosímil- Si así es, pero huyamos de esta procesión. Con
dificultad se van abriendo paso entre la gente, de a poco van llegando y por
fin llegan ante la puerta de la casona, Dorotea timbra y timbra sin lograr que
alguien le abra la puerta- Dorotea: claro ya comprendo, el único que debe estar
es mi abuelito que es como si no hubiera nadie, lo que voy a hacer es treparme
por el balcón, ayúdame a subirme al techo de esa casa que es mucho más fácil-
apóyate en mi espalda que te ayudo a subir. Ella de un solo impulso se sube en
la espalda de su amiga logrando subirse al techo, camina entre el tejado y al
tomar la baranda del balcón logra treparla, entra por la puerta a la casa y al
bajar las escaleras se le presenta la figura más impresionante que viera en su
vida, se trata de un monje con cara desfiguradamente horrible, que la persigue
y al llegar a la puerta por fortuna para ella logra abrirla, al ver a la amiga
la abraza y tiembla- Juana viéndola en el estado en que se encuentra le dice:
que te pasa amiga vayámonos ya para Cartagena si no aquí nos va a pasar algo
horrible- Quieres que te ayude a empacar la maleta- No, yo no me atrevo a
entrar a la casa de mi familia, es mejor que nos vayamos nada más con lo que
llevamos puesto, ya veré guíen nos manda nuestra ropa. Toman por un callejón
logrando salir exactamente donde Juana la dejara el bus, al ver al mismo
vehículo a pesar que está lleno se montan, el bus al arrancar desapareciendo
entre el polvero.
UN PARTICULAR FANTASMA
Después de un largo
viaje, Gustavo se encuentra con su novia Francesca en la plaza de Santo Domingo,
se abrazan y se besan largamente con pasión- Ella le dice: ¿qué tal el viaje?-
Increíble, ya que estuve en Machupicchu,
en Marcahuasi, En chavín de Huanta. Esos tres lugares pagaron el viaje, y tú
como vas en la universidad…- Decidí retirarme ya que sentí que esa carrera no
era para mí, quiero estudiar teatro aun que mis padres se interpongan, como sea
lo hare. Debe de estar súper cansado- Si un poco cansado pero no tanto- Quieres
que te ayude a llevar la mochila- esta pesada es mejor que la siga llevando- Entonces
vamos de una vez a la casa que me presto mi tío Augusto. Ella tomándolo de la
mano lo va guiando, toman la calle de la factoría y al voltear hacia la calle Don Sancho llegan ante
la casa colonial de amplio balcón, ella con la llave y sin demora logra abrir
la puerta, al entrar encuentran un espacio bastante deteriorado por el tiempo-
Ella subamos que encontraremos la parte habitable de la casa. Suben por la
escalera de barandas muy bellamente labradas, al llegar al segundo piso ella va
abriendo la única puerta disponible, entran a un espacio amplio que consta
de un cuarto
muy amplio que posee tres puertas, una que da a una habitación con su
respectivo baño, la otra puerta que da
directamente al balcón, y la última da a un amplio vestíbulo con su respectivo
baño. Él al sacarse la mochila de la espalda y colocándola en un rincón- Me
agrada de sobremanera este espacio- Ella entonando la voz habla: que buen lugar
ojala lo puedas conservar por un largo tiempo- Eso depende de mi tío Augusto ya
que cuando termine de restaurar la casa cercana a las bóvedas, empezara con
esta, pero afortunadamente esa construcción está en pañales- Que bueno- Será
que me puedo bañar- Claro que si en el baño hay una toalla blanca que puedes
usar. Ella de la biblioteca toma un libro de poesía del tuerto Luis Carlos
López y al sentarse en la cama lo empieza
a leer; él mientras tanto saca de la mochila lo que se va a poner, va al baño.
Ella escucha que ha cerrado la puerta, lee muy concentrada escuchando el agua
de la ducha y al estar leyendo el poema Calle de las flores él sale llevando
puesto un pantalón corto que lo lleva hasta los muslos, una camiseta naranja,
las medias del mismo color de la camiseta y las zapatillas con que viniera- Él
perdona que te interrumpa la lectura, como me veo- Yo te veo bastante bien, estas
hecho un papacito- Te invito a comer a un lugar, pero por lo pronto podemos ver
el atardecer- Vamos a la muralla que de ahí se ven increíbles- Vamos de una que
no quiero perdermelo. Al levantarse de la cama, mete el libro de poesía entre
su mochila harruaca y se la coloca, bajan las escaleras y al abrir él la puerta
salen cerrándola ella con llave, van rodeando la extensa muralla, al llegar a
la plaza de la Artillería suben la rampa lográndose instalar sobre la enorme
muralla y se sientan al lado de la pequeña torre viendo la av. Santander y la
extensión del océano; observando como el sol muy anaranjado se va metiendo aparentemente
entre el horizonte marino, al estar oscureciendo bajan por el mismo lugar
tomando la angosta calle Santa Teresa, luego la calle de las damas donde se
detienen a besarse- Ella separándose un poco le dice: me existe mucha falta
pero por fin ya estamos juntos- A mi aunque no lo creas me paso lo mismo la
próxima vez nos vamos juntos. Se vuelven a besar de la misma manera. Al
soltarse siguen por la calle de casas coloniales que pose cada una su propio
balcón, pasan por un costado de la vieja catedral logrando llegar a la plaza de
la Aduana donde entran en un bello restaurante, al sentarse ocupando una de las
mesas ella ve en una mesa contigua donde
hay una pareja comiendo surgir la clara imagen de un hombre de amplio bigote y
que lleva un vistoso sombrero que rápidamente desaparece- Ella con gesto de
aterrada le dice: viste ese fantasma- No he visto nada mi amor- Como no lo
viste si se vio claramente- No lo vi- Está bien. Al llegar el mesero muy bien
ataviado- Les dice: tomen cada una carta que yo espero para tomarles el pedido-
Ella Al tomarla la ve- Decidida dice: yo deseo arroz a la marinera y tú que
quieres…- El sosteniendo la carta va murmurando con su voz: a mí me trae un
robalo a la plancha, con que viene…- Trae además del pescado, papas a la francesa,
arroz y ensalada- Tráigalos pero trate de no demorarse ya que tenemos un hambre
increíble- Ya vuelvo con el pedido. Al verlos otra pareja se vienen
sorprendiéndolos- Francesca viendo a su amiga Ana y al novio Roberto el
italiano, se paran los dos abrazándose- Francesca luego que recibe un beso del
italiano va murmurando con su voz: siéntense con nosotros que cenamos juntos-
Él claro que sí. Al traer el mismo personaje las sillas de mimbre hace que se
siente Ana y luego lo hace Roberto- Que mirando a su amigo le habla: ¿Gustavo
como estuvo el viaje?- increíble, en otro momento se los cuento. El mesero al
verlos a los cuatro se despista un poco, pero enseguida se da cuenta de que son
ellos dos, coloca sobre el individual los dos platos y se retira- Ana: buen
provecho. Empi-ezan a comer disfrutando del sabor. Al rato surge el mismo
mesero trayendo las dos cartas, al verla Ana le dice: yo deseo un arroz a la
marinera, tu mi amor que deseas- El italiano con su asentó le responde: a mí me
trae una langosta a la brasa - El mesero luego que se arregla el corbatín- Les
dice: ya les traigo el pedido, al estar comiendo ellos dos el mesero vuelve
trayendo el otro pedido, colocándolo sobre la mesa- Francesca: que disfruten de
su cena. Comen tranquilos hablando sobre la ciudad y al terminar mucho después-
Gustavo: que rica comida, ahora los invito a un lugar tranquilo cerca de aquí a
que nos tomemos unos buenos vinos- Ana: que buena invitación como no aceptarla.
Al llegar el mismo mesero cada uno le paga lo que consumió más la propina,
lentamente se levantan y al salir van hacia la plaza de la artillería, al
llegar por un costado suben la alargada muralla estableciendo en la parte alta,
se sientan ocupando una de las mesas, viendo a las diferentes personas que
están ocupando las otras mesas y en fondo la panorámica del mar Caribe. Al
acercase el mesero que luce con un traje completamente blanco- Les va diciendo:
bienvenidos al lugar, tenemos coópteles, whisky, ron y variados vinos- Gustavo:
que vino pedimos- Ana yo diría que un
merlot- Francesca: pienso lo mismo- Gustavo tomándose la palabra va diciendo:
tráenos dos botellas por lo pronto de vino merlot, ojala francés- Ya mismo se las
traigo- Ana que sitio más agradable, pero lo que más me agrada es la vista que
posee- Francesca: es bellísima. Al pasar un rato se presenta el mismo sujeto
trayendo una bandeja, coloca las copas de tal modo que las distribuye entre los
cuatro personajes, al descorchar las dos botellas de vino con un descorchador
sirve en las copas una misma medida de merlot- El italiano: ahora si brindemos.
Al brindar surge de la nada una voz que dice: Oh, si pudiera, noble camarada,
darte mi jardín rosas hermosas y olorosas… Pero ay, si ya mis rosas, me las
comí hace tiempo en ensalada- Ana que extraño escuchar ese poe-ma- Alberto: fue
sorprendente ya que todos lo debimos escuchar de donde habrá salido esa
llamativa voz y sobre todo de quién es ese poema…- Alberto: casi estoy seguro
que es del tuerto Lopéz ya que el en tiempos de la guerra de los mil días
estuvo recorriendo este centro histórico. Siguen tomando vino platicando con
soltura, Francesca al estar hablando sobre el teatro actual ven surgir al lado
de la mesa al mismo personaje que ya viera ella en el restaurante inclusive con
la misma pinta y el mismo sombrero, dando dos vueltas a la mesa donde están
sentados ellos y se evapora como la primera botella que ya se han tomado-
Francesca con un gesto de impresión va murmurando: ustedes vieron lo que yo vi-
El italiano: con estos ojos vi un fantasma que nos rodeó dos veces- Gustavo: es
la misma figura del tuerto López. Se quedan callados encargan-dose Roberto de servirla en las
cuatro copas otra ronda- Ana va modulando con su voz: hagamos otro brindis y
pidamos un deseo. Al concen-trarse chocan las copas e inmediatamente la misma
voz que ya escucharon va diciendo: A la intemperie mi alma ¿Quién me abriga,
quien me da la esperanza algún destello? Y apuré, con mis fardos de fatiga, la
sed caliginosa del camello.- Francesca: lo extraño es que no estoy asustada, y
yo no sé si es circunstancial o es confidencial ya que estuve leyendo los
poemas del tuerto López esta misma tarde, y aún me gustan más al escucharlos de
su propia voz- Gustavo: es extraño pero que los fantasmas existen es cierto,
como estar aquí con ustedes. Al acabar con la botella de vino, decididos se
paran y se despiden de besos y abrazos, el italiano y Ana van hacia la torre
del reloj y Francesca Roberto en dirección de la casa que ellos habitan, al
llegar ven la silueta del poeta como si estuviera pintada en la pared, se
detienen a contemplarla viendo que rápidamente se desvanece- Fran-cesca con un
gesto de sorprendida dice: que tendremos que ver nosotros con el poeta, si hoy
es la tercera vez que se nos presenta. Al no acabar de decirlo sienten que
alguien los abraza, apareciendo la imagen dice el siguiente poema: la sombra
que hace un remanso/ sobre la plaza rural, convida para descanso,/ sedante domi-nical. Con una señal
de adiós desaparece de la misma forma que apareció. Fin.
CUENTOS COSTEÑOS VOL. 1
UN VIAJE INESPERADO
Sandra
que acaba de llegar de Sevilla, del otro lado del charco. Luego que duerme lo
suficiente abre los ojos y lentamente se va levantando de la cama sintiendo el
frio de la mañana, al salir de la habitación encuentra en la sala a su prima,
que a la vez sentada apoyado una mano sobre el escritorio escribe- Sandra
sacándose un mechón de su cabello intensamente rubio interrum-piéndola le dice:
estas escribiendo- No estoy haciendo otra cosa, claro que estoy escribiendo
unas crónicas para el periódico pero afortuna-damente esta ya es la última, ¿qué
tal dormiste?- Muy bien ya siento que he logrado cuadrar el horario- Mira en la
cocina hay de todo para que te hagas un rico desayuno yo ya desayune. Sandra
viendo la apariencia algo morena de Tita que continua con la tarea de escribir
va resuelta a la cocina a prepararse el desayuno, al ingresar a la cocina de
baldosas blancas ve la cuadrada nevera de la cual extrae dos huevos, un tomate
y una cebolla cabezona, con un cuchillo y una pequeña tabla pica la cebolla y
el tomate, luego con un tenedor bate los dos huevos, al colocar lo que picara
sobre un sartén, que al prender la estufa la coloca sobre esta, luego le agrega
los huevos batidos con los cuales logra cocinar los huevos revueltos, al ver el
pan en una canastilla de mimbre y la jara de jugo de naranja lo sirve en un
vaso normal, se sienta ocupando la pequeña mesa con el silencio que ya trae
encima a disfrutar del desayuno haciéndolo lentamente; al acabar lava en el
lavaplatos lo que usara y sale viendo a su prima que sigue sentada como
pensativa- Que le palabrea: como estas aquí con migo, pienso que debo
aprovechar y darme unos buenos días de vacaciones, he pensado seriamente en ir
a la zona de Capurgana, además tengo en Trigana a unos amigos de la universidad
de Antioquia. No conozco, pero varios amigos me han contado lo bella que es esa
zona del país, además he visto unas fotos increíbles. Qué tal si vamos…- Sé que
tiene unas playas increíbles, con estas ganas de estar en el caribe la idea se
me hace formidable pero cuando vamos a ir…- Para mañana es tarde, además voy a
llamar a Sofía que si le digo tal vez se apunta a ir con nosotras, ella siempre
es muy alegre, des complicada y las veces que hemos viajado juntas ha sido
especial- Entonces llámala. Tita de la pequeña mesa toma el teléfono rojo y
marca el número de su amiga, al escuchar el timbre con el tono le contesta Sofía
Diciéndole: con guíen tengo el gusto de hablar- Soy Tita como estas- Tranquila,
ya que no hay novedad en el frente y tú…- Le contesta: bien, ya que ayer llego
mi prima Sandra de Barcelona- Ya me lo dijiste que iba a venir- Si llego a
noche por supuesto la recibí en el aeropuerto, y ahora he pensado ir a la zona
del golfo de Urabá nos quieres acompañar- Ya termine el proyecto de
arquitectura que te conté que estaba realizando, desde ayer el tiempo es
completamente mío, cuando nos vamos…- Para mañana es tarde- Si es así ya mismo
me pongo en la tarea de poner todo lo necesario entre el morral y de una te
caigo- Por favor no caigas tan duro. Se ríen- En todo caso ya voy. Al colgar,
las dos primas luego que se bañan disponen lo que considera cada una entre su
respectivo morral, al rato escuchan el timbre de la puerta que la misma Tita
abre viendo a su amiga de apariencia más blanca que la de ella, con el cabello
mucho más largo con mechones rojizos que sostiene en su espalda su morral, se
abrazan- Luego le dirige la palabra: sigue que te presento a mi gran amiga- Al
ver sentada a Sandra que está remendando una blusa, deja lo que está haciendo-
Tita: esta es mi amiga de que te he hablado- Mucho gusto. Cada una le da un
beso en la mejilla a la otra. Se sientan viendo cocer con la aguja a Sandra que
al terminar va diciendo: ya guardo esta blusa en la mochila no perdamos más
tiempo y vayámonos. Al guardarla en un bolsillo de la mochila las tres casi al
mismo tiempo se paran, se colocan el morral y al volver abrir la puerta salen, luego
que la cierra con llave Tita van bajando lentamente las escaleras y al llegar
al primer piso el mismo celador les abre la puerta- Tita va hablando: vamos
hacia la esquina. Al alejarse de las altas torres se establecen en el andén
descargándose el morral, van viendo los diferentes automotores que van en los dos
sentidos- Al ver un taxi como todos de color amarillo le hacen la respectiva
seña y el taxista detiene el vehículo, luego abriendo la ventanilla les pregunta:
a donde quiere que las lleva- Tita le contesta: a la terminal. El señor se baja
y muy amablemente les abre el baúl donde ellas al desprenderse de los morrales
los colocan suavemente sobre el interior del baúl, al subirse el taxista y las
tres en la parte de atrás. Lentamente pone en marcha el vehículo, tomando la
abierta curva coge la av. veintiséis- Sofía: que bueno que a esta hora no hay
tanta congestión de vehículos- Sandra: claro está mucho más tranquilo el
tráfico que esa noche que llegue. Al quedarse calladas el señor toma una larga
avenida la cual las lleva a la terminal, al estacionar el señor el carro se
bajan y al volver abrir el baúl saca cada una el morral lográndoselo poner en
la espalda, luego que le paga Tita al chofer entran a la mole del terminal de
trasportes, entran viendo a las pocas personas que se van cruzando unos con sus
respectivos equipajes, al llegar a la empresa de buses en la propia ventanilla
ven a la mujer que vende los boletos- Ella les dice: a donde quieren viajar-
Tita: vamos a Medellín por favor denos un boleto para el próximo bus- Si en
veinte minutos sale un bus grande- Sandra se le adelanta a su prima modulando
sus labios: que cuestan los tres pasajes- La chica valen tanto. Entre las tres
reúnen el dinero correspondiente y se lo dan a la joven mujer- Que les dice: en
el módulo quince está el bus, que tengan buen viaje- Tita: gracias. Andan en
esa dirección- Sofía antes de que vayamos al bus compremos algo para comer y
tomar- Sandra no es mala idea vamos. Al ingresar a una especie de cafetería
compran papas fritas, dulces, bebidas y otras cosas, luego de pagarle al muchacho
que atiende rápidamente se dirigen al módulo, al aproximarse luego de un señor
se suben al alagado bus, al ver en el tiquete su número correspondiente se
sienta Sandra ocupando el puesto de la ventana, al lado Tita y en el otro
pasillo al lado de la ventana Sofía, al pasar un breve momento un muchacho se
sienta al lado de esta última: al verla le va diciendo: por lo que veo y
percibo vas a Medellín- si claro pero voy con ellas dos- Vivo solo si quieren
se pueden quedar en mi apartamento- No sé, ya que siempre decidimos entre las
tres, y además vamos tal vez derecho en
otro bus hasta Turbo, ya veremos qué sucederá. Cómo te llamas- Soy Ernesto. Se
dan la mano como saludándose. En ese momento el bus arranca, entre varios
vehículos sale de la terminal tomando la extensión de la avenida- Tita viendo a
su prima que no le ha guitado el ojo a la
ventanilla le dice: estas cómoda- Si este bus es bastante confortable-
Cuando lleguemos a Medellín que vamos hacer allá- Me imagino que aprovecharemos
para que en el propio terminal tomemos el bus hacia Turbo, eso si no estaremos
muy cansadas ya abra tiempo para resolverlo. Al sorprenderlas la oscuridad
de la noche sintiendo el pe- queño ruido del motor se quedan completamente
dormidas, ya con la primera luz de la mañana Sofía va abriendo lo ojos, al
cambiar la cabeza de posición ve a sus amigas muy dormidas- El muchacho
viéndola le dirige la palabra: por fortuna ya estamos llegando a Medellín, por
lo que me di cuenta dormiste como una marmota- Si tengo la ventaja de dormirme
rápidamente y vos lograste dormir…- No para nada ya que en los buses se me hace
difícil pero a pesar de eso me siento muy bien. Al doblegar varias curvas,
pasar varias mulas el bus desciende a la ciudad entrando por la av. oriental y
en menos de nada arriba al terminar- Ante de levantarse el muchacho le dice a
Sofía: que has decidido se van a quedar en mi apartamento…- Ella pensando que
tipo tan insistente le contesta: eso no lo decido yo, lo tengo que consultar
con mis amigas- Ella mirando a Tita le pregunta: vamos a seguir o nos quedamos
aquí en Medellín- Para nada estoy cansada yo deseo seguir, pero no sé cómo se
sienten ustedes dos- Sandra: para nada estoy cansada preferiría seguir- Tita si
es así sigamos con nuestro viaje. Sofía se despide de beso
del desconocido y al entrar a
un pequeño lugar con deseo de desayunar, luego que descargan los morrales se
sientan ocupando la única mesa libre, piden lo mismo que se trata de huevos
revueltos, pan, jugo de naranja y café con leche- Sandra luego que come con el
tenedor una buena porción del huevo revuelto dice: que terminal más moderno,
por lo que me han contado esta ciudad está muy bien organizada- Tita
contestándole: estos paisas son de empuje por algo es la única ciudad que tiene
metro- Sandra: de vuelta me gustaría quedarme al menos un par de días a si al
menos conozco algo- Tita me parece buena idea, además tengo varias amigas y amigos
que seguramente tendrán un lugar para quedarnos- Sofía riéndoseles: a mí me da
pereza las ciudades ya que todas son muy iguales, todas tienen puentes, centros
comer-ciales. Están contaminadas y el tráfico me enferma- Tita carcajeándose:
es que vos ya estas para el retiro- Soy igual de joven que ustedes, si no que
siempre por el trabajo no puedo irme a vivir al campo, que es lo que sueño-
Sandra: cada una ve la vida como quiere, yo si lo reconozco soy de ciudad,
seguramente el campo me desespere ya que necesito la actividad ciudadana, más
allá en Barcelona. Al acabar las tres
con el contenido de los platos se levantan y luego de pagar cada una su
correspondiente desayuno, salen- Sofía a quemarropa les dice: donde tendremos
que comprar los tiquetes para ir a Turbo- Tita viendo a una familia que sentada
espera viajar. Al dejarlas camina pocos pasos hasta la familia, al ver al señor
le pregunta: donde podremos comprar el tiquete para Turbo- Amiga para eso tiene
que ir al terminal del norte, solo allá lo podrá hacer- Ella tomándose la cabeza con las dos manos: ya
se complicó la cuestión, como hago para ir a ese terminal…- Mire, ve esa
puerta, camine recto hasta la estación del metro que esta calle la llevara-
Gracias por la información. Al llegar donde están hablado sus dos amigas- Las
interrumpe diciéndoles: tenemos que salir por esa puerta y caminar varias
cuadras hasta el metro que nos llevara a otro terminal- La rubia Sandra: vamos
que al parecer no nos queda otra opción. Salen del terminal por la puerta, al
esperar que el semáforo cambie de rojo a verde atraviesan lo ancho de la
avenida viendo los automotores detenidos, caminan las cuadras correspondientes
de esa manera llegan a la estación del metro, al ver en un muro el mapa de las
estaciones se enteran a donde tienen que ir, hacen la cola correspondiente y al
llegar ante la ventanilla compran el boleto para poder trasportarse en el
metro, entre un grupo de personas bajan los cortos escalones y llegando a la
primera planta, esperan detrás de la línea amarilla y menos de lo que puede
soplar el viento ven en la distancia el metro, que rápidamente se acerca y al
detenerse se suben en un vagón del medio, al cerrar las compuertas de una acelera
y logrando acomodar las nalgas se sientan, viendo el río contaminado, la
panorámica de la ciudad que constante va cambiando- Sofía: que ciudad más
cambiante, si antes veíamos los barrios caros ahora vemos los que están
desprovistos de todo, esta humanidad sí que está mal- Tita: tú siempre con los
comentarios sociales, esto nunca va a cambiar- Sandra: esta es la realidad de
un país en vías de desarrollo y capitalista- Sofía: este capitalismo tan
desbordante no tiene sentido- Un señor metiéndose en la conversación va
diciendo: ustedes las jóvenes tienen otras perspectiva de la vida, siempre
hablan por hablar- Sofía con un gesto amenazante le contesta: no se meta donde
no lo han llamado y por favor cállese. El señor regañe diente se retira hacia otro
vagón, al verlo las tres se ríen de sobremanera. Al llegar a su destino al
abrirse la compuerta entre la gente se bajan, caminan por una especie de puente
y entran al interior del enorme terminal- Tita: ahora que hemos llegados
busquemos la empresa que viaja al Urabá. Caminan viendo las ventanas alargadas
de las diferentes empresas de buses, al llegar ante la empresa de buses de
Urabá hacen la cola correspondiente, detrás de una señora compran el boleto,
luego que compran lo mismo que compraron en el termina de Bogotá, abordan el
viejo bus ocupando las sillas- Sandra: este bus no está para nada con las
mismas condiciones del que llegamos aquí a Medellín- Sofía: es una falla esta
empresa se ve más deteriorada, segura-mente esta gente que viaja a este destino
es menos que la que viaja a Medellín o a Bogotá- Tita mirándola le murmura: tú
siempre con tus conjeturas sociales- Si claro, no puedo quedarme callada con
las injusticias- Sandra: ustedes dos siempre discuten sobre lo mismo- Tita: es
bueno que exista la controversia, si no el mundo sería muy aburrido- Sofía: es
así por eso somos muy buenas amigas. Al terminar Sandra se carcajea y luego
le agrega a la cuestión: están hechas una para la
otra. Esta vez se ríen las tres llamando la atención de los presentes, que las
imitan volviéndose el bus una total algarabía de risas. Ya estando en silencio
el bus va arrancando abriéndose paso en la avenida, luego toma una vía alterna
que sube la larga cuesta, de curva en curva lográndose marear Sandra que no
puede detener su vomito de huevo y algo verde sobre la pobre Tita que queda
blanda de la impresión, entre las tres tratan de limpiar nauseabundo vomito
lográndolo en parte, al descender el bus a una pate de la carretera con huecos
se mueven como si estuvieran sobre el lomo de un equino. Al sucederse el
trascurso del tiempo, están sobre la larga planicie costeña, luego de pasar un
corto puente un grupo de paramilitares detiene el bus, se suben al bus varios
de estos hombres uniformados y armados con metralletas, al verlas uno de los
hombres las intercede- Diciéndoles: ustedes bellezas a donde van- Sofía con su
suave voz: vamos a Capurgana- Otro de los unifor-mados mirando a su compañero
de armas les habla: es mejor que se bajen que le vamos hacer una requisa. Ellas
asustadas se levantan y lentamente salen del bus, uno de los hombres: espero
que no lleven algo así como mariguana. Otro las inspecciona tocándolas
morbosamente, inclusive en sus partes nobles- Sofía protestando les contesta: porque
se aprovecha de nosotras si no llevamos nada ilegal- El mismo tipo: no se queje
que si no las podemos desaparecer. Al pasar el tiempo uno de los hombres
uniformados: viejas maricas súbanse antes que me arrepienta. Al treparse rápidamente
se sientan ocupando los mismos puestos, al arrancar el bus va diciendo la
rubia: que susto por esa situación tan terrible, esos hombres armados se ve
claramente que son asesinos consumados- Sofía recibiendo el viento de la
ventanilla va murmurando: menos mal que no abriste la boca si no se sabría que
abría pasado con nosotras, esos paramilitares son hijueputas - Ni por nada
hubiera hablado, si quisiera que me
hubiera tragado la lengua. Se quedan calladas escuchando el murmullo del bus ya
que los otros ocupantes que son de la zona no paran de hablar y a la vez
sintiendo la alta temperatura. Antes que salga el sol el bus arriba a la
población de la zona roja, van viendo las diferentes calles con sus respectivas
barricadas de costales de arena, al detenerse el bus cerca del mercado
asustadas por lo que ya les pasara y por lo que han visto, se bajan- Tita va
diciendo: no quiero que nos
quedemos mucho tiempo en este moribundo pueblo que apesta a
muerte y a mierda, vayamos a algún lugar donde podamos desayunar al menos, y luego busca-remos el muelle donde salen las
pangas o lanchas. Al ver en una esquina un pequeño comedero se acercan viendo
el macabro espectáculo callado, al entrar una niña de unos doce años con un
particular ademan les indica que se sientan, le piden a la muchacha huevos
revueltos, pan, queso, jugo de naranja y café. En menos de lo que cae una fruta
de un árbol les trae lo que le pidieran, comen rápidamente que muy pronto
acaban, al levantarse le pagan a la joven y salen viendo la primera luz de la
mañana- Al ver a una señora que barre el andén de su derruida casa Tita le
pregunta: donde queda el muelle donde parten las pangas- La mujer indicándole
con el dedo le contesta: camine en esa dirección que van a llegar- Gracias.
Caminan por donde la señora les indicara llegando a la extensión del golfo
donde algo distante ven el alargado muelle, andan lentamente llegando al mismo
tiempo que la pancha, al ver como el hombre moreno amarra la lancha con una
larga cuerda a un poste del muelle- Sofía usted sale a Trigana- Después que
desayune salgo si quieren pueden seguir y se acomodan en la pancha. De un salto
se posesionan sobre la estructura de la panga, se sientan y al rato viene un
grupo de turistas que ocupan los otros puestos restantes. Al llegar el morocho
aleja la lancha del muelle y sin rodeos enciende el motor fuera de borda, al
avanzar rápidamente haciendo pequeñas olas ven toda la extensión del golfo de
Urabá y sus aguas barrosas amarillentas- Una mujer indicando les habla: miren la
desembocadura del río Atrato. Lejanamente la logran ver, al acabar de cruzar el
golfo ven el océano embravecido, al tomarlo la panga se eleva borda arriba, al
pasar cada ola el hombre disminuye la velocidad, haciéndose un viaje
mortificante, una de las señora del grupo de turistas trasboca, eso hace que
trasboquen inclusive ellas tres. Una enorme ola las sorprende y una de las
señoras al elevarse la panga cae al mar desapareciendo en el acto- Una señora
gritando desesperadamente: morocho que hacemos…- A pesar del movimiento de la
panga debido a las enormes olas le contesta: que quiere que haga acaso no se da
cuenta como está el mar de picado- La señora con cara de sufrimiento le dice:
seguramente mi amiga se estará ahogando- Un señor pálido del susto le habla: el
que se caiga aquí seguramente es comida de los tiburones, es imposible hacer
algo más bien tranquilícense. Callados y acongojados por lo que le sucediera a
la señora, va entrado en la ensenada de la bahía, se acerca lentamente en
dirección de la playa y al detener el morocho la lancha a un costado del
pequeño muelle de madera, el hombre de piel morena de un salto se posesiona en
las maderas del muelle y de una vez la amara contra una especie de bastión. Luego de que se bajan el grupo lo hacen ellas
tres cargando cada una con su morral. La rubia impresionada por la belleza del
lugar- Va murmurando con su voz: qué lugar más maravilloso, es la selva que cae
a la playa de arena dorada y el mar de diferentes azules, verdaderamente me
encanta es-te lugar, a pesar de lo sucedió con la señora. Al encuentro se
presenta un sujeto con camiseta de rayas y cabello
muy corto, que luego les indica el lugar
del hospedaje a los turistas, se les acerca diciéndoles: ustedes quieren ver el
hostal- Tita no gracias, estamos buscando la reserva ecológica o mejor dicho a
la negra. Él se queda como pensativo y luego le contesta- Diciendo: para ir a
ese lugar, tienen que caminar en esa dirección- Sofía: cuanto tiempo…- Más o
menos entre dos horas y tres.- Ella misma: gracias. El hombre va tras los
turistas perdiéndose en la distancia- Sandra la rubia: creo que entre dos y
tres horas hay diferencia, por ahora lo único que quiero es meterme en ese
delicioso mar y más tarde podremos caminar- Sofía: no me aguanto más este
intenso calor húmedo, hagamos lo que dijera la rubia loca- Loca será otra
persona- Tita: entre la locura y el
ser cuerdo no creo que haya mucha diferencia, no jodamos más y metámonos al
mar. Sandra da el ejemplo al retirarse de la espalda el morral se cambia poniéndose
el biquini y dejándose las tetas al aire, sus amigas la imitan. Luego a toda
carrera se lanzan sobre el agua azulosa y cristalina de aguas bastante quietas,
nadan a sus anchas hasta cansarse y se tiran tan largas son sobre la arena
divisando los cocoteros que bordean la playa. Al quedarse
profunda-mente dormidas, abre los ojos Sofía sintiendo el ardor en la piel
provocado por el sol, ella toca de una en una a sus dos amigas que de inmediato
se despiertan- Tita va murmurando: como nos hemos quedado dormidas, ahora
estamos super quemadas, más bien vámonos antes que se nos haga tarde.
Lentamente se levantan sintiendo el ardor en la piel, caminan en la dirección
que el hombre les indicara, de esa manera encuentran un estrecho río que pasan
caminando sobre las piedras, a continuación toman el estrecho sendero, que a la
medida que avanzan se va empinando, agilizan los pies entre la floresta de
helechos, arbustos y grandes árboles viendo lo increíble de la naturaleza- Tita
abriendo la boca vocifera: Que lugar, más increíblemente mágico, Ah seguramente
es por esa espe-cie de puerta- La rubia: si, estoy casi segura que debe ser por
ahí, Al llegar cruzan una angosta verja descubriendo con sus ojos los sembrados
de piña, papaya, guanábana y de otras frutas, al ver en la
lejanía la casa de madera y el techo de palma entrelazado, se aproximan
lentamente y al tenerla a tan solo un paso Sofía toca una y otra vez la puerta
de madera- Al rato escuchan una voz de mujer que les dice: espere un momento
que ya abro la puerta. Al abrirla la negra que no es tan negra, descubre a las
tres amigas y de último se da cuenta de su amiga Tita, al acercarse se abrazan-
La Negra le dice: después de tanta existencia por fin vienes, que alegría pero ellas
guienés son…- Tita: ella es mi amiga Sandra que vive en Barcelona y ella yo
casi estoy segura que te la presente en la fiesta de Jaime Andrés allá en Cali-
A claro ya me acuerdo. Se saludan como corresponde de beso- La negra con cara
de felicidad les dice: que bueno que hayan venido, además estoy sola ya que
Armando el poeta, Laura, Claudia y Claudio el chileno se fueron a Medellín a un
congreso de eco aldeas sostenibles, vengan que las llevo a donde van a dormir,
es una cabaña que construyo hace poco el chileno. Vamos de una vez antes que
oscurezca. Salen guiadas por la Negra, tomando la loma ascienden por un camino
bordeado por el espeso monte, al ver un claro sembrado de la misma manera de
árboles frutales y piñas, al ver una
enorme piña madura la Negra la arranca
diciendo: esta no la vamos a comer ahora en la cabaña. Al llegar ante la
construcción de madera y palma, La Negra se encarga con una llave de abrir el
candado de la cerradura y le agrega a la cuestión con su voz: desde este
momento esta es su cabaña, vengan por este lado que se las muestro pero antes
nos vamos a devorar esta deliciosa piña. Al hallar la cocina toma una de las
tablas y con un cuchillo parte en porciones más o menos iguales lográndole
sacar el corazón, van tomando cada una un pedazo que lentamente van comiendo-
La rubia: que delicia, además es dulce como la miel- Tita: está buenísima. Al
exterminar el fruto amarillento ven el amplio salón con la única mesa de madera
y las sillas hechas rústicamente, ven al fondo la escalera en caracol, por la
cual suben a un espacio menos amplio que tiene varios colchones tirados sobre
el piso de madera- La Negra: aquí pueden dormir tranquilas ya que en esta época
del año no hay mosquitos o si prefieren en la extensión de la terraza que van a
encontrar varias hamacas. Ella al abrir la puerta les muestra la amplia terraza
de donde cuelgan de sus alargadas columnas varias coloridas hama-cas- Sandra agitando un
poco su cabello rubio modula con sus labios hablando: qué lugar más increíble
parece como de cuentos- La negra: el cuento es que hay que disfrutarlo, mañana
vamos a recorrerlo ya que van a conocer bien nuestro proyecto de vida, por
ahora las dejo pero eso si les aviso de una vez que si quieren encargar comida
con Wilson que mañana viene de Turbo, hágame la lista ya que voy a hablar con
él por radioteléfono- Tita de su morral saca un bolígrafo y una libreta- Les
dice a sus amigas: necesitamos arroz cuantas libras- Sandra: por ahí unos
cuatro kilos, panela dos pedazos, café, creo que hemos traído pan, espaguetis,
varias latas de atún y de sardinas suficientes para varios días y solamente nos
faltaría verduras, el agua se puede tomar- La negra solamente hirviéndola-
Sofía te damos dinero- Por ahora no, solamente a Wilson cuando traigan lo que
le vamos a encargar. Bueno me voy ya que tengo varias cuestiones por hacer. Al
despedirse de ellas de beso sale por donde vinieran, ellas se acuestan cada una
en una hamaca obteniendo un sueño profundo,
ya en la oscuridad abre los ojos La rubia diciendo: esta oscuridad me da
miedo ya que no se sabe que bicho puede haber- Sandra esperen que ya mismo
busco la linterna. Se levanta de la hamaca logrando palpar el morral logra
encontrarla entre un bolsillo, la enciende iluminándolas. Se paran, entre todas
entre los morrales buscan las bolsas de los alimentos, al encontrarlas deciden
bajar a la primera planta, en el momento que están bajando escuchan algo así
como un ruido como de un rose, al ver el piso descuben tremenda boa que al
sentirlas se escurre zigzagueando por la puerta- Sandra con un gesto de
aterrada va diciendo: que susto, nunca antes había visto una culebra y además
inmensa- Tita: no creo que sea como para que nos preocupemos, simplemente
tenemos que mantener la puerta cerrada, por favor encendamos al menos una vela
a ver que podemos fabricarnos para cenar- Sofía: si hagámoslo rápido antes que
perezcamos del hambre. Al tomar entre las tres los objetos necesarios de cocina
en menos de lo que cae un coco hacen unos deliciosos espaguetis con atún, al
servirlos entre todas en tres platos se sientan ocupando la mesa, van comiendo
despacio hablando de su nueva experiencia en este bello lugar. Al terminar
entre todas lavan lo que usaron y se vuelven a costar en las hamacas sintiendo la brisa cálida que las refresca.
Sofía al sacar un libro de poesía de un poeta llamado Percifal- Va diciendo:
como sé que les agrada la poesía les voy a leer algunos poemas de mi amigo el
poeta. Empieza a leer poema tras poema y solo deja el libro cuando se les
cierran los ojos y el libro se le cae de las manos.
Al
escuchar el trino bullicioso de los pájaros, va abriendo los ojos la rubia que
inmediatamente se despereza haciendo un murmullo de pereza- Tita luego que abre
los ojos va murmurando: que buena noche he pasado, me imagino que ustedes
durmieron de lo lindo- Sandra: si es imposible no dormir bien en este lugar,
que tal si nos levantamos- La rubia: no estaría mal así aprovecharemos el día.
Se levanta de una en una- La Rubia: tengo hambre- Sandra: tenemos café, pan y
mermelada, si bajamos con esas tres cosas podemos preparar el desayuno.
Descienden por las escaleras a la cocina y sin pensarlo mucho preparan en la
estufa de gas el café, le untan al pan la mermelada y como pensativas disfrutan
de lo que están comiendo, al terminar salen de la casa viendo los diversos
colores de la floresta y entre las alargadas ramas de un bello árbol ven a la
misma boa que está completamente enrollada contra la alargada rama- Sandra la
peli castaña al verla va diciendo: si están viendo lo mismo que yo- Tita:
claro, como no verla lo bella que es, se ve que es muy pacífica. En ese momento
ven en la distancia a la Negra que se está acercando llevando un pequeño cajo
de bananos, al llegar se saludan de beso y después les muestra el cajo con la
intención que vayan tomando bananos- Sofía en son de preguntarle le dice: esa
boa siempre anda por estos lares- Se me olvido decirles que la boa es la
mascota de todos, está muy acostumbrada al contacto con humanos, además se come
las serpientes venenosas que aquí abundan, por eso no es conveniente salir en
las noches y menos a oscuras que suelen salir a cazar. Vamos a que conozcan el
territorio de la aldea- Tita va murmurando con su voz: buena idea. Andan loma
arriba hasta un estanque que delimita el lugar, al devolverse toman otro camino
y en un punto elevado divisan el azul del océano, de esa forma le dan la vuelta
completa al territorio de la aldea terminando en un increíble arrollo que baja
de la ondulación de la montaña. La rubia viendo la floresta muy verde que rodea
el bello arrollo de aguas trasparentes- Va murmurando: que privilegio es vivir
en este lugar tan armonioso de belleza- Tita estoy enamorada de este lugar y la
belleza de un increíble paisaje, si no lo estuviera viendo no lo creería- La
Negra como ya veo que tienen hambre vamos a mi cabaña y preparamos algo para
almorzar- Tita me parece buena idea. Emprenden la bajada por otro camino,
guiándolas la Negra lentamente logran llegar a la cabaña donde ella vive, Al
encargase de abrir la puerta, entran y muy dispuestas preparan el almuerzo, ya
listo muy lentamente almuerzan arroz con sardina y tostadas de plátano- Sandra:
somos unas muy buenas cocineras ya que esto está como para chuparse los dedos-
La Negra: con este hambre todo sabe bueno. Comen lo que les queda en los platos
calladamente, al terminar- La negra: me imagino que quedaron satisfechas ahora
lavemos los platos para que nos vayamos a la playa. Cada una rápidamente lava
lo que usara y ya dispuestas van en
completo silencio por el camino cruzando el espeso monte, luego de volver
atravesar el ancho del angosto río logran llegar a la playa de los inmensos
cocoteros- Sofía con el cabello rubio alborotado: que calor, por fortuna ya me
voy a meter en este precioso mar. Al terminarlo de decirlo, emprende la carrera
y al tener el agua un poco más de lo tobillos se lanza con todo ímpetu, las
amigas hacen lo mismo- La Negra: que delicia que esta el agua. Se bañan
regocijándose con el paisaje marino y el descanso del estiramiento del cuerpo
hace que se relajen, en un momento dado no muy distante observan claramente una
aleta de un tiburón toro. La Negra viendo a las amigas asustadas- Va
murmurando: aquí los tiburones y los humanos se confabulan ya que nunca se ha
conocido que uno de estos tiburones hallan atacado a alguien, debido a que esta parte del mar está intacta y hay
comida en abundancia, ya que los tiburones se alimentan de peces por eso no
atacan al ser humano.- Tita comprendido y es bueno que sea así. Al pasar el día
ven como el sol muy naranja se oculta en el mar muy azul creando un espectáculo
impresionante- La Negra vamos que ya va a oscurecer. Se salen del océano,
caminan despacio, al oscurecer completamente guiadas por la luz de la linterna
que sostiene la negra, iluminando la floresta movilizan rápida-mente los pies,
de esa forma llegan ante la casa donde acostumbra a refugiársela Negra, Al
entrar ven a un moreno que habla con una muchacha muy blanca que estás sentados
sobre una alagada banca, al verlos se paran y se saludan cordialmente de besos-
La Negra habla: como se podrán imaginar él es el mencionado Wilson y ella su
novia Clara- El muchacho hemos traído todo lo que me han encargado. Al
mostrarles el papel de la lista- Le agrega a la cuestión lo siguiente: el costo
de todo dio tanto. Entre las tres obtienen la suma que se la entregan al
muchacho- La Negra: ya que todo está resuelto me van a dejar preparar una
deliciosa cena. Ella con la ayuda de él y de Clara en la amplitud de la cocina,
mientras ellas tres hablan de diversos temas, cocinan un par de sábalos que al
estar cocinados los desmenuzan logrando hacer un delicioso arroz de pescado, al
servirlo en igual número de platos los disponen en la alargada mesa- Clara con
su suave voz dice: buen provecho- Sofía luego que lo prueba murmura: que
delicia, nunca antes probé algo igual. Comen hablando del tema referente de la
eco aldea y logrando repetir acaban con todo el arroz de pescado; ellas ayudan
a lavar los platos, los tenedores, la olla y el amplio sartén. Al despedirse
acompañados por Wilson se van a la otra cabaña, al llegar él las deja y al
retirarse, ellas al meterse en las respectivas hamacas duermen y duermen
plácida-mente. Ocupan los días en ayudarles a ellos en la faenas del campo, van
todas las mañanas a la playa donde disfrutan del mar, aprenden a bajar y abrir
los cocos. Disfrutan del platicar, de preparar los alimentos y por supuesto de
comerlos. En esas se les pasa los días hasta que tienen que retornar a la
capital haciendo el mismo viaje.
Fin.
LAS TORTUGAS DE PLAYONA
Al
llegar el tan anhelado mes de abril, la Negra, el chileno Claudio, Wilson,
Diana la costeña, y clara la novia del último, preparan sus cosas para
instalarse en una de las playas más extensas del Caribe Playona, al disponer
sus cosas, los alimentos perecederos como enlatados entre las mochilas y de
último la carpa canadiense. Luego que desayunan discutiendo lo que van a
realizar en esa larga playa, se colocan las mochilas que una mg. les donara y
carga el chileno de cabello largo en sus hombros la canadiense, y de último
carga cada cual su propio bidón lleno de agua. Salen de la cabaña por el camino
seco por el largo verano, al avanzar entre las enormes piedras se encuentran
una enorme víbora, que al verlos para su fortuna huye entre la floresta- La Negra
que es blanca quemada por el sol va diciendo: estas serpientes siempre tienen
más miedo del que puede tener un ser humano, el problema sería no verla y
pisarla seguramente en ese caso si mordería inyectando buena cantidad de
veneno, el mordido seguramente no aguantaría a llegar donde lo puedan asistir y
moriría- El chileno soltando la carcajada va murmurando: esta mujer sí que es
trágica, una de terror le queda pequeña- Ella defendiéndose: esa es la realidad
ya que aquí en la zona no hay ni un puesto de salud. Siguen andando como si
nada entre diversas y pequeñas lomas, en un punto alto ven la extensión de la
playa y el mar azul indico, van descendiendo con la dificultad del camino, al
entrarse entre la espesura del monte en un grupo de piedras algo verdosas ven
varias de esas ranas de colores vivos y bellos a las cuales es mejor verlas sin
ni siquiera rosarlas ya que son tan venenosas que el mero rose mataría en
segundos a cualquiera, antes de arribar a la playa ven los enormes cocoteros
que se mecen lentamente con el andar de la brisa, al posarse sobre esas palmas
de cocos- Va diciendo la Negra: donde prefieren que armemos el campamento- El
chileno Claudio: yo diría que tratemos de llegar a la mitad de la playa y
armémoslo allá- Wilson: yo creo lo mismo pero sigamos- Clara paremos un poquito
y más bien tumbemos algunos de esos cocos y aproveche-mos a calmar esta sed-
Claudio: tiene razón hay sed. Al ver una larga rama tirada sobre la arena, el
chileno la toma y extendiéndola logra empujar el primer coco que al lograrlo
desprender cae precipitadamente sobre la arena blanca, de esa misma forma tumba
otro, y otros tantos más, entre ellos dos con sus respectivos machetes los
abren pelándolos en la parte de arriba lográndole hacer un boquete, beben y
beben agua de coco logrando apaciguar la sed- Wilson modula sus labios hablando:
sigamos que la caminada es larga. Andan en la blanda arena en el margen
cambiante de la arena y el mar, en ciertos lugares de la arena se les entierra
los pies, movilizan el andar sintiendo que no avanzan ya que la extensión de la
playa es gigante. Diana camina pensando en varios acontecimientos pasados de su
vida que no ha logrado borrar- Clara al mirarla le dice: si, tú por lo que veo
estas más enredada que un tren descarrilado, ¿acaso en que piensas?- Ella le
contesta: en cosas del pasado que no sé porque recuerdo como si hasta ahora
hubieran acabado- El chileno: tienes que aprender a medi-tar o sea a borrar la
mente por lo menos un minuto, solo así lograras superar ese pasado que
seguramente ya trae dolor- Si tienes toda la razón del mundo, más en estos lugares
paradisiacos. Al callarse siguen avanzando entre la arena, al detenerse por un
momento observan viendo que de los extremos de la playa pareciera que no
terminaran y hacia el fondo las inmensas olas que revientan increíblemente, al
volver andar van con más actitud logrando avanzar un enorme trecho, en un
momento dado- La Negra va diciendo: yo no puedo más con este peso, creo que
aquí estará bien que armemos el campamento- El chileno le contesta hablándole:
tienes razón ya que hemos caminado muchísimo y por lo que percibo este es el
lugar perfecto. Van en dirección de los cocoteros al arribar viendo que los
cocos no estén al alcance de sus cabezas, entre todos arman la enorme carpa
canadiense, luego que tiemplan las cuerdas poniendo enterradas las estacas,
colocan las estacas de los extremos y de
último colocan en un costado de las carpas sus pertenencias, ya cansados
alcanzan de las altas palmeras de la misma forma acostumbrada, con un largo
palo varios cocos, luego de abrirle a varios el boquete beben a su antojo agua
de coco- Diana que refrescante es el agua de coco- Wilson luego que se carcajea
dice: afortunadamente hay como estrellas o algo así. Se sientan a presenciar la
caída del sol que lentamente desciende como entre el mar, al rato todo se
vuelve de un fuerte naranja y enseguida aparecen el mar de estrellas sobre el
firmamento, se recuestan boca arriba viendo la estela de astros brillantes, en
el momento que Clara ve una estrella fugaz- Va gritando: si vieron esa estrella
fugaz- Wilson: yo la vi yo no sé si ustedes- El chileno: yo la percibí
en todo su recorrido- Diana: yo por estar en otra no la vi. Se quedan
extasiados viendo hacia el cielo, de vez en cuando y de cuando en vez ven una
que otra estrella fugaz. Al sentir hambre el Chileno- Va murmurando: tengo
hambre preparemos algo de masticar- La Negra: ven que lo hacemos- Clara:
nosotros buscamos leña que he visto por montones. Entre ellos dos con una tabla
y un cuchillo cortan las verduras, al traer los otros o las otras la leña que
estando esparcida sobre la arena de la playa, no se les hace problema. En el
momento que la fogata está encendida colocan la olla con las verduras, con
aceite la sofríen, luego le agregan el arroz y el agua que trajeran en los
bidones, con las brasas logran terminar de cocinar el arroz y de último le
agregan el atún de las latas que abrieron. Comen en completo silencio
disfrutando con la compañía de las estrellas, lo hacen lentamente. Al acabar
entre todos en el mar y con arena lavan lo que usaron dejándolo relucientemente
limpio- El Chileno ahora lleno y cansado prefiero irme a dormir ya que mañana
la faena es temprano- La Negra: yo opino que hagamos lo mismo. Al introducirse
en la carpa se acuestan el chileno abrazando a Diana la pelirroja, Wilson al
lado de su novia y en el extremo lo hace la Negra, enseguida consiguen un lindo
sueño a pesar del continuo viento que va moviendo ondulantemente la carpa.
Son
despertados por separados ruidos, antes que haya la primera luz salen de la carpa,
viendo las siluetas oscuras de las enormes tortugas caney- El Chileno modula
con su voz: quedémonos quietos y en completo silencio ya que cualquier
movimiento que hagamos puede asustar a estas grandes tortugas, que seguramente
están anidando los huevos sobre la arena. Al aclarar van fuera del alcance de
las tortugas al ver varios arbustos, los derriban cortando las ramas y luego
con la ayuda del machete hacen muchas estacas con punta, al volver ven que las
tortugas regresan al mar, en el momento que se han ido con las estacas cortadas
hacen un circulo sobre los grupos de huevos que han dejado las tortugas,
lográndolos encerrar completamente. Su tarea ahora en adelante es cuidar los
huevos, y sobre todo que los intrusos no alumbren con la luces de las linternas.
Estando en esa ya en la noche, de la selva ven surgir la luz de una linterna-
El Chileno con algo de furia dice: tenemos que detener a estos intrusos y sobre
todo que apaguen la linterna. A su encuentro guiados por la luz de esas linternas y de las estrella van al
encuentro de los malhechores, al tenerlos a tan solo unos pasos de distancia- Claudio
a quema-rropa les grita: nosotros somos de una organi-zación que defiende la
existencia de las tortugas, por favor devuélvanse por donde vinieron. Los dos
tipos no les hacen caso y los violentan con sus respectivos machetes,
batiéndose en un duelo a machete, pero entre el Chileno y su amigo ágilmente
los despojan de los machetes- Un moreno sin el machete les dice: eche ustedes
son abusivos, no ven que de los huevos y de las tortugas nos alimentamos-
Claudio les responde: dedíquense más bien a sembrar, a pescar o hacer lo que
quieran ya que las tortugas están en vía de extinción, si acabamos con ellas no
volverán a existir. Por favor no los queremos ver más en esta playa de lo
contrario me tocara informarles a las autoridades- El otro moreno- No joda con
la ley ya que tenemos nuestra propia ley montuna- Está bien que tengan su
propia ley pero con las tortugas, ni con los huevos se van a meter, de acuerdo.
-Un moreno le dice al otro: vayámonos que aquí no tenemos que hacer. Al verlos que se marchan quedan tranquilos- Diana va mur- murando: que
susto casi me como las uñas, este chileno es todo un héroe de las tortugas- Si
no le pongo cogones al cuento seguramente me la van a montar. La chica lo estrecha
contra su cuerpo impactándolo con sus besos, él ni corto ni perezoso hace
lo mismo volviéndose todo un firmamento de besos y estrellas, que al retirarse
los otros para no contar monedas ni ser sus violinistas, siguen en esas, se
desvisten con la presencia de las estrellas luego hacen el amor como los
cuerpos que son. Fin.
UN SUCESO DE TERROR
En
unas vacaciones, siendo los años setentas un hombre de cabello largo sale de la
heroica (Cartagena), al salir de caminar es interceptado por un grupo de
personas, uno de los mayores al ver que lleva el cabello más allá de los
hombros- Gritándole le dice: hey, marica para dónde vas…. El sigue como si
nada. Al ver que los otros personajes del grupo le arrojan piedras, se le
ocurre emprender la carrera lográndose alejarse de sus amenazas, al no verlos
sigue caminando bordeando la carretera, camina y camina sudando la gota gorda,
al ver en la distancia una chiva al acercarse le estira la mano, el chofer con
el freno detiene el peculiar automotor y el de un salto se encarama, el chofer-
Le dice: voy a Montería- Cuánto vale el pasaje…- Cuesta tanto- esto es lo único
que llevo con migo. Al sentarse ve que la chiva arranca de brinco en brinco,
sintiendo el calor de la mañana. Al verlo los pasajeros murmuran cosas que
ellos solo entienden ya que hablan muy rápido y como entrecortado- Una de las
señoras que está un puesto adelante de la de él, se voltea hablándole: de que
gallinero lo han sacado o será que quiere ser una mujer- Él le contesta:
ustedes como son ignorantes no entienden sobre la libertad y menos entienden
que el cabello largo es la antena a otras dimensiones- Un señor va murmurando a
grito herido: que será eso de dimensiones será que este hombre está loco de
remate- Él le contesta: la locura es ver más allá de la cotidiana realidad, que
es insospechada y que no encasilla nada. Al no entender el sujeto se queda
callado. Durante el trascurso del recorrido por la angosta carretera las
personas que van en el pequeño bus no le quitan la mirada de encima. Al
detener-se la chiva se baja una señora que carga una pequeña niña, se sube un
viejito que al hacerse a su lado su presencia lo asusta tanto que lo hace
temblar- Va murmurando con su voz entrecortada: como así que estoy viendo a
Jesucristo en persona, acaso esto es eso que proyectan allá en ese sitio del
pueblo. Todos se ríen con inmensas carcajadas, inclusive nuestro personaje que
todo se vuelve una gran algarabía de risas. Nunca los personajes dejan de
hablar incluso con el vallenato que sale de los destartalados parlantes, con
ese sentido de la vaina llegan a la pequeña ciudad, al bordear la chiva el río
Sinú, el rustico bus bordea con sentido de la plaza de mercado, donde el apara
tejo se detiene, luego que se bajan los lugareños lo hace el personaje de pelo
largo, al estar caminando sintiendo que la boca se la hace agua, al ver a un
hombre con un carrito de raspado lo encara diciéndole: por favor deme un
raspado de coco. El tipo hace el truquito, la maroma y la jugada. Ósea que con
la pequeña maquina muele el hielo en pequeños trocitos y al agregarle la
tintura de coco se lo entrega- El tipo viendo que lo va consumiendo le dice:
carajo no me lo piensa pagar- No tengo dinero- Eche no joda. Le
intenta darle tremendo puñetazo, pero el hombre de cabello largo agachándose lo
logra esquivar. Al ver la acción una extrajera que lleva puesto una bermuda y
una camiseta azul, estando recostada contra un poste de la luz tomándose una
Coca Cola, al ver el hecho se acerca al lugar de los acontecimientos- Va
diciendo en un mal castellano pero entendible: amigo porque le quiere pegar al
pobre muchacho, acaso por llevar el cabello largo, que país más atrasado y de
machistas- Este maricón no me quiere pagar el raspado- Cuanto es… Son solo
cincuenta centa-vos nada más. Ella saca un billete de dos pesos y el vendedor
de raspado le da las vueltas- Le agrega a la cuestión diciendo: aquí por un
raspado lo pueden matar. Al estar rodeándolos toda una concurrencia se pone a
discutir sin saber ni siquiera de que se trata el asunto, simple-mente de
discutir por discutir. Al ver que hay ganas de pelear, la gringa rubia lo
agarra con toda la fuerza y lo saca, al ver el tal alborote corren varias
cuadras a la orilla del río Sinú, al ver las aves que cruzan gran extensión del
cielo luego que se saca la gringa la mochila se sientan ocupando la banca de
cemento. Al mirarse directamente a los ojos ya existe una complicidad- Luego él muchacho: te
debo una, algún momento te la devolveré con creces. Tu siendo del país del norte
que haces por estas tierras…- He llegado a Colombia hace algo así como tres
meses, he estado la mayoría del tiempo en Sanagustín en la zona arqueológica y
ahora simplemente estoy viajando por esta costa, lo que no se es adónde voy a ir.
Ahora que te encontré me gustaría que me acompañes, no sé a dónde. Se ríen
esparciendo las carcajadas por el ambiente- Mi problema, es que no llevo ni
cinco chivos con migo- Eso no es problema lo importante es la actitud, lo demás
sobrara ya verás. Empapados de sudor se quedan con la mirada perdida en lo que
es el río, al reaccionar ella- Le dice: que belleza es detener la mirada en el
río- Si, es increíble pero por lo que veo has aprendido español bastante bien-
Me esfuerzo ya que para comunicarme lo tengo que al menos intentar aprender- Lo
intentas lográndolo de maravilla- Ella (viéndolo directamente a los ojos) ya
casi puedo volar. Se vuelven a reír como la primera vez- Ella colorada de tanto
reírse aplica con su voz lo siguiente: tengo hambre comamos algo que yo aún
puedo invitar, ya cuando termi-ne con este maldito dinero seguramente nos la
arregla-remos- Seguro que sí. Haciendo un esfuerzo se logran levantar a pesar
de la alta temperatura, movilizan los pies por la orilla del gran rio, al ver
en la lejanía el letrero enorme de un restaurante van a su encuentro
lentamente, al llegar entran en el enorme lugar sentándose ocupando la única
mesa libre, enseguida se dan cuenta que los comensales los observan
detenidamente- Ella va murmu-rándole al oído: que gente, no son ellos y quieren
que los demás tampoco sean, que fastidio- Es así, por que no puede ser de otra
forma, es la mediocridad andando nada más. Al llegar el mesero que luce un
corbatín, un pantalón de dril, y una camisa blanca corta en la mangas- Que les
pregunta: van almorzar… La extranjera le contesta: a qué creé que venimos,
seguramente no a ver como los demás se alimentan, me imagino que en este
restaurante tienen el menú del día- Si claro, tenemos sancocho de pescado, con
ensalada y patacones- Por favor tráiganos dos- Ya mismo se los traigo. Al
desaparecer el hombre que hace de mesero se quedan en silencio, al rato aparece
con los dos almuerzos que con cierto cuidado los coloca sobre la mesa, a pesar
de las miradas empiezan a consumir el
almuerzo haciéndolo lentamente- Él al ver como los miran va murmu-rando
con su voz: que gente más intolerable ya te diste cuenta como nos miran- La gringa: no te preocupes por eso
simplemente hagamos que no es con nosotros. Al probar, agregándole a la
cuestión- Dice: esta delicioso- Si tiene buena sazón. Al acabar se levantan y
pagándole al mismo individuo salen a pesar del calor, caminan una cuadra y se
detienen, sin importarles nada se abrazan y serrando los ojos se besan cariñosa-mente-
Ella sin soltarse de él le murmura al oído: desde esa pelea extraña ya me
gustaste, no por la pelea si no por lo que eres. Se ríen como niños- Ella
quiero que nos vayamos de esta maldita ciudad y ojala alguna playa- Yo creo que
en el mercado podremos tomar una chiva algún lugar donde haya playas increíbles-
Si vamos. Andan bordeando el río y se devuelven al mercado por las mimas calles
que ya pasaron, al arribar al sucio mercado ven en la distancia una chiva, al
acercarse ven a un muchacho que grita: Arboletes, Necoclí y Turbo- Él sin
soltarle la mano va diciendo: montémonos y vamos a Necoclí por lo que se ese
pequeño pueblo tiene bellas playas. Ya sentados sudando van viendo que
lentamente se va llenando el viejo automotor, los que se van sentando los miran
como si fueran de otro planeta- Un señor le dice a una señora: esos son dos
mujeres o dos hombres- La señora: yo diría que una mujer y un maricón. Al
escuchar las griticas injustificadas prefieren quedarse callados. Al arrancar
la chiva levanta una nube de polvo, al salir de Montería sienten la brisa que
entra por las abiertas ventanillas dando una sensación de frescura increíble-
Ella tomando su mano va murmurando: que alivio este fresco viento- Si tienes
razón ya que el calor en muchos casos es más que agobiante. Al tomar la vía
destapada el particular vehículo va saltando removiéndolos por dentro- Ella:
como salta esta chiva, si cierro los ojos
seguramente me puedo imaginar que voy en
un camello- ¿Acaso has montado en dromedario?- No, me lo imagino que debe ser
algo así. Luego de decirlo se queda pensativa y luego habla: parece que te
conociera desde siempre, el único problema es que no se tu nombre- Si, tienes
razón me llamo Alberto pero mis amigos me dicen Palito- Ella se ríe y luego le
murmura: seguramente por lo flaco- Si así es. Al rato ella se a recuesta en el
hombro de él quedándose dormida. Palito se entretiene viendo el paisaje que se
le va presentando escuchando a la vez el murmullo de la gente que no para de
hablar, al pasar un pequeño puente llegan a Arboletes donde el conductor detiene
la chiva, se bajan unos, se suben otros y al volverse a llenar van más
apretados pero ella aun así no se despierta. Al volver arrancar la chiva
va tomando por una carretera con más
huecos y desniveles, el sigue a pesar del movimiento del carruaje entretenido
con la panorámica de árboles, del ganado cebú y con burros; al atravesarse uno
de estos pequeños equinos el conductor pega un terrible frenazo que hace que
todos los ocupantes se peguen en la cabeza, ella estrella su cabeza contra la
de él, haciendo que el golpe la despierte- Ella sin entender nada va diciendo:
que golpe, que paso…- Simplemente se atravesó un burro. Ella lo toma como
chiste y se carcajea. Al arribar la chiva al pequeño pueblo se detiene en lo
que puede ser el mercado, luego que se bajan unos tantos lo hacen ellos y al
ver en la distancia los cocoteros y la playa no dudan en caminar en ese
sentido, rápidamente están entre los cocoteros, luego en la playa de arena
blanca y de agua azul-marrón- Ella que alivio estar en esta bella playa,
alejémonos todo lo que podamos del pueblo. Al quitarse ella las chanclas y el
las zapatillas caminan llevando cada uno su calzado entre el contorno del agua
y la playa que con cada pequeña ola cambia de nivel, al ver un destruido kiosco
se detienen poniendo los pequeños morrales sobre la arena, ella de una saca la
hamaca donde suele dormir y la amara entre los dos postes del kiosco, luego se
acuestan sobre la rayada hamaca a divisar el paisaje del océano de un azul
profundo, él al sentirla la toma por el frente y la besa cubriéndola todo el
cuerpo, luego introduce sus manos entre la camisera lográndole acariciar los
duros senos, ella arde de sensualidad y introduce una de sus manos entre el
bluyín tomando el pene erecto que acaricia suavemente. Al volver a la
normalidad se quedan profundamente dormidos y solo se despiertan en la noche-
Ella luego que abre los ojos va dici-endo: que ganas de comer, si no mastico al
menos algo creo que me voy a morir de hambre- Él le contesta: para no dejar
nuestras pertenencias solas es mejor que yo vaya a buscar comida o por lo menos
alguno de los dos, quieres que vaya o deseas ir tu- Ella: ve que yo me quedo
cuidando nuestras pertenencias, pero toma este dinero para que puedas comprar
comida- Tratare de no demorarme. Luego que le da un beso sale caminando por la
arena de la playa en dirección del pueblo, e iluminado por la luna creciente,
va marcando sus pisadas en la arena al llegar al pueblo no ve absolutamente a
ninguna persona y menos encuentra un restaurante o una tienda abierta. Pensando
decide tocar en alguna de las casas de madera, al ver una de esas casas
iluminada por su propia luz, toca suavemente la puerta al rato una voz femenina
le contesta: guíen es…- Él replica con su voz: será señora que me hace un
favor- La señora: eche, que favor quiere que le haga a esta hora de la noche-
será que me puede vender algo de comida que mi amiga y yo no podemos aguantar
más el hambre. La señora abre la puerta al verlo se va hacia atrás diciendo: como
un hombre puede tener el cabello largo, o será que eres una mujercita con
cuerpo de hombre- Soy lo que soy y punto- Bueno siga que ya mismo le preparo
dos comidas. Al entrar es guiado por la señora directamente a la precaria
cocina donde saca de la destartalada nevera un largo pescado- Él viendo el
pescado le dice: cómo va a preparar ese lebranche, lo voy a guisar y además
tengo arroz de coco ya preparado y voy hacer unos ricos patacones con esos
plátanos. La señora al intentar soplando las brasas logra encender la madera
seca al poner aceite en el carcomido sartén, coloca el pescado lográndolo freír
rápidamente, luego que él le ayuda a pelar los plátanos los parte en pedazos
más o menos iguales, los fríe y luego con una especie de mazo los aplana lográndolos
fritar, de último calienta el arroz de coco- La señora: ahora el problema es en
que va a llevar esa comida. Al ver una palangana de metal coloca lo que hiciera
adentro, juega se la entrega diciendo: te voy a cobrar cinco barras- Él le
entrega la suma estipulada por ella y sale llevando la palangana con la comida
y los cubiertos que la señora le ha prestado, al caminar con el propósito de
volver al kiosco, ve el brillo del mar que le da una apariencia conmovedora y
extraña, al llegar la encuentra acostada sobre la hamaca- Ella viéndolo le va
diciendo: porque tardaste tanto, no te imaginas el susto que me lleve- Comamos
que me vas contando. Al poner un sucio manto sobre la arena colocan la
palangana y sentados empiezan a comer- él sígueme contando: imagínate que una
sombra humana vino de yo no sé dónde y se me estaciono al frente de esta
hamaca, al rato tomo una apariencia horrible que me asusto tanto que hizo que
gritara como desesperada, grite tanto que esa macabra figura se desvaneció
dejando una estela de humo en el ambiente, nunca antes me asuste tanto ya que
era horripilante. La abraza- Diciéndole: no te volveré a dejar sola pero si no
me dices tu nombre llamo al monstruo para que te asuste- Ella en son de broma le responde: eso es una amenaza o una receta de cocina- Las dos cosas
al mismo tiemplo- Si es así soy Crey. La abraza y la besa. Siguen comiendo y al
estar hambreados le dan rápida-mente mate a la comida- Crey: qué bueno que al
menos calmamos el hambre, yo no sé si la comida estaba tan rica o simplemente
era el hambre- Las dos cosas, que tal si caminamos para bajar esta llenura- Si
vamos. Al levantarse, en el mar y con la arena lavan la palangana y los
cubiertos, se disponen a andar haciéndolo en la margen del agua, al fondo ven
la tempestad que se avecina- Crey: que rayos más impresionantes será que se
viene una tempestad- Espero que no. Poco a poco la tempestad se va alejando en
la otra dirección y llega del norte un viento suave que los invade- Crey: ahora
si me dio ganas de meterme al mar. Él sin contestarle se va desvistiendo, ella
hace exactamente lo mismo y al estar como llegaron al mundo corriendo se lanzan
a la quietud del mar, nadan y nadan. En un momento que se toman se besan,
lográndose palpar las partes más sensibles del cuerpo, al abrirse al deseo
entran en la acción del sexo consumando el amor de sus espíritus- Crey: esto que me está pasando con tico es increíble, ya con anterioridad lo estaba soñando. Al
salirse del agua salada y de la arena se
retiran al kiosco postrándose sobre la larga hamaca y al estar desnudos
sintiendo la cálida brisa se quedan inmediatamente dormidos.
En
la mañana en el momento que se despiertan se ven rodeados de varios niños que
los miran con sus caras llenas de alegría- Una niña con su mira-da inocente les
dice: ustedes parecen como esos seres de los cuentos- Crey cubriéndose y
cubriéndole a él con la sabana desteñida le dice: usted niña se ve muy bella,
acaso donde viven…- Un niñito le contesta con su vocecita: vivimos en el pueblo
vamos hacia la escuela- Palito: les gusta ir a la escuela…- Otra niña aún más
grande: si, cuando jugamos pero no mucho cuando nos mandan hacer los deberes,
Ahora ya nos vamos. Al irse los ven que se alejan y al rato no los ven más-
Palito mirándola le dice: vayámonos a otro lugar de la playa- Primero compremos
alguna olla y comida para cocinar que al hacerlo nos vamos a liberar de ese
problema, además de una vez devolvemos el recipiente de metal y los cubiertos a
la seño- Si, vamos. Descuelgan la hamaca que doblándola muy bien la meten entre
el morral de ella y luego lo que han sacado, se colocan sobre la espalda cada
uno su respectivo morral, empiezan andar serenamente de esa manera él la lleva
a la casa donde le prestaron la palangana, al llegar tocan la puerta esta vez
abre la puerta una pequeña niña que gritando llama a la mamá, ella en menos de
nada aparece sonriéndoles- Les habla: amigo raro esta gringa es tu novia…- Ella:
si yo soy su novia me llamo Crey mucho gusto en conocerla, se saludan con un
apretón de manos- La señora entren que los invito a un café. Van directamente a
la derruida cocina, se sientan y al rato las señora les pasa en una taza una
buena dosis de café y en un platito varias cocadas, las cuales las consumen despacio con el caliente
café- Crey dirigiéndole la mirada a la señora le dice: que delicioso esta esté
café y las cocadas, cuantos viven en esta casa- La señora: mi madre, mi esposo
que está pescando, y mis tres hijos y la niñita que está aquí con migo- Al
acabar Palito va murmurando: nos tenemos que ir pero gracias por la comida de
anoche, por el café y las cocadas. Al darle un beso se retiran por donde
entraron, caminan entre las diferentes viviendas y al ver una especie de
granero entran al interior, van tomando plátanos, arroz, algunas otras cosas y
un bidón de agua, al pagarle al señor que los ha mirado todo el rato con cara
como de extrañeza vuelven a salir- Ella
murmura ahora si vayamos lejos de este pueblo ya que para nada me agrada como
nos miran. Al volver a la playa andan por el límite del agua y el océano,
avanzan lentamente dejan el pueblo muy atrás, al salirse de la playa toman un camino
que los lleva a otra playa tan extensa como la primera, al ver una construcción
algo desbaratada no dudan en entrar, al hacerlo por un marco sin puerta se
posesionan dentro de la vivienda- Crey no está en tan malas condiciones, si la
arreglamos al menos un poco la podremos habitar- Si hagámoslo que el día está
fresco. Se ponen en la tarea, primero al hallar un palo, un pedazo de alambre y
varias largas hojas se construyen una rudimentaria escoba, con la cual ella
barre la casa dejando el piso de cemento completamente, limpio, cuelgan la
hamaca y ponen en un rincón sus mochilas, ya desnudos y tranquilos van al mar
donde nadan viendo el horizonte, al cerrarse con grandes nubes el firmamento
van cayendo las primeras gotas, luego se ilumina el cielo con los relámpagos y
caen terribles truenos, ellos asustados corren al interior de la construcción,
al precipitarse el aguacero el agua se va colando por el techo y las derruidas
paredes. Al oscurecerse completamente el viento se hace agreste que mueve la
derruida casa, en un momento dado sin que sepan que hacer, entra una figura
fantasmal que toma una apariencia horrible, flaca de huesos y un rostro
impresionante desfigurado, esto hace que se aprieten cuerpo contra cuerpo
sintiendo un verdadero terror. La figura se les aproxima y en el momento que
los quiere tomar un increíble relámpago los ilumina, la figura se prende
volviéndose toda una enorme llamarada que se los traga, escuchándose los gritos
que son también como lamentos y quedando únicamente las cenizas donde estaba la
casa desbaratada, como si nunca hubiera habido esa derruida cons-trucción. Fin.
EL REGALO DEL MAR
Un
personaje que se dedica al teatro, arriba al pequeño pueblo de Arboletes. Al
bajarse entre la gente sosteniendo un pequeño morral ve hacia los cuatro puntos
cardinales, se decide por preguntarle a un par de sujetos que sosteniendo la
espalda contra la pared blanca de una de las casas de material y bebiéndose una
botella de ron- Al acercarse le pregunta: ustedes deben ser de este pueblo- El
más bajo de los dos que a la vez tiene un pronunciado bigote le contesta: si
claro, siempre hemos vivido aquí, acaso
usted de donde viene y a que ha venido- Vengo de Cartagena y vine a buscar un
amigo que se llama Alejando- Se quedan como pensativos y el moreno que sostiene la
botella le contesta: debe ser el cachaco, él es más bien alto, de barba y vive
con una mulata llamada Carmenza- Por lo que me describe debe ser él, pero no
sabía que viviera con alguna mujer, eso no importa donde lo podre encontrar- El
primer sujeto que ya le hablara le murmura: ve esa tienda, doble en esa esquina
que vera una casa amarilla de un pequeño balcón ahí viven. Al darles las
gracias va por donde le indicara, al dobla ve en el otro lado de la calle la
vivienda de color de la yema de huevo y de balcón, al atravesar la calle se
coloca en frente de la puerta que suavemente toca, al abrirle la puerta una
bella mulata de ojos claros que lleva su largo cabello atado con una goma
violeta le dice: tú debes estar buscando Alejandro mi compañero- Si claro, yo
soy un viejo amigo de la época de Bogotá en la cual hacíamos teatro- Si él me
ha contado, ahora está visitando a su madre que sufre no sé qué enfermedad pero
siéntate y descanse que ya mismo te sirvo jugo de tamarindo. Al irse a la
pequeña cocina vuelve trayendo el jugo con hielo y le entrega el vaso,
sentándose en una de las sillas viéndole de frente. Se quedan callados y al
rato sienten que Alejandro con la llave abre la puerta, al entrar y volverla a
cerrar lo ve sentado, el amigo parándose va a su encuentro, se abrazan con
alegría- Alejandro le dice: que buena sorpresa si no te estuviera viendo no lo
creería, no has cambiado en nada, si por lo menos han pasado quince años desde
que nos vimos la última vez allá en Bogotá- Si claro, ahora a que te dedicas…-
Trabajo en la escuela como profesor de historia y geografía, te presento a mi
compañera Carmenza. Al darle un beso se sientan ocupando las cómodas sillas-
Ella ya mismo te arreglo la cama del cuarto de huéspedes. Se levanta y va
directamente a la habitación- Alejandro: Federico tu donde vives en la
actualidad y a que te estas dedicando- Vivo desde hace cinco años en la
Heroica, cerca del centro me tienen que ir a visitar y me dedico lo mismo que
tú a la enseñanza de historia y geografía en un plantel escolar llamado colegio
Cartagena pero ahora estoy en licencia- Que bien. Al volver la chica mulata se
sienta ocupando la misma silla, hablan los tres de un tema y de otro que se les
pasa el tiempo, al oscurecer va diciendo Carmenza: voy a hacer la comida-
Alejandro yo te ayudo- Tranquilo amor quédate hablando con tu amigo. Ella va a
la cocina mientras ellos dos se quedan conversando sobre la época que hacían
juntos teatro. Al comenzar a oler lo que ella está preparando- Federico va
murmurando: que rico huele- Mi amor cocina como los dioses ya veras, que tal es
vivir en Cartagena- Es una ciudad extraña ya que hay un grupo de gente bastante
elitista que viven a la vez como aristócratas y otro lado de la población
marginal que vive en la miseria absoluta, además el mar está comple-tamente
contaminado ya que los desperdicios humanos van a caer directamente en el mar,
es una joda- Lamentable. La chica al salir de la cocina ordena con los
cubiertos y las servilletas la mesa redonda y luego trae los platos de arroz de
camarones y de último la jarra con jugo helado de tamarindo- Ella ya está lista
la cena sentémonos a disfrutar. Hacen lo que dijera ella sentándose, empiezan a
comer el arroz con camarón- Federico ya entiendo el porqué de que cocinas tan
delicioso, esto es un verdadero manjar. Comen conversando sobre la cotidianidad
y sobre la vida en este pueblo. Al
acabar se levantan y entre los dos lavan los platos, la jarra, la olla y los
cubiertos en el lavaplatos- Teresa me retiro ya que quede de ir a la casa donde
vive mi hermana. Al salir ella se quedan solos- Alejando vamos a tomarnos una
cerveza a la playa- Como ustedes me invitaron a comer yo convido a las
cervezas- De acuerdo vamos. Al salir caminan hasta la tienda que ya pasará
Federico, entran viendo el pequeño mostrador de madera donde está la señora que
les dice: me imagino que viene por las cervezas- Si seño deme cuatro cervezas
ojala las más heladas. Ella saca del tacho lleno de hielo las cuatro Águilas y
se las entrega a cada uno dos, al pagarle Federico salen con sentido de la
playa, al pasar entre los cocoteros se instalan sobre la arena viendo las olas
blancas del mar, el mismo Alejandro sentado sobre la blanca arena con la navaja
que tiene destapador abre las cervezas, van tomando- Federico: que se hizo
Sandra la antropóloga con que andabas en Bogotá- Al abrirnos se fue a la sierra
no sé nada más, y tú sigues con Claudia la paisa- Nos separamos hace rato y
desde ese tiempo ando solo. Toman la segunda cerveza concentrados viendo el mar
y al acabarlas de la arena se levantan y al volver a la casa encuentran a la
mulata Carmenza sentada leyendo- Federico nena que estás leyendo- ella mostrándole
el libro le contesta: es cien años de soledad lo estoy releyendo ya que en la
primera lectura siempre falta algo por entender y precisar- De acuerdo ya que
los buenos libros hay que releerlos- Alejandro mañana lunes tengo que ir a la
escuela como corresponde, vayámonos a dormir que mañana tengo que madrugar. Al
despedirse Federico se va al cuarto, viendo que ellos dos hacen lo mismo. Antes
de meterse entre la cama prende el ventilador y sintiendo el viento proveniente
del aparato se queda de una vez profundo.
Federico
algo tarde en la mañana al despertarse se levanta y sale sin encontrar alguno
de los dos, sale a caminar en dirección de la playa pero al ver un pequeño
lugar de comidas, entra viendo a una linda muchacha blanca de ojos verdes y de
cabello algo rojizo que esta desayunando, al sentarse ocupando la otra mesa
viene la señora morena que al verlo se le acerca diciéndole: Desea desayunar-
Si claro pero que tiene para desayunar- Hay huevos revueltos o fritos, pan,
queso, jugo de naranja café o café con leche- Deme por favor huevos fritos,
queso, pan y café- Ya mismo le traigo lo que usted me dijo. Al volver a
dirigirle la mirada a la mujer joven, ella le responde mirándolo- El sin temor
le comunica lo siguiente: quieres que me pase a tu mesa así hablamos- Si claro.
Al levantarse y acercarse la ve aún más bella y le dice: eres muy linda, que
hace una mujer tan bella aquí en este pueblo- No vivo aquí ya que vengo de
Cartagena- Que coincidencia ya que yo también he venido del Coralito de piedra,
donde me dedico a enseñar en el colegio Cartagena geografía y historia y tú a
que te dedicas allá y porque estás aquí hablando con migo…- Eche doy clases de
Inglés en el Colombo-Americano pero he pedido vacaciones, aquí estoy visitando
a mi amiga Juana que vive aquí con su novio y llegue esta mañana. Al traerle la
seño el desayuno empieza a masticar sin quitarle la vista a ella de encima-
Luego que termine me quieres acompañar a la playa- si claro, así conozco. Al
terminar ella lo ve consumir el desayuno que lo hace lentamente, al acabar se
levantan y luego que le pagan a la señora salen con sentido de la playa, bajan
la calle encontrando la playa de un mar muy picado sentándose a presenciar el
espectáculo de las grandes olas- Ella le murmura: en este mar no me meto ni de
vainas- No se debe hacer ya que está demasiado picado más bien vamos a caminar
por esta playa. Al levantarse sobre la arena blanca viendo las
inmensas olas que rompen creando una
atmosfera bravera- Él volviendo a irrumpir sobre el silencio le habla:
estudiaste ingles a donde- En California, ya que viví por más de siete años
donde estudie arte pero nunca me dedique de lleno a pintar lo hago esporádi-camente.
Tú estudiaste historia y geografía- No para nada termine teatro en la escuela
de arte dramático en Bogotá, trabaje con varios grupos y al pasarme un
accidente decidí irme a Cartagena donde por circunstancias de la vida empecé a
dictar esas asignaturas y ya llevo varios años en ese cuento. Caminan hablando
airadamente sobre sus respectivas vidas, de esa manera llegan al volcán de
lodo- Ella viéndolo dice: que es esto…, parece algo así como un manantial, un
hoyo de barro. Mira lo burbujeante que es- No, se trata de un volcán de lodo
que tal si nos metemos- me da miedo- no hay porque temer, espera que ya mismo
me meto. Al introducirse entre el volcán sintiendo el lodo algo caliente y
burbujeante- metete que es una sensación deliciosa. Ella luego que se despoja
de la camiseta azul claro y quedando en un vistoso bikini, con cierto temor se mete
sintiendo la bacana sensación y van flotando entre el lodo algo caliente que no
pueden sumergirse sino por el contrario flotar, al salir lo hacen impregnados
de lodo- Ella luego que se ríe modula los labios hablando: al ver nuestros
cuerpos parecemos que fuéramos dos estatuas que hubieran sufrido una calamidad
producida por un volcán- Te refieres a Pompeya y Herculano- Si exactamente eso.
Al empujarla suavemente van corriendo hacia el mar donde se lanzan entre las
olas lográndose sacar del cuerpo el lodo, hacen lo mismo una y otra vez. En un
instante de calor se toman de la mano cerrando los ojos instantáneamente se van besándose- Federico Abrazándola contra su
cuerpo le murmura: yo soy Federico y tu cómo te llamas…- Alicia. Se vuelven a
besar largamente- Ella le dice: me gustaría encontrar un buen lugar en esta
playa para ver el atardecer- Si es así vamos que lo buscamos. Mueven los pies
agilizando sus movimientos de esa forma llegan a una gigantesca roca, con la
ayuda de él que dándole la mano logran treparla, al ver el sol que está muy
cerca del mar, fijan las miradas en el sol que ya está descendiendo en
dirección del océano- Ella al ver flotando algo así como cajas dice: que es eso que está trayendo el
mar…- Vi algo así como cajas de cartón acerquémonos a ver de qué se trata. Al
descender de la roca se acercan por la arena al mar, al ver una caja de cartón
ella la alza y al abrirla fácilmente ya que esta bastantemente húmeda se dan
cuenta que son nada menos que quesos holandés; ella al tomar otra casi igual al
abrirla se enteran que son muchas latas de cerveza y otra aún más grande al
abrirla encuentran latas de atún, de salmón, de pulpos y de otros mariscos. Al
querer volver llevando las cajas a la roca ven otra caja, él al meterse entre
el agua la toma llevándola a orilla al abrirla se enteran que se tratan de
botellas de whisky y dos cartones de cigarrillos- Ella con todo esto nos
podemos hacer una rumba, veamos el atardecer y después donde llevaremos todo
esto…- Se me ocurre que a la casa de mi amigo Alejandro, que es donde me estoy
quedando. Al volver a trepar la roca se posesionan y van viendo como lentamente
desciende el sol entre el mar, al verlo que se topa con el océano se vuelve el
ambiente más anaranjado- Ella como pensativa va hablando: cómo es posible que
encontráramos esas cajas con las latas de cerveza, con todo ese queso holandés
y con las otras cosas de fumar, comer y beber. ¿Qué crees que pudo ser? A lo mejor fue un barco que
llevaba contrabando o que naufrago- Todo es posible pero gracias a yo no sé
guíen o guienés tenemos todo esto. De esa forma ven cómo va oscureciendo, antes
que oscurezca completamente vuelven a bajar a la playa. Decididos a irse
recogen las cajas que entre los dos se encargan de llevar como pueden, a pesar
del peso y de la dificultad de llevar esas cajas caminando se ponen en marcha
logrando llegar al pueblo, al ver a un señor le obsequian con algo de lo que
llevan y de último le dan dos paquetes de cigarros que enseguida guarda en el
bolsillo de la camisa. Al llegar ante la casa de Alejandro y de novia, al tocar
él la puerta Carmenza les abre la puerta diciendo: guíen es ella y que es todo
eso que llevan en esas cajas- La chica blanca: mucho gusto soy Alicia y estas
cajas las encontramos entre el mar- Que chévere. Al surgir de la habitación Alejandro
ve a la chica hablando con Federico y su novia Carmenza- los interrumpe
diciendo: ¿qué son esas cajas tan vueltas mierda y guíen es la chica?- Carmenza:
mi amor no te adelantes a los hechos, tranquilo- La conocí esta mañana en el
restaurante donde desayune, se llama Alicia y lo más particular es que vive en
Cartagena, como la magia no termina encontra-mos en el mar todo esto. Alejandro
al ver lo que contienen las cajas- Va diciendo pues celebremos algo, tu
llegada, el encuentro con esta bella mujer, mejor dicho arrumbear. Al sacar
entre los cuatro todos los víveres, las cervezas y los cigarrillos los van poniendo
sobre la mesa lográndola llenar. Al poner música rock colocan varias latas de
cerveza entre la nevera, la pareja de anfitriones sacan varias cubetas de
hielo, logrando poner rápidamente el hielo en una especie de hielera y al abrir
una de las botellas de whisky vierten parte del líquido en tres vasos iguales,
les agregan a cada uno de los vasos una buena cantidad de hielo, al levantar
cada uno su correspondiente vaso, brindan chocando los vasos- Carmenza a los
gritos: que viva la alegría, el encuentro de los amigos y sobre todo conocerla
a ella. Empiezan a moverse al ritmo de Jethro Tull tomando y bailando con las
requeridas ganas, de esa manera logran terminar con el contenido de la botella,
luego beben cerveza sin dejarse de mover y entre beso y besos se encienden, al
cambian de música siguen al compás de los Beatles; al abrir otra de las
botellas de whiski el propio Alejandro, regando algo en el piso vierte una vez
más gran parte del contenido en los cuatro vasos, como es de suponer vuelven a brindar como la primera vez,
al cambiar de música del rock al vallenato se atrincheran moviéndose muy
pegados cada una de las dos parejas, de esa forma beben moviéndose bien
amacigados. Al estar más prendidos que una orquesta. Bailan y bailan hasta que
se va la luz, Al estar más que prendidos por todas las cervezas y las dos
botella de whisky que se han tomado, Federico aprovechando la oscuridad logra
jalar suavemente a su amiga arrastrándola al cuarto, al desvestirse lanzando todo
al piso, ya en la totalidad de la desnudes al no calcular bien en vez de caer
sobre la cama lo hacen al piso de baldosas, se arrastran logrando posesionarse
en la cama con la única intención de amarse. Lo hacen de una forma y de otra
lográndose ensimismarse como si estuvieran en otro mundo. Fin.
LO SUCEDIDO EN EL ADVENIMIENTO DE UN
VIAJE
Cierto
personaje decide sacudirse de la ciudad, va por la carrera séptima, pensando en
su realidad que es relativamente positiva, en sus bajones, en la rutina de
pintar y tener que hacer dinero para subsistir y con ese punto de vista se
decide abrirse de Bogotá. Al querer pasar lo ancho de la avenida se tiene que
detener, debido al que el semáforo está en verde y el tránsito de los
diferentes vehículos es interminable. Luego de ese particular suspenso puede continuar
ya que el semáforo cambio a rojo y los automotores se han detenido, al llegar
al otro la-do del andén su mirada se cruza con la de una rubia, al no darle
importancia a eso continua igual, al ver un café se detiene y resuelto entra
sentándose ocupando una de las tantas mesas, en instantes se presenta uno de
los meseros- Que le dice quiere ver la carta…- No gracias, lo único que quiero
es un café bien espeso- Ya mismo se lo traigo. Al ver que el tipo se retira
perdiéndose de su vista, vuelve a los pensamientos anteriores, estando en esas
el sujeto de traje y corbatín le trae el café en un pocillo normal que lo va
colocando sobre la mesa, al irlo tomando lentamente saca de los pensamientos
como conclusión que se tiene que ir a descansar a una playa, como recuerda que
su abuelo Papeyo vive en la Doctrina un pueblo cerca de San Bernardo del Viento,
se decide por esa cómoda opción, y como conoce a alguien que le puede cambiar una pintura por un
pasaje de avión. Luego que termina con el café se levanta muy decidido a ir a
su apartamento por algunos cuadros. Antes de irse paga el café y al salir toma
en dirección de la Candelaria, como camina rápido llega en menos de nada al
Barrio, al tomar la tercera le baja el ritmo y camina más tranquilo observando
las fachadas de las calles coloniales y sus respectivos balcones, al doblar por
la panadería habitual toma la novena y luego arriba a la construcción colonial
donde vive, con la llave abre la puerta que lo lleva al patio centrar, y al
decidirse abrir la puerta, lo hace con la llave viendo la fuente, entra yendo
al taller donde recoge la carpeta de cuero donde guarda las pinturas que quiere
vender, Al colocarse la larga correa
carga la carpeta y tan rápido como entro sale, al ver un taxi le pone la
mano- El taxista abriéndole la puerta de atrás le dice: a donde quiere que lo
lleve- Me dirijo a la calle dieciséis con novena- Súbase que ya mismo lo llevo. Al colocar la carpeta
sobre el asiento se sube sentándose, el taxista pone el auto en movimiento de
esa forma a pesar del tránsito lo lleva, al llegar luego que le paga la carrera
al taxista abriendo la puerta se baja, luego que se vuelve a colocar la carpeta
camina unos pocos pasos de esa forma entra en el sitio de los pasajes aéreos y
de los planes turísticos, Al ver al personaje dueño lo saluda de la mano-
Diciéndole: que tal la vida amigo Silvio- En general bien pero ese milagro de
venir por aquí- Desde hace días he querido venir pero he estado ocupado
pintando- Ha entiendo, desea algo- Si como deseo descansar quiero proponerle
algo interesante que le puede gustar- Me imagino que es lo referente a las
pinturas, imagínese que le quiero regalar a mi esposa un cuadro para que lo
ponga en su estudio, muéstreme que trae en esa carpeta. Al abrirla le muestra
varios cuadros que los ve detalladamente- Le dice: me gustaron estos dos, ¿que
cuestan?- Se los cambio por un pasaje a Montería ida y vuelta y algo de dinero-
Lo del paisaje no hay problema pero cuanto de dinero estipula que cubra el
resto del valor- Yo creo que tanto- Si es razonable, toma el dinero y dígame cuando
quiere viajar- Lo más rápido posible- Le sirve para mañana viernes a las diez
de la mañana- Es perfecto. Al rato le entrega el boleto
de Avianca para esa
fecha, al despedirse del amigo con un cálido abrazo,
alegremente sale a la calle, va a la cinemateca donde ve Vivamente el domingo
de Truffaut que le agrada, luego vuelve a su lugar a comer algo y a dormir.
Como
ha puesto el despertador desde la noche anterior, suena a las ocho y media
exactamente, al despertarlo se levanta hiendo al baño donde se baña rápidamente
como el sonar de un pedo, se viste livianamente, ordena con pocas prendas el
pequeño morral y luego que desayuna con lo que encuentra, sale y busca un taxi,
al encontrarlo poniéndole la mano lo detiene- el conductor le habla: a donde
va- Al aeropuerto. El señor arranca el auto al salir de la candelaria toma la
av. veintiséis que lo lleva en dirección del aeropuerto, luego que ve en el
recorrido las diferentes construcciones y potreros encerrados con postes y
alambre de púas arriban a un costado de la fea edificación, luego de pagar y de
ponerse sobre la espalda el morral, cruza la puerta eléctrica y hace la
respectiva cola para que le marquen el pasaje, la cola avanza lentamente él se
desespera al sentir el fuerte perfume de la señora que va adelante suyo, cuando
llega ante la particular separación le muestra el pasaje, la joven lo sella
diciéndole: no lleva maleta verdad entonces aborde en el muelle nacional el
avión. Sale como si nada, toma la escalera eléctrica y al entrar en el muelle
con sus pies va abarcando el largo pasillo, al sacar un diminuto barrillo lo
enciende, fuma tranquilamente dispersando el humo en el ambiente de esa forma
logra acabarlo. En el otro lado del pacillo, baja las escalas al salir a la
intemperie ve el avión, tomando las escaleras metálicas arriba al interior del
aparato volador, saca el pasaje dándose cuenta que le corresponde la silla
numero treinta y cuatro, al pasar ante las silla ocupadas y desocupadas por fin
ve el número correspondiente al de su pasaje, como no hay nadie ocupando la
primera silla se sienta en la segunda viendo a través de la ventanilla parte de
la edificación y de la pista. Ya tranquilo se relaja cerrando los ojos, siente
que alguien se sienta en el puesto contiguo pero no le importa. Al rato siente
que avión se empieza a mover, rápidamente toma la pista al detenerse acelera
las turbinas y al arrancar velozmente empezándose a elevar, al abrir los ojos
voltea la cabeza viendo a una bella chica de pómulos sonrosados, labios
gruesos, de profunda mirada y de cabello crespo y largo. Al ver hacia abajo le ve las lindas piernas, ella
con cierta picardía lo mira pero él prefiere mirar hacia la ventanilla observando las nubes muy
blancas, luego el paisaje verde y al empezar a decolar la inmensa llanura
bastante verde, los diferentes árboles y luego al tomar la pista siente como
una descarga y un empujón, al frenar el aparato ve las instalaciones del
aeropuerto. Al quererle hablar a la chica ya se ha levantado, al salir la ve
delante de varias personas y de esa forma sintiendo la sensación de calor
húmedo baja, al entrar en la edificación adelantándose a los demás trata de
divisar a la bella chica, la busca entre la construcción sin lograrla hallar.
Piensa como es posible que allá desaparecido como si se la hubiera comido la
tierra, al desistir del cuento sale caminando por la avenida siempre tratando
de pasar ante la sombra de los lagos árboles, al llegar al encuentro de las dos
arterias principales como sabe la dirección del lugar donde quiere ir, al
cruzarla se estaciona en el otro sentido de Montería, se cubre del sol con la
sombra de un palo de mango, al ver la vía con tampoco transito luego que pasa
una camioneta y un jepp al pasar una chiva un hombre va gritando Lorica, Coveñas
y Tolú- El silbando con todo lo que le dan los pulmones, hace que el conductor
hace que se detenga un poco delante de él, al correr le da alcance subiéndose y se sienta al lado de una
gorda mulata ya como arranco la chiva va sintiendo el frescor que llega de las
mentirosas ventanillas que por supuesto no tienen vidrios, él se concentra en
lo que va viendo que se tratan de potreros, charcas, animales domésticos, con
ese sentido de la realidad el particular bus de palitos arriba a las calles de
Lorica, y solamente se deti- ene en frente del mercado, al bajarse los
ocupantes del bus en algarabía lo hace de ultimo. Al sentir la potencia del
calor siente una sed increíble, no duda en buscar una tienda, caminando la
encuentra y al entrar una regordeta le vende una Coca Cola helada, se la va
tomando pensando que en vez de ir a la finca de su abuelo vaya directamente a
San Bernardo a la playa. Luego de terminar la pone sobre el escaparate y al ver
a un jepp Willis va a su encuentro, lve al ver al personaje moreno que lo
conduce- Le dice: usted debe ir a San Bernardo del Viento- Tu con esa pinta de
dónde vienes- Te refieres a mi cabello largo a estos bluyines de bota campana y
a este collar precolombino- Eche sí, pero dime de dónde vienes- Que tal si te
digo de Cartagena- No te creo- Porque razón…-
Porque los cartage-neros no se visten
de esa manera- Entonces como se visten y
que me dice que mi abuelo es Pedro Clavel Martínez- No joda, puro embuste-
Bueno si no me cree no es problema mío. No terminan de hablar y el Willis
vuelto mierda se llena de pasajeros. Sin ponerle más cuidado al personaje
arranca el vehículo, al darle la vuelta al pueblo sale por la vía destapada-
Una señora al verlo le va murmurando con su voz: cachaco vas a la playa- No soy
cachaco ya que soy de la heroica, si no que vengo de Cachacolandia- Uso ahora
si le creo. El estrambótico conductor enciende el radio a todo lo que da
escuchándose un lamentable ballenato que irrumpe molestamente en los tímpanos,
el viaje más esa gorda que lo tiene estrujado y los huecos que hacen que se
sacuda el jeppeto se hace el viaje eterno, por fortuna llegan al feo pueblo, se
baja mareado que se tiene que sentar sobre el mismo anden derruido, al calmarse
e irse el mareo se levanta y al querer ir a una tienda se frena con una piedra
perdiendo el equilibrio y cae contra el piso arcilloso, al ver lo sucedido una
pelada se le acerca y riéndose le habla: Viejo Gabriel ya estas comprando
tierras por estos lares cordobeses- Él la mira detalladamente a la muchacha que
está en chores mostrando sus bellas piernas,
con un
cuerpo algo esbelto que le da una conformación de belleza, sin creer lo
que está viendo va murmurando: Diana Buitrago como así que estas por aquí, no
lo entiendo si hace menos de tres días te vi en el Goce Pagano bailando como un
trompo- Vine de repente casi ni lo planee si no te lo hubiera dicho, pero ya
párate que te ves ridículo- Al levantarse va diciendo: solamente estas situaciones
me ocurren a mí. Se ríen como bestias- Al detenerse de reír ella va diciendo:
qué tal si nos vamos de una a la playa- Vamos que el sofoco esta como para
derretir a cualquiera, pero espérame un momento que compro comida en esa
tienda. Al separarse de ella va a la tienda donde entra y al atenderlo una
señora le compra lo habido llenando la mochila, de enlatados, pan, papas fritas,
cigarrillos y una Coca Cola familiar y al salir va al encuentro de ella que
esta absorbida viendo las sombras producidas por los árboles- Él le dice:
aterriza, más tarde te invito a alucinar- Si es así vamos. Luego que se
carcajean como locos empiezan a caminar sintiendo el sol a sus espaldas- ella
andando va diciendo: me estoy muriendo de calor- Claro si son como las dos de la tarde,
cuando el sol más calienta. Dejan de hablar ya que la
alta temperatura no se los permite, en la lejanía empiezan a divisar la altas
palmeras de coco, lentamente logran llegar viendo el mar azuloso. Al verse
directamente a los ojos un buen rato, sin decirse nada lentamente se desvisten
lográndose despojar quedando tan libres como llegaron al mundo, al verse la
desnudes a pesar de sentir la arena hirviendo corren tirándose entre el oleaje
del océano, se toman de las manos de esa forma van pasando por debajo de las
grandes olas- ella sintiendo el frescor en su piel va murmurando: que delicia
este mar y más aún con tan buena compañía- es perfecto, por fin me estoy
desquitando ya que cuando te quería proponer algo, eche siempre pasaba algo
ajeno a los dos- No acaba de decir eso y una gran ola que va llegando con una
fuerza que al reventar los empuja hacia el fondo, él sale logrando
estabilizarse y al no verla va diciendo: mierda. Al rato la ve con el pelo
alborotado, nadando le da alcance y la estrecha contra su cuerpo diciéndole:
que revolcada tan hihueputa- Que susto ya que pensé que no volvería a salir de
ese trance, más bien salgamos que con esta he quedado agota. Salen entre las
olas que a la medida que
avanzan entre el agua decrecen con menos intensidad y de esa forma pisan la
arena firme, al ver una palmera van a su sombra y se acuestan sintiendo la
arena en la espalda, al voltearse a la misma vez encuentran sus labios dándose
suavemente un gran beso amoroso- luego ella le afirma con su voz: siempre me
gustaste, pero ahora que te veo me pareces increíblemente bello- Él le
contesta: mi caso es parecido pero a la vez es diferente ya que siempre me pareciste
lindísima, y en este momento lo estoy confirmando. Se vuelven a tomar abrazán-dose
de la cintura y como la primera vez se vuelven a besar. Al transcurrir el
tiempo se que-dan dormidos por un buen rato, al despertarse sienten el impacto
del sol sobre sus cuerpos sintiendo el ardor- Ella: Gabriel que brutos como nos
hemos quedado dormidos, ahora tendremos que sufrir las consecuencias- No le pongamos
bolas a eso más bien disfrutemos- Si claro, mejor busquemos donde podemos
colocar la hamaca que tengo entre este morral. Al decidirse encuentran un lugar
entre dos de las palmeras, cada uno amara de un extremo la soga a una palmera
quedando la hamaca algo templada, se acuestan logrando detener al mundo sin
pensar en nada viendo que el sol se refugia entre el bravo mar y al oscurecer aparecen
las estrellas en el cielo- Diana como despertando del trance va murmurándole:
ahora si me dio hambre que vamos a comer- No te preocupes que ya mismo de mi
morral voy a sacar algunas cosas de comer que compre en el Viento. Al
levantarse del morral extrae una lata de atún, un largo pan. Al abrir la lata y
partir el pan en el medio se fabrica un san duche que al dividirlo en dos
despacio comen- Diana luego de que traga va modulando con sus labios: con esta
hambre para nada está mal pero por favor sírveme de la bebida negra. Al abrir
la tapa de rosca sirve parte de la Coca Cola en dos vasos plásticos, de esa
manera comen y beben, al terminar se vuelven a introducir entre la hamaca que
en instantes se quedan profundamente dormidos.
En
la mañana son despertados por el grupo de amigos de la Candelaria- Ella viendo
el rostro generalizado de todos: no joda que le cayó a la sopa, como así que
ustedes están aquí si no los viera no lo creería- Una chica de cabello largo y
negro, como también de ojos supremamente negros le contesta: estamos en esta
playa desde el lunes pasado, lo único que sé es que lo tenemos que celebrar con
creces- Víctor que es un muchacho un poco bajo de estatura, de cabello lizo y
largo, y un poco pasado de peso va diciendo: por ahora me voy a fabricar un barrillote
para que todos fumemos. Marcela que es una joven de cabello crespo largo, de
pronunciadas cejas y de piel canela- Le responde: déjame a mí que yo lo hago
más rápido. Él le pasa la mariguana a ella que en un santiamén lo arma- Como el
que lo arma lo prende ya mismo lo enciendo. Lo hace con un pequeño encendedor
de gasolina, dándose varios plones y luego se lo pasa a Víctor que hace
exactamente lo mismo; al pasárselo de
uno al otro le dan varias vueltas logrando cada uno fumar varias veces. Al rato
se presentan la flaca Ligia, Humberto el calvo, con su hermana Claudia que se
sientan sobre la arena en el círculo de los personajes- La flaca va hablando:
como veo que ya fumaron voy armarme uno muy grande. Ella de su mochila harruaca
saca una especie de envoltura que al abrirla se viene una brisa, que sin darle
tiempo de que algo ven como la verdosa hierba vuela por doquier- Ella algo
desesperada por la acción murmura con su voz: maldita brisa ya vieron lo que
hizo, pero afortunadamente tengo más. Saca de la misma mochila otro paquete
similar, se pone en diferente posición dándole el viento en la espalda, con la
agilidad requerida lo pega quedando prácticamente como un cigarro, lo enciende
dándose varias copiadas, lo pasa y de esa forma todos fuman hasta extinguirlo-
Marcela haciendo un extraño gesto va diciendo: que delicia de traba además
combina excelentemente bien con esta bella playa- Diana interrumpiéndola va
murmurando: donde se están quedando- Ligia: donde la seño Albina cerca de aquí
y a pocos metros de esta playa, además como sus hijos y su marido son
pescadores siempre tienen pescado fresco- Gabriel: será que nos podemos
instalar con ustedes donde la señora- El Calvo: claro, que problema va a haber
si quieren vamos que nosotros vamos para allá- Diana espérenos que ya mismo
descuelgo la hamaca. Viéndolos sus amigo, entre los dos desamaran la hamaca y por
último Diana la guarda entre su morral, al colocárselos en la espalda todos
empiezan a movilizar sus dos extremidades, lo hacen entre la división modificante de la arena y el mar- Andando la
Flaca va hablando: nunca desearía irme de esta playa, más bien me quedaría a
vivir aquí. Van cantando melodía tras melodía acompañados por la flauta de
Marcela, al ver en la distancia la construcción de palma entre los altos
cocoteros, se dirigen al lugar
logrando llegar, al ver a la señora Albina que está colgando
sobre las cuerdas unas sábanas y alguna que otra toalla la saludan- Ella les
contesta: veo que están alegres, esa es la actitud porque si no se los comen el
tiburón, veo que me han traído a esta simpática pareja- Víctor contestándole le
dice: ellos son amigos del barrio- La chica le murmura: mucho gusto él es
Gabriel y yo soy Diana. Se dan la mano como si ya se conocieran- Albina:
quieren que les prepare a cada uno arroz de liza, patacones y ensalada- El
Calvo: yo creo que si verdad…- Todos en coro: claro que sí. Luego que le ayudan
a ellos dos a amarar la hamaca entre dos alargados postes al lado de las de
ellos, decididos se van al mar, lo hacen corriendo zambulléndose, van jugando
con las grandes olas que muchas veces los hacen tragar agua- Diana luego que la
zambulle una ola va diciendo: no puedo más me voy a salir. Al verla salir la
imitan tirándose todos sobre la arena sintiendo de a poco el sol sobre sus
cuerpos, ya secos tratan de armar un Barreto pero pasa lo de la primera vez, la
mariguana gracias a la brisa se les vuela perdiéndose entre la arena- Víctor
después que se ríe ha-bla: por fortuna tenemos bastante y aquí es casi regalada
que no me preocupa en absoluto. La flaca Ligia en un dos por tres lo logra
armar, luego de que se da varias pitadas se lo da a Diana que fuma de igual
manera, y al pasárselo de mano en mano van fumando logrando terminar muy
rápido- El Calvo: que garganticas parecen aspiradoras- La Flaca: más bien yo
diría que no te excluyas ya que tú eres tan garganta como cualquiera de
nosotros. Al rato aparece en la escena la negra albina que dice: ya pueden
pasar a la cocina que están servidos los platos con arroz de liza. Al
levantarse se sacuden la arena y van hasta la destapada cocina, que únicamente
el techo de palma esta sostenido por cuatro columnas gruesas de madera,
ocupando la mesa se sientan a disfrutar del almuerzo- Víctor luego que se
saborea dice: me encanta este arroz de liza, hay guíen diga lo contrario-
Marcela: es imposible decirlo ya que esta riquísimo. Van comiendo hablando todo
lo referente al mar de esa forma casi al tiempo acaban- Marcela parán-dose va
hablando: que llenura me voy a recostar en la hamaca. Ella hace lo que dijo
durmiéndose en el acto, mientras sus amigos discuten sobre cuestiones varias.
Diana mirando a Gabriel le dice: tengo ganas de caminar para bajar el almuerzo-
Pues vamos. Sin despedirse se retiran del lugar andando por la playa, al
encontrar un particular lugar, entran viendo las diferentes botellas de
licores, al aparecer un señor de amplio bigote- Les dice: quieren algún licor en
especial- Diana de cuales tiene…- tengo whisky, aguardiente, ron tornillo-
Diana dirigiéndole la mirada a su amigo le dice: de cual compramos- Se me
ocurre que ron tornillo. Al bajar una de las botellas del estante se la da a
ella- Que a la vez habla: por favor denos hielo y una coca- No tengo hielo pero
la gaseosa está bien helada- Gabriel: si denos una grande y dos vasos
plásticos. Al sacarla del barril del
hielo se la entrega, luego que le pagan salen a la playa viendo que el cielo
está algo nublado, se sientan en la arena y él enseguida abre la coca al servir
una buena medida en los vasos, luego que abre la botella del ron amarillento le
agrega para volverla a tapar, brindan dándose un largo beso y toman una buen
trago. Beben en silencio observando el mar, al bajarse más de la media botella
y gran parte de la bebida negra se paran y bailan con la única música que se
trata del largo zumbido producido por las olas del mar, al cansarse de hacerlo se vuelven a
sentar sobre la arena viendo como la brisa mueve las alagadas ramas de los
cocoteros- Ella distorsionando su forma de hablar: este ron tornillo esta
excelente mira como ya estoy de prendida. Luego que se besan prolongadamente él
introduciendo la mano en la parte de arriba del biquini le acaricia las tetas y
ella le dice: ten paciencia ya que aquí esas personas nos están mirando. Al
sacarle la mano siguen tomando logrando desocupar la botella, de noche se
levantan sintiendo la péa viva y caminan en zigzag entre la oscuridad de la
playa, no se dan cuenta como llegan y al acostarse en la hamaca sienten que el
mundo les da vueltas y a pesar de eso logran dormirse. En la mañana él abre los
ojos viéndola a ella que duerme profundamente, al levantarse piensa que es el
momento de ir a visitar a su abuelo. De una sin hacer ruido para que ella no se
despierte va armando el morral, al tenerlo listo se lo coloca sobre la espalda
y parte con destino del pueblo, al pesar del calor llega y al ver a una señora
que en una pequeña chaza vende arepas de huevo, le pide una que acompañándolo
de una Román se la come, al pagarla toma el jipeto, que lo lleva rápidamente a
pesar de los huecos al río Sinú, tienen que esperar a que vuelva el viejo planchón,
al acercarse el conductor arrancando logra encaramar el viejo Willis, al llegar
un pequeño camión y una camioneta el planchón toma velocidad y de a poco logra
atravesar el ancho del río de aguas barrosas, en el momento que llegan al otro
extremo, luego de que salen los dos vehículos lo hace el jipato de esa forma al
estar pasando a un costado de la finca- Gabriel grita: Parada. El pequeño
vehículo se detiene y él sosteniendo el morral se baja, viendo que el jipp
arranca abre la pequeña portada, al acercarse a la casa de material
impecablemente pintada de color azul, ve justo a su abuelo que al verlo se
alegra, al acercarse se estrechan dándose cortos golpes en la espalda- El
Abuelo le dice: a que se debe el milagro…- Este viaje ha sido repentino, vine especialmente a
visitarte ya que estoy en la playa con unos amigos, pero solo me quedo hasta mañana
ya que ellos me esperan- Está bien, acompáñame a ver como marcan el ganado.
Andan tranquilamente para arribar al establo, al treparse sobre el andamiaje de
madera van viendo como entre varios personajes con un instru-mento de
hierro al ponerlo sobre la candela que arde, con otros que sostienen al bobino
de raza costeña le aplica el apara tejo en la nalga lográndolo marcar con las
iniciales del abuelo, de esa misma forma ven marcar varios de esos animales de
cachos, haciéndose ya tarde- El abuelo va murmurando: por hoy ya fue suficiente,
al ver que retiran los trabajadores montados a caballo las vacas y los toretes
del establo haciendo un polvero bestial, se retiran a la casa donde la señora
que atiende al abuelo los hace pasar al pequeño comedor, al sentarse ocupando
la mesa charlando van consumiendo la carne, la yucas y las tajadas de plátano.
Al terminar se van al cuarto donde se acuestan sobre las hamacas viendo la
programación del canal de la televisión, se quedan en esas dormidos.
Sobre
la madrugada van abriendo los ojos, al levantarse se toman un tinto y con la
primera luz salen al establo a ver el ordeño, observando que rápidamente llenan
varias cantinas con la leche de las vacas. Al culminar vuelven a la vivienda
donde se hacen servir de la seño el desayuno, al comerse los huevos, el pan con
mantequilla, el queso costeño y el jugo de naranja, como Gabriel detesta la
leche deja intacto el café con leche. Al levantarse le dice al abuelo: me llegó
la hora de irme. Se vuelven abrazar de la misma manera y luego el abuelo saca
varios billetes y se los da diciendo: para que disfrutes y ojala encuentres
alguna novia para que la pases como se debe, increíble-mente. Al darle un pico
al abuelo se coloca el morral y haciendo un extraño gesto se retira, volviendo
a tomar la vía destapada, lo hace yendo al planchón y al ver una camioneta se
sintoniza con su dueño haciendo que lo lleve, al llegar el planchón al otro
extremo del río la camioneta bajándose parte y al ir velozmente llega a San
Bernardo. Donde al entrar en una especie de bar abierto, un primo que está
sentado lo llama, él ni corto ni perezoso va a su encu-entro, en el momento que
llega a la mesa- Este se levanta diciendo: oye Cabo que está pasando que estas
por aquí, como va esa pintura- Vine a la
playa y ahora vengo de visitar al abuelo y pintando como siempre pero esta vez
no he traído nada- Chévere, este encuentro amerita celebrarlo ya mismo pido una
botella de whisky. El primo al levantarse le pide al señor lo que dijera, al
rato el mismo tipo la coloca la botella
sobre la mesa, luego dos vasos, y un jarro con hielo, se sirven y brindan
mirándose a los ojos- Gabriel le murmura con su voz: que tal la finca…- La
vendimos- Como así…- se nos presentó un buen com-prador que al pagarla muy bien
no dudamos y se la vendimos y ahora pienso dedicarme al negocio del café- Bueno
si eso es lo que quieres está bien. Se quedan callados, al rato empiezan hablar
cada uno sobre sus vidas de esa forman logran terminar con el whisky- El primo
algo borracho viéndolo a él se va de bruces contra el suelo de baldosas, él al
intentarlo ayudar al tipo se le caen un billete de un valor alto, Gabriel
haciéndose el loco lo toma introduciéndolo en el bolsillo de su bluyín- el
primo al reaccionar abre los ojos diciendo: que huma, es mejor que me vaya a mi
casa por favor acompáñame. Lo ayuda a que se levante al caminar el primo le
indica con un ademan la dirección de la casa, caminan viéndolos varias
personas, una y dos cuadras al subir las gradas el mismo primo toca la puerta,
al rato abre una mujer baja de estatura que al darse cuenta de la fuma – Con
rabia grita: este hombre está otra vez peádo maldita sea. La mujer de un puerta
so cierra la puerta y Gabriel escuchando el sí pote lío sale a perderse
escaleras abajo, todo esto hace que se le pase la fuma y al ver una especie de
licorera no duda en entrar y le compra al moreno una botella de escoces, bolsa
de hielo, dos vasos de vidrio y de último una caja grande de chicles, al salir
se agacha y del suelo recoge algo tan campante como llego camina los tres
kilómetros al lugar de los amigos, al llegar ve la luna reflejada en el mar que
esta vez está más calmo, los busca como tiene calor va a la ducha, al entrar ve
a Diana que al estar bañándose con el Calvo se están besando, esto lo espanta
saliendo prácticamente corriendo, al ver una silueta se le presenta dándose
cuenta que es la bella Marcela, que al verlo se asusta, luego que se logra
calmar le dice: que susto me has dado. A donde te has metido, aquí hemos
pensado hasta que te habías ahogado, claro que al ver que no estaba tu morral
lo desechamos, pero cuéntame a donde estabas…- Fui a visitar a mi abuelo ya que
al venir no lo hice- Ya entiendo, que tal si vamos a la playa. Salen del lugar
de los cocoteros a la inmensa playa iluminados por la luna que está reflejada
en el mar, el dándose cuenta de su belleza- Le habla: sal a correr que no lo
dudes que te voy a dar alcance. Deja que se impulse, al verla que corre va tras
ella de la misma manera corriendo, al tenerla tan cerca de un envión se le
lanza cayendo sobre su espalda van a dar contra la arena con morral y todo, la braza
y sin importarle un culo la sujeta entre sus manos, al encontrar sus labios se
besan con gracia sensualmente, hacen una pausa para mirarse y lo vuelven hacer
con gran ímpetu- Ella: me encanta como besas- Que tal si nos tomamos algo
especial que tengo entre este morral- Que buena idea pues tomemos. Al abrir el
morral extrae la botella de whisky, los dos vasos y la bolsa del hielo que ya
chorea, él mismo sirve y viéndose directamente a los ojos brindan y van tomando
lentamente- Ella le murmura con su suave voz: yo te conocí una noche en Quiebra
Canto- Claro que me acuerdo porque es imposible no acordarme de ti- Lo debes
decir como un cumplido nada más- Tú crees que yo soy de esos que viven
aparentando- Tal vez si- Lo que pasa es que eres una sinvergüenza- así lo crees
ya que soy una mamagallista de tiempo completo. Se ríen en forma invadiéndolo
todo con sus carcajadas- El viéndola la besa y le dice: quiero ver lo que me
encontré en esa licorera. Al sacar el raro paquetico descubren que se trata
nada menos que de cocaína pura, con un pitillo se dan varios paces quedando con
la fuerza bestial, esto hace que se desnuden ahí donde están, con tremendo
ímpetu corren lanzándose entre las olas, al tomarse se besan con cierto
delirio, al atraerse sus cuerpos se desdoblan al acariciarle con todas las
ganas los senos se aman fervientemente, que ella no se reíste y hace todo para
que con su pene la penetre, sin importarles la fuerza del mar se lo saca y se
lo mete consiguiendo los gemidos que en el mar se asemejan al de las
fantásticas sirenas y de esa manera llegan a la más alta efervescencia
consiguiendo un placentero éxtasis- Ella sonri-endo modula con su voz: que
increíble que lo hemos hecho, me siento como si estuviera en un sueño, desde
este momento ya te amo. Se quedan como paralizados viéndose el resplandor de
sus cuerpos, en el momento que sienten que el mar se los quiere tragar
reaccionan a tiempo y salen del océano. Se sientan sobre la arena y al terminar
con el contenido de la botella, entrelazados se duermen.
Muy temprano, al verlos
un grupo de niños en la distancia, con esa curiosidad se acercan muy despacio y
viéndolos claramente, una de las niñitas grita algo que ellos no entienden pero
que si los despierta, apenas se mueven los niños huyen corriendo- Ella que fue
ese grito- Me pareció ver a unos niños, según el grito vino de uno de ellos,
que tal si nos vamos a bañar con agua dulce ya que no aguanto más este pegote
de agua salada sobre mi cuerpo- Me sucede exactamente lo mismo, se vuelven a
poner ella su bikini, él su bluyín y la camisa. Caminan tomados de la mano y en
menos de lo que se levanta la brisa llegan al lugar, se cruzan con Diana y el
Calvo pero ni siguiera se miran, y sin preocuparles nada se despojan de lo que
tienen puesto y se meten entre la ducha, ella al abrirla sale un grueso chorro
de agua dulce que enseguida los refresca, él toma de la bañera un jabón al subirlo por las piernas lográndola jabonar
la velluda vagina, ella va sintiendo eso cerrando los ojos, y de último los
duros senos y suavemente la cara, se voltea haciendo lo mismo por detrás y
sobre todo por sus pronunciadas nalgas; ella al tomar de la mano de él el jabón
hace lo mismo y al juagar sé terminan completamente frescos- Ella abrazán-dolo
le dirige la palabra: desde el momento que te fuiste la energía cambio, hubo
intercambio de palabras groseras. He decidido irme a Cartagena me quieres
acompañar- Claro que si- Entonces
salgamos, le pagamos a la señora y nos vamos. Se visten ella con sus bluyines
cortados más debajo de las rodillas y él con su bluyín y su camisa de manga
larga que arre-manga, luego de pagarle a la señora por los almuerzos, los
desayunos y la estadía; se despiden de beso de ella y salen iluminados por el
sol con destino de la heroica. Fin.